01-12-1811. Nº 425 - Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia y ...

DIAlU DE SlNO.NES 

DE LAS 

SESION DEL DIA 1." DE DICIEMBRE DE 1821. 

Se leyó UU o.ticio del jefe del estado mayor genera 

locluyendo el parte del mariscal de campo D. Manue 

Freire sobre el avance infructuoso de los enemigos en e: 

campo de Caravaca. 

Se mandaron pasar B 1s comision de Justicia los testimonios 

que remite el auditor de Guerra de la Coruña de 

IoS reos rematados á presidio que se hallsn en aquel depósito, 

y los que acreditan no haber causas pendientes 

Co8 reos presos en su auditoría y aubdelegacion. 

ren que S. A. haga en el particular las declaracioses que 

correspondan. > 

Concluido esto,, el Sr. Dela Serna hizo la exposicjon 

siguiente: 

2358 1.’ DB DICIEMBRE DB 1811. 

comisionados, sus casas y cuantiosos bienes que poseian 

en la provincia y en la confinante de Toledo. 

El 23 del mismo mes fué instalada la junta, é hizo el 

juramento que tiene mandado V. M.; y yo, á su nombre 

y el de toda la provincia, renuevo la más rendida obe- 

diencia. 

Sin embargo de haberla exigido el enemigo hasta fin 

de Agosto de este año, como consta al Consejo de Regen- 

cia, en dinero, ganados, frutos y otros efectos; más de 

47 millones de reales, y estarla exigiendo en la actualidad 

1.‘700.000 rs. en dinero efectivo, y 28.000 fanegas de 

trigo, se han mandado por el comisario Real 20.000 rea- 

les á la provincia de Extremadura á disposicion del señor 

Castaños para socorro de aquel ejército, y á V. M. se 

mandan cerca de 3.000 onzas de plata labrada, y no omi- 

tir& mandar cuanto pueda para auxiliar la buena causa. 

Espero que V. M. apruebe cuanto han hecho estos leales 

castellanos viejos. No solicito que se les dé gracias por sus 

servicios y patriotismo, pues conocen que en ello no ha- 

cen otra cosa que desempeñar su deber, y se hallan dis- 

puestos á contribuir con cuanto pueda la provincia; pero 

sí deseo tenga ésta la satisfaccion de saber que V. M. ad- 

mite con benevolencia sus cortos servicios, y aprueba esta 

pcqueaa muestra de su verdadero patriotismo, que dejo 

elevado a la consideracion de V. M.B 

En seguida presentó por escrito la proposicion si- 

guien te: 

«Habiendo dado cuenta á S. M. el Diputado de la pro- 

vincia de AviIa del esmero con que el comisionado Real 

D. Estéban Rodriguez Gallego habia desempeñado el es- 

tablecimiento de la junta en aquella provincia; los auxi- 

lios con que ha socorrido al ejército de Extremadura, y 

la remesa que hace á S. M. de más de 2.000 onzas de 

plata, suplico á V. M. mande que por el Consejo de Re- 

gencia se haga saber á aquel comisario y junta lo grato8 

que son á V. M. sus servicios, y que sean atendídos.» 

Quedó aprobada. 

Se di6 cuenta de una exposicion de 10s ministros y 

fiscal del tribunal especial creado por las Córtes, los cua- 

les, despues de hacer presentes las razones que les obli- 

garon 6 disponer la comparecencia personal de los tres 

ministros que hoy componen el Consejo Real, exponen la 

imposibilidad de proceder activamente en el descubri- 

miento de la verdad, y con la responsabilidad que se les 

impuso, si segun lo decretado por S. M. á instancia de 

los tres referidos consejeros, quedan estos libres de com- 

parecer ante dicho tribunal; y en su consecuencia piden 

que se les admita la dimision que hacen de sus nombra- 

mientos y destinos. 

Concluida 8u lectura, dijo 

El Sr. CALATRAVA: Señor, creo que no estamos 

en el caso de que V. M. acceda á esta dimision, que no 

sé si se pide oportunamente. Yo entiendo que la intencion 

de V. M. en su resolucion anterior no fué entorpecer las 

facultades concedidas al tribunal, ni la celeridad de sus 

procedimientos; solo creyó que las diligencias para que se 

mandaba comparecer á los individuos del Consejo serian 

de aquellas que podian evacuarse en la forma acostum- 

brada para con los magistrados; esto es, por escrito. Pero 

supuesto que no son de esta clase y se necesita la com- 

parecencia personal, creo que V. M. debe desentenderse 

de las prácticas, förmulas y privilegios en los casos ur- 

. . . 

gente6 y extraordmanos como es este. Por lo tanto, para 

ver si puedo conciliar las opiniones de los Srea. Diputa- 

dos, y evitar la discusion que acaso se puede ocasionar, 

presento á la consideracion de V. M, la proposicion siguiente: 

tra parte la impunidad de los delitos: todo esto es con- 

tra las ideas liberales que se pretenden adoptar. 

Los Emperadores romanos, y á su imitacion hJs Re- 

yes y Príncipes, dijeron: si un pobre, un pupilo, un bu&- 

Fano, una viuda, 6 cualquiera de las personas que suelen 

.lamarse miserable, tiene que litigar con un poderoso1 

yo mismo con los de mi Consejo Supremo quiero conocer 

le la causa, á fin de que con la menor instruccion de un 

juez ordinario, 6 menor oportunidad que tiene él de re- 

3istir á los ataques directos é indirectos del poderoso, no 

luede la par6e pobre perjudicada; y para que esta no tu- 

viese que acudir á una córte distante, dispusieron que en 

Yada capital de provincia hubiese un tribunal colegiado 

con ámplias facultades, y hasta con la de usar en sUs des- 

pachos y sentencias del mismo nombre del Rey, que abmi- 

nistrase la justicia en la8 causas indicadas. En las cr1mi- 

nales se ordenaba tambien que ya en primera instancia 

conociesen de ellas las Audiencias y Chancillerías, cuan’ 

do se tratase de algunos delitos’ de atrocidad Particular 

que ya se enumeran en las leyes. Estos son los que “8 

llaman casos de córte; y en cuanto á los mismos, voy ’ 

( probar lo que he indicado. 

La avocacion de causas de personas miserables faro- 

t rece conocidamente 6 la humanidad, y contribuye 6 wn’

NQMERO 425. 

tener Ia pr8pOtenCia del poderoso: en todos los pueblos 

hay caciques y personas de particular influjo y predominio, 

que de muchos modos pueden oprimir y oprimen, 

aliándOS8 COn el magistrado, 6 con los que pueden tener 

influjo. Ayer Oí á algUnOS sedore que no debía ser magor 

la prWUUCiOn de virtud y sabiduría del tribunal de la 

Audiencia, que la del juez ordinario; pero &mo puede 

dudarse de esto? UNO estará más asegurado el acierto en 

un tribunal de Cuatro 6 cinco que en 81 de uno SORO? Un 

magistrado que ha llegado al término de su carrera, jao 

se supondrá más aventajado que el que empieza á trabajar 

en ella? Las audiencias jno se autorizan para que mediante 

la apelacion enmienden los errores ó desaciertos 

de los alcaldes de la cabeza de partido? iY supondremos á 

estos igualmente instrurdos que á un consejero del Rey? 

NO 8010 Se necesita para 81 fin de 10 que se trsta la virtud 

y Sabiduría particularmente acreditada; es menester autoridad 

y poder: iy cómo puede dudarse que uno y otro 

se halla, ó es mucho mayor en una Audiencia que en 

el alcalde de la cabeza de partido? Tampoco, pues, puede 

gloria d8 ser uno de sus individuos sin mezcla de otra, g 

con especialidad de la francesa, que nos tiene en el apuro, 

afliccion 9 consternacioa en que nos hallamos, y de que 

confio en Dios hemos de salir victoriosos, si callara, y á 

presencia de la misma Kacion no manifestara mi dic& 

men en una materia tan importante y de tanta trascendencia 

contra el bien comun del Reino por lo que pueda 

contribuir al acierto tratando el asunto por principios. 

Sobre el comun y general de que toda ley se ha de 

fundar en razon, hay el que para establecer cualquiera 

ha de concurrir necesidad y utilidad pública, y para desatarla 

ó derogarla, el que lejos de ser útil sea perjudicial, 

segun lo establece en este último punto Ia 18, título 

1 de las leyes, Partida l.&, cuyo epígrafe es: «Como 

Ias leyes non deben ser desfechas sin causa razonable, 

6 como se debe esto facer., 

dudarse que el derecho que se pretende derogar favorece 

mucho más á los pobres y á la humanidad que el que se 

pretende introducir. 

Mucho mis manifiesto es que el derecho que Se pretende 

introducir favorece más las largas del pleito: bien 

claro es que autorizado el caso de córte se ahorra una 

instancia, y que con dos estaria concluido el pleito: con 

lo mismo 8s patente el ahorro de cost,as, que Siempre son 

mayores, cuanto mayor sea el número de las instancias; 

siendo digno de advertir en todo que si la persona misera- 

&J no quiere usar de su derecho, fácil le es el no valerse 

de 61, 9 litigar delante de su juez ordinario. 

Estas reflexiones de excusarse una instancia, Y las 

la.9 largas 6 lentitud con que ella precisamente retarda la 

final determinacion, debe tener mayor ó mucha fuerza 

cuando se trata de causas criminales. Queremos en éstas 

Pronto despacho, y entorpecemos su curso con ti-es iostancias, 

cuando con dos, ó con una, mediante el caso de ~ 

córte, y en algunas Audiencias sin él, se ha terminado la , 

causa. / 

A cuatro, pues, se reducen las raZOneS que Prueban 

no ser 81 derecho que se pretende introducir Conforme cOn / 

No contenta esta ley con el principio que establece 

para que pueda ser deshecha 6 derogada cualquiera, ralucido 

en Sustancia á ser perjudicial por los ma;es que 

zausa y bienes de que priva, señala los capítulos ó causas 

le donde esto ha de dimanar, y dice: 

Antes de descender á tratar de esto, y á averiguar si 

le alguna de estas causas se ha valido la comision dc 

:onstitucion, debemos convenir en 81 principio que ella 

niSma Sienta, ii Saler: que estos privilegios fueron justos 

n sU origen; que en España los tienen aun antes de que 

kubiese leyes, si puedo explicarme así, pues se observalan 

y guardaban religiosamente, por fuero y estilo de ES= 

laña, S8gUn es literal en la ley 5.‘, titulo 111 de lOS deoandados, 

Partida 3.‘, cuyo epígrafe es: (Sobre qual 

,leyt0 son tenudos los demandados de responder ante el 

Ley, d lo que es lo mismo, ante sus tribunales superioes, 

maguer non Ies hobiesen primeramente demandado 

j 

or su fuero: ~1 «contiendas é pleytos hay Sin aquellos que 

las ideas liberales; por 8Sto, y por otras razones legales, 1 abemos dicho en la ley antes de esta, que son de tal masoY 

de parecer de que no dejen de admitirse los Casos de era, que segun fuero de Eepaña, por razon de ellos Son 

cdrte, sin oponerme á alguna modificacion en Cuanto al 3nUdos los demandados de responder ante 81 Rey, ma- 

11, . 

atu1o de pobreza, de que se. ha abusado para la avocaguer 

n0 le3 demandasen primeramente por SU fuero :D 

ciOn de las causas. 

! con la cual ley concuerda, y está conforme la 8.a, títu- 

El Sr. GOMEZ FERWANDEZ: Señor, sien el dia se 

10 111 de los emplaZsmi8ato8, libro 4.’ de Ia Nueva 1i8trataSe 

sOlO de suprimir y derogar algunos casos de cor- copilacion, que en la Novísima 83 la 9.“, titUl IV, Iite, 

bi8n fuesen de los establecidos y concedidos por IaS 

leles Por razon de la materia 6 cosa, bien por la de las J 

Tanto en una como en Otra ley so Se~akl 103 Ca803 de 

Personas, acaso no molestaría yo Ia superior atencion de 1 córte, segun fuero y estilo antiguo de España, y son esv. 

M. B siu embargo de que aun en dichos términos seria 

tos:

2360 1.O DE DICIEMBRE DE 1811. 

río; y lo segundo, porque cruando tales fechos como estos 

non fuesen esoarmentados, tornase ya ende en daño del 

Rey, B comunalmente de todo el pueblo de la tierra.> 

Siendo, como fueron, estas causas bastantes y justas 

Para el establecimiento de los casos de corte, y que ha- 

yan subsistido hasta el presente , deben subsistir de hoy 

eu adelanta, y no pueden suprimirse ni derogarse, al me- 

nos mientras no se haga ver otro beneficio mayor, segun 

la regla de derecho 37, donde se dice : ctotrosí, dijeron, 

que las cosas que se facen de nuevo debe ser catado en 

cierto la pro de ella antes que se parta de las otras, que 

fueron antiguamente tenidas por buenas é por dere- 

chas. D 

Supuesto todo esto, descendamos ya á examinar y 

averigaar si hay alguna causa de las que deben concurrir 

para suprimir todos los casos de córte , y desatar ó dero- 

gar las leyes que los conceden y establecen. Y que no es 

así, se eonvenoe solo con leer la continuacion del discurso 

preliminar, en el cual no hay, ni siquiera toma en boca, 

causa alguna de las cuatro que señala la citada ley XVIII, 

título I, Partida l.3 , y se requieren necesariamente; pues 

ni los casos de córte contienen cosa que se oponga á la 

ley de Dios, tampoco que sean contra derecho señorío, 

menos contra gran pro comunal de la tierra, ni última- 

mente contra bondad conocida. 

A presencia de esto, parece no habia necesidad de des- 

cender B hacerme cargo de las razones de que se vale la 

comision de Conatitucion en su citado prólogo, y se redu- 

cen á la nueva ley fundamental, y que se establece en 

ella, sentando por principio la igualdad legal de los espa- 

ñoles; a la imparcial protcccion que á todos dispensa la 

Constitucion y á los medios que sanciona para afianzar la 

observancia de las leyes, y de que infiere que esto hace 

inútil 6; inoportuno el privilegio de caso de córte. Mas con 

todo, y prescindiendo de que la in&acia é inoportunidad 

de una ley no es bastante para que se proceda á desatarla 

ó derogarla, conviene á mayor abundamiento hacer ver 

su equivooacion. La comete ciertamente en la razon pri- 

mera de la ley fundamental de igualdad legal, porque con 

esta, que ha habido siempre en las leyes por lo respectivo 

á la administracion de justicia, y en dar á cada uno lo 

que es suyo, han sido siempre compatibles los casos de 

córte. Tambiea la comete en la segunda de la imparcial 

proteccion que Q todos diapensa la Conetitucion; porque 

tan imparcial la dispensaban las leyes anteriormente, y 

los CREOS de córte no constituyen parcialidad reprobada, 

sino es auxilio y socorro que se debe al pobre y desvalido; 

y filtimamente en la tercera, de que los medios que san- 

ciona la Constitucion para afianzar la observancia de las 

leyes (que sin duda alude á la responsabilidad de los jue- 

ces en su contravencion) , porque la misma responsabili- 

dad han tenido siempre, y el daño no ha estado en las 

leyes, sino es en los ejecutores de ellas, y no se sabe de 

donde se quiera sacar que los que haya despnes de Ir 

Conetitucion sean de diversa masa que loe anteriores; bien 

que aun caso negado que el daño causado á los menores, 

pobres, viudas y huérfanos se les pudiese resarcir per dichos 

medios, nunca seria prudente ni legal dejar que le 

experimentasen bajo este pretesto, cuando puede y debe 

impedirse en su principio, de suerte que no tenga efecto, 

Ea vano se recurre li que los jueces inferiores seas 

tau sabros y prudentes como los de ilos tribunales superiores, 

porque aunque tengan el mismo talento que estos, 

carecen del estudio especulative y p&ctico de tantos años 

á que han debido estos su ascenso y colocacion despues de 

tantos trabajos y pruebas sobre su probidad, literatura y 

demas cualidades, que los ha:en recomendables en todas 

materias, y porque se les di6 el conocimiento peculiar y 

privativo de los casos de córte por los Reyes. 

En todos tiempo3 han mirado estos c3n tanta atencion 

los casos de corte; tauto por razon dti la gravedad de les 

causas y arduilad de 103 negocios, como por Ia de peraonas 

mi~crable~, que habién,lolos res*rvaJo á sus Consejos 

por el bien de ellos y de tolo el Reino, atendiendo á que 

esto podia tener alguna retardacion, para evitarla, y que 

se consigniesen los dichos fines, se mandó por la ley II, 

título V de los presidentes y oidores, lib. 2.” de la Nueva 

Recopilacion (en la Novísima la IX, tít. 1 de las Chancillerias 

de Valladolid y Granada, lib. V) se conociese de 

ellos en las Audiencias y Chaneillerias, donde verdaderamente 

pueden ser despachados como corresponden, UO 

solo por ser tribunales colegiados, y componerse de individuos 

de las cualidades que he manifestado, y son notorias, 

sino es tambien porque en ellos es donde estan les 

abogados de nota, y procuradores que pueden despachar 

dichas causas y negocios aomo corresponde, y no puede 

suceder ante el juez del lugar, donde por no haber nada 

de esto , y sí muchos enlaces é ignorancias, se oscurece 

la verdad en dichos asuntos, de suerte que despues nunca 

llega Q descubrirse, oomo he tocado yo en muchoe, 

y de que de algunos hay testigos, ó son sabedores igualmente 

algunos indivíduos del ilustre Congreao. De que 

resulta el que tales fechos come estos no sean escarmentados, 

y se conviertan en daño del Rey, y comuualmente 

de todo el pueblo de la tierra, que fué lo que trató de 

evitar la ley de Partida que estableció los casos de cdrte* 

Con sujecion á todo, no puedo conformarme con el art.ículo 

en loa términos que está, y para el ca,so de no aProbarse 

hago proposicion formal, reducida á que las Audiencias 

no solo hayan de conocer de todas las causas de los 

juzgados inferiores de su demarcacion en segunda 9 tere 

cera instancia, sino es tambien eu primera en todos lOs 

casos de córte que se hallan establ :cidos por las leyes Por 

ahora, y mientras las Córtes con el debido conocimiento 

especulativo y práctico de lo que resulte de la observancia 

de la Constitucion tengan por conveniente y justosuPri’ 

mir algunosti 

Concluido este discurso, se levantó la sesion, quedando 

la discusion pendiente para mañana.

2362 2 DE DICIEMBRE Da 1811. 

ra instancia, y esto es lo mismo-que se propone en el ar. 

título cuando dice que «pertenecerá á las Audiencias conocer 

de todas les caus3s criminales segun lo determinen 

las leyes; D de modo que no habrri ninguna causa crimi - 

nal cuyo conocimiento no pertenezca á la Audiencia del 

territorio. Pues iqué quit,a este firtículo? 

Deroga el artículo todos los casos de córte, que es la 

segunda cuestion; y pira decidirI% se hace preciso nombrar 

las personas á quien competen, pues aytr no se hizo 

mencion sino de las miserables, y debe hnblarse de todas. 

Gozan del c3so de córte los grandes, títulos, bnroues y 

pereonas poderosas que ponen de su mano justicia: los 

corregidores, alcaldes ordinarios, regidores y oficiales 

del cabildo que tengan jurisdiccion por su oficio: los relatores, 

abogados, procuradores y oficiales de las Audiencias 

cuando demandasen sus honorarios ó derechos: los 

cabildos, monasterios, igles’ac, hospitales, cofradías, uoiversidsdes 

y colegios, los criados del Rey, los pobres y 

personas miserables litigando con alguna po~orosa, cl 

menor de 25 años siendo huérfano de padre, la viuda y 

doncella honestss, y tambien la muger casada, cupo marido 

esté pobre ó inútil, desterrado ó cautivo. Tambien á 

las cosas se concedió c3so de córte, pues le tienen los 

bienes de mayorazgo ó vinculados, y las causas en que se 

tratn sobre haber del Rey, se3n civiles ó criminales. Resulta, 

pues, de es-3 sencilla enumerazion que á dos clases 

dc personas cstan concedidos por las leyes los casos 

de córte; á las muy poderosas y á las muy miserables: 

para los primeros es distincion y honra, y para los segundos 

se cree amparo y protucciou: ipero les es de alguna 

utilídad esta protecciUn? Este es el punto que podr:i 

ilustrar mejor que yo alguno de los s&ores de la comision, 

ó de los m& experimentados en esta clase de ne- 

gocios; entre t,anto, Y VI me contento con aprobar el artícu- 

lo como se halla, rogando que cuando se trate del gobier- 

no de los pueblos, se de á alguno de los magistrados po- 

lít8icos la atribucion especial de amparar 5 13s personas 

miscra?)les, y defenderlas de la opresion de las poderosas, 

para que puedan gozar real y efectivamente del beneficio 

que se les quiso dar con el caEo de córte que por parecer 

inútil deroga la Constitucion. 

El Sr. MORALES GALLEGO: Resta poco que hablar 

sobre ia materia. Está ya todo bienespecificado, y el artícu- 

lo, :i lo menos, segnn mi voto, debe aprobarse. Es de mucha 

utilidad que no queden los casos de córte. El quererlos sos- 

tener por nuestro antiguo régiuwn, y citar leyes y más le- 

yes, es volver al vómito, y descuidar lo princip3l. Se ha 

sentado que’esto cs un sistema nuevo; y querer impugnar 

un artículo de este proyecto con una prsictica antigua, es 

dar por fundamento lo que se quiere destruir. Las leyes di- 

rlín mucho, pero eso es lo que se va á remediar. La expe- 

riencia demuestra que lo que antiguamente era tal vez bue- 

no, ahora es perjudicial. Si la eomision ha dicho que va á 

poner un sistema nuevo, y con mejor órden y método el 

plan del Poder judicial , jno cs una cosa importuna venir 

con lo que las leyes mandaban y decian en contra? Yo 

quisiera que se me dijera qué casos de córte se conocen 

en uso además de los prevenidos por la ley de Partida. 

Mujer forznda. . jse ve que de estos casos entienden las AU- 

[liencias? Tales son las demandas de estupro, de quo no 

conociau 10s tribunales de provincia en primera instencia. 

Ver&d es que podria tratarse como caso de córte; pero 

cn esto est:lba el embrollo, pues se ncudia al jnez, en quien 

se esperaba hal!ar m:is partido. Lo mismo sucede con las 

casas quetnadas, caminos quebrados, y demás casos de 

córte. Seiior, los privilegios de esta clase solo sirven para 

3umentar la soberbia de los que los gozan. Debe mirarse 

si traerán más ventajas ó no. Yo no sé que los tribunales 

dktantes puedan entender mejor de las caus3s distantes 

que presencia otro. Aun en las personas miserables se ~~3~ 

rá, si se contempla bien, que ies tiene más cuenta el ser 

juzgados por jueces de primera instancia, pues 10 de& 

es acarrearles g3stos y atrasos de su justicia. Todo juez 

por obligacion debe protejer la inocencia y la pobreza. En 

cada cabeza de part,ido habrti un juez de letras, y eso evitará 

muchos inconvenicutes. SeiIor, es necesario ver el 

nuevo sistema que se propone. Yo creo que por El se admicistrará 

mejor la justicia. Así, apruebo el artículo, y 

pido que se vote.» 

Quedó aprodxdo cl artículo. 

aArt. 2G3. Los jueces que hubieren fallado en la segunda 

instancia, no podrán asistir á la vista del mismo 

pkito en la tercera.» 

El Sr. XARTINEZ (D. José): Cuando se trató del artículo 

260 $6 dijo que para el 262 se debia reservar la 

proposicion que se hizo entouces, relativa á quién habia 

de conocer de la separacion y suspension de los jueces de 

primera instancia. Con este motivo se me ofrece otra duda, 

propia de este lugar,‘á saber: quién ha de conocer de 

las causas civiles y criminales que ee promovieren por 10s 

jueces de primera instancia ó contra ellos. Estos dos puntos 

deberán discutirse, ó á lo menos quisiera yo que la COmision 

ee hiciese cargo de las indicadas observaciones, que 

creo dignas de la atencion de V. M. 

El Sr. OLIVEROS: La reeolucion de estas dificultades 

se halla en los xrtículos aprobados. En el 261 se dice que 

13s causas civiles y criminales se feneccráu d:ntro del territ,orio 

de cada Audiencia. Luego tambien las de los jueces 

inferiores. Si estos tienen causas civiles en provincia 

diferente de aquella en que son jueces, en ella deben finalizarse. 

Si en la misma en que ejercen !a jurisdiccion, 

en esta deben concluirse; y por consiguiente, debe tocar 

á las Audiencias conocer de las causas de separacion 6 

suspension de su Ministerio, porque son causas criminales 

que deben fenecer dentro del territorio de cada Audiencia. 

Esta fué la intencion de 1a comision en los artículos 

aprobados, y así se infiere claramente dc su contexto. N0 

obstante, puede hacerse mencion expresa si se juzga conveniente. 

El Sr. ZORRAQUIN: Aquí no se habla de 111s Causas 

de IOS jueces que se forman en territorio que no es de sU 

jurisdiccion, pues fuera de él no tienen fuero, y sou como 

cualquiera otro ciudadano. La iutencion de la comision 

sei% la que manifiesta el Sr. Oliveros; pero no estb 

Clara en la Constitucion, y deberia expresarse mejor. As1 

que, apoyando lo que ha insinuado el Sr. Martinez, quisiera 

que la comision 6 el Congreso se sirviese resolver 

las dudas propuestas. V. N. debe declartlr si 13s justicias 

ordinarias han de conocer de todos los negocios ea Primera 

instancia. Así como un art,fculo de la Constitucion 

dice que asuntos especiales acaso exigir& tribunales especiales, 

quisiera que se examinase tambien si los casos 

mistos deben pasar en derechura á las Audiencia% 6 c*menzar 

por los jueces ordinarios. 

El Sr. ARGUELLES: Puede satisfacerse 6 lo que 

acaba de indicar el Sr. Zorraquin con decir qup 

quedan 

derogados los casos de córte. LO finito que hay que hacer 

es elegir buenos jueces de primera inst,ancia, demarcar 

el terreno que les competa y do& decentemente suS 

plazas: de este modo sus f3llos serán mirados cou 1% “- 

neracion y respeto que corresponde. 

El Sr. MORALES GALLEGO: Aunque yo creo que! 

derogados los casos de córte, no hay nada que decir* desearia, 

no obstante, que mañana el Sr, Zorraquin hiciern 

--

premtes por em-ito los casos que on Sa CGECepto exige 

la excepcion que ha indicado. » 

Quedó en verificarlo el Sr. Zorraquin, y aprobado ( 

artículo conforme está, 

tArt. 2G4. pertenecerö tambien á las Audiencias ~0 

necer d8 las ComlXtencias entre todos 10s jueces ssbalter 

nos de su territorio.> 

Aprobada. 

 

El Sr. BAHAMONDE: Se ha hablado de 103 recurso 

d8 injusticia natoria y (Ie nulidad; pero no 33 ha di,-b 

hasta ahora si quedan derogados Ioa recursos de tcnuta , 

EuCvos dieZ!uOS. Si están derogados, sufrir8 la yacion u 

gran perjuicio; y si no lo est;iu, psrece que debe poner3 

aquí 6 qué tribunal corresponden. Quisiera saber si la co 

miaion ha tenido en consideracion este Punto. 

RI Sr. VAZQUEZ CANGA: Xo nos compliquemos 

apruébese primero el articulo; despires, si se quiere, po 

drá adicionarse. 

El Sr. GOMEZ FERNAWDLtZ: Estoy conforme con e 

art. 265, porque se estah!ece pertenezca á les Xudiencia, 

Conocer de 10s recursos de fuerza que se iutroduzcsn dc 

los tribunales y autoridadw ecIesi*kticas de su territorio 

como 10 estuve igualmente con el anterior, porque se estableció 

IO mismo con respecto ;i Ias competencias; per< 

notando que se dice en ambos «de 103 jueces ó autorida 

des de SU territorio,, lo cual indica haya de ser juez qu 

ejerza jurisdiccion propia y privativa del territorio, y pu, 

diendo darse casos en que, aun cuando no sea así, ejerzan 

en él jurisdiccion, ya ordinaria, ja delegada de otrc 

territorio, parece debe evitarse toda duda, con especialidad 

cuando ella no solo es posible, si no es que se ha verificado 

ya, y motivado el r8curso que hizo á v. M. 12 

duquesa de Veraguas. 

Como aunque el incidente del pleito que esta tiene 

Con su marido, eI Duque del propio título, se sigue antc 

eI provisor ec!esiástico de esta ciudad, parece es por delegacion 

que Ie hizo el CardenaI Arzobispo de Toledo, teniendo 

que instruir cierto recurso de fuerza de las PrOvidencias 

de aquel, dudo si deberia ejecutarlo en Ia Audiencia 

de este territorio, donde existe el provisor, O en 

eI Consejo ú otro tribunal á quien tocaria si Se litigase en 

Toledo, de donde trae su orígen la jurisdiccion; 9 aunque 

sobre ello hubo varios dictámeces, y el Sr. ZOrraquin9 Con 

quien yo estaba conforme, sostuvo lo primero, fundado en 

la ley recopilada ;YSSIS, título V, libro 2.” de la Nueva 

Recopilacion, que en la Novísima es la 4.a, titulo 11, libro 

2.0, v. M, tuvo á bien señalarle que fuese aI Consejo 

de Indias, bien fu838 porque se atendiese al Origen de 

la jarisdiccion, d bien porque se tuviese en consideracion 

ser esta plaza hoy la córte. 

De cualquiera suerte que esto sea, parece se está en 

81 Caso de establecer una regla fija para lo 3ucssivo9 evitando 

la duda ocurrida, y que puede repetirse, I0 cur!I se 

consigue con qu3 en lugar de la expresion ade Ios tribunales 

y autoridad83 ecIesiastica3 del territorio de las *udiencias,, 

Se ponga la de

2364 2 ,DE DICIEMBRE DE 18 ll. 

y el eclesiástico tema que suspender todos sus procedi- 

mientos, pues quedaba absolutamente inhibido, y era un 

atentado cuanto obrase despues. Solo se distinguia este 

recurso de los otros ordinarios de fuerza eu conocer y 

proccdcr, en que en estos, declarada la fuerza, se remi- 

ten los autos al juez Real que debe conocer para que los 

siga, sustancie y determine, y los nuevos diezmos se re- 

teman en el Consejo, y allí se conocia de ellos, siguiéndo- 

se por los trámites regulares de un juicio ordinario hasta 

ser ejecutoriado por la sentencia de revista. 

Esta diferencia, aunque es esencialísima, no debe im- 

pedir para que se reforme este recurso con las demás fuer- 

zas en cuanto á los tribunales que hayan de conocer de 

ellas, y por lo mismo no se encuentra el menor inconve- 

niente en que tambien se lleven á las Chancilierías y Au- 

diencias los recursos de nuevos diezmos que se cfrezcan 

en su territorio, sin que sirva de obstáculo alguno la na- 

turaleza del recurso y la forma que hasta ahora ha teni- 

do, porque puede disponerse que se remitan los autos al 

juez Real ordinario de la tierra para que los siga, sustan- 

cie y determine con arreglo á derecho, y las apelaciones á 

la Audiencia d Chancillería del territorio. Esta nueva for- 

ma que ae dé al recurso de nuevos diezmos en sus trámi- 

tes é instancias no debe ser constitucional; puede arre- 

glarsc por un decreto particular, y como variable quedar 

sujeto siempre á la disposicion de la ley. Por todo, mi 

dictámen es que se apruebe el artículo; que en él se en- 

tienda comprendido el recurso de nuevos diezmos como 

una especie de fuerza bien conocida en nuestra legisla- 

cion; que se uniforme en su9 trámites á las otras fuerzas 

en conocer y proceder, y que para ello se dé una lay ó re- 

glamento particular, porque no corresponde á la Consti- 

tucion señalar el formulario de estoa recursos. 

El Sr. VILLAFAÑE: Apoyo el artículo; pero quisie- 

ra que para mayor claridad á las palabras

2366 3 5” DICIEMBRE DR S.811. 

midad ; y no sé, repito, por qué el general Jácomc, sin 

haber visto este informe, ni In causa, sin habsr visto los : 

Diarios de Córles, que contienen puntualmente la discu- 

sion, y sin más que unas noticias que pueden ser icexac- I 

tas ó equivocadas, se atreve á asegurar que la comision ; 

de Ias Córtes ha faltado á su deber; que ha sorprendido á i 

V. M., y que se le ha arrancado una resolucion que no i 

merece. 

No alcanzo, á la verdad, cómo SC debe mirar esto, ni : 

qué concepto tendrá ante V. M. la ligereza ofensiva con i 

que representa este interesado. $3 supone, ó da á enten- i 

der, que la comision ocultó unos hechos, y figuró otros: ’ 

la comision ha referido sustancialmente lo que resulta de ’ 

la causa, y no ha podido hablar de lo que no resulta de elli. 

Consideraciones que hizola comision con respecto á Jácome j 

y á D. Federico Moretti, y que creyó de su obligacion ex- i 

poner á V. RI. (Leyó): «Advertimos igualmente que la in- ; 

formalidad con que al principio fueron manejado? los pa- j 

peles, así por D. Adrian Jácome, y el brigadier Moretti, ! 

como por el Ministro D. Francisco Eguía, es causa de 

que hoy se ignore si los papeles que existen son todos los i 

que se aprehendieron. » ipodrá dudarse de esta informali- 

dad. á vista de que de la misma exposicion de Jicome sa ; 

deduce pu? no se hizo inventario aIguno de estos papeles 

y que se omitió este medio tan conocido de comprobar su ‘ 

identidad y evitar cualquier extravío? iPodrá dudarse de ; 

esta informalidad cuando al capitan Galarza que los trajo j 

no se le exigió siquiera un recibo? ~NO fué causa esta in- i 

formalidad de que el fiscal de la Audiencia tuviese que pe- t 

dir en la segunda instancia que GaIarza reconociese los f 

papeles y dijese si eran todos los entregados? Estos son he- i 

chos que resultan de la causa: en una de tanta gravedad, ! 

cuyo principal fundamento debian ser los papeles, ni se I 

inventarían ni se exige siquiera un recibo del comisionado \ 1 

6 quien se entregan; iy no es informalidad, y aun informa- : 

Iidad de aquellas que no comete el último fiel de fechos? La ! 

comision no ha dicho que estuviese la culPa en Jácome 6 i 

10s mismos que crta la comision, y en ellos mismos se ve 

que en el uno dicen vieneu los partidarios escoltando á 

10s presos, y eu el otro les da la carta de Urías para que 

aquí se les detenga. Este es cabalmente el motivo que tu- 

VO la comieion para decir que los aprehensores vinieron 

verdaderamente presas y engañados. iY no lo vinieron‘? 

La comision no pudo ni debió hacer mérito de esos ante- 

cedentes que ahora cita Jdcome como motivos de su de- 

terminacion: en la causa no resultan ni aparecen otros 

fundamentos que los indicados por Jácome en sus oficios, 

y de ellos ha hecho la comision el mérito correspondiente. 

Resulta, sí, que vinieron preso:! los partidarios, y no rs- 

salta que lo mereciesen. Dígase lo que se quiera, lo cier - 

to es que hasta entonces, es decir, cuando acababan da 

hacer un servicio tan importante, no se trati de averi- 

guar su conducta ó àe corregirle3 por sus excesos, y 

siempre le pareció escan3aloso á la comision ver que se 

trató peor á los patriotas que á Cartaojal, y que aquellos 

estuvieron presos mientras este se paseaba. No ha dicho, 

como cree Jácome, que se pasease en Gibraltar, sino aquí 

y en la Isla. Tampoco ha dicho que Jácome mandase po- 

ner á los partidarios en la cárcel, porque no consta quiin 

10 mandó. Dijo únicamente. (Leyó): aEs escandaloso que 

mientras los reos estuvieron y pasaron libres á la Isla, los 

aprehensores, atados como facinerosos, fuesen de una en 

otra cárcel, y se procediese al principio de la causa como 

si ellos fueran los únicos y verdaderos delincuentes. » Aquí 

solo se refiere el hecho, y como se refiere resulta de la 

causa. Libres vinieron los reos; libres estuvieron aquí y 

fueron á la Isla; pero los partidarios fueron atados desde 

la fragata á la cárcel, y atados fueron desde ésta á la de 

la Isla, y en la causa esti la cuenta del importe de los 

cordeles. No dice la comision quién lo mandó; dice lo que 

fué, y yo quiero que Jácome responda si algo de esto es in- 

exacto, ó enqué consiste la sorpresa, Lospartidarios fueron 

presos á la Isla, y no parece que habia otros reos en la causa 

si se examinan las primeras diligencias. Los verdadeen 

Moretti, porque no tenia motivos bastantes para deter- ros reos estuvieron libres, hasta que al cabo de algunos 

minarlo; pero en los dos ha estado porque los dos fueron . l 

dias, habiendo el mismo Navarro Pingarron pedido los 

los que manejaron los papeles al principio; y la comision 1 papeles de Cartaojal á D Francisco Eguía, fueron entrecreyó 

deber notar esta falta, porque cree que ha sido cau- i gados al Conde del pinar atados con una cints, y entoasa 

tal vez de que no se descubra mejor el delito. Supone I ces, despues de vistos, se arrestó á Cartaojal y su herma- 

Jácome ofendido su honor; pero el culpar á uno de una i no. Supone Jácome que la comision ha dicho que se tuvo 

informalidad, ies lo mismo que culparle de una infamia? 1 presos á los partidarios cuarenta dias, y no se ha dicho 

Y porque la comision le ha culpado á él y á Moretti de 1 tal cosa. Lo que ha expuesto la comision es que desde 

una informalidad que está tan patente en la causa, iserá 1 que llegaron aquí estuvieron presos hasta 25 de Abril, en 

justo motivo para imputrrla que ha sorprendido6 V. M.? i que Pingarron les amplía el arresto en la villa y arraha- 

(Tolaid á leer): «Que es muy extraño que la sumaria ; les, y que allí permanecieron cuarenta dias verdaderaque 

se encargó 8 Noretti, se redujese :‘t reconvenir á los i mente arrestados, porque tenian que presentarse al juezaprehensores, 

sin dar paso alguno con respecto á los t Refiérome al informe, y así es que concluye la comision 

aprehendid0s.D Vease la representacion de Jácome, y él i observando (Leyd): «Y no lo es menos que despues de hamismo 

confiesa este hecho. Ninguna diligencia se hizo 1 berlos tenido algunos dias en la cárcel y cuarenta arrestapara 

preparar los procedimientos contra el Conde da Car - 1 dos en la isla de Leon, fuese menester permitirles su regreso 

taojal, y apurar los indicios de infidencia que resultaban á continuar sirviendo en las partidas, porque Jácome ao 

de sus mismos papeles. Solo se trató de por qué lo habian pudo remitir la justificacion de los cargos que les hahia 

detenido los partidarios y por qué se habian repartido sus hecho, aunque no esperó 8 tenerla para causarles una 

efectos. Venga aquí la sumaria, y será el mejor conven- vejacion y perjuicios que exigen la reparacion correspouoimiento. 

Diga Jácome lo que quiera, la sumaria existe, diente. )> 

y en ella se puede ver que SC olvido lo principal, y que tEn qué esti la inexactitud? ~NO estuvieron los Parterminaron 

todas las diligencias al descubrimiento y de- tidarios como dice la comision, y como no pudo menos de 

volucion de los efectos recogidos por los partidarios. confesar Jácome? $70 estuvieron en la cárcel y despues 

(Lcyd otra we:): 6Y que parece se quiso castigar á los detenidos en la IS!~ todo el tiempo que se ha dicho? 

primeros por la aprehension que hicieron, puesto que has- iY Jácome envió la justificacion que ofreció de sus exceta 

entonces no se acordó Jticome, ó no tuvo tiempo de SoS? NO, Señor; y tambien lo confiesa él mismo. Es vertratar 

de averiguar SU conducta, anticipándose IS remitir- dad que dice que fué por haber dejado el mando; Pero no 

los verdaderamente presos aunque engañados. ti En la re- haY tal oosa. Antes de dejar el mando, y al cab0 de Io3 

prwntaoion inserta Jb00m6 sua doe ofloioe al Ministro, mWa dhs, aviti6 que ~6 PO podia enviar la jufJtiflOse 

--

ll 

NbMERO 427. 

v 236’7 

cion por las ocurrencias de la Sierra, y entonces fu& oua 

n- 

1 

do se permitió 6 los partidarios volverse á sus easas pa representacion del general Jácome, iqué es Io que rera 

1 

reunirse á sus partidas. Por esto propuso la comision q. clama? ha providencia de V. hl. Repóngase enborabueue 

( 

Jácome les abonase 20 rs. por cada dia de los de la d, 

na; pero esperar para ello á que se Coteje el informe de la 

3- 

tencion, pues él fUé quien dió motivo á elIa y 6 lo q, 

I comision COn Ia repreSentaCh, eS dudar de la buena f& 

,ie ! 

sufrieron los partidarios. Si eran ciertos sus excesos, i1 

de Unos Diputados tan dignos como los que han COmpuesi0 

tuvo sobrado tiempo para justificarlos? 0 más bien, ip, i t” la comision, y en este caso, repito que se Ic juzgue. 

or 1 Esto será menos malo que abrir la puerta para qui todos 

qué 10s envió presos sin acompañar la justificacion de s, i 

Ios dias seamos atacados por nuestras opiniones en cl seno 

delitos? iPor qué dió lugar á que se les detuviese tan, ” 1 mismo del Congreso. 

tiempo en la Isla para salir luego con que no 

Seámoslo fuera de aquí; pero si 

podia en l- j V. M. empieza 6 srjetar á exámen las opiniones de los 

viar la sumaria? 

i Diputados, idónde está la inviolabilidad? iQ& eosa tene- 

Este ha sido el informe de la comision, informe qr le 

no solo es exact’ísimamenta arreglado á la causa, sin l rnos que pueda inspirarnos confianza y ánimo para clamar 

10 contra 10s abusos? No tenamos ninguna consi,leracion 

que concuerda con lo mismo que no puede menos de cor I- 

fesar Jkome en su represontacion; y sin e.mbargo, aun 

i pública: las gracias no dependen de nosotros; somos pobres. 

iQUé tznemos, pues, que pueda darnos energía 

que no lo ha viato, se atreve á tachario de inexacto, sino la inviolabilidwl? Pero ide qné nos *irve cuando ya 

;i decir que hemos sorprendido 6 V. !$. Impugnara en lIe@n 6 denunciarnos á V. N por lo que nuestra opinion 

horabuena el dictámen de la comision; pub!ique en todo pueda haber influido en sus resoluciones? Esto es 10 ~UC 

los periódicos sus méritos; diga que propusimos miI dis hace el Sr. Jácome, si ya no es atribuir á la comision el 

parates; haga 10 que D. Antonio Galiano, y á nosotro crimen atroz de haber faltado á su deber en un asunto tan 

nos será indiferente, porque la Nacion juzgará quién tien grave. iY querrá V. M. que nos expongamos todos ii que 

razon y si hemos errado en nuestras proposiciones, E cualquiera persona venga á quejarse de nuestras opiniogeneral 

Jácume es libre para decir lo que quiera de nuez nes, y á denunciarnos como reos siempre que no se contras 

opiniones, y yo no trato ahora de defenderlas, ni d formen con las suyas? iQuiere V. M. que las comisiones 

persuadir que fué justa la resolucion que reclama; per 3 , le Hacienda y Guerra, por ejemplo, examinen planes de 

I 

acusar de inexactitud á una comision del Congreso; deci r 1 los Ministws, los censuren por creerlos perjudiciales, y 

á V. M. que se le ha sorprendido por sus Diputados, esti 1 

1ue se conciten, no solo el ódio de estos jefes, sino que 

ya toca á nuestro honor en lo más vivo, y toca al dc rean víctimas de su celo? Si V. M. cree que puede ha- 

V. M. que nos ha nombrado. El más miserable fiel de fe, ,er tanta virtud en algun particular, es un error creer 

chos es creido sobre lo que certifica, ly una comisior lue somos tan heróicamente virtuosos todos 10s que 

emanada del seno de V. M. será acusada aquí mismo dc :omponemos el Congreso. Y aunque lo fuéramos,

- 

2368 3 DE DICIEMBRE DE 18 ll. 

sea necesario, y por ahora debemos omitir toda discusion. 

El Sr. AZNXREZ: Yo diré CGII franqueza que ni mc 

hallé en estado de votar cuando se trató dz esti punto 1: 

primera vez, ni tampoco me hallo en el dia; purque lar 

asuntos, aun cuando se examinen muchas vzces como saben 

los que han manejado negocios, ofrecen siempre razones 

tanto en favor de unos como en favor do otros. Yi 

siempre respetaré el dictámen de las comisiones, porque 

sé el pulso con que se manejan los individuos de ellas. 

Sin embargo, tambien doy algun lugar & la representacíon 

del general Jácome. La comision de causas atrasadas 

es digna de todo respeto por haber merecido la con. 

fianza de V. M. ; pero esto no se opone 9 que el general 

Jácome sea tsmbien recomendable á V. hl. por sus servicios. 

Le conocí en Sevilla por razon de mi oficio, y tuve 

ocasion de admirar sus conocimientos, sus talentos, y 

su probidad, en tanto grado, que habiéndose presentada 

algunas reclamaciones en la Junta de agravios, al mismo 

tiempo que tuvo la entereza de no apartarse de lo justo, 

por no estar conforme á la razon, sacó dinero de su bolsillo 

para socorrer algunos de aquellos miserables que reclamaban. 

» 

Púsose en votacion este asunto; y habiéndosa acordado 

que papase la reyresentacion del general Jácome á 

la comision de Justicia, para que expusiese si habia lugar 

ó no á la revocaeion que solicitaba dieho general, 

dijo 

El Sr. CALATRAVA: Está bien que pase á Ia co. 

mision de Justicia esa representacion del general Jacome 

para que informe si debe revocarse lo mandado; poro me 

parece soy acreedor B que V. M. tome en consideracion 

lo que le he expuesto, y declare si cree capaz á BU comi - 

sion de haberle sorprendido. Yo veo que las cosas se 

atienden mucho cuando se trata del interés de algun particular; 

pero advierto con sentimiento que en tratándose 

del decoro de V. hi. 6 de alguna de sus comisiones, no se 

le quiere dar importancia. No conozco al general Jácome, 

ni tengo con él motivo alguno de odio ó de afecto; pero 

ha dioho dos veces que la comision ha sorprendido á V. M. 

y otras tantas que no es exacto su informe, y ni mi honor 

me permite dejarlo así, ni las Córtes deben mirar esto 

con indiferencia. Aunque cuando se me dió esta molesta 

comision caminé bajo el conocimiento de sufrir la odiosidad 

y sinsabores que son siempre el premio del que se 

atreve á decir la verdad, jamás esperé que ni como mdivíùuo 

de la comision, ni como Diputado particular, se 

atacaria mi honor y probidad diciéndose á V. N. que le 

he sorprendido. Revóquese, si se quiere, lo mandado, 

pues pudimos errar en la opinion; pero si se duda de los 

hechos, si se trata de que la comision de Justicia informo 

haciendo un cotejo de unos y otros papeles, esto es 

manifestar claramente una sospecha, y en tal caso no sé 

que concepto debo esperar de V. N. 

El Sr. HERRERA: Se me ofrece uDa dificultad. 

Cwnplida la resolucion que ;i propuesta del Sr. Presidente 

se acaba de tomar, si el general Jácome dijere que la 

comiaion de Justicia ha sorprendido á V. M. iqué se ha 

da hacer?. . . iquk se ha de hacer?. . . Otra. La comision de 

Justicia para informar de Ia justicia 6 injusticia en este 

negocio, ha de asegurar antes de la exactitud ó falta en 

01 extracto de IS comision de Exámen de causas atrasasndas; 

g esto no es otra cosa que juzgar á esta c>mision. 

iCon que V. Rí. duda? Pues Diputados que se acomodan 

cou uua opinion dudosa no deben permanecer en el Congreso. 

hiende á lo menos V. Y., como Be lo pido, que 

qalgan de Cl mientras que SO jnstiflcan en el juicio que 

contra ellos se ha acordado; porque yo no puedo llamar- 

lo de otra manera, eatendiendo que la comision y el ge- 

llera1 Jéc2me est3n en contradiccion, y va á informar 

la de .Justici;% de parte de quién está la razon. Si V. N. 

no se acomoda, como significan algunos seiíores, con e& 

proceder verdaderamente asombroso, ya se ve Por lo que dice 

en .w papel Jácome que el extracto de la comision es enteramente 

conforme; y si no, traígase el proceso ahora 

mismo; cotéjese con el extracto de la comision: si resulta 

discordancia, desaparezca hasta la memoria de los Diputados 

de la comision; pero si hubiere entre ellos y el 

extracto la conformidad que ya aparece por lo que manifie&a 

el papel de Jácome, tóm2se una reso!ucicn tan 

digna del Congreso de la Xacion españois, que jamas se 

streva otro á una impostora que correri desde aquí en - 

tre los mayores escándalos. Así lo pido en nombre de 

esta misma razon que represento, y que se determine ant;es 

de levantar la sesion, porque nunca puede estar en 

suspenso la opinion acerca de los Diputadoe que deliharan. 

1) 

Hubo todavía alguna contestecion sobre este negocio; 

y en seguida se procedió á dar cuenta de otra representacion 

del brigadier D. Faderico Moretti, que con motivo 

le habérsele manifestado tambien el desagrado de las 

Jórtes por sus procedimientos en la referida causa, pciia 

se le hiciesen saber los cargos determinados por la 

zomision para hacer patente que no habia merecido aque- 

Ha providencia. Promovió igualmente esta representaciou 

Plgunas contestaciones, cuyo resuItado fué sandarla pagar 

tambien á la comision de Justicia para que expuciw 

si hsbia ó no lugar ii lo que solicitaba Moretti. 

Continuó la discusion del proyecto de Constitucion. 

«Art. 267. A las Audiencias de Ultramar les corres- 

lsnderá además el conocer de los recursos extraordina- 

,ios de nulidad; debiendo estos interponerse en aquehs 

kdiencias que tengan suficiente número para la forma- 

:ion de tres Salas, en la que no haya conocido de la cau-- 

T¡ en ninguna instancia. En las Audiencias que no cons- 

en de este número de Ministros, se interpondrán estos 

ecursos de una ii otra de las comprendidas en el distrito 

Ic una misma gobernacion superior; y en cl caso de qUC 

n este no hubiere más que una Audiencia, irán á la más 

nmediata de otro distrit0.B 

Despues de algunasobservaciones, se aprobó el artkulo 

orno estaba, y por consecuencia se aprobó tambien h 

larte que quedó suspensa del parrafo noveno del art. 26 0, 

lue dice: 

«Por lo relativo á Ultramar, du estos recursos se Co- 

iecerá en las Audiencias en la forma que se dirá en su 

ugar.> 

No se admitió á discusion la adicion propuesta Por c1 

Ir. Bahamonde al art. 265 sobre que las Audiencias Cocociesen 

igualmente de los recursos de nuevos diezmos. 

Fué admitida y aprobada la siguiente proposicion lle 

Zr. Gallego: 

aQue informe la comision de Justicia sobre si, aten- 

lida la naturaleza de la comision de ExAmen de Causas9 

T el objeto con que fué creada, deber& las Córtes srl - 

uitir en adelante reclamaciones de las providencias rl” 

iornaren. ) 

. 

Se lwantó la sesfon.

NaMERO 428. 

DE LAS 

SESION DEL DIA 4 DE DICIEMBRE DE 1811. 

Se leyó y mandó agregar á las Actas el voto particu, 

1~ del Sr. Llarena, contrario ti la resolucion tomada po r 

*ss Córtes en la sesion del dia anterior, por In cual sj e 

mandaron pasar á la comision de Justicia las representa 

CheS de1 general Jácome y brigadier Moretti. 

Se mandaron pasar á la comision encargada de exa 

minar los expedientes de empleados fugados los que re. 

mitió el Ministro interino de Gracia y Justicia, pertene. 

cfentes á varios empleados que pasaron de pueblos OCU- 

pados por el enemigo á los libres del distrito de la hU. 

diencia de Oviedo. 

A Ia comision de Justicia se mandó pasar una exPo- 

*kion de D. Juan Vfzcaino, acompañada de un despacho 

que habia recibido de la villa de Ponferrada, para citar 9 

eWazar para 10s efectos que expresa al Sr. D. Antonio 

Valfme Peña, en la cual suplica se sirvan Ias Cbrtes 

determinar el modo y forma con que deba practicarse 

la diligencia, de manera que haga fé, y que se le en- 

tr%?ue todo orjginel para remitirlo al juzgado de que Pro- 

cede. 

Se mandb pasar á la comision encargada de examinar 

el expediente sobre el arreglo de la imprentanaCion*l$ un 

oficio del Ministro do Estado, en la cual, inclUYendo un8 

exposicion del subdelegado de la misma iWrent% hacia 

presente las causas que hahian votivado el atraso d re- 

tardo de Ia impredon, mandada por Ias Córtes, de la Me- 

moria leida Por el Ministro interino de Marina en Ia se- 

aion deI dia !j de OotUhro último. 

2360 

Pasó á la comision de Justicia un oficio del encargado 

del Ministerio de Gracia y Justicin, al cual acampana Usa 

consulta de la Cámara de Indias, relativa á que se conce- 

da licencia al alcalde del orjmen de la Audiencia (le &I,I~- 

jico, D. Felipe Martinez y Aragon, para contraer mstri- 

monio con Doña Luisa de Elhuyar y Raab, natural de 

aquella capital. 

A la de Poderes pasó un certificado dirigido á las 

Córtes por el Ministro interino de Gracia y Justicis del 

acta de aleecion de Diputado á Iris Cdrtes generales y ex- 

traordinarias, verificada por los partidos de Piedraita, 

Oropesa, Mombeltran, la Adrada y Pinares, la cual roca- 

yó en el Sr. D. Francisco de Laeerna y Salcedo, Diputa- 

$0 supleme por la proviucia de Avila. 

A la de Guerra pasó un oficio del Miniutro de dicho ra- 

no, al cual acompaña uua consulta del Supremo Conse- 

o de Guerra y Marina acerca de la neccaeidad de extendel 

i todas las clases 18 declaracion hecha por las Cortes en 

a de los casados, á fin de que sea uniforme 18 ínteligen- 

;i8 7 ehservanoia de la instruceion y órden del Consejo 

le Regencia para los alistamientos. 

A propuesta del mismo Consejo de Regencia dispenaron 

las Cortes la calidad á D. José. María Rendon, Juan 

: osé Rendon y Francisco CBrraSqUer, capitan, teniente y 

S Ubtesiente de las Milicias regladas de Pardos de CUma- 

Il 6, con el objeto de poderse realizar otras gracias que hab 

ian solicitado, y les tenía acordadas el referido Consejo 

e n atencion a su decidido patriotismo, y oposicion que hil 

ieron 81 sistema revolucionario de aquellas provincias, 

593

2370 4 DE DICIEMBRE DE i811. 

arrostrando penalidades, y ejecutando acciones de heróic 

valor, que con documentos han acreditad9 dichos intere 

sados. 

Se leyeron los partes del general Lacy, con fechas 1: 

y 13 del mes anterior, remitidos por el jefe del estad1 

mayor general, concernientes á las acciones del Baron di 

Eroles en las inmediaciones de la villa de Marens, y de 

brigadier D. Francisco Milans en Mataró. 

La comision d: Hacienda, acerca da !a expoaicion di 

la Junta Superior de Galicia, de que se dió cuentea en la 

sesion del 30 de Noviembre ú!timo, fué de parecer qut 

manifestándose á dicha Junta el aprecio que hscia S. 11. 

do su desvelo y actividad, y accediéndose á su solicitud, 

se subrogue á la contribucion extraordinaria de guerra 

que ofrecia lentitud y entorpecimiento en su exaccion, el 

reparto de 36 millones de reales, y que para su cobranza 

se siguiese el método adoptado para la del subsidio de 

300 millones en el año de 1800, opinando la Junta que 

de este modo se podrá contar con más de 3 millones men- 

suales. 

Quedb aprobado este dictámen. 

Se aprobd igualmente el dictámen de la comision de 

Justicia que opinaba se dijese al Consejo de Regencia que 

mandase al de Ordenes facilitar á D. Estanislao Fita la 

certificacion, 6 por lo menos se pase por la secretaría á la 

Cámara de Castilla noticia de haber sido propueato por 

el Consejo pleno de las Ordenes en segundo lugar para las 

alcaldías mayores de San Vicente y Segura de la Sierra, 

lo cual le hsbia sido denegado por dicho Consejo, no ha- 

biendo dispuesto otra cosa el de Regencia, áquien recur- 

rió, que pasar al de Ordenes el memorial bajo cubierta. 

Acerca de la solicitud de Francisco Solís y otros 14 

indivíduos que se quejaban de que los propietarios de las 

casas que ocupan les hostigasen para el despojo de ellas 

con el pretesto de querer habitarlas por sí, concediéndo- 

las en seguida á otros inquilinos por más altos precios, ó 

por otros fines, expuso la comision de Justicia que ca- 

reciendo de las noticias y conocimientos necesarios para 

convencerse de la necesidad de establecer una ley gene- 

ral sobre esta materia, y proponerla al Congreso, le pa- 

recia conveniente que las instancias de los referidos inqui- 

linos se dirigiesen al Consejo de Regencia para que se les 

administre justicia con toda imparcialidad y sin el menor 

fraude; previniéndole que si las circunstancias actuales 

exigiesen alguna providencia general en esta materia, Ia 

cual uo estuviese en Sus facultades, la proponga 6 las 

Cdrtes para que estas determinen lo conveniente, Quedo 

aprobado este dictámen. 

Se mandó pasar á la comision de Justicia un oficio 

do1 encargado del Ninisterio de Hacienda, al cual acom- 

pana la consulta de la comision (de fuera del Congreso) 

de Exámen de expedientes de empleados en aquel ramo 

fugados del país ocupado por los enemigos, dirigida á 

que IaS CÓrteS se sirvan dispensar el decreto de 4 de Jo. 

lio último en favor de D. Nanuel Ruiz del portal, oficial 

mayor de la administracíon de corsolidacion de vales en 

Málaga, fugado de aquella ciudad en el mes de Junio de 

este año. 

-- 

Ccntinuó la discusion del proyecto de Constitucion, 

aArt. 268. Declarada la nulidad, la Audiencia que 

ha conocido de ella dará cuenta, con testimonio que contenga 

10~ insertos convenientes, al Supremo Tribunal de 

Justicia para hacer efectiva la responsabilidad 

ta el srt. 253.)) 

Aprobado. 

de que tra- 

«Al%. 269. Las Auriienciw remitir& cada aõo al 

juprerng Tribunal de Jnstieia listas excotas de Ias causas 

:iviles, y cada seis .mns~~ b de !as criminales, así fenecidas 

:omo pendientes, con expresion del estado que estas ten- 

Tan, incluyendo las que hayan recibido de los juzgados in- 

‘eriores, L, 

Aprobado. 

aArt. 270. Se determinarg por leyes y reglamentos 

jspeciales el número de los magistrados de las Audien- 

:ias, que no podrán ser menos de siete, la forma de estos 

ribunales y el lugar de su residencia.> 

El Sr. DOU: Este artículo no es tau liberal corno yo 

@siera: deja de serlo en la limitacion del número, y en 

a limitacion de la idea con que se circunscribe la liberad 

de los ciudadanos en cuanto al juicio, prescindiendo 

lue de cualquiera modo el número de siete es siempre inuficiente. 

Ninguna Audiencia puede con él subsistir; que- 

!a pendiente la grande dificultad de si se aprobará el arículo 

283, 6 si se desaprobará, mandándose que alguna 

‘ez, esto es, cuando la sentencia de revista es contraria 

la de vista y á la del ordinario, haya cuarta instancia. 

li la hubiere, jcómo es posible que con el número de siee 

se verifiquen las tres instancias? En la primera debiean 

ser tres los jueces; en Ia segunda cinco, y es la terera 

siete. Si alguno 6 algunos están enfermos, ausentos 

muertos, quedando la plaza por proveer, icómo habrá 

.úmero competente para las tres instancias? Ni para las 

os, que en todo caso son absolutamente necesarias, le 

abrá no pudiendo concurrir en la revista los que votaon 

en la vida como está resuelto. 

Mas prescindiendo de todo esto, las ideas liberales 

xigen mayor número, por lo que parece convendria dar 

1 ciudadano un derecho particular, por el que se le qui- 

P en otros artículos, y por lo que pide la naturaleza do1 

sunto. En ninguno debe darse al ciudadano mris satis- 

&on que en el de que se trata. 

iCuál es el fin del establecimiento de las sociedades? 

in duda el de que el particular tenga bien asegurada la 

efensa de 1s vida y de sus bienes; por esto el hombre lire 

consintió en sujetarse á las leyes nacionales de un Esido. 

Por otra parte, jen q ué consiste la libertad Civil? 

:1 ciudadano decia: «yo soy libre, porque nadie, sino de 

li consentimiento y voluntad, puede juzgarme: * así halaba 

Ciceron. De un modo semejante hablan los ingle- 

%, gloriándose unos y otros de que al ciudadano Partiular 

no se le puede imponer tributo sin consentir el m1slo 

ó su representante. A estas dos prerogativas se redu- 

9 la libertad civil. El ciudadano romano podia recusar 

bremente y escoger por juez al que le acomodase de Ia 

Irga lista que se tenis para la eleccion. 

En uno ó dos artículos antecedentes se ha quitado Ia 

lplicacion de mil y quinientas, se ha quitado el recurso 

B injusticis notoria, y el derecho de lograr alguna revi- 

-

WGMERO 428. 

SiOn en CaSOS GrduOFJ, eR que acostumbraba coficedc, 

I 

r..e 

con ministros asociados. 

“yo caso Ya IJO se POdrian ver los pleitos. p siendo Por 

Supuesto que Por esta parte se ha estrechado taI 

Otra Parte el espíritu de la comision el que los jueces 

ito 

la libertad del ciudadano en uba de las cosas en que que han conocido de una instancia no conozcaa ui juz. 

él 

más interesa, como que fué UDO de ios dos fines m 

guen en la otra, me parece que fieria más conveniente 

iás 

principales para el ticito 6 expreso pacto social, conve 

y aeí Pido 6 v. M., que cuando menos sean nueve IO; 

O- 

drja ampliar su derecho por este lado, Y darle Por las s 

jueces que compongan una Audiencia, pues el grávatisfaccioneu 

indicadas que se le quitan, la de que Pue, 

men que de esto puede resultar nunca será tanto cOdà 

61 m?uSar llbremf3ik, sin expresiones de cauua, ui mot 

mo el tener que acudir á un letrado ú oidor de otra 

VO, basta tres ó cuatro de los oidores que componen 

Audiencia, para que 6 complete alguna Sala, 6 dirima la 

dwordia que en elIa ocurra. 

Audiencia, nombrándose para ella 15 6 20 6 más magi 

El Sr- ALCOCEB: LOS presidentes de las Audiencias 

trados, á fin de que pueda verilicarse lo que se ha in&c 

de América, cuando faltan uno ó dos jueces, tienen facul- 

11% J’ 10 qllt: ey bieu conforme con la iibcrtad y estilo , 

cad de nombrar uno 6 dos letrados que IOS suplan. po- 

Ios romanos. Aunque parece que para conseguirse esto 1 

iris establecerse esto mismo, y así no habia embarazo alnecesitaria 

de maJor número, pudieraobviarse este repal Tuno. 

con autorizar 6 un magistrado para la sustanciacion de 

El Sr. LUJAN: NO en todos Ios tribunales es uno 

causa, debienao concurrir los que correspondiesen E nismo el modo de dirimir Ias discordias, ni es este cl únila 

sentencia definitiva 6 interlocutoria que causase dafi :o motivo que puede influir para que so vea facilmente 

irreparable. 

:1 caso de no haber en una Audiencia Sala completa 6 da 

Corno quiera que sea, ninguna Audiencia debe que :uatro minkdros para la revista de un pleito, si la dotadar 

con el solo número de siete minietros. 

:ion de toda la Audiencia se compone de siete jueces, Una 

El Sr. ARGUKLLES: El número de siete es el míni tnfermedad, la ausencia de un ministro, su recusacion, 

mc que señala la comision, y puede la ley positiva au ninoran ordinariamente su número en loa tribunales; pementarlo 

al que parezca conveniente. Las reflexiones dc o ni por esto, ni porque no puedan asistir en la revista 

Sr. DOU no tienen lugar en nuestro sistema judicial. 1 queilos que hayan sido jueces para dirimir una discordia 

que SB seguia en Roma, y el actual do Inglaterra, está ‘n vista, deberá alterarse el artículo que se discute. Las 

fundados sobre otros principios. Aunque los romanos fun lisposiciones generales, y mucho menos la Constitucion, 

daban SU libertad en la buena administracion de justicia IO pueden ni deben prevenir los casos particulares; lo que 

sus jueces no eran nombrados como los nuestros: los ciu micamente les toca, es dar la regla que por punto genedadanos 

los elegian de entre sus iguales para que les juz al ha de observarse, y por esto en et presente artículo 

gasen, pero los nuestros son nombrados por el Gobiern eñala el número de jueces de que deben componerce las 

Perpétuos, y sin poder ser removidos sino mediante taus Ludiencias para que al menos pueda haber en ellas dos 

justificada en juicio contradictorio. Los principios, pues 8alss. 

dc administracion de justicia que regian en Roma, y ria Si en estas faltase algun ministro por enfermedad, 

gen hoy dia en Inglaterra, no son aplicables á nuestro sis. orque haya sido recusado, 6 que no pueda asistir en la 

tema judicial, que es totalmente diverso. 

avista por haber sido juez en la vista con motivo ùc! 

El Sr. ANER: Creo que el Sr. Dou ha explicado mu: na discordia que haya dirimido, 6 por cualquiera otra 

bien la dificultad de que una Audiencia se componga SO- susa, no corresponde á la Constitucion entrar en estos 

lo de siete individuos, los cuales compongan dos Salas 

Dos jueces no pueden componer una Sala; cuando menoi 

deben ser tres. Una sentencia dada por tres jueces, ma 

Podrá ser revocada por otros tres de la otra Sala. El número 

de jueces de la segunda Sala debe ser mayor Ve e: 

de la Primera; de IO contrario, ni las partes se aquietariaD> 

ni tampoco los primeros jueces cuya sentencia fuese revocada. 

Y debiendo ser tambien impar el número de 1s 

segunda para evitar el empate, resulta Ia necesidad de 

que sea mayor que siete el mínimum de los jueces que 

c0mPongan una Audiencia, debiendo haber por 10 meno8 

cinco en la segunda Sala. 

EI Sr. MENDIOLA: Me parece que sa equivoca el se- 

Gor Anér en suponer que cuatro ministros uo componen 

Sala, porque es una cosa corriente Y puesta e* Práctica lo 

que Previenen las leyes para los casos en que Ocurre discordia, 

6 saber: Ia remision de los autos 6 Un letrado de 

fuera de la Audiencia para que la dirima. A más de !Ue> 

como ha dicho muy bien el Sr. Argüelles, eu e1 artlculo 

que ae discute so señala el mínimum de los jueces que Po; 

drán componer una Audiencia, pero Casi siempre sera 

mayor el número de ellos, teniendo cada Provincia el Proporcionado 

á sua facultades. Con que no haY inconveniente 

an que se apruebe el artícub. 

El Sr. DU~;~AS: Aunque estoy conformo Con e1 espíritu 

de la comision, nO puedo menos de apoyar lae ideas 

de loe Sres, ~~~ y An&, de que se8 mayor 01 número de 

hxs que el que &ala el articuI% Porque Puede Ocurormenores: 

las leyes son las que han de prevenir estos 

usos, Y disponer lo conveniente para suplir 1s faka de 

linistros de la dotacion de Ia Sala en que vaya ri Scntenarse 

el pleito, y la ley dispondrá ccímo habrá dc dírimir- 

1 una discordia, si llega á verificarse en reViSta: todo BS- 

, es reglamentario 6 de ley, Y no constitucional; Y si vassen 

las impugnaciones que se han hecho al artículo paca 

variarlo, y aumentar el número de la dotacion que seüala 

el proyecto á las Audiencias, se impUgUaria con Ia 

misma razon si se previniera que fuesen, no siete, sino 

13 ministros, porque tambien podria darse caso en que 

altasen, 6 no hubiese los que habian de conocer en Ia 

iltima instancia, como seria fácil demostrar. Quizá dis- 

,ond&a las leyes que no sea necesaria la unanimidad do 

,res jueces para formar sentencia, sino que bastan do8, Y 

mtonces será más difícil que haya discordia, 9 no quedaán 

tantos inhabilitados por tener que pasar 6 aquella Saa 

8 dirimjrla, y acaso se adoptará por la leY otro medio 

ie dirimir las discordias que los que se han conocido hasa 

ahora, en cuyo caso hace infinitamente menos fuerza 

1 argumento, faera de que en el arthub solamente ae 

eñala el mínimum, 6 la dotacion menor de ministros que 

,odrá darge á una Audiencia, dejando 6 la ley 6 reglaoento 

especial que pueda dotarlas con maYor número de 

ueces si 10 estimase como ya se ha expuesto. Por todo, 

Ii dictamen es que se apruebe el artíCUl0 eU ha t&‘miUoa 

n que lo presenta la c0mision.o 

Quedó aprobado dicho artícuh 

rir que almos de ellos &éR Nlfemoa 6 aU@% *D 

2371

-~~ 

2372 4 DE DICIEMBRE DE 1811. 

título 268:

para buscar al juez del partido, que acaso residirá en uu 

lugar muy distante del en que se suscite la discordia. 

El Sr. DUENBS: El artículo no dice más sino que 

se establecerán partjks igu’~es. Dehsmos prescindir de 

cuál sea la division 6 rti:P,:rtic.an actual dell territorio es. 

pañol, y SOlO atenernos á ia qud deberá ser y verificarse 

en 10 sucesivo, como se previene en la misma Constitucion. 

Así que IIO puedo manos de aprobar este artículo. 

El Er. PAYAN: La division igual de partidos que 

se propone en este artículu es tanto más justa y necesaria, 

cuanto Suele ser escandalzja y frecuente la arbitrariedad 

de los alcaldes de los pueblos, con los cuales pueden 

señores PreoPinantes que estableciéndose partidos iguales, 

9 en Ia cabeza de cada uno un juez de letras con su juz _ 

gado, han de acudir B e’l los vecinos de dos pueblos comprendidos 

en aquel pwtido; mas yo no puedo convenir 

*n esto, Porque u-a de 1~ misimas más conformes al 

fin Por que se formaron las sociedades, es que se hayan 

de componer las diferencias que se susciten entre IOS ciudadanos 

con la menor incomodidad de ellos. Y teniéndolo 

en consideracion los legisladores más sabios, Procuraron 

pue á ninguno que fuere demandado se le obligara á salir 

6 litigar fuera de su domicilio, sino en ciertos y determinados 

casos dn que sus hechss lo faciliten. Esto 

más á veces las relaciones de amistad y parentesco que mismo se halla dispuesto por las leyes de España, y el 

las leyes y Ia justicia. B ‘Hizo ver en seguida la necesidad abc~hrlo c;:usa~ :a indecibles perjuicios; pues aun siendo 

que habia de que se hiciera est:r division de partidos en vecinos de u11 pueblo el actor y el reo, distando á veces 

Galicia, ponderando las inmensas ventajas que de ella d ez 6 máj leguas de la cabeza de partido, habrian de 

reduodarian á los h:ibit,ante.r de aquella provincia, y los snprender estt Largo viaje por cualquier diligencia de RU 

grandes males que con ella se iban 6 evitar etc. etc., pleito, y tambien en caso de distar solo tres ó cuatro lecuyo 

dicti\men apoyó el Sr. Bahamonde, pidiendo además, guas, perderian tantos dias de jornal cuantas fueran las 

que con arreglo á una proposicion que tenia presentada y veces que hubiesen de ir para poner en movimiento al 

habia pasado á la comision de Conatítucion, se expidiese escribano, presentar pedimentos y adelantar el pleito, y 

uu decreto relativo á que se pusiera inmediatamente en no yendo con frecuencia, sufriria muchas delaciones este, 

planta en Galicia dicho artículo.) 

y se expondrian tsmbien á mayores costas si pasaba el 

El Sr. Uorales Ga2lcgo apoyó la reflexion hecha por escribano á hacerles las ratificaciones; de suerte que suel 

Sr. Martinez, aña;iiendo que no debían las Cdrtes, Por cederia frecuentemente que un pleito acabase con cuallo 

que pasa en Galicia, arreglarse á las demás provincias luier labrador ó menestral: y todo se evitaba si el alcalde 

de España, cuyas circunstancias son enteramente diver- de cada pueblo conociese, como lo haco ahora, de los 

sas Pidió el Sr. ril,?anuena que se añadiera al artículo pIeitos de los vecinos del mismo; J es de ninguna consi- 

N~IERO 429. 

\ 2375 

DIARIO DE SESIONES 

DE LAS 

SESION DEL DIA 5 DE DICIEMBRE DE 1811, 

Se mandó pasar á la comision de Justicia la relacion 

de las causas pendientes en el tribunal de 1s comandancia 

general del departamento de Marina de Cádiz, y de 

10s reos presos en la cárcel de la isla de Leon y arsenal 

de la Carraca, que con oficio remitió el comandante gemal 

del mismo. 

Se accedió á la instancia que desde Játiva hacia el 

señor Diputado Albelda, prorogándole dos meses la licencia 

que t@nia, atendido el mal estado de su salud, que 

justificaba con cartificacíon de los facultativos. 

ConfOrmáronse las Córtes con el dictámen de la COmision 

Ultramarina, Ia cual hacia presente que necesitando 

de las luces del Gobierno para dar su parecer con 

Se mandó pasar á la comision encargada de exemi- 

nar el expediente de arregIo de las Secretarías del Despa- 

cho, una representacion del Secretario de la Camara y 

Real Estampilla, relativo 6 manifestar el estado de ella y 

sus empleados, sueldos y gratificaciones que han disfru- 

tado y disfrutaban, remitida por el encargado del Minis- 

terio de Hacienda. 

Pué admitida 6 discusion la siguiente proposicion del 

Sr. Vazquez Canga: cque se pase orden al Consejo de Regencia 

paraque remite el recurso de 10s graduados de la 

Universidad de Oviedo á las Córtes, y pase con la ropresentacion 

del cláustro 6 la comiaion especial encargada 

del exámen de causas de infidencia. P 

acierto sobre las proposiciones que presentó el Sr. More- Continuó la diecusion del proyecto de Conetitacion. 

jon en la sesion del 22 de Noviembre, opinaba que sobre «Art. 273. La8 facultades de estos jueces ee limitae1 

Particular informase el Consejo de Regencia lo que tu- rán precisamente á lo contencioso, y las leyes determinaviese 

Por Conveniente. 

rán la8 que han de pertenecerles en la capital j’ pUebloY 

de su partido, como tambien hasta qué cantidad podrán 

conocer en los negocios civiles sin apelaciou. 0 

Aprobado. 

Se leyeron c] dictamen de la comision de Justicia 9 (Art. 274. En todos los puebloa ee establecerin altodo8 

IOS antecedentes relativos al expediente formado caldes, y la8 leyes determinarán la eX~n8iOR de Bus faculacerca 

de la union del ramo de represalia8 y el de Confis- tades, así en lo contencioso como en 10 económico. * 

co8, y que se confiriese ii los contadores de represalia8 la Despuee de algunas ligeras reflexiones sobre la palaparte 

eCOnómica y gubernativa de ellos, y el Sr. Presi- bra c~nt~ltciabo, 88 aprobó el artículo. 

dente señaló para la discusion de este asunto el dia ‘7 del 

Presente. 

1 Se levantó la seaion.

NhERO 430. 

DIARlO DE SESIONES 

DE LAS 

SESION DEL DIA G DE DICIEMBRE DE 1811, 

237’7 . 

Conforme al dictdmen de la comision de Poderes, aprc ). ! 

baron las C6rtes los otorgados por el ayuntamiento de 1 .a I 

ciudad de Manila á favor de D. Ventura de los Reyes 4 

electo Diputado por las islas Filipinas. 

1 

tacion nacional, 6 la que sirve inmediatamente y á la suma 

importancia y gravedad de todas las materias que EC 

han versado y han de veraarse en ella, y son y serán 

siempre las primeras del Estado, concluyendo con un 

proyecto de decreto que se componia de cuatro artículos. 

El primero declara la forma de la Secretaría y Aja en cinco 

el número de oficiales y un archivero. El segundo y 

Se mandó pasar 6 la comision de Supresion de ern, tercero declara á éstos las mismas prerogativas, sueldos 

PIeos un oficio del Ministro de la Guerra, al que acampa. y demás que gozan los de la Secretaría de Estado J del 

ñaba los que le habia pasado D. Mariano Lobera, secre- Despacho. El cuarto declara que gozarán solament,e las 

tario del Consejo de Guerra y Marina, solicitando s8 It dos terceras partes de1 sueldo líquído que les corraspon- 

Coukra la plaza de ministro polftico del mismo tribunal da, segun lo dispuesto en los artículos anteriores, sntenvacante 

por fallecimiento de D. José de Borja, y una ds diéndose satisfecho en la rebaja de esta tercera parte el 

1~ señaladas para la salida de los oficiales mayores de 18; descuento por la contribucion extraordinaria de guerra 

Secretarías de Estado y del Despacho universal de h que pudiera corresponder al total de estos sueldos. Pues- 

Guerra 9 Marina alternativamente, cuya solicitud consideraba 

fundada el Consejo de Regencia. 

El Sr. Secretario Valle hizo presente que la Junta sa* 

Perior de Cataluña habia publicado un

2378 8 DE li?SIEMBRBI DE ISif . 

El Sr. ZORRAQTJIlST: Observo que no habiéndose fi- modo pertenecen al asunto de que tratamos, con el 6n 

jado en el artículo anterior las facultades de los alcaldes de que pasen á la comision de Constitucion para que drj 

ordinarios, era menester decidir si quedaban ellos sujetos sobre ellas SU dictámen; y si no fuesen de la aprobacion 

tambien á lo que prescribe este artículo, en cuyo caso de V. M., quedaré satisfecho con hacer lo que creí ae mi 

parecia que debia prorogarse el término de tercero dia, obligacion. 

consideradas las distancias de los lugares y los casos muy 6 En vano (Leyó) se procurará que prospere la agriejecutivos 

que pueden ocurrir. 

cultura, la industria y las artes en un Estado, si no se 

El Sr. Llarefialc apoyó esto mismo, confirmándolo con da á la propiedad toda la extension de que es susceptila 

distancia de las islas Canarias entre sí, lo cual, dijo, ble ; si se la ponen trabas ; si el dueño no tiene la faculpodia 

ser ocasion de fraude, obligando este artículo á los, tad de dar el destino que más le acomode á sua bienes, 

alcaldes á poner atrasada la fecha de sus avisos. 

Los Sres. Dueñas y ViZlaf”añe apoyaron el artículo copara 

sacar de ellos las mayores utilidades, y sí por fomentar 

equivocadamente un ramo particular de agriculmo 

enteramente conforme á la práctica de todos los tri- tura ó industria, se coarta el libre uso y aprovechamiento 

bunales. El Sr. Villaweoa observó que el artículo debia de las cosas. El propietario á quien por una disposicion 

aprobawe ,, pues 4010 hablaba de la cuenta que deben dar contraria á esta libertad se obliga á que haya de sufrir 

los jueces de los tribunales inferiores 8 las respectivas una tasa en el arrendamiento de su propiedad, 6 á prefehudienoiaa, 

no de los alcaldes de loa lugares, los cuales rir á este 6 al otro indivíduo, sin poder entregar sus biese 

gobernarán por las mismas reglas usadas hasta aquí. nas por un contrato absolutamente libre y segun los pao- 

Continuando esta discusion, hicieron presente Ios setos convencionales que le acomoda, se retrae de adquirir 

ñores Martiaelr (D. José) J 2lluñoz Z’owew que el señalar bienes de semejante especie, no los mejora nunca, enajelas 

facultades á los alcaldes y jueces inferiores no era un na los que tiene á menos precio, porque conoce que no es 

punto constitucional .__. -. __.._ 2 sino __-_ propio .._ del ___ reglamento _. .-.._ ._ que de- dut+o absoluto de ellos, y se sigue de aquí que en .~ lugar 

berán establecer las leyes. En consecuencia de esto quedó de animar y fomentar la propiedad, la industria y la riaprobado 

e! artículo como lo propuso la comision. queza, se retraen todos de hacerse propietarios , y suele 

Se leyó el 276, que dice así: 

arruinarse aquel mismo ramo de industria ó agricultura 

6 Deberán asimismo remitir á la Audiepc~ respec$xa que se deseaba prosperpae, y 6 cuyo favor se han dado 

listas generales cada seis meses de las causas civiles, y esas leyes absurdas que restringen la libre disposicion de 

cada tres de las criminales que pendieren en sus juzga- los propietarios en sus bienes y hacienda. Convendria que 

dos, con expresion de su estado.v 

constitucionalmente se sancionase que ninguno pudiese 

El Sr. Villagornez dijo que no le parech practicable ser inquietado ni perturbado en el libre uso,, aprovecbael 

artículo en cuanto á Ias causas civiles, aunque sí en miento y goce de los bienes que poqeq, ni de darles el deslas 

criminales por interesarse en ellas la vindicta pública. tino que más le acomode para su mayor interés y utili- 

El Sr. Villafarte observó que en ambas. era la práctica de dad, con lo cual se destruirian en su raiz esos privilegios 

las Audiencias remitir de tiempo en tiempo al Consejo que han aniquilado siempre Ia propiedad, cuyo derecho 

razon de todas ellas ; y que aunque así no hubiese sido, no puede ni debe ser perturbado sino por sentencia 6 auto 

la razon dictaba que lo hiciesen con las misnn+ 104 tribu- judicial pronunciado conforme á las leyes. Las Córtes Se 

nales inferiores. El Sr. Borr~$Z hizo presente. gue no debia hallan bien penetradas de esta verdad, y aunque por ello 

diferirse la aprobacion de este artículo, que en sq$wcia hubiera hec,ho !a proposicion en cualquiera otro tiempo, 

era el mismo que el 266 ya sancionado. 

he, creido el máv oportuno al principiar este capítulo, del 

Quedó aprobado. 

que podia ser como un proemio d enlace: con ánimo, pues> 

Se leyó el art. 277, que dice así: 

ae que lo vea y exa,mine la comision , é informe si será 

< Las leyes decidirán si ha de haber tribunales espe- conveniente intercaly como artículos en \a Constitucion, 

ciales para conocer de determinados negocios. D hago las dos proposiciones siguientes: 

El Sr. Dtieiias refIexiond que acaso con este artículo «Primera. A ningun español se podr8 impedir el lipudiera 

quedar una puerta abierta para los, fueros privi- bre uso y gproqechamiento de SUS bienes y propiedades. 

legiados, derogados ya en los artículos anteriores,, y por Segunda. Tampoco se le podrá perturbar ni inquietar 

consiguiente era necesario aclarar esto. El Sr. Argi¿eUeJ en el libra uso y disposicioq de 10s~ bienes que posea, Po 

hizo ver que segun la intencion de la comision, manifes- p,or sentencia d auto judicial pronunciado conforme a, las 

tada en el discurso preliminar, el artículo debia enten- leygs. 0 

derse de ciertos negocios que no pueden estar sujetos 8 Ambas propogjciones fueron admitidas por eI, Congrelos 

juzgados ordinarios ; talgs son los de los consulados, so y ma,ndadas pasar á la comision de Constitucion. 

que más bien pertenecen al derecho pfiblico de las nacio- Xn seguida quedó aprobado el art. 278. 

nes ; tales los tocantes á los tribunales de minería de Se legb el 279, que dice así: 

América, Q los cuales acaso seria aventurado der ahora

puesta Ia palabra @peh, y que en cuanto á IOS demás 

crbia que Ia mente de la comision era que eata sentencia 

debia tener el carácter de ejecutoria, 

El rr. CREOS opinó qua la sentencia de los árbitros 

W por SU na’hrdeza f3jeCUtiVri; pero que siendo la apela- 

cion de cualquier juicio de derecho natural, no pueden 

ser despojadas de él las partes que se comprometen, á 

menos que ellas mismas hubiesen expontáueamente renun- 

ciado á este derecho; y así, propuso que eI artículo se ex- 

tendiese en estos términos: cLa sentencia que dieren los 

GrbitroS se ejecutará si hS partes al hacer el compromiso 

hubiesen renunciado el derecho de reclamar. )> 

El Sr. ~EMCOLA observó que la fuerza de los jui- 

cios de 10s Árbitros nace del expreso y voluntario contra- 

to de las partes, y la de los tribunales ordinarios nace de 

un cuasi contrato, 6 supuesta intsrpretada voluntad de 

los pueblos para que los jueces sean nombrados por el Po- 

der ejecutivo. Segun estos principios, dijo que podria pa- 

recer justa la constitacion que prohibiese la apelacion de 

Ias s8ntencias arbitrales, asi como es justo que todos 

cumplan lo que solemnemente prometieron. Mas para evi- 

tar los equivocos de una ilacion tan natural, dice eI ar- 

&Ulo qce no se podrá apelar sino cuando se hubiesen re- 

servado las partes este derecho en su mismo compromiso 

en cuyo caso no obrarán contra su solemne promesa, pues 

que solo ofrecieron deferir al compromisario, si no ape- 

la3an dentro del término del derecho. Esta apelacion, 

continuó, conocida antes con el nombre de reduccion al 

arbitrio de buen varon, no puede ser un recurso de pri- 

mera instancia al juez inferior; porque disponiendo el de- 

recho público que los pleitos se terminen por tres instan - 

Cias, y no pudiendo los particulares alterar esta forma, 

vendria á suceder que en lugar de las tres instancias es- 

taria en el arbitrio de las partes introducir cuatro, es 6 

Faber: una ante eI árbitro, otra ante el inferior, y las dOs 

restantes en Ia Audiencia respectiva. Concluyó pidien- 

do que se aprobAse el artículo como está. 

El Sr. Dbu apoyó lo expuesto por el Sr. Creus, Y 

Pidió que se extendiese el artículo de modo que siempre 

quedase á las partes salvo el derecho natural de reclamar, 

fiiemPr8 que no hayan renunciado á él. 

Puesto 6 votacion el artículo, quedó aprobado, 

Se leyó el 280, que dicB así: 


PRIMER CASO. 

Inslancias. Sentencias. 

. 

Primera .,.............. a.,.... Pr& 

Segunda *..*.......,..*....... Contra. 

Tercera .,..... ** . . . . . . . . . . . . . . Pró. 

SEGUNDO CASO. 

Primera .,,, * ,... *.,..,..**.*.* Pr& 

Segunda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Contra. 

Tercera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . contra. 

En estos dos casos hay dos sentenciasconformes con 

tra una, de que resulta una probabilidad de justicia el 

razon de dos á uno, y que en mi juicio debe tenerse po. 

suficiente. Y respecto á ellos no hay diferencia ningunr 

del artículo á mi proposicion. 

Segun el artículo. 

TERCER CASO. 

Inslancias. Sentencias. 

Primera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pr& 

Segunda.. . . , . . . . . . . . . . . . . . . . . Pró. 

Tercera .,... . . . . . . . *. . . . . . . . . . Contra. 

En este caso quiere el artículo que cause ejecutoria 

la tercera sentencia, cuya presuncion de error está en la 

misma razon que lo estaban de acierto los dos casos an- 

teriores. Cosa más que repugnante. 

Segun el artículo, admitida cuarta instancia. 

CUARTO CASO. 

Instancias. Sentencias. 

-- 

Primera . . . . .** . . . . . . . . . . . ve... Pró. 

Segunda ..* .,,. n........ . . . . . . Pr6. 

Tercera. . . * ,,...... *...*. . . . . . Contra. 

Cuarta.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . Contra. 

En este caso, despues de la enorme dilacion decuatra 

instancias, no resulta mayor presuncion de acierto que 

de error, pues siendo dos fallos favorables y dos contra- 

rios, no hay mbs razon para sostener los unos que los 

otros, y nos hallamos en la misma incertidumbre que al 

tiempo de empezar el juicio. 

Queda, pues, clarísimo que la doctrina de mi pro- 

puesta es preferible por ambos aspectos, en atencionáque 

jamás, segun ella, deja de estar la presuncion del acierto 

en razon por 10 menos de dos á uno, y lo estará muchas 

veces en la de dos R CCTO. 

Dirase que los ciudadanos no llevarán á bien esta dis- 

posicion, que los precisara en este último cas0 á enmu- 

decer con solas dos instancias. A lo que respondo que 

aquel que las ganare dará mil bendiciones á la Constitu- 

cion, y et que tas perdiere IR encontraria siempre detesta- 

ble, aun cuando su desgracia se verificase al cabo de 30 

instancias, pues nunca el que pierde un p!eito llega á 

persuadirse de la justicia dal fallo. No es esto decir que 

no habrá gentes que se resientan de esta novedad y cls- 

men contra ella. Habrálas y no pocas, Tales serán lospo- 

derosos cumdo iojustamente atropellan al pobre en la 

conflanza de la perdurable dilaaion de los juicios: tales 

los litigantes de mala fé, que diestros en los ardides forenses 

tienen como por oficio el pleitear, y fales, en fin, 

muchos de aquellos que por razon de su ejercicio viven 

del producto de las desavenencias agenas. 

El Sr. CREUS: En vista del sistema adoptado por Ia 

Constitucion, me parece que se explicaria mejor la primera 

parte del artículo en discusion como acaba de proponer 

el señor pteopinante; es decir, que con dos sentencias 

conformes deberia darse por fenecido todo juicio. 

Porque si antes la sentencia del juez ordinario se consideraba 

que casi no formaba estado en el juicio para la 

ejecucion de lo juzgado, ha variado V. M. este sistema, 

dando á esta sentencia igual valor que á la primera de 

un tribunal colegiado. De otro modo seria inútil el quitar 

los casos de córte el precisar á que todo juicio principie 

en el juzgado ordinario. De aquí infiero y0 que siempre 

y cuando la primera sentencia de la Audiencia sea confirmatoria 

de la anterior del juez ordinario, no debe haber 

lugar á ulterior suplicacion. Porque si lo hubiese, como 

podria en la tercera instancia ser contraria la senteneia á 

las dos anteriores, seria á mi entender indispensable en 

este caso conceder suplicacion á la parte condenada, y así 

UO podrian fenecer los juicios con tres instancias. UNO seria 

la cosa más irregular y extravagante que se ejecutoriase 

lo juzgado por una sentencia que tiene contra sí la 

presuncion dedos sentencias contrarias? iY cómo se pueìe 

privar á la parte que haya obtenido dos sentencias en 

3u favor, revocadas por la tercera, el derecho casi natu- 

:al de la primera suplicacion? Primera digo, pues oí el 

)tro dia que equivocadamente se le daba á esta instancia 

31 nombre de segunda suplicacion. Solo debe llamarse asi 

:uando la parte haya suplicado ya una vez; pero nuncase- 

:á segunda respecto de la parte que por haber obtenido 

.as sentencias á su favor, jamás hayasuplicado. Por consiguiente, 

me parece que conviene determinarse que con 

10s sentencias conformes, ó sea una del juez inferior y 

ka del superior, 6 ambas de éste, se termine del todo. L0 

p.re necesita más expiicscion es la última parte del arsículo, 

que dice que por ningun pretesto se volverá 6 

rbrir ningun juicio dada la última sentencia. Esto es de- 

:ir que no queda el arbitrio que concedian nuestras leyes 

lara abrir nuevo juicio, siempre que hubiese un justo 

notivo para ello; por ejemplo, cuando el que hubiese 

ietdido un pleito acudiese con nuevos documentos queno 

le tuvieron presentes y evidencian su justicia, con 10 que 

ie combina su brevedad y lo que V.X. tiene ya sanciona- 

Lo. Supongamos que se le exigen á uno 1.000 duros, y que 

)or falta de documento que acredite que los pago, le Coolenan 

á pagarlos, sin embargo que el deudor creia haberlos 

satisfecho: parece el documento 6 recibo, y en efeco, 

los tenia pagados: en este caso, si el que se decia 

*creedor obtuvo las dos sentencias conformes, juo queiará 

arbitrio al que pagb equivocadamente esta cantidad 

‘ara abrir nuevo juicio, pues que aparece la verdad que 

ntes estaba oscurecida? Así, pues, quisiera yo que se di- 

:se en la segunda parte de este artículo que quedase en 

u vigor el arbitrio que previenen las leyes para este y 

tros casos iguales, ó que se propusiese un medio Para 

vitar estos perjuicios. 

El Sr. DOU: Apruebo todo cuanto acaba de decir e1 

eñor preopinante por laa muchas razones que he hecho 

#resentes en otras sesiones y que he oido á otros señores 

el Congreso sobre la grande didcultad del caso en que 

P sentencia de revista derogue las dos anteriores; exi- 

,iendo, por otra parte, Ia justicia y política que al ciudñano 

se le dé una competente satisfaccion de quedar ase’ 

,wado el acierto’en el fallo definitivo. BetMndome, Pues? 

4

NUMICRO 430. 

8 todo Cuanto varias veces tengo expuesto sobre es 

f 

te 

asunto, y omitiéndolo para no molestar, digo lo misn incidiria~ de que una sentencia revoque dos aaterioree, y 

10 

que acaba de expresar el señor preopinante; que pal evita el aumento de cinco instancias, que de otra manera 

ta 

causar ejecutoria debe haber dos sentencias conforme, se requieren Para obtener la probabilidad del acierto ea la 

decision de un juicio. 

solo añado que las dos sentencias conformes deben ser ( Li 

tribunal superior, 6 no ser que en cada cabeza de partid Otra r*zoa no menos fuerte se descubre para aprobar 

10 

para primera instancia se ponga un tribunal colegiad 

Ia ProPosiciou: el aumento de instancias supone la multi- 

10 

con asegurada eleccion de sugetos: sin esto UO me parec 

Plicacioa de jueces, y esta multiplicaciou la del iaflujo ya 

:e 

justo que 1s sentencia de un alcalde de letras en la ca 

demasiado poderoso de la potestad judicial. Algunos señores, 

echando de ver el casi total aislamiento y separabeza 

de partido tenga tanta fuerza como se le quiere daI 

cioa de 10s jueces, han tratado de remediar este mal; pero 

El Sr. Conde de TORENO: La proposicion del se 

Por medios que, á mi parecer, lo agravan ea vez de euñor 

Gallego, como todos los artículos constitucionales 

‘> parlo, han querido sujetarlos, como antes, á un centro 

debe examinarse á la luz de la razon y de la fiiosofía. L 

quey quitándoles ia independencia, no aseguraba mejor la 

tengo por muy justa, y la apoyo en todas sus partes. E z libertad de los ciodadaaos. Acaso habria otros medios más 

CHUCUTO de las probabilidades nos ha de servir de has e I seguros y ciertos; pero como estos deberian de fundars o 

para su resolucion. Tres sentencias, nos dice la comi, - 1 en dar nueva forma al Podar judicial, la comision, qu C. 

sion, bastarán para fenecer las causas civiles; pero nl 

0 ! Positivamente creo los tendria presentes, habrá pesado y 

nos especifica si la tercera, como hasta aquí, causar: á 1 meditado los inconvenientes, y conocido que erau im - 

ejecutoria, aunque sea revocatoria de las otras dos, 6 s 

‘1 1 practicables, atendido el estsdo de nuestra ilustracion geda 

ellas es su intencion sean todas tres conformes, ó s i1 1 neral y nuestras costumbres, y es prudente no aventurar 

solas dos. La proposicion del Sr. Gallego fija el sentido : 

I 1 una cosa cierta ea lugar de otra cuyo establecimiento po- 

10 aclara, sujetándose, en mi entender, á lo que dicta 11 4 ( iris ser muy dudoso; porque las reformas se han de hajusticia. 

Estriba en el sano, y para mí inconcuso princi- - ( :er acomodadas á la situacion de las naciones para que 

pio, que mayor número de sentencias debe prevalecer 01 

1 I luedan plantearse, y quizá preparar y disponer los gnitodo 

juicio; la comision señala treo instancias, J como er 1 1 nos para otras muy principaIes. Los jurados, la amoviliestas 

el de dos es el mayor, á él hemos de suscribir, si nc 1 c lad de los jueces, así como la de los Diputados de Córse 

quiere que una sentencia revoque á veces dos anterio- . t ,es, y el que los tribunales de apelacioa no fuesen permares. 

Si estas, en sentir de la comision, no son sutkien- - 1 lentes en una provincia, sino ambulantes, que recorrietes, 

menester es aumentar las instancias hasta cinco, por. * c *an un gran distrito, seria á la verdad los remedios proque 

es evidente que si se limitan á tres, una sentencia, 1 1 )ios y calificados; pero estas novedades piden ea la masa 

como fhe dicho, puede destruir dos dadas ántes; si Caah, c general más luces y despraocupacion. 

habrá ocasion que sean dos contra dos; luego cinco se re- La comision ya nos dice en su discurso preliminar la 

quieren si nos ha de dirigir la verdadera regla, que es 18 L 1 mposibilidad de establecer por ahora los jurados, y condel 

mayor número. LOS tribunales, así inferiores coma l F rengo en esto coa su opinton. La amovilidad de los juesupremos, 

deben ser igualmente respetables y dignos de I c res igualmente es impracticable en la actualidad; lo CODIveneracion; 

á no ser así, si la ley prefiere de antemano, blicado de nuestra legislacion, los conocimientos, rectiswn 

algunos señores han insinuado, unos tribunales á ud y probidad que se requiere en los magistrados nos 

Otros, desautorizará á aquellos que posponga, Y minará 

Per sus cimientos Ia admiuistracion de justicia. Los tri 

Ibliga á limitarnos á desear esta forma, y anhelar por que 

e preparen las circunstancias de manera que no ss oponbuaales, 

sin distincion, deben considerarse como unos ;an á esta variacion radical en los tribunales. La no percuerpos 

morales, depositarios de la facultad de juzgar, naneneia de estos en los de apelacioa seria no menos Útil 

que la ejercen con imparcialidad y deseos del acierto. EL lapa evitar Ias relaciones de amigos y deudos, Y todas las 

objeto que se propone la ley en las apelaciones, no tanto anexiones que supone la larga estancia en uu mismo 

es porque califique de injusta ó equivocada la sentencia ueblo; pero la idea sola excitaria la risa de aquellos que 

del Primer tribunal, sino para facilitará las Partes la Pre- 0 conocen más esfera que la que los rodea. Mas ya que 

sentacion de otras pruebas, 6 por si tienen que aIegar algo atas alteraciones fundamentales no pueden Plantearse en 

de nuevo; de manera que, en mi concepto, no hay rigU- 1 dia, porque repugnan al modo de pensar Zeaeral > dere8a 

apelacion de un fallo dado; se pronuncia este con smos huir á lo menos de aumentar el influjo de los triciertos 

datos: si en el nuevo hay razones ó Pruebas que anales, por tanto, apruebo la proposiciou del Sr. Galleno 

se Presentaron en el primero, la decision del juez Ya o, reducida á que dos sentenciaS conformes sean suflne 

recae sobre los mismos antecedentes sino sobre otros lentes para el fenecimiento de cualquiera causa 9 Porque 

que antes no se conocieron; así que, en rigor es un ayua- 

,n ella se concilian los intereses de los particulares, 9 se 

t0 nuevo el que se resuelve. Hablo en estos términos, fun- rita el dar mayor influjo á la potestad judicial. 

A”, . 3 1~ ~1 Sr. ANER: Me acuerdo que cuando s@ trató 

. . .-. 

de1 

uuC1o cu el objeto moral que debe propoasrse la l!J’t la 

--? 

‘~1 ha de conceptuar indistintamente 8 todos los Jueces art,. 261, en que se previene que todfIs las caww asI 

‘Orno hombres de rectitud y probidad. Ea los Pueblos au- civiles como criminales se fenezcan en el territorio de 

tifJuoS apenas se conocieron las apslacione s; adquirieron cada Audiencia, hubo variedad de opiniones acerca del 

c0asistencia en los tiempos del f¿udalismo; los Reyes, ayí modo de promoverse las instancias, y del número de ellas, 

para Proteger á loS yasallos de los SeñoreS, como Para lr Ignoro si entonces se reservó á los Diputados la facultad 

extendiendo 9 acrecentando insensiblemente su autori- de hacer alguna adicion relativa á este punto. La comldad, 

empezaron á admitir en ap elacion los fallos que aque- sion en el artículo que ahora se discute sienta por base 

loS daban. Pero sin querer yo alterar el eistema de 1%~ inalterable que todos los negocios, cualquiera que sea SU 

apelacioms (cosa imposible y dem asiado delicada en nues- cuantía, han de darse por fenecidos con tres instancias 9 

‘m situacion) , opino que el adoptar las dos seuteocias tres sentencias pronunciadas en ellas. Si se aprueba este 

c0nformes deja 6 las partes todo cl desahogo necesario; artícu[o en IOS términos que se presenta, tendremos que 

Ies acomoda á las tres instmcias admitidas hasta ahora *n 

no admitiéndose más que tres instancias y tres sentennueatra 

legislacicn , d&r& el aburdo, 8~ cias, Ia sentencia revocatoria de las dos primeras produqU6 

Bi Uo 88 

598 

2381


cirá ejecutoria, lo que en mi concepto no deja de ser 

muy arriesgado y perjudicial á las partes. Para precaver 

este inconveniente, propone el Sr. Gallego en ia sdicion 

que presenta que dos sentencias conformes hagan ó pro- 

duzcan siempre ejecutoria, que equivale á decir que con 

dos sentencias conformes se dé por fenecido el negocio, y 

se imponga perpétuo silencio á las partes. El Sr. Galle- 

go funda su adicion en el mismo sistema de la comi- 

sion, y dice que no debiendo haber más que tres ins- 

tancias y tres sentencias, le parece mejor que las dos 

confirmatorias de cualquiera tribunal que sean, seprefie- 

rau á una tercera revocatoria, en la que no se debe su- 

poner mayor probabilidad del acierto. Sigue el Sr. Galle- 

go probando que efectivamente no debe haber más que 

tres instancias, pero que dos sentencias conformes sean 

bastantes para terminar el asunto; y haciéndose cargo de 

Iris opiniones de algunos Diputados ( cuya opinion es la 

mia) de que se establezcan cuatro instancias, y que dos 

sentencias conformes del Tribunal Superior sean bastan- 

tes para fenecer el negocio, ha tratado de probar filosó - 

camente que no hay ni puede haber mayor probabilidad 

del acierto en dos sentencias conformes del Tnbunal 

Superior, que en dos tambien conformes, una del infe- 

rior y otra del superior. De la misma opinion es el señor 

Conde de Toreno, fundado en que todo tribunal es un 

cuerpo moral; y concluyendo de aquí que el valur 6 

acierto de las sentencias no debe medirse por el número 

de jueces que han fallado , ni por la calidad del tribunal. 

No entiendo ciertamente la verdadera fuerza de la espre- 

sion cuerpo 1)2oraI, ni SU genuino sentido ; pero si quiere 

significar lo que de algun modo ha manifestado el señor 

Conde de que en las sentencias no debe atenderse al ma- 

yor ó menor número de jueces, que no deben compararse 

entre s?’ 10s votos, que no hay mayor probabilidad del 

acierto porque sea mayor el número de los jueces votan- 

tes, y que filosóficamente hablando, esta probabilidad está 

lo mismo en favor de un tribunal que no es colegiado co- 

mo en el que lo es, de ningun modo puedo convenir con 

tales ideas, que en mi concepto son tan contrarias á la 

razon como á las reglas de una verdadera filosofía. iQuién 

no observa que hay mayor probabilidad del acierto cuan- 

do dos, tres 6 cuatro, y así progresivamente, examinan 

un negocio, que no cuando uno solo? i Quién dudará que 

hay mayor probabilidad del acierto en la resolucion de 

dos, tres, cuatro, etc., qu(: en la de uno? iQuién ignora 

aquella regla tan sábiaen la filoeofía , que la opinion del 

mayor número, aunque no es siempre la más cierta , es 

siempre la más probable? iY cuánta más fuerza deberá 

tener esta regla en los pleitos, en donde es preciso aplicar 

las leyes segun SU verdadero sentido , en donde es preci- 

RO comparar las razones, examinar eu fuerza , para que 

por un recto juicio se dé á cada uno lo que es suyo 7 La 

vírdadora inteligencia que debe darse á la ley, y au ver- 

dadera aplicacion depende las más veces de las luces y 

conocimientos de los jueces; y si los legisladores no hu- 

bieSen conocido esto mismo, habrian establecido todos 108 

tribunales de UII mismo modo, y en ninguno habrian 

puesto más que un juez, por aquel principio de que todc 

tribunal es un cuerpo moral. Parece, pues,, muy conforme 

que una sola sentencia derogatoria de dos no debe causal 

ejecutoria, ni tampoco dos conformes , una del tribuna 

inferior, y otra del colegiado; pero sí deben causarla dor 

del Tribunal Superior; y para que así se verifique, deber 

establecerse cuatro instancias, y no más, porque doi 

sentencias conformes del Tribunal Superior tienen á SI 

favor el mayor peso de la autoridad, y mayor p:obabih 

@ad del acierto, y de este modo, loa litigaxrtw m aquis 

iarán mejor, y quedarán más seguros de que se les ha 

administrado justicia. Para que así se verifique, deberá 

laber tres instancias en la Audiencia para los casos ea 

pre no hubiese conformidad en las dos primeras senencias 

de la misma. Los gastos que se ocasionarán d las 

hartes no serán de consideracion, libres ya de litigar fuera 

le su provincia. Por todas estas razones no apruebo la 

norte primera del articulo, en que se dice que todos los 

negocios, cualquiera que sea au Cuantía, quedarán ferielidos 

con tres instancias y tres sentencias pronunciadas 

in ellas. Tampoco apruebo la propsicion del Sr. Gallego, 

,educida á que todo negocio se dá por fenecido con dos 

‘entencias conformes, cuya idea aprobaria si ias dus senencias 

fuesen del Tribunal Superior. Menos puedo conrenir 

con la última parte del artículo, en que se previeie 

que fenecido un negocio en el modo y forma en él exjresados 

no podrá volver á conocerse de él, ni abrir el 

uicio bajo ningun preteeto, ni por ninguna autoridad, 

ino que la tercera sentencia se ha de tener por cosa juzrada 

inalterable. 

La generalidad tan absoluta con que se explica la conision 

hace inadmisible para mí el artículo. Porque, Seior 

, jcuál es el objeto de los juicioe? UNO es el de averi- 

:uar la verdad y dar á cada uno lo que es suyo? Luego 

!U cualquiera tiempo que se averigüe la verdad J se COlozca 

el derecho del ciudadano, debe dársele, sin embar- 

:O que haya sido condenado en juicio. Se dirá, Señor, que 

18 preciso poner fin á los pleitos y asegurar á las partes 

!n la posesion de los bienes, pues de lo contrario, nadie 

jodria estar asegurado jamás en ella si se diese lugar á 

Ibrir juicios fenecidos ya por la autoridad judicial: que 

a cosa juzgada se tiene por verdad y por ley inalterable. 

?ero ahora quiero preguntar: estos principios que se sien- 

;an, json siempre compatibles con la justicia? De ningun 

nodo; es, pues, preciso relajarlos para cuando choquen 

:on aquella. Nada más conforme al bien de la sociedad 

pIe fijar el término en que deben acabarse los juicios, y 

îada más conforme que sujetarse á lo decidido por la au- 

;oridad judicial; pero jno es indudable que esta regla geaeral 

admite sus excepciones? Supongamos que la parte 

vencida en juicio ha encontrado despues un documento 0 

una prueba que destruye todas las que decidieron el ánimo 

del juez á atribuir la cosa litigada á la parte contraria. 

En este caso , ¿no exige la justicia que esta parte sea 

oida y que se le administre justicia? ~0 se querrá tal vez 

que la sentencia prefiera á la verdad? Si no es otro el fin 

de los juicios que averiguar la verdad para dar á cada nno 

lo que es suyo , jcómo se podrá saber que en este Caso se 

ha logrado el fin para que se han instituido los tribunales? 

La cosa juzgada, Señor, debevaler mientras no conste lo 

contrario. La cosa juzgada se reputa por verdad mientras 

no se acredite esta c’e otro modo. Los hombres, Seïior, no 

pueden hacer que sea verdad lo que no lo es; y si se admitiese 

el artículo con la generalidad que expresa1 llegaria 

caso en que la autoridad de una sentencia fundada sobre 

datas falaos preferiria á la realidad. 

No tuvo otro objeto que prevenir este caso la leY 13p 

título XXII, Partida S.a, cuando dice: (Otrosí, todo juicio 

que fuese dado por falsos testigos, ó por falsas cartas> 

ó por otra falsedad cualquiera, 6 por dineros, 6 por don 

con que hobiesen corrompido al juez, magüer aquel Con’ 

tra quien fuese dado no SB alzase de él, puédelo desatar 

cuando quier fasta veinte años, probando que el juicio 

fuera dado por aquellas pruebas 6 razones falsas. 9 Se d*ra 

tal vez que cuando fué ddda una sentencia de las que habla 

esta ley, el que fué condenado podrá entablar ua nue’ 

Vo jaisio en faermr de 10s doetmentos 6 pruebas qae ha

F-J- --- 1__-= 

NIhIERO 430. 2383 

. 

adquirido; pero este remedio lo excluye totalmente el ar- 

título cuando dice: “y no podrá volver á conocerse de él, 

ni á abrirse el juicio bajo ningun pretesto, ni por niogu- 

na autoridad, sino que la tercera sentencia se ha de tener 

por cosa juzgada inalterable; y siempre se le opondria 

esta excepcion rei .hdiCcZl@ , si las leyes no previenen el 

caso en que haya lugar á probar la falsedad de las prue- 

bas en que se fundó la sentencia; por cuya razon no ad- 

mito el artículo como está, y caso de admitirse, deberia 

añadirse: «sino en los únicos casos que prevengan las 

leyes, y con las prevenciones que las misma23 señalen. » 

En este estado se levantó la sesion, quedando la dis- 

cusion pendiente para mañana.

-~-_ 

- 

NtiMERO432. 

DE LAS 

SESION DEL DTAS DE DICIEMBRE DE 1511. 

2389 

-.---~-_- -. . - 

Se di6 cuenta de un oficio del encargado del Ministe- sion para allanar desde luego por sí 10s incidentes, y arrio 

de Hacienda, el Cual hacia presente á las Córtes que i regIar el modo de verificarla con la brewlad que exigir 

se l~ahian dado las órdenes convenientes al cumplimiento ! el asunto. 

de la resolucion del Congreso ( Féme la sesion del dia 26 ! 

de %aiemBre) sobre el expediente de D. Pedro Nicolás del 1 

Valle, ministro del Consejo de Hacienda; pero pidiendo el ’ 

UonSejo de Regencia que para el mejor acierto en est 

Aprobaron las Córtes este dictámen. 

punto resolviesen las Córtes, si á pesar de haber reducid 

á cinCo el número de Consejeros de Hacienda se le habi 

d8 dar plaza á Valle, 6 si se había de entender reformad1 

Manifestándole la misma comision del p.wi~J&Co Sobre 

eI Oficio pasado por el Ministro de Estado (V,.$ase la ,gsion 

del 27 de NovumBre próximo) reJativo 6 que eJ Congreso 

hasta que hubiese vacante, Se mandó pasar esta Consult: a resolviese 10 que tuviera por conveniente acerca ds si el 

á la COmiSion de Arreglo de tribunales. 

1 impuesto sobre impresos se habia de extender al referido 

I Diaapio, decia: 

uLa comision, antes de manifestar su dictámeu, Cree 

deber hacer algunas observaciones sobre el objeto de la 

La comision del P&bdico de Córtes, haciendo m&it( ) Qaceta del Gobierno y el Diario de COrlas, para de esta 

de 10s Oficios que habia pasado al director gvnersl de Cop comparacion deducir su juicio con imparcialidad. Es ConsreoS 

9 su contestacion, opinaba que era de la maSor im. tante que exista una esencial diferencia entre 10s dos Ciportancia 

establecer un método uniforme y general, tautc tados periódicos. El primero se dirige 6 noticiar al públi - 

para la remision y circulacion de los Dinrios á América, :o las ocurrencias militares, decretos del Gobierno y oriencomo 

para percibir snS productos J cubrir COn ellos Par- tarle del estado político de la EurOpI; el segundo envuelve 

te de las atenciones qne son indispensables á este estable- Ibjetas de más consideracion. Por él todos los indivfduos 

cimiento; 9 en eSt8 supuesto era de dictámen que las ie ambos hemisferios adquieren ideas exactas, más ex- 

CúrtCS debian aprobar la propu e s ta que hacia en Sn OfiCio 

a1 directcr general de correos reducida á que entre tanto 

que no variaban Ias circnnSt&cias de la Península 9 laS 

de la America, Se podría Seguir el sistema d8 que la renta 

de Correos abonase aquí 6 la comieion un real de ve- 

Jlon Por cada pliego del ~eario que se vendiese en Ias provincias 

Ultramarinas luego que llegase la noticia de haberse 

realizado la Venta quedando á Su favor eI mayor 

precio que pudiese sacar,‘y cuidase de satisfacer 10s gastos 

@8 se ocasionasen por Sn expendicion 9 CirCnlaCion, 

la Cual deseaba la ComiSion, Con arreglo á lo prevenido 

Por @l COngreso, que fuese 8n el mayor número posible; 

conclnYe~do la misma con pedir qn e eI Consejo de Regencia 

dirigiese 1aS reSpectivaS &denes á efecto de que lo 

tuvieee h referida propu&a, y q ae ae habilitase 6 la Comi- 

;ensas, y Sobre todo precursoras de la Micidad que espe- 

‘an, ilustrándoS8 sobre los más preciosos intereses de toda 

IOCiedad: es decir, sobre sus derechos y obligaciones, 

riendo por eí la madurez con que se examinan las mate- 

,ias, y que las resoluciones, leyes 9 decretos dimanados 

leI Congreso nacional, que son la base fundamental de la 

brosperidad pública, no son ya dictadas ni arrancadas en 

9 sombra del misterio. Es, pues, enteramente imporante 

fomentar la circulacion del Diario de Chtdrtef; por 

anto, Ia comision entiende no conviene sobrecargarle con 

1 impuesto de que se trata, sin embargo del gravámen 

ue resultar6 á la Imprenta Real, el cual considera de 

lug poca entidad atendidas las grandes ventajas de an 

irculacion, etc. 0 

Aprobaron las Córtes este dictgmen, como igualmen- 

598

2390 8 Dpi: DICIEIvIBRE BE 1Wi ?. 

te la proposicion del Sr. Zorraquin, apoyada por el señor 

Villanueva, relativa á que tampoco la Gaceta del Gobier - l 

no sufriese recargo alg&o. - 

- .- 

Las comisiones de Marina y Comercio, kformando so. 

bre la solicitud de Doña Juana Gomcz de Barreda (1%‘~ II 

sesion del diu 7 de A?oaiemke), despues de hacerse cargo dc 

los sobresalientes méritos y servicios del brigadier Dor 

Fernando Bustillo, su marido, que constaban de informe 

dado por el general de Ia escuadra D. Juan Villavicencio 

no hallaban reparo en que las Córtes dijesen al Consejc 

de Regencia determinase sobre la referida solicitud, y er 

este caso, lo que le pareciese más conveniente y conformt 

á la equidad. Asi quedó aprobado. 

Presentó el Sr. Laguna las siete proposiciones si. 

guientes: 

«Primera. Que para que sea responsable R la Pátria 

cada Diputado de su opinion, sea la votscion de mis pro- 

posiciones nominal. 

Segunda. Que del seno de V. M. se nombre una co- 

mision de Guerra, y que esta, por el conducto de1 Conse- 

jo de Regencia, convoque ó Ilame al sitio que tenga por 

conveniente, á todos los generales que se hallen en esta 

plaza, y que juntos con esta comision, y de acuerdo unos 

y otros, trabajen y presenten á V. M. un plan para hacer 

la guerra R los enemigos. 

Tercera. Que tambien del mismo seno de V. M. se 

nombre otra ccmision de Hacienda, bajo el mismo trdcn, 

convocando igualmente que en la anterior, tres intenden- 

t,es del ejército, tres da marina, tres ministros de Real 

Hacienda y tres vocales da la Jilnta de Cádiz para que 

trabajen y presenten íí V. M. otro plan de arbitrios y re- 

cursos que con arreglo á las circunstancias puedan exi- 

girse. 

Cuarta. Que para que Ia Nacion pueda contar en po- 

co3 meses con 15 6 20.000 hombres más, armados y 

vestidos, declare Tl. hl. un indulto general para todos 

los juramentados, sean de la clase y condicion que fuesen. 

Quinta. Que el Consejo de Regencia destine á cada 

provincia aquellos jefes que ellas mismas quieran que los 

manden, para que por este medio se excite más y mas el 

espíritu y patriotismo. 

Sexta. Que por el conducto da los generales y jefes 

de los ejércitos, comandantes de division y jefes de pa- 

triotas, se introduzcan en los países ocupados por los ene- 

migos, no tan solamente el indulto que lleva indicado, 

sino tambien proclamas de V. M. en que les manifieste lo 

que t,rabaja por su libertad. 

Sétima. Que de una vez se decida V. 31. á nombrar 

un nuevo Consejo de Regencia, compuesto de cinco per- 

sonas, d saber: 10s cuatro, que sean sugetos que tengan 

la opinion de la Nacion, y capaces por sus talentos de 

poder desempeñar con desembarazo las obligaciones de sn 

empleo; y el quinto, respecto á que las provincias, los 

ej6rcitos todos con sus generales y oficiales, y en una pa- 

labra, la Nacion entera, quieren que los mande una per- 

sona Real, y no otro ninguno, se nombre por Regente la 

persona Real que la toque., 

La primera no se puso 8 votacion, por estar este pun- 

to prevenido en el Reglamento interior de las COrtes. La 

votacion de la segunda sobre admitirse 6 no á discuaion, 

quedó empatada. La tercera, la cuarta y la sexta fueron 

admitidas 5 discusion, no admitiéndose la quinta y la sé- 

tima. 

Continuando la discusion del art. 253 del proyecte 

de Constit’ucion, y de la proposicion del Sr. Gallego, to- 

mó la palabra y dljo 

El Sr. CAPJEJA: Dos parece que son los puntos so- 

bre que rueda la presente discwion; el uno sobre el ar- 

tículo presentado por la comision, por el que se propone 

que Con tres instancias y tres sentencias se conc!uya defì- 

nitivamente todo pleito; y el otro sobre la propwicion del 

Sr. GalIego, relativa 6 que dos sent,encias conformw can- 

sen ejecutoria. Yo no estoy de acuerdo ni con uno ni con 

otro sistema, ni creo que sea prudente aventurar para 

siempre, por un art,ículo constitucional, una resolncion 

tan impw?Rnte; mas ya que se haya de resolver en este 

lugar, preciso es que como legisladores examinemos to- 

das las razones que hayrn de jurt,ificar la conveniencia de 

1a ley. Los ejemplos de 10 que en este punto hayan de- 

terminado y observado otras naciones antlguas y moder- 

nas, y aun nuestros mismos abuelos, podr,2n ciertamente 

ilustrarnos; pero ai debernos tener ttiI adhesion t las prác- 

ticas y leyes antiguas, pátrias ó extranjeras, que les pro- 

Fessmos una servil imitacion, ni debemos olvidarnos de que 

importa más tener cuenta con lo que debamos y nos con- 

venga hacer, que con lo que hayan hecho otros. Es cons- 

tante que los pleitos Fon una plaga del género humano, y 

que las leyes deben evitar que se prolonguen más de lo 

1ue sea indispensable; pero no es menos cierto que sien- 

30 ellos inevitables, las leyes deben asimismo arreglar 

sus trámites de tll suerte que los litigantes queden sa- 

Lisfechos en cuanto sea posibie de que se les ha adminis- 

trado justicia, ó ri lo manos que no se les ha privado do 

los medios de hacer conocer su derecho. Si atendamos, 

?ues, R nuestro carácter pundonoroso y poco sufrido, y 

aun 6 las pasiones que son comunes 6 todos 10s hombres, 

yo no puedo concebir que sea conveniente á la Nacion 

?s.pañola unn ley fundamental, cual la propone la comi- 

rion. Est,ablézcase, enhorabuena, que con tres instancias 

J tres sentencias se dé fin á todo pleito, pero no sea esta 

*egla tan general que no a,dmita excepcion alguna. Cuan- 

lo dos de ias tres sentencias sean conformas, será muy 

usta esta ley; pero si suceiiese que la tercera sentencia 

;ea revocatoria de las dos anteriores, icómo es posible 

creer que fea conforme á la voluntad nacional el que no 

se admitan m9s recursos? Es tal el carácter de todo liti- 

gante, que aferrado siempre en que la justicia esti de su 

parte, jam:ís se aquieta con el fa110 contrario; aunque es- 

ttS pronunciado por tres distintos tribunales: sus pasiones 

:e impsclen siempre á prorumpir en quejas contra Sus jue- 

?es, y aun le persuaden que el favor, el soborno, ó cuan- 

lo menos la ignorancia, le han privado del derecho que 

il se figuraba claro é indudable. Estss son verdades que 

;odo el mundo conoce, y de que no podemos prescindir. 

Y si esto sucede aun con los que hau perdido sus pleitos 

)or tres sentencias conformes, iq ué no debe esperarse de 

aquellos que habiendo ganado dos sentencias llegan 6 Per- 

ier la tercera? iDeberán estos, sin embargo, quedar Pri- 

rados de todo ulterior recurso? El hombre más sensato, 

:1 manos impetuoso, cs imposible que lleve en paciencia 

:l verse despojado en un momento, por una sentencia ir- 

‘evocable del derecho que él se habia persuadido asistir- 

e, y que dos sentencias conformes habian declarado per- 

enecerle. Su propia Persuasion, y, si se quiere, sus Pasio- 

les, apoyadas en dos sentencias favorables, le harán creer 

lae la probabilidad del acierto está tambien 6 EU favor;

WUMEMO 433, 

----‘-- i 3391 

1 e obligarán á desear que se le admita otra instancia, mieentencia 

ravocatoria da las dos anteriores, so parmita 

xime cuando 01 l)lelto versa sobre asunto Interesante ; y una cuarta iuStunr,ia en eI mismo tribunal. EI tinmo insi 

la ley 90 la negase, maldeciria mil veces da Semejante 

conveniente que podrá tecer esta meidida sera que, seauu 

ley, como la más injcsta y arbitrarie,. Además, eU este 

eh, pdrian ernpat;lrre tlùs seutencias cou otras dos, de 

caso si el tribunal ó sala de tercera inrtsncia se compU- 

10 que pudda deducirse la necesidad de una quinta instan- 

&.se solo de tres jueces, como puode suceder aun segun 

cia; mas yo no veo esta neceaidnd, ni creo que debe imej 

sistema sancionadd por lc Censtitaciun? vendria á vcpartar 

demasiado el empate de seatenzias, pues aun en esrificarae 

que el dictámen de dos du rilos causaria una 

te caso siempre merecerán mayor aprecio las doti últimas, 

sentencia irrevocable en co*itraposicion de otras dos sentencias 

y de CUatrO dictámenes contrarios, á saber: uno I como diot-ìdas por tribunsles superiores, y por mayor nú. 

1 mero de jueces, que las dos primeras, g eobre todo, siemdel 

juez de primera instancia, y tres de los de segunda. 1 

pre habria á favor de 1~s dos últimas una preponderancia 

iy quién podrá persuadirse, por más violencia que se hadecisiva 

en ei número do voto,o; porque si, como dtij amos ya 

ga, que aciertan mis bien dos jueces que cuatro? Díg:t- I comprobado, puede haber, con respecto áestos, una igualee 

lo qua se quiara en cuanto á que lùs tribun;íles cl,;. 

dad entre los de tercera instancia y entro lou de primera 

b;m considerarse corao unos cuerpos rorales en que no y segunda, y aun acaro una minoría, a~:regWo:~e los vodeba 

influir el mayor ó menor número de SUS indivíduos, tcs de la cu:lrt2 in‘ilsucia li f,tvor tle cuxlquiera clc los cfou 

lo cierto es que cuanto mayor número de votos concuerden extremos, formarian por necesidad uLa mayoría decisiva 

en un parecer, tanto magor peso y ctin&leracioll sc le d;l. en su fa!lo, 1s que, en mi cLncept0, es ouficients pâru 

Sino iá qué fin cl establecimiento de tribunales coltgia- justificar Ia cuarta sentencia y darle el carácter de irredos? 

& qué la multiplicarion dc iueces, si uno solo valieee 

tanto como muchcs? Las frecuent$ discorclias, cal l- 

sadas cn los tribunales por el empate de votc>,s OU pró 

9 

contra de una opinion, son unn buena prueba de que mL 1- 

~ha8 veces desaparece el d-cantado cons,epto de cuer - 

PO moral de los tribul-ales, y no puede atenderse sin 

aI número de jueces. Pero si aún se quiere sostener f 

expresado concepto moral, entonces vendremos á parar 

segun el artículo de la Constitucion, á la contradiccio 

monstruosa de que una sola sentencia destruya para siem 

pre otras dos iguales á ella en todo. Es, pues, indispen 

sabio que la ley procure dar & la última sentencia ta 

preponderancia sobra las otras, que puedan 10s litigante 

tranquilizarse de algun modo, y persuadirse si es posibl 

Y r”c~ble~ C~ouC!UyO, pues, Con el diet&men de que si la 

t ereera eentencin revúceee las &x+ auterioree, se admita Ia 

c uarta instancia, adoptada antiguamente por la ley da 

6 ;ribiesCa, que fu6 generaimente bien recibida por la ~~~ 

c ion. 

El Sr. MS?JDIOLA: Este articulo, así co*no se lee 

u el wyecto, en nada se opone á que las leyes deterlinen 

que en algunos casos dos sentencias conformos 

ausen ejecutoria, así como hasta ahora lo han determiado 

y 10 desea el Sr. Gallego en su proposicion; mas 

unca Podrá esto determinarse por reg!a genera], ni meos 

tan invariable que haga de graduarse como constituanal. 

El ejemplo de que así est;i determinado cn Ias orfinanzas 

de comercio y de minería, que quitan todo reque 

se ha administrado justicia; y yo no encuentro en 1: lrs? ordinario despuea dt: dos sentenciae contormes, lcregla 

que propone Ia comision sino motivos muy fundado. s de persuadir su imitacion, convento más de bulto toy 

evidentes para que aquel!os discurran todo lo contrario I 10 contrario en el caso de que habla el proyecto de 

Por lo que hace á la proposicion del Sr. Gallego, aun Dnstitucion. 1,as sentencias de segunda instancia en los 

que la encuentro más conforme á razon, no creo que pal lbunales de minería J comercio, SI)U múri bien efdetu tlhj 

W3 sea menos repugnante U. nuestro carácter y á la VO- brdadero contrato entre las partos y BUS jueces, que LIU 

IUntad general de la Nacion. Si pudiéramos siempre COu- ! la forma establecida para loa demäs juicios que reglan 

tar Con la justificacion de los jueces, y si 108 ministror derecho comun; porque apelada la seutencix del inf+ 

de la justicia estuviesen exentos de errores y de pasio- )r, calia una de Ia3 partes nombra Su respectivo jllez, 

nes, seria excelente la Iey que mandase ejecutar sin re. te asociado con el que se llama de Alzadas, conlirmrn 6 

medio la segunda sentencia, siendo conforme con la pri . 

mera; pero como no sie;opre los hombre8 son lo que devocau 

la sentencia, y por este m&odo se ve q11e NC CLJUometcn 

en cada uno de sus negocios al f’ullo de aquellos 

biau ser, ni 10s principies mejores en teoría pueden apli- iSmoS que cIigen á Su satisfaccion J contento; pudienclo 

Cme á la práctica, no debe el legislador confiar de taI 

manera en estos que se olvide de Ias opiniones recibidaS 

em&S de esto recusar, Sin expresar Causa, tres de f»s 

e proponga su contrario; en todo lo cual sc advierte 

Y voluntad general de los que han de recibir la leye Y a semejanza de lo que se practica en 10s jUiCiOS de 10s 

atendiendo á este último fundamento, ipodremos creer que 

nuestros comitentes reciban con gusto la ley que les condene 

á comprometer sus haciendas, su honor y SU vida en dos 

solas instancias y sentencias, y en el dictámen de tres solos 

jueces, uno de primera instancia y dos de segunda? Cuando 

nuestras geniales inclinaciones nos conducen siempre 

B desear que nuestros pleitos sean llevados de uno á otro 

Gril)unal; cuando nuestras leyes concedian tres instancias 

Ordinarias y otra8 tanta8 sentencias, y cuando además 

permiCan los recursos extraordinarios de injusticia notoria, 

nulidad y Segunda suplicacion, i daremos nOSOtros 

de un golpe por el pié con todas estas instituciones’ iEstá 

baEtante preparada la opinion general para hacer tamCa 

innoVaciOn? Yo no puedo creerlo así, ni pue& por lo mismo 

adoptar el sistema que propone el Sr. Gallego. Así 

que mi opinion está reducida á aprobar el dictámeu de la 

comision, aunque no con la generalidad que se ProPoae~ 

si0o COn ia adicion de qnfi en el caso de ser la tercer* 

bitros, que asi co*0 Io exigen las partes, han suscepti- 

)s de la calidad que suelen agregar de que ao Be admiapclacicn 

de 8us decisiones. Todo 10 Contrario HwWIe 

los juicios generales de que trata el artículo en cueSn, 

~~~ jueces no Son conocidos de las Partes; carecan 

as de la satjyfaccion de haber tocado por el antkIlo 

t. su integridad; de haber comparade sU luces, aSí en 

oeneral como eu lo relativo á la provincia donde fon- 

;, que regularmente es 1s más extraas para ello4 9 h- 

la garantía y buena f& de la pública autoridad q”e 10s 

nbri, 6e yometen á sus de&ionzS; que despues, 4 mea 

de su extrañeza, auxiliaa Ias leyes la desconfianza 

que perdiú el pleito, y proporcionan el más conocido 

damento 

la midma autoridad que organiza 

para que9 

33 juicios, establezca sus alzadas, y con la repeticion 

ignrsi,lad _.-__.- de luces nada quede que desear aI qUe jnslente 

pudo desconfiar de una sola. 

si ba de haber alguna diferencia (18 jUeCca Compro-

misarios ó nombrados por las partes y jueces públicos pa- 

ra todo negocio, esta no puede ser otra cosa que los se- 

gundos no puedan como los primeros, ejecutoriar las son- 

tencias de SUS respectivos inferiores. El juez inferior por 

otra parte, aunque lo supongamos integro, imparcial y 

dotado de luces suficient,es, jamás dejaremos de confesar 

que como hombre, juez único en la cuestion, está sujeto 

á las pasiones delicadas que sin sentirlo nosotros mismos 

captan el deseo más bien hácia la una que no d. la otra 

parte, y esto aun antes de que cabalmente podamos exa- 

minar las razones de una y otra. Este muy natural per- 

juicio de nuestra inclinacion, es á mi ver puntualmente la 

razon de que se prefieran los juicios de los tribunales co- 

legiados á los de un solo juez; porque si este por su ac- 

tual temperamento, relacion ó manera, equivoca lo ver- 

dadero con lo falso, ó lo bueno con lo malo, su colega, 

que es imposible se halle al tono de sus mismas imper- 

ceptibles pasiones, corregirá con su desimpresionada ra- 

zon el extravío de la del otro: la imparcialidad del terce- 

ro dará punto á la oposicion ; y vindicados los unos con 

los otros, la sentencia de muchos será siempre preferible 

á la de uno solo, J será por la misma razon la primera 

que debe obrar en el litigante la decision séria y profunda 

de continuar 6 no en cl pleito, y la meditacion de aiejo- 

res y más opuestas razones para emplearlas en su conti- 

nuacion, supuesto su anterior escarmiento. Pero si cuando 

se recibe por la VW, primera ejecutoriamos para siempre 

el pleito, me parece lo mismo que cerrar el escabroso ca- 

mino puntualmente cuando el empeñado en transitarlo ve 

míts perfectamente; halla la luz que se le ofuscaba, y 

puede por sí mismo, mejor que no la autoridad púb!ica, 

deliberar si ha de apelar 6 aquietarse; si ha de conti- 

nuar ó suspenderse. iQué diferencia haremos de lo con- 

trario entre aquellas sentencias que solo confirman las 

primeras, de las que, además de confirmarlas, condenan 

en cost.as al que perdió? i0 qué diremos de aquellos casos 

muy frecuentes en que los mismos jueces que confirman, 

conociendo que puede haber cosas diversas de las Proba- 

das en los autos, ellos mismos aconsejan que se interpon- 

ga el recurso de la segunda sentencia? Todo esto pcrsna- 

de que las sentencias de los jueces inferiores, como de 

uno solo, nunca obrarán la satifaccion de las partes, y 

que cuando sean compasadas por el juicio de muchos, 

que se corrigen los unos á los otros, será la vez primera 

que toquen el ánimo del litigante para deliberar séria- 

mente sobre su aquiescencia ó continuacion en 01 pleito. 

Ni debe parecer extraño que una sola sentencia, como 

por ejemplo la tercera, haya de poder revocar otras dos 

enteramonte conformes, porque como otras veces he di- 

cho, no es el número de las sentencias, así como tampo- 

co el de los pareceres, el criterio ó norma de la verdad, 

sino únicamente la conformidad de los jueces con la ley 

y su más clara adaptacion por el medio en que convie- 

nen las partes. Este convenio posible de las partes es el 

alma de la libertad civil; y como no sea presumible que 

deseen que un mismo caso se juzgue, vea y revea en cua- 

tro ocasiones, 6 que dejen de creer con la ley de Partida 

que abunda el que se examine por tres diferentes tribu- 

nales, bajo del razonable presupuesto de su convenio t;i- 

cito y voluntad bien inferida, se dice que por medio de tres 

instancias, mejoradas y alambicadas las razones, se adap- 

tarán las leyes á los hechos, se obrará la satisfaccion de 

las partes en un sentido legal, y no se admitirá mas ins- 

tancia. No debo omitir por último que dos sentencias 

conformes no admiten comparacion con la tercera que las 

revoca, porque ya la cuestion tiene muy diverso semblan- 

_ - 

te despu de inculcada en esta tercera instancia. 

curso siempre se interpone y se admite en el supuesto de 

su mojora de razones, ó de su variacion, ó bien sea mo- 

dificacion diversa de medios; así que, los jueces de terce- 

ra instancia, que conflrmarian las anteriores sentenciaj 

sin aquella mejora, verdaderamente no hacen otra COSOS 

que mejorar unas sentencias que no se habrian proferido 

si des%? el principio se hubiaran hecho presentes las nue- 

vas razonea. Por todo esto, soy de parecer que dejándose 

á las leyes la decision de los casos particulares en que 

dos sentencias ejecutoríen un pleito, se apruebe el ar- 

tículo en lo general así como se propone. 

El Sr. MORAGUES: La proposicion del Sr. Gallego, 

en mi opinion, que en esta parte es contraria á la del se- 

ñor Meo.iiola, es un consiguiente forzoso de lo que en el 

artículo se dispone, porque tres instancias no pueden dar 

de fijo más que dos sentencias conformes ; así que, de- 

biéndose dar por fenecido cualquier negocio con tres ins- 

tancias, es preciso adoptar el axioma de que dos senten- 

cias conformes causen ejecutoria; esto es, que no se pue - 

dan ya suplicar, porque si no incurriríamos en el incon - 

veniente gravísimo, y aun absurdo, de que la tercera 

sentencia sola, pudiendo revocar las dos anteriores, cau- 

saria ejecutoria contra estas dos conformes, para lo cual 

no puede nunca haber razon, mayormente cuando en el 

juicio de revista á que pilede reducirse la tercera instan - 

cia, no suele ni en buena jurisprudencia debe haber nue- 

va prueba; pues su objeto, que denota la misma palabra 

revista, es reveer ó volver á examinar con más detencion 

lo ya visto y una vez examinado. 

Bajo estos principios, que deberán adoptarse, y CS 

preciso no confundir con lo quo en el dia sucede, que ar- 

bitrariamente se dan las pruebas en cualquier estado dt: 

la causa, lo cual á más del desórden y confusion que in- 

troduce en loa juicios, da lugar á maliciosas dilaciones y 

ocasiona graves perjuicios, tengo por imposible que se do 

una reflexion filosófica,no diré que convenza, sino que ni 

aun incline á creer que un solo fallo, annque dado en ter- 

cera instancia, merezca mayor consideracion, y pueda pro- 

meter mayor seguridad del acierto que dos contrarios 

conformes. No en razon de las pruebas, porque estas se 

dieron y debieron darse en las primeras instancias. Tam- 

poco en razon de los jueces, porque les debemos suponer 

iguales en todo á los del anterior fallo; y menos en razon 

de la instancia, porque ésta de por sí nada influye. fil 

número, pues, de sentencias conformes es lo que tan 

solo nos puede dar una certitud moral en que debemos 

descansar, porque física nunca la tendremos, de que eu 

ellas por su conformidad está el acierto. Esta conformi- 

dad es la que debe aquietar á las partes:, terminar sos 

controversias y causar á su pesar ejecutoria, porque Ck3 

preciso, como muy bien dijo el Sr. Alcocer, dar fin 6 los 

pleitos; y la conveniencia pública se interesa en que dn- 

ren lo menos que sea compatible con la recta administra- 

cion de justicia. 

Entrando, pues, á tratar de la proposicion del sefíor 

Gallego, me parece que en el sistema adoptado se hace 9 Xi 

no imposible, á lo menos muy difícil de creer que por dos 

distintas veces, y por diversos jueces, todos rectos é intc- 

Iigentes, porque tales los debemos suponer, se haya de 

faltar en un mismo caso en la justa aplicacion de la ley. 

Los jueces de primera instancia, segun la Gonstitncionp 

han de serlo todos de letras, y nombradcs Y escogidos Por 

el Gobierno; y por lo mismo los hemos de suponer (suPo- 

sicion precisa en ellos, precisa en los togados Y Prer.sa 

en todo sistema) con las virtudes y suficiencia necesarias 

para el fiel desempefio de su oficio. Agrégase 6 esto que 

ellos saben que BU fallo ha de pasar, si las partes no 93

aquietan, á la Censura del tribunal superior, que podrá y j 5 consulta la opinion de éste, es bien segura que Ia elpedebe& 

castigarles cuando culpablemente hubiesen faltad0 ri?Ilcia de 103 lanles qL1e 

son consiguientes á uu Dleito 

cn la jubta a@aOion dv la ley; y todo mO par-OO iniia 

CC : 

a 

reñido Y largo, qU6 SC so&r:ue 133 m& v~;c:~ por teruoriuna 

presuucion muy poderosa de la jl~~tici~ & su fdg 0. dad Y por vaw ostautarion de h&ï aplrZuiJ,, todos loS re _ 

Pero si la parte no se contrnta, pueden aUn pus:,r el Pii :i- i cilrsos, y que vea el co .l;?igantc tiu0 ~1 íl,le YC Cpee 

to al cococimiento del tribuna! superlo;, CompUe& ( 

agrade 

i V;aí10 cedió SC.10 tiO Sll eLïJ);ll; pOr(iuo Ias iay*;; le Oiürr:au 

3nlchOS jueces: S2 Ve de nuevo el asuut0, se venhila, se 1 el pW3 L recialnitcioues u:tzriûre3, r,~tuife5t;rr:; üll ~lesco 

disputa; y si Se conf%+ma la scntencia dzl infcriar, i&+ 3- 

mos a’.ln dudar de la justicia del failo? irían de ser 1 

i de w se apXle!JS y sanciwe p3r V. :,i. Ia propcs:cioa 

os i dsl Sr. Gdh.$O, al paw que 10s lit,igantd:s qUc proo~den, 

pleitos intermina&les? 8i se requiere tsrcera sentencia ~01 Ll- 1 6 mal acorwjados, ó demasidlo satisfechos, si eu Jug;tr 

forme, jno s3n entonces necesarias cinco instancias COIY 10 de tres ó cinco insthncius que crey pracisas Jguuo do 

manifesté pocos dias hace ? iN 5on necesarios más mini S- 

I 103 se?íoreu que preopinaron, sa le concediwn 12, no SC 

tros? ~NO resultan mayares gastos, incomodidades, dile L- aquietarian con la undécima sentencia. Si se habla de lOs 

ciones y otros inconvenientes incompatibles con el bien i 

9 t dzsess de estoJ , Soy da1 mismo parecer q112 c! sciíor rjuo 

felicidad de la Nacion? 

ha pensado así; mas V. ?J. n’j d~l~3 atenhrlos, ni dar 

Pero algunos seiíores, conviniendo en que dos senten raOsrt;ad para 

riencia y por otras refiexiones. Toíias ellas, en mi juicio apelar y repetir las icst,ancias en los juzgados cclesiástison 

muy problemáticas, y de ningun modo pueden des ;- / cos, en los que no so causa ejecutoria hasta que hay tres 

vanecer las razones fundamentales anteriormente ex - i eentencias conforme3 de toda conformidad, y estas quepuestas 

por el Sr. Conde de Toreno, que debes. tsnera ;e ; jas deben convencer 8 V. N. de que los votgs generales 

por unos principios; antes al contrario, el mayor mímer ‘0 , ( de la Yacion 3011 que de tal suerte se tsrrninen 103 negode 

jueces, siendo inseparable del mayor número dc pasit 1- l cios judiciales con dos falles uniformes, que no quede lunes 

y de relaciones, el espíritu de corporacion, su maye gar á nuevo exámen, lo que ya apoyaran otros seiíores 

independencia, porque la responsabilidad, si es que pued a I :on razones sólidas, y no debo repetir. Como alguno CIS 

hacerse en ellos efectiva, per& muy difícil d? conseguir ‘* 7 t ?&os exigian de nececid¿id que 1~s dos scntenciss fuwcn 

el tener que fallar ordinariamente por una sim:,l0 rekio le tribunal cole$ado, el 9r. Sloragues ha demostrado que 

del proceso, que á veces no bien se percibe; cokjado est 0 ; ( le!,ia s.pwbarse la pr0p0:.icion de! Cr. C:tliego , aunque 

con el detenido y escrupuloso exRmen de loa au?os C/U e j 1 1n3 do aqUellas fuCso del juez inft:rior : estv (18 aquí alia- 

Por sí mismo hace el juez ordinario, enterado ya desde c lil ante, s~gun Jo sancionn,Jo por V. N, debe ser letrado, y 

Principio de tados SUS trámites; qne á su arbitrio SO tomr ;3 verosímil no recaigan est0s nombramieatos sino cn per- 

01 tiempo de meditar, estudiar y aun consultar el casc ;0nas que hagan dado pruebas dc su instruccion y conopara 

el acierto; el interés particular que en esto tiene ,ic iimient03, dC su reatitud y m:ís prendas que aeeguren SU 

porque debe temer que su fa110 pasara al Tribuual Sw- buca desempello; y en esta supue5t0, ipor que las YcUtenrior, 

que tiene en su mano llevar á efecto su responsaFJi- ia qne pronuncien, cuando fueron confirmadas ya UII:L 

Mad , creo yo que todo persuade que si no en mayor, i ‘ez por el Tribunal Sllperior colegindo, 8~ Ilar! (lo mira) 

10 menos en igual grado se halla la presuncion del aciert( on tan poea confianza, que se haya de CUIEIX~ :XII~I seen 

el tribunal inferior como en el superior; y sobre todo! hunda confirmacion para que C%USeIl CjeCUtOI’ifi’~ YU, sI:si 

para terminar los pleitos nada se ha de adelantar COE or, las contemplo con Ia misma fuCrL8 J COll i;naI Jbrf:. 

*l fallo de primera instancia ; si éste ningun efecto ha de UncioO, cuando merlos del acierto ~UC las: de JUS triblm:rproducir, 

quítese el tribunal inferior y se ahorrarán gas- js cole$a(Jofj, como (Jac]as por sugetos OO qoieuw lJCll::l! 

tos y tiempo á las partes. Varíese el sistema 9 principien aponerse jguales conocimientos que Ou lr:S miflisitrw4 (II: 

10s pleitos en las Audiencias. Pero esto nunca puede COn- 

1s Au(jiencias, y acaso más detenc,ion Cl1 el (~s:irnu~ tliJ 

venir 6 la Nacien. Así que concluyo aprobando la idea ,s CaUSRS y de Ias doctrin:is qu(; deilen tcUCr:iC . 1s 

JJI’WC~lf~~:S 

del artículo y la proposicion del Sr. Gallego, que más 

ara 5u decision. 30 ~3 mi {iuimo ofcnrler con CSt:L CX[)Ocion 

á lOs dignos magistrados clc loe tribUUalf?s YU[)?l’iLJbien 

debiera ser un axioma legal que una Iey fundamental 

3e, ni del)i\itar en la opinion pública Cl 

, y por lo que toca & los reparos hechos p0r el 

mErito tJ0 sUs rcseñor 

I 

Caneja, á más de que podrkn prevenirlos las leyes aUn soluciones; pero iquién ignura que por 10 wnun vnn :u 

en las Audiencias en que no haya más que siete mini+ tribunal sin saber qué juicio ha de verse on el dia, qu6 

tras, me parece que, no determinándose por la ConstitU- llechos son hs que han do 6ujetarX A Su CX:iIIlCn , Y rill,C 

cion el mayor número de estos, n0 pueden de ninguna no siendo un negocio de gravedad alIí !niSm’I se dstermlmanera 

impedir la aprobacion del artículo. 

Aunque en la lista de lo3 pleit03 ]r esJwliento3 seFia- 

El Sr. VAZQUEZ CANGA: POCO tengo que decir des. lados para verse en la semana hallen los nombres de JOS 

PUes de haber oido al Sr. Moragues. l?l ha apoyado la litigantes, y rlue se trata de restitucion de fJiLm?S, por 

ProPosicion que se discute, creyendo suficiente3 dos sen- ejemplo, de un retrr&o 6 de un? cosa S~imcjantc , jccím!, 

tencias enteramente conformes para poner fin á lOS pleihan 

de ver anticipadamente Ias leyes 9 dOCtrinaS qUe detos 

, aunque la una sea de juez inferior y no Se Pronunbsn 

tener presentes para Ia decision, si uo S~~CU IOS hecien 

. . ambas por tribunal colegiado, en 10 que soY de su chas Cn que cada Mgant, 3 afianza su derecho? K1 jwz 

letrado examina por sí el procec-o dC3puC3 de instruirlo, 

oplnion. Algun señor preopinanto cree que esta resolucion 

de ‘* M. Chocaria con las p retensiones y deseos de 10s 

psra lo que se toma el tiemp necesario ; IU3 detCn!~lamente 

la3 leyes; coteja y pesa con criterio lC$ la3 01~1 

‘iudadanos; pero es preciso no equivocarnos, ni confundir 

,.,iones (le IOS abogndos, y be resucl~t 2 dea;jues do toio 

laS pretensiones y deseos de los litigantes con los del resto 

á dar el fallo qne le parece más Juet0; i? n0 ae m+ 

de1 pueblo, que ningun i&rés tiene el el litigio, 

.599

ece& éste cuando menos igual confianza que el de un tri- 

bunal colegiado? 

Estas reflexiones, y las más que ha hecho el Sr. RIo- 

ragues, me dec!deo á aprobar la proposicion del Sr. Ga- 

llego, y soy de d&ámen que dos sentencias enteramente 

conformes causen ejecutoria, aunque la una sea daIa por 

el juez inferior; mas aunque V. N. lo snncions así, aun 

creo que debe esaminsrse el artículo en los términos que 

le propone le comieion de Conetitucion; pues aunque el 

autordelaproposicion hamaniftistndo que aprobada é-ta se 

removian las dificultades qlie Podia ofrecer aquel, por miis 

que esto sea así por lo comun, aun puede verificarse caso 

que en t,res sentencias no haya dos en un todo conformest 

cualidad que el Sr. Gallego tendrl por precisa para que 

el pleito se termine. Si intentado el juicio de particion de 

herencia, el hijo primogénito pidiese que se excluyan del 

globo partible tales y tales bienes como vinculados, el 

juez inftirior los declarase de esta calidad, interpuesta. 

apelacion, la primesa Sala de la Audiencia revocase la 

determinacion del juez letrado, declarándolos libres y 

partibles, y la segunda Sala en la tercera instancia deci- 

diese que parte eran libres y parte vinculados, habria 

tres instancias y otras tantas sentencias; mas no hnbria 

dos enteramente conformes. Lo mismo puede suceder en 

las causas criminales; pues si eI juez inferior condenase 

al reo á servir en los presidios de Africa, en la primer 

dala se le impusiese lo pena de muerte, y en la segunda 

se le destinase á Filipinas, tambien habria tres instancias 

y tres sentencias; pero no dos conformes de toda confor- 

midad. Propuse el ejemplo de las causas criminales, por- 

que, aunque en el capítulo á que corresponde el artículo 

que se di-cute, so10 se habla de 13s civiles, yo noto, sin 

embtirgo, qu9 este esta concebido con t,flnta generalidad, 

que puede abrazar todo3 los juicios, prinripnlmente cuan- 

do en todo el catrítulo siguirnt: n’tda se habla de las ins- 

trncias que hs de hab?r en las criminales para que ha- 

ysn de merecer ejecucion !as sentencias que en el!os se 

pronuncien. CJntra~éiidome. pues, ;i los caso5 propuestos 

por mi, y otros se:n?jnntes que pueden wrificaree fre- 

curntrnente, soy de opioion que se apruebe el art. 283; 

que ningun nh::ccio s::a susceptible m:ís que de tres ins- 

tancias y tres sentencias, y que cuando en ellas no hava 

dos conformes de toda conformidad, cause ejecutoria la 

tiltima por la mayor ilustracion que ya ha recibido cl 

asunto que se controvierte, y por el m9yor numero de 

jueces que dieron el fallo; pues aunque nlgun seííor ha 

dicho que su mérito no se regulaba por número, peso ni 

medida, le ha movido aquel á apoyar el artículo, y de 

El ha deducido algunas consideraciones para sostenerle. 

El Sr. MEMDIOLA: Es menester deshacer una equi- 

vocacion del Sr. Moragues, que supone que en la última 

instancia no podrá variar el aspecto de la cuestion , así 

como sucedia en las sfiplic9s. Esta tercera instancia que 

popone el proyecto no es súplica, sino una verdadera ape- 

lacion sujeta á diversos jueces, que por lo mismo no pue- 

de llamarse ya revista: tiene lugar el axioma trillsdo que 

dice: ira appellationes causa, non allegata allegaba , et 11011 

Fro6ala pro6a6o: así que se ve que variará de hecho en to- 

das las instancias el estado de la cuestion.» 

La discusion quedó pendiente. 

Se levantó la sesion.

ERALES ~E~TRAORDINARIAS. 

SESION DET, DIA 9 Dli: DTCIEhfBRE DE 1811. 

Se leyó un parte del jefe del estado mayor general, en licencia hasta Ia venida de uno de los Sres. Diputadosdo 

4 cual inserta otro del director general de artiileria, re- / Filipinas, para que estas islas no quedasen sin represen- 

Iativo R las acciones que tuvo el brigadier Baron de Ero- : tacion; pero que habiendo llegado ya, y tomado posesion 

IW eo Igualada, Cervera y Belipuig 6 mediados de Octu- 1 el Sr. D. Ventura de los Reyes, Diputado por BIanila, subre 

último. 

i plicaba se sirviese mandar que por 10s Sres. Secretarios 

I del Congreso se le diese certificacion dr,I Acta del 22 del 

: expresado JuIio, para que Ie sirviese de documento para 

Se ley6 un oficio del encargado de1 Ministerio de ; realizar su viaje. Así lo acordaron Ias Cortes. 

Gracia y Justicia acerca de la expoeicion hecha por el se- 1 

iior Bege de Cisneros, sobre la cual se mandó pedir in- i 

forme al Consejo de Regencia en la sesion del 30 de Agos- i 

to último. «Como ni el virey ds Nueva-España (dice el 1 Acerca de una instancia de D. Prancisco Fábrega, 

referido Ministro en dicho oficio), ni la Audiencia de X6- relativa á que se trasladasen á la Tesorería general los 

jico hubiesen consultado á S, A. sobre variar el sibtema ! caudales de que habia sido depositario por nombramienque 

rige en el ayuntamiento de aquella ciudad, ni diesen ’ to del juzgado de la intendencia, y se hallnn cn manos 

Cuenta, como debieron, de hsberlo variado, he pregun- j de D. Francisco José Pavon, opinó la comision de .Justitado 

de su órden al Consejo de Indias por si se habian cis que se repitiese dicha instancia, con los documentos 

dirigido 6 este tribunal, el que ninguna noticia tiene de 1 que Ia acompañan, al Consejo de Ilegencia, prra que pasemejante 

novedad, y ~010 Conserva testimonio de una , / s&doia al tribuna1 que corresponda, disponga éste Io que 

consulta que aquel acuerdo hizo al virey, remitido por proceda en justicia á Ia posible brevedad. 

éjte, del que resulta haber discutido por incidencia IOS 

ministros que asistieron al referido acuerdo, si será mis 

conveniente hacer bienales los oficios de regidor ; y anuqne, 

excepto uno, los demis convinieron en esto, el vi- La comision de Poderes expuso que la proposicion del 

reY s9 abstuvo de mandarlo por el conocimiento que tie- Sr. D. Nicolás Martinez Portun, presentada en la sesion 

ne de que ~010 

l 

el augusto Congreso puede hacer esta iu- del 12 de Noviembre último, no era admisible, porque 

E0Vacion.o Las C&tes quedaron enteradas. 

no le constaba oficialmente el fallecimiento del Sr. Tiidalgo, 

que se hallaba ausente con licencia; que aun cuando 

constase, no debia venir suplente alguno en su lugar, 

j porque los Diputados por las ciudades de voto en CGrtes, 

Despues de haber prestado el juramento presqrito, I ( como lo era el Sr. Hidalgo, no los tienen; debiendo las 

tomó asiento eu el Congreso el Sr. D. Ventura de los ! ’ ciudades en ta1 caso hacer, si quieren, nueva eleccioo: J 

Reyes, Diputado propietario por las islas W?inas. que por lo que toca al suplente por el Sr. Andújar habian 

ya las Córtes mandado en 21 de Marzo, que viniera, 9 

1ue por tanto no podia hacerse otra cosa que repetir la 

Srden para que lo verificase. Aprobaron las Córtea este 

Se leyó una exposicion del Sr. Tagle, en la cual ha- iictámen. 

cia Presente que habiéndole concedido 5. M , Por las r*z”Qea 

que expuso en 22 de Julio, licencio para pasar 6 

BU Ca88, rea~lvi~ el 0qpt~~0 saepnderle el UfN de dicb Conformhdose las miemw oon el pareaer de la l CO4

--- 

Con arreglo al dietjmen do 1: comision de Baldíos, SI 

mandó pasar ri la de Agricultura, para qne informe : 

In mayor brevedad posible, el espcdinnte suscitado por e 

Sr. tfordillo, y por algunos vecinos de la villa de 1~ Pue, 

Lla de Guzman sobre repartimiento de terrenos. 

A propuesta de la comision de Justicia, se mandaror 

devolver al Contle del Parque sus instancias, relativas a’ 

repartimiento que le hnbia tocado en el empréstit:), pri- 

mero de un millon de pesos fuertes, y despues de 10 mi- 

llones de reales, por pertenec:r csle r,iuUto al Poder eje- 

cutivo; y resolvieron se diga al Ccnsejo de Regencia que 

si el Conde acudiese con nuevo recurso determine lo que 

le parezca más conforme. 

Conforme á lo resuelto en la sesion del dia ‘7 de este 

mes, se abrió la discueiou sobre la consu!ta hecha per la 

comision encargada de examinar el proqecto presehtsdo 

por el Sr. D. Andrós de la Vega, leida la cual (vk~se di- 

cha sesima), ¿iijo 

El Sr. CANPJA: PeiTor, creo que erto debe ofrecer 

pocas dificultades. Todo cl mundo conoce que es necesa- 

rio organizar el Gobierno co1110 mejor conver!ga para la 

felicidad y bien de la PHtria; est,o es, quitarle las trabas 

que entorpecen EU Rccion, y tomar las medidas neceen- 

rias para que pueda obrar lihremente. Cuando se formó 

el reglamento del Pcder ejecutivo, se estrecharon dema- 

siado sus facultades; pero entonces nos faltaba la expe- 

riencia que ahora tenemos, y creíamos que semejantes 

trabas no producirinn los inconvenientes que estamcjs pal- 

pando. Ahora Por fortuna biene V. Xi. sancionada la ma- 

yor parte de la ConstitucioD; lo está yn la de la Potestad 

legislativa, y de la ejecutiva, y dentro de pocos di:le lo 

estar; tambien la judicial. Pero coando se t:titti de orza- 

nizar el (:ohierno, que dice relncion COI; lae doa primeras 

partes, supuesto que se tin meditado In mat,eria con toda 

la circunspeccion que requoria; y hnbiéndoue teni’lo pre- 

sente cl grande enlace que debe hnbar entre los (los Po- 

deres, legislativo y rjecutivo, wtamos en estado de poner 

en Planta el Poder ejecutivo. Ln Constitucion previene 

que cuando la Nncion esté sin Rey, ya sea por su menor 

edad, ya por su ausencia, óya por cual’luiera otro motivo, 

haya una Regencia: por coasiguiente, nosot.ros esta:nos 

on este mismo caso. El Rey Por desgracia esta awente, y 

es necesario apelar ii una Regencia, rlue es lo que hog te- 

nemos ya; pero es tambien necesario que t,enga todas las 

facultades que debiera tener el Rry, i menos que haJa 

algun irnpcdimeoto. Yo por mi no encuentro alguno. 

Con que la cuestion es si conviene autorizar mRs al Con- 

sejo de Regencia. Por mi parte creo que, á excopcion del 

octo que se concede al Rey en la eancion de las leJes, 

deben darse á la Ggencia todas las facultades que á 

aquel concede la Oonetitucion. Supuesta eeta .necesidad, 

- 6 

qs,: -jo i;;’ tai 13 i, Ug:3, CY preiiai) qilt> cl &nsejo de Re- 

t;encia co;ls111ta ai dù Est:uo eil los asuntos que debe 

hacerlo el Rav . , st?gun la misma Constitucion. Debe, 

pues, cìefirse este Cz nsejo !ueg:o clu@ se ausbe dz saucionar 

lo per;-. nhcieuta 5 1;1. p it;stsJ judicial. Soy no cbstalite 

de pnre?rr ~GC en ISS circunst:;ncias actuales no 

scr,i ncees?r:o qu? :ean 41) los consejeros de Estado. La 

economía, que tanto reclsmnn las urgencias de la Pát,ria, 

C~ig? ~UC el nfimero de consejeros no sea tan crecido, 

SUD sul:onier?do que su sueldo sea el dc ~0,000 rs., que 

es cl mísimun que V. hI. tiene seiialado. nle persuado 

que 20 Consejjews terian cn cl dia bastantes; pero sobre 

tOtl0, mi opiuion es que se plant,ee cuanto antes el Consesejo 

de T

Rey, y que hubiese una Junta de Ministros, como ha dicho 

el Sr. Polo. La comision exige una base para poder 

fundar su dictamen, porque sin esto podria caer en equivocaciones, 

resultando la pérdida de tiempo en asunto tan 

interesante y urgente. Si V. X. decide que no haya ahora 

Consejo de Esrado, la comision mirará el proyecto de 

una manera muy diferente. Pero icómo, estableciéodose la 

Regencia, segun quiere el proyecto, no se ha de poner en 

planta el Consejo de Estado? Entonces seria conceder á la 

itucisn debe ponerse en ejscucion, 6 no. En estas ciriustancias 

debe ponerse en planta todo lo que se pueda, y 

kor consiguiente el C ms?jo de Eqtado; pero con la mitad 

le sus indivíduos, para que cuando venga el Rey pueda 

legir la otra mitad; pues de lo contrario resultaria el inonveniente 

de que el Rey, cuando viniese, tardaria acaso 

truchos afios en poder hacer una eleccion de consejeros, 

f de que no fuesen de su confianza los nombrados por las 

lórtes. Si ahora no 88 plantea este Consejo, que debe ser el 

Regencia más facultades que las que la Constitucion se- poyo de la Constitucion, quedará esta, como han dicho 

Eala al Rey; pues debiendo este oir su dictámen en varios Igunos señores, como un cuadro colgado, lo que en manegocios, 

quedaria ahora la Regencia sin aquella especie Lera alguna debe permitir V. M. si quiere la aalvacion 

de freno que se pone al Monarca. Así creo que para la e la Pátria. Y puesto que 1s Constitucion dice que la 

comiaion es punto eseneialísimo que V. M. declare si ha tegencia ha de ejercer la autoridad del Rey, y que el 

de haber ó no Consejo de Ritado, á no s3r que aurc3 se )onsejo de Estado es su único Consejo, debe este establequiera 

entrar á tratar de la proposicion que ha indicado er3e desde ahora, para lo cual hsgo proposieion formal: 

el Sr. Anér, en cuyo caso me reservo hablar para cuando Que el Concejo de Ertado se plantee desde luego, y que 

se discuta lo que yo entiendo debemos mirar como pun- lar ahora conato solamente de 20 individuos.* 

to principal. V. M. decidirá lo que se ha de hacer pri- EL Sr. GONZALEZ: Apoyo lo que ha dicho el señor 

mero. 

breopinante, y afiado, que si V. M. ha visto congran do- 

El Sr. PRESIDEnlTE: El Sr. Anér no ha hecho pro- or que hasta ahora no han eido obedecidos sus decretos 

posicion formal. La consulta de la comision se reduce á r providencias, menos esperanza le quedará de que lo sea 

si se ha de establecer el Consejo de Estado, 6 no; todo 10 a Constitucion, papel que, segun la opinion pública, ea 

que sea hablar sobre esto, está bien; con que puede V. 5. nug interesante, y hara felices á los ciudadanos que hasta 

continuar si gusta. 

,quí no lo han sido. La humanidad, Señor, ae resiente de 

El Sr. GOLFm: En lo poco que he dicho me parece ue hasta ahora la libertad de los ciudadanos no ha sido 

que he dado la razon mas poderosa para que se establezca uás que una quimera, un fantasma que no existe. Por 

el Consejo de Estado desde luego ; porque si no, era dar lonsiguieute, si V. M. no trata de establecer un Consemuchas 

más facultades al Consejo de Regencia que al o de EStado, ya sea de 40 indivíduos, ya de 20 ó de 15, 

R3.v; y basta recordar las reflexiones que se expusieron IO hahremos hecho nada: y Riendo elegidos por el Conpara 

negfíraelas al Rey; pues 1~s mismas y más poderosas rreso, serán por decontado adictos á V. M. y al bien de la 

razones hay para neg;iraelas tambien á la Regencia. Ade- r’átria. Sobre todo, en los que más debe V. M. fijar su 

más, encuentro otra coda en favor d?l wtablecimiento, y zonsideracion es en que sean patriotas, verdaderos amane3 

la necesidad de poner al lado de la Regencia un cuer- tes de le Pátria, los que en el dia estkr más perseguidos. 

Po interesado en sostener la Constitucion, cual debe ser Estos, est.os serán los que mejcr sirvan j V. M.; los que 

9 lo Será precisamenteel Consejo de E3tado. Mas lo3 Coa - tomen interés en que se cumplan los decretos del Congre- 

33jerOS, siendo nombrados por los Diputados de estas Cor- so; en una palabra, serán unos verdaderos padres de la 

t33, tendrán ásu favor la prosuncion del voto de la Naoion, Patria. Apoyo en todo el dictámen del Sr. Torrero. 

9 estarán interesados en sostener la Constitucion Y el El Sr. GORDILLO: Señor, me parece que el Congrcnuevo 

sistema de gobierno qua vamos estableciendo ; da- so no puede resolver acerca del establecimiento del Conrán 

md3 peso á las providencia3 de Ia Ragencia, fas cua- sejo de Estado, entre tanto que no 8Sté persuadido de 

133 3aWán con más acierto, sabiduría y mejor consejo. cuáles han de aer las facultades del Consejo de Regencia. 

E3tos motivos son los que se me ocurren á favor de este ~3 verdad que es un punto enteramente diferente el deestablecimiento; 

por lo que pido qU8 desde ahora mismc clarar cuáles han de ser las atribuciones del Consejo de 

83 eutablezca. 

Reg:ncla, 6 el e tsblecer el de Estado. Las circunstan- 

El Sr. VILLAIQUEVA: Tengo por muy oportuna 13 

consulta que hace la comision. La Conatitucion preVi8nf 

cias en que se halla la Nacion son las que únicamente 

pueden determinar si se han de ampliar las facultades 

que cuando falleciere el Rey, ó por cualquier otro motive del Consejo de Regencia; por consiguiente, antes que esto 

estuviere Vacante el Reino, se nombre una Regencia, J se determine me parece que no hay necesidad de ocurrir 

que osta ejerza las facultades del ReY en el moda que de, 6 la formacion del Consejo de Estado Me confirmo tanto 

termin3n las Córtes. Pero todo esto supone planteada 11 más en esta opinion, Cuanto que se deriva de las mismas 

Con3titucion; más no e3tándolo en 31 dia, deberá reducir, razone3 que tuvo la comision para proponerlo en su proae 

la cuestion á 10 siguiente: iconviene que se eatabh- yecto, y de las atribuciones que en él se le señalan. Dice 

Ca el Consejo de Regencia bajo los términos que proponc la Constitucion que el Consejo de Estado es el Consejo del 

e* Sr. Diputado Vega sin esperar á que se plantee h Rey, y al cual este debe consultar en los asuntos árduos 

Con3titucion? La duda >estj 8n 3i deberá establecerse dc del Reino para la sancion de las leyes, declara:ion de la 

‘a modo distinto de como está en el dia. Por 10 tanto, Y( guerra, ratiflcacion de la paz, etc. Pregunto ahora: jno 

creo que es oportuna la consulta de la comision, pues Parr será más regular en et WtUd estado de cosas, que habienestab1eeer 

edi8 Consejo de R8genCiR, es precia0 resolvel 

antes 3i 3e debe gobernar del modo que previene la Cons 

do Córte3, como 13s hay, no pueda el Consejo de Regencia 

determinar acerca de unos asuntos de tanta gravedad y 

titucion edindo ya egtablecido 81 Consejo de Estado. 3 trascendencia sin consultar B estas, y aun mejor, sin su 

de ahí se deriva la necesidad de tratar previamente ei s1 consentimiento y aprobacion? A más de que 3e va á esestab1eeerá 

ahora ó no el Consejo de Estado. Esto e3 ll tablecer por el Proyecto que un Ministro no pueda resoi- 

Que debe resolverse. 

ver 10s asuntos de su respectivo ramo siu sujetarlos á 

El Sr. MUSoz TORRERO: Creo de absoluta um- la ilustracicn 9 exámen de todos los demas Ministros para 

sidad e1 que se establezca 01 Consejo de Estado en auseu 

ci& del Rey, N o quieiers que se pueieee en duda ai la C~W 

presentarlos deapues a la sancion 15 reeolucion del Poder 

6j6cutiYOo Veamo& PUaS, como puede el Uongreso decidir

hIvq-._m-l_--. - “4 -.~ --I_--.e--_ 

2308 9 D-E BXCIElblBRE DE 3.811. 

.- P .- -

navecilla se le provea de buenos marineros, que 6 fuerza ;ituyentes. Entre tanto, aseguro á V. M., COn dolor de 

de vela y remo la lleven adelante? V. M. seria el obje- ni corazon, que si este Consejo de Estado no se estableto, 

y aun digno (permítaseme esta expresion) de la exe- :e existiendo estas Córtes, la Constitucion que tanto tracracion 

del genero humano, si dtispues de haber gastado oajo nos cuesta, quedar& en una bella idea como la rctanto 

tiempo en la (,‘onstitucii:n, no tratara de radicarla 

v establecerla. Hacer leyes es ccs.1, muy f.iLcil, mucho más 

gn un sigl~ de tantas luces (come q¿?e nos pueden Yerïir 

pública de Platon. 

Por lo demás, es un círculo vicioso decir: veamos qué 

kcuitades ha de tanrr el Consejo de Regencia para ver Si 

las de todos 10s que nos han precedido); mis la obra lebo cstableceree el de Estado, cuando la COmiSiOn dice: 

grande (iel legislador es sostener Coll firmeza las 1eJes veamos si hay Consejo de Eatado, para saber que facultades 

que sanciona. Sostenga V. XI. la Constitucion por medio ge han de dar á la Regencia. Se trata de un so10 objeto; 

clo una corporacion de tal oaturaleza, que aunque n,o se i saber: la felicidad ó prosperidad de la Pátria; y S8 trata 

acierte en la oleccion de sus indivíduos, han de estar insi convendrá para lograrlo dar al Consejo de Regencia 

teresados en su consexwion. Además, indivíduos slegi- tales ó talos facultades ó medios. En este estado, no es 

dos por ios Diputados es de presumir que tengan las mis- menester otra cosa sino ver cuál ha de ser la fuerza (hamas 

ideas que la mayoría que los eligió, porque cada uno blo de la moral) del brazo que ha de manejar la máquina 

tendra buen cuidado en elegir hombres de su opinion. del Estado; porque si yo pongo instrumentos fuertes en 

Ray otra cosu: si las leyes constitucionales, acaso Por las brazos débiles, serán oprimidos; y al contrarío, si pongo 

circunstancias difíciles, llegan si ser un crímen, iquiere en brazos fuer& iastrumentos débiles, no podrán obrar 

V. M. que scan tratados como delincuenteslosque las han con toda la energía correspondiente á sus fuerzas. Así 

promovido y sancionado? Es preciso, Seiior, que 10s Dipu- que, pwa facultar al Gobierno, es menester ver en qué. 

tados busquen padrinos que sostengan su obra. Por filti- estrdo de fuerza moral se halla, pues cual sea el grado 

mo, Señor, nosotros no solamente no tendríamos al Reg, de opinion, tal ser; el grado de seguridad.. . porque aunsino 

que nunca le habríamos perdido. Pero en el entretanto 

que no le tenemos, iquiún tendra la direccion de 

!os asuntos guburn:itivoE? iA quién consultará el Gobierno 

en los asuntos árduos? ~NO dice V. 31. que cl Consejo 

de Estalo es el que d:be eutendw en esto’! hes si 

que debemos dudar de nuestra seguridad, los españoles 

SO’I hombres, eunlue grancl85: y acordkmonos de lo que 

puedo ac,:nt,:cer, es menester que tengamos cierta desconfianza; 

y si no i p,r qué V. M. no ha dejado al Rey 

que obre sslo, sino que le ha propxcionado el atractivo 

V. M. lo ha dicho, ejecfitclo. Solo un argumento se PO- del Consejo para llamarle al camino recto, dado caso que 

driu opon?r, qllr:, sin embargo, no sn, ha h:cho más que por alg:i~o extravío acciiientxl se sepwara de él? iY hemos 

indicarlo; á saber: la economía, nltimo recurso á que se d8 pensar que hay un español que 93 crea de mejor coraacude, 

Pues en esa mismaestoy encontrando yo una prue- zon que el Rey cuando se dice que los ReyeS están puestos 

ba mba para que se establezca elConsejo de Estado. V. 91. por la Divina Providencia en los aólios, la cual por conha 

insinuado que debe componerse esto Consejo de hom- siguiente tenlrá buen cuidado de formarles su corazon, 

bres experimentados, sábios, y de una probidad á toda haciéndolos dignos de ocuparlos? Así que, por una parte 

prueba. La mayor parte de estos hombres se hallan en los recelos justos que deben tenerse, por otra la necesidad 

otros destinos; muchos no los ejercen actualmente, y sin de que se ponga en planta la Conatitucion, por otra la 

embargo, disfrutan el sueldo, como es regular. Pues mu- paciíicacion de la América, y por otra ( y es la principal ) 

chas de estas personas, que están á pesar suyo siendo la seguridad de los mismos Diputados, mi opinion es, hab’ravosas 

á la Nacion , jno ocuparán un lugar en el Con- blando, no como indivíduo de la comision, sino como Di - 

sejo? Hay más; iqué quiere hacer V. RI. de una porcion 

de indivíduos de muchas corporaciones que tiene supriputado 

del Congreso, que se haga lo que ha propuesto el 

Sr. Torrero. 

midas? Si V. M. hadeterminado que haya un solo Supre- El Sr. ZORRAQUIN: Estoy conforme con las ideau 

UO Tribunal de Justicia , iquerrá que perezcan muchos del Sr. Diputado último, y solo añadiré alguna reflexion. 

Indivíduos que precisamente han de quedar suspensos? icuál ha sido el objeto del Sr. Vega en disponer ese plan 

Siendo todas estas personas acreditadas por su iluutra- como se presenta? Este señor consideró que no tenia el 

CiOn, amor al Rey y adhesion á la justa causa, cuando se Gobierno todas las facultades necesarias para poder obrar 

refursen sus destinos, jno pudieran entrar en este Conse- como corresponde, y poner en planta la Constitucion. iY 

lo? Y esta es una de las cosas que V. M. debe tener pre- qué propuso por punto principal? Que convenia que la 

@Wes Para la formacion inmediata del Consejo de Esta- Regencia que se hubiese de nombrar, ó la misma que 

do. Si atendemos á la América, hay necesidad absoluta hay, tuviera todas las atribuciones que la Constitucion 

de que se establezca inmediatamente dicho Consejo. V. M. señala al Rey, menos las que son propias de su persona. 

lia oreido justo ó conveniente el dar á los naturales de Pero como muchas de ellas tienen relacion con el Consejo 

-lmdrica una parte en el Consejo de Estado; y esto es de Estado, ha dicho la comision: pues que ha de haber un 

tantO más necesario ahora, cuanto lo es el que el Consejo Gobierno con estas atribuciones, es preciso que haya 

de Estado conozca la situacion crítica de aquellos pai- Consejo de Estado con quien pueda consultar. El Rey, 

ses, las causas que ha podido haber para sus desavenen- aun existiendo, no tendrá todas las atribuciones que ancias 

9 10s medios de pacificarlos, porque ahora más que tes tenia, porque depende en muchas de la asociacion con 

nunca conviene que las provincias estén íntimamente el Consejo de Estado; y por consiguiente, si no hay este 

unidas entre si, enlazadas y hermanadas. &Y de qué modo Consejo es imposible que aquel tenga todas las atribueiopodrá 

Conseguirse mejor esta union y enlace que estable- nes que le señala la Constitucion, y menos por consiciendo 

el Consejo de Estado? Si quieiera yo extenderme guiente el Consejo de Regencia. Con que estamos cn CI 

en considerar este asunto por todos sus aspectos, y en in- caso de haber de constestar á la comision que V. M. no 

dicar ligeramente todas las razones que demuestran la tendrá inconveniente en que se establezca el Consejo dc 

necesidad de este establecimiento, perderia quizri V. Mí. Estado, siempre que se crea necesario dar á este Consejo 

toda la maik% El Congreso suplirá lo que falte, como de Regencia todas las atribuciones del Rey; esto es lo 

asi me 10 prometo de su prudencia y de loa desengaños más conveniente. Vamos á ver ahora si hay conveniencia 

repetidos que tienen de sus obras todos loa cuerpos cons- en que se establezca este Conse.jo de Estado. Es imposible

2400 9 LiE DICIEMBRE DE 1811. 

1 

separarnos de lo que ha dicho el Sr. Mejía, de que V. bf. á la Constitucion, debe componerse, se reduzca durante 

1 

al dlaolverse debe dejar establecido el Gobierno; pero un I la auseucia del Rey al de 20. Se ha alegado que este es el 

Gobierno tal que tenga interés en sobtener la Coasritu- Cmsejo del Rey. i Y qué? iSe entiende por esto que sea 

cion 9 las de,:ieiones de V. Al.; de lo contrario, nada ha - una preeminencia proi]!: de la magostad Real, y para el 

hreruos hecho. iT qué Gobierno podrü contrib!lir mejor 5 decoro de su alta persona? De ninguna maucra. Este cs 

la ejecucion del nulo sistema qud se propone t;u la Cona- propiamente el Consejo nacional, que la Constitucicn Ilatitucion, 

que el que sea nombrado y estableci~l~ wgun ma C’OUS~~O dei Bey, DO para tributarle en In e!eccion de 

ella? Comiéncese, pum, á ponerse esta en planta, y co- 10s sugetas arluel!w regalias, sino para que el Rsy siga 

miéntese por los estirblecimiautos supremos, que son ìs 9.1 dlctkxn en IOS asuntos ~ravcs, para dar 6 negar la 

base de todo el edificio social. Y siendo uno de ellJs, y el ! sinckn d !as @es, declarar la guerra, hseer lus tratamiís 

principal, cl Cansejo de Estado, establézcase desde 

lu~gò COU todas las atriburionej que en la Constitucion so 

dt~, intervenir en la proviaion de ciertos empleos, . etc. 

Así, pues, reservándome para hablar por lo tocante al 

prescriben. Así que, apoyando el proyecto do1 Sr. Vega, número cuando se discuta este punto, me opongo formalentiendo 

que la comieion ha obrado con acuerdo en con- mente, y resisto se trate de dar al presente por discutida 

sultar á V. M. sobre este punto, puesto que es necesaria la la nueva proposicion que sobre este particular acaba de 

formacion de este Consejo, caso que al de Regencia se le hacer el Sr. Torrero, porque la discusion que no8 ha ocuhaJan 

de dar todas las facultades del Rey, como pide di- pado Ia maiíaaa solamente 88 ha contraido á resolver la 

cho Sr. Diputado.» 

pregunta de la comision que entiende en el proyecto del 

Habiéndose declarado que este punto estaba suficien- Br. Vega, reducida á si las actuales Córtes habrán 6 no 

tement? discutido, fijó el Sr. Muñoz Torrero la siguiente de establecer como fundamento para el nuevo sistema del 

proposicion: 

Gobierno este k>onsejo de Estado.» 

«En las circunstancias actuales, y durante la ausen- Se resolvió que acerca del numero de individuos dc 

cia del Rey, el Consejo de Estado SU compondrá de 20 in- que debe coustar el Consejo de Estado en las actuales 

dlvíduos. B 

circunstancias, informase la comision encargada de exa- 

Se resolvió en primer lugar qus «en las circunstancias 

actuales, y durante la ausancia del Rey, 8e establezca 

el Consejo de Estado:, y habiéndose puesto á votacion, 

«el Consejo de Estado se compondrá por ahora da 20 inminar 

el proyecto del Sr. Vega. 

divíduos, v dijo 

El Sr. LARRAZABAL: Señor, he dado mi voto 80bre 

que el Consejo de Estado debe establecer80 inmediatamente 

ein aguardar otro tiempo, y me hallo tan penetrado 

de 8u necesidad, que nunca pensé se dudara en el 

Congreso hacer efectivos y poner en práctica los artículo8 

que nosotros mismos hemos aprobado. Mas por asta ra- 

Ctinforme i los prescrito en el Reglamento iuteriw 

para las Cdrtes, se votó la segunda proposicion del señor 

Laguna, sobre cuja admision habia ocurrido empate en 

la sesion del dia anterior. No quedó admitid8.n 

zon me opongo formalmente, y siempre me opondré, á 

que el número de los 40 individuos de que, conforme Se levantó la sesion. 

.-

N6lKERO 494. 2401 


DE LAS 


Concluida la lectura del manifiesto de la Junta Cen- 

tral, se mandó archivar un oflci> del encargado del Mi- 

nisterio de Gracia y Justicia, con inclusion de la lista dr 

las obras impresas en esta ciudad en el mes antepróximo. 

Se aprobd la propuesta que por el mismo Ministerio 

dirigió el Consejo de Regencia, el cual, en vista de una 

representacion de D. Antonio Vizmanos, ministro del Tri- 

bunal especial creado por las Cortes, reducida á que 

S. A. remediase la indigencia en que se hallaba, hacia 

presente que no teniendo facultad para conceder pension 

alguna en perjuicio del Erario público, lo exponia al 

Congreso para su resolucion; siendo de parecer que se le 

podia autorizar para asignar al referido Vizmanos la do- 

tacion de ministro de una Audiencia, 8 lo menos durante 

el tiempo de la comision, que le privaba de ejercer su 

profesion de abogado, sin perjuicio de premiar á su tiem- 

po su mérito anterior, y el que nuevamente contrajese. 

Se mandaron pasar B la comision de Guerra las lis- 

tas remitidas por el Ministro de este ramo, comprensivas 

de las gracias y empleos provistos en el mes de Octubre 

último, así en España como en Indias, por aqud Minis- 

terio, 

A la comision de Hacienda se pasó un oficio del Mi- 

nistro interino de dicho ramo, acompañado de una repre- 

sentacion de loe catalanes expatriados y del país, solici- 

tando la habilitaciou del puerto de Mahon para la intro- 

duccion de frutos de América, cuya solicitud apoyaban 

con empeño todas las autoridades de aquella isla; y el 

Consejo de Regencia, contemplando muy interesante abrir 

nuevoa puertos, cuando se nos cerraban los del continen- 

te, para la extraccion de nuestros frutos, è introduccion 

de los ultramarinos, le parecia sobremanera á propósito 

el de Mahon por su situacion, seguridad y proporciones. 

Continuando la discusion pendiente del art. 283 del 

proyecto de Constitucion y de la adicion del Sr. Gallego, 

leyó el Sr. Navtiaez (D. José) el siguiente papel: 

«Señor, he oido varias equivocaciones que conviene 

deshacer para entrar en la cuestion con el debido conocimiento. 

Primera: que en los tribunales de comercio y minería 

dos sentencias conformes causan ejecutoria, cuando 

sobre ser tribunales colegiados los de comercio, hay por 

.as leyes del Reino contra las dos sentencias conformes 

31 recurso de injusticia notoria, el cual debe subsistir 

nientras subsistan semejantes tribunales, 6 sus leyes no 

rarien, y de consiguiente introducirse en el Supremo 

;ribunal de Justicia, así como hasta ahora se habia iniroducido 

en la Sala segunda de Gobierno del Consejo 

xeal. 

Segunda equivocacion: que la segunda suplicacion no 

;enia lugar en los juicios posesorios, cuando esto se entiende 

siendo las dos sentencias conformes, aunque el 

ralor de la propiedad llegare á las 6.000 doblas de cabea 

que señalan las leyes. 

Tercera: que segun estas, la tercera sentencia, bien 

lea confirmatoria 6 bien revocatoria de las dos anteriores, 

i de alguna de ehas, siempre ha causado el efecto de co- 

;a juzgada. Lo contrario nos enseña la ley XXV, tít. 23, 

‘artida 3.*, diciendo que si las tres primeras sentencias 

lon conformes, causan estado; pero que si la tercera reroca 

las dos anteriores, tiene lugar la cuarta sentencia. 

Es verdad que segun la ley III, título XVII, libro se- 

;undo de la Novísima Recopilacion, la sentencia de rerista, 

generalmente hablando, debia ser ejecutada; más 

ambien. es cierto que segun esta misma ley, y otras mu- 

:has, ha tenido hasta ahora lugar el recurso de injusticia 

601

L 


notoria, aunque fuese contra tres sentencias conformes, chísima razon, porque si á cualquiera es lícito apelar 6 

y le ha tenido tambien en cierto género de causas la se- suplicar, á lo menos una vez, quedaria privado de este 

gunda suplicacion contra dos sentencias conformes del legal remedio aquel que llevaba B su favor la presuncion 

tribunal superior en los juicios de propiedad, y aun en de la justicia declarada en las dos primeras sentencias; 

los de posesion, siendo discrepantes entre sí. l cuando al contrario, el que habia sucumbido disfrutó dos 

Si se dijese que nada de esto conduce, tratando el le- i veces de dicho beneficio. 

gislador de establecer una ley constitucional, la más con- 1 El Sr. Gallego, convencido sin duda de que no puede 

veniente, responderia que por lo mismo que ha de ser ir- 1 correr el artículo como está extendido, y con el buen derevocable, 

y de tanto interés, es necesario no perder de I; seo de contener á los litigantes temerarios, propone, que 

la vista cuanto hahamos escrito y prevenido en la mate- j si la sentencia de vista fuere confirmatoria de la del infe. 

ria; las razones precedentes, y las que puedan obligar al i rior, entre á obrar sus efectos la cosa juzgada, y acabóse 

Congreso para hacer una variacion, que aunque con el 1 el pleito en este estado. 

tiempo y la experiencia pareciese perjudicial 6 gravosa, i Mucho ae ha dicho ecerca de ello, especialmente por 

no podrian derogar las Córtes venideras. : los Sres. Anér y Caneja, impugnando dicha proposicion, 

Ya se dan por suprimido8 todos los casos de corte, el ‘1 y loa fundamentos de los que la han apoyado; y como 

remedio de la segunda suplicacion, y el recurso de iujus- i uno de estoe haya sido el Sr. de Canga, fundado en que 

ticia notoria. Quiérese que to-ioa loa ncgocioa contencio- ; sin enten,ier ni poder ofender á loa magistrados, estos no 

SOS comiencen ante el juez inferior ó de primera instan- ., veian por sí los procesos conc lo hace el juez inferior, 

cia, y fenezcan en las Audiencias territoriales con el jus- c mdditando y reflexionando á su manera; yo, que no pueto 

objeto de evitar molestias, dilaciones y dispendios pa- .O convenir con esta opinion, siempre diré, generalmente 

sando á la córte. Todo esto, Señor, podrá ser muy bue- tablando, que los mayores peligros por una inflnidari de 

no; mas no por ello se desatienda el interés del ciudada- azones que á nadie se ocultan, ae presentan en los juzno, 

adoptando un sistema tan desviado de la práctica, rados inferiores, prescindiendo de que no siempre pueden 

costumbres y leyes que hasta ahora nos han regido, que nstruirso los expedientes en la primera y segunda iusse 

crea que por él no quedará asegurada la recta admi- ,ancia, ni nunca descansará la opinion pública ni la del 

nistracion de justicia. 

nteresado con solas dos sentencias, siendo la primera del 

Yo no opino que se autoricen cinco juicios ó instan- ;ribunal inferior. 

cias para que precisamente hayan de recaer tres senten- Podrá decirse contra esto que en los casos de córte 

cias conformes, y me conduelo ciertamente de aquellos .a sentencia de revista causa estado, por más que revosúbditos 

de V. M. que por una desgracia fatal habrán de lue la de vista; y en tal caso se responderá que hasta 

verse en este compromiso, litigando ant6 los tribunalee ahora teníamos en ciertos casos la segunda euplicacion 

eclesiásticos aun en los negocios comunes y puramen- contra las dos sentencias conformes de la Audiencia, y en 

te profanos, que han de juzgarse con arreglo á nuestras todos el recurso de injusticia notoria; y quedando como 

leyes. 

quedan abolidos estos dos remedios legales, razon será 

No, Señor, mi opinion es que las tres primeras sen- que á lo menos sean conformes las sentencias de vista y 

tencias, 6 cuando menos la segunda y tercera del tribu revista para que pueda tener lugar la cosa juzgada. 

nal superior, siendo entre sí conformes, 6 en la parte eu Para el caso, pues, de que la tercera sentencia sea 

que lo sean, causen ejecutoria, y no haya contra ellas re- revocatoria de las dos anteriores, 6 de la de vista únicacurao 

ni remedio alguno: mucho se consigue con ello; y mente, considero necesaria la cuarta sentencia en 18 proel 

intentar llevar la cosa más adelante es muy peligroso, pia Audiencia, pronunciándola todos sus oidores que no 

y en mi dictámen no podria recibir la aceptacion de los estuvieren impedidos con la asistencia del Regente, y 

sábioe de la Nacion. 

ella deberá ser la que ponga término al negocio sin otro 

Si se admitiese el articulo en loa términos en que se recurso. 

halla concebido, el resultado podria ser tal, que la sen- No me detengo en la especie insinuada por el señor 

tencia de revista causaria cosa juzgada por más que fue- Anér, sobre si podrá abrirse nuevamente el juicio, cuando 

se revocatoria de las dos anteriores; y si esto es así, co- aparecen nuevos documentos de que no se tenia noticia; 

mo con efecto lo es, no alcanzo el fundamento que pudo porque en este particular el derecho tiene prevenido lo 

tener la comision para decir en su prólogo, que suprimi- conveniente, y las leyes dispondrán si es ó no justo vados 

los casos de córte podria haber lugar en su caso al riar lo establecido. 

remedio de la segunda suplicacion en las Audiencias res- Tampoco me parece que ofrece didcultad alguna el 

pectivas, en donde se podia observar todo lo prevenida caso propuesto por el Sr. de Canga de acudir el primogépor 

la ley de Segovia, y demás que se han promulgado nito del difunto, pidiendo se separen de la testameutadespues 

en la materia, ó hacer en este punto las altera- ría estos 6 los otros bienes en concepto de vinculados; 

ciones que parezcan convenientes. 

porque si la primera sentencia declara que son cuatro las 

Esto embebe contradiccion con el artículo que priva fincas vinculadas, la segunda que ninguna, y la tercera 

de todo recurso despues de la tercera sentencia, y produce 

el resultado de que esta constituya la cosa juzgada, 

por m&s que sea revocatoria de las dos primeras; co88 

para mí sumamente dura y opuesta á los sentimientos df 

la razon natural. 

Las dos primeras sentencias, con ser conformes entra 

sí, no causaron estado, y le ha de causar la tercere 

revocatoria de las dos primeras. Las leyes hasta ahora nc 

han autorizado la cosa juzgada con 8010 las dos primera; 

sentencias conformes. Han exigido la conformidad de lar 

treb primeras, estableciendo una cuarta para el caso dt 

que la tercera revoque la primera y segunda, y con mu 

que dos solamente, el resultado siempre ser& haber dos 

sentencia8 conformes, así en la libertad de dos de las fincas, 

como en la vinculacion de las otras dos; y segun la 

ley que V. M. establezca se verá entonces en que parte 

hay cosa juzgada, si en las dos 6 en una sola. 

De lo que sí entiendo que V. M. no puede desentenderse, 

para que la Constitucion surta su efecto desde el 

mismo dia de 8U publicacion, eã de lo que sucede con barta 

frecuencia de comparacer al pleito un tercero en Ia segunda 

6 en las ulteriores instancias. Por la nueva ley que 

se propone se destruye el sistema de las anteriores eu semejante 

caso; y si V. M. le resuelve ahora, como puede 

9

hacerlo 6 poca costa, quedar& desterrada la arbitrariedad, 

y aun el riesgo que preveo de que se entorpezca la eje- 

oucion de la Constitucion en esta parte tan interesante. 

Así, pues, mi dictámen es que en lugar del artícu- 

lo 283, y propooicion del Sr. Gallego, se sustituya lo si- 

guiente: 

2404 10 DIP DICIEYBRE DB 1811. 

proposicion del Sr, Gallego y el artículo de la comision 

solicitan que haya cuarta instancia, sin que por eso re. 

clamen contra la práctica actual que tiene consagrada Ir 

misma doctrina del artículo. Acaso eI ser el Consejo e 

que revocaba ó podia revocar Ias dos sentencias confor 

mes, les obligaba 3 los señores preopinantes á aquietara1 

con este uso. Tanto más, que se ha fundado Ia cuarta ins 

tancia en una razon para mí perjudicialísima; pues con- 

testando al reparo que expuse el otro dia, diciendo que er 

este caso seria preciso admitir quinta instancia como er 

los juicios eclesiásticos, paraque no resultasen dos senten. 

cias contra dos, se ha supuesto poco hace quemuchasvecer 

dos sentencias de tribunal colegiado merecen más féque doE 

de juez ordinario y otra de tribunal. Reproduzco, Señor, lee 

anteriores reflexiones. Esta doctrina destruye por sus ci- 

mientos la administracion de justicia. Cuando se quiere 

ensanchar la autoridad de los tribunales colegiados, no se 

echa de ver que es á costa de la de los juzgados de pri- 

mera instancia. Y por lo mismo, necesariamente ha de 

sttguúse que aquella, ci es inútil ó es ineficaz: que á lo 

más so10 puede considerarse como un medio preparatorio, 

para que las Audiencias puedan sentenciar. 

&Qué inconvenientes no se seguirian de estos princi- 

pios? El juez ordinario, en la hipótesis de estar adornado 

de las calidades que supone el sistema de Ia comision, es 

y muy capaz de dar el fallo que requieren las pruebas del 

proceso. Y si no, déjese la primera instancia, y comién- 

cense todos los pleitos en las Audiencias. No se obligue 

al litigante 8 instaurar un juicio en que PO puede confiar. 

Por lo mismo, Señor, las causas han de tener un término, 

y este ha de estar fundado en la razon. Dos sentencias 

conformes no pueden dejar duda alguna racional sobre el 

derecho de un litigante. Casos extraordinarios, jamás pue- 

den ser fundamento para reglas generales. Las razones 

de1 Sr. Anér, que las ha corroborado con la opinion del 

Conde de la Cañada, tienen á mi ver Ia misma solucion. 

Pocos casos particulares, no son suficiente8 para que el Ie- 

gisladar dicte leyes generales. Y si no, gpor qué estas han 

fijado el término de prueba en ochenta dias? ~NO podria aI 

cumplirse el ochenta y dos ó el ochenta p tres, presen- 

tarse muchos documentos, mejorarse las pruebas por al- 

guna de las partes’? Lo mismo despues de Ia tercera ins- 

tancia en el Consejo, ó despues de fallado el pleito en se- 

gnnda suplicacion , ino podria ta1 vez hallarse una escri- 

tura, un testamento, instrumento, en fin, de 10s más au- 

ténticos que destruyese todaslas pruebas anteriores? Cls- 

ro eati que podia suceder muy bien. Mas ihubiera sido 

justo que se hubiese aetablecido por un eaao eventual ter- 

cera suplicacion, y facilitar por este medio Ia ocasion de 

arrastrar á cuarta instancia al que estuviese en posesion 

de su justicia? Por último, Señor, si se atiende al siste- 

ma de Ia comision, reducido á asegurar Ia buena eleccion 

de jueces ordinarios y de tribunales colegiados; & Ia com- 

petente dotac&n de unos y otros; al método de hacer efe$- 

tiva su responsabilidad en algun caso; aI 8feCkJ que debe 

producir la libertad ds la imprenta, y á la mejora gene 

ra1 de todas nuestras instituciones con la Constitucion, Ia 

administracion de justicia habrá de adquirir una mejora 

radical. Los jueces no podrdn menos de hacerse acreedo- 

res 8 Ia confianza y SI respeto público, bien sean colegia- 

dos 6 no. Y en esta auposicioa do& sentencias conformes 

deben causar ejecutoria. Asi que, apoyo por mi parte la 

proposicion del Sr. Gallego. 

E: Sr. DUEaA8: Antes de responder B 10s argumen- 

tos que he oido contra 81 artículo, desvaneceré una equi- 

vocacion de hecho en que incurrió el Sr. Vazquez Canga, 

quien quwiwdo auuwutar la opiníon que se deba formrr 

de 10s jueces de primera instancia, dijo, que COIRO Crean 

10s procesos y 10s tienen siempre entre las manos, fallan 

con más conocimiento que los ministros de tribunal colegiado, 

quienes se contentan para Sentenciar Con 10 que 

oyen á los relatores. Esto es equivocacion , pues los ministros 

de las Audiencias, aunque fallan sobre Ia tabla loe 

más fáciles y claros, porque la detencion en ellos perjudicaria 

á las partes; todas las veces que ocurre alguno difícil 

ó intrincado en el hecho ó el derecho, se los llevan á 

sus casas para meditarlos y consultar con sus bbros. Esta 

práctica ha sido y es tan general, que apenas hay na 

pleito delicado en que no se observe; y aunque buena, Ilegó 

á hacerse abuso de ella; por msnera que fué necesario 

que una ley fijase el tiempo que cada ministro de los que 

asistieron á la vista del pleito podia tener en su poder los 

autos para meditar su voto. 

Desvanecida esta equivocacion, paso á decir que las 

dos bases que comprende este artículo son suflcientísimrs. 

Tres instancias ó juicios con tres sentencias definitivas, 

2s cuanto puede apetecer cualquier litigante de buena fé 

para aclarar su derecho; mas para que quede contento el 

que pierde en la última, no bastan tres ni cinco, ni bastarian 

muchas más; esto no necesita prueba. Se ha propuesto 

como argumento muy foertd para exigir más de 

tres sentencias 1s ansiedad con que debe quedar el Iitigante 

que, habiendo obtenido en las dos primeras sentencias, 

pierde en Ia tercera, sin que los jueces que pronnnsian 

esta sean más sábioe ni más justos que los que fallaron 

en las primeras. La opinion de unos se equilibra con 

la de los otros, y produce la duda. Para desvanecer Ia 

aparente fuerza de este argumento, basta decir que en 

:ada instancia pueden producir las partes nuevas pruebas, 

nuevos documentos, pues que todosson &d alkgandum fis) 

dlegatzlm, ad pro8andwn nolcpobatum, y no hay dificultad 

m creer que aumentándose progresivamente las Iuces, los 

íltimos jueces, sin ser mCs linaes que los primeros, vean 

:on más claridad por hallarse ya los objetos más i@milados 

que al principio. Y si á esto se añade, como ys quela 

establecido, que los jueces de la tercera instancia, sean 

otros que los de la eegunda, y si se quiere que sean en 

nayor número, queda absolutamenb desvanecido el fanlamento 

de Ia cuarta instancia, y se provee no soI0 5 Ia 

justicia, sino hasta á la cavilosidad de los litigantes. Y 

ssí, el que dos sentencias conformes k?zmiI&eR 108 pti@s, 

?uede perjudicar á los litigantes, porque si lo fueren las 

Ios primeras quedarian privados de la tercera instancia, 

londe pudieran exclarecer más su8 derechos con nuevos 

rlegatos, pruebas y nocumentos, y que las dos sentencia8 

:onformes seau de tribunal superior, alarga mucho los 

pleitos, y debe aumentar excesivamente el número de mf- 

Iistros_si los de la cuarta instancia hubiesen de ser dis- 

Zntos de los de la tercera y segunda, 8in que por esto ae 

lé mayor seguridad á Ios litigantes, ni el que pierde en la 

!uarta instancia quede menos descontento de PU suertB, y 

nenos quejoso de 10s ministros que fallaron sobre ella. 

Es la segunda base que fija el artícuIo Ia flrmeza 6 

nmovilidad de la última sentencia. Esta ha de ser en lo 

riviI tan irrevocable como 1s capital que se ejecuta en uu 

‘80 en virtud de un juicio criminal; por manera, que así 

lomo este no puede ser revocado á la vida, así el pleito 

tna vez fenecido por todos sus trámites no pueda abrirse 

amás. BSf8 es 8I sistema de Ios que han profundizado 104 

brincipios de la jurisprudencia civil, y han podido medir 

a proporcion y relaciones que tiene con loa bienes de la 

ociedad, el íntimo convencimiento en que deben estar loa 

mopietarios de que ningun accidente les privar6 del doy 

aiaio que hayan adquirido sobre las aosas. La joriepru-

dencia romana, fuente, sf no orígen, de todos 10s Códigos 

que despues han formado las Naciones, con los dereche 

de prcscripcim y wucapcion, di6 tambien á los poseedores 

85 SUS casos toda esta necesaria seguridad. Pero 

nuevos documentos, se ha dicho, hallados despues de la 

última instancia, deberán nuevamente abrir el juicio, porque 

si los jueces los hubiesen visto, no hubieran fallado 

contra el que despues los presenta; pues cedan en este 

solo caso á la verdad y á la buena fé las fórmulas y los 

sistemas, y ábrase de nuevo el juicio para que la justicia 

dé á cada uno lo que sea suyo. Pero esta excepcion, iá 

quién será útil? A uno entre mil, que despues de tres 

instancias, que pueden durar tres años, halló un documento; 

y perjudicaria á todos los demás poseedores que 

mientras puedan temer que un nuevo documento les prive 

algun dia á ellos 6 á sus hijos de las fincas que cultivan 

y mejoran, no emplearian grandes sumas con el riesgo, 

aunque remoto, de perderlas; y este es un mal que á 

BU tiempo se deja bien sentir en la sociedad y Estado, cuyo 

bien es el primero, por no decir el único objeto que ha de 

tener presente una Constitucion; y por tanto repito que 

me parece muy sábio el artículo, que apruebo en todas 

sus partes sin dar lugar á las adiciones. D 

Púsose á votacion, y desaprobada la primera parte, 

se pasó á la comision, juntamente con la adicion del señor 

Gallego, para que teniendo presentes las opiniones 

que se habian manifestado en la discusion, le extendiese 

del modo que juzgase oportuno. 

CAPITULO III. 

De la administradon de justicia en lo crimbal. 

eArt. 284. Las leyes distribuirán la jurisdiccion, y 

xulhlnmo 434. 2405 

arreglarán 1s administracion de justicia en 10 criminal, 

de manera que el proceso sea formado con brevedad J sin 

vicios, á fin de que los delitos sean prontamente castigados. 

ti 

Habiendo observado los Sres. Adr y dimales Gallego 

que la expresion cdistribuirán la jurisdiccion, podria inducir 

B algunas equivocaciones, se aprobó el artículo, suprimiéndola, 

de esta manera:

N6MERO 435. 2407 

1)IARlO DE SESlONES 

DE LAS 

CORTES [;ENERALESYEXTRAORDINAR 

SESION DEL DIA ll DE DICIEMBRE DE 1811. 

Se mandaron archivar las listas de las obras y pape- 

les impresos en la Coruña en los meses [de Agosto y Se- 

tiembre de este año, remitidas por el Ministerio de Gracia 

y Justicia. 

Se mandó pasar á la comision de Hacienda un oficio 

del encargado del Ministerio de Hacienda de Espaiía, .con 

el cual remitia una representacion de la junta superior de 

Confiscos, quien se queja de las expresiones con que han 

sido vulnerados sus ministros por la superior de Cádiz en 

la solicitud que hizo á las Córtes para que se anulase el 

reglamento de dicho ramo. 

A la misma comision se mandó pasar otro oficio del 

expresado Ministro, en el cual manifestaba ser urgente la 

provision de dos plazas de oficiales en la secretaría de 

Montes pios de oficinas y Ministerios. 

Con arreglo al dictámen de la comision de Premios se 

resolvió pedir informe al Consejo de Regencia sobre el expediente 

formado acerca de la solicitud del ayuntamiento 

de Mérida de Yucatan. ( Vtfase la proposicion del Sr. Lastiri 

en la scsioä del dia 4 de Noviembre). 

La misma comision opinb que debia ser’ desatendida 

la solicitud hecha por Doña Vicenta y Doña Francisca de 

Alfaro, por la cual pedian la viudedad que se habia des- 

contado del sueldo de su hermano D. Antonio, que muri6 

soltero. Aprobaron las Córtes este dictámen. 

- 

/ 

Acerca de la solicitud de Doña María Ignacia y Doiia 

María Luisa de Iriarte, que en atencion á los méritos de su 

padre y de su hermano D. Cayetano, gobernador que fué de 

Alicante, pedian que se les señalase la viudedad corres- 

pondiente al grado de mariscal de campo que tenia el re- 

ferido Don Cayetano, la misma comision, sin embargo de 

estar persuadida de que tales méritos deben premiarse lue- 

go que las obligaciones de rigurosa justicia den lugar á 

ello, fué de parecer de que por ahora no depende del Con- 

greso conceder lo que piden las suplicantes, ni otras gra- 

cias que disminuyan los recursos para la defensa de la 

Pátria. 

Quedó aprobado este dictámen. 

Aprobando igualmente las Córtes otro dictamen de la 

misma comision, resolvieron que se diera facultad al Consejo 

de Regencia para que señale á Doña María Juana 

Bucareli, Marquesa viuda de Ayerbe, aquella pension que 

estime precisa y necesaria para la subsistencia de esta interesada 

y la de sus hijos durante la ocupacion de sus 

bienes por los enemigos. (Sesiolb ácl 26 du Noviembre liltimo 

.) 

Atendiendo las Cbrtes á la solicitud de Doña Vitoria 

San Maxent, viuda del intendente que fué de Guauajato, 

D. Juan Antonio Riaño, apoyada y recomendada por el 

vireg de Nueva-España y por el Consejo de Regencia, 

concedieron, á propuesta de la misma comision de Pre- 

mios, la pension anual de 200 pesos sobre el fondo de 

vacantes mayores y menores á D. Celestino de Riaño, cie- 

go de nacimiento, hijo de la expresada Doña Vitoria. 

Habiendo manifestado la Junta Superior de Aragon

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2408 ll DB DICIEMBRE DB 18; 1. 

que á consecuencia de haber recibido el reglamento de 

Juntas provinciales, ha principiado á ponerlo en ejecucion 

y ante todas cosas ha resuelto que continúen en BUS funciones 

los dos secretarios de ella, asignando á los dos juntos 

el sueldo de 15.000 rs. que antes percibia cada uno, 

especificando al mismo tiempo el que ha señalado á los 

cuatro oficiales, tres escribientes y dos porteros de dicha 

secretaría, fué de parecer la comision de Hacienda que 

esta representacion pasase á la de Arreglo de provincias, 

á fln de que vea si hay motivo justo para relajar el ref+ 

rido reglamento, por el cual se prescribe que los empleados 

de las juntas sirvan sus destinos sin sueldo ni 

emolumento alguno. 

Los Sres. Caneja, Zorrapuim y heñas fueron de parecer 

de que sin pasar dicha reprwentacion 6 la comision de 

Arregb de provincias se denegase la solicitud que contiene, 

como contraria á lo prescrito en el reglamento de las 

juntas provinciales. El Sr. Pasclcal obogd con macha 

energía en favor de la Junta de Aragon, ponderando los 

eminentes servicios y decidido patriotismo de los vocales 

que la componen, é igualmente de todos sus dependientes, 

que expatriados de sus casas por seguir el legítimo 

Gobierno, se ven reducidos á la mayor indigencia, en cuya 

atencion, y en la de las penosas tareas en que dignamente 

se ocupan, dando pruebas continuas y nada equivocas 

de su amor y adhesion á la justa cauRa, creia que 

debia accederse á la expresada solicitud. Opind el SP. Polo 

que en el caso de que las Córtes juzgasen necesario para 

el desempeño de las funciones de dicha Junta el número 

de empleados que en la representacion se expresa, era 

preciso señalar á sus dependientes alguna asignacion, 

atendidas las apuradas circunstancias en que se hallaban. 

Quedó aprobado el dictámen de la comision. 

Acerca del mismo asunto hizo el Sr. Zorraquin la eiguiente 

proposicion, que no fué admitida: 

aQue sin perjuicio de pasar este expediente á la comision 

que estimen las Córtes, sa diga á la Junta de Aragon, 

por medio del Consejo de Regencia, suspenda las 

asignaciones de que se hace mérito hasta la resolucion 

de S. M.* 

No se aprobó el dictámen de la comision de Justicia 

sobre la solicitud de Ramoa Furiel, que suplicaba de la 

providencia de 30 de Agosto (Vhase la sesion dz aquel di@), 

por contener ua violento despojo é injusticia; cuya providencia 

debia, en el concepto de la comision, quedar sin 

efecto, y Furiel repuesto en la que habia sido despojado. 

Con motivo de haberse quejado algunos Sres. Diputa- 

dos de que el Congreso emplease el tiempo en asunto8 de 

tan poca importancia, hizo el Sr. Presidente la siguiente 

proposicion, que quedó aprobada: 

«Estando admitidas á discusion distintas proposicio- 

nes que han hecho varios de los Sres. Diputados, y las 

reclaman, parecia lo más conveniente, que para dar la 

preferencia 6 las que sean de mayor utilidad nombrase 

V. M. tres individuos que las graduasen á la mayor bre- 

vedad, á fin de examinar desde luego las que lo merezcan 

por su objeto. Quo igualmente reconozca dicha comision 

los expedientes particulares despachados por varias co- 

misiones, y solo se dé cuenta al Congreso de los Ique le 

correspondan. 

para esta comision nombrb el Sr. Fresidente á los 

Sres. Moralee Gallego. 

Terrero. 

Aznarez. 

se aprobd igualmente la siguiente proposicion del se- 

ñor GolfIn: 

CQue el decreto de las Córtes de 9 de Marzo se pase 

B la comision de Ex6men de memoriales para que lo ten- 

ga presente al tiempo de dar sus dictámenes. s 

C&innó fa discusion del proyecto de Constitucion. 

aArt. 28’7. Cuando hubiese resistencia, 6 se remitie- 

re la fuga, sb podrá usar de la fuerza para asegurar la 

persona. B 

Aprobado. 

eArt. 288. El arrestado, ántes de ser puesto en pri- 

sion, será presentado al juez, siempre que no haya cosa 

que lo estorbe, para que le reciba declaracion; mas si es- 

to no pudiere verificarse, se le conducirá á la cárcel en 

calidad de detenido, y el juez le recibirá la declaracion 

dentro de las veinticuatro horas. 9 

El Sr. VAZQUEZ CANGA: Soy del mismo dictámen 

de la comision, menos en las últimas palabras. En vein- 

ticuatro horas no se puede evacuar el sumario, ni puede 

estar el expediente en términos que permita hacer las 

preguntas correspoudientes al arrestado. De consiguiente, 

creo que estos límites harán incompatible la averiguacion 

de la verdad; asi podria extenderse algo más este término, 

encargando á los jueces la brevedad. 

El Sr. GOLFIN: Soy de contraria opinion á la del 

señor preopiuante, porque cuando el caso es de tal natu - 

raleza que no permita evacuar esta diligencia en el térmi- 

no que 3n este artículo se señala, no se observa& pues 

que no se debe presumir que se manda un imposible. Los 

casos extraordinarios por si mismos se conocen, y no hay 

necesidad de prevenirlos. Las reglas deben ser para los 

ca8os regulares, Por cuya razon soy de dictámen que se 

quiten del artículo las palabras esiempre que no haya co- 

sa que lo estorbe.» Es bien claro que si el juez está ma- 

lo, ausente ú ocupado en una deckacion, no tomará al 

mismo tiempo otra, que de lo contrario debiera. Esto es 

demasiado evidente para que se prevenga en la Constitu- 

tucion. Dichas palabras perjudicarán mucho, pues como 

la presuucion siempre está contra el reo, este será el que 

sufrirá las vejaciones de la dilacion en que puede incur- 

rir el juez, el cual, escudado con la referida cláusula, no 

llegará jamis el caso de que se le pueda acriminar. V. M. 

ha visto en CBdiz, B pesar de lo prevenido tan sabiamcn- 

te por las leyes de Partida, cuántas arbitrariedades se 

cometen. Las leyes, Señor, no deben dictarse para casos 

ideales 6 que rarísima vez suelen acontecer, y para los 

comunes no se necesita esa advertencia. Las expresiones 

que aquí se ponen darán lugar á que el juez, por cualquie- 

ra bagatela ú ocupacion frívola, que él graduará de ver- 

dadero estorbo, dilate el tomar declaracion, y el reo sea 

perjudicado.. Yo recuerdo 6 V. M. la estrechez con que 

hablan las leyes de Partida, y que á pesar de esto se han 

cometido y cometen grandes arbitrariedades. Asf, pido 

que se borren las indicadas palabrae. 

El Sr. A-R: Yo tengo algun motivo para haber lei- 

do las leyes de Partida, y no veo ninguna que explique 

esto. Pueden suceder muchos caeos en que se estorbe pre- 

sentar al reo ante ev juez; puede haber un complot para 

\ 

.

Y 

ar~~~~car al reo detenido; pueden ser muchos los comprendidos, 

y preciso asegurarlos. Por eso dice la comision 

«siempre que no haya coseque lo estorbe;, pues que 

por los indicados motivos podria suceder que no Ee tuviese 

bastante seguridad llevando al reo á casa del juez. 

ãn cuanto á lo que se ha dicho que muchas veces no podrá 

tomarse la declaracion en veinticuatro horas, digo 

que esto se debe entender en tiempo hábil, porqus siendo 

muchos los arrestados, podrian quejarse los demás si solo 

se remitiera la sumaria de uno. Este es sin duda el concepto 

que la comision ha querido dar á este artículo, para 

evitar la arbitrariedad que los jueces pudieran tener en 

uo recibir la sumaria en las veinticuatro horas. Así, apruebo 

en todas sus partes el artículo. 

El Sr. VlLLAFAfiE: En gran parte me ha prevenido 

el señor preopinante. Me habia levantado para deshacer 

algunas dudas. Este artículo es muy justo, y está 

enteramente acorde con la práctica de los tribunales de 

justicia. La costumbre es que cuando se prende á alguno 

de dia, se pasa al momento á la presencia del juez. Allí 

se expone el por qué se le ha prendido, y el juez está obligado 

á tomarle declaracion dentro de las veinticuatro horas. 

Aunque en este tiempo no se averigüe todo, se hacen 

las inquisiciones necesarias, sin dejar por eso de preguntar 

dentro de seis ú ocho dias lo que se cree conveniente. 

Las declaraciones siempre están abiertas; solo la 

inquisicion suele hacerse el primer dia. Por lo que toca al 

reparo del Sr. Golfin, ya el Sr. Anér ha contestado suflcientemente. 

Así, yo no creo que se pueda alterar el artítulo, 

y le hallo muy conforme á la práctica que hasta 

ahora ha regido. 

Quedó aprobado este artículo. 

*Art. 289. La declaracion del arrestado será sin juramento, 

que á nadie ha de tomarse en materias criminales 

sobre hecho propio. B 

Aprobado. 

uArt. 290. En f~uganti todo delincuente puede ser 

8rrestad0, y todos pueden arrestarle y conducirle á la 

presencia del juez; presentado 6 puesto en custodia, se 

procederá en todo como se previene en los dos artículos 

precedentes. B 

Aprobado. 

cArt. 291. Si se resolviere que al arrestado se le 

ponga en 18 C¿hd, Ó que permanezca en ella en calidad 

de preso, se proveerá auto motivado, y de él se entregará 

copia al alcaide, para que la inserte en el libro de presos, 

sin cuyo requisito no admitirá el alcaide á ningun 

preso en calidad de tal, bajo la más estrecha responsabilidad 

. )) 

Aprobado. 

cArt. 292. Solo se hará embargo de bienes cuando 

se proceda por delitos que lleven consigo responsabilidad 

pecuniaria, y en proporcion á la cantidad á que esta pueda 

extenderse. » 

El Sr. HERRERA: Señor, responsabilidad siempre 

la h8 de haber, porque las costas, que siempre hay, son 

pecuniarias, y en este caso siempre habrá un motivo para 

el embargo. Así, yo quisiera que hubiese en este artículo 

alguna mayor claridad. 

El Sr. AAGUELLES: En un artículo constitucional 

no debe ponerse más; las leyes son las que han de determinar 

en qué casos se ha de entender esta responsabilidad 

Peculiar. 

El Sr. GIRALDO: Yo digo lo mismo, é igualmente 

soy de dictámen que no haya embargos de bienes en causa 

alguna, mucho más habiendo otro medio que acaso 

podria sustituirse á este. He visto prácticamente países en 

NIhUERO 436. 2409 

que no hay embargos de bienea, y se cubre muy bien la 

responsabilidad. En Navarra no le hay en causa alguna, 

y solo se hace una descripcion 6 inventario de los bienes 

del arrestado, y se acompaña á la causa, evitando de este 

modo el que se oculten fraudulentamente, y demás in- 

convenientes que pueda haber. 

El Sr. GOLFLN: Apoyo enteramente cuanto ha*dicho 

el señor preopinante, porque me parece que del modo en 

que &e pone el artículo siempre habrá estos embargos. Yo 

creo que la comision entiende por estos delitos aquellos 

cuya pena se8 solamente una multa; pero si no se explica 

así esto, queda establecido constitncionalmente que haya 

de haber embargos; y lo que ha dicho el Sr. Herrera me 

parece muy exacto, porque nunca podrá dejar de haber 

alguna responsabilidad pecuniaria, aunque solo sea por 

las costas, y para estas se exigirirr siempre embargo de 

bienes. Todos los dias se embargan por asegurar el pago 

de las costas del proceso; y sin ir .más lejos, tenemos el 

caso del Conde del Montijo, á quien se acusaba de unos 

delitos, cuya pene nunca hubiera sido una multa, ni traian 

consigo responsabilidad pecuniaria segun la naturaleza de 

la causa; sin embargo, V. hl. mismo ha visto que solo 

para asegurar las costas se procedió á hacer un riguroso 

embargo de sus bienes. Si esto ea muy duro cuando se 

ejecuta con una persona pudiente, como el Conde, á quien 

~1 cabo le quedaban otros bienes con que subsistir, es in 

humano cuando con pretesto se ejecuta con un pobre in- 

feliz á quien con tal embargo se le quitan todos los me- 

dios para poder subsistir. Yo confieso que no sé de leyes; 

pero me consta demasiadamente el abuso que hay de pro- 

ceder inmediatamente al embargo. Por consiguiente, qui- 

siera que esto se explicas8 más, y que no se entienda que 

Be haya de hacer embargo sino por la cantidad de la mul- 

ta 6 de la responsabilidad del procesado. No alcanzo por 

qué la comision no ha querido quitar enteramente ei em- 

bargo, adoptando en su lugar el método de Navarra que 

EB ha indicado, y que sin duda es menos perjudicial; pero 

ya que no lo ha creido conveniente, yo quisiera que esto 

NB explicara más, pues siempre subsistir& los abusos que 

se han querido evitar. 

El Sr. ANh: Señor, es imposible que deje de haber 

embargos, y es imposible extender mejor el artículo. Lo 

que ha dicho el Sr. Giraldo es lo que dice la comision. 

Dice que en Navarra se hace inventario de los bienes del 

arrestado; pregunto: den el caso del artículo, podrán ven- 

derse estos bienes inventariados? Sin duda; y sino, iá 

]ué vendria el inventario? Pues esto mismo es lo que di - 

ce la comision. Se dice que se deberian quitar los em- 

bargos; iy qué? APuede acaso V. M. hacerlo? iPuede 

V. M. perjudicar á un tercero? Un incendiario, por ejem- 

plo, que tratase de fugarse, jno podria vender sus bienes? 

Y entonces, iquién seria el responsable al que habia pa- 

decido? El legislador no puede hacer tal cosa; y así ha 

dicho muy bien la comision que se harin embargos en la 

cantidad necesaria y proporcionada al delito para que de 

este modo no quede su familia privada y quede asegura- 

do el tercero. Así, apruebo el artículo en todas sus par- 

tes. * 

Quedd aprobado. 

rArt. 293. No será llevado 6 la cgrcel el que dé fia- 

dor en los casos en que la ley no prohiba expresamente 

que se admita Ia fianza., 

Aprobado. 

gArt, 294. En cualquier estado de la causa que apa- 

rezca que no puede imponerse al preso pena corporal, se 

le pondrá en libertad dando fianza., 

El Sr. CANEJB: No tendré dificultad en aprobar el 

603

2410 11 DIP DICI~BRE D111 1811. 

artículo suprimiéndose las últimas palabras dando 

artículo si no se le quita la expresion 

porque si apareciere que no deba imponerse pena 

ial al preso, debe serpuesto este en libertad, segun el ar- El Sr. MEãIDIOLA: Se puede remediar esto fiiciltículo 

285, pues que en tal caso su pena nuuca podria neut,e cou solo añadir una palabra. Es cosa sabida que 

ser mayor que la de destierro. Y aunque uo está bien cla- :nando un preso no puede dar fianza se le pone en liberro 

bi esta es 6 no pena corporal, lo más que podria suce- ,3d bajo caucion juratoria; y así pudiera decirse adando 

der que huyendo de la justicia se fugase, y entonces él ianza, ó bajo la caucion que corresponda, ó caucionando 

mismo se impone una pena mayor que la que tendria por 

la ley. ih qué, pues, dar la fianza? Podrá suceder que un 

as resultas.? 

El Sr. VILL9FA&E: Bajo la palabra flanza se ha eninfeliz 

no tenga quien le fie, y sin embargo reaultur que ;endido siempre la caucion juratoria; de modo que todo 

scgun la ley no debe estar en la cárcel, Por lo mismo uez entiende la caucion juratoria para con el pobre, y 

apruebo el artículo tal como está, con solo qua se quiten ?ara con el rico dar fiador. 

las referidas palabras. 

El Sr. CAREJA: Las leyes distinguen con distintos 

El Sr. ARÉR: Este artículo está bien extendido en nombres la caucion juratoria y la firnza. Por lo mismo, 

mi concepto, pues aun cuando no se le imponga peaa si no se pone Ir palabra mcion jwatoria no se creer4 que 

corporal, alguna se le ha de imponer; y para ponerle eu está comprendida. 

libertad es preciso que haya de dar algun fiador. Si no le El Sr. WRALES GALLEGO: No pueden oponerse 

encuentra, quedará al arbitrio del juez ponerle en liber- loe señores de la comision á una cosa que es de ley. Extad; 

mas no queramos, por dar libertad 6 hacer bien 8 presamente está determinado que el que no pueda dar 

unos, perjudicar á otros. Yo entiendo que no se puede de, fiador dé la caucion jurrtoria. 

cir mSs que lo que dice la comision. 

Apoyó el Sr. Dre6a.s eab dict%men, y is confirmó con 

El Sr. GOLFI$: En el artículo anterior se ha dichc algunos ejemploe. 

que ninguno pueda ser preso sino por delito que merezca El Sr. HERRERA: El que no merezca la pena corpena 

corporal, y en éste se dice que se le ponga en liber- poral, debe ser puesto en libertad y restituido en el mistnd 

siempre que dé fianza. Yo veo que lo que va á resul. ;/ mo estado que antes; porque se ha dicho que á ninguno 

tar de aquí es una grande desigualdad entre el rico y e. pueda ponérsele preso si no resulta que merece pena corpobre, 

pues el primero podr5 facilitarse la fianza y el se- . : poral; y si esto no se explica bien, resultarán las mismas 

gundo estará imposibilitado de hacerlo. Ademâs, si nin- . i arbitrariedades que tratamos de evitar. » 

gun ciudadano puede ser preso sino por delito que merez- -1 Quedo aprobado el artículo conforme está. 

ca pena corporis aJicliva, desde que en el curso del pro- . 

ceso se vea que su delito no merece esta pena, debe 1381 r 

puesto en libertad sin flanza, pues no debió habérsele pre, . 

so. En efecto, es cierto que si desde luego se hubiera sa- I 

bido su delito, y que ni por él ni por otra alguna circuns. 

Saña16 el Sr. Presidente la sesion del dia inmediato 

parala discusion del dictámen dado por la comisiou Hltancia 

merecia peno corporis aAk¿ivfl, es cierto, digo, que ;i tramarina sobre la Memoria leida en la de 2’7 de Julio úlno 

debió habérsele preso; luego se le debe poner en libertad 

en el caso que menciona el artfoulo, porque en él sf 

acredita que no debe estar preso, ó por mejor decir, que 

no se le debid prender. Por esta razon, y por ia enorme 

timo por el encargado del Ministerio de Hacienda de India+s. 

desigualdad que establece entre ricos y pobres, clesapruo- Se levantó la sesion.

NtiMBRO 436. 2411 

i)E LAS 

CtIRTESGENERALESY EXTRAORDIMARIAS 

SESION DEL DIA 12 DE DICIEMBRE DE 1811. 

Se mandaron pasar á la comision de Supresíon de 

empleos las listas remitidas por el Ministro interino de 

Gracia y Justicia de los empleos civiles y eclesiásticos 

concedidos por el Consejo de Regencia durante ,el mes de 

Noviembre. 

A la de Hacienda se paso el estado y relaciones de la 

cuenta general de los caudales de la Tesorería mayor que 

sirvió D. Vicente Alcalá Galiano desde l.@ de Mayo de 

1809 hasta fin de Diciembre del mismo año, advirtiendo 

el Ministro interino de Hacienda, que las remitia, que en 

Contaduría mayor quedaba dicha cuenta y la correspon- 

diente al año de 1811, 

Se leyó y no quedó admitida á discusion la siguiente 

proposicion del Sr. Gallego: 

« Que se declare sin efecto alguno cuanto las Córtea 

han determinado, á consecuencia de la consulta del Mi- 

nistro de Hacienda de 21 de Junio de este año, sobre si 

ha de ponerse 6 no en posesion de su destino B D. Juan 

Henriquez, pues no debiendo ni queriendo las Córtes ocu- 

parse en la resolucion de este expediente, corresponde al 

Consejo de Regencia determinar lo que pertenezca con- 

veniente y justo. R 

Se leyd el dictámen de la comision encargada de darlo 

sobre la Memoria presentada por el pasado Ministro de 

Hacienda de Indias, D. Estéban Varea, en lqeaion del 27 

de Julio; y el Sr. Presidente determinó que se trataria de 

este asunto en cuanto se concluyese la diecusion de la 

tercera parte pendiente del proyecto de Constitucion, 

quedando entre tanto el dictámen en la Secretaría á dis- 

posicion de todos los Sres. Diputados que no hubiesen 

asistido á su lectura, 6 que .quisiesen de nuevo erami- 

X-Me* 

LL 

Continuó la discusion del proyecto de Conetitucion . 

y no se admitió la adicion que hizo el Sr. Caneja al artíoulo 

294, reducida á que se añadiese despues de la última 

palabra Jraaza la expresion 6 caucion juratoria. 

aArt. 295. Se dispondrán las cárceles de manera que 

sirvan para asegurar y no para molestar á los presos: así 

el alcaide tendrá á éstos en buena custodia, y separados 

los que el juez mande tener sin comunicacion; pero nunca 

en calabozos subterráneos y malsanos. . 

Art. 296. La ley determinará la frecuencia con que 

ha de hacerse la visita de cárceles, y no habrá preso al- 

guno que deje de presentaree á ella bajo ningun pre - 

testo. 

Art. 297. El juez y el alcaide que faltaren á lo dis- 

puesto en los artículos precedentes serán castigados como 

reos de detencion arbitraria, la que será comprendida co- 

mo delito en el Código criminal. 

Art. 298, Dentro de las veinticuatro horas se mani- 

festará al tratado como reo la causa de su prision , y el 

nombre de su acusador, si lo hubiere., 

Estos cuatro artículos fueron aprobados sin disousion. 

2412 ; 18 DE DICIEMBRE DE 1811. 

pública, estamcs en el caso de la observancia de! referido 

principio y de no contravenir á él por melio de dicha manifebtacion. 

‘La dificultad solo consiste en averignar si con efecto 

ella no aprovecha al reo en aquel acto, y perjudica al actor 

6 querellante y á la causa y vindicta pública; y que 

es lo uno y lo otro, RO puede dudarse. 

Toda la utilidad que pudiera sacar el reo de saber 

quiénes son los testigos que habian depuesto contra él en 

el delito que hubiese cometido, 6 que se le impute, estaria 

reducida á saber sus cualidades y tachas de enemistsd, 

parentesco ú otras que los inhabilitasen de poderlo 

ser, ó que hicieran decaer el mérito de sus deposiciones; 

mas como aunque así fuera, no se ha de estar en esta 

parte á su juicio, aun cuando sea cierto, mientras no juatifique 

las tachas ó defectos, lo cual no ha de ser entony 

el honor de haber aprandido 10 poC0 que sb, y donde 

siempre ha habido jueces y letrados de alto y conocido 

mérito. 

A que se agrega que teniendo como tiene Y. Na 

aprobado el art. 289, porque se establece cque la declaracien 

del arrestado sea sio juramento, que á nadie ha de 

tomarse en materias criminale sobre hecho propio,o ha 

cesado ya la necesidad que para haber de manife,-tar al 

reo !os nombres de loe testigos al tiempo de recibírsele sll 

confesion querian sostener algunos, y sobre que habia variedad 

de opiniones entre los autores, 

Conformes tollos en que el reo en su confesion debe 

decir la verdad «siendo legítimamente preguntndo,)) y ea 

que para que se verifique esto se requiere, entre otras 

cosas, haya jusfificscion del hecho ó delito, movian la 

cuestion y suscitaban la duda de si pwa ello era necesaces 

ni en aquel acto, y sf en el término de prueba, de rio no solo que se le legesv las deposiciones de los testiahi 

es que esta diligencia debe reservarse á ella, 9 se re- gos, sino es tambien que se Ie dijesen sus nombres, y 

serva con efecto segun las leyes y con arreglo á la prác- manifestase quiénes eran; y aunque unos decian que no y 

tica inconcusa, porque de esta suerte logra el reo toda su otros que sí, yo he estado siempre por la opinion de los 

defensa en este punto, sin que se le prive de alguna por primeros por BU dignidad, autoridad, y sobre todo por las 

no anticiparle 10s nombres de los test.igos en el acto de la sábias leyes y concluyentes razones en que se fundan, y 

confesion . 

todo subsiste; que parece que, como he dicho, ha cesado 

Tan cierto como es esto, lo es igualmente el que de ya esta cuestion y su resolucion con lo establecido y aproverificarse 

la expresada manifestacion se aeguirian , ó se bado en el citado art. 289. 

daria lugar á que SO siguiesen gravísimos perjuicios al De todo se concluye que sobre no estarse en el cas3 

actor y á la causa y vindicta pública, quedando indem- de haber para qué manifestar al reo al tiempo de tomárnes 

los delitos; pues sabedor el reo de quiénas son los tes- sele su confesion los nombres de los testigos, ni de darles 

tigos antes de la prueba y de que tenga efecto su ratifi- noticia para venir en conocimiento de ellos, si lo pidiese, 

cacion, se valdria de cuantos medios soa posibks, ya en aun cuando lo estuviésemos, no podia difarirse á ello por 

ruegos, en amenazas, en empeños, en sobornos y demás no resultarle ninguna utilidad, porque toda la que pueda 

para que no la hiciesen, quedase ilusoria Ia causa y os- tener la consigue con que sepa quiénes son antes de la 

curecida y confundida la verdad. 

prueba, como lo sabrá necesariamente cuando más tarde 

Conociendo esto así las leyes, y tratando de evitar al tiempo de satisfacerse, paes tiene derecho para verlos 

tantos y fan graves malea y perjuicios, tienen prevenido juramentar, y sin lo cual, ysin su ratificacion, no le puey 

mandado no se reciban á prueba los pleitos en las ee- den perjudicar sus deposiciones, por hechas sin EU citagundas 

instancias ni en las terceras sobre los mismos ar- cion y con la notoria nulidad que por falta de ésta estatítulos, 

6 derechamente contrarios, fundadas en que de blecen las leyes en todas las pruebas, y segoirse, de lo 

ello se sigue que las partes los sobornan, los corrompen, contrario, gravísimos é insanables perjuicios al actor, y 

hacen probanzas falsas, y resulta en los pleitos mucho á la causa y vindicta pública; y por lo tanto, mi voto es y 

daño y fatiga, segun que es expreso en la 4.a, título IX, será siempre que aprobándose el citado art. 299 en cuanadel 

órden de sustanciar los procesos,» Iibro 4.’ de Ia to dice y establece que al tomar la confeaion al tratado 

nueva Recopilacion, que en laNovísima es la G.‘, títulox, como reo, ee le leerán íntegramente todos los documentos 

ade las probanzas y sus términos, D libro ll, y en otras y las declaraciones de los testigos, se suprima y repruemuchas 

anteriores, con las cuales son concordantes, p be, en cuanto á que haya de manifestáIsele los nombres 

que están ciertamente contrarias á lo que en el Congreso de estos, y á que si por ello no los conociere, se le darán 

he oido yo varias veces sentar, sobre que en la segunda cuantas noticias pida para venir en conocimiento de quiéinstancia 

se puede probar lo no probado en la primera, nes son. He dicho. 

pues esto solo tiene lugar sobre hechos nuevos é indepen- El Sr. DUE&AS: NO creí que sufriese impugaacion 

dientes; y si en algun caso se verifica lo contrario, es 

porque no hay temor de que se experimenten aquellos daños 

y perjuicios, y aun entonces por puro estilo y práctica, 

dimanada de conmiseracion de los tribunales. 

La práctica constante de todos losTribunales Supremos, 

alguna el presente artículo, por hallarse fundado en todos 

los derechos y en la justicia y equidad natural: el señor 

preopinante ha manifestado varias equivocaciones, que 

son las que en mi concepto le alejan de la aprobacion; 

procuraré manifestarlas y desvanecerlas brevemente. sUcon 

inclusion de los de la córte, en las causas ó procesos pone que por el art. 289, aprobado, no se podrá tomar al 

criminales, ha sido la de no entregar la causa á los reos reo declaracion ó confesion sobre sus delitos, y no es esto 

hasta despues de ratificados los testigos en observancia de lo mandado, sino que no sea bajo juramento, como se 

las leyes; y si en algunos de los eclesiásticos 6 juzgados ha practicado en Cataluña; pero bien podrán ser pregunde 

la mtsma clase no se ejecuta así y ae entregan al reo tados, y si no quieren declarar sus delitos, faltarin 4 la 

para su defensa tan luego como se le rscibe su confesion verdad y 6 la obligacion que tiene toJo ciudadano da resy 

se le pone la acusacion, es pasándose por el oficio y no- ponder, segun ella, á las preguntas de su juez natural; 

tario en derechura al abogado, y firmando éste la caucion Pero no se les pondrá en la dura necesidad de entregarse 

jurada que va estendida en la causa y proceso de no de- Gs mismos al rigor de la pena por no faltar al juramencir 

al reo los nombres de los testigos, ni palabra alguna to, 6 de cometar un nuevo delito para no sufrir la peaa 

por donde directamente pueda venir en conocimiento de 

ellos; 6 al menos así ha sucedido en Sos tribunales y juzmdos 

de la ciudad de Sevilla, donde he tenido la fortunq 

ie los anteriores. Que no se podrán averiguar los delitos 

lijo tambien el seiíor preopinante, si en la confesion s,’ 

hen 81 no los nombres del acusador y testigos. 

.

las razones de su opinion; pero en mi concepto equivocc 

las declaraciones indagatorias que so toman al reo dentro 

del sumarlo con la confesion, que es de la que habla esti 

articulo. Pudiera perjudicar que en las declaraciones SI 

manifestasen al reo los testigos del sumario; pero en 1~ 

confeeion no hay ya peligro alguno, y lejos de haber pe- 

ligro hay utilidad á la causa pública, porque se facilita 1~ 

averiguacion del delito y utilidad al tenido como reo, por. 

que si no lo fué, se le presenta desde el momento de acu. 

sarle la esperanza de justi5carse. Dije que 80 facilita pol 

este método la averiguacion del delito; porque en aque’ 

momento en que el juez le busca por la confesion, la con- 

ciencia del reo, que es su acusador contínuo, oprime SII 1 

corazon para que salga el delito; y si entonces le presen. 

ta el juez la autoridad y número de los testigos, sus mis. 

mas declaracionJ8, y las palabras que recuerdan al rec 

lae circunstancias más pequeiías del delito, posib!e ee 

que ceda á la fuerza de la verdad, la confiese y reconoz- 

ca, Por el contrario, si los testigos fuesen au8 enemigos, 

si variasen eu sus declaraciones, si no estuviesen marca- 

das las circunstancias, lugar y dia del delito, desde luego 

ñfJIvIER0 436. 2413 

’ I 

resultaria de esto; pero cuando se llega á la confesion, la 

contestacion del reo ha de ser el eje sobre que ha de ro- 

dar toda la cau8a. iQué sucederia si 8e fallase contra un 

ciudadano por una equivocacion en que incurrió de resul- 

tas de no habérsele manifestado el nombre de 10s testigos, 

que 6 pudieron tambien equivocarse, ó dar una declara- 

cion falsa? Antiguamente se daban estas públicamente á 1s 

presencia del reo, que contestaba frente á frente al testi- 

go; y esto ahora debe hacerse deapues del aumario, por- 

que siempre en loa juicios criminales debe procederse en 

favor de los reos cuanto sea posible. iY quién duda que 

el acusador tiene gran ventaja sobre el reo cuando á este 

ae le oculta el nombre de loa testigos hasta un tiempo en 

que puede serle inútil su conocimiento? Extraño que se 

citen prácticas contra las leyes; porque si en algun tribu- 

nal han existido, digo que ha sido por abuso, y abuso dig- 

no de reprobacion. Esta8 prácticas no pueden haberse es- 

tablecido sino por las opiniones de algunos autores, las 

cuales, habiéndose tenido por leyes, han contribuido á 

que los jueces no cumplan 8on su obligacion. Señor, los 

juicios civiles son como los criminales; la seguridad de 

se presenta al afligido la esperanza de au justidcacion. las personas y de los bienes son su objeto, igualmente que 

Cambien podrá esta práctica ser útil 6 los mismos juecee, la vindicta pública; pero esta litiga de buena fé, y no 

porque les impide decir al reo que ya están justificados 1 1 quiere llevar unas armas que priven de la defensa aI acolos 

delitos para arrancarles con tal superchería la confe- metido. Los juicios en el sumario se deben seguir con tosion, 

como por desgracia habrá sucedido más de una vez. , do el secreto que corresponde; mas cuando se trata de la 

Dijo tambien el seÍior preopinante que los abogados I 1 confesion, esta debe tomarse como previenen las leyes, 

prestan juramento de no decir á los reos que defienden porque ya está la causa en un estado en que no puede halos 

nombres de 10s teetigos que declararon contra ellos. A 

la verdad que yo no entiendo esta doctrina, ni es aplicai 

ber contradiccion. Por otra parte, jno ha de haber leyes 

pe castiguen á los perjuros? A uno que dijo que N. hable 

á ningun estado de las causas criminales, porque en ; bia cometido un delito, y despuea se retractó, ino se le 

el sumario que dura basta la confesion, el reo no puede 1 1 ha de castigar? iLa virtud ha de quedar confundida en 

tratar con el abogado, pues está sin comunicacion: en 1 términos que triunfen los poderosos, y se sacrifique al inel 

plenario y término de prueba la parte del reo ha de 1 Feliz que no tiene medios de contrarestar á su enemigo? 

tomar los autos para hacer la que le convenga; y icómo 1 Por lo mismo que se halla preso se le debe decir: Pedro, 

podria tachar los testigos para debilitar sus declaraciones . ruan y Antonio deponen contra Vd. esto y esto; y de essi 

no supiese quiénes eran? Tambien ha dicho el señor preopinante 

que se requiere para que el reo esté obligado á 

1 ;a manera podrán contestar debidamente á los cargos que 

I ie les hagan, y no quedará el arbitrio de poder oprimir á 

responder al juez, que éste lo aea legítimo, y que pregun- 1 In infeliz de poco talento y luoes, de poca presencia de 

te legítimamente, esto es: que pregunte sobre delito de t espíritu, 6 aturdido. Por tanto, yo apoyo el articulo, pique 

haya en autos semiplena probanza por lo menos: esta ( iiendo á V. M. que se pregunte si está sukientementa 

eu doctrina corriente; pero no impugna el artículo, sino ( iiscutido, para que procediendo desde luego á su aprobaque 

lo a5rma, porque es preciso enseñarle al reo la prueba 

que hay contra él en autos, para hacerle creer que ea 

( !ion, hagAmos este beneficio á la humanidad. 

El Sr. DOU: No pIledo oonvenir en que la confeaion 

preguntado jurídicamente, y que se halla en el caso y Ie tome al reo para que este satisfaga; al contrario, se 

obligacion de responder. Ultimamente, la opinion de autores 

nuestros muy clásicos; el espíritu de nuestras leyes, 

t orna para que confiese lo que resulta de autos, y en vist 

a de todo, se le pueda hacer el cargo; para satisfacer y dey 

la práctica de naciones enteras, son el fundamento del f: enderse el reo probando y alegando lo que le convenga, 

artículo, y contra él ninguna razon hallo que me retraiga 

de EU aprobacion. 

El Sr. GIRALDO: Señor, examinando el origen de 

los juiciga criminales, viendo el espíritu verdadero de 

nuestras leyes, y desentendiéndonos de los abusos y práctieas 

viciosas introducidas contra este mismo espíritu, se 

hallará que el artículo está conforme con todos los principios 

en que ellas se fundan. No recordaré á V, M. los 

que son propios del juicio criminal: diré solo que este ea 

la contestacion de la demanda 6 acusacion, y que no es 

posible que conteste el acusado sin tener presentes todoslos 

méritos de su sumaria, segun está prevenido en las leyes: 

nadie podrá decir lo conltrario, porque es bien claro que si 

d uno se le hacen cargos sin manifeetarle los nombre8 de 

loa testigos, y los términos en que estos se les hacen, no 

podrá responder legalmente y deshacer alguna equivocacion 

que pueden cometer, asf los testigos mismos, como 

los jueces. EstB bien que EO evite el que el reo se confabule 

con loa te&tigost por los pandea inoonvmientee que 

J ra debe haber y hay deapues lugar y tiempo oportuno; 

a raí que, por eata razon no deben leerse al reo los docu- 

L ueutos y las declaraciones de los testigos al tiempo de tor 

nar la confesion; pero deben leerss una 6 dos declaracion 

Les, para por esta razon el reo debe ser legítimamente 

F breguntado, no solo para el caso de que se le oblige Q prest 

ar juramento, sino aunque no se le obligue á prestarle; 

9 r por esto aconsejan los autores que el juez, á fin de que 

ll 10 dude el reo, 6 no se valga de algun subterfugio para 

e ludir la verdad, debe mandar que se lean una ó dos de- 

C IJaraciones de testigos; ya sea, pues, por esto, 6 porque 

S e considere derecho del ciudadano el darle la satisfach 

C ion, de que no se procede sin justa causa contra él, con- 

,iene lo dicho; mas no parece del caso el leerle todo lo 

d emás por diferentes motivos: el primero, porque no hay 

C ausa que obligue B, ello; el segundo, porque 1s declara- 

C ion de dos testigos 6 de uno bastan para el dn indicado, 

9 el tercero, porque leyéndose todo, ha de saber el reo 

f odo, y todos 10 que han dwlarado; 7 de ;q;. el pt$igro

2414 la DB DICIEMBRE DE 18 ll. 

del soborno, cohecho, y de todos loa artificios que se han deciden de su honor ó de su vida 6011 sus declaraciones 

indicádo del reo, sabiendo quiénes han declarado contra un instante dsspues de haberlas hecho, En mi opinion, el 

él, y lo que han dicho, pone en movimiento todos los re- reo queda á discrecion de sus enemigos, si los tiene, oon 

sortea; hace hablar y mover á compasian á los testigos la práctica que se observa para que puedan 6 su salvo 

para que en la ratificscion que se les ha de recibir des- concluir toda la trama; y las declaraciones de los testigos 

pues con pretesto de equivocacion, explicacion, duda ú en 109 casos de verladero reato no se aseguran mejor oon 

otro motivo, tergiverse y deshaga ó despinte lo que tiene la ocultacion que se hace de sus dicho9 y nombres en el 

declarado; hay mucho de esto, que debe evitarse. Léan- acto 3e la confesion. 

se, pues, dos declaraciones al testigo, 6 una si no hay El Sr. IVIEISJDIOLA: Extraño mucho que se ponga la 

mbs para el fin expresado, y nada más que al tiempo de menor duda en la rprobacion de este artículo, cuando lo 

la prueba, ya justificará el reo, y alegará lo que conven- que contiene es lo que constantemente dispone el derecho, 

ga á su derecho. sin que se pueda presentar una ley, una sola ley, ni an- 

El Sr. ARGUELLES: Si las razones del Sr. Gomez ~ tigua ni moderna, que disponga lo contrario. En las CBU- 

Fcrnandea hubiesen de retraer al Congreso de aprobar el SM criminales se ratifican 109 testigos, no porque sea neartículo, 

seria preciso esforzarlas para alterar tambien la ~ cesaris su segunda asercion p’!rs que merezcan fé; porque 

práctica misma que en el dia se observa. Entre otras co- I en este caso se practicaria lo misno en la9 civiles de musas 

se ha dicho que si se comunica al reo el nombre de cha gravedad. principalmente cuando envolvieran capítulos 

testigos, peligra la prueba del delito, porque el reo i los criminales. La razon de que se ratifiqusn consiste en 

puede confabularse con los que declaran, sobornarlos, in- ; que habiendo sido examinados en el sumario sin citacion 

timidarlos, etc. Examinemos despacio Ia ouestion, y se / del reo, no se pudieron averiguar, ni saber al mismo tiemhallar& 

lo que valen estos argumentos. La eonfesion del I po las tachas de sus personas, ni tampoco el mismo reo 

reo OS el último acto del sumario, y aun segun algunos, es ! pudo satisfacerse del juramento que todo testigo debe presya 

parte del plenario. Pero de todas suertes se le toma i tar delante de aquel contra quien depone; para saberse 

aquella cuando ya están examinados los testigos. Por lo j aquellas tachas, y presenciarse aquel juramento, se iaserqu8 

BS visto que el soborno no puede tener lugar, siendo j tó el segundo exámen ó ratificacion despues de la citacion 

para el reo un misterio la declaracion antes del acto de la del reo, 6 en el juicio plenario; J como en los negoaios 

confesion. Si se cree que sabiendo sus nombres podr& oor- , civiles nunca se comienza por las pruebas, sino por las 

romperlos para que no se ratifiquen en el plenario, este I contestaciones y citaaiones de los interesados, de aquí es 

inconveniente ha existido siempre. Los autos que se en- que precediendo estas últimas al exámen de los testigos, 

tregsn al reo antes de la ratitlcacion de los testigos, po- ’ aun cuando envuelvan materias criminales, jamás se ranen 

de manifiesto quiénes son. He aquí la ocasion de oo- tifican en sus deposiciones, y tienen la misma virtud y 

hecharlos; y he aquí cómo el artículo nada innova. Ade- 1 fuerza de las que son ratificadas en otras causas. 

más, la ratiflcacion no puede alterar de tal modo las de- j Por otra parte, icuál es el objeto de la confesion? No 

claraciones del sumario, que destruya el dicho de los tes- / es otro que convencer al reo de los cargos que le resultan, 

tigos, i quienes se supone verídicos por su primera de- I ya por las razones en que los testigos fundan SUS dichos, 

posicion. El juez no daria en todo oaso crédito á un testigo ya por el grado de probabilidad que es consiguiente al Es- 

que se desmintiese en plenario. La prueba quedaria como tado ó autoridad de sus personas la imparcialidad con que 

en suspenso. Pero aun 18 ratiflcacion no es un acto tan 

necesario que se repute por esencial cuando, sagun estoy 

informado, no se practica en algunas provincias, como 

sucede en Mallorca. Veamoa este punto por otro aspecto. 

P el riesgo que se teme de que el reo soborne los testi- 

gos, ino es igualmente prdximo d que sean sobornados 

por sus enemigos? gNo es más ficil que se deje seducir 

un testigo para que declare contra una persona, que ha de 

ignorar por mucho tiempo lo que depone, que no si su- 

piese que desde el primer paso ha de saber su nombre y 

su dicho? &El reo no hallará m&s medios que deshacer una 

calumnia si en el acto de la confesion se le indica los tes- 

tigos? Si los jueces en la confesion se limitasen B la vea- 

dadera indagacion de los delitos, tal vez el reo no tendria 

necesidad de esta defensa. Mas jcuán frecuente es que 

con voz tremenda y amenazadora se reconvenga al reo 

porque niega hechos, que sin resultar todavía del suma- 

rio se le asegura que están plenamente declarados! Si las 

leyes no tuviesen por objeto sino el de sacar delincuentes 

á todos los que son acusados, 6 parecen en el sumario reos 

de delitos, convendria yo fácilmente en que al procesado 

se le privase de todos los auxilios que pudiesen fncilitar 

EU justitluacion. Pero como la ley igualmente protege al 

inocente que persigue al culpado, de aquí resulta que al 

preao se le debe dar todo género da medios para aclarar 

su inocencia cuanto antes sea posible. Si á esto contribu- 

ye 6 no el que al reo en la confesion se le diga el nombre 

de los te&,igos, lo podrdn resolver los Sres. Diputados ver- 

sados en la administraaion de justicia. Por mi parte estoy 

aagur que no rolo conviene, sino que es un auto de tira- 

2-h mantena al reo BA la ignoranoia de los que tal vea 

se produzcan, ó pasiones que con relacion al reo los af& 

ten: por cualquiera de estos aspectos no puede el reo responder 

fundadamente á los cargos sin que se le manifiesten 

las razones que ha de desvanecer; la autoridad de los 

testigos que lo han de convencer; las relaciones de los 

mismos para que pueda decir sus tachas; y todo esto es 

imposible hacerlo sin el cumplimiento de lo que dispone 

el artículo para que al reo se le digan los nombres de los 

testigos, y se le manifieste todo cuanto en su contra re- 

sulta del sumario. Así es que en la misma COnfeSiOn tie- 

nen lugar los careos que suele pedir el rso para con los 

testigos que produjeron en su contra; y á la verdad que 

yo ignoro cbmo podrá verificarse este careo sin que por el 

mismo que los mira y los redargaye no hayan de poder 

ser conocidos. 

Ni vale el argumento de que por este conocimiento 

anticipado á la prueba del plenario 88 da lugar al cohe- 

cho que pueda intentarse de los mismos testigos, porque 

en su consecuencia tampoco podria entregarse el proceso 

al reo, como siempre se le entrega para que formalice su 

prueba, y haga cuantas interrogaciones le convengan; 

eu tal caso veria precisamente los nombres de los testi- 

gos, su orígen, vecindad y calidad, meditaria su cohecho, 

y despues provocaria su examen. Nada de esto se evita 

por temor del cohecho, y por lo mismo no prueba nada el 

argumento mismo para defender que deje de conocer 6 los 

testigos en el acto da la confesion. Pero lo cierto es que 

tanto menos Jebe temerse el cohecho en 2as causas cri- 

minales, cuanto es más fácil de averiguar por la misma 

irregularidad J extrañeza de haber el testigo cohechado 

de producirse en contra de lo que 61 miamo dijo BP el nym

Mario, y haber él mismo de emprender la grave dificultad 

de componer sus contrarias aseveraciones y juramentos 

con el riesgo inminente de ser castigado como perjuro. No 

es racional el temor del cohecho en la coyuntura de ha- 

ber ya antes de su peligro producidose el testigo bajo de 

juramento, y debe por lo mismo aprobarse el artículo. 

El Sr. ANtiR: Si la comision hubiera presentado un 

artículo para abolir la ratificacion de los testigos, nos ha- 

bria ahorrado este debate, y estaríamos fuera de dudas; 

pero subsistiendo las leyes que mandan que los testigos 

se ratifiquen, debemos examinar si conviene ó no comu- 

nicar al reo antes de esta ratificacion los nombres de los 

testigos. Soy de dictámen que EO conviene, y me fundo 

en que las declaraciones de los testigos, no siendo ratifi- 

cadas, no producen efecto alguno legal, es decir, no ha- 

ccn prueba; y por lo mismo conviene que así como des- 

pues de las primeras declaraciones no se comunican al reo 

los nombres de los testigos, ae les oculten tambien hasta 

despues de ratificadas, por el peligro en que se incurre de 

que el reo soborne á los testigos, para que ó no se rati- 

fiquen, ó varíen sustancialmente su primera declaracion, 

lo que es muy posible, mayormente si el reo es persona 

muy distinguida ó muy rica, en cuyo caso sus parientes, 

práctica observada, á; pesar de que los que acusaban á 

otro sabian que se habia de publicar el sumario, y saber 

éste lo que habia expuesto contra él, nadie se retraia de 

acusar, ipor qué hemos de recelar que se retraigan en lo 

sucesivo aprobado el artículo, cuando solo se adelanta la 

noticia cuatro, seis ú ocho dias? Lo mismo digo respecto 

de los testigos, pues si sus nombres y deposiciones se 

comunican despues de este término cuando se da trasla- 

do de la acusacion , icómo puede temerse que esta anticipacion 

que previene el artículo, de cuya aprobacion resultan 

Ias ventajas que manifestaron algunos señores 

preopinantes, impida la libertad que deben tener para 

decir cuanto sepan los que son llamados para deponer en 

razon de un hecho criminal? Si hasta ahora no faltaron 

acusadores y testigos, y los delitos no quedaron sin el 

competente castigo, no debe temerse que la práctica que 

trata de establecerse produzca los males y perjuicios que 

ha indicado el Sr. Gomez Fernandez. Respecto del soborno, 

las mismas razones que acabo de exponer convencen 

que ó no deben temerse, 6 que debe haber el propio recelo 

siguiéndose el sistema que hasta aquí. La ratidcacion 

de los testigos no se hace, segun él, hasta que la causa 

se recibe á prueba, ni se da el auto interlocutorio, admiamigos, 

_ 

al!egados, etc. harin 

_ 

todo lo posible para corrom- tiéndola hasta que el reo contestó 

_ 

á la acusacion despues 

per los testigos; y no fué otra la razon de la ley que pro- 1 de haber visto todo el proceso. Esto es lo que se observa 

hibe se comuniquen al reo los nombres de los testigos antes por lo comun; py q uién duda que en el tiempo que media 

de ratificar sus declaraciones. Si se tratase aquí de dar un desde la contestacion del acusado hasta la ratificacion, 

beneficio legal al reo, compatible con la recta administracion 

de justicia, convendria en ello, pero es todo lo 

hay el suficiente para los manejos y sobornos que por sí y 

sus protectores pueda proporcionar el delincuente? A este 

contrario; es procurar la impunidad á pretesto de favo- no le es fãcil ponerIos en movimiento desde que ae le toma 

recer al reo. Se dice, Señor, que es preciso que el reo sepa ~ su confesion hasta que se le da traslado: porque en rigor 

el nombre de los testigos al tiempo de dar su confesion, deberia estar sin comnnicacion hasta que por la respuespara 

poderse prevenir contra sus dichos, Esta razon me ta del fiscal 6 el acusador se viese que nada restaba que 

parece insuficiente, lo primero, porque el reo en la confe- I hacer en el que se tiene por sumario, y así es práctica en 

sion nada puede oponer contra los testigos; para ello está algunos tribunales; y de consiguiente, nunca tiene más 

establecida la prueba de tachas. Lo segundo, porque las tiempo para observar que el que tendrán leyendo él los 

leyes aseguran plenamente al reo en sus defensas, las nombres y deposicion de los testigos cuando dan su concuales 

puede hacer cuando se comunican los autos al defensor, 

y entonces sabe los nombres de los testigos, y puede 

oponer contra sus personas todas las excepciones 6 tachas 

que quiera. Por estas consideraciones no apruebo la 

parte del artículo que previene que se lean al reo loe nombres 

de los testigos. 

El Sr. VAZQUEZ CARGA: Señor, no puedo convenir 

en que se proscriba la práctica de ratificar los testigos 

que se ha seguido hasta ahora en los juicios criminales, 

porque aunque no sea así en los civiles, como dijo el seiíor 

Mendiola, hay una notable diferencia entre estos y 

aquellos. Los testigos que deponen, aunque sea en suma - 

rio en una causa civil, se examinan con citacion, y sin 

ella en la criminal: querer, pues, que haya de perjudicar 

al reo lo que sin ser citado se habia declarado contra él, 

viene á ser lo mismo que cortarle los medios de defensa, 

que debe tener espeditos segun los principios de derdcho 

natural. En lo principal del artículo no alcanzo ciertamente 

qué puede detenernos para aprobarIe, pues aunque eI señor 

Gomez Fernandez ha dicho que de manifestar los l 

nombres de los testigos á los reos al tiempo de tomarles ) I 

la confesion, se perjudicaria la causa pública, pues aque- / : 

llos se retraerian de declarar la verdad, los acusadores de j 1 

acusar, y se daria lugar á sobornos, quedando impunes 

los deIitos,. yo quisiera que se me dijese si el que trata i ] 

de poner en juicio una acusacion se retrae, porque des- / 

fesíon; mas aún en otro caso, y suponiendo que en el 

instante evacue ésta, queda en libertad de tratar con quien 

quieran: lo que resulta es que solo tiene aquellos pocos 

dias más que tardar en proponerse Ia acusacion en forma, 

y cualquiera conoce que no es entonces el tiempo oportnno 

para facilitar el soborno, porque siempre se deseará un 

conocimiento más detenido de los hechos y circunstancia8 

que deponen los testigos, que el que proporciona una simple 

lectura, para darle las instrucciones por menor, y 

cual se necesitan del modo de enmendar sus declaraciones 

6 retractarlas. Por estas consideraciones, y las más 

que se hicieron anteriormente, apruebo el artículo como 

está extendido. 

El Sr. CREUS: Se confunde la ratiflcacion con la 

primera declaracion. En esta se exponen los hechos; pero 

es necesario que se ratifiquen. 0i eI reo supiese antes de 

la ratiflcacion el nombre de los testigos, se valdria de todes 

los medios imaginables para que no se ratiftcasen, y 

como Ia ratidcacion es!a declaracion Q que se debe estar, 

y no á la primera, se deduce el peligro que hay en que 

antes de esta sepan los reos los nombres de los testigos. 

Por otra parte, el manifestarlos no es para otra cosa sino 

para que el reo les ponga las tachas que tenga por convenientes: 

para esto tiene suficiente tiempo desde que la 

:eg prescribe que se le declaran 6 manifiesten. En eets 

i * supuesto, no veo que haya necesidad de descubrir los 

pues de tomada la confvsion, y formahzada la acusacion, I 1 lombres y cualidades de los testigos antes de la segunda 

6 propuesta ésta en forma, se comunica traslado al acu- ’ declaracion. Por tanto, no pue,io conformarme con lo que 

sado, y se le entrega el proceso íntegro, del que resulta 

su nombre, y en donde ve aquel cuanto hay y cuanto se 

expresa el artículo.> 

Procediéndow á la votacion, y aprobado el artículo, 

escribió en Ia materia, Si, pues, hqata ahora, segun la se levantó la sesion.

RJtilkIERO 437. 2417 


DE LAS 

ALESYEXTRAORDINARIA 


Se ley6 un oficio del encargado del Ministerio de Ha- 

cienda de España, en el cual pedia se sirviese el Congre- 

so señalarle la hora en que debia presentarse al dia in- 

mediato para leer en sesion pública una Memoria sobre 

aduanas. Seiíalaron las Cortes la hora de las once y me- 

dia de la mañana de dicho dia. 

Habiéndose leido una relacion de los servicios con que 

los habitantes de la provincia de Avila han acreditado su 

fidelidad al Gobierno legítimo, y sus buenos sentimientos 

en favor de la justa causa, junto con el oficio con que la 

remitió el referido encargado, el cual hace el debido elogio 

del patriotismo de dichos habitantes, como igualmonte 

del celo del Sr. Diputado por aquella provincia Don 

Francisco de Laserna, hizo éste la proposicion siguiente, 

que quedó aprobada: 

«Ya ha oido V. M. la lealtad y patriotismo de los naturales 

de la provincia de Avila, que represento ; y aunque 

en ello no hacen más que cumplir con su deber, pido 

á V. M. que, si son gratos sus servicios, se lo manifieste 

así al Consejo de Regencia, p ara que lo comunique á 

aquella Junta, para consuelo de aquellos españoles. D 

Habiendo prestado el juramento de estilo , tomó 

asiento en el Congreso el Sr. D. Antonio José Ruiz Pa- 

dron, Diputado por las islas de Lanzarote, Fuerteventu- 

ra, Hierro y Gomera. 

Se mandó pasar á la comision Ultramarina un oficio 

del encargado del Ministerio de Gracia y Justicia, junto 

con la representacion que acompañaba del gobernador de 

Santa Marta, relativa á la providencia que habia tomado 

de que no se hiciera novedad en la ccncurrencia de esti- 

pendio á los curas doctriner X, hasta que las Córtes de- 

claren qué pr&ica haya de observarse en lo sucesivo 

respecto á haberse eximido del tributo á los indios, de 

cuyo ramo se pagaban los estipendios, oblata y demás 

para el culto divino. 

El Sr. Secretario Valle presentó el siguiente papel, 

y las Córtes aprobaron la proposicion que en él so contiene: 

Fa418 

poder para informar á V. M., devuelvan á la Secretaría 

todos los que en su concepto no deben ocupar la atencion 

de las Cbrtes, con arreglo al Decreto de 9 de Marzo últi- 

mo, con una nota que así lo indique, y den únicamente 

curso á aquellos cuya decision es propia de V. M.* 

Se mandó pasar 8 la comision de Guerra una expoai- 

cion del Real cuerpo de Guardias de Corps, relativa á la 

Memoria leida en 20 de Noviembre último por el Minis- 

tro de dicho ramo. 

13 DIP DICIEIUBRIP DBI 1811. 

Pasó & la comision especial de Hacienda el dictámen 

de la de Comercio y Harina, con el cual se conformó la 

ordinaria Se Hacienda, sobre un oficio del encargado del 

Ministerio de dicho ramo de Indias, relativo á la exporta- 

cion de plata y oro de la provincia de Santa Marta B las 

colonias aliadas extranjeras, cuyas razones, hallando fun- 

dadas aquella comision, propuso que se permita la ex- 

traccion del oro amonedado de aquella provincia B las 

referidas colonias con el derecho de 3 por 100, y en 

pasta quintado el de 5 por 1 OO de la plata amone- 

dada con el derecho de 10 por 100; no permitiéndose 

esta disposicion á los demás países que disfrutan la gra- 

cia de comerciar con las colonias amigas, supuesto que 

no hay diligencia, por prolija que sea, que baste á evitar 

la exportacion de los metales clandestinamente, sin lucro 

de la Hacienda pública. Propuso además la comision que 

en el caso de aprobarse la disposicion antecedente, de- 

bia tambien decretarse que la exportacion de la plata 

y oro de las provincias citadas para la Península no BU- 

.fra derechos 6 su entrada para impedir que pasen al ex- 

tranjero loe metales indicadoa, debiendo ser temporal 

esta resolucion basta tanto que se arregle el oomercio en 

general, 

80 aprobó el dici&men de le comision de Hacienda re- 

lativo 6 que se hagan extensivas las gracias concedidas 

en el decreto de 19 de Abril último á la extraecion de la 

plata procedente del valor de las harinas que se introdu- 

jesen; en el conaepto :de que en esta coucesion DO debe 

estar ineluido el metálico que procsda de las harinas que 

se WQdnjeren ep virtud de las contratas celebradas an- 

teTiorMente, 

Qued6 igualmente aprobado el siguiente dictámen de 

la comision especial de Hacienda: 

eSeñor, la eomision especial de Hacienda ha visto el 

papel de 4X&xionee sobre el.modo de hallar los recur- 

aos necesarias Para subvenir B,las necesidades de la S’a- 

oion, y sobre el establecimiento de contribuciones, ordena- 

nadas y presentadas á 5. M.. por. el capitan de fragata 

D. José Connok , o al cual acompaiian dos estados con 

nombre de láminas, que ponen B la vista lo que compren- 

de el eecrito. 

La idea, por 10 que toca á recursos, se reduce á pro- 

poreionar el de 300 millones de pesos; para verifioar éste, 

no solo propone el autor el medio de papel-moneda, sino 

el de que 8ea la única moneda que corra con la de cobre, 

hipotecándose la confianza nacional de recogerse á su 

tiempo el papel con loa inmensos baldíos, bienes de ma- 

AOS muertas, muahhs parte de loa eclesiásticos, y con 

buena administracion. Dice que debiera mandarse h entrega 

de todo el oro y plata del Reino, dándose al poseedor 

de estos metales billetes representativos de uantidad 

igual 6 la entregada; que lo mismo debiera practicarse 

con los vales Reales y todoe los créditos, extinguióndose 

de este modo todos; que en la España europea solo debieran 

girar los billetea, depositándose toda la moneda metálica 

de oro y plata en la Tesorería nacional; que en otra 

Tesorería nacional debiera ponerse la moneda sobrante del 

Estado en la España americana, girando las demás allí como 

ahora; que las dos Tesorerías nacionales de América y Europa 

debieran remitir el metálico necesario para proveer d 

los depósitos de Lóndres y Lisboa, de modo que estos dos 

depósitos, la Tesorería nacional de América y la de Europa, 

fuesen como cuatro Bancos de crédito de todo èl COmercio 

español, para pagarse con BU medio y giro lo que 

debiéramos al extranjero, y que aunque se OCUltaSe sin 

entregarse mucha parte de la moneda metálica de oro 

y plata, nunca deja+ de conseguirse el fin de servir el 

papel como buena moneda , prohibiéndose y cortándose 

absolutamente el uso de la de los metales de oro y plata. 

En cuanto Q, contribuciones, el proyecto consiste en 

formar el oáloulo de la riqueza nacional, sacar de ella 

la contribucion de 86 millones de pesos fuertes al año ; 

establecer para conseguirlo una contribucion con aumento 

progresivo; formar para esto un censo exacto de la poblacion 

y de las facultades ¿ie cada ciudadano; distinguir 

diez clases de contribuyentes con corta diferencia entre 

los de cualquiera de ellas y la inmediata, á fin de evitar 

perjuicios de consideracion en caso de error ó equivocacion 

en la cuota, y en cuidar el ayuntamiento de cada 

pueblo del repartimiento y recaudacion. Dice el autor que 

de este modo se evitaria el excesivo número de empleados; 

se ocuparian estos en tareas útiles; quedaria libre la 

circulacion, y pagaria menos de lo que paga el ciudadano. 

Con la simple expoeicion de los dos proyectos se ve 

que por más lisonjeros y plausibles que sean los cálculos 

de D. José Connok, no hay en el dia proporcion para hacerse 

uso deellos, prescindiendo de que en algunos datos, 

que tienen mucha trascendencia en su escrito, él mismo 

se manifiesta vacilante. 

El papel siempre tendrá y dejará de tener el aprecio 

en razon de lo que esté consolidado el crédito de la Nacion; 

la nuestra ha tomado providencias que pueden ya 

autorizarle mucho; pero ha de tomar muchas más: el estado 

de invasion y de turbaciones en que se halla es, 

por otra parte, grande obstáculo, que se vencerá en todo 

6 en parte á proporcion que se consigan triunfos: mucho 

mayor obstáculo, 6 por mejor decir, insuperable, es el 

mismo estado de cosao para el censo exacto de las facultades 

de cada ciudadano, que con‘grandes trabajos se hace 

en tiempo de paz con @risdiccion y circulacion expedita 

de órdenes , dejando aparte que la contribucion 

de aumento progresivo para dicho tiempo tiene grades 

dificultades, de que debe prescindirse en este informe. 

Por estos motivo8 opina la eomision que por ahora no 

há: lugar á ninguno de los dos proyectos, y que para 

euando se trate del arreglo de contribuciones podrá tenerse 

presente para lo que convenga la Memoria da Don 

Jósé Connok; sienda laudable SU celo y trabajo en dirigir 

el pensamiento á cosas que aun cuando en el edmen se 

hallen inadmisibles, hayan ocupado dignamente la atencion 

con la grandeza del objeto. V. Bd. resolverá lo que 

fuere más conveniente. v 

~O~~~U~ 10 discusion del proyecto de Congtitncion,

dA&. 300. El proceso de allí en adelante serfi pfibli- 

00 en el modo y forma que determinen las leyes., 

El Sr. MARTINEZ (D. José): No puedo aprobar esta 

artículo segun está concebido, porque no entiendo á qué 

SB dirige esta publicidad que previene. Este articulo si- 

gue al antecedente, que trata de la confesion que se ha de 

tomar á los reos. Por consiguiente, hallamos el expedien- 

te en el estado de entregarse al acusador 6 fiscal fira 

que formalice la acusacion ; luego se siguen los demás 

trámites, que estbn bien demarcados en nuestras leyes. 

Ei artículo dice que desde la coufesion en adelante todo 

el proceso sea público. Esta publicidad en ciertos trámi- 

tes la demarcan ya las leyes ; por consiguiente, esti por 

de más el prevenirla; pues aunque es verdad que dice que 

ee arre& B los que determinen lae leyes en lo sucesivo, 

en esto, de algun, modo obligamos 6 los que hayan de 

formar estas leyes 6 que determinen que ee hayan de se- 

guir las actuaciones en público, y esto no sé yo si será 

posible. Por decontado, la manifestaaion de las pruebas y 

la declaracion de los testigos, no deben, en mi concepto, 

ser públicas. Son grandes los inconvenientes que podrian 

resaltar de la publicidad de semejantes actos. No hay ne- 

cesidad de referirlos, pues son bien notorios á todos los 

que están versados en esta clase de negocios. Por tanto, 

no puedo aprobar el artículo en los términos en que es6 

concebido por ser demasiado generales. 

El Sr. VILLANUBIVA: Po entiendo que por este ar- 

ticulo ‘no se derogan lae leyes que señalan la parte que 

debe ser pública en los procesos. Todo se salva en él di- 

ciendo que será esto en el modo J forma que determinen 

las leyes. En esto se comprende, no solo las que se 

sancionen en adelante, sino tambien las que rigen en el 

dia. Por aonsiguientti, creo que aun cuando ahora ee pu- 

blique y se realice la Constitucion, no se& públicos sino 

los actos determinados por las leyes que rigen hoy dia. 

Si las Cbrtes sucesivas juzgasen que conviene hacer en 

esto alguna variacion , quedan para ello autorizadas por 

este artículo, Y así puede procederse d su aprobacion., 

Quedb aprobado. 

clA&. 301. No se usará nunca del tormento ni de los 

apremios. P 

Aprobado. , 

aArt. 302. Tampoco se impondrá la pena de confis- 

caaion de bienes., 

Aprobado. 

aArt. 303. Ninguna pena que se imponga por aual- 

quiera delfto qae sea, ha de ser trascendental por término 

ninguno d la familia del que la sufre, sino que tendrá 

IMIO su efecto precisamente sobre el que la merecid; mas 

á este no ha de haber nada que paeda ofrecerle Ia Idea de 

evitarla. D 

El Sr. LARRAZABAL s. ño?, deseo que por la ao- 

tiion se me explique la segunda parte de este artiaulq 

que di& asf:

2420 13 DE DICIEMBRE DB 18 ll. 

hallo que estas palabras no solo son redundantes, sino 

que envuelven contradiccion con otro articulo de la Constitucion 

aprobado ya por V. M. 

El Sr. GALLEGO: Aunque no me hace mucha fuerza 

la razon ultima que ha expuesto el señor preopinaute, 

sin embargo, la primera me parece bastante fundada, 

pues el decir que al reo nada le ofrezca la idea de evitar 

la pena es inútil, porque es claro que las leyes se hacen 

para que secumplan. Pero voy principalmente 6 otra cosa. 

Cree el Sr. Larrazabal que por este artículo se va 8 quitar 

la pena de infamia. Este artículo , que casi comprende 

las razonea en que se funda, dice que la infamia no ha 

de ser trascendental por término ninguno á la familia del 

que sufre la pena; pero por eato no se dice que se quite la 

pena de infamia personal al que comete el delito. Por lo 

mismo apruebo el artículo en los términos en que está, 

quitándole la última referida cláusula. 

El Sr. MENDIOLA: Estas palabras las pusola comision 

con la idea de evitar que los tribunales apliquen penas 

arbitrarias, porque en esto hay cierta arbitrariedad. 

Por ejemplo, en un delito grave en que debe imponerse 

al reo la pena capital, el tribunal, segun las leyes Reeopiladas, 

ha tenido la facultad de mitigarla y conmutarla en 

la de diez años de presidio. La comision ha creido que 

debia cerrarse la puerta 6 semejante arbitrariedad, y éste, 

no otro, es el objeto de la última clénsula del artículo que 

se discute. Tampoco se debe entepder por esto que se 

quiten los indultos. La razon es porque es claro que los 

indultos no se conceden sino deapnea de cometido el delito, 

pues la ley del indulto no puede verificarse sino despues 

de cometido y declarado que existe tal delito. Ademá;s 

que éstos solo se conceden en casos muy particulares 

y por causas muy justas. Así que, puede aprobarse el 

artículo. 

El Sr. VILLAFAfiE: No tengo que añadir á lo expuesto 

pol el Sr. Mendiola, pues creo que en nada se deroga 

la facultad de indultar, porque el indulto únicamente 

suele concederse por un caso extraordinario , y la 

última cláusula del artkwlo solo debe entenderse de los 

casos ordinarios. Puesta dicha cláusula, todo español sabr& 

que si comete un delito ha de ser castigado; esto nada 

tiene que ver con lo que está ya sancionado acerca df 

los indultos. Por tanto, apruebo el artículo eonformc 

está. .v 

Se aprobb hasta las palabras amas 8 Bate, etc, s lar 

cuales quedaron suprimidas. 

a Art. 304. No podrá ser allanada la casa de ningun 

español sino en los casos que determine la ley pan el 

buen órden y seguridad del Estado. 9 

Aprobado. 

aArt. 305. Si con el tiempo creyeren las Cbrtes qui 

conviene haya distincion entre los jueces del hecho y de 

derecho, la eatableceran en la forma que juzguen conducente. 

0 

El Sr. MARTINEZ (D. José): Si, como se ha dichc 

poco hace, la Constitucion ha de establecer leyes efectivas, 

no precisamente dar consejos, y las Córtes sucesivas 

podrán en punto 8 leyes determinar lo que les parezcl 

m&s oonveniente, variando y reformando aquello que en 

tiendan que lo necesite, se podrá suprimir este artículo 

pues es bien sabido que las Córtes futuras tendrán estr 

facultad. Lo que aquí se dice es un mero consejo, no UI 

precepto. 

. El Sr. MUfiOZ TORRERO: La comision ha creidl 

conveniente y aun necesario declarar esta facultad á la 

Córtes sucesivas, para que sin embargo de lo que aqn 

ye eatablewa en brden al rristemB judioicrl, estéa autori 

adas para variarlo en la forma que indica el artículo. 

& que, no es él un mero consejo sino uua declaraeion 

lositiva de las facultades que acerca de este particular 

.eben tener las futuras Córtes. 

El Sr. GOLFIN: Mi opinion es que lejos de supri- 

airse este artículo se ponga on tono imperativo, de modo 

ue sea un verdadero precepto, porque de lo contrario, 

10 veo un medio para que la inocencia quede asegurada 

le la arbitrariedad y despotismo. Podria, puea, ponerse 

n estos términos:

menudo de esta faeultad, y que la euspension fuese dura- 

dera, de uno, cuatro, cinco, seie meees, por ejemplo, ó de 

un año entero (esto hace estremecer), como sucedib en 

Inglaterra á principios del siglo último, jcon qué seguri- 

dad personal podrian contar los ciudadanos eu el enlace 

de estos do8 abU combinados, ni cuál seria Ta estabili- 

dad y permanencia sucesiva de la Conatitncion del Bs- 

tado? 

La realizacion de los recelos que infanden estas refle- 

xiones son muy posibles, y la prevision humana debe evi- 

tar cuanto pueda tale8 contingencias, conservando siem- 

pre la8 leyee en su cur80 y vigor, sin la menor relajacion 

cn Bu observancia, y sin la más leve auspension de su 

existencia, 8: cuyos necesarios requisitos se opone direc- 

tamente el artiCUl0 que se discute si 88 aprueba. 

Pero aun dado caso que la contingencia de circuns- 

tancias muy apuradas haga aprobar la idea del artículo 

que se propone, me parece debe quitársele á lo menos todo 

lo que tiene de vago 4 indeffnido, declarindola con más 

precision y limitacion de arbitrariedad. En efecto, las cir- 

cunstancias extraordinaria8 en que se haya de aplicar lo 

declarado en este artículo, no siempre se presentarin en 

los tiempo8 en que las Córtes estén reunidas, para poder 

decretar la auspension de leyes que se indican; y enton- 

ces, mientras no se verifica la reunion por la convocacion 

que se haga para estos ca8os extraordinarios, no hay de- 

claracion en el artículo que señale Ta autoridad que pueda 

decretar esta suspension, á meno8 que no ae entienda que 

en tales apuros debe tener esta facultad la diputacion 

permanente de Cdrtee; pero siendo así, ó de otro cualquier 

modo, es menester expresarlo. Tgual incertidumbre es 

preciso evitar en la determinacion del tiempo que ha de 

durar esta suspension, S fin de limitar la arbitrariedad y 

abusos que sobre esta determinacion pudiese habar en per- 

juicio de la honra, fortuna y seguridad personal de los 

ciudadanos: asf como la perspicaz vigilancia del Gobierno 

puede hacer bien ociosa la necesidad de una tal suspen- 

sion, asf puede tambien , y aun mejor, descubrir en poco 

tiempo la realidad de las sospecha8 que pongan en riesgo 

al Eetado obrando con actividad y astucia. 

Eu vista de estos reparos, y eu la supoeicion de que 

V. M. quiera aprobar la idea del artículo 918 Be propone 

de suspension de leyes, me parece podria estar expresado 

en los tkminos siguientes: 

c~i en circunstancias extraordinarias de sospechas 

bien calificadas la seguridad del Estado exigiese en toda 

la Monarquía, d en parte de ella, la suspenzion de algu- 

nas formalidad88 prescritas en este capítulo para el ar- 

resto de los delinczentes, podrán las CdI’te8, si estgn eon- 

pegadae, deoretarIa; y no estándolo, y siendo perentoria 

r urepxdaima la ~wpe~sion, Ia porMM la aputaoion 

leMERO 497. 2421 

gunas VBCCM por el Senado y tribunos para ejercer un po- permanente, hasta que las Oórtes, convocada8 y reunidas 

der supremo en casos de sospecha dl conspiraciones, y por estos caso8 extraordinarios, la decreten con su anteaunque 

el Gobierno inglés ejerza tambien esta facultad ridad; entendiéndoee que el tiempo de esta suspension no 

imperiosa en varias ocasiones urgentes, ideberemos nos- ha de pasar de tres meses, ni las prbrogas sucesiva8 de 

Otro8 imitar por iguale8 recelos de trastorno del Estado necesidad bien calificadas han de ser de mayor duracion 

una tal institucion, comprometiendo con ella la vida y que de un mes cada una., 

honra de loa ciudadano8 6 ser víctima de los efectos de la El Sr. ARGUELLEG: Seííw, no puedo menos de 

maliCio8a arbitrariedad 6 negras delaciones? iQué planes aplaudir y envidiar este voto sapientisimo del Sr. Alonso 

perjudiciaTe8 no pueden delinearse contra Ta Nacion en ge- y Lopez, y en parte apmebo so opinion. Pero la comision 

neral con la existencia de un8 ley suspensiva de otras le- meditó mucho este artículo, como lo pueden decir mis 

ye& combinada con las desventajas de quedar siempre en disgnos compañeros en ella, precediendo al extenderle 

mi&UiOrW 8eCrdOS 108 consejos 6 dictámenes que 81 Bey mucha detencion. Tal vez las circunstancia8 en que se 

haya de recibir de su Consejo de Estado, cuyas malas halla la Nacion han influido en los ánimos de dicho8 mis 

consecuencias son bien bbviaa por no haberse aprobado compañeros para ponerle en estos términos. Quiero decir 

mi artiCUl0 prOpu88tO 8obre Oste particular? Y si por pre- que este artículo no es efecto de la teoría, sino hijo de la 

tedio8 M3ííab3dO8 6 fraguados, llegase á abosarse muy 4 experiewia que llevamos de cerca de cuatro años. Por él 

Se confieren ciertas facultades al Gobierno para que pueda 

influir en laa Córtes á que manden en casos extraordinarios 

la auspension de tale8 y tale8 formalidades, que deberán 

preceder para el arresto de algun delinouente, pues e8 

eT medio Único de remediar TaS necesidades ó ca808 imprevistos 

en que puede correr peligro la Nacion. Y si en la 

Constitucion no se dejase la puerta abierta para salir de 

lo ordinario en esto8 casos raro& sucederia con esc&ndaTo 

su ruina, la cual de ningun modo puede precaverse mejor 

que por el que establece este arthWl0, que es el medio 

m6s legal; porque si se dejase á que produjese su8 efeetos 

una revolucion, seria despues muy difícil remediar los 

daño8 que ocasionaria. Este es un asunto problemático, 

en que se pueden dar tanta8 razones en pró como en contra. 

Las que expone el Sr. Alonso y Lopez son eapientísimas; 

pero no tienen para mí toh la fuerza que es necesaria. 

Dice: aiqué hubiera sucedido en esta parte si el 

Favorito hubiera tenido estas facultades?o Pero, Señor, hay 

nucha diferencia de un gobierno despótico, como 8on to- 

Tos los que ha citado el Sr. Lopez, al que se eetablece, 

moderado y liberal, por esta Constitucion. Así que, la@ 

:eflexiones que ha tenido presentes la comision han inìuido 

sobremanera para extender este articulo. Es un 

:aso casi metafísico creer que las Cbrtes se descuidarán 

m 88te punto, y seria contra BU bien decretar ahora lo 

lue se debe dejar para lo que dicten las circunstancias á 

.as Córtes futuras. En Inglaterra, cuya nacion cita el Beior 

Lopez, en la época del Sr. pitt, por el influjo que telia 

este Ministro, se trató de suspender la ley de Eubeas 

:WJW por espacio de algunos años; cayo proyecto, si no 

re hubiese verif? cado en aquel ca80 extraordinario, tal vez 

10 tendria el gobierno tan sábio como B toIos consta que 

e tiene en 81 dia. Pues supongamos que en Espaãa su- 

:eda mañaná; un caso igual por uno de los acontecimien- 

;os raro8 que 8UC8d8n en todos 103 Estados; que se note 

108 fermentacion en alguna provincia 6 alguna conmo- 

Son popular, y que el Gobierno ve que no puede apode . 

‘arse de Tos motores d cabezas de ella por Tos medios ore 

Linarias, conociendo al mismo tiempo que el Esta’do peigra. 

Para este caso dicen esta8 Córtes extraordinarias: dé. 

ese para ias Córtes sucesivas la iniciativa en este artícw 

o. Lo más qU8 podia suceder es que se determinase en 

88 Córtes inmediatas, pero que esto no 888 absoluto. 

?ara este caso ha creido la comision que debia dejar eeta 

kcultad 6 la8 Córtes auceaivas en los términos que india 

!a 81 artíCUl0. Ahora, pue8, las razones del Sr. Alonso y 

;opez ideberán triunfar ante las que presenta la oomision? 

Yo soy de su misma opinion en gran parte, pues para mt 

lacen mucha fUerZa Bua razonoa : veo que el Qobimno 

pid WprepdW por MO de estos eas il la Naaioa; perq


veo por otro lado que si no tuviesen esta autoridad las 

Córtcs inmediatas, podria comprometerse del mismo modo 

la seguridad del Estado. Asi, me parece que debe spro- 

barse el artículo como está. 

El Sr. QUINTANO: Si ese caso de peligro que dice 

el Sr. Argüelles, llegase á suceder en el intermedio de 

unas Cortes 6 otras, iqui6n ha de hacer sus veces? 

El Sr. ARGUELLES: Se md habia pasado el respon- 

der 6 este objecion. Ese caso ya est8 previsto, porque se 

da al Rey la facultad de convocar Córtes extraordinarias 

para cuando sobrevenga un caso de semejante naturaleza. B 

Quedo aprobado el artículo del proyecto. 

El Sr. Gallego hizo la proposicion siguiente, que 

quedó aprobada: 

cPuesto que est6n afianzadas en la primera y segun- 

da parte de la Constitucion, ya aprobadas, la libertad po- 

litica y civil de los españoles, hago la siguiente propo- 

sicion: 

cQue con el objeto da dar ejempio de la estabilidad y 

respeto que se debe B la Constitucion, toda proposicion 

que tenga relacion con los asuntos que ella comprende, 

no sea admitida á, discusion, sin que, examinada prévia- 

mente por la comision que formó el proyecto, se vea que 

no es de modo alguno contrario B ninguno de sus artícu- 

los aprobados. B 

Se legó, y mandó sgregar Q las Actas, el voto parti- 

:ular del Sr. ffomez Fernandez, contrario d las filtimae 

:Iáusulas del art. 299 del proyecto de Constitucion, apro- 

bado en la sesion del dia anterior. 

El Sr. Presidente señaló para la discusion del dia si- 

guiente el artículo sobre los &rts’ster&~, nuevamente ar- 

reglado por la comision de Constitucion. 

El Sr. MORALES GALLEGO : Señor, acaba ,V. M. 

de aprobar esta parta judicial de la Constitucion; en ella 

ha abolido el tormento, la confiscacion de bienes y la in- 

famia trascendental 8 los parientes del reo; pero para 

completar esta obra en toda su extension, debe V. M. 

aprobar igualmente, si lo tiene 6 bien, las dos proposicio- 

nes que voy á hacer: primera, que se extinga la pena de 

azotes, porque lejos de producir el efecto por el cual fué 

establecida, en la práctica se ha visto que no ocasiona 

otra cosa que escándalo y desvergüenza en el reo y en el 

público ; y ,segunda , que se prohiba tambien la pena de 

horca, cûmo indigna de una nacion civilizada, y que se 

sustituya la de garrote., 

El Sr. Presid:,nte le dijo que las presentase por es- 

crito al dia siguiente. 



DE LAS 

SESION DEL IXA 14 DE DICIEMBRE DE 1811. 

Se mandó pasar d la comieion de Supresion de em- 

pleos un oficio del Ministro interino de Hacienda, por el 

que consultaba á las Córtes, de órden del Consejo de Re- 

gencia , Ia necesidad de proveer la plaza de único oficial 

de la Contaduría del ramo de temporalidades. 

Se mandó agregar 6 las Actas el voto particular del 

Sr. Marquée de Villafranca, contrario 6 10 aprobado ayer 

en el art. 306 del proyeoto de Constitucion, 

La8 Córtea concedieron el permiplo solicitado por el 

Sr. Lopez de la Plata, para ocurrir al Consejo de Regencia 

á promover lo conveniente al beneficio de BU provincia 

(Santiago de Leon de Nicaragua), y tambien lo concedieron 

á los Sres. Diputados de Nueva-España y Goatemala, 

para que puedan dar ante S. A. loa informen que ae necesiten 

. 

knismo aprobaron el dictámen de la comiaion de 

Hacienda, que opinó no ser admisible en laa actuales circunstanciaa 

el proyecto presentado por D. Cknente Lopez 

Sanz, vecino y del comerdo de esta ciudad, aobre 

aumento del valor de todas laa monedas y alhajas de pbta 

J oro en la Península y en Amásica. - 

Conform&ndoee tambien’con el dict6men de la misma 

comision, declararon que D. Laurelno Garda de Bermuda, 

oontador honorario de ejército, y jubilado de rentas 

del partido de Alicante, no esti comprendido en el deereto 

del Congreso de 13 de Febrero del corriente año. 

. 

I. 

Se aprobó tambien el dictámen de la misma comision, 

que conformtidose oon el del Consejo de Regencia, juzgó 

que deben quedar eximidas las Provincias Vascongadas 

del pago de dereihoe en el fferro J todaa sua manufactu- 

raB, siendo general la libertad para las demáe. 

Conforme 6 lo propuesto por la comision de Justicia, 

se acordó que á la consulta del Consejo de Regencia sobre 

si D. Mas Pernandes Meneaes, administrador particular 

de la Real lotería de Madrid, estaba comprendido en el 

decreto de las Córtes de 4 de Julio, se conteste que, en 

uso de las facultades que lee mismas le han concedido, 

resuelva lo que tenga oportuno. 

Sobre la solicitud de Manuela Martínez, viuda de Do- 

mingo Troitiño, muerto de un balazo en la toma de Vigo, 

que pedia la pension de 4 rs. diarioe, como est6 concedi- 

da á otrss viudas de iguale8 crircunatanoias, opinó la comkion 

de Premios que debia concedeme la dicha pension 

por el Consejo de Regencia, si le conataae oer cierto lo que 

expone la suplicante. Así quedó resuelto. 

Se ley6 ia siguiente exposicion del Sr. Morales ti- 

llego: 

” tS&r, asaba V. Y. de sancionar la parte de Cona- 

titucion relrrtiva 6 la potestad judicial, en la cual va com- 

prendida la administracion de justicia en lo ,civil y en lo 

criminal. La posteridad bendseiri los trabajos de V. M, 

por haber proporcionado 6 la Nacion española loa bienes 

y felicidades de que ea euaceptible, ai ue observa con pun- 

tualidad y discreoion. 

La parte criminal manifiesta La brillante luz de la fl- 

losofía con que, sin perder de vi&a el wtigo del delin-

cuente, se consulta la humanidad, y proporciona medios El Secretario del Despacho de la Gobernacion del 

de defensa al inocente; pero, Señor, dispense V. M. le 

diga que aun no está la obra tan completa como era de 

desear. V. M. prohibe el uso del tormento y los apremios 

Reino para Ultramar. 

El Secretario del Despacho de Gracia y Justicia. 

El Secretario del Despacho de Hacienda. 

personales. Tambien la pena de conflscacion de bienes, y El Secretario del Despacho de Guerra. 

por ultimo, que la que se imponga por cualquiera delito El Secretario de! Despacho de Marina. 

no sea trascendental á la familia del que la sufre: gy qué Las Cortes sucesivas harán en este sistema de Secre- 

Señor, despues de unos principios tan luminosos y fllantropicos, 

ha de quedar subsistente. la pena de azotes y el 

tarías del Despacho la variacion que la experiencia ó las 

circunstancias exijan. * 

tremendo USO de la horca? Es una verdad notoria á todòs, 

en mi juicio, que la primera, sobre ser indecente y ver- 

El Sr. RAMOS DE ARISPE: Señor, supongo que en 

el dia no bastarán raciocinios para hacer que se varíe por 

gonzosa en SU ejecucion, ni impone horror á los delitos lo relativo Q: las Américas el artículo que sobre Ministeni 

enmienda al delincuente; antes por el contrario, se rios ha presentado últimamente la comision de Constituhace 

desde aquel punto tan descarado é insolente que, 

como miembro separado de la república, se considera sin 

cion, y está puesto á discusion. Mas siendo responsable 8 

la Nacion, y principalmente á la América por mis opiobst&culo 

para ejercitar toda clase de crímenes: e% sin 

duda el primer paso que conduce al hombre á morir en 

un suplicio; De la horca nada debe añadirse 6 lo horroroso 

de SU espectáculo y bárbaro de su ejecucion. Para 

que el hombre muera por castigo de su delito, y sirva de 

ejemplo y escarmiento, hay otros modos con que conseguir 

eI intento, sin que se resienta la humanidad. Selle, 

pues, V. M. la grande obra de BU Coustitucion con proporcionarla 

este consuelo, á cuyo tin, y que se agreguen 

despues del art. 301, hago las siguientes proposiciones: 

mlMER0 438. 2426 

tado interior de aquel mundo, del cardcter peculiar de las son las bases de nuestros aranceles y de las leyes de aduagentes 

de cada una de sus provincias, y sobre todo, de su nas, con las cuales se entorpece la rápida comunicacion 

aplicacion al fomento de las ciencias y artes, en cuyo ejer . de los frutos. Los economistas españoles hallaron en el 

cicio regularmente está vinculado el desempeño de las trabajo el manantial fecundo de las riquezas, y siglos anobligaciones 

de los ciudadanos, á que es consiguiente el tes que los ingleses proclamaron esta verdad, que hemos 

premio 6 el castigo; y por lo mismo creo que tales Mi- reputado nueva, porque nos eran desconocidas las máxinistros 

serian los más B propósito para el despacho de los mas de nuestros mayores. Partiendo de un principio tan 

nagocios respectivos de Gracia y Justicia. Me inclina tam- luminoso, descubrirá el Consejo de Regencia el eupíritu 

bien á proponer esta idea el considerar que los negocios de nuestra legislacion, y apoyado en las lecciones de la 

de América en estos ramos han de ser siempre posterga- experiencia, propondrh las reformas que convenga hacer en 

dos á los de la Península, siempre que estén al cargo de las aduanas. 

un mismo Ministro. La inmediacion en que se hallan los Los rentistas severos, los monopoiistas, los partidarios 

interesados de estos países les proporcionará siempre me- de las leyes suntuarias miran con susto la saca de la modios 

eficaces para conseguirlo así, al paso que la distan- neda y la entrada de los géneros extranjeros, y sobre todo 

cia, respecto de los interesados de América, les pone obs- los que aun no se avienen á reputar por ciudadanos iguatáculos 

cuasi insuperables, haciéndoles odiosa, acaso más les á nosotros en sus derechos 6 los hermanos de Ultraallá 

de lo justo, la retardacion de sus causas. mar, oirán con ceño las verdades que vengo B anunciar; 

Yo bien me hago cargo que el nuevo órden de cosas pero la sabiduría del Congreso vencer& los obstciculos, 

que debe resultar del plan de Constitucion dará un curso acabará con los errores envejecidos y franqueará al tr8flco 

m6s expedito 6 los negocios en los Ministerios; pero sin el camino de la prosperidad, 8 la cual est6 intimamente 

perder de vista esos principios, que hoy son de pura teo- unido el poder de la Nacion., 

ría, no puedo prescindir de los graves obstáculos que En seguida ley6 una extensa Memoria sobre los daños 

ahora y por mucho tiempo han de entorpecer loa negocia- que acarrean á la prosperidad nacional loe actuales arandos 

relativos 6 las Américas, que por su estado, por su celes de aduanas, y sobre los remedios que conviene apligravedad 

y la distancia de aquellos países, exigen de jus- car para fomentar el comercio y la verdadera riqueza naticia 

una decidida y grande proteccion del Gobierno. Por cional. El Sr. PmideW contestó que 8. M. tomaria en 

lo que concluyo pidiendo & V. M. el establecimiento de dos consideracion lo que habia propuesto dicho Ministro, de 

Ministerios de Gobernaoion para las Américas, y quee B cuyo celo esperaba que continuase empleando sus talentos 

ellos se agreguen los negociados respectivos de Gracia J en beneficio de la causa comun y del Erario público. El 

Justicia, sobre. que voy á escribir dos proposiciones. o ST. Uria, despues de ponderar la excelencia é importancia 

del escrito que se acababa de leer, pidió que se mandase 

imprimir con la posible brevedad. Apoyaron lo mismo otros 

Sres. Diputados, entre los cuales el Sr. An& recordó al 

En este estado se presentb el encargado del Ministe- Congreso la necesidad de que ae estableciesen las comisiorio 

de Hacienda de España, y obtenido el honor de la nes mandadas formar para el arreglo de 10s Códigos citribuna, 

dijo: 

vil, criminal y del comercio, siendo de la inspeccion de 

uSeñor, si la renta del tabaco, segun el sistemade su esta última el exámen y planti5cacion de las medidas proactual 

constitucion, es ruinosa al Estado, la de aduanas puestas por el Ministro. El Congreso resolvió que se imdestruye 

el comercio de uua nacion como la española, primieae su Memoria. 

cuyos intereses se fundan en el fomento de la agricultura 

de sus dilatadas posesiones. Ideas mezquinas, equivocadae 

6 errónesa , rivalidadw funestas, y el afan quimérico de i 

indigenas en nuestro suelos, las manufacturas extranjeras 1 Se leva& la sesion.

, 

mmmo 439. 2427 


DE LAS 


Se ley6 un papel del Sr. Diputado Ric, en el cual, en 

cumplimiento de lo prescrito por el Reglamento, daba 

Cuenta al Sr. Presidente de hallarse imposibilitado de 

asistir aI Congreso por estar enfermo, 

Se mandaron pasar B la comision de Hacienda loa es- 

tados de loe fondos entrados y distribuidos en la tesore- 

ria del ejército y cuatro reinos de Andalucía desde 7 has- 

ta fines del mes pasado, remitidos per el Ministro interi- 

no de Hacienda. 

A la de Guerra se mandó pasar el estado de los indi- 

víduos á quienes se sigue causa por el tribunal militar 

del Consejo de Guerra permanente del cuarto ejército. 

Se .pasaron d las homísiones Ultramarina y Eolesi&z- 

tica unos documentos presentados por el Sr. Castillo, 

relativos á ceder B la. iglesia catedral de Leon de Nicara- 

gua los cuatro novenos beneficiales de que gozan las de- 

98s de Amdrica. 

A la comisíon Ultramarina se mandb pasar la si- 

guiente proposiciou del Sr. Gordoa: 

a4aa. 16 DE DKIBMBRE DE 1811. 

á la que se hallan algunos minerales, que muchas vetee 

no pueden ser habilitados en el modo 6 grado necasario, 

con los cortos fondos o caudales de 1~s t,er+w@as> Q ccajas 

foráneas ó subalternas de yéjico), eón grtve detrimento 

del Erario público y C$ log mismos in@res$doq, ya por los 

exorbitantes gastos que demanda sù &nduc&on, ya porque 

en el dilatado tiempo que se neaeaita para verificarla, 

no circula el valor de sus platas, y ya, en fin, porque 

no beneficiándose las lamas con la oportunidad debida, se 

asolean y deterioran, no rinden, no producen el fruto que 

aorrespondía á la ley de los metales, consecuencia forzosa 

y fatal de la precision en que se hallan todos los mineros 

del reino de Méjico de ocurrir hasta aquella capital para 

acuñar sus platas, sin coptar con el peligroque deben aufrir, 

ademk de que,se extravien como ha sucedido más 

de una vez por la fragosidad de los caminos, y por otras 

c$n dificultades que deben superar especialmente Los que 

résiden á una distancia casi inmensa. 

Traba es esta, Señor, y perjuicios que debilitan y retardan 

más de lo que parece el producto y adelantamientos 

de la minería, y que enervan manifiestamente, lejos 

de vigorizar, el espíritu de proteccion y fomento que dispensan 

á este ramo las nuevas y antiguas ordenanzas, y 

tantas Reales cédulas que en diversos tiempos los hanrecomendado, 

inculcando su c:aliffcada importancia y, utilidad. 

No se crea por esto que yo intente, ni aun imagine, 

se ocupe ahora el Congreso en proyectos de nuevos descubr@ie.ntps> 

placws ó c.riaderQ de oro y pIaUta, pues 

bastan los conocidos J! descubiertos para enriquecer á la 

N@on y & todo $1 mundo; pero si no se pretende el exterminioleqto 

48edq ramo, ó si se ha de,proteger y auxiliar 

de algun modo 6 ensagentes, es neqes@o se persuada. 

V. I#. que, aunque el d&ino del rpinerp (ocugacion 

dura, pero muy. preciosa en Iaj actuales urgencias del 

Est@.o) sea, por decirlo, así, luchar á viva fuerza con la 

naturaleza, que en la riqueza de sus metales, aun m,ás 

que en cualesquiera otra de sus producciones,no ha querido 

ser fecunda ni liberal con los hombres sino á medida 

del tra,bajo 6 industria con que seaplican á su extraccion, 

no concediendo más ricos y copiosos frutqs sino á mayor 

6 IXI& animosa y emprendedora actividad, hay, sin embargo, 

obstágulos insuperables á las fuerzas, de un indivídyo, 

ó solo vencibles reuniéndose las de muchos; y de 

as& c&e es el que oponer 6 este giro la falta de oportuna 

y- pronta adquisicion de numerario, que con lastimosa 

frgocyeqgiq pw+Q. par.alizarIos pred.ucíendc á sus agentes 

dai@jx. tqt@bep;ta w#G,ricp# 4 la q8ferQ de W cag~cidad 

y. Qa~~2o~parg. r,emec&iarlos. Siendo, pues, máxima const%p&en 

&a materia que la obligacipn del Gobierno comienza, 

por, 4, megos,, donde acaba el poder de los ebbbi- 

~OQ, y d@ípdq~ V. IY& r$@AQV~t, como CreoreqGvera, 10s 

ee@&oB.poJítiaos y logales qae has dif?cuItado eI laboreo 

útik da hQ minas, y e&orpecido el interés individual, 

w CQA. ~j&&a consi@@te que debe V. kf. atender 

SU proteccion 6 remover Wre,los es?Mws físicos que inajrt~$t~jp~~te 

se Q~QJMII $ su cabal prosperi!ad, el de más 

pecai*w Wu-wcia, q~ consiste en la escwz 6 absoluta 

falta da npe.taJico que no poc veces aflige 6 IQS mise- 

~OQ, y IQB pw+ka. Para lograrlo, pues, y hacer todavía 

mh pr&o, e&wtivo y cuantioso el ingreso al Tesoronacio@ 

por 11x18 qedida libre de todo reparo 6 dificultad 

aup. apuepte, he propuesto el establecimiento de una d 

máp mau b MQ~E&I, enlos tér,minos que ha oido V. M.o 

txposicion, en que los autoras de ella menifestaban al 

2cngreso su gratitud por la dispensack que les concelió 

dela calidad de pardos: 

aseñ~r, D. JoséBondon, porsíy á nombre de suhernano 

D. Juan José, y D. Francisco Carrasquel, capitan 

~1 primero, teniente el segundo, y alférez de infantería de 

?jército el tercero, pardos naturales de Cumaná, y resilentes 

en esta plaza, con el más profundo respeto, dicen: 

que á consecuencia del trastorno político de Venezuela, 

3ntraron en acciones y empresas extraordinarias de fìde- 

[idad, que han acreditado ante la Regencia, la Cual les 

ha expedido los correspondientes Reales despachos de las 

expresadas graduaciones, con el sueldo al primero de 

tal cagitan de ejército, estaudo sobre. las, arpas, y 20 Pesos 

mensuales no estando; al seguudo la misma asiguacion, 

con la diferencia de gozar solo 10 pesos, no hall& 

dose $1 servicio, y al tercero la gracia ivinuada sin particular 

señalamiento de sueldo. Esta consideracikm ha recaido 

sobre la habilitacion ó dispensacion de la calidad de 

pardos, mediante providencia de V. X., á quien se ven en 

la obligacion precisa de hacer manifestacion de su indeleble 

gratitud. 

Acaso será este el primer ejemplar de esta clase con 

que la augusta benevolencia de V. M hace una demostraciqn 

pública y univer@ de su alta dignidad en reconocimiento 

de los inmutables derechos de la naturaleza, 

y en us? del soberano Poder legislativo con que organiza 

Ia sociedad dp esta- Nac@ grande, que debe su regeneraciop 

á la sabiduría de tan digncs, repreeentantes. 

Los exponentes conocen su pequeñez, y apenas pucden 

manifestar su gratitud de otro modo q;e admirando 

la generosidad con que V. Id., venciendo ol$&ulos, 

al parecer insuperables, restituya á la humanidad sus 

santas prerogativas, encerradas hastá ahora en el odioso 

circuito de la arbitrariedad y del egoismo. 

El tributo más’acrisolado que los ínteresados pueden 

ofrecer á V. M. como señal de su vivo reconocimiento, és 

gloriarse de haberle presentado en sus cortos méritos un 

motivo de desplegar los efectos de las magestuosas funciones 

de la soberanía, y designar la época de su’ feliz 

instalacion con una extincion solemne de los errores envejecidos 

que por desgracia de la España sostenian las 

preocupaciones en que ha vivido sumergida la infeliz América 

contra la intencion del Gobierno y las saludables máximas 

de las leyes. 

Esta clase abatida, Señor, enviIecida, ultrajada unas 

veces, y exaltada otras con igual injusticia, que en tantas 

ocasiones ha servido y sirve de pretesto Q los perversos 

para disfrazar sus excesos, Q; los buenos para ser vituperadas, 

y 6 muchos para autorizar caprichos é intereses 

privados; esta clase, que sirve de objeto á cp_inion& par,ciales 

y extraviadas de la razon, jamás ha sido sino el 

modelo de la lealtad, el apoyo de las autoridades Zegítimas, 

y el antemural de cuantos han proyectado ofender 

el decoro de V. M., interrumpir la subordinacien polftil 

ca, y despedazar la integridad nacional. 

La historia imparcial de los acaecimientos y turbaciones 

de. Venezuela seria el mejor comprobante de 9stas 

aserciones: ella drsiparia la eqpesa nube que las pagiinea 

espareen sobre el orígen, grados y variedqdes de laaocurrencias: 

reformaria la, osadía cgn que 10s’ conduc&s eorrompidos, 

y tal vez delincuentes,, sorprenden la s’mc&dad 

del Gobierno, para desfigurar log actos más notorros,, 

de, que han sido testigos 8OO.ÓOO habitantes: voiqeriq 

por el honor mancillado que unos pueblos c-es, jnocenie8 

y desamparados, que giRI+In entre sus calamidades, ‘9 

:UyOs ClarppreS apaQ8 17 distancia 6 $4 iqtkrpreta g, fa-’

ver de, la twebroga intriga, que algun día desaparecerá 

á la vista de V. M. cuando sus profundas y severas inda- 

gaciones decreten los premios de la virtud y los castigos 

de los delitos, como los dos polos sobre que gira la má- 

quina social, á que tan sábiamente da V. M. el concerta- 

do movimiento que sirve de admiracion y consuelo á los 

hombres de bien. 

Los exponentes no dudan de la fidelidad general de 

toda Venezuela; y si su, débil voz mereciese algun aprecio, 

recomiendan sumisamente B su soberana atencion el ejer- 

cicio de la recta justicia, seguros de que con ella recoge- 

rlí V. I& el fruto de sus incansables afane?, y formará el 

verdadero concepto de aquellos desgraciados habitantes. 

En lo respectivo á Cwaauá, comprometen su palabra, y 

aun su propia existencia, como la única y mejor retribu- 

cion á las honras que deben 6 V. M., cÓnstituyéndose ga- 

rantes de la lealtad y adhesion al Gobierno español de 

todos, y muy principalmente de la numerosa clase de 

pardos, cuyos sentimientos conocen más íntimamente. 

Viva V. M. persuadido á que la vista de un jefe justo y 

biep opiqado, la noticia cierta de que existe España, y 

una corta fuerza que afiance el carácter de rectitud y 

equidad del Gobierno, es sudciente para pacidcar aquel 

departamento, envuelto en una desgraciada confusion, 

que se introdujo y ha tomado cuerpo de un modo que 

no debe manchar la opinion general de sus moradores. 

Los signos de la bondad de V. M. que los interesados 

van á presentar á la vista de Venezuela, son un ejemplo 

mi,srpag n$xírq~s que sienta. el Consejo de l$egencio, no 

puede menos de manifestar que aunque las referidas tra- 

bas y prohibiciones jamás han cont,ribuido á la felicidad 

de ios pueblos, se han establecido muchas veces; pero 

siempre con perjuicio de las ‘clases productivas, y en uti- 

lidqd momentánsa de 10s asalariadas, que han preferido 

en esto su propio interés, y han atraido en favor de s% 

opinion la de la clase numerosa de jornaleros, cuyas re- 

flexiones por lo general no se extienden al mayor interés 

que les resultaria del aumento progresivo del precio de los 

jornales con el mayor campo que presentaria á su traba- 

jo la extension del mercado que tendrian sjn tales trabas 

lis productos de la tierra. 

Si por las desgracias que hemos esperimentado en 

las provincias de Levante un considerable número de ciu- 

eficaz, y un estímulo poderoso que convence la nobleza 

dadanos se ha visto obligado á refugiarse en la isla da 

M$lorca,’ es indudable que este aumento, repentino de pop, 

blacion habrá a!terado considerablente el valor de las producciones 

de la tierra.; pero tambien lo es que todo esto 

cede en bene$cm de Ia agricultw2a y de Ia% artes, las 

cuales irán progre&md,o 4 medida que las c\ases útiles 

encuentren ve;ntajas en el empleo de capitáles, los, cua,les 

llamarán, el trabajo, y una porcion de brazos; no dudando, 

pr lo mismó afirmar la comigiqn que el aumento de poblacion 

de capitales~ debe haber sido ventajoso á un país 

agricultor y de Ún~‘suelo feraz como la islå de Mallorca. 

Si los prcductos de lá tierra estuviesen circunscritoa 

8 ciertos límites, sería disculpable la prohibicion de extraerlos 

por temor de que no faltasen en el país; pero no 

de esta Nacion respetable, las grandes esperanzas que de- estándolo, y siendo proporcionados al trabajo que se emben 

alentar la virtud y el mérito, la reposicion de la jus- plea, y cuando por otra parte el comercio acude con los de 

ticia á su verdadero ejercicio ; y abiertas las puertas de otro país, si en ello encuentra ventajas, opina la comision 

la prosperidad pública, y de la seguridad y ventajas so- que las restriwiones y prohibiciones decretadas por el 

ciales, que ya penden de los incorruptibles decretos de Acuerdo, lejos de contribuir á la felicidad de aquella isla 

V. hl., son consiguientes los felices efectos del amor, su- se dirigeu á su daño, pues circunscriben la venta de sus 

bordinacion y confraternidad con todos los hijos de la he- productos á su mercado partiwlar; además de que exige 

róica España, cuyos intereses, derechos y obligaciones la justicia que aquella isla proporcione á las provincias 

son unos mismos, segun tiene V. M. declarado. de España los auxilios que le ofrece su suelo, cuando esto, 

Por último, Señor, los suplicantes esperan que V. M. lejos de serle perjudicial, le es ventajosísimo. 

tenga la bondad de admitir estas insinuaciones como una La comision propone 4 V. M. se sirva mandar quademostracion 

de la gratitud de sus corazones, que con- den sin efecto las providencias dictadas por el Acuerdo 

servarán grabada tiernamente la memoria de V. hl., y impidiendo la salida de frutos, efectos y producciones de 

contribuirán á que se extienda sobre todo el globo la aquella isla para los puertos libres de España, B los que 

justa opinion de su grandeza, su sabiduría, su interés podrán remitirse, del mismo modo que desde estos se 

por la felicidad de todos los hombres, y su8 desvelos para llevan á Mallorca, todos los frutos y efectos que necesita 

la gloria de la Nacion , que tan dignamente ha colocado bien para su consumo, bien para comerciar con otros 

en V. M. sus derechos y su confianza. 

paises. > 

Si V. M. se dignase conservar en su gracia estos recuerdos 

del reconocimiento y lealtad de los exponentes, 

vincularán en ello su mayor regocijo, y elevarán íncesan- 

Aprobaron las Córtes este dictrímen de la comision. 

temente sus clamores á la Providencia para que conserve 

á V. M. y le conceda el acierto en los grandes y compli- La de Guerra, conformándose con el del Consejo do 

cados objetos que ocupan su soberana atencion. Regencia y los informes de los Secretarios del Despacho 

Cádiz 15 de Diciembre de 1811.~José María Ron- en órden B las facultades de los vireyea, capitanes y codon-Francisco 

Carrasquel. l 

mandantes generales para dar licencias de casarse S los 

contribuyentes al Monte-pío militar, residentes en América, 

negocio promovido en virtud de una proposicion del 

Sr. Perez ( v¿assc Eas s&o?k% de los &aas 18, 20, 26 &- 

Rn 18 de Octubre próximo pasado (Vare la sesion dd Jollio y ll de Octak), era de sentir convendria adem& 

aqwel &a) se pasó Q la comision especial de Hacienda un que dichos vireyes y capitanes generales, despues de con, 

oficio del encargado del Ministerio de aquel ramo, por el cedidas las licencias de casamientos, remitiesen al Consecual, 

con motivo de una solicitud de D. Pedro Juan lQr- jo de Guerra para su exámen y aprobacion todos 10s doteza, 

proponia el Consejo de Regencia la libertad y fran- cumentos prevenidos por el reglamento del Monte-pío 

quicia en Ia eztraccion ó importacion de comstibh y 

carbon en la isla de Mallorca; y la comision, ea vista de 

61, exponia su dictámen en estos términos : 

ULS oomieion especial da Hacienda, eiguiendo lau 

militar, sin que de modo alguno pudiesen dispensar requisito 

, bajo expresa responsabilidad, por cualquiera 

contravencion que ae hiciese 6 dicho reglamento. 

D6spUes de algunas ligeras reflexiones aprobaron 14 

-008

2430 16 DE -DICIEMBRE DE 1811. 

Cbrtes este dictámen sustituyendo á 1s palabra Canrsjo (EG sion, se aprobó el primer artículo de la minuta de decre- 

Qwwa la de Groóiwuo, por haber hecho presente el señor to presentada por la misma (Vkaae la be&ol) dL 6 d6 Di- 

Yriist Torrero que sancionada la Constitucion, y arre- c&%nór6), reducido cá que hubiese una Secretaría de Estaglados 

los tribunales, regularmente no corresponderia B 

este entender en sejantes negocios. Y el Sr. Pcmz ofreci 

extender el dia inmediato otra proposiciqn acerca del 

último extremo de la que presentb anteriormente, del 

do con el título de Secretaría del Congreso nacional, compuesta 

de cinco o5ciales con las graduaciones de primero, 

segundo, tercero, cuarto y quinto, elegidos por las mismas, 

y un archivero,» sin más variacion que sustituir á 

cual no hacia mérito la comision. 

las palabras CosgFeso macional la de C6dar. 

Antes de esto se leyb una representacion de D. Ane 

tonio Moreno solicitando que se le considerase como 05cial 

de la Secretaría, continuando, sin embargo, con el 

El Sr. Hcme972 hizo presente y entregó una repre- encargo del Archivo. El Sr. Secretario SornbZeZa, con 

sentacion del Sr. Calatrava; pero habiendo manifestado presencia de las Actas y del oficio que se pasó al Ministro 

el Sr. Presidente que el dia de hoy estaba señalado para de Gracia y Justicia cuando se organizó la Secretaría de 

discutiree el dictámen de la comision Especial sobre el ar- Cortes, ‘lizo presente que este individuo fundaba sa solireglo 

de la Secretaría de Córtes, de que se di6 cuenta citud en una equivocacion, no constando haber sido conen 

la sesion del 6 de Diciembre (V¿use y Za cfe 12 d6 No - siderado odcial de la Secretaria, como afirmaba en su rea2eonbre) 

se puso S votacion si se leeria la representacion presentacion. El Sr. Zowapiu , reprobando semejante 

del Sr. Calatrava, 6 si se discutiria este asunto; y habién- equivocacion, dijo que aunque estaba conforme con el 

dose determinado lo bltimo, despues de haber hecho los número de indivíduos de que debia componerse la Secre- 

Sres. Zowapuin, Garda E~QYWOS, Gallego, Caneja, Arguelle~ taría, era de dictámen que los secretarios, como enteray 

Dueñas algunas observaciones sobre la necesidad de que dos de la capacidad de los actuales, la expusiesen al Conhubiese 

una Secretarfa permanente de Cortes, en oposi- greso para que la eleccion recayese sobre sugetos de ve. 

cion al Am&, que opinaba que solo debia permanacer un racidad y mérito conocido; y ein haberse resuelto cosa 

secretario y un archivero, y el Sr. Cww, que contemplabn 

excesivo el número de oficiales que proponia la comialguna 

sobre este punto, se levantó la sesion.

4 

WtrMmRO 440. 2431 

DIARIOJ DE SESIONES 

DE LAS 

L@lTESGENERALESYEXTRAORDINA 


La comision de Hacienda, acerca de la instancia de Dor 

Francisco de Paula Perez y otros empleados que vinieror 

á esta ciudad al tiempo de la invasion de las Andaluciac 

por los enemigos, en la cual solicitaban ser comprendido8 

en el art. 3.’ del decreto de 4 de Julio último, pro- 

puso que en. el supuesto de que los mencionados em. 

pleados se hallasen sirviendo algunas plazas vacantee em 

la oficina de Contaduría de rentas, se les abonase todo e’ 

sueldo correspondiente á dichas plazas, y que de lo con. 

trario se les abonase solamente la parte que les corresponde 

con arreglo Q lo prevenido en el art. 1.’ del citadc 

decreto. Quedó aprobado este dictámen. 

Acerca de la solicitud de D. José Santiago, oficial de 

archivo del Consejo de Guerra y Marina, juzgó la comi. 

sion de Guerra que el empleo del referido Santiago debil 

reputarse efectivo con el goce de su sueldo por entero: 

con cuyo dictámen, no conformdndose las Córtes, resolvie. 

ron que dicha solicitud pasase al Consejo de Regencir 

para que en uso de sus facultades, y con presencia de lar! 

resoluciones del Congreso nacional, diepusiese lo que tuviera 

por conveniente. 

Se ley6 un oficio del jefe del estado mayor general, er 

el cual insertaba el parte dado por el general Copona, re, 

lativo Q su retirada del campo de San IZoque, y á loe mo. 

vimientos del enemigo que la habian motivado. 

Se mandaron pasar á la comision de Hacienda las lis- 

tas remitidas per el encargado de dicho ramo de Eepaña, 

de las gracias hechas por el Consejo de Begencia en el 

mes de Octubre ultimo por aquella Secretarfa. 

Pasd i la comision de Guerra una representacion del 

Conde de Castehlorido, en la cual ee quejaba de que el 

rrugent~~ mayor de guardias de Oorps no hubiese contado 

con su flrma para otra representacion de todo el referido 

cuerpo que acompañaba, y pedia que tomasen las Córtes 

en consideracion éste y otro hecho de que hacia mencion, 

para que no se repitieran semejantes abuaos, 

Continuo la discusion del proyecto de decreto preeen- 

tado por la comision Especial encargada del arreglo de la 

Secretarfa de Cbrtes. Se aprobaron los siguientes ar- 

tíeulos : 

4 Segundo. Estos oficiales tendrbn respectivamente 

las mismas prerogativas, sueldos y demáe que por regla- 

mento y Reales órdenes gozan los cinco odciales de igual 

graduacion de la Secretarfa del Despacho de Gracia y 

Justicia, y optarán entre sí por el órden riguroso de escala, 

entendiéndose en cuanto B los sueldos el m6ximun 

de aquella al primero de esta, y el mínimun para el quinto, 

gradnándoee en les intermedios una ercala de exaata 

proporaion. 

Tercero. El archivero disfrutará las mismas prerogativas, 

sueldos y dembs que el archivero de la propia Secretarfa 

del Despacho de Graoia y Justicia. 

&wto. En atencrion 6 las actuales circunstancias, y 

mientras duren, tanto los odcialss como el arehivero de 

la Semetaría de las Górtes, gozar611 solo las dos terceras 

partes liquidas del sueldo que les corresponda, segun lo 

dispuesto en los srtfculos anteriores, entendiéndose satisfecho 

en la rebaja de esta tercera parte el descuento por 

la contribncion extraordinaria de Guerra que pudiera corresponder 

al total de estos sue1dor.z 

Aprobdse igualmente que el archivero opte en e-la 

con los dem6s oficiales de la Secretaria de Cd&s, 

En seguida bks CMes coaftrmaron en sus destinos, 

con arreglo al decreto que se acababa de aprobar, B los 

oficiales y archivero que entonces servian en la Secretaría 

de Cóti, nO apmhdo que el 05cial mayor de Ia 

nisma sirviese las funciones de secretario de la ~ipakion 

permanenta como proponia Ia comision. 

So IevanM la aezion.

DIARIO DE SJ$SIONES 

DE LAS 

CORTES.GENERAIESYEXTRAORDIN 

r. 


Se di6 catita de aa o&aío del enewg6do del Ministe- Jovellaaos. Sas ‘fatigas, BUS trabajos, sas perwcaaionea 

rio de Gcmcia y Justicia, ti que acomptiaba un6 cark del como hombre público ; su ternura y axcwiva sensibilidad 

geneml Bslle&+rcs, el cual rscomendaba el m&ito, celo como hombre privado, le han acelerado el fin de la carrey 

patriotirmo del c&e@or de la villa de Ubriqne, con- r6 de sa vida. Su memoria 6s sorredora al reooaoafmienside&ndole 

acreedor B que contiarrsae 6n dicho corregi- to nacional. Empleado desde una edad temprana en el 

rnkn@, en que habis cesado por ser de señorío. Apoyrton hoaorffleo y deliaado cargo de la judicatura, ya entonaes 

la recomendadon los Srea. Salsa y Caneja ; y Ias Córtau di6 pruebas de su rectitud, de su probidad y de SUB coacordaron 

que sq dijese al Concejo de Regencia, que si lo nocimientos. Llamado posteriormente á tmo de los prftuvfeae 

por conveniente, dispusieee que el expresado cor- meros destinos de la Naofon, no pudiendo ni queriendo 

regidor pndieee continoac por via de ‘eomision ea lar fua- transigir coa al despotiirmo, fu6 6n breva desgraolsdo, y 

cionerr de sa destino. 

despaes arrancado de aa nativo suelo i usa provincia 

distante, y sepultsdo en un arloboro horrando, no habiéndose 

alli hamilllrdo ni abatido, penurdido qne en medio 

de los infortunio8 nadie puede quitar al hombre da 

Se mandd paw d la ooaision de prsmios otro oflaio bien la satisfaceion de la eeguridad da utt eon6fencf8, y 

del enwgado del Ministerio de G)mci6 y ~a&ick, al qae gue al objeto priaciprl debe ser la cons6rvaoion del hoaoompañaba 

no8 conaalta de la CSmara de Indiaa aobre la nor y de l6 opinion, prob6blem6nte hubiera perecido en 

concesion de la gracia de titulo de Castilla, con la dtmo- la prisfon, si’ la rkolacfon no habiere venido á acabar 

minacion de C?onde de SM An+onio, i D. Joaqaia Uutier- :oa el valido y oon 16 tiranía. Buscado y solicitado inmerez 

da lou Bies, caballero de la drdsn de San suan, coro- iiatam6nte por al Gobierno intruso, desatendió, desprenel 

de ejército, y del regimiento provincial de infanteria cib sus frtores y mentidu honw, y tan rolo acudfb al 

de la Paeblq de los An&lea 6n 6¿ l3eino de Naeva-Esp6iie. Ilamamiento de la PBtris. Nombrado por Aatdrfau, protici 

de su natarrlels, indivldao del Oobfarno que iba 

6, reanirse, procarb an 61 oorrerponder eOn sas dereos 5 

sst6 coaflanza, y fa6 ano de los que mir putfcalarm6n- 

El Sr. prsddenta nea& pan la tomision de Qa6rra te contribuyó B la conv’oolcion de 16s Córtes. Betirado úlal 

Sr, Aanapw en lagw del @c= I.&aos. 

timamente f Gijon, p6asaba ac6b6r sus diu 6n m6dio de 

nm pyientes, de *us primero6 amigoll, y entre lau parafez 

que lo vieron nacer, 3 dedicadc 6SebI6iVRIU16nte i UU 

lwido objeto, la edacacion de la juventud, trataba d6 

El Sr. Conde de wBR@E~O: Nombrado Diputado de la plantear de nuevo 61 Intdituto astuiiano; est6blecimianto 

Nacion pa el príneipltlo dr A6túri66, teogb por uno de 1116 él habis cre6do, y que habir destruido 61 despotismo; 

mi6 dsber6s hacer memor& do aquellos digaou compatrio- d derrpotismo que nuaea distingue el hombre de sas protas 

qae mb dietinguidrm&e lí6n servido 6;’ la Pátria iuccioaas. La inv66ion de los enemigos le obligó 6 emeon 

su sabet, con lau luces y coa su constanbe adheeion mearse pr6cipitadsmsnk, p despaea de mil az6r6s, 

à Ir srnta caucaa que defendemos. Lleno de 6amrgura y de ?rbxitlai, 4 naafragw, arrib al paerto de Vega en el mteun 

d&f a&rbo PO pelado ntewa de comunicar’al tYongre- no prhfprd0 de Autútias. Aili cae malo uno d6 los 

so la iti+wJt8.wWia del #l6cimi6nti M SLbfo, de¡ tfm- migos que le aeompaiíabau, le 8sirts con sa a6orknmpeWlo, 

del w’& Ir Wmla D. Gcaqar Mdekor ‘de mulo wnáero, 81 contqiado de In oniesmsdrd y mame de 

609

ella. Así este hombre esclarecido, incansable en hacer 

bien á la humanidad, ea victima de este amor y del de la 

tierna amistad. Si es cierto que no menos que, el soldado 

que nos defiende, es acreedor al recouocimieh de Ia pá- 

tria el que la ilustra con’ sus obras y con susltareas; el 

que guia é instruye á los jóveries’para que con el tiempo 

sean útiles á su país; el que de manera alguna hasuscrito 

ni escuchado las ofertas del Gobierno intruso; el que ha 

padecido larga pereecuciau del despotismo anterior, JQV~- 

llanos, patriota perseguido, escritor insigne y diligente. 

director de la juventud, se ha hecho digno de esta maui - 

fsatacion. Con ella haremos justicia 6 BU memoria, sirvien- 

do de consuelo 6 los amantes de la humanidad y de esti- 

mulo á todos 10s ciudadanos: Por tanto, hago la preposi-- 

cion sigaiente: 

a&ue atendiendo á los señalados servicios de D. Gas- 

par Melchor de Jovellanos, á su patriotismo y constante 

adhesion á ia santa causa que defendemos, á SLS afanes y 

tmmero por la educacion de la juventud, á su amor 4 la 

humanidad, á su ahinco, y sus trabajos por difundir en 

la Nacion la iluetracion general, y,en especial á la perze- 

cucion que le hizo padecer la mano cruel y desoladora 

del despotismo, y al cuidado y diligencia que empleb pa- 

ra acelerar la convocacion de las Cbrtes, ze le .deelare 

benemdrito de la Pátria. Cádiz etc., 

Apoyaron esta proposicion los Sres. Melgarejo y Vi- 

Ilafañe; y á propuesta del Sr. Quintano se mandó pasar 

á la comision de Premios. 

ral Jácome se pase todo 8 un tribunal que las Córtez nomoren 

conforme á los decretos que tratan del modo de juzgarze 

á los Diputados,; y que en uno ú Otro caso se imprima 

(á mi costa): el‘ informe iesPe&ivo B la misma cau 

g las‘ actuaciones de ella á que ze redere en 10 concerniente 

á Jácome y Moretti; pZa ílustrar cualquier concepto 

equivocado que pueda haber formado ó formar el público 

de resultas de estas ocurrencias. B 

La resolucion del Congreso estaba concebida en estos 

1 términos: 

aEstando S. M. satisfecho de la justificacion de los 

indivíduos que componen la comision de Causas atrasadas, 

no tiene el menor motivo para tratar de juzgarloe; 

untes sf quiereque no dejen de asistir alCongreso%n des 4 

smpeño de sus obligaciones, y que ze lea en público la 

sxposicion que da motivo á esta providencia. o 

. 

Las comisiones de Marina y Agricultura presentaron 

su respectivo dictámen sobre la Memoria leida por él en- 

cargado del Ministerio de Marina en la sesion pública de 

5 de Octubre, .en esta forma: 

Dictámen da la comish ds Marina. 

4La comision especial de Marina ha visto con la mayor 

satizfkccion auanto por brden del Consejo de Règencia 

expuse el encargado de aquel Ministerio en la Memoria, 

de 5 de Octubre último ; y deseando corresponder digna- 

Se ley6 una representacion del Sr. Calatrava, y la mente 4 la confianza de V. M., mediM muy eéria y deteresolucien 

que sobre ella tomaron las Cdrtes en sedon nidamente sobre cada uno de los importantes puntos comsecreta. 

En la representacion hacia mdrito el Sr. Calatra- prendidos en el citado papel, .cuyo mérito nunca podr6 

bra’de lo. resuelto en la aesion de 3 del corriente en vir- recomendarse bastanta por los luminosos principios que 

tud del reourso del general Jbome, y coacluia de esta abraza, y por la exactitud y aolidez con que se demuesmanera: 

aY no me opongo á que se llame la, aausa, y tran. 

repito que lo propase antea que nadie; por si alguno ts- Tre# son esencialmente 10s puntos aontenidos en la. 

nir duda; pero me opongo 6 que otro que V. 116. 6 un tri- indicada Memoria. Primero, si deberán d no continuar en 

bunal que nombre en la forma prescrita me juzgue, ya la Península las matrículas de mar para el servicio de las 

como indivfduo de la eomisioq ya eomo partiotir Dipu- escuadres y bajeles de guerra bajo el sistema establecido 

tado. Se trata de un juicio, Señor; sí, Señor, de un jui- en las ordenanzas de este ramo. Segundo, si en el cazo 

cio que, aunque PO digno de mí ni de V. M. se ha hecho de estimarse conveniente la contiauaeion de dichas maya 

indispensable por el curso que ae ha dado 8 este ne- trioulas en la Península deberán tambien continuar en. 

goeio, y un juioio en que se va á examinar si el repre- las Amériaas, d ser& mdz ventajoso abolirlas en todas 

sentante de 60.000 extremeños, si el Diputado que V. M. las provincias de Ultramar, Tercero y último, si es útil 

honrb son au at&anza al oonferirle tan penosa COmiSiOn, 6 perjudicial el reglamento que se observa al presente en 

ha nido capaz de faltar á la verdad y sorprender d las 06r- el ramo de montes para la eonstruccion de los bajeles de 

tes. Mi honor y el de V. M. estan comprometidos: todo guerra. 

va á depender del &ct&xnen de la oomiaion de Justiaia, y La comizion que informa no 86 dilatará exponiendo á 

ninguna eo&don debe juzgar á otra, ni unos meros Di-’ V. M. lo mucho que pudiera acerca del reglamento de 

Put&z 6 otm Diputados. Nos ha aoueado Jácome pro- montes, porque cometido eete partieukr al exámen de la 

piame&s de impostores. V. Y. duda 8n realidad de si lo de Agrioultura, lo habrá ilustrado ésta con las juiciosas 

somos; pos roja á una twpeeie de juicio, y de todas ma- reflexiones que aoompaíían siempre sus diatámenea , OXneras 

nosotma lo proroeamos. A lo menos YO por mi parte presando lo conveniente para que desde luego queden -los 

10 provoco, porqua estime el honor m6s que la vida; qaie- montes en la más plena libertad, aboliéndose á este fin 

ro que la imp&wb de Jáeome se, compruebe 6 se eas- el citado reglamento, en el eual, al mismo tiempo que 

tigue; quiero que V. M, no nw tenga en un concepto vemos atropellado del modo más injusto el respetable y 

dudoso, y que la Naoion no forme de mí uno que no sagrado derecho de la propiedad, se hacen padecer á los 

mpea: deseo y pido que venga inmediatamente la oau- dueños mil odiosas trabas y tzn humillantes vejaciones, 

sa original, pero me opongo de nuevo á que se pase á la que para redimirse de ellas han preferido muchos abanaomision 

de Jnstieir y ruego enowecidamente 6 V. M. donar el auidado y plantio de loe montes aon notable daño 

que 6 sean las Cbrte4 mismas las q\re juzguen y easti- del Estado, que al cabo habrá de resentirse algnn dia de 

guen al aulpable~despnes de aonfkontarae en resion pública tan dolorosas faltas. 

la eausa oon nueetro informe, b aual pnede haaerse en Por consiguiente, la comiaion ezpeeial de Marina se 

powu minatos 6 que el informe, la Bausa d t4stimonio ceñirá á solo los dos primeros puntos de la Memoria, como 

da gib ,BJA. 1s parte ,tiativa 6 la rcsPr?suBwioq d4 gene- los úuiooe propios de su pemtliar iastitgto ; ex@ni.ado * _

sobre ellos B V. M. cuanto en au opinion juzga conveniente 

se determine on el asunto. 

En circunstancias más tranquilas pediria esta comisi+,que 

inmediatamente se extinguieran Ias matrícular 

en todos los dominios espaiíoles, porque al cabo una Barporaoion 

que goza muchas exenciones y prerogativas, considerada 

bajo de oierto punto de vista, no puede dejar de 

ser onerosa al resto de la sociedad. Harto penetrada de 

esta vgrdad está convencida la comision de que no han de 

ser las providencias reglamentarias las que formen aque- 

IIa multitud de marineros con que debe oontar toda nacion 

‘que aspire B figurar en el imperio de Neptuno; porque loz 

medios naturales de ~obtener una marina formidable son 

los que aotualmente adopta V. Mi,, cuando partiendo de 

indefectibles principios discute y sanciona la Conatitucion 

fundamental de la Monarqafa. Esta obra grande y magestuosa 

vendrá 6 producir en la marina el mismo benéffco 

efecto que en todos los dem6s rames del Estado : bajo tan 

sábia Constitucion, en poco tiempo florecer8 nuestra agri - 

cultura; oon el mismo r6pido paso veremos prosperar la 

industria, y auaudo nuestras produaciones territoriales y 

manufa$ureras hayan tomado el debido incremento, entonces 

por una consecuencia forzosamente necesaria, 

abundarsn nuestras playas de una muchedumbre de hombres 

de mar, y las naves españolas, poblando el Océano, 

llevar,& las producciones d.e nuestro suelo 6 las tierras 

m6a lejanas; porque el interés individual, este agente podar-queanima 

y rivifloa loa Estadoa, ser8 siempre mucho 

mis afloaz que todas Iao providencias directas que se 

empeñe en dictar el Gobierno para dirigir lo que úaioamente 

debe no emharazu. 

Mas, sfn embargo, en Ia crísis terrible en que hoy noa 

vemos, -opina esta comision que no conviene innovar en la 

península el actual sistema de las matrbulas, porque 

RfJMERO 441. - 2435 

de los comandantes militares, auditores, esoribaw y de- 

más empleados en Iae expresadas matrículas, objeto que 

por sí solo es de mucha importancia en nuestra apurada 

situacion, cuando nada omite V. .M. para conseguir en 

todos los ramos la más extricta economfa. 

En resúmen, Señor, esta comision cree que al prtwea- 

te nada oonviene innovar acerca de las matriculas de la 

Penfnaala; bien que deban abolirso en tiempos máe tran- 

quilos; y por lo que respecta B las de América, es de dio- 

támen que respecto 6 no haber inoonvenisnte alguno que 

obste d su extincion , será muy útil Nevarla d efecto sin 

demora; pero sin embargo, ,V. M , mucho máe ilustrado 

que la comiaion, se servirá como siempre, resolver en este 

particular lo que parezca m6s conducente á la pbblica fe- 

licidad del Estado, único objeto de sua incesantes tareas. 

!Xdiz, etc., 

&eñor, 1s contIsion de Agrioaltura ha visto la 3fe~ 

moria del Ministro de Marina de 5 de Octubre último, y 

reflexionado con la mayor detencion el punto tercero de 

la misma sobre si es útil d perjudicial el reglamento de 

montes, que es el único que V. M. se sirvió pasar á esta 

aomision para su exámen. 

Con efecto, entre los varios ramoB de agrioultura y 

labranza, es uno de los prineipales el de montaa y plantios. 

Por lo mismo no ha podido dejar de llamar en todoe 

tiempos Ia atencion del Gobierno, y así es que se han pu-’ 

bücado varias leyes y ordenanzas dirigidas d BU mejora y 

fomento ; pero por desgracia han producido un efeato 

contrario del que se propusieron sus autores. Eetos creyeron 

conseguir su objeto, prozoribiendo reglas p eeñalanda 

épocas precisas en Que debian hacerse lea plantaacamo 

podrir ser perjudicial para e1 servicio de los bajeles ciones, 10s cortes y las podas; quisieron guiar Ia mano 

de guerra y fuerzas sútiles, de que tanto necesitsmos, es- del labrador estableciendo penas oontra los que se deaviapecialmente 

en este interesante punto J el de la Isla, res- Ben de sus preceptos, y orearon un juzgado particalar, p 

pecto B que. un: marinero no puede ser reemplazado sino por bajo sua ordenes subdeIegados en las provincias con esotro, 

y esta. ruda profesion no se aprende sino despues de cribanos, visitadores, celadores y peritos. Aún no aatiialgunos 

años de navegaoiones y fatigas, sin que á tan fechos con estas medidas, exigieron que los pueblos rth 

penóso ejercicio sea posible aplicar con utilidad auaIquier mitiesen anualmente, y en meses determinados por la orhombre 

de una complexion robusta, como puede hacerse ienanza, testimonios que acreditasen su observancia. 

en el ejército. Esto inconveniente es el único que detiene Esta simple idea bastar& para eonvenoer’ B V. M. de 

6 la comision; pero un embarazo tal depende so10 de las lue una ordenanza fundada sobre principioatan et@ívóairoanstan~&w, 

y por lo mismo cree que, dejándose las :ados y tan contrarios al sagrado dereoho de pròpiedád; 

matrículas de la Peninsula en su actual estado, deben sorno agenos de equidad y justicia, no podia menoa de 

aprovecharse tiempos más tranquilos para abolirlas, cuyo Froducir muchos malea. 

punto puede considerarse oomo uno de los prinaipales ob- La eomision cansaria la ateneion de V. Y. ei se dejetos 

en que hayan do. oauparse en lo ‘sucesivo las Córtes. tuviera en hacer una prolija enumeraefon da todorr Qlarr.’ 

SYo obstante lo anteriormente expuesto, y adhiriéndose ¿os pueblos han sufrido visitas, denuncias, oondenas, esla 

oomision aI parecer del Consejo de Begenoia, eade dictá- ;afas y vejaciones de toda especie. Los labradores han 

men que las matrículas de América pueden y deben quedar risto arrebatar sus cosechas y aun el reato ‘de sus bienecr 

inmediatamente abolidas, porque sobre ser eortfsimo el por haber sembrado en tierras de rozas y quemado al 

número de los alistados en ellas, una experiencia muy re- darlas fuego algunos Srboles contra su voluntad, y de 

petida, de que tienen conocimiento práctico los indivídoos rquí ha naaido BU indiferencia en el cufdado de los mondp 

esta ,oomísion, ha probado bastante qae no puede con- ies, porque debiendo ser para ellos UU fundamento de ritarso 

con las referidas matrículas para al servicio de los lueza y prosperidad, los miran como un manantial perenbajeles 

de guerra; de modo que gozando los matriculados 80 de desgracias. Así es que alguna vez ha llegado su dssdel 

faero y las exenciones de su gremio, están 8 so10 lo Fcho 4 ver con indiferencia abrasarse los montes comunes, 

favorahla, y,no sufren lo oneroso del estahle&&nto. Las 5 talarloa por sus propias manos, y preferir que los sumiliciie 

provincialee se resienten tambien para aus reem- ros propios quedasen bultos, al riesgo de sufrir veja&plaxos 

-de la baja de aquellos indiriduoa, no menos que el ~6s y condenas, y al resultado es verse la ganaderfa pr& 

púbiico por la exencion de su8 personas para el servicio rada del fruto del arbolado y la labranza de exc&mba 

de lae cargas ooB&!es ; siendo por lo mismo digno de la ;ierras que, cubiertas ahora de malezae, sirven de abrigo 

soboran~ atancion de V. 116. el pronto remodio de tan gra- L Ias fieras y otros anímales que d6strayen los ganador y 

vmaw6 aj@m, 43QR el otlal Sl mismo tiempo ahorruf el )BmBpltBrafJ contiguaa. Aun para cortar tibolea pur; 8~ 

&ataWprqP#1ISRAlIy10.íummOl.df)ab~mW 

propio 1110 eu aprw da labor, artarotor, eemtmaof~n ã$

3436 17 DE DICIMMBRE DE 1811. 

edilicios íi otros, necesita el dueño pedir licencia á la jua- conciernan d los ds dominio particular; y en w oonseauenticis, 

al s~~bdelegado 6 al jaez de montes, aegan el número 

de los que quiera cortar. Y si por eatar muy pobJacia 

los duelos quedan en plena y absoluta libertad de haser 

en ellos lo que más les aoomode, sin eojeeioa alguna 

do algtm terreno quiere hacer entresaca, no so10 tiene que B lar reglas y prevenciones contenidas en dichas lejás y 

obtener licencia del subdelegado, sino que para precaver ordenanzas. 

dbnunaiaa pide que asista í la operaòion un perito nom- 2.O Los dueños tendrin igual libertad para cortar sus 

brado Por aquel, á quien satisface crecidos jornales, J no irboles y vender BUE maderaa 6 quien quieisren, 7 ni el 

siempre basta este grwámen autieipado tS preservarle de Bat8d0, ni eaerpo algaoo, ni persona particular, podrá 

los malea que trst.6 de precaver; por último, ai una tem- alegar parir estas compras piioilegio de preferencia 6 

pestad 6 un huracau destmye 6 ammea algunos Moler, tanteo, ú otros semejantes, los auales quedan tambien deue 

YO ,pre&ado 6 diligencias judiciales que lo acrediten, rogados, debiando hwwse los contratos por aonvenciones 

. porque de omitirlas se valía ‘expuesto 6 sufrir un denun- enteramente libres entre 4s partee. 

cia J 4s vejaciones eousiguientea d ella, conjur8ndoss ssf 8.’ La tirrenos destbdos á, plantio, cuyo suelo y 

en su daño 4s desgracias del cielo con las injustisiaa de rbolado sean de dominio particular, se declarb cerrad&~ 

la tierra. 

aaotados perpétnrmente: y sus dueños podr6n cercarlos 

A &OS males, nacidos de la ordenanza, se agregan aprovechar como quieran los frutos y producciones, de- 

0tr0u que dimanan de las leyes que prohiben el eerramieu- mdo libre el paso de eaminos realea y de travesías, 6 

t0 de tierras.. El bien del Estado J el derecho de propie- uvidalhbres, cañadas y abrmdems, como tambien el 

dad exigen imperiosamente que el dueño tenga absoluta dc wfrute de oasa y pesea. 

libsrtad de cercarlas 6 acotarlas, sobre lo ensl se reserva 4.O En loa moaré, aayo imetb dey de domiaii, parti- 

4 cromision hablar con mQ Wension aI prdtar 4 nlu J cl ~rboiado correspenda á los propia 6 Wdhs 

V. M. &u iafbrme sobre la propoaieion que acerea de esta e ios pueblos, loa daeiios del suelo podr6n exigir que so 

p~t0 hizo d Sr. An6r en 16 de Noviembre último ; no ’ le I venda por su justa taeaaion el abolado, 6 qae ae lea dé 

I 

pudiendo, en embargo, desde ahors dejar de hacer pm- a eeneo redimibb por ei eapikl que dela taskeion resulte, 

sente á V. Y. que los cuidsdos m&s diligentes de los due- 01 bligilzdose á pagar 6 los propios los r6ditos que segun 

iíos de montes nuevos IU) han visto frustrados por la falta Ua aorrespondan, y vendido, 6 dado 6 oefmo el arbolado, 

de una pared 6 seto que impidiese la entrada al ganada ’ Q nedar4 acotado al terreno, y al duefio podt¿ dercarlo 

de ru&& y so un dia rolo han viutc deaparecer el fruta diafratrrfo como se previene eti bl aHhktlo pw@dente. 

de sus desvelos de machos años. 

5.O Queda desde ahora extin@làa la &lfervadurSa 

331, Uieistao, haeiéndoae oargo de las tres olases que eneral de montw s las anbelegscioíies del mi#mo ramo, 

hay de montes, 6 saber: uno6 qua isen de particularee, sí en las provincias marítimas COBO en 1yS dsmb. Ue 

otra de propios y baldíos, y otros que sen reak@ps, Pro- .enunoías que se ofrezien 88 pondrán ~nbe l&kt $katidas de 

pone, y con mucha sabiduría, que los de partioularec NI pueblos respeativos, y en apelaaIoa eutender6n las 

queden absolutamente al arbitrio de loe dueños en todo; whenciau territoriales, eoìno de 16s denh asuntos dony 

qug &JB baldíos y realengos se adjudiquen en propiedti sucioer#; pero loa juecus que dethiineli las 4eHuWias 

partioular, @on la eoodiòion sola da que dejar6n de atu% LO contiwar4n r&bi&do la parte que haa& ‘ah¿H han 

cuando dejen de ser montes. 

Por lo que hace 6 lo primero, poce tiene la comisiox 

que aíi&r 6.4s reflexiones del Ministro, siendo constan- 

te que para lograr el intwée general de la sociedad eI 

menest+r unirle al particular de cada eiadadauo, de mo- 

do qua trabajando éste por el interés del Estado, trabaj 

en lo n@nno por el suyo privado y persotial; y adem6a d 

ser un hecho que loa hombres sman naturalmente obra 

por el&eion, es ún dogma que, establecidos los grande 

prim$Pfqe @ dere&o .y de la, justiah, solo se les pued 

impedir el injusto uso de su libertad en daño de la soeie 

dad 6 ( loa iudividw de esta; pero por lo que toca 6 1 

segundo, aunque desde luego mira por muy útil, y adop 

ta la wunision el pensamiento da que ‘loa montes baldfa 

y de realengo pasen á ser propiedad de particulares, p01 

qw entowslos dueños verán su interés en la cris, consez 

yaci- y fibra disfrute de los mismos, ,y por otros mótivc 

que se~sx$ou&u; sin embargo, dependiendo este punt 

de la gran meetion en geueral sobre repartimientos 6 

terranoswba&Gs, rea1engoo.y aun de propios, sobre 30 CIU 

hay pendientes varias proposiciones de Sres. Diputados, 

la eomision tiene~ya preparados sus trabajos para iufor 

mar sobre todas 6 V. M., ae reserv’a para eutorn% 1 

proponer el modo de qdjudiear en pequeSas propiedadc 

partienlares los montee, así baldíos como de realengo; 

por ahora, en conolusion de su dictiimea, se limita 6 prc 

a&r 5 la discuaion y votaoion del Congreso los eiguier 

tes &í&&s, que entiende deberia V. M. seordar y max 

dar de& luego BU pabliascion y eircuiaoion. 

1.p i si, ,#qogqo,y adon ea tod- v partes kdl. 

~eeibido Bn las condena&on#s, ta otiai R aplicrui al ‘fkfeo. 

Lsí lo entiende 4 comisíon; V. M., sin embargo, resd- 

rerá como siempre, lo más atmtado. I.Xdie, etc.* 

Leidos artos dictámenees, seYfal6 el Sr. Presibenti para 

m diwusion el dia 20 del oorri&e. 

50 continuó 4 de la reforme propuesta por th WtyTba 

le Conatitucion ‘kobre el art. 22% de’esta, q& trata dbibs 

Ministerios del Derupseho. 

aP6rrafo tercero. El Secretar.& dei DeepacñO de r& 

Qoberdaeion del Reino para Bltrkmár. & 

Antes de entrar en la d’heusíon de ‘Me @@rito, se kyeron 

B peticion del 5r. Basaos de Arispe Ias sigP;ieuWa pi& 

posiciones que habia presentado: 

t Primera. Qna se estsblsxa un Seoretan’ de CoBeruaeion 

para la Amériaa del Norte, y sus ibl~s a@a&titéå 

y Filipinas, y otro Para la AmBrica del Sur. 

Segunda. Que d eada &no di estos dbs Secr&a&e de 

la Cobernacion de ambas Amérlcae se agréguea loa riegaciados 

+mpectivos &J Gracia y J#tMa de cbd’a una de 

eKas. * 

El Sr. LAWFtAZABAL: Señor, largas t’u&oa l&‘diiaeosiones 

que hubo suttre sste art. 222 del .flb+b 136 

Constitncion, y no es posible añrdir nuevas Faflexieaes P 

las que desde entonces 88 hicieron despues de meditsdo ‘el 

ensayo eobre la khsificauion de los Mínietfbs ‘W TM&- 

. _-

xmkmR0 441. %i$7 

-feti 6 % M. Ufla; dirigida 6 hh Junta Central en 27 de ihti & qde -kb~ &ibi f'&rb~k arreglo del d’edp~cho &d 10s 

Noviembre de 1809, sobre la importnnte cnestion de si kuntos mfnisteriales ¿le Uítrdmar, divid&idoIos por ne- 

COQVhf; 6 I& el restablecimiento del Ministerio nniver- gociados 6 por territorios, quede desde luego establecido 

aal .‘de Indias, y la abscluta necesidad de tratarse los nego- por artícuios en ia COnstitucion: 6que los nëgocio¿ de 

cios de Ias provincias de Ultramar por departatiento se- América y de Asia correnln por gecreta’& distintas y 

parådo tie loa de la Península; pnes ninguno podr6 per- separadas, ‘ete. S E& es tii voto. . 

andim á que, reunidos unos asunto& con otros, se dea- El Sr. ‘MktiTrrirtiZ PD. Jose): Oreo, Señor, qu’& ëkipschéi8n 

con brden, con sistema y sin dilscion Ios ne- tBndose ~&sCítieñdO ‘éi krtlculo que nueV8méhte ha pregocioa 

que constituyen eI régimen y gobierno dei nuevo ‘sentado ta e&nisfOn &e COaétitucidn, no tienen c’sbiniienmuíido. 

Aunque tio convenimos entonces todos los Dipn- to las piqpbfiticionès Be I& Sres. Ailsp4 y Larrázribal, ni 

tados americkms tm adoptar el sistema del restableci- ótrá álgana. Ahora s$ trat& bníc’atieiate ‘de la ‘aprobaeion 

mie&&del Universal, ustwimos acwdes en que los negói 6 i$p~obacion ‘del aíh’cnío krbrogado eh lugar del que fué 

cias de ella debian tratarse pW SeeMkfas dlatintas y se- deseehado: si Be aprueök, IremOs saiido;del $‘a$o,; f c’aanparacIas 

de 10s de ae& Cea este objetci ,+ljije por 88ckitO err- do nO; M~nces, y ntí ähork, tendrdn lúg%r &a pföposita 

pr¿$Mk?ion: 6LdB negocios de América J Asia corre- ciunds qué se hicYeren y entraremos en BU Wii&. 

rin por Becretarfas distintas y separadas de laa que des- Mp, pues,, paé aprnébo el irMulo en tec%8 sus pa+ 

pachbn IOB de Europa, erceptuándoáe solo a@eIlos ‘que tes, y qué no a’lCan$o’el fuhdamento s6kl6 que

2438 1’2 DE DICIEMBRE DR 1811. 

nistro de Gracia y Ju86icia. Lo contrario, en vez de con- 

centrarnos y hacer unos mismos, produciria la division; 

‘y tal desdrden que no nos entenderíamos, exponiéndonos 

d que los do8 Ministros de Gracia y Justicia consumiesen 

todo el tiempo en conferencias. 

La administracion de justicia en lo contencioso se 

halla tan marcada y asegurada, que destierra de todo 

punto la arbitrariedad y despotismo ministerial y los 

males que eran consiguientes á un sistema como el que 

basta ahora se ha observado. Queda, pues, la facultad del 

Ministro de Gracia y Justicia cuasi reducida á dar cuenta 

de las propuesta8 6 consultas para las provisiones 6 pre- 

sentaciones de las vacantas. Estas las har4 el Consejo de 

Estado, compuesto de españolea y americanos. La Dipu- 

taeion permanente de .Cbrtes se ha de componer de ame- 

ricaqos y españoles, y aun lo mismo sucederá con los in- 

dividuos del Tribunal Supremo de Justicia. Pues, Señor, 

si todo esto es asi ipara qué los dos Ministerios de Gracia 

y Justicia, si no es para introducir la division y la eon- 

fusion? El Consejo de Eatado proponente habria de llevar 

una diviaion 6 separacion de los pretendientes para no 

. confundir la8 vacante8 de América con las de España; y 

aun de esta suerte no aé lo que podria y deberia disponer 

por 10 que respeata B las personas, cuando siendo bene- 

méritas no debe hacerse la menor distiucion. 

señor, esta ipea da campo para dilatado8 discursos, 

que deben omitirse; y asi, concluyo repitiendo que aprue- 

bo el artículo propuesto. 

El Sr. CASTILLO: Me parece que los temores que 

acaba de manifestar el Sr. Martines son infundados; la 

Monarquía jamás podr& dividirse porque se separen las 

Secretaría8 del Despacho; pues no son loe Ministros, sino 

el Rey 6 el Gobierno, el que forma el vínculo de la Nacion 

entera. Así e8 que siendo uno 8010 é indivisible eate Go- 

bierno, nada influirá la division el que tenga más órga- 

nos. Pero B más de que la separaoion del despacho de loa 

negooios de ultramar de loe de la Península no trae nin- 

gunos inconvenientes, la razon y la experiencia exigen 

qne se verifique. Yo no haré más que reoordar á V. M. 

el expediente promovido por el Consejo de India8 sobre 

esta materia, como el informe del Consejo de Regencia, 

en que 88 prueba la necesidad de hacer esta separacion. 

Tambien recuerdo 6 V. M. el tiempo en que se practied el 

Minieterio universal de Ultramar; en que 6 pesar de los 

defectos de este sistema universal, fueron ein einbargo 

menores los perjuicios que sufrió la América en aquella 

Bpooa, que los que ha sufrido en los tiempos en que han 

estado unido8 los neg&ios de aquella con 108 de la Peniu- 

aula. Por tanto, yo no puedo convenir en dicha union. 

El Sr. V&LLANUEVA: Creo que este negocio 8e pue- 

de resolver con mucha facilidad, y pronto. Cuando en 

otra ma8ion trataron las Cdrtes esta materia, se dijo lo 

bastante para conocer que no debe haber dos Ministros 

para &a uno de los Ministerios. Entonces cOnvinimOS 

en que el Ministerio de JIatado debe 8er comun á ambos 

hemisferios. Lo miamo se aprobb de los de Guerra J Ma- 

rina, suya separaoion no se reclamb, porque el inter& de 

estos Ministerios es indivisible y oomun á todo el Estado. 

Resta solo la diflaultad en órden 4 los MiniateriOs de la 

&bemaaion del Reino, de Graaia y Justicia y de Haoien- 

da, Del primero no tenemos que tratar, supuesto que la 

eomi,sion ya conviene en que 8e divida, poniendo uno Para 

la peninsula y otro para la8 Américas. Las razones en que 

88 funda esta division son muy óbvias: baeta para ellO 

&p&kru Is multitud de negocios de este ramo con res- 

pato i la dií&renair de los pafees, de loe frutos, de lOa 

~bitmto~ J do 1~ ooatynbrres~ MU oq owt$ 4 W dq 

Graoia y Jueticia y Haaienda, entiendo que no hay neoe- 

sidad de esta division. La administracioa de justicia la 

Constitucion la deja enteramente á los tribunales; de suer- w 

te que no ha de ir ya por la vía reservada negocio alguno 

contencioso, La proviaion de beneficios eclesi6stioos y pla: 

za8 civiles se han de hacer así en la España eqropea come 

en la americana, en virtud de propuesta del Coneejo,de 

Estado. Si ocurrieren asuntos grave8 que debieran deci- 

dirse por este Ministerio, ha dicho muy bien el Sr. Mnr- 

tinez, que procederá á su reaoluaion por consulta del Coa- 

sejo de Egtado, en el, cual deberá haber indivíduoe de 

América. Cesa , pues, todo recelo de que este Ministro 

proceda en los pocos negocios de su dotacion sin el debi- 

do conAmiento. Tambien juzgo inútil la aeparacion del 

Ministerio de Hacienda. Desale luego la imposicion de tri- 

butos es de la8 Córtee, y aun cuando en BU distribucios y 

recaudacion pueda haber alguna diferencia con respeoto á 

[ae provincias de Ultramar, el sistema de las contribucio- 

nes debe ser uno mismo. Y así como en la Eapaña euro- 

pea habrb provincias ,que requieran alguna modificaaioa 

En las contribuciones, i gin embargo ; la unidad, del sis- 

tema excusará la multip!icidad de. Ministros, a8i tampoco 

la exije 1s variedad de circunstancias de la España ultra- 

marina. Solo, pues, queda justificada la necesidad de dos 

Ministros en órden d la gobernacion del Beino. Excuso re- 

petir las atribuciones que corresponden & este Ministerio, 

cuya sola consideraaion basta para conocer la necesidad 

de que se divida. Por tanto, apruebo. el articulo como vie- 

ne propuesto. 

El Sr. GURIDI P ALCOCEk JamBs prosperarán 

las Américas, ni saldrán del estado de colonias oontra la 

intencion de V. M., mientrae sus negocios no giren por 

Ministerios peculiares. No quiero decir por esto que haya 

de establecerse para ellas el mismo número de Ministros 

que para la Península. En los ramos de Estado, de Guer- 

ra y de Marina no hay razon para multiplicarlos, por ser 

en esta parte uno é indivisible el interés de ambo8 hemis- 

ferios; pero en órden 6 los otros ramo8 es indispensable 

la separacion que ha diatado la naturaleza con la divieion 

por medio de un Océano. La diversidad de clima, la dis- 

tancia y la vasta extension de aquellos países, estrechan 

B multiplicar y separar sus Ministerioa. Todos han eon- 

venido unánime8 en que se haga así con el de Goberna- 

cion por las razone8 expresadas, y yo por ellas mismas, 

y sobre ese propio conveneimiente unánime, voy d pro - 

bar debe practicarae tambien con el Ministerio de Gracia 

y Justicia, y con el de Hacienda. Si hay fundamento para 

el primero, lo hay tambien quiz& mañana para estos; J si 

no lo hay para estos, tampoco para aquel. De suerte que 

deben correr igual suerte dichos tres Ministerios, y seria 

un despropdsito multiplicar el uno y no los otros. 

La diversidad de climas no solo origina la de frutos de 

la tierra, por lo que la eomision divide el Ministerio de 

Gobernacion; cau8a tambien mayor diversidad de costum- 

bres, y aun de gentes, que exige diverso Ministerio de 

Graaia y Justicia. ACómo podrán ni una ni otra adminis- 

trarse por un mismo conducto, por un mismo Ministro á 

generaciones diferentes, de las que es preciso tener oonO- 

cimiento peculiar? &En qué errores no caeria el mejor Mi- 

nistro de Inglaterra, por ejemplo, si lo fuese de España 

sin estar instruido de sus particulares eircunstanciaa? pues 

ee mayor la divemidad que hay de uno B otro mundo ep 

costumbres, aaracteres, génios, inclinaciones, modales, 

~808, eta. Yo bien sé que la ley es una para todos aquí y 

en Amérioa; pero no lo e8 811 ejeaueion, la que no puede 

presoiadir de las ciraunstanoias pwuliuee que es iadis+ 

pnaablo powow Y no Irre oouod aiu duti, ai Irs h

I 

drb presenks al tiem~ del despacho, sino quien se dediqa 

privativamente al de aquel mundo. 

Loe juicios contenciosos se fenece& en las provin 

cías, por lo que se dice que el Ministerio de Gracia y Jus 

tícla será ya el de más descanso. Es verdad lo primero 

pero no lo segundo; porque vendrSn á él, como ha sancio 

nado Y. M., todos los recursos J consultas que se haga] 

al Bey, todo lo relativo al culto, la parte superior de po 

licía eclesiástica, lo perteneciente 6 los establecimientos ds 

los reguiares, J todo lo que dice relacion con las fundacio 

nes piadosas. ~ES poco esto? $33 corta la diferencia qu 

hay en órdená estos negocios entre la Península y lo; 

países de Ultramar? Solo podr6 decirlo quien sea peregri’ 

no en su conocimiento, 6 quien no haya peregrinado po 

ellos. Sobre todo, no nos alucinemos con que se termina. 

r6n los pleitos en el distrito de cada Audiencia. iQué e; 

lo que por esto se cercena al Ministerio de Gracia y Jus- 

ticia, cuando antes ae dirigia al Consejo de Indias, y SI 

despachaba en él todo lo contencioso? El Ministerio tra- 

bajaba, como seguir6 trabajando, en lo gubernativo. 

P aunque en nada de esto interviniera, ni interven 

ga en la justicia legal, intervendrá en la distributiva, po~ 

la que solamente se necesita un Ministro para AruBrica, 

ora se atieuda al bien de los particulares, ora al del ph- 

blico. En cuanto al primero, jamás serin atendidos lor 

habitantes de Ultramar mientras no haya un Ilbinistro de- 

dicado exclusivamente á inquirir su mérito, y tomar no- 

ticias exactas de los sugetos dignos y sobresalientes. S 

uno mismo’ha de atender d estos y B los de la Península, 

se inclinar6 forzssamente 4 los filtimos, que conoce y tie- 

ne á la vista. La relacion de méritos que presentan loa 

candidatos, por sí sola y sin conocimiento de aquellos paí - 

ass, es insuficiente para dar una justa idea, y aun tal vez 

puede inducir B error. Vaya un ejemplo, por mil que po- 

dian citarse. Si pretendiesen una canongía un candidato 

de Ultramar cura pfrroco, y otro de la Península preben- 

dado d8 elgnna catedral, suponiendo en ambos igual car- 

rera literaria, se creeria mBs digno el segundo por quien 

ignorase que en AmBrica (donde es muy corto el número 

de iglesias y de plazas de ellas) es más mérito ser párro- 

co; que eu la Península prebendado, A este modo hay in- 

finitas otfas diferencias. 

En órden al ptiblieo; es claro que no será tan atendi- 

do el de América como el de la Penfnnsula, si uno mismo 

ha de proveerlas de empleados. Supongamos que ae ha- 

llan vacantes dos magistraturas, una aquí y otra en II1 - 

tramar, El Ministro escogerá sin duda el mejor de los pre- 

tendiente para acá, y el segundo para América ; p si es- 

tuviera dedicado á esta únicamente, elegiria para ella el 

más apto, y, procuraria son más empeño indagar la su- 

ficiencia y mérito intrínseco de los ausentes, del que no 

dan conocimiento’ 4as ròlacionea llamadas de méritos; 

pues se reducen -á los servicios y títulos, cuyo origen 

muohas veces son el favor, los resortes é intrigas. 

Ni se diga que en adelante no infl@rdn los Ministros 

en la proposicion de empleos sobre los que ha de prece- 

der oonsulta del Consejo de Estado, en el que habrá tam- 

bien americanos. Las plazas que requieren esta consulta 

serán’ únicamente las magistraturas y las piezas eclesibs- 

ticas, como.autks la exigian de la Cimara, y tenian con 

todo influjo loe Ministros. El Consejo- de Estado se com- 

pondrá de americanos, pero en menos de una tercera 

parte. -Aun en esas plazas de consulta podrL influir el 

Ministro en que el Bey nombre al del segundo 6 tercero 

lugar; podt& iófluir en que se devuelva al Consejo la con- 

sulta pbra que la reforme, incluyendo en la terna á tal ó 

tal W#w@ae ~pptsrr bsw&iar. Sobre &do, si no ha 

-0 441. 

de tener influjo, ipara qn6 ‘se le ha ‘Cargado ‘con ia teaponsabilidad? 

Porque nadie es responsable de aquello en 

que no tiene arbitrio. No es tampoco bastante escudo eaa 

responsabilidad, que puede eludirse en muchos casos. Debe 

añadirse á ella la precaucion del honor y empeño con 

que servir& el ministerio de América un hombre destinado 

Q él únicamente. Esto es prevenir é impedir el mal, y 

la responsabilidad es mds bien para curarlo. 

Lo dicho hasta aquí es solo en atencion á la diversidad 

de estas y aquellas provincias: iqu6 diré consíderando 

sudistancia? Ella demanda la mayor prontitud en el 

dessacho de sus negocios, porque cualquiera demora recaerá 

sobra los muchos meses necesarios para la navegacion 

de venida y vuelta. Un solo dia que se retarde será 

de mucha consideracion. AY podrá despacharlos con m&s 

brevedad un Ministro encargado de los asuntos de ambos 

mundos, que quien lo esté solamente de los de América? 

AiXdase ahora la vasta extension de aquel hemisferio 

y su poblacion de 15 millones de almas. La multitud de 

rsuntos que la corresumden demanda un Ministerio pecaliar 

de Gracia y Justicia. Agregarlo al de ia Península 

3s lo mismo que dirigir por un canal donde solo cabe una 

naranja de agua la cantidad de dos 6 tres naranjas. HÉ 

schar catorce arrobas sobre los hombros del cargador que 

rolo aguanta siete, siendo más natural valerse de dos cargadores. 

Las propias razones de la diversidad, distancia y ex- 

;ension de las provincias ultramarinas militan respecto del 

kfinisterio de Hacienda. Son allí muy diversas las contri- 

)aciones; están muy distantes entre sí los alcabalatorios, 

meceptoría y demás lugares de recaudacioa; son muchos 

os ramos de las pensiones, pasando de cuarenta en Nuera 

España, y es muy considerable lo que producen, por 

o que se requiere un Ministro peculiar. Se añade,que los 

lmpleos de este ramo son muchos, y que no se han de 

broveer 6 consulta del Consejo de Estado. Pero examineaos 

á m$s de estas las otras atribwiones del Ministerio 

le Hacienda. 

Se reducen & la imposicion, repartínkento y recauda- 

Iion de las contribuciones. La imposicion tocar& en lo SUlesivo 

á las Córtes; pero podrá el Ministro influir con el 

iobierno para que este proponga las que estime convekieutes, 

.cuyo juicio será de mucho peso en el Congreso 

Lacional, por 10 que se requieren, ‘conocimientos profun- 

.os y peculiares de América en el Ministro. Se requieren 

smbien para el repartimiento, para que no sea desproorcioaado 

como lo fué el de 40 millones de duros de la 

unta Central, de que se aplicó la mitad Q solo el reino 

.e Méjico, Se requieren por último para la reoáodacion, 

orno procedente de much@imos ramos dlstíntck, en que es 

muy fácil el fraude y aun la malversacian de los recaudaores, 

segun las representaciones que se han hecho 6 

I. M,, y que he visto ea comision. 

Mas lo que 8 mi me convence sobre todo es que en el 

iempo del Congreso han estado aeparados los Ministerios 

e Hacienda de Espaga 6 Indias,, aun estando unidos, to - 

os los demás. El fruto de eeta divisfon se ha palpado en 

1 buen desempeño de D. Est6ban Varea, quien por estar 

editado B él únicamente ha acopiado las sobresalientes 

lces que brillan en sus Memorias, señaladamente la ólnha 

que está para discutirse, y caya Iectura~lIenb de sa- 

.afaccion á las Cbrtes. 

Este ejemplar, no solo persaqde la division, sino que 

esvanece tambien el soflsma de que ella se opone d la 

nidad de la Monarquia; á m6s de que 10 &erva el que 

ropone la comision, partiendo el Ministerio de Gobernaion 

interior. La unidad consiste en el Bey, que es Ir ca-

’YW!!‘~~‘@#&Ww,qne~nloebrwms, yqunel 

‘=f’+ bM.Wo tiene dos. El afmiX que se propasa de que 

F-hacei sa8 casa ge llama i un uqaitecto, y PO dm, 

que 88 smbuszsrian mútuamente, teudria lag8r cuando 

888 fQm 61 eaSq. Pero si JO tengo que fabricar ma easa 

en Gídíx y Otra en Sevilla, 118nwé dos arqaik&e, sino 

k We Whm I?Q8*@ dgnnas de las ohms; J este es el 

- en qQe ms hallamos. L8 Monarquía abarc8 doa mpndy, 

F por 10 mismo debe tener doo Ministros en cade remo 

de b que admita divisbn, que son los de Gobera+ 

Gori, Gratis y Jnsticia J de Hacienda. En 10s otros tres 

son indivisibles los interww, pues Ias rel&o~@ diploipri~ble 

el perjuicio qtte pvOv6nir de 18 lVgn dirtanb 

de 18s provinciae de Ultraaqu 6 la Penimrale; y pW obviar 

en el maor modo posible eaw ineonveniente8, se 

diergn 6 aquellos magistrados, y i las Audienciss msyoree 

facultades que 4 has de la Penfusak y esto solo por 

18 diatwcia. EXadIIemOS 8hOr8 81 18 tbditueion h8 

provisto B los inconvenientss que se han citado, y ve8m(~ 

si loa argumentos del Sr. Alcocer tienen tanta fWms Como 

aparece. 

Hablsré en el misno brden que ha seguido. Unisterio 

de Gracir y Jasticia: Este Minfntsrio esti ya separado 

de lo que se8 jasgar por vi8 de consults, y ya los jueces 

m&kse COn laS potencisa extranjens, Ie paz y la guerr8 

Y 18 marina toan igaalmente d uno y otro hemisferio. 

iy habrá de posterg8r~e dguo de ellos? Pues esto 

a-8 neceaario, segun el símil de las cosa8, no admitiendo 

18 diviaion propuesta. Creer que todo se subsana con 

mUltipiiC8X 10s olkiales, es un delirio. De este modo p&s 

decirse qae un solo Ministro baat+ba p8r8 todos 10s rsmOs, 

Con tal que en cada uno habiere lae mess8 y odci8lee 

necessri~s. Y no ee así. &os Ministros no son cOuchtos 

de palo, pasivos é imu.~@ados; gen 1~8 brm vti- 

VOS del imperio; los candes en donde ae amoldan y t,o- 

1ID1uI flgara los negocioe, 6 tal ves se dssfigaran; loe jefes 

que presiden y dsn la norma á los odc~ks; ea un8 

palabra, unoe hombres perfectamente instruidos en cuanto 

~888 por sus umnos, J de consiguiente superiores en 

1~ 6 todos los wbaitemo~. De 8iUi es que se uecesite 

uno paro cada rsmo, ne siendo fácil se sgolpen loe conocimientos 

en UU solo indivfdao; y de aqaf es que yo spetaos 

en cadq r8mo de los expresados uno para España y 

otro psra América. 

Corriendo unidos, cualquiera qae se8 el Ministro, 

aunque ee suponga el más amante de las Américas, ha 

de preferir los asuntos de 4 Penfnsule, cuyos isteresados 

lo rodearáu, lo wwrán, y lo estrechark por todos 

medios 8 su despacho, lo que no podrdn practioar los ausentes. 

Ser611 despues postergados loe paises de Ultramar 

contra la vglunt+d de V. Id., que los reconoce partes intepnba 

de 18 Mormrqufa, y b’psear de este nombre continusr8 

en is realidad el sistema colonia!, pues se vsr6n 

como un8 cos scceeoria, secundaria, y menos principal. 

V. M. puede evitarlo, como le suplico, dividiendo el Ministerio 

de Gracia y Justicia y el de Hacienda, wf Como 

se propone para el de Uobernscion. 

El Sr. ARG~ELLES: Señor, quisiera contestar al 

ioganioso diwnrs~ dsl Sr. Alcocer, sin embargo de ver 

reprodaoidos los mismos argumentos que se pneierOn 18 

vez que se discatió este asunto; pero aomo los d0: más 

fuertes BQ~) h postsrgacion de los negocios de AmerIca, 

y el qae mnthmrá está bajo el Sistema ColORi& me ve0 

obfig& de alguna manera 6 deshscer lss q” d mi nodo 

de entender son equivocaciones. El Sr. AlCOCe~ h8 

eymindo de+enidsme+e IOS dos Ministerios de Cfr8cls Y 

J&,i@ y alta& y los argumentos que h8 hecho son 

8plicsbhXl B los dem&, no obetsnte que hey C~&M Ministerios, 

que por ser indivisibles, s’8gtm su misma Coufedon, 

p0 PU~~XI CO~W por n38W diversas. Si se esfueran 

demaeiado estos argamentos, resaltar6 que el 

Gobjemo po deber4 t-stat en l.8 Península Sino en 1s Amé - 

rice, porque estw retardos 6 postergacion provienen okFu8 

vm de la distancia inevitable que hs.y de este P8fs 4 

aquel. l&e acuerdo haber leido macho tiempo hace que 

fu6 rwo&fdo por 4 Gobierno este inconveaients, laego 

que .sg e+b@@ rlli la autoridad del &Y de EsPsña* y 

p8ra ,evwle :pp@zwen los vireges ó vice-rwe Persa- 

Da# 6 guie& & ‘?&marca drba ertenaas facuMes* Era 

no tienen nada qae ver en l8 parte gubernativa, Bino que ‘ 

debsn únicamente aplicar l8s leyea. Hay más. Convencida 

1s comision de Coastitncion, que la felicidrd de los 

súbditos de un Estado pende en gran parte de Ir recta 

admiuistmcion de justicia, creyb que debia tomsr tod8a 

14s medidas neaes8riae pars sa mejor rdministrscion en 

Ultramar. Ha estsblecido que todas 18s causas es terminen 

en aquell8s Audiencira psr8 que no experimenten 

dilscion. Hé rhf 00~110 se ha ocurrido d ano de loa grandea 

iaconvenkktes que tanto molestaba 6 los habitantea 

de América, porque auu para mxusos ordinarios tenisa 

que acudir 4 Is Península. Loa Ministros avocrbw i si 

despóticsmente lss c8as8s pendientes, sac6ndolas de sae 

verdaderoa tribunales bajo Oualquiera pretesto. En adelante 

no podr6 saeeder esto. Así ys no se puede dudar 

que quedan reducidos á us número certísimo loa negocios 

que pueden atraer aquellos habitantes 6 la Psnfnsula, 

y por consiguiente habrá Poco lugsr 4 la postergacion. 

He dicho y reproduzco que 1s felicidsd de un Eatudo 

pende de la buena administraeion de justisia, J llamo 

la atencion del Congrsso á esta verdsd; lo demás se accesorio, 

no es constitutivo. NO podrá mirarse por coastitacional 

síua aquello que asegure al ciudadspo ea propiedad, 

vida y honor, y le pongs á cubierto de VsjseiOnss. 

Es menester pars esto que solo los tribunales sean l8 autoridad 

única gas paga loa fàllos Q las centiendsu. Entonces 

será feliz, Be creeri feliz, d tendr{ la opinion de la 

felicidad, que 88 mayor bien que la misma felieidrd; 

ipues qaién dad8 que esto se consigue respe& d América? 

Si hace cinco 8ñOS ss hubiese promovido an expediente 

pys msjow... Icl hombre de ideas mk strevidas 

jamds hubisrs creida 8e 5jase dentro de tan poaa 

tiempo ana base como esta, qae fijs en- América el medio 

ds terminar @8s laa diferencies, sesn de ls naturaleza 

que fueren. En el cae0 miemo de estabk,3erue en Ultramar 

el Gobierno, no podia hacerse m6s que fenecer 8lh 

todas 18s cosas. Examínese la naturaleza de los expedientes 

que pueden 0XiStir en 18 Sscretsría de Clrrcia y J&ici8, 

y se verá que de ciento los noventa y nueve son contenciosos. 

Así, con sol8 esta indicacion ae veu ya evitados 

loe perjuicios que cauasbs la dist8noia en el importa& 

punto ds administrar justicia. @ato ee lo que únicamente 

hace febceS 6 106 hombres y 6 un Estado, y 1s importa 

muy poco que cuando un ciudadano salidte un empleo se 

le niegue, cou ti$ qus Ssps que BU propiedad, su honor y 

su vida no penden de la arbitrsriedad de un Ministro. 

Anteriormente por el sstado de l8s eosas ee miraban 

los egqpleoe como el único medio de ser feliz, y se faadaban 

en que todos 6 casi todos los caminos ds hacer 

fortuna estaban cerrados al hombre @dastrioso y sp)iesdo, 

8 no ser por medio de loa empleos. Tal era el efecto 

de naestrqs instituciones, de Ir falta de libertad eu los 

españoles de 8mbOS mandos, qa8 los haeia absolatsmeate 

dependisntes de la voluntnd del Monarcs y del influjo del 

Ministro. Lss virtudes de estos, no le ley, era el’únioq se-

guro de la justicia. Pero hoy, cuando sin quitar el influ l- 

jo que deben tener los Ministros, se les reducen sus fa ,- 

cultades á BUS justos límitee, ipor què hemos de creer qu le 

cO11 el despacho de un Ministro en que 8e eolicíta una gracia. 

El que confunda esta8 dos gestiones, que no 88 queje 

sino de BU ignorancia 6 estupidez. Asegúrese bien el mehaya 

de depender la suerte de la Nscion de los Ministrc )S 

como hasta aquí? Es parte muy 8eeundaria, como se de 

ducirg de las reflexiones que voy & hacer, lo degracia. L 

justicia es una palabra que indica ya la naturaleza de ne 

gocios que han de resolverse en los tribunales. En esto 

no pueden mezclarse los Ministros; y si lo hicísren ser 

con responsabilidad, y el testigo servir& de freno en 1 

dio de hacer efectiva la responsabilidad de los empleadoe, 

y la platbnica idea de colocar siempre los mfs benemétitos 

no será tan deseada. De esto resulta que no puede haber 

la postergacion que se supone en los negocios de América, 

manifestado el diverso sistema que 8e va á establecer 

en el Gobierno y en la administracion de jueticia. Las 

reflexiones hecha8 8on aplicables al Ministerio de Hacienfutaro, 

y de escarmiento B sus sucesores. La gracia, B pu 

corresponde la provision de los empleos, y que se ha pues 

to en el primer término del cuadro, no obsta. He dich 

ya que no son los empleos los que hacen la felicidad de lo 

ciudadanos, sino la8 leyes que protejan 6 los empleados ; 

da en todo lo que respecta á los asunto8 de naturaleza 

contenciosa. Lo8 demás 88 han de deapachar conforme á 

reglamento8 formados ya, 6 que 88 formen. La imposicion 

es asunto de la8 Córtes; la recaudacion é inversion es negocio 

sujeto á reglas generales en la Península y Ultrano 

empleados en 8us personas, en 811 honor y propieda. 

dee. Lo8 empleo8 se pueden reducir á dos clases; uno 

mar; por lo mismo no veo en rigor necesidad de separar 

estos Ministerios. Un Ministro capaz de dirigir el Minieque 

tienen grande influjo y preponderancia en el Gobier terio de Hacienda no 8e embarazará por la extension de 

no, y otro8 que tienen influjo meno8 directo; yo miro I territorio, número de provincias 6 diferencia de produclos 

Ministros y jueces en el primer ca80, y que son 101 tos eobre que haya de recaer el impuesto. Los principios 

que realmente influyen en la suerte de los ciudadanos; pe sobre que han de fundar 8128 planee 8on aPliCable8 á; la 

ro iquedan ahora tan autorizados para hacer lo que ler Península y Ultramar. La8 noticias, los datos, los c$lcudicte 

la arbitrariedad? La buena fé y candor de loa qu los y demás anteaedentes necesarios, se pueden recojer, 

lean la primera y segunda parte de la Coustitucion dirá] con abundancia y acierto, sin necesidad de nombrar dos 

si el sistema que 8e plantea e8 igual al que nos ha regidc Ministro& Establecimiento8 eubalternoa son suficientes pahazta 

nueatr68 dise. Si es posible fundar ana base sólidc ra esto, y B ello8 toes verdaderamente disponer y prepapara 

hacer la felicidad de una sociedad, 8e ha sentado 91 rar todo8 los trabajos de que un hombre de Estado pue.ir 

en la parte ejecutiva y jadicial sanclionads por V, M. Po: necesitar para desempeñar debidamente este ramo tan imconsiguiente, 

ya estas clases no pueden vejar Q 8118 con. portante del eervicio público. Por otro lado, las mismas 

ciudadano8 con la impunidad que hasta aqui, porque es. razone8 en que se funda el sistema de Ministerio universal 

tdn sujeta8 6 reglas fijas 8us operaciones. Las demás cla. de Indias, me hacen & mi variar de la anterior opinion, y 

868 de empleado8 es neceeario Qambien examinar cómo lac creo que el Ministerio de Hacienda tendrá máe aocion, 

deja la Constitucíon. Capitanea generales, intendentes 1 más rapidez y energía, máe acierb y unidad .en todas aua 

otros, que pueden llamarse en cierto modo magistrados, Operaciones, siempre que ests8 8e dirijan por una mano 

tambien están sujeto8 & una responsabilidad estrecha J hábil y experimentada, que por dos, entre quienes 8e eaefectiva. 

Y los principios de todo el proyecto de Consti- tableceria una lucha perjudicial al objeto que ~t) debe protucion 

no permiten que quede ningun empleado sin 8er re- poner la Nacion en el establecimiento del Ministerio de 

sidenciado siempre que convenga. A esto es B lo que úni- Ascienda. Se ha padecido equivocacion en creer qae hascamente 

puede aspirarse prudentemente en cualquiera Go. ta ahora haya habido Ministerio de Hacienda de Indias dibierno 

libre. Quiero decir, que nkgun empleado públicc ferente del de Europa, puee solo las Secretarías d negopueda 

abusar de la autoridad 15 faaultades de su destina :iados han corrido B cargo de oficiales diferentes. El 8esin 

quedar sujeto 4 reaponeabilidad, y que esta se pueda 

hacer efectiva sin que el Gobierno tenga arbitrio de eluior 

Varea ha sido únicamente encargado del despacho en 

3stoe últimos tiempos. Tampoco miro como necesaria la 

dirla. Por lo demás, decir que separado8 108 Ministros ‘812 lesidencia en un país para dirigir sus negocio8 como jefe; 

evitarán los inconveniente8 que son propio8 de la natura- d mismo Sr. Varea es buena prueba con el desempeño 

leza de las ooaaz, no es conocer 6 fondo la materia. Eetoy lue hizo de aquel nsgotfado, eegun se ve por lsa exeeseguro 

que aunque se multipliquen los ministros de Am& entes Memoria8 leidas por 61 en el Chngre80, en que desrica 

hasta el número de los de Europa, no se evita& to- :ribe con tanto acierto provincia8 de América que no ha 

dos 108 inconveniente& ei no 8on de naturaleza que pue- risitado. 

dan evitarse por los medio8 indicadoa. En cuanto á la pro- En cuanto al otro punto de subsistir las Américas 

vi8ion de empleoe. hay poco que añadir d lo que alguna e Iobernadas eegun el eistema colonial, solo a@o á la 

vez expuss al Congreso. Lo único que cabe en eett3 punto j u&iflcacion del Congreso. Una fJonstitucion que concee8 

sujetar al Gobierno d; una proputwta en cierta clase de d le iguale8 derecho8 5 todos los eapa5oles libres ; que esdestinO8. 

Eeto era ya determinado: en lo demga, ea inevi- t ablece una representaeion nacional; que ha de juutarse 

table dejar al arbitrio de aquel la eleceion de peneonaz. t odos 108 años B sancionar leyas, decretar contribuciones 

Dénse la8 regla8 que 8s quieran en esta parte. El Bey 6 S r levantar tropas; que erige un Consejo de Estado comsu8 

Mini8tros las eludirán sin que 8e le8 pueda reconve- meato de europeos y americanosI y que flja la adminisnir. 

En uu pafs libre y feliz, los empleo8 no 8on el alicien- t raeion de justicia de tal modo, que bajo de niqnn pre - 

te general de loa hombre8 que aman el trabajo y la ocu- t eato tengan que venir estos B litigar en la Peaínsula; 

pacion. Es muy corto el número de empleados con respec- ll ma Constitacion, digo, que reposa eobre estas bases, jea 

to B lo8 súbditos de un Eetado. La indnetria en general C ,Ompatible con un régimen ColOnial? Me abstengo de inabsorbe 

caei toda lapoblacion; y cuando no haya trabas que istir en mbe demostraciones, y solo añado que lo que 

estorben al ingenio de 108 e8pÍiOh38 aplicarse i las prOfe- i! alta del proyecto de COMtitUCiOn baataria por si 8010 á 

siones útilas, entonces 8e apetecerdn meno% los destinos. d !eBv8necer todo recelo, si BI que pueden recelaree del 

Además, el qus solicita de un Gobierno un empleo, que C longreso co88a eontradictoria8. En ella SB ver4 qud inno 

BB vaya á, exigir en &o justicia. Que no equivoque el xl tenso campo se dá á la Am&ica para que pueda promotribunal 

en donde se rechma aquella con arreglo 5 la ley, 0 er su prosperidad, sin depender para ello de providen- 

611

2442 17 DB DICIBaSgRE DE 1811. 

das de gobierno y disposiciones reglamentariae. Por todo 

esto, soy de dictimen que se apruebe el ar&nlo segnn le 

propone la comision. B 

Antes de ponerse á votacion este punto, propuso el 

Sr. Alcocer, apoyado por los Sres. Mendiola y Zorraqnin, 

que en virtud de 10 expuesto por el Sr. Argüelles ae sus- 

pendiese hasta que se presentsse la última parte de la 

Coostitucion; pero habiéndose acordado que se votase dea- 

de luego, se procedió á la votacion , y el párrafo quedó 

aprobado, como igualmente los siguientes : 

tE1 Secretario del Despacho de Gracia y Justicia. 

El Secretario del Despacho de Hacienda. 

. ..--_~- 

El Secretario del Despacho de Uuern. 

El Secretario del Despacho de Marina. 

Las C6rtee sucesivas harbn en este sistema de Seere- 

tarias del Despacho la variacion que la experiencia 6 laa 

circunstancias exijan., 

El Sr. Presidente señal6 la primera hora de la sesion 

del dia siguiente parala discusion del expediente relativo 

á la Imprenta nacional, que el Sr. Secretario Valls anun- 

ció estar preparado. 



Leidas las Actas del dia anterior, èxpnéo et $. Zk- 

SROS de Arigw que echaba de menoa en ellas la insércion 

de las propositiiones que presentó relativas al art. 222 de 

la Constitucion, conforme se acostumbraba hacer con 

otras. 

Contestb el Sr. Ssmstatio Tc& que la costumbre es 

insertar literalmente las proposiciones sobre que recae resolucion, 

6 que se sujetan á votacion $ para ser 6 no admitidas 

B discusion ; pero no las que solamente se leen 

(como sucedió con las de los Sres. Arispe y Larrazabal), 

’ en oayo caso no se hace más que una indicacion de ellas, 

J consideradas como verbales pasan con la nota correspondiente 

de Icirlar á la redaceiou del Diario, para que se 

inserten en BI, quedando despaes unidas B la minuta del 

Acta para archivarse. 

Se leyeron, J quedaron aprobadas por el Congreso 

las minutas de íos decretos que deben expedirse sobre la 

permonenclia y cirenustancias de la Secretaría de Córtes, 

y consideracíon que deben disfrutar sus individuos segun 

lo resuelto en Ru3 sesiones anteriores. 

Conforme aí d.ict&men de la comision de Poderes, 

aprob6 S. 116. los que se han conferido al Sr. D. pranckco 

de Laserna en clase de Diputado propietario por 52 

pueblos librea de la provinsia de Avila, de la cual ha sido 

suplente hasta ahora. 

Se mandd devolver 5 la Regencia el expediente rea- 

pectivo á la Secretaría del Consejo y Cámara de Castiua, 

que existe en las Córtee, segun lo pedia el mísmo por 

medio del enowgado del Yinisterio de Gracia y Joatioir. 

Queda enterado el Congreso de un oftcio del hiinistro 

de la Guerra, en que expone los motivos que ha tenido e 

Consejo de Regencia para no acceder á la solicitud reoo- 

mendada por S. M. del teniente de la legion extranjera1 

D. Nicolás Minuissir, sobre que se le confiriese el grado de 

capitan con motivo de haberse hallado en la batalla de la 

Albnera . 

Leido el voto particular de los Sres. Larrazabal, Avi- 

la, Castillo, Lopez de la Plata y Gonzalez p Lastiri contra 

lo resuelto en la sesion anterior sobre eI art. 222 del 

proyecto de Constitucion, se mandó agregar á las Actas. 

El Sr. Terrero presenlb 1s siguiente exp&&4on : 

*Señor, V. M. resolvib en la sesion pública del dia de 

áyer que los oficiales de la Secretada de Cortes obtengan 

los misnios honores J sueldos respectivamente que los de 

las Secretarías de Estado y del Despacho de Gracia y 

Justicia; y como la Junta Central hubiese mandado en 19 

de Noviembre de 1809 se abonasen como sueldo á los:referiaos 

oficiales los 10.000 que anualmente percibian de 

gratitlcacion, resulta que la menor asignacion deberia ser 

de 25.000 rs. Este señalamiento de sueldo para el último 

oficial es demasiadamente excesivo, y no dice bien con las 

apuradas circunstancias de la PBtria. Rri consecuencia 

tengo el honor de presentar 6 V. M. las proposiciones siguientes: 

Primera. Los oficiales de la Secretaría de Cdra 

tendr(ln los mismos sueldos respéctivamente que loa de la 

Secretaría de Estado y del Despacho de Gracia y Justicia, 

rebajados fos 10.000 IV. que por gratiflcacion auual obtenian 

en los Gobiernos precedentes antes de lá órden de 

la Junta Central ya mencionada. 

Segunda. Los o5oiales de las geeretarfas de j&&o y 

de todoa loa D~mhos, que deapuer de expedido este dad 

oroto eatrama aa 01 desempeño do IIPI OUNW~W, dwm4

2444 

18 DE DICIEMBRE DE 1811. 

tarbn solamente del eneldo que lea estaba designado antes 

de la citada orden de la Junta Central. 

Tercera. En la misma forma ocupa& las vacantea 

los provistos á las plazas subalternas de las mismas Secretarías. 

10 

Estas proposiciones quedaron admitidas 6 discnsion. 

Se leyeron las seis proposiciones siguientes hechas 

por el Sr, Sombiela, como adiciones á los artículos aprobados 

de la Constitucion: 

uhimera. Al art. 243, que se subrogue en lugar de 

la palabra pceaos la de jnido~, 6 que se añada esta última, 

leyéndose entonces: *las leyes señalarán el orden p 

las formalidades de los juicios y del proceso, ) etc. 

Segunda. Al 230, que se declare que tiene fuerza 

retroactiva, atendida su importancia, 6 que por ley particular 

se establezca que cesen inmediatamente en el encargo 

de magistrados de la Nacion española los que lo 

estén desempeñando sin haber nacido en el territorio español. 

Tercera. Al 251, que se añada: ey contestada por 

demanda y por respuesta.> 

Cuarta. Al 258, que se añada: tde la Naeion española,, 

6 otra expresion equivalente, que haga referencia 

precisa á esta gran Nacion que V. M. representa. 

Quinta. Al 260, conocerá de los recursos de fuerza 

de las causas tocantes al Santo Concilio de Trento. 

cSe presentarán en dicho Supremo Tribunal todas las 

bulas, breves y rescriptos apostolicos para el plucito ó 

emputor regio, y conocerá de todos los recursos sobre retencion 

y snspension de las citadas bulas y letras apostólicas. 

> 

Sexta. Que los magistrados del referido Supremo 

Tribunal de Justicia de España no puedan recibir del Gobierno, 

por ningun motivo ni pretesto, comision alguna. 

9 

Estas proposiciones se mandaron pasar á la comision 

de Constitucion para que las examine y presente su dictbmen. 

El Sr. GAR&: Señor, el Presidente de V. M. me encarg6 

que con preferencia mandase imprimir esta hfemoria, 

en concepto de que Q la comision del Dáars’o correspondia 

mandarlo; deseoso como siempre de no perder instante, 

subí á la secretaría del periódico, y bajo el mismo 

:oncepto de que era de sus atribuciones, como indivfduo 

de ella puse un borrador del oficio en que debia mandarlo 

~1 regente de la imprenta, ejecutándolo al mismo tiempo 

?ara que la concluyese de la del tomo primero de sesio- 

WJS, que creo poder dar á V. M. á principios de la próxina 

semana; y dejando el dicho borrador á los oficiales de 

a secretaría del periódico para que le pusiesen en limpio, 

r me le bajasen B la firma, me hallé que en él no manda- 

1ar.r al regente se hiciese la impxesion de la LEemorir, sino 

le1 tomo primero de Dúwios. Sorprendido, reconvine al 

nayor de la misma, y me dijo no corria este ramo por la 

:omision, y que por eso lo habia suspendido: en conne- 

:uencia, se redujo el precepto 6 lo respectivo á mis funiiones; 

y careciendo de ellas para cumplir el encargo del 

‘residente de V. M., deseoso de que se proporcionen reursas, 

que es el medio necesario para conseguir la liberad 

que apetecemos, como he manifestado reiteradas ve- 

;es, he creido que para parte de este logro es el urgente 

r oportuno el de discutir esta Memoria, y adoptar los que 

J. M. crea tales y justos; y solo este es el motivo de poker 

esta proposiciofi, en que no tengo m&3 interés que ‘el 

le la salvacion de la Pátria, en que están vinculados mis 

leberes; así, pues, V. M. determinará lo que juzgue opor- 

#uno. s 

Despnes de una brevisima discnsion, que66 admitida 

8 proposicion. 

Segun lo resuelto en la sesion de ayer, se ley6 el dic- 

#Ornen de la comision especial nombrada para examinar 

11 expediente de la Imprenta Real, y’ conformrindose con 

il las Córtes, aprobaron la reforma hecha en dicho esta- 

)lecimiento por el Consejo de Regencia, segun el oficio 

le1 Ministro de Estado de 22 de Noviembre último, y manlaron 

que el administrador entregue los originales de los 

omos de Dianos de C&ted concluidos y de los pendientes al 

El Sr. Garoz hizo la exposicion siguiente: 

(Señor, si cuando con preferencia á todo otro asunto 

se ha propuesto V. M. tratar los respectivos á Guerra y 

Haofenda, sobre los auales esUn fljoe sua conatos, no menos 

que mia constantes deseos para que no se exponga la 

aaivacion de la Pátria por la morosidad en adoptar subsidios 

que la faciliten, omitiese ahora manifestar los que me 

animan, creo cometeria un crimen imperdonable; así, 

pues, estando exento de ellos, para que no me denigre 

borron tan indeleble, teniendo entendido que acaso por 

olvido padeesn atraso en su impresion las Memorias que se 

presentan á V. IU., y particularmente la del encargado de 

este ramo, que en mi concepto debió discutirse á la mayor 

brevedad, para que se veriffque hago d V. M. la proposicion 

siguiente: 

cQue se comunique árden al Consejo de Regenda d 

fin de que toda Memoria 6 proyecto de Hacienda que se 

remita para su impresion, la disponga sin demora alguna; 

y son preferencia la mande hacer de la ir&ada sobre re- 

CUMBOS del encargado de Hacienda,p 

Sobre esta proposicion, dijo 

‘egente D. Ventura Cano, como ha propuesto el subdeletado. 

Tambien acordaron se estuviese á esta resolucion 

!on respecto á lo informado por la propia comision sobre 

a solioitud de D. Francisco Vittini Villamarin, ofloial 

nayor interventor de la misma imprenta, que se quejó 

le la citada reforma. 

Con este motivo, el señor De la Serna present6 una 

txposicion relativa 6 que D. Manuel bdarquds y D. Juan 

?ulido han sido empleados en la misma planta de la Imwenta 

Real, á pesar de haberse presentado despues de los 

los meses de instaladas las Córtes, y en contravencion 

del decreto de las mismas de 4 de Julio último, pidiendo 

en su consecuencia, y con arreglo al decreto de 11 de 

Noviembre próximo pasado, que sean separados el Ministro 

de Estado Bardajf y el director de correos D. Juan 

Facundo Caballero. Admitida á discusion, se mandó que 

sl Consejo Regencia informe sobre -los hechos contenidos 

en dicha exposicion. 

U 

Se levant la sesion.


DE LAS 

CORTESGENERALESYEXTRAORDI 


Se mandb pavar B la comiaion de Justicia un offcio 

del encargado del Ministerio de Cfracia y Justicia, que 

manifiesta, para la resolncion de S. M., la solicitud de 

D. Juan Romero y Alpnente para que se le declare benemérito 

de la Pátria, y se le honre con un empleo, en 

atencion 4 los extraordinarios servicios que ha hecho á la 

causa nacional, permaneciendo en Granada entre los fian. 

cesea. 

Se leyó’y mandb agregar 5 las Actas, el voto particular 

presentado por el Sr. Castellb, y enserito por el Sr. De 

Lasema contra lo acordado ayer sobre reforma de la Imprenta 

Real. 

Se remitió d las comisiones :de Marina y Hacienda un 

oficio del encargado del Ministerio de Hacienda de Indias, 

en que reclama la decision del punto relativo al privilegio 

del aonsulado de esta ciudad nobre proponer sogetos para 

Tambien se mandó pasar 5 la comitaion de Hacienda 

el estado de la cuenta presentada por el tesorero general 

Don Victor Soret perteneciente al año próximo pasado, la 

anal remitib 5 las Córtes el encargado del Ministerio de 

Hauianda de Espaiia. 

, 

A la comish de Qoerra se mandb pasar 1~ ~n&tr 

del Consejo de Guerra y Marina, hecha en rirtad de 10 

Mudo Por las C+taa en 3 de Octabre ÚltiUlo, y di+ 

gida 6 lw mimm por el Xinist&o de la GuW, aobm 

la8 qt3pmawaw d$l brquw? P. Rodwl6o m6tv, tb 

lativas & la pronta terminaaion de la causa que contra 6l 

pende. 

Se ley6 una exposicion del Sr. Power, en que despues 

de referir la antigüedad, servioios y privilegioa de la villa 

de San German, la primera de laa de la isla de Puerto Rico, 

conoluyó haciendo esta proposiaion:

I 

0446 19 DB S~RlI~Dm 1811. 

Se leyd una exposicion del Sr. Alonso J Lopez, en que siones, sino que haya un tribnual señalado con rnterioridespues 

de manifestar 1s necesidad de evitar en lo posible dad, y es preciso que haya un regla fija, no encontré 

la extraccion de dinero, disminuyendo los gastos super- otra más acomodada que la que he propuesto; es á saber: 

fluos J nuestras necesidades faticias, presento es+ ropo- instancia sea ante el juez Ilel pueblo más 

sicion: 6Qne se forme sin demoth lt113 c&iakh de P Congreso, 

pan que en vista de estas rdfiexien&s y de bs que El Br. AdatlItI&SiS: Todas estas dificultades del señor 

expuse en otra oeasion, relàtivas B esta mateíib, proponga s habia previsto la comision antes y despues de 

8 V. M. lo más conveniente sobre los particulares indica- su proposicion. Pero la verdadera ditlcultad es si la medida 

dos, sin esperar el proyecto reglamentario de leyes sun- propuesta debe ingerirse en la Coastitueion, d en leyes partuarias 

que arregle lo3 tmges nacionales, y limite nuestras titulares. La comieion dice que esto toca B 18s leyes parveleidades., 

Admitida esta proposicion, se mandb pssbr 6 

ra cualquiera Sr, Diputado que quiera antila 

cornision que entiende del sobredicho proyecto regla- 

cion de la Constitncion, podri presentar 

mentario. y, m6s no proyectos de artículos de Constitucion, 

en la cual no deben ponerse medidaa problemátian, 

y que se pwderz Vurier,.sbgun a ere8 wnvw+te, 

8d~~&s~~Lr+&&rie le II& ‘cien dalt Sr. Gärez, ,W ende en Ib de qtlë trdltemos, sino bala titidd, 

st&l de ayer sc!r r% ta @nti impr&ion nya Bjecucion pendd de la& leyes que se establezcan. Y 

de ?d $WuoMs d pPoye8tes 43 EWenda, no fué apfbba- 16 la prllpoaícion da1 Sr. MLrtihez s61% muy buena #a?a 

da v lfts C6M; ~rarpd8, S@hi 6WrVbM äl&íiW3 Me- r6jwa0 136 léy; qué B6 pafá f¿iSolver, f teiidrli 13 Rabion 

ñores Diputados, er8 demasiado general, pudiendo siem- Ita adelantado. z 

pre el Congreso comunicar órden B 18 Regencia pars que En seguida quedb aprobado el dict6men de ia eomimande 

imprimir con r:tividad y con la debida prefereu- on. 

cia les Memoriaa 6 proyectos que, segun el dictdmen de Con este motivo se propuso que podia desde luego 

sus comisiones, mereciezen est8 atencion. 

rocederse á tratar de este y otros proyectos de leyes ne- 

,sarias para la ejecucion de la Constitucion. MBs el señor 

c 

bra&8:Gdi&yo ob&tió’ que &liib mejor reservarlo todo 

m cnrrndo se concluyese la Uonetitncion, pudiendo en- 

Se procedid d deliberar sobre el diatgmen que presen- se tanto la comiaion encargada de ella pensar en prepatd 

la comision de Constitucion acerca de algunas adi- 11: estos trabajos. Contestó el Sr. Argtiellss que el exoiones 

i los artkalos ya aprobados de la Constituoion, taordinario trabajo da la wmision 1s hacia licreedora 6 

heohae por algunos Sres. Diputados, y son 18s siguientes: 88 ee. le exonerwe de eeta nueva carga; y que seria rn&a 

diado pdftbo más Worbado del pn8ble dondé residierén olamado, y al mismo tkapo se’ tilene stnado w 8mit+v 

eetos últimos la iustrueeion del proceso hasta completar el oonstituk la ley que la destruya, La desgraciada Am& 

snmuio para remitirlo 6 este Tribunal, del oaal no ser& ea, que tanto se queja porque se Ia ha mirado eomo paneoasario 

obtener m5nia pera principiar el proesdlncietto; trimoois de empleadoe, pwveybndola de sugstoa que, 

pero BB L dar6 cnenta inmediatamente. b La comieion ia- aunque ineptos para loa deskms, consumen MB rentas y 

formb que toar 5 las leyes todo el meaaniemo de eeta dis- Iss aniquilan, ~e6rno podra eufiir ver impanes loa delitos 

position, y que wia aobreeargsr la 0onstitucien exten- eseandaloaos que un togado cometa? $38 habr& de ocurrir 

derse B tantos pormenores; taera de que las leyes ao- para la comision del proceso a1 tribunal de justicia, que 

tuales tienen prevenido ‘lo conveniente, J lo que faltare residir4 tan distante de aquellos Reinos? El delito, entredebe 

asr determinado por ofns nuevas; por consiguiente, tanto, triunfaria; y si el tribunal oometiera entonces el 

fné de dietimsn que no solo no debia hacerse al artículo prooeso al sUg&o mbs autorizado de aquel Gobierno, es 

Ia aobr8diaha adicion, sino que debirn quitarse de el las m4e conforme que por Ir Oonetitaeion que& autorizado: 

palabrse qu8 diisn: ~psrknsciend8 al magistrado politiao cqU8 por lo r8sp88ffvo 6 la Amkiea, loe preeidentes 60mía 

autorizado h instrtroafon del prooeao para remitirlo á nthan de las oawas aricninalee de ioa mkiritrea de aqueeste 

Tribanal. a 

ilas Andisneiae jantameete coa loe aka~des ordinarios. s 

Aprsbi&da por el Gwrgrsso la primers parte de eata 1111 Keats, maudrdo por una teg expresa& ::la Resogilwioo 

&~támen, ae 083 que nD1 m hiqle* al artículo la abieioa da Iadiaa; tdando aneate despws al tribunal; eeme diapropuesta, 

BB ¿Ieiib& sobra la seguncta, 8~ 5 sslk: ai I ‘pene la Ooastitaeion.~ Jwe es mi-vote. : 

atarian. del ‘avtkálo tas palabras eobrbdiehar. . * El 61r. AIF.&& No m BI entendide OI ee#ito: de la 

Bu Sr. CBPXW: No hay duda que,’ eomo dice la oomi- comision. En mi jnieio, ha hecho muy bien en proponer 

sien, hdeps podr6n arreglav todo esto; pero cuando la que aa quita ésto, que, % b que. yo aatiendo, inuuba se 

Uonstítueion varia la forma de estos coaocimientoe, de debió poner. EL Sr. Creus se fuads en un dato falso. Mee 

modo que no p9rmtte que ea$íenda en ellos, uomo hasbs que qwdrrin impawe les delitos en lw Aadisnolas. (Le 

aquí, cù regente ele las mismas Audiencias, siw boro; 8s. interrumpió et &‘P. @ww, dioiendo que ~510 habia äieho 

ta ya 88 una co88 que pertenece á la Constitncion, que no que seria m5s fdeik que quedksen impunes.) DiOe, paca, 

SB por qn&ee ha36 de quitar. Así crso que no debe sapri- que será más f&e8 que queden ilnponea, do haMe& un 

mime esta parte del artícuIo, puee ds otro modo ue podria jaca determinado que sustasaci8 la ~auoa. La comiaion, 

.s&mdkw qud la forma&on del sumario la debia hacer el cuando propone ésto, no quita qee tisba f8rmavse el eumismo 

Supremo Tribunal; y de verificarse así, resultarian nwfo~ lo que dice ia que ‘no debe proeederee de oflaio; 

los muchos inconvenie&e que ya ee hicieron presentes el sino qw el Tribunal Supreiao debe&&, por medio ds una 

oteo cha, y seria muy difícil que’hubiesr rsnsscion algu- uomirdon, hacer qw ae Mass el proaeso: &QUa tiene 

na contra los juee8e y magistcados de las Audiencias de que ver eC magistrado poHtieo de una’ provi&ia aod forlas 

pmvi~ias. Hrbra mucha dfftoultad en que lae partsr mar sete sumarie? Nada; porque per si nole priade -fa*agraviadas 

‘( aunque el agravio sea pateat8) hagan eatse mar, supwsto que ante4 es preci$O que la aCu8seioa pase 

~tóusaai+ee, si as han de hacer ante el Tribual Supremo; por el Tribu& Supreme. AY pu6 se diee en II& OOaetitUporqu8 

esto 18acausaria gastos enornws, y se querer que don? Ea este ease, (raca Ia -dermst58a:iM p&oek al nWlos 

jpecea $8 iaa provil-giu obmn eegua 8u anto& Yo ‘he gietrsde polftit¿ mbs aat&ea& de Isr pk&tieir; &Y 

hablado muchaa ~18s en 5wor de la pvudaneia de los tri- ,quiQn ~wa este magíst&do ~políaieu9 &‘El que d8termlna Ia 

bnnslaa y jueam, pero ao sa puede nagar; Mor, que sa1 Qlonstituuien d el que determine el .Tribenai Supremo? 

mno h erperienoia ha acreditado que ha habido abasae $bnts ahora tode’jww 6quien toea jusgar de 1~ d&to 56 

en otros ramos, loa ha habido tambien en los tribunales; ha toeada tambien el, fermar el ~PWSXJIL P rqut hablamos 

y cuanto máe lejaaas 8strk ke provincias de la cbrte, son dividido el plrot%ao 8P dolr pSPk?S, le ‘aa81 eM CohWiO g 

máe y mayorcre los ‘abusea Eh fWaiaña @ames esasados -todos Ios prindpiaaque hasts ahora han pasado. Aaf qa% 

de eato, y heapos vista oidores f jurase qna se han ido sa- mi ogínion aa ‘que w quíhe esa paste qu8 &us fa Oomicediendo 

en aquella Audiencia por mucho tiempo; que se- skn, y que sé d+je al TAlmati Saprema ‘de Jartdoia que 

guramente eran reprenàios 6 mirados como unos hom- amado llegae el cueo‘peda hroor, per medSe de UB OObres 

que se dejaban sobornar y corrompsr, y que come- mieionado, la formaoioo del proesso, que se lo que oortian 

mil excesos contm el buen nombre de la justicia. Asi responde en justicia. 

* el articulo previene muy bien que sea el magistrado polí- El Sr. ARGUELLZS: Bueno 8~ que ee impugnen los 

tico el que forme estos sumarios y no la Audiencia; y ann artículos; pero que no sea sobre la praeunta opinion de 

hubiera yo dicho que la acwacion primera, 88 hiciera an- la comision. Téngase entendido que las razones que ha 

te 81. 

expuesto el Sr. Creus son las mismas que ha tenido la 

El Sr. LARRAZABAL: Be opongo formalmente 4 comision, que es evitar la parcialidad y 8spfritu de 

que 88 suprima 18 parte de este artfcdo que da tal ma- cuerpo, que puede hawr que el regente, 6 1s Audiencia, 

gistrado político mas autorizado, la facultad de instruir por no comprometer la buena fama del tribunal, dejen de 

el praccso que haya de formarse contra 10s ms&atrados de desempeñar, como deben, el cargo de juez en la su- 

Ias Audienciaa. Se dice que esta parte no pertenece á maria contra un compañero. Y la comision, para evitar 

la Constituoion, sino á las leyee. MSe yo pregunto: idebe estos inconvenientes, dijo que se forme el proceso por 

la Constitncion mirar como su objeto necesario lss leyes una pereona en quien no pueda haber eetsa sospechas, J 

fundamentales, en que se afianza la recta administracion determinó que fuera el magistrado político m6a autoriza - 

de jasticia d no? Lo segando nsdie 10 dirb, y lo primero do de la provincia. Asi, no es cierto lo que ha dicho un 

jamás ae cumplid si la formacion del proceso quiere con- señor preopinante: no ea la Audiencia la que ha de cono- 

5arse al cnidado de los otros magistrados de una misma cer, sino el Tribunal Supremo; y como dista de donde 

corporaeion, que tienen interés prrticniar en que no esta el delincnente, 613 preciso que dé comision á persona 

se manche ó atribuya delito d ningano de,eus compaãe- qne haya de formar el sumario. Zn este easo, dise la co- 

IO!% Repito que me opongo, si n9 88 que 86 qUi8rU tole- mision, que pudiendo haber en el Tribnnsl Supremo de 

rar la jwtieia de kmpadres, contm la cual tanto se ha Justicia el mismo espíritu de cuerpo, J por consigaienteP

$448 18 Da DZCZRMRRR DR 1811: 

pu&& comisionar un individuo de la misma Audien- 

cia, quede á Ias leyes el mandar que el comisionado sea 

individuo de distinto tribunal. El Sr. Zorraquin, que qui- 

so hacer ver los inconvenientes de que esto lo hiciese el 

magistrado de más autoridad, hizo que se examinase de 

nuevo este artionlo, J la eomision encontró esta diflcul- 

tad. Es indudable que se dan de cualquiera manera al 

Poder ejeautivo más medios para contener la arbitrarie- 

dad de los tribunales; pero tambien hay la dificultad de 

que el Poder ejecutivo podria eludir la responsabilidad; 

porque si, por ejemplo, ae acusa 6 un juez por haber 

protegido los intereses del Gobierno, habiendo faltado á 

una ley, hé aquí cbmo el Gobierno tiene el medio de sa- 

oar 6 salvo al magistrado. Y viendo que esto era proble- 

mitico, lo deja la comision para las leyes particulares; 

porque puede convenir en adelante que no sea el magis- 

trado politiw, sino otra persona, la que deba formar este 

sumario. LS comiaion no se ha separado de su anterior 

opinion. hsi se podria preguntar si h& lugar 6 deliberar 

d no. 

El Sr, CAnrEJA: Señor, ouando se tratb de este ar- 

ÍíaIar los tr&nites del proceso, tampooo lo WJ el ae&lar 

la persona que ha de formar el sumario. 

Los males que he oido inculcar sobre la impunidad 

de los magistrados, no son una razon convincente. A mi 

me ocurren ahora las mismaa dudas que ya propuse la 

otra vez. Hay que formar, por ejemplo, una causa contra 

un magistrado 6 juez de una Audiencia, y dice la Qons- 

titucion: apertenecerá al magistrado más autorizado instruir 

el proceso. B Y pregunto yo: uno que tiene que quejarse 

de un juez, gpodrá poner esta demanda ante el magistrado 

político ó ante el Tribunal Supremo de Justicia? 

Segunda duda: este magistrado político aquién será? iHasta 

dbnde ha de llegar su jurisdiccion? Podrá ser muy bien 

hasta Poner el prooeao en estado de sentencia, y haata 

enviarle al Supremo Tribunal. Y (quién me asegura que 

éste no pueda ser corrompido como los demáao Tercera 

duda: se entabla una queja contra un magistrado supremo; 

tdeber& formar la sumaria el mismo Tribunal Supremo 

6 el magistrado político mG autorizado? En fln, Señor, 

todo el mundo puede tener mil dndsa sobre este punto. 

Por otra parte, 6 la Constitudon solo tooa decir: eeto 

tioulo se suscitaron, y yo y.ropuse, vcrrias dudas. Ahora pertenece al Tribunal Supremo de Justieia. El modo como 

viene la comision proponiendo la aupresion de eets última se ha de hacer, toca B la ley; y si esta ley es tan intereparte, 

que oreo que es lo mSe conveniente en estas cir- sante, h@se mañana; pero no se ponga esto en la Conscanstancics. 

&as leyes no podrán mandar lo mismo que titucion. 

aquf prescribir la Oonetitucion? @s precise que esta diga ‘El Sr. MUl&OZ TORRRRO: Pido que se pregunte 

al juez todos loe tr4mitee que ha de seguir en la forms- si há lugar B votar. v 

aion del sumario? iPor qué no se dice tambien si ha de Híaoae así, y el Congreso acordb que no habia lugar & 

ser por acusaeion, por pru@a, y todas las demás fórmu- votar. 

las que aeíIalan las byes sobre el arreglo del prooeso? 

Porque esto no le toca, &Pues por qué ha de pertenecer El Sr. Secretario Valle ley6 el decreto extendido ao- 

4 la CRmatitueion deair si ha de ser el magietrado político bre la extraccion de om J plata de la provinoia de Santa 

mt%s autorisado? Pregunto:, iquién seti este magiatirado Marta á las coloniaa aliadas extranjeras, conforme 6 lo 

politieo? No lo sabemos. Señor, que será un intendente 6 acordado en la sesion pública de 13 del actual; y habienun 

aorregidor; pero de todas maneras ser6 un hombre, do dudado algunoa Míores si habia 6 no de suupenderse 

que por la Conntituoion no temM parte ninguna eu el Po- la pubhoawaion del deereto, creyéndolo asf aeordado por las 

der judiciario; que podr8 estar encargado de todo menos Córtes ha&a que se arreglase en general este punto, made 

la administraaten de justicia. &Y por qué hemos de ir oifeató el Sr. BaWr, con vista del expediente y de las ac - 

á akerar éeto, ooneediendo al- magistrado politieo esta tas, que no habia tal acuerdo, y en su mwacneneia rejuriadiocion, 

que en uuos owos conve@rá que la tenga, y solvib 8, M. que se publiesrre el deoreto como OB habia 

enotroSruo? Por esto ea menester dejarlo 6 la ley partiou- ,leido. 

lar, p4m que pueda v4ri4m y;alterarse 4egua convenga. 

LS Oonstituoion dioe, tratando de las faouh,ades del Tri- S&Mse la primera hora de la kesion de ma&uu para 

bunal Supremo de Justicia, que conocer8 de las causaa discutir laa proposiciones hechaa en la de.qor por. el aeoriminala 

de los magistrados: esto toca 6 la Constitn- ãor Terrero. 

‘don, porque es una base; lo dem6s toua B laa leyes par- 

+hhrea No dendo, pues, objeto de i8 Uonstituaion se- Se lmut6 la mion.

. 

l!almcRO444. Fo ’ 2449 

DIARIO DE SIBI~NES 

DE LAS 

CORTESGENERALESYEXTRAORDIM 

SESIONDELDIA 20 DE DICIEMBRE DE 1811. 

El Sr. Presidente aombrd para la comieion Eclesiásti 

tioa, ,en lugar de los Srea. ,Guereiia y Uria, d los Sres. In 

guay y Morros. 

. 

‘, / 

643 .mandd pasar á la. aomiaion de Hacienda un oficie 

del encar6ado del Ministerio de dicho ramo de Indiae, a 

cual aoampañaba la lista de las gracisa y empleos qnc 

por aquella Secretar4a ha concedido el clonsejo de Begen 

cir BP los meses de Qetubre- y Noviembre Uimes.~ 

*_... 

Se ley6 nn oficio del bIiniatro de .Utado, .en el cual 

daba cuenta de haber dispuesto el Consejo de Begsucia el 

establecimiento en esta ciudad de un gabinete público en 

que se ansaííen prácticamente las oiencias naturales, 3 

exponir adem& que las Cdrtes podian contribuir 6 que se 

pusiera en :plsnta tan útil establecimiento, disponiendo 

que de las obras de asta clase que existen en la Biblioteea 

naoional,. do iaa cuales debe haber algunas duplicadas, 

se sacasen .loa sjemplaros que fueren necesarios para el 

expresado objeto, en vieta g de culo oficio resolvieron las 

06rtes que de las obraa de ciencias naturales de que haya 

dupliuados ejemplares en la referida Biblioteca, se franqueara 

uno 6 diaposicion ,del Consejo de Regencia para el 

!ln mencio:na&, 1 que así ae Oonteatara al cbho Minif&ro. 

A la misma comision pasd una represen6acion de Don 

José de Gamez, sargento mayor del Real cuerpo de Guardias 

de Gorpa, en la cual expone la injusticia con que le 

zahirió y graduó de insubordinado el Conde de Castelflorido, 

capitan del mismo cuerpo, en la exposicion de que 

se di6 cuenta en la sesion del 16 del corriente. 

Se ley6 y mandd pasar á 1s comision de Hacienda para 

que informase B le mayor brevedad un oficio del sncarga- 

do deI Ministerio de dicho ramo de España, relativo á que 

se prorogue el término señalado Para embarque de géna- 

ros de algodon. 

. . 

I 

_ _- 

Pasd 6 la comision de Constitucion otro oficio delmismo 

encargado, con las conaultsa [que incluye del Consejo 

Real y de ha Sala provisiinal de justicia del de Haoienda, 

nobre el modo de dirimir Ias competencias gntre jarirdictioaee 

diversas. 

A solicitud de D. Juan de la Serna se concedid per- 

niso al Sr. Diputado D. Francisco de la Serna para in- 

r~rmar fm el asunto que en aquella se expresa. 

1‘ ge mandó pasar á la comiaion de Guerra un oâcio del Abierk la discuaion señalada para este dia acerca de 

Ministro de.eafe ramo, relativo 6 que pueden concederae as proposiciones presentadas en la sesion del dia 18 de 

á los oWsles de América loa grados militares propuestos éste mes, dijo su autor 

por loa yireye+v F capitanes generales de aqaelbas propia- El Sr. TPRRERO: %íor, la necesidad de adoptar la 

cias antes del epbrano de@&9 de prohibicion. nedida qw propongo se maestra y evidencia con la senali3 

exposiciop de las mismas proposiciones. La primera 

Lite que ka Qfscirles deL Sewtarfa de “638 #Mugan 

I

2460 80 kl10 DICIE116BRE DE 1811. 

igualea honores, sueldos y goces que 108 de 1s Secretaría 

de Estado y del Despacho de Gracia y Justicia. Sobre esta 

primera parte nada hay que decir, una vez que está apro- 

bada por V. M.; pero sí acerca de la segunda, referente á 

la cuantía de sus sueldos, y juzgaba conveniente la re- 

duccion del último empleado B los 15.000 re., segnn que 

los del Despacho de Gracia y Justicia primitivamente lo 

disfrutaban. Verdad es que estos en los Gobiernos prece- 

dentes engrosaban su asignacion coa emolumentos y gra- 

tificaciones reguladas en 10.000 rs., y señalados B cada 

uno de por sí; pero en el actual estado no nos hallamos 

en aptitud de otorgarlas. La Junta Central fué la que por 

su drden de 19 de Noviembre de 1809 mandd la incor- 

porácion de grati5cacion y sueldo, resultando éste ea el 

último oficial de 25.000 rs. anuales. Este es uno de los 

defectos de la Junta Central. De semejante agregaeion se 

produjo al Erario 6 fondo público por año un gravámen 

de 800.000 rs (una bagatela); ty cubndo y en qué cir- 

cunstancias? Cuando la Nacion se versaba en estrecheces 

mSs 6 meaoa apuradas y parecidas á las presentes, en- 

tonces, atienes (dijo) 15.000 rs. de sueldo anual, ten 

25.000 rs.:a crímen, sin duda, aunque ligero en cotejo 

de otros, que en oportanidad anunciaré. Así se nos ha 

leido un mani5esto, que como dictado sin contradictorio 

juicio, ha aparecido brillante y heróico; adelante ss verá 

lo que za echa de menos, y se descubrirán muchas y no 

leves imperfecciones. Mas por ventura, porque la Junta 

(lentral hubiese procedido así, jestá V. M. en necesidad 

de seguir el mismo rumbo? iPermitirá prolongar los abu- 

sos? &Y en momentos ea que mgs que nunca urge reme- 

diarlos? Si entonces interveaian apuros, experiméntanse 

ahora angustias mortales. ER forzoso, pues, concebir que 

se deben minorar 6 cercenar los sueldos, restando por 

otra parte lo que ee estime suficiente. &Y qui6n dirá en 

sena razori que no sea lo bastar.& 15.000 rs. para que el 

último oficial no subsista con decoro? Ya es tiempo, y de- 

bió serlo muaho antes, de que olvidemos los nombres de 

gratificaciones, pensiones, adealas, aguinaldos y otros 

equivalentes; y que todo empleado se sostenga con el 

sueldo lfqufdo, cual 61 sea en sf, abstray6ndose de los otros 

caminos oscuros que les hacen’ incrementar el lujo. Si, 

Señor, V. M. no es dueño, no lo es; .ha habido una equi- 

vocacion notable en todos los Gobiernos desde Adan acS. 

Es un error monstruoso y bkbaro el querer persuadir que 

eI Soberano es dueño absoluto: no 10 es; es un mero ad- 

ministrador y padre que no puede prodigar la sangre del 

eiudadane, Ir .gl[dgre daI triste jornalero B quien al, cabo 

se le abr-urna con todo. Jiwnás puede 8er justo ni lauda- 

ble, bien visto ni acepto d loa ojos de Dios, ni de ningan 

hombre sensato y 516sof0, que se vierta sin medida esta 

preciosa sangre, y que se derrame el inestimcible sudor 

del pobre, Haya economía raaional y prudente, aunque 

deaorosa. No abogo por la mezquindad y escasez impro- 

piae de la aoberanfa; de ningun modo: obre esta con ma- 

gestsd, y aaa oon ‘aierta especie de abundancia, mas na 

para dcspreaiar lo que tantas lbgrimas auesta al infeliz 

que 10 sufraga. ~Aphcando, pues, esta doctrina 6 la pro- 

posicion, digo que los 15.000 rs. son reputados bastante 

premio Y sueldo para que viva un empleado ú ofloial úl- 

timo da la Secretarfa, debiendo crecer progresivamente 

en loS primeros 6 procedentes escalones. Fíjese consi- 

guientemente Por tcy reglamentaria, y empiece B regti 

eaando se da princtpio al establecimiento. &Qué importa 

que hayan sido nombrados tres 6 cuatro dias hace? Bun 

no hau entrado en ninguu goce, ana PO han percibido 

abna ‘@Uf% f nO 88 hallan por tanto en paseefon de 

algan &O 6 derecho. Estoy -40 7 me duele ~1 alms 

de oir en este sagrado recinto eso de la afuerza retroactiva, 

que no puede llevar la ley. Este argumento viéjisimo 

seria y es muy conveniente, racional y metódico en 

un brden de cosas natural y ordinario; pero ea casos extraordinarios, 

cuando el Estado estb por lo perteneciente 

al Erario en bancarota, I viene á cuento la fuerza retroactiva 

de que debe estar desnuda la ley? Pregunto: un poderoso 

quebrado y reducido casi á mendicidad, ipodrá ser 

compelido á abrigar la muchedumbre de dependientes que 

en au fioreciente fortuna mantenia? &A cubrir los sueldos 

crecidos que en su abundancia franqueaba? Demostrado 

es que no. Pues iy la negacion de la fuerza retroactiva? 

IAhl Repondrá: si se me escasea á mí mismo, si transijo 

la vida hambriento , jcdmo he de alimentar lujosamente 

B los dsmás? Si no tengo disposicion para mgs que mantener 

mendigamente á LOO , icómo podré hacerlo con 

1.0000 Dedúcese que este argumento, en otro tiempo 

ineludible, hoy es indudablemente debilíaimo. Y aapnesto 

que solo se trata de la primera proposicion, nada má;s 

digo. 

El Sr. VALLE: SeZíor, como Diputado hubiera evitado 

molestar la atencion de V. M. en este negocio; pero 

como Secretario me veo en Ia precieion de manifestar lo 

que creo justo y aun necesario al decoro de V. M. mismo. 

En el dia 17 del corriente, penetrado V. M. de la necesidad 

de dar la planta correspondiente B su Secretaría, 

Ee dignb expedir un decreto para 5jar el número y clase 

de oficiales, sus sueldos y las prerogativas de que debian 

Bazar, declarando solemnemente que era su soberana voluntad 

que tuviesen las mismas que por reglamentos y 

brdenea posteriores gozan los cinco odciales de igual graduacion 

de la Secretaría de Estado y del Despacho de 

Gracia y Justicia: y al cabo de tres dias se trata ya de 

barrenar este decreto. Sí, Señor; porque dice el Sr. Terrero 

en eu proposicion que los odciales de la Secretaría de 

061%~ tendr&i los miskos sueldos que los de la de Estado 

y del Despacho de Gracia y Justicia, rebajados los 

16.000 rs. que por gratificacion anual obtenian en los 

Gobierpos anteriores antes de la órden dé la Junta Central 

de 19 de Noviembre de 1809. iA qué viene, Scåor, 

esa notable diferencia entre los goces de indivíduos que 

V. 116. ha querido que sean iguales? iPretende el Sr. Terrero 

que la resolucion de V. M. respecto 6 los o5ciales de 

BU Secretaría se entienda sin los 10.000 r&’ que por el 

decreto que acabo de citar sc consideró como sueldo 8 los 

de las Secretarias del Poder ejecutivo; y ‘al mismo tiempo 

establece que 10s actuales oficiales de Batas no se entiendan 

comprendidos en su proposicion?iEn dónde est6 la razon 

de la diferencia? @erA acaso porque aquellos se hallan 

en posesion de sus plazas? Los de la Secrctarzá de V. M. 

hace catorce meses que trabajan èon Iu actividad y celo 

que es bien notorio. No scr6, pues, conforme á la justicia 

distributiva, que es el norte de V. M. en todas sus deliberaciones, 

quitar 6 los oficiales de su Secretaría el dcrccho 

que han adquirido con el decre,to del 1’7, solo porque 

el Sr.. Terrero se periausde que hecha-la rebaja de 10.000 

reales aún tendrian lo sadciente para suhsietir. 

La economía, tan indispensable en todos loe ramos 

del Estado, si hemos de llevar al cabo- la grande obra de 

salvar la Pátria, está sábiamente consultada por V. M,; 

pues el art.’ 4.’ del mencionado decreto, qnc no ha tenido 

presente el Sr. Terrero, previene que en atcncion á lae 

actuales circunstancias, y mientras daren, los oficiales dc 

Ia Secretaría de Córtes goza& soio Iaa dos terceras partes 

líquidas del sueldo que les corresponda. Tendrá por 

consiguiente el odcial quinto algo mbs de 16.000 re,, y 

Ei V. M. accediese 6 1s rebaja de los 10.000, le que-

duiantien08 de 7.000. iY un oficial de la Secrataría de tiempo del Marqués de la Ensenada se señalaron 6 los. 

V. M. podr6 tratarse con el debido decoro con un sueldo 05ciales de las Se&etarías de Estado los sueldos respectitan 

mezquino, y aun pagado CQII el retraso de mwhos vos B sus clases y graduaciones, siendo 15.000 ra. el de 

maaee? ‘La generosidad y política de V. H.. no debe exi- oficial último, 16.000 el del penúltimo, y así progresivalgir:tsi 

sacriticio de un oficial de la Secretaría de la Nacion mente haata 43 que ae asignaron al ofleial primero; per 0 

española. Los empleados deben ser consideradoe como, loti tambien lo es, que considerando el Gobierno 81 decoro y 

rasortes que impuban la complicada máquina del Go- decencia con que debian portarse eatos~empleados, la ciad., 

bi8rno, J sirven á la Pátria como el soldado en 81.1s fuas, se de personaa que debian ocupar estos destinos, y que ni 

y así merecen mucha atencion. 

podian ni debian distraerse á. otro objeto que al eumpli- 

Por último, SeÍior, ‘segun estoy informado, en las Se- miento de sua deberes; y teniendo á la vista que su resicretarías 

del Despacho se acaban de proveer tres plazas dencía 8ra y debia ser en la córte, donde era muy costoso 

de arehiv8ros, .8. saber: el de Guerra, el de Hacienda de todo lo necesario para vivir, el mismo Gobierno decratd 

España y el de Indias, y tambien la última de la Seore- (no tengo presente la fecha) un aumento de 10.000. rs. 

taria de Marina. Pregunto yo: &Estos recien agraciados anuales á cada oficial con el título de ayuda de wta, CQestarán 

comprendidoa en la rehtja de sueldos que propone ya asignacion se ha pagado constantemente hasta que coel 

Sr. Terrero? No, Señor. &Por qué, pues, han de ser de menzó el nuevo órden de cosas por cuadrimestres y sin 

peor. ooudioion los o5dales de la Secretaría de V. M.? descuento alguno, y la Junta Central, antes que erpidie- 

Por tanto, es mi opinion que debe ser deseohada 1s pri- se el decreto sobre la rebaja que debian sufrir todoa los 

nmm. prepooioioa por oontraria al decreto do V. M., : y empleados por via de aontribucion de guerra, resolvid que 

n& a0ofQrn.w á la política, y que en caso de’ aprobarse loa 10.000 rs. de ayuda de oQata fusaen y se considerala 

segunda, ae extienda á los o5ciabwque 8xr lo sucesivo sen como parte del sueldo de los odciales de las Seerevajsn 

oaupando las plaxas de la Secretaría d8.V. X4, tarías. 

El Sc. LLABIIRIL: No m puede, Sofior, hablar do Sa El señor autor de las proposiciones ha sentadö que la 

primera proposicion, 8in que igualm8nto se tomen 8n Junta Central cometib en esto una falta gravísima, acor-. 

consideracion las damáa. ‘Bajo cuyo supuesto, digo: que dando aumentos de sueldo en una época tan calamitosa. 

en la economía que obaerrrn los Gobiernos en el 138 - Esto caris crierto si los oficialee de las %crotaríaa no huñalamieat~ 

de sueldo 5 sus agentes, no atienden regalar- biesen disfrutado de esta asignacion, y la hubiese doore-. 

mente J.si es rIMenta para vivir, sino 6 la calidad del tado de nuevo; pero ya he dicho que era muy anterior, y 

d8atino que desempeñan, puea do lo oontrario se expon- que en la reunion que hizo perjudicó, si puede decirse 

drian frecuentemente al abuso que podrian hacer los em- asi, á loe interesados, que antes la percibian sin el menor 

pleados de su encargo, abuso que debe prevenir todo Go- descuento, y despues han quedado sujetoe d to3ae las debierno 

sbbio, sin reparar en el mezquino ahorro de algu- ducciones que por órdenes y reglamentos eatin prescritas 

no8 miles de reales. 

para los sueldos, sin que los o5cial8s de las Secretaria8 t 

Ye parece dejo probado que conviene 6 la aausa pú- hayan querido eximirse jamds de las obligaciones que les 

bliea que los empleados que desempeñan asuntoe de gra- imponian las leyes; y aai se ha visto que 6 pesar de que 

vedad, y en que pueda caber colasion, esten suficiente- el anterior Coosejo de Regencia fué muy franco en eximir 

mente dotados. 

6 algunos del descuento prevenido por la Junta Central 

Si es, como s8 ha manifestado, 1s penuria del Erario en el decreto de 1.’ de Enero de 1810, habiendo sido loe 

la qua obliga 5 hacer esta roforma, f li no dejar 6 los ofl- primeros agraciados los 8ecretarios del Despaoho y los 

ciales de las l38cretärías más que lo muy preciso, sea la ministros del Consejo Real, los oficiales de las Secretarías 

r8form8 @IR8M1 para todo el que disfruta renta del Esta- ni obtuvieron esta gracia ni la solicitaron. 

do, y entoneea canvendr6 gustoso en ello. Si se cree que Hechas eatas observaciones, paso á lo principal de la 

16.000 rs. son loa suflcientos para vivir, seamo los Di- caeation, que an mi juicio se reduce B si conoiene,se haputados 

de Cortes los primeros en dar‘ el ejemplo, y re- gan las reformas que 68 @Qntienw en lae propQsiciones del 

duzwímonos .B dicha cantidad gPor qué, Señor, tanta Sr, Terrero. Es indudable que bdQS Rts sueldos do loo 

manfa con los infelicee empleados, 6 muchos de los cua- empleados en una nacion, y todas has asignaciones que 

les haw catoro meaos qub no se les paga, al paso que no disfrutan lae dem6.a clases no producentea, son una de- 

M repara que un obispo tiene 100 6 200.000 pesos, un duccion de loe productos del trabajo, y no IWD, otra coua 

dignidad20.000 pesos, un canónip 4 6 6.000 etc;, ete.? las cQntribUeiOn8S que 86 exigen para mant0ner todrs hrr 

Las rsntas del clero en España, que 88 regulan en -60 obligaciones del Estado. Así, pues, lo primero que debo 

milloxos de duros; le presentan al señor oura de AJgeci- examinarse es si la Nacion puede pasar ain lor empleados 

ras (Terrero) un vaato campo en que hacer eoonomías precisos que dirijan y manejen los negocios que ocurran 6 

más bien que el sueldo de 30 6 40 empleados. 

la misma y á %UB indivíduos. Se me oontestatá; que 1180s - 

La reforma debe ser general; de no, al paso que nin- sita de empleados, y que conviene que ostos s8an los megun, 

tfuto se sacaria de la que se propon8 por 01 señor cura jores y m6s aptos que sea posible, para lo cual es indisde 

Algp&wq solo sarviria para deaacredftrr 6 V. M., d pensable, 6 interesa al bien general que eatou competend 

quien ~8 le atribuiria que bolo trataha de oprimir 6 los temente dotados, y que puedan vivir con la decenda que 

agentes del .Gobierno, y atraerse su odiosidad. 

El Sr. POS& Convengo con el autor de las proposiciones 

que se discuten’ en h’necesidad de haoer todas las 

reformas posiblee, y que puedan contribuir d .proporcionar 

algnrr alivio.4 .las muchas urgencias 5 que ha de atender 

la Nacion; pero no puedo menos de hacer algunas re50sxicmsa 

gira qas.aeQxamine este punto, no Con relacion 6 

corresponda á la calidad de los destinos, y 6 la mayor.6 : 

menor con5anza que la Nacion debe tener en los que 10s 

desempeñen. 

- 

En toda sociedad hay empleados 6 qui8aa basta a : 

decente recompensa; hay ocupaciow que 61: prsefso pad.’ 

garlas saperabondantemente, y hay-uarvieios que ~1 irnposible 

recompensar con dinero. A esta titima ch& opto 

ptm~nae 98&&18rea, BORO contrayéndonos al bien del responden lOS defensores de la Pdtria, pqra los ouab IU). 

mul0+aqfamm~: 

hay recompensa nunwaria que puede plgru sti mr+,’ 

:.,aa Far:~*~.~3er:~ fwnwioaeo oia; pro por tir de ntpleppen$o, 7 pur rq m”

2462 

80 Da DXCIBMBRE DR 18ii. 

falta, Mas Iarr nacionee han bneeado y encontrado un8 proponga 4 0. hl. los sueldos de que deben disfrutar Ios 

mina inseotable, que 6s el honor, en fuerza del caal se o5ciales de todas las Secretarias, tanto de las que hay en 

dirigen estos héroes, arrostran todos los peligros, y ex- el dia como de las que se eetatílezcan. 

ponen oon gueto EU vida en defensa de la pátria, conten- Ultimamente, no puedo menos de exponer que 1Cs retindose 

solo oon que esta lee preste una deaente subsistenafs, 

y les aonaerve la estimacion y aprecio á que se 

hayan heeho aureedores por sus servicios. 

Siguen 6 eetos otros deet2nos en loe que es tndiapencable 

proporcionar aierto honor, y una proporcionada recompeasa 

á los que los deeempeiien; tales son los magistrados 

p los principales empleados civiles, que dirigen los 

negocios m&s intereeantes de la Necion, y de donde pende 

su tranquilidad y el bienestar de sus individuos. La Nacion 

debe recompensarles sua servicios, y lo que han gastado 

hasta ponerse en dieposicion de poder desempeñarlos 

oon utilidad. Asi no es de esperar que niagun ciudadano 

quiera que los magietradoe estén miserablemente dotados, 

porque pendiendo de sus decisiones su vida y sus dewchos, 

ni es jueto ni prudente que se les exponga á que se 

vean obligados á buscarse por otros medios la subsistencis. 

Lo mismo debe declirse de los odciales de las searetarisa, 

ri son como deben y oomo conviene Q Ir Nacion que 

lo’ clean: por BUS mano8 pasan loe asuntas más árdtioe, deben 

dirigirlos con integridad, pulso y conocimiento; y seguramente 

esto no puede coneeguiree coando BUS aeignacionaa 

no sean talee, que no les proporcionen una segura 

y no pretwia subsietenoia, que pueda servir de recompeuu 

aun 6 rquellos que hayatl gWado su juventud y 

su fortuna en los eetudios preaisos para dirigir cotí algun 

flexionas que se han hecho deducidas de las ciraunetancias 

y de loe apuros del dia, están oonteetsdae con dacir’ 

que los pagos de esta clase de empleados, como de otros 

muchos, tienen el retraso de nueve meses, sin que seto 

los retraiga de cumplir con sus deberes, por la esperanza 

de que se les eatisfarbn cusndo J como puedd la 

Nacion . 

El Sr. dAlEJA : Despues dè lo que ha expuesto el 

Sr. Polo poao me queda que añadir siendo yo exactamente 

de su opinion, mgxime en la parte relativa á que para 

5j8r el sueldo que deban gozar en lo sucesivo loa oficiales 

de las Secretarías del Despacho, y aun todos los demás 

funcionarios públicos, ea indispensable oir al Gobierno y 

tomar otras noticias de que carecemos. Es ciertamente 

doloroso verse en la precieion de hablar de economiae en 

un tiempo en que loa apuros del Etirio hacen que los empleados 

ae hallen bsstante atrasadoa en el pago de sus 

sueldo& ni yo eé que pueda irímginarse mayor economfa 

que la de no pagar, ni creo que los empIeados puedan dar 

mayor prueba de su decidido entusiasmo que la de ooutinoar 

trabajando contentos en medio de EU miseria y pee 

nalidades. Pero al osbo, si las tircunstancias aos fuerzan 

á hacer reformas, hagámoslas con re5exion, examinamos 

la clase’ y diferencia de anos á otros deat’laosb su diversa 

responsabilidad ,é impbrtancia, Ia dificultad d inpoeibilidad 

de que todos se8imos aptos pera cualquiera, y Buyaaaierto 

los aeuntos Públicos. Si se quiere contraer estos mos tambien de la mezquindad si queremos ser tcrn bueprincipios 

P las personas que en el dia los desempeñen, nos empleados como ellos deben ser. Oigase, pues, al 

*los resultados serln dietintos, porque quizá no se eacon- Gobierno sobre este particular, y cuando estemos bastantrar&n 

en todos uquellaa calidades precisaB, ni aquella ina- te ilustrados en la materia, yo ser6 el primero que desee 

trudaiou que se rf3clama 6omo necesaria; pero esto ser6 contribair á: que se hagan las reformas conveni@rMs, disun 

dafeato de las elecoionee, y no de loe éstablecimientoe. minayexido los sueldos que parezcan exuesivos, y sumen- 

Si alguno creyese que con solo buenos escribientes tando los demasiadamente escasoa. 

pueden desempeñarse estos destinos, conirendria con él en Por lo que hace d la primera proposicion que habla 

que f@ri 12.OOd re. eerian una recompensa suficiente; de los oficiales de la Secretaría de las U&tes, no are6 que 

pero eomo yo creo que eë necesitan otrae calidades, creo pueda aprobarse, ni que deba pedfrse informe sobre ella, 

tambisn que SUE sueldos deben ser proporcionados. Los porque ademlis de ser contraria $ lo que hace dos di& 

oflcialea de la 8ecratorfa de Hacienda, por ejemplo, han decretaron las Cdrtes, aer& siempre inbtil hablar de ella 

debido y deberán tener en lo saoeaivo un conocimiento estando ya determinado que estos oficiales gocen el adtsexa& 

del rietama de contribuciones, del de la impoei- mo sueldo que los de la Becretaría de Clraoià: y Justieis, 

oion y rtwaudwion, de sus productos generales y parti- sea este atial fuere, ahora y ezi lo encesivu, menos asèteraularw, 

y de tantas otras aosas que se necesitan para di- cera parte durante lae preabntes oircuastirnciae. 33I señor 

rigir bien afwntor kn importantee á la Nàoioti y al Estado. zura de Algeáíras Terrero, arrebatado de su celo por@tt 

Loe de &acis y Juutieia deben conocer loe prinoipioe de 8e aumentetilos foados del Erario y porque sean tanto usa- 

Derecho públiao, nueetra legielacion y mil otros ramos del gorea nuestros rewrsos cuanto menores sepamos hacer 

mayor interés. Y si se eetableoen las Secretarles de la Go- ntieetrae necesidades, ha creido encontrar con su propoberhaoion, 

gao será predso buscar personas instruidas en aicion un ahorro de 60.000 rs. ; pero se ha equivacado eu 

lo emonomía polífioo, en lae aiencies naturales y exactas, 30. cdlculo de tal modo, que ensu lugar proporcionaría un 

en ls eatadíatica general y particular, y en cuanto pueda sobrecargo de alguna coneideracion; pues no debien& los 

contribuir al aumento de nuestra felicidad? 

FJi eato y @un móa es neceseri para que estos empleados 

onmplaa uon 8~ deber e; si estas y otras calidades se 

r@quierea como indispensables, como enseña la razon y 

puedeversa en lo8 stipituloe de la obra de Neker, que 

tratihn de sete punto, no ea prudente en mi concepto tmtar 

de reducir seta clase á unos sueldos mezquinos, que 

loa diatraigan de sus oaopaaiones, y no llamen & sllaa á 

loe que puedan demnpeñarlaa aon utilidad de la Nacion. 

bro ùn oponerme 4 que se hagan las rebajas que 

exigew hsl UirOuuetaXlCi~ ei 8d quieiere qm tis comiena~per 

da al-t SC& da opiaion que se remitiesen al 

Consejo de Eqmcia 1~ pmpoaicionea del Sr. Terrero, f 

fb do q- opido á todo8 1Orr tiretuióe del D-ti, 

oficiales de la tiecretaría de las Cbrtee gozup por ahora 

rn6.9 que las dos terceras Partes de SUE respectivos suados, 

CuaIquiera que echi 18 cuenta, enconkrrá que el importe 

de la tercera parte, rebajada ya, sabe muaho más 

que la rebaja de 10.000 re. 6 cada uno, lo Que se haoa 

demostrable 8eÍialadamente en el sueldo niayor, qu& rebajándole 

10, cobraria 42, y rebajándole 1s’ tercer8 parte, 

deberá percibir solo 34: es, pues, inadmisible la proposidion, 

como opuesta 6 lo decretado por V. M. ; y amd 

oontraria al objeto qu8 ee propone su autor. 

El Sr. GAROZ: Sin que 88 crea me.oponga direa&mente 

6 lir propoefaion del Sr. Terrero, que pam mi errintis. 

diferente se apruebe 6 deseche, respecto’ 6- BO etiad&. 

MJn loi rata9lw, 8ixB tiyr oiroa~trnoia L19 dm&$ lao

-- -~ 

E&luERct 444. a453 

Iábios, añadir6 algo para WIsrar ef punto, Q IO que ta 

OPCUtunamente ha dicho el Sr. PoIo, á fin de que orientl 

cía, y hágase el parangon entre bienes y bienen, fortuna 

y fortüna, sacridcio y swMloi0. Con gran repugnan8ia 

do V. M. de cuanto hay en el particular por la veracida 

oOn que lo expongo, resuelva 10 que crea justo y ne 

cesario. 

he pronunciado estb; pero ha Sido necesario para que se 

evidencie que la dificultad objetada no ea argumento.oonvinoente 

ni persuade la conveniencia de grandes y ore- 

Bs Una verdad que la renta delmenor de los ofloiale cidos sueldo8 por la arduidad de las materias que 88 tradel 

Deapacho es 1s de 25.000 rs. anuales; pero no lo t ten. Por último, dícese que los oficiales de las Becrstsrías 

mdnos el que ni esta le sufragaria para su decorosa sut perdieron con el decreto de Ir Central. Yo afirmo quegasistends, 

aunque la recibiera toda, estando en una c6rk naron. Ahora se les haoe descuento de aquella parte inni 

aqui pudiera sufragarle, teniendo que atender á mayo 

res gastos; pero no siendo necesaria esta prueba, la dar 

corporada al sueldo, y lo que resta, esa es la ventaja, 

cuando debid ser el descuento total con respeoto 6 la grrsolo 

de que no tiene este renta, como sienta la proposi tifloacion. 

clon; y para darla de un modo indudable, leeré á V. M Dijo el gr. Llarena, que no se opoadria 4 mis propola 

minuta de los descuentos que Sufre, B más del insinua sieioues si Ia medida fuese general, de modo que magisdo 

por el gr. Polo, que con este objeto traigo prevenida trados, ecleai6sticosr Diputados, Regentes, #generalea, eta., 

para que ae cre no hablo de memoria, sino con los dato todos fuésemos 6 una, y todo el que más percibfese IoS 

positivos que acostumbro. 

15.000 rs. Permftameel Sr. Llarena, que deje deoontes- 

L8yór 

tarle; basts que 88 eohe de ver que suargumecrto.no 88de 

SiltiIdo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25.000 

DeScuentos. Primero, por el que 

sufre por la guerra. . . . , . . . 4.000 

Id. Monte Pfo.. . . . . . , . . . . . . 1.111,26 8.611,2( 

Mitad de ‘7.000 rs. de las cuatro 

measdas que paga. . , . . , 3.500 1 

Besultah sin iaclusion de1 ante- 

‘iQor........... . . . . . . . . . 16.388,Of 

alguna fuersa. 

El Sr, Caneja ha ,oimenkado su discurso; pero reproduzco 

lo que manifesté al prinoipio, y es, que el objeto de 

esta prudente economía que Solioito, 8~ para que sirvu da 

reglamento perpétuo, y no únicamente con relacfon 6 loe 

pr8aentesempleados, ni 6 lay actuales circunstancia& Por 

lo demás, el único móvil que me ha excitado; ha sido el 

de aliviar en algo 6 la afligida Pbtria . D 

Habiéndose declarado por suficientemente discutido 

Ves ahora V. M. (eontinaó) Ir poaderada renta de UI 

covachuelo 6 lo que quedar& reduoida, y Si no siendo bac, 

tante para mrntensrse en otra córf8 oomo debe, será aasste 

asunto, se procedi6 á la votaoion de diahas proi 

. 

posioiones, de la cual resultaron reprobadas la primera 

y segunda, dejdndose por consiguiente de votar la 

brada en enta, estando cercenada ya, privados de los emo. tercera. 

lumentos que tenian, y con dupliaadas atenciones p gsstos, 

y resuelva V. M. con estos conocimientos lo que 88- 

En seguida dijo 

El Sr. POLO: Yo seria de parecer que la B%g8mais 

time más útil y necesario, que 88 mi objeto. 

?ropueiera á V. M. el reglamento que debe regir en todas 

El gr. TERRERO: No tengo interés en que se aprue- .a0 Secretarías. 

ben 6 no las proposiciones. Dieonrrí ser un medio para in- El gr. AGUIRRE: Se están arreglando los Minieteducir 

elarreglo de los sueldos, y lo he expuesto con sen. ios por Ia comision que V. M. nombró 4 eete efecto, y 

cillez de espiritu. Voy ahora 6 contestará varias objecio- ro oreo que evacuará pronto au informe. Asf, que este 

nea EL gr. Valle aseguró que se barrenaba el decreto dz rsunto podria pasar 6 dicha comision. 

V, M. Tal expresion no parece bastantemente adocuads. El Sr. Conde de TORUWO: Yo quisiera que se ertaa 

El sigaitlaado decreto, no asignó sueldos determinados, 

Sin0 sancionb que fueeen como 10s de las demás Secretariss. 

Mis proposiciones son dirigidas á formar reglamento 

Jeofese una regla general, no solo para los otioíales de 

secretaría, Sino para todos los empleados públicos, y para 

11 eetado eclesiástico, que seguramente es el mb rico de 

para todas, y qU8 OOn la de Cdrt8S se observe eso mismo, a Nacion. 

y pnntUalment8 sirva de norma J regla general; d8 ma- E1 Sr. PEREZ DIPE CASTRO: oorno la proposioion se 

n8ra que mi intento es un plan 6 sistema que á todas las lirige B los esopleados que entren de nuevo, y por oonsiabrace. 

EU vano se intenta eladir, wgurando que con la #niente no habla conmigo, no se ver6 embarazada mi-derebaja 

de la tercera parte que se prescribe en la órden recigntk!, 

selogra oumplidamente elproyeoto: porque esto no 

8s gi3n8ral y 8~ solo en las actu818s oirounetancias, las cuales 

mediando la beni$na influencia del cielo, habrán de 

cambiar dentro de algun tiempo, tal vez no muy distadte. 

Por lo demás, idonde hay sufrimiento bastante pare entaader 

$18 i un portero se le hayan aumentado por 1s 

antigua gratifloaefon 6 6 7.000 rs. y 1.000 d 2.000 4 

un bamwdaro, cuyae aumas oon Iae de loa ofiaialee, hao8n:un 

total d8 800.000 al año, csntidad no deaprecisicadeza, 

que no es pequeña en asuntos de soonomfa per- 

04. Merece toda consideracion la reflerion que ha heho 

el Sr. Polo. Los empleos de gran eonflanza y responabilidad 

deben eetar euflcientemente dotadoe, ya para 

ecompensar 6 lor que los sirven, y ya para alejar las 

antaciones que puedan comprometer e1 honor, y nadie 

ue con conocimiento de CILUBI examine imparcialmente 

L dotacion de 10s destlnos de que se trata, los hallub 

xcesivamente dotados. Entiendo bien que cuando el Eaado 

estB menesteroso se hagan rebajas, hasta donde nonble? 

‘hdddome 8 dasvanscer los reparos de1 Sr. Polo. 

Deben 8xistir empleados públicos; así dioe. Nadie lo du. 

da. Ellbs deb8n 88r sptoa y baenos. Todos convenimoe. 

Muy justo 88, pues, añade, que loe que manejaU asuntos 

de gran inqmtaaoia s8an compe8entemente pagados. &Y 

8U qué n8g&os uo se wrsan loa. militaree? COnt8EtO yo. 

enga, y B la manera que se ha fijado un mkimum para ) 

)B sueIdos, sa flje todavia otro ti diminuto; pero nrrzlaa 

reeré justo ni político establecer la regla general que s8 

ropone; limitada aobre todo d una clase tin poco num8esa. 

Bien re conoce que 8l autor de la proposicion no ea 

mpleado, pU813 segun 180, ignora que hace nueve m8s8a 

No hay exprosion anfloiente para manifestar sUS trabajos, 

ouánbe mlfren, cohte panan; cuánto batsb Y sin emmg 

M -pi-, qna Il* 6 s8rl0 bu edad bim proveoue 

no Se nos paga d los emple&s. 4Y qué 8oonomía 

uede darse mayor qoe no pagar nada? Esto eat$ snm 

ieOd0~ J Mi m6 paW8 que b 000nOda qoe 86 wti k 

k,:o#k91, óriow»qk 990 #. -4 nO& Nd$ao k dmoIw.

2454 80 DE DRZBMBRfD DE í821. 

los empleados, sienten sus primoionea, pero no se qnejan podido producir la vafiacion, y el punto es digno de memieutrae 

la regla seh igual y la Tesorería no pueda aten- ditacion. 

derlos. Es evidente que oadie merece más que la bene- El Sr. TORElE8 GUERRA: Seiior, en este asunto 

mérita clase militar, señaladamente en esta época; pero puedo hablar con el conocimiento de haber sido inspector 

todos saben que lo numeroso de esta clase ha hecho y ha- g comandante de matrículas; y digo á V. M. que la marb 

siempre en todos loa Estados que los militares no pue- trícula está en ul dia en los mismos términos qae estaba 

dan reaibir en dinero toda la recompensa que merece la anteriormente en tiempo de los Ministros, y qae el auuaturaleza.de 

su servicio, y que sea necesario que la con- mento de que habla el señor preopinante solo consiste en 

sideraciou p&blica y el honor lea remunere. 

el pequeño sueldo asignado á los aabos de matriculas, que 

Por lo demás, la idea del Sr. Conde de Toreno se re- hall&niose á diaposicion de los comandantes no podirn 

aomienda por si sola. Si se ha de hacer una reforma, sea boscar su vida en el trátlco y en la pesca. Ea cuanto á lo 

extensiva 8 todas las claees; y si para graduarla se ha fiemás, los mismos individuoa y los mismos gooes existan. 

de contemplar el servicio 6 la utilidad que cada uno pres- En cuanto 5 la utilidad de la matrícula, baste decir ~5 

ta al Estado, yo no ab que un jbven & quien se ie da un V. M. que en el año de 90 y 93 se armaron 40 navfos 

arcedianato 6 uua prebenda de 8 6 10.000 duros sea tan con asombro de toda la Europa. &Y qué Nacion podri haútil 

á la sociedad como un oflcia1 de ‘uua Secretaria que cer otro tanto? Solo la España teniendo matrículas. 

sepa cumplir con su obligacion. 

El Sr. BAHAMONDE: Señor, hubiera quedado tran- 

El 8~. Ztw~cz@ hizo varias reflexiones dirigidas S qailo con la Memoria del encargado del Ministerio de Ysque 

las reformas no debian ser parciales y limitadas sola- rina, y cou el dictámen de la comision, si hubiesen senmente 

d una ú otra clase, sino generales en todo el sie- tado los fandamentos y dificultades’ que hay. para abolir 

tema del Estaito, é indicó al mismo tiempo la necesidad las matrículas en el dis. Sin duda en la abolicion de seque 

habin ‘de dotar completamente las plazas de la magis- ñoríos hubo & loe ojoa de nkhos grandes obst&oulos, petratura. 

ro se allanaron. La marinería nace de la pesTaería y la 

cerca de laa antecedentes observaciones, no teeayó pesquería del comercio marítimo. Si Q la matriculacion 

res0 4 ucion alguna. 

se ha concedido el privilegio exclusivo de pesquería, jen 

qué consiste que ha decaido tanto? Ea consiguiente que 

esta clase benemérita es pobre y uiercenariá, y qae vive 

á costa de muchos empresarioe, que loa pagaxi como B 

Retabaigualmente señalado este dia para disantirse jornaleros. Bi se verifIcase, poes, la abolicion de estos 

loa dictámenes de las comisiones de Marina y Agricaltu- privilegios, no hay dada que los pueblos limítrofes d la 

ra, acerca de la Memoria del encargado del Ministerio de mar ae dedicarian á la pesca m8is que ahora, y no faltaria 

Marina sobre matrícalas y montes. (Pt?sws en IQ scsz’oon tampoco gente para tripular los buqaes de guerra, con 

&l I’7 & eMrn~.j fieido el de la primera, dijo 

tal que se le eximiera de las milicias. Por todo, soy .de 

El Sr. DE LASERlb’: Considero que la comision dictámen que el privilegio exclusivo de la pesca y la mahabrá 

tenido presente las circunstancias del dia, y así no trícula sean abolidos, y pido qae el Sr. Secretario se sires 

extraño sea su opinion la sapresion de las matrículas va leer estas reflexiones, que el conaalado de la Coraña. 

da mar; Yo soy de la misma, por el corto nfimero de na- expuso en una Memoria impresa en el año de 1804, y 

vfos á que ha que&do’reducida nuestra marina. Las ma- aprobb el Sr. D. Cárlos IV en dicho año. 

trículas han sido el medio rn%z expeditó para tripular con Las ley6 al Sr. Secretario Valle, y son las sigaientes: 

prontittid las escuadaras; y’ ninguna otra Nacion ha lle-

to á vÍvir hasta los 60 años expuestos d dejar á cada pa 

so su domicilio para trasladarse al servicio de loa buque1 

de la armada, solo se limitaban en lo general á pesca: 

por cuenta de armadores que anticipadamente les com- 

praban, salaban y vendian los frutcs da su industria 

vendiendo ellos únicamente por cuenta propia alguna! 

partidas de pescado fresco, y sin tener otra ocupacion n 

reCurso. 

l h eafaerzoe del acreditado celo de D. José Cornida 

se propueo la fundacion de un monte-pio, cuyo institutc 

fnese el de franquear caudales á los pescadores, sin pre’ 

. mio alguno, con solas las condiciones de restituirlos den. 

tro de enatro años, sujetándose 6 la pesaa y salazor 

, de la merluza y abadejo, segun el método que se practi- 

ca en Terranova. Aprobó S. M. el establecimiento en Rea’ 

drden da 6 de Noviambre de 17’75; se comenzaron á fian. 

quear caudtrles de los fondos de espolios y vacantes, y $2 

hicieron venir pescadores vaseos de conocida inteligencia 

para enseñarles aquel método: ‘pero la ruda adhesion de 

: los nuestros á sus antiguas prbcticas ha hacho vanos loe 

esfueezoe que hicieron los vascoa pasa inatruirloa. 

&guibse á esto el establecimiento de la Beal eom- 

: pañía marítima, Por Real cédula de 19 de Setiembre de 

1789 con el objeto de fomentar la pesos MI las costae 

de España y Am6rica; pero tatipoco hemos visto. pro- 

gresos algunos, subsistiendo los pescadores en el estada 

economístti, se logrará el dn tan deseado: e&o es, qae 

la pesoa sea libre á todos los que viviesen en la costa y á 

los demás que quieran emplearse en esta ocupacion, con 

tal que no pesquen con instrumentos y redes prohibidos, 

señalando para el servicio de la marina Real todas las 

parroquiaa que por algun lado baña la mar, eximiéndolas 

del reem#zo de milicias, 6 compensando de tal modo la 

exencion, que no viniesen á dar para los dos objatoemu- 

cha mbs gente de la que dan ahora para uno solo. 

&Yi las atenciones del Estado pudiesen sufrir que se 

les aumentasen las pagas cuando están de servicio, y que 

estas se hiciesen puntuales, puede ser que jamás llegase 

el caso de sortear ni forzar 6: nadie, ni en tiempo de paz 

ni en el de guerra: el interés los conduciria voluntaria- 

mente á los buques en más número tal vez da1 que sene - 

cesitase, pues en los correos marítimos, durante los cua- 

renta años que permanecieron en la Coruña, solo por la 

paga decente que lea estaba señalada, siempre había para 

una Plaza vacante media docena de pre$endientes ) y lo 

mismo sucede cuando se arma algun ooraario na&mal 6 

\ que.dejsmos insinuado. 

extranjero, á pesar del riesgo á que van expuestos. l 

El Sr. MARTINEZ (D. José): Vista la exposbion del 

encargado del Mmisterio de Marina, y al dictdman da la 

comiaion, me habia propuesto no hablar palabra, porque 

creia que no habria en qué detenernos; pero observando 

que hay quien propone )a abolieion de las matrículaa, ya 

me es preciso decir y fundar con brevea razones que solo 

~IZauiémioke cada vez mas familisres entra nosotfoie el hecho de’ entrar en semejante discueion produce un 

los principios de economia civil, no podia dejar de mani- daño considerable, y cuando menos el riesgo de la deserfestar 

el celo de nuestros ecbnokiatas los medios que te- cion de la gente marinera matriculada que esti haciendo 

nian más oportunos para rest4kblecer nuestra pesca, y pro. la defensa de la Pátria con mil privaciones y riesgos. 

pomionar á la marina Real y mercante las tripulaciones Si hubiera podido pensar que con el designio de 

de que escaseaba en efecto, y así hemos viste en estos abolir las matrículas habian de presentarse á la lectura y 

últimos tiempos al citado D. José Curnide, y B los caba- exámen de V. M. Memorias 6 discursos deeste d del otro 

lleros-D. Juaa’ Jo& Caamañ0 y D. Antonio Raimundo Particular, muchas hubieran venido, que llenando laa me- 

Ibaiiez clamar contra un:privilegio tan inútil, y por otra didas del Congreso, convencerian la utilidad y convenienparte 

d&tructor de Ia misma marina que se queria fo - oia públíoa de las matríoulas, demostrada con la misma 

,mentar; y como estos dietinguiios escritores estaban ani- experiencia y la miseria 6 pobreza de la que se ha preeanmados 

de unos mismos principios, no podian dejar de tado en este momento. 

convellir en:108 medios, cuales fueron eI de que ea preci- Ella se dirige á persuadir que si se aboliesen las maso 

dejar las pesquerias en una libertad absoluta @in la trículas y las poblaciones costaneras, libertadas de la contri - 

más mínima traba, ni visos de relacion alguna con la matrícula 

de la marina ReaI. - 

bueion de la quinta 6 sorteo para el ejército de tierra, eatuviesen 

obligadas al servicio de mar, entonces tendria la 

>La solidez de BUS razones no podia menos de ser bien 

admitida por la ilustracion de nuestro s6bio Gobierno, 

Nacion toda la gente necesaria para tripular los buques 

Bn cualquiera evento, y habria mSs que ee dedioaaen al 

pues publicada únicamente la Real ordenanza de matrí- Fomento de la pesquerfa en la Coruña, cuya industria haculas, 

se ve ya en ella tan mejorada la suerte de nues- Jria llegado al estado de la mayor decadencia, y entonces 

tros pescadores, cual se manifiesta por sus artículos se- PO se verian loa miserables pescadores en la necesidad de 

gundo y tercero. 

valerse de armadores, que eran loe que se llevaban las 

>Más individuos sujetos al servicio que bntes cargaba principales ganancian de las pasquerfas. 

sobre loa infelicea pescadores; y quince años solos de su- En todo este discurso 6 argumento no hay una razon 

jecion 6 todos para concurrir al real servicio, no hay du- lue por sf misma no se destruya. El marinero se hacemada 

que ha hecho su situacion mucho menos desgraciada :inero más bien en el tráfico 6 navegacion mercantil que 

de lo que ántes era; y si esto bastase para fomentar la m la pesquerla. Diré mbr: el simple pescador, deepues de 

marinería y la peaca, habremoa llagado al colmo de nues- haberse ocupado toda su vida en la pesca, no tiene otra 

tros deseos. En el dia hay en Galicia, segun notas bas- rentaja qne la de conocer el mar, y haber perdido la 

tante exactas que ha podido adquirir este consulado, rprension que conciba cualquiera que no ha navegado. 

16 fragatas, dos corbetas, 104 paquebotes, vascotes y Por lo demás, es un hombre inútil, y no puede desembergantines, 

10 goletas, 33 quechasmarinas, 22 pata- ?eiíar en muchos tiempos la plaza de marinero en uno 

ches y balandras, cinco vasco8 y lugres, 27 pinazas y le loa buques de la armada, cuyas maniobras son inflni- 

1391 lanchas, cuyos buques se ocupan todos en el tráfl- ;as, y todas desconocidas al puramente pescador. 

co. Si al cabo de un cierto periodo de tiempo se encon- Siguese de aqui 10 primero que si en la CoruiIa aolo 

trase aumentado su número, y las pesquerías floreciesen, lay pescadores, sean estos muchos 4 pocos, sean matrino 

puede dudarse que se ha acertado el medio. Y si con- :ulados 6 dejen de serlo, nunca podrá la Nacion en los 

tra lo que se espera los efectos no correspondiesen aún, wos urgentes asear de ellos un partido muy ventajoso: y 

entonces será ya una señal manifiesta de que solo adop- ,o segundo, que seria infinitame& menor, d por mejor 

tando en toda su plenitud la propuesta de los citados lecir, perjadicialfsimo al Estado, 8i se pensase en la abo-

80 DE DXCIltHDB R DE i8ii. 

liaion de las mat&ulas, y en obIigar 6 los pueblos costaneros, 

peseasen muchos d pocos, 5 dar la gente necesaria 

para el servioio de los bajales per medio del sorteo, porque 

entonces ni aun pescadores tendria la Naaion en su 

servicio, ni uno tan siquiera diestro en las funciones marineras. 

Fuera de esto, no alcanza mi cortedad por dónde ni 

calmo se con&be que el pescador matriculado se ha de 

valer de un poderoso para armar sus pesqueras, y que 

esto no sucederá áboliendo las matrículas. El pobre aiem- 

precisada al enganchamiento pan mantener un poder 

maritimo tan respetable como eI que mantiene, no ae ha 

descuidado en este punto, y tiene á su servicio algunos 

millares de españoles. 

El daño, la decadencia, la ruina, por decirlo de una 

vez, proviene de cansas que son bien notorias. El despotismo 

del antiguo Gobierno se acostumbró 6 tratar como 

esclavos á los matriculados, y no conocer más ley ni más 

ordenanzas que la arbitrariedad J el caprbho. Al matriculado, 

que segun aquella , no puede en loa dos primeros 

pre, por serlo, tiene una necesidad de recurrir al poten- años ser obligado al servicio de campaña, ae le destinaba á 

tado. En este apuro se ha de ver siempre el simple pes- ella á los primeros de su asiento: debia servir un año, y á 

cador, matriculado d por matricular, y aun esto mismo los quince 6 veinte podia, con mucho trabajo, conseguir BU 

sucede comnnmente con la gente de mar ocapada en la licencia; de suerte que hay muchos que al regresar á sus 

navegacion mercantil, $ pesar de tener mejores propor- casas se les daba B conocer un hijo que no habia nacido 

ciones 6 mayores utilidades, porque éstas rara vez son cuando marchó, y de éste tenis ya nietos ; y B muy potales 

que compensen debidamente sus riesgos y trabajos, cos de los que sirvieron 15 ó 20 años seguidos ha llegay 

los haga mejorar de fortuna. Es una desgracia difícil do á pagarse Ia décima parte de su haber. &Cuál, pues, 

de remediar para esta clase benemérita del lIstado , y habia de ser el resnltado? Retraerse los jóvenes del alisaun 

para el Estado mismo, que interesarismuchísimo en tamiento, perecer las familias de los alistados, darse los 

que al estímulo del bien se fomentase este ramo tan iu- más de ellos á la desercion ptra poder acudir por caalteresante. 

Pero al fln , SeSor , esta no es la cuestion quier medio que fuese al suatento de sus obligaciones, y 

del dia. 

quedar reducida la matricula al estado de esqueleto en 

Lo que yo deduzco es un argumento contrario de las que la vemos. Wimplase religiosamente lo prevenido en 

razones con que se quiere apoyar la aboliaion de las mala Ordenanza, y tendrá V. bf. cuanta gente quiera diestríeulas; 

B, saber: que introducida la libertad de pescar tra, honrada y esforzada en todo tiempo. 

todo aquel que quisiere, el poderoso que no es matricu- Concluyo, pues, diciendo que ni aun remotamente 

lado armaria sus buques y sus pesquerías, y las tripu- debe pensarse en semejante abolicion, ni ahora ni en tiemlaría 

de gente buscada 6 jornal para llevaree mbs utilidad po alguno. 

de la que en el dia percibe, seguro de que no le aloanza- EI Sr. AGUIRRE: La Memoria del Ministro y el dioria 

la obligacion de pasar al servicio de campaña, y de timen de la comieion se reducen 6 probar que no convie - 

qde esta penalidad recaeria en el simple jornalero pes- ne la matrícula, y por consiguiente, d que se extinga en 

cador . 

la América. Yo quisiera que en varias provincias de Bspa- 

Por último, Se5or, la experiewfa ha manifestado en ña ae hiciera lo mismo, pues que efectivamente no la hay. 

todos tiempos Ia sabidùrfa de nuestra ordenanza de ma- Se eatbn pagando siete reales diarios 6 cada marinero, no 

trículsa y su feliz resultado. EL Ministro de Marina en su por sueldo, sino por eugauche; luego no hay matrícula.~ 

Memoria, y el Sr. Torres, han diaho que alguna vez la Se resolvió que se suspendiera por ahora la determi- 

Espaiía ha hecho lo que ninguna otra Naoion ha podido, nacion sobre las matrículas de la Península, y se aprob6 

tripulando de la noche B la mañana un creoido número 81 dictámen de la comiaion, conforme con el del enaarde 

navíos, fragatae y otros buques menores, con gente (ado del Ministerio de Marina, relativo d que queden exwfeatamente 

diestra, marineros de profesion, y tan bnguídas desde luego las de América. 

buenos como los mejores de la Europa, y esto es impoaible 

realizarlo de otra manera, 

Nuestra aliada la Inglaterra bien lo ha eonooido ,iy Se levantó la aesion,

-0w. 2457 


:DE LAS 


Quedaron enteradae las Cbrt~ de un oílcio de Dom 

Mariano Gil de Bernabé, quien avisaba que se celebraban 

el dia 22 del corriente loa elámenss públicoa de la aaadsmia 

militar de 1s isla de Leon, por si el Congreso tnviese 

á bien tomar algun conoclimiento de ellos. 

So admitib 6, dieauaion , y mandó pasar 6 la comision 

de Premios, la siguiente proposieion del Sr. Villafañe: 

dEn atencion al distinguido mérito y relevantes prendas 

que adornaron hasta su muerte la persona de Don 

Arias Man y Velarde, decano que fué del Conaejo y Cámara 

de CautKla, J particularmente por la firmeza de su 

cuáCt8r y fortaleas que manifektd i la faz de de Ia Naciou 

por su recto modo de proceder, arrostrando todo p- 

ligro en la causa del Escorial; y últimamente por haber 

fallecido infelizmente en París, despues de haberaufrido 

tres años de cautiverio por no someterse B la dominacion 

del tirano, soy de sentir que V. M. le declare benemtkito 

de la Pátria, para cuyo efecto hago proposichm formal,* 

las aeí5aladau en loa mímeros 1.’ J 2.‘, hechaa por loar 

Sres. GolfIn y Anér con Ira sesiones de 10 de Junio y 7 

de Jdio: la primera, sobre que el bibliotecario de las 

Cbrtes cuidase de recoger los dichos y heohos. memorables 

de los españoles en esta époaa; y la regunda, sobre 

que una oomisíon propusiese si al regglamento de libertad 

de imprenta le faltaba 6 no a@una esplioaci&~. 

Didse cuenta del dietimen de la aomision de Eaeienda 

sobre el oficio del encargado del bfiuisterio del mismo 

ramo en España, leido en la eesion de ayer, y relativo & 

que se prorogase el Grmino para el embuque de g6neros 

de algodon; y habiendo expuesto el Sr. An& que tenia 

que haoer algunas reflexiones en sesion seeaets , se 

acordó vder la wsolnuion. 

Se procedió Q la diiudon del diotimen de la Mmiuion 

de Agricultura, que se ley6 en Ia, sesion del’ 17 del 

actual, f repetida str le&ura tomó Is pakbrá; y dijrr 

El si. TORREB GUERRA: Mor, Ia comidon ‘eepeeial 

de Marina~s6 unfó con 1s de Agrkultora para tratar 

de ,est6 punto. Quedamos reordes en que los dueños 

de los montea pudiesen disponer de’ elloa d au arbitrio; 

Tambien ae admitib 5 disuasion la que hizo el Mor 

D. Jose Martines, reducida 4 que el oOngr&o adcediwe 

4 la propos%ion iudicada por el Sr. fkrgüeka, para que, 

examinando fa eomision que 88 nombre lou artiouloe de pero no puedo ocmformum e un que la ordenanza de 43, 

la Ckmstituaion aprobada y que se fuereu aprobaudo, que trata de esta materia, quede dero@da .ab+&unem~ 

propusiese cuanto sè le ofreciere aeerw de las adiciones ta. ES ella hay muahos utlcalos que son lkméflíw pan 

que conviniese haoer en la misma Conetitaeion, 6 por le-, loe dueños y para loa monfeu ; puea d, por ejetiplo, se 

yes padieuluw, con el objeto de desterrar cualquiera iefan libwlo~ terrenwque eut6n deatiuadoérpafi +i~+ 

duda que pudiera euterpeoer el pronto am~~plimiento de la ros, 6iendo su aour#cion atxIuarnen%e f&il, sen @Yr&dica 5 

Constitueion. l 

lon mimm hIterwadW~ s6 prhxib 68 w miiriiia deI- 

@anua que Po’ da b#lol qer* eS eeta ae hayan del @llbu 

tres, y Mo C ne~rí0, pbrque d IW cortan debeles, 

Aprobuon -las Córta el dict4nen de ‘la eemiaion pnoeepl~~,al~~aeabar6 con e4llck En otro 

creada para el erámeu de laa proposiciones hechas tm Be- artfcalo ae previene quelos plantioa w hagan en crecisats 

sion p6blka que ~mereciestan profemnuia , la b~al, de las de luna, y, w Ssngran lea @XMJ en tiempo deterphfnado, 

20 qw ae L brbian pawdo, presentaba uomo pMmiblee para que lw nwloras tengan mayor. asiento y 

616 

.

perfeccion, y así de otros muchos. iComo, pues, se han de yor atencion. Primera, la libertad de la imprenta, que Ya 

derogar estos artículos tan provechosos á la propiedad, al se ha sancionado, para honor de V. hl., confusien de loS 

monte y al mismo dueño8 Por tknto, soy de spision que malw y gatisfawion y beneficio de la Nacien. Segunda, 

la comision que ha entendido 6~ este negocio forme un el contrabbndo, que es la desgracia de la humanidad, 9 

reglamento modificando ciertos y ciertos pantos , pues q,Ge continuará hasta que con abolir trabas Y estorbes se 

contemplo que no conviene que esa libertad sea tan abso- ponga un remedio radical; y la tercera, eI Punto de que 

luta que pueda abusar de ella el propietario. Este debe hoy ee estj tratando. Señor, yo he sido testigo ocular do 

ser libre en el uso de sus bienes; pero para su propia uti- casos tan escandalosos en este particular, que he visto 

lidad es preciso fijar algunas reglas con que se at,ienda familias perdidas por cortar un madero que acaso no Vatambien 

á la marina. $Juién asegura que la ackal estre- lia 20 rs. por lo mismo soy dc opinion que se apruebe el 

chez no estimule á los dueños de montes á que derriben dictamen de la comision, dándole aun MiS ensanche si 

los mejores árbo!es para remediarse , y dentro de poco fuera posible. 

tiempo lleguemos á carecer de los que necesitamos para EI sr. BOBRULL: Cuando se manifestaba el Cobierla 

marina y otros usos de pública utihdad? Así, mi dictá- no m& inclinado á proteger Ia agricultura, y la hacia esmen 

es que vuelva 81 dictámen á la miemacomision, para perar singulares adelantamientos con la formacion de WC* 

que proponga el reglamento que tenga por conveniente. vos canales para el riego, y de otros proyectos, lo di6 un 

El Sr. ANER: Señor, toda ley que coarta al dueño golpe mortal que la ll& de imponderables perjukios, 

de una cosa la facultad de disponer de ella libremente, es ofendiendo al mismo tiempo el sagrado derecho de procontraria 

al sagrado derecho de propiedad, y es un obs- piedad. Uno de los efectos principales del miSm0, 9 ~68 

táculo que ae opone á la felicidad del Estado. La Constitu- necesarios para los progresos de la agricultura, es la licion, 

Señor, asegura del mismo modo al ciudadano la pro- hertad que compete á los dueños de las tierras de plantar 

piedad que su libertad individual. Fundado en estas ra- 6 sembrar los frutos que le8 parezcan, y múS RCOmOdCR 

zones, tan óbvias como poderosas, el Ministro de Marina á su calidad, y sacar con ello cuantas utilidades puedan 

ha propuesto á V. M. la total abolicion de las ordenanzas de las mismas; y á mediados del siglo anterior se publiestablecidas 

para los montes de dominio partienlar, y Ia e6 la ordenanza para la conservtcion y aUm8ntO de los 

comision de Agricultura manifiesta á V. M. la absoluta montes de marina, prohibiendo por esta á los dueños parnecesidad 

de abolirlas, y la utilidad que report,ará el Es- ticulares de los mismos el que sin noticia y permiso do 

tado dejando á la libre dispoaicion de los dueños particu- los intendentes 6 subdelegados pudiesen cortar árboles allares 

el aprovechamiento de sus morttes; pero al señor gunos por más que los necesitaran para usos propios; 

preopinante le parece que no deben abolirse absolutamen añadiendo despaes que los susodichos únicamente la 

te dichas ordenanzas á trueque da que en ellas hay capí- concediesen para el corte de 18 6 20 árboles, y que en 

tulos muy benefiaiosos para los mismos particulares, y caso de pasar de este número se habia de acudir á la via 

bajo el pretesto de que ,restituyendo á los dueños una li- reservada de marina, é imponiéndoles siempre la obligabertad 

absoluta quedarian exentoe de pagar contribucion cion de reemplazarlos con nuevos plantíos: consta por las 

cuando de todas las cosas se paga. Convengo, Señor, en leyes 22 y 27, título XXIV, libro 7.” de la Novísima 

que en las ordenanzas de montes s8 hallan reglas y COU- Reaopilasion, con lo cual se les prohibia emplear la tiersejos 

para mantener!os en buen pié; pero iquién duda que ra en otros frutos; y por 16s que se habtara en la citada 

el dueño se aprovechará de dichas reglas y consejos si le ordenanza de los montes situadas en las inmediaciones de 

conviene? iQuién duda que en lugar de un árbol que COP- la mar, con todo, se pwo en ejacuoian e,n sitios muy diste, 

sembrar& dos 6 tres si 18 trae interés? iQuién duda tantes de la misma, y de los ouales por ello nunoa han 

que sangrará el árbol si no le conviene que BB muera? No llegado á sacarse árboles 4gunos para su uso, y se exes 

lo mismo, Señor, precisar al dueño á hacerlo, como tendió tambien á ks llanuras, á las canpos cultivados, y 

previene la ordenanza, que dejarlo 8n su absoluta liber- hasta las huertas más preciosas: de suerte que ei por catad. 

iPor qué se le ha de obligar al dueño 8 conservar 81 sualidad nka 8n estes elgun álamo, roble 6 encina, 

monte si le es lucrativo convertirlo en tierras de pan lle- desde luego qUedaba sujeto á la jnrisàicaion de marina 

var? iQuién ha vis.to jamás sino entre nosotros prescribir psivado el duek de uw de.61 6 .cortark, aunque IO neL 

reglas al interés particular? iQuién dice que el dueño del wsitase, y obhgado en W oaso ,á pulir Jioencia, que se ie 

bosque 6 monte no pagará cantribucioo, cuando eats re- daba oon la eondieion de plantar por cati nno tres en su 

cae sobre la totalidad de bienes 6 de ceditos? Señor, ,es lugar, sin hacerse cargo del perjuicio que causaban á la 

precieo no olvidar jamás la mixima de que en tanto una tierra. P llegaba á tal extremo el desorden, que se em- 

Nacion ee rica, en cuanto 10 son losindivíduoe qu8 la cem- peñaron aIgunos subdelegados en hacer gastar parte del 

ponen ; 8n tanto una Nacion es feliz, en cuanto lo son sus in- caudal d.8 (prepies en sembrar los mentes de bew; y u. 

divíduoe. Todas las trabas 6 embarazos que 88 pongan á los pe@ar qW3 rlo lo permitta k aalidad de loa de Ia tilla de 

dueños sobre el libre aprovechan.Gento de BU propiedad, y Cati, d* la gobem+m de Mor&, quisieron hrxarla 

sobre la libre dispoaicion ti slk, son otros tantosobs- obligdo .d reipe&rJo por espacio de diez 4ños, pero ,sin 

táculos que 88 .ponen al bien y progperidad nacional. Siem- que rkwhw3 &cto alguno. Otro8 4an si pzatm de la 

pre y cuando el legisla,dor pon8 la mano ,en los kltereses conservacion de los árboles, impedian el riego, corno 8u. 

de los particukes, r&ringiendo sus progresos, so hace cedió 813 Ia viki del l?orcall, y otros embrr\zaban el tulun 

mal irrsparable al Estado. Dejenro&, .pues, de una vez tivo de h campos, de que pudiera oihr mucbs ejemti 

los du.tGos la libertad, que tanto rwJama el sagrado plares; &3JJUiban h3 vfhlos, pero en vao. p habiendo 

derecho de propiedad, y dejemos obrar~libr+r+ente al ,@gen- corrido todo el reino de Valencia mi erudito paiRaa DOn 

te principal de las riquews, que es 01 mterés particular. 

Por todolo cu& mi dictien es que se aprueba lo que 

Antonio JO& Cavanilles, manifeau bdos estos perjuicios 

solicitando el conveniente remedio en la obra de su viaje. 

propone la comision, y iojal& 88 h&iera b3&0 un siglo 

antes1 

13 Sr. WZALE% Sor, desde que Be igstalaron 

las C@es, tres Cosas SB han presentado dignas de la ma- 

El &4hrno hizo de la misma mucho aprecio; pero no 

atendió á lau inetmcias del autor: el asunto gar@e que 

estaba reservado Para este tiempo, 8n que &&,,&,ndo 

v. W COn ha m.w Ia libertad de la Nacion, cmplea

tambien su psternel dsávelo eu assga~ar el dsreeho & saobpo~es, quertin, por medio de ana corta ex&va, uapropiedad 

á hw p~rtieulares y en facilitar 6 la agricaltara car en un año la utilidad de cinaueuta. Así, pido que sa 

loe debidos adelantamientos, y no puede dudarse que aóa. 

seguiri’lo nuo y lo otro, dsshaeíendo esta especie de ser. 

dedere si estas propiedades, que en Valencia son mayorasgades, 

han de ser de la misma calidad que las de los 

ridunrbss & que Ios h&aa 

riww . 

reducido los Gobieraos sntsq pirtieulares, Pues en ese easo es preciso tener an eonsidericion 

eetas obeervaciones. 

Bs irrfundade el rsse20 qus so manifiesta de que es& 331 Sr. PRBISIDEITE: E&s es un punto distinto de 

libertad que se trata de conceder B h~e duecioe partionla. la cuestion de que se trata, por lo oual podrá V. S. hawr 

res de los’mie~tes eausar& perjuicios á Ia marina, porqni ma ptiposicion separada. 

en los titb~pos autiguos no hsbis sermejrntes ordenanzaa 31 Sr. MORAQUEfk -Lu diftcultad del Sr. Martinez 

ni prohr”biu?anes en el reino de Valermia, ni en el principr. tiene ficil solueiari, porque si los montes de que hace meodo 

dé CZatshña, ni en Mallorca, y man$atieron Por aspa. cion soü mayarasgados, lo serbn Igaalrdedta los $rboles, 

eiia de, &ghnos eigles fermidables armadas, que ue hicEe- y ei sucesor tendr8 buen cuidado de no permitir qae se 

ron refqW&r en Wdas par- sostatieron~ oontfnaas gaw haga una corta que destruya su herencia. D 

rss con lee genmeaes, y tfiunfandti de tode su poder y da Aprobado el primer artioulo dd di&Smen, y leido el 

la perieh de sus almirantes en fas aélebns batallae dadae 

18, ifna 6 Mst6 de &Rk3ianf$noplr en el año 1853, y la 

Z.‘, dijo 

Bll Sr. MARTIWEE (D. José): Estoy ~comfirms’aes lo 

otra BR al siguiente eb las twetas de Caller, udpirieron el qac se propoae aa el artículo, menoe con la ehk~suls de 

deminio de¡ mar y lo .eoneertaroa bstnnm titmpa En que eni el Betado ni la Naaion tendrán derecho de prefe- 

Castilla tnmpoco habia tales prohibiciones en aquel siglò; rencia tm el otuis de neeesitarlo:~ &por q116 no ha de tey 

el ‘Rey D. Fedro 1, aunque su nombre parezca aborreci . nerla el Estado por el tanto que”oerresponda? 

ble .sl~ vfsta de sus RueldsJes, eeu todo, ae hiao aareednr EI Sr. MORALEI$ GALLIIGO: Tanto imporh el dei 

la gratitud dd Beinò- por su exãraekdinario cuidado J reeho de preferencia como la coartacion de la libertrd: de 

deove ‘en ~1 ai~lqflo y antrreuto de les fuers~ navales, mau&a, que si no se aprukba esta cláusula, nada se ha 

que ,habian deseaidade sus adewmw, y llega 6 puser y hecho, porque si por la marina, el Eetado ú otro, se ha 

eorlserPar en un estado ‘respetable. Y ío que entonees fu4 de peaer algane rsstricrhi, jam6s temM 4 dueño una 

fádl no pueda &jaar -de SFIP~O attoss. 

entsra libertad, y vendrfamos s destruir cdn una mano 4 

~&egati ta&xbien@~ para sopatáa las sstrakdioa- que hiefésemo8 ooa Ir otra. s 

rias cbhMib*itiea ‘que &tig# fr gutlrrs wtua1. s proveer Se aprobaron el !2? y temer artbnto, y antes de le& 

B löe ejtk&os ly paebles de cuantos elveres se neoesiken, se al 4.“, dijo 

es absolutamente Ypreefso ahora que los propidafios ten- El Sr. MOWkLB8 a)ALLEGO: No aé si seria útil que 

ga% libertad de suobr de sus tierras enastas utilidades bue- quedase una alerta reserva para que la justicia eefialaae 

na&& puedan; mas no me detendré en ello, pues he los sities;’ porque si no, podrd; eusedet que esto se conmaMW&lla 

que esto mismo eorrespondfa tambien en los vierta en un semillero de denuncias, no estando confort 

tiempos anteriores, que lo exige asf el derecho de propie- me# el dusfio del arbolado con los dem6s vecinos: por lo 

dad de lós pattiionlates p el eomun beneflaio de la agri- cual se podria agregar que cuando el dueño tratase de aoocuMu*; 

y que no puede eausar psrjuicio d la murina; y tar aquel terreno, se híciera con aaaerdo de la juatieia, B 

PP lo Mssto, osnnldek~ pruciso que Vtt. Y. ds~@guwre&a y 

m&sqttiem otm leyes y ‘ordenansas que hrn regido ‘hasta 

ahora y limiten el libre uso del derecho de propiedad 

ffn de que los abrevaderos, cañadas, etc. quedasen libres 

El Sr. LUJAH: Estas servidumbres son páblicas 6 

@adas. Si son pfiblioae, todos sabrán observarlas; si 

de loa mentes de loei pwtieulares. 

son p&adas, ,168 inbaresados aeadir&n 6 defender su dere- 

81 fik. aimr~Al?iUOt alada me queda que be& Qespwu ~310. De àaoàs, que si ee deja esta election Q la justiuia, 

dB IO que OpoP~u~~a~e Ba expmaéo el St. Borrull; efa 

embargo, nd puedo mea8019 de a&tdir que upa de lai a&mse 

1s da el poder qse ha de tener d dueño. 

BL Bk. 'MART?m IPO~E (D. Ni6olisp: A la diciones 

de f. M., y &que do 46 si SB hará méri+e ea la pan- ffonltad qde ha propús& ;Ef Sr. Yorales Caliego sobra que 

M que rests de la C6hAtution, es el establecimiento de mndo el dueño qaisra ~s%otnrr uua heradad lo hagr prejuntasen 

Ms prMn&o pam objetos de este iiaturalesa y rente 6 la justltia, respondo que esto ya eeti mandado, y 

fomente de la egriwltdra, aunqus PO per medio de reglams&tok, 

que desgraciadamente han arruinado nussitros 

montes, sine con Obro sistema ; pues 6 la verdad, el espfrita 

reglatintbtn, ha’ acabado oon nuestras mejoree i#.wtitanes, 

j eUbai6 Qfktnbien con nowtrus si no Lretamm 

de ponerle un térmfw. 

te ejecuta asf, haciendo el alcalde mayor 6 las justicias el 

twouocimiento debido para evitar perjnitios. Sobre lo que 

yo tengo que hablar d sobre otro artfonlo, J me r-o 

haekrto si se aprueba el artfoalo sigoiente.~ 

Se leyó el-eti. 4.o, y 6 continnsaion dijo 

ãl Sr. VILLAToUllWA: Befior, hay muchos puebles 

ISI CJt. TURWMtO: Pido que w pregdnt& si esU& puntoxi~tlí 

sdfte9e$emeute distu4ido, porque degrada 16 rw 

w los eattles eetoa arbolados do proptos y bakiítrs $ieuen 

su ~ubjeto de grande atitidad Para todo el auman, y pam 

son humana el que continúe su diseasion. 

esda uno de los vecinos, erpe&altinb los pobree. Bu 

El 8~. MARl’IñBR (D. José)? Estay Oaabrrne dOn ei LMOIJ ee lea permite aprauscharse de la Mia, del fruts de 

artfcub3; poro quisiera. que se tavieae en considdetucion lo lus Molee, del eepsrte, y de lo dem6.s que prodm al 

que sucede bá el reino de Valencia. De loe 57% pueblos modas; en~otros m venden eáor preduetoa, y su p~eio 

de que consta, Ias 78 son solo de realen8o y los demás& enapa en R caja de propios para fines que ceden en beaañorfo; 

y aunque los s&íores territoriales son daeñes Sb- &io*de toda Ia pobleeion. Ne es cronforn&C la soberana 

aolotos de loe montes, los vecinos, en unos ds, y en otres inteocio8 de V. Y. tpe PO? bâarr bien á ías daeafõcl de 

medos, gozan de ellos disfrutando en unas pobkeiones la los terrenos, que son gooos y’ dos, resulte .un perjuicio 

leffi, ed otras e!Mc~ute alto y bajo, y on todas 10s Pratoe. SI eomun y 6 los pohe. Esto dehe tsmms pessaate psru 

En’VirWi de ea# proridencfs, quisi por ser todos ti m establecer ahom ana ley que se openga 6 los fines g+w 

mrmter xnqmqpdm, atguno~~ dueños jus&n da w iw que alguno6 pueblos, al tiempo dwmgemar &,~r atmh, 

t$Wmw~I~~~,y~o~~d.~ 

lzu~emd6B~d6loBatiokdoB,6ql~pro* 

,

a460 31 DB DE&3RIt DE 1811. 

vechoa contaron para soeorro de Ios ~eoinoe menestero M) risa el dueño del monte con el pan y las ~IWJW Oo- 

NOS, para dotscion de escuelas, de médicos, cirujanos, et< 

deseo, como la eomizion, toda la libertad que pueda dar 

sa á los propietarios para que 88 fomente la aria de árbo 

les; pero hágase esto de suerte que no quede perjudicad 

el procomunal, ni ninguno de los vecinos, que por ser1 

tienen derecho B los frutos y desperdicios de los arbola 

dos y montes eomunee. 

El Sr. CALATRAVA: A esta ohservacion del seño 

Villanusra se satisfaae oQn citar 1111 decreto, en el cual s 

prescribe lo que propone la comision. No es esto nuewo 

puea esti mandado en la ley Recopilada, libro ELo, títu. 

lo IV, que cuando pertenezca elarbolado & los pueblos, y 8 

suelo 6 10s particulares, puedan estas comprar el arbolado 

mo dio8 el vulgsr adagio, y quedan los dueños de las heredades 

sin la propiedad y el usubuoto. por 10 que veri 

V. Id. que no sucediendo en todas lo que acaba de decir 

81 se?íor preopinante, es preciso adoptar un IIIediO para 

que se conserve el sagrado título de propiedad J sean msyore 

los bienes que los males, haciendo lsa adiciones 

oportunas al artículo que ae discute para no gravrr 6 10s 

pueblos en los baldíos y demás aproveohamientqs. 

El Sr. GIRALDO: Es imposible, Señor, hablar con 

acierto de uua proposicion aislada sobre 81 punb3 de montes, 

y es preciso para BU determinacion recordar los fandamentos 

en que 8e apoya, J el eistema que en las épocas 

anteriores gobernaba este ramo. La coneervacion de los 

con lå diferencia de que en el decreto se prescribe que se1 montea y plantios en Eapaila ha llamado siempre la aten- 

5 censo enflténtico y la comision propone que sea 5 cense zion de nuestras antiguas Córtes; BU casi todas laa celeredimible, 

Loa pueblos nada pierden en esto; pues 6 re. bradas en el siglo XVI se ven peticiones de los procaradoaikn 

la renta del capital, que importa lo que ensgenan, WI sobre eete punto, y las nueve leyes primerw del títud 

el mismo capitsl ‘en namerario, con el enal pueden o XXIV, libro 7.‘de la Novísime Recopilacion son un aucomprar 

otras fincas pera atender 6 los objetos que ha io. ;éntico testimonio de eata verdad. 

dioado el sefíor preopinante. 

En ellas se dan las providenciaa generales, sin ofen- 

El Sr. CREUS: Pert8nec8r 4 d0hd0 al camnn p el ler la propiedad particular; pero segua se iba iatrodusuelo 

6 un particular, no podrá eer sino por efecto de Sendo en nuestro Gobierno el espíritu reglamentario y la 

oontratos eepecialea; y en estos be debe atender 6 #ua 8lsa msxima de que era precisa una tutela aniversal souondiciones, 

como sncede en loa dembe. 

bre las personas, la indootria J los bienes de los particu- 

El Sr. LERA: Sefíor, adem&s de las observaciones area, se dictaron providencias que han acabado con los 

que ha hecho el Sr. Villanueva, debo adrartir que hay uontez, con la cris de ganados< y casi con nuestra exismuchos 

lugares donde el suelo pertenece á dos 6 tres in- en&. La primera que he encontrado sobre montes de dodividuos, 

y el arbolad6 es comun. Suele componerse eate oinio particular, es la Real oédala de 1633, y desde esta 

de grandes encinares con que mantienen los pueblo8 el ga- ipoca se faeron extendiendo las trabas hasta venir Q parar 

nado, y grsndes pinatee, de cuyas pifias tsmbien sacan uti- n la destructora ordenanza de 1748. No es posible malidad 

los vecinos, y si esto no se tiene en cousideracion, se Ufestar los males que ha causado B los montes, B los pueaausad 

la ruina de muchos pueblos. Porque si el partieular 

qtie eomprr el akbolado hallase mayor interés en 

llos, Q los vecinos y á los dueños psrticulares; son muhas 

las Memorias escritas sobre este punto, y cada uno 

haw carbon 6 vender la leña, privaria al pueblo de eate .e nosotros tiene pruebas bien convincentes y tristes de 

beneficio, estando tsmbien en EU mano vender al precio eta verdad en sus respectivas provincias, yo pue~$o aseque 

quisiese la bellota y el püion. Asi, pido 6 V. M. que wrar B V. M. que en el reino de Navarra y provincia de 

no desprecie estas ohservsciones para evitar la desolscion Guipúzcoa hay abundancia de montee y ae conservan los 

de muehos lugares. 

~lsntíos, porque no ae admitió en estos países esta orde- 

El&. GAROZ: EMor, he estado en la tierra d que lanza. 

hace alnsion el señor preopinante, y no me ea dewonoci- En el reinado del Sr. Ckloa III se empezaron ya á 

do eE perjuicio que rezultaria de la aprobacion del punto Dmar providencias que favorecian á los dueños partionqae 

sediscute; pero como no en todas sucede lo misn10, wea, y se instruyeron expedientes en que se manifleotan 

es newsri6 saber el bien que produeiria 5 otrae su spro- )s perjuicios que ocasionaba el 8ist8ms reglamentario aubacion; 

entre estas ae halla mi pueblo de Yébenes, que srior. Ba bien conocido el formado á instan&de la procomo 

primero de los montes de Toledo, bien conocidos en incia de Extremadnrs, y de sus resultas se wordaron 

esta Penfnsulr , disfruta cier,tos aprovechamientos en m&s Lgunas prwidenciae, que auu no eran las que debiau para 

de treinta -as que tiens hzsta Guaddnpe; faltbdole 

contra justiaia otros muchos que deberia tener; pero lo que 

ea me, es que & uda legua de distancia por los montea 

llamados de la Yata y Serna, propios del Sermo. Sr. Incabar 

con los males que afligias aquel pala, y assi todos 

)E de la Península preparaban el camino J formaban poca 

poco el espirita público para que luego se pudiesen deerminar 

otros puntos de más considemcion. Uno de los 

ante, gran Prior, y de la villa de Consuegra, los más pro- iales que se experimentaban en Extremadara era el que en 

pi&riy de las tierraa labrantías,. que lindan alrededor de lgunos montes de propios perteneoia el arbolado 6 esty, 

ellos, hau perdido su propiedad, y casi todos el ueufructo el SU810 era de dominio particular; de lo que se spia 

de muchs parte de ellas, eomo B mi me sucede en alguna [ue no siendo alguno el señor absoluto de este terresq 

de ks tierras de mi labor, llamada de los Rincones, que, !arecian todoe de las ventajas que podia producir; y para 

como todas las d8u& me han 88CueStradO los enemigos; ograrlas se autorizb al dueño del euelo que pudiese oomque 

en la8 que circundan á los mismos, y han producido war el arholado. Esta providencia es la que ahora ee prolas 

raícw del propio monte algunas matas, tiene más pro- @ne como general por la comision, y en mi oonoepto, 

piedad el dueao de ellas por ser coherente al monte que lebe aprobarse, porque es preciso que loa hombres ten- 

81 de la heredad en donde salen; resultando de esto, que :an interés en conservar los montes, lo que no se hace 

reproduciendo las raicee de eataa mismas matas otras mn- on trabas, eon visitadores y con denuncias, sino coq la 

ehas ptsntas en la misma tierra, por no poder el dueño onservacion de los sagrados derechos de propiedad, oon 

de elIa quitar lss primeras, 88 preciso resultado el que 

lss que oogian tnnto oomo coge esta alfombra, á los diez 

13 mbe años hayan producido otras que ocupas ya el salon 

umentar el número de propietsrioe, y facilitar á 8S&js 

uantos medios sezn posibles para el despaaho y veata dg 

NI frutos de sus tierras. &3nt+o no tener á mano lse uom 

que *, y por preoisr aoareopeocricr exj poas ti9mpoe ich que sobre rpon$w awo@í kw Navsnq, eq do@, ,.

-0 A46. 2461 

: 

&uuv~n...Vizcayr y aaipúseoa, Aay gmn conmno de made .dw&se que ez de la propiAd del dueño dei -suelo, 

deras y leña para sus f6bricar , sus ferrerías , etc., y BI porque dete ni puede variar su cultivo ni dedic8rla 6 otroa 

donde ~wnservan lvs montee y plantíos con el~mayv u6os que B aquellos en que está; cifrado el aprovechamieato 

esmerv, J sin poner trabas d la propiedad, 6, la iadustria que hacen de él los vecinos del pueblo ; tampoco corresni 

aausar Perjuicios 6.10s pueblos. Suplico 5 los señore ponde á la propiedad de éste, pues no teniendo zu&z que 

de la oomiaion II) sirvsn tener presentea las particnlers el uso, y ao siendo dueño del suelo, ni lo cultivar&, ni 

leyes de estos @sea, en las que me parece eaevntrruir puede obligar al propietario á que lo veritlque. iCuál, 

ideas que eoutribuyan i hacer la feliaidrd de los restantal pues, ser& el estado de un terreno de este natumleza, y 

de Ir Monarquía, que es su objeto y el de los desvelar eukles sus productos, comparados con los que daria redude 

V. ly. 

cido 6 Propiedad prtiealar 9 Detenerme m6e en demos; 

El Sr. DOU : Yo creo que aos descuidamos confundiendo 

das eosas que deben separanre. Una eos8 es el de 

trar uaa verdad tan sabida, seria ofender la iluztracion y 

conocimientos del Coagrwv ; Pero l lgunvs de sus indirocho 

que proviene de la ley reglamentaria: otra QOO(L 81 viduos, que corroeen lo mismo, p que han sentado prinel 

que proviene de eoatrate 6 rtrao de costumbre inme- cipios igualas 6 los que he indicado, se detienen en este 

morial: wtamoa nosotros opuestos 6 las leyes reglamen- punto porque oreen que ha de ocasionar perjoicioer eoneitarias 

, por lo que estas hae mea@rado y destruido el dv derablea 4 los vecinos psrticularez de algunos pueblos. 

reeho de propfedad : muy enhorabuena, esto ss muy fun- Prescindiendo de que el bien general del Eztadv debe 

dsdo y justo; Pero nadie ha declamado, ni hay ramn preferirse al de un corto número de sus individuos, y conpara 

dealamar, contra los -cvntretvs, que con libertad y viniendo, como. es indispensable, en que los terrenos de 

4 benaflciv de doe avntr8yentea se han estipulado : si el pue se trata ser&n mucho máe productivos reducidos 6 

que tiene el dominio del terreno se ha !aujetado por pacta propkkd particular, debe procurarse este bien, no obs- 

6 oostumbre inmemorial 5 quo el arbolado, en oaanto II tante loa inconvenientes que ofrezca di primer8 vista una 

tios 080s da leña, esrbvn y coastruccioa, asa del pue- costumbre observada. Adem& de que estor perjuicios ni 

blo, ipor qué las que tienen eldereoho de la iadio8da ser- zon tantos ni talas ovmo se han presentado ; porque la 

vidumbre han de perder, y sin que recíprocamente se .lea riqueza de los pueblos en particular es tambien proporcioeompensv 

el perjuicio? Babia .este eapítulo ooop demasiadz aadr á la que tengan sus individuos ; y si ah terreno lee 

generalidad, hiriendo al mizmo derecho de propiedad4 que proporciona muy pocee; atilidadez pvr no òorresponder & 

que ea al &&o fundamento en que él ee apoya: iv misma la.prvpiedad de auerpo ni de psrsvna alguna, y las ha de 

Be advertido pveo hi au cuante .al tanteo: sea azf, quena dar reales y ~efeotivaa si. se reduce al dominio particalar, 

evnvengn !&guno de los que aevstumbraba oonueder la 

ley; pero si el ciudadano particular que poede enagenu 

d pueblo mismo es interesado en que 88 haga ests ma-atbm8 

par Iss ventajas que progresivamente le resultala 

5uca se obliga 6 alguno 6. que en caso de venderes serd da, .Así será efectivamente ; porque si en .el dia una deél 

atendido por el tanto, 4por qué no ha de tener fuerza terminada cantidad de molo, reducido á pasto comun,, 

el pacto 6 el tanteo? El impedir esto seria menoscabar 6 mantiene 2.000 cabezas de ganado, siendo propio entedestruir 

el derecho de propiedad : así es que en otro y en ramente de un particular, mantenti 10 6 12.000, que 

otros wphlos. debe sin duda ponerse vsin perjnicio del comprbrá si tiene ospitsles p8ra ello, y si no, procurari 

derecho que se tenga en fuerza de contrato 6 costumbre arrendar .los pastos á los vecinos en determinadaa porinmem4xial.z 

Gvnes: sucederá lo mismo con el aprovechamiento de la 

El Sr. MORAQKIES: El artf~nlo en cuestion no pue- leña y carboneo, para lo ouJ, 6 tomar& jornaleros &nde 

perjudicar en manera alguna 15 las condiciones de loe loles un salario proporcionado, 6 les aederá el derecho de 

contratos, pues nada dispone que favorezar su violedon. cortar leña y haaer carbvn en determinsdaa cantidades y 

Por oonaiguieate, no hay motivo plus detenerse en aprobarle, 

ezpeeialmeute aoando todos los perjniaios que se 

dice que aufririsa los pueblos, pueden inferirse tambien 

por el .dscretv que ha cit8do el Sr. Calatravs. &dem&s, ls 

ovmision ha tenido .preaente la pugna que pudiera haber 

entre el dueño psrtieular del terreno y el de arbolado, 

spveas, J todos encontrar& una fuente de riqueza en que 

xuplear útilmente su trabao é industria sin destruir su. 

printsipio . 

Si adelantsmoe mb estas ideas, llegaremos d res& 

hdoa #@vía más lp.Sreerrrtw á lea puticuhues y CS la 

wiedad. Despues de hacer laboriosos á los primeros, de 

puyas coatiendas siempre resultarian en daño del Estado. .os czak, muchos ezt&n bien hallados cron la holgazanería, 

El Sr. POLO : Se ha citado en apoyo del .articulo que wnflados en el poeo producto que les ds el aprovecha-. 

se.disvate el decreto de 1793, inzertv en la Novísima Ba- niento evmun de un terreno .que no ea deprvpiedad , se 

cvpilwion; pero aun .cuando no fueze tan evncreta eak :r>asegui+ que venga uu dia en que repartidos estoa bialey, 

.Lveo que la razon y la conveniencia públioa exigen tes, bien por ventas hechas por los dueíios, bien Por las 

que se apruebe en loa mismos términos que lo propone 18 (ivisionea y aubdivisionea de las herenoiae, puedan todos,, 

wmision. La riqueza -de una naeion está en razon direob 5 los uuís,. llegar B ser Propietarios,~ que oomo tsles, aprode 

los prodo&os que proporciona el trabajo de sus habi- reoha& y dedica& sus tierras 4 lo .que les produzcs 

tantes ; y .ezte trabajo es tanta mayor y tanto mk .productivo, 

cuanto los particulares están m8s seguros de qpe 

nayeree ventaj8s. 

El artíeulo, además, ee& se propone, ofrea; otra 

ser4n suyos loo rendimientos, y que podrdn disponer de !ompensacion i los pueblos que en virtud de ir facultad 

ellos evn libertad. En estos principios elementales ze fundan 

los p-des benefloios del derecho de prvpiedad, y 

los males 6 deswntajas de la cqmunion de bienes; y estos 

le1 aprovechamiento. comun de terrenoa saesll: abanas 

:antidaderr para psgq~ lae cargra oomuueta. IWa eoxuptmacion 

es el aapital que debe purgar el dueño del suelo , 6, 

males son aun 195s notables euando los bienes ni son vo- P r6dito anusl que ha de satisfacer en,tirtad del m&amnnes 

ni de propiedad partioular, eomo sucede en el punto. 

en cueation; pues se trata de terrenos ouyo suelo caro 

enflttíutieo que se celebre. Estos réditos, 6 el capital, 

uplilbn el produoto anual que meaban pua Ire cargw , 

respoade B u8 indirfduo partioular , y los Moles, pactos omunes; y los mayo- produetorr qae deneetos ferrenor 

ednaidoo 6 propisdsd putiealnr en todas ep1 pu$aa, 

6 todo otro aproveohamiento al oomun 6 á todos loe habWW.W- 

poqbba. 0s 6ermo as oah aatwalma ao p~q

En 5n, siempre que ae deatine terreno montuoso para loe 

vecinos, estoy conforme con el articulo. 

- El Sr. VILLAGOYEZ: Tratbndose de este capitulo, 

se hace valer lo resuelto en la Bes1 cédula de 1793 aoer- 

ca del aprovechamiento de los montes de Extremadura, 

en los que correeponda 6 pertenezca el suelo B particula - 

rea, y el arbolado y su fruto 6 los propios de los respec- 

tivos pueblos; resolvitSndoae allí que se venda por’ justa 

tasacion el nsufruto y propiedad de los arbolados al due- 

ño 15 dueños del suelo; infiriéndose de aquf al querer es- 

tablecerse este capítulo en dictámen de la comision sin 

otrss restricciones, sino libremente, para hacer el uso que 

convenga al comprador del terreno, sin sujetarse 6 dejar 

ni en todo ni en parte terreno alguno para ganados, con 

lo que se va B variar en perjuicio notsble de este rsmo J 

del vecindario; pues si no se ha de separar y reservar un 

monte de buena calidad, como previene esta ley, si le hu- 

biese, y sino, una parte del que hayay se estime compe- 

tente para aquellos vecinos de cierto número corto de ca- 

bezos, nombrando ellos mismos el guarda que haya de 

custodiar el referido monte 6 parte que se destinase, es 

de mucha consideracion el perjuicio que se ocasionaria ez 

estos contratos sin estas obligaciones, y B no observarse 

lo demáe que prescribe la referida Beal cédula de 93. Y 

si conviene cuando en los montes pertenezca el suelo á 

particulares, y el arbolado y su fruto 6 los propios de los 

respectivos pueblos, se venda por su justa tssaoion el 

usufruto y propiedad de los arbolados al dueño d dueños 

del suelo, imponiéndose á favor de los propios en otras 

fincas las cantidades que resultasen de las ventas, este 

debe veri5carse para ganados propios, prefiriéndose el 

vecino en otro caso; de suerte que aun en la provincia do 

Extremadura, donde son muchos loa montes de todas ca- 

lidades, y los hay que convendria descuajar, se procura 

fomentarlos, y esto es medio de poner en precieion 6 los 

dueños de los arbolados de hacer esta enagenacion, y por 

lo mismo se opone 6 la felicidad de estos pueblos el que 

se establezca este capitulo, no llenándose este objeto. 

Ahora, en los demiEs paises, como en los montes de Tole- 

do, en Pusa, Castañar, y otros que podrá haber de la 

aplicaeion de esta regla, será mucho mayor el motivo de 

aprovecharse el comun de los montee, y cualquiera de es- 

tas eausas que no se han tomado en eonsideracion, podr$ 

ocasionar daños 6 la agricultura en lugar de promoverse 

por el medio de este articulo; razones Por las que en es- 

tos términos no puedo aprobarle por mi parte. 

El Sr. MORAGUES: Bs una equivocacion decir que 

la comieion se funda en la ley que ze ha citado. I3n el 

curso de la discusion solo se ha hecho mencion de ella; 

porque extrañando algunos Sres. Diputados estas medi- 

das, se ha tratado de hacerles ver que estaban tomadae 

con anterioridad, y que en ella nada habia nuevo, Lo que 

lmmzR0 445. 2463 

es aomun no es de nadie, y por consiguiente, el bien y ri- 

queza del Estado estriba en el bien y riqueza de los parti- 

culares. En casi todos los ramos, especialmente en lasgri- 

cultura, para que el Estado consiga los mayores beneff - 

cias, es menester que se faciliten S los particularea que 

componen la sociedad. Bajo estos principios, la comision 

propone el artículo sin necesidad de recurrir 4 dicha ley. 

Impúgnese si por ellos no merece adoptarse; pero no se 

crea que le ha propuesto en virtud de la ley de que se ha 

hablado. Adembs, suplico al%ongreso que tenga en consi- 

deracion que es muy diticultoso que en terrenos baldíos per- 

tenezca el suelo á un particular, y el arbolado á algun 

pueblo, porque los baldíos por lo eomun no pertenecen B 

nadie, á no ser por algun privilegio d cosa semejante, y 

esta circunstancia es digna de consideracion. 

El Sr. MORE&: En eeta cuestion creo que deberia 

atenderse cuál era el interés mayor. Desde luego los pre- 

opinantes convienen en que los pueblos que hasta ahora 

han tenido el derecho de sacar la leña, hacer aarbon, y 

mantener sus rebafios en los bosques comunes, si se les 

priva de esto, se les sigue algun perjuicio: y así, dicen que 

para recompenssrlo se les asignará alguna parte de mon- 

tes que haya de sobra. Pero esto será donde los haya; 

mas no suceder6 así en Cataluña, donde no se encuen- 

tran dos pueblos que los tenga .para repartirlos 6 los po- 

bres, y en Extremadura podrá veri5carae por la abundan- 

cia que hay de montes. Tiempo hace que se está: discu- 

tiendo si se venderán los baldfos, si se repartirán á los 

militares beneméritos, 6 quedarán 6 bene5cio del Estado. Lo 

que suceder4 si se lleva efecto esba medida seri enriquecer 

B cuatro, quitando al infeliz el recurso de dar pan á sus 

pobres hijos. Se dice que se procura el fomento; pero éste 

ser6 particular y no general, p el infeliz ser& más infeliz, 

y no le quedar6 otro recurso que sufrir el jornal que quer - 

r& darle el rico. Yo creo que es mb fácil que los pueblos 

tengan una cbngrua, aunque sea corta, que no que se re- 

duzca 6 pocos la riqueza. Yo he visto que en Cataluña 

reunen las bestias para trabajar de mancomun, y repar- 

ten los productos para pagos de contribuciones, y hay 

otros pueblos en que los bosques una semana eran de 

uno, y otra de otro, y las mismas justicias cuidsn que 

aquellos montes no sean estropeados. Es cierto que no 

suelen estar bien cuidados, JT que en manos de particula- 

res lo estarian mejor. Así, viendo, 6. mi psrecer, que el 

articulo presenta un perjuido al pobre, y que se va á 

fomentar al rieo, digo que no se debe aprobar en lo ge- 

neral. Si en Extremadurs conviniera, enhorabuena que 

se haga., 

La diseusion quedd pendiente. 

sa levantó la sesion.

IulwERO 446. 2466 

I)-MUO.DE SESIONES 

DE LAS 

SESION DEL DIA 22 DE DICIEiMBRE DE 1811. 

Se leyó un oficio diI Sr. Diputado CBrdenas, con el 

cual acompañaba 160 ejemplares de la Memoria que prasentó 

el Congreso en 24 de Julio último, relativa al estado 

actual de la provincia de Tabasco, y 6 las mejoras 

que en ella pueden hacerse. 

Se di6 cuenta de un oficio del encargado del Miniate.- 

rio de Hacienda de España, en el cual pkiia 6 S.. 26. BB 

sirviese señalarle hora para pasar á leer en la sesion pú- 

Olica del 24 de este mes el informe que las Cdrtes habian 

pedid6 al Consejo de Regencia sobre las causas que han 

motivado la visita girada 8 la &ec&on general de provisiones. 

Quedó señalada la hará de ¡as doce de la mañana 

de dicho dia. 

Se mandb pasar 6 las comisiones de Marina y Comercio, 

donde se hallm,los antecedentes, un oficio del Ministro 

interino de Marina, en el cual avisa la determinacion 

tomada por el Oonaejo de Regencia, autorizado por las’ 

Córtee, con respecto á la solicitud de D. Fernando Busti- 

Iloe, comandante del navío &zn P&o de Alcdrtwa, relativa 

6 que se le concediese la maestría de los caudales 

que debia conducir desde-?er+ruz. 

Pasó á la comision de EAmen de expedientes de empleados 

fugados un oficio de! encargado del Ministerio de 

Hacienda de España, al cual acompañaba una consulta 

relativa á que debe ser repuesto en su clase y honores Don 

Francisco Cfonzalez Estéfini, director general de la lotcria: 

‘y al mismo tiempo se mandb recordar el pronto despacho 

$e!-,paan propuesto por la Sala de gobierno del 

Consejo de &eiendr 6 la comiaion que entiende BO este 

asunto, por ser muy urgente su resolucion, segnn mani- 

festaba el rgferido encargado. 

Se ley6 un oficio del jefe del estado mayor general, 

en el cual incluia varioa partes del general Ballesteros, 

que tambien se leyeron, acerca de san titimas operacio- 

nes en la serranía de Ronda y eampo de San Roque. 

Se mandó pasar tS la comision Especial de Ha&nda 

otr& oficio ael Ministro interino de este ramo en la Petiaula, 

con la represeutacion que le acompaña de la Junta 

superior de esta ciudad, relhiva 6 los Perjuicioa que 

resultan al Estado del secreto de las U&tee de 10 de Octubre 

último acerca de la ampliacion de libertad de derechos 

de los géneros colonialea. que se extrajesen para 

puertos extranjeros 6n oambio de trigos y harinas. 

Continab la discusion que habia quedado pendiente, 

en la sesion del dia anterior sobre el art. 4.’ del dlotámen 

de la uomision de Agricultura acerca de los montes 

y plantíos. (VGUN Za r@ioñ dd 1’7 ti Srta mu.) Leido otra 

vez dicho articulo; dijo 

. . El tJt. ZORRAQUIR : Este articulo es una consecaencip 

de los anteriores aprobados por V, M. en conformidad 

S la idea general que sirve de nortg en este asunto.. 

Es cierto, y conocido por todos, el principio de que 

no solo los montes, sino toda propiedad productiva, están 

mejor en manos -de un partioslar que los ouide, eukive 

y trate como cosa propia, que no en las de todo un pue - 

blo, 6 en las de muchos, porque generalmente se suelen 

descuidar. Con arreglo 6 esta idea no habria tampoco diflcaltad 

en convenir en eI artfeulo que se disoute, red@- 

617 

c 

I 

/

.2m _ 89 DE DICIBMBRE DE 1811. 

do d promover la reunion de la propiedad del arbolado 

con 1s del suslo, qae por corresponder 8 personas dife- 

rentes ae cree que no pueden sacarse todas las utilidades 

que eran de esperar; m8s se ha objet8do por algunos se- 

ñores Diputados que 1s expresada reunion seria perjudi- 

cial á aquellos pueblos que son dueños de 16s arbolados 

de alguuos montes, de que se aprovechan loe pobres sa- 

cando leñ8 para su consumo, y aun para vender; y se 

han ponderado los daños qae en su concepto se causarisn 

á infinitas personas, que no teniendo en los pueblos todo 

lo necesario para su manutencion, se alivian con este arbi- 

trio de conducir 6 su casa la leña que sacan de los montes 

comunes sin costarles nada. Sin embargo, bien meditado 

el asunto, me parece que todavía se puede asegurar ser 

conveniente 18 reunion en mbpos de pa#CulareS de 18 

propiedad del ‘suelo y del arbolado. Si á primera vista es 

prFSent8 18 Vent8j8 de que con 18 medid8 propne&a por 

1. eomiaion se ha de defnrudsr & los pobres, en crambio se 

presentan otras muchas que son de mayor coneideracion 

y que compensarbn en gran manera cuslqniera menosca- 

bo que pudiera segufrseles. No me detengo en la general, 

de meyor produceion en los montes, y me eentr8igo bi qae, 

supuesta ests, es indispensable que todos los vecinos dis- 

fruten más abundancia de leñas, de mejor calidad, y aca- 

so 6 menos precio que ai los árboles permaneciesen comn- 

nes, pues que el iutsrée del dueria particular le ha de obh- 

gsr 6 vender cuantae produzcan los de EU propiedad; y 

adem6s de que el precio ha de ser en proporcion de la 

abundancis, la mejor calidad disminuirá, en mucho ese 

precio que tanto nos aterra ahura. El dueño ha de em- 

plesr los brazos de muchos trabajadom en el cultivo del 

monte, y por este medio se resarcirbn tambien con utili- 

dad del Estado, que debe procurar por todos arbitrios 

desterrar la holgazanería. En eomprobaoion de esto, me 

puew que ae puede’ tener por indudable que si se diesen 

dos jpaebloa; on’ uno de loa &~aIes todos lou monkwde stia 

alrededores fuesen de particular; y ninguno eomun, y otro 

en que todoe los montes fu-n comunes, y ninguno de 

particulares, disfrutsrian de mbs abundanoia y comodi- 

dad en 18s leñas los vecinos del pueblo B quien rodeasen 

montes de partierulares solamente. 

8e hir’ diehv que para adquirik 18 propiedad de los ár- 

boIea 80 ha de entregar el preciõ de ellos, bien realizando 

ventai 6 bien d censo, fique de un modo 6 de otro todo 

ha de convertirse en beneflaio de los pueblos, y por &te 

drden ee les procura la verdadera felicidad, pUeeto que 

cuantoS mbs 8eihn lou fondos par8 atender á las Im8eBidda- 

des públíe88, menos da&embolaee 6 iiupoaiaionea hab& de’ 

sufrir todos los vecinos. 

Por filtimo, Señor, no nos equivoquemos ponderando 

las ventajas de loa pobres en poder sacar de locl montes 

uomunas 18s cargas de leña que neeasiten par8 su comm- 

mo. AknqUe por mi mismo &o puedo hablar de este asun- 

El Sr. Conde de TOREBO: Admitido el principio de 

la propiedad, y el respeto que 6 eU8 se le debe, no pensaba 

yo que ocurriese dificultad alguna en la aprobacion de 

este artículo del inkme de 1s oomieioa de Agricultura, 

eh el que conaigns mtb y ~16s esta doctrina, como una 

consecuencia neceaaria de lo que ha manifestado en 108 

anteriores. Una piedad mal entendida ha suecit8do ain 

dada esta discusion. Hbse dicho por algunos señores que 

ei se aprobase el artículo, se verian reducidos 6 un estado 

al más lastimoso aquellos pueblos, en donde no habieudo 

más que un solo monte, caso que fuese el terreno de dominio 

particular, y el arbolado comunal 6 de baldio, 88 

dejase á arbitrio de su dueño el disponer de 61 como quisier8, 

y que se abandonari 6 18 desespe,racion d 18 gente 

pobre y deavahdr, privbndola dela leña que neeekita p& 

ca BU uso, 6 arrancándole de este modo el producto que 

de ell sacaba p8rS Bu sustento. Pero estos seíí0388, p8r8 

ser consiguientes, ei llevan el objeto de no quitar este w- 

curso á estos infelices, no deberán limitsrae precisamente 

á loa pueblos en que solo haya un monte de esta clase, 

vino tumbien B aquellos en que, auuque haya muchos, 

tiendo de partieUMes, no puedan loa vecinos acudir 6 

~110s para BU socorro. Si su fin ea el de atender 4 la proviaioa 

de leña, ser6 meternos 6 proveedores, deteniéndo- 

JOB B tratar de esto, y e,n tal caso, no alcanzo por qué nos 

hemos de ceñir d este ramo, y no extendemos 8 todos los 

de primera necesidad. Ya se deja ver qué absurdo seria, 

y todo no8 manifiesta que aquella opinion todavía as un8 

consecuencia de la preoeupacion general que habia sobre 

Los montes y las tierras comunale8. Una experiencia conatanta, 

ya que no la razon, deberia .habernoa mostrado lo 

perjudicial de este sistema, y esa muchedumbre de campos 

y tierras yern+as en las provincian en que’m6s ha @recalecido, 

nos deberis haber confhmado que en los- @sen 

en donde se adopta y respeta el principio de la propiedad, 

lo que 6 todos pertenece no ea’de nadie, que á todos aproreeha 

sacar 1s msyor ventaja de un terreno semejante, y 

5 nadie interesa el conservarlo, convirtiéndose con este 

m&odo en esttkil y Brida lo que antes era fecundo y prorluetiro. 

En puestrae pro+ineiae llanaa abtmdaban antiguamente 

loa montes y arbOl8dOB, y 8hOr8 sepen rasa8 j desnudo, 

y sus habitantes obligsdoa á alumbrarse y Bsar de 

paja en vez de leña, como frecuentemente he vierto eti tierra 

de Campos; y ihan venido B sate punto per f8lts de 

reglamentos, de ordenanzae y de tierrae zomunales d de 

bSk$O? NO. h8S si 18 prbctica, ya que no fuer8 el racio- 

Wo, nos lo haoe Ve? , &cómo podremos ni un momento 

detenernos en conssgrar en toda BU eX&maion 61 principio 

ie la propiedad, y sustituir este agente, que da vida y 

to, por no Ohaber vivido nunca en ptieblo pequeño, sin ammovimiento, 

en lugar de aquel que llew trss sí muerte y 

ruina inevitable? &No BH claro que procediendo de esta 

atanera evitaremos el tota1 c$scnaje de loe montes y su 

mbBohIt8 destruodon’,. que seria el iinico resUlt8do que 

conseguíriamos si quis%semos euidadosoe atender 6 1s prob8rgo, 

me eanata qUe fon aontfnuaa 18ns veja$onee y desavenenaia8 

que oaddonan 8emejatitas pertenencias, y que 

no es liaito d los vecinoa aprovechar toda alano de leñas, 

vision’ de loe pueblos? La verdadera piedad de un legislador 

consiste en dejar al hombre con las xnenoa tka%as posibles, 

y su interés y el desao de su feücidad individual, 

sino taha y taley, que genemhnente no son 18s de mejo] 

crlid8d, y que par8 ello es nee~wria 18 mterveneion de la 

B que es impelido por BU propia uatmleza, le determinará 

y enseñará á ddnde ha de dirigir sus miras, .y en qué 

juatiéia, y 88 ocasionan 6 veces gaatoe, que no podriaú ha de. emplear mejer su industria para emsegnir abnnser 

neeas8rioB 8i hubieeen de Qomprarhw 6 dUeños partiaaIam8. 

EBks 60ntideraeionea, qae han de inft& direatam&. 

dancia y riqueza. Pero si alguno me repusiese que aunque 

estoa principioa son ciertos, no por eso dejarian de producir 

un mal efecto en el dia en aquellos pueblos en que 

te en la vsrdadsrs Mdad de IoB’pueblolr, me hacen cree] 

seri muy pILLt8JoBe reunir las riquew que produce el BUetantos 

infelices libran su subsistencia en este recurso, les 

probaré lo contrario, y lea ha& ver que en vez de merae- 

10 aa% b que proporcione 01 wwJo ; y asf i e~y de &cthn 

de que ie apruebe el artfuulo que propone Ia aoos(ion. 

. 

aarios, Be les podr4 traeformar en propietarios útiles. ‘Pare 

esto,harb la debida distiocion de aquellos mont&, que

INtnbmRO 446. 2467 

siendo el terreno de dominio particular (que ea la cnestion el P~C:&W interrumpió al orador advirtiéndole que 

de ahorá), el arbolado sea de propios 6 de baldíos, He vie- no era esta la cueation del dia, J que se ciñera al artkulo, 

to eu la diecuaion confundir eatas dos cosas, y quiero no- en disoueion. 

tar su diferencia. Los propioa no pertenecen á los indivi- El Sr. GARCIA HERREROS: Ya lo sé que no es 

duos, eino 6 la camunidad del pueblo, y consiguienteman- esta la cueation principal. No ee trata de si se han de, 

te solo loa que estdn encargados de entender en sus fon- vender loa montes y baldíos y los propios, en los cuales 

dos son los que se hallan con facaltades para disponer de tienen unos el dominio del terreno y otroe el del arbolaellos 

segun convenga. 

do; pero es preciso subir al orfgen que he indicado, por- 

Los baldíos, eiendo de todos, es libre su tuo 6 ca- que todas las razones que se han opuesto contra el arda 

particular. Conforme á esto, ai el arbolado fuese de ticulo que se discute, son las mismas con que 8e quiso 

propios, el tanto que por él pagase el dueño del terreno Impugnar la abolicion en general de los reglamentos de 

ser6 para aumento de sus fondos: si fuese de baldíos, el montes, y todas eItas se apoyan en que eI pobre saca de 

capital podria repartirse en suertes pequeñas entre loe ellos su carguita de leña, introduce en ellos su piarita de 

vecinos, y conseguiríamos el doble objeto de convertir en ganado y otras cositas que solo puede presentar como 

propietarios aquelloa que antes no lo eran, y tenian un buenas y útiles una piedad mal entendida, una compasion 

trato propio solo para fomentar su abandono J su pereza, particular y aislada, que yo PO puedo menos de llamar 

y de dejar el.libre uso de la tierra al dueño que no la dis- una crueldad general. Eato era lo que Iba á impugnar, J 

frutaba sino en el nombre. De este modo se proteger6 la no creo que me hubiese separado de esta idea cuando se 

propiedad individual, que ea la que forma la prosperi- me interrumpid. Veré si puedo tomar el hilo. Iba.dicíent 

dad en aquelloe paises en que se ha respetado, y contri- do que los reglamentos son los que han destruído.l& 

buiremos B desterrar la holgazanerfa y la desidia, enfer- montes. El artículo trata de aquellos cuyo arbolado permedad 

easi endémica en España, debida en gran parte S tenece á propios y baldíos y el suelo d parhalares. 

una piedad, repito, mal entendida, difícil de desarraigar, Acerca de estos montea, dice la comision que ya sea por 

y que poCo menos que en un desierto ha trasformado este venta, ya por cenao en enfitéusie, se reuna el dominio del 

hermoso país. Por tanto, si queremos ir consiguiente á 10 arbolado con el del suelo. Se impugna esto con las rau)aprobado 

hasta aquí, igualmente debemos aprobar e&e nes que he indicado, que bien analizadae no vienen á ser. 

articulo como una consecuencia necesaria, en espacial si otra cosa que aquello de (moro mí padre murió; moro 

reflexionamos que no se perjudica por él, como he mani- be de morir yo., Mi padre iba al monte por una oarfestado, 

ni á los pueblos, ni á sus vecinos. 

guita de leña; pues yo iré tambien por mi cargnita. Pe- 

El Sr. GARcfa HERREROS: No haycosaque m6s ro, Señor, iqué se dirá cuando ee vea que por estos’ 

se oponga B, la felicidad de una Nacion aue el tenaz em- reglamentos ninguno puede tomar esa cargaita de leña; 

peño en que se perpetúen los errores antiguos, y las ru- ni siquiera cortar una rama sin obtener licencia del ali 

tinas y preocupaciones envejeoidas, que solo se aoetienen calde y del subdelegado de montes, que ciertamente no Ia 

por capricho. Este empeño, no menos ridículo que funes: dan de balde, 4 bien pagando su dinero á los guardas y , 

to, consiste en que no ae miran las cosas sino por lo que otras manos que intervienen? Y costando todos estos pa- 

6 primera vista presentan, y en el miedo pueril que se eos y aun dinero, ise dir6 que van los pobrecitos á tomar 

apodera de muchos siempre que se trata de procurar la libremente su carguíta de leña? Van 4 robar. Seijor, porfelicidad 

de los pueblos por otros caminos que los que si- que no hay otro medio: 6 comprarla 4 robarla. Siendo esta 

guieron nuestros mayores. Basta la discusion prezente leña de propios y baldíos, 6 del oomun, el pueblo saca de 

cuando no hubiera otras pruebas para convencernos de ella toda la utilidad posible: 6 la reparte 6 la vende para 

esta verdad. La fatal experiencia de muchos siglos está pagar las cargas concegiles, como el maestro de escuela, 

demostrando los grandes perjuicios que acarrean 6 la in- al cirujano, el boticario, etc., eta. Cuando no hay que 

dustria los reglamentos, 4 los cuales se la ha querido su- pagar estas cargas, se destina Bu producto 6 otros objejetar. 

A estos, y no 4 otra causa, debe atribuirse el detos, oomo recomposicion de caminoe, condaccíon de 

plorable estado, mejor diré, la total mina de nuestros aguae, etc., eta. No sedeja, pues, al pobre el ir al monmóntes. 

Es bien sabido que la prosperidad nacional resulta 

de que el interés del Retado esté en perfecta armonía 

con el interés individual: más claro: el interés indite 

por .su carguita. La roba, ya 10 he dioho, porque no 

le queda otro medio &Y querrá V. M. autorizar este robo, 

esta infraccíon de la ley? Dígase claramente, y. envidual 

bien fomentado es el verdadero interés del Eetsdo. tonces veremos si eeta eompasion en favor del pobreci-’ 

Pregunto ahora: los reglamentes de montes itienen por to es conforme á los principios de la sana mord. Me 

base este dogma económico-político? Dícese que estos se acuerdo ahora que el famoso Séneca decia á su he-dirigen 

al fomento de la propiedad; pero la mano 5scal no, hablando de la vida feliz, que nada había m&s exha 

separado hasta aquí estos dos intereses, haciendo que 

se aumentara eI del Retado B costa del particular. Esta 

separacion fatal es el único fundamento de todos los repuesto 

que el eamino sin guie, siguiendo una preocuprcion. 

tLos hombres, dice, no han de saber por donde 

hau caminado los demáe, eino por donde deben caminar; 

glamentoe, y de ahí ae han originado todos loa perjuicios 

que estamos palpando y que tratamos de evitar. &Y cdma 

lo conseguiremos? El medio es bien sencillo. Ocúpese la 

mano del Gobierno en romover todos -10s obstdculoa que 

lo primero es propio de los relMos, lo segundo de los 

seres dotados de racionalldad.~ 

Volvamos ahora la vista 6 la aqtigua Bsp& aqui 

hubo un monte, oimos decir, allí otro; uno acá, 0-b al& 

ae opongan al órden de la naturaleza; no Ie altere; siga iQué es 10 que vemos ahora? Ni rastro siquiera de tales 

su curso dejando obrar libremente, y aun fomentando el montes. Bien celebradas fueron las leñas de la tierra de 

interés individual. Por desgraaia, hemos visto que los re- Campos, reducida en el dia 4 los solos cardos que alti Be 

glamentos de montes, lejos de darle esta libertad y fo- eojen. @SIU% pues, 88 haa acabado-qodlq monten?. NOmento, 

han arruinado las propiedades, reduciendo 6 aquea eran de dominio particular, porque 6 haberlo sido, buen 

lloa al infeliz estado en que se hallan en el dia. Las mie- cuidado hubieran tenido sus dneiíor en conservarlos y fo- 

IolU Fauonw que se han alegado por alg\mOs EegOrea 811 mentartoa. &Por qui 88 oonaar~an Ias huertae? ppr$ao PO 

Wor 4e zOo> rclglanwntorr pruobm Ir neWW d* 8~ Roa oomaqw~ d wtkl uqem d ?aglaPrentau ae(lasr,o;;# * 

~bouti~B,,~?

2468 88 DE DICIEIKBRIBI DE 18 ll. 

81 Gobierno. Todas las cosas humanas hubieran ya pere- 

cido si se les hubiese sujekado 6 reglamentos. iQué suc8- 

di6 con la cris de caballos? Que estuvo á pique de aca- 

barse la raza, porque la ordenanza quiso prescribir hasta 

el dia y la hora para la monta, cuando se habia de des- 

tetar el potro, y arreglar hasta las menores operaciones. 

La misma especie humana hubiera acabado ya si ae la hu- 

biese sujetado á reglamentos. ~37 hay valor todavía para 

pedir que continúen? V. Bã. debe considerar ahora las re- 

glas que se les deben sustituir. La comision, como he di- 

cho, propone que 88 reuna en una sola mano el dominio 

del terreno y del arbolado, único medio de fomentar los 

montes y de terminar las contiendas que continuamente 

88 snscitan sobre los pastos. Pero no Podrá el vecino 

llevhr al monte 6 pastar su piarita; no podrá el ganado 

entrar B comer la bellota. Si no hiciera más que comer 

la bellota, enhorabuena; pero la desgracia es que echa 8 

Perder el terreno (ya se sabe de qué ganado estoy hablan- 

do). Y de aquí iqué riñas, qué discordias, qué muertes! 

Si uno entra á recoger Ia bellota, queja del dueño del ar- 

bolado: si entra el ganado, queja del dueño del terreno, 

porque le destruye sus labores. iD6nde estbn, pues, e8as 

ventajas qne tauto 88 decantan? Háganse ver; téngase 

Pr838nt6 l0 qU8 disPoRen lOS reghLm8ntO8, y V&W3 10 qU8 

por ellos se pueda hacer, y si permiten esas ventajas; 

Porque ante V. M. PO 88 puede sino lo que lícitamente se 

puede. &A qué, pues, iant empeño en sostener esos re- 

glamentos? S8 dice que esta providencia que la comision 

propone redundar8 8010 en beneficio del particular cou 

perjuicio de todos. iQué perjuicio es este? Por lo miamo 

que es de todos no es de nadie. Esta riqueza que se llama 

comun, no lo ee; lo es solo de algunos. iQué sucede en 

el dia con los aprovechamientos generales? Que se enri- 

quece la justicia, el alcalde y el escribano, como con los 

propios J pósitos, que son estsbfecimientos comunes. El 

objeto de V. M. debe 6er dar una regla general para que 

se conserve el arbolado, no 38 cause perjuicio 6 la mari- 

na, ni haya falta de maderas. No he vuelto á, leer la lKe- 

morir del Ministro; pero si no me engaño, propone en ella 

que se conceda 81 uso libre de los montes con la condi- 

cion de que se conserven los arbolados... (O@&olcle algu- 

ws Sres. Dipotador qne no cont&a ,ssto la itíemoria.) Pu813 

si no lo contiene (prosignib) yo lo propongo: que se obli - 

gue á los dueños d mantener cierto número de drboles, d 

Mmese otra medida equivalente (que esto necesita ex&- 

men): lo he dicho únicamente para contestar al reparo 

que han pa8sto algunos señores preopfnantea de que filte 

el arbolado. 

aoncluir6 con referir d V. M. un cago contenido en 

tm expediente que ha pasado por mis manos. Se trataba 

de haberse cortado una rama para una orejera de un yu- 

go (ya se sabe lo que es una orejera): quiso ver el sugeto 

qu8 la corM por cuánto le salia aque:la orejera; paes, Se- 

sor, hall6 que le costaba 100 rs. ICien reales! Cuando si 

hubiese acudido 6 un carpintero, con 2 rs. lo hubiera vis- 

to puesto en el yugo. Estas son las ventajas que saca el 

pobreoito de los reglamento@ de montes. Hasta ahora, Se - 

Sor, nadie ha dejado db comer verduras y fruta8 por no 

tener huertas ni frutalea ; nadie tampoco dejar6 de tener 

leña por no poder ir libremente al monte. Así que, omi- 

tfendo otras reflexiones, apruebo el artículo conforme 

8Stá. 

RI Sr;, riQRAL= QALLRQO: Quisiera que se le- 

* lo aprobado. (LCYd¿O 81 Sr. ssC+Vtado.) Necesitaba de 

ate recuerdo para i9jar mi idea, porque entiendo que Ia 

4uestion seTha mirado por ,divsrso aspecto que el que le 

minio particular en terreno y arbolado, y en este se divide, 

atribuyendo el último á los propios, baldíos 6 realengos 

que 108 pueblos tienen en sus respectivos territorios. 

Además de esta distincion, he oido otrau de que no 

tenia noticia; pero, sin embargo, no dudaré de tal clase 

de propiedad, puesto que la advierto referida en la 

Real órden que 813 ley6 para la provincia de Extremadura. 

Sea, pues, como 88 quiera, mi intencion no es entrar en 

el pormenor de la discudon que he viato empeñada más 

allá de lo que debiera. Todos deseamos una misma cosa, 

y tenemos un mismo buen objeto. La diferencia est6 solo 

en el modo de ver y de explicarse. Yo creo que este ar- 

tículo no estQ en su verdadero lugar, y que debe reser- 

varse para cuando la comision trate del reglamento en 

general de agricultura, consultando entonces la utilidad 

de todo8 en el repartimiento de tierras, montes y baldíos, 

y allí recaerá con oportunidad y sin confusion la reunioa 

d incoporacion del dominio del arbolado al del terreno. 

Asf se consultará el bien en su raiz por medio de una ley 

general que evite los perjuicio8 que son consiguientes á 

disposiciones aisladas, y sobre coaas particulares. Mucho 

8s de desear la consolidacion de la propiedad; pero no es 

menos de precaver que los terrenos se reunan en una 

sola mano para que el resultado sea una multitud de gran- 

des propietarios que impidan 81 fomento y progreso de la 

agricultura. Evitemos este gran mal, ya que RO BB pue- 

dan remediar los causados hasta el preaente. 

Por lo demás, los pueblos tienen sin duda un derecho 

conocido por todos para aprovechar los montes de su res- 

pectivo territorio, sin otra limitacion que la de no des- 

truirlos; y es muy justo canflrmarloe en la conservacion 

de este derecho, que no 88 menos interesante y privíle- 

giado que el de la propiedad del terreno. Tenga, pues, 

cada cual su opinion particular; pero no nos empeñemos 

en comparaciones OdiosaB, que disgustan, Siu aclarar la 

cuestion. Prosperan las huertas sin reglamentos; pero 

iquién no ver& la distincion que hay entre é&s y los 

montes? Además, los pobres pueden pasar sin verdura y 

sin comer lechugas; pero no sin la leña que necesitan pa- 

ra diversas co8as. Es un renglon casi de Primera necesi- 

dad, y por Io tanto debe conservárseles. No hablemos mia 

de esto. Concluyo con decir que sin aprobar ni reprobar 

este artículo, vuelva Q la comision para que lo tenga pre- 

3ent8 en 8f lugar que corresponda. 

El Sr. ~UORAGUES : Como indívíduo de la comision , 

ìrplicaré la idea 6 espíritu del artículo. Este dice que en 

los montes cuyo suelo sea de dominio particular, y el ar- 

Solado corresponda á propios 6 6 baldíos, los dueños del 

suelo puedan exigir que 88 18s venda por BU justa tasacíon 

31 arbolado, d que se le les dé 6 cenao redimible. ]A&gase la 

debida dietincion de propios y baldfos, y 88 vw& que nin- 

guno de los argumentos que hasta aquí so han hecho 

puede tener lugar en cuanto á los arbolados de propios, 

pues que no perteneciendo estos 6 los particulares de los 

pueblos sino á la universídad para ciertos y determinados 

gastos, ningun agravio se hace B aquellos concediendo á 

los dueÍios del suelo la facultad expresada: la universi- 

dad queda reintegrada con el censo 6 capital que podrzS 

[nvertir en censo, y el Estado repOrbWá la V8ntttja cono- 

cida de todos, que indnd?blemenbe ha de resultar de po- 

ner en una misma mano el suelo y 81 arbolado. Por lo 

lue toca á los arbolados de baldfos, aunque la comíeion 

re hizo cargo de los inconvenientes que so han puesto 

por algunos seiíores al artículo, tuvo tambien 8n consi- 

leracion que serán en corto número los montes baldíos, 

vnyo suelo sea de dominio particular, pues desde luego 

~onds, Eo el artloalo anterior se hs habíado del do- . I 

3uena repqnar lo uno con lo otro; pero no obetmkta, ao-

mo se suponga haberlos, y como la comision pienas prc )- I de 10s frutos y del monte para surtir su casa y aumentar.. 

poner á V. M. el repartimiento de los terrenos baldios e ,n su ganado. No son suficientes los intereses que se intenta 

pequeñas propiedades, quedando una parte comua á b 38 repartir entre ellos si no se les proporciona, como al covecinos 

de cada pueblo, proporcionada 6 su poblacior merciante, emplearlos en los objetos de su oficio. Se ha 

por esto dice en el articulo que al dueño del suelo se 1 ti dicho cen razoa que 30 6 100 rs. darán á lo m& un dia 

venda el arbolado aun siendo de baldío, puee que en este 18 de hartura 4 una familia pobre; pero 88 mantiene la cano 

podrá tener efecto el repartimiento, no adjudicándor 38 sa, y se mantienen y educan cuatro 6 seis hijo8 con criar 

al mismo dueño del suelo; y ‘la comision opina que de1 18 algunas cabezas de ganado en el monte, y cortar diariahacerse 

solamente en los que no tengan propiedad ningo L- mente una carga de leña para el uso da la casa, y darres 

na territorial. Esta ea la idea de la comision, y este es I Bl pan cori el precio de otra. Por estas causas aun ea la 6respíritu 

del,artícnlo. Si aun así se maaifestwen mayon 18 den citada, y que tiene por objeto la Extremadura, ea la 

los inconvenientes que el bien que ha de resultar al Es l- que son inmensos los montes, se toman las precauciones 

tado de consolidar ea una mano IA propiedad y el usu convenientes para que no 80 perjudique 6 los vecinos pofructo, 

la comision ser4 la primera en rectificar el ar bres. Pasetios 8 108 propios, en los que por satisfacersè 

tícu10. 

el justo precio del usufructo parece que milita otra ra- 

&I Sr. OLIVEROS: Se trata de conceder d 18s due - ! zon; pero lo que prüeba únicamente es que no logran 108. 

ños de un terreno que no lo sean del arbolado el derech .o vecinos tantas ventajas; pero siempre 86 verifica la misde 

comprarlo por su justo precio, 6 de tomarlo 6 cens 10 : ma proporcion para mantener y aumentar el ganado; 

redimible. Los prticipios que se han alegado en apoyo;d .e I sprovechar8e del fruto dei arbolado, de sus despojos y 

esta disposicion, son reconocidos por todos 108 que tiene n ( del monte bajo, 6 lo que no puede equivaler el miserable 

algunas nociones de la economía polftica; mas es necesa L- 1 interés que pagw los vecfaos pobres á los propios. Aderio 

para decidir, no olvidar otros principios no meaos In L- 1 tiSs, Señor, no puedo atribuir estas diversas modiflcaciollliUO808 

de esta ciencia, y aplicarlos despnes al estad 0 1 tres de la propiedad en los baldíos y propiós, sino IK que 

que tienen en la Nacion estas diferentes clases de bie - 1 los pueblos vendieron el terreno para satiefaaer contribunes. 

A dos pueden reducirse los bienes que gozan lo 1s ( oiones extraordidarias, 6 redimir singulares necesidadse, 

pueblos en comun, 6 saber, baldfos y propios, aunqu 0 1 reservándose los pastos, frutos y demás aprovechamfen- 

~8 le den otros nombres. Consiste la diferencia en que to - 1 Los; y seria muy doloroso aiiadirles la obligacion de vendos 

los vecinos de uno 6 m8s pueblos disfrutan de lo 1s ( ier lo que retuvieron, B la necesidad de‘haberee despojabaldios 

sin que paguen precio alguno por el uso; quien n ( io de los que les hacian y hacen falta: ipor qué no se 

más, quien menos, goza de los pastos y frutos de los mon propone la alternativa? ANO parece más justo que los puetea 

baldíos en razoa de su industria, aplicacion y capita : ; )loe vuelvan B comprar lo que fu6 suyo, que no obligarles, 

observándose d veces que se ponen límites al usu - 1 .os B que vendan lo que jamás fué de ningun otro? 0 

fructo para que sea igual, en cuanto sea posible, 6 todo, por qué no eeperar á la ocasion Oportuna de repartir los 

los comuneros. Los propios han sido dados en dotacfon I )aldios para que entonces 86 hagan las compensaciones 

los pueblos para cubrir los gastos comunes del vecindario le lo que 6 unos sobra con lo que 6 otros falta, y dejar B 

ae sacan B pública subasta los pastos y demhb aprovecha. ‘odos con lo que ie basta para mantener su familia y dar 

mientos, y si los quieren los vecinos del pueblo, deben 8a. omento B la agricultura é industria? En esta clase de letis&cer 

el precio, pero con la ventaja de ser preferidoc ‘BB debemos ser muy circanspectos; no se trata de la8 

por el tanto 6 los forasteros. 

deae grandes del derecho público, que son comunes á to- 

Veamos ahora si la disposicion propuesta produciri los los pueblos; se toca al por menor de cada uno, d sus 

mayores utilidades que la contraria ea eataa dos especiec ~ircunetancias, 5 los modos de eubsistir; y para esto se 

de bienes comunes. No hay duda que reuniendo en una tecesita má;s calma, mayores conocimientos estadísticos, 

sola mano la propiedad del terreno, pastos y arbolado, et !ue ahora ni se tienen ni pueden adquirirse. Por tanto, 

cultivará mejor la tierra, la sementera se harb más á 10 puedo aprobar la proposicioa, y me adhiero al dictStiempo, 

el fruto se dejará sazonar, y los ganados extra- aen de aquellos señores, que otGnan de que vuelva d 

Iios no impedir&r lo uno ni lo otro, Por estas razones se L comiafoa de Agricultura pam los tlnes que han exdeben 

tomar las medidas convenientes para llegar á este uesto. 

fln saludable; pero debe hacerse coa circunspeccion, y El Sr. ILWXIA~ZO: Daa mkima tengo coatianaprecaviendo 

que una providencia intempestiva no arruine 1 x rente presente, que yo quisiera ver muy generalizaba y 

los pueblos. ,Es muy cierto que Ias riquezas divididas au- 81 mita en està sala coa letras muy grazides. Esta mdErlmentan 

la ‘poblacioa: estas serha mayores cuanto mB8 I n Ia es: que el bien 6 mejora que hoy no hagamoe, 6 dejen 

grande sea la proporcioa que tengan los vecinos de acre- d e hacer estas Cbrtes, lo podrbn hacer las siguientes, sin 

centarlas; y quedando d los labradores y ganaderos tier- Q ae entre tanto se resienta el Estado; pero que un daño 

ras, pastos y montes correspondientes, la industria cre- P nede ser irreparable, y un Estado perderse por una ley 

cerá, y los productos será;n más considerables, pues es 6 una providencia ermda. Un error en materia de comerincalculable 

el perjaicio que se causaria 6 lá de loa pue- Ci io puede destruir todo el comercio de un reino: un yerblos 

si 88 lee privase de 108 pastos comunes, del fruto del r( ) acerca de las artes pueda ani@Iar toda h induetria: 

arbolado y ,del uso del monte bajo, sin proporcionarles aa- Ol ko en la agricnltnm puede destr&la. Quiero decir con 

tea los medios de resarcirlos y compensarlos. A esto se et ho la gran circnnspeceion y aohriedad que debemos usar 

responde que ae evitan los menoscabos referidos repar- 01 3 +ctar leyes generales hacia tantos. ramos y Objetos 

tiendo entre los vecinos el precio de los montes, 6 el ia- C( ,mo aquf se presentan 6 cada paso; hallándotios en cirte& 

del capital si se toman d censo redimibIe. LA expo- Cl xustanciae en que ea tan diffcil conocer y combinar los 

riencia y los axiomas de la econgmía politica, nacidos de in Itereaes pr$cticoa de los puebloa con los principios tebella, 

demuestran todq lo oontmrio. iQuién i@Om que un ri COB. He sitqe de ejemplo 1s ley que al presente se vencomerciante 

necesita, ademSs de capitales, giro y merca- ti la sobre los montes. Bey ea esta materia una idea gedo 

pan lograr los prodnatos que espera? Pum por la mh- ~mhnente recibida, qae es la libertad que cada áneZ!o 

)p, mwn d miuo d, un pueblo aeawiba dr hr ~erhse, 

. 

) un mi@ 6 de un Brbol debo fsaer pS?a disponer do 

$14 

2469

2470 88 DE DICIElLáBRE DE 1811. 

él como Is convenga, cortando, talando, vendiendo 6 

quién y cómo le parezca sin que nadie, ni el Qobierno, 

pueda mezclarse en ello, ponerle trabas, reglamentos ni 

leyes que le impidan el uso libre de su propiedad. Esto 

lo tiene ya sancionado V. M., y hasta este punto estamos 

todos conformes, como punto que puede contar B su fa- 

vor con +la opinion y deseo general de la Nacion. Mas que- 

rer 8 vuelta de esto extender la ley á otros casos que 

tropiezan con el estado de poseer y gozar que tienen los 

puebloe, y con los pactos, usos y servidumbres que los 

amparan en el goce y aprovechamiento de pastos y mon- 

tazgos, me parece, Señor, muy arriesgado ahora de pron- 

to, no teniendo los datos é instrucciones que reqniere el 

asunto, y que tal vez seria bastante para causar la des- 

poblacion 6 ruina de muchos pueblos. Enhorabuena que 

en alguna provincia pueda convenir la providenaia en 

caestion, segun oigo decir á los Sres. Diputados de ella. 

Pero esto no impide que para otrss sea. 6 pueda ser un 

motivo de destruaaion d decadencia. En Extremadura, 

Andalucía y otras provincias meridionales la poblacion 

se halle reunida en ciudades, villas y lugares grandes, ha- 

bitados por gentes de comercio, artes y oficios, que COM- 

pran con lo que ganan todo lo necesario 6 su sustente y 

meneeteres, y en donde la labranza y ganadería enele es- 

tar en pows manos ricas p acomodadas. No sucede así en 

otras como en las del Norte, que son verdaderamente 

agrícolas, en las euales la poblacion está diseminada por 

aldeas y caseríos cortos, dedicados B laborea del campo y 

ir la mia de ganados en pequeño. Allí necesitan contar 

con les frutos naturales, particularmente en los ramos de 

pastoe para el ganado, y montes para leña, de que suelen 

aprovecharse comunalmente segun los derechos adquiri- 

dos de propiedad 6 posesion, y no alcanzan á comprarlos, 

con dinero qneno pueden tener para ello. Tanto menos 

cuanto es muy crecido el gasto de leña que nEcesitan, ya 

por 10 largo de los inviernos, frios y-nieves, ya para uten- 

silios y aperos de labranza, ya por las sebes con que cer- 

can y dividen los prados y heredades; de modo que ea in- 

menso el consumo deleña que necesitan, y no podriancom. 

prar dn.un buen caudal de numerarlo. Asi, pues, un pue 

blo 6 parroquia que tenga un monte, cuyo terreno sea dt 

dominio particular, y el arbolado del veaindario, ó en que 

este tenga ,el derecho de roza y leña para su uso, queda- 

ria aniquilado y condenado 6 la despoblaaion si de un 

golpe se viese privado de este auxilio, como sueederia fá, 

cilmente dando al dueño del suelo la facultad de consoli- 

dar el uso de la propiedad por la ley que se propone. 11 

en ests #PO pueden hallarse mnahos que, 6 siendo anti- 

guamente dueños absolutos del monto vendieron el terra 

no para salir de alg& ‘ahogo, pagar una contribncion 

emprender una obra, etc., 6 porque el poderío de un par. 

tiaular con intrusiones y amaños logrd por la suerte 6 

nn pleito aoñ los mismos vecino5 por sentencia favor* 

ble en parte, adjudicando al uno la propiedad del sue, 

lo, J d otros el uso y aproveahamiento en el todo 6 part 

de BUS prodoociones. iPor qué no ha de respetarse e 

usufructo que tiene el uno, tanto como la propiedad de 

otro? i por que no ha de respetarse el derecho mismo d 

la antigua propiedad, en auya virtud el que entonces er 

dueño absoluto del monte dispuso de 61 como le parecid 

vendiendo, paatando y contratando como le convino? Ea 

ta misma division que hoy existe de propiedad y de use 

es un efeato de e-8 mizmos principios sagrados de la pra 

piedad que autorizaron d loa dueños en otro tiempo par 

hawr b que quitieron, as5 aomo l utorizar8n 6 los qìl 

ahora r~slvan 6 .t~lo en pleno dominio, d se les con 

wde, para ool~ord Ir mimaa 

, i 

oeparaoioa 

do wo 

liedad por nuevas convenciones que hagan. NO ese 

iempre las cosas en sazon ;de poder apliaam lou prinipios 

generales por muy buenos que sean en Si ; y 9% 

mando fuese indispensable la consolidacion de dominios 

Iu el caso propuesto, antes propenderia á dar la accion 6 

os pueblos que tienen el uso de un monte para retraer la 

wopiedad, que á loe dneõoe de esta el derecho de redimir 

11 UBO, atendiendo al daño irreparable qne causaria 6 109 

Irimeros la privacion de él. Mas por ahora soy de opiuion 

lue no se conceda á unos ni d otros, ni se haga la menor 

Lovedad, hasta que mejor instruidos da las circunetancias 

,articulares de las provinaias, de los conocimientos locaes 

y datos necesarios que aquí no tenemos, se puedan 

ornar en la materia las providencias oportunas, generaes 

6 ,especiales que se estimen convenientes á la causa 

bública: lo que entiendo podrá dejarse para lasCd&s SU- 

:esivas, en las cualea podrsn hacerse oir las provincias, 

f sus Diputados asistidos de informes é instrucciones punuales 

acordar lo más acertado. Y pues que en el artícuo 

ya aprobado se ha provisto d la idea general de liberad 

absoluta de Grboles y montes de dominio particular, 

lue es lo que se deseaba, soy de parecer, en euaato al de 

[ue ahora se trata, que se suspenda su discnsion, y que 

10 há lugar B deliberar sobre él. 

El Sr. MARTIlVEZ FORTUIP (D. NicolLa): Señor, he 

Gdo babler sobre eate asunto á muchos señores, y veo 

lue hay muchos decididos B favor de él, y otros en conira; 

seguramente hallo, ser una ventaja el poderse decidir, 

pues yo, que por la práctica lo tengo tan experimentado, 

:omo que he cortado leña con mis manos, he labrado en 

%stas tierras, he guardado ganado y he hecho otras faenas, 

no puedo decidirme por una ni otra parte, porque en 

todas veo muchas contraa. 

Se ha dicho que si los montes se venden B’particularea 

se le quita al pobre el auxilio de traer B su casa, una 

carga de leña. El monte, Señor, es un tesoro inagotable 

para el pobre, pues en él halla la leña, el esparto, la 

chaparra, la palma, la gran+ el palmito, etc., hablando 

materialmente, como acostumbro, pues no puedo explicarme 

de ‘otro modo. En las temporadas de invierno, que 

por aguas no puede el pobre trabajar en Is tierra, m retira 

al monte, donde constantemente tiene su, jornal dnplicado, 

porque recoge leña, esparto y demás; y cuando 

el tiempo se lo permite, 1s lleva á los pueblos,. la vende; 

de donde saca la subsistencia de su familia: lo que no 

podr& hacer siendo estos montes de particulares. Ha*dicho 

el Sr. Oliveros que hay muchas propiedades que son de 

les propios, y que es& dadas á particulares, pero que 

los -pastos son comunes. Es un hecho. Pero, ~ el principios 

que da márgen B este acuerdo es el siguiente. Bailándose 

estas tierras sin cultivar, pero por decontado tierras llanas, 

se mancomunaron los manaderos y pidieron 6 la. ciut 

dad se repartiesen dichas tierras 6 loe labradoree, ,funda-, 

dos en que estos cultivarian las tierras, estos tendrian el 

beneficio d?l sementero, y loe ganados tendrian mejores 

yerbas y de mejor medro por rszon del cultivo. En efeato 

accedió la ciudad6 esta psticion, y se repartieron estas 

tierras en suertes de ocho fanegas; péro habiendo tomado 

posesion dichos labradores de ellas, quisieron sin 

duda, olvidados de este beneficio, cercar y guardar dichos 

pastos. En este caso nos opusimos doce labradores, 

sostuvimos un pleito que nos costb muchos miles; pero 

ganamos una ejecutoria, declarando el Gobierno que no se 

podia cercar dichas propiedades, supuesto que habia sido 

á peffcion de los manaderos, y por decontalo era un sngaño 

que ibsn 6 sufrir en la posesion de estos 

. . 

pactos 1

providencias tan premeditadas por el Gobierno? Señor, 

encuentro que el articulo de niugun modo se puede apro- 

brar; y pido 6 V. M. que vuelva 6 la comision, para que 

teniendo presente los discursos de los señores que han 

hablado, lo extienda en otros términos, pues como está 

actualmente traeré. perjuicios incalculables, y estoy crei- 

do que una medida general para todas las provincias ja- 

más puede adaptarse: este es mi dictámen.B 

Siguieron algunas contestaciones sobre si dicho ar- 

tículo debia á no volver á la comision con motivo de laa 

dudas que se habian expuesto: las C6rte.s resolvieron que 

volviese, para que en vista de las observaciooas hechas en 

la discusion, propusiera de nuevo SR dictámen. 

Se ley6 el de 1~ comision especial nombradapara exa - I 

lwtlYER0 446. 2471 

I 

minar el proyecto del Sr. D. Andrés Angel de h Vega 

(Ses/ del dkz 21 de Octubre ó&imo), con el reglamento 

que acompaña para la nueva organizacion de la Begen- 

cia, J las C6rtes acordaron qae así el dictdmen como eI 

reglamento se imprimiesen y repartiesen B los Sres. Dí- 

putados. 

Se anunció que en la seaion del dia siguiente, des- 

pues de discutido el dictbmen de la comision de Agricul- 

tura y Montes, etz., se discutiria el de la Ultramarina so- 

bre la Memoria del Ministro interino de Hacienda de In- 

dias, leida en la sesion del 27 de Junio ÚItimo. 

Se levantó la seeion.


DE LAS 

CflRTES GENERALESPEXTRAORDINA 

SESION DEL BL& $3 DE DICIEMBRaE DE 1811. 

Se mandd pasar d la camieion Ultmmarina un oficio 

del. encargado del Ministerio de Hacienda de Indias, en 

que evacuaba el infwme pedido por las Cdrtes al Consejo 

de Regencia sobre las once proposiciones, hechas por el, 

Sr. Morejcn en la sesion de’ 22 de Noviembre, y que en 

la del 5 de Diciembre se 4 dirigiecop .8 instancia de la 

misma corPision~Wltramarina. .’ . 

cion de justicia en los térmiaoa que previenen d preven- 

gan las leyes., _ 

Leyérouse 4 eontinuacioa tres copias da partes del 

general D. Francisco Copons, relativos’al estado de, 1s 

plsza de Tarifa, que remitió con oficio del jefe del estado’ 

mayor general. 

Se remitieron B la de Conatitucion las dos propoaiciones 

que contiene el siguiente papel que presentó el señor Se di6 auenta de an oficio del ewargado del Miniate- 

Zumalacárregai: 

rio de Gracia y Justicia, quien inclnia una representacion 

crUna de las principales atenciones de V. Id. en su sb- hecha 6 las Cbrtem por el ex-Regente D. Miguel de Larbia 

Constitucion ha oido simplidcar loa juicios y arreglar dizabal y Uribe, fecha á bordo del bergantin corsario San 

el poder judiciario, en tirminos que no tenga la menor Anlonio á; 6 de Noviembre último. En ella, apoydndose en 

intervencion en los asuntos relativos al ejercicio de las varios principios que extraataba del Diurio dc Cbrtes por 

funciones de loa otros poderes. Este sistema adoptado por haber sido proclamados por algunos Sres. Diputados, ex- 

V. M. carece todavis de la claridad necesaria, mientras ponia que nunca creyó qae su manifiesto, pablicado en 

los militares continúen en el ejercicio de la jurisdiccioa Alicante, pudiese ofender al Congreso; y formando diver- 

Beal ordinaria, que debe ser solo peculiar á los jaeces, 80~ argumentos para probar la rectitud de sus intenciones, 

B quienes por el ark 253 de la Constitucion se les hace concluia, despues de algunas declaraaiones expresivas de 

personalmente responsables por toda falta de observancia la mayor aamieion y reconocimiento d las Cdrtes, pide 

las leyes que arreglan el proceao en lo civil J en lo cri- diendo que éetas, dAndose por satisfechas con lo hecho, le 

minal. Son may óbvias otras razones que se oponen á la restituyesen d su gmcia y lo dejasen ir libre y tranquilo 

continuacion de esta costumbre, y 4 fln de evitarla para B su casa 6 enjugar les Ibrimas de su infeliz y desolada 

lo sucesivo propongo d V. M.: 

familia. 

Primero. Que al tiempo de ponerse en prbctica la El Sr. Pr&dsntr propuso que esta representacion, 

Conetitacion sancionada por el Congreso, cesen los capi- como igualmente el oficio con que la remitia Lardizabal 

tanes generales de las provincias en la presidencia de los al Ministro interino de Gracia y Justicia; otros dos diritribunales 

territoriales, quedando esta al cargo de los res- gidos al mismo Ministro desde la bahía de Gibraltar, con 

pectivos regentes. 

otra repreaentacioa que el referido Lsrdizabal dirigió des- 

Segundo. Que al mismo tiempo cesen, tanto los cade Alicante al Consejo de Regencia en 12 de Octubre 

pitanes generales como los gobernadores militares de las ante-prbximo, solicitando que se le permitiese volver á 

ciadades y partidos, en entender en los negocios civiles Cádiz, documentos todos que remitia el expresado hiinisudiciah, 

qaedando 5 cargo de los jaeces la administra- tro de Gracia y Justicia, pasasen al tribunal especial 

619

creado por las Cbrtes; pero eI Sr. Brp(q4, fnndándose en 

lo8 principios saucionados en la Constitncion, opinó que 

debia accederse d la aohcitnd de D. Miguel de Lardiza- 

bal. Opúsose el Sr. Conde de Twma; y habimdo apoyado 

1s propuesta del Sr. Presidente, fné aprohadr, acerdáu- 

doae que para ello 88 sbcwe copia de los oficios de Lardi- 

zabal al Ministro de Gracia y Justicia y de su rspreeeu- 

tacion 6 la Begoncia. 

Continuó la discneion aobre el dictámen de la comi- 

sion de Agricultura acerea de montes y plantíos; p des- 

pues de haber hecho algunas breves obaervacionea varios 

Sres. Diputados, se aprobó el quinto articulo. (Pdass Z4 

aeaion d6z 17. & cttr w. ) 

Adicionóle el Sr. LujBo de esta manera: aentendién- 

dose tambien suprimida Ia subdelegecion de montes de 

Almaden y aas juzgados puticulares.* 

El Sr. Sacretario Calatrava propaso ignalmeute por 

vía de adicion: cque se extinguiesen tamhien Ios empleos 

de visitadores y teniente8 visitadores de montee que ha- 

biese en las provincia8 de cnalqaiera clase.~ 

Ambas adiaiones fueron admitidas d, diseusioa, y INJ 

mandaron pasar d la misma comision de Agricultura. 

Admitióse B discaaion otra propoeicion del referido 

Sr. Calstmva, reducida tB ‘que por -la general ,ni Iw 

sabdelegados de reatas, ni CUdqKd8I% otrs clase de Jue- 

ces que perciban parte de las penas pecuniarias que im- 

pongan, continúen percibiéndola, sino que se aplique al 

Erario público . D 

Al presentar el Sr. Garcés ana Ildemoria de D. N. N. 

sobre los perjuicios que resnltsn de la ordenanza de ca- 

hallería, hizo la 8ignient.e expoeicion: 

&eñor, V. Bd., íutimemente persuadído de c&n nece- 

sario es procurar por todos los medios 01 fomenta y pros- 

peridad de Ia rgrícnltura española, acaba de sancionar se 

deroguen las leyes y ordensuzas de montes y plantios, 

dejando 6 108 dneiios en la plena y absoluta libertad de 

hacer lo que gusten ea cuanto á lo8 que conciernau 6 su 

dominio particular. 

Pero, Señor, no mereeo menor coneideracion otro ramo 

de la agricultura, aoa8o el mie principal por su importante 

trascendencia, p qae han reducido i la nada, 

respeoto de lo que ha sido, zas leyes y reglamentoe. Tal 

es, Señor, 1s ordenanza de caballería con 8us leyes penales; 

eiatema que ha acreditado una triste y dilatada experiencia 

ha servido únicamente á deatrair el objeto que 

8e proponla fomentar, que 88 el de mayor interés para el 

Eatado, y que ha dado en todoe tiempos mucha gloria á la 

Nacion española. Supérflua es la demoatracion de una 

verdad tan cierta; demasiado notoria e8 la decadencia de 

este importante mmo desde la iustitucion de su ordenanza. 

La demarcaeion de las dehesas en perjuicio de 108 iuterew 

de los pueblos;-el origen de disensiones entre BBtos 

y las juntas de la granjsría; la coartacion de la liher: 

tad que imponian los r@amentos 6 lo8 crfadorez, y el 

svidente testimonio del ningun feliz resaItade, todo ha 

wnspirado 6 la mina de une especie 1s mis neceesrir en 

Ia aituacion aritica eu que hace mQ falta al Estado. 

Por todo lo cual hago d V. Y. la proposicion siguiente: 


DE LAS 


Se mandaron pasar B la comfsioa de Justicia uu oflcic 

del gobernador de Ceuta, con el testimonio que inaluyc 

de no habar causas criminales pendientes en su juzgado 

y otro del director general del cuerpo de artillería, al cua: 

acompaña el documento relativo al estado de una cauac 

criminal de que conoce. 

Se ley6 el dictámen de la comision de Hacienda sobre 

el expediente relativo al libre cultivo, fabricacion y venta 

de tabaco, quedando pendiente para la sesion inmediata 

la lectura de otros documentos á que se Mere. 

hocediéndose d; la eleccion de oficios, quedb elegido 

para Presidente el Sr. D. Manuel Villafa& ; para Vice- 

presidente el Sr. D. Santiago Key, y para Searetario, en 

lugar del Sr. D. Juan del Valle, el Sr. D. Jos Antonio 

Navarrete. 

Al ocupar la silIa, dijo 

El Sr. PRESIDENTE : fhñor, solo la Ciega obedien- 

cia 5 la voluntad de V. M., de que siempre me he pre- 

ciado, ea la que pudiera hacrr que me atrevieae 6 ocupar 

este puesto, IS que no me juzgo acreedor, Sin embargo, 

en medio de tanta confusion como me embarga, procura- 

ré hacer que ae observe el Reglamento, para que reinan- 

do el mejor Mea, ae ocupe el tiempo en la discusion de 

aquellos asuntos que merecen la primera atencion de eate 

sobemno Congreso, por ser los m6a importantes al bien 

de la Nacion española, que tau dignamente represen- 

ta V. M.9 

El Sr. Perez de Castro, recretsrio de la comiaion de 

Conatitucion, anuncid que, ei S. M. lo tenis 6 bien, en la 

sesion del 26 de este mea ue preaentaria y leeria al Con- 

greso la última parte del proyecto de Coustitucion, de lo 

cual quedaron enteradas lae Córtes, y 80 señaló para ello 

la hora de las once de dicho dia. 

En seguida se preaentd el encargado del Ministerio de 

sacienda de Espafía, con arreglo á lo acordado en la sedon 

del 22 de este mes, y obtenido el honor de la tribula, 

ley6 una exposicion evacuando el informe pedido al 

Consejo de Regencia por las Cdrtes eobre las causas que 

rabian motivado la visita girada á la Direccion general 

le provisiones. 

El Sr. PRESIDENTE conteetb que S. 16. tomari en 

:onsideracion lo expuesto ; y habidndoae retirado el Milistro, 

ae acordó por votacion que no hubiese eesion en 

1 dia de mañana en atencion B la solemnidad del dia. 

& levant6 la aeaion.

ñmo 449. 


DE LAS 

Se mandaron pasar aI Consejo de Regencia, conforme Rsta proposieioa que& l cbnitida 6 disansion, y se 

lo pedia el Ministro de Gracia y Jasticia, dos expedientes mandó pasar 6 la comision de Justicia. 

aeñalados con loa números 43 y 44, y rotuladoa Scwciaría 

de Zas Ordeses y GWa&da de Zas mismas, loa cuales 

son parte del expediente general de los Consejos, y conviene 

tener presentes pan instruir otroa qae penden de la Se mandó pasar 4 las comisiones de Guerra y Hacienresolucion 

del Consejo de Regencia. 

da, reunidas, una representaeion de los inspeotorss gew= 

ralee de caballarfa 6 infantería, en la que pedian al Congreso 

se les declarase exentos del decreto en que se manda 

qae el sueldo superior de cualquiera empleado público no 

exceda de 40.000 rs., en cuya regla han sido compren- 

Se ley6 la siguiente expoaicion del Sr. Caneja: didos; y que ya que en todo tiempo, por la calidad de su 

aseñor, nada conseguirla V. Itf. extinguiendo Ia COP- comision, han sido tenidos eomo generales empleados, 

servaduria de montea y todss sus subdelegaciones, y en- continúen en adelante del mismo modo, con goce del suelcargando 

B las justicias ordinarias eI conocimiento de do que les corrwponde. 

caaiquiera denuncia, con la calidad de qae’ aplfquen sl 

500 la parte de multa que antes correspondia 6 Ios jaeees, 

si hubiesen de subsistir todavfa las penas arbitrarias 

y escandalosas que señalaban los reglamentos que se aoa- Se remitid B Ia conGioh de Arreglo de provincias un 

han de derogar en la parte mas esencial. Estas penas, oficio del Ministro interino de Hacienda, aI que acompaaplicadas 

con la mayor severidad por los antiguos con- ñaba una expoaicion del intendente de la provincia de 

servadores, han reducido 6 la deaesperacion d an gran Búrgos, solicitando que B los sngetos que oomponen squenúmero 

de pueblos, que por evitar una lenta y continua lla Junta superior se les señalen unos moderados sueldos 

persecucion, han preferido incendiar p acabar de una vez para atender 6 su snbsistenaia, adem&i de premiarlos con 

con todos sus montes, pritindose para siempre de sus otras gracias y distinciones, 5 lo cual los juzgaba may 

aprovwhamientos, y exponiéndose d aafiir á un tiempo acreedores el Consejo de Regencia, en ateacion á los distodo 

el rigor de los que velaban sobre la observancia de tinguidos servicios de tan leales y celosos patriotas. 

los reglamentos, y vivian sobre la raina de los mismos 

puebloa Si los jueces, puss, 6 quienes ahora se encarga 

. el conocimiento de las denuncias sobre daños en montes 

de propios 6 baldios, se han de dbigir Por 10s antiguos Si leysron das partes de1 general eopons, fgohadossn 

reglamentos, y han de imponer sua penas, los pueblos ge- Tarifa eI 21 y 23 del presente, sobre la fuena, situaeion 

mi& poco menos que hasta aquf, y les ser6 indiferente y movimientos de loa enemigos contra aquella plaza. 

que Ies condene un jues ordinario 6 un antiguo aubdelegado. 

Por tanto, hago la siguiente proposicion: 

@ue los jueces, en el, conocimiento de I~s denuncias 

$9 monbs, procedan con armgb B las leyes comunes, 

queda@ $rogadas Ias penas que señalan los reghunentoaeqQmpartienlaree$R

I 

am3 96 DB DItIIBMBRE DE 1811. 

el Sr. Perez de Oastro el proyecto. Las Córtes acordar01 

que todo se imprimiese con la mayor brevedad, y COI 

preferencia B cualquier otro papel. 

En seguida 88 ley6 uu voto particular de 10~ señore; 

Morales Duarez, JBuregui, Leiva y Bfendiola, individuoc 

de la comision de Constitacion, que discordaron de 11 

pluralidad de ella en cuanto al art. 3’73, opinando que Ir 

Constitncion se planti5que y lleve d efecto desde el dia er 

que las Córtes la sancionen como uno de sus soberanor 

decretos para el buen régimen de la Monarquía, pero que 

no por eso solo ae entienda ya obligar irrevocablemente i 

la Nacion. Concluian EU exposicion con la propoeicion dt 

que despues del art. 373 se ponga este otro: 

tArt. 3’74. Estos ocho años comenzarti & contarse 

despues que la Constitucion sea libremente aceptada y ra. 

tiflcada por la Nacion española, representada por sus Diputados 

en las primeras Córtea, autorizados expresamente 

al efecto. B 

Y en consecuencia (aiiadian) de este artículo deberla 

Las Cbrtes resolvieron que no se hiciese adicion al- 

guna ni m& explicacion en el citado artículo. 

aTercera. El Sr. Argüelles tenis ~propueatc cque se 

presente un artfculo pera hacer efectiva la responsabilil 

lidad del TribunalSupremo de Justicia en el easo de que, 

como cuerpo, falte B las obligaciones de su institut 0.~ 

Con motivo de esta proposicion, se habia euspendido en 

las Cdrtes el decidir sobre el párrafo quinto del ut. 260, 

donde, hablindose de las facultades del Supremo Tribu- 

nal de Justicia, se dice: Gonocer de todas las causas 

criminaIes que se promovieren contra los indivíduos de 

este Supremo Tribunal., La comieion informb que en 

cuanto á este párrafo, no variaba su opinion, y que con - 

venia se aprobase como es44 extendido. 

Conforme á este clictámen, quedb aprobad0 dicho Psc - 

rafo. 

tEn cuanto á la proposicion del Sr. Argüelles, opinó 

la comision que, sin embargo de que el caso que en ella 

.ndica debe ser sumamente raro, como no est6 fuera de 

,a esfera de 10 posible, podria añadirse al citado ptirafo 

lpinto lo siguiente: eSi llegare el caso en que 881) nece- 

Bario hacer efectiva la responsabilidad-de este Supremo 

Tribunal, las Córtes, prévia la responsabilidad establecida 

expresarse en el decreto por el cual V. M. convoque lae 

m el art. 22’7, procederin 2% nombrar para este fin un 

CMrtes futuras, que para este solo caso se añada en loe 

ribunal compuesto de nueve jefes, que serán elegidos por 

poder@ de los Diputados d ccntinuacicn de la chSueula 

fuerte de un número doble. B 

usin poder derogar, alterar 6 variar en manera alguna 

El Sr. ANÉìR: Po quisiera que en este artículo desninguno 

de sus artículos, bajo ningun pretesto,, la si- ?ues de la palabra Zar C&W, ae añadiese: ey no hallánguiente: 

tdespues que hrya-,sido aceptada y rati5cada en 

lose Mas reunidas, el Rey, prévia la formalidad, etcénuestro 

nombre en virtud del poder especial y de las inaara,% 

porque podris suceder que el tribunal de justicia 

trucciones que para ello le conferimos. * 

ielinquiese en el intermedio de Córtes 8 Cbrtes; y si hu - 

Se determinb que este papel quedase en la Secretaría liera de esperarse hasta que se congregasen, seria mepara 

ilustracion de los señores que quisiesen verlo, y que 

iester dilatar el castigo, y la administracion de justilas 

proposiciones se tuviesen presentes cuando se verifl- 

:is no admite dilaciones. No hallándose, pues, reuni- 

08110 la discusion del proyecto. 

las, deberá el Rey tener esta facultad; porque al cabo 

tl Rey, segun la Constitucion, es el jefe supremo de la 

Yacion, es el protector de la Constitncion y es el que debe 

velar sobre la administracion de justicia. En este su- 

La comision de Conatitacion presentó su dicthm so- westo, izi quién debe corresponder mejor que al jefe subre 

las proposiciones siguientes de algunos Sres. Diputa- )remo el nombrar este nuevo tribunal cuando el otro 

dos acerca de algunos artículos de su proyecto ya discu- Slte? De no hacerlo así, nos exponemos 6 que padezca 

tido: 

grandes perjuicios la administracion de justicia, y se haePrimera. 

El Sr. Alonso y Lopez habiapropuesto sque le una especie de ofensa 4 la autoridad Real. Y si en uno 

los magistrados y jueces presten juramento al tomar po- le estos intermedios formase dicho, tribunal Una conspiseaion 

de sus plazas., La comision informd que habia ‘acion contra el Estado, iS quidn‘ tocar&. juigarle sino al 

pensado establecer al 5n una regla general sobre este pun - Zey, que está puesto para cuidar de su tranquilidad? Deto;,pero 

que no seria fuera de propósito prescribir una prlo & las Cbrtes sucesivas seria una cosa ridícula y, aún 

fórmula de juramento para los magistrados y jueces al 5n ndecotisa S la autoridad Real. Así que, yo quisiera Iladel 

capítulo 1 del título V, formando un artículo que di- nar la atencion de las Cdrtes para que quedase el nomga 

así: 

Iramiento de este tribunal entre las facultades del Rey. 

uArt. 278. Los magistrados y jueces, al tomar pose- El Sr. ARGUELLES: Los principios que han dirigision 

de sus plasas, jurark guardar la Constitucion, ser io ã la comision son enteramente diferentes de. los que 

fieles al Rey, observar las leyes y administrar imparcial- ta explicado el Sr. Anér. La di5cnltàd del Sr. Andr es 

mente la justicia.9 

nuy fácil de soltar, porque esto podia precaveree tenien- 

Quedó aprobado este artículo sin discusion. 10 las Córtes nombrado de antemano el tribunal para 

cSegunda. El Sr. &Sstegui habia propuesto que al ar- uando suce!a este caso. Pero no es eso lo que dice la cotículo 

281 se añadiese lo siguiente : aLae leyes arregla- nision, sino que las Cbrtes, y no el Rey, sea quien haya 

r& el *mino en que el rlcaIde de cada pueblo ha de de- .e residenciar al tribunal. Se ha dicho que en el caso que 

terminar el juicio de la eonciliacion.s La comision fa8 de obrevenga una conspiracion, el Rey tiene facultades 

sentir que la aclaracion que se solicite no corresponde ‘ara residenciar, y que lo mismo debe suceder con rssprecisamente 

á un artículo constitucional, sino 6 las le- lectc á este caso presente si las Cbrtes no se hallasen 

yes que hayan de formarse sobre este asunto, y así que eunidas. Pero yo pregunto: la presuncion de la conjuparecia 

redundante la explicacion pedida en este lugar. acion &tS favor de quién estaria? &A favor del Rey 6 de la 

Mac que ti todavía ai quisiere indicar a@ sobre el par- [acion? Claro est& que B favor del Bey; porque la tendenticular, 

podrir a3adirsc al 5n del artScul0 10 siguiente: ia de todos los tribunales estableaidos es siempre h&cia 

aTocando d lre ley@J fijar el tiem~ dentro del que deba L parte de donde dependen, cual ea el Poder ,ejecutivo. 

Dopcluirsg Ir- conoililItion* * 

& comiuion, pum, debib prever errts tenderpala que treag

zdhtfER0 449. 2479 

la potestad judicfal de unirse al Gobierno para aumenta Lr 

su Poder; y revestir al Rey de esta fscultad, era obligar ‘- 

var uno y otro d 8. X8,; 8n la inteligencia a8 que ai no 

remito dos ejemplares para cads señor representante, es 

18 6 C&i$ar 6 8qU81108 miSmOS qU8 procuraban 81 811 por una economía en favor de los ejkftos, 6 onyo promento 

de su poder con la esperanza de las gracias, em vecho se vende este papel. Dios guarde, eta. C&dfz 25 de 

pleoa, etc., que puede dar 6 sus hijos y allegados. Bstan 1- Diciembre de 18 ll. s 

do, pues, la presuncioa 6 favor de que el tribunal procu .- La representaclion de que habla el sobredicho oficio, 

rará fomentar el poderío del Rey y no el de 1a Nacion, de 8s 18 siguiente: 

ben ser las Cbrtes y no el Rey el que lo residencie. Y iqu ; «Señor, del poder de los satelites de Bonaparte, por 

cosa mds conveniente que esto esté 8n las fircuftades d e j Los medios que arrostra el patriotismo, he podido recolas 

Oórt8s? La experiencia ha hecho ver que el numeros 0 ’ brar aquf las instrucciones que aquel perturbador de los 

cuerpo que las representa no 8s B propósito para forma ,r : Estados di6 al director de la república Cisalpina. He creiun 

juicio, y por eso se dice que deleguen sus facultade 1s ( do, Señor, que seria de gran proveaho 6 la PStris el coná 

una comision 6 cuerpo que conozca de esta residencia . 1 vencerse de la impiedad del Emperador de los franceses B 

Esta 98 no 8s una potestad judicial, 8s una reaidedair a 1 la iuz de estas instrucciones: documento irrecusable que 

nacional; la misma que debe tomar á los Secretarios de ll 1 10s mismos enemigos deben respetar. En este se descn- 

Despacho. Por eso se dice en la proposicion que la sl wen los medios adoptados para extinguir la religion aa- 

Cbrtes, prévias las formalidades del art. 22'7, des. -1 kólica. Sobre esta y su objeto me ha parecido conveniente 

pues de certideadas de que el tribunal ha prevarica- - 1 3acer algunas reflexiones análogas 6 la creencia, g6nio y 

do, entonces digan si hi lugar 6 no d formar el proce. - ( wtumbres de los españoles, y eportunas segun las cirso, 

en cuyo caso se proceder6 al nombramiento del tri- - ( :unstancfas4 que nos ha tnido la fatalidad de ser aonbunal 

Por del?gacion. Y esto ya no es una potestad judi. - 

cial ordinaria, sino un ejercicio de la facultad de la Na- s 

t ;empor&neos de Napoleon. 

El desvanecer las artes con que este se propone llecion 

para residenciar. La comision se ha ocupado dos no - 

ches en esto, y por mucho que ha discurrido, no ha ha- - 

E :sr por la seduccion adonde no alcanza con la fuerza, es 

1 ino de los deberee qn8 nos impone la ley de la defensa, y 

llado otro medio que este. El caso puede -ser raro, perc ’ 

8s posible. Por consfguiente, cuando esto suceda, dice h L 

1 ro he debido aumpürle por mi parte. 

Eete es el argumento y el fin del esorito que me atrecomision 

que una Sala puede residenciarlos; pero el nom - 7 ro a presentar á V. M. al abrigo del celo por el bien del 

brar los indivfduos que hayan de componer eeta sala, solc 3 1 Istado. Dfgnese V. hl. admitirle @orno un tributo de la 

pertenece 6 la Nacion; y asf, la Nacion sola es la que lor 3 1 reneracion y del respeto que s8 debe 4 los representantes ) 

residencia. Este es el medio único de que los juec8s, sa. - c le la Nacion más noble y mds heroica que ofrecen los 

biendo que 18 Nacion tiene la faauhad de residenciarlos! 1 8 Urales de Ia historia. Si V. M. destina algun momento á 

se contengan dentro de sua limites. Esto se entiende solc ) 8 !u lectura, hallará que mi pluma s8 ha movido á impuicuando 

el tribunal delinee como cuerpo, porque no hay r s os de1 8spfritU público, y que siguiendo los prinaipios 

otro medio de hacer efectiva la residencia. Estos son 106 1 e Iternos del órden, he dado 6 la8 materias el de su impori 

principios por donde se ha guiado la comision; por con- - t ancia. Era debido 6 la religion el primer lugar; es el prisiguiente, 

las reflexiones del Sr, An& no son aplicables d i Il nero de los bienes, el mss pod8roso resorte de la polftiaa 

este caso. 

P lara gobernar los hombres, la b8rrfUa mas fuerte que se 

El Sr. ZUMALAC~UWXJI: Apoyo los prfncipioa 1 P luede oponer d sus pasiones, y ei aliciente mds activo paque 

.acaba de indicar si Sr. Argüehes; pero creo que na 1 8 estimularlos al cumplimiento de sus deberes. Asf es que 

pueden apficarse aI caso que se presenta. Es muy raro , d .e dichas instrucciones he tomado aquella psrt8 en que 

que suceda que el Poder judiciario en cuerpo llegue d de- i5 lapoleon so presenta en la actitud de p8rs8guir 1a re& 

linquir; es posible, pero tambien lo ser& el que de1inca ion catblica. En este retrato ver& el pueblo eplpsñol la 

ese tribunal prOpU& nuevamente para conocer de estos ~ i3 n@dad del invasor en toda su magnitud; eú valor r8delitos, 

y elegido Por las Cdrtes. Y si ests nuevo tribn- C: ibird un nuevo estimulo; 81 horror á 1a dominacionfrannal 

delinque, &quidn io ha de juzgar? S8rá menester nom- CC osa un nuevo incremento, y el celo del Gobierno por la 

brar otro que juzgue 6 este, y proceder asf hasta el in5nito. 

Y así, me parece que los individuos que le compon- . 

mservacion de &n pleeioso teaoro uua mayor obligacion 

: .e redoblar su vigilancia por no perderlo. 

gan sean nombrados de sngetos del mismo Congreso. IB Las instrucoion8s presentan otro cuadro, 8n qu8 el ge- 

En seguida, aprobando las Córtes el dictimen de la 

comision, acordaron qae se hiciese al eitudo pdriafo quin- t 

.eral~Bonaparte se retrata 6 sí mismo como perturbador 

; e los Betados extranjeros, y Por eafe respeto 8s ‘m6s digto 

la adicion propuesta. 

n ,o de la atencion d8 V . M. 

. 

Napeleon s8 dfsfrhza segun .convfene 6 las ciraonstanc. 

ias. Desde que ha 8mpsWdo el 08k8, las nWioMW son 8n 

Sl u conce& unos meroa ~upflos i la dfspocrieion abeoluta 

88 18yd 01 eigoit?&8 OflUfo de D. Pedro &vsRos á los d e los aobiernos; $ estos, 88mo 6 tUtOWB, OOrr8spOnde ar- 

Searetarios de las Córtes: 

cE eelo por el bien de la España me dictó el adjunto 

papel:

tule de Bey ere detesklo, no habia virtud de que no es- 1li6a franceea &zgará -La repúbliaa Cisalpina 6 su ctotuviese 

&rnade este &sr.uo pueblo: prudente en PUS debierno . 

terminaeioneu, avieado en las combinaciones de su inte- aSi el pueblo adopta ideas contrarias, aerá enemigo de 

rés, s&bio oonooedor del verdadero mérito, justo dispen- a Francia, y las armas le pondrdn en la razon. Si el Goaador 

de las recompensas, y celoso en la elaccion de loe jierno es solo el culpable, la Francia har8 justicia: hé 

magi#rados, que bajo del imperio de la ley hau de ser la rquí su inmutable resolucion. ti 

salvaguardia de los indivíduos y sus propiedades. Así ha- Dice su otra parte: eel reino de la libertad no puede 

blaba de los pueblos el general Bouaparte ouando nece- perecer: la existencia de los Beyes lleg6 á su término; 

sit6 wtentarse d&nsw de loa derechos cle lae naoiones, d100 perecerán; la recompensa de mis trabajos ser6 al 

para dominarlas deapnes de haberlas destrozado en san- rerlo, p ser el instrumento de su extincion., 

grientaa facciones y encarnizados partidos. 

Otros Soberanos, tocados de la brutal manía de las con- 

Le Italia toda, y 8011 particularidad el mino de NB- luistas, se han hecho nn honor de obtenerlas por el vapoles, 

nos ofrece en las citadas instrucciones una prueba .or y por la fuerza. Bonaparte debe las más B la corrupde 

la politiza infernal con que Bonaparte, abrasando loa Iion y 4 les dem6s artes con que ha encendido la discorpueblos 

en diswrdias, lee prepara el reinado de la opre- lia en las naciones. Y ya que las ciencias amigas del homsion, 

eomo si su proyeato fuese mandar sobre regiones 3re no le deben favor alguno, la de afligir loa Estados con 

dasoladas, 6 no quisiese mb que tierra y miserables. wurreccienes ha Isido reducida á principios, tiene su 

aLa Italia (diae 6 Servelloni) debe uer libre; por consi- rprendizaje y BU escala de ascensoa y recompensas. Unos 

guiente, el reino de Ndpoles debe cesar de existir; eote es lescuellan en la habilidad de seducir el slero, otros la 

un axioma polítiao de la última evidencia, y la Fran- nobleza, otros el pueblo, y todos dependen del Ministro de 

cia para llegar d su tln no perder& momento, ni omitir6 .a polioi& 

medio. 

Eete es el cuadro en que el general Bonaparte se 

>La Francia deja 6 le república Cisalpina por prende ofrece á la vista de V. M. como pertnrbador de las nade 

au seguridad y por tirmino de BUO fatigas todo lo siones. Y si tal era su conducta cuando dependia de otra 

que ae ha trabajado durante cuatro años en el reino de autoridad, y el provecho de sus desvelos criminales no 

NBpoles paro preparar la mbe eéris y la mAs severa insur- sra peculiarmenre suyo, es fáail comprender que ahora, 

reuaion. 

cuando el interés personal está asociado con la propension 

>Ls libsrtnd tiene en este pafs partidarios hasta en h de su carácter, los medios de desunir las naeionee para 

córte del Rey entre sus tropas de tierra y de mar. Toda dominarlas serán más esquisitos y eficaces, 

la parte ignorante de la Nacion, que compone el clero y No abusaré por más tiempo de la paciensia de V. M. 

la xwble~, á la rwwa de 10s que sstán eselavizadoa por describiendo los designios que actualmente agitan el coelfbver, 

quiere una revoluoion por instinto animal.. Ls razon de Bonaparte con respecto al legítimo Gobierno de 

parte m& ilustrada de la Naaion, que compone la clase España. Me basta haber descubierto hasta 1~x6 grado lleintermedia 

entra la nobleza y la plsbe, quiere 5 toda aos- ra el desprecio de la moral de las naciones este Soberano, 

ta le nrvolaoion por un sentimiento de venganza contra la asta discípulo el más aprovechado de Maquiavelo, este 

hurUnaio.n qae he sufcido per la dominacion de los no- Maquiavelo pr$ctico, que ha llegado con su conducta á 

bles. Se puade centar con esta parte irrevocablemente. londe aquel no alcanzó con sus lecciones. 

*EI pwblo de*lWópolea no tiene ni sentimiento de sus De la que ha observado en las oapitales de otros EsnWw 

ni dwee tb salir de ellos; para la sola wperanza del tados podrA V. Y. calcular CUIU ser& el manejo sordo é 

p-e:10 hari furioso. El pueblo siempre BU un mal ius- insidioso que Bonaparte habr6 organizado donde V. M. 

trnmento f)ufb empelar la revoluaioa, pero el mk opor- reside, y la deduccion ser4 menos aventurada si se contuno 

pua perfneekarla cuando ha llegado á uu eatsdo tiderr que en otras guerras ã~ ha tanido Napoleon m&i inde 

madurez. En el que ue haya. el reino de Mpoles, Yo he kAi que el cle satisfacer la feroz y eangnitmrh ambicion 

aQ0pmdo la ww~lueion al dlreetwio en el momento que le laa oonquistas; pare en éota la va no m0noa que la 

le rgrade bdm8ria.o 

kan@& poU%iOn ds ev. Tmm, la coaawvacion da los 

EL direstoria pras86 w pen&,re d esta sistema & sab- país usur~adou, y el infame4 reuomhre da cenquigtrdor 

Jugar loa pueblos nwdi&e el rworta de la revorlaaion. irresistible. 

Pem lib~parte, ~QP une alma eaada, $~wmut~b. impe - Concluyo, puas, Señor, reiterando 6 V, hf. las aerioer 

y fbih en expe~dbntau iwidiowe, et8 4 que.wnnw guridades de mi veneraclon J respato, 

via loa pueblon, 6 i&laan& el fuego dela guerra inteati- CBdiv 25 de lXcie~i~~ de 18Il.=4efíor.4?edro 

na en todas las olases. 

Cevallos. * 

Aunque tdo~ eahemo~ que el I&&sato de la lilwtad Concluida la lectura, dijo 

J dR la &d p&bliaa Boa bs vabm~ qw los arpbiaioeaa El Sr. BORRULL: Eata represantacion parece digna 

cdama el. dopnvedo designio detianisar los Estwlon, ta- de la consideracion de V. M., y propia del gran celo son 

davir la pcvauef&tn Qe‘ eoQr verdad @er& más intima cuan- que el autor procunr sostener nuestra jos& CUIB(L Yo no 

do d mema da Bwap@a. m detira por 8111 xaimw lo he tratado, ni aun le conozco de vj&a; peco debo he 

expho%aieaes, 

oer juatila á su diatiuguida mérito. Veo lo mushe qus se 

Dijo eate á&nelb& qw 1~ &CUS del diroetorio ta- desvela en descubrk al vwdadem osrbater dal infrple ?J.+ 

nian PPI tender& dk& h&ie la unidad de la Europa; pleoa, yf que hqorta que lo conozcan perfo~tar~ellte toque 

i l& Franuia ooluespondia qla~ la edsteaaia de 1s dos. loa españoles, 4. iln de aborreaerle xaB;e y más, y re- 

Iklb 6 Ir ps powroe< dar ó la Euwp; qua el plan for- doblas sus esfuerzos para librarse de la dwa wmbra 

mado a6oooa de esto ecu el m8s wb y el ~6s bello qne tí qua quiere reducirle8 . Y poa lo mkxao ceasidero4qne B- 

hbio ~rrortb el e&ritn deb hombre deapuas de la exis- ch V. IU. manifsskr w gratitud d D, Pedro Cevrallo~r, 

teaeia del mundo. 

mandeudo (como lo pido) que se inserbb di&a r+- 

>If@ Qqui micl ideaa, que el directorio 6 quien hoy 1~ cian en el Diario k CMet. % 

remito oonvertir& en decisiones, que sa& la rela in.. As& qllsd~rasuelto POE s. M. 

riabb de ~tm cmdaot@, y uqgtm IW oaaka la retú- Se bv&6 la sesion.

-0 460, ir81 


DE LAS 

LflRTES [;ENERALESY%XTRAORDINA 

SESION DEL DIA 2’7 DE DICIEMBRE DE 1811. 

BI Sr. Presidente nombró para la comision encargada 

de examinar la proposicion del Sr. Powsr, en lugar del 

Sr. Navarrete al Sr. Larrazabal; para la Ultramarina, en 

lugar del mismo Sr. Navarrete, al Sr. Olmedo; y para la 

de Biblioteca de las Córtes, en lugar de los Sres. Garóz J 

Serra, á los Sres, Navarro y Escudero. 

SS maudb pazar 6 la comision de Justicia una csrtifl- 

cacion, remitida por el director general del cuerpo de 

artillsrfa, de una causa pendiente en el juzgado de au 

cargo. 

Por el Ministerio de Hacienda de España SS remitid 

al Congreso una carta del Rdo. Obispo de Cuenca, en 

Am&ica, en la cual instruye B S. M. de las medidas to- 

madas para auxiliar 6 aquella ciudad con 19.365 pesos 

1 */s rz., y de otro s servicios que est6 haciendo en favor 

de la justa causa. Lsida dicha carta, resolvieron las CXr- 

tsa SS contestase B la Rsgsnaia que el Congreso habia oido 

con agrado los esrricios del Obispo de Cuenca. 

Ss ley6 un ofleio del mismo encargado, relativo 6 la 

iuztancia de Vea.-Murgufa y Lizaur, una de laa interszadas 

en el cargamento de la fragata ioglssa AIJrccEo, dirigida 

á que, 6 bien se la declarase la naturaleza de eapañola 

á favor del artículo de su consignacion y remesa, 

consistente en 1.660 suelas, 6 se le concediese la introduccion 

de éstas con el pago de dobles dsrschoz, conforme 

al ejemplar hecho con la fragata Ludy Qsmbisr, de la 

misma nacion; 6 que bsjo el concspta de naturaleza ingleSr 

ze deje extraerlas y trasportarlas 6 Malta, con solo 

el pago ds 2 por 100, que en igua!es casos adeudan loe 

géneroa ingle. Acerca de esta solicitud, era de dicti- 

msn el subdelegado de renta8 de esta plaza, con el cuaI 

SS conformaba la Junta de Hacienda, de que as psrmitie- 

as la introduccion del articulo expresado con solo el pago 

de dobles derechos de esta plaza. El Consejo de Regencia 

no solo hallaba equitativo y conveniente el medio de la 

introduccion con el pago de dob!ss derechos, eí que tam- 

bien la sxportacion de laz suelas aon destino B Malta, si 

acomodase más i la casa de Vea-Murgnfa, con solo el 

pago de 2 por 100. Accedieron las Cbrtse B ezts zolici- 

tud, conformándose con el parecer del Consejo de Re- 

gencia. 

El Sr. Llarena entregó 6 loe SPSS. Secretarios dos representaciones, 

una de D. Juan Bautista de Antequera, 

contador principal de conaolidaoion en la provincia de 

Canariae, y otra de fray Antonio Tsjera, ministro provineial 

de la provinaia de San Diego de Alcali, órdsn de 

San Pmncisoo, en dichae islas, cayas rsprsasntaciones 

pasaron á la Secretaria para que lea diera el mmo corrs8pondisnte. 

El Sr. Caztell6 hizo la proposieion ziguients: 

aSeñor, bajo el sapusato de que el Consejo de Regencia 

haya resuelto que ae visten nuestroe sj8rcitos de paño color 

azul celeste, zuminiatrado por los ingleses, y resultando 

necesariamente de ello á la Nacion el gravfsimo psrjaiaio 

de la dsstruccion de zus ftihisas, y B loe ejsrcitoa el de 

su poca dumcion por carecer los paños de fabrieasion in- 

glesa de la solidez de los de la eepsñola, no tener aque- 

llos el ancho que tienen estos, y ser el dioho solor dema- 

siado delicado, atendida la trabajoes vida de nusatros sol- 

dados, lo que 6 pocos dise les hará andar dealusidos, y 

aun aequerosoz, por todo lo expuseto hago la proposicion 

siguiente: Que el color del paño que viztan nuestroa 

ejércitos sea azul torqui, color de aaataño, pardo naturaI 

621

ú otro consistente, y que sea precisamente de las fábrica1 

de España. B 

No quedó admitida á discnsion. 

á mantener los buques marftimos, como la renta del 

correo. 

Entre los que se ignoran es uno el novísimo del mescal, 

que ha peimítido fabricar V. hl. ay cuyos rendimientos, 

como asiente eI Ministro, RO dejarán de ser 

de considemcion;+ pero aZiads no llenarin el vacío del 

tributo y de la pension de lae pulperías que se han suprimido. 

El importe del primero era un millon ciento y 

tantos mil pesos, y el de la segunda 22.000. La comision 

no tiene otros datos sobre el producto del mescal, sino 

haber oido en el Congreso á uno de los señores cuando se 

discutió el punto del tributo, que esta quedaba reempla - 

zado por aquel, y en la representacion que dirigió el 

Se ley6 el proyecto de decreto presentado por la co, 

mision de Hacienda sobre el ramo de tabacos, juntsmente 

con otros documentos relativos á este expediente, de 

cual comenzó 6 darse cuenta en la sesion del 24 de esti 

mes. Habiendo manifestado algunos Sres. Diputados qua 

era necesario se formase un extracto de todo el expedien. 

te para que pudiese el Congreso enterarse con más facilidad 

de su contenido, otxos que se leyesen todos 103 do- Rdo. Obispn> de Mechoecan de 30 de Mayo de 1810, que 

cumentos del mismo, y otros que este se imprimiera, hilo menos que rendiria de derechos el mescal seria 600.0 0 0 

zo el Sr. Anér la siguiente proposicion: 

pesos. Ateniéndose á esta cantidad, que es la misma, y 

uQue deliberen con antelacion fas Córtes si conviene que con todo monta más de la mitad del tributo y pulpeó 

no tratar ahora de la abolicion del ostraco de tabacos. » rías, y añadiendo los 2 pesas por 100 que por aquel mis- 

Quedó admitida 6 discusion, y señalado para ella el mo tiempo, con corta diferencia aprobó V. M. se sumondia 

29 de este mes. 

tase 6 las alcabalas, y 2 rs. 8 la libra de tabaco, lo que 

Se preguntb despnes si continuaria la lectura de los segun la misma representacion importa como 2 millones 

referidos documentos: sa rssoìoió que se suspendiese , y de peeos, no solo queda reemplazado, sino m&s que duplien 

seguida ae acordó que se imprimieran los informes de cado el importe de los derechos suprimidos. A más de que 

la comision sobre dicho asunto, y el expresado proyecto ya se mandó en 12 de Marzo último que el virey, en una 

de decreto presentado por la misma. 

inu& que ae le previno, arbitrase é informase el reemplazo 

del tributo. 

Se procedib 6 la discnsion del dictámen de la comi- Resulta, pues, que Nueva-España, sin contar con ession 

encargada de examinar la Memoria leida en la sesion te aumento sinr, segun los años anteriores, despues de 

del 27 de Julio por el Ministro interino de Hacienda de Rostener toda8 sus cargas pecu1iares, produce un sobran- 

Indias. @Won del 12 &&e mes ) 

te de 200 millones de reales remisibles á Ia Península. Y 

El dictimen dice así: 

despues de satisfacer los réditos con que se le ha gravado, 

(Señor, la comision encargada de informar á V. M. despues de pagar & los pensionistas que>e están asignados, 

sobre la Memoria presentada en 27 de Julio último por el g despues de sostener & otras provincias de América, y 

Secretario interino del Despacho de Hacienda de Indias, gran parte de la marina, remite aada año 6 la Península, 

ha visto esta materia como de la mayor importancia, 5 puede remitir, no sobresñadiendo las cargas, más de 

pues se dirige B dar idea 6 V. M. y B la Nacion entera de 60 millones de reales. Es muy justo dedique V. M. su 

uno de los mayores ramos del Erario, que 10 es el de1 rtencion S perfeccionar un ramo tan productivo, mayoropulento 

reino de la Nueva-España, 6 igualmente á per- mente en las circunstancias de la Monarquía. La comisioa 

feccionarlo en cuanto sea posible. Poro habihndose leido Q aegairl el mismo brden de las reflexiones del Ministro, 

V. M. dicha Memoria, y mandindose imprimir, no har6 de ieseando, como él, una relauíon específica y circunstanella 

un riguroso extraeto la twmisieu, ooatragéndose á ex- :fada de todos los gastos, la que es de creer habr6 ya peponer 

las reflexiones que le ocurran, relativas Q los dos iido el Tribunal de cuentas de Méjico. 

objetos ya iusinwdos de dar idea J psrfecaionar Ia He- Propone en primer lugar Ia duda de si muchos de los 

cienda pública de aquel reino. 

rdministradores de alcabalas, 8 causa de no abonárseles 

En cuanto al primero, se presenta 6 V. M. un pro - tratiflcacion alguna por la cobranza del producto del chindueto 

total de veinte y cerca de medio millones de pesos :airito, la harán con eficacia. La comision cree que esfuertes, 

procedente de 41 ramos, J algunos otros meno- #ando suficientemente dotados, y siendo muy poco el trares 

que componen el Tesoro público. Deduoidos de esta 

cantidad los gastos y adminietracion, resulta un líquido 

de cerca de 15 millones, y rebajando de este loa gastos 

Bel reino, así de guerra como de sueldos de ella, y de administraeion 

de justicia, viene B quedar en 10 milloues 

el producto líquido, arreglandose al quinquenio que cita 

la Memoria, y ee el último de que se tiene noticia, ignor&ndose 

1~ varíacion que pueda haber habido en Los once 

años corridos despues de él. 

bajo que les añade este encargo, no hay necesidad de aãa- 

[irles gratiffcacion en las urgencias del dia. Ella, 6 había 

le ser una cuota flj8, 6 un tanto por 100. Pi lo primero, 

10 bastaba B estimular al ineficaz, porque siempre habia 

Le percibir aquella cantidad, cobrase poco 6 mucho. Si lo 

legundo, era necesario que la renta por el cobro de alcabalas 

fuese tambien de un tanto por 1 OO para estimular 

su effcacia en drden á ellas, y ningun administrador está 

montado sobre este pi& sinoque todos tienen renta fija: á 

Dichos 10 millones son el sobrante del Erario de aquel mbs de que si en ahorro de gastos est6 mandado se unan 

reino, que se remitiria integro á la Península si no 68 le las administraciones de alcabalas y tabacos, para que un 

hubiese gravado con la carga de varios pensionistas, de solo sugeto con un sueldo sirva Qmbas, jcbmo se ha de 

muchos empréstitos, y delos situados de diferentes pun- tsignar por agregado de la cobranza del chinguirito, que 

tok de AinBrica, que 10 reducen 6 6 ; bien que debe aña- !s mucho menos que una administracion entera? Fuera 

dina, 8 d10~ elproducto de naipes, chinguirito, y otros que 

tin de ouantfa, y no se han incluido, ya porque su importe 

se anticipa en la Península, como el de azogues y 

ìe la urgencia del dia, enhorabuena que se aiíada una 

;ratiflcacion correspondiente al trabajo que se asade. 

En segundo lugar habla el Ministro de lo doloroso que 

naipes, ya porque se ‘ignora su producto, como el del 5s sufra el Erario de Nueva España la exorbitante carga 

chinguirito, que solo se sabe pròdujo el aSo de 1708 le los situados, mayormente cuando ya pueden sostenerdowientos 

y tantos mil pesos, y ya porque se destina se por si algunas de las provincias adonde se remiten. Pe-

o como anuncia que el Consejo de Regencia eati tra- 15 de Enero de 1804, en que se prevko pasasen al Tr1 

bajando para arreglar eets pnnto, nada debe deaidírse 8~ banal de cuentas las de la renta. La comision conviene 

tre tsnto. 

con el Ministro en que nada s8 determine sobre estepun- 

Lo tercero que propone 8s el ahorro de algunas con- to, que es muy grave, sin oir al tribunal, al que puede 

siderables osntidades que se paga5 á loa administradorea prevenirse informe lo que juzgue oportuno. 

y emphdo6 de alcabalas y tabacos, aeabsndose de reunir Lo noveno qw restablezca la lnstraccion de 9 de Maestos 

ramos; per5 estando ya mandado y corriendo por yo de 1784, del método que llaman departida doók. Pe- 

111~50 del Ministro mismo la provision de semejantes pla- ro hab%ndose mandado por dos veces suspender su ejexu, 

61 @nidar& de la reunion en las vacantes en que deb8 cueion, á consecuencia de los expedientes que se formaveriilcar88, 

y ofleid al virey y otros jefes por lo respec- runj sin vista de ellos, 6 caso que se quedasen en Madrid 

tivo B las plazas que ellos prowen, y para qne celen so- sin instrucoion más extensa que la insinuada por el Mibru 

el cumplimiento de drden tan importante, que puede nistro, no se atreve la comision ¿ dar opinion algana. 

renovar* si se estima necesarlo. 

Lo décimo que se arreglen y redazcan á pocas Iasmu- 

Lo cuarto es se suprima la Direccien de pblvora y chas contribuciones pequeñas que embrollan y confunden 

aaipsa, que solo en Nueva Espaiia está eeparada de la de la administracion y cuentas, y dan lugar B la arbitrarietabaces, 

pudiendo Bsta atender á aquella con ahorro de dad de los rentistas; pero asegarando el Ministro que el 

muchos empleados. La comision encuentra muy conve- (lonsejo de Regencia presentar4 los datos indispensables 

niente esta providencia, y se puede dictar de luego & lue- para este objeto tan digno de la atencion de V. M., debe 

go, no para que sa veriflque inmediatamente, si5o cuando pedirse y pasarse B la comision de Haoienda 6 á la que 

vaque la primera Direccion, 6 se pueda coIocar d quien V. IK. destine para esta materia. 

II tiene y 5 los deu& empleados en ella en otros destinoa Lo und&imo que se supriman de luego á luego los 

proporcionados, lo que puede asf prevenirse al Consejo de estsnoos menores de cordobanes, Adumbre, plomo y esta- 

Begen*’ 

ño, que producen muy poco, son grirvosos6 la industria y 

Lo qainto es se eepsre del virehato la superi5km&n- minezfa, y se reemplazarbn sobradatientecon losderechos 

cia de la Bacienda. pública, lo que 8s oonforma 4 fa orãe- esto8 ramos mismJs y otros wtículos por sn mayor fonanza 

de intendentes, y muy conveniente para aumentar mento y consumo. La comision no encuentra en esto reloa&mles, 

easnomizar gastoa 6 impedir dilapidaciones, paro alguno, pues debe promoverse la libertad en lo popuea 

xia jsr-e ‘militar que no ha heeho eetudío de las mnte- sible, mayormente cuando lejos de dañarse elblrario, reciriae 

eeon&?icas, no 8s fhil desempeñe el encargo d8 la be incremento. 

Hacienda publica. La comision encuentra muy sblidas Lo duod&mo que no se haga novedad y continúen 

eetaa razones, y en su concepto pesan m4a que 1s de evi- por ahora 10s demás estancosque son de considerable pro - 

tar la competencia entre el superintendente y el virey % dueto; bien que exige la justicia se den á los mineros á 

que SB atribuye la reunion; pues por este motivo debe- costo y costa los dos artlculos de sal y pólvora que neee - 

rian agregarse al vireinato todos los empleos de gradua- sitan. Conviene en esto último ia comision, y se abstiene 

cion; mas habiendo mandado ya V. M. que por los Con- de dar dictámen en cuanto 6 lo primero, como punto pensejos 

de Guerra é Indias se examine la última ordenanza dfente d solicitudde la diputacionamericana, y que V. M. 

de intendenk del año de 1803, á fin de publicarse, de se ha servido remitir 6 otrã comision. 

este exáman resultar& si la superintendencia ha de ser- Lo décimotercero que aunque los quintos de la plata 

Wse por separado como al11 se previene. Entre tanto, ne pagan los mineros, reducidos hoy al diezmo, convenningnn 

deterioro se seguirá á la Hacienda nacional, su- .ria moderarlos para facilitar el trabajo de muchas mipuesto 

qne el actual virey 8n concepto del Ministro, re- Ias pobres, y estimular másy mgs el de las ricas, son pa- 

088 los conacimiento necesarioa. 

a ello un embarazo. invencible por ahora* las argentes ne- 

LO SSX~O~ BB quedebe haber dos juntas superiores, una 

gubernativa y otra de jastieia, parí& qus los voealea en cada 

ramossan sugetos inteligentes en ellos, lo que nó sucede 

en el dia, en que un Ministro togado vota en materias 

eeonómicae, J un contador en las de justicia. Pero 

habiéndose mandadu 8stableeer dichas dos, juntas superiores 

en la citada ordenanza de intendentes de’,1803, debe 

aguardarse al exámen I que de ella harb el CoRsojo de 

IRdiU0. 

Lo sétimo es que se subordinen al direetor de alcabalas 

los administradores de las adasnas de Méjico y Veracruz, 

y que en la primera haya un contador distinto del 

.de la Direccion general. Dicha sabordinacion es muy con 

forme al buen órden y recta administmcion de aquel raS 

mo, sin que encuentre la comision embarazo alguno pa 

ra que asi lo mande V. M. Lo último, esto es, un conta. 

dor para la aduana distinto del de la Direccion, est4 y 

puesto en planta por la Junta supBrior, y gira el pxpe. 

diente aobre su confirmacion. 

Lo octavo es que se restituya 6 la Contaduría de ta. 

bacos el ejercicio de las funciones que le competen pe 

@tw ordenanzas, sin necesidaddepasar al Tribunaldacuen 

ks laa del remo para Bu @oea, efu0 ánfcamente loa juiq 

@loa de laa wmtas J loe oomprobantea que se pidan, b 

Qwaraod~fubeleepfr(to deleIteal brdead~ 

esidades del Estado. La comision nada’expone en este 

nlito pop pender en la Ultramarina. 

-Lo &cimocuarta que aunque ea un rigor cobrar en 10 

nterior del’ vireinatö el derscbo de aleabala en toda vspa 

y reventa ejecutadaen distinto alcabaratorio, recarhlose 

asf demasiado losefeatos COR pejuicio del comprador, 

le su consumo y del giro del ,comercio, no es fácil apliwr 

8n el- din el competente remedio. La comision resoloce 

la imposibilidad de remediar en las actuales circuns- 

;ancias aquella práctica, ya por las urgencias de la Molarquia, 

que eetrecban & contfnuas exacciones, ya por el 

letenido exámen y trastorno que 08 necesita; pero penetrada 

igualmente del rigor y perjuicics de ella, no puede 

menos que recomendar 4 V. M. que se tenga presente 

cuando se arregle el ramo de Hacienda, mandando entre 

tanto al virey informe lo que jUZgue oportuno, oyendo 

antes á los sugetos que le parezca. 

Lo décimoquinto sobre el pulque no propone reforma 

alguna, y solo aslenta que 8s de consideracion su prodncto 

no obstante s8r lijera la aontribucion. V. 116. ya pr+ 

vino al virey que 811 una janta que le prescribid m.i50mti 

BB los derechos, por haber expuesto el UORU~~O d8 15dtM 

en eu ~ia~~~n de 96 de Enero de este año que &aba 

demraiadameabe =grAo, wbra lo que hab.ia mm 

pendfen)w,

za484 S7 DE DI-m D1ID 1811. 

Lo déaimosexto que no sufrisndo reforma los gastos 

de la casa de Moneda, solo se podrán economizar algunos, 

adopt&rdose las máquinas inventadas últimamente en In - 

glaterra por Wolton y Vas, que facilitan las opera3ione8, 

en lo que no encuentra reparo la comision, siendo como 

íae suponen. 

Lo décimosétimo que siendo las medias anatas secu- 

lares gravosas á los eontribuyentee, pues regularmente 

se hallan atrasados cuando son provistos, seria convenien- 

te rebajar de los sueldos la cantidad que por raxon de 

ellas percibe el Erario, lo que baria insensible la contri- 

bucion, J ahorraria los gastos de oilcinas y la confusion 

de muchas exacciones. La comision reflexiona la diflcul- 

tad de hacer un reparto equitativo por la gran variedad 

que hay, no eolo de un año á otro, sino tambien de un 

quincenio, J aun de un decenio á otro, siendo la materia 

que menos se sujeta 6 c8lculo por depender de la muerte 

y los ascensos, en los que 80x1 muy diferentes loa años. 

Por tanto, conceptúa se reserve este punto para auando 

se arreglen las contribuciones, siguiéndow por ahora la 

práctica observada hasta aquí, que no es pagarse la me- 

dia anata de un golpe, sino Poco B poco en cuatro años, 

con lo que no se hace sensible la exaccion. 

Lo dkimooctavo que pudiendo loa diezmos formar 

uno de loa ramos mas pingües del Erario, no lo es por 

administrarlos los Prelados y cabildos, pues loa defectos 

de la administracion hacen sa da corta entidad la parte 

perteneciente B la Hacienda pública. La comieion advier- 

te que de cuenta de eata solo se cobraron cuando no al- 

canzaban para el sustento del Prelado y clero, y tenis ella 

que llenar el complemento; pero llenándose aquel objeto, 

se mandó administrarse por los cabildos, pagdndose al 

Roy los doe novenos que él se asignó. De manera, que 

antes de la administracion por los cabildos, nada percibió 

el Erario, y come& á percibir despues de ella. 

La razon que hubo para confiar la administracion al 

clero, fué sin duda la ilustracion de la cbrte, creyendo 

muy conveniente girase por manos eclesiástiaae un ramo 

ecleeiáetico, y la prevision de que se administraria mejor 

y con máe eficacia por los miarnos interesados que por los 

dependientes de la Hacienda, como ha sucedido. Se han 

dado ademis excelentes reglas para organizar Ia adminis- 

tmcion, nombrando el Rey para intervenir en ella los 

contadores de diezmos, J erigiéndose las juntas de este 

nombre, lo que está en planta. Y es de desear se definan 

los recursos hechos por loa cabildos sobre algunas dispo- 

siciones de la ordenanza de intendentes, con 10 que sa 

dará d la materia cuanta perfeccion eabe en la prudencia 

humana. 

Lo décimonoveno que los ramos de vacantes, medias 

anatas y mesadas eclesiásticas, espdlios y subsidio, que 

complican demasiado las oflciuae, convendria se subroga- 

sen en otro que produjese la miema cantidad, que es de 

167.961 pesos, lo cual conviene saber para desengañar 

d loe que creen importa mlís que la maca total de diez- 

mos. La comieion no encuentra en cu&l otro ramo pueden 

subrogarse los expresados, por no haber deeignado algu- 

no el Ministro, bien que puede reservarse pan cuando se 

haga la reduccion del número 10. Solo advierte que ha- 

biendo reducido el Ministro su Memoria 6 un quinquenio, 

anterior á la impoeicion del nuevo noveno y de la anna- 

lidad, no debió hacer mencion de ella; pero sí debe ha- 

cerla la comision, para dar idea de eato m6e con que se 

cuenta, y que no es de poca entidad. 

El nuevo noveno, que es la novena parte del todo ó 

gruesa de loa diezmos, importa la misma cantidad que 

los dos novenos antigaos, y así ea de 192.833 peeos. La 

anualidad, esto BB, el producto del primer año, es el du- 

plo de la media anata, y asi importa cosa de 100.0 OO 

pesos. Unidas estas dos cantidades d las que ya percibia 

de antemano el Erario,resulta untokl de mSe de 600.000 

pesos. Yerran, pues, mucho losque han creido la opinion 

que justamente refuta el Ministro; pero el se deduce que 

en el dia percibe el Erario máe de la tercera parte de la 

gruesa de loe diezmos, que calcul&ndola por los dos no- 

venos, es de 1.735.497 peeos. 

Lo vigésimo y último es que en la renta del tabaco, 

la cual describe, no debe hacerse la menor novedad en 

órden d que no se fabriquen de cuenta del ramo los ci- 

garros, como se ha pretendido por algunos; pues loa je- 

fes de la renta han demostrado que la mayor utilidad de 

ella proviene de esta manufactura, la que al mismo tiem- 

po da subsistencia á 12.000 personas que se ocupan en 

ella. Concluye con que no es fácil conocer por los estados 

que se remiten loe desórdenes que haya, y solo advierte 

el de haberse establecido en la villa de Guadalape una 

fábrica, estando tan cercana á Méjico, por lo que pide ae 

enoargue si virey tome conocimiento sobre este punto, y 

dicte la providencia oportuna, todo lo cual le parece muy 

acertado 8 la comisions 

Quedaron aprobados con muy poca discueion los ar- 

tículos d puntos del antecedente diotimen primero, se- 

gundo, terceto, cuarto hasta las palabras eno para que 

se veriflque, etc,, quinto, sexto, sétimo hasta la cláu- 

sula c!o último, etc., B y octavo. Sobre las partes exolui. 

das en los articuloa cuarto y sétimo no recayó resoluaion. 

Quedb Pendiente para el dia inmediato la discusion de los 

articulos restantes de este dictzímen. 9 

Se levan+5 la sesion.

-0 461. 2485 

DIARIO DE Sl?iSIOlYlB 

DE LAS 


Se di6 cuenta del dictdmen de la comision de Guerra 

acerca de la instancia del teniente coronel D. Francisco 

Abascal, en la cual pedia ae mandase llevar B puro y de- 

bido efecto la sentencia del Consejo interino de Guerra y 

Marina de 8 de Junio último, y reclamaba el agravio que 

en su concepto le ha causado el Consejo de Regencia en 

no haber accedido Q su cumplimiento, no obstante haber- 

lo solicitado asf el interesado. La comision, convencida 

de la solidez de la consulta del Consejo de Guerra, no ha- 

llaba mérito alguno capaz de haber impedido los efectos 

del referido auto de 8 de Junio, y por consiguiente, opi- 

naba que debia merecer la absoluta aprobacion del Con- 

greso, y que se devolviera dicha consulta al Consejo de 

Regencia para que disponga su cumplimiento. Leido este 

dictámen, junto con otros antecedentes, manifestaron al-- 

gnnos Sres. Diputados que este asunto no era de la ins- 

peccion de las Córtes; en cuya atencion resolvieron lsa 

mismas que ‘no habia lugar á deliberar sobre él, y que se 

remitiese el expediente al Consejo de Regencia, para que 

en vista de la consults del interino de Guerra y Marina, 

determinase lo que juzgare correspondiente. 

Be ley6 un oficio del Ministro de Estado, al que acom- 

pañaba un informe dado 4 peticion de este, y á conse- 

cuencia de la soberana resolncion del 18 de este mes 

( VcarS 2s rwior, ds e#tc dia), por el subdelegado de la im- 

prenta nacionsl, relativo 6 la reposicion 6 ascenso en el 

expresado establecimientó de D. Manuel Marqués y Don 

Juan Pulido, fugados del psis ocupado Por el enemigo, y 

presentados al Gobierno legítimo despues de cumplidos 

dos meses de la instalacion de las C6rtes. Hacia presente 

el subdelegado en dicho informe no haberse infringido el 

deoreto de 4 de Julio, en cuya atencion, despues de va- 

rha oontastaeion~, re8ol&ron Iaa Córtes que ae coateate- 

tre al Consejo de Regencia que S. M. quedaba ebterado y 

satisfecho. 

Continub la discusion que habia quedado pendiente en 

la sesion del dia anterior acerca del dict6men dado por la 

comision encargada de examinar la Memoria del Ministro 

interino de Hacienda é Indias, leida en lo sesion de 27 de 

Julio último. Acerca de los articulos 9 .’ y 12 en cuanto 

6 su segunda parte, 13, 15, 18 y 19, no recayó reaolu- 

cion; quedando aprobados despues de algunas ligeras re- 

flexiones el 10, y que en su caso se pasasen los expedien- 

tes á la comision de Hacienda, el ll, el 12 en su primera 

parte, y les restantes 14, 16, 17 y 20. 

El Sr. Presidente nombrb para la comision encargada 

de examinar el manXesto de los indivíduos que compu- 

sieron la Junta Central, en lagar del Sr. Lopez de Ia’Plata 

al Sr. Obispo prior de Leon. 

Habiendo heaho presente el Sr. Secretario Calatrava 

que la Seeretarfa creia de su deber manifestar S las C6r- 

tes que ni en eate dia ni en el &ado anterior (BI 21 de 

srls msr) se habia presentado Ministro slgun0 á informar 

al Congreso, ni expuesto los motivos por que habia deja- 

do de veriticarlo, segun debia, con arreglo B lo resuelto en 

h sesion del 27 de Marzo último, resolvieron las Córtes 

ae pidiese informe al Consejo de Regencia acerca de loa 

motivos por los cuales habian dejado los Ministros de 

presentarse al Congreso, segun está mandado. 

se levant Ir aeaion. 

m 

_,

-0 46% 2487 


DE LAS 

SEb? DEL DIA 29 DE DICIEMBRE DE 1811. 

Se mandb pasar á 18 comísíon de Poderea ‘un oftaic 

del Ministro interino de Glracis y Justicia, SI que aeompañaba 

testimonio de Is eleccion de Diputado cn C6rh 

por la ciudad del Bio Hacha, que recay ea D. Antonia 

Torres, janto con una repteerentacion de aquel aynntamiento, 

en que, exponiendo el eetado miserable de sue 

eajss, eolicits se comunique drdeu par8 que 811 lae de Ia 

Habana me abonen á dicho Sr. Dípntado los ktdales INYseaarios 

par8 au trasporte. 

Se remitió % Is comision de Justioìa un ofleio del en- 

catgado del ñtinfstwio, d8 Hacienda de Indias, en que de 

órdtm del Consejo de B8gencia exponia á las C6rtes la du- 

da que se 18 ofrecia sobre’ la speladíon interpu8sta por la 

viuda de D. Ctirlos Tejeiro, que snacitó causa criminal 

contra D. Alejo Alvarez Valcbrcel, seguida por eomision 

del Minkterio en el juzgado del presidente de Alzadas de 

eats ciudad. 

8e ley6 aa -larga exposicíon de D. Fmneíeeo de la 

Iglesia y Darrae, comisionad8 en h Direo8ion y Dep6uito 

general de montams pera los cj&citoe, en que deepues de 

exponer los gand8s eervicfos que Ba heoho i Ir l%efon 

en este ramo sin sneldo, distineion, ni recompensa algune; 

la multitud de sillas, Frenos, etc , que ha entregada 

al ejército, anticipando para elIo muahos candaleu; el establecimbnto 

gratuito de una aoad8mia de .equita&on, y 

otros voluntados sacrificios 8u bien de 1s PdtAs, Base 

presente la escasez S que IB halla redu8ido por tan weeidos, 

desembohwa, y Ik inn%dad de ha diligenoias qae ha 

practicado para eobkr del Gobierno y poder psgar los 

trabajos de muchos artesanos que se han empleado.en los 

objeks á que se 8xtenbia su comisfom. Cmcluye preponiendo 

algunos àrbitrios pam iudemnimrse, 6 ~9a ana 

a@p8íon sobre el teatro, d la aeeioa de uua & dos repre; 

eePM6ti &W&dimri~ k lh tarde en’los dkrs de fieir 

ta, ó un ligero impuesto sobre cada barao que entre, ó 

sobre el vino, 6 una recomendacion al eeñor-gobernudor 

para que le haga partícip8 en las multas; con lo cual pndiera 

percibir 80 6 90.000 rs., cuya mitad se aplicase á 

la extincion de la deuda, y la otra mitad 6 nuevas canstrucaiones 

de rillas. Acompañaba 6 esta representacion un 

plan para la construccion de monturas para los ej&oitoo. 

Despnes de una breve dizcusion sobre el giro que ae debia 

dar B este rewrso, resolvieron Iaa Córtes, d propuesta del 

Sr. Terrero, cque se remfta aI Consejo de Regencia la 

representacion de D. Francisco de la Iglesia, para que 

impuaeto en la justicia de lo qu8 alega, providencie lo 

conveniente, teniendo en aonsideraeion sus grandes méritas 

J servicios contraidos en beneficio de la Patria. s 

La comit3ion eepecial 8nesraada. seRun lo raeuelto en 

la aesion del dfa ll-del corrie&, de reconoaer los expedient8ae 

particulares despachados por varias comisiones, Q 

Bn d8 que 6010 s8 dé cuenta en el Congreso de los que le 

correspondan, di6 su dictdmen sobre los qae habia examinado 

haeta ahora pertenecientee 6 loe ramos de Cluerrs 

y-Hacienda. Laa Cbrtes quedaron enteradas. 

Habiendo hecho presente el Sr, Secretario Elombíela 

qoe estaba concluido el extracto mandado formar en la 

seaion del dia 7 dal actual, del expediente sobre la re - 

union del ramo de repreeabrs y el de condeeoe, señaló el 

Sr. Presidente la sasion del domingo, dia 6 del prbxímo 

~&ero, par8 la diecusion de 8ste negocio, d Ia cual debe 

asidir, segoa 10 resuelte anteriormente, el enoargado del 

tinieterie de Hacienda.

89 DE DI-U D10 1811. 

Cdrtes que siendo de absolots necesidad en las actuales El Sr. de la Vera y Pantoja presentb la expohcion siurgencias 

de aquel psis Is existencia en él del doctor Don guiente: 

José Domingo Buz, electo Diputado de C%rtes por aquella aSeñor, siendo mi representacion en este augusto Conprovincia, 

y careciendo al mismo tiempo la ci$ad de fon- greso un lazo sagrado qne imperiosamente me une 6 la 

dos, desearia que el Congreso $mjtiese erx au $gak al á la felicidad de la Nacion y un deber que he contraido 

espitan de fragata D. Martin de Olavide, y le conservase ihi - mi provincia .an el momento que depoeitb en mi 

en EU seno aun dezpues de presentado el Diputado propie- persona toda su conflanza, con solo el objeto de salvar la 

tario para suplir aus faltas, como asimismo que se decla- p&ria, baria una traiaion conocida 5 la dignidad de mi 

re el fondo de dbnde han de salir las dietas de dicho Di- mision, y me cubriria de oprobio para la posteridad, si 

putado. Lo comision informó que no podia accederse & la en aquel lenguaje franco, generoso y firme (que es el del 

solicitud de dicha ciudad, por ser contraria á lo dispuesto honor y la justicia, apoyado y asegurado en las leyes de 

para Ia eleccion y admision de los Diputados en las C6r la inviolabilidad sancionadas por V. Id.) no desplegase loa 

tes; debiéndose insinuar 4 aquel ayuntamiento que dis- sentimientos íntimos de mi conciencia con aquella santa 

pusiese, cuando lo juzgue convenknte, la venida de IU hbertad tan reuomeudsda por V. hl. y tan adecuada d las 

Diputado, cuyos poderos hallaba la comision conformes y críticas circunstancias en que se halla la PBtria. 

arreglados; absteniéndose de informar sobre la declaracion Una experiencia Poco lineojera de la marcha de las 

del pago de dietas por no ser de BU inspeccion Las Cór- Cbrtes prueba, 6 mi parecer, basta la evidencia que el retes 

aprobaron en todas sus partes este dichímen. sultado de los desvelos de V. M. no ha correspondido 6 Ia 

. 

rectitud de sus soberanos designios y B los altos ftnes que 

se propuso la Nscion en la instslaeion del Congreso. El 

Tambien quedb aprobado eI de la comision de Guerra voto de la Racion no puede equivocarse: salvar la Pátria 

sobre perdonar la pena ,capital 6 Narciso García por el de los mónstruoe que la esclavizan, restituyendo al seno 

delito de deaercion, conforme lo proponia el Consejo de de ella al idolatrado Monarca el Sr. D. Fernando VII, es 

Regencia, y sobre lo ejecutado por la Junta superior de el primero y preferente deber que ha impuesto y reclama 

Asturias en el particular; previniéndola se abatenga en lo uniformemente de todos los representantes, y formar un 

sucesivo de traspasar los límites que le están prescritos. muro impenetrable Q la arbitrariedad y al despotismo por 

medio de una Constitucion acomodada 6 Ios principios de 

una Monarqufa moderada: tomando 6 ese íh por modelo 

Se di6 cuenta del di&men de la comieion de Justicia nuestros Códigos ezptioles en todo lo que permita la peren 

el expediente relativo 4 la conducta militar y política feccion de esa grande obra, es sin duda Is segunda de 

del mariscal de eampo D. Vicente Empsran en las pro- nuestras delicadas obligaciones. 

vincias de Venezuela, J su procedimiento contra el capi- Observo con mucha complacencia que el desempeño 

tan D. Francisco Antonio Bodriguez y consortea, la cual de este segundo punto va felizmente dirigiéndose el téropina 

que se debe llevar B efecto la providencia del Con- mino de BU conclusion, y en eircuustancias menos tristes 

sejo de Regencia de 7 de Setiembre, en que mandb repo- seria el colmo de la satisfaceion de todo virtuoso español ; 

ner el expediente al ser y estado que tenia por el auto de pero en cambio de ese halagüeño aspecto me lleno de aflic- 

3 de Setiembre de 1810, euspendi6ndose los efectos de cion al considerar el inminente riesgo en que se halla la 

todo lo obrado posteriormente, y en particular del auto PBtria de ser presa del tirano, y la debilidad 6 nulidad de 

deflaitivo de 3 de Enero de este año; y que el proceso se loa esfuerzos heahoe hasta aquí para sakarla, y temo jussiguieee 

en Sala de justicia, Q la que se asociasen los tres tamente las reconvenciones que esta desgraciada madre, 

Ministroa del Consejo Real Campomanea, Arias Prada é 6 la posteridad en su nombre, pueden hacernos, sobre ha- 

Ibar-Navarro, consult4udose la sentencia con S. A. Aña- ber preferido 6 su ruina la coneervacion de unos destinos 

dia la aomiaion que este último extremo debia pender de la que nos ha dado sin otro &.I que el de remediarla de la 

resolucion que por punto general adoptase 8. M. cuando esclavitud en que yace la mayor parte de sus hermosas 

lo examine. Leyéronse tambien los votos separados de loa provincias. 

Sres. Arispe y Dueñas, indivfdnos de la misma comision. Es sensible, y acaso parecerá duro este lenguaje; pero 

Opina el primero que se debia pedir informe al Consejo no hallo otro mbe adeouado para reflexionar exclueivade 

Reggnaia, acompañando copia de su resolucion de 7 de mente sobre las medidas de salvar la Esgaña, abandonan- 

Setiembre, y de la consulta que para tomarla hizo B tres do todo asunto, proyecto y discusion que no tenga relsbfinistros 

del Consejo, y que vuelva todo B la comision cion directa con ese punto, y en que por desgracia se ha 

para que pueda fundar su dkt6men en justicia. El segun- fijado y flja la soberana atencion de V. Y. &Qu$ ventajas 

do, estableaida la inoonexion que tienen entre si las cau- ha producido á la Nacion esa multitud de pretensiones y 

sa@ de Emparan p Rodriguez, fué de diatbmen que suhsis- negocios particulrres, de que eatAn llenas las comieiones 

tiendo la última providencia del Consejo de Regencia, tan de Justicia, puerra, Hacienda y otras, que son el fruto 

solamente para examinar si se debe 6 no abrir nuevo jui- de la importunidad, el poder, la ambicion d malicia de los 

cio ã Emparan por su conducta en el tiempo de su man- Merenados? &Qné esa infinidad de papeles incendiarios, 

do en Venezuela, no entorpexaa los autos de Rodriguez, abortados por el abuso de 1s sábia ley de la libertad de 

y que el Consejo %da Ir Guerra Reve 6 efecto las senten- imprenta para instrumento de la venganza y resentimiencia 

que en ellos haya dictado 6 hubiere de dictar en justos particulares, para deprimir la buena reputaeion de muticia. 

chas personas respetables, y hasta el decoro y dignidad 

A la Mura de estos dictknenea si@ nna larga dis- de la Naeion? Respondan, Señor, por esta vez los resul- 

Curion Conforme 6 la diversidzd de ellos, quedando pen- tados, aunque no son siempre los mejortu intérpretes del 

diente Para mañana au Continuacion, despues de haber acierte. 

dmlaredo CJ Congreso que el asunto no estaba todaria SU- Rae f&rago de expedientes y eolicitudes, introducido 

flcientemente disentido. 

en el santuario de laa Córbea, ha robado B V. M. el tiem- 

/ ’ 

po precioso que debia haberse empleado en negocios más 

Wemqntee, llevando la aosa haata el extremo de haber- 

.

-_ 

SO querido erigir dedicase V. M. su eonsideraeion al exá- 

men del despreciable asunto si debia 6 no moderarse el 

presio de los calendarios; eae mismo eistema ha fortifica- 

do el carácter de tendencia de todo Gobierno numeroso 

hbcia su perpetuidad; ha servido en no pocas ocasiones 

para formar el escollo en que se ha estrellado el eqailibrio 

de los poderes, rompiendo el legislativo la cadena de se- 

paracion y respectiva independencia que todos tres deben 

poseer y conservar para mantener la independencia poli- 

tica de la Nacion p la libertad civil el ciudadano, L cuya 

destraccion ha de suceder inevitablemente la anarquía 6 

el despotismo; este sistema, en 5n, ha privado al Poder 

sjecutivo del ejercicio pleno de sus atribuciones, acusando 

a los Regentes de ineptos, apáticoa 6 débiles. 

No son menos funestas las consecuencias que ha pro- 

ducido el abuso de la libertad de escribir. Los tiros de la 

maledicencia contra la buena opinion de muchos honrados 

españoles J el nécio empeño en combatir de frente las 

preocupaciones más arraigadas, han encendido una gaerra 

civil entre todos los ciudadanos, fomentando casi nniver- 

salmente un cisma general, sembrando la desconfianza y 

la desunion, arma favorita del tirano, y 8. la cual debe 

los triunfos de los reinos que ha usurpado y el único apo- 

yo de su esperanza para esclavizar la heróiea España. 

El veneno, SeÍIor, se ha difundido eu circunstancias 

que no hay autoridad que no se halle directamente ataca- 

da; esoasamente se eneaentra algan generrl, ministro 6 

funcionario público 6 quienes no hayan alcanzado los ti- 

ros de la maledioencia 6 de la infamia, al favor y pretesto 

tambien de algunos de su clase que se han cubierto del 

oprobio y del crimen: en cambio de una ilustracion sa- 

ludable y medidas propias para desterrar la arbitrarie- 

dad y el despotismo, nos ha inandado de lecciones para 

generalizar el ódio y degradar á la Nacion de aquel carde; 

ter de generosidad, probidad y franqueza que ha sido 

siempre la divisa de la lealtad española. 

iEn qué pararon los vaticinios de esos ilusos escrito- 

res que tantas veoes nos han pronosticado el prdximo 

exterminio del tirano? i Ahi Una série de acontecimientos 

desastrosos ha desmentido tan lisonjeros presagios, y ten- 

diendo la vista sobre la triste E3p98 no se oyen sino fú- 

nebres lamentos del horror y la esclavitud; los desastres 

que ha sufrido la Pátria nos obligan, Seeñor, B ceder & la 

evidencia de que hemos de cambiar de sistema y de prin- 

cipios si se ha de salvar la Nacion. 

Las derrotas ae han sucedido rdpidamente unas B otras: 

las plazas fuertes que servian de asilo & nuestros gnerre- 

roa y eran su base militar y la ánaora de la esperanza de 

la Nacion han csido en su mayor parte en poder del ene- 

migo: tal ha sido en esa época, entre otras, la suerte des- 

graciada de las de Lérida, Tortosa, Hostalrich, Tarrsgo- 

ua, Figueras y Badajoz; la fértil Valencia y su rica pro- 

vincia se hallan en prbximo inminente riesgo; el mismo 

amenaza 6 Cartagena y iI Alicante, cuya pérdida consu- 

mar& la desolacion de la provincia de Murcia; y dominan- 

do los enemigos estas fértiles provinoias, con las demás 

que tienen subyugadas, no hay obst&calo que lee embsra- 

ee la reunion de todas sus fuerzas para dirigirse oon la ac- 

tividad que tienen tan aoreditada contra este punto y el 

reino de Galicia. 

P, 8eñor, dcon qué recursos contamoe para contener 

tantos riesgos y peligros como nos rodean? ~,Qué proyec- 

tos hemos adoptado para ocurrir 8 las urgentee nscesi- 

dsdss de loa defensores do la Pátria, y para asegurar en 

adelrste los recu&os de que necesitamos? &Qué dlligencias 

se han pkacti

h+&a. ;Qllie @&wtde se la habilite para propor- 

&m por tmt,&w m maestra g&~eross aliada la Gran 

&ot,@~, 6 otros Gobiernos amigos 6 neutrales, loa auxilios 

que necesite para mantener los ejércitos, y desempeñar 

los indispensablea cargos tlel Estado, inhibiéndole 

erpressments lscenoesion de parte de alguna de Ma pouesiowB 

eepaííelse. 

,Tewsra. Que ee wñale Po t&nnino perentorio el de 

tado de Extremadura, il kuya provincia no representa el 

sutor de las proposiciones, En au exordio se hace una 

sensura de V. M. máe amargs que la qna hizo el papel de 

Lardizabal y el de Bspaña v~endicrda. 

Este papel, impreso y esparcido, puede inflair en el 

ooncepto de los malos más que aquellos, y más que todos 

loa anemigbs de V. M., que 80x1 los de la Nacion. Si el 

Diputado autor de las proposiciones se coneidera obliun 

mee psra nombrar la Regencia Y flaalizar la Constitu- gado 8 hacer aergor 4 V. M. por lo poco que ha adelancion, 

diwlvif5a4ose4 inmediatrmente al Oongreso. 

Cuarta. Que las Córtrs no se convoquen hasta el año 

de 1Sl.3 pop el .&den presorito en la Qonatitncion, 5 ffn 

tado en au carrera, yo me considero tambien en la obligacion 

de vindicar á V. M. Y B mi provincia, á quien no 

representa el autor de las proposiciones. Y6.apostar6 qua 

.de qua la Nscioe, en que eeeaaielmente r&ide la sobeta- no son suyas, y que si se pone d leerlas, acsso no sabrá. 

nía, pueda ma&eetar auu deseos J opiniaws. 

Una porcion de. protervos ae valen de hombres buenos, 

E&os son, Se&, los puntos que bapueb de bien re- soma lo es el Sr. Vera, que acaso no tendrdn las luces 

flexioaodos he czeidu Wer elevar 6 48 aousklerwion de neeessrias. Es ya tiempo de quitar la máscara. Hombres 

V; JJ& gua tranquilids8 de aai eonciewia, y para evitsr malvados se valen de estos instrumentos para dcsacredila 

re~?,&iJidad que debo 8 le Naaian; y ea el caso de bar 6 V. M., para encender ia tea de la discordia entre 

ser tan desgraciado que no merescsn la aptobscion de nosotros. A esto terminan cstse proposiciones, gY quién 

V. Ii&, suplico se sirva .mtrrdae ipseftar eeta axpc)&eSon las ha& Uno qna se dice representante de Bxtrcmadun. 

an las Aatas dedo C6eks para que en todos -fiempsB IOh E&remadnrsl @as puerto %u coodansrr en D. Alonso 

coneta -mi ~l-lo do penonf. 

de la Vaa? No. El rwtor du, Ias proposiaíenes no ha sido 

c&dk 2 da Diciembre de 18l;l.D 

nombrado por Extremadura, ni probar& tampoco que la 

Leida esta expoaicion, dijo 

.El Sr. C&LAT&AVA: Antes d9 hablar de las propoprovincia 

haya depositado su conflanaa m el Diputado de 

MBrida. Yo, que BOJ uno de los vmdudotos representantes 

sicioner, pido que el ,autor de ellas explique eu espíritu, de Extremadura, digo que la voluntad de aqueha provinsegun 

es de Beglamento. 

da no es la que ha manifestado el autor de las proposiaio- 

~&.DlB&&V~: Yo,~~uedeairmás 

nos. &Qué ha hecho el autor de las proposiciones en los 

sino recor+r lo poco que se ha ad&u4sdo. Es verdad quince meses que están instaladas las Córtes? iQué proque 

la Conatitueioa es una 609s grande, ao hay duda; Posiciones ha hecho pars ayudar 6 V. M.? iQué planes ha 

pro yo roclsmo un8 coae muy jastal Una ves que teae- presentado para salvar la PBtriat Regístrense las Actas; 

mas es8 obra tan adelantade, puede mu4arse la Regencis, 

darla las facultades .m6s Bmpliae, Y qae BW disolvnbbjenss 

los expedientes de la Secretaría.- Allí se verá lo 

que cada uso ha hecho. iQué ha dicho y hecho el se5or 

RW. Pido que se me permita imprimir ess exposicion. Vera para acusar B V. hl. ahora? Dice que las Córtcs 88 

El Br. ARGIUELLIDS: E&e arumbo esdemseiade tirio kan oaupado deoxpedientes pattiaulares; pregunto: iquién 

para que se pueda tratar con esreasmos. Si se admiten los ha promovido misa? &uién ha alargado mia estas ínsestss 

Proposiciones B discusien, es regular que las so%- tondss? YQ apelo al convencimiento íntírno de V. M. iHa 

tenga UU autor c8mo es cesbuinhre: pero ei el Oongreso oido V. M. de la boca del Sr. Vera una idea que indique 

no se sirve admitirlrr, me creo en la obligacion de con- nna medidr general? &De qu8 s&‘ttata en ese papel? De 

teatar .á la csnsura que sn todo eatu pap$ se hace de la anlpar á V. M. comv la eausa de los defectos del ebíerconducta 

de V. M. No parece sine que se ha aguardado al no. &Y esto lo dios un Diputado? JY q mismo es quien 

momento más crítico para presentar mejor esta escena. propone que en un mea se haga la obra que ha de salvar 

La discusion aatecedeute de ha cawa de Emparra ha pre- Is Nbion, y que Bpreanradameute se sanobe la Oonstipsndo 

muy biee 40s ánimos, La gran conourrencia del tuckon? 1 Aeí quieren precipitar los trabajoa de V. M. y que 

públiao, por ser dia de fiesta, pareee favorecer al autor luego, luego nos disolvamos ! &Y aótio quedwia el EMapara 

que sea más pública esta espeoie de acriminscion. do ? ~(36suo quedaria 4s admínistraoian ,de. justicia? Se 

Este puoto 08 muy aot&le, no p9~ lurgropoaieioees (que dice que se trate de reunir laa Cdrtes en 1818; Y estando 

otras ue haa9 hecho igualeu ae seeteto 4 Ooogreso), sino ya esto Pvopucrto, ib qrré objeto el repetirk? iA qaé esos 

por elsspfritu con que se diotd 4 exposieion. Eee preámbulo 

dice verdades; Pero ea indispensable hacer ver al 

autor de él, 889 quien fuere, lea motivos por que el Conrecuerdos 

q&e sde sirven para hacer entender que ‘Vuestra 

Mageatad trata de psrpetuarae? gNo es eata k idea fa= 

tal de ioa malvadoe para desgcreditar 6 V. 16. y dar argreso 

no ha llenado hssta aquí eu objeto como era de demas 6 suiestrcos eaenki@%? &Weceaita V, M. dar mia pruesesr. 

Debe saber el &. Vem,que no basta hacer proposiaiones 

uí eomo quiera; en menester que todos lw Diputados 

npan odres y en caánto aomw rwpnsables; y para 

que so w cds~~o es,& uno ha &n&~ su deber, regístren- 

80 lar ~lldae, y BP ellrrs m ver6 k que ha hsaho cada uno. 

Ya, Como Diputado 6 iutitiduo de la Mscion española, 

me rwrvo dar reapmesta i 81)~ propesiciones p medio 

de la pwm cte«bpdo sesp~~~~e 00m0 erwlqu&ra ciuda&rnO. 

$M fmudo Cph3m el dia de la èiscueioo, mañana, 

oi pire% pido que se deje hablar con libertad 4 tedes 

para que resplamiexca la verdad, J tenga V. Y. la aatisftioa 

Qe de&aaw al grave osrgo que en realidad ae le 

adm do bóer. Insieto en que 89 awtaa á diacusion, y 

eobm esto bago proposieion formal. 

has de qw desea dieolrerse cuànb tenga 10s trsbajos 

@0nokaido8? #Ie se ocupa V. M. sn dar al poder ejecutivo 

toda b exteusiOn ds fabulhdw que es dable? Pues 46 qué 

se dirigen estss propoaicionee? A dcsacrcditatr 6 V. M. y 

al Gobierno. Esto no pwde teatw orígen sinb de personas 

descontentas por los rebormas que se han intentado., Enhorabuena 

que es0o se tone por la opinion de ua part~cular, 

no por la de la provincia B quien no representa el autor 

de las proposicionee. Imprímase enhorabueua; sgré- 

Suese ai BB quiere á I~S Actre; hágase io que se quiera; 

pero parmítaseme habkr %o)re ella8 oomo repwentanta 

de h provincia de Extremudura. Aeí, en la posteridad, 6 

cwuhio ue lea este papel, se wná caán comtrario ee al honor 

de V. M. y d loa deseos de la provincia de Earema - 

dura.,

-. 1 J@p $hs. Gelfin, Herren, Mutiaez Tejeds y.oQob Di- el Sr. Qtw cowsponderá 8. Ir conflauxa de 8.. Y. dda+ 

paitados de Extremadura pidieron lo mismo. tando B los malvados qus lo hsn eeinoido, Yo no .cnlpo i 

E\ SF. BPGVFLLES: Soy enbzamenb da la opixrion D. Alonso 6 k Vera, LII kngo por un caballsro~ sa rrn& 

áel Sr. Cahrtravasobre que este papel no puede qpedsr gua am&0 mioc me ccnstrra Sus ba6er.w pr8ndas. 

sin discutir. Cuaado un Diputa& hab18 de eak modo, 8s Pero, Señor, interesa al honor de V. Y. f al cbe Ia 

menestsr que w aclare el contenido d8 BU expesicicn Loa. provincia de Extrsmadura hauer ~81 qsw sas repensntanr 

sefiores que no eetén convencidoa de que dejar ebto así es tes no han venido 6 intro&+ir 68 el aene de Y. ?d., la 

entregarnos B la anarquía, teman 8er objeto de la 6rscra- manzana de la disswdia, y eenvi#na qne en Icr x&&a 

cion pública; ellos mismos 88 van al precipicio qua se pre - 

para- á la represeptacion, d todos los Dipstadce. Pido qus 

se les mi proposicion, y mañana, 6 el di4 que se señale, 

Tc rtramadoru ue aeps qou Ars propwiciolwrs I#) EIOIL del se- 

L w Vera. Este, eon el mejor deseo, las ha preuaitdoj 

el r~yéctdolus útiles para b srhcioa de 1s %tria; As& yo 

Se bftcá ver que Si el Congrsso ni% ha 118~ado BU objeto, ido, y creo qud cwveDdr60 conmigo les das& Dipatrno 

ha dejado de hac@o sipo por loe obetkeulos qua Ie d os de Extremlrbw, qu6 m dlouta y a4a~1 el espíritu 

han opuesto acaso loe mismos que abota le acusan, Yo no d s las proposiciones. ‘Que UU Cwru de IMI8 sez Ia ccrtina, 

sé si habrá ahora quien diga que los ‘Diputadc¿~ eatin 

exaltados: mejor fuera que se dijera: «hemos dado moti- 

3 descubramos el vauetw que as intra~uco era Ias entrañ 

.as de la Pátria. Señor, es neceaario saber que ostumou 

vo á 8110.0 Mejor fuera hrcer con el lenguaje que se debe 6 n revolaciaa. Yo estoy dispuesto d sacrificar mi sida, 

una mocion para que el Congreso ne deliberase 84 ueun~o~ 1 D ,o digo para la aalvacioa de mi Páttia, sine pos ek último 

particulares y frívolos, que no dejarle oaapar toda la ma- d .e mis comitsntes. Yo quiero que si al cabe velvenos 6 

ñrna en ellos, y luego censurarle por eso mismo. Selnor, 4 iusstraa prgvin&a& .pwiwnw deoir que lbmamas nwatra 

es menester ya hablar claro., y-que csd8 uno de los repre- . 

sentantes de la Nacion se resuelva á sufrir todos los ries- . 

gos de una revolucion. El que no tenga valor para esto, l 

Il nieion, y 81 pW qU8 ## 8&hPh?Iq# Ide. ebol agigo 

d .el Sr. Vera dasco,, pwscWWo 66 tisrsn aabad bw- 

1) Las las proposiciones, que.68 discuta su espíritu. Así, 

prepárese para la terrible responsabilidad B que se hace ) s ,poyo la proposicion del Sr. Argüelles. 

acreedor; pero representantes hay que se sacrifioarán gns- El Sr. VERA: Ya sabe V. M. qU8 el dia que sa di6 

toaos por la Pátria. Yo soy ano de ellos. (Aplawo de, 2 c urenta en sesion secreta de mi proposicion, se dijo por 

pusblo.) 

8 rlguno de los señoras que 18 ilustrase. Lo he hecho, 

El Sr. MOfiOZ TORRERO: Pido que el pr8dmbuh ’ 

se discuta separadamente de las proposicionee para que IU 3 

1 borqae yo leo todos Ion papeles públicos; y sacando de 

1 mos un poco, de otros otro poco, he formado ese escrito. 

haga manifiesta la injusticia con que es acusado Vusstrc 1 T di Anima no ha sido inculpar de ningun modo al Con- 

Magestad; y yo, por mi parte, como Diputado de Extre- - E ;reso. Retiro desde luego IS8 proposiciones si se considemadura, 

protesto que las intenciones y deseos de dichl b 1 -an tan injuriosas. Al contrario, digo que esa obra de la 

provincia no son la0 que manifiesta es8 papel. 

( yonstitucion es muy buena; pero el decir que se ponga 

El Sr. MEJIA: Ese papel tiene dos partes: primera > c Btra Regencia, y pedir la dieolucion de las Córtes, era 

el preámbulo, en que se fundan unas proposiciones inúti. - I jara que constase que yo era de los que desean que se 

les, por estar ya hechas, admitidas, y en parte sancio- - a rdelante la sslvscion de la PBtria abreviando ese tranadas 

por V. M. Si 6 este preámbulo se quiere dar már 6 1 bajo. 

importancia de la que merece, podrá V. M. acceder á l( ’ El Sr. ANkR: 

que dice el Sr. Argüelles dejhndole pulverizar, supuestc D t ;ienan la liberta4 

Aunque 88 cierto que los Diputados 

de manifestar sus opiniones, no lo es 

que el Sr. Argüelles se ha ofrecido 8 ello. Eu cuanto á la; s c p.re tengan facultad de insultar directa d indirectamente 

proposiciones, Señor, ya he insinuado que no es necesa. - I 11 Congreso, echándole en cara los def6ctos que puede terio 

admitirlas, porque están hechas de antemano. Es do- - 1 1er y que yo reconoceré. Yo he realamado constsnteloroso 

que teniendo la comision evacuado el dictámen so - 1 nente les injurias que han hecho los papeles públicos á 

bre la nueva planta de Regencia, y publicándose tanto 8 1 .as Córtes, loa cuales tengo apuntados; pero V. M. lo LS 

folletos en la imprenta Real no se haya impreso todavía . ( querido diaimulsr todo. Mas, Señor, un papel presentado 

(Sc ZI cowtestd que ya estaba impmo ) Si lo es& que se se )or un Diputado del Congreso produce mayor efecto que 

ñaIe dia para la discusion. En cuanto 4 dfSOlV8rS8 Iar 9 : ;odos 10s periódicos que pueden publicarse. Yo no cou- 

Córtes, no hay necesidad de proposicion, pues V. I& tie- - e rentiré jamás que ningun Diputado trate de denigrar la 

ne encargado & la comision de Constitucion que present 8 

un proyecto de decreto para la convocacion de Ias Córte s 

futuras en el año 13, y claro está que primero se han d e 

C :onducta del Cuerpo 6 que pertenezco, porque esto es de- 

1 ligrar la mia. Yo he venido aqui B cumplir con los debe- 

I :es que me ha impuesto la P&ria. Yo creo que los cumdisolver 

&.tas. En suma, yo creo que este asunto no me. - 

rece que nos estemos acalorando. El modo de darle valo r 

1 ?lo; y 81 Diputado que me dice que no cumplo, me in- 

L ralta. No hay un espailol que no conozca loa trabajos de 

es discutirlo. Todo el mando estS bien persuadido que e Il ’ V. M. El que trate de denigrar las aórtes me merece el 

Sr. Vera, con la mejor intencion del mundo, nos ha dad- 0 

un mal rato, y se lo ha tomado. Todo lo demQ ea de Lr 

concepto , de hombre muy malo. V. Bi. tiene muchos 

848migO8. por fortuna ya los ConOCemos; obrar J callar 

cuerpo & un fantasms. 

es lo qU8 corresponde al Congreso. L8 IIUWCh8 no d8bS 

El Sr. GOLFII: Yo no puedo conformarme con 1 la 

OpiniOn del Sr. Mejía, que Cr68 que e1 preámbulo no me ,- 

alterarse: los trabajos d8 V. M. deben ser lentos y #egUros. 

El Congreso debe evitar que ningun Diputado venga 

rece la atencion de V. M. Soy de la opinion del Sr. AI ‘- B sembrar la desuuion; pero no debe entreteners 4 dbgüelles, 

que 616 debe aclarar. Este rayo viene lanzado aqi ni cutir proposiciones de esta clase. Todos 108 españoles COpor 

la mano de los enemigos de V. Id. Yo sospecho quié !n noten la importw?ia da 18 obra de la Constitacion, que 

(lea el que lo ha dirigido. Se invoca el nombre de la pra l- 

riaoia d8 Extremadura, J 88 toma el color de la concien l- 

es y serg la rhxkwion de la Europa: toda laEuropa, repito, 

admimá la heroicidad de los españoles, los únicos 

Cir y eelo de un Diputado parr hacer Ver qus lo que I Ee que contrabalancean Con el poder del tirano. Decir que 

ptopme llrn un buen fln. D. Alonw, ds la Vers 08 r LP, lau tkmw 80 dimlwt ee deoir que la NUCIOO qusdc cn 

@nab do bíen, as bwn patriota, le han w@íado; pe: ro lu)arqufre ~08 frshj~ do un Oaetpo Iegiwt9 JJC~ &

2492 

ua como tie dice. Es pre&a mucha moder8CiOIL i,aOn- 

&&J ~010 en decir que 88 mude el Gobierno? Yo quisiera 

que se despreciase este papel. Debe bastarle 8l autor, 888 

quien fuero, haber oido 1s discusion de hoy. BaSt8nte ha 

sufrido. Yo coy tan acreedor á que se me respete mi honor 

como cualquier otro Diputado, y nunca suscribiré 6 

que se permita et insulto que se ve en este papel contra 

V. M. Con la mejor dfsposicion han venido loa Diputados 

8 sacriflcarae por la Plitria, hasta eepult8rse, si fuere neaeaario, 

en stis rtinaa: el que h8 escrito 888 papel será 

oapaz de capitular con el tfrano, lo que no haré yo jamáe. 

Aef, pido que eatoe y otros escrito8 nunca so lean 

sin que el Preeidente de V. M. los vea primoro. 

El Sr. Conde de TORENO: H8 dicho un señor preopinante 

que el Congreso conoce ya 8 sus enemigos, y 

que lo que debe hacer es callar y obrar. No hay duda 

conviene á todo Gobierno callar y obrar; pero las C&t,es 

no pueden obrar sin tablar, pu& no fon Poder ejecntivo; 

y saí, no pueden obrar con la prontitud que conviene. De 

cualquier modo que sea, es neceaario obrar; J me abst8~0 

de decir más; pero aí es neceaario considerar que 

MO ea QII hilo de la trama que oomenxó 6 desaubrirse en 

. 

89 DB DBXBMBFU! DB 1811, 

I 

15 de Oatubw. Todos eatamos conformes en qne este papel 

ni es obra del entendimiento ni del corazon del seffor 

Vera: estamos convencidos que 8s un buen patriob. Así, 

mañana puede discutirse su preSmbulo; y el Sr. Vera e8pero 

nos msnifestar6 eaa mano oculta, que no e8 nece88rio 

gran talento para conocerla. Ea muy probãble que 

tenga ralacion con los eoemigw de la Pbtria. &í, apoyo 

18 proposicion del Sr. Argüelles. 

El Sr. VERA: Pero, Señor, fsi yo retiro la propoef* 

eionl Aquí he visto casos en que al autor no ae le impide 

retirar las que ha hecho, cuando le acomoda. 

El Sr. GARCtA HERREROS: Si V. 116. trata de 

admitir la propoaicion del Sr. Argüelles, la apoyo; pero 

si se apoya la del Sr. Anér, pido que el papel se rompa 

aquí públicamante, y se arrojen 8hf fuera los pedazoa. * 

Continuó poco mds la discusion, que al fin terminó 

en admitir la siguiente propoeicion del Sr. Argüelles: 

aQue el Congreso señale el dia de mañana para diecutir, 

con preferencia d todo otro negocio, la expoaieion 

y proposiciones del Sr. Vera., 

Se levantó la seaion. 

Mm

,’ 

ñbmmo 463. 2493 


: DE LAS 


Se di6 cuenta de una representaclon del Sr. D. Juan dicha representaclon al Consejo de Regemcia, para que, 

Chaves, Diputado por la provincia de Extremadura, en la oyendo instructivamente, 6 como estime oportuno á sus 

cual hacia presento que el estado de su salad no le permitía autores, determine lo que corresponda sobre el estableclcumplir 

la órden de las Córtes, por la que se le mandaba miento de la junta que desean, y el modo y términos en 

venir á ocupar su lugar en el Congre80, y pedia que se que haya de veri5carae. 

le dispensase su asistencia hasta que el alivio de su sa- Qued6 aprobado este dictknen. 

lud y la estacion se lo permitiesen, á cuya solicitud accedieron 

las Córtes. 

Las mfsmaa aprobaron el dfat8men de la comision de 

Hacienda, la cual opinaba que debia desatenderse la instancia 

de DoEa Marfa Dolores Garcfa, relativa & que se 

le veri5que el pago de cierto crédito contra el Erario pbblfco, 

por estar dispuesto en el decreto soberano de 3 de 

Setiembre último lo conveniente acerca de tales crtiitos, 

y que no se le admitieran mkv recursos sobre este particular, 

por no ser de la inspeceion del Congreso. 

Se ley6 el dictámen de la aomision de Arreglo de provinatas 

aoerca’de una representaeion hecha á las Córtes 

por varios veoinos y naturales del reino de Granada y loa 

efectores que en eata plaza nombraron Diputado suplente 

pua el Congreso nacional, en la oual piden que aef como 

se les autorix6 para aquel nombramiento, se les dé fkcultad 

para elegir individuos que compongan la Junta Su- 

A consecuencia de esta rasolaoion, hizo el Sr. Cea la 

proposicion siguiente, que qwdó igualmente aprobada: 

cQue lo decretado por V. M. sobre el modo y cirommtancias 

con que ha de estableaerse fa Junta por la provincia 

de Granada, sea extsnsivo en un todo B Ir de Córdoba, 

y asi se comunique al Consejo do Begencia.~ 

Habiendo solicitado D. José Mariano Morató, escribano 

05cial de la Sala de la Audiencia de Valen&, preso 

en la cárcel de esta ciudad por requisitoria del gobemador 

de dicha Sala, que por via de proteccfon se rirviese 

mandar S. M. que 8n calidad de por ahora, bajo daucion 

juratoria, y con la preafsa oblfgacfon de presentarse todas 

las noches á dormir en la cárcel, se le amplie al arresto 

á la ciudad y arrabales, s8gun lo disfrutaba en Alfcante, 

hasta que S. M. resuelva el recurso 6 queja que 

doeomentada en debida forma ofrece presentar al mor 

dia de su libertad, mandando al efecto al alcalde -del mfperior 

de aquella provincia; que eatae elecciones sean pre- men D. Joaqnfa Aguilar mependa los de dicha requisitosididas 

por los Diputados de abrtes de 18 misma; que se ria hasta nueva drden, propuso la comision ,de Justicia 

nombren otros tantos voealea cuantos son los partidos que que las representaciones y documentos que ha,presentado 

hay en ella, y uu aeewtario con voto, sin perjufcio de los bíorat6 se redDan al CQWO de Begencia, para que en 

vckdes natoa; que se aprueben estos nombramientos por Ea vista tome las providetiias oportunas, 6 din ‘de qxe 

el%nsejo de Regencia, y que s8 amplie para todo el ar- el interesado se le admfnistre jwtiéir, oy6ndole sus in+ 

tfcuWE2 Idek reglamento provfsional de las juntas pro- taneias, y sfu que se le nieguen lo8 remedios que lar le- 

OipcWw. 3W 66 pmtmr k coiajaíon: de que se r@nitfose yes aarr~eden 4 t@b,: Mesdo qtw àborrti v1~4m 4 -xU 

L 

624

- ~~ 

3494 

-. 

30 DE DXCIBMBRE DB 1811. 

órdenes del gobernador de Alicante, para que desde alli 

ae traslade á las de la Audiencia, tratándolo con la considerscion 

6 que lo hacen acreedor los buenos servicios 

que jaatidca. Lse Cdrtes aprobaron este dictámen, con sola 

la variacion de la última clbnsals, en eAos términos: 

&ratsndolo con la consideracion correspondiente, B qaedando 

suprimidas la demás palabras. 

onstar el juicio que hagan de su mérito los Diputados 

ue le analizan. Todo el preámbulo de las proposiciones 

:a dirigido B apoyar la segunda de ellss, y todo el papel 

10 tiene mia objeto que entregar el Gobierno de España 

; M Príncipe extranjero, bajo el disfrsr da poner al frene 

de la Regencia una persona Real. El artificio con que 

18th escrito el pregmbalo; el estudio con que se presentan 

lechos aislados, inconexos, resaltados de causan que pre- 

Ixistieron B la instalacion de las Cbrtes ; el singular cuilado 

con que ae habla de la desnudez del soldado, de la 

Con arreglo 6 lo resuelto en la ssaion del dia anterior, kdida de plazas, de derrotas de ejércitos J de todo casnse 

abrió la discasion acerca de la exposicion y propoei- o puede excitar más el interés, y aun las paeiones de 

ciones presentadas por el Sr. D. Alonso de la Vera J pan- os que lean este escrito, 6 sepan su contenido, exige que 

taja (Vhe di& r&om), y habiendo leido ana y otras, dijo 

w wkr: 

i 

+3eñot, yo puse esta exp6sPcion bajo mi drma, f todo 

cusnto en ella digo ae lo he oido 4 varios Sres. Dipubadoe 

d$ bte mismo Cona;taso, los cuslss, por repetidas veces 

ríe han quejado de que se ponian trttbaa al Coatijo de Regencia. 

Toda ella es obm mia; y por fiu, como he dicho, 

es+,6 bajo mi firma. Yo lo que pido á V. M. es que en la 

18 examine, que se desentrañe con toda escrupulosidad 

IA plpol sayas oopoo4~oneyO, son b pujar baenr fé por 

barte del Sr. Dipufado que le presenta, seriall eati-r 

d Reino á nuestros enemiges. Hablo siempre bajo 1s sa- 

Ibs9oioa de estsr euaente el Bey. pits el preámbslo que 

bs 06xtes no han lianade h expectaeh pública. Si &ta 

ie extendia á que se terminase en pocos meses una guerna 

por su naturaleza larga, difícil y tan arriesgada, que 

presente discasion se eviten personalidades, y que ae ten- al vez la imprudencia 6 la inconsideracion hubieran 

ga en la debida oonsideracion la inviolabilidad que como marreado na éxito mil veaea máe fanesto, puede wr reí. 

5 Diputado me ssiste. Se lo ruego encarecidamente Ahl IA cuántos se oye maldecir el Gobierno Porque no 

á v. M.s 

:onsigne victorias, qae se reian al principio de los que 

El Sr. ARGUELLBS: No necesito asegurar al señor :reian se podia resistir d los franceses1 ~Cakntos otros hay 

preopinante que yo no me $&umaGaré, Ore0 haber tWi3 ine solo skuítrd que lur ld&s se prolongue tanto! Su lenpruebas 

de que lo repugna mi carM.er. Soy el primero 4 zaaje los descubre, y yo los he conocido cuando más 

convenir que por parte del Sr. Vera hay el mismo celo :reian ocultarse. Mas si la buena fé en reconocer el esbapor 

la causa pública que en todos los demás Sres. Dipa- lo de la Nacion al cesar la última Regencia; si el jaicio 

tuioh Cuale~~qw* ms8 opkioaa 80& pwamí muy 7 tirdurs de lbs homk 8emWo11 y terdrdrrûr p&riotss 

Rspetables, La impngaeion que yo haga aI papel qwe ha han de entrar 6 rectidar la opinion pUica en e&s psrpresentado 

deja en sa fuerza el espíritu @ri&ico que le ie, la expectreion general no pade tener aqaallr Aetitad. 

anima. Estoy de 61 bien convencido. Peto annqae BB pre- Wa mán natural que el que reclame eonhrs laa desgrasenta 

al Concejo bsjo Ia ffrma de ttn DipuOldo; aanqae el :iau el que sufre el pesu ds eUas en sa persona 6, su fhmismo 

Sr. Vem, excitado i exponer lae ramnee q&e ha nilia ; qne se deaeniitmda J aun deaconozea lar verdadetenido 

para presentarlas, arregum que son suyas, el ca- raa causas que las han aasrreado ; los inemperabtee, obarácter 

del papel en el todo de sus eircanstancias, y el :ácalos que se oponen 4 su pronto remediok Roto rndo es 

añadir que las ha extendido con arregloá lo que tiene oi- nás de admirar que el que un Sr. Diputado, que lo co- 

60 % sus amigos, y 6 otrhs pemaonae coú quien8s ha tra- noce todo, que ha visto al Congreso, de que ea individuo, 

fado 8dbre ,la mater+ todo wto, digo, nie auto* d exa- afanarse dia y noche en buscar medios, arbitrar recuraos, 

minarle son Is libertrd y debembarszo qae codviebã~á UB 

Diputado que WI s-do púbüeamente al Congreso 6 la 

srsminrr proyeuton, desvivirse + en IBa, por hwer CCanto 

astabe de su psrte papa mnee@r el obje-to de EU gkwiosa 

fas de la NacLsn por otro Dipntadc~. Señor, BLI triste y deloroso 

ver qae M neaessrio hacer Is dekaa de las CJdrrertnion, 

hrys eondesaendido en presen&r wn8ra lay Córteu 

una cfenuneia tremek por todrs ~88 ciNwnf&wias, 

tesa. Aunque el Sr. Diputado no lo crea así, el preámbulo tin. ofmm eemprebaaks , sin derrlsmrse &spaesDe B hade 

sus proposiciones es uns wass&n formal contra el wr baeno el cargo Eloetsnirsndo b acud3aeien, ~8 dcbia 

Congreso, hecha en sesion pública, provoosda la atencion aperarer del aparato y eatrlrendo con aw le a~ou1BciBp las 

y elpeetãclen general. : 

proposiciones en el Pr&wbalo. El Sr. Diputati 6,~ ha 

El Sr. VBRA:. Sofim, en sesion woietd Me13 est,ts DIvidado de cuanto ha ocurrido en el Congreso en sesiopmpasieionbe, 

y ue. me dijo pdr alguno8 &6ores prer>pi- nes públicas y secretas, ó no pon suyas las proposiciones. 

ma~8 que la0 extendiera con-mayor claridad. Por sia& YO creo esti último, porque para ello le he oido lo basqw 

Mando aqaí aentedb, me ll=6 el Sr. Ptesideate J tate, wtmlo dijo qse mtu amigos y otrati per-s, y vaam 

d+jo qne ao hnbir incenwmieate en que las hiciera en rios imprwos, le han sugerid@ ks idslsa qw goatiegen. 

pfíl&co. Y+I SIO me he lev~t&om& que p”us deshraer eb- Su coiaeidmeir con 1s dockins y demos de s,Jg~~no~, opata 

eqaivoe8oion. 

Bi f3r. ARWBUEfl: Señor, no hay equivocrdolr, 

~H#W yo RO hablo de lo oaarrido antes de leer las prop~~bibnär. 

Ni 10 sú, ni ~pls impo&a g&glo. $s un hechc 

que BI ha dado 6ueats de este papel en sesion pública, dt 

lo ~IM yo me ahgro, porqae pwtor de es&s trascendencia 

deben difmdirw y reeolverse COR publietdsd: ademsis ha] 

apI resolusion del Oong#so ‘para que se diacaoa en públi 

)P) ,toda propesicion relativa 4 Poner M la Regencia uw 

p?UOXRl -1: V6M8 h HfBi~eien, 

PrO&h El papel de.1 gr. Verr oonelaye pidiw& qui 

W0dittdos en otras oaaf&ms fclenr del Congr8s0, me señala 

el rumbo qae debe seguir mi impugnscion. LO que 

yo aseguro , 8í, al Sr. Dipufsdo ee que sin )rr instalacion 

del ~ongmo Y sin su permanencia basta d dis, m plsxw 

pordidss de que habla el ptaa;lrã-bu~~ que nw b trddo, 

ao hubieron sido defew&lss con tan& gIoria, .I$W &rrot&s 

de ejércitos tan ex&gepadaa hahiersa servido de pretesto 

para capitular wa el enemigo; esa desnudee del soldado, 

tan a*ti&iosamente pondewda, no estarir en parte 

aubierta con el Psonjero prospecto de ana reforma que 

sst6 próxima 6 verilkarse bajo los aurpidoe de ú,r, Ooasti@JiGA 

libre; 8A UM @4brrr t &, T X&BIQ~ tJa@tjq

que Lan poco han aorreapondido d la que espembsn d 

ellas los autores del prelmbulo, el pabellon enemigo tre, 

molaris hoy sobre los muroa de CBdiz. Sin entrar en UI 

exámen histbrico de los suce~03 ocurridos en tiempo de Ir 

primera Regencia, de un Gobierno, digo , absoluto 7 sil 

m4s freno que la buena voluntad de sus indivIduos, COI 

’ un Prelado tan respetable el frente, que, como ya 3e ht 

dicho en otra ocasion, casi se le atribuiau milagros; sil 

CMes que entorpeciesen 6 expiasen sus providencias 

sin libertad de imprenta que censura30 su conducta ; sil 

insurmccion de América que diatrajese su atencion y dis- 

minwyese la faerza necesaria en la Penfnsula; con iagre. 

sos cuantiesos que llegaron de Ultrsmsr en dífertmtes oca. 

piones; sin haber scometido la árliua empresa de contenel 

el desarreglo y dilapidacion de los caudales públicos J 

otro3 abusos de la administraoion ; sin entrar, repito , OI 

este exámen, debe tener entendido el Sr. Dipntado que e 

progrese inevitable de las desgracias que hemos sufridc 

solo pudo contmbslancear la reuaion de un cuerpo sobe. 

rano, cuya fuerza moral y cuyo inflojo son muy superio- 

rea Q lo que puede concebir el génio mezquino y limitadc 

de los que 88 dejen alucinar por los lugares comunes de 

que tanto abunda el preámbulo. Aeí es visto tkbien qw 

no et%& cl defecto en la falta de p&er abrroluto por que 

tanto suspira el preámbulo. Sus aum se desentiendeE 

que d io que aaabo de indicar se un8 ua hecho esencia- 

lísimo. La primem Regencia tuvo además á BU favor pol 

adminitiradora á una corporaeion respetable por la opn- 

lencia personal de 88s indfviduas, por la riqueza del pue- 

blo que los habia nombmdo, por el inmenso crédito de 

que podia disponer. Hablo de la Junta de G&iiz, *ue ha- 

biendo hecho de tesorero mayor del primer Consejo de 

Regenda, pudo sacarle de todos 103 apuros, nifignno de 

los cualee es comparable al menor de loa que aWigeu eu el 

dia al Congreso nacional. Túvose buen cuidado de des- 

haoer el convenio que existia entre el Gobierno y la Jun- 

ta ‘de Cádiz, preciramente en el momento d6 instalarse 

Ias Obrtee. Privadas estas de aquel rwurso , erhausto el 

Emrio de fondos, talleciendo de ingresos de las provin- 

oias, acaba& las remesas de Am6rica y perdida hasta la 

esperanza d8 ulteriorea 8ooorrtw con el progreso de la in- 

surrecefon, el Congreso se vi6 envuelto en un caos de di. 

flcultrades y de urgeneias.~ PomWads, oomo se sabe, la 

rivalidad y desunion ‘entre los cuerpos y personas á que 

recurrian la% Cbrtes en solicitud de préetamoe y antici- 

paciones por h misma mano oculta de que se vale el ene- 

migo tira lograr su fln, fu8 imposible proporcionar me- 

dios para socorrer las necesidades públicas. La urgencia 

se aumentaba, como 8e aumenta cada dia. ‘Los recursos 

se disminuirn: fu6 inevitable acudir 4 las reformas, á evi- 

tar gastos poa0 necesarios. 

Este paso, por más titi que aparezca, es siempre el 

máe odioso, el que más descontentos produce, el que au- 

menta los enemigos del Gobi$ruo que le intenh; y el se- 

ñor Diputado que ha traido las proposiciones, testigo co- 

mo yo del oonflioto y amargura del Congreso al decretar 

. eatas reforma3, y d que ha contribuido con su voto, no 

ve que 83 instrumento de 103 que no le quieren Meti, pues 

le prekipitsn hasta 81 panto de que acnsq al Congreso, 

porque es justo y severo B eoata de su ternaia paternal. 

Las provincia3 de ac y allá: del. mar no ‘envian á CBdiq 

un solo maravedí para atender d los gastos de Ia guerra. 

En Cgdiz no eae alguna lluvia de oro. Lo @ue producen 

sus iugresos nå bastv ni con niuaho’ para cubrir las 

atenciònes de eate importantísimo reeinto. La’ penuria no 

hriy para qué disimularla. Ec preámbulo aousa di falta 

de protideaehs @ hxgremx En lar pruvi~cks, en ‘Ati& 

rica, en Europa, es preciso que se sepa, que atendidos ti 

recurso de que podemos dfsponer, es prodfgíoso cuanto 

se hace: y que el pre&mbulo e3 una impostura dirigida á 

sorprender B los que ignoran, 6 no pueden conocer nues- 

tra amarga pero gloriosa situacion. Es necesario qUa CO- 

nozean que nuestra resistencia es por todas surr circuns . 

tancias extraordinaria: que cuanto se hace en España pa- 

rece milagroso. Es preciso que conozcan que es debido á 

causas de brden muy superior á las miserablee ideas del 

pteimbulo. El amor á la libertad , el deseo de la iude- 

pendencia, el bdio Implacable de los pueblos á La domi- 

nacion extranjera, la alteza de los sentimientes d8 gloria 

y pundonor en nuestros verdaderos militaras; hé aquí 81 

tinplemento al dé%& de tesoreda, pe en vano se inten- 

taria reemplazar con uu Prfncfpe ertmnjero B Ib c&t+za 

del Gobierno, revestido del poder sbsoldb, que segun por 

todos los poros del predmbulo transpira, se Iateatn -draa- 

car B la incauta senkillez de los Diputados. ‘-ro w anti- 

cipemos las ideas. oonoiene no perder nunca de vista 81 

poder porque suspira el preimbulo en el Gobierno. Lo pue 

quiere es un poder absoluto, sin freno alguno legal que 

le contenga cuando quiera vender B la Nacion 6 atrope + 

llar sus derechos. Dejemos la apologla del Congreso; h6- 

gaula sus decretos y la série de sus resoluoionee. Ni loe 

autores del preámbulo ni yo podemoa ser jueces impar- 

ciales. La Nacion y la postaridad juzgarán á las Chtea 

cuando hayan cesado las pasiones de la envidia y del 6dio 

y las miras particulares + los que pmtlereu la ruina de 

13 P&ria á que se salve pbr medio de ínstitueiones que 

detesta su corazon. Preciso esque ent?emos en el exámea 

de los principales punbas del predtibulo. La libertad de 

imprenta, dice, ha producido muchos males, ningnn be- 

neficio. Ha injuriado á personaa respetables 8B todas laa 

clases. No hay para qu9 repredueír le que tantas veces se 

ha expuesto-sobre la materia. El abuso es hijo de la iutpuoidad, 

y esta est& promovida con el objete dehreeredloeo 

d establecimiento de la ley. iQuién ha abusado de ella? 

iLos que la promovieron y sostuvieron? Segaramente no. 

Tal vez no han usado de ella en ningun sentido, Pero los 

que la deesereditan y aborrecen no esUn en este ceso. 

Recuerde el Congreso, aunque sea sokIM&e loe efMWitos 

Srigidos 4 destruir abiertamente la imtítueioa de CMrtes. 

Compare la ttáaceud8ncia de sus esorites con lee iuiiscretaa 

deelrmaciones del autor del Rekrpisrrb, que olridade 

qnizá por los qae le pemiguieror, yace medio poìrido 

en una cdrcel, sin que se sopa toda& 61 Bxito de su 

guaa, cuaitdo autores de otra clase de libelos gozan de 

;oda libertad y proteccion. Pero y 81 daño ocasionado por 

.a libertad de imprenta, 3 dónde ssti demoatrado-în el 

Ire&mbulo? @astaa pequeños frreonveunfeM&s , insep8ttades 

de todos los’ establecimieuti humanes .pLira dssaeralitar 

una medida, que tiene-por objeto la feIiaidab.de una 

Vacion, tomada en latitud, ti qus nu dwnaa la hxtedad 

le g4nios limitadoe? La libertad de i-ta es ciertanente 

incompatible con’la impostura ; rasga el vek, J 

[uita la m&cara que enoubre aI higóerita, al aaalvado J 

d inepto: destrago be reputaciones akpsllre, ‘En este 

Wido podA ser un mal para eI que vive d ao&a da-grismio 

6 del engaño; peia no pur la Naeiog , pue tino 4 

aayor inter& en examinar la wndaota p&b&s & las 

[ue la gobiernan. La vida dou&tic.a bta ahora ha tido 

‘espetada: las virtudes privadas spreeia&s, y ;*I pr&n- 

~nlo mfsmo da 1E conocer que no 83 de esto de io que m 

[uejan sus autores. H6gas8 cumplir la ley, y el aburo ai 

existe ces&. Cuando el pre4mbalo se contrae $ injurias 

lichas al Gobierno, 10 h4c8 con tal ambigüedad, qae no & 

ti alude i loe debates da laa G&tes, á 6 b bp~ -cpls

puedan circular en el público. En este íiRimo caso, el 

&Bgreso no es responsable. Ha señalado con IA ley el ca. 

mino que debe seguirse para perseguir & Ios calumniado - 

res. Lo que yo puedo decir es que aun en ese punto ignoro 

que haya abuso. Los regentes han sido tratados con la 

consideracion que merecen sus virtudes. Los demás agsntes 

del Gobierno podrán haber experimentado xu&s 6 monos 

censura en sus operaciones. Esto no es de mi incumbencia. 

Si se alude en el preámbulo á nuestras discusiones, 

yo satisfaré á este cargo al mismo tiempo que conteste 

aI que se nos hace sobre trabas puestas al Gobierno; 

pero antes deshagamos otro, cuya naturaleza irrita al más 

pacifico. Los Diputados intentan perpetuarse para disfrutar 

unos sueldos que IA Nacion no puede pagar. La Dipntacion 

en Córtes es de suyo temporal, y en vano se presame 

excitar recelos de que quiera convertirse *en plazas 

de magistratura, ni otros empleos vitalicios, que con tanto 

patriotismo conservan 6 buscan los que sugirieron las 

ideas del preámbulo, La Nacion no se dejará sorprender 

en un lazo tan grosero. Sus Diputados no han perdido su 

conffanza. LA Constituaion, el decreto de señoríos, la abolicion 

de la ordenanza de montes, y tantos otros decretos 

de esta naturaka, Ia convencerán que es una cakmuia 

contra sus procuradores la idea de perpetuidad promovida 

por.Ios enemigos del bien público. La duracion de su 

encargo se habrá de determinar por 1s urgencia Ie las circunstancias. 

Concluida y consolidada la obra, los Diputados 

dejar&r con gusto sus asientos. Renunciarán unos 

deetinos, que so10 tienen amar&ra J odiosidad, no provision 

de empleos, ni pingües dietas, como se sienta en 

el. preámbulo. Este cargo no sé si deshonra más B quien 

le hace, que injuria al Congreso, contra quien se dirige. 

Me lleno de rubor, porqea creo indecoroso hasta contestar 

á él. La lista de tesorerfa tal vez desharia mejor la 

calumnia. En ella se veria que observadas todas las circunstancias, 

el que presenta este cargo no ha echado 

de ver que le han comprometido haata el punto de faltar 

á la decencia. Como se pide que este escrito se inserte en 

las Actas, y como la publicidad con que se ha leído hará 

que sea llevado, no por las cien bocas de la fama, sino 

por mil y mil conduetos á todos los puntos en que se intenta 

que produzca su efecto, es preciso que se sepa al 

mismo tiempo que, además de no ser cierto el cargo , se 

descubre en él todo el espíritu de sus autores. 

Se dama en el escrito altamente contra el gasto que 

hace la Nacion en lasdietas de sus Diputados. Vea ahora el 

Congreso que 01 ardiente celo y el espíritu de parsimonia 

del presmbnlo concluye con pedir gue el modesto y econdmico 

Consejo de Regencia se convierta en el pstentosc 

y pródigo Gobierno de una córte extranjera. I Qué coutradiccionI 

IQué hipocresla tan chocante! No quiero distraer 

al Congreso con reflexiones qne para todos BOI 

abviaa. Vamos 6 otro cargo. Que las Córtes no han dadc 

facultades al Consejo de Regencia. Para hacer el mal ej 

verdad; para hacer el bien no es cierto. Si las providencia 

del Gobierno ne.han de poder ser examinadas por las C6r 

teS; si discutir Ubremente oada uno eon la calma 6 vehe. 

mencia propia de su temperamento es entorpecer lasfacul 

tadesdelGobiemo,digase que no debe haber Cbrtes, que Q 

Gobierno no debe ser responsable, que debe ser absoluto 

que debe obrar segtm su capricho. Pero si no ha de se 

as&’ si la Regencia se ha de dirigir, como yo creo, por ( 

camiao de la ley, debe entenderse que el Congreso no e 

culpable de que el Gobierno no soetsnga SUS proyectos 

sus providencias por el medio legal y conveniente que E 

acoatnmbra en otras partes, y que tantzs, tantas veces E 

ha reobunado aquí. &Por qu6 no asisten 6, Las discn&nf 

os Secretarios del Despacho? &No está abierta la puerta 

le1 Congreso para que vengan B apoyar lo que propone la 

iegencia en todas las materias de gravedad ? ~NO seria 

@te el modo de volver á su camino las discusiones extra- 

riadas, los Diputados equIvocado3? Por lo demis, si la 

rlusion es S opiniones manifestadas en el Congreso , que 

mdieran ofender la buena opinion del Gobierno , yo no 

medo menos de decir que el Sr. Diputado se olvida de lo 

Iue baya ocurrido acerca de esto. Yo no sé coipo no ha 

rdvertido á sus amigos que este aargo , si fuera aierto, 

ba á recaer sobre. . . el sagrado del seareto me impone Ir 

,bligacion de respetarle, y esta reticencia podrá recordar 

rl Congreso cómo se abusa de su moderacion. Yo sosten- 

fo, contra el preámbulo, que el Gobierno jamás ha en- 

:ontrado en las Cbrtes el menor obstioulo á sus providen- 

:ias, aun en los casos en que pudieron haber mirado Como 

nsnlto lo que ta1 vez fué solo efecto de inadvertenda. El 

jongreso; en el acto de manifestar la mayor codanza á 

in general, depositando en él las riendas del Gobierno, 

Ixperimenta cuando menos nn desacato. InseparabIe de 

os principios de conciliaoion y clemencia que le distin- 

Iuen; se desentiende de la injuria recibida, y aonviene en 

Iue se rehabibte al que habia estado suspenso en la con- 

Ianza de las Córtee. El Gobierno á poco tiempo le da el 

nando de tres provincias y de tres ejércitos; J el Con- 

Ireso, aunque veia que cuando no otra consileracion, bas- 

aba la delicadeza para no exponerle á manifestar su des= 

grado, sin embargo, más prudente, más sábio que lo que 

mpone el preámbulo, supo discernir lo que íaportaba f 

IU ãeeoro y al honor del Gobierno; sostener una provi- 

lencia que pudo desaprobar con toda justicia y discre- 

rion. Se desentendió de todo., y honró á la Regencia con - 

estando solamente que quedaba enterado. Eate suoeso, 

leñalado por todascircunstancias, hace ver que ni el Go- 

bierno carece de facultades, ni el Congreso entorpece su 

,jercicio. He elegido entre otros este hecho, porque es ca- 

utal; y cuando en asuntos de esta clase proceden así las 

36rtes, no es capaz el preámbulo de eorprender á otras 

)ersonas que á las que no observan y meditan. Estas 

kempre están sorprendidas. Si estuviera presente el Mi- 

liztro de la Guerra, y aun sus compañeros, no dudo ha- 

rian justicia al Congreso, conviniendo en que jamba ha 

Worpecido las operaciones del Gobierno en los puntos que 

influyen esencialmente en el servieio público. El preám- 

bulo solo presenta declamaciones, y estas pueden extra- 

viar por un momento 1s opinion de los irreflexivos. No 

contento con hablar vagamente sobre el entorpecimiento 

que experimenta el Gobierno, quiere suponer que la res- 

ponsabilidad á que se le sujeta destruye su energía. Solo 

la persona del Rey puede ser inviolable; todas las demás 

personas que gobiernen han de estar sujetas B residencia 

legal, á no proclamarse antes por el Congreso , que para 

salvarnos es preciso establecer el sistema arbitrario. Cree - 

ria hacer una injuria á las Córtes si me detuviera en exa- 

minar le tendencia de la doctrina del preámbulo en este 

punto. Sus principios est8n bien manifiestos. No com- 

prenden sus autores que pueda haber Gobierno que nos - 

salve sin que sea absoluto. No permita Dios que la Naeion 

se deje sorpreqder por un instante con idea tan falea y 

tan perjudicial. Los déspotas jambs salvaron las nacioneá 

que se hallaron como nosotros. Los españoles pelean por 

ser librea, y en el instante que tan noble y digno obje- 

to desapareciese de su vista, el Gobierna que desco- 

nociese el principio y fomento de nuestra lucha, seria vic- 

tima de su imprudencia 6 estupidez. Luego daré más 

extension á estas ideas. Preciso es seguir el hilo del 

preámbulo. Continúa 6ste haciendo cargos al Congreso

acutiulando inepcia sobre inepcia. Entre otras, indica que 

las Córtes han descuidado las negociaciones con las po- 

tencias extranjeras, etc. Si la discrecion y delicadeza pu. 

dieran abandonar á loe Diputados en la discusion de es- 

tas materias, el predmbulo no hiunfaria con una impos- 

tora declamacion del silencio que me impane la pruden- 

cia. Hago con gusto el sacrificio más costoso para mi en 

estas circunstancias. Conozco demasiado lo que exige el 

decoro de una discusion pública. Mas separindome por 

ahora de todas las razones, véase si el Consejo de Rsgen- 

cia no esti plenamente autorizado para tratar con abso- 

luta libertad y desembarazo con todas las potencias ex- 

tranjeras. Véase si la buena fé puede desear más faculta- 

des que las que le estbn concecidas, atendida la natura- 

leza y circunstáncias de un Gobierno provisorio ; de un 

Gobierno que en el estado en que se halla la nacion in- 

vadida, iqu6 digo ? ocupada en gran parte por el ene- 

migo más astuto y depravado que existe, no puede 

menos de tener subordinada su autoridid 4 la del Con- 

greso en el eeencialíeimo punto de la rátiflcacien de 

tratados. Los Gobiernos x$amos extranjeros no podrian 

menos de desearla, akndidas las circunstsncias de la re- 

volucion en que nos hallamos envueltos. Eìlos serian los 

primeros Q solicitar que interviniesenlas Córtescon su san- 

cion para dar mis firmeza Blas estipulaciones, especial- 

mente en el dia en que nuestras leyes fundamentalee na- 

da tienen establecido con respecto á este punto. Pero so‘- 

bre todo, iqué más quisiera Napoleon que ver al frente 

del Gobierno personas plenamente autorizadas para con- 

cluir y ratificar tratados, sin que la Nacion pudiese ata- 

jar los males cual produjese tan funesta facultad, sin re- 

currir & otro nuevo Dos de Mayo? El que presenta el 

preámbulo pudo haber indicado á los que le BOgírieron 

tan absurdo cbrgo, cuánto se afana el Congreso cada día 

para facilitar por su parte el buen hxito de convenios y 

alianzas. 

No es ciertamente B lds &Wes Q quien el Sr. Vera 

debió presentar la reconvencion. El Congreso pudo, y en 

mi dictámen debió, pedir algunas veces que se le instru- 

yese del estado de las negociaciones, sin perjudicar por 

eso al secreto 7 direcoion que hayan merecido al Consejo 

de Regellcia. fa& un exceso de delicdddza le acarrea tal 

vez un cargo, tanto más injusto, cuanto c/ue aparece he- 

cho por un Sr. Diputado que no ha debiio omitir lo que 

no puede ignorar J callar ein faltar d sus obligticiones. 

Los Ministros en Inglaterra satisfacen á las CBmaras 

cuando conviene informarlas de los negocios diplomáti- 

cos El Congreeo pudo haber observado igual cqnducta. 

Y hubiera sido muy digno de un Diputado hacer justicia 

& las Córtes por su Circunspeccion en esta materia , en 

vez de acusarlas de úu descuido en que no han incurri- 

do.. . No debo decir má;s. El preámbub mrra como defec - 

to la amovilidad de los Regentes.,..!!onfieso, &6n-, que 

esta idea para mf es original’. Es un fen6menti en politica. 

Pues qué, js6 querla acaso que la Regencia se obtuviese 

por juro de .heredad? &No solo hribian de estar absueltos de 

rèsponBabilidad, sino que tambien habian de ser inamovi: 

bies 108 Regentes del Reino ? 161 será tambien defecto el 

no haser organizado el Gobierno á la manera de la Junta 

Suprema de Madrid, para que pudiese colocar B su fren- 

te, como lo hizo Bsta con Murat, ótr6 Príncipe igualmen- 

te benéfico y amante de los españoles? IQué poco se han 

acordado’ al eiteader el preámbulo sus aat0res de la con. 

ductk que observaban nuestros padres cuando nombrabaa 

fiegentW del Beihof Amovibles y responsablea Q la Na- 

Cfon 108 &&, en lo que manifestaban tener ideas más 

exactati y cabdee- de fa ciencia del Gobierno que ias que al 

lvlhER0 463. 24W 

parecer tenemos hoy nosotros. Pero en este punto ta! vez 

hay en el preámbulo m6s hipocresia que fgnorancia. Mac 

dejemos ya los cargos, y vamos Q examinar lo que importa. 

Hablo de la propuesta de persona Real, que es en 

la composicion el verdadero héroe de este cuadro; Como la 

proposicion no designa personas, me abstendré de hacer 

aplicaciones que no sean en general, J así se guardará 

mejor el decwo de la discusion. Se quiere suponer que el 

Gobierno no puede ser obedecido ni respetado mientras no 

tenga 8 su frente una persona Real. La obediencia y el 

respeto son inseparables de todo Gobierno, cuando procede 

con justiflcacion y energia. Estas dotes las hay y las ha 

habido entre los españoles, aun considerados como particulares, 

y es una calkmnia contra Ia revolucion supon& 

lo contrario. Es una injuria hecha B la Nacion; es desco- 

nocer SUE virtudes; es poner en duda lo que ha manifes m 

tado la experiencia. La Nacion ea por cardcter obediente á 

las leyes, sumisa á las autoridades cuando obran con rectitud 

y acierto. La Nacion ha obedecido gustosa coti r&peto 

y deferencia B las juntas provinciales, d la Junta Central 

y 6 los Consejos de Regencia, y htista 4 jefeea y autoiidades 

muy subalternas siempre que le han ofecido la libertad 

y la independencia por objeto de sus sacriflcioe. 

Si la ineptitud, la ignorancia 6 el desacierto han desco-. 

noci&o los grandes y verdaderos medios de gobernar, 

cúlpense á sí,mismos los que estén en eate aa8o; y no confundan 

las verdadetss caukas de aueatros desastres; No 

omitan tampoco 108 autores del preámbulo lo que ‘ha contribuido 

k nuestras desgracias la falta de auxilios de toda 

tipecie que la Nacion no tiene dentro de si misma ; que 

solo puede solicitar con ruegos, y sin los cuales eB inevitable 

que padezca descalabros. El prebmbulo provoca la 

discusion; mas yo no debo decir mis. Yo ti,a el primer6 

IS votar que se autorizase la Regencia con una persona 

Real, si no viese el inminente peligro en que está la libertad 

de la Nacion, y los mismos derechos del Sr. Don 

Fernando VII, que tantas veces hemos reconocido y jurado. 

Supongamos por un momento que se coloca un 

Príncipe al freute de la Regencia. Aunque no aparece de lá 

propoeibion cuál sea el designado, no dúda qtie sua autores 

intenta& que se tome de entre lts personas que ten; 

gsn derecho 6 la sucesion de la Corona; Este Prfn&ipe 

durante su Gobierno ha de ser feliz 6 deagraciado. En el 

primer caso, quedan inevitablemente comprometidos -loti 

derechos del ‘Rey. E# preciso ignorar la historia de laa 

uaurpacionee, y señàrladamente laa ocurrid4k k3n EspaiM; 

?s preciso no tener ei menor conocimiento da1 corazon 

3umano para creer que un Príncipe victori&w gobarnrndo 

31 Reino dejase pacíficamente el Trono d nuestrò &eegra- 

:iado y cautivo Rey. La ambicion de m-r; dl*atr&ti~ 

ro de la Corona; son m8s PoderoBos que he VirtM ãP la 

moderacion. Y la ley de Uastilla, que prohibe la gtiiUdd 

iel Rey menor al que tenga4letiho 6 sueedtik, acusa- 

Pia siempre al C?on&ebo dë imprndeM&F &n ‘de teríwriia&. 

El Rey ea todavía dé peor ccindicion”que an mdnor. 

Este podria estar en el Reino, cfiarse ‘eBtr6 das a&bditi, 

:onflrmar con au prkwrcís de tdiitb añ tito au obajadien- 

?ia y lealtad. Mas el Sr. D. Pernkído ‘~VIf #até auseutt,e; 

4 cautivo, y sobre todo as dssgMiado. $e haRa& po; 

ier de uti infame usurpador, par8 qu%&la virtud y el fiuhhonor 

son un juguete y un motívo de ejercitrir BP inmobalidtid. 

@ué de ardidas no formar!S w’f6canda deprava; 

:fon Para dividirnos j desacreditarnos para con ntitiros 

nismos y par8 con los extraño& @uánto 150 *eria la 

,Yacian en 61 conce@to de los Soberibnos de Euröpa, que 

tanto han sabido ‘apreciár la generosa rmlucioh qna h& 

mea tomado de vengar 6 t& coaQa el ultráfe eo&&& M 

625

2498 SO DE DICIEMBRE DE 1811. 

18 persona del Rey, si viesen que 18s Córtes incurrian en le y que los principios de libertad é independencia se 

el desacuerdo de dar ocasion á que un Príncipe más 6 trraiguen en el corazon de los españoles, seria la ruina 

menos extraño le suplantase al favor de un tratado secre- le la Pátria. Basta solo ver lo que ha sucedido á tantos 

to, de una victoria, de un partido, de una guerra civil, d Eetados de Europa, cuyos Soberanos debisn preferir mil 

de una intriga doméstica? 6Qué medio reserva el Congre - muertes á la humillacion de rendirse á un enemigo tan 

so á la Nacion para conservar el Reino á quien ha j orado vil y tan perverso; pero vuelvo á decir que sobre este 

rescatar y restablecer en BU Trono? iPodrian entonces las punto no debo extenderme más. Todavía me falta con- 

Córtes despedir con urbanidad y cortesanía al Príncipe d testar á otro argumento del preámbulo, en que se supo- 

Princeea Regente diciéndole: UV. A. puede retirarse 8 ne que la Regencia de Eepaiia no será respetada de las 

sus Estados; la Nacion queda sumamente agradecida á los potencias extranjeras mientras no vean B su frente un8 

favores que le ha merecido en su Gobierno; en recompen- persona Real. Po me atrevo á asegurar que solo la m818 

sa le declara benemérito de la Pátria , le erige estátuas fe y la doblez de un Gabinete podria alegar este pretexto 

y toda especie de monumentos que perpetúen entre los para cubrir sus miras hostiles con una tazon tan frívola 

sspsñoles su memoria?... * Señor, idonde vamos á parar? y aun tan ridícula. Las potencias que deseen nuestra 

Delirios de esta especie no son para distraer & las Córtes amistad, la solicitarán por la conveniencia y por el inteespañolas. 

Cuando no otras razones, bastaba el respeto á rés que les ofrezca una Nacion grande , leal y generosa, 

la moralidad de la Nacion, al decoro debido B la persona no porque se halle accidentalmente en su gobierno un 

del Rey, para que, mientras exista, no se hiciera en el Príncipe á quien jamás podrian considerar como perma- 

Congreso proposicion semejante. Yo no estoy acostum- nente, sin concebir por el mismo hecho ideas poco ven - 

brado 8 hacer m8s que un solo reconocimiento y juramen- tajosas á la estabilidad y legitimidad de este mismo Goto; 

se nos ha exigido con toda solemnidad el dia de nues- bierno. Además, las potencias extranjeras observarian 

tra instalacion , y el Congreso debe mirar como una oca- con mucha atencion su conducta , y si no correspondiese 

sion próxima de prevaricar lo qke se pide en la propo- á la espectacion pública, si conociesen que la Nacion no 

gioion. 

estaba satisfecha de sus procedimientos, la persona Rea 

Por otra parte, ya que ae intenta probar nuestra no seria capaz de suplir por sí sola la confianza á que no 

constancia , jc&mo no BB presenta un aliciente que pueda ae hacia acreedor su gobierno. Laa naciones amigas y 

disculpar la tentacion, si cayésemos en ella? iCuB1 es el aliadas estimao demaaiado el precio de la independencia 

Priqcipe destInado para salvarnos? $Xmo no se nos ma- para que. desconozcan estas J otras muchas razones que 

nifiestan sus cualidades personales, para que veamos si yo podria esforzar. La costosa leccion de los Gobiernos 

podremos oponer á nuestro enemigo un adversario capaz que entraron en las coaliciones les ha hecho conocer 

de vencerle y rescatarnos?~@a8les sus rausos pecunia - cuánto debe esperarse de una guerra naciooal, dirigida 

rioa, sus fuerzas auxihares de mar y tierra, sus títulos, por principios de verdadera libertad. Tienen innumeraen 

fin , que le hagan acreedor á la confianza nacional? bles testimonios de la lealtad de los españoles, de su periAh, 

Señor ! yo veo; por desgracia, que los Príncipes de severancia en las resoluciones, de su solemne decIaracion 

Europa, 8 que puede aludir la proposicion , se hallan en en el dia 24 de Setiembre, en el que sancionaron libre y 

aituacion muy diferente de la que era necesario para que espontáneamente una Monarquía hereditaria, proclamansa 

adoptase. Esta inainuacion, al paso que no puede ofen- do y jurando de nuevo por su Rey al Sr. D. Fernander 

6 determinada persona, es más que suficiente para do VII y sus legitimos sucesores, sin que puedan ignorar 

pulverizar un proyeoto fundade en una verdadera quime- que todo esto acaba de adquirir nueva firmeza por la ley 

ra. Pero, Señor, si el Regente fume desgraciado, Iqué de fundamental que está sancionando el Congreso. Así que, 

males no, acarrearia sobre nosotros la proposicionl Nótese Señor, este miserable subterfugio, que solo puede dar reque 

entre otras cosas pide que ae dén á la Regencia que celos 8 ineptos d cobardes, queda deshecho en humo. 

propone las mismas facultades que concede al Rey la Conviene que examinemos ahora 18 proposicion con tes- 

Constituoion. Entre ellas se comprende el terrible derecho 

de k paz y de la guerra y de los tratados. Esta 

pecto al influjo que, por decirlo así, puede tener en nuestros 

asuntos domésticos, Más h& de tres meses que se han 

guerra,’ Señor, es naoional. Setenta batallas perdidas visto por el Congreso documentos auténticos que manisolo 

hat. servido para oonvertirnos en potencia militar. flestan una abierta guerra contra la libertad de la Na- 

Adoptad8 la ptoposicioa, 18 guerra, como demostraré 

bien pronto, pasaria B ser guerra de gabinete ; y en tal 

caso, un desastre, una derrota produciria los mismos resoltados 

que la batalla de Jena 6 la de Wagran. El que 

deaoonozoa eatas verdades es incapaz de escarmiento. NC 

cion, declarada y sostenida por los que ~010 pueden proaperar 

baj6 el sistema arbitrario. Sus disfraces , sus ardides, 

sus proyectos todos, todos han sido desbaratados en 

diferentes ocasiones. Pero adheridos á un sistema 4 que 

no saben renunciar, se reunen de eontínuo y vuelven de 

paria mucho tiempo sin que la Nacion viese otros tra- nuevo .B la carga. Lae discusiones del Congreso sobre los 

tados ymo el de Fontainebleau. Señor, ,aeamos circuns- principios en que estriba el proyecto de Constitucion han 

peotos ! ,‘se&n~s snspiaacés, coaoze8mos alguna vez B dado un golpe mortsl al régimen arbitrario. La Nacion 

nuestro enemigo ; el,e&do de la Europa y las miras de ha reconocido sus derechos, las luces cunden, y el espí- 

10s que meditsn nuestra destruccion, sin que pata ellc ritu público se difunde por todas las clasee, ganando de 

888 neceado teeurrir & lo que pensaba Napoleon hace dia en dia nuevos defensores de la libertad nacional. Opocatorce 

8Ík~, cuando era general en ltalia , cuya política 

se nos ha querido como descubrir el otro dia; política 

nerse de frente á su progreso, no solo conocen que e3 inútil, 

sino que produce efectos contrarios. Por tanto, solo 

que nunC8 fué un misterio para los que quisieron pene- les queda un recurao: nombrar un Gobierno de quien 

trarla, J que por desgracia solo parece que fué desconocida 

de 108 que tuvieron en su mano prevenir lo que tan 

d W!J~ suya ha aprendido la Nacion. El éxito inevitabh 

del gobierno de un Príncipe extraño y desgraciado, revestido 

d8 las hcnltrdes que pide la proposicion , espepuedan 

esperar que jamás se plantee la Constitucion. 

Puesto al frente de él un Príncipe extranjero 6 una parsona 

Real que necesariamente ha de desconocer los principios 

y el verdadero objeto de nuestra lucha, por no haberse 

hallado en ella, les ofrece un punto de reunion en 

aialnwte antes que el sistemr constitucional aa consoti- que poderse atrincherar para resistir el ímpetn de loa de-

lQlham0 463. 2499 

cretos y Ie$.a del Congreso. Esta persona Real , rodeada Qpice, á la libertad de mi Pbtria. No tengo otro objeto ni 

necesariamente de personas que tienen poca costumbre otras miras. Fortalecido cou el sentimiento intimo de mi 

de oir las necesidades de los pueblos, de enterarse de sus conciencia, yo, yo pido al Congreso que no se disuelva 

eacridcios, y cuyos intereses no están íntimamente enla- hasta ver asegurada la ejecucion de la Constitucion. Pazados 

con los de todos los españoles, que no se han com- ra ello pido con el Sr. Diputado Vera que se forme & 1s 

prometido Q defender y promover los de la comunidad, mayor brevedad un Gobierno correspondiente; pero sin 

‘no podrán evitar que sea sorprendida y engañada por los persona Real. Qae en seguida se nombre el Consejo ‘de 

que aborrecen la libertad. 

Estado i el Tribunal Supremo de Justicia, compuestos de 

El fausto y Ia etiqueta de este Gobierno alejar6 in- personas amantes de la Constitucion, sinceramente disevitablemente 

B los que pudieran acercarse á aconsejarle puestas á sostenerla y 15 sacrificarse por la libertad de 

y dirigirle en la árdua empresa de salvarnos. No serán su Pátria; personas que en vez de tramar conjuraciones 

los Diputados de la Nacion, ni los verdaderos patriotas para restablecer el sistema arbitrario que nos ha perdido, 

los que teugan cabida ni acceso libre á los que gobiernen. se Cirijan por los principios de justicia, de libertad y de 

Por el contrario, la mano oculta que los persigue en to- verdadera política, finalmente personas que esten íntimadas 

sus operaciones, siempre que en ellas se advierte al - mente convencidas de que solo la Constitucion, de donde 

gun calor y vehemencia en favor de la buena causa, aca- emana su autoridad, puede legítimar sw providencias, 

bará de desterrarlos de todos los parages en que puedrn hacerlas obedecer y respetar. Pido tambien que se expida 

reclamar la libertad y derechos de la Nacion. Todos los sin pérdida de momento la convocatoria para las futuras 

que se crean agraviados por la Constitucion, formarán Córtes, sin que bajo de ningun pretexto pueda dejarse al 

una barrera impenetrable al rededor del Gobierno. El plan Gobierno este encargo. De la misma suerte pido que en el 

de deshacer la grande obra, se trazará al momento. Su intermedio de estas á las futarae Cbrtee se nombre en el 

ejecucion se confiará Q las personas más señaladas por su seno del Congreso una Diputacion numerosa con las faoposicion 

á la libertad. Yo preveo todos los males de un cultades que parezcan oportunas. Digo numerosa, porque 

retroceso, que miro como inseparable de lo que pide la atendidas las circunstancias extraordinarias en que se haproposicion. 

Per poco que se haya observado, no puede lla el Reino, solo por este medio puede ser respetable é 

menos de advertirse que aun ahora que hay un Gobierno incorruptible en el ejercicio de sus funciones. Por últicreado 

por las Córtes, revestido de una autoridad emana- mo, Señor, pido que mientras se forma el Gobierno, seda 

de au seno, de una autoridad verdaderamente nacional, gun la proposicion del Sr. Vera, se nombre una comision 

existe un desvío, una frialdad inexplicabIe para eon toque proponga 6 las Córtes lo que deba hacerse para asedas 

las personas que han promovido y cooperado de bue- gurar el acierto de tan importante negocio., 

na fé á la revolucion. Esta observacion es cierta, y solo Las proposiciones indicadas en el discurso que anteceel 

iluso puede desconocerla. Pues si tal sucede en el dia, de son las siguientes: 

iqué podemos esperar instalado el Gobierno como pide la

sus ideas y 6 los verdaderos sentimientos de Su COf8ZOn. ia en todas las divisiones lo que en la del general Ba- 

Los que han abusado de la buena t> de UZI hombre de !18St8rOSF y en todos los regimientos lo que en algunos, 5 

bien serán reSponSableS de los perjuicios que Ocasione esta 

discusicn, que por de contado nos hace, cuando menos, 

perder el tiempo que se emplea en ella. Pero supuesto 

que se quiere desacreditar al Congreso; supuesto que se 

le quiere cargar con todo el peso de la execracion pública, 

prssentándole como autor de todos los males que afligen 

Ios cuales no ha faltado hasta ahora lo absolutamente pre - 

Jiso. Se dice que las Córtes no dejan autoridad alguna iE 

la Regencia. Para demostrar lo contrario basta el ejemplo 

iel marqués del Palacio, que el Sr. Argüelles ha citado. 

ta Regencia ha dado una ordenanza particular al cuerpo 

de los Voluntarios do Cádiz, lo cual era propio del Poder 

á la Pátria, es preciso que se descubran las tramas de sus IegisIativo. Sin embargo, V. M. ha callado, y hubiera sido 

enemigos. Con esta salva digo, contrayéndome ahora al muy conveniente que lo hubiera reclamado, para que esexordio 

de las proposiciones, que efectivamente en él ss k cuerpo verdaderamentee benemérito hubiera recibido de 

designa á las Córt-s como á- un cuerpo que por la ambi- mano de V. M. esta recompensa debida d sus servicios. 

cion y por los principios de sus Diputados ha causado las Pero no se le ha dejado ejercer este cargo propio de sus 

pérdidas de las plazas y todos los demás males que se atribuciones, ni ha sonado en él el nombre de las Córtes 

mencionan. El Consejo de Regensia se da á entender de- lue tanto sonó para el alistamiento, por evitar la odiosimasiado 

claramente que nada ha podido hacer, detenido 

en su marcha por las Córtes, que 8on las que tienen la 

dad aquellos que debian cargarse de ella. Se pierden las 

., . 

plazas: no tenemos eJ ercitos; iy se culpa tambien d8 8StO á 

culpa de todo. Esta acusacion, con que nos denuncia á la .as Córtes? iForman ellas los planea de guerra? iDirigen 

Nacion, 8s terrible. Pero ies verdadera? $38 reosudan las .as operaciones? Han querido arreglar la parte de la milicia 

contribuciones ordinarias? &Se ha recogido la plata de las m que deben intervenir, y para ello se ha pedido al Goiglesias 

y particulares? &Ss ha planteado la contribucion 

extraordinaria de guerra? Si no se ha hecho jsstá la fallierno 

muchas veces que, tomando la iniciativa, diera 

.os datos, y presentara sus ideas para la con+tucion 

ta en las Córtee? Yo convengo en que estos recursOs son r organizacion militar. Se proponen en su lugar reinsutlci&es 

para subvenir á las newsidadeo; pero no por ‘Ormas parciales eU los CUerpOS privilegiados, y 138 comeso 

deben despreciarse;’ y en lugar de sujetar los pueblos promete á las Cdrtes á chocar por una medida particular, 

B exacciones arbitrarias de los jéfes militares seria mejor 5 á errar en un punto tan delicado, por carecer de las luobligarles 

á contribuir de una manera legal y uniforme. Poco 

tiempo há que se manifestó B V. M. cierto arbitrio que 

:es necesarias para asegurar el acierto; ey despues de esti 

se culpa á las Córtes del deeórden del ejercito? SLa tenpodria 

proporcionar recursos, y V. M. sutorizb al Gobierno 

paraque lo pusiera en práctica. X’o sé si SB ha puesto, d no; 

pero sé que las CCirtcs han hecho lo que les tocaba hacer. 

V. M. quiso consolidar el crédito público para restablecer 

la confianza, que es el medio m6S seguro para encontrar 

lrán tambien de que el establecimiento del estado mayor 

lue aprobaron particularmente, no se haya perfeccionado, 

r que no estén aún demarcados los límites de su autcrilad 

con respecto á los inspectores y á los jefes de los cuerpos? 

iloca á las Cdrtes restablecer la disciplina y evitar 

recursos. V. M. nombró una junta para ello, y sspsrs la 

rennion para recojer el fruto de esta medida, no menos 

útil que honorífica para la Nacion española. iY pende d8 

V. M. que no se haya veriílcado, y que ni aun esté impresa 

la Memoria formada sobre este punto por au comia 

impunidad de los delitos 8 pesar de sus decretos reconendando 

la rigurosa observancia de las leyes penales? 

Fara esto era preciso que á cada paso residenciaran la 

conducta de103 principales agentesdel Gobierno y de los 

empleados, y serian censuradas como lo fueron por la 

tnon de Hacienda? Al general Castaños faltan medios para risita del hospital de la Isla, y por cuantos pasos han dasostener 

y aumentar su ejército; pero diga este general si lo para asegurarse de la ejecucion de sus decretos; de 

son las Cbrtes las que repartieron los caudales del Miño, estos decretos que se miran de tal modo, que hace poco 

y diga el Sr. Vera si son las Córtes las que poco tiempo 

h6 han tratado de buscarle recursos por medios extraordinarios. 

Faltan arbitrios: nuestra situacion da mArgen 

para muy pocos cQculos; la economía es de la mayor importancia, 

y es un mal gravísimo que los Diputados con. 

tiempo que en cierta escuela pública se obligó á un profe . 

sor á borrar de una arenga ciertas expresiones en que elogiaba 

algunos que proponia por estímulo á sus alumnos; á 

borrarlos, digo, por no disgustar á S. E. Yo SB quien es su 

S. E.; pero no debe decirlo. Véase quién tiene la autorisuman 

en sus dietas los fondos que debian servir para 

vestir y pagar i los soldades. Venga la lista de loa pagos 

que se les han hecho, y por ella se ver6 cuáles están padad. 

Aquél sin duda á quien se desea y se procurs. agradsr. 

gY despues de estos hechos, por lo &ales ’ pudiera 

acusares á las Córtes de débiles, se las acusa de despbgados, 

y si lo que han percibido lo han debido á su autoridad 

6 al favor de los Ministros. Se verá que los Diputados 

han cerconado por sí mismos sus dietas, y se verá si 

tienen 15 no consideracion á los apuros del Estado. Se dice 

que eí soldado está desnudo y mal pagado, y de esto 

se queja tambien el Sr. Laguna el otro dia. Para evitar 

ticas? 

No quiero detenerme más en este asunto, en el cual 

podria decir mucho más y probar con nuevas razones que 

81 Sr. Ver4 no ignora la injusticia de los qU8 le han SBducido 

para que contribuya á desacreditar 4 V. M. Sí; Señor, 

ha sido seducido, y no es muy difícil averigusr por 

esto, se ha autorizado por repetidas resoluciones de V. 36. quién. Pero i& qué dn los sordos manejos de estos seducal 

Gobierno para exigir perentoriamente los fondos y teres? Si las Córtes son perjudiciales; si los Diputados 

auxilios necesarios; ss ha autorizado; se ha encargado á abusan de sus poderes; si la Nacion desaprueba sus delilas 

juntas; se ha dado facultad d los generales para com- beraciones, ipor qué no claman abiertamente contra ellas? 

pelerlas, J V. M. ha adoptado cuantas medidas se le han Lardizabal lo hizo: iy cuántos prosélitos ha hecho? Si lo 

prepuesto conducentes á este objeto. Pero sin órden, sin que quieren es conforme al voto de todos’ $8 bUenos BSeconomfa, 

ipuede haber fondos suficientes en las círcunstancias 

actuales? &Y lo establecerán los decretos do V. M. 

si no se cuida de su exacto cumplimiento? Y si las~brtes 

quisieran por sf mismas inspeccionar la distribucion de 

los fondos, $0 serian censurada&. Al Gobierno toca ejepañoles, 

ipor qué ocultar su verdadero nombre el autor de 

la Eqaãa vindicada? &Por qué no sabemos quiénes son 

los redactores del Cdrrs~ genaal y Idel Diario &e lq tarde? 

@iremos que 88 ocubn por modestia? &ué quieren sustraerse 

á la gloria? NO, Señor, se ocqltan porque .pmen 

CQtarlo, Y 81 PWd? IW!W qU0 0n la penuria actual suoe- Ser desmentidos, porque todoe conocen SUB tiras iutere-

madaa. Atacan el sistema que llaman liócrat, prqu~ 

quierea volver á loa tiempos de Godoy; porque quieran 

unos Ministroa despótieos ; quieren que las gracias y loa 

empleos se den solo 4 aquellos que por su clase, por sus 

circunstancias particulares pueden alcanzarlos por la adulacion 

y la intriga, sin que sea preciso rivalizar con todas 

las demás clases y trabajar para adquirir un mérito superior 

81 de todos los dem&s concurrentes, lo cual, efectivamente, 

es mis cómodo, pues no pocas veces se logra 

de este modo por una bufonada que hace reir á un Ministro, 

lo que debia ser recompensa de los más señalados 

servicios. Invocan el nombre de Fernando VII con la 

misma hipocresía que ei de 18 Pátria. Si amaran 4 este 

Príncipe, objeto digno de la veneracion y de la ternura 

de todos los españoles, no propondrian medidas que comprometen 

sus derechos y ponen mayores obstáculos B su 

libertad y á EU restablecimiento en el Trono. Ciaman por 

una persona Real. iQuién ser8 esta persona? iE Emperador 

de RUsia, que es el único Soberano del Norte á quien 

respeta N8pOleOn? i0 el de Alemania, unido con él con 

vínculos de parentesco y que sacrificó los intereses de sus 

n-0 463. 2501 

ia segunda de laa proposiciones del Sr. Argüellee, relati- 

v8s á eete asunto, la cual quedó aprobada, y d coas%- 

cuencia señalado el dia 2 de Enero próximo para la die - 

cusion del proyecto del Sr. D. Andrés Angel de la Vega. 

El Sr. Presidente anunció al Congreso que ss habian 

ya entregado para repartir los ejempl‘áres impresos de la 

última parte del proyecte de Constitucion, y los del pre- 

sentado por el Sr. D. Andrés Angel de la Vega, relativo 

4 la organizacion del Gobierno. 

vasallos por una paz vergonzosa? $Será el Rey de Prusia, 

Se ley6 el siguiente papel del Sr. Llano: 

crprescindo de molestar la atencion de V. M. con Is 

pintura de males que 1aNacíon experimenta, y acaeo son 

consecuencis en parte de nueatr8 mala conetitncioa política, 

pa%s que ya V. Bd. trabaja en formarla, cual conviene 

á una Nacion libre y generosa que todo la sacrifiaa 

en defensa de su independencia con un heroismo que bad 

será alguno de los inmediatos sncesores de Fernan- rá época en los anales de la historia. Por ella van á cordo 

VII? Para tratar de estos últimos, debia tenerse pre- tarse de raiz los abusos en todos los ramos de la admisente 

que si la ley de Partida prohibe que tenga la tute- nistracion; pero en la parte militar la necesidad del rela 

del menor su sucesor inmediato, porqne no abuse de medio es máe urgente. En nuestro ejército los hay gmnsus 

facultades para usurparle sus bienes, con m&% razon des, es preciso decirlo: mala conetituaion, ninguna edadebe 

aplicarse esta doctrina al caso de un menor cautivo cscion, desórdenes sabidos y tolerados, arbitraria eacané 

imposibilitado de hacer nada en su favor, y cuyo tutor dalosa distribucion de premios, privilegios ridículos contiene 

todos los medios de dañarle que da el poder y la trarios 8 la disciplina, y en fin, todos los males que 8011 

autoridad. Es muy extraño que personas que manejan las anejos á un Gobierno vicioso y corrompida despuee de sileyes, 

y que apelan 8 ellas siempre que se trata de sus glos; p lo peor, con inmenso grav6men del Erario; pero 

intereses, las olviden cuando se trata del Monarca. Dirán iquién podr& dar eata constitucion militar y naaional? Seque 

no es de temer que esto SUC0d8. Pero ha sucedido tan- ñor, el Congreso tiene una inmensidad de objetos en que 

tas veces, que no seria prudente exponernos á que suc%- ocuparse; y como el númerodemilitaresqae existen en su 

diera ahora. Pero de esto se tratará otro dia. Por ahora seno es muy limitado, resulta que por sí solos tampoco pobaste 

decir que de lo que tratan los que mueven este drán elevar un edificio tan vasto, y del cual Ips difwnguerra 

sorda, dentro y fuera del Congreso, es de unaper- tas partes que le componen son muy comphcadas, y difísona 

Beal cualquiera, con tal que destruya 18 cons- oil la reunion de luces necesarks para fijarla son discertitucion 

en su origen, para que cuando 6 costa de los in- nimiento. El Ministro de la Guerra, 6 loa sagetos que s% 

mensos sacrificios del pueblo español, sacudamos el yu- elijan por %l Gobierno aún menos; la experiencia de lo pago 

de Bonaparte, cojan el fruto de tantos trabajos, no 105 pado lo acredita. Finahnente, el Supremo (3onsejo de 18 

patriotas que desde el principio as dicidierou por 18 cau- Guerra no esti constituido cual conviene para %st% oa80, 

sa de la Nacion, que 18 han sostenido constantemente con sin embargo de las luces y prudencia que pre-irle 6 BU% 

tan extraordinarios esfuerzos; no los ilustres soldados trabajos. Asf, pnee, el plan que creo m6s útil Seria 18 SBque 

tantos peligros han arrostrado por ella, sino aquellos union de una junta 6 consejo militar nacional, compuesque 

cuando más alegan como mérito haber sabido mane- to de o5ciales de todas armas; ilustrados, de conocido pajarse 

sin comprometers% con unos ni con otros. iY será triotismo, y cuyas ideas eatin conformes 8 los sentimienla 

recompensa de tantos servidores condenar al pueblo tos de V. M., ekgidos por loa mismos cuerpo%, bajo la 

espafiol 8 vivir sin P&ria como hasta aquí? jSerá el pre- forma que se indicar6 8 continnacion, 

mio de tanta sangre Vertida el indigno vasallage á sus Entonces se v%ria una Constitucion militar s%ncilla, 

mismos conciudadanoe? #e negará parte en las gracias 6 patriótica, perfecta; y este testimonio de conftanza de la 

los que tanta han tenido en los sacrificios? ~NO serán dig- Nacion produciria en el ej6rcito los m6e feliaes efectos y 

nos de los cargos y empleos del Estado los que lo han dale% eatisfaccion, viendo que sua leyes eran indicadas 

sostenido, y han indicado siempre el verdadero camino por ellos mismos; pero como eetae tienen relacion con la8 

de salvarlo? gY quién se quiere que vuelva 8 atarloe 6 la civiles, solo la Nacion disfruta únicamente el dereche de 

cadena? Sus mismos Diputados, aquellos en cuyas manos examinarlas, para que en si no envuelvan cosa alguna 

ha puesto su suerte. A estos es á loa que ae culpa porque contraria B BUS interews; por tanto, debe& ser sanciopretenden 

mejorarla. Cúlpennos cuanto quieran; yo digo nadas por el Congreso nacional, cuidando el Gobierno de 

lo mismo que ha dicho el Sr. Argüellea; jamBs aprobaré su observancia inviolable, sin que 6 nadie sea lícito altecon 

mi voto cosa alguna contra los intereses del pueblo rarlas en lo mC mfnimo, bajo la m6s estrecha responsageneroso 

que me ha autorizado, ó que le prive del goce 

de sus derechos que ha conqaistado 4 tanta costa. b 

A propuesta de 10% Sres. Martinez (D. José) J Gallego 

se puso fln 6 esta diecuaion; y habiendo hecho presente 

bilidad. BI soldado deses, como todos los ciudadanos, la 

libertad de la Nacion y su prosperidad: la odios8 rivalidad, 

engendrada en el deepotismo, deeapareceri. Bien conozco 

que los hombres habitnados 6 variar las institacionee rn&r 

algunos señores la necesidad de que cilanto 8nb3S se tra- qpdaa 8 88 antojo, y hatzer BU fortuna por los medios 

ta%% d% la organizacion del Gobierno, 88 pro-di6 6 votar de la intriga y adnlaeion, cornbatirk la ides, y nerán et&; 

626

2502 30 DH DlCIEYBRI[E DE 1811. 

nos opositores para que nada se establezca, poniendo di- 

flcaltades, pues quisieran que todo quedase 5 merced del 

Gobierno, ocultando su ambicion y falsa politica bajo el 

velo de la autoridad que á aquel conviene, desconociendo 

que el sacrificio de algunas prerogativas es el más bello 

uso del poder, y garante de la autoridad. Asi, no se verá 

expuesto á poner el sello á una multitwl de disposiciones 

de que le ce imposible prever las consecuencias; y final- 

mente, los ministros no serán ya los árbitros soberanos. 

El objeto esencial 6 inmediato del consejo militar será 

manifestar cuáles son los abusos y medios de evitarlos con 

la posible brevedad, proponiendo Ias reglas más propias y 

adaptables 6 las circunstancias, independiente de detcr- 

minar con toda madurez todo lo demás concerniente á es- 

tablecer una Conetitucion militar nacional, cuyo derecho 

es constante é inbtil demostrar pertenece 6 la Nacion, co- 

mo V. M. ya lo ha resuelto. De lo contrario, faltaria la 

armonía que debe haber entre la Constitucion política y 

la militar, y de la cuaI depende una y otra. Pinalmente, 

como ea las circunstancias presentes seria extremamente 

difícil y moroao establecer el método m6s justo para la 

formacion de esta junta, fijando con toda equidad el n6- 

mero de indkíduos de cada clase que la hayan de compo- 

ner, creo que en obsequio de la brevedad y estado critico 

de la Naeion podría sustituirse el que se indica en las pro- 

posiciones siguientes, que hago B V. M. para la reeolu- 

cion que fuere de su agrado: 

Primera. Se constituir6 una junta militar de indi- 

viduos de todas armas y ejércitos, cuyo objeto ser4 for- 

mar la Constitacion militar, la cual se ha de someter B la 

sancion de las Cbrtes d Dipubacion permanente, hasta Ias 

inmediatas. 

Segunda. En cada ejército se nombrarin ocho voca- 

I~S en la forma siguiente: cada regimiento de infantería 

nombrará un elector; en los de guardias, cada batallon; y 

reunidos estos en el cuartel general, elegirán tres indivi- 

duos de su arma B laa veinticuatro horas. 

Tercera. La caballerfa, por el mismo órden, nombra- 

r& dos: igual namero el cuerpo de artillería, y uno el de 

ingsnferos. 

Ouarta. Verificada la ‘eleccion, se trasladar& inme- 

diatamente Ios nombrados 6 CSdiz, donde se ha de cele- 

brar le junta, y hecha constar la acta de eleccion, darán 

t 

principio Q Ias sesiones luego que se haya reunido la mitad 

del número de IOS vocales. Esta junta formar6 parte 

, de la comision que del seno de las Córtes se nombrará con 

este objeto. 

Quinta. Diariamente remitirá la junta militar aI Congreso 

copia autorizada de la acta de SIM sesiones. 

Sexta. Los individuos destinados en las plazas pertenecerán 

al ejército de campaña que se halle en el distrito 

de la provincia. 

S&ima. De los individuos que se elijan en cada ejército, 

uno al menos será: subalterno, y de la clase de generales 

ninguno, pues las circunstancias exigen quede al 

arbitrio d8I Gobierno su nombramiento; pero deber& noticiarlo 

d las Cortes: estos se& tres, un teniente general 

y dos mariscales de campo. 

Octava. En esta junta no se tratará sino de lo comun 

á todas las armas; pues para decidir todo lo concerniente 

& la parte fwultstiva d8I cuerpo de artillería é ingeaieros, 

sua escuelas y propuestas de empleos, deberán formar 

una junta particular cuando se estirne alterar 10 estableciclc. 

Novena. Los vocaIes disfrutarán durante este encargo 

el sueldo de su empleo en cuartel, sin ninguna grtificacion; 

y los gastos de secretaría se pagarán poi tesorerla. 

> 

Quedaron admitidas B discusion las proposiciones que 

anteceden. 

El Sr. Secretario CaZalpaaa hizo presente que habiendo 

manifestado el Sr. Vera en el dia anterior que retiraba 

SUS proposiciones presentadas en el mismo, sobre lo cual 

no habia recaido resolucion, se hacia preciso que la hubiese, 

ja para devolver al Sr. Vera su papel, caso de considerarse 

retiradas, ya para que constase en las Actas, 

caso que debiese quedar en Ia secretaría. Se difirió la resolucion 

de este particular al dia inmediato, por no estar 

entonces presente el autor de dichas proposiciones. 

Si levanta la sesion. 

-


-_..__--- ___-- 

DE LAS 

SESION DEJ, DIA 31 DE DICIEMBRE DE 1811. 

Se concedib permiso si los Sres. Diputados Couto 3 

Perez para que puedan informar segun el método resuelta 

anteriormente por len Córtes, sobre una causa criminal 

que pende en la Audiencia de Sevilla. 

Se mandb pasar á la comision de Hacienda un oficio 

del encargado del Ministerio de este ramo, junto con los 

informes-que incluia del administrador y visitador de la 

aduana de esta ciudad, sobre la proposicion del Sr. Di- 

putado Llarena, relativa 6 la rebaja de derechos en la in- 

trodnccion de aguardientes extranjeros en las islaa Ca- 

nariaa. 

Se mandó pasar B las comisiones de Supresion de em- 

pleos y Hacienda reunidas, un oficio del encargado del 

Ministerio de Hacienda, en que exponia las razones que 

el Consejo de Regencia ha tenido para declarar oficiales 

propietarios de la contaduría de Ordenacion de Ouentas á 

todos los agregados en la misma, cuya lis& acompañaba, 

con la antigüedad de la entrada de cada uno, con los snel- 

dos por ahora que al presente disfrutan, y las obrencio- 

nes que lea correspondan en unien de los antiguos ofl- 

Gales. 

En este estado pidió la palabra el Sr. De Za Vew para 

hacer presente B 8. M. que si en los dos dias anteriores 

habia suplicado repetidas veces que se le permitiese reti- 

rar las proposiciones que presentó en la sesìon del dia 29, 

ahora, retractando este propósito, pedia que se les diese el 

curso acostumbrado; contestdla el Sr. Pmidmte que po- 

dia hacer esta exposicion cuando llegase el momento se- 

ñalado para la discusion de las proposiciones del Sr. Ar- 

güel!ae : 

----. - -r -~. 

A la comision qne extendió el decreto sobre la incor- 

poracion de los señoríos 4 la Nacion se mandb pasar un 

oficio del encargado del Ministerio de Gracia y Justicia, 

en que daba cuenta, para la resolucion de las aórtes, de 

la que habia tomado el Consejo de Regencia, autorizaudo 

á la Audiencia de Galicia para que proceda sin dilacion 5 

las elecciones de jueces de los pueblos que han sido de 

señorío en aquel reino. 

El Sr. Gonzalez presentó la siguiente proposicion: 

cQne se conoeda el establecimiento de la Junta del Reino 

de Jaen, por el mismo brden que las de Granada J C6rdo- 

ba.a Admitida & diacusion fué aprobada inmediatamente 

por 8. M. 

Conformhdose lae a6rteti con el dictámen de 1s comiefon 

de Exbmen de expedientes de los empleados fugados 

de país ocupado por el enemigo, resolvieron que ad 

effectw videdi, con calidad rle devolacion, y pera lw 0. 

nes que manitieeta en sus oficios la Junta creada al intento 

por la Regenoia, se le pasen loa expedientes sctuador 

sobre la conducta de D. Benito Sanchez, oflaial de la Ss* 

creta& del CoGejo y aimara de Indias, J de D. Juan 

Nepomuceno Clargeb de Boafignt, visitador de la adaana 

de Sevilla. 

Leyóee el dicthmen de la comision de Hacienda, que 

juzgaba conveniente por ahora la habilitacion del puerto 

de Mahon para la introduccion de fruto8 de América, sepn 

lo pedian loa comerciantes de aquella isla, y tenis 

por oportuno el Consejo de Regenoia. ( Nare Za rsriorr del 

iio 10 dc2 cwrientr). Algunos Sres. Diputados hicieron 

preeente ío8 graves perjuioioe que de eata medida debian 

wguiree al principado de Catalu5a, del cual se habian

2504 81 DR DiCIEMD~M D118il. 

ausentado los comerciantes que 18 solicitaban, privando 

can esto á aquella provincia, así del producto de las adua- 

nas en los puertos ya habilitados de su costa, como del 

recurso de 18s riquezas personales de dichos sugetos, 

siendo por otra parte Cataluña acreedonr, no solo á que 

no se le disminuyan estos auxilios, sino á que el Gobierno 

la atendiese con cuentos estoviesen eU su mano. 

Puesto á votacion el dictámen de la comision, fué 

desaprobado por el Congreso. El Sr. L2wena pidió que ya 

que por las circunstancias presentes del principado de Ca- 

taluña no pareciese oportuna la hsbihtscion del puerto de 

Yahon, luego que estas variasen, se tuviese por habilita- 

do de hecho. El Sr. Presidmte contestó que se trajese por 

escrito esta preposiaion. 

Pssóse en seguida 4 discutir la primera de las propo- 

siciones del Sr. Argüelles, admitidas en la sesion de ayer, 

que dice así: aQue dunrnte 1s ausencia del Sr. D. Fer- 

nando VII no pueda estar al frente de la Regencia ningu- 

na persona Real. % 

El Sr. AR&R: Señor, 18 proposicion del Sr. Argüe- 

lles, que se presenta á discusion, ‘contiene en sí una de 

aquellas cuestiones, en mi concepte problemitieas, que 

tienen sectarios por ambas partes, y que hay razones po- 

líticas y de conveniencia para sostenerla en ambos extre- 

mos. Yo mismo cuando me he propuesto examinar dete- 

nidamente la OUeStiOn ffsi convendri8 ó no qae 6 18 ca- 

beza de la Regencia huhiess una peraeaa Real,, he esta- 

do hasta cierto puato indeciso aceroa del partido que de- 

beria temar, pues confieso que no he podido prescindir de 

reeenocer que una persona de calidad, revestida c.on la 

presidencia de la Regencia, daria mbe autoridad al ouer- 

po; 19 atraeri m8S r8SpetO J obediencia, y &?fi8,. por de; 

cirlo asf, el centro de unidad del Gobierno y de la Nacion, 

cosas amb8sindispeasables para la rest8uracion del Es- 

tado. Además, Señor, en una Nacion, cuyo Gobierno ,es 

una Monarquía, nadie reemplaza mejor la unidad ede la 

persona deI Monarea qU%.OtM persona de BU ckw, 8n el 

sapueet;o quetales personas son siempre m6s respetadae 

de los pUeblos que loa simples particulares; J á esto RO 

lo llamaré prestigio, sina un hábito de Un .pueblo acos- 

tumbrado al Gobierno monárquico. Supuesto, pues, que, 

como he dicho, esta es una cueation problemdtica, que hay 

razones de politics y de conveniencia para sostenerla en 

amber extremos,. y que,no deja de haber oierta opinioa en 

la Nâcied inelinada:d. uua geraona Real para Regente del 

Reino, cowrI8ne que esta ~aaestioa se trate extensamente, 

parn que 88 mani&ssten todas be razones que hay en prd 

y SIL eonlnr de la .proposiuion, y podamos aon maduro exá- 

man tamnr la rewbioa m&3 ounveaiente, 

Ee indicado las psineipsles r8zones que se alegan co- 

3tF&Itme8te &N4r8 dsrerrm: al frente de 18 RegMMi8 á una per- 

8ona Real, J ahora me propongo manifmtar loe gsavísi- 

mas inconvenientea que ae oponen á esta medida, y lac 

fatales conaecuenciaa que quizá se seguirian de coloca1 

ahora aI frente del Gobierno á una persona Real. Para ellc 

m6 Valdré de alguna de las observaciones que sobre esk 

ponto baee la Junta Oenkral en el manidesto .que de 81: 

conducta ha prweW4o di P. Y. Despues de mwifeetru 

las razonea que tuvo Pu8 no nombrar Un8 Regencia en 101 

dias de su inekladon, y aontestando 8: las inculpacio-ner 

.fp dm e8bqPUnb BB t% han hecho, dieer tE&a Regen- 

eia, ide q&k debia ~mPW%%e? gDe Príncipes 6 de p8F 

tk%ke%& l% aqUi Otra etw$ioa bien f&ail de daduoir 

IOS que 10 decidan todo 6 su aM&o, pero bien difioil d 

leducir á los que se cargan con la responsabilidad de laa 

sesultas. Sea cualquiera el partido que se adoptase, tendria 

auchos inconvenientes contrarios al bien de la Nacion. 

5Upongamos fuese un Príncipe el elegido; ilos derechos 

lè1 nuestro no vacilarian bien pronto ante un poder que 

lesde que era conocido tenia la ilusioa de ser Real, J to- 

los los medios de consolidarse? Nosotros suponemos en él 

;odas las virtudes que se quieran suponer; pero 18 adqui- 

licion tan fácil de una Corona deja mucho lugar á la jus- 

vicia y á la virtud; d]r costaria mucho el afirmarse en ella 

i quien 88 le han ff8nqUe8dO ya todos los pBSOS, y em- 

liezta ejerciendo el poder más extendido, y cual dicta- 

lan las circuostancias que lo habian hecho crear? iLa 

rmbicion es tsn fkil de contener á la vista de una Coro- 

la? Aunque el Príncipe fuera capaz de hacerla callar, i40 

lerían sus cortesanos? gY quién hubiera sido el Príncipe 

lue no nos hubiera metido en mil dffieultades? Casi no 

)odí8mOS. salir de uno que perteneciese & nuestra familia 

*eimante. Y 1s casa de Portugal, á CUyS descendencia lla- 

nan tnmbien nuestras leyes al Trono de España, jmira- 

ia con indiferencia este nombramiento? Y situad8 en 

paises tan remotos de la Penfnsula, y tan próximos 6 

luestros establecimientos americanos, hermana mayor de 

luestro Rey cautivo, y experimentándose en aquellos do- 

minios desde el principio de nuestra revolucion la efer- 

rescencia natural en estre circunstancias, gpodria sernos 

Udiferente este descontento? Y si se la nombraba, iera fti- 

sil traerla á España? iEra del gusto de todo8 de dentro 

p fuer8 de Io Nacioneste nombramiento? Permítanos V. M. 

pue no nos extendamos más sobre esta delicada materia ; 

pero sí que siéndolo tanto preguntemos: idebíamos faltar 

á nuestros poderes para exponer loe derdchos deI Rey y de 

la Nacion á tanto riesgo, y á nosotros á tanta responea- 

bilidad? Supongamos que no tuviera conexiones el elegido 

en nuestra casa reinante, y que por otras consideraciones 

políticas se le hubiera traido á la Regencia del Reino. &A 

qué riesgoos rm exponíamos tambien los derechos del Rey? 

Cualqaiera que medite un poco sobre el orígen y causas 

de la injusta agresion de Bonaparteí;hallará dos: prime- 

ra, el natural deseo que esta hombre ambicioso tiene de 

hacer de88p8refMr ds los parajes BD qne pueden perjudi- 

carle todos los indivíduos de una familia, cuyos bienes J 

derechos ha usurpado; de manera que mientras en el Coú- 

tinente quede uno, éste es un puñal que atraviees su co- 

rtion, de donde ha de procurar arraa&selo 6 cualquier 

costa; y lasegunda, lea ventajae que su infeliz politica le 

persuadió ascaria de esta rica conquista. Estas se han. 

desvanecido ya, y él es el primero qu8 lo conoce: cual- 

quiera que sea la suerte que la Providencia POS tenga pre-. 

p818d8, aunqtw por pOSi&? se suponga 18 de ser conquis- 

tados, el msyar enemigo de la Fr8nCi8 no pudiera hacerle 

msyor daño, ni el mayor enemigo de su casa pwliera ha- 

ber tomado un camino. más seguro para echar por ,tierra 

los locos proyectos de su ambicion. En tal concepto, Se- 

ñor, iqué extraño seria que conseguido el primer objeto 

de 88C8r de SU Trono (último del Continente que ya poseia) 

la familiq reinaMe, capaz ella aola da volver el derecho de 

los demás, y ejerciendo la Regencia de España un Príncipe 

extranjero, que no fuera de ella y que ambicionase, como 

eranaturd, la Corona de los Borbones, qué extraño seria, 

repetimqs, tratase con él, y desesperad? de go poder hacer 

la conquieta, lo reconociese sucesor de nuestros Rey&? Sn 

objeto principal estaba logrado; las ventajas de la Pran- 

cia con nuestr8 union volvian á su antiguo ser; 18s inmen- 

sas fuerzas que tiene que emplaar en Rspaña, y que len- 

1 tam8ute lo aniquilan, podris emplearlas en otra parte, y 

! dances los derechos del Rey, los de BU familia tan res-

.- ., 

4 

EbSERO 454. 2505 

petados, tan qaeridoéde los espaiioles, iqué se hicieran! he jurado sobre las aras, como otro Anibal, una saña 

iQué fruto ‘cacrtra el pueblo generoso de tantos sacri- eterna 6 ese mdnstruo. Primera suposicion. Ayer iba á 

flcios? D 

decir, y mi dictámen ha sido, es, eerá y habrá de ser, que 

Hasta aquí la Junta Central. Permítaseme ahora aña- debe cambiarse sin dilacion el brazo Poder ejecutivo, 6 

dir algunas reflexiones 6 las ya expaestas. Supongamoe Consejo de Regencia, segun lo he pedido á V. M. varias 

que se trae 4 la Regerrcia UU Príncipe que tiene declara- veces, há más de un mes’ la última (dígolo ahora porque 

dos los derechos eventuales á la Corona en defecto del ya se ha dicho), siendo de éste los vicios que se impu- 

Sr. D. Fernando VII y su hermano el Sr. Infante D. C& tan al Congreso soberano: indebidamente se le atribuyen 

los, etc. Supongamos tambien que este Principe respetase defectos que no son suyos. Decfase que se imponian tralos 

derechos del Sr. D. Pernando. iQué sucederia si este bas, impedimentos y embarazos por las Córtes al Consejo 

llegase á Mar por uno de los accidentes á que estd ex- de Regencia. Mentira sobre todas las mentiras. &?uándo 

puesta la vida de un Rey cautivo, y en poder de un-hom- V. M. ha impedido.. . (0~6 g(ce a2gano le llamaba 6 la meebrs 

que debe aborrecerlo; y cuyo corazon no abriga sen- liolr, y dijo): Ya me contraeré: gno ha habido Sr. Diputatimientos 

de humanidad? ~ES creible que entonces el Prín- do que ha vagado por los espacios imaginarios? Vuelvo, 

cipe Regen% con derechos á la Corona no desease ser y digo de este modo. iCuándo V. M. ha interpuesto 

preferido al Infante D. Cárlos, etc.? iQue no pusiese to- slgnn estorbo para la felicidad nacional? @iué idea tan 

dos los medios para asegurarse en la posesion del Tronò? triste se me agoIpa á la imaginacionl Cuando. . . cuaniQue 

no procurase hacerse gran número de partidarios, lo;.. cuando estuvo la salvacion de las Andalucías en las 

cuya suerte estaba ligada ti la del Príncipe? iEntonces manos, iimpidió acaso que se aprovechase el fruto de le 

cu$i seria el resultado? Bándos, parcialidades y una guer- victoria? iIncumbe á V. M. que sé quite un general y se 

ra civil. Y no se diga que esto es llevar la imaginacion :oloque otro, siendo quizS; aquel más á propbeito? Segunmás 

allá de lo regular. Asf pensarán, Señor, los que no io antecedsnte 6 dato. Por último, dijo el Sr. Capmany 

hayan leido en las historias los innumerables ejemplos de H.I cierta peroracion, y dijo admirablemente, que en esta 

las usurpaciones-de los Tronos. Padres des$ojados 6 arrojados 

de ellos por sus hijos, hermanos por sus hermanos, 

sobrinos por los tios, etc. Si el Prfncipe no es de los que 

tienen declarados los derechos eventuales á Ia Corona, 

Tuerre debia procederseconfuror: la indiferencia es un crínen; 

la mediana energía es otro crimen ; debemos todos, 

:omo onzas fieras, despues de robados BUS cachorros, ava- 

.anzarnos á despedazar á los que nos han invadido: todas 

ino podria drr esto motivo d disgustos, á resentimientos as leyes divinas y humanas nos compelen á ello. iQuién 

que quizá viniesen 6 agravar nuestros males? Además, Ie dirige á consultas y entra en pausadas reflexiones para 

Señor, un Príncipe debe ser tratado con el decoro y dig- leshacerse de un doga1 que le anuda y estrecha la garnidad 

correspondiente á su persona y á la grandeza de yantr? Ahora bien; se ofrece la proposicion que dice: UNO 

una Nacion como la españela. Es preciio tener una c6rte, Ie agregue aI Consejo de Regencia, mientras la cautividad 

es preciso hacer gastos. iY esto es compatible con las le1 Rey, ninguna persona Rea1.z Si los que hubiesen de 

cireunstanciaa del dia? Ultimamente, Señor, aquel Prín- Ilegir por Regentis estuviesen revestidos de loe caractecipe 

que se desea para la Regencia idónde está? iQuién es? ‘es que acabo de significar en los datos precedentes,seria 

Todaa estas razones, que dejo espuestas, me han he- nedida no fuera de propósito; pero isi en vez de ser lo 

cho borrar de mi imeginacion la idea lisonjera de colocar lue debieran, y como creimos fuesen los actuales, son, 

al frente de la Regencia B un Prfncipe de Ia sangre, y iorno eIlos, hombres muy buenos, muy virtuosos, pero 

me inclinan á aprobar la proposicion únicamente en cuan- )or lo demás aptos para dirigir y encaminar la nave-seto 

á que por ahora no haya 6 se ponga en la Regencia mida y precipitadamente á que encalle? &Y si por le séesta 

persona Real: porque yo aseguro ‘á V. 116. qae si ma- le de los sucesos, y no coIocando al frente de1 Gobierno 

ñana ú otro liia se presentase entre nosotros el Sr. fnfanl Lna persona Real, la Nacion se halla en el terribilísmo 

te D. CBrlos, no habria razon qáe fuese bastante para Iontraste de, 6 perecer, 6 ser víctima, y subyugada de 

apartarme de la idea de colocarlo por Regente de este Na- lse infame? Y sl. . . ( y & digo) y si puesta una persona 

clon magnánima, que tanto lo ame y lo distingue como leal, la Nacion se reanima, y puede adoptar medios para 

fiel compañero y participe de las desgraaias de nuestro Irolongar su lucha, y acaso prevalecer? Estos contingenadorado 

Rey. Si, Señor; si vinit%e, por mi voto le haria :es caben y entran muy bien en el infinito catálogo de las 

Regente;. pues su presencia seria para los espefioles la posibilidades; ihabrá por ventura quien pueda negar esta 

aurora he su libertad. La gerkulidad de la propósicion contingencia? Y qué, ipor no asociar al Gobierno una 

excluye eska posibilidad venturosa, excluye todas las cir- persona Real dejaremos correr la Nacion i su ruina, 6 á 

cunatanciaa ‘y los~tiempos~ Circanátdncias y tiempoii ‘que pue nos esclavice el tirano? Proteste delante de Dios, de 

pueden variar cada momento y h&r necesario lo’que aho - los cielos y de la tierra que antes aceptaria la dominacion 

ra se mira .perjndicial. La geñeralidad de la propoaicion le1 gran Turco que le de Napoleon: mbs querré someterpodria 

hacer sospechar otras miras que no tenemos. Y me al imperio politieo del mismo demonio, que de Nepoasí, 

apoyo le’proposicion~ en cuanto ‘á que por ahora, 6 en leon. Señor, ee afirman inconvenientes,, oaales son, que 

la Regencia, que ahora ee constituya, no haya pérsona Ia persona Real llamada al Gobierno, y siendo feliz y veatn- 

Real, opunidndome formalmente á ella en cuanto á la ge- rosa, pudiera alzarse con el mando, el cetro y el imperio; 

neralidad con qtie’ kstb cohcebida. 

y que para des$riciarla en el evento dichoso de que apa- 

El Sr. TERRERO i Señor,, impugno .iá proposicion reciese nuestra aurora, ei muy amado Fernando VIL sepresentada; 

pero antes debo y tionviene expresar, lo que ria necesaria ana nneva inaurreccion. Mas no siendo aforjamãs 

ha sahdo” de mi boka. Soy patiiota, y OOitio esta tunada y prdspera, bqoé habríamos adekntado?. #e ha 

asercion se ha de c&roborar, no con palabras, sino con puesto otro argumento? Yo no he percibido más; porque 

obras, por la PQtria he snfrido expontánéa y libremente io del Príncipe extranjero, que ha inculcado el 8r, An&, 

ha& petio$aa i&comodidades, hambres hasta el desmayo, io juzgo fuera del caso. Empiezo por lo último: si ,BB 

peligros dti vida, dispendioa de intereses no despreeiablea desgraciada, ,iqut%~ hamos avanzado? ~NO sabemos nosotros 

en mi m6$ea’&kt”s; pero lo pr’mcipal eso que 6dio J de- que-en lancea apumdlsimos nos valemos de ,todoq.los me- 

Wto f&lr%&&r & t?a@ieoñ T tia le iaza napoleónica; dioe y arbitrioa que nos sugiere la pradekis humana? 

623

. s 


- 4 

#o estamos observando dipriaqnente que en Ias agndísi- C :opferenciando, le oyese cuál era su placer: mguro estoy 

mas enfermedades, cuando el paciente 88 halla semicadá- c iue d.iria se complacia que peruana de su familia Y oass 

ver, se mlicibn, no obstante, nuevos preservativos y re- f [irigiese la Regencia. Por todo lo que, y prescindiendo 

medios, ss proporcionan diversos médicos? iY por qué? c le que se trate de elegirla 6 no, pues de esto disto muporque 

aun cuando fenezca, queda siempre el consuelo de C :ho, repruebo la mencionada proposicion. u 

decir: crcuqnto cupo en el entendiwiento de los hombres, I El Sr. v1LLAGoàIEZ : La impugaacion que en 1s 

tanto se ha empleado diligent+mepte: murió, dicen los Lesion de ayer se ha hecho de unas observationes que no 

parientes; mas fu$ efeoto, y cumplióse la Providencia I lacen otra coaa que repetir los clamorw, y que perjudidivina.)) 

Esto va dicho para un resultado aciago. Pero si c :an en esto más la justa causa, que procuran sus ventaes 

al contrario, ee alzará 6 podrá alzarse con el Reino; así j as, ha motivado otras proposigiones que se han sustituise 

anuncia. Permítame el autor de las proposiciones que ( lo, excitándose el celo del Congreso para proaeder á SU 

signifique dieta esto mucho de pli modo de pensar. Se al- C lebido exámen con las buenas- intenciones que le animan; 

zará con el imperio.. . y esto en Espr)ña ; i 3 sg pronuncia J r pasando á la primera (sin distraerme á otra oosa), luedeIante 

de los españolee? (Impugno únicamente la doctri- E :Q que se fija á la considerscion de lo que significa, adna, 

ni otra cofa pasa por mi imagipscion.) iEsto se dice 1 rierto que tratándose en ella de consolidar un Gobierno 

en España.. . en España la noble, la generosa, la cons- enérgico, fuerte y respetable, no puedo menos de manitante 

y la que sabe sostener íntegram3nte todoa sus de- I estar que siendo 10 que se propone el que

neradó J respetada Obispo de Oren88 á todss miras, todor 

813 iãclinabsa & otra Regencia. EaG tuvo lugar, y por ioi 

mismo4 ínacfziveníentes, lento6 suce$os y poco bueno6 se 

aàheld, y no eertí por otro tiotivo que el de no fundaf ma. 

ybres esperaozba 8n Begenoia compuests de particubres. 

Debfën difwmte mods podria confiarse t8níendo la Nacíoa 

al frehte una persona Real; adqníríria el Gobietno sin duda 

tanto dentro de la Monarqda, eaanto fuera, mucho res- 

petl6, asf tan sltitlcsda , interesada igualmente que las 

C&t!8b en 14 presefite lucha, sin prevencion alguna. Con 

esta astoridsd mas drme y Ir mas conforme aon nuestros 

interese6 j verdadero sistema de nuestro Globikno de 

oña Mouatqåía heiedibría que tiene 14 veneracíon de los 

pu8Mo8, swia la 8ooper*cion de la kíon btitánici’, sor- 

res’pondiente 6 scx genetoaidbd y amistosa cordialid&& 

como 88 ha minifetiado din perder oaaeíon; y en este caso 

no bolo~~W saldria mal panerr 81 frente de la Rsgencía ctna 

p’8Wna Red, sí~a seria de peassr muy á beneficio de la 

Na%oa Lo qae nunaa ea croible ni praaticabl8 ea el otro 

. extfemo que 88 dice podria wurrír , que siendo el 8uceso 

\ frmr&bl& así M Reg8ndi pwrat4 81 frente un4 persona 

-Real, 8\) rtp~ovechafkea p4ra aonvertirle en ruina y perjuicio 

del Sr; D. Psrn8ado VII, de nuesstro amrido Soberano, 

cjue vive en los corazon8a de todw loa españclee, y bien 

lo. rtestiguan los hechos inUómparable8, lwróieos sobre 

toda etpr&& dc,aeenkCrda fldefidad~ por eatP no podia 

wb%r ãh designio -t*n dxtravi4do 9 ageno del buen ejem- 

plo que hati da& -1sB pw8oaas que se trak de exaluír, 

qtie s8 hera iujaria aoonocidti, 4~6 ni remotaaetite 66 pu- 

diese rdelantir 4 tal pont0 l4 deeaonflanza ai aun CQU li 

imagínacion. Par8 mi dije, y repito ahora, que l4 prqo-. 

sicion era mal sonante , y retletiowndo no puëdo menos 

de manifeater mí opinion tiueree. da 8114; y 8s que uo 14 

apruebo en man8ra alguna. 

El Sr. IAAQUNA: No traigó sermon estadiklo; pero 

sí dir8 que este es el momento en qw la PBtria se ~4 á 

salvar 6 á Perder; mal dije perdet... la Pátria no se piei- 

da. Ager dijo el Sr. Golfin quti tenía avisos de Extrema- 

’ durr rPsnifeetando su deseo de que no se pasie88 al fren- 

te dst. Gobiano una persona Rasl.. . (Interrumpió el señor 

&J&v para tnaniLstu b qae habia di&o ayer.) Puee, 

Señ61rl yu tengo prrutbra en oóntraricr: asaba de venir 61 

patriota mayor que hay en Ir proviaaía de ExtZ8flMdUr4. 

Diae qw toda la provinoka anhela porque se ponga un4 

. p8kaonr R& al fi6nte del Gobkrno. 81, Wíor, oyéndoro 

erM, y sir es negeålrio ét mismo lo dirá: anhelan por p8r- 

soma Red1 81 fretitedel Gebierno. Dijo ayer el Sr. Argiie- 

1106 q& tito tendria inconvenientes; porque si se tardaba 

en venir Fernando VII+ z8 calaaria iaati el GobierBo, y le 

diriar: tapártrte alMi, yo tif primero., ~Por qué no vuel- 

ve Ir hoja J dice el Sr. ArgiMlee: &Y sí la república, 6 

qui8n quiera, se apodera del mando? gPor qa6 io di& oe- 

to miemo yo? Y eta fin, Señor, &wr qué no hs de saber 

la Naeion la voluntad del soldado, que BB el pnimer aiu- 

dadewo? Por qué no ~8 ha de 6aber la voluntad de los ejér- 

ciws, de estos generales que están derramando su san- 

gre, y qae no tienen repreeentacion ningnU4 en est8 Congmm? 

(Bi Sr. Pm+icw racZaz3d rl dudes.) Yo no me pu& 

do dontener, no, Mor. Yo roy re4lift6, quiero pemona 

Real. Voshroa, dignos ailitares que eetais en ek8 santo 

reaMo, do8 v8ce8 habeis hecho jdrtiento de sostener los 

dmhl.m da Feti4ado VIL Vosotros, clérigos, que estais 

intimislràos con las p&nadrs del ptlablo (%tb+wWZZo rsps- 

tida), S0 tsmais, que eatais apoyutos. ( B0Zaid Cl Sr. Prc- 

ñdrJs á rrclaaur J dr&&.) No es el- pueblo de CWz, ai- 

llil UROI POaOs fOrasteros. (,!?íj&d. Si WWl&.) &XMlU- 

~o-Pb#~Blllfíf~~~jlIJP~dA1010jet 

cita B 

- - “\ 

N’lfB&XRO 464. 2607 

Llamó el Sr. Pddcstr 41 brdea al prBspiaante, advirtiéndole 

que todo el Congreso, y la Naclon ent&a, era 

realista, pues que habían jurado al Sr. D. Fernando T’II 

y una Monarquía moderada. El Sr. CaZrtrBaa, en medio 

del murmullo fepetido, dijo: ajh quítín repl’àbenta V. M.? 

~NO es á toda la Nacían, militares, eclesi6isticoa, p B todas 

las clases? $3 

separada? 8 

Cubrpo milibar eowtituye una sociedad 

El Sr. BORRWLL : La propo4icion que se tiamina 

está concebida en t&Uinos tan generalea, q\w, csniprende 

sin excepcion +#ma, d todas 18s personas Reales, aomo 

tambien todo el kiempd que trascurra hs9ta 14 venida de 

nuestro ainado Soberano el Sr. D. Ferncundo WI, j por 

lo misma considero que es wntraria SI un4 de las leyes 

fundam&t&es, propuesta por la oomirrion y aprobada poe 

V. M. En el art. 187 de la Cor.Witucion, se d&ppsne que 

eaanclo el Rey 68 halle imposibilitado do ejercer su butiridad 

por cualquiera causi física 6 mor41, ~BII gobernado 

el Reino por una Regencia; y 8n el art. 188, aque sí 81 

impedimento del Rey pa$ar8 de dos a&S, y el fauoe@or in, 

mediato fuere mayok de Ld años, les Cdrtes podrán norno 

brarle Regente del Reino, en lugar de la Regenaía., tin 

tales términos, eí por alguna de las casualidade qne aue- 

len ofrec8rse, pudTsra huir de la prision el Infante Don 

Cirlos, y veuir á España, tenian ciertamenfe la6 Cbrtel 

facult;dd para n0llibrarl8 RegBate del Reino, extíngui8ndo 

el Consejo de Reg8ncia; y si acaao queria que continuara 

éste, podian 818girl8 Presidente del mismo, puesto que ez 

el inmediato sucesor, nació en 1788, y Ia actsancia y 

oautividad del Rey pasa ya de tres aÍlo3 y medio. Mas 14 

proposicion del Sr. Argüellee quita d lae (36rttw esta f4- 

aultad por hablar de todaa las perspnaíl Reales; y así ea 

contraria 6 la Conztitucion de la Monarquía ezptñola, y 

no pasd8 de modo algUno aprobarse. . 

Pero d más ds lo dicho, descubro tambien que se opo- 

ne por otra parte 6 la voluntad de la Nscíon, como ignal- 

mente á la del Si. D. Fernando VII, del todo conforme 

con la misma; porqu8 puede suceder del mismo modo que 

cuando m8nos 88 piensa, burlando el sumo cuidado y vi- 

gilancia d8 los satélitas del tirano Napoleon, se restituya 

S la Penfnsula el Infante D. Antonio: nuestro amado So- 

bkaUo, al tiempo de emprender su infauzto viajje á Bayo- 

na, lo nombró Presidente del Consejo de Regencia: todr 

18 Nscíon manifestó una gtan aomplaaencír por eats elee- 

cíon, pues 9. A. se habia hecho acreedor 6 su confluís 

por su probidad, por su afecto d aquella, por su ddio 41 

despoti8mo y al engrandecimietito del infame Godoy, y lo 

mucho que sentia la opreaíon qu8 estaba eafriendo el pue- 

blo: no podia disimular ~0% justas idem, y las manife4t6 

pártiaularmente, cuando en el aña de 1802 eztuvo en’ rom- 

pAñf4 del Rey su hermano en Valencia, y ríb que el. fa- 

vorito arrebataba al Estado laa más preciosss posesionas, 

el mismo tiempo que agravsba al pueblo con csatribacio- 

nes itimenaasi y yo no dudo que en tal ca60 pensarian ti- 

dos en nombrarle 6 rsstituírls 81 títtdo do Preaideate del 

Consejo de Regencia; y 61 querer impedirlo por medio de 

dicha proposiaion, 88 sin dad4 Opuesto 6 la voluntad de 

la Haaion quu repts68ntatio6, y que está din todo confor- 

me con la del Sr. D. Fernando VII. 

Los reparos que BB han propuesto del rbcelo da que el 

wgeto que 88 nombre E8g8nt8 quierr apoderarse del TPO- 

no, la comision 108 ha considerado destituidos d$ le@i- 

mo fundamento en el inmediato sucesor, propohiendu el 

referido art. 188 sobre poder elegirle para el referido ard- 

go, y V. M. lo hr 6ancionsdo aprotindolo; y creo quero3 

habrá 4lgnno que deje de d4rles Ignrl- wlificwion PP io 

taante d Infapts D.- 1s;atopie, rtepdfdslr w :-9kihds”

8508 31 DIP DICIEMBRE DE 13 íl. 

bies circumtancitm, y la confianza que ha merecido de 

nuestro amado Soberano y de la Nacion. Por todo 10 cual, 

soy de dictámen que no debe aprobarse la proposfcion que 

se está discutiendo. 

~1 Sr. GONZALEZ: Señor, yo por fortuna he nacido 

español, y español quiero morir. Si mil vidas tuviera, 

otras tantas sacridcaria por el Sr. D. Fernando VII, nuestro 

amado Monarca. Aseguro á V. M., con el mayor cau - 

dar, que habiéndome puesto 6 reflexionar sobre esto m6e 

de cuatro veces, me ha hecho apretar el puño de la espada. 

La proposicion, en parte, tiene influjo sobre mi opinion, 

y en parte se me resiste. La influencia sobre mi 

opinion es en razon 4 lo que ayer oí al Sr. Argüelles, que 

dijo cosas muy buenas, como V. M. sabe. Si por un acci 

dente no viene el Sr. D. Fernando VII, nuestro Rey legítimo, 

d su digno hermano el Infante D. Cárlos, me asiste 

un consuelo, y es que la persona que debia suceder, que 

no se nombra, pero se indica bien, es español. 

Soy de opinion que por ahora se suspenda esta deliberacion, 

pues no hay necesidad que esto se declare inmediatamente. 

Solo quiero que V. M. fije su conaideracien 

sobre que las personas que se nombren para mandar 

tengan sobre todo, como ha dicho el señor cura de Algeoiras, 

un patriotismo en grado eminentísimo. Los patriotas, 

que son los primeros B salvar la PBtria, deben ser lom 

primeros tambien que se deben poner al frente de Gobierno, 

porque eatos la han de salvar; aunque quedemos reducidos 

á este solo recinto. Los que tenemos eangre esps 

aola debemos perder mil vidas antes de sucumbir al yugo 

de ese infame. En fin, me reasumo diciendo que por aho. 

ra se suspenda tratar de esta proposicion. 

El Sr. ARQUELLES : La cuestion ae ha extraviadc 

desde el primer momento. Es necesario no perder de vista 

6 qué alude la propoaicion. Alude S haberse presentado 

por un Diputado unas proposiciones con un preámbulc 

que contiene cargos al Congreso hechos con mucha injusticia. 

He creido necesario impugnar ambas cosas, y concluir 

oponiendo otras proposiciones Q fin de contestar cor 

más fruto á cuanto se contiene en el preámbulo p en lar 

que le subsiguen; tanto m&s, que estoy convencido que 01 

necesario variar el sistema del Gobierno, como lo indicar 

las mismas proposiciones que he presentado. Yo expondrc 

su espíritu con la buena fé que corresponde, y espero que 

no vuelva á ocurrir el incidente para mí desagradabilísimo, 

á que el Sr. Laguna ha aludido, y del cual yo nc 

puedo ser responsable. 

Una de las proposiciones presentadas anteayer err 

que se disolh~n las Córtes dentro de un mes, y yo digc 

en otra, que durante la ausencia del Sr. D. Fernan 

do VII no pueda ponerse persona Real al frente del Go 

bierno. A los fundamentos en que la he apoyado no se hl 

.opneato raxon alguna que tenga fuerza, pues el Sr. Am51 

se ha acercado más B mi opinion, y aun la ha corrobora, 

do areyendo que así conviene, tanto por el decoro del ee. 

ñor D. Fernando VIi como por el de la Nacion misma 

Hasta ahora no he visto que los perjuicios que pueda] 

oausar mis proposiciones sean mayores que los que SI 

seguirian de las que ae presentaron antes; y si la opimo] 

del que las hace, y según las apoya, es que las Cortes 81 

dieuelvan dentro de un mes, iqué habia yo de decir sin 

poner una especie de correctivo que contuviese el mal qnl 

iaevitablemónte iba á resultar de una resolucion del Con 

gres~ atropellada, inoportuna, impolítica y prematura 

Los que suponen peligro d indican recelr, de que mis pro 

posicionee pudi- perjudicar d la causa pública, me dar 

5 mi OCaaioa y me rutoriaan á tener el mismo recelo el 

w)ido QO~*@ Y 09ppo yo me propum matir IW BS. 

kresionea del preámbulo, que decian que se dieolvieren las 

%rtes dentro de un mes, no pude menos ds sentar una 

Iroposicion contenida en los términos en que se halla. El 

ir. Anér ha hecho un argumento fuerte: lo reconozco 

omo tal; pero acaso no se ha hecho cargo de mis refle- 

:iones. iPues qué el decreto que exclnyese de la Regen- 

,ia de España persona Real, atendida nuestra situacion, 

eria acaso una disposicion constitucional? Pues aunque 

e aprobase esta proposicion, bno quedaria arbitrio para relabrarlas 

si las circunstancias variasen? Las Córtes futura8 

,no tendrán facultades para ello? iExcluye esto mi propo- 

,icion? iluego á qué esos argumentos? $38 dicho yo que 

ni proposicion debe ser irrevocable? Y aunque yo lo diese, 

ila naturaleza del asunto daria B mis proposiciones 

&e carácter? Si hay en ella esa generalidad, es por las 

:ircunstancias en que la hice, por lo que ayer oí decir, 

?or el decoro del Sr. D. Fernando VIL, porque los esrañoles 

que le han jurado verian en la resolucion. contraka 

una disposicion ominosa; recelarian que el Congreso, 

labiendo perdido la esperanza de rescatarle, proveia indlrectamente 

á la Nacion de un Rey en vida del legítimo y 

reconocido; en fin, veria cuanto expuse ayer, y no es necesario 

reproducir aquí. Lo que aparece de todos estos temores 

es que nadie mire este punto m4.v que por un lado. 

El de loa derechos de la Nacion, el de su libertad, ni ae 

examina ni causa agitaciones. Pues á mí me las causa, y 

muy grandes. La cuestion está reducida á pocos términos, 

y puesta en claro se verá con cuánta razon he propues’to 

la exclusion con generalidad. Se dice que el car&er de 

interinidad que tiene el actual Consejo de Regencia es uua 

de las causas que más entorpecen su accion. Para remover 

este estorbo se requiere una Regencia, que no sea interina; 

que tenga las facultades que da al Rey la Consticion; 

esto es, que dure todo el tiempo que el Sr. D. Fernando 

VII no pueda gobernar por sí mismo. Luego mi 

proposicion no pudo estar concebida en otros términos. 

Porque nombrar una Regencia para tiempo indeílnido, no 

siendo sino la venida del Rey la que deba poner término 

á su mando, solo su mal gobierno pudiera exigir la separacion 

de los individuos que la hayan de coruponer. Luego 

en el caso de ponerse la, exclusiva, debia ser por el 

tiempo de su duracion. Yo opino que esta exclusiva es 

necesaria; conque preciso era hacer mi proposicioa segun 

está escrita. La Nacion no corre peligro por no tener al 

frente del Gobierno una persona Real; le correria, sí, si 

en medio de la angustiada situacion en que nos vemw taviera 

que elegir un Reg. Está sancionado que la Idonarquia 

de España sea hereditaria, y que el Sr. D. Fernando 

VII y BUS legítimos eucesores ocupen el Trono. Es 

cuanto puede pedirse á las Cortes. Yo bien. veis que estos 

argumentos habian de reproducirse al tiempo de arreglarse 

el Gobierno. Y el Congreso no habrá olvidado que con 

otra ocasion, yo, sin ser profeta, anuncié lo. bastante para 

que se esperasen las proposiciones que han dado motivo á 

esta discusion. Ayer se dijo lo bastante, y el Sr. Auér ha 

corrobarado esta doctrina; pero yo quisiera que los señores 

que la impugnan no se desentendiesen de las doa reflexiones 

que ayer se hicieron presentes: primera, que hablando 

de buena fé digan si poniendo una persona Real al 

frente del Gobierno, se comprometen 6 no loa derecho8 

del Sr. D. Fernando VII: segunda, si un Congreso reunido 

para prevenir eetos males y todos loa que le sou 

oonsiguientes, no es responsable de no haber previeto los 

inconvenientes que pueden reenltar. Por ambas partes los 

hay, es verdad; pero eon infinitamente menores les que 

ofrece mi proposicion . 

Ea oweeario qonsiderar que la NW~QR se Saws con&&

tuyando, J que. las reglas y principios .que restablece no 

solo estaban olvidadas, sino que habian sido proscritas: 

se sabe la oposicion que hay 6 este restablecimiento; y 

como, dice Ia COmieiOn de Constituciou 8~1 el discurso pre- 

liminar, nunca correrá más riesgo esta que desde el mo- 

menta 8x1 que se anuncie haeta que SB ponga en práctka, 

.-máxime en circupgtaucias eU que elenemigo ocupa gran 

parte del país. Por consiguiente, ningun tiempo m$s á 

propósito para valerse de intrigas, hasta hacer que eiáni- 

mo vacile con las reformaa, que no pueden menos de irri- 

tar 6 los que las resisten; J éstos iqué harian escudados 

_ de Un Prfncipe extranjero, 6 que no tuviere con la Nacion 

ni los vin~ulos ni IBS obligacionesque ha eontraido el Bey? 

Ayer 88 ha dicho WUSI eeria su conducta. 

El argmnenw de qne seria.iujuriosoá 10s naciones rlia- 

das J personas Reales hacer ia erclusion tan gmeral, tie- 

ne muy poco peso, pues &á .demasiado reconocido por 

las potandas amigas, J que no lo son, el dereoho qnetia- 

~8 toda nacion de elegir las personas que hayan ,d8 go- 

barnarla en el oaso ‘en-que nosotros nos hallsmos. Habría 

injuria cuando se privase á alguno de derechos reconoci- 

dos. En cuanto 6 esto, no se ha hecho novedad, pneahas- 

ta ahora no se han reconocido-otros derechos que loti del 

Sr. D. Fernando VII J sus kgíaimos sUcesors& Mas estos 

derechos sen 6 ocupar ek Trono auando sean llamados por 

la ley fundamental que uregia la suoeaion, J jam@ pae- 

~den extapderw, al c&o . . de gobernar al Reino en vida del 

Rey .legitiqamerrte reoonocido, y j urado. La exoluaiva 88 

una medida puramente de precaucion, que.en. nada ofen- 

de d ninguna persona Real ,Los Príncipes de guropa la 

aplaudir& y s8ñrJsdam8ut8~os que tieneu la dicha de go - 

barnar 6 pueblos que conocen el precio de su líbertad. El 

juicio de estos es muy respetable; no el de loa ambiciosos. 

‘Por lo demás, JO creo que ayer se expusieron todas 13s 

razones que hay en Ja materia, con el decoro, delicadeza 

J respeto que merecen todos lossoberanos de Europa. Una 

Naoion, Señor, como la española, que por eopaoio de aesi 

un siglo ha sido vfetima de 8u buena fé en guardar los 

trat+dw J alianzas mase&reCha& crorrohoradaieonvíncn- 

’ los de sangre y -pactos de familias, .ipodrS *decirse que 

ne tiene razon ,gam ser oireunspaotr hasta lo infinito?, $i 

así no fuese , jno habria razon para aoateaer que esta Na- 

cion. no era acreedora 4 tener existeucir polítioa? gNo podria 

renacer la fatal idea de queestaba destinada á; la 8s- 

clavitud, cuando por espacio de tanto6 años J de tan con- 

. tímaos escarmientes, todavía no habia abierto 1~s ojos? Si 

se cres pus este raciocinio descubre la tendencia de la 

ambicieo,, eomo ae ha inteutado probar por algm seño? 

preopinante, créase enhorabuena. Los que apoyamos la 

ctx42h3iv8 aa laa actuales oiq.mstancias, podriamos repo- 

ner que lo contrario no es menos ambicioso,, con la dife- 

rencia que jamh aparecerá tan noble el entregar la Na- 

eion 6 18% rf3SUlta.s deuo gobiernoextranjero, oorno 81 pro- 

tegerla hasta que se eonsoJid8 au libertad, J adquieran 

robustez sus nuevas instituciones, Dígase de mi lo que se 

qui8ra: yo.hare el .mayor sacrigcio por la Nsciou, que es 

que se me tenga por ambicioso. Sé lo que vale esta inveo- 

tiva, conozco 89 fuerza. Preveis tiempo ha que se prepa- 

raba; sin embargo, no ma arredra. Mi proposicion es una 

preaaucion que está recomendada por todos los susesos de 

la historia nacional J extranjera. Yo sé que no hay na- 

eiOn BU Europa de ba que sufren, 81 Jugo de Napoleon, 

que ai pUdiese hablar dejase de oonfdsar eato mismo. Una 

Nacion 4 quien se prsaenta la amora de su libertad, ipqr 

qué no.ha de tenerla para manifestar sus ideas, pan?er 

Ia qpab hqavtat Hay riesgos, sg dlee, qtrs oonvimwi- 

~ii9uO~loo~by~~eft.~Q~t40(t~? 

$hh iujuatos seriamos si no loer8o~no&emos mayores 

en reprobar la exclusiva! i Ah! Si el Cardenal Jimenez de 

Cisneros sof& por si solo las pretensiooes da los gran- 

des: si ~usucesor en el gobierno del Reino ahog6 lasmo- 

deradas pati&ouas delos comunerosy deabarató ,todos sua 

planes, 98 tame todavia que una R+ganaia bien oensti- 

tuida no pueda gobernar la Nacion sin una persona Real 

6 au frente? IQué poco se ha considerado en esta cues- 

tlon el punto que la hace importante! Todavía no se han 

satisfecho mis prinaipnles argameotos. La Constitucioa, 

Eleñor, no esti Planteada, J mucho menos elegidas las 

personas~que han de hacerla .guardar. Es preciso que no 

se pierda de -vista, que. 88 .cualquiera de eatas dos opera- 

eiones, se puede qomprometer la iibertad de. la Naeion de 

tal modo, que no pueda reaobrarse. Enninguno de losca- 

uos de que se ha hablado por algun señor preopiorate en- 

traba pars n+iaJa libertsd de la Nacion. Sua dereehos aa- 

taban Usurpados, J así, oontinuaban, tuviese la Regenaia 

del Reino Príncipes 6 parti+ulares. En el. ,dia~ euceda todo 

lo contrario, Per io,mismo, loo ejemplo8 aitadoe w non 

aplicables al caso presente., Ademas, la situaeiea de Ia.Na- 

cion exige mucha prudencia. Póngase al enemigo allli de 

los Pirineos,.y yo seguiré.otro5 prinoipios, Yo seré.elpri- 

mero Q coUformarms con otras’medidae; pero no antes de 

la evacuaoion de la P-la. Por todas estas raaon8s, de- 

be entenderse qúe yo hablé ayer en la.inteligencia que 

era necesario.Poaer Un correctivo i las proposieionee del 

Sr* Vera. Por. lo que hace-á laa .reflexioaes del Sr, Anér, 

que ea elque más s8 ha acercado á mi opinion, qUedan 

eonteatadas con deair, que la rprobauion de es& proposi- 

cion ne liga las manes á las Córtea futuras ni d las actrta- 

les, para qae cuando crean que las circunetandas han 

variadoquedan hacer en este punto lo qU8 Brean m6s COP- 

veniente. 

31 Sr. Cande de XORBlNb: Nadie podia pensar, segun 

ladi8posiBion que ayer 88 manifestó en elCongreso,que se 

habia de empeñar hoy una cuestiou tan relida sobre 65 

ta proposiaion. Esto prueba que los Diputados son algn- 

nas veaes instrumentos inowntes de esa trama sorda y 

eontinuada, que empezó á descubrir88 el 14 de Ootubre: 

de esta hidra, que apareciendo cada dia con nueva% oabo- 

zas, no basta separar un8 de ellas, sino que es precia0 

ani~~uilarkas todas de un golpe. Pero entrando en la día- 

oUeion, procurard contestar á. las impugnrcionerr que se 

han h8oho 6 la propo&aion del dia. 

El Sr. oura de Algeciras, al miamo tiempo que ha 

anunoiado principios de una popularidad extremada, los 

ha destruido eon la opinion que ha sostenido, J oon los 

medios de que .para ello se ha valido. Nos ha dicho que 8 1 

aprobar esta propoeieioo era injurioYo. p”n las naaionse 

nuestras aliadas J para sua casas reinantea. No coaeibo de 

qu6 modo pueda favorecer eete priacipio quiea reoonooa 

y quiere, srgun dice, defender J tratar solo del bien ge- 

neral J derechos da 10s pUebbt8, Injuria SOhmente reS& 

ta oontra una Nacion amiga, cuando 8stipUlSndose con 

ellaalguu tratado 6 alirnzsse msnífleate 6 laa clara? des- 

contlanza de su. baena fé J coadacta; píro cuando se tra- 

ta de asuntos intsrioras, y se delibera sobre dereo-hespro- 

pioa de hombres coustituidos en sociedad, II.& bisn que 

injurioso; es inherente 6 toda aacion libre, es digao, ea 

decoroso conducirse de eqta manera;. J wqvelios gqebjos 

con-quienes ella hubiere de celebrar traasaociones, en- 

tontea le tendrán en más y la respetar&n, especialmente 

si fuesen de aquellos, que aiend8 @@menta librea,, po 

han.olridado lo sagrado ds estos derechos. 

Bl mitamo aeilor preopinum OoxI otros h8 m 

gsqorlor que ti M dsreohrk IU P&&&.qp),gk 

630

- 

. - ‘“’ -‘- .- 

$610 _ 81 DB DltCmBBB BE 1811. 

yendo consigo anches medios y recursos, sacase h la Nacion 

del ahogo J sfliccion en que ae halla. Pero este psnsamiento 

es aéreo; ss una generalidad: echemos la vista 

sobre toda Europa, extendámosla mbs allá, y dígaseme 

cm candor, si por ventura se vislumbra persona Real, 

que ‘in estar en oposicion con nuestras leyes, w&raS 

costumbres, nuestra teligion, nos pueda suministrar eón 

su venida 100 millones de pesos, y otros tantos mil hombres. 

Pére supongamos que hubiere quien 88 hallass en 

este caso: esta persona, como ha dicho el Sr. Argiielles, 

6 cuyas rszones, no habiéndore contestado, p8mU36cen 

intactas, ha de ser 6 feliz 6 detigradiada en su empresa; 

si desgraciada, estar6 en su arbitrio el capitular y entre - 

gar la Nasion á diacrecion; pues 89 claro que los que opinan 

que sin este auxilio no puede salvaree la Nacion, han 

de oonvsnir que estribando en tal caso su defensa en si 

ejército que consigo traiga id persona Real, destruido 

aquid,’ no le queda otro nísdio pu8 si de tr&tieoa el.ene- 

mrgo. No‘así un Gobierno nacional; este apoya &t.a deftmsa 

en la popularidad de la guerra, la fomentará; tiene en 

ello un intsrt% -que jamls Puede acouipañar 6 un Principe, 

á piSe quizá le &nvend& para auukWar su influjo 

o6avertir ssta guerra de puebkt‘en guerru de Gabinete: no 

lelips TI, pobre y desvalida, acudid B todos los l%ncipes 

le Europa, ofreci6ndoles 81 mando para que la sacasen de 

lquel apuro; nadie hubo que aceptase su oferta, y, como 

iice un célebre publicista, esta fué su fortuna; 6 nosotros 

IOS sucede al contrario: todos nos quieren, y esta es 

luestta desgracia. Mas los Diputados españoles, pcti - 

shsráa tale& ruegos? No:, mostrariah entone88 tener Bni- 

as6 laxos ‘j &?+ii8S + inútiles para 8ntonar esta des- 

renturáda Nkcion ; as pareceriáu á aquellos que, con- 

uztidos sud año8 en la córte, eritbu lsjod de poder llevar 

í cabo nuéetra salva&n. ‘Los que rodebbbh él Trono no 

han excitado al pueblo 6 Mvbntsrss: ellos, la JOnta Su- 

prema de Madrid, los CJonsejos, todos estos cortesanos 

lan sido los primeros 6 someterse d la servidumbre, los 

#meros que han intentado apagar si fuego sagrado de 

a insurreccion, J de ellos visnen estas manzanas de dis- 

tordia que de tiempo en tiempo se lanzan en el Congreso; 

le elros inmediatamente proceden, y en su primer origen 

;al vez de los franceses. Napoleon, que como todos los 

3obisrnoe de Huropa, ha reputado á los españoles por 

iosnhrss estúpidoe, preocupados 6 ignorante& se empsza- 

rb á desengañar, si ya no lo está, cuando vea esa sábia 

Sonstituaion y algunba de las discuuionss d que ha dado 

)casion; temblarb; hijo de unti revoluc~on, àabe lo que va- 

len Wss prihcipioe; nacer& en ét el temor da que esaa na- 

knee,~eh otro tieaipo libres, que’ gozaron de setos dere- 

:hoa, y que en el dia yacen sojuzgad&, y como adorae- 

cidas, despierten con nú8to vigoi, y hagan de@pertar 6 

los hombre& xhbios que eiitre ella& pienkan, é hizo callar 

su rigor y tirania. 

ie aStSten COIIXI á 88% p338t&hS IXtUy @TjU&CidefJ paI% 

desbaratar cualquiera miti. siniestra, y evitat la última 

rniaa de la Nacion. Y si fuese feliz; po se aprovscharia 

del entusiasrho que produciria, del partido que se gafiaria, 

del influjo que con&e$uiria ‘con las tropas @ra eshar 

abajo lo& derecho& de Fernando VII, y consi&uientem~te 

dsW& la bónetitucion? Se nos dics 41!1e queda 81 H- 

curso de la insurrskcion: y noaotres, representantes de 

la Nacion sspsilala, &la ekpdndríanios Mo6 los diab á tan 

terrible medio, dsjdhdola abandotida para que ella sola 

Se dice que una persóna Real konsilhi los Binimoa, que 

3u isspeto los hne, y que $13 aumenta con & el vigor de 

ias naciones. A la vsrdad que al oir razon¡H semejantes, 

buscase su libertad? Y entonces, ipara qué nos necesita? no parece que hemós conocido el reinado de Cdrlos IV: 

j,A qué gn nos ha reunido? Nus&a obligacioti primaria 

consiste eïl dirigirla, y establecer su felicidad sobie bt~~ 

bquién duda que 6 pea& d8 tcdáb los prs&tigios que 6 esteaeñor 

debian acompañarle, existia 81 Reino en una dse6lidas 

y no vsciisaterj, no sobre casos aventuradoe, difi- bilidad $uma, y eatlá au%oridád aisládameuts obraba 6 su 

cilss de suceder, imposibles de repetirse fresusntemente antojo? iQuién al ver que el’ reMItado ha sido una total 

en~las nasionss que, fatigadas y wndidas con tantos Ma- disoludion da1 Estado? Solo 1%~ ley& y å Oöaátitucion, 

l& loa mal& de la anarqala, dt%iles y’sin fusrkas, se SU * ~010 la sabiduria 9 un siàtema arreglad6 y uirifokrne dan 

trsgan á cualquiera ambicioso atrevido, que apodstindo- coneidkcion fí las naciones, y prodücen la energía que 

88 de ellas entonces, y no ahora, fundaria su imperio SO- 

: 

atrae -su respeto. 

bre tanta desolacion. Un @articular no aoompadado de los 

prestigios que asist& d un Prínsipe, no le sx dado tzkn 

fácilmente como B este hae&& dueñb de la naeioll en las 

88 ha aiiadído que es cãsi impásíbls quk tina ‘peksolia 

Real abuse de au podell, apoderándose de lti Nación cuya 

direccion se le conffa. A lS verdad que Esps%a parece 

aotuai& sircamWteiaa. La Fraiwfa, que ne nti he cita- ~1 paia de loa incrédulos: desde que tW nbice ‘conakntsdo 

Por Jsmp~o~ Bn rmds ‘SB skmiejaba ‘au situaoíun 5 la m3nk oye repetir los mi&nos argnmsntos; ta& es la 

nuestra; psro%lli tii$mo eae hombre que la\ rige hubisra probida’d 8sps?iola. Siempre hemos sfdo engbñados; aqu8 - 

dehapareoido, 4 p8sar de su fama y 8u Psdsr, si en 81 Ros alia’dua, aquellas @son%k que ti& doz han debido, han 

Conacfjo de loa Quinientos no hubiera knido apoyo y gran aido Iob primeros d chasquearnos; y i?on todo, no escarpartido. 

En an seno se le vid pálido, turbtdo, la guardia mentitics todavia. I%i Madrid he oido rsprod&kir fiecuenle 

dskobedsció; y 8010 suhermano, presidsnts á la sazon de tsmente las mfsmas razon8s sobre las miras de Bonaparte 

aquel Ouerpo, Ir obligó cbn su brdsn á‘ejecutar aquel aten - 

tado, y disolver el Cuerpo legislativo. Mas este aeo&tecimiento 

pas6 entre francssee; nowtros, representtintes de 

la Nacioa sspañola, graves y detenidos como ella, no re - 

hacia España; las hb combatido mil veces, y co% gran 

dolor mio, siempr6 sin fruto. iäliíl .iCdmo habian de atender 

& las razone8 de un @ven hombres provectos; condscorados 

y Cón grsnde opinioa de sí mismo;? Ahora se repetitemoa 

escena tan desgraciada y escandaioss. Pite lo mirimo. y quizb non conducir6 como entonksa esta 

Adem&s, IB historia nos demnssáa qu8 laa ndcíonas Mta de prstision 8 nuestra perdicion. Togo conspira, no 

Qtlb as han hafiado en situasíon parecida 6 la de España, solo 4 la destruccion de ciertos individuo&, que eso im- 

Eok hán triunfado cuando han librado su defensa en el portaria poco, sino d la de Iris Cóit8s, que SS la filtima 

Intimo conv8n0imi8nto de aue fuerzas y de sd poder, 8n 6ncorS en donde estb asegurada la salvacion d8 la P&,ria, 

6I IrmOP 6; bu indsperidencia, 8n sl dé680 de ser hombres y la de fa Conatitucion, á cuyo blanco a&e$tm todos sus 

libnar crh lzi eleracion y gfandssa d6 sue pensamientos, y tiros los malvados. Prueba de ello es el tio& comd se 

no sn unri itiaho ag8na, que incapaz por naturslezs de mitltipliban las intr&i6 conforme Va llegando d su tdrllegar 

6 esta altura ds sentimientos, se someteria proa- mino la diedusfon, y las qu6 de ayer ae& noa rod&an y se 

WnMk 6 un eIleIni@‘vieto+ios6. La Holanda, próxima rsprednced. El si’. Vera, autor inocente de sas pr&nbnc 

-8 amllQw irtiìi tròpi ‘paf 41 paä ‘6uldM kle la j @rqk@ioiones, tibndo k awt) qtie ac#e aqiiu M &e

cargaba ayer, lae recogió, y hoy las presenta de nuevo. 

Enhorabuena, preséntelas, discútanse; se averigua& sus 

autores, los denunciaremos Comprueban mLs y m6s la 

intriga las declamaciones que se han hecho, dirigidas Q 

una parte del pueblo que nos oye, y 6 algunos de los Di- 

putados que pertenecen á casas privilegiadas; esas decla- 

maciones son las verdaderamente destructoras, insurree - 

oionales, demagogas; pero todas producidas sin efecto 

para vergüenza suya. Forasteros; hijos de Cádiz, milita- 

res, clérigos, Diputados, ese pueblo que nos oye, todos, 

todos son ciudadanos españoles, todos tienen un solo in- 

terés , un mismo deseo: ser españoles y ser libres.. . 

(Aplauso del concwo.) Insidiosamente se ha anunciado 

que los militares no estaban representados en el Oongre- 

so, que menester era consultar la voluntad de los ejérci- 

tos; pero qué iel mismo Sr. Diputado que así se ha pro- 

ducido no es un militar? gLos militares no son españolee, 

no son ciudadanos, no componen parte de la Nacion 

grande y generosa S quien representamos? El señor preo- 

pinante los quiere considerar como un cuerpo aparte, 

desunido de la Nacion, con rapresentacion particular y 

separada; con este modo de producirse los agravia: los 

militares no se desdeñan de pertenecer y ser parte de esta 

Nacion que con tanta gloria, 4 pesar de sus desgracias, 

lucha contra la tiranía: loe militares y sábios, llenos del 

verdadero pundonor, se honran con la representscion na- 

cional; aman el sistema que en medio de tantos obstácui 

loa intenta establecer; se complacen con la idea de que si 

antes derramaban su sangre para sostener loa caprichoa 

de una córte corrompida, de hoy en adelante solo la der- 

XUtTlKERO 464. 2511 

rama& por la conservacion y prosperidad de su Pitria, 

por la seguridad de sus pacíficos conciudadanos, por la 

felicidad de sus hijos. El profarir expresiones de esta es- 

pecie es iojuriar 4 esta clase benemérita, 6 las dembs del 

Estado y B todos los españoles que solo tienen un objeto, 

un sentimiento, el de la libertad. Estas declamaciones 

subversivae, repito, son inducidas por gentes perversas, 

que se valen del candor de algunos Diputados del Con- 

greso como de instrumentos ciegos de su malicia; pero 

para confusion suya, sus enredos y tramoyas se vuelven 

contra ellos mismos, contra esos miserables (Apluwo), 

quienes por fortuna estin ya conocides. Sí, Señor, este es 

un torbellino que quiere arrebatar á 1s Nacion á manera 

de aquellas mangas marinas que en medio de lae tormen- 

tas amenazan destruir las oaves; pero asi como aquellas 

se diaipsn 6 cañonazos, la nnion y la energía deehar6 

este y nos conducirá por la senda que nos prescribe nues- . 

tra obligacion y la seguridad del Estado. ’ 

Pensaba contestar á las reflexiones y reparos que ha 

puesto el Sr. Anér 6 la proposicion que se discute; pero 

el Sr. Argüelles ya me ha prevenido; con 61 dfgo que no 

siendo constitucional esta determiuacion, si las circuns- 

tancias variasen, Ias Córtes, aunque sean ordinarias,pue- 

den alterarla. Por últímo, concluyo con apoyar la propo- 

siciotí del Sr. Argüelles en todas BUS partes; y en cuanto 

B las del Sr. Vera, pido que en atencion B haberlas re- 

producido, luego que se acabe la presente discusion se 

abra la de aquellas, y para entonces pido la palabra. B 

Se leva& la seeion, quedando pendiente la discusion 

para mañana.

01-12-1811. Nº 425 - Academia Puertorriqueña de Jurisprudencia y ...

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