Gastronomía

Rebujito, la bebida más fresca para estos días de Feria de Almería

El rebujito es la bebida más refrescante.

El rebujito es la bebida más refrescante. / Diario de Almería

Entre unos y otros, la casa sin barrer, dice el dicho popular. El caso es que no se ponen de acuerdo. Por un lado se dice en Almería, y principalmente en su Feria de agosto, el popular “rebujito”, la bebida burbujeante y típica de las ferias de Andalucía, fue un “invento”, allá por 1985 de los miembros de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos, cuando decidieron montar una caseta en los terrenos del ferial. Para hacer frente a todo el montaje se creo una comisión que “metiera el hombro” y se responsabilizaran de dicha iniciativa. Le pusieron por nombre “La Rebotica” y su decoración era una calcomanía de una auténtica botica antigua. Tras largas jornadas de trabajo del montaje de la caseta, llegó el cansancio y la sed, pero éstos no tenían bebida alguna y tampoco un local cerca donde acudir a refrescarse.

Según me cuenta alguien que lo vivió en primera persona que “empezaron a rebuscar por todos los trastos y cajas que habían sobrado almacenadas del año anterior. No encontraron si no una caja de botellas de vino amontillado con publicidad del Laboratorio Calmante Vitaminado. Pero aquello no sabía bien. Algo vomitivo aquel líquido amarillento. Tras el primer sorbo, resoplaron y notaron que el vino no estaba en buenas condiciones, así que decidieron añadirle un refresco para cambiarle el sabor. Solo encontraron unas botellas de Seven-Up, que mezclaron con el vino. Como si de una fórmula magistral se tratase, resultando estar bueno; tan bueno que durante los varios días que duró el montaje de la caseta “La Rebotica”, para mitigar el calor y el cansancio; y durante toda la Feria fue la bebida de moda”.

La historia del rebujito es uno de esos temas recurrentes que surgen en toda feria andaluza que se precie, entre los que se lo atribuyen a los gaditanos, a los sevillanos y a los farmacéuticos granadinos, pasando por sus posibles orígenes británicos.

Con más de un siglo a sus espaldas, fueron los británicos, allá por mediados del siglo XIX, los que se dieron a conocer con mezclas de diferentes vinos, poniéndolos de moda.

Menuda batallita se tiene montada con la autoría e invención del “rebujito”. Un amigo casetero y muy sevillano y sevillista para más señas me cuenta que, “desde que el insigne maestro de articulistas Antonio Burgos le dedicada su columna a tan refrescante bebida, el “rebujito” es la bebida preferida en la feria sevillana. Y no le falta razón. Puedes beber cuanto quieras, solo tiene un inconveniente, que no dejarás la ida por la venida de ir al baño. Precisamente en tiempos de ferias, la primavera es tiempo de ferias en Andalucía. Terminó Sevilla, en mayo la feria de El Puerto de Santa María, una semana más tarde, la Feria del Caballo de Jerez, le sigue la de Córdoba, y entre tanto está el Rocío. Localidades y ferias en las que nuestro invitado hoy, el “rebujito” es común denominador de todas ellas. Este agosto canicular, en que las ferias de Málaga y Almería comparten aguas mediterráneas, humedad a raudales y la alegría de estar en feria y fiestas, el “rebujito” es la bebida refrescante con la que se puede alternar sin problema alguno de achisparse. Toda una época de beber y refrescarse al mismo tiempo.

Acostumbrados a la cerveza y la manzanilla, no deja de ser un alivio, a partir de un número determinado de copas, el buscar un sabor suave y fresquito de un combinado bastante más autóctono, fácil y apropiado para estos días de calor. Con respecto a la manzanilla y los finos hay que desterrar la idea preconcebida de que son vinos “cabezones”, que dan dolor de cabeza y duros de beber, a no ser que se conserven en un botellero específico y a su temperatura entre 5 y 8 grados. Estos vinos hay que beberlos frescos, no solo de temperatura, sino frescos de fecha del embotellado.

Tampoco sabremos qué tiempo llevan en el almacén del bar y a qué temperatura han estado.En su momento alguien puso una copa de manzanilla en un vaso largo, de los llamados de “long-drink”, le echó hielo y un poco de Seven-Up. Y gustó. Después fueron los avispados de una conocida marca de manzanilla quienes empezaron a dar impulso al nuevo producto.

Tanto en la Feria del Mediodía, como de la noche, en la caseta en la que tenga costumbre participar con su familia o amigos, será el “rebujito” su bebida refrescante para mitigar el calor del mediodía y la sed por la noche. Sea como fuere, almeriense, gaditano, sevillano, granadino o británico..., el invento sigue triunfando en todas las ferias, por su gran aceptación, por ser refrescante y por aunar lo mejor de cada producto.

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