El ébano es un árbol que puede tener una altura entre 3 y 15 mentros, presenta ramas secundarias con arreglo zigzag, con espinas de 2 a 10 mm de largo.

Las hojas son alternas, compuestas, bipinnadas, pinnas de 1 a 3 pares por hoja, folíolos de 4 a 6 pares por pinna, oblongos a rómbico-oblongos de 7 a 16 mm de largo y de 3 a 6 mm de ancho. Las inflorescencias se presentan en racimos, axilares, cilíndricos, densos de 2 a 5 cm de largo, de color crema o amarillo pálido.

Su fruto es una legumbre (vaina) de recta a curvada, tardíamente dehiscente, lignificada, de 6 a 18 cm de largo, de 1.8 a 3 cm de diámetro, de color café oscuro, persistente por largo tiempo; presenta semillas de 10 a 15 mm de largo, de forma oblado-esféricas o romboides.

Localizado en las planicies bajas, es común encontrarlo en el matorral espinoso tamaulipeco y en el matorral submontano. Su distribución incluye el sureste de Texas, Estados Unidos y el noreste de México.

Por su denso follaje y tamaño de copa, el ébano proyecta una gran sombra, la cual mitiga altas temperaturas.

El ébano es ideal para reforestar áreas verdes, parques y calles. Sin embargo, sus ramas son espinosas, por lo que hay que obtener un tronco libre de al menos 1.8 metros.

El ébano es una especie de crecimiento medio, longeva y tolerante a la sequía. Su sistema radicular es profundo y vertical. La floración se presenta de abril a julio y de octubre a noviembre.

Los árboles de esta especie están sujetos a un sobre aprovechamiento, ya que la madera se utiliza como fuente de carbón, leña, postes para cercos, artesanías, herramientas manuales y para la fabricación de muebles.

Las hojas son consumidas por el ganado doméstico y la fauna silvestre. Las semillas («maguacatas») se usan como fuente de alimento.