Todos los vehículos que existen en el mundo de la marca o modelo que sean poseen luces traseras rojas, estas se encuentran allí y con ese color característico por ciertas razones, las cuales conocerás a continuación.
El uso de las luces de color rojo ha existido desde mucho antes que se fabricara el primer automóvil, específicamente desde el momento en el cual el uso de señales visuales se convirtió en un tema primordial para la industria ferroviaria, debido a que con su alto crecimiento se vio la necesidad de desarrollar un sistema que advirtiera sobre las dimensiones de los trenes.
Así fue como se instalaron las primeras luces de marcación en los extremos de los vagones, las cuales también eran utilizadas para poder ver cuando el exterior estaba oscuro y saber si se acercaba un tren desde gran distancia. Igualmente, se utilizaban diferentes colores de luces para que pudiera haber comunicación entre los maquinistas.
Posteriormente, cuando comenzaron a utilizarse los primeros automóviles y su velocidad era bastante lenta se empezó a utilizar como iluminación una vela o candil de petróleo que el conductor sostenía. Sin embargo, no existían luces para frenos, por lo cual no se podía saber cuándo el vehículo de adelante se iba a detener.
A inicios del siglo XX se inventó un mecanismo para indicar las direcciones en los automóviles, el cual se trataba de un brazo que subía para indicar la dirección del giro pulsando un botón cerca del volante. Posteriormente, se inventó la señal de freno, la cual se trataba de un brazo conectado al guardabarros trasero que desplegaba una señal con la palabra STOP, esta se activaba cuando el conductor pisaba el pedal del freno.
Finalmente, como estas señales solo se podían utilizar para el día, se comenzaron a emplear las luces rojas que llevaban los vagones, las cuales eran visibles en la oscuridad, así que comenzaron a instalar un faro en la parte trasera del vehículo, que en algunos modelos incluía también la palabra stop. De igual forma, se utiliza el color rojo debido a que este se asocia con el peligro.
Por otro lado, además de las luces traseras rojas de los vehículos, muchos también poseen algunas luces más, generalmente una luz roja encima de la ventana trasera, la cual se desarrolló en los años setenta cuando comenzó a aumentar la siniestralidad por distracciones al volante.
Las luces blancas que también poseen los vehículos en la parte trasera se utilizan para iluminar la parte de atrás cuando se debe conducir en reversa, igualmente algunos poseen focos que permiten visualizar la matrícula de la placa de los vehículos cuando es de noche.
Adicionalmente, en la parte trasera de los vehículos también encontramos luces amarillas o ámbar, las cuales se utilizan para indicar a los vehículos de atrás la dirección en la cual se va a girar, también son usadas como advertencia, en el caso de las intermitentes.
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