Jueves Santo, Día del Amor Fraterno
"Os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis"
“Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis” (Jn 13,12-15)
Contemplando esta escena de Jesús, vamos adentrándonos en su Misterio Pascual. No es casualidad que el gesto del lavatorio se enmarque en la cena de Pascua. Jesús une su entrega al servicio a los demás, con una actitud: la humildad.
El Señor nos invita a lavarnos los pies unos a otros. Era el oficio que ejercían los esclavos, los más pequeños. Él mismo ha asumido esa condición, dándonos un ejemplo.
No podemos quedarnos en que fue un gesto aislado, para contemplarlo y valorarlo como un precioso signo. El ejemplo que nos dejó Jesús es para imitarlo, para llevarlo a nuestra vida, a nuestro ministerio en Cáritas. Nuestra vida se entrega cuando se pone al servicio de los demás, de los más vulnerables, de los que sufren por cualquier causa o motivo.
El Jueves Santo es una jornada para recordar que Jesús se nos da como alimento en su Cuerpo y en su Sangre y esto nos va transformando en lo que hemos recibido. Estamos llamados a ser una fiel imagen de Jesús en medio de nuestro mundo. Este año no podemos tener expresiones de piedad popular en las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades, pero sí podemos ser imagen viva de Cristo que sirve a los demás, que se sigue entregando, que ocupa el último lugar. Cada uno de nosotros podemos ser esa imagen del Señor, que nos sigue mostrando su amor hasta el extremo.
No dejemos de mirar al Señor y pedirle la gracia de poder imitar su ejemplo. Que cada uno de nosotros, nuestros equipos de Cáritas, podamos reflejar esa entrega por amor, un amor sin condiciones, un amor que puede transformar nuestro mundo.
Que nuestra aportación en este día siga siendo signo de nuestra caridad sincera y podamos descubrir dónde y cómo me puedo entregar más; dónde y a quién puedo servir como Cristo se entregó y sirvió.
