La traducción de términos científico-técnicos
del francés al español en el Nuevo diccionario
francés-español (1805) de Antonio de Capmany*
Gloria Clavería
Margarita Freixas
Joan Torruella
Universitat Autònoma de Barcelona
Recibido: 2-2-2009
Aceptado: 7-12-2009
Resumen: En este artículo se analiza la presencia de términos de la ciencia y de la técnica en el Nuevo diccionario francés-español de Antonio de
Capmany (1805). En su repertorio, Capmany distribuyó las entradas pertenecientes al léxico científico y técnico de manera que en el cuerpo del
diccionario incluyó las voces propias del léxico general y reunió en un
Supplement los términos que consideraba más especializados. El estudio
del tipo de léxico incluido en el Supplement desvela el valor de la contribución de Capmany a la lexicología y a la lexicografía del español.
Palabras clave: Antonio de Capmany, lexicografía bilingüe, traducción,
léxico científico, léxico técnico.
Abstract: The present article analyses the scientific and technical
vocabulary in the Nuevo diccionario francés-español (New FrenchSpanish Dictionary) by Antonio de Capmany (1805). The scientific
and the technical words were incorporated into the main body of
the dictionary if they belonged to the general lexicon; the terms that
*
La investigación necesaria para llevar a cabo este trabajo ha sido posible gracias a
la ayuda de la DGICYT para el proyecto «Portal de léxico hispánico: bibliografía,
léxico y documentación», (n.º de referencia FFI2008-06324-C02-01) y el apoyo del
Comissionat per Universitats i Recerca de la Generalitat de Catalunya concedido al
Grupo de Lexicografía y Diacronía (n.º de referencia 2009SGR1067).
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Gloria Clavería, Margarita Freixas y Joan Torruella
were considered more specialised were gathered into a Supplement.
The study of the type of lexicon that was included into the Supplement
reveals the high value of Capmany’s contribution to the Spanish Lexicology and Lexicography.
Key words: Antonio de Capmany, bilingual lexicography, translation,
scientific vocabulary, technical vocabulary.
1. INTRODUCCIÓN
Muy a principios de siglo XIX se produce un hito importante en la lexicografía bilingüe francés-español con la publicación del Nuevo diccionario francés-español (Madrid: Imprenta de Sancha, 1805) de Antonio
de Capmany. La importancia de este repertorio lexicográfico radica, en
gran medida, en la profunda reflexión que incluye sobre el neologismo y
el léxico científico en español y en ser uno de los primeros diccionarios
que incorpora un número considerable de terminología procedente de
los últimos avances científicos. No en vano, F. Lázaro (1949/1985: 287288) ya señaló en su obra Las ideas lingüísticas de España durante el
siglo XVIII que:
al hacer la historia de la lengua en el siglo XVIII, habrá que estudiar
con todo detenimiento lo que en ella representa esta obra de Capmany.
Una enorme valentía, que contrasta con el apocamiento general ante la
superioridad técnica del francés, informa toda su acción; por primera
vez, un español se impone la tarea seria y científica de comparar ambas
lenguas, intentando hallar una justa correspondencia, cuando se trata de
palabras patrimoniales, o fijando una norma que corresponda al tecnicismo francés. Quizá sea muy prematura esta afirmación; pero creo que
al hacer el estudio de nuestro léxico, la introducción de muchas docenas
de palabras, hoy de uso general, habrá que referirla al Diccionario de
Antonio de Capmany.
Efectivamente, en la transición del siglo XVIII al XIX la obra de Capmany presenta unas ideas lingüísticas muy interesantes y, a la vez, de
compleja evolución (Cazorla, 2002: 359-361; Checa, 1989) para el conocimiento de la historia de la lingüística, de la lexicografía y del léxico de
la época. No sería inexacto señalar que tanto su Arte de traducir el idioma
francés al castellano (Capmany, 1776) como el Nuevo diccionario francés-español son el resultado práctico de sus preocupaciones sobre la configuración del léxico del español y las innovaciones léxicas en esta lengua
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a la luz de los problemas que planteaba en aquel momento la traducción1
(Roig, 1995; Bruña Cuevas, 1999; Lépinette y Sierra Soriano, 1997): el
prólogo del Nuevo diccionario es un buen muestrario de sus ideas teóricas
al respecto con una profunda reflexión contrastiva entre el léxico de las
dos lenguas implicadas. La importancia del diccionario de Antonio de Capmany (1805) se constata, además, en el hecho de que el camino iniciado
en esta obra fue seguido por otro lexicógrafo, Manuel Núñez de Taboada
(1812), que se valió del Nuevo diccionario español-francés para redactar
su Dictionaire française-espagnol et espagnol-français, fuente a su vez de
los diccionarios de la Academia de 1817 y 1832 (cf. Clavería, 2007).
El Nuevo diccionario francés-español (1805) de Antonio de Capmany
es de los pocos diccionarios bilingües de las lenguas francesa y española
que se publican en España entre los siglos XVIII y XIX (Capmany, 1805:
II; Verdonk, 1991) y tiene como característica fundamental una preocupación importante por el léxico científico y técnico, claramente planteada
como línea programática en el mismo «Prólogo» de su obra (Niederehe,
1987). La conciencia de que el desarrollo de las ciencias supone la creación de un nuevo léxico que necesariamente debe incorporarse al acervo
del español explica que Antonio de Capmany considerara imprescindible su inclusión en su diccionario bilingüe. En esta obra, la adopción de
neologismos no se concibe como una deuda con respecto a una lengua, el
francés, que, en aquel momento, se suponía más avanzada por poseer un
caudal léxico más extenso y rico. En el diccionario bilingüe, Capmany se
plantea la incorporación de creaciones léxicas del ámbito de las ciencias y
de las artes desde un punto de vista moderno, pues su autor considera que
los tecnicismos no pertenecen exclusivamente a una lengua, sino que se
trata de voces de uso universal, en su mayoría creadas a partir del griego y
del latín, por lo que incluso podría llegar a descartarse la introducción en
1
Capmany (1805: II) se refiere a la «moda, o manía, de traducir del francés hasta el
arte de ayudar á bien morir». En un período histórico de intensificación del número
de traducciones y de herramientas para la traducción, Capmany elaboró un manual
de ayuda para la traducción del francés, su Arte de traducir el idioma francés al castellano (véase Lépinette, 1995 y Lozano, 1991) y se hizo eco, en su Nuevo diccionario,
de muchos términos ya presentes en repertorios bilingües anteriores. En este sentido
deben recordarse las afirmaciones de Cazorla Vivas (2002: 372): «aun siendo altamente
valorado este suplemento por todos los investigadores que se han acercado a la obra del
filólogo catalán como un apartado innovador e impulsor del léxico científico y técnico,
no podemos pasar por alto que muchas de las voces que encontramos en él ya estaban
en otros repertorios anteriores; es decir, no son voces documentadas por primera vez en
un repertorio bilingüe».
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el diccionario bilingüe de aquellas palabras que tienen una forma similar
en francés y en español. Así, en el «Prólogo» señala que las voces
que se han dexado de origen ó composicion griega, como las pertenecientes á la matemática, astronomía, física, medicina, y anatomía, que
corresponden á la nomenclatura científica, y no á la comun de una lengua
vulgar, por mi dictamen se hubieran descartado de esta obra, dando á los
lectores unas reglas sencillas y generales para acomodarlas á las terminaciones castellanas, que es el único objeto á que se reduce el diccionario
comparado del francés y castellano (Capmany, 1805: VII).
No obstante, por «no pasar plaza de novador» (a los que solía
achacarse una tendencia excesiva a emplear galicismos) declara
haber «dexado», con respecto a los diccionarios que le sirvieron de
fuente (véase el apartado 2), «las de un uso mas comun y corriente,
desterrando las demás, especialmente las de medicina, anatomía, cirugía y farmácia, al Supplement que va al fin del diccionario general»
(1805: VII ).
La correspondencia entre francés y español sigue, según se indica en
el «Prólogo», dos procedimientos fundamentales. En primer lugar, intenta
hallar las equivalencias españolas en el «inagotable tesoro» de los libros
españoles; a este respecto, Capmany ofrece un ejemplo significativo de la
importancia de las autoridades mediante una anécdota personal, especialmente ilustrativa:
Hasta ahora habíamos ignorado, y era yo el primero, la correspondencia
castellana á una de las calidades de un buen General, que llaman los
franceses le coup d’oeil; y aun no hace dos años que en un libro escrito y
publicado en 1641, de diccion y frase muy castiza, leí, hablando del exército que mandaba en Cataluña el Marqués de Leganés, que los tácticos
de aquel tiempo daban el nombre de el ojo de la campaña á esta prenda
militar (Capmany, 1805: XV).
En segundo lugar, cuando la lengua carece de una palabra para la
correspondencia léxica con un término francés, señala que debe recurrirse
a la creación léxica, ya sea mediante procedimientos morfológicos de derivación o de composición, o bien mediante la incorporación por analogía
de nuevos significados a palabras ya existentes. Así, Capmany, que reconoce el atraso científico de España, reivindica la creación de palabras en
estos términos:
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Acaso no tendrémos nombres para todos los ramos perfeccionados en
estos últimos tiempos en algunas artes manuales, y ciencias físicas, que
entre nosotros se han cultivado poco. Pero ¿por ventura los que nos
faltan en nuestro diccionario comun, no los podemos adoptar, ó formar
por analogía, como han hecho los franceses, tomándolos, ó componiéndolos del latin, ó del griego? Por otra parte tambien, ¿quien ha dicho
que estas nuevas voces, ya técnicas, ya didascálicas, son de la lengua
francesa, no siendo sino de sus escritores, que no es lo mismo? El diccionaro de la fisica, la chîmica, la anatomía, la medicina, la farmácia,
la botánica, la pintura, y arquitectura, es de todas las naciones cultas;
por consiguiente es de todas las lenguas, en las quales no se debe hallar
mas diferencia que en la terminacion de las palabras. Al matemático, al
astrónomo, al agrónomo, al músico, al arquitecto, al marino, al pintor,
al teólogo, al moralista, al humanista, al poeta, al retórico, al político,
jamás les ha negado el habla la lengua castellana, ¿y se la habia ahora
de negar á los traductores? Basta que algunos hayan leido las palabras
sentiment, sentimentel, esprit, development, genie, tournure, ressort,
nuances, traits, élans, rapports, finesses, jouissances, y tableau &c.,
para que, espantada su bisoñería con estas pinceladas, y relumbrones
metafísicos, fallen redondamente que la lengua castellana está reñida
con la filosofía (Capmany, 1805: XV).
En materia científica la solución es bien sencilla a juicio de Capmany:
¿Quien ha dicho á estos señores que la lengua española se niega á prohijar las mismas voces de nueva fábrica que ha adoptado la francesa
de quarenta años acá en las materias didácticas y científicas? ¿Hemos
de escribir ó tratar de conocimientos físicos, y chîmicos, en toda la extension que abrazan los libros franceses? Pues hay mas que formar
las voces como ellos las han formado, ó acomodado, haciendo que las
que antes no tenian sino una acepcion reciban dos, y que las que no
habian salido de la esfera de las artes se introduzcan en el santuario
de la eloqüencia, y en el pais encantado de las metáforas (Capmany,
1805: XXI).
El uso de las voces nuevas está perfectamente justificado si «la necesidad las autoriza, y la analogía las prohija y españoliza» (Capmany, 1805:
XXII). Por tanto, cabría esperar que su obra fuese el resultado tangible de
estas ideas y, desde este punto de vista, será analizada con el fin de determinar los fundamentos de sus ideas lingüísticas sobre el léxico científico
y técnico del español.
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2. LA DEUDA CON OTROS DICCIONARIOS BILINGÜES
El Nuevo diccionario francés-español de Antonio de Capmany (1805) no
es un diccionario de nueva planta, pues parte de la reelaboración de material lexicográfico publicado con anterioridad2. Así se reconoce en el subtítulo de la obra, donde se declara: «En este [diccionario] van enmendados,
corregidos, mejorados, y enriquecidos considerablemente los de Gattel, y
Cormon». Manuel Bruña Cuevas (1999) identificó las fuentes empleadas
por Capmany con los diccionarios de Claude-Marie Gattel, Noveau dictionnaire espagnol et français, français et espagnol, avec l’interprétation
latine de chaque mot (editado por primera vez en 1790 y en una segunda
ocasión en 18033) y de J. L. Barthélemy Cormon, Dictionnaire portatif
et de pronontiation, espagnol-français et français-espagnol (1800)4. La
obra de J. L. Barthelémy Cormon (1800) parte, a su vez, del diccionario
de Gattel (1790), «al que copia literalmente en la mayoría de las voces»
(Bruña Cuevas, 1999: 101)5. Así pues, la fuente básica del diccionario de
Capmany parece ser la obra de Gattel (1790-1803)6.
El propio autor explica las operaciones de enmienda y ampliación
a que sometió los materiales que le proporcionaban los dos diccionarios franceses. El trabajo dedicado a «rehacer» las entradas se centró
2
3
4
5
6
Para la contextualización de la obra de Capmany en la lexicografía bilingüe de su época,
véase García Bascuñana (1996 y 1999).
En la segunda edición (Lyon, 1803) se incorporó el suplemento, «Vocabulaire des mots
noveaux introduits depuis la Révolution dans la langue française», al que se refiere Capmany (1805: VII-VIII). Para este estudio se ha consultado la segunda edición, de 1803,
que probablemente consultó Capmany.
En el Prólogo, Capmany (1805) refiere que la obra de Gattel copia las entradas de Cormon, al que sitúa en un período cronológicamente anterior, pasaje en el que debe referirse
a la obra de François Cormon (1769), Noveau dictionnaire de Sobrino, français, espagnol
et latin / Sobrino aumentado o Nuevo diccionario de las lenguas española, francesa y
latina. No obstante, según Bruña Cuevas (1999: 100-101) esta obra no fue la fuente de
Capmany, pues, entre otras razones, así lo demuestra el hecho de que, en el cuadro comparativo que se ofrece al final de Campany (1805), con entradas del diccionario español
enfrentadas con los artículos correspondientes en las obras de Gattel y Cormon, la información de esta última obra proceda del repertorio de J. L. Barthélemy Cormon (1800).
Bruña Cuevas (1999: 101) destaca que sólo ocasionalmente Cormon (1800) añade a
Gattel (1790) algún giro o entrada nuevos, si bien, por lo general tiende a la reducción
de información, con la intención de adaptar el diccionario al formato de bolsillo.
Gemmingen (2001) analiza el contenido del diccionario de Claude Marie Gattel (1790),
en el que destaca la voluntad de éste por «registrar un vocabulario específico» con el
deseo de aspirar a compilar el mayor número de estas palabras «[...] autant de termes
scientifiques que son étendue [i. e le degré de l’utilité] me l’a permis» (cita del discurso
preliminar del diccionario de Gattel, destacada por Gemmingen, 2001: 223).
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especialmente en tres objetivos: en primer lugar, en la sustitución de las
«erradas ó inadequadas versiones» (Capmany, 1800: IV); en segundo lugar, cuando la «correspondencia era propia», en la corrección de las definiciones, en los casos en que el «lenguage castellano de la explicación ó
definicion estaba bárbaramente estropeado, ya por confuso y ambiguo en
su sentido, ya por inexâcto y redundante en la frase» (Capmany, 1800:
IV-V); por último, en la adición de las correspondencias españolas que
faltaban en numerosas entradas de los diccionarios franceses, de modo
que se subsanaba «la falta de correspondencia castellana que padecen
la mayor parte de las voces francesas, cuya traduccion busca el lector; y
no hallándola, se queda con la misma ignorancia y curiosidad que antes,
quando no deslize en algun error» (Capmany, 1800: V).
La redacción del Nuevo diccionario, por tanto, no sólo supuso la
corrección de materiales lexicográficos, sino también su incremento con
nuevos datos. En palabras del propio autor (1805: IX):
Se han añadido muchísimos exemplos de frases, ya proverbiales, ya familiares, á los que traían los dos referidos diccionarios, y rectificado otras
que dexaron sus autores indeterminadas, ó equivocadas, dando en cada
artículo mayor extension á los diferentes sentidos de cada palabra, para
la verdadera inteligencia de las várias modificaciones que recibe en cada
una de las dos lenguas.
En las últimas páginas del Nuevo diccionario, se incluyen unas tablas
comparativas con ejemplos de entradas extraídas de los diccionarios de
Cormon y Gattel en contraste con la redacción de los artículos propuestos
por Capmany. Como se observará en los ejemplos siguientes, procedentes
de dicha tabla de correspondencias, si bien Capmany partió fundamentalmente de la nomenclatura de las obras de Gattel y de Cormon, reelaboró
sustancialmente los materiales de estos diccionarios. Empleó las marcas
diatécnicas de forma más sistemática y moderna, pues el diccionario de
Gattel (1803) contenía calificaciones extensas del tipo «voz náutica» y en
la obra de Cormon (1800) las marcas se emplearon de forma poco regular7.
7
A pesar de que, en los preliminares del diccionario de J. L. Barthélemy Cormon (1800) se
incluye una lista de abreviaturas, entre las que se encuentran las referidas al lenguaje de
la ciencia y de la técnica, éstas tienen escasa presencia en el interior de este diccionario.
Cf., por ejemplo, las siguientes voces que aparecen sin marca en Cormon (1800), con
una calificación en Gattel (1803) y con una marca en Capmany (1805): abdomen,
abducteur («Voz de la anatomía», en Gattel; «anat.», en Capmany), y alcahest («Voz
tomada del Arábigo por los alquimistas», en Gattel; «chim.», en Capmany).
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Tras las marcas, añadió la correspondencia en español8, de la cual carecían en múltiples ocasiones las fuentes que empleó (por ejemplo, amariner
acompañada únicamente de la definición).9
DICCIONARIO DE CORMON
NUEVO DICCIONARIO
DICCIONARIO DE GATTEL
Adoucir, a. v. Endulzar,
suavizar - Apaciguar,
templar - Aliviar la pena,
aligerar el trabajo - Voz
de la música, templar la
voz suavizándola.
Adoucir. v. a. Endulzar,
dulcificar: poner dulce
una cosa que no lo es, ó
que era amarga = (fig.)
Ablandar el hierro: templar
el tiempo: mitigar los
dolores: amansar las fieras:
suavizar la voz: moderar
las expresiones: aliviar el
trabajo, la pena, &c.
Adoucir. v. a. Adulzar,
endulzar; poner dulce
alguna cosa quitándole
la amargor. - Apaciguar,
templar, suavisar [sic];
hacer mas tolerable el
trabajo, la pena, &c.
- Voz de la música:
abemolar; templar la voz
suavizándola.
Amariner, v. a. Naut.
Alistar y enviar gente para
reemplazar los marineros
presos en algún navío.
Amariner. v. a. (naut.)
Marinar: poner marineros
del buque apresador en el
apresado.
Amariner. v.a. [Voz]9
náutica: Alistar y enviar
gente para reemplazar los
marineros en algún navío.
Artimon, s. m. Artemon,
mástil o árbol del navío,
el mas cercano á la popa.
Artimon. s. m. (naut.)
Mesana, ó palo de
mesana, de un navío.
Artimon. s. m. Artemon;
mastil, ó arbol del navío,
el más cercano á la popa.
Capmany sistematizó también las acepciones, separando los usos
realmente distintivos y señalando las colocaciones más frecuentes. De este
modo, en adoucir indicó la existencia de una acepción básica (frente a las
cuatro de Cormon y las tres de Gattel) y un uso figurado en varias expresiones idiomáticas recurrentes. Finalmente, es también notable la labor de
reelaboración de las definiciones, con el fin de dotarlas de más precisión,
en casos como artimon, que Capmany identifica con la «Mesana, ó palo
de mesana, de un navío» frente a los hiperónimos «mástil» o «árbol del
navío» empleados por Gattel y Cormon.
8
9
En el diccionario de Cormon (1800), cuando aparecen, las correspondencias españolas suelen incluirse antes de la definición, mientras que en el diccionario de
Gattel (1803) no ocupan un lugar fijo, pues en ocasiones se hallan delante de la
definición y otras veces, detrás de ella. Cf. en el diccionario de Gattel (1803):
«COSMOLOGIE . Cosmología; ciencia de las leyes naturales, por las quales se gobierna el mundo físico» y «COSMOLOGIQUE . Lo perteneciente á la cosmología;
cosmológico».
En el diccionario de Gattel (1803) se lee «Voz náutica». Capmany, por descuido, transcribe
sólo «náutica».
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En cuanto a la nomenclatura de carácter científico y técnico, Capmany (1805) seleccionó de su principal fuente, Gattel (1803), algunas
voces de las artes y ciencias para incluirlas en el Supplement de su Nuevo
diccionario francés-español (1805); en especial aquellos términos cuyo
uso se restringía mediante calificaciones del tipo «Voz de la anatomía»
(s. vv. abducteur, abduction), «Voz de la medicina» (s. v. ablactation),
«Voz de la geometría» (s. v. abcisse), «Voz de la cirugía» (s. v. acanthabole), «Voz de la historia natural» (s. v. Guhr), «Voz de la matemática»
(s. v. goniométrie), «Voz de la astronomía» (s. v. cosmique), etc. Capmany reemplazó las observaciones diatécnicas de Gattel por marcas de
especialidad y reelaboró el contenido de las entradas con el fin de ofrecer
una herramienta de traducción más eficaz, en la que se proporcionaba
un mayor número de correspondencias y se conseguía una mayor precisión y adecuación de las equivalencias a la estructura morfofonológica
del español.
3. EL SUPPLEMENT DEL NUEVO DICCIONARIO FRANCÉS-ESPAÑOL
El Nuevo diccionario francés-español contiene un Supplement integrado
por más de 1.500 voces en las que Capmany incluye la nomenclatura
científica menos común. Como se ha señalado, el mismo autor observa
que en el cuerpo del diccionario «he dexado las de un uso mas comun
y corriente, desterrando las demás, especialmente las de medicina, anatomía, cirugía y farmácia, al Supplement que va al fin del diccionario
general» (Capmany, 1805: VII). Por tanto, la distribución del léxico en el
diccionario o en el Supplement puede ser indicativa de la especificidad del
léxico científico-técnico que atribuía Capmany a los términos; no en vano
Étienvre (2001: 280) señala que esta parte del Diccionario «ne manque
pas d’intérêt sur le plan de l’histoire lexicale, puisqu’il présente des termes considérés par Capmany comme assimilables, alors qu’ils ne sont pas
reconnus par l’Académie».
El Supplement ha sido estudiado por Fernández Díaz (1985 y
1987), desde un punto de vista general; por Padrón Fernández (2004),
para las voces de Historia natural; y por Anglada Arboix (19971998), para las voces de la química. En este apartado, se desarrollará
una valoración general de su contenido y su función como complemento
del resto del Diccionario.
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3.1. Contenido del Supplement
3.1.a. Voces cultas
El Supplement, tanto en la parte francesa como en sus equivalentes
españoles, está integrado por un elevado número de voces cultas, muchas
de ellas compuestas por elementos de procedencia griega:
Amphiathrose = anfiatrósis
Catoptrique = Catóptrica
Épiglotte = Epiglotis
3.1.b. Voces cultas de formación o adopción modernas
Entre las voces cultas destacan las voces de formación o adopción
modernas:
Aéronaute = Aeronauta
Aerostatique = Aerostático
Antinacional = Antinacional
Bureaucratie = Influencia de los xefes y oficiales de una secretaría, ú
oficina.
Bureaucratique = Gobierno donde se multiplican las oficinas, y donde
estas tienen influencia.
Cosmopolita = Cosmopolíta
Elestromètre = Electrómetro
Contiene, sin embargo, el Supplement otros materiales léxicos de
propiedades distintas, pues también incluye términos que quedarían
fuera de esta caracterización y pertenecen más bien al área del saber
enciclopédico.
3.1.c. Voces antiguas y del mundo grecolatino
Hay un número importante de voces que hacen referencia a realidades
antiguas, especialmente pertenecientes al mundo grecolatino:
Agape = Agapa
Agapètes = Agapetas
Centumvir = Centumvíro
Manes = Manes
Pelte = Pelta
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3.1.d. Nombres propios
Un buen ejemplo de estos elementos son los nombres propios:
Calliope. s. f. Caliope: nombre de la musa que preside á la poesía épica.
Daphné. s. f. Dafne: hija del rio Penéo.
Odin. s. m. Odino: divinidad de los antiguos pueblos del Norte.
Pinde. s. m. Pindo: cordillera de sierras en la Grecia = Pindo: el monte
Parnaso.
3.1.e. Gentilicios
Aparecen, además, unos pocos gentilicios antiguos y modernos:
Abderitains s. m. pl. Abderitanos: los ciudadanos de Abdéra.
Algerien, enne. adj. Argelino: el natural de Argel.
3.1.f. Herejías
También incluye adjetivos que designan a los seguidores de distintas
doctrinas religiosas, definidos invariablemente como herejes:
Acephalite = Acephalíta
Adamistes = Adanistas
Albigeois = Albigenses
Anabaptiste = Anabaptista
Antitrinitaire = Antitrinitario
Apollinaristes = Apolinaristas
Ariens = Arrianos
Condormant, ante = Condormiente
3.1.g. Voces especializadas
Uno de los aspectos más importantes del Supplement consiste en el
hecho de estar integrado por un grupo muy numeroso de palabras que se
pueden considerar especializadas por pertenecer a distintas áreas científicas; además, el Diccionario de Capmany incluye la utilización de marcas diatécnicas que indican claramente la pertenencia de estas palabras
(o, en algunos casos, acepciones) a distintas áreas de especialidad:
Plexus. s. m. (anat.) Plexo: texido de varios nervios = (botan.) Plexó, ú
ovillo.
Phalange. s. f. Falange: batallon quadrado de la infantería griega =
(anat.) Falanges: los tres órdenes de huesos en los dedos de pies y
manos = Falangio: insecto venenoso.
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Existen, además, entradas homógrafas diferenciadas por las marcas
de especialidad:
Diptère. s. m. (arquit.) Diptero: edificio rodeado de dos colunatas.
Diptère. adj. m. y f. Diptero: todo insecto con dos alas.
Prothèse. s. m. (gram.) Prótesis: aumento de una letra en una dicción,
como la g en la voz gnavus, por navus.
Prothese. s. f. (cirug.) Prótesis: operación por la qual se añade ó aplica al
cuerpo humano alguna parte artificial que falta para poder exercer
sus funciones, como una pierna de madera, un ojo artificial &c.
3.2. Entradas complementarias al Diccionario
El valor especializado del Supplement se refleja claramente en algunas entradas que aparecen también en el cuerpo central del diccionario
bilingüe. Por ejemplo, en el caso de las entradas siguientes existe una distribución complementaria de la información y el Supplement suele contener en estos ejemplos una acepción especializada10:
Appareil. s. m. Aparejo, apresto, preparativo = Aparato: se toma por toda la
prevencion de paños, unguentos &c. para la cura de una llaga = Primera
curacion, ó cura de primera intencion, se llama premier appareil: y mettre
le premier appareil, curar de primera intencion una herida = (naut.). Llámase appareil de pompe al émbolo de la bomba. (Nuevo diccionario)
Appareil. s. m. (cirug.) Aparato: se comprehende baxo de este término
todo lo que un cirujano necesita para hacer una operacion, ó para
una curacion. (Supplement)
Appendice. s. f. Apendice: adicion ó suplemento que se pone al fin de un
libro, ó tratado. (Nuevo diccionario)
Appendice. s. f. (anat.) Apéndice: parte añadida á otra mas voluminosa,
como el apéndice vermiforme del intestino ciego. (Supplement)
Abside. s. f. En la arquitectura significa bóveda; y en la liturgia se dice
del santuario de una iglesia. (Nuevo diccionario)
Apsides. s. f. pl. (astron.) Absides: los dos puntos de la órbita de un planeta, que se llaman apogéo y perigeo. (Supplement)
Assimilation. s. f. (ant. for. y escolast.) Asimilacion: la semejanza que
tiene una cosa con otra = Hoy solo se usa en la física, y es la accion
por la qual una cosa se hace semejante á otra. (Nuevo diccionario)
Assimilation. s. f. (medic.) Asimilacion: dícese así una mutación de los
alimentos en nuestra propia sustancia. (Supplement)
10 Existe alguna entrada del Supplement que es una repetición de la entrada del Diccionario (cf. Admoniteur, Ecclésiaste(s), Arriere-faix, Arteriel, etc.), aunque el bajo número de
estos casos indica el cuidado con que se elaboró el Diccionario.
Cuadernos del Instituto Historia de la Lengua (2010), 4, 27-53
La traducción de términos científico-técnicos del francés al español
39
3.3. Estructuras complejas
El Supplement contiene también algunos lemas que corresponden a
compuestos sintagmáticos, una estructura compleja propia del lenguaje
de especialidad:
Ammon (Corne d’). s. f. (hist. nat.) Cuerno de Amon: concha espiral, que
se halla petrificada.
Aquila alba. s. f. (chim.) Todo sublimado blanco, y con particularidad el
azogue sublimado.
Fontane de la téte, ó fontanelle. s. f. (anat.) Fontanela, ó mollera: son dos
principales, una anterior, y otra posterior.
Pacta conventa. s. m. pl. Pacta conventa: pacto o convenio del electo rey
de Polonia, y la república.
Pupilae diformitas. s. f. (cirug.) Diformidad de la pupila: dícese de la
mutación del diámetro redondo de la pupila en otra figura.
Pupilla praeternaturalis. s. f. (cirug.) Pupila preternatural: se dice de un
agujero ó cisura preternatural del iris.
Algunos de ellos contienen información adicional a la entrada del
lema simple:
Atherome. s. m. (cirug.) Ateroma: especie de tumor enquistado, que contiene una materia semejante á la papilla. (Supplement)
Athérome palpebrarum. s. m. (cirug.) Atéroma de los parpados: nombre
del tumor enquiciado en el parpado superior. (Supplement)
Arbre. s. m. Arbol: el mayor de los vegetales = Arbre de brin: arbol de pie,
ó de semilla. (Nuevo diccionario)
Arbre de judée. s. m. Algarrobo. (Nuevo diccionario)
Arbre de la vie. s. m. (anat.) Arbol de la vida: dase este nombre á la especie de arbusto, que representa en lo interior del cerebélo la mezcla
de la substancia medular con la cortical, quando este se corta verticalmente. (Supplement)
3.4. Marcas diatécnicas
3.4.1. Las abreviaturas en el «Diccionario» y en el «Supplement»
Atendiendo a la lista de abreviaturas del Diccionario (Capmany, 1805:
XXIV), las marcas que se podrían considerar diatécnicas se adscriben a casi
cuarenta campos distintos (álgebra, anatomía, aritmética, astronomía, antiquaria, arquitectura, albañilería, albeytería, agricultura, blasón, botánica, chîmica, carpintería, cetrería, cirugía, comercio, didáctica o didascálica,
escolástica, enquadernador, farmacia, filosofía, física, forense, fortificación,
gramática, geometría, historia natural, jardinería, imprenta, matemática,
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Gloria Clavería, Margarita Freixas y Joan Torruella
medicina, sentido o estilo místico, milicia, música, mineralogía, montería, náutica, picadero ó manejo, voz o estilo de poesía, retórica, voz o sentido teológico11); en el Supplement están representadas veintinueve de dichas áreas
de especialidad. Hay que tener en cuenta, además, que el espectro de
marcas diatécnicas empleadas en el Nuevo diccionario es superior a la
lista de abreviaturas por cuanto no es difícil encontrar abreviaturas de
este tipo que no se hallan recogidas en la tabla de los preliminares; por
ejemplo: agric. (s.vv. Volin, Vouge); arq. mil. (s.v. Aréotectonique, en el
Supplement); caza. (s.vv. Relaissée, Remail, Rencontrer); equit. (s.v. Repolon); esgr. (s.v. Volter); fis. herm. (s.v. Yeldic, en el Supplement); hist.
ecles. (s.v. Exomologèse, en el Supplement); liturg. (s. v. Eucologe, en el
Supplement); log. (s.vv. Universel, Univocation, Univoque); moned. (s.v.
Quartation); opt. (s. vv. Réfraction, Presbyte, en el Supplement); poes.
(s.v. Dichorée, en el Supplement).
3.4.2. Inconsistencia de las marcas diatécnicas
Las palabras del Supplement cuyo uso se restringe mediante alguna marca diatécnica representan prácticamente la mitad de las entradas
de esta parte del Diccionario (781 de 1.55912); a estas hay que añadir
unas doscientas entradas que, aunque no son portadoras de marca, son
equiparables por su contenido a otras que tienen asignada una marca de
especialidad:
Dichorée. s.m. (poes.) Dicoreo: pié compuesto de dos coreos.
Fescennins. adj. m. pl. Fesceninos: versos libres y groseros, que se cantaban antiguamente en las fiestas y diversiones de los romanos.
Acatalecte, ó Acatalectique. adj. Acataléctico: el verso que tiene todos sus
pies sin faltarle sílaba.
Alliteration. s. f. (retor.) Aliteración: figura que consiste en la repeticion
afectada de las mismas letras.
Allocution. s. f. Alocucion: arenga de los emperadores y generales romanos a sus soldados = Medalla que representa un general arengado.
11 Cf. Fernández Padrón (2004: 1207). En la lista de abreviaturas aparece mist. que equivale a «sentido, ó estilo místico», poet. para «voz, ó estilo de poesía» y teol., para «voz, ó
sentido teológico». En el caso de las voces relacionadas con la poesía, alternan las abreviaturas poes. y poét. que se usan tanto para palabras propiamente técnicas (Récurrent;
Dichorée, en el Supplement) como para voces poéticas (Lambris, Voute).
12 Nuestro recuento de voces del Supplement difiere del que ofrece Fernández Díaz (1987:
531), que da la cifra de 1.519 términos.
Cuadernos del Instituto Historia de la Lengua (2010), 4, 27-53
La traducción de términos científico-técnicos del francés al español
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Alfonsin, ó Alphonsin. s. m. Alfonsin: instrumento de cirugía de tres
ramas unidas entre sí por medio de un anillo, propio para extraer
las balas.
Dilatoire. s. m. (cirug.) Dilatador: instrumento que sirve para abrir y
dilatar qualquiera cavidad.
Hygrometre. s. m. Higrómetro: instrumento de física para graduar la humedad, ó sequedad del ayre.
Antihectique. adj. y s. m. Antihécticos: los remedios propios para la curacion de la hetiquez, ó tísis.
Antihisterique. adj. y s. m. (medic.) Antihistérico: todo medicamento para
las afecciones histéricas, vaporosas, hipocondríacas, y espasmódicas.
Ornithologie. s. f. (hist. nat.) Ornitología: parte que trata del conocimiento de las aves.
Ornithologiste, y hornitologue. s. m. Ornitólogo: el dedicado al estudio y
conocimiento de las aves.
Odontalgie. s. f. (cirug.) Odontalgía: dolor de dientes.
Odontalgique. adj. m. y f. Odontálgico: todo remedio que calma los dolores de dientes.
Como es habitual en la práctica lexicográfica de la época, la presencia o ausencia de marca no suele obedecer a unos criterios de marcación
claros. En algunos casos aparece la marca en uno de los elementos de la
familia léxica, mientras que falta en otras palabras relacionadas formalmente con aquella:
Conoïde. s. m. (geom.) Conoide: cuerpo que se semeja al cono, y cuya
base es una elipse.
Conoïdal, ale. adj. Conoidal: lo que pertenece á la conoide.
Diabétès. s. m. (medic.) Estrangúria, diabética: enfermedad de la orina.
Diabétique. s. m. y f. Diabético, ca: estrangurioría: el que, ó la que, orina
con mucha freqüencia.
En otros casos, parece que existe cierta tendencia a no marcar las palabras pertenecientes a esferas determinadas, como ocurre con el área de
la filología (gramática, poética y retórica):
Paradigma. s. f. (gram.) Paradigma: lo mismo que exemplo, ó exemplar.
Métaplasme. s. m. Metaplasmo: cierta figura de la gramática.
Hellénisme. s. m. Helenismo, grecismo: modismo de la lengua griega.
Allitération. s. f. (retor.) Aliteracion: figura que consiste en la repeticion
afectada de las mismas letras.
Euphemisme. s. m. Eufemismo: figura retórica.
Hypallage. s. f. Hipálage: nombre de una figura retórica.
Hyperbate. s. f. Hipérbaton: nombre de una figura retórica.
Cuadernos del Instituto Historia de la Lengua (2010), 4, 27-53
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Gloria Clavería, Margarita Freixas y Joan Torruella
Hyperbole. s. f. Hipérbole: nombre de una figura retórica, que es exageracion ó ponderacion excesiva.
Dichorée. s.m. (poes.) Dicoreo: pié compuesto de dos coreos.
Coriambe. s. m. Coriambo: nombre de un pié de verso griego, ó latino.
Dithyrambe. s. m. Ditirambo: cierta clase de versos.
3.5. Distribución de las marcas diatécnicas
Se percibe en el Supplement una clara especialización temática, por
cuanto, teniendo en cuenta las marcas que caracterizan las distintas voces
y acepciones, se incluyen 31 dominios diferentes con la siguiente representación numérica13:
anat.
cirug.
medic.
geom.
astron.
arquit.
hist. nat.
farm.
botan.
chim.
retor.
215 = 26,98%
189 = 23,71%
172 = 21,58%
38 = 4,77%
29 = 3,64%
17 = 2,13%
15 = 1,88%
14 = 1,76%
14 = 1,76%
12 = 1,51%
10 = 1,25%
ram.
didac.
mus.
fis.
for.
matem.
teol.
aritm.
litur.
algeb.
filos.
9 = 1,13%
8 = 1,00%
8 = 1,00%
6 = 0,75%
6 = 0,75%
6 = 0,75%
5 = 0,63%
4 = 0,50%
4 = 0,50%
3 = 0,38%
2 = 0,25%
hist. ecles.
opt.
arq. mil.
cetrer.
fis. herm.
geog.
milic.
naut.
poes.
2 = 0,25%
2 = 0,25%
1 = 0,13%
1 = 0,13%
1 = 0,13%
1 = 0,13%
1 = 0,13%
1 = 0,13%
1 = 0,13%
Los datos precedentes demuestran que el Supplement se configura
como un complemento del diccionario, en el que las áreas de especialidad
relacionadas con la medicina (medicina, propiamente dicha, anatomía y
cirugía) tienen una elevada representación, pues suponen el 72,27% del
total de voces con marcas diatécnicas. Como el mismo Capmany señala
en el «Prólogo», el Supplement contiene fundamentalmente voces que
pertenecen a la «medicina, anatomía, cirugía y farmácia» (Capmany,
1805: VII); existen, sin embargo, otros elementos léxicos que pertenecen
a variadas disciplinas científicas y técnicas, como puede apreciarse en
los datos aportados en este epígrafe.
13 Se ha realizado el recuento considerando únicamente las acepciones que tienen adscrita
una marca de especialidad. Cuando una sola acepción lleva dos marcas (ej. Agglutination, fis. y med.) y cuando una entrada consta de dos acepciones con marcas diferentes
(ej. Aphérése, 1. gram. ‘supresion de alguna silaba o letra en el principio de diccion’, 2.
cirug. ‘Parte que trata del modo de cortar una parte en forma, ó contra natural’), se han
considerado ambas.
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250
200
150
100
50
0
s.
poe
g.
geo
il.
.m
arq
s.
filo
m.
arit
.
asc
did
ac./
for.
did
.
nat
m.
chi
his.
m.
geo
t.
ana
4. EL PROCESO DE TRADUCCIÓN Y SU APLICACIÓN AL DICCIONARIO
Uno de los aspectos más interesantes del Nuevo Diccionario reside en el
proceso de traducción que entrañan las correspondencias francés-español.
Tal como Capmany (1805: VII) había explicado en el «Prólogo» de la
obra, en las voces del Supplement se impone, en general, la equivalencia
formal entre las dos lenguas con adaptación de la terminación14. Así, por
ejemplo, resultan muy frecuentes las equivalencias del tipo -(t)eur / -(t/d)or
y -tion / -cion:
14 En los casos en que la correspondencia propuesta por su fuente principal, Gattel
(1803), no se ajustaba a las propiedades del español, Capmany propone adaptaciones más acordes con el español. Así ocurre, por ejemplo, con «AIMORROHOÜS.
Hemorro» (Gattel, 1803) / «Aimorrohöus. (...) Hemorroso» (Capmany, 1805) o «AITOLOGIE. (...) aitîología» (Gattel, 1803) / «Aitiologie. (...) Etiologia» (Capmany,
1805).
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Gloria Clavería, Margarita Freixas y Joan Torruella
-eur / -or
accélérateurs
dédaigneur
dilatateur
obturateurs
pronateur
pulverulateurs
releveur
aceleradores
indignador
dilatador
obturadores
pronador
despolvorizadores
elevador
supinateur
trompeteur
abducteur
admoniteur
dédaigneur
rotateur
trochléateur
supinador
bocinador
abductor
admonitor
abductor
rotator
trocleator
Con alguna excepción:
aérostateur
trompeteur
aeronauta
trompetero
-tion / -cion
adulteration
buccelation
ademption
adulteracion
bucelacion
revocacion
stratification
évulsion
exfoliation
estratificacion
evulsion
exfoliacion
Conviene también destacar la presencia de un importante número de
compuestos en anti-, -sis y -mancia:
antiantiapoplectiques
antiasthmatique
antiathritique
antibachique
anticonstitutionnaire
anticonvulsionnaire
antichrèse
antidyssentérique
antiépileptique
antiscorbutique
antipasmodiques
antifébrile
antiphlogistique
antiphrodisiaque
antihectique
antihydropique
antihypocondriaque
antihisterique
stibié, ée
antinational, ale
antiparalytique
antiapopléticos
antiasmático
antiatríticos
antibaquio
anticonstitucionário
anticonvulsionario
anticresis
antidisentérico
antiepiléptico
antiescorbútico
antiespasmódicos
antifebril
antiflogístico
antifrodisiaco
antihécticos
antihidrópico
antihipocondríaco
antihistérico
antimoniado
antinacional
antiparalítico
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La traducción de términos científico-técnicos del francés al español
antipastique
antipestilentiel, elle
antiptose
antiputride
antisciens
antiseptique
antispase
antispode
antistrophe
antitype
antitrinintaire
antiverolique
antipástico
antipestilencial
antíptosis
antipútrido
antiscios
antiséptico
antispasis
antispódio
antistrofa
antítipos
antitrinitario
antivirúlico
-sis
anastomose
ancyloglosse
aposiopèse
blepharoptosis
arthrodie
arthron
anabrose
amphiathrose
anacéphaléose
aponévrose
apophyse
antiptose
aphérése
antispase
antichrèse
antanaclase
ankilose
anastómosis
anciloglosis
aposiópesis
blefaroptosis
diartrosis
artrosis
anabrósis
anfiatrósis
anacefaléosis
aponeurosis
apófisis
antíptosis
aféresis
antispasis
anticresis
antanaclasis
anchîlosis
-mancia
alectoromancie
anthropomantie
arithmancie
capnomance
céromance
chaomancie
chiromance
coscinomancie
daphnomancie
géomance
gyromantie
hydromancie
alectoromancia
antropomancia
aritmancia
capnomancia
ceromancia
caomancia
chiromancia
coscinomancia
dafnomancia
geomancia
giromancia
hidromancia
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Gloria Clavería, Margarita Freixas y Joan Torruella
nomance
orníthomance
pyromance
rabdomance
onomancia
ornitomancia
piromancia
raddomancia
Por su poca frecuencia y su posible significación para la historia del
léxico del español, destacan aquellas equivalencias en las que no existe
una correspondencia formal, sino que se recurre a estructuras sintagmáticas o, incluso, a voces patrimoniales, un fenómeno también presente en
la terminología científico técnica (Gómez de Enterría, 1998 y 1999); por
ejemplo:
Ablaction = Destete de los niños.
Abonrasus = Ventrículo de los animales que rumian.
Accretion = Crecimiento, aumento.
Adiaphore = Espíritu de tártaro.
Aesculus = Quexigo.
Alcahest = Menstruo, disolvente universal.
Anasararque = Leucoflegmacía.
Androïde = Maniquí.
Anfracteux, euse = Fragoso, áspero, tortuoso.
Anfractuosité = Fragosidad, aspereza de un camino, desigualdad
(cfr. anfractuosites = anfractuosidades).
Annexion = Anexo.
Antigorium = Mogáte.
Aphonitre = Alatron, espuma de nitro.
A pesar de que la correspondencia léxica entre francés-español se impone en muchas entradas, resultan significativos aquellos casos en los que
no se proporciona un equivalente, sino una definición:
Acousmate = Sonido de voces humanas é instrumentos que se cree oír en
los ayres.
Aérostat = Globo lleno de gas para viajar por el ayre.
Algébriser = Aplicarse á la álgebra, tratar de ella.
Algédo = Accidente que sucede algunas veces en la gonorréa virulenta.
Algeroth = Preparación de antimonio y de mercurio sublimado.
Alhyte = Sacrificio sin víctima.
Amygdaloïde = Piedra figurada, semejante á la almendra.
Ana = Coleccion de pensamientos separados.
Aneurismal = Lo perteneciente á neurisma.
Antale = Concha en forma de tubo.
Apophise = El imoscapo de la columna.
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La traducción de términos científico-técnicos del francés al español
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Conviene reparar, además, en que, entre el léxico fundamentalmente
científico y técnico del Supplement, es posible encontrar algunos préstamos neológicos que se van a difundir en la lengua española en el siglo XIX.
Así, por ejemplo, Capmany no proporciona aún equivalencia alguna para
voces francesas como bureaucratie, bureaucratique que llegarán a formar
parte del léxico español del siglo XIX15 ni tampoco para club y clubiste
de las que señala que «es voz inglesa, introducida poco ha en Francia»16.
En cambio, como equivalente del francés harem propone la forma harém
señalando que es «la vivienda retirada en los serrallos del Oriente, en
donde estan las mugeres, ó concubinas del príncipe. Por abuso se le da en
castellano el nombre de serrallo, y tambien en frances el de serail», que
se documenta por primera vez en el DRAE en la edición de 1869 (11.ª) y
se encuentra ya recogido en el Diccionario de Núñez de Taboada (1825)
(cf. Clavería, 2007). Del mismo modo, resulta interesante la solución propuesta por Capmany para la adaptación de yacht como yate. El Diccionario de Terreros (1786-1788) había recogido ya la palabra aludiendo a
su acomodación al español:
YACHT, O YAC, especie de embarcacion Inglesa. Fr. Yac, yacht, jac, jacat.
Lat. Gaulus vectorius. Sobr. Dicc. escribe en Cast. yacte. V. y Herre. Dicc.
Otros dicen en Cast. yaque, y se puede muy bien castellanizar así.
Francisco Sobrino (1705) en su Diccionario incluía yagte, mientras
que Núñez de Taboada eligió la forma yacte; y el DRAE admitió la palabra
en su 11.ª ed. (1869) con las formas yacht-yate. Capmany, en cambio,
frente a la solución yacte adoptada por su fuente principal, Gattel (1803),
eligió la forma que acabó consolidándose y que es más acorde con la estructura silábica del español.
En este sentido, se pueden citar también las formas misántropo y acróbato que proporciona Capmany (1805) en el Supplement, que contrastan
con misantrope y acrobates del Diccionario de Terreros (1786-1788)17 y
la ausencia de correspondencia en el diccionario de Gattel (1803), en el
que sólo se incluye la definición «Hombre que aborrece á los hombres, que
huye del mundo, de la sociedad; páxaro solitario».
15 No aparecen en el DRAE hasta la 13.ª ed. (1899), cf. Clavería (2003).
16 La palabra club se encuentra ya en el Diccionario de E. de Terreros, aunque como realidad propia de Inglaterra («llaman en Inglaterra á lo que en Madrid tertulia, ó junta de
personas de gusto») y no se incluye en el DRAE hasta la edición de 1837.
17 Para una comparación entre las obras de Terreros y Capmany, véase Rodríguez Fernández (2006).
Cuadernos del Instituto Historia de la Lengua (2010), 4, 27-53
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Gloria Clavería, Margarita Freixas y Joan Torruella
El Supplement incluye palabras que indudablemente eran en español
voces nuevas y especializadas, algunas de ellas de poco uso. También contiene voces que no necesariamente responden a estas características, por
ejemplo, tímpano que aparece con marca de anatomía ya en el Diccionario
de Autoridades; también abdomen se halla en el Diccionario de Autoridades con la precisión de que «es termino de que solo usan los Anatómicos, y
Cirujanos»; la voz onomatopeya, con la marca de gramática, figura también en la primera obra lexicográfica de la Real Academia Española y en el
Tesoro de Covarrubias (DECH, s. v. NOMBRE); y epiceno está ampliamente
documentado en la tradición gramatical romance (DECH, s. v. CENOBIO). De
todo ello cabe concluir que muy probablemente las voces que aparecen en el
Supplement eran percibidas por A. de Capmany como términos de uso restringido y especializado, pese a que algunas de ellas no eran voces nuevas.
En el tratamiento de los neologismos, debe destacarse, además, el
hecho de que Capmany (1805) se aleja de su principal fuente (Gattel,
1803) al no señalar mediante marcas especiales las palabras aún no incorporadas en las ediciones del Diccionario de la Real Academia Española.
En la parte español-francés del diccionario de Gattel, se indica con una
estrella las voces ausentes en el diccionario académico, como adefagía,
amputar o antiptosis. Este comportamiento, apartado del académisme
francés –término empleado por Quemada (1967: 219-223) para referirse a
la dependencia de la lexicografía francesa de los siglos XVIII y XIX respecto a
los diccionarios académicos fundamentales en la fijación de la norma–, demuestra la libertad con que Capmany defiende la introducción en el uso de
voces científicas y técnicas. En palabras del propio Capmany (1805: XXII):
La misma libertad que se han tomado los franceses para ennoblecer y
enriquecer sus escritos didácticos, ó de pura erudicion, tenemos nosotros
quando queremos escribir, ó traducir. ¿Habiamos de estrechar los límites,
y restringir las facultades naturales de la lengua española, siendo dialecto
legítimo de la latina, y amiga de la griega por la facilidad de sus composiciones? Nada importa que muchas de estas voces derivadas de las lenguas
sábias no se hallen en nuestros diccionarios castellanos. Tampoco se leen en
ellos las de simultaneidad, corporeidad, aerostático, vitrificacion, vitrificar,
ideologia, estadística (no estatística), porque nosotros debemos formarla
de la palabra vulgar estado, y no de la latina status, como los franceses han
hecho: y por esto ¿debia yo omitirlas en las correspondencias de simulaneité, corporeité, aérostatique, vitrification, vitrifier, idéologie, statistique,
&c.? Son voces de la lengua docta, aunque no lo sean del diccionario: la
necesidad las autoriza, y la analogía las prohija, y españoliza.
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La traducción de términos científico-técnicos del francés al español
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5. CONCLUSIÓN
El Nuevo diccionario francés-español (1805) de Capmany se encuentra
en la encrucijada entre traducción y léxico científico y técnico; esta obra,
aunque forma parte de la tradición lexicográfica bilingüe francés-español
(García Bascuñana, 1996 y 1999; Niederehe, 1988), pues tiene como
precedentes inmediatos los diccionarios de Gattel (1803) y Cormon (1800),
entraña una actitud y un tratamiento del léxico de gran interés para la historia de la lexicografía y para la historia del léxico del español.
Antonio de Capmany se percató de la necesidad de incorporar a su
repertorio lexicográfico las voces más usuales de la ciencia y de la técnica,
tratando de acomodar los neologismos a la morfofonología del español,
en especial por lo que se refiere las terminaciones de las voces. La distribución de los términos de la ciencia y de la técnica en las dos partes de
su obra, el diccionario y el Supplement, pone de manifiesto la distinción
entre palabras propias de la lengua común y voces de uso más restringido
pertenecientes a distintas áreas de especialidad e identificadas mediante
el uso de marcas.
En el Supplement, Capmany incorporó numerosas voces pertenecientes
a áreas como la medicina, la anatomía y la cirugía, mientras que apenas incluyó términos referidos a ciencias modernas como la química. No obstante,
consideraba imprescindible la incorporación de neologismos y términos especializados en el diccionario, pese a que algunos eran voces cuyo uso aún
no había recogido el Diccionario de la Real Academia Española. Contribuyó con su obra lexicográfica a abrir el camino a la introducción de términos
de la ciencia y de la técnica en la tradición lexicográfica moderna a través
de la normalización de estos elementos léxicos con su adaptación formal y
consiguió, además, una herramienta útil para la traducción por el elevado
número de correspondencias léxicas que contiene su diccionario.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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(1805) de A. de Capmany», Revista de Lexicografía, 4, pp. 31-48.
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por el Diccionario de Capmany (1805), en Francisco Lafarga (ed.),
La traducción en España: 1750-1830: lengua, literatura, cultura,
Universitat de Lleida, Lleida, pp. 99-109.
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50
Gloria Clavería, Margarita Freixas y Joan Torruella
CAPMANY DE MONTPALAU I SURÍS, Antoni de (1776/1987): Arte de traducir el idioma francés al castellano, ed. comentada por M.ª del Carmen Fernández Díaz, Universidad de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela.
— (1805): Nuevo diccionario francés-español. En este van enmendados,
corregidos, mejorados y enriquecidos considerablemente los de Gattel,
y Cormon, Imprenta de la Sancha, Madrid.
CAZORLA VIVAS, M.ª del Carmen (2002): Lexicografía bilingüe de los
siglos XVIII y XIX con el español y el francés, Tesis doctoral, Madrid.
CHECA BELTRÁN, José (1989): «El elogio de la lengua castellana en Capmany», Revista de Filología Española, LXIX, pp. 131-151.
CLAVERÍA NADAL, Gloria (2003): «La Real Academia Española a finales
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