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Fatiga crónica: qué es, causas, síntomas y cómo saber si la tienes

Lo que puede causar que te canses más de la cuenta.
fatiga crónica
Christopher Hope-Fitch

¿Has notado que te cansas más de lo normal sin causa aparente?, puede ser fatiga crónica. Hablamos de agotamiento sin haber sudado como bestia en el gimnasio, sueño q pesar de haber dormido lo suficiente y sin un motivo justificado como la resaca después de una cruda memorable, o falta de energía cuando antes te sobraba. Si ese es el caso, una razón preocupante pudiera ser que sufres el llamado síndrome de fatiga crónica o encefalomielitis miálgica.

Esa enfermedad del sistema nervioso central tiene entre sus síntomas “un cansancio intenso y continuo que no disminuye con el reposo y que empeora con la realización de actividades físicas o mentales”, según se describe en fuentes médicas. Esto puede presentarse a cualquier edad y sus causas se desconocen y puede que responda a un factor genético, pero pueden desencadenarlo las infecciones virales, el estrés extremo, un sistema inmunológico debilitado o algún desequilibrio hormonal.

Las consecuencias de ese estado tienen muchas caras, las limitaciones en tu estilo de vida y el aislamiento, hasta el bajo rendimiento en el trabajo o la escuela. Un error que cometen con frecuencia quienes manifiestan los síntomas es atribuírselo a un virus pasajero, a no están comiendo bien o a cualquier explicación que les tranquilice.

Paul Bradbury

El agotamiento asociado con el síndrome de la fatiga crónica puede acompañarse de dolores de cabeza, aletargamiento y falta de concentración.

Hay una realidad que debemos enfrentar: Esta enfermedad es uno de los grandes retos de las investigaciones, porque se sabe muy poco de estrategias de prevención y tratamiento efectivos. “Como no hay una prueba diagnóstica que identifique esta condición, suelen necesitarse diversos tests para descartar otros problemas de salud que tienen síntomas similares. Como tampoco hay tratamiento, la estrategia se centra en el alivio de los síntomas”, afirma el Dr. Gustavo Martín, desde su consultorio en la ciudad de Miami. “Aunque no hay estudios concluyentes, todo indica que no existe tampoco un perfil étnico que identifique a un grupo como más o menos propenso a padecerlo, así que tanto los hispanos como otros lo padecen por igual y con la misma frecuencia”, agrega.

La estrategia: “Hay que estar conscientes de los síntomas y, en lugar de justificarlos, acudir al médico. También hay que ocuparse de que se le ordenen todas las pruebas que decanten la existencia de otros problemas de salud antes de tener un diagnóstico de la encefalomielitis miálgica y, ya en ese punto, combatir los síntomas para lograr una mejor calidad de vida”, sugiere Martín. “En muchos casos, hay episodios más o menos extensos de la sintomatología, y luego desaparece por otra etapa”, hay que lidiar con eso, evitar el estrés y afrontar la condición con madurez y positividad”, concluye.