Espartero, novela historica contemporanea por un admirador de sus hechos, y dedicada a sus verdaderos amigos . ffffilfllllfifffilll-lllrfiflt ?I l%ll% MGMáffaO. cjamos (iicho en el an-terior capítulo, que I«cotuiesa, hujó prcv^ipi-tadamente; que Baldo-mero quedó estupcfac»to al ver este arranqueinesperado y aquella úl tima contestación que inspiraba cierto aire de coquetismo.Pues ahora pasamos al siguiente dia. Eran las tres de lutarde pocGmas ó menos: el cielo presentaba un aspecto deserenidad positiva, y !)aldoiríero salia de Grauátiila con di-rección sí la quinta del conde de Buen Segur con

Espartero, novela historica contemporanea por un admirador de sus hechos, y dedicada a sus verdaderos amigos . ffffilfllllfifffilll-lllrfiflt ?I l%ll% MGMáffaO. cjamos (iicho en el an-terior capítulo, que I«cotuiesa, hujó prcv^ipi-tadamente; que Baldo-mero quedó estupcfac»to al ver este arranqueinesperado y aquella úl_tima contestación que inspiraba cierto aire de coquetismo.Pues ahora pasamos al siguiente dia. Eran las tres de lutarde pocGmas ó menos: el cielo presentaba un aspecto deserenidad positiva, y !)aldoiríero salia de Grauátiila con di-rección sí la quinta del conde de Buen Segur con Stock Photo
Preview

Image details

Contributor:

The Reading Room / Alamy Stock Photo

Image ID:

2AJM27M

File size:

7.1 MB (296.6 KB Compressed download)

Releases:

Model - no | Property - noDo I need a release?

Dimensions:

1688 x 1479 px | 28.6 x 25 cm | 11.3 x 9.9 inches | 150dpi

More information:

This image is a public domain image, which means either that copyright has expired in the image or the copyright holder has waived their copyright. Alamy charges you a fee for access to the high resolution copy of the image.

This image could have imperfections as it’s either historical or reportage.

Espartero, novela historica contemporanea por un admirador de sus hechos, y dedicada a sus verdaderos amigos . ffffilfllllfifffilll-lllrfiflt ?I l%ll% MGMáffaO. cjamos (iicho en el an-terior capítulo, que I«cotuiesa, hujó prcv^ipi-tadamente; que Baldo-mero quedó estupcfac»to al ver este arranqueinesperado y aquella úl_tima contestación que inspiraba cierto aire de coquetismo.Pues ahora pasamos al siguiente dia. Eran las tres de lutarde pocGmas ó menos: el cielo presentaba un aspecto deserenidad positiva, y !)aldoiríero salia de Grauátiila con di-rección sí la quinta del conde de Buen Segur con ¡Jitento detranquilizar su Curazon saliendo de aquel mar de confusio-nes en que la cunducti* do Liiura le hnba suncrgido.TOAiO j. 3 -34- Asicanilr»al).i nueslro ciiainoriHlo jóvcii mu ocuparse denaíla mas que de su profunda meditación. — Haldomero, iiiíicIiíiCíio ¿dónde vas? esclamóla voz deotro joven que a no muy larga distancia rccorria aquelloscontornos con una escopeta en la m;#ijoy en ademan de ra-zar. ¿De cuándo acá ese aleman j.ísuíti(!0 y estr;iva¡:ía!ite? — jiNli amigo Torres ^.Tú por estos campos? contestóBa