Medios nacionales informaron que después de una suba del 50% en los precios de la hacienda en pie en apenas tres jornadas, las ventas de cortes cárnicos se “derrumbaron” a nivel nacional. El consumo se desplomó a menos de la mitad. Por ello, en los primeros días de la semana previa a la Navidad, en el mercado de Hacienda se vio una rebaja en los precios que se ubicó entre un 20% y un 22%.

También hubo ejemplos de esta situación entre empresas que elaboran alimentos de almacén. Desde fideos a harinas y el denominado “laterío” -enlatados de legumbres y pescados- que multiplicaron por dos y hasta por tres los precios desde fines de noviembre, una vez que pasó el balotaje.

En lo referente a este tema, el economista Daniel Sticco, editor jefe de Economía del portal Infobae.com, aseguró a La Mañana que tras conocerse las primeras medidas económicas de la gestión de Javier Milei, lo que se produjo fue “más un ‘salto’ de la nominalidad que un proceso inflacionario”.

“En la Argentina, los economistas se acostumbraron a ver al índice de precios como un indicador de inflación, cuando la inflación es un régimen en el cual todos los precios de la economía suben de manera sostenida, generalizada y persistente en el tiempo. Cuando los precios se ‘acomodan’, lo que existe es un cambio de precios relativos, y después, la situación tiende a estabilizarse. En la medida en que las bases del plan del Gobierno se mantengan, la economía debería comenzar un proceso de estabilización”, aseveró.

A su vez, recordó que la estrategia del equipo económico nacional incluye la eliminación del déficit fiscal, lograr que la Tesorería no pueda pagar más de lo que le ingresa, recuperar las reservas del Banco Central y desregular el mercado de cambios.

“En toda economía hay restricción presupuestaria, y cuando se llega a un estado de valores tan ‘atrasados’, como lo que recibió el Gobierno actual, con tarifas, aranceles y precios regulados, se genera la necesidad de que al suprimir todas las regulaciones que existían, se produzca un ‘reacomodamiento’ de precios”, explicó Sticco a este Diario.

A continuación, el profesional detalló que diciembre de 2023 y enero de 2024 presentarán Índices de Precios al Consumidor elevados, y manifestó: “Supuestamente, si la administración nacional se mantiene firme en la decisión de no financiarse con el BCRA y de sostener una ‘prudencia fiscal’, los precios ‘se van a acomodar solos’, por la restricción presupuestaria”.

“A partir de ahora, la sociedad va a tener que pagar un poco más en determinados consumos a los cuales no puede renunciar, y deberá prescindir de otros gastos, hasta que la economía vuelva a ordenarse y todo se vuelva a restablecer, en un sendero de crecimiento sin inflación o con inflación manejable”, pronosticó.

“Lo importante es que el Gobierno no se ‘corra’ del eje anunciado. La devaluación del 12 de diciembre, que fue mayor a la prevista, y que llevó a que hoy el dólar ‘oficial’ cueste $ 827, brindó a la gestión nacional el margen para transitoriamente aumentar las retenciones, impuestos que no son recomendables, pero que se explican en la emergencia actual, porque se halló al Banco Central sin caja en materia de reservas y a la Tesorería sin caja para pagar los recursos básicos. Hay que diferenciar las medidas económicas permanentes de las transitorias”, especificó.

Decreto 70/2023

En otro orden, Sticco dijo que el Decreto 70/2023 fue anunciado porque el país atraviesa una situación de emergencia, y que el texto apunta a lograr un proceso de simplificación que permita una pronta recuperación económica de la Argentina.

“El DNU 70 tan criticado y vapuleado, básicamente por aquellos que no lo leyeron, o por quienes tienen intereses creados o buscan cierto ‘purismo’ en las decisiones de la Presidencia de la Nación, es un recurso o instrumento previsto en la Constitución Nacional, que sólo apunta a desregular la economía, simplificar el funcionamiento de las empresas y de las personas, para que tengamos una forma de vida diferente, mucho más ágil y más dinámica, sin tantas trabas y sin tanta burocracia”, añadió.

“Como todo DNU, la Constitución Nacional prevé que no puede ser usado para reformas impositivas, aduaneras o laborales, en cuanto a la legislación e intervención en el mercado de trabajo, pero sí en todo lo que hace a la simplificación. El Decreto termina con ciertas obligaciones de registros, de pagos de puestos de peaje, etcétera, para poder estar habilitado para una actividad”, apuntó.

“Un trabajador independiente podrá tener personal a su cargo. Es una forma de incentivo a aquellos pequeños emprendedores que recién se inician. El DNU tiene muchas ventajas, y muchas decisiones que apuntan a dejar el canal abierto a permitir, no a prohibir. Vamos a ver cuál es la decisión que tomará el Congreso. El debate está instalado, pero el Decreto está en línea con la decisión del presidente Javier Milei de tender a una economía menos regulada en lo que hace a complejidades de carácter discrecional, arbitrario”, resaltó.

“Hay muchos intereses creados, y mucha resistencia al cambio. Pero desde el punto de vista del análisis estrictamente económico, y más allá de que las formas podrían ser mejores, la realidad no es nada fácil. La economía se fue deteriorando de manera ‘acelerada’ en los últimos siete meses, pero la Argentina viene de un proceso de decadencia de varias décadas. Hay justificativos de sobra acerca de la emergencia económica”, subrayó Daniel Sticco.