Uno de los momentos de más tensión cuando llegas en el teatro, el cinema o en cualquier tipo de espectáculo donde las luces ya están apagadas es el mismo para todo el mundo: encontrar tu sitio sin intentar perturbar a todos los espectadores de la sala. La luz del móvil, el sonido de risas, el “perdón, perdón, pero pensaba que este era mi asiento” … Todo eso no solo hace sentir incomoda a la misma persona, sino que, además, perjudica, considerablemente, la experiencia de los otros usuarios durante el evento.
En momentos así, es cuando nos damos cuenta que el acomodador de eventos es una figura crucial en cualquier tipo de espectáculo para garantizar su correcto desarrollo. Son los encargados de guiar a los espectadores hacia sus asientos sin alterar el evento con discreción, rapidez y elegancia.
Un tipo de trabajo que ha ido pasando de generación en generación y que, por mucho que pasen los años, los acomodadores para eventos culturales se mantienen como una de las piezas claves en cualquier tipo de evento.
Las funciones del acomodador de eventos culturales
El acomodador de eventos culturales es un oficio que, aunque tenga una amplia trayectoria y tradición, ha ido evolucionando al largo de los años. Hoy en día, además de acompañar y guiar a los espectadores hacia sus asientos, el acomodador para eventos desarrolla muchas más funciones durante los espectáculos y acontecimientos:
- Ubicación de localidad a los espectadores, pero también organización previa de las butacas, especialmente para asientos reservados VIP en numerosos eventos.
- Apertura de las puertas a las instalaciones y control de los accesos en el recinto.
- Recepción del público. Registro de la asistencia y las inscripciones de los participantes.
- Informar al cliente de los distintos servicios puestos a su disposición durante el evento sea del tipo que sea.
- Mantenimiento y supervisión del local para que este en perfecto estado antes que lleguen los asistentes.
- Asistencia de los clientes en el desplazamiento.
- Manejar los equipos y herramientas necesarios para el desarrollo de su actividad.
- Orden y organización de los asistentes para garantizar el silencio durante el evento.
