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Hacer un esqueje de una planta te permite tener un nuevo ejemplar de la misma especie. Existen distintas maneras de realizar este proceso, que te permitirá multiplicar tus plantas de forma sencilla.
¿Qué es un esqueje de plantas natural?
Un esqueje es un tallo, brote u otro fragmento que se obtiene de una planta para crear otra igual de manera natural, ya que se puede introducir en la tierra para que desarrolle raíces. Se trata de una forma de reproducción asexual.
¿Qué tipos de esquejes hay?
Conseguir nuevas plantas esquejando se puede hacer de diferentes formas. Los expertos de Planeta Huerto distinguen varios tipos de esquejes:
- Esqueje de tallo: es el método más usado, para el cual se corta un tallo con algunas hojas. No debe contener flores y contar con dos nudos como mínimo y seis como máximo.
- Esqueje de hoja: algunas plantas de interior pueden regenerarse a partir de una sola hoja. Hay que separarla junto a su peciolo, es decir, la parte que la une al tallo o la base.
- Esqueje de rama: las ramas de plantas tropicales como la aglaonema, la dieffenbachia y la drácena se pueden multiplicar con esta técnica. Tendrás que cortar una rama con una, dos o tres yemas y colocarla en una mezcla de arena y turba. Es recomendable mantener un ambiente húmedo y cálido para que arraigue.
- Esqueje de yema: puedes llegar a reproducir una planta a partir de una yema, el pequeño brote que se encuentra en el lugar donde la hoja sale de la rama. Se trata de un método más complicado que los anteriores.
- Esqueje de bulbo: este forma de esquejado se realiza con bulbos provistos de escamas, como los de los lirios. Es un proceso lento para las plantas con flores, ya que a veces llegarás a esperar tres o cuatro años hasta ver resultados.
¿Cuándo puedo hacer esquejes?
Para que un esqueje arraigue correctamente y surja una nueva planta es fundamental escoger el momento adecuado del año. La primavera y el otoño son las estaciones recomendadas para hacer esquejes, ya que estos necesitan temperaturas suaves y cierto grado de humedad para desarrollar raíces sin deshidratarse, señalan desde Verdecora. La primavera coincide con la época de crecimiento de muchas especies, cuyo ciclo natural fomentará el nacimiento de nuevas hojas y raíces. Por otra parte, en los meses de otoño se suele hacer la poda y se puede aprovechar para cortar partes que darán lugar a nuevas plantas.
Cómo hacer un esqueje con maceta paso a paso
Los expertos de Viveros González explican cómo hacer un esqueje con maceta, una de las maneras más sencillas de reproducir una planta. Estos son los pasos a seguir:
- Corta una parte de la planta: usa unas tijeras para obtener un tallo o una rama que haya brotado recientemente. Deben estar afiladas y desinfectadas, para que el corte sea limpio y evitar que la herida genera problemas en la planta madre. Lo normal es que el esqueje no mida más de 10 centímetros en el caso de ejemplares pequeños o arbustos.
- Limpia el esqueje: tienes que eliminar las hojas y los botones florales que presente la rama cortada, ya que absorben los nutrientes de la planta, dificultando que arraigue y llegue a crecer un nuevo ejemplar. Puedes aplicar en la base del esqueje un producto enraizante, que favorezca la formación y el desarrollo de las raíces.
- Prepara la maceta: antes de sembrar el esqueje, llena la maceta que vas a usar con el sustrato adecuado. Usa una combinación de tierra y materia orgánica que sea rica en nutrientes. Ten en cuenta que cada especie tiene necesidades distintas y algunas de ellas enraízan mejor al sumergir los esquejes en agua.
Consejos para que tu esqueje de plantas natural sea todo un éxito
El estudio Plantesdecor, especializado en plantas naturales y diseño de terrazas y jardines, ofrece varios consejos que te ayudarán a que tus esquejes salgan adelante con éxito:
- Calienta la tierra: los esquejes son sensibles a los hongos y las bacterias, por lo que la desinfección es un aspecto fundamental a tener en cuenta. Un truco para limpiar la tierra que vas a utilizar es calentarla previamente en un horno a 100 grados.
- Aplica un producto fungicida: además del enraizante citado anteriormente, puedes aplicar a tu esqueje un producto fungicida para asegurarte de que los hongos no lo atacan.
- Mantén la nueva planta a la sombra: los rayos del sol pueden quemar el esqueje, que no necesitará luz directa por ser una planta muy joven y con poco material vegetal.
- Controla el nivel de humedad: al menos una vez al día, pulveriza con agua el esqueje. El nivel de humedad debe ser constante en sus hojas y en las nuevas que vayan surgiendo.