ATLANTIS: 40 años de lucha. Arena México, el lugar de sus grandes triunfos (1 de 3) | VIDEO

Llegó desde los Altos Jalisco, con una maleta repleta de sueños, retos, ilusiones, con hambre de glorias, y lo que pensó sería una historia de dos años, se ensanchó hasta los 40, y siempre teniendo a la Arena México como el escenario de sus triunfos sonantes y rimbombantes, varios, por cierto.

El recinto enclavado en la Colonia Doctores de la gran capital, el que apunta como referente del pancracio en todo el globo, en esa ruta de cuatro décadas se convirtió en el hogar alterno de Atlantis, porque cuando no está en casa, se la pasa precisamente aquí, entrenando, luchando, en eventos, en tertulias.

Pero aquel estreno, aquella su primera vez en La Catedral, por supuesto fue con comedero de uñas y tronadera de dedos, como signo inequívoco de sensaciones extrañas, y no era para menos.

“La Arena México es el máximo recinto del mundo entero, donde pasan los mejores, y hace 40 años en mi primera vez, estaba muy nervioso, no quería ni salir a luchar a este ring, me sentía muy nervioso, y me preguntó el Güero Rangel, a qué le tienes miedo niño, a los luchadores, o al público, le tenía más miedo al público, y pensé, dos años y me retiro, hoy tengo 40 años, y no me quiero retirar.

“No me acuerdo, he estado regresando el cassette, pero no me acuerdo de la primera vez aquí en la México, pero creo que mis compañeros en ese tiempo eran Kato Kung Lee y Kung Fu, y después me enfrenté máscara contra máscara ante Kung Fu, pero estaba muy nervioso, es más, aún me pongo nervioso en cada lucha, antes de salir me sudan las manos; el día que yo no tenga esa sensación, esos nervios y ese compromiso, me retiro de la lucha libre, que tanto amo”.

¿Contra quién fue su primera lucha de máscaras en La Catedral?

Después del remojo y de convertirse en uno de los dueños del coso citadino, le tocó la prueba para abrir boca, hablando de exponer algo más que el orgullo, porque en este de tipo de contiendas hay de dos, o te catapulta el triunfo, o incluso la derrota, o de plano una batalla del tipo, con descalabro, podría resultar en enterradora de carreras.

“Era muy joven, tenía como 21 años y seis meses, como un año de profesional cuando se viene el pique, era una función de Aniversario, mi primera de Aniversario, en 1984, ganándole a un luchador que me llevaba de experiencia 17 años, Talismán, yo pensaba que hasta ahí iba a llegar el personaje de Atlantis enmascarado, pero gracias a Dios yo vengo de muy buena escuela, de un gran maestro, que me enseñó cuatro disciplinas de lucha, la olímpica, la grecorramana, la intercolegial, y la libre, gracias a mi profesor que era muy estricto, me llevó a la victoria esa vez, le pedí consejos y me dijo que me tranquilizara, y gané mi primera máscara, además el 30 de noviembre de ese mismo año me coroné como Campeón Mundial de Peso Medio, quitándoselo a Jerry Estrada”. 

¿Alguna máscara de las que ganó en la México es su favorita?

En su lista de víctimas, de oponentes a los que despojó de su preciada tapa, como Villano III, La Sombra, Mano Negra, Kung Fu, Talismán, Tierra Viento y Fuego, por mencionar algunos, a todos les da su justo valor, porque las rivalidades derivaron en pleitos que se convirtieron en clásicos.

“No hay tres, no hay una, son nueve máscaras de las más importantes, para mí todas tienen el mismo respeto y la misma admiración, porque fueron súper estrellas en su momento, una lucha de máscara contra máscara es muy dura, difícil, la más importante de un enmascarado, porque si pierdes te llegan todos los sentimientos, porque él mismo se falló y le falló al público.

“En ese tipo de luchas nunca pensé que iba a perder o que iba a ganar, hay mucha incertidumbre, es un monstruo de mil cabezas, uno se prepara, está nervioso, en una milésima de segundo puedes perder o puedes ganar, jamás se predice, no vas a decir voy a perder o voy a ganar, son sentimientos encontrados, ustedes saben de las nueve máscaras en que el triunfador fue Atlantis”.

¿Y las sensaciones de pisar La Catedral?

Los gladiadores, sin importar banderas, nacionalidad o bando, normalmente enlistan entre sus objetivos llegar a la México, porque apunta como el escenario por excelencia del deporte de los costalazos.

“Todo luchador que pertenecemos al Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), los independientes, todos los luchadores quieren estar en este ring de la Arena México, es la máxima Arena a nivel nacional y mundial, es la empresa más longeva y luchar aquí es una satisfacción, pasar un examen de diez.

“Tengo 40 años aquí, cien metros antes de llegar me pongo la máscara, dejo de llamarme como me llamo, no tengo hijos, no tengo esposa, no tengo mamá, no tengo hermanos, me transformo en el personaje de Atlantis, el súper héroe, ídolo de todos los niños, yo lucho por el personaje, cuando me subo a luchar lo hago con el personaje de Atlantis bien puesto, por eso me ha llevado a la cima, porque siempre la mentalidad ha sido visionaria”.

¿Cómo ideó La Atlántida?

Como un esteta de la escuela romántica, de los de mejor hechura, y que aún mantienen esas raíces, con la inventiva a flor de piel, creó y perfeccionó La Atlántida, la llave de sus grandes triunfos, el castigo especial y que le permitió quitarles las capuchas a contrincantes de los más importantes del circuito.

“Soy muy amante del gimnasio, viene desde 1983, esa llave la inventé un día, se la hice a un luchador, pero lo subí mucho, muy fácil a los hombros, la perfeccioné, y de ahí se vino, repitiéndola como 500 veces, no es fácil, las llaves de la lucha libre no son de un día para otro, de ver videos para hacerla, es de práctica todos los días, entrenar las técnicas.

“Hay que preguntarles a los rivales, yo no tengo dolor, esa es para los rivales que se quejan de las lumbares, del cuello y las piernas, pienso que hay que preguntarles, todos se rinden, yo creo que duele bastante, y si no se rinden, los dejo caer de cabeza y les gano”.

Siempre luchando…

Del otro lado de la barrera, como se dice por ahí, no le tocó estar al jalisciense, pues siempre que acude al recinto capitalino es para realizar sus mejores suertes en busca del triunfo, y no es presunción, sólo la verdad.

“Nunca he venido como un aficionado, la primera vez que entré a la Arena México fue como luchador profesional, no he venido a ver las luchas como público. Siempre he dicho que Atlantis ha tenido al mejor público que va a las Arenas, que mueve montañas, muchas gracias, no tengo ni palabras ni dinero para agradecerles por tanto apoyo, tantos años y no dejan de apoyar, y ahí les dejo una colita, porque ahí viene Atlantis Jr.”.

Para cerrar la charla con mediotiempo, en un ejercicio de introspección, de hablarse a sí mismo, sólo tiene palabras de agradecimiento, orgullo, satisfacción, por una historia basada en el éxito, gracias a tanto esfuerzo y gallardía.

“Felicito a Atlantis, porque Atlantis es mi ídolo, si vuelvo a encarnar, quiero ser luchador y ser Atlantis, porque es mi ídolo, yo sé cómo llegó de cero, tal vez es fácil llegar, pero mantenerse 40 años, en top 10 a nivel nacional e internacional, es mucho amor.

“Mucha disciplina a este deporte que es de alto rendimiento, estoy muy enamorado, serán 40 años y más, me siento con facultades, reflejos, condición, me siento bastante bien”.

Sin Máscaras | Atlantis

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