La Mujer . Y sin aguardar respuesta se trepa diciendoen seguida: —Vamos. Y le toma las riendas y la fusta y ... Alparque, Mogoya!. Una de esas tardes me lo encontré á la pesca. Conversamos, porque es conversador agrada-ble y hasta hace gala,—con quien lo conoce,de su modo de ser y de vivir. —Qué bonita corbata llevas,—le pregunto;—Dónde la has comprado? —Me la regaló Pancho. —Y ese sombrero tan elegante? —Me lo regaló Antonio. —Y esas botitas de piel de caimán ... —Me las regaló Jacinto. —Pero, Félix, á ti todo el mundo te regala. —También me han regalado este traje. Seempeñó tanto Catulo en q

La Mujer . Y sin aguardar respuesta se trepa diciendoen seguida: —Vamos. Y le toma las riendas y la fusta y ... Alparque, Mogoya!. Una de esas tardes me lo encontré á la pesca. Conversamos, porque es conversador agrada-ble y hasta hace gala,—con quien lo conoce,de su modo de ser y de vivir. —Qué bonita corbata llevas,—le pregunto;—Dónde la has comprado? —Me la regaló Pancho. —Y ese sombrero tan elegante? —Me lo regaló Antonio. —Y esas botitas de piel de caimán ... —Me las regaló Jacinto. —Pero, Félix, á ti todo el mundo te regala. —También me han regalado este traje. Seempeñó tanto Catulo en q Stock Photo
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La Mujer . Y sin aguardar respuesta se trepa diciendoen seguida: —Vamos. Y le toma las riendas y la fusta y ... Alparque, Mogoya!. Una de esas tardes me lo encontré á la pesca. Conversamos, porque es conversador agrada-ble y hasta hace gala, —con quien lo conoce, de su modo de ser y de vivir. —Qué bonita corbata llevas, —le pregunto;—Dónde la has comprado? —Me la regaló Pancho. —Y ese sombrero tan elegante? —Me lo regaló Antonio. —Y esas botitas de piel de caimán ... —Me las regaló Jacinto. —Pero, Félix, á ti todo el mundo te regala. —También me han regalado este traje. Seempeñó tanto Catulo en que habíamos de ves-tir iguales . . —Sospecho que hasta los guantes. —Pero no lo sospeches, afírmalo. Y yo no sé cómo se las compone, para no