26.04.2013 Views

alboroto» en castellano. Notas sobre dos vocablos: «bululú»

alboroto» en castellano. Notas sobre dos vocablos: «bululú»

alboroto» en castellano. Notas sobre dos vocablos: «bululú»

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

LA IDEA DE 'ALBOROTO' EN CASTELLANO<br />

NOTAS SOBRE DOS VOCABLOS: "BULULÚ" Y "MITOTE"<br />

Sin duda alguna, la lexicología del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> América<br />

reserva hallazgos y recomp<strong>en</strong>sas a qui<strong>en</strong>es quieran estudiar<br />

las particularidades expresivas de vocabulario <strong>en</strong> las distintas<br />

repúblicas hispanoamericanas. Constituye una verdadera biblioteca<br />

la colección de lexicones americanistas que se han llevado<br />

a cabo acerca del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> América. Quiero referirme ahora<br />

a <strong>dos</strong> meritorios trabajos publica<strong>dos</strong> <strong>en</strong> 1944, los cuales con<br />

poco tiempo de por medio señalan caminos precisos <strong>en</strong> este<br />

campo de la investigación. Uno de ellos, de don Pedro Urbano<br />

González de la Calle, Ori<strong>en</strong>taciones doctrinales para la investigación<br />

lingüística y filológica del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> América 1 ,<br />

acopio de ci<strong>en</strong>cia y consejos para qui<strong>en</strong>es dese<strong>en</strong> ad<strong>en</strong>trarse<br />

<strong>en</strong> la fronda de problemas — tan disloca<strong>dos</strong> a m<strong>en</strong>udo — que<br />

ofrece el idioma hispánico <strong>en</strong> tierras del Nuevo Mundo; otro,<br />

el estudio del lexicógrafo don Juan Corominas Indianorrománica<br />

2 , <strong>en</strong> el que analiza los leonesismos y lusismos <strong>en</strong> el léxico<br />

americano, vivos <strong>en</strong> el habla corri<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Hispanoamérica. En<br />

esta última investigación se desvanec<strong>en</strong> un bu<strong>en</strong> número de<br />

fantasiosos indig<strong>en</strong>ismos que han circulado como tales <strong>en</strong> muchos<br />

vocabularios americanistas, a causa de haber sido la lexicología<br />

una suerte de juego de adivinanzas, o haber estado<br />

1 Inserto <strong>en</strong> Universidad Nacional de Colombia, núm. i, Bogotá, octubre de<br />

1944, págs. 25-79. Con el complem<strong>en</strong>to del mismo autor: Contribución al estudio<br />

del 'bogotano', <strong>en</strong> Revista Nacional de Cultura, núm. 51, Caracas, julio y agosto<br />

de 1945. págs. 38-54.<br />

- Bu<strong>en</strong>os Aires, Instituto de Filología, 1944, publicado primeram<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Revista<br />

de Filología Hispánica, vi. Añádese a este trabajo, el del propio COROMINAS,<br />

Rasgos semánticos nacionales. Bu<strong>en</strong>os Aires, 1942, impreso como <strong>sobre</strong>tiro de los<br />

Anales del Instituto de Lingüística, tomo I, 1941.


BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO" EN CASTELLANO 385<br />

sometida por mucho tiempo a la imaginación de qui<strong>en</strong>es deseaban<br />

hallar anteced<strong>en</strong>tes indíg<strong>en</strong>as por todas partes.<br />

Del referido estudio de González de la- Calle me parece<br />

oportuno citar algunos párrafos que <strong>en</strong>cuadr<strong>en</strong> el pres<strong>en</strong>te<br />

trabajo. Se refiere a las investigaciones lexicológicas y dice:<br />

"En este sector de las investigaciones lingüísticas es <strong>en</strong> el que,<br />

sin duda, podrán ofrecerse y notarse las más ost<strong>en</strong>sibles y acusadas<br />

difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre el <strong>castellano</strong> p<strong>en</strong>insular y el <strong>castellano</strong><br />

americano" 3 ; "...es de positivo interés seguir la trayectoria<br />

de esos mismos <strong>vocablos</strong> a través del <strong>castellano</strong> de América para<br />

p<strong>en</strong>etrar <strong>en</strong> el <strong>castellano</strong> p<strong>en</strong>insular. Ciertam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la lexicología<br />

del <strong>castellano</strong> americano podremos <strong>en</strong>contrarnos toda<br />

una serie de curiosísimos temas, dignos de muy especial consideración<br />

y exam<strong>en</strong>. Y conv<strong>en</strong>drá también advertir que <strong>en</strong> la<br />

proporción que alcanc<strong>en</strong> d<strong>en</strong>tro del léxico del <strong>castellano</strong> de<br />

América sus distintos elem<strong>en</strong>tos integrantes, se podrá reconocer<br />

<strong>en</strong> muchos casos el decisivo influjo de las ideas reflejadas <strong>en</strong><br />

tales términos y de los movimi<strong>en</strong>tos culturales que <strong>en</strong> ellos<br />

hallan su más característica expresión. Una base psicológica<br />

es también requerida <strong>en</strong> forma inexcusable para el estudio de<br />

la lexicología del <strong>castellano</strong> americano" 4 ; y, por último: "El<br />

<strong>castellano</strong> del Viejo Mundo, sin duda, ha evolucionado <strong>en</strong> un<br />

ambi<strong>en</strong>te de condicionalidades históricas bi<strong>en</strong> distintas de las<br />

que forman el respectivo dintorno del <strong>castellano</strong> del Nuevo<br />

Mundo y <strong>en</strong> éste han podido hallar efectividad y pl<strong>en</strong>a consagración<br />

procesos o no inicia<strong>dos</strong>, o ap<strong>en</strong>as perceptibles <strong>en</strong><br />

aquél" 5 .<br />

De acuerdo con estos principios de condicionalidad sociológica<br />

y cultural, quisiera ver la particular trayectoria de <strong>dos</strong><br />

<strong>vocablos</strong>: bululú y mitote, casos paralelos, aunque <strong>en</strong> dirección<br />

opuesta. Y añadirles algunas consideraciones que apoy<strong>en</strong> mi<br />

argum<strong>en</strong>tación con otros hechos similares que complet<strong>en</strong> y<br />

justifiqu<strong>en</strong> mi interpretación.<br />

8 Lug. cit., pig. 68.<br />

4 Lug. cit., pág. 68.<br />

5 Lug. cit., pág. 30.


386 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />

BULULÚ<br />

El vocablo bululú ti<strong>en</strong>e una particular historia semántica<br />

que voy a trazar <strong>en</strong> esta nota. Parece que la m<strong>en</strong>ción más antigua<br />

de la palabra figura <strong>en</strong> el famoso Viaje <strong>en</strong>tret<strong>en</strong>ido de<br />

Agustín de Rojas Villandrando (h. 1575-d. 1618), escrito <strong>en</strong><br />

parte <strong>en</strong> forma dialogada, <strong>en</strong> el que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong> como interlocutores<br />

personajes familiariza<strong>dos</strong> con la esc<strong>en</strong>a española, con<br />

ellos, el propio Rojas. Al relatar las compañías teatrales ("ocho<br />

maneras de compañías, y repres<strong>en</strong>tantes, y todas difer<strong>en</strong>tes")<br />

<strong>en</strong> España, describe los diversos grupos de cómicos que han<br />

existido <strong>en</strong> la primitiva esc<strong>en</strong>a española, algunos de los cuales<br />

perduraban, aunque no to<strong>dos</strong>, <strong>en</strong> tiempos de Rojas Villandrando.<br />

El libro fue escrito <strong>en</strong> el cruce de los siglos xvi y xvn y<br />

publicóse <strong>en</strong> 1604. Tuvo extraordinario éxito y alcanzó sucesivas<br />

reediciones <strong>en</strong> 1611, 1614, 1615, 1624, 1625 y 1640. El texto<br />

que he manejado es el de la edición de Madrid, de 1793, <strong>en</strong> <strong>dos</strong><br />

volúm<strong>en</strong>es, impreso por B<strong>en</strong>ito Cano. He visto además la edición<br />

de Madrid, de 1901, con prólogo de Manuel Cañete y<br />

notas de Adolfo Bonilla y San Martín, <strong>en</strong> la Colección de libros<br />

picarescos.<br />

El fragm<strong>en</strong>to a que me refiero es el sigui<strong>en</strong>te:<br />

Habéis de saber, que hay bululú, ñaque, gangarilla, cambaleo, garnacha,<br />

boxiganga, farándula, y compañía. El bululú, es un repres<strong>en</strong>tante<br />

solo, que camina a pie, y pasa su camino: y <strong>en</strong>tra <strong>en</strong> el pueblo,<br />

habla al cura, y dícele que sabe una comedia, y alguna loa, que junte<br />

al barbero y sacristán, y se la dirá, porque le d<strong>en</strong> alguna cosa, para<br />

pasar adelante. Júntanse éstos, y él súbese <strong>sobre</strong> una arca, y va dici<strong>en</strong>do:<br />

ahora sale la dama, y dice esto y esto, y va repres<strong>en</strong>tando, y el cura<br />

pidi<strong>en</strong>do limosna <strong>en</strong> un sombrero, y junta quatro o cinco quartxw, algún<br />

pedazo de pan, y escudilla de caldo que le da el cura, y con esto<br />

sigue su estrella, y prosigue su camino hasta que halla remedio 8 .<br />

Por la contestación del interlocutor ("Para mí es tanta novedad.<br />

..") es de creerse que estarían ya <strong>en</strong> desuso algunas de<br />

8 Vol. I., pág. 117, ed. 1793. Sigue <strong>en</strong> la descripción de I06 tipos de compañías.<br />

Es de lam<strong>en</strong>tar que Cervantes <strong>en</strong> el Prólogo a Ocho comedias y ocho <strong>en</strong>tremeses<br />

nuevos, aunque se refiere a lo paupérrima que era la esc<strong>en</strong>a española <strong>en</strong> tiempos<br />

de Lope de Rueda, no cite ninguna d<strong>en</strong>ominación especial de compañías.


BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO*' EN CASTELLANO 387<br />

las ocho formas difer<strong>en</strong>ciadas de tales compañías, y aun, quizás,<br />

habrían ya quedado olvidadas algunas d<strong>en</strong>ominaciones. Sin<br />

embargo, por lo que a bululú atañe, <strong>en</strong>contramos empleado<br />

el término, con el mismo significado, <strong>en</strong> la Vida y hechos de<br />

Esíebanillo González, publicado <strong>en</strong> 1646, <strong>en</strong> el sigui<strong>en</strong>te pasaje:<br />

Contome mi amo, el pret<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te a qui<strong>en</strong> serví de paje <strong>en</strong> Madrid,<br />

que hallán<strong>dos</strong>e <strong>en</strong> una aldea cercana a él una víspera de Corpus, llegó<br />

una tropa de infantería repres<strong>en</strong>tanta, que ni era compañía ni farándula,<br />

ni mogiganga ni bolulu, sino un pequeño y despeado ñaque, tan<br />

falto de galas como de comedias, el cual, a título de compañía de a<br />

legua, pret<strong>en</strong>dió hacer la fiesta del día v<strong>en</strong>idero, ofreci<strong>en</strong>do satisfacción<br />

de muestra 7 .<br />

Es visible <strong>en</strong> el segundo texto la alteración de significado<br />

relativo <strong>en</strong>tre bululú y ñaque, pues al contraponer uno a otro<br />

parece reconocerse una mayor importancia histriónica a bululú,<br />

<strong>en</strong> tanto que Rojas Villandrando lo describe como la más ínfima<br />

compañía teatral posible. Hay, consigui<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, un cambio<br />

expresivo de bululú, seguram<strong>en</strong>te producido por el desuso del<br />

vocablo, y, principalm<strong>en</strong>te, por la pérdida de la institución<br />

explicada por Rojas Villandrando, pues un "pequeño y despeado<br />

ñaque" si<strong>en</strong>do "una tropa de infantería repres<strong>en</strong>tanta"<br />

no aparecería contrastado, <strong>en</strong> desmerecimi<strong>en</strong>to, al lado del<br />

bululú unipersonal que explica Rojas 8 .<br />

El texto de Rojas Villandrando con la descripción de los<br />

ocho tipos de compañías teatrales <strong>en</strong> la España del siglo xvi<br />

ha sido transcrito o por lo m<strong>en</strong>os aprovechado por cuantos se<br />

han ocupado de la historia del teatro pre-lopista <strong>en</strong> la P<strong>en</strong>ínsula<br />

9 .<br />

7 Cito por la esmerada y ejemplar edición de Juan Millé González, <strong>en</strong> los<br />

Clásicos Castellanos, La Lectura. Madrid, 1934, tomo I, págs. 243-244. Señala<br />

Millé que el texto de la edición de 1646 era: "Una tropa de infantería repres<strong>en</strong>tanta:<br />

"Bolulu", mi<strong>en</strong>tras que la de 1655, dice "bolulo". En la edición de la Biblioteca<br />

de Autores Españoles, vol. 33, pág. 318, 1* col., léase "bolula". En la edición de<br />

Ángel Valbu<strong>en</strong>a Prat La novela picaresca española (Madrid, Aguilar, 1943, pág.<br />

1689) dice: "bolulu". Adviértase la imprecisión del término.<br />

8 Ñaque ha sufrido asimismo alteración de significado, puesto que <strong>en</strong> Rojas<br />

Villandrando es solam<strong>en</strong>te una compañía de <strong>dos</strong> repres<strong>en</strong>tantes, que no tropa.<br />

9 Anoto algunas de las reproducciones y citas del texto de Rojas: 1. Cayetano<br />

Rosell lo inserta íntegram<strong>en</strong>te como III Apéndice al tomo II de la Colección de


388 PEDRO GRASES B1CC, VI, I95O<br />

# # #<br />

Veamos ahora la suerte del término bululú <strong>en</strong> los diccionarios<br />

españoles.<br />

En el Diccionario de autoridades, se describe bululú <strong>en</strong> esta<br />

forma: "Voz inv<strong>en</strong>tada, y de que usó voluntariam<strong>en</strong>te Quevedo,<br />

y que parece que significó con ella lo que comúnm<strong>en</strong>te<br />

se llama Mamola, esso es que quando se hace burla o mofa de<br />

alguno, o por haberle <strong>en</strong>gañado, o hecho creer alguna cosa no<br />

factible, se suele hacer la acción de meter un dedo <strong>en</strong> la boca,<br />

y moviéndolo a una y otra parte de los labios se forma, y resulta<br />

una voz o sonido semejante al de esta voz bululú. Latín.<br />

Irrisio, sanna. // i. Quevedo, Zahúrdas: "Los [bufones] <strong>en</strong><br />

racimo son los faranduleros miserables de bululú" 510 . Es<br />

piezas dramáticas. Entremeses, loas y jácaras de Luis Quiñones de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te. Madrid,<br />

1875, págs. 350-362; 2. El Conde de Schack igualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Historia de la literatura<br />

y del arte dramático <strong>en</strong> España, trad. por Eduardo de Mier. Madrid, 1885, vol. I,<br />

págs. 406 y sigs.; 3. James Fitzmaurice-Kelly <strong>en</strong> su Historia de la literatura española<br />

desde los oríg<strong>en</strong>es hasta el año 1900 (traducción y notas por Adolfo Bonilla y San<br />

Martín, 7* ed., Madrid), se limita a glosar la terminología de los gra<strong>dos</strong> profesionales<br />

<strong>en</strong> la comedia española, de acuerdo con las aseveraciones de Rojas Villandrando,<br />

sin añadirles nada; 4. Emilio Cotarelo y Mori <strong>en</strong> sus Estudios de historia<br />

literaria, tomo I. Madrid, 1901, págs. 231 y sigs., se refiere a los términos da<strong>dos</strong><br />

por Rojas Villandrando, pero no reproduce el párrafo que los conti<strong>en</strong>e por haberlos<br />

ya publicado otros eruditos; 5. Francisco Rodríguez Marín <strong>en</strong> El Loaysa de El celoso<br />

extremeño. Sevilla, 1901, págs. 135 y sigs. al explicar el término farándula repite la<br />

d<strong>en</strong>ominación de compañías dada por Rojas; 6. Narciso Díaz de Escobar <strong>en</strong> la<br />

Revista de Extremadura. Cáceres, octubre de 1903, págs. 453 y sigs. extracta las<br />

noticias del histrionismo español dadas por Rojas, limitán<strong>dos</strong>e a repetir los conceptos<br />

con redacción distinta; Julio Milego <strong>en</strong> El teatro <strong>en</strong> Toledo durante los siglos XVI<br />

y XVII. Val<strong>en</strong>cia, 1909, págs. 47 y sigs., transcribe casi íntegram<strong>en</strong>te la relación<br />

de compañías que nos da Rojas Villandrando; 7. Hugo Alberto R<strong>en</strong>nert <strong>en</strong> su monum<strong>en</strong>tal<br />

The spanish stage. New York, 1910, págs. 151 y sigs., publica traducido<br />

al inglés el texto de Agustín de Rojas; 8. Marcelino M<strong>en</strong>éndez y Pelayo dejó<br />

arregla<strong>dos</strong> los textos que integran el volum<strong>en</strong> IV de sus Oríg<strong>en</strong>es de la novela, de<br />

cuya impresión (NBAE, tomo XXII. Madrid, T915) cuidó Adolfo Bonilla y San<br />

Martín; es de lam<strong>en</strong>tar que jamás escribiera don Marcelino el estudio que había<br />

anunciado para este volum<strong>en</strong> IV, <strong>en</strong> el que se reproduce totalm<strong>en</strong>te la obra de<br />

Agustín de Rojas Villandrando (págs. 460-614).<br />

10 Inserto la cita completa del texto de Quevedo: "Fuera déstos hay bufones<br />

desgrana<strong>dos</strong> y bufones <strong>en</strong> racimos. Los desgrana<strong>dos</strong> son los que de uno <strong>en</strong> uno y<br />

de <strong>dos</strong> <strong>en</strong> <strong>dos</strong> andan a casa de los señores. Los <strong>en</strong> racimo ¿on los faranduleros miserables<br />

de bululú, y déstos os certifico que, si ellos no se nos vinies<strong>en</strong> por acá,<br />

que nosotros no iríamos por ellos" (Sueños, I, págs. 115-116. Madrid, Clásicos Castellanos,<br />

1917). Julio Cejador anota el término bululú y reproduce el texto de Agustín<br />

de Rojas.


BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO*' EN CASTELLANO 389<br />

evid<strong>en</strong>te que los redactores del Diccionario no conocieron el<br />

uso del vocablo <strong>en</strong> la vida histriónica española, que sí debió<br />

conocer Quevedo, aunque ya un tanto desfigurada la primitiva<br />

significación. En el mismo Diccionario de autoridades, al<br />

definir el término ñaque cita el texto ya aducido de la Vida y<br />

hechos de Estebanillo González, pero <strong>en</strong> la forma bolula. Aniceto<br />

de Pages <strong>en</strong> su Gran diccionario... (Madrid, 1902, tomo<br />

I) cita otro testimonio que no he podido id<strong>en</strong>tificar: A. Rojo<br />

y Soto,"... hacía cuatro alcocarras o momerías, como un bululú,<br />

y empezaba la liorna...".<br />

En los posteriores Diccionarios de la Academia aparece descrito<br />

bululú como "Farsante que <strong>en</strong> lo antiguo repres<strong>en</strong>taba él<br />

solo <strong>en</strong> los pueblos por donde pasaba alguna comedia, loa o<br />

<strong>en</strong>tremés, mudando la voz según la calidad de las personas que<br />

iban hablando". Así <strong>en</strong> las ediciones de 1822, 1869, 1884 u . Es<br />

decir, se vuelve a la primera significación del vocablo, conforme<br />

al texto de Rojas Villandrando y a las otras citas de autores del<br />

siglo de oro. Pero <strong>en</strong> el Diccionario académico correspondi<strong>en</strong>te<br />

11 En la edición de 1884, a pesar de que se int<strong>en</strong>ta por vez primera establecer<br />

la etimología del léxico <strong>castellano</strong>, no se atreve a <strong>en</strong>sayar para bululú, etimología<br />

alguna. Hugo Schuchardt <strong>en</strong> su estudio Die canta flam<strong>en</strong>cos <strong>en</strong> Zeitschrift jür<br />

Romanische Philologie, Halle, V, 1881, pág. 264, escribe: "En lo que se refiere<br />

al l<strong>en</strong>guaje de los gitanos, fueron <strong>en</strong> un principio los malhechores los que, por<br />

motivos prácticos, se ocuparon de apr<strong>en</strong>derlo. La actual 'germania' se compone,<br />

a difer<strong>en</strong>cia del antiguo l<strong>en</strong>guaje germanesco, <strong>en</strong> gran parte, de palabras gitanas.<br />

Si además se ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que <strong>en</strong> las grandes ciudades (<strong>en</strong> Ia6 que yo especialm<strong>en</strong>te<br />

he apr<strong>en</strong>dido el dialecto gitanesco) acostumbran las clases bajas a servirse<br />

<strong>en</strong> abundancia del l<strong>en</strong>guaje de los malhechores, no nos extrañará, por lo tanto, que<br />

los españoles tomaran bastantes palabras de los gitanos que vivían <strong>en</strong>tre ellos. Y así<br />

se da alguna que otra palabra de orig<strong>en</strong> gitano <strong>en</strong>tre las del Diccionario de la Academia.<br />

Agustín de Roja6 <strong>en</strong> su Viaje <strong>en</strong>tret<strong>en</strong>ido de 1602, nos da algunos extraños<br />

términos para d<strong>en</strong>ominar actores y compañías de actores. Los términos parec<strong>en</strong> pert<strong>en</strong>ecer<br />

a un l<strong>en</strong>guaje especial de los comediantes que, debido a su relación con el<br />

l<strong>en</strong>guaje de los malhechores, debió t<strong>en</strong>er la l<strong>en</strong>gua gitanesca como fu<strong>en</strong>te bastante<br />

directa. Me permito suponer orig<strong>en</strong> gitanesco refiriéndome especialm<strong>en</strong>te a <strong>dos</strong> de<br />

estos términos: bululú, que significa un actor que viaja solo, y ñaque que significa<br />

la reunión de <strong>dos</strong> actores. La primera palabra nos recuerda los numerosos adjetivos<br />

y sustantivos <strong>en</strong> -aló, como babaló, rico; chungólo, malo; manusaló, vali<strong>en</strong>te; sungaló,<br />

traidor (cf. ululó, molestoso, barbalú, médico, etc.); a causa de la primera sílaba<br />

lo pongo <strong>en</strong> relación con bul, el que está detrás, y las formas derivadas seguram<strong>en</strong>te<br />

de esta palabra bulo, bulíp<strong>en</strong>, <strong>en</strong>gaño, hulero, el que <strong>en</strong>gaña, ('búlalo, significaría<br />

lo mismo). Ñaque t<strong>en</strong>drá seguram<strong>en</strong>te que ver con naquivar, atar, relacionar". Debo<br />

el conocimi<strong>en</strong>to de este texto a mi bu<strong>en</strong> amigo Carlos Claverfa. En el Glosario de


39° PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />

a 1914, aunque se inserta la definición correcta, se antepone la<br />

explicación etimológica de "voz imitativa", que se irá repiti<strong>en</strong>do<br />

hasta el de 1936 12 . De la misma manera aparece <strong>en</strong> el<br />

Diccionario histórico de la l<strong>en</strong>gua española publicado por la<br />

Academia española de la l<strong>en</strong>gua 13 .<br />

En la decimoquinta edición del Diccionario, 1925, figura<br />

una segunda acepción del vocablo bululú: "V<strong>en</strong>ezuela. Alboroto,<br />

tumulto, escándalo" ". De la misma forma <strong>en</strong> la edición<br />

de 1936.<br />

ajronegrismos de FERNANDO ORTIZ, Habana, 1924, se insinúa la sigui<strong>en</strong>te etimología:<br />

bululú, vocablo africano que "quiere decir <strong>en</strong> malinké 'varias vidas'. La concordancia<br />

fonética e ideológica de los <strong>vocablos</strong> <strong>castellano</strong> y africano nos hac<strong>en</strong> p<strong>en</strong>sar si el<br />

vulgarismo, tomado de los esclavos mandingas, tan lleva<strong>dos</strong> .y traí<strong>dos</strong> <strong>en</strong> el anúguo<br />

teatro español, podía haber influido <strong>en</strong> el vocablo de la jerga escénica", ti mismo<br />

autor <strong>en</strong> Preludios étnicos de la música afroctibana, <strong>en</strong> Revista bimestre cubana,<br />

LIX, <strong>en</strong>ero-junio, 1947, pág. 168, dice que hoy día significa <strong>en</strong> "el embrionario<br />

teatro de los negros del Congo" algo como loa.<br />

12 1936 debería ser la fecha de la decimosexta edición del Diccionario académico,<br />

y tal es la del ejemplar que he consultado <strong>en</strong> la Widcncr Library, <strong>en</strong> la Universidad<br />

de Harvard, aunque la mayor parte de la edición t<strong>en</strong>ga suplantada esta data por<br />

la de 1939.<br />

13 Tomo II, Madrid, 1936. Por cierto que añade otro testimonio de empleo de<br />

bululú, por Iriarte (Obras, ed. 1805, t. 4, pág. 94).<br />

14 Aunque no interesa de manera directa <strong>en</strong> este estudio, es <strong>sobre</strong>manera curiosa<br />

la suerte que ha cabido a las restantes d<strong>en</strong>ominaciones de compañías teatrales registradas<br />

por Rojas Villandrando: ñaque, gangarilla, cambaleo, garnacha, bojiganga,<br />

farándula y compañía.<br />

De ellas, <strong>dos</strong> han permanecido idénticas <strong>en</strong> el diccionario oficial: gangarilla y<br />

cambaleo. Garnacha, figura con significado muy distinto y alejado del que nos da<br />

Rojas. Bonilla explica el término (Diablo cojuelo, «J. Madrid, 1910, págs. 172-173)<br />

así: "Garnacha, según Covarrubias: 'vestidura antigua de personajes muy graves con<br />

vuelta a las espaldas y una manga con rocadero, y así se hallará <strong>en</strong> las figuras de<br />

paños antiguos. Díjose de la palabra guarnir, que <strong>en</strong> <strong>castellano</strong> antiguo vale def<strong>en</strong>der,<br />

porque no solo con ellas se def<strong>en</strong>dían del frío, pero les era def<strong>en</strong>sa y amparo<br />

para que la g<strong>en</strong>te los acatase y rever<strong>en</strong>ciase, si<strong>en</strong>do insignia de persona señalada o<br />

ministro grande del Rey. Y por esto el Rey don Felipe Segundo, de felice memoria,<br />

ord<strong>en</strong>ó que to<strong>dos</strong> los de sus Consejos, así el supremo como los demás, y los Oidores<br />

de las Cnancillerías y Fiscales, trujes<strong>en</strong> estas ropas, dichas garnachas, por que<br />

anduvies<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>cia<strong>dos</strong> de los demás, cosa muy acertada y con que cesaron mil<br />

inconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes'.". Otra voz, bojiganga, transformada <strong>en</strong> mojiganga, ha ext<strong>en</strong>dido<br />

sus acepciones: a) pieza teatral de carácter ligero; b) fiesta alborotada y con máscaras;<br />

y c) burla, broma. El mismo significado ti<strong>en</strong>e el catalán moixiganga. Farándula<br />

ha ampliado el valor expresivo, pues al lado del significado de grupo histriónico<br />

de poca <strong>en</strong>tidad, ha alcanzado a significar la misma profesión dramática, mi<strong>en</strong>tras<br />

el vocablo compañía sigue mant<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do el s<strong>en</strong>tido pl<strong>en</strong>o de gfupo dramático completo,<br />

que le atribuye Rojas. Otra suerte ha t<strong>en</strong>ido la voz ñaque, según los Diccio-


BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 391<br />

* • #<br />

Y, <strong>en</strong> efecto, <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela donde la palabra es viva y de<br />

uso habitual, bululú no significa hoy nada que t<strong>en</strong>ga que ver<br />

con la vida histriónica, sino 'tumulto, alboroto, riña'. Lisandro<br />

Alvarado registra el término <strong>en</strong> sus Glosarios del bajo español<br />

<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela: "Bululú. Algarabía, trapatiesta. 'Luego se embrolló<br />

el asunto como usted habrá oído decir, el bululú ese de Calcavechia<br />

y la casa Boulton... Dios sabrá qué!' (Pocaterra:<br />

Tierra del sol amada, pág. 192)" ls .<br />

ñaños académicos (no aparece <strong>en</strong> los vocabularios americanistas). £1 de Autoridades<br />

registra esta voz dándole erradam<strong>en</strong>te el significado de "conjunto u montón<br />

de cosas inútiles y ridiculas", equivocando la interpretación de la cita de autoridad,<br />

pues transcribe el pasaje ya aducido de la Vida y hechos de Estebanillo González,<br />

<strong>en</strong> el que está claro el s<strong>en</strong>tido de "compañía de repres<strong>en</strong>tantes'. Ello prueba que el<br />

término estaba ya <strong>en</strong> desuso. Esta desviación de significado va a perdurar <strong>en</strong> los<br />

Diccionarios académicos; as! vemos <strong>en</strong> la sexta edición, de 1822, <strong>en</strong> que figura ñaque<br />

con la acepción dada por el de Autoridades, y aparece, además, la voz naque, como<br />

"compañía de cómicos compuesta de <strong>dos</strong> hombres, los cuales iban por Ice pueblos<br />

repres<strong>en</strong>tando algún <strong>en</strong>tremés, auto o loa, o recitando algunas octavas, tocando el<br />

tamboril, ponién<strong>dos</strong>e una barba de zamarro y cobrando a ochavo o dinerillo". Precisam<strong>en</strong>te<br />

la misma explicación de Rojas Villandrando para ñaque. Los Diccionarios<br />

sucesivos repit<strong>en</strong> los <strong>dos</strong> términos ñaque y naque <strong>en</strong> la misma forma, con la particularidad<br />

de que el de 1884 <strong>en</strong>saya la etimología del vocablo con un étimon<br />

alemán "nece<strong>en</strong>, burlar", pero desaparece después <strong>en</strong> las ediciones posteriores. En la<br />

nota 11, recogía la opinión de Schuchardt respecto al probable orig<strong>en</strong> de ñaque.<br />

Podría estar relacionada también con la voz de germanía naquerar, hablar, conversar,<br />

decir, publicar, como figura <strong>en</strong> las coplas registradas por F. Rodríguez Marín<br />

<strong>en</strong> Cantos populares españoles, tomo III, pág. 441, y tomo IV, pág. 186:<br />

Muchas fatigas me dieron,<br />

muchas ganas c yorá,<br />

cuando te bie'n la caye<br />

y no te pué naquera.<br />

Cualesquiera que me biere<br />

conoserá mi pasión:<br />

lo que la boca no jabla<br />

lo naquera el corasón".<br />

La significación de ñaque 'nadería', persiste <strong>en</strong> voces como ñiquiñaque, cat.<br />

nyiguinyogui, onomatopeyas despectivas (cf. J. MORAWISKI, Les formules apophoniques<br />

<strong>en</strong> espagnol et <strong>en</strong> román, RFE, XVI, 1929, pág. 363).<br />

16 Lisandro Alvarado incluye este término <strong>en</strong> la primera parte de su obra<br />

Acepciones especiales, es decir, el léxico <strong>castellano</strong> que ha adquirido <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela<br />

significa<strong>dos</strong> accesorios. No registra el vocablo ni Picón-Febres, Libro raro, ni Julio<br />

CalcañOj El <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela. PEDRO HENRÍQUEZ UREÑA, El español <strong>en</strong> Santo<br />

Domingo, anota que bululú significa 'dólar'(f). <strong>en</strong> la República Dominicana.


392 PEDRO GRASES . BICC, VI, I95O<br />

En el Diccionario de americanismos de Augusto Malaret,<br />

aparece bululú como v<strong>en</strong>ezolanismo con el significado especial<br />

de 'alboroto, escándalo' 10 , aunque incluido <strong>en</strong> el vocabulario<br />

académico. El mismo Malaret <strong>en</strong> su Vocabulario de Puerto Rico<br />

lo anota como término vivo también <strong>en</strong> Puerto Rico con idéntico<br />

significado al de V<strong>en</strong>ezuela, y cita a Brau, Hojas caídas<br />

(1909, pág. 298): "...o acabarán los lectores, / como siga el<br />

bululú, / por quejarse de que apestan / faroles que no dan<br />

luz" 17 . También lo recoge Malaret <strong>en</strong> la edición del Suplem<strong>en</strong>to<br />

al diccionario y repite la aseveración del Vocabulario de<br />

Puerto Rico 18 .<br />

Llegamos con eso a una primera conclusión — que vamos a<br />

dejar así por el mom<strong>en</strong>to —, que el término bululú ha significado<br />

originariam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> España cierta compañía dramática unipersonal<br />

10 , para v<strong>en</strong>ir a expresar <strong>en</strong> determinada porción de<br />

tierras del contin<strong>en</strong>te americano, y <strong>en</strong> muy reducida zona, un<br />

concepto equival<strong>en</strong>te, sinónimo al de 'alboroto, escándalo, algarabía,<br />

trapatiesta'. No es pecar de exceso de candidez ni fantasía<br />

— error que antes c<strong>en</strong>suraba — p<strong>en</strong>sar que la pieza repres<strong>en</strong>tada<br />

por una sola persona produciría, además de hilaridad, la<br />

consigui<strong>en</strong>te algazara <strong>en</strong>tre el público, por lo que bululú habría<br />

pasado a significar solam<strong>en</strong>te 'alboroto, bulla, etc.', que es<br />

la connotación única que ti<strong>en</strong>e hoy <strong>en</strong> la República de V<strong>en</strong>ezuela.<br />

Por otra parte, <strong>en</strong> el mismo término bululú hay una<br />

suerte de invitación onomatopeica para ser aceptado <strong>en</strong> la imaginación<br />

de cada individuo con este exclusivo significado 20 .<br />

Veamos otro vocabjo de evolución parecida, a pesar de t<strong>en</strong>er<br />

muy distinta proced<strong>en</strong>cia.<br />

10<br />

Segunda edición del Diccionario de Malaret, de 1931.<br />

17<br />

San Juan, 1937.<br />

18<br />

Edición de Bu<strong>en</strong>os Aires, 1942.<br />

19<br />

Entroncaría la institución repres<strong>en</strong>tada por el vocablo bululú con él juglar<br />

medieval, recitador de poesía narrativa. Podría ser la continuación de la tradición<br />

juglaresca de los juglares cazurros, aunque t<strong>en</strong>gan sus difer<strong>en</strong>cias. Cf. MENáNDEZ<br />

PIDAL, Poesía juglaresca y juglares, Madrid, 1924, págs. 296 y sigs.<br />

20<br />

Puede consultarse con provecho el estudio de José JUAN ARROM, Docum<strong>en</strong>tos<br />

relativos al teatro colonial <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, <strong>en</strong> Boletín de la Academia Nacional de la<br />

Historia, t. XXIX, núm. 114. Caracas, abril-junio de 1946, págs. 168-183, para<br />

conocer las actividades dramáticas <strong>en</strong> la colonia. .......


BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO" EN CASTELLANO 393<br />

MITOTE<br />

La palabra mitote se origina <strong>en</strong> el azteca mitotl o mitoti y<br />

aparece ya <strong>en</strong> el Diccionario de autoridades, que la define así:<br />

"Especie de baile u danza, que usaban los indios, <strong>en</strong> que <strong>en</strong>traba<br />

gran cantidad de ellos, adorna<strong>dos</strong> vistosam<strong>en</strong>te, y agarra<strong>dos</strong><br />

de las manos, formaban un gran corro, <strong>en</strong> medio del qual<br />

ponían una bandera, y junto a ella el bebrage, que les servía<br />

de bebida: y assí iban haci<strong>en</strong>do sus mudanzas al son de un tamboril,<br />

y bebi<strong>en</strong>do de rato <strong>en</strong> rato, hasta que se embriagaban y<br />

privaban de s<strong>en</strong>tido. Latín, ludicum tripudium sic vulgo<br />

dictum. Acosta. Historia Indias, Libro 4, cap. 30. 'Se juntaban<br />

allí para hacer sus mitotes, y bailes y supersticiones'.".<br />

En los sucesivos Diccionarios académicos este término recibe<br />

el sigui<strong>en</strong>te trato. En el Diccionario de 1822 se repite la definición<br />

anterior, pero ya <strong>en</strong> el de 1869 aparece una nueva acepción,<br />

como "provincialismo de América": "melindre, aspavi<strong>en</strong>to". En<br />

el de 1884, aparece la etimología mejicana de mitotl, y se le<br />

añade: "Americanismo. Fiesta casera", y <strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido figurado,<br />

<strong>en</strong> América, "melindre, aspavi<strong>en</strong>to", y, además, "bulla, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />

alboroto". Y así <strong>en</strong> los Diccionarios sucesivos hasta el<br />

de 1936.<br />

En los diccionarios de americanismos y, concretam<strong>en</strong>te, de<br />

mejicanismos, se confirman las acepciones dadas por la Academia.<br />

Así Félix Ramos Duarte <strong>en</strong> su Diccionario de mejicanismos<br />

21 dice: "Mitote. (Guerrero y Méjico) Fandango, baile popular,<br />

diversión. Del atzeca mitoti, baile, de mitotia, bailar", y<br />

"(Veracruz). Barullo, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña, disputa". En otra obra,<br />

Los llama<strong>dos</strong> mexicanismos de la Academia Española de Ricardo<br />

del Castillo ", se estudia la historia que ha t<strong>en</strong>ido el vocablo<br />

mitote <strong>en</strong> los léxicos particulares y oficiales, se com<strong>en</strong>ta la<br />

etimología y, <strong>en</strong> cuanto a sus acepciones, dice que "<strong>en</strong> México,<br />

el significado actual de la palabra mitote, muy usado <strong>en</strong>tre<br />

nosotros, <strong>en</strong>cuéntrase <strong>en</strong> esas tres acepciones [<strong>en</strong> todas m<strong>en</strong>os<br />

<strong>en</strong> la de baile] que copió la Academia del Diccionario de azte-<br />

21 Edición de México, 1895.<br />

22 Edición de México, 1917.


394 PEDRO GRASES BICC, VI, 195O<br />

quismos, anotándolas con el carácter de americanismos". O sea,<br />

que la acepción de baile está <strong>en</strong> 1917 <strong>en</strong> desuso, <strong>en</strong> México.<br />

Augusto Malaret reproduce <strong>en</strong> su Diccionario de americanismos<br />

23 el parecer de la Academia, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> el Suplem<strong>en</strong>to<br />

al diccionario ¿i , le añade la acepción de "chisme", según<br />

el testimonio de Clotilde Evelia Quirarte (México). Santamaría<br />

<strong>en</strong> su Diccionario de americanismos'* sigue evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te la<br />

tradición del Diccionario académico desde el Diccionario de<br />

autoridades, puesto que la redacción es de hecho idéntica. Dice:<br />

"(Del azteca mitotl). Especie de baile o danza que usaban los<br />

aztecas, <strong>en</strong> que gran número de ellos adorna<strong>dos</strong> vistosam<strong>en</strong>te,<br />

y agarra<strong>dos</strong> de las manos, iban bailando <strong>en</strong> torno de una bandera,<br />

junto a la cual había una vasija, y bebi<strong>en</strong>do de rato <strong>en</strong> rato,<br />

hasta que se embriagaban y perdían el s<strong>en</strong>tido. / 2. Fiesta casera.<br />

/ 3. Aspavi<strong>en</strong>to, melindre. / 4. Bulla, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, alboroto,<br />

zafacoca, zambra".<br />

Vemos aquí un caso de evolución semejante al de bululú,<br />

<strong>en</strong> el que se llega a una conclusión idéntica, aunque sean diverg<strong>en</strong>tes<br />

los puntos de partida. Es decir, ambas ideas primitivas<br />

— compañía de repres<strong>en</strong>tantes <strong>en</strong> España; baile indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong><br />

México — han ido coloreán<strong>dos</strong>e de la acepción accesoria de 'tumulto,<br />

alboroto, etc.', hasta llegar a ser este segundo significado<br />

el dominante y principal.<br />

Pedro H<strong>en</strong>ríquez Ureña <strong>en</strong> El teatro de la América española<br />

<strong>en</strong> la época colonial (<strong>en</strong> Cuadernos de cultura teatral. Bu<strong>en</strong>os<br />

Aires, 1936, págs. 9-39), estudia el mitote mexicano, como<br />

danza indíg<strong>en</strong>a originaria, a la cual — según testimonios de<br />

cronistas y de historiadores de Indias — se le habrían interpolado<br />

partes dramatizadas, con lo que el término mitote habría<br />

significado un concepto intermedio <strong>en</strong>tre danza y alboroto, con<br />

elem<strong>en</strong>tos dramáticos. Ello acercaría la evolución de mitote al<br />

vocablo bululú. La idea ya está insinuada por M<strong>en</strong>éndez Pelayo<br />

<strong>en</strong> su Historia de la poesía hispanoamericana. Madrid,<br />

1911,1.1, pág. 53, nota.<br />

23 Segunda edición, de 1931.<br />

2 * Edición de Bu<strong>en</strong>os Aires, 1942.<br />

25 Edición de México, 194a.


BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 395<br />

LA EXPRESIÓN DE LA IDEA DE ALBOROTO<br />

EN CASTELLANO<br />

»<br />

La evolución semántica de ambos términos, bululú y mitote,<br />

ofrece algunas particularidades dignas de ser glosadas, aparte<br />

de la significación que pueda t<strong>en</strong>er la singular coincid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong><br />

una misma acepción final, ya que si todo quedase reducido a<br />

que ambos <strong>vocablos</strong> hubies<strong>en</strong> alcanzado a expresar 'alboroto,<br />

algazara, tumulto, etc.', no t<strong>en</strong>dría mayor trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia. Lo<br />

que le confiere positivo interés estriba <strong>en</strong> que tales términos<br />

forman parte de un grupo considerable de evoluciones similares<br />

hacia tales valores expresivos, tanto <strong>en</strong> el <strong>castellano</strong> <strong>en</strong><br />

América, como <strong>en</strong> el de la P<strong>en</strong>ínsula. En el caso de bululú, el<br />

cambio semántico es total; <strong>en</strong> el caso de mitote, parti<strong>en</strong>do de<br />

la significación de baile alborotado ha ido predominando progresivam<strong>en</strong>te<br />

la connotación de reunión tumultuosa hasta substituir<br />

casi completam<strong>en</strong>te la primera acepción — la de 'baile' —<br />

prácticam<strong>en</strong>te olvidada.<br />

Puede establecerse <strong>en</strong> <strong>castellano</strong> una clara correlación <strong>en</strong><br />

bu<strong>en</strong> número de <strong>vocablos</strong> que han v<strong>en</strong>ido a parar a la significación<br />

de 'alboroto', ora parti<strong>en</strong>do de la vida histriónica, ora<br />

de una primera significación de baile, ora de otras acepciones<br />

originarias (confusión <strong>en</strong> el l<strong>en</strong>guaje; alegría rui<strong>dos</strong>a; operaciones<br />

militares; reuniones desord<strong>en</strong>adas; discusiones <strong>en</strong> público;<br />

fiestas bulliciosas, etc.). La razón evolutiva es análoga <strong>en</strong><br />

to<strong>dos</strong> los casos. El conjunto permite estimar el valor psicológico,<br />

colectivo o sociológico de tal f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o, que se manifiesta<br />

tanto <strong>en</strong> el <strong>castellano</strong> p<strong>en</strong>insular, como <strong>en</strong> el que se trasplanta<br />

a suelo americano.<br />

Veamos algunos casos de tan específica evolución <strong>en</strong> el <strong>castellano</strong><br />

de uso actual <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, d<strong>en</strong>tro del que voy a reducir<br />

mis notas, y a señalar sus particularidades léxicas, para indicar<br />

la idea de 'alboroto, desord<strong>en</strong>, tumulto <strong>en</strong>tre los seres humanos',<br />

es decir la reunión o aglomeración de g<strong>en</strong>te con carácter<br />

bullicioso y desord<strong>en</strong>ado. No pret<strong>en</strong>do agotar las citas de<br />

<strong>vocablos</strong> y expresiones que podrían aducirse, sino simplem<strong>en</strong>te<br />

recoger un grupo de ejemplos, que d<strong>en</strong> a <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que la


396 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />

evolución señalada <strong>en</strong> el caso de bululú, ti<strong>en</strong>e cierto valor de<br />

expon<strong>en</strong>te <strong>en</strong> este aspecto del l<strong>en</strong>guaje criollo, con lo que, por<br />

otra parte, no hace sino continuar el carácter g<strong>en</strong>eral del <strong>castellano</strong>.<br />

La significación de 'alboroto, desord<strong>en</strong>' <strong>en</strong> los <strong>vocablos</strong> que<br />

a continuación anoto, puede probarse mediante la construcción<br />

<strong>en</strong> frase con las expresiones: se formó el (la) ...; se armó<br />

el (la)...; es decir: se formó (se armó) el fandango, la discusión,<br />

el bululú, la zinguizarra, la sampablera, etc.<br />

* * *<br />

1. BOCHINCHE. — Encu<strong>en</strong>tro registrado por primera vez<br />

este vocablo <strong>en</strong> el Diccionario académico de 1884, con la indicación<br />

de ser americanismo y con la significación de 'alboroto,<br />

asonada'. Incluye también el adjetivo bochinchero, "alborotador,<br />

alterador de la tranquilidad pública". En la décimocuarta<br />

edición del Diccionario, de 1914, desaparece la indicación<br />

de "americanismo", y así lo <strong>en</strong>contramos hasta la última<br />

publicación de 1936 26 . En los léxicos americanistas figuran con<br />

mayor precisión. Cuervo (Apuntaciones críticas <strong>sobre</strong> el l<strong>en</strong>guaje<br />

bogotano, § 869) registra bochinchero, 'alborotador'; y <strong>en</strong><br />

los léxicos v<strong>en</strong>ezolanos consta regularm<strong>en</strong>te. Así, Calcaño (El<br />

<strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, pág. 465) incluye bochinche, "alboroto,<br />

desord<strong>en</strong>, confusión y alteración del ord<strong>en</strong>, tumulto, rebullicio",<br />

y bochinchero, "el que acostumbra promover bochinches";<br />

Picón-Febres (Libro raro) da para bochinche, "alboroto,<br />

desord<strong>en</strong>, confusión, tumulto o rebullicio popular. Equivale<br />

asimismo a pelotera, gresca, chamusquina o chamuchina, camorra,<br />

zaragata y gazapera. Y véanse adelante brollo y bronca,<br />

porque los <strong>dos</strong> y bochinche son sinónimos"; Lisandro Alvarado<br />

(Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela) anota bochinche<br />

como término neológico <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela con la significación de<br />

20 He analizado y consultado los sigui<strong>en</strong>tes Diccionarios académicos para el<br />

pres<strong>en</strong>te trabajo: el Diccionario de autoridades, la edición sexta de 1822, la de 1869,<br />

1884, 1914, 1925 y 1936 (1939). Estimo sufici<strong>en</strong>tes tales consultas, pues no es mi<br />

propósito seguir y anotar todas las ediciones, sino las más repres<strong>en</strong>tativas.


BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 397<br />

"desord<strong>en</strong>, alboroto, retozo", y añade como citas de autoridad:<br />

"Cantaban una canción alarmante, subversiva, y todo lo demás<br />

que constituye <strong>en</strong> los países cultos un perfecto bochinche"<br />

(Causade Antonio L. Guztnári). "Y fuera pesimismo cursi p<strong>en</strong>sar<br />

que sólo <strong>en</strong> nuestra peregrinación haya jaleo y bochinche"<br />

(J. J. Churión, ha peregrinación). "Entiéndase de ordinario <strong>en</strong><br />

mala parte; pero <strong>en</strong> la Cordillera, según explica Picón-Febres<br />

(Libro raro) suele at<strong>en</strong>uarse tal s<strong>en</strong>tido". En los vocabularios<br />

g<strong>en</strong>erales del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> América consta asimismo tal significado.<br />

En Ciro Bayo (Vocabulario criollo-español sudamericano),<br />

bochinche, "bulla, alboroto"; Malaret (Diccionario de americanismos,<br />

2 ed.), con el significado de "baboya, desord<strong>en</strong>" <strong>en</strong><br />

Arg<strong>en</strong>tina, Bolivia, Ecuador, Guatemala, Perú, Puerto Rico y<br />

V<strong>en</strong>ezuela, y, además, <strong>en</strong> México, con la significación de "baile,<br />

fiesta"; el propio Malaret (Suplem<strong>en</strong>to al diccionario) añade<br />

a Chile y Panamá como países donde es viva la significación de<br />

bochinche, "baboya, desord<strong>en</strong>", <strong>en</strong> tanto que <strong>en</strong> Puerto Rico<br />

y Colombia significa también "cu<strong>en</strong>to, <strong>en</strong>redo, chisme". Por<br />

último, Santamaría (Diccionario de americanismos) da para<br />

bochinche, "alboroto, asonada, desord<strong>en</strong>", y, como significado<br />

particular <strong>en</strong> México, además, "holgorio, fiesta desord<strong>en</strong>ada,<br />

algazara". Es posible que este término, a pesar de ser de tan<br />

g<strong>en</strong>eral uso <strong>en</strong> América por lo que cabría p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> un orig<strong>en</strong><br />

p<strong>en</strong>insular común para todas las repúblicas hispanohablantes,<br />

se haya formado <strong>en</strong> América con este particular significado, y,<br />

de ahí, haya pasado a España. .<br />

2. BROLLO. — Es vivo <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela el significado de "<strong>en</strong>redo,<br />

confusión, desord<strong>en</strong>, altercado o riña de las palabras <strong>en</strong>tre<br />

varias personas. También es broma o p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a garrotazos,<br />

a trompadas o a tiros de revólver <strong>en</strong>tre varios individuos, con<br />

alboroto, vocería y soez desvergü<strong>en</strong>za <strong>en</strong> las palabras" (Picón-<br />

Febres, Libro raro). Julio Calcaño (El <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />

§ 1085) lo cond<strong>en</strong>a como impropio, lo que significa estar <strong>en</strong><br />

uso <strong>en</strong> el país. Lisandro Alvarado lo anota como sinónimo de<br />

embrollo (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo)<br />

y cita: "Y yo sé qué esos son 'brollos' de la niña Fulanita.<br />

Usted sabe quién es porque ya la conoce de atrás"


398 PEDRO GRASES BICC, VI, I950<br />

(Pocaterra, Tierra del sol amada, pág. 266); Augusto Malaret<br />

{Diccionario de americanismos) lo registra como v<strong>en</strong>ezolanismo,<br />

sinónimo de 'embrollo, bochinche, etc.'.<br />

3. BRONCA. — No aparece <strong>en</strong> los Diccionarios académicos<br />

hasta 1884, con el significado familiar de 'broma pesada' y,<br />

además, de "pelazga, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña, disputa", artículo que<br />

se repite hasta el Diccionario de 1936. En los glosarios v<strong>en</strong>ezolanistas<br />

figura como peculiar el significado de "altercado,<br />

disputa, pelazga o zaragata. Camorra, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, furrusca o<br />

gazapera" (Picón-Febres, Libro raro); y <strong>en</strong> Lisandro Alvarado<br />

{Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como acepción especial)<br />

con el significado de 'disputa vehem<strong>en</strong>te, altercado,<br />

p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña'. Santamaría {Diccionario de americanismos)<br />

dice que se usa por "pelazga, riña, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, y aun por disputa,<br />

batahola y algazara, se usa casi exclusivam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la<br />

frase armarse la bronca".<br />

El término bronquina, que Lisandro Alvarado {Glosarios<br />

del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) anota como<br />

"inv<strong>en</strong>ción del vulgo para significar riña callejera", sigui<strong>en</strong>do<br />

el testimonio de Medrano {Apuntaciones para la crítica del<br />

l<strong>en</strong>guaje maracaibero), consta, de antiguo, <strong>en</strong> los Diccionarios<br />

académicos, desde el de 1822, con la significación de 'p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />

riña'. No ofrece, pues, ninguna particularidad <strong>en</strong> el <strong>castellano</strong><br />

de América. Malaret {Suplem<strong>en</strong>to al diccionario) no halla<br />

otra autoridad que este débil testimonio de Lisandro Alvarado.<br />

4. BULLARANGA. — Baldomero Rivodó {Voces nuevas <strong>en</strong> la<br />

l<strong>en</strong>gua castellana, pág. 239) registra bullaranga por bullanga,<br />

con el significado de desord<strong>en</strong>. Julio Calcaño {El <strong>castellano</strong> <strong>en</strong><br />

V<strong>en</strong>ezuela) lo cond<strong>en</strong>a, lo que nos autoriza a sobr<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que<br />

está <strong>en</strong> uso <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela. Lisandro Alvarado {Glosarios del<br />

bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela) lo anota como neologismo con el<br />

significado de 'bullanga'. Y añade: "En Maracaibo dic<strong>en</strong> buller<strong>en</strong>gue;<br />

y también dan este nombre a ciertos abulta<strong>dos</strong> perifollos<br />

que suel<strong>en</strong> usar [las mujeres] <strong>en</strong> la parte posterior de<br />

sus trajes" (Medrano, Apuntaciones para la crítica del l<strong>en</strong>guaje<br />

maracaibero). La voz <strong>en</strong> este caso provi<strong>en</strong>e de bullón. "Malaret


BICC, VI, I950 LA IDEA DE ALBOROTO*' EN CASTELLANO 399<br />

(Diccionario de americanismos) lo da con significado de 'bulla',<br />

como vivo <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina, Honduras y Tabasco (México).<br />

5. CANFÍNFORA. — Lisandro Al varado (Glosarios del bajo<br />

español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) recoge este término<br />

con la significación de 'bullicio, alboroto, barbulla'. Repite<br />

Malaret (Suplem<strong>en</strong>to al diccionario) tal aseveración. También<br />

lo anota Jacobo Pim<strong>en</strong>tel [Job Pim] (Enciclopedia Espesa<br />

(antes Sigüi). Caracas, 1931) dándole valor de: "bronca, zipizape,<br />

perrera, zalagarda, trapatiesta, bululú, zaperoco, pelotera,<br />

sampablera, bochinche". Creo, no obstante, que es voz ocasional.<br />

Es de interés, como síntoma, ya que indica la prop<strong>en</strong>sión<br />

<strong>en</strong> el medio criollo de nuestros días a buscar nuevas d<strong>en</strong>ominaciones<br />

a la idea de 'bullicio, alboroto, etc.'.<br />

6. CÓMICA. — No es raro oír <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela este término<br />

como equival<strong>en</strong>te a 'desord<strong>en</strong>, alboroto, algazara'. Se armó una<br />

cómica, fue una cómica, para referirse a una reunión rui<strong>dos</strong>a<br />

y aun tumultuosa, de g<strong>en</strong>te <strong>en</strong>fiestada, con risa y estrépito. Con<br />

cierto rigor, deberíamos reconocer que no ti<strong>en</strong>e pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te la<br />

significación de 'alboroto, algazara', pero está tan cerca que<br />

juzgo puede aceptársele con tal valor.<br />

7. DESESPERO. — Según Picón-Febres (Libro raro) es <strong>en</strong><br />

V<strong>en</strong>ezuela "alboroto, confusión, impaci<strong>en</strong>cia muy vehem<strong>en</strong>te<br />

por cualquier motivo. Vale tanto como volate y zaperoco".<br />

8. FOLLA, FOLLÓN, FOLLISCA, FULLONA. — La voz follisca es<br />

señalada como v<strong>en</strong>ezolanismo para indicar la idea de 'alboroto,<br />

desord<strong>en</strong>'. El vocablo ti<strong>en</strong>e una interesante correlación que<br />

sirve admirablem<strong>en</strong>te de paralelo a nuestro bululú. Emilio Cotarelo<br />

y Mori <strong>en</strong> la docum<strong>en</strong>tadísima introducción a la Colección<br />

de <strong>en</strong>tremeses... (Madrid, NBAE, págs. cccxiv-xv) analiza<br />

el término folla, acerca del cual aduce el testimonio de Covarrubias<br />

(Tesoro de la l<strong>en</strong>gua castellana): "Los comediantes,<br />

cuando repres<strong>en</strong>taban muchos <strong>en</strong>tremeses juntos sin comedia<br />

ni repres<strong>en</strong>tación grave la llaman folla, y con razón; porque<br />

todo es locura, chacota y risa", de lo que concluye Cotarelo<br />

que no era, por tanto la folla un intermedio, sino clase o manera<br />

de espectáculo, y añade el criterio del Diccionario de la<br />

Academia: "Folla. Diversión teatral, compuesta de varios pasos


400 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />

de comedia inconexos, mezcla<strong>dos</strong> con otros de música", opinión<br />

que está cerca, aunque no coincida, con lo que nos dice Covarrubias<br />

27 . Si completamos esto con la opinión del lexicógrafo<br />

Julio Casares (Cosas del l<strong>en</strong>guaje. Madrid, 1943, pág. 94),<br />

redondearemos esta relación íntima <strong>en</strong>tre algarabía ('alboroto')<br />

y repres<strong>en</strong>tación teatral que ti<strong>en</strong>e el término folla. Dice Casares:<br />

"folla cuyo significado aparece restringido <strong>en</strong> el Diccionario<br />

académico a un 'lance del torneo <strong>en</strong> que batallan <strong>dos</strong> cuadrillas<br />

desord<strong>en</strong>adam<strong>en</strong>te'. Esta acepción ... sólo es... un caso<br />

particular del concepto más amplio que ha t<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua,<br />

al igual de las otras voces neolatinas que acabamos de<br />

m<strong>en</strong>cionar. Así lo acreditan los sigui<strong>en</strong>tes pasajes: 'Procuran<br />

que haya muchos capitulantes y gran folla y ruido' (Castillo<br />

Bobadilla, Política, lib. 5, cap. I). 'Paréc<strong>en</strong>le estos desv<strong>en</strong>tura<strong>dos</strong>,<br />

cuando anda la folla y m<strong>en</strong>eo de su bullicio, al que<br />

traían... cuando andaban reparando sus templos al tiempo<br />

que el patriarca Abraham se los derribaba' (Fr. Antonio Alvarez:<br />

Silva espiritual, parte I, Domingo de quinquagésima).<br />

En estos ejemplos no se trata evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de 'cuadrillas <strong>en</strong><br />

torneo' sino de 'g<strong>en</strong>tes que se agitan <strong>en</strong> confuso desord<strong>en</strong>'. Restablecida<br />

de este modo la acepción fundam<strong>en</strong>tal de folla, no<br />

será av<strong>en</strong>turado considerar esta voz empar<strong>en</strong>tada con fullona<br />

(p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre varias personas con muchas voces y ruido),<br />

con follisca (que el Diccionario trae como americanismo con<br />

el significado de 'gresca'), y con el moderno follón, que es s<strong>en</strong>cillam<strong>en</strong>te<br />

un aum<strong>en</strong>tativo de folla y que, como tal, bi<strong>en</strong> pudiera<br />

t<strong>en</strong>er anteced<strong>en</strong>tes literarios". Creo que relacionadas las<br />

afirmaciones de Casares con lo que nos dice Cotarelo completamos<br />

la correcta interpretación de folla y sus deriva<strong>dos</strong>.<br />

En particular, me interesa subrayar el v<strong>en</strong>ezolanismo follisca,<br />

estudiado como tal por Baldomero Rivodó (Voces nuevas<br />

<strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua castellana, pág. 251) qui<strong>en</strong> dice "equivale a des-<br />

27 Mateo Alemán <strong>en</strong> el Guzmán de Alfarache escribe: "Y cuando yo vi que se<br />

les cal<strong>en</strong>taba la sangre a to<strong>dos</strong> y andaba la conversación <strong>en</strong> folla tratando de varias<br />

cosas..." (Parte II, libro i, cap. III). Coincide con la explicación dada <strong>en</strong> el<br />

Diccionario académico (ed. 1925): "Concurso de mucha g<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> que sin ord<strong>en</strong><br />

ni concierto hablan to<strong>dos</strong>, o andan revueltos para alcanzar alguna cosa que se les<br />

echa a la rebatiña".


BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO" EN CASTELLANO 4OI<br />

ord<strong>en</strong>, confusión, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña"; por Calcaño (El <strong>castellano</strong><br />

<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, pág. 487), qui<strong>en</strong> escribe: "follisca es un v<strong>en</strong>ezolanismo<br />

que expresa riña o p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia con algazara; y equivale<br />

a las voces castellanas fullona, gresca, pelotera, chamusquina,<br />

gazapera. En concepto mío follisca deriva del <strong>castellano</strong><br />

folla, anticuado, jola (<strong>en</strong> fpla, desord<strong>en</strong>adam<strong>en</strong>te). El catalán<br />

antiguo decía folla, tropel; el portugués dice fula; foule el<br />

francés; y el italiano folla y fola. En catalán corri<strong>en</strong>te foll,<br />

folla (loco, loca), se aplica a los animales, como el lobo y el<br />

perro, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de rabioso, ll<strong>en</strong>o de furia. Acaso nuestro<br />

follisca no sea sino una voz común anticuada sin uso ya ni<br />

testimonio <strong>en</strong> España". Tal es el parecer de Calcaño. Picón-<br />

Febres (Libro raro) explica follisca como "p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, pelazga,<br />

chamusquina o zafacoca", y el propio vocabulista lo usa <strong>en</strong><br />

El sarg<strong>en</strong>to Felipe: "Lo que debes t<strong>en</strong>er como sabido es que<br />

Salazar anda ya alzao <strong>en</strong> Carabqbo, y que si no lo apagan<br />

pronto, <strong>en</strong>tualito se pr<strong>en</strong>de la follisca <strong>en</strong> toda la República".<br />

Lisandro Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela)<br />

sigue el parecer de Picón-Febres. Malaret (Diccionario de<br />

americanismos) lo anota como de uso corri<strong>en</strong>te <strong>en</strong> América<br />

C<strong>en</strong>tral, Colombia, Puerto Rico y V<strong>en</strong>ezuela. Follón "es sinónimo<br />

de alboroto, gresca, trifulca" (Casares, Cosas del l<strong>en</strong>guaje,<br />

pág. 93). Fullona es "p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña y cuestión <strong>en</strong>tre <strong>dos</strong> o<br />

.más personas, con muchas voces y rui<strong>dos</strong>" (Diccionario de la<br />

Academia, ed. de 1925). Véase este fragm<strong>en</strong>to de la Vida y<br />

hechos de Estebanillo González: "...y al tiempo que trataba<br />

de desagraviarme y de armar la fullona, me hallé cercado de<br />

toda la familia ...". El gran interés de este grupo de términos<br />

consiste <strong>en</strong> la similitud de evolución conceptual desde la palabra<br />

folla, repres<strong>en</strong>tación teatral que había de provocar alboroto<br />

y desord<strong>en</strong>, a través de la confusión producida por numerosos<br />

hablantes simultáneos, hasta la significación de reunión<br />

tumultuosa, atropellada, <strong>en</strong> un número de deriva<strong>dos</strong> de folla,<br />

que han conservado <strong>en</strong> América y <strong>en</strong> la P<strong>en</strong>ínsula un s<strong>en</strong>tido<br />

semejante al del caso de bululú.<br />

9. GALLETA. — Es viva <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela la significación de<br />

'confusión, desord<strong>en</strong>' para este término, aunque los vocabulistas


402 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />

no le asign<strong>en</strong> tal valor. Efectivam<strong>en</strong>te, Picón-Febres (Libro<br />

raro) anota el significado de 'bofetada', de uso <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela<br />

y <strong>en</strong> Canarias. También lo ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> catalán galeta. Lisandro<br />

Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela) dice significar:<br />

"Chanza pesada de bañistas, que consiste <strong>en</strong> anudar<br />

bi<strong>en</strong> las distintas piezas del traje de alguno mi<strong>en</strong>tras se está<br />

bañando".<br />

10. GUACHAFITA. — Es un término vivo <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela para<br />

indicar 'desord<strong>en</strong>, algazara, con cierta connotación de broma<br />

y gresca alborozada', julio Calcaño (El <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />

§ 815) le da una curiosa, y creo que errada, interpretación:<br />

"Guachafita es un término que significa casa de juego y se<br />

aplica a toda clase de desord<strong>en</strong> o de irregularidad, y así a las<br />

asociaciones, como a los gobiernos y a las personas y a las cosas.<br />

Cecilio Acosta me decía: la palabra es un tesoro, pero no doy<br />

con su orig<strong>en</strong>! Años más tarde <strong>en</strong> la revolución de Maracaibo,<br />

de 1869, fui más afortunado que él al oír decir, no ya sólo<br />

guachafita, sino guachapa y guachapita, y se me informó que<br />

los jugadores llamaban guachapa al acto de apagar las velas y<br />

manotear la mesa, por donde compr<strong>en</strong>dí que formaban el sustantivo<br />

del verbo guachapear. La corrupción guachafita ha<br />

triunfado, y se ha hecho indisp<strong>en</strong>sable y expresiva <strong>en</strong> el l<strong>en</strong>guaje<br />

familiar". Picón-Febres (Libro raro) le asigna el significado<br />

más correcto: "desord<strong>en</strong> e irregularidad extrema. Guachafita<br />

es reunión de personas con cualquier objeto, <strong>en</strong> la cual<br />

hay mucha bulla, discusiones, rui<strong>dos</strong>o vocerío, y casi siempre<br />

pleitos y aguardi<strong>en</strong>te". Lisandro Alvarado (Glosarios del bajo<br />

español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) trata del vocablo de<br />

la sigui<strong>en</strong>te manera: "Confusión, desord<strong>en</strong>. 'T<strong>en</strong>ía <strong>en</strong> el alma<br />

la s<strong>en</strong>cillez nativa de su pueblo, aj<strong>en</strong>o a las guachafitas mundanas'<br />

(Urbaneja Achelpohl, Nubes de verano); 'Su ánimo<br />

como el de los otros t<strong>en</strong>día a la disolución y a la guachafita'<br />

(id., En este país...!, pág. 10). Propónese para la etimología<br />

de esta voz, el anticuado guachapear (recrearse bebi<strong>en</strong>do). Observaríamos<br />

que este verbo t<strong>en</strong>ía una acepción algo difer<strong>en</strong>te;<br />

v. gr. <strong>en</strong> la Pícara Justina, págs. 22, 23, ed. Ochoa. En Puerto<br />

Rico, significa 'burla, choteo', según Malaret". Este, (Diccio-


BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO" EN CASTELLANO 4O3<br />

nario de americanismos) da para V<strong>en</strong>ezuela la significación de<br />

'casa de juego', derivadas sin duda de Calcaño, s<strong>en</strong>tido que no<br />

se observa jamás. El propio Malaret {Suplem<strong>en</strong>to al diccionario)<br />

anota el término <strong>en</strong> Colombia, con el significado de 'algazara'.<br />

Y el vocablo guachapita con el valor de 'barullo, desord<strong>en</strong>',<br />

como colombianismo. Santamaría (¿Diccionario de<br />

americanismos) afirma por su propia autoridad, que "<strong>en</strong> varios<br />

países de Sur América" significa "desord<strong>en</strong>, barullo, principalm<strong>en</strong>te<br />

la alteración del ord<strong>en</strong> público por movimi<strong>en</strong>to armado,<br />

pronunciami<strong>en</strong>to, revolución, etc.". Y repite que "<strong>en</strong><br />

V<strong>en</strong>ezuela, además, garito, lugar de juego". Véase alguna de<br />

las numerosas muestras de uso moderno del término <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela:<br />

"...ése es más criollo que nosotros y le haría falta la<br />

guachafita" (Rómulo Gallegos, Doña Bárbara, ~fr ed. Bu<strong>en</strong>os<br />

Aires, Espasa Calpe, 1944, pág. 265); "... si se acaba la guachafita<br />

me voy" (id., ib., pág. 265). El mismo Gallegos explica<br />

la palabra <strong>en</strong> el glosario final: "Guachafita, embrollo, desord<strong>en</strong>"<br />

(id., id., pág. 298). No ha aceptado el vocablo el Diccionario<br />

de la Academia 28 .<br />

11. GUAIÑO. — Aunque no sea término de uso <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />

quiero insertar esta nota de Ciro Bayo {Vocabulario<br />

criollo-español sud-atnericano. Madrid, 1911): "Guaiño. Voz<br />

quichua. De huañin, muerto. Triste o yaraví, canción popular<br />

boliviana, como el bambuco de Antioquia y la vidalita de<br />

Santiago del Estero. // ¡Es un guaiño!: es una confusión,<br />

una algarabía, por el barullo de g<strong>en</strong>te alegre que se pasa la<br />

noche cantando guaiños a la luna". Malaret {Diccionario de<br />

americanismos) repite la aseveración de Ciro Bayo. Es un curioso<br />

corrimi<strong>en</strong>to expresivo: de muerto (?) y de canto de un<br />

triste, a la idea de algarabía y desord<strong>en</strong>! Casi comparable a la<br />

evolución del término velorio 20 .<br />

28<br />

No creo que guacharaca haya alcanzado la significación de 'confusión, desord<strong>en</strong>';<br />

es 'ruido'.<br />

^ 9 Aunque mi propósito es, como he manifestado, ceñirme a particularidades<br />

del léxico <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, anoto algunos de los <strong>vocablos</strong> que <strong>en</strong> otros países de la<br />

América Hispana significan la idea de 'confusión, alboroto, tumulto', etc.: a) Burtijina,<br />

<strong>en</strong> Cuba y Puerto Rico, 'confusión, desord<strong>en</strong>' (Malaret, Diccionario de americanismos);<br />

En burujón, 'desord<strong>en</strong>adam<strong>en</strong>te' <strong>en</strong> Cuba (id.); b) Cambamba, <strong>en</strong> Colombia, 'ca-


404 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />

12. GUASA. — Tampoco es <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela donde esta palabra<br />

significa desord<strong>en</strong> o barullo, sino 'broma, chanza, ironía,<br />

burla', y al mismo tiempo es d<strong>en</strong>ominación de un tipo de baile<br />

popular. Pero <strong>en</strong> otras Repúblicas hispanoamericanas, sí ha<br />

alcanzado el valor de 'holgorio, fiesta rui<strong>dos</strong>a', según Santamaría<br />

{Diccionario de americanismos), así como la voz guasanga,<br />

que según Joaquín García Icazbalceta {Vocabulario de<br />

mexicanismos) significa "bulla, zambra, barahunda, vocerío".<br />

Salva le trae como proced<strong>en</strong>te de Cuba; pero lo es también de<br />

México y de Colombia (Bogotá: Cuervo § 598; Cuba: Pichardo,<br />

Macías, Armas, pág. 82; F. Ortiz, Glos. ajronegr.; Guatemala:<br />

riña, pelotera, cf. Batres, pág. 313)"- Guasanga está ya recogido<br />

<strong>en</strong> el Diccionario de la Academia, de 1925, con tal significado<br />

y atribuido a América C<strong>en</strong>tral, Colombia, Cuba y<br />

México. Guasábara (i. e. guazábara), probable criollización de<br />

algazara (Cf. Wagner, RFE, XV, 296) durante la conquista,<br />

'algarada, re<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro, guerra con indios', no ha llegado todavía<br />

a 'alboroto, desord<strong>en</strong>'.<br />

13. GUIRISAPA (i. e. guirizapa). — Significa <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela<br />

"batahola, algarabía, alharaca, bullicio" (José Martí, Obras<br />

completas, II, 1662). Registran también el término Santamaría<br />

y Malaret {Suplem<strong>en</strong>to).<br />

14. MATURRANGA. — Según Picón-Febres {Libro raro) significa<br />

<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela "desord<strong>en</strong> o irregularidad extrema. Equivale<br />

a guachafita <strong>en</strong> la primera de sus acepciones ('reunión con<br />

bulla, etc.')". Lisandro Alvarado {Glosarios del bajo español<br />

<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) acepta el testimonio de<br />

morra, disputa, riña' (Santamaría, Diccionario de americanismos; Malarct, Suplem<strong>en</strong>to<br />

al diccionario; Diccionario histórico de la l<strong>en</strong>gua española, de la Academia); c)<br />

Desparpajo, <strong>en</strong>.Chile y Guatemala; desparramo, <strong>en</strong> Chile; y <strong>en</strong>trevero, <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina<br />

y Chile, significan 'desbarajuste, desconcierto, desord<strong>en</strong>' (cf. Diccionario de la<br />

Academia), d) Garata, <strong>en</strong> Puerto Rico, 'pelea, desord<strong>en</strong>, alboroto, tumulto' (Santamaría,<br />

Diccionario de americanismos; Malaret, Diccionario de americanismos y Suplem<strong>en</strong>to<br />

al diccionario, dice que se usa también <strong>en</strong> España; e) Revolú, <strong>en</strong> Panamá,<br />

'rcvoltina, pelotera' (Malaret, Suplem<strong>en</strong>to al diccionario); i) Revoluta, <strong>en</strong> América<br />

C<strong>en</strong>tral, 'rcvoltina' (id.); g) Salpafuera, significa <strong>en</strong> Cuba lo que correcorre, es<br />

decir, 'huida desord<strong>en</strong>ada de g<strong>en</strong>te' (Malaret,.Diccionario de americanismos). Estoy<br />

conv<strong>en</strong>cido que una investigación a fondo <strong>en</strong> cada república hispanoamericana daría<br />

abundantes frutos <strong>en</strong> este tipo de <strong>vocablos</strong>.


BICC, VI, 1950 LA IDEA DE "ALBOROTO" EN CASTELLANO 405<br />

Picón-Febres, y añade: "En Honduras, delito, picardía. En el<br />

Salvador, gatuperio, embrollo, <strong>en</strong>juague. Es voz provincial de<br />

Extremadura, por treta, marrullería. No sé que se use <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela<br />

el adjetivo maturrango (de <strong>dos</strong> terminaciones) con la<br />

significación de mal jinete, o por ext<strong>en</strong>sión, de español, o aplicado<br />

a un caballo malo y flaco, como <strong>en</strong> el Perú".<br />

15. MEREQUETÉN. ,— Palabra viva para indicar <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela<br />

'alboroto, desord<strong>en</strong>'. No está registrada <strong>en</strong> los vocabularios<br />

v<strong>en</strong>ezolanos. Malaret {Suplem<strong>en</strong>to al diccionario) dice que<br />

<strong>en</strong> Puerto Rico significa lo que revolú, que es 'pelotera, revoltina'<br />

30 .<br />

16. PERIQUERA. — De este vocablo tan frecu<strong>en</strong>te y g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te<br />

usado <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela no he hallado más que el testimonio<br />

de Lisandro Alvarado {Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />

como neologismo), qui<strong>en</strong> dice: "Reunión de pericos; y<br />

por analogía, conjunto de personas charladoras; algarabía, alboroto".<br />

Malaret {Suplem<strong>en</strong>to al diccionario) reproduce el<br />

texto de Alvarado, con el complem<strong>en</strong>to de que <strong>en</strong> México<br />

significa 'sitio <strong>en</strong>cumbrado'.<br />

17. PERRERA. — Picón-Febres {Libro raro) asi<strong>en</strong>ta: "En V<strong>en</strong>ezuela<br />

significa pleito, bronca, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, tumulto o zinguizarra".<br />

Lisandro Alvarado {Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />

como acepción especial) anota el significado de "p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />

reyerta" y cita a Picón-Febres como autoridad. Santamaría<br />

{Diccionario de americanismos) escribe: "Vulgarismo<br />

cubano y v<strong>en</strong>ezolano, por pleito, disputa, bronca, escándalo,<br />

p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, zipizape, tremolina. Se armó la gran perrera, chico".<br />

En el Diccionario académico no se registra tal significado: la<br />

acepción más próxima es la de 'rabieta de niño', que aparece <strong>en</strong><br />

la edición de 1869, anotada también <strong>en</strong> Luis y Agustín Mi-<br />

30 En cuanto a] término pela, asegura Julio Calcaño (El <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela)<br />

que es termino vivo <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela para indicar discusiones alborotadas. Sin embargo<br />

Picón-Febres (Libro raro), Lisandro Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela),<br />

Maloret (Diccionario de americanismos) le reconoc<strong>en</strong> solam<strong>en</strong>te el significado<br />

de 'zurra, azotaina, felpa, soba, zurribanda, cuerita, tunda', <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de<br />

paliza, de pegarse, que <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>do es más exacto que lo que asevera Calcaño.


406 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />

llares {Léxico de Gran Canaria. Las Palmas, 1924, pág. 132),<br />

con mayor ext<strong>en</strong>sión: "Se aplica g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te a los accesos de<br />

cólera infantiles, acompaña<strong>dos</strong> de gritos, llanto y pataleo".<br />

18. ROCHELA. — En el significado de alboroto parece ser<br />

hoy este término particularidad del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> América.<br />

Cuervo {Apuntaciones críticas <strong>sobre</strong> el l<strong>en</strong>guaje bogotano, %<br />

677) dice: "Así como es comunísimo trasladar los nombres de<br />

Babel, Belén y Liorna a d<strong>en</strong>otar un lugar de desord<strong>en</strong> y confusión,<br />

hase aplicado lo mismo el de la Rochela: si hoy se<br />

haga eso <strong>en</strong> España es cosa que no podemos resolver: sólo diremos<br />

que <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido usa Mateo Alemán el tal nombre<br />

de ciudad, y que así lo oímos diariam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> nuestra tierra,<br />

si bi<strong>en</strong> de ordinario se circunscribe su s<strong>en</strong>tido a d<strong>en</strong>otar un<br />

gran ruido o algazara. De aquí hemos formado el verbo<br />

arrochelarse, que se dice particularm<strong>en</strong>te de los caballos cuando<br />

se alborotan. 'En resolución, todo el mundo es la Rochela <strong>en</strong><br />

este caso, cada cual vive para sí, qui<strong>en</strong> pilla pilla, y sólo pagan<br />

los desdicha<strong>dos</strong> como tú' {Guzmán de Alfarache, pte. II, lib.<br />

II, cap.. VI). 'Todo aquello se pasó y deshizo, quedando cada<br />

cual como los de la Rochela, qui<strong>en</strong> piglia piglia' {Ortografía<br />

castellana, fol. 66)". Lo registra también Gustavo Otero<br />

Muñoz {Copla colombiana, pág. 313), "Pido que cuando me<br />

muera / me <strong>en</strong>tierr<strong>en</strong> con mi vigüela, / por si acaso <strong>en</strong> la otra<br />

vida / se ocurre alguna rochela". En los vocabularios v<strong>en</strong>ezolanistas<br />

se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el vocablo. Picón-Febres {Libro raro) lo<br />

define como "retozo con mucha risa y bulla y alboroto", y a<br />

continuación anota rochelera, "persona muy aficionada a rochelear,<br />

o lo que es lo mismo, a la rochela. Persona jacaran<strong>dos</strong>a<br />

o parrandera. También se le dice rochelera a la caballería que<br />

adolece del repugnante resabio de resistirse a continuar la<br />

marcha". También registra el verbo arrochelarse. Lisandro<br />

Al varado {Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo)<br />

da a rochela el significado que le reconoce Picón-<br />

Febres, y, además, el de 'quer<strong>en</strong>cia, gorrionera', con testimonios<br />

de interés: "Ti<strong>en</strong>e mucha sabana, del todo perdida, por motivo<br />

de los espineros, crobales y chiribitales que to<strong>dos</strong> son rochelas<br />

y cuevas de tigres" {Informe del prefecto de las misiones de


BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 407<br />

Guayana, 1799, <strong>en</strong> Colección Blanco-Azpúrua, I, pág. 462);<br />

"Empezó a abrazarlo y morderlo — al mismo tiempo que reía<br />

bulliciosa y burlescam<strong>en</strong>te, sin darse cuidado de su hermano<br />

que le rechazaba con fingido fastidio y le decía: —Deja la<br />

rochela 'Isa'!... Estáte quieta!... No seas tan fastidiosa!"<br />

(G. Espinosa, Yo soy poeta y sólo poeta). Usado también <strong>en</strong><br />

Colombia. Alvarado incluye también rochelear y rochelero.<br />

"En el l<strong>en</strong>guaje popular de V<strong>en</strong>ezuela se dice que es rochelera<br />

la bestia que ti<strong>en</strong>e el resabio de pararse <strong>en</strong> un lugar sin querer<br />

proseguir la marcha" (N. Bolet Peraza, De Caracas a La<br />

Guaira).<br />

Véanse algunos ejemplos de usos modernos del vocablo:<br />

"Lejos se levantaba una rochela de caballos salvajes" (Rómulo<br />

Gallegos, Doña Bárbara, 7? ed. Bu<strong>en</strong>os Aires, 1944, pág. 46);<br />

"En las sabanas de Lapartijera está una rochela de cimarrones"<br />

{id., pág. 66); "... y <strong>en</strong> la vida fiera y libre de la rochela<br />

d<strong>en</strong>tro del mastrantal inaccesible" (id., pág. 202); "Ya me<br />

dijeron también que ti<strong>en</strong>e una rochelita con una de las muchachas<br />

de Puerto Real" (id., pág. 239). El propio Gallegos<br />

explica el término <strong>en</strong> el Glosario del mismo libro como "reunión<br />

de ganado inquieto, y también el sitio donde se efectúa"<br />

(id., pág. 300), pero, evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, el uso del vocablo <strong>en</strong> los<br />

textos cita<strong>dos</strong> de Gallegos es de un s<strong>en</strong>tido mucho más amplio<br />

que el que da Gallegos, reducido a la acción del ganado, aunque<br />

éste sea el significado principal y quizás el primitivo <strong>en</strong><br />

V<strong>en</strong>ezuela. Con la definición de Gallegos mal podría explicarse<br />

que un galán tuviera "una rochelita con una de las muchachas<br />

de Puerto Real". A mayor abundami<strong>en</strong>to, obsérvese<br />

este ejemplo del mismo novelista: "¿Qué pasa? —pregunta<br />

tío Manuel, crey<strong>en</strong>do que fuera caso de algún barajuste del<br />

ganado <strong>en</strong>corralado. Y le contestan: —Nada, don. Rochelas<br />

de los muchachos. Un viejito, que acaba de llegar, dando lástima<br />

de puro parecer que no podía con su alma, y como los<br />

muchachos quisieron divertirse con él y le tiraron una punta<br />

de garrote, de la barajustada que se dio tramoliando el suyo,<br />

abrió un claro <strong>en</strong> el corredor" (Rómulo Gallegos, Cantaclaro.<br />

Bu<strong>en</strong>os Aires, 1941, págs. 12-13). También anota rochela y sus<br />

deriva<strong>dos</strong>, Baldomero Rivodó (Voces nuevas <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua cas-


PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />

tellana, págs. 257-258). Queda clara, por tanto, la amplitud del<br />

significado <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela 31 .<br />

31 Otro término que casi ha alcanzado la significación g<strong>en</strong>érica c indiscriminada<br />

de 'desord<strong>en</strong>' es barajuste, que <strong>en</strong> tal acepción he visto usado casi exclusivam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> relación con el ganado, probablem<strong>en</strong>te por cruce de significa<strong>dos</strong> <strong>en</strong>tre baraja,<br />

barajar y desbarajuste. Barajar desde el Diccionario de autoridades se ha explicado<br />

como 'reñir, cont<strong>en</strong>der, t<strong>en</strong>er p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia y altercar', y baraja, como riña. Barahustar,<br />

del l<strong>en</strong>guaje de germanía, vale 'acometer con el puñal', pues barahustador era el<br />

puñal <strong>en</strong>tre rufianes; y así, barahustado 'muerto a puñaladas". En el Diccionario académico<br />

(le 1869 se le añade a barahustar la acepción de 'confundir, trastornar'. En<br />

tal forma se manti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> el Diccionario la acepción de barajar, baraja, al lado de<br />

baraustar, baraustado, habi<strong>en</strong>do olvidado las formas antiguas barajustar, barajustado,<br />

que <strong>sobre</strong>viv<strong>en</strong> <strong>en</strong> desbarajuste. Julio Calcaño afirma erróneam<strong>en</strong>te (El <strong>castellano</strong><br />

<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela) que <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela barajuste "se usa <strong>en</strong> el mismo s<strong>en</strong>tido y <strong>en</strong> el<br />

que t<strong>en</strong>ía antiguam<strong>en</strong>te el verbo barajustar, hoy barahustar". Son más exactos<br />

Picón-Febres (Libro raro): "Barajustar. Irse o salir a toda prisa y de estampía.<br />

Acometer de improviso una persona a otra, o arremeter precipitadam<strong>en</strong>te contra ella".<br />

Y "barajuste es carrera o escape"; y Lisandro Alvarado (Glosarios del bajo español<br />

<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo o arcaísmo) qui<strong>en</strong> escribe: "Barahuste. Carrera poco<br />

veloz 'de un cuadrúpedo. Aplícase a personas, y úsase de ordinario <strong>en</strong> frases adverbiales,<br />

aspirando siempre la h". Lo que asi<strong>en</strong>ta Julio Calcaño es falso, como hemos<br />

visto, pues barajustar, barajuste se acercan más <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela al s<strong>en</strong>tido de desbarajustar,<br />

desbarajuste, 'desord<strong>en</strong>ar, desord<strong>en</strong>', sin t<strong>en</strong>er completa sinonimia, ya que se<br />

refier<strong>en</strong> al ganado <strong>en</strong> la idea de 'embestir, arremeter, arremolinarse, desbandarse'.<br />

Véanse algunos usos <strong>en</strong> Rómulo Gallegos: ".. . eran muchas las reses bravas y estaban<br />

inquietas .. . ganosas de barajustarse, sin darles tregua a los sujetadores" (R.<br />

GALLEGOS, Doña Bárbara, cd. cit., pág. 151); "... todavía el ganado está inquieto. ..<br />

y un barajuste rep<strong>en</strong>tino puede llevarse las empalizadas..." (id., ib., pág. 181);<br />

"Usted es para el doctor ... como la tonada para el ganado, que si no la escucha<br />

cantar, a cada rato está queri<strong>en</strong>do barajustarse" (id., ib., pág. 254); "¡Ya «c le emabanaron<br />

los bichos! — Exclamó V<strong>en</strong>ancio, por decir que a Pajaróte se le alborotaban<br />

y se le iban las ideas <strong>en</strong> cuanto com<strong>en</strong>zaba a hablar, así como se barajusta y<br />

se disgrega el rebaño cuando lo acosa el tábano" (id., ib., pág. 62).<br />

Cuervo estudia el uso de barajustar (Apuntaciones críticas <strong>sobre</strong> el l<strong>en</strong>guaje bogotano)<br />

de manera magistral; Malarct (Diccionario de americanismos) sigue y resume<br />

al maestro Cuervo.<br />

Es semejante al verbo <strong>en</strong>tabanarse, 'alborotarse él ganado acosado por el tábano',<br />

como puede advertirse <strong>en</strong> los ejemplos de Rómulo Gallegos acerca de barajuste. La<br />

idea de la inquietud nerviosa provocada por el tábano es de vieja asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia hispánica:<br />

"...con haber hecho aquel discurso <strong>en</strong> favor de la mujer que me llevó<br />

aquella miseria, me picaban tábanos por hallarla y di ci<strong>en</strong> vueltas aquella noche<br />

por la propia calle..." (Guzmán de Aljarache, parte II, libro III, cap. 11). La<br />

idea de desord<strong>en</strong> <strong>en</strong> relación con los animales agrupa<strong>dos</strong> y alborota<strong>dos</strong> es constante<br />

<strong>en</strong> el l<strong>en</strong>guaje criollo, aunque <strong>en</strong> muchos casos no haya habido la total trasposición<br />

de ideas, hacia los grupos humanos. Tal cosa sucede con barajuste. Más lejos están<br />

todavía expresiones como éstas: "Ya lo sabe bachiller Mujica, ¡no me alborote el<br />

avispero!" (R. GALLEGOS, Doña Bárbara, ed. cit., pág. 233); "Sigue tu marcha,<br />

Flor<strong>en</strong>tino. ¡No me alborotes el avispero!" (R. GALLEGOS, Cantaclaro, cd. cit., pág.<br />

15); "...pero con esta mujer siempre está uno bailando <strong>en</strong> un tusero" (R. GALLE-


BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO EN CASTELLANO 4O9<br />

Malaret {Diccionario de americanismos y Suplem<strong>en</strong>to al<br />

diccionario) da el significado de 'bulla, algazara' para Colombia<br />

y V<strong>en</strong>ezuela. Santamaría (Diccionario de americanismos)<br />

dice que "En Sur América y Puerto Rico, algazara, reunión<br />

bulliciosa o de g<strong>en</strong>te ordinaria, juerga, jarana; ribota <strong>en</strong> las<br />

islas. — 2. En V<strong>en</strong>ezuela, conjunto de ganado inquieto. — 3.<br />

El sitio <strong>en</strong> que éste se reúne". El Diccionario de la Academia<br />

ha ignorado la acepción de este término tan valioso, hasta la<br />

edición de 1925.<br />

19. SAMPABLERA. — Picón-Febres (Libro raro) escribe:<br />

"Sampablera. Pleito rui<strong>dos</strong>o <strong>en</strong>tre muchas personas. Este vocablo<br />

es sinónimo de brollo ... y también de zalagarda". Lisandro<br />

Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />

sección de neologismos) anota: "Gazapera, zaragata, zipizape"<br />

y cita como autoridad: "Estuvimos <strong>en</strong> un tris de que se formara<br />

una sampablera de to<strong>dos</strong> los demonios" (Picón-Febres,<br />

'Fidelio.', pág. 144); "To<strong>dos</strong> sabemos que el uno como el otro<br />

son <strong>dos</strong> almas de Dios, incapaces de armar escándalos, ni de<br />

andar <strong>en</strong> sampableras de g<strong>en</strong>te de tres al cuarto" (Bachiller<br />

Munguía [J. J. Churión], Una equivocación carnavalesca).<br />

Malaret (Diccionario de americanismos) se limita a registrar<br />

el vocablo como v<strong>en</strong>ezolanismo.<br />

Es posible que este término, así como el sigui<strong>en</strong>te, se hayan<br />

formado <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela <strong>en</strong> contaminación con zambra, zambapalo,<br />

etc., com<strong>en</strong>zando la expresión con el principio de términos<br />

habituales con la significación de 'alboroto', y finalizándola<br />

con una expresión de carácter criollo.<br />

20. SAMPLEGORIO. — Picón-Febres (Libro raro) le da la<br />

equival<strong>en</strong>cia de "desord<strong>en</strong>, algazara, guachafita". Lisandro<br />

Alvarado lo interpreta igualm<strong>en</strong>te (Glosarios del bajo español<br />

<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) reconociéndole el significado<br />

de "embrollo, confusión" y también "cierto potaje o revoltillo";<br />

cita: "Vivir como vive el pobre // <strong>en</strong> eterno sample-<br />

cos, Doña Bárbara, cd. cit., pág. 257). l'.n este mismo s<strong>en</strong>tido se usa <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina<br />

(cf. Martin Fierro, com<strong>en</strong>tado y anotado, por E. F. TISCORNIA. Bu<strong>en</strong>os Aires,<br />

1925, pág. 57).


410 PEDRO GRASES ' BICC, VI, I95O<br />

gorio, / es pagar anticipado / las p<strong>en</strong>as del purgatorio" (P.<br />

Montesinos, Cancionero popular, Ms.). "Se harta uno de samplegorio<br />

aderezado con hueso de espinazo o de rabo, pimi<strong>en</strong>ta,<br />

vinagre doble y ají bravo" (R. Bolívar, Los velorios de mayo)<br />

«<br />

21. SEISPOROCHO. — Es de actual uso con la significación<br />

de 'alboroto, desord<strong>en</strong>, tumulto, etc.' el término seis-por-ocho.<br />

Habituálm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la consabida frase se formó un seis-por-ocho.<br />

22. TRANCAPERROS. — Lisandro Alvarado {Glosarios del<br />

bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) le da la significación<br />

de 'zinguizarra': "En cuanto no más le forma un trancaperros"<br />

(R. Cabrera, Mimí, pág. m). Es el único lexicógrafo<br />

que registra este término <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como equival<strong>en</strong>te a<br />

'desord<strong>en</strong>, alboroto. Seguram<strong>en</strong>te es voz ocasional, acerca de<br />

la que ignoramos la ext<strong>en</strong>sión que haya podido t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> su<br />

uso, nacida probablem<strong>en</strong>te de la interfer<strong>en</strong>cia del vocablo<br />

tranca, que <strong>en</strong> América significa 'borrachera' 33 , y el término<br />

perrera, que ya hemos anotado.<br />

23. VOLATE. — Picón-Febres {Libro raro) lo define: "Alboroto<br />

con mucho ruido y movimi<strong>en</strong>to. Desespero y zaperoco<br />

... val<strong>en</strong> igualm<strong>en</strong>te que volate". Lisandro Alvarado<br />

{Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela) recoge la opinión<br />

de Picón-Febres y añade lo que Cuervo {Apuntaciones críticas<br />

<strong>sobre</strong> el l<strong>en</strong>guaje bogotano, § 936) dice respecto a este vocablo<br />

que <strong>en</strong> Colombia significa "multitud de at<strong>en</strong>ciones". Malaret<br />

s - Un comunicante me informa de] termino sarataco 'alboroto, desord<strong>en</strong>', pero<br />

no la he visto autorizada por ningún lexicógrafo. Julio Febres Cordero (El lápiz)<br />

registra sarangunuisinga con el significado de 'alboroto 1 , <strong>en</strong> Trujillo.<br />

Del mismo modo, no he visto docum<strong>en</strong>ta<strong>dos</strong> términos como garizapa, matachina<br />

y caribera, que se citan <strong>en</strong> el trabajo de FERNANDO ORTIZ, Preludios étnicos de<br />

la música afrocubana (Revista Bimestre Cubana, LIX, 1-3, pág. 168), como usuales<br />

<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela para indicar 'alboroto, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia', etc.<br />

33 Para tranca, 'borrachera', <strong>en</strong> America, cf. Diccionario de la Academia, 1936;<br />

Cuervo, Apuntaciones criticas <strong>sobre</strong> el l<strong>en</strong>guaje bogotano, § 518; Lisandro Alvarado.<br />

Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como acepción especial; Picón-Febres, Libro<br />

raro; Calcaño, El <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela; Malaret, Diccionario de americanismos y<br />

Suplem<strong>en</strong>to al diccionario; Santamaría, Diccionario de americanismos. Jacobo Pim<strong>en</strong>tel<br />

[Job Pim], Enciclopedia espesa (antes siguí), pág. 44, da a tranca el significado<br />

de 'alboroto' <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela.


BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 4II<br />

(Diccionario de americanismos y Suplem<strong>en</strong>to al diccionario)<br />

registra estas opiniones, y, además, la comunicación de Rafael<br />

Uribe Uribe, qui<strong>en</strong> informa que <strong>en</strong> Colombia volate significa<br />

"confusión, fa<strong>en</strong>a", con la variante bolate M .<br />

34 ¿T<strong>en</strong>drá relación esta voz con voladiUo, bolelío, rebollo, danza antigua española,<br />

de la que t<strong>en</strong>emos algunos testimonios? Cervantes <strong>en</strong> Pedro de Urdemulus<br />

escribe:<br />

Vaya el voladillo apriesa;<br />

no erréis, guardad el compás.<br />

o las coplas recogidas por RODRÍGUEZ MARÍN <strong>en</strong> sus Cantos populares españoles (Sevilla,<br />

1882, t. I, pág. 76):<br />

Estando de boda<br />

con gran regocijo,<br />

bino un gato negro,<br />

se yebo el padrino.<br />

Bi<strong>en</strong>clo la cigüeña<br />

'r pleito mal parao,<br />

pegó un boletío<br />

y se fue al tejao.<br />

y añade <strong>en</strong> nota: "Boletío por volada. En Extremadura rebollo".<br />

¿O t<strong>en</strong>drá que ver con la idea de volatín (bolatín), el que vuela por la maroma?<br />

Julio Ccjador. (Diablo cojuelo, ed. de Madrid, 1910, pág. 126) anota el término<br />

bolatín (volatín) "e! qi:c vuela por la maroma" (Covarrubias). Hoy llamamos volatines<br />

a los ejercicios del volatinero.<br />

Qué de volatines ves,<br />

que por rus cordeles andan,<br />

y han de t<strong>en</strong>er el pescuezo<br />

<strong>en</strong> donde ti<strong>en</strong><strong>en</strong> las plantas.<br />

(QUEVEDO, III, 205).<br />

O este otro texto de Quevedo: "La imperial Italia ... hallán<strong>dos</strong>e pobre y sumam<strong>en</strong>te<br />

ligera, por haber dejado el peso de tantas provincias, dio <strong>en</strong> volatín, y, por falta<br />

de suelo, andaba <strong>en</strong> la maroma, con admiración de todo el inundo" {Sueños, ed.<br />

Clásicos Castellanos, II. págs. 148-149). Bolantín, 'maromero', es usado <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina<br />

(cf. Martin Fierro com<strong>en</strong>tado y anotado, por F.. F. TISCORNIA. Bu<strong>en</strong>os Aires,<br />

1925, pág. 259). Cejador com<strong>en</strong>ta que "volatín, r.4ude además a la ligereza de los<br />

italianos y saltimbanquis que de Italia v<strong>en</strong>ían". Por otra parte JOSÉ SÁNCHEZ ARJONA<br />

<strong>en</strong> Noticias refer<strong>en</strong>tes a los anales del teatro <strong>en</strong> Sevilla (Sevilla, 1898) anota para<br />

los años de 1630 y sigui<strong>en</strong>tes, muchas repres<strong>en</strong>taciones de "compañías de volatines"<br />

que terminaban muy frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> rui<strong>dos</strong>os escándalos. Por otra parte AMKRICO<br />

CASTRO, RFE, XXII, 1935, págs. 55-57, demuestra que volatín, "volatinero, persona<br />

que con habilidad y arte anda y voltea por el aire <strong>sobre</strong> una cuerda o alambre, y<br />

hace otros ejercicios semejantes", se le llama así, no por volar, sino de burato ><br />

buratín. Burato, 'c<strong>en</strong>dal muy delgado que tiñ<strong>en</strong> de negro', tela que se ponían <strong>en</strong> el


412 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />

24. ZAFACOCA. — Término de uso g<strong>en</strong>eral para indicar la<br />

idea de desord<strong>en</strong>, alboroto, tumulto. En el Diccionario de la<br />

Academia no aparece sino hasta la edición de 1925, con la<br />

indicación de americanismo y andalucismo, y con el significado<br />

de 'riña, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, trifulca'. Picón-Febres (Libro raro) registra<br />

el término como equival<strong>en</strong>te a "alboroto, desord<strong>en</strong>, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />

griterío" y añade la nota que "se usa <strong>en</strong> el Perú". Lisandro<br />

Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />

como acepción especial) reproduce la opinión de Picón-Febres.<br />

En los diccionarios americanistas se incluye el vocablo como<br />

de uso g<strong>en</strong>eral <strong>en</strong> toda América (Cf. Malaret, Diccionario de<br />

americanismos; Santamaría, Diccionario de americanismos; y<br />

Ciro Bayo, Vocabulario criollo-español sud-americano). .<br />

25. ZAPERA, ZAPEROCO. — Posiblem<strong>en</strong>te zaperoco es la palabra<br />

de mayor uso <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela para expresar la idea de<br />

'alboroto y desord<strong>en</strong>'. Lisandro Alvarado (Glosarios del bajo<br />

español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) recoge el término<br />

zapera, 'gazapera, alboroto', término que registra Malaret (Suplem<strong>en</strong>to<br />

al diccionario). Zaperoco consta <strong>en</strong> Calcaño (El<br />

<strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela), qui<strong>en</strong> dice: "es <strong>en</strong> bu<strong>en</strong> <strong>castellano</strong>,<br />

alboroto, zaragata, etc.". Picón-Febres (Libro raro) incluye el<br />

término como "alboroto, desord<strong>en</strong>, ruidajón. Vale tanto como<br />

volate y desespero. Es de uso g<strong>en</strong>eral <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela". Lisandro<br />

Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo)<br />

da a- zaperoco la equival<strong>en</strong>cia de "bodrio, embrollo,<br />

confusión", y cita: "Una mañanita, <strong>en</strong>tre <strong>dos</strong> luces, veo yo ese<br />

pionaje corri<strong>en</strong>do y sigo ese zaperoco <strong>en</strong> el cañaveral" (Cabrera<br />

Malo, Mimí, pág. m). Malaret y Santamaría lo registran<br />

como v<strong>en</strong>ezolanismo con la significación de "zambra, volate,<br />

alboroto, jaleo" sr> .<br />

rostro algunos repres<strong>en</strong>tantes por no ser conoci<strong>dos</strong>. De ahí, buralin, "al que voltea<br />

<strong>en</strong> la maroma', por el c<strong>en</strong>dal que se ponía <strong>en</strong> el rostro; de ahí pasaría a volatín, con<br />

la falsa etimología de volar, que ha perdurado <strong>en</strong> to<strong>dos</strong> los diccionarios. Si esto<br />

fuera as!, es decir que el volate, 'alboroto', <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, tuviera esta asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />

t<strong>en</strong>dríamos un caso paralelo al de bululú.<br />

No creo que volate <strong>en</strong> su acepción v<strong>en</strong>ezolana, pueda t<strong>en</strong>er relación con "bolata,<br />

ladrón que hurta por v<strong>en</strong>tana o tejado: lo propio que bolatero" (Del Vocabulario<br />

de gemianía, por JUAN HIDALGO <strong>en</strong> Romances de germanía. Madrid, 1779).<br />

35 Baldomcro Rivodó quiere explicar zaperoco, como "revoltillo, o sea conjunto


BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 413<br />

26. ZINGUIZARRA. — (Escrito también singuizarra, singuisarra,<br />

y singuissarro). Indica la misma idea de 'alboroto, desord<strong>en</strong>'.<br />

Picón-Febres {Libro raro) dice: "igual que zafacoca".<br />

Lisandro Alvarado {Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />

como neologismo) escribe: "zalagarda, riña, alboroto", y cita:<br />

"En ambas partes cuando m<strong>en</strong>os se p<strong>en</strong>saba armábase una singuizarra,<br />

fruto de la democracia, <strong>en</strong> que los ministriles de la<br />

policía tomaban parte activa" (J. J. Churión, El teatro <strong>en</strong> Caracas,<br />

pág. 81). Malaret {Suplem<strong>en</strong>to al diccionario) anota el<br />

término como v<strong>en</strong>ezolanismo. Santamaría {Diccionario de<br />

americanismos) dice que se usa <strong>en</strong> Colombia con tal s<strong>en</strong>tido 30 .<br />

# # •<br />

El vocabulario <strong>castellano</strong> g<strong>en</strong>eral ofrece ya una considerable<br />

riqueza de términos con la significación de 'alboroto, tumulto,<br />

riña, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, etc.'. En tierras de América se ha desarrollado,<br />

además, un grupo importante de voces con la misma<br />

acepción. Ello es de suma importancia para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der el carácter<br />

peculiar de la vida social <strong>en</strong> Hispanoamérica, y aun para<br />

compr<strong>en</strong>der la singular condición <strong>en</strong> que se halla el habla de<br />

qui<strong>en</strong>es contemplan las situaciones desord<strong>en</strong>adas que a su alrededor<br />

se produc<strong>en</strong>. Tales caracteres son comunes al <strong>castellano</strong><br />

de ambos hemisferios.<br />

# • •<br />

Hemos vistoalgunas voces del <strong>castellano</strong> de América. Véanse<br />

ahora los términos de uso g<strong>en</strong>eral <strong>en</strong> el <strong>castellano</strong> p<strong>en</strong>insu-<br />

dc muchas cosa6 sin ord<strong>en</strong> ni concierto" (Voces nuevas <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua castellana, pág.<br />

264); no creo que esté <strong>en</strong> lo cierto. Esta voz debe haberse formado de] vocablo<br />

incitativo y picaro zape, tan común como interjección <strong>en</strong> las coplas populares y <strong>en</strong><br />

el l<strong>en</strong>guaje habitual de los jolgorios y fiestas populacheras (cf. zipizape). Probablem<strong>en</strong>te<br />

con influ<strong>en</strong>cia de gazapera, formóse de zape, zapera, zaperoco.<br />

30 ¿T<strong>en</strong>drá relación con zongorrear "onomatopeya por el sonido del rasgueo<br />

de la guitarra" (Gili Gaya, ed. de Vida del escudero Marcos de Obregón). ¿O con<br />

zinguizangue, 'terciado o machete' <strong>en</strong> l<strong>en</strong>guaje de germania? (Juan Hidalgo, Vocabulario<br />

de germania). LEO SPITZER, Esp. "Zángano", pert. Zangáo, <strong>en</strong> RFE, XI,<br />

1924, págs. 183-186 m<strong>en</strong>ciona zanguizarra, <strong>en</strong>tre los deriva<strong>dos</strong> del radical zanga,<br />

con el significado de " 'algazara, tumulto': toque desafinado de viola; qualque<br />

toque ou som estridulo".


414 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />

lar para expresar la misma idea de 'alboroto, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, etc.'.<br />

No creo ni pret<strong>en</strong>do agotar la lista, ni mucho m<strong>en</strong>os, con todo<br />

y lo nutrida que pueda parecer. Insertaré después alguna glosa<br />

a palabras que, a mi ver, merec<strong>en</strong> breve com<strong>en</strong>tario 37 . He<br />

aquí la lista:<br />

Agarrada, alarida, albórbola, alborotami<strong>en</strong>to, alboroto, algarabía,<br />

algarada, algazara, altercado, anarquía, arrancasiega,<br />

arrebatiña, asonada, ataque;<br />

Babel, babilonia, baraja, barahunda (barafunda), barbulla, barullo,<br />

batahola (tabaola), behetría, belén, boda de negros,<br />

bolina, brega, bregadura, broma, bronquina, bulla, bullanga,<br />

bullicio;<br />

Cachetina, camorra, cantaleta, caos, cascarada, cisco, combate,<br />

compet<strong>en</strong>cia, confusión, conmoción, contraste, convulsión,<br />

cuchillada, cuestión, culebra;<br />

Chacota, chamusquina, chipén, chirinola, choque;<br />

Danza, debate, desarreglo, desate, desbarajuste (desbarahuste),<br />

desconcierto, desgobierno, desord<strong>en</strong>, día del juicio, discusión,<br />

dis<strong>en</strong>sión, disgusto, disputa, disturbio;<br />

Embrollo, <strong>en</strong>redo, escándalo, escaramuza, escarapela, estru<strong>en</strong>do;<br />

Fandango, folla, follón, fullona;<br />

Galimatías, gallinero, garbullo, gazapera, gazapina, gazuza, ginebra,<br />

greguería, gresca, grillera (olla de grillos), grita,<br />

gritería, guerra, guirigay;<br />

Herrería;<br />

Infierno, inversión;<br />

Jabardillo, jaleo, jarana, jolgorio (holgorio), jollín (hollín);<br />

Lance, lelilí (lilaila, lililí), lid, lío, liorna, litigio, liza, lucha;<br />

Mare magnum, marimor<strong>en</strong>a, meri<strong>en</strong>da de negros, monote,<br />

motín;<br />

Paloteado, parranda, pelamesa, pelazga, pelea, peleona, pelotera,<br />

pelotero, p<strong>en</strong>chicarda, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>zuela, pesadumbre,<br />

petera, prisa;<br />

Querella, quimera, quintín (san);<br />

Rebate, rebato, rebujina (rebujiña), rebullicio, redopelo, remo-<br />

37 Subrayo los <strong>vocablos</strong> que luego serán glosa<strong>dos</strong>.


BICC, VI, 1950 LA IDEA DE "ALBOROTO*' EN CASTELLANO 415<br />

lino, r<strong>en</strong>cilla, repelo, repique, repunta, revoltijo (revoltillo),<br />

revolución, revuelo, revuelta, reyerta, rifa, rifirrafe, rija, riña,<br />

rompimi<strong>en</strong>to, ruido;<br />

Samotana, sanfrancia, sarracina, sedición, suiza;<br />

Tambarimba, tararira, tasquera, tope, torre de Babel, trapa<br />

(trapa, trapa) trapatiesta, trapisonda, trastorno, tremolina,<br />

trifulca, tropel, tropelía, tropiezo, trulla, tumulto, turbación,<br />

turbul<strong>en</strong>cia;<br />

Vocerío, vocería;<br />

Zacapela (zacapella), zafarrancho, zalagarda, zambra, zarabanda,<br />

zaragata, zipizape, zuriza, zurra, zurribanda, zurriburri.<br />

Veamos algunos términos de interés particular.<br />

a) BULLA.—En el Diccionario de autoridades <strong>en</strong>contramos<br />

registrado el término: "... ruido causado del concurso de mucha<br />

g<strong>en</strong>te <strong>en</strong> alguna acción o solemnidad. Vi<strong>en</strong>e del verbo bullir.<br />

Latín. Murmur". Y cita <strong>dos</strong> textos de la Vida y hechos de Estebanillo<br />

González y de Quevedo. Añade: "Bulla significa también<br />

la confusión causada del mismo ruido del concurso de<br />

g<strong>en</strong>te, y se dice también de un discurso, u de una conti<strong>en</strong>da".<br />

"Meterlo a bulla. Es lo propio que alborotar, y dar voces para<br />

causar confusión". Figura asimismo <strong>en</strong> los Diccionarios académicos<br />

posteriores. Es <strong>sobre</strong>manera curiosa la exist<strong>en</strong>cia del término<br />

bullaque, con la significación de "confusión <strong>en</strong> el l<strong>en</strong>guaje"<br />

38 , lo que le acerca a otros significa<strong>dos</strong> de este grupo de<br />

<strong>vocablos</strong>.<br />

Malaret y Santamaría, por exceso de celo, han dado <strong>en</strong>trada<br />

<strong>en</strong> sus diccionarios al término bulla, que no ti<strong>en</strong>e ninguna acepción<br />

particular <strong>en</strong> América. Es distinto el caso de bullaranga.<br />

b) CHIRINOLA.—He aquí un término cuyo significado no ha<br />

sido bi<strong>en</strong> dilucidado. En el Diccionario de autoridades se m<strong>en</strong>ciona<br />

el juego de la chirinola, y <strong>en</strong> los Diccionarios académicos<br />

se le da el s<strong>en</strong>tido de "estar de fiesta o de bu<strong>en</strong> humor". En el<br />

Vocabulario de germanía publicado por Jsan Hidalgo <strong>en</strong> Romances<br />

de germanía (Madrid, 1779), figura cherinola con el<br />

38 Cayetano Roscll <strong>en</strong> la edición de Loas y jácaras de QUIÑONES DE BENAVENTE<br />

(Madrid, Libros de antaño, t. I, 1872, pág. 450) com<strong>en</strong>ta la frase "zur<strong>dos</strong> castcllanicos<br />

de bullaque", <strong>en</strong> esta forma: "Como si dijera, que habláis <strong>castellano</strong> al revés,<br />

<strong>en</strong> <strong>en</strong>igma y con mucho ruido, como lo prueban los ejemplos que después se citan".


416 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />

I<br />

significado de "junta de ladrones, o rufianes", y cherinol, "el<br />

que es principal <strong>en</strong> la rufianesca, o ladronesca". Sin embargo,<br />

un pasaje de Cervantes <strong>en</strong> El coloquio de los perros: "... y que<br />

saque a plaza toda la cherinola desta historia", ha t<strong>en</strong>ido que<br />

explicarse forzadam<strong>en</strong>te a base de los significa<strong>dos</strong> admiti<strong>dos</strong>.<br />

Agustín de Amezúa (ed. de Madrid, 1912, pág. 525) escribe:<br />

"Dos explicaciones pued<strong>en</strong> darse a esta frase, que correspond<strong>en</strong><br />

a los <strong>dos</strong> s<strong>en</strong>ti<strong>dos</strong> que ti<strong>en</strong>e la voz chirinola, no incluido, sin<br />

embargo, ninguno de los <strong>dos</strong> <strong>en</strong> nuestro Diccionario. Uno, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do<br />

chirinola, por <strong>en</strong>redo, trama, embuste, m<strong>en</strong>tira, maraña,<br />

<strong>en</strong> cuyo caso, sustituy<strong>en</strong>do aquella voz por cualquiera<br />

de estos términos, queda el pasaje aclarado; o traduci<strong>en</strong>do chirinola<br />

por junta de rufianes y ladrones, como quiere el vocabulario<br />

germanesco de Juan Hidalgo, digo, de Cristóbal de Chaves;<br />

y <strong>en</strong>tonces la frase equivaldría a 'saque a plaza toda esta<br />

reunión y cofradía de ladrones, bellacos, embusteros y falsos'<br />

cual lo eran el capítulo y hermandad del alguacil con el escribano<br />

y la Colindres. El lector escogerá de ambas acepciones la<br />

que más le guste, pues ambas son lógicas". Rodríguez Marín<br />

se decide por la segunda acepción (ed. de Clásicos Castellanos.<br />

Madrid, 1917, pág. 265). No obstante creo que la verdadera interpretación<br />

la da Rufino José Cuervo, de acuerdo con el significado<br />

que chirinola ti<strong>en</strong>e habitualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> América. Dice:<br />

''Chirinola ha t<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> <strong>castellano</strong> s<strong>en</strong>tido un poco vago; nosotros<br />

lo tomamos por pelotera, gazapera, significación derivada<br />

acaso de la de <strong>en</strong>redo, embrollo, que ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> este lugar de<br />

Cervantes: 'Call<strong>en</strong> la boca, y vayanse con Dios; si no, por mi<br />

santiguada, que arroje el bodegón por la v<strong>en</strong>tana y saque a plaza<br />

toda la chirinola desta historia' {Coloquio de los perros). Más<br />

se acerca a nuestro uso <strong>en</strong> estos pasajes de Bernal Díaz del Castillo:<br />

'Había <strong>en</strong>tre nosotros ban<strong>dos</strong> y medio chirinolas <strong>sobre</strong><br />

qui<strong>en</strong> sería capitán' (Biblioteca Ribad<strong>en</strong>eira, XXVI); 'Estaban<br />

tan <strong>en</strong>oja<strong>dos</strong> y rabiosos que com<strong>en</strong>zaron a armar ban<strong>dos</strong> y chirinolas,<br />

y aun palabras muy mal dichas contra Cortés' (ib.);<br />

'Quedamos con Cortés to<strong>dos</strong> los de su bando, por temor no<br />

hubiese más ruido ni chirinola y se levantase contra él'" (ib.) S9 .<br />

Apuntaciones criticas <strong>sobre</strong> el l<strong>en</strong>guaje bogotano, § 937, nota.


BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO*' EN CASTELLANO 417<br />

La equival<strong>en</strong>cia de chirinola con 'pelotera, gazapera', explica<br />

la confusión <strong>en</strong> que se ti<strong>en</strong>e a dicho vocablo.<br />

c) FANDANGO.—En el Diccionario de autoridades hallamos<br />

explicado este término: "Baile introducido por los que han<br />

estado <strong>en</strong> los Reinos de las Indias, que se hace al son de un tañido<br />

muy alegre y festivo. Latín. Tripudium fesc<strong>en</strong>ninum. Por<br />

ampliación se toma por cualquiera función de banquete, festejo<br />

u holgura a que concurr<strong>en</strong> muchas personas. Latín. Festiva<br />

oblectatio. Jucunditas". El término fandanguero lo define así:<br />

"El que es aficionado a bailar el fandango, u a asistir a convites<br />

o festejos". En el Diccionario de la Academia de 1822, <strong>en</strong>contramos<br />

considerablem<strong>en</strong>te <strong>en</strong>m<strong>en</strong>dado el artículo del léxico oficial.<br />

Dice: "Fandango. Cierto baile alegre muy antiguo y común<br />

<strong>en</strong> España. Llámase también así al tañido o son con que se<br />

baila. Metafóricam<strong>en</strong>te: Baile de botón o cascabel gordo". En<br />

el Diccionario de 1869 desaparece la explicación del s<strong>en</strong>tido metafórico,<br />

seguram<strong>en</strong>te por no t<strong>en</strong>er ya uso la d<strong>en</strong>ominación específica<br />

de tal tipo de bailes. En el de 1884 se <strong>en</strong>saya, con interrogante,<br />

la etimología del vocablo: "Del latín fidicindre,<br />

tocar la lira?". Los diccionarios posteriores abandonan tal int<strong>en</strong>to<br />

etimológico y dic<strong>en</strong> solam<strong>en</strong>te: "Antiguo baile español,<br />

muy común <strong>en</strong>tre andaluces, cantado con acompañami<strong>en</strong>to de<br />

guitarras, castañuelas y hasta de platillos y violín, a tres tiempos<br />

y con movimi<strong>en</strong>to vivo y apasionado. // 2. Tañido y coplas con<br />

que se acompaña. // 3. Figurado y familiar. Bullicio, trapatiesta".<br />

Este doble significado de baile y alboroto, aparece <strong>en</strong> los<br />

vocabularios americanos con regular constancia. Calcaño (El<br />

<strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela) indica la acepción — como aragonesismo<br />

(?) — de 'desord<strong>en</strong>, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, confusión'. Malaret<br />

(Diccionario de americanismos) escribe: "Arg<strong>en</strong>tina y México.<br />

Baile, <strong>sobre</strong> todo el de la g<strong>en</strong>te pobre. (Así se llamó <strong>en</strong> España<br />

una antigua danza introducida de Indias, según el Diccionario<br />

de autoridades). // 2. Arg<strong>en</strong>tina, Chile, Guatemala, México,<br />

Puerto Rico y V<strong>en</strong>ezuela. Lío, desord<strong>en</strong>. Por supuesto, hubo<br />

fandango. (Igual <strong>en</strong> Andalucía y Aragón)". Y añade: "Fandanguillo.<br />

El propio baile llamado fandango, <strong>en</strong> ritmo de 3<br />

por 8, usadísimo <strong>en</strong> Asturias (Tiscornia). // Puerto Rico. Baile


418 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />

de garabato, que es una deg<strong>en</strong>eración de las seguidillas y del<br />

fandango español". Santamaría {Diccionario de americanismos)<br />

define: "En s<strong>en</strong>tido familiar, pero algo despectivo {fandango)<br />

es reunión, fiesta, celebración con alboroto y bullicio, o<br />

de carácter desord<strong>en</strong>ado". En cuanto a fandanguillo transcribe<br />

a Malaret. En España es g<strong>en</strong>eral el uso de fandango <strong>en</strong> la<br />

doble acepción de alboroto y de baile, aunque este segundo concepto<br />

aparezca muy impreciso por no referirse a un tipo de<br />

baile determinado. En las propias monografías <strong>sobre</strong> bailes y<br />

danzas <strong>en</strong> España, el vocablo fandango, ext<strong>en</strong>dido por todo el<br />

país, ti<strong>en</strong>e realm<strong>en</strong>te muy poca concreción. José María Gutiérrez<br />

de Alba <strong>en</strong> su artículo Un baile de candil (<strong>en</strong> el libro El<br />

pueblo andaluz, Madrid, s. f.) escribe: "Allí suel<strong>en</strong> alternar<br />

con la polka íntima el cancán des<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ado, las seguidillas incitadoras<br />

y el fandango agitanado" (pág. 24); <strong>en</strong> El vito (id.,<br />

págs. 76 y sigs.) habla de nuevo de bailes — el de San Vito es<br />

uno de ellos — y m<strong>en</strong>ciona "el fandango <strong>en</strong> Andalucía", "el<br />

hechicero fandango". Eduardo Martínez Torner <strong>en</strong> Cancionero<br />

musical de la lírica popular asturiana (Madrid, 1920, pág. 218)<br />

com<strong>en</strong>ta un baile de gaita, transcrito <strong>en</strong> Oviedo: "A este y a<br />

to<strong>dos</strong> los bailes de gaita que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una medida y una distribución<br />

rítmicas análogas, se les designa con el nombre de fandango.<br />

Es tal vez el baile más usado <strong>en</strong> Asturias, y su ejecución<br />

varía muy poco <strong>en</strong> los distintos pueblos de la provincia, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do<br />

solam<strong>en</strong>te de la agilidad que el bailador t<strong>en</strong>ga para<br />

hacer con los pies figuras complicadas". Lo mismo testifica<br />

Aurelio de Llano Roza de Ampudia <strong>en</strong> Del folklore asturiano:<br />

Mitos, supersticiones y costumbres (Madrid, 1922), qui<strong>en</strong> nos<br />

habla de que el fandango es baile exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las romerías asturianas.<br />

Podríamos multiplicar las citas, pero es sufici<strong>en</strong>te con<br />

las aducidas para que quede clara la doble significación de baile<br />

y alboroto para el término fandango.<br />

d) GALIMATÍAS.—Término definido <strong>en</strong> el Diccionario como<br />

"l<strong>en</strong>guaje oscuro por la impropiedad de la frase o por la confusión<br />

de las ideas", evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te empar<strong>en</strong>tado con otros <strong>vocablos</strong><br />

que señalaré a continuación 40 , pero no ti<strong>en</strong>e galimatías<br />

40 Calima significó la presa que hacían los corsarios argelinos, y también un


BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO" EN CASTELLANO 419<br />

el pl<strong>en</strong>o s<strong>en</strong>tido de 'alboroto, desord<strong>en</strong>, etc.', que los demás <strong>vocablos</strong><br />

han adquirido. Algarabía, que era primitivam<strong>en</strong>te "el<br />

arábigo que hablaban los cristianos", y que significa hoy "gritería<br />

confusa de varias personas que hablan a un tiempo" 41 .<br />

Barbulla, "ruido, voces y gritería de los que hablan a un tiempo<br />

confusa y atropelladam<strong>en</strong>te" 4 \ Garbullo, "inquietud y confusión<br />

de muchas personas revueltas unas con otras. Dícese especialm<strong>en</strong>te<br />

de los muchachos cuando andan a la rebatiña". Cejador<br />

interpreta el vocablo como tropel de g<strong>en</strong>te, derivándolo<br />

de garba, "conjunto de muchos manojos de mies, .<strong>en</strong> Aragón<br />

..." 43 . Otra voz con equival<strong>en</strong>te evolución es cantaleta,<br />

"ruido y confusión de voces e instrum<strong>en</strong>tos con que se burlaban<br />

de alguna persona". To<strong>dos</strong> estos términos han alcanzado la<br />

doble acepción de 'alboroto, desord<strong>en</strong>, etc.'. No ha sucedido así<br />

al vocablo monserga que significa simplem<strong>en</strong>te "l<strong>en</strong>guaje confuso<br />

y embrollado".<br />

e) GUIRIGAY.—Respecto al grupo de palabras anteriores ésta<br />

ofrece distinta evolución. Bonilla y San Martín anota <strong>en</strong> la edición<br />

del Diablo cojuelo (Madrid, 1910, pág. 182) que "hoy<br />

llamamos guirigay al l<strong>en</strong>guaje oscuro y de dificultosa intelig<strong>en</strong>cia",<br />

concordando con lo que dice el Diccionario académico:<br />

"Gritería y confusión que resulta cuando varios hablan a la vez<br />

o cantan desord<strong>en</strong>adam<strong>en</strong>te". Pues bi<strong>en</strong>; este vocablo (o guiriguirigay)<br />

designó un famoso baile popular <strong>en</strong> España, del que<br />

exist<strong>en</strong> abundantes testimonios. Lo estudia con gran erudición<br />

hurto de poca monta y consideración. Cervantes escribe <strong>en</strong> La española inglesa:<br />

"galima, que con este nombre llaman ellos [los turcosl a los despojos que de los<br />

cristianos toman . ..".<br />

41 Se usó también <strong>en</strong> <strong>castellano</strong> algarabía de all<strong>en</strong>de (o de ali<strong>en</strong>de) de la que<br />

dice Amcrico Castro (Nota a Tirso de Molina, El vergonzoso <strong>en</strong> palacio, pág. 122,<br />

ed. 1910): "se llamaba a la l<strong>en</strong>gua árabe, o más bi<strong>en</strong> a la jerga de los moriscos;<br />

por all<strong>en</strong>de se <strong>en</strong>t<strong>en</strong>día la tierra del otro lado del mar, <strong>en</strong> especial la que estaba al<br />

otro lado del Estrecho dé Gibraltar". De esa d<strong>en</strong>ominación se formó el refrán "algarabía<br />

de all<strong>en</strong>de, que el que la habla no la <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de", anotado por Schevil y Bonilla<br />

<strong>en</strong> la edición de las Comedias y <strong>en</strong>tremeses de Cervantes (vol. IV, Madrid,<br />

1918, pág. 227).<br />

42 Con infinitivo barbullar y barbullir (cf. nota de Américo Castro a la ed. de<br />

Tirso de Molina, El vergonzoso <strong>en</strong> palacio, Madrid, 1910, pág. 39; y Cejador, ed.<br />

Sueños de Quevedo, II, Madrid, 1917, pág. 122).<br />

43 Edición de los Sueños de Quevedo, vol. II. Madrid, 1917, pág. 277.


420 PEDRO GRASES BICC, VI, 1950<br />

Emilio Cotarelo y Mori erí la Introducción a la Colección de<br />

<strong>en</strong>tremeses (Madrid, 1911, vol. I) con numerosas citas de textos<br />

de Quevedo, Lope de Vega, Vélez de Guevara, Moreto, Castillo<br />

Solórzano. También lo anota Bonilla <strong>en</strong> la edición más arriba<br />

referida.<br />

f) JALEO.—Es particularm<strong>en</strong>te curioso el trato que dan a<br />

este término los Diccionarios de la Academia. Lo ignora el<br />

Diccionario de autoridades. En el de 1869 <strong>en</strong>contramos definido<br />

jalear: "llamar a los perros a voces para cargar o seguir la<br />

caza. // Animar con palmadas, ademanes y expresiones a los<br />

que bailan"; y la voz jaleo, "la acción y efecto de jalear. // Diversión<br />

bulliciosa de g<strong>en</strong>te ordinaria". En el Diccionario de<br />

1884 se repite el artículo jalear, pero a la voz jaleo le da la sigui<strong>en</strong>te<br />

parte: "(Del griego a\a\r¡, grito de guerra, grito de<br />

alegría). Acción y efecto de jalear. // Cierto baile popular andaluz.<br />

// Familiar. [Como jarana]. Diversión bulliciosa de<br />

g<strong>en</strong>te ordinaria. // Familiar. P<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, alboroto, tumulto". Es<br />

decir, aparece aquí ya con la acepción de baile, que va a conservar<br />

hasta el Diccionario de 1936. En éste solam<strong>en</strong>te le añade<br />

otra acepción "tonada y coplas de este baile". Juan Valera<br />

— para citar un testimonio literario — escribe <strong>en</strong> Pepita<br />

Jiménez: "...a solazar a la casa de campo, armando con los<br />

rústicos trabajadores un jaleo probé, de fandango, lindas coplas,<br />

repiqueteo de castañuelas, brincos y mudanzas"; "...el lejano<br />

y confuso rumor del jaleo de la casa de campo. .•.". Es evid<strong>en</strong>te,<br />

pues, para jaleo la doble significación de baile popular y alboroto,<br />

como <strong>en</strong> el caso del americanismo mitote. Sería fácil multiplicar<br />

los ejemplos 44 .<br />

g) PARRANDA.—En el Diccionario se define como "holgorio,<br />

fiesta, jarana". En América ti<strong>en</strong>e más pl<strong>en</strong>o s<strong>en</strong>tido de 'alboro-<br />

** Hemos <strong>en</strong>contrado antes el vocablo boxiganga [bojiganga] > mojiganga, <strong>en</strong><br />

el texto de Rojas Villandrando, con la significación de compañía de cómicos. Pasó<br />

a expresar, luego, la misma pieza repres<strong>en</strong>tada, próxima a la idea de jácara, baile,<br />

<strong>en</strong>tremés. En Quevedo y Cervantes se empica <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de mascarada grotesca.<br />

Dice Quevedo: "Las fiestas y los saraos / nos los trueca <strong>en</strong> mojigangas". En 1637<br />

se usa <strong>en</strong> esta frase: "celebrar fiestas y holgamos mojigangam<strong>en</strong>te" (cf. Introducción<br />

de Emilio Cotarelo y Mori a la Colección de <strong>en</strong>tremeses. Madrid, 1911, t. I,<br />

págs. ccxci y sigs.). Hoy <strong>en</strong> España el significado de mojiganga está cerca de la<br />

idea de 'alboroto bullicioso", como <strong>en</strong> el catalán moixiganga.


BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 42!<br />

to', como testimonia Picón-Febres (Libro raro): "paseo de<br />

mucha g<strong>en</strong>te por las calles, con música, vocerío y cohetes. También<br />

se usa <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de chacota, rochela, guachafita, bacanal,<br />

orgía, zahora, jolgorio y maturranga"; asimismo Lisandro<br />

Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como acepción<br />

especial) "fiesta rui<strong>dos</strong>a, bacanal". Pues bi<strong>en</strong>; según Alberto<br />

Sevilla, Cancionero popular murciano (Madrid, [?]<br />

1912), parranda fue <strong>en</strong> Murcia la d<strong>en</strong>ominación de un baile<br />

popular, señalado como antiguo y <strong>en</strong> desuso.<br />

h) PELAZGA.—El más curioso de los <strong>vocablos</strong> que significan<br />

'p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña, disputa', derivado de pelar, pela, es pelazga<br />

o pelaza. T<strong>en</strong>emos abundantes testimonios <strong>en</strong> Quevedo, Vélez<br />

de Guevara, Mateo Alemán, Cervantes y <strong>en</strong> piezas teatrales del<br />

siglo xvi. Véanse algunas notas: Clem<strong>en</strong>cín (Quijote, vol. II,<br />

pág. 37) escribe: "Pelaza, por quimera o riña. Luis Vélez de<br />

Guevara, <strong>en</strong> su Diablo cojuelo, da este nombre de pelaza a la<br />

quimera que <strong>en</strong> una v<strong>en</strong>ta de Sierra Mor<strong>en</strong>a hubo con una compañía<br />

de repres<strong>en</strong>tantes y un alguacil que los conducía a la<br />

corte. Puede traer su orig<strong>en</strong> de pelar, como lo trae pelamesa qu<br />

significa riña <strong>en</strong> que los combati<strong>en</strong>tes se mesan y arrancan el<br />

pelo: dícese con particularidad de la riña <strong>en</strong> que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong><br />

mujeres". Julio Cejador anota un texto de Quevedo (Sueños.<br />

Madrid, 1917, II, pág. 251): "Pelaza o pelazga significa p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />

riña o disputa. Empelazgar una controversia es frase inv<strong>en</strong>tada<br />

por el escritor para <strong>en</strong>carecer la vehem<strong>en</strong>cia del altercado".<br />

i) PELOTERA.—En el Diccionario de autoridades se define:<br />

"Pelotero. Vale también riña, conti<strong>en</strong>da o revuelta. Particularm<strong>en</strong>te<br />

se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de <strong>en</strong>tre mujeres. Dícese también Pelotera".<br />

Cita textos de Quevedo. Los Diccionarios académicos sucesivos<br />

corrig<strong>en</strong> la redacción pero manti<strong>en</strong><strong>en</strong> la misma interpretación<br />

hasta el de 1936. Los léxicos americanistas incluy<strong>en</strong> esta voz,<br />

aunque es muy débil el matiz difer<strong>en</strong>cial del significado que<br />

ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> la P<strong>en</strong>ínsula. Así, Picón-Febres (Libro raro) la define<br />

como "pleito rui<strong>dos</strong>o <strong>en</strong>tre varias personas". Y <strong>en</strong> tal s<strong>en</strong>tido<br />

es vivo el término <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela. Santamaría (Diccionario de<br />

americanismos), como "riña escandalosa <strong>en</strong>tre varias personas;<br />

rebujina; <strong>en</strong> Méjico más comúnm<strong>en</strong>te, bola o bolón, o jicotera;


422 PEDRO GRASES BlCC, VI, I95O<br />

zipizape, zafacoca, trifulca, etc. // En Méjico, además, tumulto,<br />

aglomeración de g<strong>en</strong>tes".<br />

j) REYERTA.—El significado de 'conti<strong>en</strong>da, altercación o<br />

cuestión' es explicado por Vic<strong>en</strong>te García de Diego {Contribución<br />

al diccionario hispánico etimológico. Madrid, 1923, § 487):<br />

"refcrtus, 'll<strong>en</strong>o'. Meyer-Lübke, Wb., 7152, parte de refería<br />

'pelea'; pero esta significación está arbitrariam<strong>en</strong>te puesta, pues<br />

<strong>en</strong> ningún testimonio se funda. La significación latina es la de<br />

'll<strong>en</strong>o, completo', hablando de hombres, de donde nacería inmediatam<strong>en</strong>te<br />

la de 'multitud, reunión'"; "...el s<strong>en</strong>tido fundam<strong>en</strong>tal<br />

fue el de 'acudir, concurrir', con una evolución semántica<br />

comparable a la que descubrimos d<strong>en</strong>tro del latín <strong>en</strong><br />

el verbo cont<strong>en</strong>dere, que pasó de la idea de 'acudir' a la de<br />

'luchar'.".<br />

k) ZAFARRANCHO.—El Diccionario de la Academia de 1822<br />

inserta esta voz como término náutico, con el significado de "la<br />

acción de desembarazar !a embarcación, deshaci<strong>en</strong>do los ranchos<br />

y dejando libres las baterías". Hasta la edición de 1884<br />

no aparece con el nuevo significado que es el más corri<strong>en</strong>te hoy:<br />

"Riza, destrozo. // Riña, chamusquina".<br />

I) ZALAGARDA.—Desde el Diccionario de autoridades consta<br />

<strong>en</strong> el léxico oficial la sigui<strong>en</strong>te definición: "(Voz derivada del<br />

árabe significando emboscada). Se toma también por el alboroto<br />

rep<strong>en</strong>tino de g<strong>en</strong>te ruin, para espantar los que están descuida<strong>dos</strong>.<br />

Es voz del reino de Toledo". Cita textos de Quevedo, y<br />

añade: "Significa también la p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, regularm<strong>en</strong>te fingida,<br />

de palos, o cuchilladas, <strong>en</strong> que hay mucha bulla, voces, y estru<strong>en</strong>do".<br />

Ya he señalado otras voces de orig<strong>en</strong> militar que han<br />

pasado a significar la idea de alboroto.<br />

II) ZAMBRA.—Esta voz originada del árabe zamra 'flauta',<br />

ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> <strong>castellano</strong> la doble significación tan característica de<br />

'fiesta que usaban los moriscos, con bulla, regocijo y baile', y<br />

'algazara, bulla y ruido de muchos'. Y también significa estrictam<strong>en</strong>te<br />

una danza 4: \<br />

4r> El termino zapateado es de actual uso <strong>en</strong> el dob'.e s<strong>en</strong>tido de baile y alboroto,<br />

aunque esta segunda acepción no la registr<strong>en</strong> los léxicos oficiales.


BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 423<br />

m) ZARABANDA.—La famosa, y tan traída y llevada, zarabanda,<br />

que tanto hizo escribir a los polemistas del teatro español,<br />

está ya definida y explicada <strong>en</strong> el Diccionario de autoridades<br />

como "tañido, y danza viva y alegre, que se hace con repeti<strong>dos</strong><br />

movimi<strong>en</strong>tos del cuerpo poco modestos". "Por ext<strong>en</strong>sión<br />

se llama cualquier cosa, que cause ruido, bulla, o molestia repetida".<br />

Hay abundantísimos testimonios de esta doble significación.<br />

n) ZIPIZAPE.—Consta <strong>en</strong> el Diccionario de autoridades como<br />

"riña rui<strong>dos</strong>a, o con golpes. Es voz del estilo familiar, y tomada<br />

del modo de ahuy<strong>en</strong>tar, o espantar los gatos" 41 '. También es<br />

abundante su empleo <strong>en</strong> los textos clásicos.<br />

ñ) ZURRIBANDA.—A la significación de 'p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia o riña<br />

rui<strong>dos</strong>a <strong>en</strong> que hay golpes' ha añadido la de 'danza 1 , como testimonia<br />

Julio Puyol y Alonso al anotar La picara Justina (ed.<br />

de Madrid, 1912, I, pág. 165): "Es la zurra o castigo repetido,<br />

u con muchos golpes, o la p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia o riña rui<strong>dos</strong>a <strong>en</strong>tre varios<br />

<strong>en</strong> que hay golpes o se hac<strong>en</strong> daño (Academia). Como ejemplo<br />

cita el texto que queda transcrito | 'quando parava el carro, lo<br />

primero que hazían era baxarse y danzar un poco de curribanda<br />

con corcobos'], pero <strong>en</strong> nuestra opinión no convi<strong>en</strong>e <strong>en</strong> modo<br />

alguno al significado que el Diccionario da de la palabra. La<br />

frase curribanda con corcobos parece indicar que se trata de<br />

un baile determinado". Concuerda con esta interpretación,<br />

Ángel Valbu<strong>en</strong>a Prat (cf. La novela picaresca española, ed.<br />

Aguilar. Madrid, 1943). Otro caso más de la repetida dualidad:<br />

'baile' y 'alboroto'.<br />

CONSIDERACIONES CONCLUSIVAS<br />

Volvi<strong>en</strong>do a nuestros términos, bululú y mitote, de los cuales<br />

hemos partido, me interesa subrayar el carácter de la trayectoria<br />

semántica de ambos <strong>vocablos</strong>. Al caer <strong>en</strong> desuso las instituciones<br />

repres<strong>en</strong>tadas por ellos, al desaparecer, <strong>en</strong> bululú, la<br />

compañía dramática de un solo actor, aunque <strong>en</strong> pret<strong>en</strong>dido<br />

^ Antes ha explicado el Diccionario que el mudo más común de asustar a los<br />

gatos es el grito de zape. Sería un caso semejante al de jaleo.


424 PEDRO GRASES BICC, VI, 1950<br />

diálogo; o, <strong>en</strong> mitote, la fiesta danzada indíg<strong>en</strong>a; se ha preservado<br />

únicam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el significado de dichas palabras la acepción<br />

secundaria y accid<strong>en</strong>tal: la de reunión tumultuosa de espectadores<br />

o danzantes con ánimo festivo y regocijado que se<br />

congregan para celebrar algo con alborozo y ruido. Es decir,<br />

el <strong>castellano</strong> de América ha recogido del vocabulario p<strong>en</strong>insular<br />

un término de teatro, importado o llevado por los españoles al<br />

contin<strong>en</strong>te americano, bululú, y perdura hoy <strong>en</strong> el habla usual<br />

de una república hispanoamericana, V<strong>en</strong>ezuela, y posiblem<strong>en</strong>te,<br />

<strong>en</strong> Puerto Rico. Al mismo tiempo, el <strong>castellano</strong> de América ha<br />

recibido un vocablo de tradición indíg<strong>en</strong>a, que expresaba primitivam<strong>en</strong>te<br />

una danza <strong>en</strong> México, mitote, y lo ha incorporado<br />

al vocabulario hispánico. Ambos han convergido a la significación<br />

del hecho sociológico: 'reunión alborotada', frecu<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />

los pueblos de habla castellana. Ello acontece al perderse el valor<br />

originario de sus respectivas significaciones. Ni bululú, ni mitote<br />

podían continuar <strong>en</strong> su valor primitivo, porque el cont<strong>en</strong>ido<br />

expresivo había desaparecido <strong>en</strong> las nuevas sociedades de<br />

habla hispánica y al <strong>sobre</strong>vivir <strong>en</strong> el uso las palabras a las cosas<br />

primeram<strong>en</strong>te repres<strong>en</strong>tadas, se ll<strong>en</strong>an tales términos de una<br />

significación solam<strong>en</strong>te accesoria <strong>en</strong> sus primeros empleos.<br />

Esta evolución, aunque por difer<strong>en</strong>tes vías, no es extraña<br />

al <strong>castellano</strong> g<strong>en</strong>eral.<br />

# # #<br />

Hemos visto que no es precisam<strong>en</strong>te escaso <strong>en</strong> la P<strong>en</strong>ínsula<br />

el número de <strong>vocablos</strong> que expresan la idea de 'alboroto, desord<strong>en</strong>,<br />

p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, etc.'. Dichas palabras, de uso corri<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />

España, han t<strong>en</strong>ido difer<strong>en</strong>tes proced<strong>en</strong>cias o significa<strong>dos</strong> originarios<br />

antes de adquirir la significación de la idea de 'alboroto',<br />

etc. En algunos casos tal significación se manti<strong>en</strong>e al lado<br />

de la <strong>sobre</strong>v<strong>en</strong>ida; <strong>en</strong> otros, es preciso reconstruir la evolución<br />

semántica, por la etimología, o por el exam<strong>en</strong> de significa<strong>dos</strong>,<br />

hoy <strong>en</strong> total desuso 47 . En algunas palabras, evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, la<br />

47 Señalo algunas de las ideas primitivas de dichos <strong>vocablos</strong>: a) Confusión <strong>en</strong><br />

el l<strong>en</strong>guaje y alegría rui<strong>dos</strong>a: alboroto, algarabía, babel, babilonia, barbulla, chacota,<br />

gritería, ruido, vocerío, etc.; b) términos militares: algarada, algazara, escaramuza,


BICC, VI, 1950 LA IDEA DE "ALBOROTO*' EN CASTELLANO 425<br />

significación de alboroto ha sido añadida a través de otras<br />

acepciones intermedias. No interesa ahora aclarar estos puntos.<br />

Deseo solam<strong>en</strong>te dejar constancia de la ost<strong>en</strong>sible riqueza <strong>en</strong><br />

<strong>castellano</strong> de tales términos y de cómo, <strong>en</strong> muchas ocasiones, los<br />

<strong>vocablos</strong> que expresaban ideas que traían aparejada cierta<br />

confusión o s<strong>en</strong>tido de agrupación tumultuosa, han ido reduci<strong>en</strong>do<br />

el significado a la idea de 'alboroto, desord<strong>en</strong>, etc.'.<br />

P,or su número ti<strong>en</strong>e especial importancia <strong>en</strong> <strong>castellano</strong> el grupo<br />

de voces con este significado 4S .<br />

El idioma <strong>castellano</strong> al trasladarse a América lleva este caudal<br />

de voces, o lo va creando mi<strong>en</strong>tras es l<strong>en</strong>guaje de uso común<br />

<strong>en</strong> ambos hemisferios. En suelo americano se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />

con nuevas condiciones sociales que favorec<strong>en</strong> la creación de<br />

palabras con la misma significación, con los aportes de nuevos<br />

elem<strong>en</strong>tos étnicos y léxicos: el indio y el negro. En la vida<br />

desarrollada <strong>en</strong> América, al ser adoptado el <strong>castellano</strong> como<br />

l<strong>en</strong>gua de uso g<strong>en</strong>eral, habrán de producirse ciertos hechos<br />

de adaptación del vocabulario, que estarán condiciona<strong>dos</strong> por<br />

la asimilación de las instituciones <strong>en</strong> las nuevas sociedades. Además,<br />

debe t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta lo acaecido <strong>en</strong> dirección contraria:<br />

la repercusión <strong>en</strong> el l<strong>en</strong>guaje p<strong>en</strong>insular de las costumbres que<br />

los españoles hallan y asimilan <strong>en</strong> tierras americanas; es decir,<br />

no hay únicam<strong>en</strong>te el paso del l<strong>en</strong>guaje al Nuevo Mundo, sino,<br />

viceversa, de América hacia España, probablem<strong>en</strong>te de mayor<br />

importancia de la que habitualm<strong>en</strong>te se le concede, puesto que<br />

desde el descubrimi<strong>en</strong>to el contin<strong>en</strong>te americano tuvo necesariam<strong>en</strong>te<br />

considerable reflejo <strong>en</strong> la vida de la población espa-<br />

zalagarda, etc.; c) reunión multitudinaria y rui<strong>dos</strong>a: 36onada, barahunda, barullo,<br />

bullicio, confusión, desbarajuste, desord<strong>en</strong>, folla, fullón, fullona, gazapera, embrollo,<br />

motín, pelotera, rebujina, rebullicio, revolución, reyerta, trapisonda, tumulto, etc.;<br />

d) pelea pública: cachetina, camorra, chamusquina, disputa, escándalo, gresca, litigio,<br />

marimor<strong>en</strong>a, parranda, pelamesa, pelazga, pelea, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña, sarracina, suiza,<br />

trapatiesta, trifulca, etc.; e) fiestas y bailes: holgorio, fandango, guirigay, jaleo,<br />

zambra, zarabanda, etc.; f) cosas desord<strong>en</strong>adas: caos, lío, zafarrancho, etc.<br />

48 El léxico <strong>castellano</strong> llega a sutilezas extraordinarias <strong>en</strong> la expresión de la idea<br />

de 'alboroto'. Por ejemplo, véase la definición del matiz de la palabra marejada,<br />

tal como la dice el Diccionario académico: "Exaltación de los ánimos y señal de<br />

disgusto, murmuración y c<strong>en</strong>sura, manifestada sordam<strong>en</strong>te por varias personas.<br />

Suele preceder al verdadero alboroto". Tal sutileza ti<strong>en</strong>e, todavía, un sinónimo:<br />

mareta.


426 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />

ñola. Por ello me parec<strong>en</strong> los términos bululú y mitote bu<strong>en</strong>os<br />

expon<strong>en</strong>tes de ambas direcciones <strong>en</strong> el léxico <strong>castellano</strong>.<br />

Creo que es posible comprobar tales asertos <strong>en</strong> el grupo de<br />

<strong>vocablos</strong> que estamos examinando. En las rectificaciones sucesivas<br />

de las definiciones del Diccionario de la Academia<br />

ti<strong>en</strong><strong>en</strong>, a mi parecer, mucho peso las nuevas acepciones que<br />

<strong>en</strong> América se dan a las palabras castellanas. Algunas de ellas<br />

son ya vistas como tales, desde los primeros diccionarios <strong>en</strong><br />

que aparec<strong>en</strong> (Cf. zarabanda, bochinche, mitote, zaj'acoca, etc.);<br />

<strong>en</strong> otras, sin reconocerlo o sin advertirlo, se habrá operado el<br />

cambio por influ<strong>en</strong>cia del uso del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> América.<br />

La t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia al aum<strong>en</strong>to de voces castellanas con significación<br />

de 'alboroto, desord<strong>en</strong>, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, etc.' se habrá visto<br />

favorecida <strong>en</strong> suelo americano por las circunstancias sociales<br />

de las colonias españolas y, más tarde, de las repúblicas hispanohablantes;<br />

además, por los nuevos elem<strong>en</strong>tos étnicos; y, si<br />

se quiere, por la lejanía de las fu<strong>en</strong>tes originarias de muchos<br />

términos, aunque esta razón no puede ser totalm<strong>en</strong>te específica,<br />

por cuanto que <strong>en</strong> la propia P<strong>en</strong>ínsula debemos-reconocer<br />

una fuerte prop<strong>en</strong>sión al aum<strong>en</strong>to del vocabulario con la acepción<br />

de 'alboroto', y, por otra parte, los <strong>vocablos</strong> forma<strong>dos</strong> <strong>en</strong><br />

América — ya fues<strong>en</strong> nuevos términos, ya se tratase de acepciones<br />

especiales — habían de recalar <strong>en</strong> España e increm<strong>en</strong>tar<br />

el volum<strong>en</strong> del léxico hispánico.<br />

Las mismas ideas que <strong>en</strong> España crean palabras con la<br />

acepción de 'alboroto' son vivas y actuantes <strong>en</strong> América, con<br />

lo que no hace sino producir un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o paralelo al que<br />

acontece <strong>en</strong> la P<strong>en</strong>ínsula. Pero <strong>en</strong> América se complica un<br />

poco más por el choque de costumbres, razas y medios distintos,<br />

de lo que se deriva una mezcla de instituciones y conceptos<br />

que van poco a poco clarificán<strong>dos</strong>e — asistimos todavía a<br />

este proceso —. De tal estabilización es expon<strong>en</strong>te el l<strong>en</strong>guaje,<br />

<strong>en</strong> particular las designaciones de la idea de 'alboroto, tumulto,<br />

etc.' Algunas d<strong>en</strong>ominaciones designarán conceptos que<br />

han conservado su individualizado carácter primitivo; otras,<br />

las más frecu<strong>en</strong>tes, sirv<strong>en</strong> para expresar instituciones y costumbres<br />

de asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia doble o triple.


B1CC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO' EN CASTELLANO 427<br />

Hay más; el l<strong>en</strong>guaje <strong>en</strong> América no quedó separado del<br />

de la P<strong>en</strong>ínsula <strong>en</strong> ningún tiempo. Hay continuo trato <strong>en</strong>tre<br />

los viajeros de España a Indias, y al revés. Ha de t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong><br />

cu<strong>en</strong>ta este contacto humano para interpretar la relaciones<br />

lingüísticas <strong>en</strong>tre América y España. En nuestro caso, al continuar<br />

la evolución de los <strong>vocablos</strong>, merced a causas similares,<br />

habían de darse casos de interfer<strong>en</strong>cias de significación. Dicho<br />

de otro modo, no puede p<strong>en</strong>sarse <strong>en</strong> que el léxico <strong>castellano</strong><br />

viva y evolucione <strong>en</strong> América indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de la P<strong>en</strong>ínsula,<br />

sino que continuam<strong>en</strong>te habrá t<strong>en</strong>ido fuerte y r<strong>en</strong>ovada<br />

conviv<strong>en</strong>cia con el <strong>castellano</strong> de España. Las transformaciones<br />

del l<strong>en</strong>guaje <strong>en</strong> tierra americana se habrán s<strong>en</strong>tido <strong>en</strong><br />

España; y del mismo modo, <strong>en</strong> dirección opuesta, las singularidades<br />

del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> la P<strong>en</strong>ínsula habrán influido continuam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> América. Si esto acontece de manera tan visible<br />

y poderosa <strong>en</strong> el siglo xix, con mayor razón habrá t<strong>en</strong>ido realidad<br />

este intercambio durante los siglos de unidad política,<br />

con todo y que fueran m<strong>en</strong>os fáciles las comunicaciones <strong>en</strong>tre,<br />

ambos contin<strong>en</strong>tes. Creo que si se observan los hechos lingüísticos<br />

de acuerdo con este principio, se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> ciertos cruces<br />

de términos. Hay r<strong>en</strong>uevos de significación <strong>en</strong> <strong>vocablos</strong> sali<strong>dos</strong><br />

de España <strong>en</strong> época temprana, que vuelv<strong>en</strong> otra vez a América<br />

con posterioridad a su primer establecimi<strong>en</strong>to, así como<br />

muchos <strong>vocablos</strong> de orig<strong>en</strong> americano incorpora<strong>dos</strong> al <strong>castellano</strong><br />

g<strong>en</strong>eral, habrán regresado al contin<strong>en</strong>te americano, después<br />

de haberse ext<strong>en</strong>dido su uso <strong>en</strong> toda la P<strong>en</strong>ínsula. La<br />

vinculación individual de los españoles al medio social americano<br />

es un hecho de profunda influ<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la vida del l<strong>en</strong>guaje.<br />

Las idas y tornaviajes <strong>en</strong>tre ambos contin<strong>en</strong>tes manti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />

esta perduración de los signos lingüísticos que a m<strong>en</strong>udo no<br />

están de acuerdo con la transformación de la idea expresada.<br />

Podríamos, quizás, d<strong>en</strong>ominarlos semi-arcaísmos, pues si bi<strong>en</strong><br />

aparec<strong>en</strong> <strong>en</strong> su uso como anticua<strong>dos</strong>, no obstante son <strong>vocablos</strong><br />

de evolución singular, no totalm<strong>en</strong>te estanca<strong>dos</strong>, gracias a estos<br />

contactos intermit<strong>en</strong>tes. Hay numerosos ejemplos de ello <strong>en</strong><br />

las d<strong>en</strong>ominaciones de bailes populares. En sus designaciones<br />

actúa un factor social no desdeñable, que intervi<strong>en</strong>e asimismo


428 PEDRO GRASES B1CC, VI, 1950<br />

<strong>en</strong> las voces que expresan la idea de 'alboroto, tumulto, etc.'. Es<br />

el sigui<strong>en</strong>te. En la P<strong>en</strong>ínsula exist<strong>en</strong> ciertas capas sociales que<br />

pued<strong>en</strong> desempeñar algún poder moderador y restrictivo <strong>en</strong><br />

cuanto a evitar la g<strong>en</strong>eralización de las expresiones populares<br />

avulgaradas. Es muy relativo, pero existe. En cambio, <strong>en</strong> América<br />

la propia contextura social y el alejami<strong>en</strong>to de los grandes<br />

c<strong>en</strong>tros urbanos de la P<strong>en</strong>ínsula no pued<strong>en</strong> evitar que el l<strong>en</strong>guaje<br />

se popularice de manera más amplia y decidida que <strong>en</strong><br />

España. Ello contribuye poderosam<strong>en</strong>te a la creación y divulgación<br />

de formas expresivas que se propagan rápidam<strong>en</strong>te con<br />

cierto dislocami<strong>en</strong>to de acepciones, formas que, por otra parte,<br />

son aceptadas <strong>en</strong> España con singular complac<strong>en</strong>cia, por la<br />

similitud de condiciones sociales.<br />

* # #<br />

Ciñéndohos a las voces que estudiamos, creo oportuno traer<br />

a colación un texto de Julio Casares, al explicar la palabra<br />

folla. Las ideas expuestas <strong>en</strong> este fragm<strong>en</strong>to aclaran la idea<br />

c<strong>en</strong>tral, a base de la que ha florecido una bu<strong>en</strong>a parte del gran<br />

número de términos que indican 'alboroto, desord<strong>en</strong>, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />

etc.' <strong>en</strong> <strong>castellano</strong>. Dice: "Entre la desc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia románica<br />

del latín julio (el que abatana los paños), figuran varios verbos<br />

<strong>en</strong> cuya significación <strong>en</strong>tra como idea básica la de pisotear:<br />

tales son el francés fouler (abatanar), el catalán folar (pisotear)<br />

y el <strong>castellano</strong> hollar... De un modo natural esta acción de<br />

'pisotear' sugiere la repres<strong>en</strong>tación m<strong>en</strong>tal de pies <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to;<br />

repres<strong>en</strong>tación que, cuando se refiere a muchos pies<br />

y éstos se imaginan, según es usual, como poseí<strong>dos</strong> de <strong>dos</strong> <strong>en</strong><br />

<strong>dos</strong> por el correspondi<strong>en</strong>te número de personas, da lugar al<br />

concepto de 'g<strong>en</strong>te que se agita'. Así nac<strong>en</strong> el francés joule<br />

(muchedumbre), el catalán jola (tropel), el portugués fula-fula<br />

(remolino de personas) y el español jolla.. ," 49 .<br />

Tal idea de muchedumbre <strong>en</strong> desord<strong>en</strong> es fundam<strong>en</strong>tal<br />

para explicarnos algunos cambios semánticos <strong>en</strong> los <strong>vocablos</strong><br />

que expresan actualm<strong>en</strong>te alboroto <strong>en</strong> <strong>castellano</strong>. Así, <strong>en</strong> to<strong>dos</strong><br />

JULIO CASARES, Cosas del l<strong>en</strong>guaje. Madrid, 1944, págs. 93-94.


BICC, VI, I950 LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 429<br />

los que significan simultáneam<strong>en</strong>te baile agitado y alboroto<br />

(zarabanda, jaleo, parranda, fandango, guaiño, guasa, guirigay,<br />

zambra, mitote, zurribanda, etc.), la evolución ha sido de<br />

'baile' a 'alboroto' o viceversa. De la misma manera, los términos<br />

de orig<strong>en</strong> militar (algarada, escaramuza, zalagarda, etc.), y <strong>en</strong><br />

bu<strong>en</strong>a parte los numerosos <strong>vocablos</strong> que han significado originariam<strong>en</strong>te<br />

'discusión o conti<strong>en</strong>da'. Junto a la idea de muchedumbre<br />

<strong>en</strong> desord<strong>en</strong>, actúa la de confusión <strong>en</strong> la compr<strong>en</strong>sión<br />

humana, sea por griterío, mezcla de voces, o desigualdad de<br />

l<strong>en</strong>guaje. Tales son las fu<strong>en</strong>tes principales de tan rico vocabulario<br />

<strong>castellano</strong>.<br />

# # *<br />

Cabría int<strong>en</strong>tar una consideración final, que por estar excesivam<strong>en</strong>te<br />

al marg<strong>en</strong> de mi propósito, no voy a desarrollar<br />

completam<strong>en</strong>te, pero que deseo dejar anotada. La historia del<br />

mundo hispanohablante ofrece un contraste de desord<strong>en</strong> al<br />

cotejarlo con la trayectoria de otros países. Parece que ello sea<br />

consubstancial con la creación hispánica, como si actuar <strong>en</strong><br />

s<strong>en</strong>tido hispánico, implicara verter vida a borbotones, sin<br />

cohesión social, sin concierto y disciplina. El desord<strong>en</strong> es tomado<br />

ya como algo típico y <strong>en</strong>démico del mundo hispánico,<br />

y efectivam<strong>en</strong>te no deja de ser un bu<strong>en</strong> criterio interpretativo<br />

de la historia de los pueblos de habla castellana. Hasta tal<br />

punto creo ello cierto que me he preguntado si no es necesario<br />

.0 imprescindible para que existan las obras que el g<strong>en</strong>io hispánico<br />

ha dado al mundo, darlas <strong>en</strong> forma alborotada, desord<strong>en</strong>ada<br />

o tumultuosa. Naturalm<strong>en</strong>te no ti<strong>en</strong>e respuesta la pregunta<br />

de si la obra hispánica existiría <strong>en</strong> el caso de ser una<br />

cultura ord<strong>en</strong>ada. Es posible, por lo m<strong>en</strong>os, dudar, dada la<br />

persist<strong>en</strong>cia de nuestro carácter, que hubiese sido lo que es,<br />

si se hubiese desarrollado a base de normas estrictas y de<br />

fuerte regulación ord<strong>en</strong>adora. Toda la historia hispánica ha<br />

sido una suerte de alboroto vital, un desord<strong>en</strong> creador,<br />

de <strong>en</strong>orme pujanza. Puede compr<strong>en</strong>derse que los pueblos de<br />

creación ord<strong>en</strong>ada abrigu<strong>en</strong> un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to, no diré compasivo,<br />

pero sí de cierta pia<strong>dos</strong>a conmiseración hacia las naciones


430 PEDRO GRASES BICC, VI, 1950<br />

hispanohablantes <strong>en</strong> tanto que se constituy<strong>en</strong> <strong>en</strong> grupos sociales,<br />

pero no por ello m<strong>en</strong>gua la admiración que se merec<strong>en</strong><br />

como pueblos creadores de ideas poderosas para la humanidad.<br />

La riqueza de vocabulario <strong>castellano</strong> para expresar la idea<br />

de 'alboroto, tumulto, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, etc.', da la razón a qui<strong>en</strong>es<br />

consider<strong>en</strong> nuestras sociedades como <strong>en</strong>tidades que viv<strong>en</strong> <strong>en</strong><br />

frecu<strong>en</strong>te desord<strong>en</strong>. No obstante, nadie ha <strong>en</strong>contrado todavía,<br />

cuál sea la forma de vida más profunda y más fecunda.<br />

Comisión Editora de las Obras<br />

Completas de Andrés Bello, Caracas.<br />

PEDRO GRASES.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!