Atendidos, abrigados y seguros, manteniéndolos alejados delpeligro y la mendicidad en la calle, así se honran todos los díasa 18 adultos mayores en total desamparo, en el Asilo Vivir deAmor.
Aunque cada 28 de agosto se celebra el Día del Adulto Mayor, enesta institución los 365 días del año están dedicados a losabuelitos rescatados de la indigencia y mendicidad, a resarcir suvida en abandono con atenciones y cariños.
José Luis Jiménez y Javier Berruecos Sánchez, son doshuéspedes a quienes el asilo Vivir de Amor les permitió cambiarsu perspectiva de vida, del desamparo total por no tener familia ala compañía de personas como ellos y la asistencia de seresgenerosos.
Dedicado a cuidar a su madre, “la autora de mis días” comola recuerda cariñosamente José Luis casi consumió su vida,“porque por dedicarme a ella ya no vi por mi persona”, explicaahora con 77 años de edad.
Javier Berruecos Sánchez es huérfano, nunca supo de su familiay creció en un orfanato en su natal Querétaro donde la fundadorale heredó su primer apellido. No recuerda cómo ni cuándo llegóa Puebla, sólo que su segundo apellido se lo ganó cuando por sucomportamiento inquieto, lo comparaban con una famosa banda local,“me decían que era yo como los Sánchez, entonces me decíanasí y se me quedó el Sánchez”, completa.
José Luis llegó hace seis años y Javier hace apenas dosmeses, pero ya son grandes amigos, bromean sobre quién de ellos es“el más nuevecito” y sobre quién se impondrá en la próximapartida de dominó o en el juego de cartas.
Con el puño recargado en su silla de ruedas, José Luis presumeque conoce bien cómo ganar, mientras que Javier observa, sonríe ysigue el juego. “Así cómo no me voy a dejar ganar”,confiesa.
Esperanza, de 68 años de edad, es una de las mujeres que de nohaber sido por el Asilo Vivir de Amor, su vida hubiera estadodestinada al desamparo total, “porque no tengo a nadie, no pudeestudiar de joven y mis papás murieron hace unos años”,recuerda.
En el Asilo Vivir de Amor, 10 hombres y ocho mujeres que anteseran indigentes y estaban en abandono total, reciben asistenciagratuita como alojamiento, aseo personal, alimento, vestido,atención médica, medicamentos, aparatos ortopédicos, terapiaocupacional, actividades recreativas y asistencia religiosa.
“En Asilo Vivir de Amor y con el apoyo de gente bondadosa, seles da una oportunidad de vida digna”, es la definición de suocupación.
COLABORAR POR UNA VIDADIGNA
Rodolfo Tinajero fundó el asilo hace 15 años y hasta la fechase ocupa del rescate de adultos mayores indigentes.
Para mantener la vida digna para 18 o más adultos mayores, elAsilo Vivir de Amor vende rosas y manualidades hechas por lospropios abuelitos y recibe siempre donativos, económicos, deservicios o en especie, ofreciendo a cambio, recibos deducibles deimpuestos.
“Aquí aceptamos de todo, porque todo se aprovecha, aunque loque más buscamos son los donativos económicos porque por ejemplo,cuando llegan los abuelitos hay que hacerles estudios de salud queson muy costosos, y además, muchos de ellos ya están enfermos yrequerimos siempre para sus medicamentos”, explica YesseniaLópez, procuradora de fondos.
Las donaciones de todo tipo se reciben en el Asilo Vivir deAmor, ubicado en la calle 8 Norte número 3201, en San PedroCholula, y económicas también en la cuenta 0132279703 de BBVABancomer o en la cuenta clave 012 650 001322797030.
Para conocer más de esta institución de beneficencia privadapuede visitar su página oficial de Facebook Asilo Vivir de Amor oseguirla en su cuenta de Twitter @AsiloVivirdeA.
[caption id="attachment_418712" align="aligncenter" width="600"]Foto: Iván Venegas[/caption]
