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Inflexibilidad emocional: el funcionamiento psicológico puede inhibir la expresión de emociones Salud

Inflexibilidad emocional: el funcionamiento psicológico puede inhibir la expresión de emociones

“Se puede ver en personas que no toleran sentir un alto nivel de tristeza después de una pérdida como un quiebre amoroso, donde pueden negarse a sentir deseos de llorar pues asumen que hacerlo está mal”, explicó un especialista. La inflexibilidad psicológica es una forma de funcionamiento que se puede tratar con terapia: comprender y profundizar la experiencia emocional en un nivel descriptivo evitando las valoraciones, la clave.


No es un síntoma o signo patognomónico (relacionado con un signo o síntoma específico de cierta enfermedad) sino “una forma de funcionamiento psicológico”. Según explicó el psicólogo y Magíster en Salud Mental Infanto Juvenil, Cristian Palma Correa, no se puede hablar de ella entonces como una situación crónica.

Y más que “aparecer”, la inflexibilidad psicológica (como sinónimo de “evitación experiencial”) se va formando a partir de la experiencia de cada individuo, pues “depende de los significados con que se van asociando las experiencias del mundo interno”, que pueden llegar a ser percibidas como aversivas, afirmó el académico de la Universidad Autónoma de Chile (sede Talca).

“Puede entenderse como una manera de regular el propio comportamiento, en que las experiencias internas (del mundo privado) tienden a prevalecer como motivador de la conducta, más que los valores o las metas que le dan sentido a nuestro quehacer y a nuestra vida”, detalló el profesional.

“Ocurre cuando algunos pensamientos, recuerdos o sentimientos se hacen poco tolerables o aversivos para la persona, por lo que ésta querrá evitarlos, realizando acciones que pueden ir incluso en contra de sus propios valores o de sus metas personales a largo plazo”, agregó.

¿Cómo reconocerla? Para el especialista se puede reconocer toda vez que una persona llega a sentir “sus propias emociones como indeseables” y a la vez “percibe de manera negativa sus propios pensamientos, al punto de sufrir por sentirse o pensar de tal manera”.

Por ejemplo, esto se puede ver en casos de personas que no toleran sentir un alto nivel de tristeza después de una pérdida, como lo que ocurre luego de un quiebre amoroso. En el caso de personas con inflexibilidad psicológica, puede que se nieguen a sentir deseos de llorar pues asumen que hacerlo está mal.

Este tipo de funcionamiento, sin embargo, puede ser trabajado con terapia psicológica con el objetivo de aprender a aceptar “la propia experiencia tal y como es” sin “las cargas evaluativas o de juicio moral, o de las expectativas conductuales implícitas en el uso del lenguaje”.

“Se trata de orientar a esa persona a relatar su propia historia en un nivel descriptivo, sin valorar su experiencia como buena o mala, de tal manera que comprenda y profundice su propia experiencia emocional como reacción esperada ante la pérdida de un vínculo afectivo”, cerró.

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