Moda

Así se ha convertido la bruja en la musa inesperada del otoño

Esta temporada la pasarela no ha podido resistirse a sus hechizos, celebrando así un símbolo que, más allá de lo estético, reivindica un profundo sentido de la sororidad
Love Fall 19
Love Fall 19Alasdair McLellan

De Salem a un salón de costura parisino. Aunque a priori el trayecto pueda parecer insólito, la alargada sombra de la bruja se pasea esta temporada por las pasarelas con una intención estética que entronca además con un enfoque de tintes feministas. Y es que el sentimiento de hermandad que históricamente ha caracterizado al gremio hechicero ha sabido resonar con fuerza para convertirse en una reivindicación que huye de los clichés con la pretensión de reforzar ese espíritu de sororidad filtrado por el tamiz actual de la cultura popular milénica que predica con el empoderamiento femenino.

Desfile de Comme des Garçons otoño/invierno 2019-2020

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De una u otra manera, las artes oscuras y el atractivo que han despertado las mujeres que las practican forman parte de un imaginario del que se han nutrido desde cineastas hasta diseñadores. Pensemos en el triunvirato de sensualidad exacerbada que protagonizaron Michelle Pfeiffer, Susan Sarandon y Cher en la película Las brujas de Eastwick (1987), la sofisticación extrema de Anjelica Huston para la cinta La maldición de las brujas (1990) o el misticismo victoriano de Jessica Lange como protagonista de la tercera temporada de la serie American Horror Story, Aquelarre (2013).

Jessica Lange, Emma Roberts, Jamie Brewer, Taissa Farmiga y Gabourey Sidibe en un fotograma de la tercera temporada de American Horror Story: Aquelarre (2013)

Cordon Press

Que se lo digan sino a Alexander McQueen, quien dedicó su colección de otoño/invierno 2007 a Elizabeth Howe, una pariente que descubrió en su árbol genealógico que fue acusada y ejecutada en los juicios de Salem en 1692; o Hedi Slimane, catalizador de los movimientos contraculturales que merodean en los límites susceptibles de viralizarse, quien en su primer desfile al frente de Saint Laurent para primavera/verano 2013 lanzó un ejército de nigrománticas amazonas ataviadas con capas de terciopelo, vestidos vaporosos de manga larga y el consabido sombrero de fietro negro de ala ancha.

Alexander McQueen otoño/invierno 2007-2008

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Hoy la revisión de esta práctica ancestral aspira a ocupar un puesto de importancia dentro de la conversación en aras de la libertad de la mujer, en clave intelectualizada tomando distancia respecto a cualquier matiz esotérico. “La bruja es la chica mala definitiva. Cualquiera querría ser ella”, afirma la diseñadora Carly Cushnie.

Katy Perry en el backstage durante la representación del musical Wicked en Nueva York el pasado mes de abril.

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Pero no pensemos en unos de esos personajes legendarios sacados de un tratado casi mitológico, damas vestidas de negro con sombreros picudos y recitando conjuros frente a un caldero humeante. Figuras heredadas del heteropatriarcado para demonizar a las mujeres que defendían su propia independencia. Hoy la bruja moderna, como explica Lisa Lister en su libro Witch. Unleashed, Untamed. Unapologetic., “representa esa parte de cada una de nosotras que ha sido censurada, ignorada o castigada. Y ahora necesita que lleguemos a ella y la expresemos. Una bruja es una mujer en plena facultad de sus poderes”.

Jack Nicholson, Michelle Pfeiffer, Susan Sarandon y Cher en un fotograma de Las Brujas de Eastwick (1987)

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Sin interpretaciones literales pero manteniendo vivo este ánimo misterioso, la nueva colección de H&M Studio traduce los códigos de la hechicería a las necesidades de la vida urbanita. “Imaginamos a una hechicera que proyecta su energía positiva mientras atraviesa la ciudad en pleno frenesí cotidiano. La idea es que recurra a sus poderes para conectar con sus sentimientos, algo que cada vez se está perdiendo mas en la sociedad. Hace falta magia más que nunca, pero en forma de espiritualidad y sentido común”, afirman desde la firma sueca. Los plisados y las superposiciones, las mangas asimétricas y las chaquetas de cortes sastre se alían para reforzar esa idea poderosa y resolutiva.

Imagen de la colección otoño/invierno 2018 de H&M Studio

D.R.

Desde el exorcismo final que escenificó Rei Kawakubo en su desfile de Comme des Garçons -a modo de lectura positiva sobre cómo “las pequeñas sombras se pueden unir para crear una fuerza efectiva y positiva”- a las referencias paganas que coparon las prendas de alta costura de Viktor & Rolf, bautizadas por ellos mismos como Glamour Espiritual, hasta los símbolos del Tarot que saltan de la baraja a las nuevas joyas de Swarovski en forma de pentáculos ojos turcos o manos de Fátima. La industria se aferra así a la magia del misticismo para seducir a un nuevo fragmento cada vez mayor del sector cuya necesidades inmateriales se posicionan muy por encima del consumismo irracional.