María Teresa Mallada, presidenta de Hunosa, sorprendió con su peinado en la fiesta de entrega del "Ovetense del año", en la que Gabino de Lorenzo Ferrera, delegado del Gobierno en funciones (que ya no sorprende a nadie con su implante de pelo), sorprendió con sus declaraciones contra Mercedes Fernández González, llamada Cherines, presidenta del PP por sorpresa (en su momento) cuando haber sido la persona de más confianza con Francisco Álvarez-Cascos Fernández la convirtió en mejor candidata para neutralizarlo en Asturias como presidente de Foro Asturias Ciudadanos.

Mallada tiene el puesto cogido por los pelos porque el Gobierno está en funciones y no parece que su jefe, Mariano Rajoy Brey (que cobra menos de la mitad que ella: 153.416 euros contra 78.000), vaya a repetir y, si lo hiciera, acaso no siguiera ella. No sorprendió que se dejara ver el pelo en el acto que premiaba al descendiente de uno de los fundadores del partido de la derecha en Asturias, sí que lo hiciera junto a Cherines, de la que cíclicamente suena como sustituta, cuando no suena Agustín Iglesias Caunedo, exalcalde de Oviedo, que tiene una capacidad cero de sorprender con su peinado cero.

La cosa es que en una situación tan enmarañada como la del PP asturiano, Mallada logró desrizar el rizo y apareció con un alisado que atenta contra esa melena barroca que ha sido su seña de identidad y su tormento cuando llegan los premios "Princesa de Asturias", porque "no puedo con el pelo, chica". Entre los asistentes se preguntaban si el nuevo peinado era un símbolo y tenía algún significado.