La renuncia de gananciales

— 

El 

— 

224 

— 

En el caso del cónyuge no se da esa situación de que se le pueda desco 

nocer o no declarar sus derechos pro-indivisos 

en los bienes de la disuelta 

sociedad conyugal. Por eso la ley no ha considerado la necesidad de prever 

una acción especial. Y si se diera, habría acción. Hay acción siempre que 

hay un interés procesal en obtener la tutela jurisdiccional de un derecho. 

IV 

Conclusiones 

En resumen : la cuota-parte indivisa que a cada cónyuge le corresponde 

en los bienes gananciales, extinguida la sociedad conyugal constituye un bien 

en sí mismo puesto que tiene una medida de valor propia y es susceptible de 

ser apropiado por un tercero por el modo tradición; la cesión genérica de 

esos derechos gananciales tiene un objeto, suficientemente determinado en 

cuanto al género que permite la posterior individualización de las especies 

singulares que lo componen, 

no estando expresamente prohibida por la ley 

no hay razón alguna para negarle validez. 

Siendo innominada, se rige, por analogía, por las reglas 

nominado semejante: la cesión de derechos hereditarios. 

del contrato 

Dr. Luis Alberto Viera 

La renuncia de gananciales 

INFORME DEL ESC FERNANDO MIRANDA (*) 

. 

SUMARIO: A) Posib'lidad de la renuncia en el rég-imen de la ley N.o 10.783. 

B) La renuncia genérica y la renuncia sobre bienes determinados. C) La renuncia 

es negocio abdicativo y no transmstivo. D) Es unilateral y no en beneficio de al 

guien. E) La renuncia de gananciales y la donación 

I 

Planteamiento d'e la cuestión 

1 . 

Esc. Carlos A. Núñez consulta sobre la validez de un negocio 

(*) Aprobado por unanimidad por la Comisión Directiva, el 29 de octubre de 1968. 

(Acta 1042).

- 

g) 

— 

225 

~ 

que denomina- renuncia de gananciales. 

expresa : 

En la nota que plantea- la consulta 

"Don A.L., casado con doña B.C., compró unos terrenos en un pobla 

do del interior del departamento por la suma de $ 200.00. Don A.L. se 

divorció de B.C. y luego contrajo segundas nupcias con doña J.M. y por 

el segundo matrimonio legitimó a dos hijos menores habidos con 

J.M.. 

Don A.L. en el juicio de divorcio expresó que renunciaba totalmente a los 

bienes gananciales que eran los terrenos habidos dentro del primer matri 

monio. Don A.L. fallece y se 

plantea el problema de la venta de ese terreno 

por parte de doña B.C, primera esposa de don A.L. En la sucesión de don 

A.L. se hizo referencia a la existencia de esos bienes manifestando la se 

gunda esposa que don A.L. , 

había renunciado a los gananciales habidos 

dentro de su primer matrimonio. 

D„r.^' '"^T^l esposa de Don A.L.-se presenta al Juzgado Letrado Durazno de 

pidiendo la autorización judicial para reducir a escritura pública 

on Doñ^B r r"""'%'"'^ P"-- ^" ^^P°^° - ---- d^l dfvorcio 

rZ ,,.f-' ^ '° q"^ el Juagado proveyó de conformidad. De acuerdo 

hech "p" TÍ '° "f "^^ ' 

J7T' P"^"- '^ hecha --- de -los gananciale 

por A.L. en el juicio del divorcio con doña B C 

Se aduce ahora que esta escritura de renuncia de gananciales carece 

totalmente de valor a los efectos del título de los terrenos anís mencionada" 

ir ■;■ ~í'^'^ escritura que contiene el negocio referido autorizada por el 

Escribano Carlos A. Núñez, el 29 de Mayo de 1959, resulta que: 

a) A.L. contrajo matrimonio con B.C. eí 2 de Julio de 1927. 

b) Dicho matrimonio fue disuelto por sentencia de divorcio ejecuto 

riada el 23 de Junio de 1955. 

c) En el expediente de divorcio, en la primera audiencia, el señor A. 

L. acordó con su esposa que renunciaba a sus derechos a los ga 

nanciales en favor de ésta, con relación aTos inmuebles Sección de la 12^ 

Judicial de Durazno, Carlos Reyles. 

d) El señor A.L. contrajo matrimonio "en segundas nupcias con 

la señora J.M. el 12 de Diciembre de 1955. 

e) En el acto del matrimonio, estos contrayentes legitimaron dos hi 

jos que habían entre ellos llamados J.T. y A.E. 

í) El señor A.L. falleció el 26 de Diciembre de 1955- 

A la referida escritura comparecen: por una parte, 'la señora B 

C, divorciada de A. L.,-por otra parte la señora J M viuda 

de primeras nupcias de A.L. La señora J.M. por sí y por sus 

hijos menores J.T. y A.E. renuncia a la cuota de los gananciale 

que a. su esposo y padre don A.L. le correspondía en los si.uien- 

15

La 

— 

226 

— 

tes bienes inmuebles: con 

respecto a dos solares de terreno situa 

dos en la 12?- Sección Judicial del Departamento de Durazno, Car 

los Reyles, que se describen y deslindan; se les hace tradición de 

los bienes referidos con la fórmula: "Doña B.C. se encuentra en 

posesión de dichos bienes, habiéndose consumado por consiguien 

te la tradición real; para este acto, se solicitó al Juzgado de la Su 

cesión de A.L. que facultara a doña J.M., por sí y por 

sus me 

nores hijos, para concretar en escritura pública y 

B.C, la renuncia de su cuota ganancial 

en los bienes que se han 

referido; por resolución de 28 de Julio de 1958 se dispuso: 

con 

cédese la autorización solicitada en escrito de fojas 15 a 16". 

a favor de doña 

II 

Naturaleza del negocio realizado 

3. 

—^ 

renuncia es un negocio jurídico generalmente unilateral, gra 

tuito y abdicativo de derechos. 

Sin perjuicio de admitir que en doctrina pueda discutirse si la renun 

cia es negocio uní o bilateral en algún caso, como en aquel que produce ine 

ludiblemente un efecto en el patrimonio de otro sujeto, (caso de la remisión) 

y plantearse entonces que su eficacia o efectos no se producen 

con la volun 

tad contraria de éste, y también la determinación de cuál sería el valor de 

esa voluntad, no es dudoso que la renuncia de los derechos absolutos es siem 

pre unilateral. 

Que es unilateral, significa que el negocio se configura 

con la sola ex 

presión de la voluntad del renunciante, en la forma requerida por el derecho 

y destinada a producir un efecto práctico jurídico acorde a éste, pero tam 

bién, como lo expresa el artículo 1051, que el acto es libre y voluntario. Li 

bre, en el sentido de que no hay ninguna circunstancia que lo condicione; ni 

un precio, ni una sanción, ni otro sujeto que con su presencia y voluntad 

actúe en el ánimo del renunciante. Voluntario en el sentido de que se con 

figura por la sola voluntad del renunciante emitida en la forma fijada por la 

ley. 

Es gratuita en cuanto su causa está en la mera intención de despren 

dimiento del renunciante, operando un desprendimiento patrimonial sin con 

traprestación. Si se recibe precio por lo renunciado o abandonado, se uti 

liza el derecho y se saca provecho de él, lo que configura una forma de uti 

lizar y no de abandonar los bienes. Tampoco hay intención de hacer libe 

ralidad, o producir un enriquecimiento 

en otro. Es abdicativa y no trasla 

tiva. Por la renuncia no se trasmiten, ni se constituyen derechos deriva 

tivos. 

No se concibe una renuncia para enajenar, simplemente produce el


El 

-227- 

abandono, la extinción del derecho en el renunciante. Esto es independien 

te de que por la fuerza expansiva del derecho de propiedad, por la aplicación 

del acrecimiento, por la inexistencia de la res nullius en materia de bienes 

raíces y herencia, o por el efecto de la extinción de la obligación, la renuncia 

produzca 

un beneficio a otro . Así la renuncia del usufructo favorece al nudo 

propietario, por la fuerza expansiva del dominio, artículos 493, inciso 29 y 

537 inciso 59 del Código Civil; la repudiación de herencia favorece a los 

llamados conjuntamente a ella, se produce la representación, abre otro orden 

o hace la herencia yacente; materia de inmuebles el abandono del dominio 

y la posesión (artículos 455 del Código Civil) hace propietario y poseedor 

al Estado, artículos 481 y 482 del Código Civil, por razón de dominio te 

rritorial emanente; la remisión de la deuda aumenta la riqueza del deudor 

etc. ; la renuncia de los gananciales genérica, por la mujer 

o sus herederos 

produce, confusión en el marido o acrecimiento a su favor, artículos 2021 

y 2023 del Código Civil. 

En ningún caso hay 

traslación. La renuncia co 

rno negocio jurídico no 

opera, ni conduce a un desprendimiento y traspaso 

o constitución de un derecho a o en otro; es el ejercicio del poder o facultad 

de disposición por el titular del derecho, sobre el derecho mismo y no con 

relación a otros. 

— 

4. renuncia de gananciales, está reglada en los artículos 2018 y 

siguientes del Código Civil, como una 

potestad de la mujer 

o sus herederos, 

para apartarse de la sociedad conyugal, para liberarse de ella y no tener que 

participar en una liquidación compleja y gravosa, de una sociedad en la cual 

el marido era el único jefe y administrador, y que sólo él comprometía, y 

ahora, por obra de la renuncia quedaba único responsable, artículos 1970, 

1971 y 1975 del Código Civil. 

La renuncia de gananciales, 

era 

para la mujer y sus herederos, la renun 

cia a la sociedad legal. Era como si nunca hubiera existido, respecto del re 

nunciante, la sociedad. 

Si renunciaba la mujer o todos sus herederos, era 

como si el matrimonio hubiere funcionado bajo régimen de separación, sin 

perjuicio de la restitución de la dote. 

La renuncia es genérica, 

a los derechos en la sociedad y no a bienes determinados^^ 

de ésta. 

— 

5. código no estableció la facultad de renunciar a los ganancia 

les en beneficio del marido o sus herederos, pues por los citados artículos 

1970, 1971 y 1975, él y sus herederos son los únicos y absolutos responsa 

bles de la sociedad y admitirla con carácter general aparejaría una derogación 

genérica de la responsabilidad, contraria al artículo 2372 del Código Civil. 

El marido o sus herederos, pueden hacer abandono voluntario y for 

mal de bienes específicamente determinados, artículo 481, pero no genérica 

mente y con el efecto previsto en los artículos 2018 y siguientes del Código

■ 

Lo 

228 

— 

Civil. No se justifica tal renuncia ni ppr la naturaleza, ni por la organiza 

ción, ni poi- los efectos de la sociedad conyugal, y tampoco por las consecuen 

cias de su disolución. 

Hoy, 

con la administración y responsabilidad separada, de los ganan 

ciales por cada cónyuge, artículos 29 y 49 de la ley de 18 de Setiembre de 

1946, la Sección VII del Capítulo II del Título VII, parte II del libro IV 

del Código Civil, ha quedado derogada, 

en virtud de lo dispuesto 

en el ar 

ticulo 20 de la citada ley. 

6. 

— 

expuesto es suficiente para concluir que el negocio contenido 

en la escritura autorizada por el Escríbano Carlos A. Núñez, no es una re 

nuncia y tampoco renuncia de gananciales. 

. 

a) Se trata desde el punto de vista de las voluntades y centros de in 

terés que lo configuran, de un negocio bilateral; 

b) Es un negocio de enajenación, traslativo; no de abandono o ab 

dicativo 

c) Si bien es gratuito, su causa no está en la mera intención de des 

prendimiento ; hay intención de favorecer de enriquecer a otro, in 

tención de hacer liberalidad. 

J 

; 

Lo expuesto en estos tres parágrafos, que resulta con claridad del ne 

gocio otorgado y su comparación con la renuncia, demuestra que 

no esta 

mos ante un negocio de este género. 

También descarta que podamos estar ante la especie renuncia de ga 

nanciales: lo que 

no está en el género, no puede estar en la especie del género. 

Agregamos : 

d): 

en el negocio realizado no se actúa sobre el derecho a los ganan 

ciales en forma genérica o mejor sobre el derecho en la sociedad 

legal, sino sobre bienes específicamente determinados, aunque ellos, 

tuvieren calidad de gananciales. 

e) No fue hecha por la mujer o sus herederos, sino por los herede- 

,; ros del marido, quienes ni en el régimen del Código Civil, ni en 

el actual, tienen facultad de operar la renuncia genérica a los ga 

nanciales. 

f) Si estos hubieran querido y operado 

una renuncia sobre ciertos 

bienes determinados, ellos pasarían por disposición del artículo 481 

del Código Civil al Estado y no a otra persona, sin perjuicio del 

derecho de los acreedores. 

g) Aún cabe agregar que los herederos del marido, renunciantes no 

operan la renuncia por su causante, puesto que 

voluntario y personal del renunciante, sino que operaron 

una re- 

se trata de un acto

, Claramente 

Partiendo 

Llegado 

— 

229 

un 

' 

— 

nuncia suya, por voluntad de ellos y los bienes renunciados, les. per 

tenecían por modo herencia y desde el fallecimiento del causante, 

artículo 1039 del Código Civil. Esto porque los bienes de la so 

ciedad y del marido, en el régimen del Código Civil se confundían, 

artículo 1972, 1975 y 2021 . 

ni 

Determinación del negocio realizado y su validez 

. 

— 

7. Supuesto lo que precede ¿es que en el negocio realizado hay uno 

diverso del denominado por las partes? 

—- 

8. del entendimiento que los negocios jurídicos 

se de 

terminan y clasifican por 

su estructura y contenido, y no por la denomina 

ción que le dan las partes o sus intérpretes, entendemos que 

en el caso se 

ha realizado una donación, artículos 1613 y siguientes del Código Civil. 

Este negocio, que es un contrato se estructura con dos partes; 

cosa u 

objeto determinado; consentimiento ó acuerdo de voluntades. Tiene por 

contenido la obligación de transferir la cosa y la producción de beneficencia, 

esto es enriquecimiento de una 

parte y empobrecimiento de la otra. 

En el caso se han dado todos estos elementos : dos partes 

: Una los lla 

mados renunciantes (rectius donantes) ; cosa u objeto, los inmuebles es- 

pecíf icos ; consentimiento sobre desprenderse de una cosa, por una parte, 

en 

beneficio de la otra que acepta ; obligación de entregar la cosa, que se cum 

plió por la tradición efectuada; enTÍquecimiento de una parte, la que recibió 

los bienes sin compensación alguna y empobrecimiento de la otra,_que ex 

trajo de' su 

patrimonio bienes, sin subrogarlos por otros. 

se trata de una convención (acuerdo de voluntades) por el 

que una ■ 

parte (donante) ejerciendo acto de mera liberalidad, se des 

prende desde luego e irrevocablemente, de los objetos donados, en favor de 

- 

la otra (donatario) que los: acepta. 

9. 

— 

a este punto podría objetarse, que el negocio es nulo por 

error de hechos en. el consentimiento, sobre la especie de contratos que se 

celebra, artículo 1271 inciso 19 del Código Civil. 

Afirmamos que no se ha incurrido: en tal error, porque para que él se 

produzca es necesario que haya una falsa, noción o falta de noción sobre la 

estructura o el contenido reales del negocio. El caso citado "por el Códioo, 

artículo 1271' inciso primero, cuando una 

parte entiende empréstito y la 

otra' donación, si bien los elementos estructurales son los mismos, el conte 

nido es diverso: en uno, empréstito se entrega no se" obliga a entregar, y la 

obligación que. nace no es para eb que entregó sino para el otro,, que' se obliga

Prescindiendo 

— 

230 

— 

a restituir; en el otro, donación, una 

parte se obliga a entregar, la otra no 

se obliga a nada. 

En el caso en cuestión se produjo acuerdo de voluntades : 

uno 

quiso 

desprenderse de los bienes en favor del otro y éste los aceptó; uno quiso sa 

carlos de su patrimonio por beneficencia y enriquecer al otro, éste aceptó. 

No hay error ni sobre los elementos estructurales, ni sobre el contenido, ni 

en concreto sobre los efectos prácticos del negocio. 

—■ 

10. Queda por dilucidar sí como donación el negocio 

no adolece de 

algún vicio. 

La donación (erróneamente denominada renuncia de gananciales) 

fue realizada por la madre, en ejercicio de la patria potestad, en 

representa 

ción de sus hijos menores, con una autorización judicial. 

Si tomamos la capacidad de obrar como una cualidad intrínseca al su 

jeto, como su aptitud para celebrar por sí un negocio jurídico, 

no hay duda 

de que los menores, son incapaces para hacer donación, ya por lo dispuesto 

en los artículos 1278, 1279 y 1280, como por lo dispuesto 

en el artículo 

1616 del Código Civil. En consecuencia si el menor es impúber, la donación 

es absolutamente nula, si el menor es púber será relativamente nula, artícu 

los 1280 y 1560 del Código Civil. 

La cuestión es ahora, saber si no obstante ser 

incapaces de otorgar por 

sí la donación, pueden realizar ésta por intermedio de sus 

representantes le 

gales 

. 

Dejemos de lado, por no venir al caso y estar expresarnente resuelto 

en el Código, artículo 412, inciso 59, el caso de los sujetos a tutela; conside 

remos los sujetos 

a Patria Potestad. 

— 

11. de sí existe una noción autónoma de legitimación 

diversas de la de capacidad de goce, capacidad de ejercicio y poder de dis 

el artícu 

posición (pensamos con Messineo, que no la hay) entendemos que 

lo 1616, se refiere a capacidad de obrar, en el inciso primero y reitera los 

principios generales de los artículos 1278 y siguientes ; 

en el inciso segundo, 

por referencia, establece una incapacidad de goce: aquel que 

no tiene capa 

cidad de administrar libremente sus bienes, que 

es una incapacidad de obrar, 

tampoco tienen capacidad' de goce para donar; no gozan del derecho de hacer 

donación . 

Esta interpretación es armónica, no impone 

una repetición inútil en el in 

ciso segundo de lo dispuesto en el primero; resuelve las cosas con naturali 

dad, sin forzar el tenor de la misma.' 

Se sostiene que la donación no puede 

ser hecha por el en 

padre 

nombre 

del hijo, porque este carece de poder jurídico al efecto, lo cual es cierto, pero 

como consecuencia de la falta de capacidad de goce en el representado. Siem 

pre que el incapaz de obrar tenga capacidad de goce, el acto puede 

ser reali-

Para 

Vale 

Tratado 

De 

— 

231 

— 

zado por él o 

por su representante con plena validez, cumplidos los requi 

sitos que prescribe la ley. Se arguye que como la donación se sustenta en el 

animus donandi, en la intención de hacer liberalidad, esta no puede 

ser 

hecha por el representante, porque se traduciría en la liberalidad de éste y 

no del representado : exacto, pero ello otra vez, como consecuencia de la 

falta de capacidad de goce. 

En definitiva la voluntad del menor es inhábil para producir la dona 

ción y esa voluntad no puede 

ser suplida por el acto del representante legal, 

lo que conduce a que los menores, no pueden por sí, ni por su 

representante 

hacer donación. Esta inhabilitación legal, para nosotros contenida en la 

naturaleza del acto y consagrada en la disposición del artículo 1616, confi 

guran una incapacidad especifica para ser sujeto del negocio, incapacidad 

jurídica de goce. 

—■ 

12. demostrar que el menor sujeto 

a Patria Potestad, no puede 

donar, los bienes inmuebles, sí ha sustentado que el padre no podrá nunca 

obtener la venía prevista por el artículo 271, inciso primero del Código Ci 

vil, pues no se darán las causales requeridas por 'la norma: necesidad, es 

decir una causa externa que imponga la realización del acto de manera tal 

que su frustración cause perjuicio al incapaz; 

o la utilidad económica es 

decir apreciable en dinero, que incremente o evite pérdidas al patrimonio del 

menor. El argumento carece de valor, porque si el menor dispusiera de la 

capacidad jurídica específica para ser donante, el derecho no podría impo 

ner el absurdo de privársela, por la imposibilidad práctica de no existir quien 

pueda ejercer el poder jurídico para recepcionar el derecho o la obligación. 

No estamos frente a la posibilidad de ejercicio de un poder jurídico que 

se tiene, sino a la carencia del poder mismo, por ineptitud intrínseca del su 

jeto de la voluntad. 

■—• 

13. la pena, aunque hemos eludido las citas, establecer que 

tanto Secco Illa (1), como Sánchez Fontans (2), como Gamarra 

(3), llegan a la misma conclusión aunque por razonamientos distintos, for 

zando la norma del artículo 1616 y haciéndola simplemente reiterativa: el 

menor sujeto a Patria Potestad es inhábil para donar por sí o 

por interme 

dio de su representante legal. 

Esta conclusión que prima 

en la doctrina, no es la de la jurisprudencia : 

en un caso resuelto por el Juez Doctor Macedo, con vista fiscal del Doctor 

Pagano, se admitió que el menor de edad puede donar cumpliendo las exi 

gencias del artículo 271 inciso primero del Código Civil, pudiendo 

ser la 

— 

(1) Sficfco Ii,i,A, J. las donaciones. Montevideo, C. García, 1926. p.llO y sgts. 

— 

(2) Sánchez Fontans, J. Capacidad y legitimación en derecho contractual. Víontevideo, 

Ed. Bianchi Altuna, 19S3. p. 40-41 y p. 28-32. 

— 

(3) Gamarra, J. de derecho civil uruguayo. Montevideo, 1964. p. 76-83.

. 

cario 


— 

Finalmente 

Menores; 

■ 

— 

232 

utilidad simplemente espiritual 

o moral (4). 

14. —.Ya estamos en condiciones de concluir,- en este aspecto, que los 

menores, hijos de J.M. 

no podían donar en virtud de su incapacidad jurí 

dica específica para asumir las obligaciones del contrato . 

Que el padre, que 

ejerce la patria Potestad, por efecto de aquella incapacidad del menor, ca 

rece del poder jurídico para representar al hijo y actuar por 

ción. Que en el caso, el negocio ha sido celebrado por una persona 

él en la dona 

en nom 

bre de otra, de la cual no tiene su representación voluntaria, ni legal y por 

tanto es nulo (rectilus inoponible) mientras no la ratifique la persona en 

cuyo nombre se hizo, artículo 1255 del Código Civil. 

15. 

—^ 

venia concedida, aunque hubiere sido otorgada, 

en atención 

precisa del acto realizado, no subsana la nulidad. La resolución del Juez, 

en acto de jurisdicción voluntaria, es un acto administrativo, que no puede 

salvar la antijuridícidad del negocio. En el contencioso, si el Juez se equivoca, 

aprecia mal los hechos o aplica mal el derecho, la cosa juzgada cubre el error. 

En jurisdicción voluntaria la decisión del no 

Juez, puede modificar la ley, 

ni declararla inaplicable al caso. 

16 . 

concluimos : el negocio realizado es una donación ; 

esa donación fue realizada por una 

persona en nombre de otro, sin el poder 

de representar y actuar por ésta; el acto es inoponible al sujeto del derecho; 

sólo puede subsanarse por la ratificación de aquel 

en 

cuyo nombre se hizo ; 

para hacer esta ratificación el sujeto de derecho necesita la capacidad reque 

rida para el negocio ratificado; los menores, si llegaron a la mayoría de 

edad lo pueden ratificar; si aún no cumplieron 21 años, sólo podrán ratifi- 

si se emanciparan y con los requisitos del artículo 310 del Código Civil. 

Por la Comisión de Derecho Civil, 

Esc. 

Fernando Miranda 

(4) Macedo, A. P. 

— 

donación; enajenáctén. 

dt Primera Iilstancia) 

i;.J.U.,_:Montevideo, l(caso N.o 33&) -.537-38, 1940.'- 

- 

(Sentencia

La renuncia de gananciales

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