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como acolitar la misa tridentina

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Cómo Acolitar <strong>la</strong> Misa en Latín<br />

El correcto acolitaje simplificado<br />

por Rev. H.E. Calnan, D.D.<br />

ANTES DE MISA<br />

Llegue a <strong>la</strong> Sacristía diez minutos antes del tiempo. Asegúrese que sus manos estén muy limpias. Verifique que todos<br />

los botones de su sotana estén abrochados. Si usted prepara el vino y el agua, primero asegúrese que ambas<br />

vinagreras estén absolutamente limpias y secas por dentro. Verifique que <strong>la</strong>s ve<strong>la</strong>s estén encendidas. Si el Sacerdote<br />

desea que usted le ayude a vestirse, él le mostrará <strong>como</strong> hacerlo. Pero permanezca muy tranquilo y no hable a menos<br />

que usted deba.<br />

HACIA EL ALTAR.<br />

Cuando el Sacerdote esté listo, tome el Misal (a menos que esté ya en el Altar) con ambas manos por el borde de<br />

abajo, con <strong>la</strong> apertura a su izquierda, y el borde superior que se apoya contra su pecho. Haga una genuflexión hacia al<br />

Crucifijo de <strong>la</strong> sacristía cuando el Sacerdote lo haga: y luego camine un metro y medio o tres de<strong>la</strong>nte del Sacerdote<br />

hacia el Altar. Si hay Agua Bendita en <strong>la</strong> puerta de <strong>la</strong> Sacristía, tome un poco con <strong>la</strong>s yemas del dedo de su mano<br />

derecha, y ofrézcalo al Sacerdote; entonces bendígase, y siga ade<strong>la</strong>nte.<br />

EN EL ALTAR<br />

Espere debajo de los escalones de<strong>la</strong>nte del Lado de epísto<strong>la</strong> (este es el <strong>la</strong>do derecho del Altar cuando usted lo mira)<br />

hasta que el Sacerdote se coloque a su izquierda. Tome el peso del Misal en su mano y brazo izquierda, y reciba el<br />

birrete del Sacerdote en su mano derecha. Haga una genuflexión cuando el Sacerdote haga una genuflexión o se<br />

incline aquí. Ponga el birrete sobre el asiento o en algún sitio al <strong>la</strong>do. (Si usted lo deja en los escalones del Altar estará<br />

probablemente en el camino y seguramente se verá desordenado.) Entonces suba y ponga el Misal sobre el soporte,<br />

de modo que <strong>la</strong> apertura esté hacia el centro del altar. No abra el Misal. Dé vuelta a <strong>la</strong> derecha, baje los escalones<br />

<strong>la</strong>terales, de vuelta por su izquierda, y ande a <strong>la</strong> vuelta de <strong>la</strong> escalones de <strong>la</strong> esquina derecha, haga una genuflexión al<br />

centro y continúe y arrodíllese en el suelo en el pie de los escalones de<strong>la</strong>nteros del <strong>la</strong>do de Evangelio. (Este es el <strong>la</strong>do<br />

izquierdo del Altar cuando usted lo mira.) Entonces el Sacerdote estará a su derecha cuando baje los escalones para<br />

comenzar <strong>la</strong> <strong>misa</strong>.<br />

LA MISA COMIENZA<br />

Haga <strong>la</strong> señal de <strong>la</strong> cruz con el Sacerdote. Sus respuestas están aquí en <strong>la</strong> letra negra grande. Diga cada trozo de cada<br />

pa<strong>la</strong>bra. Una buena manera de hacer esto es buscar <strong>la</strong>s vocales (a, e, i, o, u) y pronunciar concientemente cada una<br />

que usted vea: <strong>la</strong>s otras letras fluirán correctamente pronto. La pequeña línea diagonal (ʹacentoʹ) sobre una sí<strong>la</strong>ba<br />

significa que usted tiene que pronunciar <strong>la</strong> sí<strong>la</strong>ba (o <strong>la</strong> vocal) más fuerte que cualquier otra sí<strong>la</strong>ba en aquel<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra:<br />

por ejemplo Dóminus, Confíteor, <strong>la</strong>etíficat, juventútem. (Hay algunas pistas más al final de este libro) No vacile y no<br />

se apresure. No es inteligente decir <strong>la</strong>s respuestas en velocidad rápida: es simplemente tonto, y a menudo irreverente<br />

también, porque si partes de pa<strong>la</strong>bras son excluidas, el sentido de <strong>la</strong>s respuestas será cambiado o destruido y estas<br />

respuestas significan algo muy importante. Así que no se apresure: el Sacerdote se alegrará de esperarle, si él ve que<br />

usted tiene cuidado.<br />

In nómine Patris, et Fílii, + et Spíritus Sancti. Amen. Introíbo ad altáre Dei.<br />

Ad Deum qui <strong>la</strong>etíficat juventútem meam.<br />

(Cuando el Sacerdote usa vestimentas negras, o durante Cuaresma justo antes de Semana Santa, el saltará lo siguiente<br />

hastaʺAdjutórium + nostrum in nómine Dóminiʺ).<br />

Júdica me, Deus, et discérne causam meam de gente non sancta: ab hómine iníquo et dolóso érue me.<br />

Quia tu es, Deus, fortitúdo mea: quare me repulísti, et quare tristis incédo dum afflígit me inimícus?<br />

Emítte lucem tuam, et veritátem tuam: ipsa me deduxérunt, et adduxérunt in montem sanctum tuum et in<br />

tabernácu<strong>la</strong> tua.<br />

Et introíbo ad altáre Dei: ad Deum qui <strong>la</strong>etíficat juventútem meam.<br />

1


Confitébor tibi in cíthara, Deus, Deus meus: quare tristis es ánima mea, et quare contúrbas me?<br />

Spera in Deo, quóniam adhuc confitébor illi: salutáre vultus mei et Deus meus.<br />

Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto.<br />

Sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in saécu<strong>la</strong> saeculórum. Amen.<br />

Introíbo ad altáre Dei.<br />

Ad Deum qui <strong>la</strong>etíficat juventútem meam.<br />

Adjutórium + nostrum in nómine Dómini.<br />

Qui fecit caelum et terram.<br />

Confíteor Deo ... etc. (El Sacerdote ahora dice el “Yo Pecador” Usted lo dirá después de su siguiente respuesta. El Sacerdote<br />

termina con <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras: ʺorare pro me ad Dóminum Deum nostrum.ʺ<br />

(Inclínese un poco hacia el sacerdote mientras dice:)<br />

Misereátur tui, omnípotens Deus, et, dimíssis peccátis tuis, perdúcat te ad vitam aetérnam.<br />

Amen.<br />

(Inclínese hacia el altar mientras dice:)<br />

Confíteor Deo omnipoténti, beátae Maríae semper Vírgini, beáto Michaélo Archángelo, beáto Joánni<br />

Baptístae, sanctis Apóstolis Petro et Paulo, ómnibus Sanctis, (Inclinado, gire levemente hacia el Sacerdote mientras<br />

dice) et tibi, Pater, quia peccávi nimis cogitatióne, verbo et ópere: (“por mi culpa” golpéese el pecho.) mea culpa,<br />

mea culpa, mea máxima culpa. Ideo precor beátam Maríam semper Vírginem, beátum Michaélem<br />

Archángelum, beátum Joánnem Baptístam, sanctos Apóstolos Petrum et Paulum, omnes Sanctos, (Inclinado<br />

gire levemente hacia el Sacerdote) et te, pater, oráre pro me ad Dóminum Deum nostrum. (Permanezca inclinado).<br />

Misereátur vestri omnípotens Deus, et, dimíssis peccátis vestris, perdúcat vos ad vitam aetérnam.<br />

Amen (Arrodíllese derecho y haga <strong>la</strong> señal + con el Sacerdote).<br />

Indulgéntiam, absolutiónem et remissiónem peccatórum nostrórum tríbuat nobis omnípotens et miséricors<br />

Dóminus.<br />

Amen. (Inclínese un poco hacia ade<strong>la</strong>nte).<br />

Deus, tu convérsus vivificábis nos.<br />

Et plebs tua <strong>la</strong>etábitur in te.<br />

Ostende nobis, Dómine, misericórdiam tuam.<br />

Et salutáre tuum da nobis.<br />

Dómine, exáudi oratiónem meam.<br />

Et c<strong>la</strong>mor meus ad te véniat.<br />

Dóminus vobíscum.<br />

Et cum spíritu tuo.<br />

Orémus. (Sin respuesta)<br />

Tan pronto <strong>como</strong> diga ʺOremusʺ el Sacerdote se acercará al Altar. Inmediatamente, póngase de pié, muévase un paso<br />

a <strong>la</strong> izquierda, y arrodíllese en el escalón. (Pero si es el nivel en el cual el Sacerdote está de pie, arrodil<strong>la</strong>rse en el suelo,<br />

escalón abajo.)<br />

2


El Sacerdote va al Misal y dice el Introito. Su siguiente respuesta es cuando él viene al medio, y dice:‐<br />

Kýrie eléison.<br />

Kýrie eléison.<br />

Kýrie eléison.<br />

Christe eléison.<br />

Christe eléison.<br />

Christe eléison.<br />

Kýrie eléison.<br />

Kýrie eléison.<br />

Kyrie eléison. (No responder más)<br />

Note cómo sus respuestas van así: Un ʺKyrieʺ, dos ʺChristeʺ, y un ʺKyrieʺ.<br />

Frecuentemente, pero no en todas <strong>la</strong>s Misas, el Sacerdote sigue diciendo el ʺGloria in excelsisʺ No diga ʺAmenʺ al final;<br />

su siguiente respuesta será cuando el sacerdote se dirija a los fieles y diga:<br />

Dóminus vobiscum.<br />

Et cum spíritu tuo.<br />

Ahora el Sacerdote va hacia el Misal de Nuevo a decir <strong>la</strong> Colecta. Mire y Escuche. El está rezando por usted y por todos nosotros.<br />

Lo verá reclinándose y entonces terminará <strong>la</strong> colecta diciendo:<br />

...Per ómnia saécu<strong>la</strong> saeculórum.<br />

Amen. (Esto puede suceder dos veces aquí mismo)<br />

Ahora el Sacerdote lee <strong>la</strong> Epísto<strong>la</strong>. Mírelo. Al final el le hará <strong>la</strong> señal tocando el altar con su mano izquierda. En<br />

unísono dice:<br />

Deo Grátias.<br />

• (NOTA. En el Advenimiento y Cuaresma y durante algunos Días de Pascua, si el Sacerdote lleva puestas vestiduras<br />

moradas, debe estar listo para verlo ir directamente al Misal justo después de el ʺKirie eleisonʺ, y antes el ʺDominus Vobiscumʺ<br />

para decir varias Colectas y Lecturas. En este caso, siempre que usted oiga ʺPor omnia saécu<strong>la</strong> saeculórum,ʺ inmediatamente<br />

conteste ʺAménʺ; y siempre que el Sacerdote le de <strong>la</strong> señal al final de una Lectura, responda ʺDeo gratiasʺ. PERO NUNCA<br />

VAYA A MOVER EL MISAL A MENOS QUE EL SACERDOTE HAYA DICHO YA ʺDOMINUS VOBISCUMʺ<br />

DESPUES DE DECIR EL ʺ KIRIE ELEISONʺ. Usted encontrará esta reg<strong>la</strong> muy útil).).<br />

Habiendo dicho ʺDeo Gratiasʺ, subido, arrodillándose en el medio y rodeado <strong>la</strong> esquina de los escalones en el <strong>la</strong>do de<br />

<strong>la</strong> Epísto<strong>la</strong> y parado en el escalón más bajo a <strong>la</strong> derecha del Sacerdote, pero ligeramente detrás de él. Cuando él deje el<br />

Misal, tómelo con su soporte, gírese a <strong>la</strong> izquierda, baje los escalones rodeándolos hacia el medio, haga una<br />

genuflexión y rodeé los escalones hacia el <strong>la</strong>do del Evangelio, suba y coloque el Misal con su soporte en el Lado de<br />

Evangelio del Altar cerca del final y levemente girado hacia el centro. Dé vuelta a <strong>la</strong> izquierda; baje un escalón <strong>la</strong>teral;<br />

dé vuelta a <strong>la</strong> derecha para mirar el Misal y espere allí a contestar al Sacerdote en:<br />

Dóminus vobíscum.<br />

Et cum spíritu tuo.<br />

Sequéntia sancti Evangélii secúndum (Matthaeum)<br />

Glória tibi, Dómine.<br />

Sígnese en frente, <strong>la</strong>bios y corazón (con el frente de su pulgar derecho y <strong>la</strong> mano abierta), cuando el Sacerdote lo haga también.<br />

Espere un momento: usted oirá probablemente el Nombre Santo, Jesús; en esto, incline su cabeza. Entonces dé vuelta a <strong>la</strong> derecha,<br />

descienda, y camine rodeando hacia el <strong>la</strong>do de Epísto<strong>la</strong> (haga una genuflexión en el medio) deténgase por el frente de los escalones,<br />

justo antes de alcanzar <strong>la</strong> esquina; entonces dé vuelta a <strong>la</strong> izquierda y quédese de pié mirando el Misal mientras el Sacerdote lee el<br />

Evangelio. Cuando él termine esté listo a decir inmediatamente:<br />

Laus tibi, Christe. Arrodíllese derecho. (Si habrá sermón, permanezca parado hasta que el Sacerdote llegue al pié del Altar, haga<br />

una genuflexión junto con el y siéntese a escucharlo)<br />

3


Los domingos y en algunas festividades, el Sacerdote dirá en este momento el Credo. Permanezca de rodil<strong>la</strong>s e incline su<br />

cabeza cuando el Sacerdote haga una genuflexión en <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras ʺEt incarnatus est,ʺ etc. (En algunos países existe <strong>la</strong> costumbre<br />

de que el acólito permanece de pié durante el Credo)<br />

Entonces ya sea que ha dicho el Credo o no, el Sacerdote dará una vuelta y dirá:‐<br />

Dóminus vobíscum.<br />

Et cum spíritu tuo.<br />

OFERTORIO Y LAVABO<br />

Ahora suba y vaya directamente a <strong>la</strong> credenza. Tome el vino en su mano derecha y el agua en su izquierda. Vaya al final del<br />

<strong>la</strong>do de <strong>la</strong> Epísto<strong>la</strong> en el Altar y espere a que Sacerdote llegue. Usted debe estar de pie en el primer escalón hacia abajo, con el<br />

borde del Altar directamente de<strong>la</strong>nte de su pecho, (pero sin tocar).<br />

Cuando el Sacerdote venga con el Cáliz al final del Altar, tome <strong>la</strong> vinagrera de vino que está en su mano derecha y<br />

presénte<strong>la</strong> al Sacerdote con <strong>la</strong> asa (si hay) hacia él. Inmediatamente, cambie <strong>la</strong> vinagrera de agua a su mano derecha.<br />

Reciba el vino del Sacerdote con su mano izquierda y presente al agua su derecha; recíba<strong>la</strong> de regreso con <strong>la</strong> misma<br />

mano. (Nota: es correcto, aquí, besar <strong>la</strong>s vinagreras presentándo<strong>la</strong>s al Sacerdote, y recibiéndo<strong>la</strong>s de regreso.)<br />

Inclínese hacia el Sacerdote, luego vuelva a <strong>la</strong> credenza con <strong>la</strong>s vinagreras. Déje<strong>la</strong>s abajo y recoja <strong>la</strong> toal<strong>la</strong> de <strong>la</strong>vabo,<br />

poniéndo<strong>la</strong> sobre <strong>la</strong> muñeca izquierda. Tome el p<strong>la</strong>to o el tazón en <strong>la</strong> mano izquierda y <strong>la</strong> vinagrera de agua en <strong>la</strong><br />

mano derecha, y vuelva al Altar. Esta vez usted no debería estar en el <strong>la</strong>do del Altar sino aproximadamente un paso a<br />

<strong>la</strong> izquierda de modo que el Sacerdote esté exactamente de<strong>la</strong>nte de usted cuando él venga. El Sacerdote sostendrá sus<br />

dedos sobre el p<strong>la</strong>to. Vierta el agua suavemente sobre ellos, agarrando el p<strong>la</strong>to por debajo. El Sacerdote tomará <strong>la</strong><br />

toal<strong>la</strong> de su muñeca, secará sus dedos y le devolverá <strong>la</strong> toal<strong>la</strong>. Inclínese y regrese a <strong>la</strong> credenza donde usted dejará<br />

todo de forma ordenada.<br />

Regrese ahora a su lugar en el <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> Epísto<strong>la</strong>, tomando <strong>la</strong> campana con usted (si está en <strong>la</strong> credenza) sin que<br />

suene. Arrodíllese.<br />

Haga todo suave, sin perder tiempo y sin prisas. Muy pronto el Sacerdote volteará y dirá en voz baja:<br />

Oráte, fratres...<br />

Espere hasta que gire de Nuevo al altar y entonces conteste:<br />

Suscípiat Dóminus sacrifícium de mánibus tuis, ad <strong>la</strong>udem et glóriam nóminis sui, ad utilitátem quoque<br />

nostram, totiúsque Ecclésiae suae sanctae.<br />

EL PREFACIO<br />

Ahora, usted verá al Sacerdote paginar el Misal para encontrar el Prefacio. Usted lo verá colocar sus manos en el Altar y luego él<br />

dirá:<br />

...per ómnia saécu<strong>la</strong> saeculórum.<br />

Amen.<br />

Dóminus vobíscum.<br />

Et cum spíritu tuo.<br />

Sursum corda.<br />

Habémus ad Dóminum.<br />

Grátias agámus Dómino Deo nostro. (Inclínese levemente)<br />

Dignum et justum est.<br />

Ahora el Sacerdote dice el Prefacio. Al final baja su voz, junta sus manos y dice en un tono bajo ʺSanctus, Sanctus, Sanctusʺ etc.<br />

Cuando usted vea y oiga eso, suene <strong>la</strong> campana tres veces.<br />

Mire ahora al Sacerdote. Él suministra <strong>la</strong> adoración que usted debe a Dios Omnipotente y que usted no puede dar sin<br />

<strong>la</strong> <strong>misa</strong> y el Sacerdote. Su deber aquí no fue leer muchos rezos para usted, sino ayudar activamente en el gran acto de<br />

<strong>la</strong> Adoración Pública ahora hecha por nuestro Divino Señor y Su Iglesia, por medio de el Sacerdote con su ayuda.<br />

4


Usted es ahora parte del trabajo. Y para mantener su alma unida con eso mientras espera, usted puede seguir<br />

diciendo en su corazón ʺQuerido Señor Jesús, por favor ayúdeme a hacer mi parte perfectamente.ʺ<br />

Mire al Sacerdote. Usted verá que sus manos están separadas justo de<strong>la</strong>nte de sus hombros. Entonces él <strong>la</strong>s juntará e inclinará <strong>la</strong><br />

cabeza por un momento: reza para personas vivas especiales, probablemente por usted en particu<strong>la</strong>r. Mírelo: él separará sus<br />

manos otra vez, y rezará para ser ayudado por los rezos y los méritos de <strong>la</strong> Nuestra Señora y los Apóstoles y todos los Mártires y<br />

Santos. Entonces él juntará sus manos otra vez: y cuando usted lo vea estirar sus brazos hacia ade<strong>la</strong>nte y mantener sus manos<br />

con <strong>la</strong>s palmas hacia abajo, sobre el Cáliz, entonces ‐ pero no hasta entonces, ‐ toque una vez <strong>la</strong> campana.<br />

LA CONSAGRACIÓN<br />

Cargue <strong>la</strong> campana‐ sin sonar<strong>la</strong>‐ y suba y arrodíllese ligeramente a <strong>la</strong> derecha del Sacerdote y detrás de el. No toque aún <strong>la</strong> casul<strong>la</strong><br />

(<strong>la</strong> vestimenta exterior de color) y permanezca arrodil<strong>la</strong>do muy quieto. Ahora:<br />

A) Cuando el Sacerdote haga una genuflexión, inclínese profundamente, suene una vez <strong>la</strong> campana y arrodíllese derecho<br />

nuevamente.<br />

B) Cuando el Sacerdote levanta (“eleva”) <strong>la</strong> Sagrada Hostia, levante <strong>la</strong> oril<strong>la</strong> inferior de <strong>la</strong> casul<strong>la</strong> con su mano izquierda, mire<br />

hacia arriba y agradezca a Nuestro Señor (“Señor mío y Dios mío”) suene una vez <strong>la</strong> campana y conforme el Sacerdote baje sus<br />

manos, suelte <strong>la</strong> casul<strong>la</strong>.<br />

C) Cuando el Sacerdote realice otra genuflexión, de nuevo inclínese profundamente, suene una vez <strong>la</strong> campana, arrodíllese<br />

derecho otra vez y permanezca muy quieto.<br />

Haga exactamente esto tres veces, cuando el Sacerdote A) Adora, B) Eleva y C) Nuevamente Adora <strong>la</strong> Preciosa Sangre en el Cáliz<br />

Entonces, muy silenciosamente tome <strong>la</strong> campana, levántese, gire a <strong>la</strong> izquierda, baje los escalones, haga una<br />

genuflexión, gire a <strong>la</strong> derecha y vaya a arrodil<strong>la</strong>rse al lugar donde estaba antes de <strong>la</strong> Consagración. BAJE LA<br />

CAMPANA SILENCIOSAMENTE.<br />

DESPUES DE LA CONSAGRACIÓN<br />

Nuestro Señor Divino, ahora, usando al Sacerdote <strong>como</strong> el es<strong>la</strong>bón entre Él y usted en Su Iglesia, se ofrece a Dios el Padre para<br />

pagar nuestras deudas de honor y a<strong>la</strong>banza a Dios. Él también pide a Dios Padre le conceda a usted y a todos nosotros, gracias y<br />

bendiciones, <strong>la</strong>s cuales no podemos obtener excepto por Él. Él coloca otra vez ante Dios Padre el mismo Sacrificio que ofreció en <strong>la</strong><br />

Cruz en el Calvario: presentándolo con todos los miembros de Su Iglesia y para todos ellos. Así cuanto más estrechamente estén<br />

estos miembros adheridos a <strong>la</strong> <strong>misa</strong>, más profusamente comparten sus frutos. Sólo vea donde está usted. Usted realmente ayuda a<br />

ofrecer <strong>la</strong> <strong>misa</strong> correctamente: usted está unido a Nuestro Señor en <strong>la</strong> Misa de manera más estrecha que cualquiera excepto el<br />

Sacerdote. Así su parte en los frutos de <strong>la</strong> <strong>misa</strong> puede ser fácilmente más rica que <strong>la</strong> parte de alguien más, excepto el Sacerdote.<br />

Este es su gran privilegio. Siga pensando en esto y no se distraiga de su trabajo sagrado tratando de decir sus propios rezos.<br />

Nuestro Divino Señor dice sus rezos por usted. Agradézcale por hacer aquí su trabajo perfectamente.<br />

Incluso si va a recibir <strong>la</strong> Sagrada Comunión, usted no puede prepararse mejor que haciendo este trabajo de ayudar en<br />

Misa tan perfectamente, con tanto cuidado y tan tiernamente <strong>como</strong> pueda. Usted está muy cerca de Nuestro Señor<br />

ahora mismo; trabaja para Él y con Él; usted le ayuda a hacer el mayor acto de Su vida. Él sabe todo sobre usted y lo<br />

que usted piensa. Este trabajo es <strong>la</strong> mejor preparación posible para el momento cuando Él se entregará a usted.<br />

Mire al sacerdote todo el tiempo, tanto <strong>como</strong> pueda y muy reverentemente. Pronto verá y oirá que recordará que el<br />

mismo y todos nosotros somos pecadores, necesitando <strong>la</strong> piedad de Dios; él golpeará su pecho, y dirá de una voz<br />

baja, ʺNobis quoque peccatoribus.ʺ Golpee su pecho, también, y recuerde que esta <strong>misa</strong> es el Sacrificio de Calvario,<br />

que fue ofrecido para salvar a pecadores; y esto por Jesús, con Él y en Él, Dios Padre recibe todo el honor y <strong>la</strong> gloria<br />

de nosotros.<br />

5


EL PADRE NUESTRO Y EL AGNUS DEI<br />

Pronto verá al Sacerdote, después de hacer una genuflexión, colocar sus manos sobre el altar y entonces dirá con voz normal:<br />

...per ómnia saécu<strong>la</strong> saeculórum.<br />

Amen.<br />

Orémus.... El Sacerdote recita el Padre Nuestro Solo, sígalo en su mente. Termina así:<br />

...et ne nos indúcas in tentatiónem.<br />

Sed líbera nos a malo.<br />

Mire cuidadosamente. Verá al Sacerdote dividir <strong>la</strong> Sagrada Hostia en tres partes y sostener una parte sobre el Cáliz, mientras dice<br />

en voz alta:‐<br />

...per ómnia saécu<strong>la</strong> saeculórum.<br />

Amen.<br />

Pax Dómini sit semper vobíscum.<br />

Et cum spíritu tuo.<br />

Entonces el Sacerdote hacu una genuflexión y dice el Agnus Dei. Mire y escuche. Golpee su pecho tres veces cuando el también lo<br />

haga. “Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo: ten piedad de nosotros. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo:<br />

ten piedad de nosotros. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo: danos <strong>la</strong> paz.”‐ Y si usted nota que en el Agnus Dei el<br />

Sacerdote no está sosteniendo <strong>la</strong> Sagrada Hostia mientras que en el Domine non sum dignus sí <strong>la</strong> sostiene, usted no sonará <strong>la</strong><br />

campana por error.<br />

LA COMUNIÓN DEL SACERDOTE<br />

El Sacerdote permanece ligeramente inclinado y dice tres maravillosas oraciones para prepararse, <strong>como</strong> el Sacerdote del Sacrificio,<br />

a ser unido con <strong>la</strong> Víctima del Sacrificio por <strong>la</strong> Santa Comunión y así hacer al Sacrificio complete. Habiendo terminado estas<br />

oraciones, hace nuevamente una genuflexión y toma <strong>la</strong> Sagrada Hostia en sus manos. Mire cuidadosamente y lo verá golpearse el<br />

pecho tres veces nuevamente, pero mucho más despacio esta vez mientras dice en tres ocasiones:<br />

Domine, non sum dignus... Si usted no está mirando y escuchando cuidadosamente, quizá no lo escuche decir estas pa<strong>la</strong>bras,<br />

porque el <strong>la</strong>s tiene que decir en voz baja. Así que mírelo golpear su pecho mientras sostiene <strong>la</strong> Sagrada Hostia y toque <strong>la</strong> campana<br />

una vez por cada golpe que el se de. Pronto usted podrá decirlo con el y seguir sirviendo perfectamente: “Señor, no soy digno de<br />

que entres a mi casa, pero solo di una pa<strong>la</strong>bra y mi alma sanará” (Tres veces.)<br />

Ahora incline su cabeza un poco y permanezca bastante quieto mientras el Sacerdote recibe <strong>la</strong> Sagrada Hostia. Espere a que haga<br />

una genuflexión y entonces levántese junto con el, tome <strong>la</strong> campana (no <strong>la</strong> toque) y vaya directamente a <strong>la</strong> credenza. Baje <strong>la</strong><br />

campana. Mire si alguien se ha acercado a los reclinatorios del altar para <strong>la</strong> Comunión. Si hay Comunicantes tome <strong>la</strong> patena. Si<br />

usted recibirá <strong>la</strong> comunión, vaya sin hacer ninguna genuflexión hacia el escalón más alto de frente del <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> Epísto<strong>la</strong> y<br />

arrodíllese. De otro modo arrodíllese en el escalón más bajo del <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> Epísto<strong>la</strong>.<br />

Mientras permanece arrodil<strong>la</strong>do, cuando el Sacerdote beba del cáliz, inclínese y diga:<br />

Confiteor Deo omnipotenti, beatae Mariae semper Virgini, beato Michaeli Archangelo, beato Joanni<br />

Baptistae, sanctis Apostolis Petro et Paulo, omnibus Sanctis, et tibi, Pater: quia peccavi nimis cogitatione,<br />

verbo et opere: mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa. Ideo precor beatam Mariam semper Virginem,<br />

Beatum Michaelem Archangelum, beatum Joannem Baptistam, sanctos Apostolos Petrum et Paulum, omnes<br />

sanctos, et te, Pater, orare pro me ad Dominum Deum nostrum.<br />

Misereatur vestri omnipotens Deus, et dimissis peccatis vestris, perducat vos ad vitam aeternam.<br />

Amen.<br />

Ahora arrodíllese derecho.<br />

Indulgentiam, absolutionem, et remissionem peccatorum nostrorum tribuat nobis omnipotens et misericors<br />

Dominus. (persígnese)<br />

Amen.<br />

6


El Sacerdote volteará sosteniendo una pequeña Hostia y dirá:<br />

Ecce Agnus Dei, ecce qui tollit peccáta mundi.<br />

Entonces dirá <strong>la</strong> siguiente oración tres veces. Golpee su pecha cada vez. En algunas iglesias se acostumbra que todos se unan al<br />

Sacerdote:<br />

Dómine, non sum dignus, ut intres sub tectum meum, sed tantum dic verbo et sanábitur ánima mea.<br />

Reciba a nuestro Bendito Señor reverentemente, sosteniendo <strong>la</strong> patena por debajo de su barbil<strong>la</strong>. Levántese inmediatamente y<br />

acompañe al Sacerdote con el primer Comunicante que esté arrodil<strong>la</strong>do enfrente del <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> Epísto<strong>la</strong>. Preceda al Sacerdote sobre<br />

<strong>la</strong> línea de comulgantes, sosteniendo <strong>la</strong> patena debajo de cada barbil<strong>la</strong>. Si una Hostia cae a <strong>la</strong> patena no entre en pánico: para eso<br />

es <strong>la</strong> patena. Simplemente deje que el Sacerdote <strong>la</strong> remueva y continúe por <strong>la</strong> línea; el Sacerdote removerá cualquier fragmento<br />

después, pero usted debe de ser muy cuidadoso de que ninguno caiga al suelo.<br />

Después de que <strong>la</strong> última persona comulgue, acompañe al Sacerdote de regreso al Altar. Quizá le tome <strong>la</strong> patena, si<br />

no lo hace, colóque<strong>la</strong> en el Altar cerca del medio, donde el Sacerdote pueda ver<strong>la</strong>. Entonces vaya inmediatamente a su<br />

lugar y arrodíllese. Cuando el Sacerdote cierre el tabernáculo, levántese y vaya a <strong>la</strong> credenza, tome el vino con su<br />

mano derecha y el agua con su izquierda. Vaya silenciosamente hasta el Sacerdote al medio del Altar (no muy cerca).<br />

Cuando el le acerque el cáliz, vierta vino (solo) muy gentilmente hasta que el le diga que se detenga. (Aquí <strong>la</strong><br />

cantidad correcta es más o menos <strong>la</strong> misma que el Sacerdote vertió para Consagrar. Pero el Sacerdote lo juzgará) Vaya<br />

al extremo del altar del <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> Epísto<strong>la</strong> y cuando el Sacerdote venga a usted, primero vierta vino muy gentilmente<br />

sobre sus dedos dentro del cáliz, el le dirá cuando parar (será muy poco). Luego vierta agua gentilmente del mismo<br />

modo. (Todo esto tiene que ser hecho sobre <strong>la</strong> superficie del Altar. El Sacerdote no debe sostener el Cáliz<br />

directamente sobre el suelo. Solo lo hará cuando el acólito sea muy pequeño. Así que colóquese en el lugar adecuado,<br />

aquí, con <strong>la</strong> oril<strong>la</strong> <strong>la</strong>teral del Altar directamente enfrente de usted. Y si usted es cuidadoso en sostener <strong>la</strong> vinagrera<br />

con <strong>la</strong> mano derecha, el pulgar cerca de <strong>la</strong> base justo debajo del asa y solo <strong>la</strong>s puntas de dos o tres dedos directamente<br />

en el <strong>la</strong>do opuesto del pulgar, fácilmente evitará el descuido de muchos acólitos, que tienen que mover sus codos,<br />

hombros y todo el cuerpo de <strong>la</strong>do para poder verter un poco de líquido de una pequeña vinagrera.<br />

Cuando el Sacerdote regrese al medio, regrese <strong>la</strong> vinagrera a <strong>la</strong> Credenza, también <strong>la</strong> patena si hubo gente que<br />

comulgó y deje todo ordenado.<br />

Ahora tiene que mover el Misal. Camine rodeando hacia el medio, haga una genuflexión y continúe hacia <strong>la</strong> esquina<br />

de los escalones, súbalos por el <strong>la</strong>do del Evangelio. Levante el Misal y su soporte, gire sobre su derecha, baje<br />

rodeando hacia el piso, haga una genuflexión en el medio y rodee hacia el extremo de <strong>la</strong> Epísto<strong>la</strong>, coloque el Misal y<br />

su soporte donde se encontraban al principio de <strong>la</strong> Misa. Recuerde que en este <strong>la</strong>do el Misal se encuentra alineado con<br />

el frente del altar. Gire a <strong>la</strong> derecha, baje los escalones <strong>la</strong>terales, gire sobre su izquierda y camine rodeando los<br />

escalones hacia <strong>la</strong> derecha, haga una genuflexión en el centro, vaya y arrodíllese en el escalón más bajo del <strong>la</strong>do de <strong>la</strong>s<br />

escaleras, donde usted se encontraba al principio de <strong>la</strong> Misa.<br />

DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.<br />

El Sacerdote cubrirá el Cáliz e irá hacia el Misal para leer <strong>la</strong> Post‐Comunión. Entonces regresa al medio, se gira y dice:<br />

Dóminus vobíscum.<br />

Et cum spíritu tuo.<br />

El entonces va hacia el Misal de Nuevo y lee ciertas oraciones <strong>como</strong> aquel<strong>la</strong>s que leyó antes de <strong>la</strong> Epísto<strong>la</strong>. Termina:<br />

...per ómnia saécu<strong>la</strong> saeculórum.<br />

Amen.<br />

Puede ocurrir dos veces también. Entonces el Sacerdote va hacia el medio, gira hacia el pueblo y dice:<br />

Dóminus vobíscum.<br />

7


Et cum spíritu tuo.<br />

Ite,missa est.<br />

Deo grátias.<br />

(Si es una Misa de Requiem, el Sacerdote no dice Ite, Missa est, sino:‐ Requiescant in pace. Y entonces responde: Amen. Y no<br />

seguirá ninguna bendición.)<br />

Benedícat vos omnípotens Deus, Pater, + et Fílius, et Spíritus Sanctus.<br />

Amen.<br />

Permanezca arrodil<strong>la</strong>do hasta que el Sacerdote venga enfrente de usted para iniciar el Último Evangelio desde <strong>la</strong> Sacra. Entonces<br />

póngase de pié.<br />

Dóminus vobíscum.<br />

Et cum spíritu tuo.<br />

Inítium sancti Evangélii secúndum Joánnem.<br />

Glória tibi,Dómine.<br />

Gire a su dercha, haga una genuflexión en el centro, camine y deténgase en el lugar y de <strong>la</strong> manera en <strong>la</strong> que o hizo durante el<br />

primer Evangelio. Haga una genuflexión cuando el sacerdote también <strong>la</strong> haga; y termina diciendo:<br />

...plenum grátiae et veritátis.<br />

Deo grátias.<br />

El Sacerdote entonces bajará y se arrodil<strong>la</strong>rá al centro del escalón más bajo para decir <strong>la</strong>s oraciones después de <strong>la</strong> Misa. Si hay<br />

alguna tarjeta ténga<strong>la</strong> en <strong>la</strong> mano y arrodíllese a su derecha.<br />

Cuando el Sacerdote suba a recoger el Cáliz, después de decir <strong>la</strong>s oraciones, tome <strong>la</strong> birreta. Encuentre al Sacerdote a<br />

los pies de los escalones (usted está a su derecha). Haga una genuflexión junto con el Sacerdote y entonces entre <strong>la</strong><br />

birreta en su mano.<br />

Gire y camine silenciosamente al frente del Sacerdote hacia <strong>la</strong> Sacristía. Colóquese a <strong>la</strong> izquierda del Sacerdote e<br />

inclínese hacia el Crucifijo junto con el. Gire entonces hacia el Sacerdote e inclínesele a el. Luego regrese al Altar para<br />

limpiarlo. Apague <strong>la</strong>s ve<strong>la</strong>s (use un apagador, no les sople) y lleve todo lo que se necesite regresar a <strong>la</strong> Sacristía.<br />

Quizá también sea su obligación limpiar y secar <strong>la</strong>s vinagreras y aditamentos. Cuando haya terminado puede ir a<br />

quitarse su propia sotana y dejar todo ordenado.<br />

Usted aún no ha terminado su deber. Si recibió <strong>la</strong> Santa Comunión, aún tiene que hacer su Acción de Gracias. Y<br />

aunque no <strong>la</strong> haya recibido, debe de agradecer a Nuestro Señor por permitirle servir en <strong>la</strong> Misa. Agradézcale de<br />

forma sencil<strong>la</strong> y cuidadosa. Pídale que le haga comprender mejor y mejor tan maravilloso favor que le ha sido dado:<br />

Pídale que le ayude a servir más perfectamente cada ocasión; pídale que le haga recordarlo todo el día. Luego diga<br />

una Ave María y pídale a <strong>la</strong> Bendita Señora que le cuide de tal manera que el<strong>la</strong> siempre esté orgullosa y feliz de verlo<br />

a usted esperando a su Divino Hijo en el Altar.<br />

Texto Original en Inglés obtenido en http://sanctamissa.org<br />

Traducción y Formato: http://unavocemx.org<br />

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