Lágrimas, ¿para qué nos sirven?

Son un líquido y componente fundamental de la estructura ocular. Derivan de un proceso somático llamado lagrimación, cuya función es limpiar y lubricar los ojos. También permiten cuidar la superficie ocular, principalmente la córnea. Al mismo tiempo, mejoran la propiedad refractiva del área ocular.

Las lágrimas conservan el ojo húmedo para eliminar los residuos extraños y proteger los ojos de infecciones. Se originan de las glándulas lagrimales, en conjunto con una secreción basal constante, que se incrementa ante factores externos. Dichos factores incluyen cambio de temperatura, cuerpos extraños, estados anímicos, entre otros.

lagrimas y salud ocular
La importancia de la lágrima en la salud ocular.

Producción de lágrimas

La producción de las lágrimas deriva de las glándulas lagrimales. Una vez originada, se desliza hacia el ángulo interno del ojo y recorre el conducto lagrimal hasta la nariz. Cuando crece la cantidad de lágrimas, también aumenta el flujo nasal. Al cumplir su proceso, son drenadas hacia la vía lagrimal, aunque una parte se disipa en el aire.

La obstrucción mecánica de las vías lagrimales impide que lleguen a la zona nasal. Esto hace que broten de los párpados y ocasione un lagrimeo incómodo y continuo.

Tipos de lágrimas

Existen diferentes tipos de lágrimas, las cuales mencionamos a continuación:

  • Lágrimas basales: Se encuentran en el ojo para lubricarlo, nutrirlo y preservar la córnea. Son una defensa para nuestros ojos.
  • Lágrimas reflejas: Se producen para rescatar al ojo de sustancias irritantes, como el humo del tabaco y diferentes cuerpos extraños. Se originan en mayor cantidad que las basales.
  • Lágrimas psíquicas: Son causadas por diversas emociones como alegría, tristeza. También pueden ser causadas por un dolor físico intenso.

Falta de secreción lagrimal

La falta de secreción de lágrimas genera complicaciones en la membrana lagrimal. Esta es una fina capa que cubre la superficie del ojo, la cual permite limpiar, preservar y lubricarlo. Además, actúa en la función visual, así como en el funcionamiento adecuado del ojo. A continuación, se muestran los síntomas característicos:

  • Sensación de cuerpo extraño (arena, residuo).
  • Irritación.
  • Lagrimeo constante.
  • Visión difusa.

Si presentas cualquier síntoma de los señalados, debes acudir al especialista para tener un diagnóstico apropiado, ya que pueden lesionar la córnea. Solo el oftalmólogo comprobará el problema en la producción de lágrimas e indicará el tratamiento adecuado en cada caso.

Síndrome del ojo seco

Con la edad, la producción de lágrimas basales se reduce y puede provocar el síndrome del ojo seco. Ocurre cuando la glándula lagrimal reduce la producción de lágrimas. 

Los síntomas del ojo seco más comunes son sensación de cuerpo extraño en el ojo, sensación de arenilla, ardor y visión borrosa. Esto hace que el paciente tenga que recurrir a las lágrimas artificiales.

¿Para qué sirven las lágrimas artificiales?

Las lágrimas artificiales sirven para calmar diversas molestias oculares. También se emplean para equilibrar condiciones ambientales dañinas para los ojos. Se usan principalmente para combatir el ojo seco.

Igualmente, las lágrimas artificiales se aplican para mantener los ojos húmedos e hidratados. Son sobre todo aptas para personas que no producen lágrimas naturales en la cantidad suficiente. La falta de hidratación de los ojos puede derivarse por:

  • Falta de calidad de la película lagrimal
  • Después una operación ocular (cataratas, cirugía refractiva, corrección de presbicia, etc.).
  • Elementos ambientales (clima frío y seco, aire acondicionado).

Las lágrimas artificiales son una alternativa sencilla, pero efectiva para la salud ocular, ya que no producen efectos secundarios o secuelas. Al contrario, calman diversas molestias y evitan lesiones importantes por la falta de hidratación óptica.