Por Elías Piris y Sonia Delgado | Twitter: @eliaspiris @Abriles_
En nuestra cultura, el término zoquete se encuentra muy arraigado y hoy vuelve a tomar fuerza en medios de prensa y en la opinión pública, a raíz del versus entre el presidente Horacio Cartes y dirigentes de seccional del Partido Colorado.
Un poco de historia
Antes del 2010, Horacio Cartes ocupaba primeras planas de los diarios matutinos del Paraguay, pero en la sección deportes: había sacado del ostracismo al Club Libertad, y gracias a su gestión en la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), la selección había llegado a los cuartos de final de la copa del mundo, disputada ese año en Sudáfrica.
También en el mundo de los negocios, se hablaba del exitoso dueño de un conglomerado de empresas.
Mientras, el Partido Colorado sufría los embates de helados vientos que soplan en la llanura política, luego de perder las históricas elecciones del año 2008, cuando el exobispo de San Pedro, Fernando Lugo, ganó la presidencia de la República.
Muy de repente y sin dar respiros, surgió el nombre de Horacio Cartes como el mesías que llevaría de nuevo al poder a la agrupación política de Bernardino Caballero. De ahí en más, la carrera del multimillonario empresario paraguayo –comparado más de una vez con Silvio Berlusconi- fue meteórica: logró lo inédito, es decir, cambiar el propio estatuto de un partido tradicionalista y centenario, sin haber estado afiliado a este.
En definitiva, se trataba de un “outsider” en la política. Un fenómeno similar al de Lugo, e irónicamente la ANR estaba utilizando esa fórmula para regresar al Palacio de López.
El resto de la historia es conocida. Pero colorín colorado...este cuento no se ha acabado.
Seccionaleros y zoquete
Uno no puede analizar las prácticas políticas en Paraguay sin mencionar a la prebenda, y el tráfico de influencias, y es la palabra “zoquete”, la mejor para definir este fenómeno.
Ahora, el ambiente está al “rojo vivo” en carpas coloradas, ya que al asumir Cartes la presidencia el 15 de agosto pasado, formó un gabinete puramente técnico, sin tener en cuenta cupos políticos. Fue la gota que colmó el vaso de los dirigentes de base, que no tardaron en poner banderas negras en las seccionales e incluso amenazaron con crucificarse.
Esta coyuntura motivó a que la palabra “zoquete” reaparezca con más fuerza en el vox populi.
El periodista Mario Rubén Álvarez, especialista en temas culturales, explica que en la historia política del Paraguay, el “zoquetear” no puede estar ausente, debido a que la persona que llega arriba debe devolver con cargos los favores de quienes propiciaron su ascenso. “Es compartir el poder”, precisa.
También el tema se ha instalado en el humor gráfico. Al respecto, el ilustrador Mario Casartelli señala que la mejor forma de parodiar el “zoquete” es con un hueso cubierto de carne. También expresa estar sorprendido en cómo la ciudadanía participa en el debate ya instalado, especialmente a través de las redes sociales, donde la reacción de la gente no se hizo esperar, y la mayoría manifestó su repudio a los dirigentes colorados e incluso a modo de burla ofrecieron clavos y maderas para los seccionaleros que anunciaron con crucificarse.
La tensión entre el mandatario y dirigentes continúa. Estos últimos anunciaron que darán un plazo de 100 días a Cartes, para ocupar lugares importantes dentro del gobierno.
Hasta el momento la postura de Cartes es firme: No dar el brazo a torcer.
¿Cómo terminará esta historia?
Lo cierto es que el zoquete, pasó de la carne al verbo, y si usted no cree: Consulte el diccionario de la RAE y verá que se puede conjugar: Yo zoqueteo, tú zoqueteas, el zoquetea, nosotros zoqueteamos, vosotros zoqueteáis, ellos zoquetean....