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El carromato, una década de teatro en las calles

Colorido, creatividad y, sobre todo, mucha dedicación es lo que puede encontrarse estos días en una exposición dedicada a los 10 años de vida de la compañía de teatro El carromato que puede visitarse desde el pasado jueves en el centro cultural Alfonso X El Sabio. En ella se hace un recorrido por la trayectoria de esta compañía de teatro cuyo nombre procede de un carromato que su director, Pascual Varo, construyó con material reciclado años antes de crear el grupo y que puede verse en la muestra. A lo largo de los pasillos de una de las salas del edificio, entre personajes de ficción e infinidad de recuerdos, pueden observarse el cariño y el esfuerzo de casi toda una vida dedicada al espectáculo a pie de calle.



Pascual Varo debutó en el mundo del teatro en 1985 con la compañía Teatro Jaramago, que estuvo viva hasta 1991. Tras esto empezó a experimentar en la calle con jóvenes del colegio San Luis Gonzaga y del instituto Pedro Muñoz Seca, creando con posterioridad el grupo Pies planos.



El Carromato surgió en el año 2000 con el objetivo de crear una compañía de teatro de calle estable en El Puerto cuyas obras estuvieran dirigidas a mayores y pequeños. Según su director lo que pretendían era "captar esa percepción ingenua que tienen los niños a la hora de entender las cosas, pero también sacar esa parte infantil que todo adulto lleva dentro". Su primer trabajo fue 'La Máquina de Otto', coproducido con el Festival de Comedias de El Puerto y que fue invitada a representarse en el programa inaugural del teatro Ciudad de Marbella y en diversas campañas escolares.

En 2002 la compañía estrenó 'Volando en aeroplano', que narra la historia del primer vuelo autopropulsado llevado a cabo en 1903 por los hermanos Wright. Su tercer trabajo llegó en 2004 bajo el titulo de 'El carromágiko' que según su autor es "el espectáculo estrella del grupo y una de las obras más completas de las que han representado, porque recoge todos los elementos del teatro de calle como son los malabares, la narración y el baile. 'El carromágiko' es quizás una de las obras que mayor acogida ha tenido por el público y que todavía hoy se sigue representando. En 2005 la compañía presentó tres espectáculos: 'Las hazañas del caballero de la Mancha', con motivo del cuarto centenario de El Quijote y en la que se capta la atención de los niños a través de la invitación a la burla hacia este peculiar personaje; 'Paseando Ícaros', que trata de unos extraños animales que llegan a La Tierra; y ''El teatrillo de Panero', en el que el títere Panero, su personaje principal, cuenta como pasó a convertirse en titiritero. En 2007 nació 'Bufonadas' y en mayo de 2009 llegó 'El enfermo imaginario', que es la última creación del grupo.



La independencia es la filosofía de trabajo de esta compañía, que intenta salir adelante cada día mediante la autofinanciación y el esfuerzo de todos sus componentes. Materiales, realización técnica, vestuario, todo depende de la labor del equipo y por supuesto, de la ayuda que estos reciben constantemente de los diferentes gremios, que según su director se vuelcan a la hora de apoyarlos. "Si necesitamos que nos suelden el tornillo de una rueda, el soldador viene sin pensarlo e incluso muchas veces no nos cobra" explica Varo. El Carromato cuenta con un taller interno de formación cuyo objetivo es el de preparar a los futuros actores.



El director y autor teatral explica que la cultura del teatro de calle no está muy arraigada en el sur de España, en el que por lo general se asocia este concepto con un "género chico". A pesar de ello, la compañía afirma sentirse muy acogida por el público allá donde va y asegura, que lo mejor de actuar en la calle son la cercanía y complicidad mutua que se llegan a crear entre los actores y los espectadores.