DIRECCION DE DESMULTIPLICACION VARIABLE EN UN BMW 525i

25 mayo, 2012

Estoy sopesando la compra de un BMW Serie 5 (un 525i) y no sé si pedirlo o no con la famosa dirección “activa e inteligente” de desmultiplicación variable. La verdad es que la he probado en uno y no acaba de convencerme… Pensé que era una evolución de la de asistencia variable en función de la velocidad, pero veo que puede llegar a cambiar las reacciones del coche, aunque quizá todo sea cuestión de acostumbrarse.
Además la encuentro carísima. ¿Vds. creen que compensa? Toni Álvarez (Alicante, correo electrónico)

Respuesta.– Ante todo no hay que confundir una dirección de asistencia variable con una dirección de desmultiplicación variable. Las primeras son muy comunes, y consisten en variar el efecto de la asistencia en función de la velocidad, aumentándola cuando se rueda despacio y disminuyéndola cuando se va deprisa. Este tipo de direcciones están ya ampliamente extendidas, y si antes a veces resultaban algo erráticas en sus variaciones de asistencia (ya que a veces lo hacían más en función del régimen de giro del motor que de la velocidad real del vehículo) hoy ya están plenamente logradas. Otra cosa son las direcciones de desmultiplicación variable, donde el giro de las ruedas dentro de un límite normal de ángulo máximo, puede variar su efecto de giro en un tramo determinado del mismo. Así, y en función de la velocidad y hasta de los apoyos en curva, pueden variar hasta en un 50% (de 2 a 4 vueltas de volante de tope a tope, con dos vueltas en la zona de mínima desmultiplicación -dirección más directa- y 4 en la de máxima -dirección menos directa-). Así, en maniobra y a baja velocidad la dirección es mucho más directa, mientras que a alta velocidad (en autopista) lo es mucho menos, con menos problemas por exceso de sensibilidad al trazar la trayectoria. En BMW esta dirección va a veces unida a la opción de barras estabilizadoras de conexión variable, lo que la encarece bastante. Pero por otro lado, y aunque exija cierto tiempo de adaptación, tampoco es algo problemático ni inseguro, sino todo lo contrario.
Es verdad que BMW y Lexus han ido más lejos que los demás en esta materia, con control electrónico del ángulo de giro y servomotores de actuación adicional a la hora de alterar la desmultiplicación en las fases de maniobra, lo que cambia un poco el tacto de la dirección para el conductor. Pero tampoco es para asustarse. Claro que hay otras soluciones menos complejas e igualmente eficaces (y bien conocidas), como las direcciones moderadamente “activas”, con un grado de apertura o cierre de los dientes de la cremallera distinto si es en la zona central (más cerrados, o sea menos sensibles) o en los extremos (más abiertos = más sensibles). Así la dirección es más lenta en la zona central (trayectorias lineales, normales a alta velocidad) y más rápida en los extremos de cada lado (maniobras a tope, giros en curva cerrada, etc). De todos modos, si no le convence la dirección activa de su futuro BMW, no la pida. Se ahorrará un buen dinero y seguirá disfrutando de un excelente turismo, aunque no está de más probar la del Lexus.