El carromato de don Luis Gerardo está plenamente identificado ante el ayuntamiento de Gómez Palacio, así como él.
"Les digo que aprovechen el sacrificio que estoy haciendo, sea poco o mucho para que no anden así como yo", es lo que a diario les dice Luis Gerardo Sifuentes Castro, de oficio carromatero, a sus cuatro hijos, a quienes les ha dado estudio, una casa donde dormir y qué comer. Pero también atiende a sus dos caballos, que son su medio para salir a trabajar todos los días.
Su carromato está plenamente identificado ante el ayuntamiento de Gómez Palacio, así como él, quien cuenta con gafete expedido por la Dirección Municipal de Medio Ambiente y Ecología.
Fue en el mes de mayo de este 2023, que arrancó el programa de regularización de los carromateros, con el fin de mantenerlos identificados y tener un adecuado control del manejo y traslado de los residuos de poda y escombros en el municipio.
CONSIDERACIONES
Para Luis Gerardo, es una buena medida, sobre todo para identificarse ante el municipio. "Sí nos sirve como identificación y nos respalda cuando las autoridades nos preguntan qué estás haciendo, y nosotros les comprobamos que estamos trabajando".
Lo que sí rechaza es hacer el cambio de sus caballos por un medio motorizado, sobre todo porque la cantidad de carga resultaría insuficiente, lo que se traduciría en menos ingresos.
"En verdad no nos serviría porque un motocarro agarraría unos 500 kilos de carga o menos y un carrito agarra hasta una tonelada de carga", comentó.
Para don Luis, sus caballos son su medio para trabajar, por lo que les da una atención de primera. A diario, dijo se compra una paca de alfafa que representa un gasto de 200 pesos, más 40 pesos de maíz para una mejor alimentación. Razón por la que explicó, es necesario salir a trabajar bajo los intensos rayos del sol, el frío, el aire, más no con lluvia, en esos días sí debe de parar de trabajar.
"Sí hay compañeros que sí los tratan fuerte, abusan y muchos los traen flacos, más flacos que yo. Los míos no están muy gordos ni muy flacos pero están sanos", comentó don Luis, quien consideró que el maltratar a sus animales, es como "darse un balazo en el pie".
En casa de don Luis, es el único que sale a trabajar, y lo hace con gusto pues desea que sus cuatro hijos estudien para que cuenten con un trabajo estable y seguro.
"Soy el único que salgo al toro. Todos estudian. Les digo que aprovechen el sacrificio que estoy haciendo, sea poco o mucho, para que no anden así como yo, que se consigan un trabajo más bueno", compartió Don Luis Gerardo.
Aunque hay días buenos y malos, no se desanima, pues asegura que Dios siempre proveé. "De pronto se me junta, el gas, la luz, todo y no queda más que endeudarnos aquí y allá para solventar los gastos. Pero bendito mi padre Dios, nos bendice siempre", dijo siempre con una gran sonrisa.