Tenochtitlan: por qué los bezotes eran símbolo de respeto

El bezote fue un adorno que lucía como perforación en el labio inferior y era utilizado únicamente por los guerreros de alto mando

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Durante el México prehispánico al bezote se le conocía como Uamado tentetl en náhuatl que significa piedra de labio (Mediateca INAH)
Durante el México prehispánico al bezote se le conocía como Uamado tentetl en náhuatl que significa piedra de labio (Mediateca INAH)

En las sociedades el poder y el prestigio se manifiestan por medio de diferentes objetos exclusivos de la aristocracia y grupos dominantes. Durante el México prehispánico se le conocía como Uamado tentetl en náhuatl que significa piedra de labio o mejor conocido como bezote, el cual era un emblema único para la clase militar de alto rango.

El bezote representaba un gran atributo de jerarquía entre la cultura mexica, en especial cuando la pieza hacía referencia a alguna deidad. Demostraba lo sagrado y expresaba que quien lo portaba se encontraba en comunicación con las deidades.

Su significado de poder asociado a los dioses se debía en gran parte a las diferentes materias primas con las que se elaboraban las piezas, por ejemplo: cristal de roca, jade y oro.

Entre los que más llamaban la atención eran los realizados con cristal de roca, pues es una de las piedras más duras y complicadas de tallar, por lo mismo simbolizaba pureza.

El de oro fue uno de los bezotes más representativos (Mediateca INAH)
El de oro fue uno de los bezotes más representativos (Mediateca INAH)

Algunas piezas sencillas de tipo botón fueron utilizadas en otras partes de la cara como: nariz, mejillas y labios, cada uno de ellos eran elaborados en materiales preciosos los cuales representaban dioses en conjunto con sus finos ropajes y otras joyas.

Especialmente en esa época los códigos culturales y religiosos hacían de estos personajes la imagen misma de los dioses.

El de oro fue uno de los más representativos y fue trabajado empleando la técnica de la cera fundida, ya que los antiguos pobladores de Mesoamérica afirmaban que el oro era una secreción del dios Sol que al caer a la Tierra se convertía en pepitas de oro que los hombres podían recoger.

Los mixtecos nombraron al sol dziñuhu cuaa: el resplandeciente amarillo, de ahí que simbolizara el poder máximo, representado en el planeta tierra por el gobernante yeheñuhundi: ser temido por dios. Por eso mismo la posesión y el uso de bezotes de oro estuvieron reglamentados y referidos a las clases poderosas.

La colocación del bezote requería de un rito. Con una pequeña navaja de sílex se perforaba la parte situada entre el labio inferior y el mentón, justo donde se forma una pequeña depresión. Durante el proceso, el guerrero debía mantenerse valiente y no dar muestras de dolor, a fin de demostrar su valor.

En caso de fallar en alguna de sus misiones, se les retiraba su pieza y su rango
(Foto: Facebook/SCRAPPY UNO)
En caso de fallar en alguna de sus misiones, se les retiraba su pieza y su rango (Foto: Facebook/SCRAPPY UNO)

La pieza comúnmente presentaba dos aletas medio curvas, las cuales se introducían en la perforación y se ajustaban a la encía, sobresaliendo la cazoleta del bezote y el remate, el cual podía ser un simple botón, que representaba a un dios tallado, o algún animal como los pájaros.

Para que la herida no cicatrizara y llegara a cerrarse, se empleaban ciertas hierbas sólo conocidas por los guerreros.

Al hacer mención del bezote se cree que se movían los labios al ritmo de las suaves palabras del idioma mexica, como si se tratase del mismo dios el que estuviese hablando en aquel momento.

A partir de entonces los guerreros podían lucir sus bezotes con orgullo, pues significaba que habían peleado con honor en el campo de batalla y se merecían dicho emblema.

Sin embargo si fallaban en alguna de sus misiones, se les retiraba la pieza y volvían a la sociedad con mucha vergüenza y deshonra. El ritual para retirarlo constaba en tomar al guerrero por los cabellos y arrancarle sin piedad el bezote del labio inferior.

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