FESTIVIDAD DE SANTA ÁGUEDA

«Aguedita, que me quede como estoy»

Cientos de mujeres se acercaron ayer a la parroquia del Portillo para venerar las reliquias de la joven mártir, protectora de las madres y nodrizas. Por la noche, la devoción religiosa se convirtió en una fiesta muy 'pícara'.

Las colas volvieron a ser las protagonistas de la jornada.
«Aguedita, que me quede como estoy»
JOSé MIGUEL MARCO

El famoso «Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy» se transformó ayer en un «Aguedita, Aguedita, que mis hijas, mis nietas, mis amigas, mis vecinas... (no se escatima en las plegarias) y yo no tengamos cáncer de mama, partos difíciles ni problemas con la lactancia».

Bien sabido es que la joven mártir es la patrona de las madres, las nodrizas y todas las mujeres en general. Por ello, las féminas zaragozanas se acercaron ayer a la parroquia de Nuestra Señora del Portillo para venerar la imagen de la santa, ponerle unas velas y dirigirle sus plegarias.

Desde las siete y cuarto de la mañana hasta las nueve de la noche, las puertas del templo permanecieron abiertas para acoger a las feligresas. En la nave central del templo se distinguía algún que otro hombre. Entre ellos estaba Vicente Broto, que ejercía de acompañante. «Siempre viene conmigo. Incluso a veces se acerca él solo a rezar por mí y las mujeres de la familia», afirmó orgullosa su esposa, Julia Cavero.

Águeda Ramos Marquina estaba ayer de doble celebración: su santo y su 47 cumpleaños. «Vengo a darle gracias a la santa por la salud que tengo y pedirle que siga así, claro», confesó emocionada. A su lado estaba Pilar Casas, una logroñesa que estaba pasando unos días en Zaragoza y no dudó en acercarse a la iglesia del Portillo. «¡Qué emoción besar su reliquia!», expresó.

En esta parroquia se venera en un relicario de plata un trozo de cráneo de Santa Águeda que llegó a Zaragoza de la mano de Carlos V. En otras iglesias como San Felipe o Santiago el Mayor también exponen tallas frente a las que rezar a la virgen , pero «no es lo mismo. Tengo más fe si beso su reliquia», dijo Ana Pérez.

En la capital, igualmente, conforman otro clásico de la jornada las voluntarias de la Asociación de Mujeres Aragonesas de Cáncer Genital y de Mama (Amac Gema). Una de ellas, Aurora Gutiérrez, colocaba a los visitantes un pequeño lazo blanco en la solapa a cambio de una limosna.

Las 'teticas' y los roscones

La crisis económica se notó también ayer en la venta de 'teticas' y dulces de Santa Águeda. Estos bollos, algunos recubiertos en la parte superior por una capa de chocolate y coronados con una guinda, se vendían ayer entre los 3,50 y los 5 euros, dependiendo del tamaño. «Este año no hemos vendido ni la mitad», afirmó preocupada Pilar Monzón. En cambio, Julia Hernández, que estaba en el puesto de al lado, no perdía la sonrisa. «Me he traído a mi sobrina nieta, Ana, de 6 años, para que me ayude. Lo hace muy bien, ¿verdad?», preguntó esta pastelera de Morata de Jalón.

Fiesta 'loca' por la noche

Muchas mujeres aprovechan el 5 de febrero para irse de cena con sus amigas, dejando al marido en casa. Y, conforme avanza la noche, muchas salas de fiesta ofrecen espectáculos pensados especialmente para el público femenino. Gogós, 'shows' subidos de tono y desnudos de los 'boys' se convierten en un reclamo para los grupos de mujeres.

Un grupo de vecinas de Gotor se reunieron en la capital para venerar la reliquia de Santa Águeda y, por la noche, cenar y «mover el esqueleto», afirmó María Pilar Traín.

Asimismo, muchos pueblos -como Alagón, Escatrón, Anento, Lagata...- celebran estos días sus fiestas patronales en honor de esta santa. En Alagón hubo misa en la parroquia de San Pedro, donde se bendijo los dulces de Santa Águeda. A continuación todos -sobre todo, mujeres- fueron a la sala Alaún para disfrutar de la animación, música, sorteo de regalos y degustar los dulces típicos.

Los vecinos de Escatrón sacaron en procesión el busto de la joven mártir al ritmo de las salvas de los escopeteros y por la noche disfrutaron de unos fuegos artificiales y disco-móvil.