alboroto» en castellano. Notas sobre dos vocablos: «bululú»
alboroto» en castellano. Notas sobre dos vocablos: «bululú»
alboroto» en castellano. Notas sobre dos vocablos: «bululú»
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
LA IDEA DE 'ALBOROTO' EN CASTELLANO<br />
NOTAS SOBRE DOS VOCABLOS: "BULULÚ" Y "MITOTE"<br />
Sin duda alguna, la lexicología del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> América<br />
reserva hallazgos y recomp<strong>en</strong>sas a qui<strong>en</strong>es quieran estudiar<br />
las particularidades expresivas de vocabulario <strong>en</strong> las distintas<br />
repúblicas hispanoamericanas. Constituye una verdadera biblioteca<br />
la colección de lexicones americanistas que se han llevado<br />
a cabo acerca del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> América. Quiero referirme ahora<br />
a <strong>dos</strong> meritorios trabajos publica<strong>dos</strong> <strong>en</strong> 1944, los cuales con<br />
poco tiempo de por medio señalan caminos precisos <strong>en</strong> este<br />
campo de la investigación. Uno de ellos, de don Pedro Urbano<br />
González de la Calle, Ori<strong>en</strong>taciones doctrinales para la investigación<br />
lingüística y filológica del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> América 1 ,<br />
acopio de ci<strong>en</strong>cia y consejos para qui<strong>en</strong>es dese<strong>en</strong> ad<strong>en</strong>trarse<br />
<strong>en</strong> la fronda de problemas — tan disloca<strong>dos</strong> a m<strong>en</strong>udo — que<br />
ofrece el idioma hispánico <strong>en</strong> tierras del Nuevo Mundo; otro,<br />
el estudio del lexicógrafo don Juan Corominas Indianorrománica<br />
2 , <strong>en</strong> el que analiza los leonesismos y lusismos <strong>en</strong> el léxico<br />
americano, vivos <strong>en</strong> el habla corri<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Hispanoamérica. En<br />
esta última investigación se desvanec<strong>en</strong> un bu<strong>en</strong> número de<br />
fantasiosos indig<strong>en</strong>ismos que han circulado como tales <strong>en</strong> muchos<br />
vocabularios americanistas, a causa de haber sido la lexicología<br />
una suerte de juego de adivinanzas, o haber estado<br />
1 Inserto <strong>en</strong> Universidad Nacional de Colombia, núm. i, Bogotá, octubre de<br />
1944, págs. 25-79. Con el complem<strong>en</strong>to del mismo autor: Contribución al estudio<br />
del 'bogotano', <strong>en</strong> Revista Nacional de Cultura, núm. 51, Caracas, julio y agosto<br />
de 1945. págs. 38-54.<br />
- Bu<strong>en</strong>os Aires, Instituto de Filología, 1944, publicado primeram<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Revista<br />
de Filología Hispánica, vi. Añádese a este trabajo, el del propio COROMINAS,<br />
Rasgos semánticos nacionales. Bu<strong>en</strong>os Aires, 1942, impreso como <strong>sobre</strong>tiro de los<br />
Anales del Instituto de Lingüística, tomo I, 1941.
BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO" EN CASTELLANO 385<br />
sometida por mucho tiempo a la imaginación de qui<strong>en</strong>es deseaban<br />
hallar anteced<strong>en</strong>tes indíg<strong>en</strong>as por todas partes.<br />
Del referido estudio de González de la- Calle me parece<br />
oportuno citar algunos párrafos que <strong>en</strong>cuadr<strong>en</strong> el pres<strong>en</strong>te<br />
trabajo. Se refiere a las investigaciones lexicológicas y dice:<br />
"En este sector de las investigaciones lingüísticas es <strong>en</strong> el que,<br />
sin duda, podrán ofrecerse y notarse las más ost<strong>en</strong>sibles y acusadas<br />
difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre el <strong>castellano</strong> p<strong>en</strong>insular y el <strong>castellano</strong><br />
americano" 3 ; "...es de positivo interés seguir la trayectoria<br />
de esos mismos <strong>vocablos</strong> a través del <strong>castellano</strong> de América para<br />
p<strong>en</strong>etrar <strong>en</strong> el <strong>castellano</strong> p<strong>en</strong>insular. Ciertam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la lexicología<br />
del <strong>castellano</strong> americano podremos <strong>en</strong>contrarnos toda<br />
una serie de curiosísimos temas, dignos de muy especial consideración<br />
y exam<strong>en</strong>. Y conv<strong>en</strong>drá también advertir que <strong>en</strong> la<br />
proporción que alcanc<strong>en</strong> d<strong>en</strong>tro del léxico del <strong>castellano</strong> de<br />
América sus distintos elem<strong>en</strong>tos integrantes, se podrá reconocer<br />
<strong>en</strong> muchos casos el decisivo influjo de las ideas reflejadas <strong>en</strong><br />
tales términos y de los movimi<strong>en</strong>tos culturales que <strong>en</strong> ellos<br />
hallan su más característica expresión. Una base psicológica<br />
es también requerida <strong>en</strong> forma inexcusable para el estudio de<br />
la lexicología del <strong>castellano</strong> americano" 4 ; y, por último: "El<br />
<strong>castellano</strong> del Viejo Mundo, sin duda, ha evolucionado <strong>en</strong> un<br />
ambi<strong>en</strong>te de condicionalidades históricas bi<strong>en</strong> distintas de las<br />
que forman el respectivo dintorno del <strong>castellano</strong> del Nuevo<br />
Mundo y <strong>en</strong> éste han podido hallar efectividad y pl<strong>en</strong>a consagración<br />
procesos o no inicia<strong>dos</strong>, o ap<strong>en</strong>as perceptibles <strong>en</strong><br />
aquél" 5 .<br />
De acuerdo con estos principios de condicionalidad sociológica<br />
y cultural, quisiera ver la particular trayectoria de <strong>dos</strong><br />
<strong>vocablos</strong>: bululú y mitote, casos paralelos, aunque <strong>en</strong> dirección<br />
opuesta. Y añadirles algunas consideraciones que apoy<strong>en</strong> mi<br />
argum<strong>en</strong>tación con otros hechos similares que complet<strong>en</strong> y<br />
justifiqu<strong>en</strong> mi interpretación.<br />
8 Lug. cit., pig. 68.<br />
4 Lug. cit., pág. 68.<br />
5 Lug. cit., pág. 30.
386 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />
BULULÚ<br />
El vocablo bululú ti<strong>en</strong>e una particular historia semántica<br />
que voy a trazar <strong>en</strong> esta nota. Parece que la m<strong>en</strong>ción más antigua<br />
de la palabra figura <strong>en</strong> el famoso Viaje <strong>en</strong>tret<strong>en</strong>ido de<br />
Agustín de Rojas Villandrando (h. 1575-d. 1618), escrito <strong>en</strong><br />
parte <strong>en</strong> forma dialogada, <strong>en</strong> el que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong> como interlocutores<br />
personajes familiariza<strong>dos</strong> con la esc<strong>en</strong>a española, con<br />
ellos, el propio Rojas. Al relatar las compañías teatrales ("ocho<br />
maneras de compañías, y repres<strong>en</strong>tantes, y todas difer<strong>en</strong>tes")<br />
<strong>en</strong> España, describe los diversos grupos de cómicos que han<br />
existido <strong>en</strong> la primitiva esc<strong>en</strong>a española, algunos de los cuales<br />
perduraban, aunque no to<strong>dos</strong>, <strong>en</strong> tiempos de Rojas Villandrando.<br />
El libro fue escrito <strong>en</strong> el cruce de los siglos xvi y xvn y<br />
publicóse <strong>en</strong> 1604. Tuvo extraordinario éxito y alcanzó sucesivas<br />
reediciones <strong>en</strong> 1611, 1614, 1615, 1624, 1625 y 1640. El texto<br />
que he manejado es el de la edición de Madrid, de 1793, <strong>en</strong> <strong>dos</strong><br />
volúm<strong>en</strong>es, impreso por B<strong>en</strong>ito Cano. He visto además la edición<br />
de Madrid, de 1901, con prólogo de Manuel Cañete y<br />
notas de Adolfo Bonilla y San Martín, <strong>en</strong> la Colección de libros<br />
picarescos.<br />
El fragm<strong>en</strong>to a que me refiero es el sigui<strong>en</strong>te:<br />
Habéis de saber, que hay bululú, ñaque, gangarilla, cambaleo, garnacha,<br />
boxiganga, farándula, y compañía. El bululú, es un repres<strong>en</strong>tante<br />
solo, que camina a pie, y pasa su camino: y <strong>en</strong>tra <strong>en</strong> el pueblo,<br />
habla al cura, y dícele que sabe una comedia, y alguna loa, que junte<br />
al barbero y sacristán, y se la dirá, porque le d<strong>en</strong> alguna cosa, para<br />
pasar adelante. Júntanse éstos, y él súbese <strong>sobre</strong> una arca, y va dici<strong>en</strong>do:<br />
ahora sale la dama, y dice esto y esto, y va repres<strong>en</strong>tando, y el cura<br />
pidi<strong>en</strong>do limosna <strong>en</strong> un sombrero, y junta quatro o cinco quartxw, algún<br />
pedazo de pan, y escudilla de caldo que le da el cura, y con esto<br />
sigue su estrella, y prosigue su camino hasta que halla remedio 8 .<br />
Por la contestación del interlocutor ("Para mí es tanta novedad.<br />
..") es de creerse que estarían ya <strong>en</strong> desuso algunas de<br />
8 Vol. I., pág. 117, ed. 1793. Sigue <strong>en</strong> la descripción de I06 tipos de compañías.<br />
Es de lam<strong>en</strong>tar que Cervantes <strong>en</strong> el Prólogo a Ocho comedias y ocho <strong>en</strong>tremeses<br />
nuevos, aunque se refiere a lo paupérrima que era la esc<strong>en</strong>a española <strong>en</strong> tiempos<br />
de Lope de Rueda, no cite ninguna d<strong>en</strong>ominación especial de compañías.
BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO*' EN CASTELLANO 387<br />
las ocho formas difer<strong>en</strong>ciadas de tales compañías, y aun, quizás,<br />
habrían ya quedado olvidadas algunas d<strong>en</strong>ominaciones. Sin<br />
embargo, por lo que a bululú atañe, <strong>en</strong>contramos empleado<br />
el término, con el mismo significado, <strong>en</strong> la Vida y hechos de<br />
Esíebanillo González, publicado <strong>en</strong> 1646, <strong>en</strong> el sigui<strong>en</strong>te pasaje:<br />
Contome mi amo, el pret<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te a qui<strong>en</strong> serví de paje <strong>en</strong> Madrid,<br />
que hallán<strong>dos</strong>e <strong>en</strong> una aldea cercana a él una víspera de Corpus, llegó<br />
una tropa de infantería repres<strong>en</strong>tanta, que ni era compañía ni farándula,<br />
ni mogiganga ni bolulu, sino un pequeño y despeado ñaque, tan<br />
falto de galas como de comedias, el cual, a título de compañía de a<br />
legua, pret<strong>en</strong>dió hacer la fiesta del día v<strong>en</strong>idero, ofreci<strong>en</strong>do satisfacción<br />
de muestra 7 .<br />
Es visible <strong>en</strong> el segundo texto la alteración de significado<br />
relativo <strong>en</strong>tre bululú y ñaque, pues al contraponer uno a otro<br />
parece reconocerse una mayor importancia histriónica a bululú,<br />
<strong>en</strong> tanto que Rojas Villandrando lo describe como la más ínfima<br />
compañía teatral posible. Hay, consigui<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, un cambio<br />
expresivo de bululú, seguram<strong>en</strong>te producido por el desuso del<br />
vocablo, y, principalm<strong>en</strong>te, por la pérdida de la institución<br />
explicada por Rojas Villandrando, pues un "pequeño y despeado<br />
ñaque" si<strong>en</strong>do "una tropa de infantería repres<strong>en</strong>tanta"<br />
no aparecería contrastado, <strong>en</strong> desmerecimi<strong>en</strong>to, al lado del<br />
bululú unipersonal que explica Rojas 8 .<br />
El texto de Rojas Villandrando con la descripción de los<br />
ocho tipos de compañías teatrales <strong>en</strong> la España del siglo xvi<br />
ha sido transcrito o por lo m<strong>en</strong>os aprovechado por cuantos se<br />
han ocupado de la historia del teatro pre-lopista <strong>en</strong> la P<strong>en</strong>ínsula<br />
9 .<br />
7 Cito por la esmerada y ejemplar edición de Juan Millé González, <strong>en</strong> los<br />
Clásicos Castellanos, La Lectura. Madrid, 1934, tomo I, págs. 243-244. Señala<br />
Millé que el texto de la edición de 1646 era: "Una tropa de infantería repres<strong>en</strong>tanta:<br />
"Bolulu", mi<strong>en</strong>tras que la de 1655, dice "bolulo". En la edición de la Biblioteca<br />
de Autores Españoles, vol. 33, pág. 318, 1* col., léase "bolula". En la edición de<br />
Ángel Valbu<strong>en</strong>a Prat La novela picaresca española (Madrid, Aguilar, 1943, pág.<br />
1689) dice: "bolulu". Adviértase la imprecisión del término.<br />
8 Ñaque ha sufrido asimismo alteración de significado, puesto que <strong>en</strong> Rojas<br />
Villandrando es solam<strong>en</strong>te una compañía de <strong>dos</strong> repres<strong>en</strong>tantes, que no tropa.<br />
9 Anoto algunas de las reproducciones y citas del texto de Rojas: 1. Cayetano<br />
Rosell lo inserta íntegram<strong>en</strong>te como III Apéndice al tomo II de la Colección de
388 PEDRO GRASES B1CC, VI, I95O<br />
# # #<br />
Veamos ahora la suerte del término bululú <strong>en</strong> los diccionarios<br />
españoles.<br />
En el Diccionario de autoridades, se describe bululú <strong>en</strong> esta<br />
forma: "Voz inv<strong>en</strong>tada, y de que usó voluntariam<strong>en</strong>te Quevedo,<br />
y que parece que significó con ella lo que comúnm<strong>en</strong>te<br />
se llama Mamola, esso es que quando se hace burla o mofa de<br />
alguno, o por haberle <strong>en</strong>gañado, o hecho creer alguna cosa no<br />
factible, se suele hacer la acción de meter un dedo <strong>en</strong> la boca,<br />
y moviéndolo a una y otra parte de los labios se forma, y resulta<br />
una voz o sonido semejante al de esta voz bululú. Latín.<br />
Irrisio, sanna. // i. Quevedo, Zahúrdas: "Los [bufones] <strong>en</strong><br />
racimo son los faranduleros miserables de bululú" 510 . Es<br />
piezas dramáticas. Entremeses, loas y jácaras de Luis Quiñones de B<strong>en</strong>av<strong>en</strong>te. Madrid,<br />
1875, págs. 350-362; 2. El Conde de Schack igualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> Historia de la literatura<br />
y del arte dramático <strong>en</strong> España, trad. por Eduardo de Mier. Madrid, 1885, vol. I,<br />
págs. 406 y sigs.; 3. James Fitzmaurice-Kelly <strong>en</strong> su Historia de la literatura española<br />
desde los oríg<strong>en</strong>es hasta el año 1900 (traducción y notas por Adolfo Bonilla y San<br />
Martín, 7* ed., Madrid), se limita a glosar la terminología de los gra<strong>dos</strong> profesionales<br />
<strong>en</strong> la comedia española, de acuerdo con las aseveraciones de Rojas Villandrando,<br />
sin añadirles nada; 4. Emilio Cotarelo y Mori <strong>en</strong> sus Estudios de historia<br />
literaria, tomo I. Madrid, 1901, págs. 231 y sigs., se refiere a los términos da<strong>dos</strong><br />
por Rojas Villandrando, pero no reproduce el párrafo que los conti<strong>en</strong>e por haberlos<br />
ya publicado otros eruditos; 5. Francisco Rodríguez Marín <strong>en</strong> El Loaysa de El celoso<br />
extremeño. Sevilla, 1901, págs. 135 y sigs. al explicar el término farándula repite la<br />
d<strong>en</strong>ominación de compañías dada por Rojas; 6. Narciso Díaz de Escobar <strong>en</strong> la<br />
Revista de Extremadura. Cáceres, octubre de 1903, págs. 453 y sigs. extracta las<br />
noticias del histrionismo español dadas por Rojas, limitán<strong>dos</strong>e a repetir los conceptos<br />
con redacción distinta; Julio Milego <strong>en</strong> El teatro <strong>en</strong> Toledo durante los siglos XVI<br />
y XVII. Val<strong>en</strong>cia, 1909, págs. 47 y sigs., transcribe casi íntegram<strong>en</strong>te la relación<br />
de compañías que nos da Rojas Villandrando; 7. Hugo Alberto R<strong>en</strong>nert <strong>en</strong> su monum<strong>en</strong>tal<br />
The spanish stage. New York, 1910, págs. 151 y sigs., publica traducido<br />
al inglés el texto de Agustín de Rojas; 8. Marcelino M<strong>en</strong>éndez y Pelayo dejó<br />
arregla<strong>dos</strong> los textos que integran el volum<strong>en</strong> IV de sus Oríg<strong>en</strong>es de la novela, de<br />
cuya impresión (NBAE, tomo XXII. Madrid, T915) cuidó Adolfo Bonilla y San<br />
Martín; es de lam<strong>en</strong>tar que jamás escribiera don Marcelino el estudio que había<br />
anunciado para este volum<strong>en</strong> IV, <strong>en</strong> el que se reproduce totalm<strong>en</strong>te la obra de<br />
Agustín de Rojas Villandrando (págs. 460-614).<br />
10 Inserto la cita completa del texto de Quevedo: "Fuera déstos hay bufones<br />
desgrana<strong>dos</strong> y bufones <strong>en</strong> racimos. Los desgrana<strong>dos</strong> son los que de uno <strong>en</strong> uno y<br />
de <strong>dos</strong> <strong>en</strong> <strong>dos</strong> andan a casa de los señores. Los <strong>en</strong> racimo ¿on los faranduleros miserables<br />
de bululú, y déstos os certifico que, si ellos no se nos vinies<strong>en</strong> por acá,<br />
que nosotros no iríamos por ellos" (Sueños, I, págs. 115-116. Madrid, Clásicos Castellanos,<br />
1917). Julio Cejador anota el término bululú y reproduce el texto de Agustín<br />
de Rojas.
BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO*' EN CASTELLANO 389<br />
evid<strong>en</strong>te que los redactores del Diccionario no conocieron el<br />
uso del vocablo <strong>en</strong> la vida histriónica española, que sí debió<br />
conocer Quevedo, aunque ya un tanto desfigurada la primitiva<br />
significación. En el mismo Diccionario de autoridades, al<br />
definir el término ñaque cita el texto ya aducido de la Vida y<br />
hechos de Estebanillo González, pero <strong>en</strong> la forma bolula. Aniceto<br />
de Pages <strong>en</strong> su Gran diccionario... (Madrid, 1902, tomo<br />
I) cita otro testimonio que no he podido id<strong>en</strong>tificar: A. Rojo<br />
y Soto,"... hacía cuatro alcocarras o momerías, como un bululú,<br />
y empezaba la liorna...".<br />
En los posteriores Diccionarios de la Academia aparece descrito<br />
bululú como "Farsante que <strong>en</strong> lo antiguo repres<strong>en</strong>taba él<br />
solo <strong>en</strong> los pueblos por donde pasaba alguna comedia, loa o<br />
<strong>en</strong>tremés, mudando la voz según la calidad de las personas que<br />
iban hablando". Así <strong>en</strong> las ediciones de 1822, 1869, 1884 u . Es<br />
decir, se vuelve a la primera significación del vocablo, conforme<br />
al texto de Rojas Villandrando y a las otras citas de autores del<br />
siglo de oro. Pero <strong>en</strong> el Diccionario académico correspondi<strong>en</strong>te<br />
11 En la edición de 1884, a pesar de que se int<strong>en</strong>ta por vez primera establecer<br />
la etimología del léxico <strong>castellano</strong>, no se atreve a <strong>en</strong>sayar para bululú, etimología<br />
alguna. Hugo Schuchardt <strong>en</strong> su estudio Die canta flam<strong>en</strong>cos <strong>en</strong> Zeitschrift jür<br />
Romanische Philologie, Halle, V, 1881, pág. 264, escribe: "En lo que se refiere<br />
al l<strong>en</strong>guaje de los gitanos, fueron <strong>en</strong> un principio los malhechores los que, por<br />
motivos prácticos, se ocuparon de apr<strong>en</strong>derlo. La actual 'germania' se compone,<br />
a difer<strong>en</strong>cia del antiguo l<strong>en</strong>guaje germanesco, <strong>en</strong> gran parte, de palabras gitanas.<br />
Si además se ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que <strong>en</strong> las grandes ciudades (<strong>en</strong> Ia6 que yo especialm<strong>en</strong>te<br />
he apr<strong>en</strong>dido el dialecto gitanesco) acostumbran las clases bajas a servirse<br />
<strong>en</strong> abundancia del l<strong>en</strong>guaje de los malhechores, no nos extrañará, por lo tanto, que<br />
los españoles tomaran bastantes palabras de los gitanos que vivían <strong>en</strong>tre ellos. Y así<br />
se da alguna que otra palabra de orig<strong>en</strong> gitano <strong>en</strong>tre las del Diccionario de la Academia.<br />
Agustín de Roja6 <strong>en</strong> su Viaje <strong>en</strong>tret<strong>en</strong>ido de 1602, nos da algunos extraños<br />
términos para d<strong>en</strong>ominar actores y compañías de actores. Los términos parec<strong>en</strong> pert<strong>en</strong>ecer<br />
a un l<strong>en</strong>guaje especial de los comediantes que, debido a su relación con el<br />
l<strong>en</strong>guaje de los malhechores, debió t<strong>en</strong>er la l<strong>en</strong>gua gitanesca como fu<strong>en</strong>te bastante<br />
directa. Me permito suponer orig<strong>en</strong> gitanesco refiriéndome especialm<strong>en</strong>te a <strong>dos</strong> de<br />
estos términos: bululú, que significa un actor que viaja solo, y ñaque que significa<br />
la reunión de <strong>dos</strong> actores. La primera palabra nos recuerda los numerosos adjetivos<br />
y sustantivos <strong>en</strong> -aló, como babaló, rico; chungólo, malo; manusaló, vali<strong>en</strong>te; sungaló,<br />
traidor (cf. ululó, molestoso, barbalú, médico, etc.); a causa de la primera sílaba<br />
lo pongo <strong>en</strong> relación con bul, el que está detrás, y las formas derivadas seguram<strong>en</strong>te<br />
de esta palabra bulo, bulíp<strong>en</strong>, <strong>en</strong>gaño, hulero, el que <strong>en</strong>gaña, ('búlalo, significaría<br />
lo mismo). Ñaque t<strong>en</strong>drá seguram<strong>en</strong>te que ver con naquivar, atar, relacionar". Debo<br />
el conocimi<strong>en</strong>to de este texto a mi bu<strong>en</strong> amigo Carlos Claverfa. En el Glosario de
39° PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />
a 1914, aunque se inserta la definición correcta, se antepone la<br />
explicación etimológica de "voz imitativa", que se irá repiti<strong>en</strong>do<br />
hasta el de 1936 12 . De la misma manera aparece <strong>en</strong> el<br />
Diccionario histórico de la l<strong>en</strong>gua española publicado por la<br />
Academia española de la l<strong>en</strong>gua 13 .<br />
En la decimoquinta edición del Diccionario, 1925, figura<br />
una segunda acepción del vocablo bululú: "V<strong>en</strong>ezuela. Alboroto,<br />
tumulto, escándalo" ". De la misma forma <strong>en</strong> la edición<br />
de 1936.<br />
ajronegrismos de FERNANDO ORTIZ, Habana, 1924, se insinúa la sigui<strong>en</strong>te etimología:<br />
bululú, vocablo africano que "quiere decir <strong>en</strong> malinké 'varias vidas'. La concordancia<br />
fonética e ideológica de los <strong>vocablos</strong> <strong>castellano</strong> y africano nos hac<strong>en</strong> p<strong>en</strong>sar si el<br />
vulgarismo, tomado de los esclavos mandingas, tan lleva<strong>dos</strong> .y traí<strong>dos</strong> <strong>en</strong> el anúguo<br />
teatro español, podía haber influido <strong>en</strong> el vocablo de la jerga escénica", ti mismo<br />
autor <strong>en</strong> Preludios étnicos de la música afroctibana, <strong>en</strong> Revista bimestre cubana,<br />
LIX, <strong>en</strong>ero-junio, 1947, pág. 168, dice que hoy día significa <strong>en</strong> "el embrionario<br />
teatro de los negros del Congo" algo como loa.<br />
12 1936 debería ser la fecha de la decimosexta edición del Diccionario académico,<br />
y tal es la del ejemplar que he consultado <strong>en</strong> la Widcncr Library, <strong>en</strong> la Universidad<br />
de Harvard, aunque la mayor parte de la edición t<strong>en</strong>ga suplantada esta data por<br />
la de 1939.<br />
13 Tomo II, Madrid, 1936. Por cierto que añade otro testimonio de empleo de<br />
bululú, por Iriarte (Obras, ed. 1805, t. 4, pág. 94).<br />
14 Aunque no interesa de manera directa <strong>en</strong> este estudio, es <strong>sobre</strong>manera curiosa<br />
la suerte que ha cabido a las restantes d<strong>en</strong>ominaciones de compañías teatrales registradas<br />
por Rojas Villandrando: ñaque, gangarilla, cambaleo, garnacha, bojiganga,<br />
farándula y compañía.<br />
De ellas, <strong>dos</strong> han permanecido idénticas <strong>en</strong> el diccionario oficial: gangarilla y<br />
cambaleo. Garnacha, figura con significado muy distinto y alejado del que nos da<br />
Rojas. Bonilla explica el término (Diablo cojuelo, «J. Madrid, 1910, págs. 172-173)<br />
así: "Garnacha, según Covarrubias: 'vestidura antigua de personajes muy graves con<br />
vuelta a las espaldas y una manga con rocadero, y así se hallará <strong>en</strong> las figuras de<br />
paños antiguos. Díjose de la palabra guarnir, que <strong>en</strong> <strong>castellano</strong> antiguo vale def<strong>en</strong>der,<br />
porque no solo con ellas se def<strong>en</strong>dían del frío, pero les era def<strong>en</strong>sa y amparo<br />
para que la g<strong>en</strong>te los acatase y rever<strong>en</strong>ciase, si<strong>en</strong>do insignia de persona señalada o<br />
ministro grande del Rey. Y por esto el Rey don Felipe Segundo, de felice memoria,<br />
ord<strong>en</strong>ó que to<strong>dos</strong> los de sus Consejos, así el supremo como los demás, y los Oidores<br />
de las Cnancillerías y Fiscales, trujes<strong>en</strong> estas ropas, dichas garnachas, por que<br />
anduvies<strong>en</strong> difer<strong>en</strong>cia<strong>dos</strong> de los demás, cosa muy acertada y con que cesaron mil<br />
inconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes'.". Otra voz, bojiganga, transformada <strong>en</strong> mojiganga, ha ext<strong>en</strong>dido<br />
sus acepciones: a) pieza teatral de carácter ligero; b) fiesta alborotada y con máscaras;<br />
y c) burla, broma. El mismo significado ti<strong>en</strong>e el catalán moixiganga. Farándula<br />
ha ampliado el valor expresivo, pues al lado del significado de grupo histriónico<br />
de poca <strong>en</strong>tidad, ha alcanzado a significar la misma profesión dramática, mi<strong>en</strong>tras<br />
el vocablo compañía sigue mant<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do el s<strong>en</strong>tido pl<strong>en</strong>o de gfupo dramático completo,<br />
que le atribuye Rojas. Otra suerte ha t<strong>en</strong>ido la voz ñaque, según los Diccio-
BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 391<br />
* • #<br />
Y, <strong>en</strong> efecto, <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela donde la palabra es viva y de<br />
uso habitual, bululú no significa hoy nada que t<strong>en</strong>ga que ver<br />
con la vida histriónica, sino 'tumulto, alboroto, riña'. Lisandro<br />
Alvarado registra el término <strong>en</strong> sus Glosarios del bajo español<br />
<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela: "Bululú. Algarabía, trapatiesta. 'Luego se embrolló<br />
el asunto como usted habrá oído decir, el bululú ese de Calcavechia<br />
y la casa Boulton... Dios sabrá qué!' (Pocaterra:<br />
Tierra del sol amada, pág. 192)" ls .<br />
ñaños académicos (no aparece <strong>en</strong> los vocabularios americanistas). £1 de Autoridades<br />
registra esta voz dándole erradam<strong>en</strong>te el significado de "conjunto u montón<br />
de cosas inútiles y ridiculas", equivocando la interpretación de la cita de autoridad,<br />
pues transcribe el pasaje ya aducido de la Vida y hechos de Estebanillo González,<br />
<strong>en</strong> el que está claro el s<strong>en</strong>tido de "compañía de repres<strong>en</strong>tantes'. Ello prueba que el<br />
término estaba ya <strong>en</strong> desuso. Esta desviación de significado va a perdurar <strong>en</strong> los<br />
Diccionarios académicos; as! vemos <strong>en</strong> la sexta edición, de 1822, <strong>en</strong> que figura ñaque<br />
con la acepción dada por el de Autoridades, y aparece, además, la voz naque, como<br />
"compañía de cómicos compuesta de <strong>dos</strong> hombres, los cuales iban por Ice pueblos<br />
repres<strong>en</strong>tando algún <strong>en</strong>tremés, auto o loa, o recitando algunas octavas, tocando el<br />
tamboril, ponién<strong>dos</strong>e una barba de zamarro y cobrando a ochavo o dinerillo". Precisam<strong>en</strong>te<br />
la misma explicación de Rojas Villandrando para ñaque. Los Diccionarios<br />
sucesivos repit<strong>en</strong> los <strong>dos</strong> términos ñaque y naque <strong>en</strong> la misma forma, con la particularidad<br />
de que el de 1884 <strong>en</strong>saya la etimología del vocablo con un étimon<br />
alemán "nece<strong>en</strong>, burlar", pero desaparece después <strong>en</strong> las ediciones posteriores. En la<br />
nota 11, recogía la opinión de Schuchardt respecto al probable orig<strong>en</strong> de ñaque.<br />
Podría estar relacionada también con la voz de germanía naquerar, hablar, conversar,<br />
decir, publicar, como figura <strong>en</strong> las coplas registradas por F. Rodríguez Marín<br />
<strong>en</strong> Cantos populares españoles, tomo III, pág. 441, y tomo IV, pág. 186:<br />
Muchas fatigas me dieron,<br />
muchas ganas c yorá,<br />
cuando te bie'n la caye<br />
y no te pué naquera.<br />
Cualesquiera que me biere<br />
conoserá mi pasión:<br />
lo que la boca no jabla<br />
lo naquera el corasón".<br />
La significación de ñaque 'nadería', persiste <strong>en</strong> voces como ñiquiñaque, cat.<br />
nyiguinyogui, onomatopeyas despectivas (cf. J. MORAWISKI, Les formules apophoniques<br />
<strong>en</strong> espagnol et <strong>en</strong> román, RFE, XVI, 1929, pág. 363).<br />
16 Lisandro Alvarado incluye este término <strong>en</strong> la primera parte de su obra<br />
Acepciones especiales, es decir, el léxico <strong>castellano</strong> que ha adquirido <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela<br />
significa<strong>dos</strong> accesorios. No registra el vocablo ni Picón-Febres, Libro raro, ni Julio<br />
CalcañOj El <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela. PEDRO HENRÍQUEZ UREÑA, El español <strong>en</strong> Santo<br />
Domingo, anota que bululú significa 'dólar'(f). <strong>en</strong> la República Dominicana.
392 PEDRO GRASES . BICC, VI, I95O<br />
En el Diccionario de americanismos de Augusto Malaret,<br />
aparece bululú como v<strong>en</strong>ezolanismo con el significado especial<br />
de 'alboroto, escándalo' 10 , aunque incluido <strong>en</strong> el vocabulario<br />
académico. El mismo Malaret <strong>en</strong> su Vocabulario de Puerto Rico<br />
lo anota como término vivo también <strong>en</strong> Puerto Rico con idéntico<br />
significado al de V<strong>en</strong>ezuela, y cita a Brau, Hojas caídas<br />
(1909, pág. 298): "...o acabarán los lectores, / como siga el<br />
bululú, / por quejarse de que apestan / faroles que no dan<br />
luz" 17 . También lo recoge Malaret <strong>en</strong> la edición del Suplem<strong>en</strong>to<br />
al diccionario y repite la aseveración del Vocabulario de<br />
Puerto Rico 18 .<br />
Llegamos con eso a una primera conclusión — que vamos a<br />
dejar así por el mom<strong>en</strong>to —, que el término bululú ha significado<br />
originariam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> España cierta compañía dramática unipersonal<br />
10 , para v<strong>en</strong>ir a expresar <strong>en</strong> determinada porción de<br />
tierras del contin<strong>en</strong>te americano, y <strong>en</strong> muy reducida zona, un<br />
concepto equival<strong>en</strong>te, sinónimo al de 'alboroto, escándalo, algarabía,<br />
trapatiesta'. No es pecar de exceso de candidez ni fantasía<br />
— error que antes c<strong>en</strong>suraba — p<strong>en</strong>sar que la pieza repres<strong>en</strong>tada<br />
por una sola persona produciría, además de hilaridad, la<br />
consigui<strong>en</strong>te algazara <strong>en</strong>tre el público, por lo que bululú habría<br />
pasado a significar solam<strong>en</strong>te 'alboroto, bulla, etc.', que es<br />
la connotación única que ti<strong>en</strong>e hoy <strong>en</strong> la República de V<strong>en</strong>ezuela.<br />
Por otra parte, <strong>en</strong> el mismo término bululú hay una<br />
suerte de invitación onomatopeica para ser aceptado <strong>en</strong> la imaginación<br />
de cada individuo con este exclusivo significado 20 .<br />
Veamos otro vocabjo de evolución parecida, a pesar de t<strong>en</strong>er<br />
muy distinta proced<strong>en</strong>cia.<br />
10<br />
Segunda edición del Diccionario de Malaret, de 1931.<br />
17<br />
San Juan, 1937.<br />
18<br />
Edición de Bu<strong>en</strong>os Aires, 1942.<br />
19<br />
Entroncaría la institución repres<strong>en</strong>tada por el vocablo bululú con él juglar<br />
medieval, recitador de poesía narrativa. Podría ser la continuación de la tradición<br />
juglaresca de los juglares cazurros, aunque t<strong>en</strong>gan sus difer<strong>en</strong>cias. Cf. MENáNDEZ<br />
PIDAL, Poesía juglaresca y juglares, Madrid, 1924, págs. 296 y sigs.<br />
20<br />
Puede consultarse con provecho el estudio de José JUAN ARROM, Docum<strong>en</strong>tos<br />
relativos al teatro colonial <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, <strong>en</strong> Boletín de la Academia Nacional de la<br />
Historia, t. XXIX, núm. 114. Caracas, abril-junio de 1946, págs. 168-183, para<br />
conocer las actividades dramáticas <strong>en</strong> la colonia. .......
BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO" EN CASTELLANO 393<br />
MITOTE<br />
La palabra mitote se origina <strong>en</strong> el azteca mitotl o mitoti y<br />
aparece ya <strong>en</strong> el Diccionario de autoridades, que la define así:<br />
"Especie de baile u danza, que usaban los indios, <strong>en</strong> que <strong>en</strong>traba<br />
gran cantidad de ellos, adorna<strong>dos</strong> vistosam<strong>en</strong>te, y agarra<strong>dos</strong><br />
de las manos, formaban un gran corro, <strong>en</strong> medio del qual<br />
ponían una bandera, y junto a ella el bebrage, que les servía<br />
de bebida: y assí iban haci<strong>en</strong>do sus mudanzas al son de un tamboril,<br />
y bebi<strong>en</strong>do de rato <strong>en</strong> rato, hasta que se embriagaban y<br />
privaban de s<strong>en</strong>tido. Latín, ludicum tripudium sic vulgo<br />
dictum. Acosta. Historia Indias, Libro 4, cap. 30. 'Se juntaban<br />
allí para hacer sus mitotes, y bailes y supersticiones'.".<br />
En los sucesivos Diccionarios académicos este término recibe<br />
el sigui<strong>en</strong>te trato. En el Diccionario de 1822 se repite la definición<br />
anterior, pero ya <strong>en</strong> el de 1869 aparece una nueva acepción,<br />
como "provincialismo de América": "melindre, aspavi<strong>en</strong>to". En<br />
el de 1884, aparece la etimología mejicana de mitotl, y se le<br />
añade: "Americanismo. Fiesta casera", y <strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido figurado,<br />
<strong>en</strong> América, "melindre, aspavi<strong>en</strong>to", y, además, "bulla, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />
alboroto". Y así <strong>en</strong> los Diccionarios sucesivos hasta el<br />
de 1936.<br />
En los diccionarios de americanismos y, concretam<strong>en</strong>te, de<br />
mejicanismos, se confirman las acepciones dadas por la Academia.<br />
Así Félix Ramos Duarte <strong>en</strong> su Diccionario de mejicanismos<br />
21 dice: "Mitote. (Guerrero y Méjico) Fandango, baile popular,<br />
diversión. Del atzeca mitoti, baile, de mitotia, bailar", y<br />
"(Veracruz). Barullo, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña, disputa". En otra obra,<br />
Los llama<strong>dos</strong> mexicanismos de la Academia Española de Ricardo<br />
del Castillo ", se estudia la historia que ha t<strong>en</strong>ido el vocablo<br />
mitote <strong>en</strong> los léxicos particulares y oficiales, se com<strong>en</strong>ta la<br />
etimología y, <strong>en</strong> cuanto a sus acepciones, dice que "<strong>en</strong> México,<br />
el significado actual de la palabra mitote, muy usado <strong>en</strong>tre<br />
nosotros, <strong>en</strong>cuéntrase <strong>en</strong> esas tres acepciones [<strong>en</strong> todas m<strong>en</strong>os<br />
<strong>en</strong> la de baile] que copió la Academia del Diccionario de azte-<br />
21 Edición de México, 1895.<br />
22 Edición de México, 1917.
394 PEDRO GRASES BICC, VI, 195O<br />
quismos, anotándolas con el carácter de americanismos". O sea,<br />
que la acepción de baile está <strong>en</strong> 1917 <strong>en</strong> desuso, <strong>en</strong> México.<br />
Augusto Malaret reproduce <strong>en</strong> su Diccionario de americanismos<br />
23 el parecer de la Academia, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> el Suplem<strong>en</strong>to<br />
al diccionario ¿i , le añade la acepción de "chisme", según<br />
el testimonio de Clotilde Evelia Quirarte (México). Santamaría<br />
<strong>en</strong> su Diccionario de americanismos'* sigue evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te la<br />
tradición del Diccionario académico desde el Diccionario de<br />
autoridades, puesto que la redacción es de hecho idéntica. Dice:<br />
"(Del azteca mitotl). Especie de baile o danza que usaban los<br />
aztecas, <strong>en</strong> que gran número de ellos adorna<strong>dos</strong> vistosam<strong>en</strong>te,<br />
y agarra<strong>dos</strong> de las manos, iban bailando <strong>en</strong> torno de una bandera,<br />
junto a la cual había una vasija, y bebi<strong>en</strong>do de rato <strong>en</strong> rato,<br />
hasta que se embriagaban y perdían el s<strong>en</strong>tido. / 2. Fiesta casera.<br />
/ 3. Aspavi<strong>en</strong>to, melindre. / 4. Bulla, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, alboroto,<br />
zafacoca, zambra".<br />
Vemos aquí un caso de evolución semejante al de bululú,<br />
<strong>en</strong> el que se llega a una conclusión idéntica, aunque sean diverg<strong>en</strong>tes<br />
los puntos de partida. Es decir, ambas ideas primitivas<br />
— compañía de repres<strong>en</strong>tantes <strong>en</strong> España; baile indíg<strong>en</strong>a <strong>en</strong><br />
México — han ido coloreán<strong>dos</strong>e de la acepción accesoria de 'tumulto,<br />
alboroto, etc.', hasta llegar a ser este segundo significado<br />
el dominante y principal.<br />
Pedro H<strong>en</strong>ríquez Ureña <strong>en</strong> El teatro de la América española<br />
<strong>en</strong> la época colonial (<strong>en</strong> Cuadernos de cultura teatral. Bu<strong>en</strong>os<br />
Aires, 1936, págs. 9-39), estudia el mitote mexicano, como<br />
danza indíg<strong>en</strong>a originaria, a la cual — según testimonios de<br />
cronistas y de historiadores de Indias — se le habrían interpolado<br />
partes dramatizadas, con lo que el término mitote habría<br />
significado un concepto intermedio <strong>en</strong>tre danza y alboroto, con<br />
elem<strong>en</strong>tos dramáticos. Ello acercaría la evolución de mitote al<br />
vocablo bululú. La idea ya está insinuada por M<strong>en</strong>éndez Pelayo<br />
<strong>en</strong> su Historia de la poesía hispanoamericana. Madrid,<br />
1911,1.1, pág. 53, nota.<br />
23 Segunda edición, de 1931.<br />
2 * Edición de Bu<strong>en</strong>os Aires, 1942.<br />
25 Edición de México, 194a.
BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 395<br />
LA EXPRESIÓN DE LA IDEA DE ALBOROTO<br />
EN CASTELLANO<br />
»<br />
La evolución semántica de ambos términos, bululú y mitote,<br />
ofrece algunas particularidades dignas de ser glosadas, aparte<br />
de la significación que pueda t<strong>en</strong>er la singular coincid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong><br />
una misma acepción final, ya que si todo quedase reducido a<br />
que ambos <strong>vocablos</strong> hubies<strong>en</strong> alcanzado a expresar 'alboroto,<br />
algazara, tumulto, etc.', no t<strong>en</strong>dría mayor trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia. Lo<br />
que le confiere positivo interés estriba <strong>en</strong> que tales términos<br />
forman parte de un grupo considerable de evoluciones similares<br />
hacia tales valores expresivos, tanto <strong>en</strong> el <strong>castellano</strong> <strong>en</strong><br />
América, como <strong>en</strong> el de la P<strong>en</strong>ínsula. En el caso de bululú, el<br />
cambio semántico es total; <strong>en</strong> el caso de mitote, parti<strong>en</strong>do de<br />
la significación de baile alborotado ha ido predominando progresivam<strong>en</strong>te<br />
la connotación de reunión tumultuosa hasta substituir<br />
casi completam<strong>en</strong>te la primera acepción — la de 'baile' —<br />
prácticam<strong>en</strong>te olvidada.<br />
Puede establecerse <strong>en</strong> <strong>castellano</strong> una clara correlación <strong>en</strong><br />
bu<strong>en</strong> número de <strong>vocablos</strong> que han v<strong>en</strong>ido a parar a la significación<br />
de 'alboroto', ora parti<strong>en</strong>do de la vida histriónica, ora<br />
de una primera significación de baile, ora de otras acepciones<br />
originarias (confusión <strong>en</strong> el l<strong>en</strong>guaje; alegría rui<strong>dos</strong>a; operaciones<br />
militares; reuniones desord<strong>en</strong>adas; discusiones <strong>en</strong> público;<br />
fiestas bulliciosas, etc.). La razón evolutiva es análoga <strong>en</strong><br />
to<strong>dos</strong> los casos. El conjunto permite estimar el valor psicológico,<br />
colectivo o sociológico de tal f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o, que se manifiesta<br />
tanto <strong>en</strong> el <strong>castellano</strong> p<strong>en</strong>insular, como <strong>en</strong> el que se trasplanta<br />
a suelo americano.<br />
Veamos algunos casos de tan específica evolución <strong>en</strong> el <strong>castellano</strong><br />
de uso actual <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, d<strong>en</strong>tro del que voy a reducir<br />
mis notas, y a señalar sus particularidades léxicas, para indicar<br />
la idea de 'alboroto, desord<strong>en</strong>, tumulto <strong>en</strong>tre los seres humanos',<br />
es decir la reunión o aglomeración de g<strong>en</strong>te con carácter<br />
bullicioso y desord<strong>en</strong>ado. No pret<strong>en</strong>do agotar las citas de<br />
<strong>vocablos</strong> y expresiones que podrían aducirse, sino simplem<strong>en</strong>te<br />
recoger un grupo de ejemplos, que d<strong>en</strong> a <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que la
396 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />
evolución señalada <strong>en</strong> el caso de bululú, ti<strong>en</strong>e cierto valor de<br />
expon<strong>en</strong>te <strong>en</strong> este aspecto del l<strong>en</strong>guaje criollo, con lo que, por<br />
otra parte, no hace sino continuar el carácter g<strong>en</strong>eral del <strong>castellano</strong>.<br />
La significación de 'alboroto, desord<strong>en</strong>' <strong>en</strong> los <strong>vocablos</strong> que<br />
a continuación anoto, puede probarse mediante la construcción<br />
<strong>en</strong> frase con las expresiones: se formó el (la) ...; se armó<br />
el (la)...; es decir: se formó (se armó) el fandango, la discusión,<br />
el bululú, la zinguizarra, la sampablera, etc.<br />
* * *<br />
1. BOCHINCHE. — Encu<strong>en</strong>tro registrado por primera vez<br />
este vocablo <strong>en</strong> el Diccionario académico de 1884, con la indicación<br />
de ser americanismo y con la significación de 'alboroto,<br />
asonada'. Incluye también el adjetivo bochinchero, "alborotador,<br />
alterador de la tranquilidad pública". En la décimocuarta<br />
edición del Diccionario, de 1914, desaparece la indicación<br />
de "americanismo", y así lo <strong>en</strong>contramos hasta la última<br />
publicación de 1936 26 . En los léxicos americanistas figuran con<br />
mayor precisión. Cuervo (Apuntaciones críticas <strong>sobre</strong> el l<strong>en</strong>guaje<br />
bogotano, § 869) registra bochinchero, 'alborotador'; y <strong>en</strong><br />
los léxicos v<strong>en</strong>ezolanos consta regularm<strong>en</strong>te. Así, Calcaño (El<br />
<strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, pág. 465) incluye bochinche, "alboroto,<br />
desord<strong>en</strong>, confusión y alteración del ord<strong>en</strong>, tumulto, rebullicio",<br />
y bochinchero, "el que acostumbra promover bochinches";<br />
Picón-Febres (Libro raro) da para bochinche, "alboroto,<br />
desord<strong>en</strong>, confusión, tumulto o rebullicio popular. Equivale<br />
asimismo a pelotera, gresca, chamusquina o chamuchina, camorra,<br />
zaragata y gazapera. Y véanse adelante brollo y bronca,<br />
porque los <strong>dos</strong> y bochinche son sinónimos"; Lisandro Alvarado<br />
(Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela) anota bochinche<br />
como término neológico <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela con la significación de<br />
20 He analizado y consultado los sigui<strong>en</strong>tes Diccionarios académicos para el<br />
pres<strong>en</strong>te trabajo: el Diccionario de autoridades, la edición sexta de 1822, la de 1869,<br />
1884, 1914, 1925 y 1936 (1939). Estimo sufici<strong>en</strong>tes tales consultas, pues no es mi<br />
propósito seguir y anotar todas las ediciones, sino las más repres<strong>en</strong>tativas.
BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 397<br />
"desord<strong>en</strong>, alboroto, retozo", y añade como citas de autoridad:<br />
"Cantaban una canción alarmante, subversiva, y todo lo demás<br />
que constituye <strong>en</strong> los países cultos un perfecto bochinche"<br />
(Causade Antonio L. Guztnári). "Y fuera pesimismo cursi p<strong>en</strong>sar<br />
que sólo <strong>en</strong> nuestra peregrinación haya jaleo y bochinche"<br />
(J. J. Churión, ha peregrinación). "Entiéndase de ordinario <strong>en</strong><br />
mala parte; pero <strong>en</strong> la Cordillera, según explica Picón-Febres<br />
(Libro raro) suele at<strong>en</strong>uarse tal s<strong>en</strong>tido". En los vocabularios<br />
g<strong>en</strong>erales del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> América consta asimismo tal significado.<br />
En Ciro Bayo (Vocabulario criollo-español sudamericano),<br />
bochinche, "bulla, alboroto"; Malaret (Diccionario de americanismos,<br />
2 ed.), con el significado de "baboya, desord<strong>en</strong>" <strong>en</strong><br />
Arg<strong>en</strong>tina, Bolivia, Ecuador, Guatemala, Perú, Puerto Rico y<br />
V<strong>en</strong>ezuela, y, además, <strong>en</strong> México, con la significación de "baile,<br />
fiesta"; el propio Malaret (Suplem<strong>en</strong>to al diccionario) añade<br />
a Chile y Panamá como países donde es viva la significación de<br />
bochinche, "baboya, desord<strong>en</strong>", <strong>en</strong> tanto que <strong>en</strong> Puerto Rico<br />
y Colombia significa también "cu<strong>en</strong>to, <strong>en</strong>redo, chisme". Por<br />
último, Santamaría (Diccionario de americanismos) da para<br />
bochinche, "alboroto, asonada, desord<strong>en</strong>", y, como significado<br />
particular <strong>en</strong> México, además, "holgorio, fiesta desord<strong>en</strong>ada,<br />
algazara". Es posible que este término, a pesar de ser de tan<br />
g<strong>en</strong>eral uso <strong>en</strong> América por lo que cabría p<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> un orig<strong>en</strong><br />
p<strong>en</strong>insular común para todas las repúblicas hispanohablantes,<br />
se haya formado <strong>en</strong> América con este particular significado, y,<br />
de ahí, haya pasado a España. .<br />
2. BROLLO. — Es vivo <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela el significado de "<strong>en</strong>redo,<br />
confusión, desord<strong>en</strong>, altercado o riña de las palabras <strong>en</strong>tre<br />
varias personas. También es broma o p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a garrotazos,<br />
a trompadas o a tiros de revólver <strong>en</strong>tre varios individuos, con<br />
alboroto, vocería y soez desvergü<strong>en</strong>za <strong>en</strong> las palabras" (Picón-<br />
Febres, Libro raro). Julio Calcaño (El <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />
§ 1085) lo cond<strong>en</strong>a como impropio, lo que significa estar <strong>en</strong><br />
uso <strong>en</strong> el país. Lisandro Alvarado lo anota como sinónimo de<br />
embrollo (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo)<br />
y cita: "Y yo sé qué esos son 'brollos' de la niña Fulanita.<br />
Usted sabe quién es porque ya la conoce de atrás"
398 PEDRO GRASES BICC, VI, I950<br />
(Pocaterra, Tierra del sol amada, pág. 266); Augusto Malaret<br />
{Diccionario de americanismos) lo registra como v<strong>en</strong>ezolanismo,<br />
sinónimo de 'embrollo, bochinche, etc.'.<br />
3. BRONCA. — No aparece <strong>en</strong> los Diccionarios académicos<br />
hasta 1884, con el significado familiar de 'broma pesada' y,<br />
además, de "pelazga, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña, disputa", artículo que<br />
se repite hasta el Diccionario de 1936. En los glosarios v<strong>en</strong>ezolanistas<br />
figura como peculiar el significado de "altercado,<br />
disputa, pelazga o zaragata. Camorra, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, furrusca o<br />
gazapera" (Picón-Febres, Libro raro); y <strong>en</strong> Lisandro Alvarado<br />
{Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como acepción especial)<br />
con el significado de 'disputa vehem<strong>en</strong>te, altercado,<br />
p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña'. Santamaría {Diccionario de americanismos)<br />
dice que se usa por "pelazga, riña, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, y aun por disputa,<br />
batahola y algazara, se usa casi exclusivam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la<br />
frase armarse la bronca".<br />
El término bronquina, que Lisandro Alvarado {Glosarios<br />
del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) anota como<br />
"inv<strong>en</strong>ción del vulgo para significar riña callejera", sigui<strong>en</strong>do<br />
el testimonio de Medrano {Apuntaciones para la crítica del<br />
l<strong>en</strong>guaje maracaibero), consta, de antiguo, <strong>en</strong> los Diccionarios<br />
académicos, desde el de 1822, con la significación de 'p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />
riña'. No ofrece, pues, ninguna particularidad <strong>en</strong> el <strong>castellano</strong><br />
de América. Malaret {Suplem<strong>en</strong>to al diccionario) no halla<br />
otra autoridad que este débil testimonio de Lisandro Alvarado.<br />
4. BULLARANGA. — Baldomero Rivodó {Voces nuevas <strong>en</strong> la<br />
l<strong>en</strong>gua castellana, pág. 239) registra bullaranga por bullanga,<br />
con el significado de desord<strong>en</strong>. Julio Calcaño {El <strong>castellano</strong> <strong>en</strong><br />
V<strong>en</strong>ezuela) lo cond<strong>en</strong>a, lo que nos autoriza a sobr<strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que<br />
está <strong>en</strong> uso <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela. Lisandro Alvarado {Glosarios del<br />
bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela) lo anota como neologismo con el<br />
significado de 'bullanga'. Y añade: "En Maracaibo dic<strong>en</strong> buller<strong>en</strong>gue;<br />
y también dan este nombre a ciertos abulta<strong>dos</strong> perifollos<br />
que suel<strong>en</strong> usar [las mujeres] <strong>en</strong> la parte posterior de<br />
sus trajes" (Medrano, Apuntaciones para la crítica del l<strong>en</strong>guaje<br />
maracaibero). La voz <strong>en</strong> este caso provi<strong>en</strong>e de bullón. "Malaret
BICC, VI, I950 LA IDEA DE ALBOROTO*' EN CASTELLANO 399<br />
(Diccionario de americanismos) lo da con significado de 'bulla',<br />
como vivo <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina, Honduras y Tabasco (México).<br />
5. CANFÍNFORA. — Lisandro Al varado (Glosarios del bajo<br />
español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) recoge este término<br />
con la significación de 'bullicio, alboroto, barbulla'. Repite<br />
Malaret (Suplem<strong>en</strong>to al diccionario) tal aseveración. También<br />
lo anota Jacobo Pim<strong>en</strong>tel [Job Pim] (Enciclopedia Espesa<br />
(antes Sigüi). Caracas, 1931) dándole valor de: "bronca, zipizape,<br />
perrera, zalagarda, trapatiesta, bululú, zaperoco, pelotera,<br />
sampablera, bochinche". Creo, no obstante, que es voz ocasional.<br />
Es de interés, como síntoma, ya que indica la prop<strong>en</strong>sión<br />
<strong>en</strong> el medio criollo de nuestros días a buscar nuevas d<strong>en</strong>ominaciones<br />
a la idea de 'bullicio, alboroto, etc.'.<br />
6. CÓMICA. — No es raro oír <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela este término<br />
como equival<strong>en</strong>te a 'desord<strong>en</strong>, alboroto, algazara'. Se armó una<br />
cómica, fue una cómica, para referirse a una reunión rui<strong>dos</strong>a<br />
y aun tumultuosa, de g<strong>en</strong>te <strong>en</strong>fiestada, con risa y estrépito. Con<br />
cierto rigor, deberíamos reconocer que no ti<strong>en</strong>e pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te la<br />
significación de 'alboroto, algazara', pero está tan cerca que<br />
juzgo puede aceptársele con tal valor.<br />
7. DESESPERO. — Según Picón-Febres (Libro raro) es <strong>en</strong><br />
V<strong>en</strong>ezuela "alboroto, confusión, impaci<strong>en</strong>cia muy vehem<strong>en</strong>te<br />
por cualquier motivo. Vale tanto como volate y zaperoco".<br />
8. FOLLA, FOLLÓN, FOLLISCA, FULLONA. — La voz follisca es<br />
señalada como v<strong>en</strong>ezolanismo para indicar la idea de 'alboroto,<br />
desord<strong>en</strong>'. El vocablo ti<strong>en</strong>e una interesante correlación que<br />
sirve admirablem<strong>en</strong>te de paralelo a nuestro bululú. Emilio Cotarelo<br />
y Mori <strong>en</strong> la docum<strong>en</strong>tadísima introducción a la Colección<br />
de <strong>en</strong>tremeses... (Madrid, NBAE, págs. cccxiv-xv) analiza<br />
el término folla, acerca del cual aduce el testimonio de Covarrubias<br />
(Tesoro de la l<strong>en</strong>gua castellana): "Los comediantes,<br />
cuando repres<strong>en</strong>taban muchos <strong>en</strong>tremeses juntos sin comedia<br />
ni repres<strong>en</strong>tación grave la llaman folla, y con razón; porque<br />
todo es locura, chacota y risa", de lo que concluye Cotarelo<br />
que no era, por tanto la folla un intermedio, sino clase o manera<br />
de espectáculo, y añade el criterio del Diccionario de la<br />
Academia: "Folla. Diversión teatral, compuesta de varios pasos
400 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />
de comedia inconexos, mezcla<strong>dos</strong> con otros de música", opinión<br />
que está cerca, aunque no coincida, con lo que nos dice Covarrubias<br />
27 . Si completamos esto con la opinión del lexicógrafo<br />
Julio Casares (Cosas del l<strong>en</strong>guaje. Madrid, 1943, pág. 94),<br />
redondearemos esta relación íntima <strong>en</strong>tre algarabía ('alboroto')<br />
y repres<strong>en</strong>tación teatral que ti<strong>en</strong>e el término folla. Dice Casares:<br />
"folla cuyo significado aparece restringido <strong>en</strong> el Diccionario<br />
académico a un 'lance del torneo <strong>en</strong> que batallan <strong>dos</strong> cuadrillas<br />
desord<strong>en</strong>adam<strong>en</strong>te'. Esta acepción ... sólo es... un caso<br />
particular del concepto más amplio que ha t<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua,<br />
al igual de las otras voces neolatinas que acabamos de<br />
m<strong>en</strong>cionar. Así lo acreditan los sigui<strong>en</strong>tes pasajes: 'Procuran<br />
que haya muchos capitulantes y gran folla y ruido' (Castillo<br />
Bobadilla, Política, lib. 5, cap. I). 'Paréc<strong>en</strong>le estos desv<strong>en</strong>tura<strong>dos</strong>,<br />
cuando anda la folla y m<strong>en</strong>eo de su bullicio, al que<br />
traían... cuando andaban reparando sus templos al tiempo<br />
que el patriarca Abraham se los derribaba' (Fr. Antonio Alvarez:<br />
Silva espiritual, parte I, Domingo de quinquagésima).<br />
En estos ejemplos no se trata evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de 'cuadrillas <strong>en</strong><br />
torneo' sino de 'g<strong>en</strong>tes que se agitan <strong>en</strong> confuso desord<strong>en</strong>'. Restablecida<br />
de este modo la acepción fundam<strong>en</strong>tal de folla, no<br />
será av<strong>en</strong>turado considerar esta voz empar<strong>en</strong>tada con fullona<br />
(p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre varias personas con muchas voces y ruido),<br />
con follisca (que el Diccionario trae como americanismo con<br />
el significado de 'gresca'), y con el moderno follón, que es s<strong>en</strong>cillam<strong>en</strong>te<br />
un aum<strong>en</strong>tativo de folla y que, como tal, bi<strong>en</strong> pudiera<br />
t<strong>en</strong>er anteced<strong>en</strong>tes literarios". Creo que relacionadas las<br />
afirmaciones de Casares con lo que nos dice Cotarelo completamos<br />
la correcta interpretación de folla y sus deriva<strong>dos</strong>.<br />
En particular, me interesa subrayar el v<strong>en</strong>ezolanismo follisca,<br />
estudiado como tal por Baldomero Rivodó (Voces nuevas<br />
<strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua castellana, pág. 251) qui<strong>en</strong> dice "equivale a des-<br />
27 Mateo Alemán <strong>en</strong> el Guzmán de Alfarache escribe: "Y cuando yo vi que se<br />
les cal<strong>en</strong>taba la sangre a to<strong>dos</strong> y andaba la conversación <strong>en</strong> folla tratando de varias<br />
cosas..." (Parte II, libro i, cap. III). Coincide con la explicación dada <strong>en</strong> el<br />
Diccionario académico (ed. 1925): "Concurso de mucha g<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> que sin ord<strong>en</strong><br />
ni concierto hablan to<strong>dos</strong>, o andan revueltos para alcanzar alguna cosa que se les<br />
echa a la rebatiña".
BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO" EN CASTELLANO 4OI<br />
ord<strong>en</strong>, confusión, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña"; por Calcaño (El <strong>castellano</strong><br />
<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, pág. 487), qui<strong>en</strong> escribe: "follisca es un v<strong>en</strong>ezolanismo<br />
que expresa riña o p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia con algazara; y equivale<br />
a las voces castellanas fullona, gresca, pelotera, chamusquina,<br />
gazapera. En concepto mío follisca deriva del <strong>castellano</strong><br />
folla, anticuado, jola (<strong>en</strong> fpla, desord<strong>en</strong>adam<strong>en</strong>te). El catalán<br />
antiguo decía folla, tropel; el portugués dice fula; foule el<br />
francés; y el italiano folla y fola. En catalán corri<strong>en</strong>te foll,<br />
folla (loco, loca), se aplica a los animales, como el lobo y el<br />
perro, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de rabioso, ll<strong>en</strong>o de furia. Acaso nuestro<br />
follisca no sea sino una voz común anticuada sin uso ya ni<br />
testimonio <strong>en</strong> España". Tal es el parecer de Calcaño. Picón-<br />
Febres (Libro raro) explica follisca como "p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, pelazga,<br />
chamusquina o zafacoca", y el propio vocabulista lo usa <strong>en</strong><br />
El sarg<strong>en</strong>to Felipe: "Lo que debes t<strong>en</strong>er como sabido es que<br />
Salazar anda ya alzao <strong>en</strong> Carabqbo, y que si no lo apagan<br />
pronto, <strong>en</strong>tualito se pr<strong>en</strong>de la follisca <strong>en</strong> toda la República".<br />
Lisandro Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela)<br />
sigue el parecer de Picón-Febres. Malaret (Diccionario de<br />
americanismos) lo anota como de uso corri<strong>en</strong>te <strong>en</strong> América<br />
C<strong>en</strong>tral, Colombia, Puerto Rico y V<strong>en</strong>ezuela. Follón "es sinónimo<br />
de alboroto, gresca, trifulca" (Casares, Cosas del l<strong>en</strong>guaje,<br />
pág. 93). Fullona es "p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña y cuestión <strong>en</strong>tre <strong>dos</strong> o<br />
.más personas, con muchas voces y rui<strong>dos</strong>" (Diccionario de la<br />
Academia, ed. de 1925). Véase este fragm<strong>en</strong>to de la Vida y<br />
hechos de Estebanillo González: "...y al tiempo que trataba<br />
de desagraviarme y de armar la fullona, me hallé cercado de<br />
toda la familia ...". El gran interés de este grupo de términos<br />
consiste <strong>en</strong> la similitud de evolución conceptual desde la palabra<br />
folla, repres<strong>en</strong>tación teatral que había de provocar alboroto<br />
y desord<strong>en</strong>, a través de la confusión producida por numerosos<br />
hablantes simultáneos, hasta la significación de reunión<br />
tumultuosa, atropellada, <strong>en</strong> un número de deriva<strong>dos</strong> de folla,<br />
que han conservado <strong>en</strong> América y <strong>en</strong> la P<strong>en</strong>ínsula un s<strong>en</strong>tido<br />
semejante al del caso de bululú.<br />
9. GALLETA. — Es viva <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela la significación de<br />
'confusión, desord<strong>en</strong>' para este término, aunque los vocabulistas
402 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />
no le asign<strong>en</strong> tal valor. Efectivam<strong>en</strong>te, Picón-Febres (Libro<br />
raro) anota el significado de 'bofetada', de uso <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela<br />
y <strong>en</strong> Canarias. También lo ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> catalán galeta. Lisandro<br />
Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela) dice significar:<br />
"Chanza pesada de bañistas, que consiste <strong>en</strong> anudar<br />
bi<strong>en</strong> las distintas piezas del traje de alguno mi<strong>en</strong>tras se está<br />
bañando".<br />
10. GUACHAFITA. — Es un término vivo <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela para<br />
indicar 'desord<strong>en</strong>, algazara, con cierta connotación de broma<br />
y gresca alborozada', julio Calcaño (El <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />
§ 815) le da una curiosa, y creo que errada, interpretación:<br />
"Guachafita es un término que significa casa de juego y se<br />
aplica a toda clase de desord<strong>en</strong> o de irregularidad, y así a las<br />
asociaciones, como a los gobiernos y a las personas y a las cosas.<br />
Cecilio Acosta me decía: la palabra es un tesoro, pero no doy<br />
con su orig<strong>en</strong>! Años más tarde <strong>en</strong> la revolución de Maracaibo,<br />
de 1869, fui más afortunado que él al oír decir, no ya sólo<br />
guachafita, sino guachapa y guachapita, y se me informó que<br />
los jugadores llamaban guachapa al acto de apagar las velas y<br />
manotear la mesa, por donde compr<strong>en</strong>dí que formaban el sustantivo<br />
del verbo guachapear. La corrupción guachafita ha<br />
triunfado, y se ha hecho indisp<strong>en</strong>sable y expresiva <strong>en</strong> el l<strong>en</strong>guaje<br />
familiar". Picón-Febres (Libro raro) le asigna el significado<br />
más correcto: "desord<strong>en</strong> e irregularidad extrema. Guachafita<br />
es reunión de personas con cualquier objeto, <strong>en</strong> la cual<br />
hay mucha bulla, discusiones, rui<strong>dos</strong>o vocerío, y casi siempre<br />
pleitos y aguardi<strong>en</strong>te". Lisandro Alvarado (Glosarios del bajo<br />
español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) trata del vocablo de<br />
la sigui<strong>en</strong>te manera: "Confusión, desord<strong>en</strong>. 'T<strong>en</strong>ía <strong>en</strong> el alma<br />
la s<strong>en</strong>cillez nativa de su pueblo, aj<strong>en</strong>o a las guachafitas mundanas'<br />
(Urbaneja Achelpohl, Nubes de verano); 'Su ánimo<br />
como el de los otros t<strong>en</strong>día a la disolución y a la guachafita'<br />
(id., En este país...!, pág. 10). Propónese para la etimología<br />
de esta voz, el anticuado guachapear (recrearse bebi<strong>en</strong>do). Observaríamos<br />
que este verbo t<strong>en</strong>ía una acepción algo difer<strong>en</strong>te;<br />
v. gr. <strong>en</strong> la Pícara Justina, págs. 22, 23, ed. Ochoa. En Puerto<br />
Rico, significa 'burla, choteo', según Malaret". Este, (Diccio-
BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO" EN CASTELLANO 4O3<br />
nario de americanismos) da para V<strong>en</strong>ezuela la significación de<br />
'casa de juego', derivadas sin duda de Calcaño, s<strong>en</strong>tido que no<br />
se observa jamás. El propio Malaret {Suplem<strong>en</strong>to al diccionario)<br />
anota el término <strong>en</strong> Colombia, con el significado de 'algazara'.<br />
Y el vocablo guachapita con el valor de 'barullo, desord<strong>en</strong>',<br />
como colombianismo. Santamaría (¿Diccionario de<br />
americanismos) afirma por su propia autoridad, que "<strong>en</strong> varios<br />
países de Sur América" significa "desord<strong>en</strong>, barullo, principalm<strong>en</strong>te<br />
la alteración del ord<strong>en</strong> público por movimi<strong>en</strong>to armado,<br />
pronunciami<strong>en</strong>to, revolución, etc.". Y repite que "<strong>en</strong><br />
V<strong>en</strong>ezuela, además, garito, lugar de juego". Véase alguna de<br />
las numerosas muestras de uso moderno del término <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela:<br />
"...ése es más criollo que nosotros y le haría falta la<br />
guachafita" (Rómulo Gallegos, Doña Bárbara, ~fr ed. Bu<strong>en</strong>os<br />
Aires, Espasa Calpe, 1944, pág. 265); "... si se acaba la guachafita<br />
me voy" (id., ib., pág. 265). El mismo Gallegos explica<br />
la palabra <strong>en</strong> el glosario final: "Guachafita, embrollo, desord<strong>en</strong>"<br />
(id., id., pág. 298). No ha aceptado el vocablo el Diccionario<br />
de la Academia 28 .<br />
11. GUAIÑO. — Aunque no sea término de uso <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />
quiero insertar esta nota de Ciro Bayo {Vocabulario<br />
criollo-español sud-atnericano. Madrid, 1911): "Guaiño. Voz<br />
quichua. De huañin, muerto. Triste o yaraví, canción popular<br />
boliviana, como el bambuco de Antioquia y la vidalita de<br />
Santiago del Estero. // ¡Es un guaiño!: es una confusión,<br />
una algarabía, por el barullo de g<strong>en</strong>te alegre que se pasa la<br />
noche cantando guaiños a la luna". Malaret {Diccionario de<br />
americanismos) repite la aseveración de Ciro Bayo. Es un curioso<br />
corrimi<strong>en</strong>to expresivo: de muerto (?) y de canto de un<br />
triste, a la idea de algarabía y desord<strong>en</strong>! Casi comparable a la<br />
evolución del término velorio 20 .<br />
28<br />
No creo que guacharaca haya alcanzado la significación de 'confusión, desord<strong>en</strong>';<br />
es 'ruido'.<br />
^ 9 Aunque mi propósito es, como he manifestado, ceñirme a particularidades<br />
del léxico <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, anoto algunos de los <strong>vocablos</strong> que <strong>en</strong> otros países de la<br />
América Hispana significan la idea de 'confusión, alboroto, tumulto', etc.: a) Burtijina,<br />
<strong>en</strong> Cuba y Puerto Rico, 'confusión, desord<strong>en</strong>' (Malaret, Diccionario de americanismos);<br />
En burujón, 'desord<strong>en</strong>adam<strong>en</strong>te' <strong>en</strong> Cuba (id.); b) Cambamba, <strong>en</strong> Colombia, 'ca-
404 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />
12. GUASA. — Tampoco es <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela donde esta palabra<br />
significa desord<strong>en</strong> o barullo, sino 'broma, chanza, ironía,<br />
burla', y al mismo tiempo es d<strong>en</strong>ominación de un tipo de baile<br />
popular. Pero <strong>en</strong> otras Repúblicas hispanoamericanas, sí ha<br />
alcanzado el valor de 'holgorio, fiesta rui<strong>dos</strong>a', según Santamaría<br />
{Diccionario de americanismos), así como la voz guasanga,<br />
que según Joaquín García Icazbalceta {Vocabulario de<br />
mexicanismos) significa "bulla, zambra, barahunda, vocerío".<br />
Salva le trae como proced<strong>en</strong>te de Cuba; pero lo es también de<br />
México y de Colombia (Bogotá: Cuervo § 598; Cuba: Pichardo,<br />
Macías, Armas, pág. 82; F. Ortiz, Glos. ajronegr.; Guatemala:<br />
riña, pelotera, cf. Batres, pág. 313)"- Guasanga está ya recogido<br />
<strong>en</strong> el Diccionario de la Academia, de 1925, con tal significado<br />
y atribuido a América C<strong>en</strong>tral, Colombia, Cuba y<br />
México. Guasábara (i. e. guazábara), probable criollización de<br />
algazara (Cf. Wagner, RFE, XV, 296) durante la conquista,<br />
'algarada, re<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro, guerra con indios', no ha llegado todavía<br />
a 'alboroto, desord<strong>en</strong>'.<br />
13. GUIRISAPA (i. e. guirizapa). — Significa <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela<br />
"batahola, algarabía, alharaca, bullicio" (José Martí, Obras<br />
completas, II, 1662). Registran también el término Santamaría<br />
y Malaret {Suplem<strong>en</strong>to).<br />
14. MATURRANGA. — Según Picón-Febres {Libro raro) significa<br />
<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela "desord<strong>en</strong> o irregularidad extrema. Equivale<br />
a guachafita <strong>en</strong> la primera de sus acepciones ('reunión con<br />
bulla, etc.')". Lisandro Alvarado {Glosarios del bajo español<br />
<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) acepta el testimonio de<br />
morra, disputa, riña' (Santamaría, Diccionario de americanismos; Malarct, Suplem<strong>en</strong>to<br />
al diccionario; Diccionario histórico de la l<strong>en</strong>gua española, de la Academia); c)<br />
Desparpajo, <strong>en</strong>.Chile y Guatemala; desparramo, <strong>en</strong> Chile; y <strong>en</strong>trevero, <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina<br />
y Chile, significan 'desbarajuste, desconcierto, desord<strong>en</strong>' (cf. Diccionario de la<br />
Academia), d) Garata, <strong>en</strong> Puerto Rico, 'pelea, desord<strong>en</strong>, alboroto, tumulto' (Santamaría,<br />
Diccionario de americanismos; Malaret, Diccionario de americanismos y Suplem<strong>en</strong>to<br />
al diccionario, dice que se usa también <strong>en</strong> España; e) Revolú, <strong>en</strong> Panamá,<br />
'rcvoltina, pelotera' (Malaret, Suplem<strong>en</strong>to al diccionario); i) Revoluta, <strong>en</strong> América<br />
C<strong>en</strong>tral, 'rcvoltina' (id.); g) Salpafuera, significa <strong>en</strong> Cuba lo que correcorre, es<br />
decir, 'huida desord<strong>en</strong>ada de g<strong>en</strong>te' (Malaret,.Diccionario de americanismos). Estoy<br />
conv<strong>en</strong>cido que una investigación a fondo <strong>en</strong> cada república hispanoamericana daría<br />
abundantes frutos <strong>en</strong> este tipo de <strong>vocablos</strong>.
BICC, VI, 1950 LA IDEA DE "ALBOROTO" EN CASTELLANO 405<br />
Picón-Febres, y añade: "En Honduras, delito, picardía. En el<br />
Salvador, gatuperio, embrollo, <strong>en</strong>juague. Es voz provincial de<br />
Extremadura, por treta, marrullería. No sé que se use <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela<br />
el adjetivo maturrango (de <strong>dos</strong> terminaciones) con la<br />
significación de mal jinete, o por ext<strong>en</strong>sión, de español, o aplicado<br />
a un caballo malo y flaco, como <strong>en</strong> el Perú".<br />
15. MEREQUETÉN. ,— Palabra viva para indicar <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela<br />
'alboroto, desord<strong>en</strong>'. No está registrada <strong>en</strong> los vocabularios<br />
v<strong>en</strong>ezolanos. Malaret {Suplem<strong>en</strong>to al diccionario) dice que<br />
<strong>en</strong> Puerto Rico significa lo que revolú, que es 'pelotera, revoltina'<br />
30 .<br />
16. PERIQUERA. — De este vocablo tan frecu<strong>en</strong>te y g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te<br />
usado <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela no he hallado más que el testimonio<br />
de Lisandro Alvarado {Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />
como neologismo), qui<strong>en</strong> dice: "Reunión de pericos; y<br />
por analogía, conjunto de personas charladoras; algarabía, alboroto".<br />
Malaret {Suplem<strong>en</strong>to al diccionario) reproduce el<br />
texto de Alvarado, con el complem<strong>en</strong>to de que <strong>en</strong> México<br />
significa 'sitio <strong>en</strong>cumbrado'.<br />
17. PERRERA. — Picón-Febres {Libro raro) asi<strong>en</strong>ta: "En V<strong>en</strong>ezuela<br />
significa pleito, bronca, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, tumulto o zinguizarra".<br />
Lisandro Alvarado {Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />
como acepción especial) anota el significado de "p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />
reyerta" y cita a Picón-Febres como autoridad. Santamaría<br />
{Diccionario de americanismos) escribe: "Vulgarismo<br />
cubano y v<strong>en</strong>ezolano, por pleito, disputa, bronca, escándalo,<br />
p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, zipizape, tremolina. Se armó la gran perrera, chico".<br />
En el Diccionario académico no se registra tal significado: la<br />
acepción más próxima es la de 'rabieta de niño', que aparece <strong>en</strong><br />
la edición de 1869, anotada también <strong>en</strong> Luis y Agustín Mi-<br />
30 En cuanto a] término pela, asegura Julio Calcaño (El <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela)<br />
que es termino vivo <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela para indicar discusiones alborotadas. Sin embargo<br />
Picón-Febres (Libro raro), Lisandro Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela),<br />
Maloret (Diccionario de americanismos) le reconoc<strong>en</strong> solam<strong>en</strong>te el significado<br />
de 'zurra, azotaina, felpa, soba, zurribanda, cuerita, tunda', <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de<br />
paliza, de pegarse, que <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>do es más exacto que lo que asevera Calcaño.
406 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />
llares {Léxico de Gran Canaria. Las Palmas, 1924, pág. 132),<br />
con mayor ext<strong>en</strong>sión: "Se aplica g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te a los accesos de<br />
cólera infantiles, acompaña<strong>dos</strong> de gritos, llanto y pataleo".<br />
18. ROCHELA. — En el significado de alboroto parece ser<br />
hoy este término particularidad del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> América.<br />
Cuervo {Apuntaciones críticas <strong>sobre</strong> el l<strong>en</strong>guaje bogotano, %<br />
677) dice: "Así como es comunísimo trasladar los nombres de<br />
Babel, Belén y Liorna a d<strong>en</strong>otar un lugar de desord<strong>en</strong> y confusión,<br />
hase aplicado lo mismo el de la Rochela: si hoy se<br />
haga eso <strong>en</strong> España es cosa que no podemos resolver: sólo diremos<br />
que <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido usa Mateo Alemán el tal nombre<br />
de ciudad, y que así lo oímos diariam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> nuestra tierra,<br />
si bi<strong>en</strong> de ordinario se circunscribe su s<strong>en</strong>tido a d<strong>en</strong>otar un<br />
gran ruido o algazara. De aquí hemos formado el verbo<br />
arrochelarse, que se dice particularm<strong>en</strong>te de los caballos cuando<br />
se alborotan. 'En resolución, todo el mundo es la Rochela <strong>en</strong><br />
este caso, cada cual vive para sí, qui<strong>en</strong> pilla pilla, y sólo pagan<br />
los desdicha<strong>dos</strong> como tú' {Guzmán de Alfarache, pte. II, lib.<br />
II, cap.. VI). 'Todo aquello se pasó y deshizo, quedando cada<br />
cual como los de la Rochela, qui<strong>en</strong> piglia piglia' {Ortografía<br />
castellana, fol. 66)". Lo registra también Gustavo Otero<br />
Muñoz {Copla colombiana, pág. 313), "Pido que cuando me<br />
muera / me <strong>en</strong>tierr<strong>en</strong> con mi vigüela, / por si acaso <strong>en</strong> la otra<br />
vida / se ocurre alguna rochela". En los vocabularios v<strong>en</strong>ezolanistas<br />
se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra el vocablo. Picón-Febres {Libro raro) lo<br />
define como "retozo con mucha risa y bulla y alboroto", y a<br />
continuación anota rochelera, "persona muy aficionada a rochelear,<br />
o lo que es lo mismo, a la rochela. Persona jacaran<strong>dos</strong>a<br />
o parrandera. También se le dice rochelera a la caballería que<br />
adolece del repugnante resabio de resistirse a continuar la<br />
marcha". También registra el verbo arrochelarse. Lisandro<br />
Al varado {Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo)<br />
da a rochela el significado que le reconoce Picón-<br />
Febres, y, además, el de 'quer<strong>en</strong>cia, gorrionera', con testimonios<br />
de interés: "Ti<strong>en</strong>e mucha sabana, del todo perdida, por motivo<br />
de los espineros, crobales y chiribitales que to<strong>dos</strong> son rochelas<br />
y cuevas de tigres" {Informe del prefecto de las misiones de
BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 407<br />
Guayana, 1799, <strong>en</strong> Colección Blanco-Azpúrua, I, pág. 462);<br />
"Empezó a abrazarlo y morderlo — al mismo tiempo que reía<br />
bulliciosa y burlescam<strong>en</strong>te, sin darse cuidado de su hermano<br />
que le rechazaba con fingido fastidio y le decía: —Deja la<br />
rochela 'Isa'!... Estáte quieta!... No seas tan fastidiosa!"<br />
(G. Espinosa, Yo soy poeta y sólo poeta). Usado también <strong>en</strong><br />
Colombia. Alvarado incluye también rochelear y rochelero.<br />
"En el l<strong>en</strong>guaje popular de V<strong>en</strong>ezuela se dice que es rochelera<br />
la bestia que ti<strong>en</strong>e el resabio de pararse <strong>en</strong> un lugar sin querer<br />
proseguir la marcha" (N. Bolet Peraza, De Caracas a La<br />
Guaira).<br />
Véanse algunos ejemplos de usos modernos del vocablo:<br />
"Lejos se levantaba una rochela de caballos salvajes" (Rómulo<br />
Gallegos, Doña Bárbara, 7? ed. Bu<strong>en</strong>os Aires, 1944, pág. 46);<br />
"En las sabanas de Lapartijera está una rochela de cimarrones"<br />
{id., pág. 66); "... y <strong>en</strong> la vida fiera y libre de la rochela<br />
d<strong>en</strong>tro del mastrantal inaccesible" (id., pág. 202); "Ya me<br />
dijeron también que ti<strong>en</strong>e una rochelita con una de las muchachas<br />
de Puerto Real" (id., pág. 239). El propio Gallegos<br />
explica el término <strong>en</strong> el Glosario del mismo libro como "reunión<br />
de ganado inquieto, y también el sitio donde se efectúa"<br />
(id., pág. 300), pero, evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, el uso del vocablo <strong>en</strong> los<br />
textos cita<strong>dos</strong> de Gallegos es de un s<strong>en</strong>tido mucho más amplio<br />
que el que da Gallegos, reducido a la acción del ganado, aunque<br />
éste sea el significado principal y quizás el primitivo <strong>en</strong><br />
V<strong>en</strong>ezuela. Con la definición de Gallegos mal podría explicarse<br />
que un galán tuviera "una rochelita con una de las muchachas<br />
de Puerto Real". A mayor abundami<strong>en</strong>to, obsérvese<br />
este ejemplo del mismo novelista: "¿Qué pasa? —pregunta<br />
tío Manuel, crey<strong>en</strong>do que fuera caso de algún barajuste del<br />
ganado <strong>en</strong>corralado. Y le contestan: —Nada, don. Rochelas<br />
de los muchachos. Un viejito, que acaba de llegar, dando lástima<br />
de puro parecer que no podía con su alma, y como los<br />
muchachos quisieron divertirse con él y le tiraron una punta<br />
de garrote, de la barajustada que se dio tramoliando el suyo,<br />
abrió un claro <strong>en</strong> el corredor" (Rómulo Gallegos, Cantaclaro.<br />
Bu<strong>en</strong>os Aires, 1941, págs. 12-13). También anota rochela y sus<br />
deriva<strong>dos</strong>, Baldomero Rivodó (Voces nuevas <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua cas-
PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />
tellana, págs. 257-258). Queda clara, por tanto, la amplitud del<br />
significado <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela 31 .<br />
31 Otro término que casi ha alcanzado la significación g<strong>en</strong>érica c indiscriminada<br />
de 'desord<strong>en</strong>' es barajuste, que <strong>en</strong> tal acepción he visto usado casi exclusivam<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> relación con el ganado, probablem<strong>en</strong>te por cruce de significa<strong>dos</strong> <strong>en</strong>tre baraja,<br />
barajar y desbarajuste. Barajar desde el Diccionario de autoridades se ha explicado<br />
como 'reñir, cont<strong>en</strong>der, t<strong>en</strong>er p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia y altercar', y baraja, como riña. Barahustar,<br />
del l<strong>en</strong>guaje de germanía, vale 'acometer con el puñal', pues barahustador era el<br />
puñal <strong>en</strong>tre rufianes; y así, barahustado 'muerto a puñaladas". En el Diccionario académico<br />
(le 1869 se le añade a barahustar la acepción de 'confundir, trastornar'. En<br />
tal forma se manti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> el Diccionario la acepción de barajar, baraja, al lado de<br />
baraustar, baraustado, habi<strong>en</strong>do olvidado las formas antiguas barajustar, barajustado,<br />
que <strong>sobre</strong>viv<strong>en</strong> <strong>en</strong> desbarajuste. Julio Calcaño afirma erróneam<strong>en</strong>te (El <strong>castellano</strong><br />
<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela) que <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela barajuste "se usa <strong>en</strong> el mismo s<strong>en</strong>tido y <strong>en</strong> el<br />
que t<strong>en</strong>ía antiguam<strong>en</strong>te el verbo barajustar, hoy barahustar". Son más exactos<br />
Picón-Febres (Libro raro): "Barajustar. Irse o salir a toda prisa y de estampía.<br />
Acometer de improviso una persona a otra, o arremeter precipitadam<strong>en</strong>te contra ella".<br />
Y "barajuste es carrera o escape"; y Lisandro Alvarado (Glosarios del bajo español<br />
<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo o arcaísmo) qui<strong>en</strong> escribe: "Barahuste. Carrera poco<br />
veloz 'de un cuadrúpedo. Aplícase a personas, y úsase de ordinario <strong>en</strong> frases adverbiales,<br />
aspirando siempre la h". Lo que asi<strong>en</strong>ta Julio Calcaño es falso, como hemos<br />
visto, pues barajustar, barajuste se acercan más <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela al s<strong>en</strong>tido de desbarajustar,<br />
desbarajuste, 'desord<strong>en</strong>ar, desord<strong>en</strong>', sin t<strong>en</strong>er completa sinonimia, ya que se<br />
refier<strong>en</strong> al ganado <strong>en</strong> la idea de 'embestir, arremeter, arremolinarse, desbandarse'.<br />
Véanse algunos usos <strong>en</strong> Rómulo Gallegos: ".. . eran muchas las reses bravas y estaban<br />
inquietas .. . ganosas de barajustarse, sin darles tregua a los sujetadores" (R.<br />
GALLEGOS, Doña Bárbara, cd. cit., pág. 151); "... todavía el ganado está inquieto. ..<br />
y un barajuste rep<strong>en</strong>tino puede llevarse las empalizadas..." (id., ib., pág. 181);<br />
"Usted es para el doctor ... como la tonada para el ganado, que si no la escucha<br />
cantar, a cada rato está queri<strong>en</strong>do barajustarse" (id., ib., pág. 254); "¡Ya «c le emabanaron<br />
los bichos! — Exclamó V<strong>en</strong>ancio, por decir que a Pajaróte se le alborotaban<br />
y se le iban las ideas <strong>en</strong> cuanto com<strong>en</strong>zaba a hablar, así como se barajusta y<br />
se disgrega el rebaño cuando lo acosa el tábano" (id., ib., pág. 62).<br />
Cuervo estudia el uso de barajustar (Apuntaciones críticas <strong>sobre</strong> el l<strong>en</strong>guaje bogotano)<br />
de manera magistral; Malarct (Diccionario de americanismos) sigue y resume<br />
al maestro Cuervo.<br />
Es semejante al verbo <strong>en</strong>tabanarse, 'alborotarse él ganado acosado por el tábano',<br />
como puede advertirse <strong>en</strong> los ejemplos de Rómulo Gallegos acerca de barajuste. La<br />
idea de la inquietud nerviosa provocada por el tábano es de vieja asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia hispánica:<br />
"...con haber hecho aquel discurso <strong>en</strong> favor de la mujer que me llevó<br />
aquella miseria, me picaban tábanos por hallarla y di ci<strong>en</strong> vueltas aquella noche<br />
por la propia calle..." (Guzmán de Aljarache, parte II, libro III, cap. 11). La<br />
idea de desord<strong>en</strong> <strong>en</strong> relación con los animales agrupa<strong>dos</strong> y alborota<strong>dos</strong> es constante<br />
<strong>en</strong> el l<strong>en</strong>guaje criollo, aunque <strong>en</strong> muchos casos no haya habido la total trasposición<br />
de ideas, hacia los grupos humanos. Tal cosa sucede con barajuste. Más lejos están<br />
todavía expresiones como éstas: "Ya lo sabe bachiller Mujica, ¡no me alborote el<br />
avispero!" (R. GALLEGOS, Doña Bárbara, ed. cit., pág. 233); "Sigue tu marcha,<br />
Flor<strong>en</strong>tino. ¡No me alborotes el avispero!" (R. GALLEGOS, Cantaclaro, cd. cit., pág.<br />
15); "...pero con esta mujer siempre está uno bailando <strong>en</strong> un tusero" (R. GALLE-
BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO EN CASTELLANO 4O9<br />
Malaret {Diccionario de americanismos y Suplem<strong>en</strong>to al<br />
diccionario) da el significado de 'bulla, algazara' para Colombia<br />
y V<strong>en</strong>ezuela. Santamaría (Diccionario de americanismos)<br />
dice que "En Sur América y Puerto Rico, algazara, reunión<br />
bulliciosa o de g<strong>en</strong>te ordinaria, juerga, jarana; ribota <strong>en</strong> las<br />
islas. — 2. En V<strong>en</strong>ezuela, conjunto de ganado inquieto. — 3.<br />
El sitio <strong>en</strong> que éste se reúne". El Diccionario de la Academia<br />
ha ignorado la acepción de este término tan valioso, hasta la<br />
edición de 1925.<br />
19. SAMPABLERA. — Picón-Febres (Libro raro) escribe:<br />
"Sampablera. Pleito rui<strong>dos</strong>o <strong>en</strong>tre muchas personas. Este vocablo<br />
es sinónimo de brollo ... y también de zalagarda". Lisandro<br />
Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />
sección de neologismos) anota: "Gazapera, zaragata, zipizape"<br />
y cita como autoridad: "Estuvimos <strong>en</strong> un tris de que se formara<br />
una sampablera de to<strong>dos</strong> los demonios" (Picón-Febres,<br />
'Fidelio.', pág. 144); "To<strong>dos</strong> sabemos que el uno como el otro<br />
son <strong>dos</strong> almas de Dios, incapaces de armar escándalos, ni de<br />
andar <strong>en</strong> sampableras de g<strong>en</strong>te de tres al cuarto" (Bachiller<br />
Munguía [J. J. Churión], Una equivocación carnavalesca).<br />
Malaret (Diccionario de americanismos) se limita a registrar<br />
el vocablo como v<strong>en</strong>ezolanismo.<br />
Es posible que este término, así como el sigui<strong>en</strong>te, se hayan<br />
formado <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela <strong>en</strong> contaminación con zambra, zambapalo,<br />
etc., com<strong>en</strong>zando la expresión con el principio de términos<br />
habituales con la significación de 'alboroto', y finalizándola<br />
con una expresión de carácter criollo.<br />
20. SAMPLEGORIO. — Picón-Febres (Libro raro) le da la<br />
equival<strong>en</strong>cia de "desord<strong>en</strong>, algazara, guachafita". Lisandro<br />
Alvarado lo interpreta igualm<strong>en</strong>te (Glosarios del bajo español<br />
<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) reconociéndole el significado<br />
de "embrollo, confusión" y también "cierto potaje o revoltillo";<br />
cita: "Vivir como vive el pobre // <strong>en</strong> eterno sample-<br />
cos, Doña Bárbara, cd. cit., pág. 257). l'.n este mismo s<strong>en</strong>tido se usa <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina<br />
(cf. Martin Fierro, com<strong>en</strong>tado y anotado, por E. F. TISCORNIA. Bu<strong>en</strong>os Aires,<br />
1925, pág. 57).
410 PEDRO GRASES ' BICC, VI, I95O<br />
gorio, / es pagar anticipado / las p<strong>en</strong>as del purgatorio" (P.<br />
Montesinos, Cancionero popular, Ms.). "Se harta uno de samplegorio<br />
aderezado con hueso de espinazo o de rabo, pimi<strong>en</strong>ta,<br />
vinagre doble y ají bravo" (R. Bolívar, Los velorios de mayo)<br />
«<br />
21. SEISPOROCHO. — Es de actual uso con la significación<br />
de 'alboroto, desord<strong>en</strong>, tumulto, etc.' el término seis-por-ocho.<br />
Habituálm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la consabida frase se formó un seis-por-ocho.<br />
22. TRANCAPERROS. — Lisandro Alvarado {Glosarios del<br />
bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) le da la significación<br />
de 'zinguizarra': "En cuanto no más le forma un trancaperros"<br />
(R. Cabrera, Mimí, pág. m). Es el único lexicógrafo<br />
que registra este término <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como equival<strong>en</strong>te a<br />
'desord<strong>en</strong>, alboroto. Seguram<strong>en</strong>te es voz ocasional, acerca de<br />
la que ignoramos la ext<strong>en</strong>sión que haya podido t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> su<br />
uso, nacida probablem<strong>en</strong>te de la interfer<strong>en</strong>cia del vocablo<br />
tranca, que <strong>en</strong> América significa 'borrachera' 33 , y el término<br />
perrera, que ya hemos anotado.<br />
23. VOLATE. — Picón-Febres {Libro raro) lo define: "Alboroto<br />
con mucho ruido y movimi<strong>en</strong>to. Desespero y zaperoco<br />
... val<strong>en</strong> igualm<strong>en</strong>te que volate". Lisandro Alvarado<br />
{Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela) recoge la opinión<br />
de Picón-Febres y añade lo que Cuervo {Apuntaciones críticas<br />
<strong>sobre</strong> el l<strong>en</strong>guaje bogotano, § 936) dice respecto a este vocablo<br />
que <strong>en</strong> Colombia significa "multitud de at<strong>en</strong>ciones". Malaret<br />
s - Un comunicante me informa de] termino sarataco 'alboroto, desord<strong>en</strong>', pero<br />
no la he visto autorizada por ningún lexicógrafo. Julio Febres Cordero (El lápiz)<br />
registra sarangunuisinga con el significado de 'alboroto 1 , <strong>en</strong> Trujillo.<br />
Del mismo modo, no he visto docum<strong>en</strong>ta<strong>dos</strong> términos como garizapa, matachina<br />
y caribera, que se citan <strong>en</strong> el trabajo de FERNANDO ORTIZ, Preludios étnicos de<br />
la música afrocubana (Revista Bimestre Cubana, LIX, 1-3, pág. 168), como usuales<br />
<strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela para indicar 'alboroto, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia', etc.<br />
33 Para tranca, 'borrachera', <strong>en</strong> America, cf. Diccionario de la Academia, 1936;<br />
Cuervo, Apuntaciones criticas <strong>sobre</strong> el l<strong>en</strong>guaje bogotano, § 518; Lisandro Alvarado.<br />
Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como acepción especial; Picón-Febres, Libro<br />
raro; Calcaño, El <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela; Malaret, Diccionario de americanismos y<br />
Suplem<strong>en</strong>to al diccionario; Santamaría, Diccionario de americanismos. Jacobo Pim<strong>en</strong>tel<br />
[Job Pim], Enciclopedia espesa (antes siguí), pág. 44, da a tranca el significado<br />
de 'alboroto' <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela.
BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 4II<br />
(Diccionario de americanismos y Suplem<strong>en</strong>to al diccionario)<br />
registra estas opiniones, y, además, la comunicación de Rafael<br />
Uribe Uribe, qui<strong>en</strong> informa que <strong>en</strong> Colombia volate significa<br />
"confusión, fa<strong>en</strong>a", con la variante bolate M .<br />
34 ¿T<strong>en</strong>drá relación esta voz con voladiUo, bolelío, rebollo, danza antigua española,<br />
de la que t<strong>en</strong>emos algunos testimonios? Cervantes <strong>en</strong> Pedro de Urdemulus<br />
escribe:<br />
Vaya el voladillo apriesa;<br />
no erréis, guardad el compás.<br />
o las coplas recogidas por RODRÍGUEZ MARÍN <strong>en</strong> sus Cantos populares españoles (Sevilla,<br />
1882, t. I, pág. 76):<br />
Estando de boda<br />
con gran regocijo,<br />
bino un gato negro,<br />
se yebo el padrino.<br />
Bi<strong>en</strong>clo la cigüeña<br />
'r pleito mal parao,<br />
pegó un boletío<br />
y se fue al tejao.<br />
y añade <strong>en</strong> nota: "Boletío por volada. En Extremadura rebollo".<br />
¿O t<strong>en</strong>drá que ver con la idea de volatín (bolatín), el que vuela por la maroma?<br />
Julio Ccjador. (Diablo cojuelo, ed. de Madrid, 1910, pág. 126) anota el término<br />
bolatín (volatín) "e! qi:c vuela por la maroma" (Covarrubias). Hoy llamamos volatines<br />
a los ejercicios del volatinero.<br />
Qué de volatines ves,<br />
que por rus cordeles andan,<br />
y han de t<strong>en</strong>er el pescuezo<br />
<strong>en</strong> donde ti<strong>en</strong><strong>en</strong> las plantas.<br />
(QUEVEDO, III, 205).<br />
O este otro texto de Quevedo: "La imperial Italia ... hallán<strong>dos</strong>e pobre y sumam<strong>en</strong>te<br />
ligera, por haber dejado el peso de tantas provincias, dio <strong>en</strong> volatín, y, por falta<br />
de suelo, andaba <strong>en</strong> la maroma, con admiración de todo el inundo" {Sueños, ed.<br />
Clásicos Castellanos, II. págs. 148-149). Bolantín, 'maromero', es usado <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina<br />
(cf. Martin Fierro com<strong>en</strong>tado y anotado, por F.. F. TISCORNIA. Bu<strong>en</strong>os Aires,<br />
1925, pág. 259). Cejador com<strong>en</strong>ta que "volatín, r.4ude además a la ligereza de los<br />
italianos y saltimbanquis que de Italia v<strong>en</strong>ían". Por otra parte JOSÉ SÁNCHEZ ARJONA<br />
<strong>en</strong> Noticias refer<strong>en</strong>tes a los anales del teatro <strong>en</strong> Sevilla (Sevilla, 1898) anota para<br />
los años de 1630 y sigui<strong>en</strong>tes, muchas repres<strong>en</strong>taciones de "compañías de volatines"<br />
que terminaban muy frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> rui<strong>dos</strong>os escándalos. Por otra parte AMKRICO<br />
CASTRO, RFE, XXII, 1935, págs. 55-57, demuestra que volatín, "volatinero, persona<br />
que con habilidad y arte anda y voltea por el aire <strong>sobre</strong> una cuerda o alambre, y<br />
hace otros ejercicios semejantes", se le llama así, no por volar, sino de burato ><br />
buratín. Burato, 'c<strong>en</strong>dal muy delgado que tiñ<strong>en</strong> de negro', tela que se ponían <strong>en</strong> el
412 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />
24. ZAFACOCA. — Término de uso g<strong>en</strong>eral para indicar la<br />
idea de desord<strong>en</strong>, alboroto, tumulto. En el Diccionario de la<br />
Academia no aparece sino hasta la edición de 1925, con la<br />
indicación de americanismo y andalucismo, y con el significado<br />
de 'riña, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, trifulca'. Picón-Febres (Libro raro) registra<br />
el término como equival<strong>en</strong>te a "alboroto, desord<strong>en</strong>, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />
griterío" y añade la nota que "se usa <strong>en</strong> el Perú". Lisandro<br />
Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />
como acepción especial) reproduce la opinión de Picón-Febres.<br />
En los diccionarios americanistas se incluye el vocablo como<br />
de uso g<strong>en</strong>eral <strong>en</strong> toda América (Cf. Malaret, Diccionario de<br />
americanismos; Santamaría, Diccionario de americanismos; y<br />
Ciro Bayo, Vocabulario criollo-español sud-americano). .<br />
25. ZAPERA, ZAPEROCO. — Posiblem<strong>en</strong>te zaperoco es la palabra<br />
de mayor uso <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela para expresar la idea de<br />
'alboroto y desord<strong>en</strong>'. Lisandro Alvarado (Glosarios del bajo<br />
español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo) recoge el término<br />
zapera, 'gazapera, alboroto', término que registra Malaret (Suplem<strong>en</strong>to<br />
al diccionario). Zaperoco consta <strong>en</strong> Calcaño (El<br />
<strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela), qui<strong>en</strong> dice: "es <strong>en</strong> bu<strong>en</strong> <strong>castellano</strong>,<br />
alboroto, zaragata, etc.". Picón-Febres (Libro raro) incluye el<br />
término como "alboroto, desord<strong>en</strong>, ruidajón. Vale tanto como<br />
volate y desespero. Es de uso g<strong>en</strong>eral <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela". Lisandro<br />
Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como neologismo)<br />
da a- zaperoco la equival<strong>en</strong>cia de "bodrio, embrollo,<br />
confusión", y cita: "Una mañanita, <strong>en</strong>tre <strong>dos</strong> luces, veo yo ese<br />
pionaje corri<strong>en</strong>do y sigo ese zaperoco <strong>en</strong> el cañaveral" (Cabrera<br />
Malo, Mimí, pág. m). Malaret y Santamaría lo registran<br />
como v<strong>en</strong>ezolanismo con la significación de "zambra, volate,<br />
alboroto, jaleo" sr> .<br />
rostro algunos repres<strong>en</strong>tantes por no ser conoci<strong>dos</strong>. De ahí, buralin, "al que voltea<br />
<strong>en</strong> la maroma', por el c<strong>en</strong>dal que se ponía <strong>en</strong> el rostro; de ahí pasaría a volatín, con<br />
la falsa etimología de volar, que ha perdurado <strong>en</strong> to<strong>dos</strong> los diccionarios. Si esto<br />
fuera as!, es decir que el volate, 'alboroto', <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, tuviera esta asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />
t<strong>en</strong>dríamos un caso paralelo al de bululú.<br />
No creo que volate <strong>en</strong> su acepción v<strong>en</strong>ezolana, pueda t<strong>en</strong>er relación con "bolata,<br />
ladrón que hurta por v<strong>en</strong>tana o tejado: lo propio que bolatero" (Del Vocabulario<br />
de gemianía, por JUAN HIDALGO <strong>en</strong> Romances de germanía. Madrid, 1779).<br />
35 Baldomcro Rivodó quiere explicar zaperoco, como "revoltillo, o sea conjunto
BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 413<br />
26. ZINGUIZARRA. — (Escrito también singuizarra, singuisarra,<br />
y singuissarro). Indica la misma idea de 'alboroto, desord<strong>en</strong>'.<br />
Picón-Febres {Libro raro) dice: "igual que zafacoca".<br />
Lisandro Alvarado {Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela,<br />
como neologismo) escribe: "zalagarda, riña, alboroto", y cita:<br />
"En ambas partes cuando m<strong>en</strong>os se p<strong>en</strong>saba armábase una singuizarra,<br />
fruto de la democracia, <strong>en</strong> que los ministriles de la<br />
policía tomaban parte activa" (J. J. Churión, El teatro <strong>en</strong> Caracas,<br />
pág. 81). Malaret {Suplem<strong>en</strong>to al diccionario) anota el<br />
término como v<strong>en</strong>ezolanismo. Santamaría {Diccionario de<br />
americanismos) dice que se usa <strong>en</strong> Colombia con tal s<strong>en</strong>tido 30 .<br />
# # •<br />
El vocabulario <strong>castellano</strong> g<strong>en</strong>eral ofrece ya una considerable<br />
riqueza de términos con la significación de 'alboroto, tumulto,<br />
riña, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, etc.'. En tierras de América se ha desarrollado,<br />
además, un grupo importante de voces con la misma<br />
acepción. Ello es de suma importancia para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der el carácter<br />
peculiar de la vida social <strong>en</strong> Hispanoamérica, y aun para<br />
compr<strong>en</strong>der la singular condición <strong>en</strong> que se halla el habla de<br />
qui<strong>en</strong>es contemplan las situaciones desord<strong>en</strong>adas que a su alrededor<br />
se produc<strong>en</strong>. Tales caracteres son comunes al <strong>castellano</strong><br />
de ambos hemisferios.<br />
# • •<br />
Hemos vistoalgunas voces del <strong>castellano</strong> de América. Véanse<br />
ahora los términos de uso g<strong>en</strong>eral <strong>en</strong> el <strong>castellano</strong> p<strong>en</strong>insu-<br />
dc muchas cosa6 sin ord<strong>en</strong> ni concierto" (Voces nuevas <strong>en</strong> la l<strong>en</strong>gua castellana, pág.<br />
264); no creo que esté <strong>en</strong> lo cierto. Esta voz debe haberse formado de] vocablo<br />
incitativo y picaro zape, tan común como interjección <strong>en</strong> las coplas populares y <strong>en</strong><br />
el l<strong>en</strong>guaje habitual de los jolgorios y fiestas populacheras (cf. zipizape). Probablem<strong>en</strong>te<br />
con influ<strong>en</strong>cia de gazapera, formóse de zape, zapera, zaperoco.<br />
30 ¿T<strong>en</strong>drá relación con zongorrear "onomatopeya por el sonido del rasgueo<br />
de la guitarra" (Gili Gaya, ed. de Vida del escudero Marcos de Obregón). ¿O con<br />
zinguizangue, 'terciado o machete' <strong>en</strong> l<strong>en</strong>guaje de germania? (Juan Hidalgo, Vocabulario<br />
de germania). LEO SPITZER, Esp. "Zángano", pert. Zangáo, <strong>en</strong> RFE, XI,<br />
1924, págs. 183-186 m<strong>en</strong>ciona zanguizarra, <strong>en</strong>tre los deriva<strong>dos</strong> del radical zanga,<br />
con el significado de " 'algazara, tumulto': toque desafinado de viola; qualque<br />
toque ou som estridulo".
414 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />
lar para expresar la misma idea de 'alboroto, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, etc.'.<br />
No creo ni pret<strong>en</strong>do agotar la lista, ni mucho m<strong>en</strong>os, con todo<br />
y lo nutrida que pueda parecer. Insertaré después alguna glosa<br />
a palabras que, a mi ver, merec<strong>en</strong> breve com<strong>en</strong>tario 37 . He<br />
aquí la lista:<br />
Agarrada, alarida, albórbola, alborotami<strong>en</strong>to, alboroto, algarabía,<br />
algarada, algazara, altercado, anarquía, arrancasiega,<br />
arrebatiña, asonada, ataque;<br />
Babel, babilonia, baraja, barahunda (barafunda), barbulla, barullo,<br />
batahola (tabaola), behetría, belén, boda de negros,<br />
bolina, brega, bregadura, broma, bronquina, bulla, bullanga,<br />
bullicio;<br />
Cachetina, camorra, cantaleta, caos, cascarada, cisco, combate,<br />
compet<strong>en</strong>cia, confusión, conmoción, contraste, convulsión,<br />
cuchillada, cuestión, culebra;<br />
Chacota, chamusquina, chipén, chirinola, choque;<br />
Danza, debate, desarreglo, desate, desbarajuste (desbarahuste),<br />
desconcierto, desgobierno, desord<strong>en</strong>, día del juicio, discusión,<br />
dis<strong>en</strong>sión, disgusto, disputa, disturbio;<br />
Embrollo, <strong>en</strong>redo, escándalo, escaramuza, escarapela, estru<strong>en</strong>do;<br />
Fandango, folla, follón, fullona;<br />
Galimatías, gallinero, garbullo, gazapera, gazapina, gazuza, ginebra,<br />
greguería, gresca, grillera (olla de grillos), grita,<br />
gritería, guerra, guirigay;<br />
Herrería;<br />
Infierno, inversión;<br />
Jabardillo, jaleo, jarana, jolgorio (holgorio), jollín (hollín);<br />
Lance, lelilí (lilaila, lililí), lid, lío, liorna, litigio, liza, lucha;<br />
Mare magnum, marimor<strong>en</strong>a, meri<strong>en</strong>da de negros, monote,<br />
motín;<br />
Paloteado, parranda, pelamesa, pelazga, pelea, peleona, pelotera,<br />
pelotero, p<strong>en</strong>chicarda, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>zuela, pesadumbre,<br />
petera, prisa;<br />
Querella, quimera, quintín (san);<br />
Rebate, rebato, rebujina (rebujiña), rebullicio, redopelo, remo-<br />
37 Subrayo los <strong>vocablos</strong> que luego serán glosa<strong>dos</strong>.
BICC, VI, 1950 LA IDEA DE "ALBOROTO*' EN CASTELLANO 415<br />
lino, r<strong>en</strong>cilla, repelo, repique, repunta, revoltijo (revoltillo),<br />
revolución, revuelo, revuelta, reyerta, rifa, rifirrafe, rija, riña,<br />
rompimi<strong>en</strong>to, ruido;<br />
Samotana, sanfrancia, sarracina, sedición, suiza;<br />
Tambarimba, tararira, tasquera, tope, torre de Babel, trapa<br />
(trapa, trapa) trapatiesta, trapisonda, trastorno, tremolina,<br />
trifulca, tropel, tropelía, tropiezo, trulla, tumulto, turbación,<br />
turbul<strong>en</strong>cia;<br />
Vocerío, vocería;<br />
Zacapela (zacapella), zafarrancho, zalagarda, zambra, zarabanda,<br />
zaragata, zipizape, zuriza, zurra, zurribanda, zurriburri.<br />
Veamos algunos términos de interés particular.<br />
a) BULLA.—En el Diccionario de autoridades <strong>en</strong>contramos<br />
registrado el término: "... ruido causado del concurso de mucha<br />
g<strong>en</strong>te <strong>en</strong> alguna acción o solemnidad. Vi<strong>en</strong>e del verbo bullir.<br />
Latín. Murmur". Y cita <strong>dos</strong> textos de la Vida y hechos de Estebanillo<br />
González y de Quevedo. Añade: "Bulla significa también<br />
la confusión causada del mismo ruido del concurso de<br />
g<strong>en</strong>te, y se dice también de un discurso, u de una conti<strong>en</strong>da".<br />
"Meterlo a bulla. Es lo propio que alborotar, y dar voces para<br />
causar confusión". Figura asimismo <strong>en</strong> los Diccionarios académicos<br />
posteriores. Es <strong>sobre</strong>manera curiosa la exist<strong>en</strong>cia del término<br />
bullaque, con la significación de "confusión <strong>en</strong> el l<strong>en</strong>guaje"<br />
38 , lo que le acerca a otros significa<strong>dos</strong> de este grupo de<br />
<strong>vocablos</strong>.<br />
Malaret y Santamaría, por exceso de celo, han dado <strong>en</strong>trada<br />
<strong>en</strong> sus diccionarios al término bulla, que no ti<strong>en</strong>e ninguna acepción<br />
particular <strong>en</strong> América. Es distinto el caso de bullaranga.<br />
b) CHIRINOLA.—He aquí un término cuyo significado no ha<br />
sido bi<strong>en</strong> dilucidado. En el Diccionario de autoridades se m<strong>en</strong>ciona<br />
el juego de la chirinola, y <strong>en</strong> los Diccionarios académicos<br />
se le da el s<strong>en</strong>tido de "estar de fiesta o de bu<strong>en</strong> humor". En el<br />
Vocabulario de germanía publicado por Jsan Hidalgo <strong>en</strong> Romances<br />
de germanía (Madrid, 1779), figura cherinola con el<br />
38 Cayetano Roscll <strong>en</strong> la edición de Loas y jácaras de QUIÑONES DE BENAVENTE<br />
(Madrid, Libros de antaño, t. I, 1872, pág. 450) com<strong>en</strong>ta la frase "zur<strong>dos</strong> castcllanicos<br />
de bullaque", <strong>en</strong> esta forma: "Como si dijera, que habláis <strong>castellano</strong> al revés,<br />
<strong>en</strong> <strong>en</strong>igma y con mucho ruido, como lo prueban los ejemplos que después se citan".
416 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />
I<br />
significado de "junta de ladrones, o rufianes", y cherinol, "el<br />
que es principal <strong>en</strong> la rufianesca, o ladronesca". Sin embargo,<br />
un pasaje de Cervantes <strong>en</strong> El coloquio de los perros: "... y que<br />
saque a plaza toda la cherinola desta historia", ha t<strong>en</strong>ido que<br />
explicarse forzadam<strong>en</strong>te a base de los significa<strong>dos</strong> admiti<strong>dos</strong>.<br />
Agustín de Amezúa (ed. de Madrid, 1912, pág. 525) escribe:<br />
"Dos explicaciones pued<strong>en</strong> darse a esta frase, que correspond<strong>en</strong><br />
a los <strong>dos</strong> s<strong>en</strong>ti<strong>dos</strong> que ti<strong>en</strong>e la voz chirinola, no incluido, sin<br />
embargo, ninguno de los <strong>dos</strong> <strong>en</strong> nuestro Diccionario. Uno, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do<br />
chirinola, por <strong>en</strong>redo, trama, embuste, m<strong>en</strong>tira, maraña,<br />
<strong>en</strong> cuyo caso, sustituy<strong>en</strong>do aquella voz por cualquiera<br />
de estos términos, queda el pasaje aclarado; o traduci<strong>en</strong>do chirinola<br />
por junta de rufianes y ladrones, como quiere el vocabulario<br />
germanesco de Juan Hidalgo, digo, de Cristóbal de Chaves;<br />
y <strong>en</strong>tonces la frase equivaldría a 'saque a plaza toda esta<br />
reunión y cofradía de ladrones, bellacos, embusteros y falsos'<br />
cual lo eran el capítulo y hermandad del alguacil con el escribano<br />
y la Colindres. El lector escogerá de ambas acepciones la<br />
que más le guste, pues ambas son lógicas". Rodríguez Marín<br />
se decide por la segunda acepción (ed. de Clásicos Castellanos.<br />
Madrid, 1917, pág. 265). No obstante creo que la verdadera interpretación<br />
la da Rufino José Cuervo, de acuerdo con el significado<br />
que chirinola ti<strong>en</strong>e habitualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> América. Dice:<br />
''Chirinola ha t<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> <strong>castellano</strong> s<strong>en</strong>tido un poco vago; nosotros<br />
lo tomamos por pelotera, gazapera, significación derivada<br />
acaso de la de <strong>en</strong>redo, embrollo, que ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> este lugar de<br />
Cervantes: 'Call<strong>en</strong> la boca, y vayanse con Dios; si no, por mi<br />
santiguada, que arroje el bodegón por la v<strong>en</strong>tana y saque a plaza<br />
toda la chirinola desta historia' {Coloquio de los perros). Más<br />
se acerca a nuestro uso <strong>en</strong> estos pasajes de Bernal Díaz del Castillo:<br />
'Había <strong>en</strong>tre nosotros ban<strong>dos</strong> y medio chirinolas <strong>sobre</strong><br />
qui<strong>en</strong> sería capitán' (Biblioteca Ribad<strong>en</strong>eira, XXVI); 'Estaban<br />
tan <strong>en</strong>oja<strong>dos</strong> y rabiosos que com<strong>en</strong>zaron a armar ban<strong>dos</strong> y chirinolas,<br />
y aun palabras muy mal dichas contra Cortés' (ib.);<br />
'Quedamos con Cortés to<strong>dos</strong> los de su bando, por temor no<br />
hubiese más ruido ni chirinola y se levantase contra él'" (ib.) S9 .<br />
Apuntaciones criticas <strong>sobre</strong> el l<strong>en</strong>guaje bogotano, § 937, nota.
BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO*' EN CASTELLANO 417<br />
La equival<strong>en</strong>cia de chirinola con 'pelotera, gazapera', explica<br />
la confusión <strong>en</strong> que se ti<strong>en</strong>e a dicho vocablo.<br />
c) FANDANGO.—En el Diccionario de autoridades hallamos<br />
explicado este término: "Baile introducido por los que han<br />
estado <strong>en</strong> los Reinos de las Indias, que se hace al son de un tañido<br />
muy alegre y festivo. Latín. Tripudium fesc<strong>en</strong>ninum. Por<br />
ampliación se toma por cualquiera función de banquete, festejo<br />
u holgura a que concurr<strong>en</strong> muchas personas. Latín. Festiva<br />
oblectatio. Jucunditas". El término fandanguero lo define así:<br />
"El que es aficionado a bailar el fandango, u a asistir a convites<br />
o festejos". En el Diccionario de la Academia de 1822, <strong>en</strong>contramos<br />
considerablem<strong>en</strong>te <strong>en</strong>m<strong>en</strong>dado el artículo del léxico oficial.<br />
Dice: "Fandango. Cierto baile alegre muy antiguo y común<br />
<strong>en</strong> España. Llámase también así al tañido o son con que se<br />
baila. Metafóricam<strong>en</strong>te: Baile de botón o cascabel gordo". En<br />
el Diccionario de 1869 desaparece la explicación del s<strong>en</strong>tido metafórico,<br />
seguram<strong>en</strong>te por no t<strong>en</strong>er ya uso la d<strong>en</strong>ominación específica<br />
de tal tipo de bailes. En el de 1884 se <strong>en</strong>saya, con interrogante,<br />
la etimología del vocablo: "Del latín fidicindre,<br />
tocar la lira?". Los diccionarios posteriores abandonan tal int<strong>en</strong>to<br />
etimológico y dic<strong>en</strong> solam<strong>en</strong>te: "Antiguo baile español,<br />
muy común <strong>en</strong>tre andaluces, cantado con acompañami<strong>en</strong>to de<br />
guitarras, castañuelas y hasta de platillos y violín, a tres tiempos<br />
y con movimi<strong>en</strong>to vivo y apasionado. // 2. Tañido y coplas con<br />
que se acompaña. // 3. Figurado y familiar. Bullicio, trapatiesta".<br />
Este doble significado de baile y alboroto, aparece <strong>en</strong> los<br />
vocabularios americanos con regular constancia. Calcaño (El<br />
<strong>castellano</strong> <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela) indica la acepción — como aragonesismo<br />
(?) — de 'desord<strong>en</strong>, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, confusión'. Malaret<br />
(Diccionario de americanismos) escribe: "Arg<strong>en</strong>tina y México.<br />
Baile, <strong>sobre</strong> todo el de la g<strong>en</strong>te pobre. (Así se llamó <strong>en</strong> España<br />
una antigua danza introducida de Indias, según el Diccionario<br />
de autoridades). // 2. Arg<strong>en</strong>tina, Chile, Guatemala, México,<br />
Puerto Rico y V<strong>en</strong>ezuela. Lío, desord<strong>en</strong>. Por supuesto, hubo<br />
fandango. (Igual <strong>en</strong> Andalucía y Aragón)". Y añade: "Fandanguillo.<br />
El propio baile llamado fandango, <strong>en</strong> ritmo de 3<br />
por 8, usadísimo <strong>en</strong> Asturias (Tiscornia). // Puerto Rico. Baile
418 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />
de garabato, que es una deg<strong>en</strong>eración de las seguidillas y del<br />
fandango español". Santamaría {Diccionario de americanismos)<br />
define: "En s<strong>en</strong>tido familiar, pero algo despectivo {fandango)<br />
es reunión, fiesta, celebración con alboroto y bullicio, o<br />
de carácter desord<strong>en</strong>ado". En cuanto a fandanguillo transcribe<br />
a Malaret. En España es g<strong>en</strong>eral el uso de fandango <strong>en</strong> la<br />
doble acepción de alboroto y de baile, aunque este segundo concepto<br />
aparezca muy impreciso por no referirse a un tipo de<br />
baile determinado. En las propias monografías <strong>sobre</strong> bailes y<br />
danzas <strong>en</strong> España, el vocablo fandango, ext<strong>en</strong>dido por todo el<br />
país, ti<strong>en</strong>e realm<strong>en</strong>te muy poca concreción. José María Gutiérrez<br />
de Alba <strong>en</strong> su artículo Un baile de candil (<strong>en</strong> el libro El<br />
pueblo andaluz, Madrid, s. f.) escribe: "Allí suel<strong>en</strong> alternar<br />
con la polka íntima el cancán des<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ado, las seguidillas incitadoras<br />
y el fandango agitanado" (pág. 24); <strong>en</strong> El vito (id.,<br />
págs. 76 y sigs.) habla de nuevo de bailes — el de San Vito es<br />
uno de ellos — y m<strong>en</strong>ciona "el fandango <strong>en</strong> Andalucía", "el<br />
hechicero fandango". Eduardo Martínez Torner <strong>en</strong> Cancionero<br />
musical de la lírica popular asturiana (Madrid, 1920, pág. 218)<br />
com<strong>en</strong>ta un baile de gaita, transcrito <strong>en</strong> Oviedo: "A este y a<br />
to<strong>dos</strong> los bailes de gaita que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una medida y una distribución<br />
rítmicas análogas, se les designa con el nombre de fandango.<br />
Es tal vez el baile más usado <strong>en</strong> Asturias, y su ejecución<br />
varía muy poco <strong>en</strong> los distintos pueblos de la provincia, dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do<br />
solam<strong>en</strong>te de la agilidad que el bailador t<strong>en</strong>ga para<br />
hacer con los pies figuras complicadas". Lo mismo testifica<br />
Aurelio de Llano Roza de Ampudia <strong>en</strong> Del folklore asturiano:<br />
Mitos, supersticiones y costumbres (Madrid, 1922), qui<strong>en</strong> nos<br />
habla de que el fandango es baile exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las romerías asturianas.<br />
Podríamos multiplicar las citas, pero es sufici<strong>en</strong>te con<br />
las aducidas para que quede clara la doble significación de baile<br />
y alboroto para el término fandango.<br />
d) GALIMATÍAS.—Término definido <strong>en</strong> el Diccionario como<br />
"l<strong>en</strong>guaje oscuro por la impropiedad de la frase o por la confusión<br />
de las ideas", evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te empar<strong>en</strong>tado con otros <strong>vocablos</strong><br />
que señalaré a continuación 40 , pero no ti<strong>en</strong>e galimatías<br />
40 Calima significó la presa que hacían los corsarios argelinos, y también un
BICC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO" EN CASTELLANO 419<br />
el pl<strong>en</strong>o s<strong>en</strong>tido de 'alboroto, desord<strong>en</strong>, etc.', que los demás <strong>vocablos</strong><br />
han adquirido. Algarabía, que era primitivam<strong>en</strong>te "el<br />
arábigo que hablaban los cristianos", y que significa hoy "gritería<br />
confusa de varias personas que hablan a un tiempo" 41 .<br />
Barbulla, "ruido, voces y gritería de los que hablan a un tiempo<br />
confusa y atropelladam<strong>en</strong>te" 4 \ Garbullo, "inquietud y confusión<br />
de muchas personas revueltas unas con otras. Dícese especialm<strong>en</strong>te<br />
de los muchachos cuando andan a la rebatiña". Cejador<br />
interpreta el vocablo como tropel de g<strong>en</strong>te, derivándolo<br />
de garba, "conjunto de muchos manojos de mies, .<strong>en</strong> Aragón<br />
..." 43 . Otra voz con equival<strong>en</strong>te evolución es cantaleta,<br />
"ruido y confusión de voces e instrum<strong>en</strong>tos con que se burlaban<br />
de alguna persona". To<strong>dos</strong> estos términos han alcanzado la<br />
doble acepción de 'alboroto, desord<strong>en</strong>, etc.'. No ha sucedido así<br />
al vocablo monserga que significa simplem<strong>en</strong>te "l<strong>en</strong>guaje confuso<br />
y embrollado".<br />
e) GUIRIGAY.—Respecto al grupo de palabras anteriores ésta<br />
ofrece distinta evolución. Bonilla y San Martín anota <strong>en</strong> la edición<br />
del Diablo cojuelo (Madrid, 1910, pág. 182) que "hoy<br />
llamamos guirigay al l<strong>en</strong>guaje oscuro y de dificultosa intelig<strong>en</strong>cia",<br />
concordando con lo que dice el Diccionario académico:<br />
"Gritería y confusión que resulta cuando varios hablan a la vez<br />
o cantan desord<strong>en</strong>adam<strong>en</strong>te". Pues bi<strong>en</strong>; este vocablo (o guiriguirigay)<br />
designó un famoso baile popular <strong>en</strong> España, del que<br />
exist<strong>en</strong> abundantes testimonios. Lo estudia con gran erudición<br />
hurto de poca monta y consideración. Cervantes escribe <strong>en</strong> La española inglesa:<br />
"galima, que con este nombre llaman ellos [los turcosl a los despojos que de los<br />
cristianos toman . ..".<br />
41 Se usó también <strong>en</strong> <strong>castellano</strong> algarabía de all<strong>en</strong>de (o de ali<strong>en</strong>de) de la que<br />
dice Amcrico Castro (Nota a Tirso de Molina, El vergonzoso <strong>en</strong> palacio, pág. 122,<br />
ed. 1910): "se llamaba a la l<strong>en</strong>gua árabe, o más bi<strong>en</strong> a la jerga de los moriscos;<br />
por all<strong>en</strong>de se <strong>en</strong>t<strong>en</strong>día la tierra del otro lado del mar, <strong>en</strong> especial la que estaba al<br />
otro lado del Estrecho dé Gibraltar". De esa d<strong>en</strong>ominación se formó el refrán "algarabía<br />
de all<strong>en</strong>de, que el que la habla no la <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de", anotado por Schevil y Bonilla<br />
<strong>en</strong> la edición de las Comedias y <strong>en</strong>tremeses de Cervantes (vol. IV, Madrid,<br />
1918, pág. 227).<br />
42 Con infinitivo barbullar y barbullir (cf. nota de Américo Castro a la ed. de<br />
Tirso de Molina, El vergonzoso <strong>en</strong> palacio, Madrid, 1910, pág. 39; y Cejador, ed.<br />
Sueños de Quevedo, II, Madrid, 1917, pág. 122).<br />
43 Edición de los Sueños de Quevedo, vol. II. Madrid, 1917, pág. 277.
420 PEDRO GRASES BICC, VI, 1950<br />
Emilio Cotarelo y Mori erí la Introducción a la Colección de<br />
<strong>en</strong>tremeses (Madrid, 1911, vol. I) con numerosas citas de textos<br />
de Quevedo, Lope de Vega, Vélez de Guevara, Moreto, Castillo<br />
Solórzano. También lo anota Bonilla <strong>en</strong> la edición más arriba<br />
referida.<br />
f) JALEO.—Es particularm<strong>en</strong>te curioso el trato que dan a<br />
este término los Diccionarios de la Academia. Lo ignora el<br />
Diccionario de autoridades. En el de 1869 <strong>en</strong>contramos definido<br />
jalear: "llamar a los perros a voces para cargar o seguir la<br />
caza. // Animar con palmadas, ademanes y expresiones a los<br />
que bailan"; y la voz jaleo, "la acción y efecto de jalear. // Diversión<br />
bulliciosa de g<strong>en</strong>te ordinaria". En el Diccionario de<br />
1884 se repite el artículo jalear, pero a la voz jaleo le da la sigui<strong>en</strong>te<br />
parte: "(Del griego a\a\r¡, grito de guerra, grito de<br />
alegría). Acción y efecto de jalear. // Cierto baile popular andaluz.<br />
// Familiar. [Como jarana]. Diversión bulliciosa de<br />
g<strong>en</strong>te ordinaria. // Familiar. P<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, alboroto, tumulto". Es<br />
decir, aparece aquí ya con la acepción de baile, que va a conservar<br />
hasta el Diccionario de 1936. En éste solam<strong>en</strong>te le añade<br />
otra acepción "tonada y coplas de este baile". Juan Valera<br />
— para citar un testimonio literario — escribe <strong>en</strong> Pepita<br />
Jiménez: "...a solazar a la casa de campo, armando con los<br />
rústicos trabajadores un jaleo probé, de fandango, lindas coplas,<br />
repiqueteo de castañuelas, brincos y mudanzas"; "...el lejano<br />
y confuso rumor del jaleo de la casa de campo. .•.". Es evid<strong>en</strong>te,<br />
pues, para jaleo la doble significación de baile popular y alboroto,<br />
como <strong>en</strong> el caso del americanismo mitote. Sería fácil multiplicar<br />
los ejemplos 44 .<br />
g) PARRANDA.—En el Diccionario se define como "holgorio,<br />
fiesta, jarana". En América ti<strong>en</strong>e más pl<strong>en</strong>o s<strong>en</strong>tido de 'alboro-<br />
** Hemos <strong>en</strong>contrado antes el vocablo boxiganga [bojiganga] > mojiganga, <strong>en</strong><br />
el texto de Rojas Villandrando, con la significación de compañía de cómicos. Pasó<br />
a expresar, luego, la misma pieza repres<strong>en</strong>tada, próxima a la idea de jácara, baile,<br />
<strong>en</strong>tremés. En Quevedo y Cervantes se empica <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de mascarada grotesca.<br />
Dice Quevedo: "Las fiestas y los saraos / nos los trueca <strong>en</strong> mojigangas". En 1637<br />
se usa <strong>en</strong> esta frase: "celebrar fiestas y holgamos mojigangam<strong>en</strong>te" (cf. Introducción<br />
de Emilio Cotarelo y Mori a la Colección de <strong>en</strong>tremeses. Madrid, 1911, t. I,<br />
págs. ccxci y sigs.). Hoy <strong>en</strong> España el significado de mojiganga está cerca de la<br />
idea de 'alboroto bullicioso", como <strong>en</strong> el catalán moixiganga.
BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 42!<br />
to', como testimonia Picón-Febres (Libro raro): "paseo de<br />
mucha g<strong>en</strong>te por las calles, con música, vocerío y cohetes. También<br />
se usa <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de chacota, rochela, guachafita, bacanal,<br />
orgía, zahora, jolgorio y maturranga"; asimismo Lisandro<br />
Alvarado (Glosarios del bajo español <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela, como acepción<br />
especial) "fiesta rui<strong>dos</strong>a, bacanal". Pues bi<strong>en</strong>; según Alberto<br />
Sevilla, Cancionero popular murciano (Madrid, [?]<br />
1912), parranda fue <strong>en</strong> Murcia la d<strong>en</strong>ominación de un baile<br />
popular, señalado como antiguo y <strong>en</strong> desuso.<br />
h) PELAZGA.—El más curioso de los <strong>vocablos</strong> que significan<br />
'p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña, disputa', derivado de pelar, pela, es pelazga<br />
o pelaza. T<strong>en</strong>emos abundantes testimonios <strong>en</strong> Quevedo, Vélez<br />
de Guevara, Mateo Alemán, Cervantes y <strong>en</strong> piezas teatrales del<br />
siglo xvi. Véanse algunas notas: Clem<strong>en</strong>cín (Quijote, vol. II,<br />
pág. 37) escribe: "Pelaza, por quimera o riña. Luis Vélez de<br />
Guevara, <strong>en</strong> su Diablo cojuelo, da este nombre de pelaza a la<br />
quimera que <strong>en</strong> una v<strong>en</strong>ta de Sierra Mor<strong>en</strong>a hubo con una compañía<br />
de repres<strong>en</strong>tantes y un alguacil que los conducía a la<br />
corte. Puede traer su orig<strong>en</strong> de pelar, como lo trae pelamesa qu<br />
significa riña <strong>en</strong> que los combati<strong>en</strong>tes se mesan y arrancan el<br />
pelo: dícese con particularidad de la riña <strong>en</strong> que intervi<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
mujeres". Julio Cejador anota un texto de Quevedo (Sueños.<br />
Madrid, 1917, II, pág. 251): "Pelaza o pelazga significa p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />
riña o disputa. Empelazgar una controversia es frase inv<strong>en</strong>tada<br />
por el escritor para <strong>en</strong>carecer la vehem<strong>en</strong>cia del altercado".<br />
i) PELOTERA.—En el Diccionario de autoridades se define:<br />
"Pelotero. Vale también riña, conti<strong>en</strong>da o revuelta. Particularm<strong>en</strong>te<br />
se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de <strong>en</strong>tre mujeres. Dícese también Pelotera".<br />
Cita textos de Quevedo. Los Diccionarios académicos sucesivos<br />
corrig<strong>en</strong> la redacción pero manti<strong>en</strong><strong>en</strong> la misma interpretación<br />
hasta el de 1936. Los léxicos americanistas incluy<strong>en</strong> esta voz,<br />
aunque es muy débil el matiz difer<strong>en</strong>cial del significado que<br />
ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> la P<strong>en</strong>ínsula. Así, Picón-Febres (Libro raro) la define<br />
como "pleito rui<strong>dos</strong>o <strong>en</strong>tre varias personas". Y <strong>en</strong> tal s<strong>en</strong>tido<br />
es vivo el término <strong>en</strong> V<strong>en</strong>ezuela. Santamaría (Diccionario de<br />
americanismos), como "riña escandalosa <strong>en</strong>tre varias personas;<br />
rebujina; <strong>en</strong> Méjico más comúnm<strong>en</strong>te, bola o bolón, o jicotera;
422 PEDRO GRASES BlCC, VI, I95O<br />
zipizape, zafacoca, trifulca, etc. // En Méjico, además, tumulto,<br />
aglomeración de g<strong>en</strong>tes".<br />
j) REYERTA.—El significado de 'conti<strong>en</strong>da, altercación o<br />
cuestión' es explicado por Vic<strong>en</strong>te García de Diego {Contribución<br />
al diccionario hispánico etimológico. Madrid, 1923, § 487):<br />
"refcrtus, 'll<strong>en</strong>o'. Meyer-Lübke, Wb., 7152, parte de refería<br />
'pelea'; pero esta significación está arbitrariam<strong>en</strong>te puesta, pues<br />
<strong>en</strong> ningún testimonio se funda. La significación latina es la de<br />
'll<strong>en</strong>o, completo', hablando de hombres, de donde nacería inmediatam<strong>en</strong>te<br />
la de 'multitud, reunión'"; "...el s<strong>en</strong>tido fundam<strong>en</strong>tal<br />
fue el de 'acudir, concurrir', con una evolución semántica<br />
comparable a la que descubrimos d<strong>en</strong>tro del latín <strong>en</strong><br />
el verbo cont<strong>en</strong>dere, que pasó de la idea de 'acudir' a la de<br />
'luchar'.".<br />
k) ZAFARRANCHO.—El Diccionario de la Academia de 1822<br />
inserta esta voz como término náutico, con el significado de "la<br />
acción de desembarazar !a embarcación, deshaci<strong>en</strong>do los ranchos<br />
y dejando libres las baterías". Hasta la edición de 1884<br />
no aparece con el nuevo significado que es el más corri<strong>en</strong>te hoy:<br />
"Riza, destrozo. // Riña, chamusquina".<br />
I) ZALAGARDA.—Desde el Diccionario de autoridades consta<br />
<strong>en</strong> el léxico oficial la sigui<strong>en</strong>te definición: "(Voz derivada del<br />
árabe significando emboscada). Se toma también por el alboroto<br />
rep<strong>en</strong>tino de g<strong>en</strong>te ruin, para espantar los que están descuida<strong>dos</strong>.<br />
Es voz del reino de Toledo". Cita textos de Quevedo, y<br />
añade: "Significa también la p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, regularm<strong>en</strong>te fingida,<br />
de palos, o cuchilladas, <strong>en</strong> que hay mucha bulla, voces, y estru<strong>en</strong>do".<br />
Ya he señalado otras voces de orig<strong>en</strong> militar que han<br />
pasado a significar la idea de alboroto.<br />
II) ZAMBRA.—Esta voz originada del árabe zamra 'flauta',<br />
ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> <strong>castellano</strong> la doble significación tan característica de<br />
'fiesta que usaban los moriscos, con bulla, regocijo y baile', y<br />
'algazara, bulla y ruido de muchos'. Y también significa estrictam<strong>en</strong>te<br />
una danza 4: \<br />
4r> El termino zapateado es de actual uso <strong>en</strong> el dob'.e s<strong>en</strong>tido de baile y alboroto,<br />
aunque esta segunda acepción no la registr<strong>en</strong> los léxicos oficiales.
BICC, VI, I95O LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 423<br />
m) ZARABANDA.—La famosa, y tan traída y llevada, zarabanda,<br />
que tanto hizo escribir a los polemistas del teatro español,<br />
está ya definida y explicada <strong>en</strong> el Diccionario de autoridades<br />
como "tañido, y danza viva y alegre, que se hace con repeti<strong>dos</strong><br />
movimi<strong>en</strong>tos del cuerpo poco modestos". "Por ext<strong>en</strong>sión<br />
se llama cualquier cosa, que cause ruido, bulla, o molestia repetida".<br />
Hay abundantísimos testimonios de esta doble significación.<br />
n) ZIPIZAPE.—Consta <strong>en</strong> el Diccionario de autoridades como<br />
"riña rui<strong>dos</strong>a, o con golpes. Es voz del estilo familiar, y tomada<br />
del modo de ahuy<strong>en</strong>tar, o espantar los gatos" 41 '. También es<br />
abundante su empleo <strong>en</strong> los textos clásicos.<br />
ñ) ZURRIBANDA.—A la significación de 'p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia o riña<br />
rui<strong>dos</strong>a <strong>en</strong> que hay golpes' ha añadido la de 'danza 1 , como testimonia<br />
Julio Puyol y Alonso al anotar La picara Justina (ed.<br />
de Madrid, 1912, I, pág. 165): "Es la zurra o castigo repetido,<br />
u con muchos golpes, o la p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia o riña rui<strong>dos</strong>a <strong>en</strong>tre varios<br />
<strong>en</strong> que hay golpes o se hac<strong>en</strong> daño (Academia). Como ejemplo<br />
cita el texto que queda transcrito | 'quando parava el carro, lo<br />
primero que hazían era baxarse y danzar un poco de curribanda<br />
con corcobos'], pero <strong>en</strong> nuestra opinión no convi<strong>en</strong>e <strong>en</strong> modo<br />
alguno al significado que el Diccionario da de la palabra. La<br />
frase curribanda con corcobos parece indicar que se trata de<br />
un baile determinado". Concuerda con esta interpretación,<br />
Ángel Valbu<strong>en</strong>a Prat (cf. La novela picaresca española, ed.<br />
Aguilar. Madrid, 1943). Otro caso más de la repetida dualidad:<br />
'baile' y 'alboroto'.<br />
CONSIDERACIONES CONCLUSIVAS<br />
Volvi<strong>en</strong>do a nuestros términos, bululú y mitote, de los cuales<br />
hemos partido, me interesa subrayar el carácter de la trayectoria<br />
semántica de ambos <strong>vocablos</strong>. Al caer <strong>en</strong> desuso las instituciones<br />
repres<strong>en</strong>tadas por ellos, al desaparecer, <strong>en</strong> bululú, la<br />
compañía dramática de un solo actor, aunque <strong>en</strong> pret<strong>en</strong>dido<br />
^ Antes ha explicado el Diccionario que el mudo más común de asustar a los<br />
gatos es el grito de zape. Sería un caso semejante al de jaleo.
424 PEDRO GRASES BICC, VI, 1950<br />
diálogo; o, <strong>en</strong> mitote, la fiesta danzada indíg<strong>en</strong>a; se ha preservado<br />
únicam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el significado de dichas palabras la acepción<br />
secundaria y accid<strong>en</strong>tal: la de reunión tumultuosa de espectadores<br />
o danzantes con ánimo festivo y regocijado que se<br />
congregan para celebrar algo con alborozo y ruido. Es decir,<br />
el <strong>castellano</strong> de América ha recogido del vocabulario p<strong>en</strong>insular<br />
un término de teatro, importado o llevado por los españoles al<br />
contin<strong>en</strong>te americano, bululú, y perdura hoy <strong>en</strong> el habla usual<br />
de una república hispanoamericana, V<strong>en</strong>ezuela, y posiblem<strong>en</strong>te,<br />
<strong>en</strong> Puerto Rico. Al mismo tiempo, el <strong>castellano</strong> de América ha<br />
recibido un vocablo de tradición indíg<strong>en</strong>a, que expresaba primitivam<strong>en</strong>te<br />
una danza <strong>en</strong> México, mitote, y lo ha incorporado<br />
al vocabulario hispánico. Ambos han convergido a la significación<br />
del hecho sociológico: 'reunión alborotada', frecu<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />
los pueblos de habla castellana. Ello acontece al perderse el valor<br />
originario de sus respectivas significaciones. Ni bululú, ni mitote<br />
podían continuar <strong>en</strong> su valor primitivo, porque el cont<strong>en</strong>ido<br />
expresivo había desaparecido <strong>en</strong> las nuevas sociedades de<br />
habla hispánica y al <strong>sobre</strong>vivir <strong>en</strong> el uso las palabras a las cosas<br />
primeram<strong>en</strong>te repres<strong>en</strong>tadas, se ll<strong>en</strong>an tales términos de una<br />
significación solam<strong>en</strong>te accesoria <strong>en</strong> sus primeros empleos.<br />
Esta evolución, aunque por difer<strong>en</strong>tes vías, no es extraña<br />
al <strong>castellano</strong> g<strong>en</strong>eral.<br />
# # #<br />
Hemos visto que no es precisam<strong>en</strong>te escaso <strong>en</strong> la P<strong>en</strong>ínsula<br />
el número de <strong>vocablos</strong> que expresan la idea de 'alboroto, desord<strong>en</strong>,<br />
p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, etc.'. Dichas palabras, de uso corri<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />
España, han t<strong>en</strong>ido difer<strong>en</strong>tes proced<strong>en</strong>cias o significa<strong>dos</strong> originarios<br />
antes de adquirir la significación de la idea de 'alboroto',<br />
etc. En algunos casos tal significación se manti<strong>en</strong>e al lado<br />
de la <strong>sobre</strong>v<strong>en</strong>ida; <strong>en</strong> otros, es preciso reconstruir la evolución<br />
semántica, por la etimología, o por el exam<strong>en</strong> de significa<strong>dos</strong>,<br />
hoy <strong>en</strong> total desuso 47 . En algunas palabras, evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, la<br />
47 Señalo algunas de las ideas primitivas de dichos <strong>vocablos</strong>: a) Confusión <strong>en</strong><br />
el l<strong>en</strong>guaje y alegría rui<strong>dos</strong>a: alboroto, algarabía, babel, babilonia, barbulla, chacota,<br />
gritería, ruido, vocerío, etc.; b) términos militares: algarada, algazara, escaramuza,
BICC, VI, 1950 LA IDEA DE "ALBOROTO*' EN CASTELLANO 425<br />
significación de alboroto ha sido añadida a través de otras<br />
acepciones intermedias. No interesa ahora aclarar estos puntos.<br />
Deseo solam<strong>en</strong>te dejar constancia de la ost<strong>en</strong>sible riqueza <strong>en</strong><br />
<strong>castellano</strong> de tales términos y de cómo, <strong>en</strong> muchas ocasiones, los<br />
<strong>vocablos</strong> que expresaban ideas que traían aparejada cierta<br />
confusión o s<strong>en</strong>tido de agrupación tumultuosa, han ido reduci<strong>en</strong>do<br />
el significado a la idea de 'alboroto, desord<strong>en</strong>, etc.'.<br />
P,or su número ti<strong>en</strong>e especial importancia <strong>en</strong> <strong>castellano</strong> el grupo<br />
de voces con este significado 4S .<br />
El idioma <strong>castellano</strong> al trasladarse a América lleva este caudal<br />
de voces, o lo va creando mi<strong>en</strong>tras es l<strong>en</strong>guaje de uso común<br />
<strong>en</strong> ambos hemisferios. En suelo americano se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />
con nuevas condiciones sociales que favorec<strong>en</strong> la creación de<br />
palabras con la misma significación, con los aportes de nuevos<br />
elem<strong>en</strong>tos étnicos y léxicos: el indio y el negro. En la vida<br />
desarrollada <strong>en</strong> América, al ser adoptado el <strong>castellano</strong> como<br />
l<strong>en</strong>gua de uso g<strong>en</strong>eral, habrán de producirse ciertos hechos<br />
de adaptación del vocabulario, que estarán condiciona<strong>dos</strong> por<br />
la asimilación de las instituciones <strong>en</strong> las nuevas sociedades. Además,<br />
debe t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta lo acaecido <strong>en</strong> dirección contraria:<br />
la repercusión <strong>en</strong> el l<strong>en</strong>guaje p<strong>en</strong>insular de las costumbres que<br />
los españoles hallan y asimilan <strong>en</strong> tierras americanas; es decir,<br />
no hay únicam<strong>en</strong>te el paso del l<strong>en</strong>guaje al Nuevo Mundo, sino,<br />
viceversa, de América hacia España, probablem<strong>en</strong>te de mayor<br />
importancia de la que habitualm<strong>en</strong>te se le concede, puesto que<br />
desde el descubrimi<strong>en</strong>to el contin<strong>en</strong>te americano tuvo necesariam<strong>en</strong>te<br />
considerable reflejo <strong>en</strong> la vida de la población espa-<br />
zalagarda, etc.; c) reunión multitudinaria y rui<strong>dos</strong>a: 36onada, barahunda, barullo,<br />
bullicio, confusión, desbarajuste, desord<strong>en</strong>, folla, fullón, fullona, gazapera, embrollo,<br />
motín, pelotera, rebujina, rebullicio, revolución, reyerta, trapisonda, tumulto, etc.;<br />
d) pelea pública: cachetina, camorra, chamusquina, disputa, escándalo, gresca, litigio,<br />
marimor<strong>en</strong>a, parranda, pelamesa, pelazga, pelea, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, riña, sarracina, suiza,<br />
trapatiesta, trifulca, etc.; e) fiestas y bailes: holgorio, fandango, guirigay, jaleo,<br />
zambra, zarabanda, etc.; f) cosas desord<strong>en</strong>adas: caos, lío, zafarrancho, etc.<br />
48 El léxico <strong>castellano</strong> llega a sutilezas extraordinarias <strong>en</strong> la expresión de la idea<br />
de 'alboroto'. Por ejemplo, véase la definición del matiz de la palabra marejada,<br />
tal como la dice el Diccionario académico: "Exaltación de los ánimos y señal de<br />
disgusto, murmuración y c<strong>en</strong>sura, manifestada sordam<strong>en</strong>te por varias personas.<br />
Suele preceder al verdadero alboroto". Tal sutileza ti<strong>en</strong>e, todavía, un sinónimo:<br />
mareta.
426 PEDRO GRASES BICC, VI, I95O<br />
ñola. Por ello me parec<strong>en</strong> los términos bululú y mitote bu<strong>en</strong>os<br />
expon<strong>en</strong>tes de ambas direcciones <strong>en</strong> el léxico <strong>castellano</strong>.<br />
Creo que es posible comprobar tales asertos <strong>en</strong> el grupo de<br />
<strong>vocablos</strong> que estamos examinando. En las rectificaciones sucesivas<br />
de las definiciones del Diccionario de la Academia<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong>, a mi parecer, mucho peso las nuevas acepciones que<br />
<strong>en</strong> América se dan a las palabras castellanas. Algunas de ellas<br />
son ya vistas como tales, desde los primeros diccionarios <strong>en</strong><br />
que aparec<strong>en</strong> (Cf. zarabanda, bochinche, mitote, zaj'acoca, etc.);<br />
<strong>en</strong> otras, sin reconocerlo o sin advertirlo, se habrá operado el<br />
cambio por influ<strong>en</strong>cia del uso del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> América.<br />
La t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia al aum<strong>en</strong>to de voces castellanas con significación<br />
de 'alboroto, desord<strong>en</strong>, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, etc.' se habrá visto<br />
favorecida <strong>en</strong> suelo americano por las circunstancias sociales<br />
de las colonias españolas y, más tarde, de las repúblicas hispanohablantes;<br />
además, por los nuevos elem<strong>en</strong>tos étnicos; y, si<br />
se quiere, por la lejanía de las fu<strong>en</strong>tes originarias de muchos<br />
términos, aunque esta razón no puede ser totalm<strong>en</strong>te específica,<br />
por cuanto que <strong>en</strong> la propia P<strong>en</strong>ínsula debemos-reconocer<br />
una fuerte prop<strong>en</strong>sión al aum<strong>en</strong>to del vocabulario con la acepción<br />
de 'alboroto', y, por otra parte, los <strong>vocablos</strong> forma<strong>dos</strong> <strong>en</strong><br />
América — ya fues<strong>en</strong> nuevos términos, ya se tratase de acepciones<br />
especiales — habían de recalar <strong>en</strong> España e increm<strong>en</strong>tar<br />
el volum<strong>en</strong> del léxico hispánico.<br />
Las mismas ideas que <strong>en</strong> España crean palabras con la<br />
acepción de 'alboroto' son vivas y actuantes <strong>en</strong> América, con<br />
lo que no hace sino producir un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o paralelo al que<br />
acontece <strong>en</strong> la P<strong>en</strong>ínsula. Pero <strong>en</strong> América se complica un<br />
poco más por el choque de costumbres, razas y medios distintos,<br />
de lo que se deriva una mezcla de instituciones y conceptos<br />
que van poco a poco clarificán<strong>dos</strong>e — asistimos todavía a<br />
este proceso —. De tal estabilización es expon<strong>en</strong>te el l<strong>en</strong>guaje,<br />
<strong>en</strong> particular las designaciones de la idea de 'alboroto, tumulto,<br />
etc.' Algunas d<strong>en</strong>ominaciones designarán conceptos que<br />
han conservado su individualizado carácter primitivo; otras,<br />
las más frecu<strong>en</strong>tes, sirv<strong>en</strong> para expresar instituciones y costumbres<br />
de asc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia doble o triple.
B1CC, VI, I95O LA IDEA DE "ALBOROTO' EN CASTELLANO 427<br />
Hay más; el l<strong>en</strong>guaje <strong>en</strong> América no quedó separado del<br />
de la P<strong>en</strong>ínsula <strong>en</strong> ningún tiempo. Hay continuo trato <strong>en</strong>tre<br />
los viajeros de España a Indias, y al revés. Ha de t<strong>en</strong>erse <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta este contacto humano para interpretar la relaciones<br />
lingüísticas <strong>en</strong>tre América y España. En nuestro caso, al continuar<br />
la evolución de los <strong>vocablos</strong>, merced a causas similares,<br />
habían de darse casos de interfer<strong>en</strong>cias de significación. Dicho<br />
de otro modo, no puede p<strong>en</strong>sarse <strong>en</strong> que el léxico <strong>castellano</strong><br />
viva y evolucione <strong>en</strong> América indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de la P<strong>en</strong>ínsula,<br />
sino que continuam<strong>en</strong>te habrá t<strong>en</strong>ido fuerte y r<strong>en</strong>ovada<br />
conviv<strong>en</strong>cia con el <strong>castellano</strong> de España. Las transformaciones<br />
del l<strong>en</strong>guaje <strong>en</strong> tierra americana se habrán s<strong>en</strong>tido <strong>en</strong><br />
España; y del mismo modo, <strong>en</strong> dirección opuesta, las singularidades<br />
del <strong>castellano</strong> <strong>en</strong> la P<strong>en</strong>ínsula habrán influido continuam<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> América. Si esto acontece de manera tan visible<br />
y poderosa <strong>en</strong> el siglo xix, con mayor razón habrá t<strong>en</strong>ido realidad<br />
este intercambio durante los siglos de unidad política,<br />
con todo y que fueran m<strong>en</strong>os fáciles las comunicaciones <strong>en</strong>tre,<br />
ambos contin<strong>en</strong>tes. Creo que si se observan los hechos lingüísticos<br />
de acuerdo con este principio, se <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> ciertos cruces<br />
de términos. Hay r<strong>en</strong>uevos de significación <strong>en</strong> <strong>vocablos</strong> sali<strong>dos</strong><br />
de España <strong>en</strong> época temprana, que vuelv<strong>en</strong> otra vez a América<br />
con posterioridad a su primer establecimi<strong>en</strong>to, así como<br />
muchos <strong>vocablos</strong> de orig<strong>en</strong> americano incorpora<strong>dos</strong> al <strong>castellano</strong><br />
g<strong>en</strong>eral, habrán regresado al contin<strong>en</strong>te americano, después<br />
de haberse ext<strong>en</strong>dido su uso <strong>en</strong> toda la P<strong>en</strong>ínsula. La<br />
vinculación individual de los españoles al medio social americano<br />
es un hecho de profunda influ<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la vida del l<strong>en</strong>guaje.<br />
Las idas y tornaviajes <strong>en</strong>tre ambos contin<strong>en</strong>tes manti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
esta perduración de los signos lingüísticos que a m<strong>en</strong>udo no<br />
están de acuerdo con la transformación de la idea expresada.<br />
Podríamos, quizás, d<strong>en</strong>ominarlos semi-arcaísmos, pues si bi<strong>en</strong><br />
aparec<strong>en</strong> <strong>en</strong> su uso como anticua<strong>dos</strong>, no obstante son <strong>vocablos</strong><br />
de evolución singular, no totalm<strong>en</strong>te estanca<strong>dos</strong>, gracias a estos<br />
contactos intermit<strong>en</strong>tes. Hay numerosos ejemplos de ello <strong>en</strong><br />
las d<strong>en</strong>ominaciones de bailes populares. En sus designaciones<br />
actúa un factor social no desdeñable, que intervi<strong>en</strong>e asimismo
428 PEDRO GRASES B1CC, VI, 1950<br />
<strong>en</strong> las voces que expresan la idea de 'alboroto, tumulto, etc.'. Es<br />
el sigui<strong>en</strong>te. En la P<strong>en</strong>ínsula exist<strong>en</strong> ciertas capas sociales que<br />
pued<strong>en</strong> desempeñar algún poder moderador y restrictivo <strong>en</strong><br />
cuanto a evitar la g<strong>en</strong>eralización de las expresiones populares<br />
avulgaradas. Es muy relativo, pero existe. En cambio, <strong>en</strong> América<br />
la propia contextura social y el alejami<strong>en</strong>to de los grandes<br />
c<strong>en</strong>tros urbanos de la P<strong>en</strong>ínsula no pued<strong>en</strong> evitar que el l<strong>en</strong>guaje<br />
se popularice de manera más amplia y decidida que <strong>en</strong><br />
España. Ello contribuye poderosam<strong>en</strong>te a la creación y divulgación<br />
de formas expresivas que se propagan rápidam<strong>en</strong>te con<br />
cierto dislocami<strong>en</strong>to de acepciones, formas que, por otra parte,<br />
son aceptadas <strong>en</strong> España con singular complac<strong>en</strong>cia, por la<br />
similitud de condiciones sociales.<br />
* # #<br />
Ciñéndohos a las voces que estudiamos, creo oportuno traer<br />
a colación un texto de Julio Casares, al explicar la palabra<br />
folla. Las ideas expuestas <strong>en</strong> este fragm<strong>en</strong>to aclaran la idea<br />
c<strong>en</strong>tral, a base de la que ha florecido una bu<strong>en</strong>a parte del gran<br />
número de términos que indican 'alboroto, desord<strong>en</strong>, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia,<br />
etc.' <strong>en</strong> <strong>castellano</strong>. Dice: "Entre la desc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia románica<br />
del latín julio (el que abatana los paños), figuran varios verbos<br />
<strong>en</strong> cuya significación <strong>en</strong>tra como idea básica la de pisotear:<br />
tales son el francés fouler (abatanar), el catalán folar (pisotear)<br />
y el <strong>castellano</strong> hollar... De un modo natural esta acción de<br />
'pisotear' sugiere la repres<strong>en</strong>tación m<strong>en</strong>tal de pies <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to;<br />
repres<strong>en</strong>tación que, cuando se refiere a muchos pies<br />
y éstos se imaginan, según es usual, como poseí<strong>dos</strong> de <strong>dos</strong> <strong>en</strong><br />
<strong>dos</strong> por el correspondi<strong>en</strong>te número de personas, da lugar al<br />
concepto de 'g<strong>en</strong>te que se agita'. Así nac<strong>en</strong> el francés joule<br />
(muchedumbre), el catalán jola (tropel), el portugués fula-fula<br />
(remolino de personas) y el español jolla.. ," 49 .<br />
Tal idea de muchedumbre <strong>en</strong> desord<strong>en</strong> es fundam<strong>en</strong>tal<br />
para explicarnos algunos cambios semánticos <strong>en</strong> los <strong>vocablos</strong><br />
que expresan actualm<strong>en</strong>te alboroto <strong>en</strong> <strong>castellano</strong>. Así, <strong>en</strong> to<strong>dos</strong><br />
JULIO CASARES, Cosas del l<strong>en</strong>guaje. Madrid, 1944, págs. 93-94.
BICC, VI, I950 LA IDEA DE ALBOROTO EN CASTELLANO 429<br />
los que significan simultáneam<strong>en</strong>te baile agitado y alboroto<br />
(zarabanda, jaleo, parranda, fandango, guaiño, guasa, guirigay,<br />
zambra, mitote, zurribanda, etc.), la evolución ha sido de<br />
'baile' a 'alboroto' o viceversa. De la misma manera, los términos<br />
de orig<strong>en</strong> militar (algarada, escaramuza, zalagarda, etc.), y <strong>en</strong><br />
bu<strong>en</strong>a parte los numerosos <strong>vocablos</strong> que han significado originariam<strong>en</strong>te<br />
'discusión o conti<strong>en</strong>da'. Junto a la idea de muchedumbre<br />
<strong>en</strong> desord<strong>en</strong>, actúa la de confusión <strong>en</strong> la compr<strong>en</strong>sión<br />
humana, sea por griterío, mezcla de voces, o desigualdad de<br />
l<strong>en</strong>guaje. Tales son las fu<strong>en</strong>tes principales de tan rico vocabulario<br />
<strong>castellano</strong>.<br />
# # *<br />
Cabría int<strong>en</strong>tar una consideración final, que por estar excesivam<strong>en</strong>te<br />
al marg<strong>en</strong> de mi propósito, no voy a desarrollar<br />
completam<strong>en</strong>te, pero que deseo dejar anotada. La historia del<br />
mundo hispanohablante ofrece un contraste de desord<strong>en</strong> al<br />
cotejarlo con la trayectoria de otros países. Parece que ello sea<br />
consubstancial con la creación hispánica, como si actuar <strong>en</strong><br />
s<strong>en</strong>tido hispánico, implicara verter vida a borbotones, sin<br />
cohesión social, sin concierto y disciplina. El desord<strong>en</strong> es tomado<br />
ya como algo típico y <strong>en</strong>démico del mundo hispánico,<br />
y efectivam<strong>en</strong>te no deja de ser un bu<strong>en</strong> criterio interpretativo<br />
de la historia de los pueblos de habla castellana. Hasta tal<br />
punto creo ello cierto que me he preguntado si no es necesario<br />
.0 imprescindible para que existan las obras que el g<strong>en</strong>io hispánico<br />
ha dado al mundo, darlas <strong>en</strong> forma alborotada, desord<strong>en</strong>ada<br />
o tumultuosa. Naturalm<strong>en</strong>te no ti<strong>en</strong>e respuesta la pregunta<br />
de si la obra hispánica existiría <strong>en</strong> el caso de ser una<br />
cultura ord<strong>en</strong>ada. Es posible, por lo m<strong>en</strong>os, dudar, dada la<br />
persist<strong>en</strong>cia de nuestro carácter, que hubiese sido lo que es,<br />
si se hubiese desarrollado a base de normas estrictas y de<br />
fuerte regulación ord<strong>en</strong>adora. Toda la historia hispánica ha<br />
sido una suerte de alboroto vital, un desord<strong>en</strong> creador,<br />
de <strong>en</strong>orme pujanza. Puede compr<strong>en</strong>derse que los pueblos de<br />
creación ord<strong>en</strong>ada abrigu<strong>en</strong> un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to, no diré compasivo,<br />
pero sí de cierta pia<strong>dos</strong>a conmiseración hacia las naciones
430 PEDRO GRASES BICC, VI, 1950<br />
hispanohablantes <strong>en</strong> tanto que se constituy<strong>en</strong> <strong>en</strong> grupos sociales,<br />
pero no por ello m<strong>en</strong>gua la admiración que se merec<strong>en</strong><br />
como pueblos creadores de ideas poderosas para la humanidad.<br />
La riqueza de vocabulario <strong>castellano</strong> para expresar la idea<br />
de 'alboroto, tumulto, p<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, etc.', da la razón a qui<strong>en</strong>es<br />
consider<strong>en</strong> nuestras sociedades como <strong>en</strong>tidades que viv<strong>en</strong> <strong>en</strong><br />
frecu<strong>en</strong>te desord<strong>en</strong>. No obstante, nadie ha <strong>en</strong>contrado todavía,<br />
cuál sea la forma de vida más profunda y más fecunda.<br />
Comisión Editora de las Obras<br />
Completas de Andrés Bello, Caracas.<br />
PEDRO GRASES.