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Jaramillo: de concejal a ministro que tiene en jaque al sector salud

La carrera política del funcionario del Gobierno que está enfocado en sacar adelante la reforma a la salud ha estado marcada por las controversias y la confrontación verbal.

  • Guillermo Jaramillo llegó al Ministerio de Salud el 1 de mayo de 2023 tras el segundo remezón ministerial que hizo Gustavo Petro. FOTO el colombiano
    Guillermo Jaramillo llegó al Ministerio de Salud el 1 de mayo de 2023 tras el segundo remezón ministerial que hizo Gustavo Petro. FOTO el colombiano
  • El periodista de Radio Ecos del Combeima, Arnulfo Sánchez López, con quien Jaramillo siendo gobernador del Tolima (2001-2004) tuvo un cruce de declaraciones por la postura crítica con su administración. “El gobernador se descompone con gran facilidad”, dijo en 2003. Foto Cortesía
    El periodista de Radio Ecos del Combeima, Arnulfo Sánchez López, con quien Jaramillo siendo gobernador del Tolima (2001-2004) tuvo un cruce de declaraciones por la postura crítica con su administración. “El gobernador se descompone con gran facilidad”, dijo en 2003. Foto Cortesía
  • Jaramillo: de concejal a ministro que tiene en jaque al sector salud
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28 de enero de 2024
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Cada vez es más habitual ver al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, envuelto en polémicas. Choques con periodistas, declaraciones sobre el uso de las UCI en la pandemia del covid, peleas con empresarios, señalamientos a los directivos de las EPS y hasta cruces con su colegas ministros. Todo en medio de una carrera de 48 años en la política, que empezó cuando fue elegido concejal del desaparecido Armero (Tolima) y que termina con este cargo en el alto gobierno, donde tiene en vilo la salud de más de 50 millones de colombianos.

Jaramillo siguió el camino de una familia política hasta la médula y bajo las toldas del Partido Liberal. Su padre, Alfonso Jaramillo Salazar, fue gobernador del Tolima designado del presidente conservador Guillermo León Valencia, entre 1962 y 1964; embajador de Colombia en Noruega, entre 1965 y 1967; así como ministro de Salud durante el gobierno del liberal Julio César Turbay Ayala (1978-1982).

Le puede interesar: El ministro de Hacienda hizo quedar mal al de Salud con la propuesta de tributaria.

Su madre, Hilda Martínez, fue congresista y uno de sus cuatro hermanos, Mauricio Jaramillo Martínez, fue concejal de Bogotá (1992-1994), 16 años senador (1994-2010) e intentó ser gobernador de Tolima en las elecciones regionales de 2023, pero el Consejo Nacional Electoral revocó su candidatura por el vínculo familiar con el hoy ministro.

La confrontación como sello

El longevo periodista tolimense Arnulfo Sánchez López, director de la emisora regional Ecos del Combeima, fue el primero en advertir el carácter de Guillermo Jaramillo cuando fue gobernador del Tolima (2001-2004). “El gobernador se descompone con gran facilidad”, expresó Sánchez en 2003 después de que el mandatario le dijera que era crítico de su administración solo porque “no podía sacar 10 o 12 millones de pesos para publicidad”.

El periodista de Radio Ecos del Combeima, Arnulfo Sánchez López, con quien Jaramillo siendo gobernador del Tolima (2001-2004) tuvo un cruce de declaraciones por la postura crítica con su administración. “El gobernador se descompone con gran facilidad”, dijo en 2003. Foto <b>Cortesía</b>
El periodista de Radio Ecos del Combeima, Arnulfo Sánchez López, con quien Jaramillo siendo gobernador del Tolima (2001-2004) tuvo un cruce de declaraciones por la postura crítica con su administración. “El gobernador se descompone con gran facilidad”, dijo en 2003. Foto Cortesía

Dos años antes, en entrevista con Revista Semana a tres meses de iniciar su periodo gobernación, se refirió al Gobierno de Andrés Pastrana como “un virreinato” que “está vivo” y “se ejerce desde Bogotá”, ante el cual no iba a “rogarles” porque “tiré hace mucho tiempo las rodilleras”. En esa charla también dijo que en sus años de estudiante en Europa (su hoja de vida dice que se especializó en cirugía cardiovascular y cirugía cardíaca pediátrica en Suecia y Austria) desarrolló la conciencia social que lo llevó a querer “ese socialismo para mi país (...) con educación y las mismas oportunidades para todos”.

Y como si no las dice las oye decir, siendo alcalde de Ibagué (2016-2019) estuvo en un segundo plano en la cámara que captó las declaraciones del fallecido presidente del club Deportes Tolima, Gabriel Camargo, cuando afirmó sobre el fútbol femenino que “las mujeres son más ‘toma trago’ que los hombres” y que “es un caldo de cultivo de lesbianismo tremendo”.

Jaramillo estaba al lado de Camargo y ante esas palabras atinó a reírse culposamente mientras abría los ojos y la boca, se tapaba la parte baja de su rostro y agitaba de arriba a abajo su mano derecha en señal de preocupación.

Jaramillo: de concejal a ministro que tiene en jaque al sector salud

Ese tipo de declaraciones salidas de tono son, precisamente, las que ha esbozado Jaramillo en los nueve meses que lleva de ministro. Sobre todo, contra todo aquel que critique la reforma a la salud y, con quien se atreva a defender a los empresarios de la salud.

Esa actitud de Jaramillo la define el exministro de Salud, Alejandro Gaviria, como “una situación sin precedentes y peligrosa” para el país, pues “parece más interesado en atacar el sistema que en construir alternativas viables”.

“Yo nunca había visto un ministro o un funcionario encargado de manera obsesiva y sistemática en minar la confianza del sistema, en aumentar la incertidumbre, incluso en demandar los agentes del sistema”, agregó.

Ana María Vesga, la presidenta ejecutiva de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi) —que agremia a diez EPS del régimen contributivo a las que el ministro ha tildado de “mentirosas”—, coincide en esa lectura argumentando que “la conversación con él es muy difícil y entonces sin diálogo es muy complicado aclarar las inquietudes y avanzar en soluciones reales”.

Último antecedente: Ibagué

Si hay una prioridad clara de Guillermo Jaramillo es la reforma a la salud: proyecto de ley que radicó el Gobierno de Gustavo Petro hace un año para darle un giro de 180 grados al sistema y estatizarlo.

Esta meta, sin embargo, ha puesto al Ministerio de Salud en un escenario de tire y afloje, sobre todo, con las EPS, a las cuales ve como enemigas y no como aliadas para sacar adelante metas en salud. En ese escenario, se le vencieron más de un millón de vacunas pediátricas contra el covid-19 y se le hizo agua la inmunización contra la viruela símica.

Pero, no es la primera vez que Jaramillo tiene en sus manos la salud de los ciudadanos. Su antecedente más reciente fue la Alcaldía de Ibagué, cuyo periodo inició en 2016 y terminó en 2019. En ese cuatrienio, el informe de gestión en salud señala que la tasa de mortalidad de las enfermedades transmisibles pasaron de 39,56 muertes por cada 100 mil habitantes en 2015 a 42,72 en 2017; la de las enfermedades del sistema circulatorio pasaron de 200,17 en 2015 a 178,52 en 2017; la de las enfermedades originadas en el periodo perinatal pasaron de 6,14 en 2015 a 6,38 en 2017; mientras que las demás enfermedades pasaron de 141,28 en 2015 a 149,27 en 2017.

Por otro lado, la tasa de muertes por homicidio pasó de 20,41 por cada 100 mil habitantes en 2015 a 14,93 en 2018; así mismo, el porcentaje de nacidos vivos que registraron bajo peso al nacer pasó de 6,43 % en 2015 a 7,29 % en 2018. Y la tasa de mortalidad por tuberculosis pasó de 3,07 muertes por cada 100 mil habitantes en 2015 a 3,34 muertes en 2018.

En cuanto a la cobertura en vacunación, la vacunación contra la tuberculosis pasó del 100 % en 2015 al 97 % en 2018; contra la polio, evolucionó del 90 % de cobertura al 92 %; contra el rotavirus se mantuvo en esos años en 93 %, así como el neumococo que se mantuvo en 95 %; contra la tripleviral (sarampión, paperas y rubéola) subió del 96 % al 98 %; contra la fiebre amarilla inició en 92 % en 2015 y terminó en 86 % en 2018.

Finalmente, la tasa de mortalidad en menores de cinco años fue de 142,25 por cada 100 mil habitantes en 2015 y de 144,32 en 2018; mientras que la mortalidad por desnutrición en niños de 0 a 5 años fue de 1,90 por cada 100 mil menores en 2015, de 7,61 en 2016, luego bajó a 0 en 2017 y se mantuvo así para 2018.

¿Un ministro contra el sistema?

A sus 73 años y contando, el ministro Guillermo Jaramillo causa gracia en sus colegas del gabinete de Gobierno. Su homólogo de Hacienda, Ricardo Bonilla, de hecho, lo hizo quedar mal esta semana sobre una idea que lanzó cuando dijo que los empresarios insisten en que “hay que darles más a las EPS, pues entonces hagamos la reforma tributaria y pongamos a los empresarios a que paguen la plata que dejaron de pagar”.

Después de que el avispero se alborotara, Bonilla dijo ante los micrófonos de Noticias RCN y de Red Más Noticias: “Dejémoslo a él que divague”, mientras esbozaba una sonrisa socarrona en la cara.

La epidemióloga del Centro de Medicamentos, Información y Poder, Claudia Vaca, opina que estas posturas del ministro corresponden a “un mecanismo de presión en el que cae el Gobierno para poner al límite la discusión que en unos meses se retomará con la reforma a la salud”.

Sin embargo, advierte que “en el caso del Ministerio de Salud no puede solo responder por ese debate, sino que también tiene que hacer una gestión del día a día, dar resultados y dejar de llevar todo al límite en el inicio del año”.

Sin embargo, esa estrategia le sale cara al ministro y a todo el sector salud del Gobierno, pues con solo el objetivo de hacer realidad la reforma a la salud que quiere el presidente Petro, las capacidades técnicas de las entidades del ramo hacen agua. Un botón de muestra es el retraso en las auditorías por cobros del SOAT que reconoció el director de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres), Félix Martínez; o que 1.121.040 dosis de vacunas pediatrías de covid se vencieran y el ministerio culpara a las secretarías de Salud “por la no aplicación con la diligencia debida”.

Entre tanto, para los gremios de las EPS el panorama sigue siendo de incertidumbre y desconfianza entre los actores del sistema de salud. En ese sentido, Ana María Vesga expone que para Guillermo Jaramillo las aseguradoras no son importantes y que se puede prescindir de muchas de las funciones que hoy tienen. “Pero cualquiera que sabe qué hacen entenderá que las funciones con las que quedarían serían solo operativas, que poco valor o nada le agregarán al sistema”, indicó.

Lo concreto, es que en nueve meses el ministro Jaramillo ha sido más noticia por sus declaraciones, metidas de pata (como cuando dijo que el aumento de camas UCI en la pandemia fue un negocio o que las vacunas contra el covid fue “el experimento más grande que se haya hecho en la historia de la humanidad”) y por una reciente demanda que el Minsalud interpuso contra 21 EPS por “vulnerar el derecho a la salud”, que por su gestión.

Jaramillo: de concejal a ministro que tiene en jaque al sector salud

Algunos expertos se animan a decir que es un funcionario insostenible para el Gobierno, a pesar de que cuenta con la total confianza del presidente Petro.

¿Lo mantendrá el Jefe de Estado esperando que corone la reforma a la salud y seguirá la confrontación que termina afectando a los pacientes o habrá tregua para ver con lupa la crisis de financiación que tiene el sistema de salud? Amanecerá y veremos.

Otros cargos de Jaramillo en la política

El primer cargo de Guillermo Jaramillo en su trayectoria pública fue de concejal de Armero (Tolima) en 1976; después fue diputado del Tolima en 1978 y representante a la Cámara por ese departamento en 1982. Entre 2001 y 2004 fue gobernador del Tolima y entre septiembre de 2009 y julio de 2010 ocupó una curul en el Senado. Fue secretario de Salud (2012-2013) y de Gobierno (2013-2014) de Bogotá y alcalde de Ibagué (2016-2019).

En sus inicios, tuvo rivalidad y cercanía con el dirigente liberal Alberto Santofimio, condenado por instigar el asesinato de Luis Carlos Galán. Militó en el ala samperista del Partido Liberal.

De la alcaldía de Ibagué salió inmerso en un proceso penal por el delito de contrato sin el cumplimiento de requisitos legales por la licitación del alumbrado navideño en 2016. Un juez lo absolvió en abril de 2023.

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