Fotografía, la herramienta de investigadores criminalistas

GUADALAJARA, JALISCO (13/SEP/2014).- Una “caja mágica” réflex, captadora de imágenes, es la herramienta principal de un perito fotógrafo del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF). Actualmente dichos especialistas buscan perfeccionar las técnicas de investigaciones en crímenes como homicidios y secuestros, además de accidentes viales, incendios o derrumbes a los que acuden, entre otros, esto para mantenerse a la vanguardia.

El equipo de peritos del IJCF está conformado por 22 personas que se han especializado en la materia, pues no sólo toman imágenes de indicios tras un incidente, sino que pasan a ser investigadores criminalistas.

El jefe del departamento, quien reservó su nombre por motivos de seguridad, explicó que poseen herramientas de última generación y un banco de datos muy amplio que les facilita las labores en las indagatorias.

Los rollos o películas y las impresiones son historia, ahora todo es digitalizado y se almacena en un servidor de información, explican. “Contamos con equipo de alta tecnología, referente a nuestros archivos informáticos de las tomas fotográficas que se hacen en el lugar de los hechos. Esta área se constituye de personas especializadas, contamos con equipos de cómputo avanzado”, compartió el coordinador del área. Detalló además que su trabajo se realiza en coordinación con un equipo de forenses.

“Lo primero que tenemos en encomienda es visualizar el lugar de los hechos, qué es lo que vamos a trabajar, cómo está la escena del crimen, y después fijar toda aquella evidencia para coadyuvar con la investigación. Nosotros somos parte de la criminalista, nuestra tarea es fijar lo que el ojo humano ve. Fijamos ese pequeño detalle que nosotros encontramos y que sirve para la investigación para demostrar tal y como sucedió”, relata el funcionario estatal, sobre la operación del equipo de especialistas.

“Mirones” contaminan la escena

El jefe del departamento de fotografía forense del IJCF, quien reservó su nombre por seguridad, dijo que cuando asisten al lugar donde ocurrió un crimen o accidente, los llamados “mirones” —que son aquellos testigos, vecinos e incluso policías que llegan al sitio— se convierten en algunas ocasiones en obstáculos ya que pueden alterar cualquier indicio.

“El peor enemigo es el mirón. Es el que llega primero y de alguna manera nos estorba la escena. La escena del crimen es vulnerable, el tiempo climático nos afecta muchísimo, los mirones, la misma autoridad que nos altera la escena. Entonces tenemos que llegar lo más pronto posible y tomar aquellas evidencias que nos ayudan a la investigación”, dijo el perito del Instituto.