MADRID, 31 Dic. (EDIZIONES) -
Llega el frío y el invierno y con ellos nuestra manía o costumbre de taparnos bien la garganta, sobre todo si tenemos hijos, de cubrírsela a ellos, para no enfriarla y que no duela. Pero estamos equivocados porque realmente esto no sirve de nada más que para pasar menos frío, no nos protege la garganta en sí, ni evita estos problemas.
Aparte, otro aspecto a tener en cuenta sobre la garganta y el frío es que en esta época del año es frecuente lo que comúnmente llamamos afonía, cuando realmente queremos hablar de disfonía. La afonía es la pérdida completa de la voz, mientras que la disfonia es un trastorno de la voz caracterizado por ronquera, lo que comúnmente mal llamamos afonía, precisa en una entrevista con Infosalus el doctor Juan Carlos Casado Morente, presidente de la Comisión de Laringología, Voz, Foniatría y Deglución de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL).
Entre las causas de la bien llamada disfonía, este doctor apunta a alguna irritación o inflamación de las cuerdas vocales, que son los músculos de la garganta donde se produce la voz; siendo la causa más frecuente de disfonía en esta época los catarros virales o por una infección bacteriana.
La garganta podemos dividirla en dos pisos o plantas: la de arriba es la faringe, que cuando se inflama aparece la faringitis, una sensación de cuerpo extraño, de dificultad al tragar; y si afecta al piso de abajo, a la laringe, da lugar a una laringitis y puede producir una disfonía, señala este especialista.
Pero también detalla que las disfonías las puede ocasionar el tabaco; el abuso o exceso de la voz, típico en docentes o profesionales de la voz que hablan mucho tiempo seguido; y también cualquier tipo de contaminante o ambientes tóxicos como el humo, o es frecuente en personas que limpian y emplean sustancias cáusticas.
EL FRIO Y LA AFONÍA (MEJOR DICHO, DISFONÍA)
Con ello, el doctor Juan Carlos Casado Morente recuerda que el frío lleva asociado cuadros catarrales y normalmente estos son víricos y pueden producir una laringitis, que se denomina precisamente laringitis catarral, que puede generar una disfonía transitoria de 4-5 días. Muchas veces sin tratamiento se resuelve o mediante un tratamiento sintomático con paracetamol, puntualiza el doctor.
En este punto advierte este otorrinolaringólogo que tiene poco sentido cubrirse la garganta a nivel del cuello con una bufanda para evitar los dolores o problemas de garganta en los días de frío, para eso habría que taparse la boca.
PREVENIR LA DISFONÍA
Evitando todos los factores de riesgo, especialmente el tabaco, y las situaciones de frío, e intentar respirar siempre por la nariz porque en esta tenemos nuestro método de protección o filtro, donde se quedan acumulados los virus y las bacterias y no pasan a la garganta es la forma de prevenir estos problemas de garganta.
En la nariz tenemos unas estructuras importantísimas llamadas cornetes, los filtros que tiene el cuerpo humano, para que cuando respiramos el aire, este llegue lo más limpio y lo más caliente posible hacia la garganta. Sirven para calentar, humidificar y limpiar el aire, por tanto, respirando por la nariz tendremos menos problemas de garganta y menos disfonía, defiende el doctor Casado.
De esta manera, según insiste el miembro de la SEORL, el taparse la garganta cuando hace frío no le afecta para nada a esta, ni tampoco va a evitar que tengas una infección por un virus, sino que servirá para que tengamos menos frío.
TRATAR LA DISFONÍA
A la hora de tratar la disfonía este especialista remarca que la mayor parte de las veces suele resolverse espontáneamente. A veces se pueden asociar métodos naturales como propóleo o la equinácea; después puede emplearse el paracetamol, el ibuprofeno; y el último escalón de tratamiento se realiza con corticoide o antibióticos, siempre previa consulta de un especialista, quien debe prescribir estos medicamentos.
Una disfonía aguda producida por el frío, por un cuadro catarral, se resuelve espontáneamente en 4-5 días y no necesita antibiótico, que tiene sus indicaciones concretas, subraya.
Aquí el doctor Casado resalta que hay una indicación importantísima para acudir a un otorrinolaringólogo: cuando un trastorno de la voz dure más de dos semanas. Es obligatorio acudir al otorrinolaringólogo, y si se es fumador a los 10 días se debería acudir sí o sí, puntualiza.
Recalca que la disfonía es un proceso banal normalmente, que se resuelve por sí solo, y que es muy frecuente en pacientes profesionales de la voz. Al mismo tiempo destaca esa asociación de disfonía y tabaco. A su juicio requiere una atención especial porque detrás puede darse un inicio precoz de cáncer de laringe que se resuelve sin problemas si se diagnostica a tiempo, según recuerda el presidente de la Comisión de Laringología, Voz, Foniatría y Deglución de la Sociedad Española de Otorrinolaringología.
