Cinco minutos con fraile: Dedicado al Señor

North Texas Catholic
(31 de diciembre de 2023) Noticias-Locales

Fraile Luis Gerardo Arraiza, OFM Cap (NTC/Juan Guajardo)

SU NOMBRE: Fray Luis Gerardo Arraiza, OFM Cap, el párroco de Our Lady of Guadalupe de Fort Worth

FECHA DE ORDENACIÓN: 1 de noviembre de 1988 en la Parroquia de Our Lady of Lourdes de Dallas, Texas

SANTO PATRÓN: San Francisco de Asís

VERSOS BÍBLICOS FAVORITOS: Evangelio de Mateo, Capítulo 25

CATÓLICO DE CUNA: Fray Arraiza se crió en el norte de España en el País Vasco. Creció en una sociedad tradicionalmente católica. “Yo nací en una familia católica, en una cultura católica y lo único que yo podía ser en ese tiempo en España era católico. 

“Lo que me cambió la vida a mí fue que, a pesar de que yo había sido católico toda mi vida, un día y no sé ni por qué pasó, cuando tenía sólo diecisiete años, un Nuevo Testamento cayó en mis manos. Hasta entonces, insisto, yo era católico de hueso colorado, pero nunca había leído los evangelios”.

LA IMPORTANCIA DE UNA FE VIVA: Sus padres, el fraile explicó, eran buenas personas que le tenían mucho cariño a sus hijos. Ellos tenían también “una fe muy, muy asentada culturalmente, más que en una experiencia viva de Jesucristo, en la Iglesia Católica, que los llevó a buscar en la parroquia y otros lugares a cómo avivar esa fe. Eso no existía”. 

En Texas y en nuestra diócesis, el fraile enfatizó, hay “una potencialidad enorme” para las familias y los individuos de encontrar grupos y ministerios para involucrarse, mucho más de que lo que había en España. “La oportunidad aquí es ilimitada, ésa es la palabra en todo.
No obstante, uno tiene que esforzarse para tener una vida de fe vibrante”. 

LA BELLEZA Y PELIGRO: “De repente, empecé a leer los evangelios, y me sorprendió enormemente la persona de Jesús. O sea, no entendía nada. Me parecía que estaba loco. Me parecía que era una persona muy surgente e inspiradora. Lo que realmente me impulsó, o sea, la razón por la cual soy cristiano y católico es Jesucristo, porque me parece que su mensaje es tremendamente vivo, tremendamente audaz y tremendamente peligroso. Así que ser cristiano es, si uno se lo toma en serio, es muy, muy peligroso, pero también muy, muy bello”.

LLAMADO AL ORDEN: “Yo soy un fraile capuchino y, de hecho, mi vocación primaria es ser un Hermano Menor Capuchino. Llevo ya cuarenta y un años en la Orden Capuchina y fundamentalmente todo surgió cuando yo estaba estudiando en la universidad y sentía el deseo de hacer algo mejor que simplemente ir a Misa el domingo, que era lo que la mayoría de la gente hacía. Empecé a buscar grupos laicos donde pudiera vivir mi cristianismo o, al menos, de una manera más intensa. Sin embargo, no encontré ninguno que me satisfizo. Un amigo mío, que estudiaba también en la misma universidad, me comentó que él estaba viendo cómo yo tenía inquietud y que él estaba hablando, a manera de consejero espiritual, con un fraile capuchino y que podía ponerme en contacto con él. De esa manera, empecé a hablar con este fraile y al paso de tiempo, descubrí el estilo de vida de los franciscanos capuchinos que me llamó la atención fundamentalmente porque era un estilo de vida muy sencillo y fraterno”. 

ENTRADA AL SACERDOCIO: Luego de haber transacurrido varios años, el fraile entró al Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, donde terminó sus estudios, y “luego, en el 1988, mi superior decidió enviarme aquí a Texas… a colaborar con la formación inicial de los frailes jóvenes. Cuando llegué aquí yo era fraile perpetuo, había hecho mis votos y no era sacerdote. Claro, esto fue hace muchísimos años. En el 1988 llegué a Dallas y vi que había una gran necesidad de sacerdotes, sobre todo, que hablaran español. Y como yo, pues hablaba ya español, ésa fue la principal razón que me motivó a ordenarme para servir a la comunidad hispana, que entonces estaba bastante escasa de sacerdotes que hablaran español”.

Fray Luis Gerardo Arraiza, OFM Cap (NTC/Juan Guajardo)

PRIMERO UN HERMANO: La diferencia entre ser fraile y ser padre se basa en “la diferencia entre la vida religiosa y el sacerdocio diocesano… El culmen de nuestra vocación no es la ordenación sacerdotal ni la vivencia como sacerdotes. El culmen de nuestra vocación es la profesión de votos. Hacemos en público los votos de pobreza, castidad y obediencia; y, al mismo tiempo, nos comprometemos con nuestro superior a vivir a la manera de la vida capuchina. Fundamentalmente, el estilo de vida franciscano tiene que ver no con lo que uno haga, sino cómo uno lo haga.  

“Yo intento hacer un esfuerzo para que la gente sepa que somos hermanos. De hecho, yo jamás uso el título Padre Luis Gerardo. Siempre, si tengo que dar un título digo, ‘Soy el Hermano Luis Gerardo o Fraile Luis Gerardo’, pues quiero hacer hincapié en que la gente sepa sobre la vocación franciscana. Francisco de Asís no fue sacerdote. El fundador de nuestra orden no fue un clérigo.”

SANTOS FRANCISCANOS: “Muchísimos de los santos capuchinos no eran sacerdotes. Muchísimos de los santos capuchinos fueron frailes limosneros que jamás se ordenaron al sacerdocio. Lo que hacían era, y esto hace muchos años, buscar donaciones para el convento y para los pobres. Por esa forma de vida muy sencilla, que tenían la mayoría de ellos, fueron muy bien acogidos en las sociedades y en los lugares donde ellos vivían. El fundador de nuestra orden no fue sacerdote y muchos de los ejemplos más distinguidos de la vida capuchina son hermanos que no fueron sacerdotes. Si bien, un gran ejemplo muy conocido es el Padre Pío”.

PROYECTO DE LA PARROQUIA: La comunidad de Our Lady of Guadalupe ha empezado a invertir en la formación de fe de los adultos. “Tan o más importante que la formación católica de los niños y los jóvenes es la de los adultos. ... La mayoría de los padres envían a los hijos a la catequesis para que ellos reciban un sacramento. Si bien a la hora de formarse ellos en la fe cristiana católica y conocer la belleza de la fe cristiana católica, a la mayoría de la gente no les interesa eso. Para mí, es siempre un interrogante de ¿cómo es posible que no quieran aprender más de nuestra fe católica?”

“El estudio de la Biblia en la parroquia se centra en la Eucaristía por el año del avivamiento eucarístico. Creo que es necesario que la gente se acerque a Jesús en la palabra y que lea los evangelios y la introducción de los evangelios. Creo, además, que es necesario que la gente lea las notas al calce de las páginas porque el mundo de los evangelios es un mundo que poco tiene que ver con el nuestro. Se trata de un mundo de hace dos mil años que tenían culturas que son radicalmente distintas a las de nosotros y en un idioma, que es radicalmente distinto al nuestro.

“Entonces, lo que veo y, le digo a la gente, es que empiecen leyendo el evangelio y que empiecen con el Evangelio de Lucas. Y que, cuando se les haga difícil, acudan a alguien que tenga más conocimiento que ellos y hagan preguntas. Y, por supuesto, que usen una Biblia que tenga anotaciones e introducciones porque si no, se van a perder y se van a confundir, que es lo que también muchísima gente me dice, ‘no es que no leo la Biblia, sino que no entiendo nada’. Bienvenido al club. Todos nos perdemos. Por eso, es necesario hacer un esfuerzo para no perderse”.  

SACRAMENTO SAGRADO: “Llevo treinta y cinco años de sacerdote y creo que, desde el primer momento, sentí el llamado y me sigue llamando al cabo de tantos años. Es que la gente, solamente por el hecho de ser sacerdote, confía en ti… ¿Cómo es posible que solamente por el hecho de ser sacerdote, la gente ya te abra el corazón y confíe en ti, te cuente sus problemas y busque algún tipo de sanación? Entonces, creo que, por eso, el que más me gusta, el que más disfruto, es el Sacramento de la Reconciliación”.

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