El naturalista y ornitólogo Concepción Sepúlveda ha explicado este domingo que un grupo de ornitólogos observó un ejemplar de esta especie el pasado 6 de enero en la Laguna de Navaseca en Daimiel (Ciudad Real), un “verdadero regalo de Reyes”.
Desde este día, ha señalado, se puede observar su presencia entre grandes bandos de anátidas, formados por porrones comunes (Aythya ferina) y patos cucharas (Spatula clypeata).
Sepúlveda ha comentado que no es fácil observar esta rareza ornitológica sino se va provisto de telescopio o prismáticos y si, además, el ave no está muy activo.
“Como esté dormido es muy similar al porrón moñudo (Aythya fuligula) y es difícil de distinguir, sólo si está activo, es fácil detectarlo porque su pico presenta un anillo ocular blanco y en la parte posterior del pico se ve un área pálida”, ha detallado.
El porrón acollarado es un pato buceador originario de Norteamérica que hasta principios de la década de los 90 se consideraba un divagante y muy raro en España pero, desde entonces, no es extraño que algunos años se reporte su presencia en algún lugar del país.
Sepúlveda ha precisado que según la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) en Norteamérica esta especie, en época de reproducción, se extiende sobre buena parte de Canadá y zonas del norte de Estados Unidos.
Inverna en las costas de Estados Unidos, así como en México y Centroamérica y es una especie común que ha ampliado mucho su área de distribución durante las últimas décadas.
En Europa era muy raro pero se hizo habitual a partir de finales de los setenta, sobre todo en las islas Británicas, donde un pequeño número de individuos se comporta ya como invernante regular.
El ornitólogo ha explicado que algunas recuperaciones de aves anilladas demuestran la existencia de movimientos desde las Islas Británicas hacia Norteamérica y viceversa.
En España, este porrón no fue citado hasta 1978, aunque desde 1989 cuenta con citas cada año, de forma que hasta 2004 ya se habían computado un total de 76 registros homologados, que corresponden sobre todo a las islas Canarias y al cuadrante noroccidental de la Península.
Hay también registros en Portugal y Marruecos y, según ha explicado, las observaciones se producen mayoritariamente durante el periodo invernal, durante los meses de noviembre a marzo.
En su opinión, este ejemplar ha podido recalar muy probablemente en esta laguna empujado por uno de los recientes temporales que se han producido sobre la Península Ibérica.
El porrón acollarado tiene un aspecto parecido al del porrón moñudo y se diferencia de este por carecer de moño, tener el perfil de la cabeza triangular y exhibir en vuelo una franja alar gris en lugar de blanca.
Los flancos de los machos adultos son grises, salvo por una cuña blanca vertical en la zona de contacto con el pecho.
Asimismo, el pico muestra dos llamativas franjas verticales blancas, una en la base y otra junto a la punta.
Curiosamente, apenas se aprecia en el campo el collar ocre, muy fino, que da nombre a la especie.