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Como de costumbre , salió inmeiltan triste , que los curiosos, por esa espe diatamente del puerto un práctico, el cual " feie de instinto quehace presentir las desdi costeó el fuerte de If y abordo á la fra chas,se preguntaban mútuamente qué po gata entre el cabo de Morgion y la isla dia haber sucedido á bordo. Sin en ,bargo , de Rion . Al propio tiempo, y como tam -||Tilos peritos en la navegacion , reconocian bien es de costumbre, vióse atestada decu que si alguna desgracia habia ocurrido no riosos la plataforma del fuerte de San Juan ; podia ser en el casco , porque si bien mar porque siempre esnegocio que llama mu- chaba con lentitud , lo hacia con todas las cho la atencion en Marsella el arribo de condicionesdeun buque perfectamente go una embarcacion , sobre todo cuando , como bernado . Su ancora en disposicion de dar el Faraon , ha sido construida : apareiada fondo , sus bigotes de bauprés en banda, Y y estibada junto a las peñas de la anti- unto al práctico que se preparaba á dirijir el Faraon por la angosta entrada del puerto . gua Phoceà y pertenece a un armador del de Marsella , observábase á un joven que . . con gesto rápido y golpe de vista seguo i . Entre tanto el buque iba adelantando ; vijilaba los movimientos de la nave, yie la ciudad . . . habia salvado sin tropiezo-eliestrecho quetpétia las órdenes del piloto . 2 ALEVII . La vaga inquietud que tenia en espec- ||componian se lanzaron los unos á las es tacion a todos los curiosos de la plataforma |cotas, los otros sobre las vergas, los otros del fuerte de San Juan , era para uno de lá las drizas , los otros á los foques y otros ellos causa de mortal desasosiego , de mo- en fin á cargar las velas . do que no pudiendo esperar la entrada del El joven marino dió una ojeada displi buque en el puerto , saltó á una lancha, ylcente sobre ese principio de maniobra y al á fuerza de remo se dirijió á encontrar el ver que sus órdenes iban á ser ejecutadas Faraon con el cual emparejó frente la envolvió a su interlocutor. -¿Pero , como ha sido esta desgracia ? senada de la Reserva. El joven marino que se hallaba al lado dijo el armador anudando la conversacion del piloto abandonó su puesto al ver al de donde la habia dejado el joven marino . - Por Dios , señor , que ha sido de la ia lancha, y con el sombrero en la mano fué á apoyarse en la orla . Era el joven manera mas imprevista que darse pueda . como de unos veinte años , de estatura al- Despues de una larga conversacion con el ta , talle esbelto , hermosos ojos negros y comandante del puerto , el capitan Lecler cabellos de ébano. Habia en su continente salió de Nápoles muy agitado ; á las 24 ese tinte de calma y de resolucion que es horas le atacó la calentura y tres dias des peculiar á los hombres habituados desde pues habia ya muerto . Dimos á su cadá ver el entierró ordinario , envuelto en una su infancia á luchar con los peligros . - ; Hola , Dantes , sois vos ! dijo el de hamaca con una bala de á 36 en los pies y la lancha . ¿ Qué ha sucedido pues , qué otra en la cabeza , descansa á la altura de significa ese aire de tristeza que se advierte la isla de el Giglio . Traemos para su viu á bordo ? da su cruz de honor y su espada. Valia --Una gran desdicha, señor Morrel , di- por cierto la pena , continuó el joven con jo el jóven ; ura gran desdicha para mi una sonrisa melancólica , hacer diez años sobre todo . A la altura de Civitavecchia seguidos la guerra á los ingleses para ve hemos perdido al escelente capitan Leclér. nir á morir, como el vulgo, en su cama ! - Diablo , que quereis, señor Edmun -¿Y el cargamento ? preguntó con im do, repuso el armador que al parecer iba paciencia el armador. -Llega á salvamento , señor de Morrel ; consolándose mas y mas; todos somos mor y en esta parte no dudo que quedareis sa- tales y es preciso que dejemos lugar para tisfecho . Pero el pobre capitan Leclér ... los que van viniendo ; sin eso nadie haria Que le ha sucedido pues , pregunto fortuna, y en cuanto me dais por seguro el armador, con un tono que visiblemente que el cargamento .... Está en muy buen estado , setor de demostraba ya su tranquilidad , ¿ qué le ha Morrel. Hé aquí un viaje cuyos beneficios á seguir mi consejo, no os convendria ce der por veinte y cinco mil francos. Despues , como habian cargado ya á pa No señor , murió de una calentura cerebral en medio de horribles padeci-Jpa la mayor redonda ; « al avio , dijo, á ruientos: y en seguida volviéndose el jó- cargar gavias, foque y cangreja: á sus ven á la tripulacion , « ; lista ! dijo , á dar puestos .» fondo : cada uno á su puesto » . Tjecutóse la orden con tanta prontitud Obedeció la tripulacion, y en el instan- casi como en un buque de.guerra. (Arria y carga todos , te mismo los ocho o diez marineros que la sucedido pues á ese digno capitan ? - Ha muerto . - Cayó al mar ? ALBUM 3 A la última voz de mando arriáronse con la vista á Dantes que examinaba el si todas las velas y la nave se adelantó casi tio para dar fondo , paréceme que no hay insensiblemente por la única fuerza del necesidad de ser tan viejo marino como anterior impulso . decís para conocer su obligacion . Aquí te -Lo que es ahora , si quiere V. subir nemos en prueba nuestro amigo Edmun á bordo , señor de Morrel , dijo Dantes do que cumple la suya como hombre, se viendo la impaciencia del armador , aquí gun me parece , que no necesita consejos teneis á vuestro sobrecargo el Sr. Dan - de nadie . glars que sale de su camarote y que os -Sí , dijo Danglars echando sobre Dan dará todos los pormenores que podais de- tes una mirada oblícua en que brillaba un .sear ; en cuanto á mí he de cuidar de dar destello de odio , si , es jóven y á esa edad fondo y de amarrar el buque. todo se atreve . En cuanto murió el capi No esperó el armador la segunda invi - tan, tomó el mando sin consultar á nadie, tacion ; cojiose á un cabo que le dió Dan - y en vez de tomar run b ) directo para Mar tes y, con una destreza que hubiese hon - sella nos hizo perder dia y medio en la isla rado á un grumete, salvó los escalones cla- de Elba . vados sobre el costado de estribor del bu -En cuanto a tomar el mando del bu que en tanto que aquel , ocupando de que, dijo el armador, cumplió con su de nuevo su lugar de segundo , cedia la con - ber de segundo ; por lo que hace á haber . versacion a la persona que habia anuncia- perdido dia y medio en la isla de Elba , do con el nombre de Danglars, el cual sa - hizo mal si el buque no necesitaba alguna liendo en efecto del camarote iba al en reparacion. – El buque estaba como yo estoy y cuentro del armador. El recien venido era hombre como de como deseo que vos esteis, señor de Mor veinte y cinco á veinte y seis años , de rel , y ese dia y medio se perdió por puro sombrío aspecto , tan obsequioso con sus capricho ; por el gusto de ir á tierra : no superiores como soberbio con los que le hubo mas . - Dantes , dijo el armador volviéndose estaban subordinados ; de suerte que ade mas de su título de sobrecargo , que es hacia el jóven , acercáos . - - Perdonad por un momento , dijo siempre una recomendacion para conci tarse la aversion de los marineros , le mi- Dantes, allá voy en seguida , y dirigiéndo raban estos generalmente con tan mala vo- se a la tripulacion , « fondo» dijo . Cayó en seguida el ancora , arriándose la luntad , como estimacion profesaban á Ed cadena con estrépito . Dantes permaneció mundo Dantes. -Y bien , seùor de Morrel, dijo Dan- en su puesto a pesar de estar allí el piloto , glars, estais ya informado de la desgracia hasta que hubo terminado la última ma niobra y en seguida dijo a arria gallardete ocurrida , es verdad ? -Oh sí , sí , lo estoy. ¡ Pobre capitan á medio palo , bandera al morron , cruzad Leclér ! Era tan valiente como honrado . las vergus . » -Lo estais viendo? dijo Danglars, á fé -Y escelente marino sobre todo , enca necido entre el cielo y el agua como cum - mia que se le figura ya ser capitan . ple a un hombre encargado de los intere - Y lo es de hecho , dijo el armador . ses de casa tan respetable como la casa de -Ya se vé, pero le faltan vuestra firma Y la de vuestro asociado , señor de Morrel. Morrel é hijo, contestó Danglars . - Canario , pues porque no le habíamos - Pero , repuso el armador siguiendo ALBUM . de dejar en esta plaza ? dijo el armador ;jſá hijo : uno habia de la familia que servia es jóven, bien lo veo,pero paréceme muy en el mismo regimiento que yo , cuando á propósito para el destino y con sobrada estuve de guarnicion en Valence. » - ;Vive Dios, que esmuy cierto ! escta Una nube cruzó la frente de Dạnglars. móel armador alborozado. Era Policarpo esperiencia en su carrera . - Perdonad , señor de Morrel, dijo Morrel, mi tio , que es ahora capitan .Dan Dantes acercándose, ahora que el buque tes ; en cuanto digais á mi tio que el Em está anclado, aquíme'teneis á vuestras ór- Iperador se acuerda de él, vais a ver como Mora ese viejo regañon . Vamos, vamos , Danglars dió un paso atrás. continuó elarmador dando amigables pal - Queria preguntaros porque os detu - maditas en la espalda del jóven , habeis hecho muy bien en seguir las instruccio vísteis en la isla de Elba . - Lo ignoro, caballero ; fué para cum - nes del capitan Leclér y en hacer escala denes. Creo que me llamabais . plir la última orden del capitan Leclér en la isla de Elba , aunque si llegaba á quien almorir me entregó un pliego para saberse que habiais entregado un pliego al el gran mariscal Bertrand . mariscal y hablado con elEmperador, po - Con que le habeis visto , Edmundo ?|driais veros comprometido. - A quien ? - Al gran mariscal. - ¿ En que quereis quepueda esto com prometerme, caballero ? dijo Dantes: yo - Si señor. no sé lo que llevaba , y el Emperador no Morrel miró en torno suyo y se retiró me ha hecho otras preguntas que las que aparte con Dantes. pudiera haber hecho á cualquiera que fue - ¿ Y cómo está el emperador ? pre - se... Pero , perdonad, ya tenemosaqui los guntó con viveza . botes de la Sanidad y de la Aduana que , - Bien , en cuanto puede juzgarse por llegan ; me permitireis... .. la simple vista. - A vuestra tarea , miquerido Dantes; - ¿Con qué tambien habeis visto al em - lid con Dios. perador ? El jóven se retiró y á medida que se - Entró en la habitacion del mariscal alejaba fué acercándose Danglars. cuando yo estaba . - Y bien, preguntó éste , parece queha - ¿ Y le habéis hablado ? justificado su 'arribada á Portoferrajo ? - Entendámonos; es el emperador quien ] - Macho que si, migrerido Danglars. me habló ; dijo Dantes sonriendo. - Ah ! tanto mejor, porque siempre es - ¿ Y qué os ha dicho ? sensible ver que un camarada ha faltado - Me ha hecho preguntas sobre el bu -"á su obligacion. que, sobre la época de su partida de Mar- - Dantes ha cumplido con la suya , te : sella , sobre la ruta que habia seguido y pondió el ármador , y no hay motivo de el cargamento que tenia á bordo; yo creo queja contra él. Elcapitan Leclér le habia que á ir la nave en lastre y 'ser yo su due- mandado hacer esa escala. ño , la intencion del Emperador era com - - A propósito del capitan Leclér , ¿ no . prarla . Pero yo le dije que no era mas que os ha dado 'Dantes una carta suya ? un simple segundo, y que la embarcacion - A mi? no por cierto : que, ile ha pertenecia á la casa Morrel é hijo . « Co - bia dado alguna ? nozco esa casa , me contestó el Empera- - Yo creia que á mas dėl pliego, dlca dor , los Morrels son armadores de padre lpitan Leclér le habia confiato una carta : ALBUM . - De que pliégó quereis hablar, Dan -jitacion..... sabeis si continúa sin novedad mipadre ? . --Del que Dantes ha dejado , al pasar, - Creo que sí, mi querido Edmundo , en Portoferrajo . Já pesar de que yo no le he visto . glars? - Pasaba yo casualmente por delante brá faltado nada durante vuestra ausencia . el camarote del capitar , cuya puerta és- Dantes se sonrió . taba entreabierta , y vi como entregaba á — Mi padre esaltivo, caballero , y aun que todo le faltára , dudo mucho que pi - No me ha hablado de nada, dijo el diese nada á nadié en este mundo , escep armador, pero si tiene en su poder la car - to 'á Dios. - Pues bien ! despues de esta primera ta, él me la dará . Dantes,empleo yla cartas nada,diio ellque Danglars reflecsionó un momento . visita , ,podemos contar con vos ? - Entonces, sedor de Morrel, ośruego, _ Dispensadme todavía le dijo , que no le indiqueis á Dantes nada'rel, pero despues de la primera visita , de lo hablado , tal vez me habría equivo - hay una segunda que no interesa menos cado. á micorazón . En este momento acercábase de nuevol - '; Ah ! és verdad , Dantes, olvidaba vo el jóven : Danglars se retiró laue en el barrio de losCatalan - Y bien, mi querido Dántés, estais ya os espera'con no menos impaciencia que vuestro padre : es la bella Mercedes. | Dantes se sonroseó. - Si señor. libre ? preguntó el armador. ! Ah ! dijo el armador , ahora -- No; La cosa no haa sido larga . mima- ya -no Ah he dado los aduaneros me admira el que haya ido tres ve hiliesto; en cuanto a la sanidad', para que ces å šabernoticias delFaraon ; y por cier nos de entrada , he enviado con eľ prác- to , Edmundo , que no sois digno de lástima tico á un hombre de la tripulacion con los porque es muy linda vuestra querida . No es mi querida , señor , dijo ' con papeles. - En este caso, ya nad'a teneis que has gravédad el jóven'marino, es minovia . 'cer aqui ? Es muchas veces igual, dijo el ar Dantes echó una rápida ojeada á su alamador sonriendo. ;; Hi - No para mí, caballeto , contestó Dán -- Nada ; todo está en órden , dijo . |tes.-- Vamios, vamos, miquerido Edmun= - ¿ Podréis , pues , venir a comer condo, continuó elarmador, no os quiero dete nosotros ? ner. Habeis desempeñado miš negocios á rededor. - Dispensadme, señor de Morrel; dis- toda misatisfaccion y es muy justo que Pensadme, oš ruego , porque mi primer os deje ahora cumplimentar los vuestros. visita la debo á mi padre. No estoy por .Necesitais dinero ? 'ello menos agradecido al honor que me — No señor, tengo aun sobras de mis dispensais. adelantos de viaje , es decir, cerca tres : - Esmuy justo, Dantes,muy justo, yalnieses de sueldo . 1. Soismuy arregłado en ' vuestros gas-'. -- ¿ Y, preguntó Dantes con cierta agi_||tos, Edmundo. sé que sois un buen hijo . w - ¿Como sabeis pues que debia dejarun - Si, el siempre se mantiene retirado alia y de Danglats enrojecia jeennissu reducida habitacion. -PLasasmejillas de Danglars enrojecieron . Esto prueba á lo menos que no le ha pliego en Portoferrajo ? ALBUM . . - ¿ Es que tengo un padre pobre , señor jóven marino, agarrando, arrasados de grimas sus ojos, las manos del armador , - Sí, sí , ya sé que sois buen hijo ! Idseñor de Morrel , os doy las gracias eu pues á ver á vuestro padre . Tengo yo nombre de mipadre y de Mercedes. de Morrel. tambien un hijo , y no medaria por muyl - ; Está bien !! está bien , Edmundo ! satisfecho de quien , despues de un viaje Hay un Dios en el cielo para los hombres * de tres meses , lo retuviera lejos de mí. de bien . Id á ver á vuestro padre; id á — ¿Me permitís pues ?... dijo el jóven ver a Mercedes, y volved luego á mí. - ¿No queréis que os conduzca á tierra ? saludando . - Sí; sí es que no teneis algo que decirme. - No, gracias; me quedo á arreglar cuentas con Danglars.¿Habéis estado cois ||tento de él durante el viaje ? - Nada - El capitan Leclér no os ha dado , all - Segun el sentido que queráis dará la pregunta : si como á buen camarada , ro; .. morir , una carta para mí? - Le ha sido imposible escribir , señor ; porque creo no me tiene grande aficion , ' pero esto me recuerda que tengo que pe- desde el dia en que hice la majadería , despues de una ligera disputa que tuvi : diros algunos dias de licencia . mos , de proponerle el que nos detuvié - ¿ Para casaros ? - Esto en el momento , si señor , pero ramos diez minutos en la isla de Monte Christo para dilucidar la querella ; pro mas tarde , para ir á Paris . – Bien , bien : tomaréis el tiempo que puesta que no tuve yo razon para hacerle · querais , Dantes:-para descargar el buque y que el tuvo la prudencia de reusar. Si " necesitaremos á lo menos seis semanas, y me haceis la pregunta por su calidad de lo que es salir de nuevo á la mar no hay sobrecargo , creo que no hay motivo al que pensarlo hasta dentro de tres meses; Iguno de queja , y que quedaréis satisfe para este plazo será preciso que estéis decho del modo con que ha cumplido su vuelta . El Faraon , continuó el armador cometido.. dando palmaditas sobre los hombros del jóven , no podrá partir sin su capitan . - Pero ; Dantes, preguntó el armador, Vesi fueséis capitan del Faraon , tendríais -- Sin su capitan ! esclamó Dantes con inconveniente en que quedase Danglars á. los ojos brillantes de alegría . Reparad en bordo ? lo que me habeis dicho , caballero , por- - Capitan ó segundo, señor de Morrel, que acabais de realizar las mas secretas tendré siempre los mayores miramientos esperanzas de mi corazon . ¿Abrigariais para con aquellos que poseau la confianza acaso la intencion de nombrarme capitan de mis armadores. del Faraon ? - Vaya , vaya Dantes, ya veo que bajo - Por mí solo , os alargaria la mano todos aspectos sois un escelente jóven . No para deciros, negocio concluido; pero ten - quiero deteneros mas, marchad, pues veo go un sócio , y ya sabeis el proverbio ita - que estais en brasas. liano Che á compagno á pudrone ; pero la – Hasta la vista , señor Morrel, gra mitad del camino lo teneis adelantado , cias, mil veces gracias. pues de dos votos podeis contar ya con| - Hasta mas ver , miquerido Edmun uno. En cuanto á conseguir el otro , con -|do, iprosperidad ! Jiad en mi celo . El joven marino saltó al bote , y sen - ; Oh ! señor de Morrel, esclamó el||tándose en la popa dió la orden para abor ALBUM . C a d n e n s e t l b r i i a z ere Dosmarineros ósa vésasie-Iſse war en lalaCannebiere. ra persoa sus esa lo largo del encañizado dela otencaramaban - ron de los remos, y deslizóse el esquife de su ventana. sło mas rapidamente posible al través del De repente sintióse ceñir el cuerpo por sinnúmero de lanchones que obstruyen la otra persona, y una voz muy conocida especie de calle estrecha que conduce , esclamó á sus espaldas. entre dos hileras de embarcaciones, desde -- Padre mio , padre mio ! la entrada del puerto al anden de Or- El viejo dió un grito y volvió la cara , y al ver a su hijo , dejóse caer en sus bra leans . El armador le siguió con la vista son -||zos , pálido y tembloroso . riendo , hasta tanto que le vió pisar elli - Que teneis , padre mio ? esclamó el muelle y perderse entre la muchedumbreljoven con inquietud ; estariais tal vez en de todas clases , que desde las cinco de la fermo ? mañana hasta las nueve de la noche obs - | - No , no , mi querido Edmundo , mi truye la famosa calle de la Cannebiere. querido hijo , no ; pero no te esperaba , y Al volverse el armador vió á sus espal-||la alegria , el pasmo de verte asi, de im das á Danglars que, al parecer , esperaba||proviso ... ¡ Ah Diosmio ! me parece que sus órdenes, pero que en realidad seguia voy á morir... .como él con la vista al jóven marino ; ha- | - Y bien ! reponeos pues , padre mio ; bia empero una notable diferencia en la ved quesoy yo, yo mismo; se acostumbra espresion de la mirada de estos dos suge -llá decir siempre que la alegria no daña y esta es la causa de haber entrado sin pre . -tas fija en una misma persona . veniros de antemano. Vaya , sonreios en II. . vez de mirarme con esos ojos tan despa EL PADRE Y EL HIJO . Dejemos á Danglars , poseido del ma-l voridos; ya estoy de vuelta y vamos á ser yor encono, probando de inspirar en voz dichosos. bạja malignas suposiciones contra su ca - - Ah ! Ojalá , hijo mio , repuso el ancia marada al bueno del'armador y sigamos no. Pero como, de que modo podrá ser á Dantes, que despues de haber recorrido eso ? Es que ya no te separarás de mi? á lo largo, la Cannebiere, enfila la calle Veamos en que fundas esa felicidad ? de Nouailles , entra en una casita de la - El Señor me perdone, dijo el jóven , acera izquierda de Moillan., sube.con ra- por regocijarme de una dicha basada en pidez los cuatro primeros pisos de una os- lel desconsuelo de una familia , mas Dios cura escalera , y sosteniéndose en el últi - sabe que jamás deseé mi fortuna á tanto mo tramo con una mano en la barandilla precio ! Pero ha debido suceder asi y no mientras comprime con la otra los fuer- tengo fuerzas para aflijirme por ello . El tes latidos de su corazon , se para delantel valiente capitan Leclér ha muerto y es una puerta entreabierta que deja ver el probable que por la proteccion del señor fondo de una sala reducidísima. de Morrel , obtendré su vacante .. . .. ca Esta habitacion es la queocupaba el pa- pitan á los veinte años ! con cien luises de ||sueldo y una parte en las ganancias! No es drede Dantes. La noticia del arribo del Faraon noha- esto lo mas á que podia aspirar un infe bia llegado aun á oidos del anciano, quelliz marinero como yo ? se entretenia , puesto de pies encima del — Si, hijo mio , si ; en efecto , dijo el una silla , en entretejer y enramar algunas viejo , es gran suerte . capuchinasque junto con unasmuérmeras,| – Por lo tanto , el primer dinero que -- - ÀLBUŇ . *cobre quiero emplearle en proporcionaros --Demodo que habeis vivido uños tré una casita con jardin , donde podais plan -Imeses con 60 francos, repuso el jóven . tar vuestras muérméras, capuchinas y -- Ya sabes que no necesito gran cosa ; madreselvas. ¿ Pero', que teneis , padre dijo el viejo . mio ?"parece que estais indispuesto? — ¡ Oh ! Dios mio ! Dios mio ! padre; - Paciencia , paciencia , no será nada . perdonadme, esclamó Edmundo arroján Y faltándole las fuerzas, dejóse caer dose de rodillas á los piés del anciano. de espaldas: ¿ Qué haces ? - Veamos, veamos, dijo el jóven ; un --- ¡Oh ! me habéis desgarrado el cora vaso de vino , padre mio , os reanimará : l on En donde poneis el vino ? ; Bah ! Ya has vuelto , dijo el viejo - No , gracias , no le busques , no le sonriéndose , ahora ya está todo olvidado , necesito , dijo el viejo queriendo detener|porque detener Inityrave the no tenemos sino felicidades. á su hijo . - Sí; es verdad , dijo el jóven , es ver - Si que le necesitais, si, padre; maldad indi- : nie encuentro con un bello porve cadmedonde está . Y abrió dos ó tres armarios. Inir , y una pequeña cantidad de dinero. , padre , tomad y enyiad á buscar - Es inútil, dijo elviejo... pues no ten enTomad seguida todo lo que necesiteis. go vino . Dantes Y? vació sobre la mesa sus bolsillos que - Como ! no teneis vino ? dijo Dantes fornecontenian una docena de piezas de oro , palideciendo a su vez, y mirando alterna-||conten asme cinco ó seisescudos de cinco francos y va tivamente las chupadas y descoloridasme-||cinc ins Trias sueltas. jillas del anciano y los armarios vacios. ria Elmonedas rostro del viejo Dantes Como y no teneis vino ! Oshabria tal vez faltado dinero , padremio ? se reanimó. - Para quién es eso ? dijo . - No me ha faltado nada pues que te -- Para mí, para vos, para todos. To mad ; comprad provisiones , sed feliz ;ma veð á mi lado, dijo el viejo . - Con todo, tartamudeó Dantes enju Nana tendréis otro tanto . . gando el sudor que caía de su frente, con – Poco a poco , poco a poco , dijo el todo, os dejé 200 francos hará cosa de tres viejo sunriendo , con tu permiso , ušaré meses almarcharme. con moderacion de tu bolsillo ; creería el - Sí, sí, Edmundo, es verdad . Pero al vulgo , si me veía comprar muchas co partir 'te olvidaste de una pequeña deuda sas á la vez : due me he visto obligado á contraida con el vecino Caderousse ; me esperar tu voeltá para comprarlas. . exijió su importe diciéndome que si no pa- Obrad como queráis. Pero , ante to gaba por ti , iria á que le pagase el señor das cosas, tomad quien os sirva padre . No Morrel. Entonces, temeroso de que esto lauiero que os quedeis ya solo . Tengo un te perjudicara... comprendas. poco de café y algun tabaco escelente de - ; Entonces ! en un cajoncito de á bordo; - Pero Entonces! lo pagué yo.eran 120 fran locontrabando esclamóDantes tendréis maljana . Mas , silencio , al ' cos los que debia á Caderousse !... y vos guien llega . los habeis dado de los 200 francos que os - Será Caderousse que sabedor de tu llegada, probablemente viene á cumpli dejé ? · 'El viejo hizo con la cabeza un señal mentarte por tu feliz retorno. afirmativo . 1 - Bueno : todavía obligar al labio á ALBUM . sonunciar palabras que el corazon des -llel gusto de estrechar la mano á un amigo. miente ! murmuró Edmudo : no importa , - ¡Es mucho lo que nos ama este buen ' és un vecino que nos ha prestado algunos|Caderousse! dijo el viejo . - Ciertamente que os amo, y os estimo servicios : sea pues bien venido. En efecto ; en el momento en que Ed - mucho mas én razon de que los hombres mundo acababa de murmurar esta frase, de bien escasean mucho. Pero parece que róse asomar por la puerta de la escalera(vuelves rico , muchacho , continuó el sas ( negro y velludo rostro de Caderousse . tre echando una mirada oblicua 'al puñado ra hombre como de veinte y cinco áde oro y plata que Dantes habia dejado einte y seis años; llevaba en la maño un en la mesa . edazo de lienzo que en su oficio de sastrell No se escapó al jóven la codiciosa ale e disponia a transformar en forro de un gría que brilló en losmegros ojos de su vecino . · raje . - Ola ! ¿con que ya estamos de vuelta, — A fé , dijo aquel con indiferencia , no Edmundo ? dijo con un acento decidida-lles mio ese dinero. Manifestábale á mi pa mente marsellés , y con una sonrisa quedre el temor de que le hubiese, faltado ponia demanifiesto sus dientes blancos .co- algo durante miausencia y para desvane mo el marfil. Hoer mis sospechas ha vaciado su bolsillo - Ya lo veis , vecino Caderouşse , y sobre la mesa . Ahora pues , padre ; con pronto á serviros en cuanto se os ofrezca, tinuó Dantes, volved ese dinero a vues contestó Dantes disimulando mal su frial- tra gabeta á menos que el vecino Cade rousse necesite á su vez alguna cantidad , dad con este ofrecimiento . . - Gracias , gracias :afortunadamente no en cuyo caso está a su disposicion . necesito nada , antes bien son los otros -- No, muchacho , dijo Caderousse , no quienes necesitan á veces de mi ( Dantes necesito inada, y á Dios gracias , el oficio hizo un movimiento ). No lo digo por tí, me proporciona lo suficiente ; guarda tu muchacho ; te he prestadomi dinero, me dinero , guardalo , que nunca está de sobra; lo has devuelto , como se hace entre bue- con todo , quedo tan agradecido á tu ofer nos vecinos, y estamos en paz. Sta como si la hubiese aceptado. - Jamás está uno en paz con aquel á - Os lo ofrezco de buena gana , dijo quien se deben atenciones , dijo Dantes, Dantes . porque no es solo el dinero lo que se de- --- No lo dudo. Y bien con qué estás en gracia con el señor de Morrel, buena · be , es mas aun ; la gratitud . - ¿ A qué hablar ahora de esto ? lo pa-lalhaja ! sado, pasado ; hablemos de tu feliz llega-ll - El señor de Morrel ha sido siempre da, muchacho. He ido como los demas allmuy 'bondadoso para conmigo , repubb Dantes: puerto para distraermedemitrabajo , cuan - 1 -- En este caso has hecho muy mal en do me he encontrado con mi amigo Dan - llrehuggr su convite glars . — « ¡ Tú ! jen Marsella 1.- En efec - ¡ Cómo ! ¿ has rehusado su convite ? to , estoy en Marsella, ha dicho . - Yo te répuso el viejo Dantes, ¿ te habia convida creía en Smirna? - Podria estar aun, por-||do á comer ? que de allá vengo. - ¿ Y Edmundo ? ¿en don. - Sí, padre mio , repuso Edmundo son de está ese muchacho ? -- Es regular que riendo al ver la admiracion que causaba á en la casa de su padre ,-meha dicho Dan- su padre el no esperado honor que se le glars.» Y entonces he venido , para tener lacia . 10 ALBUM . - ¿ Y por qué has reưsado, hijo ? aña sonrisa en la que se percibia una lijera in quietud. -dió el viejo . - Para venir mas pronto a abrazaros , - ¡ Ya se vé que si l y partidos brillanı padremio , contestó el jóven ; estaba ansio - tes : pero tu vas á ser capitan y seguro está de que lleves calabaza. - No se le habrá sentado muy bien al - Lo que equivale á decir , continuó so de veros. señor deMorrel; dijo Caderousse , y cuan - Dantes con una sonrisa que encubria mal do uno está en vísperas de ser capitan , su desazon , que si yo no fuese capitan ... . no 'es prudente disgustar á su armador. - Le dije el motivo porque reusaba, - ¡ Que sé yo ! esclamó Caderousse. - ; Vaya, vayal añadió eljóven , tengo repuso. Dantes, y ha sabido estimarlo en mejor opinion que vos de las mugeres ez general, y de Mercedes en particular; i su justo valor : no lo dudo. . ¡Ah ! es que para ser capitan, es pre- estoy muy convencido de que capitan óng ciso adular un poco á los navieros. ella se mantendrá fiel. - Yo espero ser capitan sin necesidad - Tanto mejor, dijo Caderousse, siem pre es bueno cuando uno va á casarse te de:eso, contestó Dantes. - Tanto mejor , tanto mejor; será una ner gran confianza.¡Perono importa ! crée satisfaccion para tus antiguos amigos, y per- me, muchacho, no te descuides en ir sona conozco yo allá abajo , detrás de la anunciarla tu llegada. y hacerla particip ciudadela de S. Nicolás , que no lo ha deſde tus esperanzas. llevar á enojo . - Voyme pues, dijo Edmundo; y abra zando a su padre , saludó á Caderoassé - ¿Mercedes? dijo el viejo. - Si, padre mio , repuso Dantes , y con con una inclinacion de cabeza y partió . vuestro permiso ,ahora, cuando sé que con - Quedóse por un momento Caderousse : tinuais sin novedad y que teneis todo lo luego despidiéndose del viejo Dantes , se necesario , os pediré licencia para hacermarchó a su vez, y fué á reunirse con una escursion al barrio de los Catala - Danglars que le esperaba en la esquina de nes. la calle de Senac. - Vé con Dios, hijo mio ! ¡vél dijo el - ¿ Y que tal , dijo Danglars , fehasvisto ? viejo Dantes,y él te bendiga en tu esposa, - Acabo de dejarle , contestó Cade como me ha bendecido á mi en mi hijo.(rousse. Su mujer ,decís ! dijo Gaderousse; no — ¿ Te ha habladode sus esperanzas de tan de prisa , amigo Dantes, no tiene toda - ser capitan ? via ese título , me parece. - No , pero segun todas las probabilida- Habla de ello como de cosa hecha. ;Calma! ¡calma! dijo Danglars , pa réceme que no hay motivo para tanto . des no tardará en serlo . - No importa , no importa , dijo Cade- - Por vida de... si, isegun parece se lo rousse , i has hecho bien en abreviar , mu- ha prometido elmismo señor Morrel ! chacho ! - ¿Por qué? -- ¿De modo que estará muy contento ? - Mas que contento ; altanero. Me ha Porque Mercedes es una linda jóven , ofrecido sus servicios comosifuese un gran y á las hermosas nunca les faltan galantea- personaje , y me ha brindado con su bol dores; á ella en particular la pretenden á sillo cual un banquero . docenas. - Pero, ¿ le has reusado ? - ¿De veras ! dijo Edmundo con ciertall - Si porcierto:aunquebien hubiese po ALBUM . dido aceptar , atendido á que soy yo quien - Ha salido antes que yo. le puso en la mano el primer dinero quel - Si seguimos sus pasos, nos quedaré pudo manejar ; pero ahora el señor Dan - mo en la Reserva en casa el tio Pamfilo , . tes ya no necesitará á nadie ; ... . va á ser y mientras vaciamos un vaso de vino de capitan . Lamalgne, esperaremos las novedades que - ¡ Bah ! dijo Danglars, no lo es toda- jocurran . via . - A fe mia que un chasco le vendrial - ¿ Y quién nos las ha de dar ? – Por allí ha de pasar Dantes y por su de molde, dijo Caderousse, porque de otro rostro hemos de venir en conocimiento de modo nohabrá quien le hable. lo que habrá pasado. " - Si me empeño en ello , dijo Dan -| - Vamos pues , dijo Caderousse , pero glars , se quedará lo que es y aun tal vez tu pagas ? l - Si por cierto , respondió Danglars. „pasará á ser menos. Y los dos se encaminaron rapidamente. - Que dices ? - Nada : no hablo contigo . ; Continúa al sitio indicado. En cuanto llegaron pidie |ron una botella y dos vasos. El tio Panfi aun enamorado de la catalana ? - Como un loco : á verla ha ido ; pero lo les informó de qué Dantes habia pasa ó yo me engaño mucho ó por ese lado va do como unos diez minutos antes. Seguros ya de que estaba éste en el barrio ,se sen taron á la escasa sombra que prestaba la -á tener algun disgustillo . -- ¿ En que lo fundas ? esplìcate . - ¿Con que fin ? naciente hoja de los plátanos y sicomoros, - Con un fin mas importante de lo que en cuyas ramas una bandada de alegres tu crees. Tu no le tienes grande aficion á pajarillos cantaban uno de los primeros Dantes ? dias de la hermosa primavera. - No puedo ser amigo de los orgullo -|| Sos. . - Entonces dime lo que sepas relativo III . EL BARRIO DE LOS CATALANES. á la Catalana . - De positivo nada, pero he visto cosas A cien pasos del punto en que los dol , . que me inclinan á creer , como ya te loJamigos, puestos en acecho , saboreaban el he dicho, que el futuro capitan tendrá al espirituoso vino de Lamalgne , se eleva , guna desazon en los alrededores del viejo detras de un cerrillo árido y calcinado por el viejºel sol y el mistral (1) el reducido barrio de hospital. los Catalanes. : - ¿ Qué has visto pues? despacha. - Pues bien : he visto que siempre que Allá , en dias remotos una colonia mis Mercedes viene á la ciudad , la acompaña teriosa partió de las costas españolas y vi un bizarro catalan , de ojos negros , piel no á abordar en la lenguade tierra, en que ||todavía sus descendientes habitan . Uno de rojiza , muy moreno , emprendedor , y álo quien llama ella «mi primo.) ||sus gefes, que conocia el provenzal , pidió Y crees tu que ese primo la corteja ?||à la municipalidad de Marsella la cesion - Lo supongo. ¿ Qué diablos de nego - de aquel promontorio árido y desnudo á cios ha de llevar un arrogante mozo de cuyo abrigo , á imitacion de los primeros na veinte y un años con una joven de diez y vegantes, acababan de amarrar sus bateles. siete ? ... Otorgóseles la demanda ; y tres mesesdes - ¿ Y dices que Dantes ha ido al barriol de los Catalanes ? (1) Viento N . 0 . ÀLBUM . pues, al rededor de las doce ó quince em -Mel codo sobreuna vieja y carcom ida méså , barcaciones en que habian venido esos gilun gallardo jóven de veinte á veinte y dos tanos de la mar, viérase levantarse una pe -llaños la miraba con aire á la vez receloso queña aldea. Hy de despecho. Sus ojos inquirian ; pero la Construida por un estilo caprichoso y állaltiva y fija mirada de la joven domina la vez mitad morisco y mitad español, es|ba á su interlocutor. la qué se vé hoy dia habitada por los des-| -- Vamos . Mercedes , dijo el jóven , la cendientes de aquellos hombres que ha - Pascua se acerca y con ella la época de blan todavía el idioma mismo de sus pa - illas bodas respondedmé. dres. Después de tres o cuatro siglos, per veces os lo he dicho, Fernando, manecen aun quietos én ese pequeño pro- .y por- Cièn cierto que es preciso carecer de amor montorio al que fueron á posarse , sème propiò para insistir en la misma pregunta . jantes á una bandada de aves marítimas, ; Pues bien ! repetidmelo,os lo supli sin haberse mezclado en nada con la po2vilco repetidmelo de nuevo para que pueda blacion marsellesa; casándose entré sì , ylco , llegar á creerlo : decidme por la centésima conservando los hábitos y costumbres del " Jvez quedesdeñais miamor, este amor que su antigua madre patria , a la manera quelllaprobaba vuestra madre; convencedmede conservan el mismo idioma. quemidicha es para vos un juguete y que Precisó será que nuestros lectores 10 nos |mi vida ó mi muerte os son de todo puna sigan a través de la única calle de esa cor||to indiferentes. 1Ah Dios mio ! ¡ Dios ta aldea , y entrén con nosotros en una delmio ! ¡ haberme gozado diez años en la aquellas casasa las que, por defuera alel $solli|dulce esperanza de ser vuestro esposo , ha dado ese pintoresco color de hoja stca|Mercedes seca , y haber de renunciarla cuan : peculiar de los antiguos edificios del paisillde pe para mi el único atractivo de la pais , do es y en el interior una capa de cal esa blan - llvida ira estraordinaria ; unico adorno de las A lo menos convendreis en que esas moradas españolas. Jesperanzas, no soy yo quien lasha fomen Una hermosa jóven, de cabellos negrosos Jtado , Fernando , contestó Mercedes , no como el azabache y de afelpados ojos cual con un solo hecho los de là gazela , estaba de pié, arrimada "Jambiguo; á podeis reconvenirmè siempre he sido vos bastan la pared magüllando entre sus dedos deli-1)Ite franca para deciros: « Osconamo como á cados, cual los de un antiguo modelo , un « un hermano ; pero no exijais de mi inocente ramillete del que entrésacaba las1 « cosa que esta amistad fraternal; por otra que flores cuyos restos cubrian el suelo . Sus| « mi corazon pertenece a otro .» Estashan brazos , desnudos hasta el codo , aunque tostados del sol , parécian modelados por sido siempre mis palabras Fernando. los de la Venus de Arles. Observárase el ell...--Sobrado lo sé , Mercedes, replicó el movimiento convulsivo de una impacien - jóven ; habeis tenido para conmigo la cruel cia febril,mientras con su pié lindo y flec- complacencia de hablarme con franqueza ; sible golpeaba el suelo dejando ver la for -16 Pero olvidais que para los catalanes es ma torneada , esbelta y arrogante de su una ley sagrada el casarse entre si ? pierna metida en una calceta de algodon - Os enganais , Fernando, no es una ley, es una costumbre y nadamas. creed listada de pardo y azul. A tres pasos de ella , meciéndose en una me, no ipvoqueis esa costumbre en favor billa con movimiento desigual y apoyando vuestro . Habeis caido quinto , la libertad , ALBUM . 13 en que os dejan, no esmas que una tole - né fortuna , vos seréis mi buena estrella y 'rancia : de un momento a otro pueden la llegaré á ser rico. Puedo abandonar mi maros vuestras banderas; una vez soldado estado de pescador, entrar de mancebo ¡quéharías de mi; qué harías de esta huér- en algun escritorio , y ser hasta comer fana infeliz , pobre , sin recursos, pose -||ciante . yendo por único patrimonio una choza - Nada de eso podeis probar , Fernan medio arruinada y algunas usadas redes , do; vos sois soldado, y si permaneceis aun miserable herencia transmitida de mi pa- Jentre los catalanes, es porque no hay guer dre á mi madre y de ésta á mi! Recor- ra : seguid siendo pescador , no os entre dad , Fernando , que desde hace un año , gueis á sueños seductores , cuyo despertar en que murió aquella, estoy, poco menos os haría parecer a la realidad mas terrible que reducida á las limosnas de la caridad de lo que es en efecto , y contentaos con pública . Algunas veces finjïis que os soy miamistad , ya que nada mas puedo con de alguna utilidad , á fin de tener un de-f|cederos. recho para partir conmigo vuestra pesca , - ;Vaya pues!, teneis razon.Mercedes, y yo acepto , Fernando , porque vos sois seré marino ; usaré, en vez del traje de el hijo del hermano de mi padre; porque nuestros mayores que vos menospreciais , nos hemos criado juntos y sobre todo; por- Jun sombrero charolado , camisa listada y que no quiero, rehusando', causaros una una gallaruza azul con ancoras en los bo pesadumbre ; pero yo comprendo muy |tones : ¿no és este el traje que he devestir bien que ese pescado que llevo a vender para agradaros ? y con cuyo precio compro el cáñamo quel - ¿ Qué significa eso ? preguntó Mer hilo , yo comprendo muy bien, Fernan- fredes, lanzándole una mirada imperiosa , do , que todo ello , no es mas que una lisqué quereis decir ? no os comprendo. mosna. Quiero deciros, Mercedes , que si sois - Y , ¿ qué importa , Mercedes ? pobre tan dura y cruel conmigo , es porque es y aislada cual os hallais os prefiero a la perais á un sugeto vestido cual os he di hija del mas orgulloso armador ó del macho;pero ese á quien esperais os estal vez rico banquero de Marsella . A los de mi inconstante, y si él no lo es, a la mar nadie clasë qué nos falta ? una muger honesta yle niega esa calidad . hacendosa . ¿ En quien sino en yos halla Fernando, repuso Mercedescon acen ría yo estas cualidades ? to conmovido , os creia hombre de buedes - Fernando, contestó, Mercedes me- sentimientos y me engañaba : Fernando , neando la cabeza , pierde la muger sus|hay mucha perversidad en vuestra alma dotes de madre de familias y no puede cuando llamaisen ayuda devuestra envidia salir garante de su fidelidad cuando ama los azotes de la Providencia ; pero no in á otro hombre que no es su marido. Con - porta , es cierto , jamas lo he ocultado, es tentaos con miamistad , porque, os lo re- pero á ese hombre que decis le amo : si pito , es lo mas que puedo prometeros y no vuelve , en vez de suponer en él esa yo no prometo sino aquello que tengo sé- inconstancia de que le acusais, creeré que ljha muerto amándome.. guridad de poder cumplir . Comprendo ! dijo Fernando ; so- El jóven catalan hizo un gesto derábia . portais con valor vuestra miseria ; pero la – Os comprendo, Fernando ; deseais mia noteneis ánimopara aceptarla . ¡ Tran - desahogar en él vuestra íra porque no os quilizaos, Mercedes! amado de vos proba-llamo; cruzareis con su puñal vuestro cue , 14 ALBUM . chillo catalan , ¿ y qué habreis adelantadoſſalegria ; ya ves , no me ha olvidado , ahi con eso ? perder mi amistad si sois vencido; está ..... y lanzóse hacia la puerta escla convertir miamistad en odio si vencedor. mando.- MiEdmundo héme aqui! Creedme, buscar camorra á un hombre Fernando , pálido y estremecido ,dió un amadodeuna muger, no es buen medio pa- paso atrás como el viajero a la vista de ra agradar á esa mismamuger. No, Fer - una serpiente; y encontrando su "silla, de nando, no osdejeis llevar asi de vuestras fu- jóse caer en ella anonadado. nestas ideas; no pudiendo tenermepor espo- l. Edmundo y Mercedes estaban abraza sa , contentaos con tenerme por amiga y por uos . hermana. Por otra parte , aadió ella ar- Elardiente sol deMarsella que penetraba rasados en lágrimas sus ojos; esperad , Fer- por el ojo de la puerta , les cubria con sus nando , esperad ; hace poco lo habeis di- rayos luminosos. En el primer momento cho ; el mar es inconstante , y corren ya nada vieron de cuanto les rodeaba ; un cuatro meses desde su partida; ¡de cuatro abismode felicidad les separaba delmundo, meses á esta parte son muchas las tem -liy salian tan solo de sus lábios esas palabras pestades que he cont do ....! entrecortadas que, teniendo su origen en Fernando continuó impasible. No trató una alegria vehemente se parecen á la es de secar las lágrimas que surcaban las me presion del dolor. jillas deMercedes, a pesar de que por ca | De repente, Edmundo apercibió elsom un pro brio aspecto de Fernando que se dibujaba da una de esas lágrimas hubiese dado un aspecto de vaso de su sangre : aquellas lágrimas las en la sombra , pálido y amenazador, por un derramaba por otra persona..... Leyantó- movimiento cuya importancia acaso el se ; dió algunos pasos por lo interior de la mismo en aquelmomento no conocia ; el choza: volvió y colocándose frente deMer jóven catalan empuñaba el cuchillo que en la cintura . cedes con los ojos estraviados y los murios puños llevaba lle - Dispensadme, dijo Dantes fruncien contraidos do á su vez el entrecejo , no habia obser . - Vaya ,Mercedes , díjole , por última que fuésemos tres. Volviéndose lue vez , respondedme. ...' ¿ La resolucion lavado esilgo á Mercedes : & quien es ese caballero ? irrevocable ? preguntó . o llero será vuestro mejor und caba tes Este Dan , dijo con - Amo á Edm frialdad la jóven , y nadie que no sea Ed - lamigo , Dantes ; porque lo es mio ; es mi mundo, será mi esposo . primo, esmihermano, es Fernando; quiero - ¿ Y le amareis siempre ? decir el hombre á quien despues de vos, Hasta miúltimo suspiro . amomas sobre la tierra . Fernando inclinó la cabeza con desalien - | Edmundo, sin soltar á Mercedes , cuya to , lanzó un suspiro de dolor y luego , ir- mano apretaba con una de las suyas, ten guiendo la cabeza, con los dientes cerrados dió la otra con afectuosa cordialidad alca talan; pero éste sin corresponder a aquella y las ventanas de la nariz abiertas señal de amistad, permaneció mudo é in - ¿ Y si ha muerto ? dijo . móvil como una estátua . Entonces Ed - Si ha muerto , yo moriré. mundo dirijió alternativamente miradas - ¿ Y si os olvidase ? - Mercedes ! gritó una voz alegre en investigadoras sobre Mercedes, conmovida lo esterior de la cabaña ; ,Mercedes! . lly temblorosa , y sobre Fernando, cenudo y - ¡ Ah ! esclamó la jóven , latiendo delprovocador. Este exámen se lo esplicó to amor su pecho y pintada en el rostro lalldo, y pintose la cólera en su semblante , . 13 - No sabia yo que alvenir anheloso en Danglars á una mesa bajo de un empar esta casa , Mercedes, habia de encontrar en||rado . - ¡ Eh ! ¿ Por qué no te acercas? ¿ tanta ella un enemigo. - ¡Un enemigo ! esclamó Mercedes , lprisa llevas que no tienes tiempo de salu ALBUM . lanzando una mirada de enojo en la direc - dar á tus amigos ? cion dó estaba su primo;jun enemigo en mi - Sobre todocuando tienen todavia una casa ,dices, Edmundo !Si tal creyera, te co-| botella cuasi llena encima de la mesa : jeria del brazo y me iria á Marsella aban - laññadió Danglars . donando la casa para no volver á pisar sus Fernando miró á los que le hablaban umbrales. De la vista de Fernando brotaban ra - con un aire atontado , y no contestó . - Parece que está muy corrido , dijo Danglars, dando con su rodilla á la de Ca - Y si te sucediera alguna desgracia , Ed- derousse ; ¿ nos habriamos tal vez engaña mundo mio, continuó ella con calma inal-| do y contra nuestras esperanzas triunfaria terable para probar á Fernando que habia | Dantes ? do de profundizado hasta lo mas hondo de sus sus , – Por vida de.... es preciso salir de la a alguna siniestras ideas , si te sobrevenia alguna duda, dudd , dijo Caderousse y dirijiéndose aljó yos. racia , subiria vo á la cumbre de Morven : veamos pues , tu , catalan , ¿te deci gion y me arrojaria de cabeza contra las de rocas. (Fernando se puso estremadamente Fernando enjugó el sudor quecorria por su frente, y se dirigió con lentitud al em pálido. ) Iparrado á cuya sombra recobraron sus aparente calma, Pero, te has engañado, Edmundo, pro -Isentidos ,una y la frescura siguió , tu no tienes aqui enemigo alguno ,l|dió algun aliento á sus abatidas fuerzas. no hay mas que Fernando , mi hermano, - Buenos dias, dijo ; me habeis llama que va á estrechar tu mano con la since- do, ¿ no es asi ? y se dejó caer mas bien que no se sentó en un banco de los que ridad de un buen amigo. A estas palabras, la joven fijó su domi- circuian la mesa. nante mirada sobre el catalan , el cual, | - Te he llamado , porque corrias como como si se hallára fascinado, se acercó un loco y temí que tratases de arrojarte al lentamente á Edmundo y le tendió su mar , dijo riéndose Caderousse . Que dia blo ! cuando uno tiene amigos, es no solo Su ódio , parecido á la ola embravecida, para beber con ellos un vaso de vino , si acababa de estrellarse contra el ascendien - que tambien para impedirles que beban mano . te que la jóven ejercia sobre él. Pero en tres o cuatro àzumbres de agua . cuanto tocó la mano de Edmundo, cono- Fernando lanzó un gemido sordo y apoyó ció que habia hecho lo que podia y se lan - su frente en las dos manos cruzadas sobre Na mesa . zó fuera de la casa . - ¡Oh ! gritaba él corriendo como un - ;Y, bien ! « quieres que te lo diga, Fer insensato y hundiendo las manos en su ca - nando ? repuso Caderousse , entablando bello , ioh ! ¡quien melibrará de ese hom - la conversacion con esa groseria brutal de bre ! , infeliz de mi! , infeliz de mi! la gente baja a la que la curiosidad hace - ¡ Eh ! ;el catalan ! ¡ Eh ! ¡Fernando : olvidar todos los miramientos, pues tienes adonde vas corriendo, dijo una voz. todas las trazas de un amante desauciado . El jóven se paró de golpe, miró á su al- Y acompañó esta chocarrería con una car rededor , y vio á Caderousse sentado con||cajada. 16 ALBUM . -- ;Qué majadería 1 dijo Danglars, unle habrá sorprendido là pronta é impre muchacho tan buen mozo no puede ser vista vuelta de Dantes , á quien creeria desgraciado en amores ;,tu te burlas Cade- muerto , inconstante , ¿ quién sabe? Estas rousse. cosas suelen sentirse tanto mas , cuanto — No lo creas, repuso éste , repara sinomas de improviso vienen: como suspira . Vamos, vamos, Fernando , | --De todos modos,dijo Caderousse, que dijo Caderousse , levanta esosojos y respon- acariciaba el vaso sin dejar de hablar en dė, que no es por cierto muy cortés dejar tanto que producia sobre él sù efecto, el sin contestacion a los amigos que se inte - espirituoso vino de Lamalgne ; de todos resan por nuestra salud . modos créo yo que Fernando no será el . En mi salud no hay novedad , dijo único á quien haya hecho poca gracia el Fernando, contrayendo los puños, pero sin feliz arribo de Dantes, ¿ qué te parece, levantar la cabeza . · Danglars ? - Héle aquí, Danglars, dijo Caderousse - Soy de tu opinion ; y aun me atreve haciendoun guiño de inteligencia á suami- ria á decir que estó dará márgen á que le go; hé aquí el negocio: Fernando,que es- sucedai alguna desgracia . tá presente , y que es un escelente y re- - Y que importa , añadió Caderousse , suelto catalan , uno de los mejores pesca - llenando por primera vez el vaso de Fer dores de Marsella , está enamorado de una |nando, y el suyo por la novena ó décima linda muchacha llamada Mercedes ; mas , linterin Danglars apenas probára un sorbo por desgracia , la jóven está al parecer||del suyo; que importa , si de ese modo se prendada del segundo capitan del Faraon , casa con Mercedes, con la bella Mercedes; y como el Faraon ha llegado hoy al puer- para esto ha regresado. to, entiendes ?. .. Mientras tanto Danglars tenia fija su 1. vista en el jóven , sobre cuyo corazon caían - El pobre Fernando habrá recibido su sus palabras cual plomo derretido. - - No , no te entiendo , dijo Danglars . pasaporte. Y cuando es la boda ? preguntó . - T odavía no se ha concertado , mur la cabeza y mirando á Caderousse como|muró Fernando . quien desea desahogar su cólera en algu - - Pero sé verificará , dijo Caderousse , Y luego ? dijo Fernando levantandoll no; Mercedes es libre, no es eso , y no tan fijo como que Dantes será capitan del hace bien en amar á quien mejor le parece?||Faraon , no es cierto , Danglars ? ¡ Ah ! si lo tomas sobre ese tono , es Estremècióse Danglars á este ataque otra cosa , dijo . Caderousse ; yo creí que inesperado y fijó su vista len Caderousse eras un verdadero catalan : se me habia para observar si hablaba con intencion , dicho que los catalanes no eran hombres pero nada vió mas que envidia en aquel para dejarse suplantar por un rival, y has-||rostro alterado ya por la embriaguez . ta se añadia, que Fernando particularmen - . - Enhorabuena ; bebamospues, dijo re llenando de nuevo los vasos , ibrindemos te era terrible en sus venganzas. i - Fernando sonrió con desdén ..... Ellpor el capitan Edmundo Dantes , marido : hombre enamorado, no puede ser terrible, de la hermosa catalana ! dijo . . Caderousse llevó con pesadamano el va - - ; Pobre muchacho ! repuso Danglars ,||so á la boca y lo vació de un trago , Fer fingiendo compadecerse muy de veras del nando tomó el suyo y lo estrelló contra el jóven , ¿cómo ha de ser? probablemente suelo . 17 ÁLBUM . **;Eh ! Eh ! Eh ! dijo Caderousse,aquéll - Ningun provecho he de sacar de ég. veo allá léjos en lo alto del cerrillo , en dia\ tos necios, dijo para si, y ademas no estoy reccion al barrio įde los Catalanes ? Mira muy bien entre un borracho y un cobarde. tu, Fernando , tu que tienes mejor vista : He aquiun envidioso que se achispa de vino paréceme que yeo los objetos dobles; es cuandodebiera emborracharse de hiel: he muy traidor él.yino ... Paréceme ver dos aquiun tonto á quien acaban de soplar la amantes que caminan juntos agarrados por novia á sus barbas, y que se satisface con la mano..... Dios me perdone , no creen llorar y gemir como un niño , y con todo ellos que nosotros les veámos.... mas ved ved sus ojos que arrojan llamas cual losde los españoles , sicilianos y calabreses, que como se abrazan ! No se le escapó á Danglars una sola de saben vengarse ; tiene unos puños capa las angustias de Fernando , cuyo rostro se ces de romper el cráneo de un toro con tanta perfeccion como la maza de un car älteraba visiblemente . Les conoceis Fernando ? le dijo . nicero. Está visto que la estrella de Ed - Si, contestó éste con voz sorda , son mundo puede mas que todo ; se casará el señor Edmundo y la 'señorita Mercedes. con la jóven , será capitan , se reirá deno . Ah ! ¿ lo estais viendo ? esclamó Ca- sotros, á menos que..... una sonrisa fati derousse , 1 Y yo que no podia reconocer - dica conmovió los ojos de Danglars, á mes les ! ¡Ola ! Dantes ! Ola ! ¡la jóven ! ve - nos que yo me mezcle en ello , añadió. nid ,'acercaos y decidnos cuando se verifi-| - Hola, continuaba gritandoCaderous: ca la boda, porque el señor Fernando es se , medio incorporado y apoyándose en tan testarudo que no quiere decirnoslo . la mesa ; ¡Hola ! Edmundo , eno ves á los - Quiéres .callar ! dijo Danglars afec - famigos, ó es que te has vuelto tan orgullo tando sujetar á Caderousse que con la te-||so que te 'desdeñas dehablarles? nacidad de los ébrios trataba de salir del - No , mi querido Caderousse , contes emparrado. Procura tenerte firmé y deja |tó Dantes , no soy orgulloso , pero soy fe. á los enamorados que festején tranquila -|liz y la dicha ciega, segun observo masque mente . Mira , mira á Fernando , y toma la soberbia .' ejemplo : es hombre donde lo vés que tie- - Enhorabuena , á lo menos te has es |plicado, dijo Caderousse. Muybuenosdias, Acaso Fernando , exasperado á mas no señora Dantes. ne prudencia . poder, y aguijoneado por Danglars , como Mercedes salud i con seriedad. los toros por los banderilléros,hubiera da- . - No es este mi nombre aun , dijo , y do un estrépito pues que se habia puesto en mipais, segun aseguran , es presajio de pié y parecia reconcentrarse para lan - de desgracias llamar a las jóvenes por el . garse de un brinco en frente de su rival: lapellido de sus novios, antes de verificarse pero Mercedes, alegre y discreta; levantó la boda. Llamadme pues , Mercedes, os ! su hermosa cabeza , y blandió sus miradas ruego . penetrantes. Recordó entonces Fernando - Es preciso dispensar al buen vecino la amenaza que le hiciera de morir si Ed- Caderousse , dijo Dantes , de todo toma mundo moria , y cayó desanimado en su pretesto para chancearse.' silla . . . - ¿Con que el casamiento se verificará Miró alternativamente Danglars á aque- muy luego, señor Dantes ? dijo Danglars llos dos hombres; al uno embrutecido por saludando a los jóvenes." el vino al otro dominado por el amor: || - Lo mas pronto posible , señor Dan = : 18 . ALBUM . glars ; hoy arreglaremos las condiciones - Si, si , ya comprendo , dijo en voz en casa de mi padre; mañana ó pasado alta Danglars; luego añadió por lo bajo : . , mañana á lo mas tardar , se verificará lalia Paris para enviar á su destino sin duda comida de esponsales, aqui,en la Reserva; la carta que el capitan le entregó! ¡ Pár espero que los amigos nos honrarán con diez , que esta carta me sugiere una idea " . su presencia : quedais.pues convidado, se escelente ! cuidado mi amigo Dantes que ñor Danglars, tambien lo quedas tú ., Ca - no estás aun incluido en el rol del Faraon derousse . en clase de primero . Dirijiéndose despues - Fernando , dijo Caderousse, con una á Edmundo que se alejaba ya ; feliz viaje: risa pegajosa , ¿ Fernando tambien lo es? le dijo . - El hermano de mimuger tambien lo - Gracias, contestó Edmundo volvien es mio , dijo Edmundo , y sentiríamos endo la cabeza y haciéndole un gesto de ami el almaMercedes y yo si se apartaba del gable despedida . Continuaron su camino los dosamantes, nosotros en momento tan solemuel Fernando abrió los labios para respon - tranquilos y satisfechos, como dos predes i der, pero espiró la voz en ellos y no pil- tinados que se suben al cielo . . IV . . . do articular una palabra. Hoy el contrato , mañana ó pasado EL COMPLOT. mañana los desposorios... i Diablo ! vais Siguió con la vista Danglars á Edmun muy aprisa , capitan . do y Mercedes hasta tanto que los dos - - Danglars , contestó Edmundo , son - lamantes desaparecieron en una de las re riendo tendré que deciros como dijo hace vueltas del puerto de San Nicolás; vol poco Mercedes á Caderousse : no me deis viéndose luego , vió á Fernando que pali un título que no me corresponde aun , por do y temblando se habia dejado caer so que eso es mal presajio . |bre una silla, mientras Caderousse balbu - Perdonad , os decia tan solo que ibaisceaba el testo de una báquica cancion . muy aprisa . Diantre , nos sobra tiempo ; | - -Venid acá, señor mio ; dijo Danglars el Faraon no se hará á la mar hasta den -lla Fernando, he ahi un casamiento queno tro de tresmeses . creo sea de la aprobacion de todos.... . -- Siempre le falta á uno tiempo para| - Ese casamiento me desespera ! ser feliz , señor Danglars ; cuando se hal - ¿ Amais pues á Mercedes ? padecido,mucho tiempo , apenas puedej - Desde que la conocí la he amado creer en la dicha. Pero no es solo el egois - \siempre. mo lo que me obliga á obrar asi: me urge - Y os estais ahi mesándoos los cabe pasar á Paris. ||llos en vez de buscar remedio al mal ? - A Paris !! ; será la vez primera quelli qué diablo ! no creia que los de vuestra vayais ? nacion se portaran de ese modo . - Si. - ¿ Qué quereis.que haga ? : - ¿ Teneis algo que hacer,allí?. - ¿Qué se yo ? & qué me importa ? Me - - No es por negocio alguno mio : ten - parece que no soy yo el enamorado de go que cumplir elúltimoencargo de nues- Mercedes, sino vos. Buscad, dice el Evan tro pobre capitan Leclér; ya comprendeis, gelio y encontrareis. Danglars , que eso es sagrado. Por lo de- - Ya encontré! Qué ? mas, quedad tranquilo , no emplearé mas | tiempo que el necesario para ir y volver.|| -- Quería coser al hombre á puñaladas, 19 · ALBUM . pero la muger meha dicho que si le su cedia alguna desgracia á su novio se ma-|| taría . Que no hay , el diluvio prueba, Hombre honrado que agua beba. - Deciais , caballero , insistió Fernan i Bah ! esas cosas șe dicen pero no se do, que queriais sacarme depena; pero ... hacen . añadisteis. - No conoceis á Mercedes , caballero ; - Ya caigo : añado ahora que para sa caros de pena, bastará con que Dantes no tal cual amenaza, asi ejecuta . . - Imbécil! murmuró Danglars, &que se case con la que amais, y esto puede se mate ó no que te importa , con tal que estorbarse , me parece , sin que Dantes Dantes no sea capitan ?' muera. - Y antes que Mercedes , repuso Fer - - Solo la muerte bastará á separarles ; nando con acento de invariable resolucion , dijo Fernando. moriré yo primero . - Raciocinais como un salvaje , amigo He aqui un verdadero amor ! dijo mio , dijo Caderousse ; pero ya vereis como Caderousse con un acento cada vez mas Danglars que es un truan , maligno y avis avinatado; un amor queyo no comprendo. pado os prueba que pensais mal. Pruéba - Vaya , dijo Danglars, me pareceis selo , Danglars, he salido garante de tí, dile buen muchacho , y por mas que me lleve que no hay necesidad alguna de que Dan el diablo quisiera daros consuelo, pero .... tes muera : sobre que seria muy sensible - Veamos, dijo Caderousse , veamos. que muriese ; Dantes es buen muchacho; - Querido mio , repuso Danglars, es- lyo le amo , yo : a tu salud , Dantes. tás cuasi borracho ; da fin á la botella ylor Fernando se levantó impaciente . estarás por completo . Bebe y no te metas : - Dejadle que diga , repuso Danglars , en lo que digamos. Para lo que vamos á conteniendo al jóven , a pesar de estar tan hacer es preciso estar sereno. borracho: no deja de tener razon ; la au - i Yoborracholdijo Caderousse, cuan cuan -Isencia sencia produce cuasi losmismos efectos que do soy capaz de beberme cuatroo de esas laja muerte mujer : suponed que separan á Edmun de esas botellas que noson por cierto mas grandes do de Mercedes los muros de una cárcel y que los frasquitos de agua de Colonia..... se verán separados pimas nimenos que lo Tio Pamfilo ! vino; y para dar mas fuer- serian por la losa del sepulcro . za á la palabra , Caderousse golpeaba la mesa con el vaso . - Es verdad ; pero se sale luego de la cárcel, dijo Caderousse que con algun des - Deciais pues, caballero.....? repuso 'tello de inteligencia terciaba en la conver Fernando , escuchando con avidez la con - sacion , y cuando se sale de la cárcel y se tinuacion de la clásula comenzada. llama uno Edmundo Dantes , sabe ven - ¿ Quédecia ? ya no meacuerdo. Ese garse . borracho de Caderousse me hace perder | - Que importa ! murmuró Fernando. el hilo de m s ideas. - A mas de que, continuó Caderousse , - Tan borracho como quieras. iInfeli- laporque se ha de encarcelar á Dantes ? ces de aquellos a quienes amedrenta el él no ha robado, no ha herido, no ha ase vinol es porque tienen alguna idea per- sinado. versa y temen que el vino les hagą soltar - Cállate , dijo Danglars. el secreto . - No quiero callarme, quiero que me . Y Caderousse se puso á cantar la ulti- digas porque se ha de encarcelar á Dan ma estrofa de una cancion muy en vogates, yo le amo: já tu salud, Dantes! y coló llotro vaso de vino. en aquella época : ALBUM . Danglars,observaba en los descarriados |partí con él en otro tieinpo elmio... ¡No ojos del sastre los progresos de la borra- lquiero que mateis á Dantes li.. chera y dirigiéndose á Fernando, dijo. — ¿ Y quien habla de matar, imbécil ? : - Comprendeis, ahora , como no hay repuso Danglars. Trátase solo de una chan necesidad de matarle ? za . Bebe á su salud , añadió llenándole - No por cierto , si como deciais hace otra vez el vaso, y déjanos en paz. poco, hay algun medio para hacerle, per- - Si, si, á-la salud de Dantes, dijo Ca derousse vaciando el vaso , á su salud... á der . ¿ Teneis alguno ? - Bien mirado , dijo. Danglars , podria su salud... á... encontrarse. Pero, continuó, idonde dia . El medio. .. elmedio ... dijo «Fer= blos voy á metermedime interesa á milnando. eso ? - No le habeis hallado aun ? -- Yo no sé si os interesa ó no este ne- - No ; eso queda a vuestro cargo. gocio , dijo Fernando agarrándole por un Es verdad, los franceses son en esto brazo ; pero lo que si sé esque teneis algun superiores á los españoles ; los españoles encono particular contra Dantes; el que meditan, los franceses improvisan. abriga odio contra determinada personal - Improvisad , pues,'dijo Fernando im - . no se engaña en cuanto a los sentimientos paciente . . . de los demas. : - Mozo, dijo Danglars, una pluma,pa - Yo !'zmotivos de ódio contra Dan- pel y tintero . tes? ninguno tengo , lo juro sobre mi pa- - ¿ Una pluma, papel y tintero ? mur labra. Os' he visto desgraciado y vuestra muró Fernando. desgracia me ha interesado: hélo aqui to - - Si, soy sobrecargo, y por lo tanto ,la do. Pero ya que creeis que trabajo en mi pluma, papel y tintero son mis instrumen provecho , quedad con Dios, amigo mio , lios, y sin mis instrumentos nada sé ha salios del apuro como Dios os dé á enten - eer. - Pluma, papel y tintero , repitió. Fer der: Y Danglars hizo unmovimiento aparen- nando á voces . - Aqui está todo, dijo el mozo, presen - Noos vayais, dijo Fernando; quedaostándole lo pedido. Poco me importa al fin y al cabo que os - ¡Cuando uno reflecsiona , dijo Cade tando querersemarchar. intereseis ó no en la pérdida de Dantes; lorousse dejando caer su mano, sobre el pa mismo me dá . Por mi parte le abomino. pel ; que con esto hay lo suficiente para Buscad unmedio , yo lo ejecutaré comono matar a un hombre mas segura é impune sea ' un asesinato , porque me ha dicho mente que si se le, esperára tras de una Mercedes que se mataria simataba á Dán - esquina ó en las encrucijadas deun bosque ' para asesinarle ! Siempre he temido yo mas Caderousse , cuya cabeza descansaba so -lá una pluma , unac botella de tinta, y un bre la mesa , la levantó , y mirando á Fer - pliego de papel que á una espada ó á una" tes . nando y á Danglars con torpes y atontados||pistola... ojos , dijo : 1 . - El beltaco no está tan borracho como ' - Matar-á Dantesb... quien trata de aparenta , dijo Danglars. Dadle de beber, matar á Dantes I no quiero que le mateis, Fernando: no..., es mi amigo.... Se ha ofrecido esta Llená este demexohelvaso á Gaderous manana á partir conmigo su dinero, como se quien , como á buen bebedor; levantó la 21 . ALBUM . mano que tenia puesta encima del papel yſluego á Fernando y que esteleyó ú media cojió con ella el yaso . El catalan estuvo voz . observando hasta tanto que Caderousse « Señor procurador del Rey : un amigo cuasi vencido ya por esta nueva carga ,||« del trono y de la religion osadvierte , que puso , ó mejor, dejó caer el vaso sobre la « el llamado Edmundo Dantes,segundo del . « Furum que llegó esta mañana despues - ¿ Y que mas ?... repuişo el catalan en u de haber tocado en Nápoles y Portofer mesa . . cyanto vió que el resto de lucidez que que- « rajo, se ha encargado de un escrito de daba á Caderousșe ,empezaba a desapare « Murat para el usurpador y éste le ha en cer por consecuencia del último vaso de « tregado una carta para el comité bona vino. « partista de Paris . - ¿ Quemas? os decja pues, por ejem - « Si se le prende se encontrarán las plo , dijo Danglars, que si despues de un « pruebas de su crímen , esto es, la carta , viaje como el que acaba de hacer Dantes , « en su cartera , ó en casa de su padre ó en y durante el cual ha hecho escala en Ná-lasu maleta á bordo del Faraon .) ; poles y en la isla de Elha , alguno le de- ---Enhorabuena , dijo Danglars , de este nunciaba alministerio fiscal como agente modo vuestra venganza no os acarreará bonapartişta. .. molestia alguna porque de ningun modo - Yo le denunciaré , yo, dijo con vive-||pueden las sospechas recaer sobre vos , y za el jóven . el negocio seguirá su rumbo por si solo : Si, pero en este caso,es preciso firmar no es necesario ya , sino doblar la carta vuestra declaracion y se os caręará con el como lo hago , y poner el sobre Al señor acusado. Estoy segurº de proporcionarosllprocurador del Rey ; con esto está todo abundancia de datos para sostener vuestra hecho. . . denuncia , pero Dantes no ha de estar y Danglars escribió el sobre comoquien · siempre preso , un dia ú otro -saldrá libre se chancea . y este dia será fatal para su acusador. - Sí, estará todo hecho, esclamó Cadea , - Oh ! dijo Fernando , una sola cosa rousse que por un postrer esfuerzo de su deseo en el mundo; que Dantesmebusque apagada inteligencia , habia atendido á la el cuerpo .. . Mlectura y cuyo instinto le indicaba los de Está bien : pero ; y Mercedes ? ;Mer Isastres que una tal denuncia podria acar cedes que os odiará si teneis la desgracia rear ; si, todo estará hecho , tan solo que de ocasionar el mas leve rasguño en la será una infamia : y alargó el brazo para epidermis de su querido Edmundo ! . llcoger el escrito . : - - ; Teneis razon ! contestó Fernando. Es que, dijo Danglars , retirandole -- No, no, continuó Danglars, ya deci- hasta ponerlo fuera del alcance de su ma: didos por ese medio , es preferible tomar no, todo lo dicho y hecho ha sido broma, cachazudamente la pluma, como yo lo ha- y sentiria en estremo cualquier percance go; mojarla en la tinta y escribir con la que sobreviniera á Dantes. Vaya , i pobre mano izquierda, para que pose conozca la Dantes ! con que así , toma.... letra , la siguiente acusacion . Y cogiendo la carta la estrujó entre sus Y Danglars uniendo la accion á sus patimanos , y la tiró á un rincon . _ labras, escribió con lamano izquierda y con Enhorabuena, dijo Gaderousse , Dan carácter distinto, en un todo al que usaba tes es miamigo y po, quiero que leoca comunmente , las siguientes lineas que diólsiopeis daño alguno, : 22 ALBOM . - ¡Pero quien diablos piensa en hacerleſ Caderousse le seguià bamboleándose , daño ! ni Fernando ni yo soñamos tal co - agarrado á su brazo : apenas habrian an 'sa , dijo Danglars levantándose y dirigien - dado como unos veinte pasos, Danglars vol do una mirada al joven que se quedó sen- vió la cabeza y vió á Fernando precipitar tado, con los ojos clavados en el papel de- se sobre el papel y guardarlo en su bolsi nunciador arrojado en el rincon . Tuo ; luego saliendo del cenador , el jóven - Siendo asì, que traigan vino , repuso se dirigió hacia el Pillon . Caderousse quiero beberá la salud de Ed- - Qué hace ese jóven ? dijo Cade mundo y de la bella Mercedes ! rousse . Nos ha engañado , inos ha dicho -- Has bebido mas de lo regular,borra - que se iba al barrio de los Catalanes y se chon ! dijo Danglars , y si continuas, te ve- dirige á la ciudad. ; Ola ! ¡Fernando : te ras obligado a dormir aquí la mona pues equivocas, muchacho ! que tus piernas no podrán sostenerte. - Eres tu el que ves las cosas al revés , --- ; Yo , dijo Caderousse, levantándose dijo Danglars, va todo derecho por el ca con la fatuidad delbeodo, yo no sostenerme mino del viejo Hospital. sɔbre mis piernas ! ¡ Apostaria á que subo -- Es verdad , contestó Caderousse , yo al campanario de Accoules, sin dar un habria jurado que tomaba hacia la dere cha. No hay remedio el vino es muy trai. traspié siquiera ! . - Vaya, sea así, dijo Danglars, admito||dor. la apuesta ,pero será para mañana.Lo quel - Vamos, vamos, dijo para consigo Dan · es ahora es tiempo de volvernos á casa ; glars;'creo que el negocio está bien comen con que dame el brazo y retirémonos. zado y que bastara dejarlo marchar. - Retirémonos , dijo Caderousse , pero CAPITULO V . . no tengo necesidad de tu brazo para ello .Y EL CONVITE DE ESPONSALES. Vienes, Fernando ? ¿ Vás con nosotros á siguiente estos sucesos amane á El dia Marsella ? - No, contestó éste , vuelvo al barrio del ció puro y sereno ; levantóse el sol brillan te y con sus primeros rayos de rojo pur los Catalanes. - Pues haces muy mal: vente á Marse- púreo se colorearon de transparente rubí lasespumosas crestas de las inquietas olas . lla con nosotros ; vaya, vente . - Nada tengo que hacer en Marsella y Hallábase preparada la comida en el pri mer piso de la mismaReserva cuyo empar no quiero ir . - ¿ Cómo has dicho ? ¿ qué no quieres ?|rado conocemos ya , en una sala en que pues bueno hágase tu voluntad , libertad penetraba la luz por cinco ó seis ventanas, para todo el mundo : vamos Danglars ylencimade las cuales se veía escrito el nom dejemos á este caballero que se vuelva álbre de las principales ciudades de Francia : su barrio de los Catalanes ya que así loſuna balaustradade madera , comoen el res - to del edificio , era comun á todas estas quiere. Danglars aprovechó esta espontaneidad ventanas. de Caderousse para conducirle á Marsella;| Aunque la comida no debia tener lugar solo que para dejar libre á Fernando un hasta mediodia , ya desde las once de la camino mas corto y menos complicado, enmañana se viera por entre los balaustres vez de volver por el Malecon de la Rive - pasearse impacientes á algunos fconvida Neuve, tomó la direccion de la puerta de dos. Eran estos los marinos del Faraon San Victor. junto con algunos soldados amigos de Dan 11 ALBUM . tes. Vestian todos sus mejores trajes á finl Danglars y Caderousse cumplieron con de honrar así mejor á los novios. Corria su embajada y despues de haber apretado la voz de que los armadores del Faraon vigorosa y cordialmente la mano á Ed honrarian con su presencia la comida de mundo, fueron á colocarse, Danglars jun esponsales de su segundo ; pero era estato á Fernando, y Caderousse junto al vie una distincion tan estimable , que nadie jo Dantes , objeto de la atencion general. osaba creer en ella . Con todo , Danglars, El viejo vestia un antiguo traje de seda , al llegar con Caderousse ,'confirmó la no- cuyos botones cortados en facetas eran de ticia ; habia hablado aquella mañana con acero y de dimensiones enormes. el señor Morrel , y este le dijo que iria á Sus delgadas pero robustas pantorrillas, comer á la Reserva. estaban cubiertas por magníficas medias En efecto : un instante despues , entró de algodon mostreado , que de lejos olían el señor Morrel en el salon y fué recibido á contrabando inglés. De su sombreró tri con unánimes, aclamaciones de todos los cornio 'pendia un lazo de cinta blanca y 'marinos del Faraon. La presencia del na- azul, apoyábase 'por último en un baston viero acabó de confirmar los rumores que de lodoño en forma de cayado como el circulaban de ser nombrado Dantes capi-\pedum de los antiguos. Comparárasele a un tan , y como éste era muy querido á bor- petrimetre de los que en 1796 frecuenta do, loshombres de la tripulacion manifesta - ban los recien habilitados jardines del Lu ban su gratitud al armador por un nom - xemburgo y de las Tullerías. bramiento que, por una feliz casualidad, es- A su lado , como dijimos ya, se colocó taba en armonía con los deseos de sus su - Caderousse á quien la esperanza de una bordinados . cmidi opipara habia acabado dereconciliar Apenas entrara el señor Morrel , cuan - con los Dantes; Caderousse á quien que do por unanimidad se comisionó á Dan - daba una reminiscencia de lo sucedido en glars y Caderousse para ir a noticiar al la víspera cual queda en la imaginacion , novio la llegada del importante personaje al levantarse uno por la mañana , el vago cuya presencia tan viva y agradable im - recuerdo de lo soñado durante la noche . presion habia producido , y de invitarle á Danglars, acercándose á Fernando, lanzó que no retardase la ida. Danglars y Ca- sobre el amante desauciado una investiga deròusse partieron sin pérdida de mo- dora mirada ; Fernando,fmarchandodetrás mento , mas apenas habrian andado unos de los futuros espososolvidadodel todo por cien pasos, cuando junto al almacen de Mercedes, que en ese juvenil y encantador pólvora avistaron alpequeño grupo que se egoismo del amor no tenia ojos mas que para su Edmundo , estaba pálido , enroje Componíase éste decuatro jóvenes ami- ciendo tan solo su rostro las súbitas llama gas de Mercedes , catalanas como ella que radas que desapareciendo instantaneamen acercaba . acompañaban á la novia á quien Edmun - te dejaban en su faz una palidez siempre do daba el brazo ; junto á ella iba Danteses creciente . el padre , y detrás venia Fernando con su sonrisa de mal agüero.NiMercedesni Ed-1. De vez en cuando dirigia su vista hácia mundo se apercibieron de esa sonrisa: eran Marsella y entonces un temblor involun tan felices que a nadie veían sino el uno al tario y nervioso convelia todos sus miem otro y al puro cielo que parecia bendecir bros. Fernando , al parecer , esperaba ó su union . presentia un acontecimiento ruidoso , . . ALBUM . Dantes iba vestido con sencillez ; como Mida tez de su rostro varonil pudo obser pertenecia á Ja marina mercante , llevabavarse cual le abandonaba la sangre para un traje comokérminomedio entre el uni- refluir á „su corazon. Entretanto Dantes formemilitar y el vestido de los paisanos, ejecutaba idéntica maniobra; colocó a su realzado por la gallardía de su fallei que derecha al señor Margel, y á su izquier hacia resaltar mas y mas la shelleza y aire da á Danglars, indicando a los demas que placentero de su novia , Mercedes estaba se sentaran donde mejor les pareciera. hermosa cual una de esas ninfasde Chipre Giraban en derredor de la mesa.Jos sal ó de Ceos, las de ojosde azahache,y,labios chichones de Arles , curados al humc; las de coral. Pisaba con eşa soltyra , firmeza langostas de deslumbrante coraza , los y deşembarazo propio de las arlerianas y testáceos de rosada concha , el erizo pa andaluzas.Una joven de la ciudad hubiese recido á las castañas envueltas en su „es procurado disimular su alegría con un ve pinosa cubierta , las truchas que losinteli lo ó cuando menos con las pestañas de sus gentes del Mediodia pretenden ser supe párpados; pero Mercedes sonreía , miraba cigres á las ostras del Norte; en fin todos complaciente a todos los que la rodeaban, los delicados accesorios que abandona el y su soprisa y su mirada decian tanto co- mar en su arenosa ribera y que lospesca mo pudieran espręsąr estas palabras : « şi dores que las copocen designan con el ge sois mis amigos, regacijaos conmigo, por-jinérico,nombre de frutas del mai. que á la verdad soy mụy dichosa , i Bello silencio ! dijo el viejo pala Luego que los de la Reserva divisaron||deando un vaso de vino blanquizco y trans. á los novios y comițiya, Nr. Morrel bajo parente como el topacio , que el tio.Pam poniéndose á la cabeza de los marineros y filo en persona acababa de presentar á soldados que habian quedado con él , y á Mercedes, equien diria que se hallap aqui quienes renovára la promesa ya hecha áreunidas treinta personas que solo desean Dantes , de nombrar á este en reemplazolbromear y divertirse ? del capitan Loçlér: Al verle acercarse , - Es,que no siempre está un marido Edmundo dejó el brazo de su povja y lo para bromas, fepuso Caderouşse . cedió al señor Morrel. El armador y la El hecho es , dijo Dantes , que soy jóven rompieron la marcha subiendo las muy feliz en este momento para estar primeros por la escalera de madera que chançero: şi es asi como.vos,lo entendeis , .conducia al salon en que estaba preparada vecino, teneis razon. La alegria produce Ja mesa,:x que rechino por espacio de cin - alguna vez estraños efectos: oprime el.ço co minutos bajo la pesada planta de los razon lo mismo que el dolor. convidados. Danglars observó á Fernando cuyo na Padre mio : dijo Mercedes , coloc'n - tural impresionable se descubria á cada dose al centro de la mesa; vos á midere- emocion. cha , os lo suplico , pues á mi izquierda TüEn qué consiste eso ? dijo en segui deseo que se coloque aquel que ha hecho da, ¿ temeriais tal vez algun contratiem para mi las veces de hermano;,añadió con po ? Me parece que es muy al contrario ; una amabilidad que penetró hasta lo mas todo vá segun vuestros deseos recóndito,del corazon de Feçoando cual --Justamente es eso lo que me hace si fuése. la aguda,punta de un puñal. Los temer, dijo Dantes;parécemeque elhom . lábios de éste, palidecieron , y bajo la brp - |bre no hanacido para alcanzar su felicidad ALBUM á poca costa . La dicha es como esos pala -||fuego abrasó sus párpados, apoyóse sobre cios de las islas encantadas euyas puertas lamesa para no caer desmayado , y'á pe guardan disformes dragones ; es precisosar de susviolentos esfuerzosno pudo con combatir para conquistarlés ,'y' yo á la tener un ahogado suspiro , que se perdió verdad no sé que obstáculo haya tenido entre las carcajadas y parabienes de los que vencer para alcanzar la mano de Mer concurrentes. cedes. ? . .' ! ! . - Qué tal! ¿qué os parece , dijo el viejo - Su mano ! ¡su mano ! dijo Caderous- Dantes, ha sabido manejarse , ha aprove se chanceándose , todavia no, micapitan ; chado bien el tiempo” ¡Llegado ayer ma prueba de hacer el papel de marido y ve- ñana ; casado hoy á las tres de la tarde ! rás como te reciben . " "" Mercedes se ruborizó. "; nadie como los marinos se dirije tan en de Fernando estaba inquieto en su šilla ; rechúra y con menos rodeós á su objeto . • Pero y las demas formalidades? ob temblaba al menor ruido y á cada mo- jetó timidamente Danglars , ¿ el contrato , mento enjugaba las gotas de sudor- quellas escrituras ? surcában 'su frente , cuallas primeras goEl contrato , dijo Dantes riendo, el tas de una lluvia de tempestad . i , contrato está ya hecho ; Mercedes no tie . - No creia yo, vecino Caderousse, dijo ne nada ni yo tampoco , nos casamos se Dantes, que valiera la pena contrariar mi gun el principio de comunidad y nadamas; proposicion . Verdad es que Mercedes no esto ha costado poco de escribir y por lo les aun mi esposa , (sacó su reloj ) pero lo mismo es muy barato . será dentro hora y media." . ! . Esta chanza provocó una nueva esplo Arrojaron todos una esclamacion desion de alegres bravos y aclamaciones . sorpresa , á escepcion del viejo -Dantes , . - Con qué lo que teniamos por comi que con una carcajada de satisfacción dejó da de esponsales, dijo Danglars, es en rea ver su dentadura hermosa aun á pesar de||lidad la comida de boda ? . los años. Mercedes se sonrió ,"sin rubori-| - No,dijo Dantes, no perdereis por ello zarse . Fernando, cojió convulsivamente el nada , quedad tranquilos. Mañana por la mango de su cuchillo . ' . * mañana marcho a Paris, cinco dias de ida - Dentro de una hora , dijo Danglars .lly cinco de vuelta , mas un dia indispensa palideciendo tambien como es eso ? ' ble para evacuar mi comision , y el 12 de si, amigos mios , contestó Dantes, marzo estoy de vuelta ; para el 12 de mar gracias al crédito del señor Morrel, per - 20 la verdadera comida de boda. sona a quien despues de mi padre debol La perspectiva de un nuevo festin au mayores consideraciones en este mundo , mentó el buen humor general hasta tal : se han allanado todas las dificultades. Fle - punto que Dantes el padre, que al princi mos alcanzado las licencias necesarias yepio se quejaba de sobrado silencio , se es maire de Marsella ,nos espera en la casa forzaba en vano para que fuera oido su consistorial á las dos y media en punto : brindis á la prosperidad de los esposos: Así es que como el reloj señala la una y cuarto , creo 'no'aventurar gran cosa cuan do digo que dentro una hora y treinta minutos, Mercedes se llamará Mme. Dantes. Dantes adivinó el pensamiento de su pa : dre y contestó con una sonrisa muy esprea siva de cariño . Mercedes dió una: ojeada a ! péndulo del salon é hizo disimulada · Fernando cerró los ojos ; una nube de mente un signo á Edmundo. Reinalen en 26 ALBUM . tre aquellos.convidados la bulliciosa ale- continuó Danglars , cuanto la joven es en gría y la individual franqueza que es ca - efecto muy hermosa . ¡Cáspita , con el afor . racterística entre las gentes de baja esfe- tunado picarillo del futuro capitan ! Con ra, al llegar en una comida á los postres. solo doce horas de poder llamarmeDantes Los que no estaban muy satisfechos del me daba yo por muy contento . lugar que en la mesa les cupiera , se ha - - ¿ Nos marchamos? preguntó Merce bian levantado y buscado vecinos mas de des con su voz encantadora . Están dando su gusto. Todos empezaban ya á hablar á las dos y nos esperan á las dos y cuarto . un tiempo y nadie se tomaba la molestia - Sí, simarchemos, dijo Dantes levan de contestar al interlocutor y si solo á sus tándose con viveza. propios pensamientos. La palidez de Fer- - Vamos, vamos dijeron á una todos nando parecia haberse trasladado a lasme- los convidados . jillas de Danglars: en cuanto á Fernando, Estaba Fernandoapoyado en el alfeizar parecia no hallarse en este mundo, seme- de una ventana : Danglars que no le per jándose á un condenado que se rebullese en dia de vista , viole levantarse comomaqui un lago de fuego . Habia sido de los pri- nalmente, abrir desmesuradamente sus hos meros en levantarse y paseándose á lo lar- cos ojos y volverse á inclinar sobre elpun go de la sala procuraba alejar de sus oidos to en que se apoyára . En elmomento mis la gritería de las canciones y el ruido de mo oyóse un sordo rumor en la escalera los vasos al chocar. Caderousse se le acer- que retemblaba como oprimida por el peso .có en el momento en que Danglars , de de las pisadas, y el ecode varias voces uni quien al parecer huía , se le habia reunido do al choque de las armas , vino á domi en un ángulo del salon. nar la algazara de los convidados, escitan - En verdad, dijo Caderousse de quien do su curiosidad pintada en el silencio ge el buen talante de Dantes , y sobre todo el neral . vino del tio Pamfilo , habian alejado los El ruido se fué acercando, sonaron tres restos de encono que la inesperada suerte golpes en la mampara : y cambiaron los de Dantes engendrára en su pecho ; en concurrentes recíprocas miradas de admi yerdad que Dantes es un bellísimo jóven , racion y sobresalto . y cuando le veo sentado al lado de su no- - ¡En nombre de la ley i gritó una voz via , no puedo menos de enternecerme al clara y penetrante : nadie contestó . pensar en la cruel burla que tratasteis ayer Abrióse Juego la puerta y un comisario de hacerle . ceñido con su faja , entró en el salon se - Ya has visto pues,dijo Danglars, que guido de cuatro soldados y un cabo. A la la cosa no ha tenido resultado. Este pobre inquietud , sucedió el terror Fernando estaba tan trastornado que en - ¿ Qué se ofrece ? preguntó el armador los primeros momentos me dió compa- dirigiéndose al comisario á quien conocia ; sion, pero desde el instante que ha to - sin duda, caballero , hay aquí alguna mala mado la resolucion de ser el joven quemas inteligencia . se distinga en las bodas de su rival, nego - | - - Sihaymala intelijencia señor deMor rel, repuso el comisario ; contad con la mas cio concluido. Caderousse miró á Fernando ; éste es- pronta reparacion . Soy portador de una órden de arresto ; y aunque me es muy taba lívido . - El sacrificio es tanto mas sublíme, doloroso tengo que cumplir con mideber. ALBUM . 27 zreal de Vds., señores,se llamaEdmundo |tonces en complexo á la imajinacion de Dantes ? Caderousse, en su espantosa realidad. Hu Fijáronse las miradas de todos en eljó - biérase dicho que la realizacion de la ca ven que muy conmovido pero sin perdertástrofe acababa de rasgar el velo que la su dignidad se adelantó un paso á los de- embriaguez'del dia anterior interpusiera mas y dijo . entre su voluntad y su memoria . - Soy yo , ¿ que se os ofrece , caba- - ; Oh ! ; oh ! dijo con ronca voz , ¿se llero ? Irian estas las consecuencias delchasco que - Edmundo Dantes, contestó el comi- combinabais ayer , Danglars ? En tal caso , sario , en nombre de la ley, quedais arres-limaldito quien lo ha puesto en ejecucion , tado . porque es negocio demasiado triste ! - Vos me arrestais ! dijo Edmundo - No por cierto ! esclamó Danglars , palideciendo lijeramente ; pero ¿ por qué||tu sabes en contra de la pregunta, que yo motivo ? rasgué el papel. - Lo ignoro , caballero , pero la decla - -- Es falso ; no lo rasgaste , replicó Ca racion indagatoria os lo dará seguramente derousse ; lo que hiciste fué magullarle y á conocer. Jarrojarlo á un rincon : eso es lo cierto . El señor Morrelconoció desdeluego quel - Cállate , tu nada pudiste ver porque no habia remedio contra la inflecsibilidad estabas borracho . de las circunstancias: un comisario ceñidoll - ¿ Donde está Fernando ? preguntó con su faja no es un hombre, es la estátua Caderousse. de la ley, fria , sorda y muda. El viejo por _ ¿ Lo sé yo por ventura ? en sus que el contrario , se precipitó hácia el comisa- Thaceres probablemente. Pero ¿no valdria rio : hay cosas que el corazon de un padre mas que en lugar de estar charlando pro ó de una madre no sabe comprender . Ro - curáramos prestar algunos socorros á esos gó, suplicó ; sus lágrimas y sollozos nada|pobres aflijidos? pudieron alcanzar: fué, empero, tan grande En efecto , mientras este diálogo, Dan su desesperacion que el comisario se con - tes, siempre con la sonrisa en la boca se movió . habia ido despidiendode susamigos y dan - Caballero , le dijo ; tranquilizaos , taldo un beso en la frente de su Mercedes, se vez vuestro hijo habrá olvidado alguna dió á prision , diciendo . formalidad para con la aduana ó sanidad. l - Tranquilizaos ; es una equivocacion y es muy probable que en cuanto haya in - que se aclarará luego y es regular que ni dicado lo que se trata saber de él será llaun ^ llegue á la cárcel. | - -Oh ! es muy probable ; estoy casi puesto en libertad . . . cierto de ello : dijo Danglars , que en este - ¿ Que significa esto ? preguntó Cade- Im se acercaba rousse , frunciendo elentrecejo , á Danglars momento principal.como hemos dicho va , al grupo que demostraba estar sorprendido . T Bajó Dantes la escalera precedido del : - ¿ Que sé yo ? hago lo que tu ; veo lo comisario de policia y rodeado de solda que pasa , no comprendonada, ymepierdo dos. Un carruaje , cuya portezuela estaba entreabierta esperaba a la puerta ; subieron en conjeturas. Caderousse buscó con la vista á Fernan - Já él el preso , dos soldados y el comisario , ly cerrada la portezuela echó el coche á do: habia éste desaparecido . · La escena de la víspera se presentó en landar con direccion á Marsella . 28 ALBUM . - Adios, Dantesco! ,cuadios Ya se ve que și, cuando lo que uno ust Wdice odEdmundoIL asi ttodo os . como n cuasi o elel mcuerpo esclamó Mercedes con al azar tiene resultados funes: fuera de la ventana. · El preso qyó esta última despedida sali || Durante estè , coloquio , los diferentes da deldesgarrado corazon desu povia como grupos comentaban á $u modo y dediver un gemido de dolor, sạcó, pues,la cabeza sa manera la prision de Dantes. por la ventanilla y esclamó. Y vos Dạnglars, dijo uno , iqué opi. - Hasta la vista, Mercedes . nais sobre este suceso ? Y desapareció en uno de los ángulos del : - Yo , contestó , creo que habrá traidd fuerte de San Nicolás . ||algunos fardos decontrabando. . - Esperadme todos aqui, dijo.el, arma- - Pero á ser asi , deberiais saberlo yos; dor, voy á tomar,el primer carruage que Danglars , yos que sois el sobrecargo del encuentre, corro á Marsella y , yuelvo álbuque. - Es verdad: pero el sobrecargo notieä traeros noticias. Marchad , gritaron todos á una,mar- ne conocimiento sino delos fardos que van chad y volved pronto ,muy pronto.. . ! declarados en el manifiesto. Sé que car Despues de su partida hubo,un momen Igamos de algodon , y no hay mas ; que to to de terrible, estupor entre los que habian mamos,el cargo, en Alejandria en la casa quedado alli. El anciano Dantes y Mer - de Mr. Pastret , y ,en Smirna, en la casa cedes quedaron por algun tiempo ensi- Ide Mr. Pascal; ino hay mas sobre que mismados cada uno en su propio. dglor: preguntarme. . Mas luego se encontraron susmiradas , se i Qh ! ahora recuerdo , dijo el.infeliz reconocieron víctimas de un mismo, golpe padre procurando renovar antiguas ideas, y se arrojaron en los brazos uno de otro haberme dicho ayer que me traia un ca Durante este intermedio entró de nuevojon de café y otro de tabaco . Fernando, llenó un vaso de agua que bePues siendo ași, fuera dudas , dijo bió de un tirón y ge sentó en una silla. Danglars , eso ha de ser: durante nuestra Quiso la casualidad que esa ,şilla estuviera ausencia los aduaneros habrán reconocido inmediata á la en que cayó Mercedes cuan- ſel Faraon y descubierto elpastel. do se desprendió de los brazos del anciano: Mercedes no daba importancia ninguna Fernando , por un movimiento iņstintivo , lá estas suposiciones: habiendo reprimido hasta entonces su dolor, prorrumpió reper apartıi su silla . : - Es él, dijo , Çaderouşse ,á. Danglars , tinamente en sollozos. que no perdia de vista al catalan . - Yamos! ; vamos! i no hay que de No lo creo , contestó éste , es demia sesperar ! dijo el viejo Dantes sin saber casi siado necio , De todos modos, caiga el gol- lo que se decia . pe sobre la cabeza de su autor. - Esperanza,! repuso Danglars. - Pero tu no hạces mencion del que le -- ; Esperanza ! procuró articular Fer dió el consejo de ese paso, dijo Cade- nando ; pero esta palabra lę ahogaba, aji rousse . eltáronse şus lábios y no pudieron pronun - Estariamos frescos, contestó Dan-]ciar ningun sonido. glars , si hubiésemos de ser responsables - i Şeñores ! esclamó uno delos convi detodo lo que por azaré ipdeliberadamen- dados que estaba de observacion en la vená tehablamɔ &..... . . . ] tana, señores, un coche... ¡Ahl ; es el se ALBUM . 29 ñor Morrel! ¡ánimo,ánimo! sindudanošji - ; Esperėmos pues! dijo entré dień lites. trae buenas noticias. Mercedes y el anciano corrieron al en - Si, esperemos , dijo Danglars; si está cuentro del armador con quien toparon en inocente será puesto en libertad;'si culpa la puerta: el señor Mörtél estaba muypá- ble es por demas comprometerše por un lido y trastornado . . . - i Que hay ! i que hay ! gritaron todos á una . conspirador. - Pues vámonos; no puedo quedáraqui por'maš tiempo." Amigos''mios'; contestó el armador : Si, vente ; dijo Danglars muy satis moviendo la cabeza , la cosa es mas grave fecho de encontrar quien le acompañase en de lo que creiamoś... su retirada; vente y dejemoslos que se ar “ ; Oh señor ! esclamó Mercedes, está reglen como puedan . inocente . | Partieron en efecto . Fernando , siendo -- Lo creo muy bien , contestó el señor otra vez el único apoyo de la joven , tomó Morrel, pero se le acusa . á Mercedes de la mano y la condują al - ¿ De qué ? preguntó el viejo Dan - barrio de los Catalanes. Los amigos de tes. Dantes condujeron a su casa en la calle'de Dê aiente bonapartista . Meillan , al anciano cuasidesmayado.Muy Los lectores que hayan presenciado' la luego se difundió por toda la ciudad la época en que pasa esta historia , recorda- nueva de que Dantes había sido preso por rán cuan terrible eră la acusacion que ajente bonapartista . acababa delmentar el señor Mörrel. Mer- -- ¿Hubierais imajinado jamás lo que cedes dió un grito , el anciano se dejó caer pasa, mi querido Danglars? dijo el señor · Morrel juntándose con su sobrecargo y sobre una silla . - ; Ah ! murmuró Caderousse , me has Caderonsse , porque tambien volvía muy engañado , banglars, la chanza se ha con - de prisa á la ciudad á fin de saber nuevas vertido en hecho. Mas yo no quiero per - ciertas de Edmundo, por medio del subs mítir mueran de dolor ese “pobre viejo y tituto del procurador del rey , Mr. de Vi lesá jóven : voy a decírselo todo. Hefort con quien tenja algun conocimiento , --; Cállate ; desdichado ! esclamó Dan 1,2 lo hubierais imajinado jamás? glars, agarrando á Caderousse por la ma- 1 =-; Què diantre, señor ! contestó Dán no, ó no respondo de tí.'¿ Quien te ha di- glars, ya os dije que Dantes , sin ninguna cho que l'antès no es culpable ? Lá em - necesidad habia tocado en la isla de Elba, barcacion ha tocado en la isla de Elba; él y esta arribada , ya lo sabeis, me pareció ciertos del procien tenia do jam saltó á tierra, y pasó un dia entero en Por- sospechosa : toferrajo . Si encuentran en su poder alguni . - ¿Habriais comunicado acaso vuestras escrito que pueda comprometerle , los que sospechas a alguien ? " le apoyen serán tenidos por cómplices: -- Guardaríamemuy bien de ello , sex Tin · Caderousse , con el rápido instinto del nor', añadió Danglars bajando de tono; va egoismo, comprendió la fuerza de esta bb - sabeis que á causa de vuestro tio, Mr. Po servacion. Miró á Danglars con ojos atona Jicarpo Morrel, que ha servido con eldes tados por el miedo, por el dolor; y por terrado, y que no oculta su modo de pen cada paso que diera hacia adelante dió dos sar, se os tiene tambien en opinión de bo hacia atrás." item napartista , y hubiese temido el que hacien ALBUM . do á Edmundo un daño no hubiese caido - Gracias Danglars, dijo el armador ; de rechazo sobre vos. Hay algunas cosas es un escelente medio que concilia todos de que está uno obligado a dar parte á su los estremos. Tomad el mando delbuque, arınador y que debe ocultarmuy cuidado- os autorizo para ello ; vigilad la descarga; samente a los demas. por acontecimientos que sobrevengan a los - Bien, Danglars, bien, dijo elarmador, individuos que tripulan el buque no deben sois un joven escelente ; tambien mehabiajamas sufrir menoscabo los negocios. ocupado de vuestra suerte cuando pensé - Quedad tranquilo señor .... ¿No po nombrar al pobre Dantes capitan del Fa- dremos siquiera ver al pobre Edmundo ? raon . - Muy luego podré contestar á esa pre -- ¿ Como, señor ? Igunta , Danglars. Probaré de hablar con -- Si, si; ya le habia preguntado á Dan Mr. de Villefort é intercederé con él en tes en que opinion os tenia y si tendria favor del preso. Ya sé que es un realista alguna repugnancia en que quedárais en acérrimo; pero ¡qué diablo ! aunque rea vuestro destino, pues yo no sé porquemellista y procurador del rey , es hombre , y habia parecido haber notado entre los dos no le creo duro de corazon . cierta frialdad . I - No , dijo Danglars; pero tengo'en - ¿ Y que os contestó ? ||tendido que es algo ambicioso y esto es un Que efectivamente habiais tenido al-||equivalente . . . guna cuestion en cierta circunstancia que - En fin , dijo el señor de Morrel arro no refirió , pero que la persona en quien el jándo un suspiro , veremos; id á bordo , armador depositára su confianza siempre luego iré yo ; y se despidió delos dos ami lgos para dirijirse al tribunal . . — ¿ Lo ves? dijo Danglars á Caderousse , - Hipócrita ! murmuró Danglars. - , Pobre jóven ! dijo Caderousse ; elloſives el giro que toma este negocio ? ¿ per obtendria la suya . es que era un escelente muchacho . severas aun en la idea de defender á Dan - Si, pero entretanto , dijo Morrel, el glars ? Faraon se ha quedado sin capitan . - No por cierto , pero no deja de ser : : Oh ! dijo Danglars ; podemos aun terrible que una chanza tenga semejantes esperar, puesto que no volveremos á ha - consecuencias . cernos á la vela hasta de aqui á tres me- - Qué diantre! ¿quién lo ha hecho ? ses , y para entonces Dantes habrá sido no creo seamos tu ni yo ; esFernando. Tu puesto en libertad. . sabesmuy bien que en cuanto á mi, tiré - No hay duda; pero y en este inter -llel papelen un rincon , y hasta crei haberlo medio . rasgado. i . LY bien ; entre tanto i no estoy yoll - No , no , joh ! en cuanto á eso , es aqui? Señor Morrel, dijo Danglars, ya saa. toy seguro : yo le ví en el rincon del em beis que conozco la maniobra de un buque Yes parrado, magullado, estrujado, y daría tan bien como el mejor capitan despues no sé qué porque estuviese aun allimismo de largos años de práctica. Aun el servi donde le ví! ros de miinterinamente os será ventajoso , puesto que asi cuando Edmundo salga enl - ¿ Qué quieres? Fernando lo recojería , libertad no tendreis que agradecer nada á Fernando lo habrá copiado ó hecho co nadie : el se hará cargo de su destino , yo piar , o tal vez no se habrá tomado tanta del mio , y estaremos corrientes . molestia ; qy quién sabe, Dios mio ! siha-. ALBUM . 31 brá enviado mimismo escrito . Felizmen -||bidas al génio de Pujet , se celebraba en elmismo dia a la misma hora otro con ite , habia bastardeado mi letra . - ¿Perosabias tu acaso que Dantescons- vite de esponsalés; con la sola diferencia , que en vez de pertenecer los actores de ? no sabia nada. Como, te dije creí esta piraba escena al bajo pueblo , comomarine . - ; Yo! hacerle una jugarreta y no otra cosa . Pa ros y soldados, pertenecian á lo mas en . rece que como Arlequin , dijo la verdad cofetado de la sociedad deMarsella . Com poníase de antiguos majistrados, que di bromeando. - El resultado es el mismo, repuso Ca- mitieran sus cargos en tiempo del usurpa derousse , daría la mitad de mi fortunador , de antiguos oficiales que habian porque este caso no hubiese acontecido , desertado del ejército francés para servir ó á lo menos por no vermemezclado en lá las órdenes de Condé, de jóvenes edu él ; ya verás como no dejará de acarrear - cados al lado de sus familias inseguras todavia acerca su suerte, apesar de los nos algun disgusto , Danglars. .. -- Si alguno ha de tenerlo , será el ver- cuatro ó cinco reemplazos que hábian sa dadero culpable , y éste es Fernando , y tisfecho en odio á ese hombre a quien cin no nosotros . ¿ Qué quieres que nos suce - co años de destierro habian de hacer un da ? Lo que nos conviene es estarnos muy martir y quince de restauracion un Dios ! quietos sin hablar palabra de todo ello ; Estában en la mesa , y la conversacion y pasará la tempestad sin que caiga el se viera ardientemente animada por todas las pasiones de la época ; pasiones tanto rayo . --; Amen ! dijo Caderousse , despidién - mas terribles , vivas y encarnizadas en el dose de Danglars y dirijiéndose hacia los||Mediodia cuando desde quinientosaños los barrios deMeillan , con la cabeza baja y lódios relijiosos prestaban su ayuda y su hablando á solas como suelen hacerlo los encono á los ódios políticos. El emperador , rey tan solo de la isla que van dominados de alguna idea. ; Bueno , dijo Danglars , las cosas to - de Elba , despues de haber sido soberano man el jiro que yo habia previsto ; héte de una gran parte del mundo ; reinado me aqui capitan interino , y si ese tonto sobre una poblacion de veinte y cinco mil de Caderousse puede callarse , capitan efec- almas ; despues de haber oido el grito de tivo. Solo hay la eventualidad de que la viva Napoluon ! por ciento viente millo justicia suelte á Dantes... . ¡ Oh ! añadió||nes de súbditos y en diez idiomas distin sonriendo , pero , la justicia es justicia , y tos; era considerado alli, comoá un hom Jbre muerto ya para la Francia y para el yo á ella me remito . · En esto saitó á una lancha dando ór trono : los magistrados ponderaban sus den al barquero para dirijirse al Faraon , deslices políticos; los militares hablaban donde, como hemos dicho, habia de com - de Moscow y de Leipsik ; las mugeres de ||su divorcio con Josefina. Parecíales á aque parecer el armador. VI. la gente henchida de gozo y triunfante , EL SUBSTITUTO DEL PROCURADOR DEL no por la caida del hombre , sino por la REY . ruina de los principios,que la vida empeza * En la calle del Grand -Cours, frente laba para ellos y que despertaban de un fuente de Medusa , en una de esas casas sueño angustioso . antiguas de aristocrática arquitectura, de- Un anciano condecorado con la cruz de . 32 ALBUM . . San Luis, levantándose , brindó á suscon- - Y yo estoy pronto á contestar a la seż vidados por la salud del rey Laris XVIII :||ñora , si se digna repetir la pregunta, que era el marqués de - aint-Méram . A esta no comprendiu . invitación que recordaba a la vez al des- - Quedais perdonada , Renée ;'dijoi là terrado de Hartwell y al rey pacificador marquesa con una sonrisa de ternura que de la Francia , la aclamacion fué unánime, pareciera incompatible con lo desabrido de levantáronse en alto los vasos al estilo in - su Risonomía , pero estal el corazon de la mu glés , las señoras deshicieron sus ramille Ilgėr göraque por árido que parezca a consecueni tes y cubrieron de flores los manteles ; ell cia del secantè soplo de las preocupaciones entusiasmo rayaha en poético. y de las exigencias de la etiqueta conserva - Forzoso les fuera confesar, dijo la mar*] siempre un rinconcito fértil y lozano , y quesa de Saint-Meran; muger de altiva este es el que Dios ha consagrado al santo mirada, delgados labios, talante aristocrá-||amor maternal. .. Quédais perdonados... . tico , pero elegante todavía á pesar de sus puès, Villefort, que losbonapar cincuenta años, forzoso lès fuera confesarlOsdecia tistas no tenian :ni nuestra conviccion ; ni á todos esos revolucionarios que nos espul-||nuestro entusiasmo; ni nuestra " abnega saron y a quienes dejamos,á nuestra vez conspirar muy tranquilamente en nuestros - Algo tienen sin embargo , señora que antiguos castillos que compraron aron por por un un equivale:á todo eso , y es el fanatismo. Napo mendrugo de pan en la época del terror ,, leon és el Mahoma de Occidente : 'es para del terror que el verdadero entusiasmo nos pertene - todos esos hombres vulgares , pero de alta 'ce porque nosotros nos adherimos a la mo ambicion , po solo un législador y dueño narquía vacilante , interin ellos, por el con - sino tambien un tipo; el tipo de la igualdad . trario, adulaban al sol naciente y é ímpra esclamó la marquey De la igualdad el tipo! de la igualdad per -Isa. :-- ;Napoleon visaban su fortuna mientras nosotrosmpradiamos ļa ,nuestra ;;habrian de convenir enlien qué lugar.pondréisá Robespierre ?Me que nuestro rey era verdaderamente para parece que le arrebatais su punto para nosotros Luis el muy amado ,mientras que dárselo al corso , y esto es en mi concepto el usurpador para ellos no ha sido mas que una verdadera ušurpacion . . Napoleon elmaldito : įno es así Mihelort? Villefort? --- -No No señora , dijo Villefort , dejo cada - ¿ Qué decís señora marquesa ?... res- estátua en su pedestal : Roberpierre , en la pondió el jóven a quien lè dirigierà la pa- plaza de Luis XV , en su cadalso ; Napai labra . Dispensadme, no estaba en la .con -lieon en la plaza de Vendome sobre su co versacion . , luna : la diferencia está en que el uno ha - Vaya, dejad á los chicos, marquesa., formado la igualdad que rebaja y el otro repuso: el viejo , que promoviera , la cues - la igualdad que ensalza : el uno ha condu tion , Ellos van á casarse , y es muy naturlcido los reves al cuchillo nivelador de la ral que sus conversaciones versen sobre.ob-llon guillotina, y el otroEsto ha elevado alpueblo al jetos muy distintos de la política . , . OD- lnivel del trono. no guita añadió , - Os pido mil perdones, mamá, dijo dijo riéndose Villefort , que á entrambos cua una hermosa jóven de blondos cabellos yli rasgados ojos de aébano .Os devuelvo al seIdre la calificacion de infamės revoluciona ñor de Villefort, quien tenia secuestrado rios y que el 9 de termidor y el 4 de abril por un momento . Señor de Villefort, milide 1814 no sean dos diasde gloria para la Franeia y dignos uno y otro de ser solenr madre os dirigía la palabra . , ALBUM . 33 Remente celebrados por los amigos del pero no modificar en nada lo pasado. Lo órden yde la monarquía : y esto basta pa- que si podemos, los hombres , sino abju ra esplicar el porque Napoleon á pesar de rar de los hechos, á lo menos echarles su caida, de que confio no , yolverá á le - un velo. Ahora bien , yo mehe separado vantarse , conserva todavía sus seides. Que no solo de la opinion , și que hasta he quereis , marquesa , Cromwell, que no fué abandonado el nombre de mi padre, Mi ni la mitad de lo que ha sido Napoleon , padre ha sido, ó acaso es aun , bonapar tista y se llama Noirtier ; yo soy realista y '; tenia tambien los suyos! ¿ Sabéis que lo que decis , Villefort , me llamo de Villeført. Dejad morir en el huele a revolucion a la legua ? pero yo os viejó tronco un resto de sabia revolucio lo perdono , porque es imposible ser hijo naria , y ved señora tan solo el tallo que de girondino y no conservar algun resabio se desyia de aquel tronco, sin poder y aun añadiré casi sin voluntad , para despren de terrorista . La frente de Villefort tomó instantanea -||derse del todo. 1 - Bravo , Villefort , bravo ; dijo elmar mente el color de la escarlata . Mi padre era girondino , señoras, di- qués , bien contestado, tambien yohe su Jo, es verdad , pero mi padre no votó la plicado siempre á la marquesa el olvido muerte del rey ; mi padre ha sido pros- de lo pasado sin poderlo jamas conseguir ; cripto por ese mismo gobierno terrorista espero que vos sereis mas afortunado. que os proscribió y poco faltó para que su Enhorabuena, dijo la marquesa , ol cabeza no cayese en la misma guillotina videmos lo pasado , no quiero otra cosa ; en que cayó la de vuestro padre. pero á lo menos , Villefort, sed inflexible Esmuy cierto; contestó la marquesa para el poryenir . No olvideis Villefort , sin que este sangriento recuerdo produ. que hemos salido garantes de vos á S.,M . gese la menor, alteracion en sus facciones; que S.,M .,por,su parte ha querido tam pero con la diferencia de quehubiera sido bien ,olvidar á instancia nuestra ( al decir · en defensa de principios diametralmente esto le tendió la mano) como olvido yo á opuestos, y la prueba está , en que toda vuestras instancias, Acordaos tan solo gue mi familia ha seguido la suerte de los prin - si cae algun conspirador en yuestras ma cipes desterrados , mientras que vuestroos , sois tento mas vigilado cuanto per padre se ha dado prisa en unirse alnyeyoteneceis,á una fainilia que puede estar en gobierno ; y que despues de haber sido relacion con los conspiradores. girondino el ciudadano Noirtier , el conde Señora ; dijo, Villefort, mi destino y Noirtier ha sido pombrado, senador sobre todo el tiempo en que vivimos me maiMamá, mamál esclamó Renée, ya orderan ser severo ; y lo seré. He soste sabeis que se convino en no traer á co - pido ya algunas acusaciones por causas po liticas y bajo este concepto he dado yamis lacion tan fatales recuerdos. Señora, contestó Villefort ; no puedo pruebas . Desgraciadamente no serán las menos de unir mis ruegos á los de la se - últinias. · Norita Saint-Meran , para , suplicaros hu -|| - ¿ Lo creís asi ? dijo la marquesa . mildemente el olvido de lo pasado. ¿A quél. --Mucho lo temo, Napoleon, en la isla viene recriminar sobre cosas ante las cuales de Elba está muy cerca de la Francia : su - es impotente la voluntad del mismo Dios? permanencia a la vista de nuestras costas. Podrá Dios cambiar los futuros sucesos; sostiene las esperanzas de sus partidarios 34 ALBUM Marsella está atestada de oficiales á me- -- Entonces es de su incumbencia re dia paga , que cada dia buscan pretestos pararlo . para armar jarana con los realistas ; dell - Tambien podria deciros, señora, que ahilos desafios entre las clases distingui nosotros no reparamos elmal, sino que lo das, los asesinatos entre el pueblo. - A propósito ; dijo el conde de Ser - vengamos. - ¡ Oh señor de Villefort! dijo unalin vieux , antiguo amigo de Mr. de Saint- da jóven , hija del conde de 'Servieux y Meran y gentil-hombre del conde de Ar- amiga de la señorita de saint-Meran ; ved tois , įsabeis que la santa -alianza trata de si podreis proporcionarnos alguna causa * sacarle de esa isla ? curiosa durante el tiempo que permanez - Si; tratábase de eso á nuestro salida camos en Marsella . Jamas he visto reu de Paris, dijo Mr.de Saint-Meran jy á don- nido el tribunal del crimen y segun dicen de se le wa envias? - A Sta . Helena. les cosa digna de verse . . . - En efecto, llama la atencion , señori - A Sta . Helena ! qué sítio es ese ? ta , dijo el substituto ; puesto que en vez de preguntó la marquesa . una finjida trajedia , es un drama real y - Una isla situada á diez mil leguas de verdadero ; en vez de supuestos dolores, aqui, mas allá del Ecuador; contestó el son dolores que salen del alma. El prota conde . gonista que alli vereis en vez de volver á - ¡ Qué me place ! porque como dice su casa, despues de caido el telon de boca, Villefort, es una imperdonable locura ha- á cenar con su familia y acostarse tranqui ber dejado á ese hombre entre Córcegalo para volver a repetir al dia siguiente la en que nació. Nápoles donde reina aun sumisma funcion es 'conducido á la cárcel en cuñado y á la vista de esa Italia de que la que encuentra al verdugo. Ya veis que queria hacer un reino para su hijo. para las personas nerviosas que apetecen - Desgraciadamente , dijo Villefort, es- conmociones fuertes no hay espectáculo tán existentes Yos tratados de 1811 y no como ese . Confiad en mi, señorita , que puede removerse á Napoleon sin faltar á si se ofrece la ocasion ., os la proporcia naré. esos tratados. ¿ Y qué importa ? serán quebranta - - Nos horroriza con sus palabras..... y dos ; dijo Mr. de Servieux. ¿ Ha gastado él se rie , dije Renée conmovida. : él tantos miramientos cuando se trató de - Que quereis, repuso Villefort , es un fusilar al desgraciado duque de Enghien ?||duelo ... he pedido cinco ó seis veces la pe - Vaya , es cosa hecha , dijo la mar- na de muerte por delitos políticos ú otros... quesa ; la santa alianza librará á la Euro -liquien sabe los puñales que se estarán agu pa deNapoleon y Villefort limpiará á Mar- zando ó están ya asestados contra mi! sella de sus partidarios . ¿ El rey reina 6 - : Oh Dios mio ! dijo Renée cada vez nó ? si re na , su gobierno debe ser fuerte mas asustada; ¿ hablais de veras , setorde y sus agentes inilexibles ; este es el único Villefort ? inedio de prevenir el mal. - -No hay cosa mas cierta, señorita ; re . - Por una fatalidad , señora , dijo son - puso el joven majistrado sonriendo. Y con riendo Villefort; un substituto del procu - ese ruidoso proceso que la seriorita desea . rador del rey, siempre llega cuando elda- para satisfacer su curiosidad , y que yo . tambien deseo para satisfacermiambicion , lo está hecho . - - ALBUM . semejante situación se agravará inas y mas. tes para esosmonstruos ; pero para los in Todos esos soldados deNapoleon acostum - felices acusadospolíticos !... brados á lanzarse á ciegas sobre el enemi- - ; Delitos políticos ! esclamó la mar go, ¿ creis que reflexionan cuando queman "quesa, aun es eso mucho peor, Renée ; · un cartucho ó cuarido cargan á la bayone- porque el rey es el padre de la nacion , y ta ? Pues bien : ¿ creeis que reflexionarian querer destronar ó matar al rey es querer mas para matar a un hombreá quien creen asesinar al padre de 32 inillones de hom su enemigo personal, que paramatar á un bres. ruso, un austriaco , ó á up húngaro á los -- - Oh es igual : señor de Villefort , que jamás han visto ? Y preciso es que asi dijo Renée ; ¿me prometeis ser indulgen sea; de otro modo para nada serviria nues - te para con aquellosque yo os recomiende? tra carrera. Yo mismo, cuando veo chis ) – Tranquilizaos, contestó Villefort con pear de rabia los ojos de un acusado, me su encantadora sonrisa , haremosjuntoslas siento con mạs valor, me exalto ; no es ya competentes indagaciones , un proceso, es un combate ; lucho contra - Querida, dijo la marquesa ; atended á él , me contesta ; redoblo yo mis esfuerzos vuestros pájaros, vuestro faldero y demas y el combate concluye, como todas las ba - chuchcias, y dejad á vuestro futuro espo tallas, por una victoria ó una derrota . Hé so que cumpla con su deber. En el dia las ahi en que consiste la controversia judi- letras han reemplazado a las armas; hay cial: el riesgo produce la elocuencia . Un sobre esto una frase latina que encierra un acusado que se sonriera despues de mi pensamiento muy profundo... acusacion me haria creer quehabia habla - - Ceduntarma royæ , dijo inclinándose do mal, que lo que yo habia dicho era frio , Villefort. sin vigor , insuficiente. ¡ Juzgad pues la - Nome habia atrevido a hablar en la -. sensacion de orgullo que esperimentará un tin ; respondió la marquesa. procurador del rey intimamente conven - - Preferiria a vuestra carrera la de mé cido de la culpabilidad del acusado, cuan - dico , repuso Renée ; el ángel estermina do le ve ponerse descolorido é inclinar su dor ,con ser un ángel, siempre me ha asus culpable cabeza bajo el peso delaspruebas tado. y la eficacia de su elocuencia ! Aquella ca - l — ; Encantadora Renée ! dijo Villefort, enviando á la joven una mirada de amor. Renée dió un suspiro. - Hija mia ; dijo el marqués; el señor - Eso es hablar en regla ; dijo uno de de Villefort será el médico moral y poli beza se inclina ; ella caerá . los convidados. I'tico de esta provincia ; créeme , es muy Ese es el hombre que se necesita en bella su mision . los tiempos que corremos; añadió otro. - Y que siempre será un medio para -- Tambien , dijo un tercero, en vuestra hacer olvidar las que en otro tiempo de última acusacion estuvisteis inimitable,mi sempeñó su padre, repuso la incorregible querido Villefort; y ya sabeis... aquelque- marquesa. asesinó a su padre! pues bien , á ese litera - - Señora , contestó Villefort con triste riamente le habiais ya muerto antes que sonrisa , he tenido ya el honor de deciros, le tocára el verdugo. quemipadre, segun creo, abjuró sus pa - Oh ! para los parricidas,dijo Renée , sados errores ; y que al presente es amigo, - poco me importa, no hay suplicios bastan- sincero de la religion y del órden , y acaso ALBUM " , "mejor realista que yo, por cuanto él lo es quiero yo ; que venga ahora un conspira con arrepentimiento y yo lo soy con pa- or y se le recibirá cual corresponde. sion. . . si 1 Pues yo , mamá, dijo Renée ; ruego Y despues de frase " tan escojida , parallá Dios que no escuche vuestros votos, y juzgar Villefort del efecto de su kacundia , que no se presente á Villefort , sino rate dirigió á los convidados una mirada cuadros, ó quebrados de poca;monta , o timi despues de una frase equivalente , en el lados petardistas ; siendo así dormiré trán foro la hubiera dirigido al auditorio . epaila . . | :---Precisamente , mi querido Villefort; : --Seriarpor ejemplo , dijo chanceándose répuso el conde de Servieux, eso es lo que Villefort; comosi deseaseispara unmédico contesté, hallándome en las Tullerías , al jaquecas, sarampionesó picaduras de avis intendente de palacio que se manifestaba pa , enfermedades que no interesan mas como sorprendido de la singular alianza que la cútis. Si aspirais á que llegue á ser entre el hijo de un girondino y la hija de procurador del rey , debeis por el contra un oficial del ejército de Condé, y porrio ,desear que se meproporcionen enfer cierto que se hizo cargo de mis razones edades terribles ; de esas cuya curacion « Ese sistemade fusion es elde Luis XVIII .) acredita al' facultativo . Entonces el rey que sin pensarlo nosotros En el mismo instante , y como si la ca escuchaba la conversacion , la interrompió sualidad aguardára tan -salo que Villeført diciendo : « Villefort, (reparad que el rey esprésase su 'deseo para verlo realizado , no pronunció el nombre de Noirtier, y que un ayuda de cámara entró y le dijo algu por el contrario apoyó su acento en el defnaš palabras al oido : Villefort se levantó Villefort) « Villefort dijo , hará carrera ; de la mesa pidiendo su vénia á los convi es un joven muy juicioso , y esperimenta - dados, y habiendo salido volvió a los po do. Hé visto con sàtisfaccion que el marcos momentos con la satisfaccion en el qués'ý märquesa de Saint-Meran le acep - semblante y la sonrisa en los labios. . . tan por yerno , y yo les hubiera aconseja - Renée le dirigió una mirada amorosa ; do esa'atanza, sino se inibiesen ellos ade- porque en tal estado con sus ojos azules , lantado á pedirmelicencia para realizarla.» su tezmate y las negras patillas que cir - ; Eso ha dicho el Rey,'conde! escla feuian el rostro , estaba elegante y hermo ' so. Estaba la joven con la atencion fija - Os he trasladado sus propias pala - como pendiente de los bios de su amado bras, y si el marqués quiere ser franco , lesperando que esplicase la causa de sumo mó gozoso' Villefort. no podrá menos de confesar que lo que mentánea desaparicion . os acabo de referir concuerda exactamenPues senior ! dijo Villefort,ambicio te con lo que le dijo el rey cuando fué á nabais hace poco , señorita , tener por es hablarle ,hará cosa de seis meses, sobre eposo á un médico ; tengo yo tambien con proyectado matrimonio entre vos y su los discípnlos de Esculapio (asi se hablaba Matin en 1818 ) la semejanza de que ningun hija . - Verdad es, dijo elmarqués . momento 'me pertenece y que nunca estoy - Oh, ; con qué se ladeberé'todo á tan seguro de que no habrá quien me llame dignopríncipe ! ¿qué imposibles habrá quo ni aun cuando esté à vuestro lado y en el no arrostre yo para servirle ? convite demis-esponsales. - Eso , eso ; dijo lo marquesa ; así osi : Y por qué ese contratiempo , caba 37 ALBUM . İlero ? preguntó la jóven, con ligerainquiet -- Si, señora; dijo Villefort, y como he tud . . . .. , ; dicho ya á la señorita Renée, și se encuen Qué ha de ser ?.un enfermo que se tra la carta en cuestion , el enfermo está encuentra, sime es permitido dar crédito de peligro. á lo que se me ha dicho, en grave crisis ; - ¿ Y donde está ese desgraciado ? pre el caso es muy sério y la enfermedad me guntó Renée. - Esperando en mi casa . huele a patíbulo . i Oh Dios mio ! esclamó Rene'per- - Id pues, amigo mio , dijo elmarqués, no falteis á vuestros deberes por compla diendo el color. - ¿ Es eso cierto ? dijo á una toda la reu - cernos , cuando el servicio de S . M . os lla nion . ma á otra parte . Marchad , pues, á donde - Parece tan solo que acaba de descu - lel servicio del rey os espera. brirse un pequeño complot bonapartista . . .. - ;0h, señor de Villefòrt ! dijo Renée m ; Es posible l esclamó la marquesa . juntando sus manos en ademạn suplican - Hé aqui la denuncia , y Villefort |te , sed indulgente ; es el dia de vuestros leyó . Jesponsales. *. « Señor procurador del Rey : un amigo Villefort fué despidiéndose de los con : : « del trono y de la relijion os advierte que vidados y al llegar junto a la silla de la jó , « el llamado Edmundo Dantes , segundo ven en cuyo respaldo se apoyó dijo : « del Faraon, que llegó esta mañana des Para ahorraros una inquietud haré « pues de haber tocado en Nápoles y Por - cuanto sea posible, miamada Renée; pe « toferrajo , se ha encargado de un escrito ro si los indicios son, seguros, si la acusa « de Murat para el usurpador, y éste le ha cion es cierta , será preciso cortar de raiz « entregado una carta para el comité bo- Jeşa mala hierba bonapartista . « napartista de Paris. . . Renée se espeluznó al solo nombre de « Si se le pren de se encontrarán las prue- cortar , porque esta yerba que se trataba -< bas de su crimen , esto es , la carta , en de cortar tenia una cabeza . su cartera , ó en casa de su padre , ó en -- ; Bah ! ; bah ! dijo la marquesa , no su maleta á bordo del Faraon . Jescucheis á esa niña , Villefort ; ella se irá - --Pero este escrito , dijo Renée, no es acostumbrando. mas que un anónimo ; á mas de que va i Y la marquesa tendig á Villefortsu des dirijido al procurador del rey y no á cạrnada mano que éste besó mirando á Renée á quien decia con los ojos : « Es - Es cierto , pero el procurador del rey vuestra mano la que beso , ó por lo me está ausente ; y en su defecto , la carta va nos la que querria besar en este mo vos . dirijida á su secretario que tiene el encar -l|mento .» go de abrir los pliegos. Ha abierto este, - ; Tristes agüeros ! murmuró Renée. me ha enviado á buscar, y no encontrán - -- En verdad , señorita , dijo la marque dome ha dado orden para prender al acusa , que sois piña por demas. Yo quisiera sado . . ' is me dijeseis que ventajas reportaría el es - ¿ Con que el culpable está ya preso ?|tado con vuestra exajerada sensibilidad y vuestros románticos sentimientos. dijo la marquesa . --Decid mejor el acusado , repuso Re- | - -; Oh madre mia ! II. Gracia , şeziora , née, 10 para la realista tíos. ALBUM . bia , dijo Villefort. Os prometo que desem -fascendia su dote á cincuenta mil escudos , peñaré mi cargo de substituto de procu- que podrian con el tiempo y por medio de rador del rey concienzudamente ; quiero una herencia llegar hasta medio millon. decir , os prometo ser horriblemente se- Todos estos elementosreunidos componian para Villefort una deslumbrante felicidad Pero al propio tiempo que el magistra- hasta tal punto que hubiera encontrado vero . do dirijia estas palabras á lamarquesa, elmanchas en el soldespues de haber con novio lanzaba al descuido una mirada a la templado por largo rato su vida interior novia , y esta mirada parecia decir : « Tran -||con los ojos del entendimiento . quilízate Renée , en obsequio á nuestro Encontró al salir la puerta á un comi sario de policia que le esperaba . La vista amor seré indulgente .) Renée contestó á esta mirada con la mas de aquel hombre con trage de negro le hi dulce sonrisa y salió Villefort llevando un zo caer en sus ilusiones desde el tercer cien ||lo hasta la tierra material que pisaba : com paraiso en el corazon. VII . puso su fisonomía como hemos dicho ya , lly acercándose al oficial de justicia le dijo : Apenas Villeforthubo salido del come- - Aquime teneis; he leido la carta y dor cuando depuso su aire placentero para apruebo el arresto del acusado;dadmeaho revestirse de la gravedad del hombre lla - ra todos los detalles que hayais recojido mado al augusto ministerio de decidir so - tocante á él y á la conspiracion . . * bre la vida ó la muerte de su semejante. - De la conspiracion , señor , nada sa Empero a pesar de la volubilidad suma de bemos aun , contestó el comisario , de to su fisonomia , volubilidad que el substituto dos los papeles que se le han encontrado habia , cual debe hacerlo un hábil actor, encima se ha hecho un paquete cerrado y ensayado y estudiado más de una vez de - sellado que encontrareis en vuestro despa.. EL INTERROGATORIO . lante su espejo , no pudo esta vez sin sucho. En cuanto al detenido , bo habreis ya mo trabajo arrugar su entrecejo y dar un visto en la carta que le denuncia , es un tinte adusto à su semblante , porque sin tałEdmundo Dantes , segundo de la fra tomar en cuenta la línea de política traza - gata el Faraon , destinada al comercio de da por su padre y que podria , si no la |algodon con Alejandria y Smirna, y per abandonaba, aguar sus bellas esperanzas: teneciente a la casa de Morrel é hijo de Gerardo de Villefort era en aquel momen -|Marsella . to tan feliz como puede serlo un hombre. - ¿Antes de servir en la marina mercar Rico ya por herencia , desempeñaba á los te habia servido en la militar ? preguntó veinte y siete años un elevado cargo en la Villefort. magistratura , y casaba con una bella y encantar'ora jóven á la queamaba en estre mo : con una belleza indisputable la seño rita de Saint-Meran , pertenecia á una de ---No señor ; es muy jóven todavía . i Qué edad tiene ? Diez y nueve ó veinte alios á lo mas. En este punto de la conversacion, alllea las familias mas en auge de la época : y gar Villefort á la esquina de la calle de los por último; sobre que con la influencia de Cónsules , acercósele un hombre que al sus padres que no teniendo otro hijo po - parecer le estaba esperando : este hombre drian consagrar todos sus esfuerzos y cui- era el señor Morrel. . dados al engrandecimiento de su yerno , ; Ah , señor de Villefort ! esclamó el IT . ALBUM . buen hombre apenas divisó al substituto ,||do, empero , menos de añadir con elmas soy muy feliz en encontraros : figuraos vivo interés. que acaba de acontecer el mas raro quid - Os suplico , señor de Villefort , que pro quo, elmas inaudito : acaban de pren - seais justo cual os conviene serlo , compa der al segundo de mi buque , Edmundo sivo como lo sois siempre y quə nos dero Dantes . ais lo mas pronto posible á ese pobre - Lo sé, caballero, dijo Villefort, y voy Dantes. á casa para proceder á su interrogatorio . Ese nos devolrais sonó revolucionaria - ¡ Oh señor ! continuó Morrel , llevamente en los oidos del substituto de prc do de su amistad por el jóven , vos no co - curador del rey. noceis al acusado y yo le conozco á fondo. Ya, ya, se dijo por lo bajo , zvolce - Imaginaos el hombre de mejor carácter , n. 8? ; Este Dantes estará afiliado en algu el hombre mas probo y hasta me atreveré na secta carbonaria , cuando su protector á deciros el hombre que sabe mejor su usa inadvertidamente y sin pensarlo , la obligacion de toda la marina mercante . fórmula colectiva ! Se le ha arrestado en ¡ Oh ! señor de Villefort , os lo recomien - un figon, meha dicho á no equivocarme, do sinceramente y con todo mi corazon, el comisario , y con mucha gente que le Villefort , comose habrá echado de ver, acompañaba ; misterio hay aquí: luego pertenecia á la clase noble de la ciudad y lavadió en voz alta : caballero, podeis que Morrel á la de plebeyo ; el primero era dar del todo tranquilo , persuadido de que realista consumadó, el segundo era tenido no en vano habeis invocado mi rectitud si por bonapartista . Villefort miró con des- el arrestado es inocente ; pero si por el den á Morrel y le respondió con frialdad. contrario es culpable , nos encontramos , - Ya sabeis, caballero , que se puede caballero, en una época muy peligrosa , y ser hombre de bien en la vida privada , en que la impunidad seria un ejemplo fa probo en sus relaciones comerciales, sabio tal; me verá en tal caso en la precision de en su carrera sin dejar por eso de ser un cumplir : con mideber y habiendo llega gran criminal en política e vos sabeis eso , do , al decir esto , á la puerta de su casa : situada a espaldas del tribunal, entró en Y elmagistrado recargó su acento en ella , saludando antes con una política gla caballero , no es asi? estas últimas palabras como si quisierajcial, al infeliz armador que quedó como aplicarlasalmismo arinador,mientras con petrificado en el lugar en que se separára mirada escudriñadora trataba de penetrar de él Villefort. lo mas profundo del corazon de aquel La antesala estaba atestada de gendar hombre, bastante atrevido para interceder mes y agentes de policía . En medio de por otro cuando debia saber que el mismo ellos, con guardas de vista , fijas en él to das las miradas respirando ódio se hallaba liecesitaba tambien indulgencia Morrel se ruborizó, porque no se sentia de pié , tranquilo é inmóvil , el preso . Vi muy limpio de conciencia en cuanto a sus llefort atravesó la antesala, arrojó unami opiniones políticas ; á mas de que la con - rada oblicua á Dantes, despues de tomar fidencia que le hiciera Dantes de su en - un pliego que le entregára un agente y trevista con el gran mariscal y de las po - desapareció diciendo : cas palabrasque le dirigiera elemperador, | - Que traigan al preso. le turbaban algun tanto el ánimo. No pu-! Por rápida que fuese la mirada que ha. 10 ALBUM . bia dirigido á Dantes,bastó á Villefort pa-ycontestó el jóven con voz sosegada y, som ra formarse una idea del sugeto á quien nora , soy el segundo del buque el Faraon; iba á interrogar. Echó dè ver un entendi-/propiedad de los señores Morrel é hijo . miento claro y despejado en aquella frentel Qué edad teneis ? ancha y espaciosa , el valor en su vista in - móvil y arrugado entrecejo y la franqueza Dież y nueve años. en sus gruesos y entreabiertos labios que prendieron ? dejaban ver 'una doble hilera de dientes . .. - ¿ Qué haciais en el momento que os . . . ? Asistia al convite de mis propios es blancos como el marfil. La primera im - ponsales , dijo Dantes con voz ligeramente presion fué pues favorable á Dantes. Pero conmovida , tal era el doloroso contraste Villefort habia oido decir muy á menudo de aquellos momentos de alegría con la y como máxima de profunda política que lúgubre ceremonia que entonces se veri: es preciso desconfiar siempre del primer ficaba , tanto realzaba el adusto y toryo movimiento : máxima que aplicaba él á la mirarde Villefort con la fisonomía esplen primera impresion sin tener en cuenta la dente y angelical de Mercedes. diferencia de estas dos palabras. Procuro r iCon que asistiais á vuestra comida pues ahogar los buenos instintos que tra - de esponsales ? dijo el substituto estreme, taban de invadir su corazon, para dar des ciéndose á su pesar . .. de allí el asalto á su entendimiento : arre - - Si, señor , iba á casarme luego con gló de nuevo ante el espejo su fisonomía una joven á quien amo hace tres años. á la formade las grandes solemnidades , y Villefort , por de ordinario tan impasi se sentó , ceñudo y amenazador delantede ble , se sorprendió con esta coincidencia ; su bufete . Un momento despues entró y la conmovida voz de Dantes, sorpren ; Dantes, dido en medio de şu dicha , fué á disper El jóven estaba pálido, pero tranquilo tar una fibra simpática, en el fondo de su y sereno. Saludó á su juez con desemba- alma. Tambien él iba á casarse , tambien razo ,buscó luego con la vista una silla co - él era dichoso , y acababan de turbarle en . mo si estuviese en el salon del armador su ventura para que contribuyese á la Morrel. Entonces fue cuando echó de ver destruccion de la alegría de aquel hombre la mirada impasible de Villefort, esa mi- que como él tan cerca estaba de su felici rada particular á los magistrados que no dad. Este cotejo filosófico, dijo para sí, ha . quieren dejar leer en su pensamiento , y rá grande efecto á mi retorno en el salon que transforman sus ojosen un opaco cris- de Saint-Meran . Y empezó á coordinar tal. Esta mirada le recordó que se encon - en su imaginacion ,mientras Dantes espe traba delante la justicia , cuyo rostro es de raba la continuaciondel interrogatorio, las sombrios contornos. antitesis de que se valen los oradores para Quién sois y como os llamais ? pre- construir esos discursos codiciososdeaplau guntó Vilļefort hojeando unas notas que sos que a veces les dan la ilusion de una el agente le entregó al entrar , y que en verdadera elocuencia . Luego que tuvo cor una hora habian llegado á adquirir un vo - riente en su interior su breve speucla ; Vi lúmen considerable; hasta tal punto la cor- llefort quedó satisfecho de su obra y diri rupcion del espionaje se aglomera desdelgiéndose á Dantes. luego al rededor de un acusado. Continuad , sexior, le dijo. Me llamo Edmundo Dantes, señor , | - Qué quereis que continje ? . Ilüstrando à justicia: 41 ALBUM. apacible cariñoso , buscarla de se trata - Dígame la justicia que punto desea con todos porque era dichoso , y la dicha que le aclare y le diré todo lo que sepa. hace buenoshasta á los malvados, comu Tan solo , añadió sonriendo , tengo que nicaba á su juez la dulce afabilidad que prevenirla que yo sé muy poca coša . rebosaba de su corazon . Edmundo no te --¿Habeis servido á lasórdenesdel usür- nia ni en la mirada , ni en la voz , ni en Hel gesto , apesar de lo áspero y severo que pador ? - Iba á ser incorporado á la marina mi- Villefort habia estado con él, mas que cá riño y afabilidad para con el que le pre litar cuando sobrevino su caida. -- ¿Se me ha dicho que sois furibundo| guntaba. en vuestras opiniones política's ?, dijo Vi- - Pardiez , dijo para sí Villefort , he llefort, á quien nadie habia hablado una ahi un jóven encantador; no tendré mu palabra respecto á esto , pero que no tenia cho que hacer para dar gusto á mi Renée ningun reparo en hacer la pregunta en for - dando cumplimiento á su primer reco Amendacion . Esto mevaldrá un buen apre . ma de cargo . demanos ante el concurso y un beso Porton ! señor , políticas - Mis opiniones cierto que será vergonzoso el decirlo, pe-Heuando estemos á solas. Y con esta doble ro yo jamás he tenido eso que llaman opi- esperanza deliciosa , la fisonomía de Ville nion. Apenas cuento diez y nueve años, fort se dilató de modo que cuando dirijió como he tenido ya el honor de deciros ,no á Dantes sus miradas dominadas por esta soy nada en la sociedad ni estoy destinado idea ; Dạntes que habia observado el cam á desempeñar ningun papel , lo poco que bio de fisonomía de su juez , sopreia pla . soy y espero ser si me conceden el desti -||centero como las ideas de aquel. l is aal no que ambiciono , lo deberé tan solo al - Caballero ,dijo Villefort; ¿conóceis señor Morrel; por lo tanto todas mis opi- Iguno á quien pödais tener por enemigo ? niones se reducen á estos tres sentimien - - ; Enemigos yo ! esclamó Dantes, ten . tos : á amar á mipadre,respetar al señor|go la suerte de sermuy poca cosa para que Morrel y adotar á Mercedes.Hé aqui, se mi posicion pneda habérmelos grangeado. Nor todo lo que yo puedo decir á lạ jus- En cuanto á mi carácter , tal vez un poco ticia ; ya veis que esto la interesará 'muy vivo, he procurado siempre reprimirlo pa |ra con mis subordinados. Tengo á mis ór . póco. . A medida que iba hablando Dantes , denes diez ó doce marineros: que se les - Villefort observaba su fisonomía á la vez pregunte, señor ; y ellos os dirán que me franca y sencilla , y se le venian á la me-laman y respetan no como á un padre por moria las palabras de Renée , que sin co - que soy muy joven para ello , pero si co nocer al acusado , le habia suplicado fue - |mo á un hermano mayor. se indulgente con él. Con la práctica que - Veamos pues, continuó Villefort; á habia ya adquirido el substituto sobre los falta de enemigos, ¿ habria tal vez quien cránenes y criminales, veia de cada pala-| pudiese estar celoso de yos? Vais á ser de Dantes surge bra de Dantes surgir una prueba de su nombrado capitan á los diez y nueve años, joven que cuado- destino vais á muy elevado para vuestra edad. que cuasi inocencia. En efecto ; elel joven á casaros con una hermosa joven que Vais elo natural, , sencillo niño, podria decirse cuente con la eloenencia nácida del cora - los ama, lo que es una dicha poco comun zos y que no se encuentra punca cuando en cualquier clase de la sociedad . Estos 11 42 ALBUM . acontecimientos privilejiados os habránſ - Mucho y nada , señor: os diré la pu acarreado envidiosos . fra verdad , bajo mi palabra de marino , - Efectivamente teneis razon , conoceis por mi amor á Mercedes y por la vida de mejor á los hombres que yo y veo que es mi padre . muy posible lo que decis; pero si estos en- | - Hablad , caballero ; dijo en voz alta vidiosos debo encontrarlos entre mis ami- Villefort, luego añadió entre si : si Renée gos, os confieso que prefiero no conocer - pudiese ' verme, confio en que quedaría los para no vermeobligado á tenerles que satisfecha de mi y que no me llamaría ya aborrecer. cercenador de cabezas . - Pensaismuy mal, caballero! es muy -- Pues sabed que al salir de Nápoles , conveniente ver uno á su alrededor lomas el capitan Leclér cayó enfermo de una fie claro posible ; y por cierto que me pare- bre cerebral ; como no teniamos faculta ceis muy digno de que prescinda por vos tivo á bordo y no quiso hacer escala en de las comunes fórmulas de la justicia para ningun punto de la costa , porque tenia aclararos las ideas comunicándoos la de- prisa en arribar a la isla de Elba , su en nuncia que os ha hecho conducir antemi. fermedad se agravó hasta tal punto que a Ved el papel que os acusa ; econoceis lallos tres dias, sintiéndose próximo á morir letra ? dijo Villefort sacando de su faltri- me llamó a su lado. « Miquerido Dantes , quera la carta y presentándola á Dantes. « me dijo ; juradme por vuestro honor que Este la leyó: una nube cubrió su frente yl« hareis lo que voy a deciros, pues median dijo : « en ello grandes intereses . » Os lo juro , - No , señor ; no conozco esa letra , es- capitan , contesté yo. « Pues bien , como tá desfigurada y con todo es de un carác- « despues de mimuerte el mando del be ter muy natural. De todos modos muy « que os pertenece por la cualidad de segun hábil es la mano que ha trazado esos ca - a do tomareis desde luego posesion de él , ractéres. Me tengo por muy feliz , añadió « dirijireis el rumbo a la isla de Elba, de mirando con reconocimiento á Villefort, « sembarcareis en Portoferrajo , pregun de estar a las órdenes de un sugeto como « tareis por el gran mariscal y le entrega vos: porque se vé bien claro que ese en - « reis esta carta ; tal vez os entregue el ||« otra y os encargue alguna comision , vidioso es un mortal enemigo . Y por la animacion de sus ojos al pro - « Esta comision que me estaba reser nunciar estas palabras, pudo distinguir Vi- « vada , Dantes , la desempeñareis vos llefort la violenta energía que encubria « por mi y todo el honor redundará en fa aquella aparente afabilidad. « vor vuestro.» Haré lo que me pedis , - Ahora pues , dijo el substituto , res- capitan , pero no creo yo me sea tan facil pondedme con franqueza caballero , no llegar hasta el gran mariscal como os pa como un acusado á su juez , y si comoun rece. « He aqui una sortija que os abrirá hombre que viéndose en posicion peligro - « paso hasta él, dijo el capitan , y que ori sa, contesta á otro que se interesa por él;f{« llará todas las dificultades. » A estas pa ¿ qué hay de verdad respecto a los estre- labras me entregó una sortija . Ya era mos del anónimo en cuestion ? tiempo : dos horas despues, le atacó el Y Villefort arrojó disgustado sobre el delirio : al siguiente dia habia ya muerto . bufete la carta que Dantes acababa dedevolverle . ¿ Y qué hicisteis entonces ? | -- Cumplir con mideber, caballero; lo 43 ALBUM . que cualquiera otro hubiese hecho en mil - ¿ Con qué ya estoy libre, señor ? es lugar. En todo caso los ruegos de un mo- clamó Dantes en el colmo de su alegría . ribundo son sagrados ; pero entre marinos - Sí; pero dadme antes.esa carta . dos encargos de un superior son órdenes -- Probablemente la tendréis en vuestro que se deben cumplir . Dirigí puesmi ram - poder, señor, pues me la ocuparon junto bo hacia la isla de Elba á la que llegué al con los demas papeles, de los cuales reco dia siguiente , no permití a nadie la salida nozco algunos en ese paquete . de bordo y salté solo á tierra . Como lo - Esperad , dijo el substituto á Dantes habia previsto ya, se me opusieron algu- que tomaba sus guantes y su sombrero , nos obstáculos para llegar hasta el gran esperad ; ¿ á quien va dirigida ? mariscal; pero le remití la sortija que de - Al señor Noirtier , calle Cog - lleron bia servir para darme á conocer y todas número 13 : Paris , contestó Dantes. las puertas se abrieron á mi presencia .Me Un rayo no hubiese herido con mayor recibió en audiencia particular , me hizo rapidez á Villefort , que este sorprendente varias preguntas sobre las circunstancias é inesperado golpe ; dejóse caer en su si que acompañaron la muerte del infeliz ca -Mon , en el que se habia medio incoporado pitan Leclér , y como se figuró ya éste , para examinar el paquete de los papeles me entregó una carta y me encargó que recogidos á Dantes , y examinándolo con la llevase en persona á Paris. Se lo pro - precipitacion entresacó de él la fatal car metí!, porque era un deber cumplir conta , sobre la que arrojó una mirada en que uno de los encargos de mi capitan . Volví se viera grabado un indecible terror. « Se á bordo, y enderecé mi rumbo hácia Mar- ñor Noirtier , rue Cog -Heron núm . 13 , » sella á donde llegué ayer, arreglé rapida- murmuró palideciendo de mas en mas. mente mis papeles con la aduana y sani-| - Si señor , contestó Dantes admirado , dad, fuí corriendo á ver á mi novia á lalli le conoceriais acaso ? 1 que encontré mas bella y mas enamorada -- No; contestó con viveza Villefort,un que nunca. Gracias al señor Morrel , sol- fiel servidor de S. M . no conoce jamás á ventamos todas las dificultades de la curia ningun conspirador. eclesiástica : en fin , señor, celebraba comoll - ¿ Con qué se trata de una conspira os he dicho ya la comida de desposorios cion ? preguntó Dantes, de quien empe de haberse creido ya en li iba á casarme dentro de una hora vnanzaba y pen bertad, despues , á apoderarse el temor , en grado saba partir mañana para Paris, cuando esa mayor que al principio : en este caso ca denuncia parece despreciais ahoradetan to como ,yoque mismo ha sido causa mi ballero , ya os lo he dicho, ignoraba com arresto . pletamente el contenido del escrito de que . - Efectivamente , murmure murmuró Villefort Villefort, era -portador Es cierto , replicó Villefort con voz todo eso me parece cierto , y si algun car-|| m sorda, pero vos el nombre del su go puede hacerseos será por vuestra imIgeto á quien va sabéis dirigida. prudencia , sin que sirvan de escusa legíti- – Para entregársela en propias manos ma las órdenes de vuestro capitan . Hacedl... el favor de darme esa carta que os entre jera preciso que tuviese yo conocimiento garon en la isla de Elba. Dadme vuestra de la persona. palabra de presentaros luego que para ello ! — ¿ Habéis enseñado á alguien esta car seais requerido é id á reunirnos con vuesta ? dijo Villefort leyendo y perdiendo el tros amigos. licolor a medida que leía . 44 ALBUM . -A nadie , señor, os lo aseguro bajonesta espresion , pero en vano: Villefort se dejó caer de nuevo en su sillon , pasó su mi palabra . -No hay absolutamente quien sepa que verta mano por la frente inundada de su seais portador de una carta salida de la is- dor y por tercera vez volvió a leer la la de Elba y dirigida al señor Noirtier ? carta . -Nadie absolutamente , señor , escepto -Oh ! si él sabe el contenido de esta carta, se decia á sì mismo, si llega á saber el que me la entregó. -Aun ese está de mas, de mas; dijo en algun dia que Noirtier és el padre de Vi tre dientes Villefort, cuya frente se iba Hefort, soy, perdido, perdido para siempre: anublando a medida que concluía la carta : Y por intervalos miraba á Edmundo de sus labios descoloridos, sus manos trému- un modo tal que parecia querer romper las, sus ojos encendidos trasmitieron al es- con la vista la invisible barrera que guar píritu de Dantės dolorosos recelos. Des- da en el corazon los secretos que ealla la pues de la lectura , Villefort dejó caer la boca . cabeza entre sus įmanos y quedó por un -Oh ! fuera indecisiones ; esclamó de golpe, no hay mas que un medio . instante como anonadado . Pero , en nombre delcielo , caballero , -Oh ! ¡ Dios mio ! qué teneis señor ? el desgraciado jóven , si dudais de repuso pregunto timidamente Dantes. Villefort no contesto , pero al cabo de misinceridad, si os soy sospechoso , inter algunos instantes levantó su rostro des- rogadme; estoy pronto á contestaros. Villefort hizo sobre sí mismo un esfuer compuesto y lívido , y leyó por segunda vez violento y con entonación , en cuanto zo la carta. -Con que me habeis dicho que igno- pudo segura, le dijo. Caballero ; resultan contra vos por lo rais el contenido de esta carta , dijo Ville fort. que acabais de décir los mas graves car - Por'mi honor, os lo repito , caballe - gos; no está en mi mano como creí en un ro , dijo Dantes , lo ignoro . Pero que te- principio , el poneros desde luego en liber neis, Dios mio ! ¿os encontrais indispues- tad ; antes de tomar semejante resolucion to ? queréis que llame ? queréis que tire debo consultarlo con el juez de instruccion . Interin ya habeis visto mi modo de obrar del cordon de la campanilla ? -No señor, dijo Villefort levantándose respecto á vos con viveza , no os movais , ni digais una ¡ Oh señor ! esclamó Dantes , y por sola palabra ; aquí nadie dá órdenes mas ello os doy las mas espresivas gracias; por que yo ; no teneis vos para ello ningun de que vos habeis sido para mien vez de juez un amigo. recho . - Pues bien , caballero ', voy a teneros -Señor , dijo Dantes sofocado , ši 10 propuse fué para prestaros algun socorro , preso por algun tiempo , el menos que me dispensadme , os lo ruego , en favor de la será posible : el principal cargo que contra vos existe, es esta carta, y ya lo veis... intencion . -Yo no necesito de nada, no es mas Villefort se acercó á la chimenea, arro que un desvanecimiento pasagero , oeupaos jó al fuego la carta y esperó un poco has de vos y no de mí : contestadme categori- tar que quedó reducida á cenizas. camente Ya lo veis.... continuó, la he anona Dantes esperó la pregunta que indicaba dado . ALBUM . 45 - Oh caballero ! esclamó Dantes, sois Seguid al señor, dijo Villefort á Dan mas que la justicia , sois la bondad perso- tes . Dantes se inclinó , arrojó una postrer mificada. -Pero escuchadme, continuo Villefort, mirada de reconocimiento á Villefort , y despues de semejante acto ya compren- salió. Apenas se hubo cerrado la puerta dereis que podeis confiar en mi į no es trás de él , que le faltaron á Villefort las cierto ? fuerzas y cayó casi desmayado en el sillon . -- Ah señor , mandad y sereis puntual- Despues de un instante , dijo entre dien tes : mente obedecido. -No , dijo Villefort acercándose al jó-¡Oh Dios mio ! ¡ de qué penden la vi ven , no, no son órdenes las que voy á da- da y fortuna de los hombres ! Si el procu ros , son consejos, į lo entendeis ! rador del rey se hubiese hallado en Mar - Decid , y me conformaré á ellos, cual sella ,si en vez de llamarseme á mi se si fuesen preceptos . hubiese enviado á buscar al juez de ins . - Vais á quedar preso hasta la noche truccion , yo era hombre perdido , y ese aqui, en el palacio de la Justicia , tal vez papel, ese maldito papel me precipitaba en venga otro á tomarosdeclaracion . Decidle un abismo. i Ah , padre mio , padre mio ! todo lo que me habeis dicho, pero no sol- econ que habréis de ser siempre el obstáculo teis una palabra relativa á esa carta . que se oponga á mi felicidad en este mundo -Os lo prometo , señor . y habré de luchar eternamente con vues Villefort parecia ser quien suplicaba , ytros pasados estravios ? De improviso una era el acusado quien tranquilizaba al juez. ráfaga inesperada de luz pasó por su es -Ya comprendeis, dijo arrojando una píritu y coloreó su rostro ; y sus lábios , mirada a las cenizas que conservaban aud todavia contraidos indicaron una lijera son la forma del papel y que revoloteaban en -frisa ; sus ojos inquietos quedaron inmóvi tre,las llamas; ahora está ya destruida esajles y pareció fijarse en una idea . Eso es , carta , tan solo vos y yo tenemos conoci- dijo , si , esa carta que debia perderme la miento de su existencia , ya nadie podrá þrará tal vez mi fortuna. Animo pues, Vi presentárosla ; negad pues si os hablan de liefort, y manos a la obra. ella ; negad con firmeza , y sois salvado. Y despues de haberse cerciorado de que --Negaré, señor; quedad tranquilo , dijo el acusado no estaba en la antesala ; el Dantes . substituto del procurador del rey salió á ---Bien, bien , repuso Vildefort, cojiendo su vez , y se dirigió á paso largo hacia la el cordon de la campanilla ; parándose lue- casa de su novia . VHI . go en el acto de ir á tirar de él dijo: ¿es la EL CASTILLO DE IF . sola carta que teniais ? Al atravesar Dantes la antesala , el co -La única . -Jurádmelo . misario de policia hizo una seña á dos jen -Lo juro ; dijo Dantes tendiendo su darmes, los que se colocaron uno a la de mano . recha y otro a la izquierda de aquel : abrió conó la campanilla ; y entró el comisa - se una puerta que comunicaba desde la rio de policia . Villefort se acercó a él y le alpala . dijo algunas palabrasaloido. El comisariohabitaciondel procuradordel rey Justicia atravesaron cio de la y , uno de contestó con una simple inclinacion de ca llesos largos pasadizos que hacen espeluznar beza . 12 ALBUM . aun á los que ningun motivo tienen para der la esperanza, oyó un nuevo ruido que ello . Asi como la habitacion de Villefort|le pareció dirijirse hácia su calabozo . En comunicaba con el palacio de la Justicia , efecto , resonaron pasos en el corredor y tenia éste comunicacion con la cárcel, edi- cesaron delante su puerta : una llave dió 216 ficio sombrio pegado al palacio , cuyos ca- vuelta á la cerradura , rechinaron los cer vernosos boquerones que dán escasa luz y rojos, y la maciza puerta de encina se poca ventilación no tienen otra perspectiva abrió bañando de repente el cuarto con la que elcampanario de Accoules que se eleva deslumbrante claridad de dos antorchas, á á su frente. Despues de muchos rodeos , cuya luz vió Dantes brillar los sablesy ca Dantes vió abrir unapuerta con postiguillo rabinas de cuatro gendarmes. Habia ade de hierro : el comisario de policía dió con lantado dos pasos ya , pero se quedó in un martillo de metal tres golpes que re - móvil en su sitio al ver ese aumento de sonaron hasta lo mas profundo del cora - escolta . zon de Dantes. Abrióse la puerta y los -- Venìs á buscarme? preguntó Dan dos jendarmes empujaron lijeramente al tes. - Si , contestó uno de los gendar- . preso que estaba indeciso ; Dantes atrave- só el formidable umbral, y la puerta semes. cerró ruidosamente trás de él. Respiraba - ¿De parte del señor substituto de pro ya alli otro aire , un aire mefitico é impu - curador del rey ? ro; estaba ya en la cárcel. -- Creo que sí. Se le condujo á una estancia bastante - Corriente ; pronto estoy á seguiros. aseada pero asegurada con fuertes rejas y La conviccion en que estaba de que se pesados cerrojos: el aspecto de su habita le iba á buscar de orden del substituto de cion no aumentó sus temores: ademas, las procurador del rey alejó todo temor del palabras del substituto de procurador del desventurado jóven . Adelantose pues , tran rey, pronunciadas con un acento que pa- quilo , con aire resuelto , y se colocó en reció á Dantes lleno de interés, resonaban medio de su escolta . Un coche esperaba á en sus oidos como una consoladora prome- la puerta de la calle, el cochero estaba ya sa rica de esperanza. Eran ya las cuatro en el pescante, y un oficial sentado al lado cuando Dantes fué encerrado en su cuar-||del cochero . to. Érase , comohemos dicho ya , el prime- - . Me espera á mi ese coche? preguntó ro demarzo ; el crepúsculo era corto : el Dantes . preso pues se vió muy pronto sumido en| - Es para vos, contestó uno de los gen la oscuridad . Entonces su oido reconcen - darmes; subid . tró en sí el sentido de la vista que acababa|| 'Quiso Dantes hacer algunas objeciones , de eclipsarse . Al menor ruido que hasta pero se abrió la portezuela y sintió que le él llegaba, creido de que le iban a poner en impelian hacia adentro. Hallábase en la libertad , se levantaba con prontitud y se imposibilidad y sin la intencion de hacer adelantaba hácia la puerta . Pero muylue- resistencia . Encontrose en un momento go el rumor se alejaba , perdiéndose en sentado en el fondo de un carruage entre otra direccion, y Dantes se dejaba caerde dos gendarmes; los otros dos se sentaron nuevo en su banquillo . en los asientos delanteros, y la pesadamá En fin sobre las diez de la noche, en el quina echó á andar causando un ruido si momento en que Dantes empezaba á per-||niestro. El preso dirijió su vista á las ven - · ALBUM tanillas, estaban enrejadas: no habia he- que se llama Froiul es decir fuera del cho mas que cambiar de cárcel : con la puerto . El primermovimiento del preso sola diferencia de que esta rodaba y leal encontrarse respirando el aire libre fué transportaba á un punto que le era desco- un movimiento de placer. El aire es poco nocido, puesto que lasrejas eran tan espe- menos que la libertad. Respiraba puesde sas que apenas permitian sus claros pasarsembarazadamente la consoladora brisa , por ellos las manos. No obstante Dantes cargada siempre de esos aromas desccno echó de ver que recorrian en toda su lon - cidos de la noche y del mar. Muy luego gitud la calle de Caisseerie y que porla de empero arrojó un suspiro ; pasaban enton San Lorenzo y Tamaris se dirigian almueces por delante de aquella Reserva en el lle . Muy luego vió a través de los hierros sitio en que tan feliz habia sido aquella del coche y de los del edificio á cuyo fren - misma mañana una hora antes de que le te se hallaban , brillar las luces de la Con - arrestaran ; y a través de dos ventanas signa. El carruage se paró , el oficial bajó abiertas que arrojaban viva luz vino á he del pescaute, se acercó al cuerpo de guar - rir sus oidos el placentero rumor de un dia , del que salieron una docena de sol- baile ; Dantes cruzó sus manos , levantó dados que se alinearon al frente : Dantes los ojos al cielo , y oró. El esquife conti vió a la luz de los reverberos del muelle nuaba su camino, habia pasado ya la pun . relucir sus fusiles . ||ta de More y esta frente de la ensenada - ¿ Seré yo la causa de que se ponga del Faro é iban á doblar la batería : toda en movimiento tanta fuerza ? se preguntó esta maniobra era incomprensible para Dantes. á si mismo . El oficial con el hecho de abrir la por- -- Pero , ¿ adonde me conducis ? pre tezuela cerrada con llave, aunque sin pro-| guntó . nunciar una palabra , contestó á esta pre - - Lo sabreis cuando lleguemos. gunta porque Dantes vió ante dos filas dell - Pero entretanto.. .. soldados un camino espedito para éldesdell - Nos está prohibido daros ninguna es el coche al puerto . Los dos gendarmesque |plicacion . estaban sentados en el asiento del cristalll Dantes era ya medio soldado : pregun bajaron los primeros, hicieron luego des- |tar á los subordinados cuando les está pro cender á Dantes siguiéndole despues los hibido el contestar , le parecia una cosa que tenia a su lado. Dirijiéronse hácia unlabsurda, asi es que se calló . bote que un marinero de la aduana tenial. Los mas estraños pensamientos asalamarrado al muelle por medio de una ca -||taron entonces su imaginacion : como no dena. Los soldadosmiraron á Dantes al pa - podia hacerse muy larga travesía en se sar, con torpe curiosidad . Enun momento mejante embarcacion , como no habia an quedó trasladado á la popa delbarquichue- clado ningun buque por la parte á que se lo , siempre entre sus cuatro gendarmes, dirijían, creyó que iban a abandonarle en mientras que el oficial se situó á proa. Un un punto lejano de la costa y decirle que fuerte empuje alejó la embarcacion de la estaba libre; no iba atado, no se habia pen ribera , cuatro vigorosos remeros la diri - sado siquiera en sujetarle con lasmanillas, gieron hacia el Pilon . A una voz del que di- lo que parecíale de buen agüero ; ade rijia el esquife , la cadena que cierra el puer- Imas el sustituto que tan bien se portó con to cedió elpaso y Dantes se encontró en lollél, ¿ no le habia dicho que mientras no 48 . ALBUM . pronunciase el fatal nombre de Nøirtier + Camarada; en nombre de vuestra con no tenia nada que temer ? ¿Por ventura ciencia y de vuestra cualidad de soldado , no habia Villeført destruido en su presen-Jos rpego encarecidamente que tengais pie cia aquella peligrosa carta , única prueba dad:de mí y que me contesteiş. Soy el cà que contra él habia ? Esperaba pues, mu- pitan Dantes, fiel y leal francés , aunque do y pensativo , procurando penetrar , copacusado de no sé que traicion , já dónde ese ojo de marino ejercitado en las tinie - me conducis ? decídmelo y bajo mi pala blas y acostumbrado á observar largas dis- bra de marino ,os prometo conformarme tancias, al traves de la obscuridad de la con misuerte y resignarmeá mideber . noche. Habian dejado ya á su derecha la El gendarmese rascó la oreja y miró á işla de Ratonneau , en que ardía una fa - su camarada. Este se epcogió de hombros rola , y largándose sobre la costa vinieron comoqueriendo decir . «Me parece que eu á situarse en las aguas de la ensenada del el punto en que nos hallamos no hay in , barrio de los Catalanes. En este punto re- conveniente » y el gendarme yolviéndose dobló el preso sus iniradas con enerjia ; á Dantes le dijo:: pues alli estaba Mercedes , y á cada ins- - ¿Sois marsellés ymarino y preguntạis tante le parecia dibujarse en la sombria á donde nos dirijimos? ribera el talle esbelto vagaroso de una mu- — Sí, porque os juro que lo ignoro. ger. ¿ Cómo un interior presentimiento no — ¿ Y no lo presumis ? advertía a Mercedes que su amante pasa - Absolutamente . ba á trescientos pasos de ella ? Una sola luz brillaba en todo el caserio Es imposible ! - Os lo juro por lo mas sagrado que de los Catalanes . Comparando la posicion tengo en el mundo ; decidinelo por favor. deaquella luz,Dantes reconoció que alum braba el cuarto de su novia . Mercedes eral - & Y la órden ? . . La órden no os impedirá que lo sepa la única que velaba en todaaquella perte dentro diez minutos,media hora, una ho ma colonia . Dando un fuerte grito , el jó - ra tal vez; tan solo que vosotrosme ahorra ven podia seroido desu proinetida. Una in riais diciéndomel", un siglode incertidum fundada verguenza le contuvo. ¿ Que di- bre. Os lo ruego como si fueseis un ami rian aquellos hombres, oyéndole gritar co - go.Mirad , yoni quiero rebelarmemihuir , mo un insensato ? Quedóse pues mudo ;|á maş de que tampoco podria . ¿ Dónde va con los ojos fijos en la luz. Interin , el bo- mos : te continuaba su marcha ; pero el prisió - - A menos que tengais vendados los nero ni se acordaba del bote ; pensaba solo lojos, ó que no hayais salido jamás del en Mercedes . Un recodo del terreno hizo puerto de Marsella, debeis echar de ver á desaparecer la luz, Dantes echó entonces donde vamos. de ver que la ;barca continuaba alejándo- - Pues no sé verlo . se. Mientras estaba ocupadomirando, ab ! - Mirad á vuestro alrededor..... oy sorto en sus pensamientos, habian susti- ahora ? tuido las velas á los remos y el barco se Dantes se levantó, dirigió naturalmente adelantaba impelido por el viento . A pe- la vista hacia el punto á que se dirigía evarse á ysuákrcien entetoesas unasentia manoDantes ledisale elelbuque, tresas de de distancia distancia vivióe sar de la repugnancia eque dirigir al gendarme nuevas preguntas, se elevarse á su frente la árida y negra roca le acercó y tomándole una mano le dijo :Isobre la que está situado , como uma cris 49 ALBUM . talizacion del pedernal el sombrío castillo Pero.... i que es lo que haceis? Pronto , de If. Su estraña forma, esa prision á ¢u -icamaradas, ausilio . yo alrededor, reina el mas profundo tér = | Por un movimiento veloz como el rayo, ror , esa fortaleza que presta á Marsella pero que a pesar de ello previno el ojo J- hace trescientos años,materia para lúgu - avizor del gendarme, Dantes quiso arro þres tradiciones ,apareciéndose de repentelljarse almar, pero cuatro vigorosos pułoś - 1 á Dantes que ni menos se acordaba delle retuvieron en el momento en que sus ella , le produjo el efecto que, á un conde- pies empujaban el suelo del esquife . Cayó pues de nuevo al fopdo del lanchon ahu nado á muerte la vista del patíbulo . Ah !., Dios mio ! esclamó; el casti-|Hando de corage. - Ilo de If, y que vamos a hacer allí ? - . I -- Bueno , esclamó el gendarme colo cándole la rodilla sobre el pecho ; bueno , El gendarme se sonrió . ; - Seguramente que no me llevais allá ese es el modo de cumplir vuestra palabra - para encerrarme ? continuó Dántes , el cas de marino ! ¡ Fiaos en la gente apacible ! tillo de If es una prision de estado desti- Haced áhora , amigo mio , elmenormovi z nada tan solo para los grandes criminales miento y vereis cuan pronto visitará vues --, políticos . Yo no he cometido ningun crí-||tro cerebro la bala de mi carabina. He men . ¿Habria tal vez juecesde instruccion faltado á mi primer consigna , pero yo os :: 'ó algunosmagistrados en el castillo de If? }aseguro que no faltaré á la segunda. - No hay , contestó el gendarme, á 10 . Y al decirlo , apuntó á Dantes su ' ca menos que yo sépa, mas que un goberna- rabina quien sintió apoyar sobre sus sie dor, algunos carçeleros , la guarnicion y nes la boca del cañon como un anillo de formidables muros. Vaya, vaya , amigo , · no hay porque os hagais el tonto de esan La primer idea que le vino fué la de hacer algun movimiento como defendién manera , sino cuasi me haseis creer quella Jdose y de acabar asi de una vez con la jo pagais mi condescendencia , burlandoos ,desgracia inesperada que se cebaba'en él . de mí. indir , qar : . . :- ) formally que Dantes apreto, la mano del gendarmely que sin saber como , le aprisionara con sus garras de buitre ; pero justamente por con indecible fuerza . .. ser esta desgracia inesperada, pensó Dan - - -- Con qué; sois de parecer de quemele tes que no seria duradera; le vinieron lue conducen al castillo de If para encerrar · a la imaginacion las promesas del se me en clase de preso ? .si yenimiñor de Villefort, á mas de que, preciso es outdoo : - Es muy probable , dijo el geridạrme; por fin decirlo , esa muerte en el fondo demas ? pero en todo caso camaradá , está quemeapreteis tan fuerte la mano. ** de un esquífe, venida demano de un gen hi ' ¿ Sin mas informes, sin mas formali - laarme te pareció fria y poco seductora . Cayó pues de nuevo sobre el suelo del bar idad-? Las preguntó el jóveness ! formalidades se han cumplido, la co arrojando un ahullido de rabia v ro informacion está hecha . * ? yéndose los puños con furor. Cuasi en el . - Con que apesar de la promesa delse mismo momento un violento choque sa cudió el esquife , uno de los reméros saltó ñor deYoVillefort.... no sé si el señor de Villefort os ha sobre la roca con que acababa de chocar - hecho, promesa alguna, dijo el gendarme, la próa del barquichuelo , una cuerda rozó lo que si sé es que vamos al castillo de If... deslizándose por una polea y comprendió 13 . 50 ALBUM . entonces Dantes , que habian llegado all -Helo aqui , contestaron los gendar punto de su destino y que amarraban el mes. esquife . En efecto sus guardas, que lo te -Que me siga ; voy á conducirle á su nian sujeto a la vez por los brazos y por calabozo . el cuello de su levita , le obligaron á le i Andad ! dijeron los gendarmes, em vantarse , le forzaron á saltar en tierra y pujando á Dantes . le condujeron hasta las gradas que con El preso siguió a su guia que le condu ducen á la puerta de la Ciudadela , mien- jo en efecto hasta una sala cuasi subterrá tras que el oficial, armado de una carabi- nea cuyas paredes desnudas у chorrean na con su bayoneta les seguia detras . do parecian impregnadas de un vapor de Dantes , no trató ya de hacer resisten- lágrimas. Una especie de lamparilla colo cia alguna pues que hubiera sido inútil, cada sobre un taburete , y cuya mecha na caminaba con lentitud mas por inercia que daba en una grasa fétida y corrompida , por voluntad . Estaba atontado y bambo- iluminaba las lustrosas paredes de aquella leándose como un borracho. De nuevo vió horrible estancia , y permitió á Dantes ver soldados que se escalonaban en la cuesta á su conductor , especie de carcelero su : pendiente que iban ascendiendo , daba con balterno, mal vestido y de menguada tropiezos que le obligaban á levantar los talla . pies; observó que atravesaba una puerta - He aqui vuestro cuarto para esta no y que esta puerta se cerraba tras de él , che, le dijo. Es ya tarde y el señor go pero todo esto maquinalmente como al bernador se ha acostado ; méñana cuando traves de la bruma , sin distinguir nada de se levante y tenga conocimiento de las « s cierto . Ya ni el mar veia tampoco , idolor denes que os conciernen , os cambiará tal intenso que sienten los presos al conside - vez de habitacion . Por ahora ahi teneis rar el espacio con el intimo convencimien - pan , agua la teneis en este cintaro , paja to de que son impotentes para poderle alli en aquel rincon , és todo lo que puede atravesar ! Hízose por fin un alto de al- desear un preso . Buenas noches. gunos instantes durante los que ensayo re Antes que Dantes pensase en abrir la antes que hubiese concentrar sus ideas . Miró a su alrededor, boca para contestarle , hallábase en un patio cuadrado formado observado el lugar en que el carcelero de por cuatro elevadas paredes , oíase el paso jaba el pan , antes de enterarse del punto lento y uniforme de los centinelas, y ca- en que se hallaba el cántaro , antes de di da vez que atravesaban los reflejos de tres rigir los ojos hácia el rincon en que le es ó cuatro luces que arrojaban hasta la mu peraba la paja destinada á servirle de ca ralla sus destellos desde lo interior del cas- ma, el carcelero habia tomado la lampa tillo veiase centellear el cañon de sus fu- rilla , y cerrando la puerta , quitó al pri siles . ' sionero ese débil reflejo que le habia mos Esperaron alli como unos diez minutos. trado como á la luz de un relámpago las Seguros ya de que Dantes no podia es - relucientes paredes de su calabozo . Encon capar , los gendarmes le habian soltado : tróse entonces solo en medio de las tinie parecia que esperaban órdenes , que por blas y del mas profundo silencio , tan mu do é inmóvil como las bóvedas cuyo frio fin llegaron . -¿Donde está el preso ? preguntó una glacial sentia descender sobre su abrasada VOZ . (frente. Cuando los primeros albores del . ALBUM . 51 dia iluminaron ligeramente aquella cuevafflarmente y es , que durante la travesía en el carcelero volvió con órden de dejar alla que ignorando el punto donde se le con preso donde estaba . Dantes no habia cam - ducia estuvo quieto y tranquilo , hubiese biado de sitio , una mano de hierro pare tenido cien ocasiones de arrojarse al mar, cia haberle enclavado en el mismo lugar y una vez en el agua , gracias a su habili en que la víspera se habia quedado. Sus dad en el nadar , gracias a esa costumbre ojos hundidos se escondian en el entume por la que era considerado como uno de cimiento causado por el húmedo vapor de los mejores buzos de Marsella , desapare sus lágrimas: estaba inmóvil, fija la vista cer bajo lasolas,escapar á sus guardas, ga en el suelo . Así habia pasado la noche, denar la costa , huir , esconderse en alguna pié y sin dormir un solo instante. El car- ensenada desierta , esperar algun buque celero se le acercó , dió una vuelta á su al- genovés ó catalan , pasar á Italia ó á Es redor, pero Dantes no dió muestras de ha- paña y de allí escribir á Mercedes para que berle visto . Dióle aquel un golpe sobre lasse le reuniera. En cuanto á jsu subsisten espaldas, Dantes se estremeció y agitó laſcia, no pasaba por ello cuidado alguno cabeza . cualquiera que hubiese sido su suerte : do -¿Con qué no habeis dormido ? pre - quier que fuese son muy escasos los bue guntó el carcelero . nos marinos ; hablaba el italiano como un toscano , el español lo mismo que un na No lo sé , contestó Dantes . El carcelero le miró estupefacto . tural de Castilla la vieja . Hubiese vivido libre y feliz con Mercedes y con su padre -¿No teneis ganas de comer . ? -No lo sé . á quien hubiese, enviado tambien á bas car : mientras que entonces se veía preso , - Se os ofrece algo ? -Quisiera ver al gobernador . encerrado en el castillo de If , en esa in El carcelero se encojió de hombros y se superable cárcel, sin saber que habia si marchó . Dantes le siguió con la vista y las do de su padre y de Mercedes ; y todo manos tendidas hacia la puerta entreabier- ello por haber confiado en la palabra del ta , pero la puerta se cerró. Entonces pa - señor de Villefort. Habia paravolverse lo reció exhalarse su alma en un prolonga.co , de modo que Dantes se revolcaba fu do suspiro . Sus lágrimas que tenian hin - rioso sobre la renovada paja que le trajo chados los párpados manaron como dos el carcelero. Al dia siguiente , á la misma rios , arrodillóse besando el polvo y oró||hora, entró el carcelero. largo rato ; recorriendo en su imaginacion -¿Con qué , le preguntó , estais mas toda su vida pasada, y preguntándose á si puesto en razon hoy de lo que lo estabais mismo que crímen habia cometido en edad ayer ? tan temprana que mereciese un castigo Dantes no contestó . - Vaya , repuso aquel, un poco de ani tan cruel. El dia lo pasó de este modo ; apenas comió un bocado de pan y remojó mo ! ¿ Deseais algo que esté en mi mano su boca con unas gotas de agua. Ora se poderos proporcionar ? decid ... - Deseo hablar con el gobernador. sentaba absorto siempre en sus pensamien tos, ora corria en derredor de su calabozo -Pues no os dije ya , repuso impacien como un animal salvage encerrado en una te el llavero , que era imposible ... jaula de hierro. -Y porque ha de ser imposible . Una idea fija le atormentaba particu - - Porque segun los estatutos de la cár 52 ALBUM . cel, no es permitido á ningun preso pre-ljuna sola idea imposible de realizar , ó si no antes de quince dias os habreis vuelto -- ¿ Y qué es lo que se permite "pedirloco." na dan . ..... . . . .! ! Y lo crees tú ? if 16 Ils - aquí ? " . " guntar por él. Mejor alimento , pagando: dar algun - Si, loco. Asi es como empieza sięm paseo y alguna que otra vez libros para prè la locura. De ello tenemos aqui un distraerse. ") ? "" ;s ) 19 ! ato vi ejemplo reciente : empezó, un pobre aba - Pues yo no necesito libros , ni tengote que ocupaba este calabozo antes que necesidad de pasearme y me basta con vos por ofrecer incesantemente al gober el actual alimento ; con que no quiero nador un milloo si queria ponerle en liber- ' sino una cosa ; ver al gobernador... " tad,'y con esta ideá fija se le ha desconcer Si trataisde fastidiarme repitiéndome tado el cerebro . . " , siempre lo mismo, dijo el carcèlero, no os Cuanto tiempo hace que desocupó traeré de comer. oggengivil " Heste cuarto ? - Bueno , si no me traes de comer mel Dos años. lor : $ 7 : 11 : hoy moriré de hambre. Eso es muy sencillo ." Jay Se le puso en libertad ? . ? El acento con que Dantes pronunció es- -- No se le encerró en el subterrá tas palabras demostró al carcetero que el neos preso se tendria por dichoso de morir . Pe- : Escucha , yo no soy abate , no estoy ro como todo preso ' á quien se socorre , loco; tal vez con eltiempo pierda el juicio , deja en favor del carcelero diệz sueldos pero desgraciadamente por ahora tengo poco mas o menos cada dia, el de Dantes cabales mis sentidos: quiero hacerte una calculó el déficit que sufriria ' en caso de proposicions: morirse el preso ; 'aší es que repuso ' con " " , - Cual ? ' tono mas'afable . .. nfianzime : 16 - No te ofreceré un millon porque tama - Escuchadme, lo que deseais es im - poco podria dártelo , pero sí te prometo posible , por lo tanto no teneis que pedír - cien escudos si quieres, la primera vez que melo mas ; porque no se conoce' ejemplo vayas á Marsella , llegarte hasta el barrio de que el gobernador haya ido al catábozo de los Catalanes, y entregar una cartita á de ningun 'preso por mas que leste haya una joven llamada Mercedes ; que digo una instado; tan solo, si sois cuerdo,sé os per - carta , dos lineas tan solo . ' mitirá dar un paseo y esmuy factible que ii . -- Sityo me encargase de esasdos líneas algun dia mientras os estéis påseando..... y llegase á descubritse ,perderia midestino pase el gobernador : entonces podeis de- queme vale mil libras al año sin contar cirle lo que os convenga ; si os escucha 6 los gajes y la comida: Ya veis que seria un ' no , eso es cuenta suya . . .'* o ! ! Halimbécil si me arriesgase á perdermil libras — Pero, dijo Dantes,¿cuanto tiempo ten- para ganar cien escudos. dré yo que esperar de estemodo hasta quel - - Pues bueno: escucha y no olvides lo que te voy a decir; si no tratas de advertir : se pre: ente esa casualidad ? ! ;**** wal gobernador que yo deseo hablarle , sino ¿ Quien sabe ? un mes, tres, seis , talltratas de llevar á Mercedes esas dos líneas, * Hó á lo menos de advertirla que estoy aqui, vez un año. - Muy largo es eso, quiero verle en se -Hun dia te esperaré, escondido detrás de la " Ipuerta'. y en el momento que entres te en lromperé la cabeza con este banquillo . modo ese - ¡Ah ! no os fijeis de guida. . 4EBEN. $3 . miAmenazas eonmigo ! esclamó elcar- rigió háeią la plaza del Grand -Cours , y eelero dando un paso atrás y poniéndose entrando en casa la señora de Saint-Mer en defensa, Está visto que perdeis la cha- fan , encontró a los com idados á arrienes veta ; el abate empezó como vos , y dentro dejára en la inesa , tomando café en el sa de tres diaş esta reis ya loco rematado co- lon . Esperábale Renée con una pacien mo él. Felizmente hay calabozos oscuros cia de que participaba el resto de la relli oion : así es que fué recibido con una ger en el castillo de If. Dantes cojió el banquillo y le dió qe neral aclamacion. impulso circular al rededor de su cabeza . Qué tenemos de nuevo , corta cabe. ; - ; Está bien , muy bien ! continuó el zas, firme sostén del Estado , ngelo Bruto llavero; ya que lo quereis absolutamente realista , esclaró uno de los concurrentes; yoy á avisar al gobernador. que ay ? i Enhorabuena ! dijo Dantes dejando - Estamos amenazados de în nuevo de nuevo en el suelo el banquillo y şen - régimen de terror ? preguntó otro ." tándose sobre de él, bajando la cabeza y siEl buitre del corso habria acaso sa nuirando con ojos torvos cual și realmente lido de su guarida ? interpuso un tercero . estuviese loco. - Señora marquesa ,dijo Villefori acer El carcelero salió , y un momento des - cándose á su futura suegra , vengo á su : pues entró de nuevo acompañado de cuatro plicaros me dispenseis pues me veo obli .. . gado á abandonaros de nuevo ..... ¿Señ r soldados y un cabo. De orden del gobernador, dijo , cojed marqués, podria tener el honor de deciros : ese preso y bajadle al piso inferior á éste . dos palabras á solas? , ,,- ,il calabozo , pues ; dijo el cabo Ah ! ¿ Con qué es en efecto negocio -- Al calabozo: es preciso que los locos de gravedad ? preguntó la marq,iesa al ob . estén con los de sų clase , servar la turbada frente de Villefurt. Los cuatro şoidados se apoderaron del - Tan grave que me es preciso sepa Dantes , que cayendo en una especie de rarmede vos por algunos dias, ¡ Con qué, atovia , los siguió sin oponer resistencia continuó dirigiéndose hácia Renée , ved si is Le hicieron bajar quince escalones, y abrie- será la cosa seria ! ron la puerta de un calabozo en el que en- tró diciendo entre dientes . ¿ Os marchais ? caballero ; esclamo Renée , incapaz de ocultar la emocion que - - Tienen razon; es preciso que los locos le causaba tan inesperada pueva. . estén juntos. - Desgraciadamente , si serjora ; contes Cerróse la puerta y Dantes anduvo ha- tó Villefort, es preciso . . cia adelante, con lasmanos estendidas has. Y á dónde vais ? preguntó la mar , esa . ta que topó con la pared. Entonces se sentóJqu en uno de los ángulos de la pieza y que . En eso está el secreto de la justicia , inmóvil sus ojos habitua n -1.senora .Con todo , si se ofrece algo para Pa: dose poco, mientr a pocoasá que la oscurid ad procuraban distinguir los objetos. El carcelero te- ris tengo un amigo quemuchar : allí e ; nia razon; faltaba muy poco para que Dan - la noche y que tendrá un placer en cum . . tes no estuviese completainente loco , IX , LA FELADA DI VS ESPONSALES. plir vuestros encargos. Todos se miraron mutuamente , Me habeis pedido una conversacion Villeforte como hemos dicho ya , so di- particular ? dijo elmarqués. - ALBUM . 54 - Sí: pasemos á vuestro gabinete si os - Pero , ¿no teneis franqueza con el parece bien . guarda-sellos que tiene libre acceso en las El marqués tomó delbrazo á Villefort y Tullerías y por cuyo medio podeis ya sea salió con él. denoche ya de dia hablar con S. M ? - Ahora decidme,le preguntó en cuan t smuy cierto : pero no hay necesi to llegaron al gabinete , ¿qué es lo que pa- dad de que parta con otro la gloria de la sa ? ; Hablad ! noticia que llevo; ¿ entendeis ? El guarda .Ante todose parta desde lueesello me dejaria . - Cosas que creo de la mayor grave- sello me dejaria en segu: d . lugar y me dad, y que exigen que parta desde luego arrebataría el lucro de mi viage. No tengo para Paris. Ante todo , marqués , i teneis que deciros sino una cosa , marqués; mi capitales empledos en papel del Estado ? carrera es segura , con tal que yo llegue --- Toda mi fortuna la tengo invertida el primero á las Tullerias , porque voy á en inscripciones por valor de se 's á siete prestar al rey un servicio que no le será cientos mil francos á poca diferencia . fáce olvidar . : - Vende las pues,marqués, vendedlas – En este caso , querido'mio id á em ó quedais arruinado. paquetar vuestro equipage, interin yolla . — ¿ Pero coino queréis que las vendamo al señor de Servieux y le hago escri . . bir la carta que debe abriros las puertas - ¿ Tendréis un procurador , no es así ? interiores de palacio. - Lo tengo. - Corriente : no perdais tiempo porque Dadme una carta para él encargán - dentro de un cuarto de hora es preciso dole que las venda sin levantar mano , sin que esté andando ya la silla de posta . perder un momento ; Tal vez llegaré de- - Haced parar el carruage delante la desde aquí? masiado tarde! : -- ; Diantre ! no perdamos tiempo, pues puerta . - ¿Os encargareis de escusarme con la Sentose en el bufete y escribió una car- señora marquesa y con la señorita de Saint ta á su agente de cambios , dándole órden Meran , á la que no puedo dejar en tal de vender á cualquier precio . • dia sin un profundo dolor ? - Ahora que tengo esta carta , dijo Vi- - Encontrareis á las dos cuando vol llefort guardándola cuidadosamente en su vais en 'mi gabinete, y alli podreis despe cartera, necesito otra . -- ¿ Para quién ? -- Para el Rey. - Para el Rey ? -S. - Yo no me atrevo á cargar con la res - diros. - Mil veces gracias : 00 echeis en olvi do micarta . | Elmarqués tocó la campanilla , y se pre sentó un lacayo á quien dijo : - Decid al conde de Servieux que le ponsabilidad de escribir á S . M . Jespero; y luego dirijiéndose á Villefort con - Si no es de vos de quien la quiero, ostinuó; ahora ya estais libre . encargo tan solo que se la pidais al senor Villefort marchó á escape , pero al lle de Servieux . Es preciso que me dé una caraá la puerta pensó que un substituto 18||gar carta con cuva ayuda pueda penetrar has ta S . M . sin tener que someterme á lase procurador del rey seria notado și aa formalidades de pedir una audiencia que Jabamuy aprisa por las calles, lo que bas pueden hacerme perder un tiempo pre - taría para poner en alarma toda la pobla cioso . Icion ; en su consecuencia pues , tomó de ALBUM . 55 nuevo su porte ordinario y majistral. A laylacerado empezó a formarse una llagamor puerta de su casa observó la sombra co- tal: aquel honibre sacrificado á su ambi mo de una blanca fantasma que le especion , aquel inocente que sufria la pena de raba de pié é iomóvil. Era la bella cata - su padre chlpable se le apareció pálido y Jana que no sabiendo nada de Edmundo , amenazador , dando la mano á su novia al: obscurecer: habia marchado del Faro Jivida tambien como él arrastrando tras si para ir en persona á saber el motivo delá los remordimientos, no de aquellos que la prision de su amado, Alacercarse Vi asaltan la imaginacion como las furias de llefort, se separó de la pared contra la que la antigüedad , sino los que con zumbido se apoyaba y le salió al encuentro : Dan - sordo y doloroso hieren al corazon en cier tes hab a hablado al substituto de su no tosmomentos y le mortifican con el re via , asi que Mercedes no tuvo necesidad cuerdo de lo pasado. Veneno fatal cuyas de nombrarse para que Villefort la cono - desgarradoras punzadas exasperan elmal, y le van profundizando continuaniente has Quedó sorprendido al ver la belleza y ta la muerte . Hubo entonces en elinterior noble apostura de la joven y cuando le de aquel hombre unos momentos de in ciese. preguntó por el paradero de su amante ; decision. Habia ya otras veces pedido la pareció ser él el acusado á quien ella juz- pena capital para otros acusados, sin es gaba . perimentar mas sensacion que la resultan - El sugeto de que me hablais , dijote de la lucha entre el juez y el procesa bruscamente Villefort , es un gran culpa - do, y el recuerdo de aquellos infelices sen ble y yo no puedo hacer nada por él se tenciadosgraciasa la fulminante elocuencia ñorita . que habia arrastrado á los jueces ó al ju Mercedes dejó escapar un suspiro , y rado , no habia impreso la menor huella tratando Villefort de pasar adelante le delen su alma, porque aquellos acusados eran criininales ó á lo menos Villefort los creia tuvo segunda vez diciéndole . - Pero á lo menos decidmedonde está ,||tales. Pero esta vez el asunto era diferente , que pueda yo saber si es muerto ó vivo. Jacababa de imponer á un inocente la pena - No lo sé ; no es cosa mia ya: contes de prision perpetua , á un inocente que tó Villefort. libaá ser feliz y a quien arrebataba no solo la Y mortificado por su fija mirada y su - libertad si que tambien la ventura . ¡Esta plicante ademán, desvió á Mercedes y en vez no habia sido juez y si solo un ver tró ' en casa cerrando con prontitud la dugo ! Pensando todo esto sentia esa sor puerta , como si de este modo dejase fue- da agitacion que hemos descrito y que ra el remordimiento que ella le suscitara . Thasta entonces le había sido desconocida , Pero de este no se desprende uno tap retumbando en el fondo de su corazon v facilmente : es como la llecha envenenada lescitando en él vagas aprensiones; de este de que nos habla Virgilio : aquel en quien modo és como despues de un sufrimiento 'se clava tiene que llevarla consigo. Des- si bien que instintivo , violento , entra en pues de baber entrado cerró Villefort la conocimiento el herido de que no puede puerta , pero al llegar al salon le flaquea- ||acercar impunemente el dedo á la llaga ron las piernas , arrojó un vehemente sus palpitante y sangrienta hasta tanto que esta haya cicatrizado. piro y se dejó caer en una otomana. Entonces en el fondo de aquel corazon . Pero la herida que recibiera Villefort 86 ÀLBEN . 'era de aquellas que si llegan á cicatrizarse , Villefort no podia asegurar cuando estaria no es sino para volverse á abrir luegomas de vuelta , asi es que Renéeen vez de com enconadas y dolorosas que antes . Si en es - padecer é interesarse por antes maldecia tos momentos la afable voz de Renée hu- en su interior al que por su crimen la se biese resonado en sus oidos pidiéndole gra- paraba de su amante . cia , si la bella Mercedes hubiese entrado y Y Mercedes i que es lo que podia hacer ? le hubiese dicho « En nombre delDiósque La pobre Mercedes encontró á Fernaudo, « nos mira y nos juzga devolved inemi fu-l que la habia seguido, al revolver la esquin « turo esposo » entinces aquella voluntad na de là calle de la Loge; habia regresadu doblada ya por los remordimientos , ha- al barrio de los Catalanes, y exánime,de bria sucu inbido del todo y con mano gla- |sesperada , se tiró sobre su cama. Allado ei hubiera sin duda alguna , arrostrando de esta cama se puso Fernando de rodiHas todos los compromisos quepudieran sobre- y tomando la yerta mano de Mercedesque venir , firınadu la orden para poner en no pensaba en retirarla , la cubrió de ar, libertad á Dantes . Pero no liubo voz algu - dientes besos que Mercedesnisiquiera per na que alterase el profundo silencio que en cibió . Asi pasó la noche : la lámpara se la estancia reivaba ý la puerta no se abrió lapagó en cuanto hubo consumido todo są mas que para dar paso al ayuda de cáma- aceite , pero no por ello notó Mercedes la ra de Villefort que vino á decirle que es - oscuridad como tampoco habia observado taban enganchados los caballos de postala luz; y llegó el dia sin aperc birse tam en el coche de caipino .... Villefort se lè - poco Eldolor habia cubierto sus ojos con vantó ó mejor se bamboleó como'un hom - una venda que no la permitia ver sino á bre que vence en una lucha interior , se Edinundo . dirijsó á su gabeta , llenó sus bolsillos con ariAh ! : eśtais ahi ? dijo en fin echando cuanto oro,pudo recojer en un cajoncito , de ver á Fernando. dió una vuelta por su cuarto en ademan - Desde ayer no me he separado de:yos, despavorido, puesta la mano en la frente contestó este con un doloroso suspiro. , y articulando palabras inconexas ; y por fin En cuanto al señor Morrel no desinayó sintiendo que su ayuda de cáinara acababa ni se dió por vencido . Tuvo conocimiento de ponerle la capa, salió delcuarto ,seme- Ide que despues del interrogatorio habia sir tió en el carruaje y dió en breves palabras do Dantes condueido á la cárcel; entonces ja órden de dirijirse á la calle de Grand -lcorrió a casa de sus arnigos, presentóse en Course, casa Mr. de aint-Meran , Alla de las personas mas influyentes de M @ e El infeliz Dantes quedó condenado: sella , solicitó su mediacion , rogó, suplicó; Conforme a lo prometido por el mar- Ipero habíase ya esparcido la voz de que el qués, el señor de Villefort encontró á laliiven habia sido preso por incicios de bo marquesa y á Renée en el gabinete Alverllnapartista , y como en aquella época los á Renée , ei jóven se inmutó pues que te nas atrevidos miraban como un insensato mió se interesise de nuevo por la libertad |Hesvarío toda tentativa para reponer á Na de Dantes . Pero desgraciadamente , preci- poleon en el trono , no encontró mas que so es decirlo , á la joven no la preocupabalindiferencia , miedo ó repulsas, y se retire sino una cosa; ila marcha de Villefort . Lelá su casa desesperado,.confesando empere amaba ; Villefort iba á partir cuando se que la situacion era peligrosa y que nada acercaba el momento de ser su esposo ;Ilpadia bacerse 57 ALBUM . Por su parte Caderousse estabamuy de- El padre de Dantes estabatraspasado de sasosegado y acosado de temores. En vez inquietud y dolor. En cuanto á éste ya sa X . Dantes, en cuyo ausilio bien poco porcierto EL RETRETE DE LAS TULLERIAS. podia hacer , se habia encerrado en un Dejemos é Villefort continuar su viaje cuarto en compania de dos botellas de vino hacia Paris en cuyo camino gracias a su de Passis probando de anegar su inquietud liberalidad con los conductores, devora la en una borrachera. Pero en el estado en distancia y penetremos á traves de dos ó que se encontraba su espíritu , eran poca tres salones que preceden al retrete de las cosa dos botellas para apagar su juicio . Tullerias, cuya arqueada ventana es bien Estaba demasiado beodo para ir a buscar conocida por haber sido el gabinete favo mas vino, y no habia bebido lo bastante rito de Napoleon y de.Luis XVIII , y por para hallar,en la borrachera el olvido de serlo aun hoy dia del rey Luis Felipe. lo pasado: puesto de codos delante susbo- Alli , en aquel gabinete , sentado delante tellas vacías sobre una insegura mesa , y una mesa de nogal hecha venir de Hart vieodo danzar al resplandor de su vela sin well y que por una de esas manias tan fa espavilar, todos los espectros de que ha miliares á los grandes personajes , era su plagado Hoffman sus escritos chupados en mueble predilecto, el rey Luis XVIII es ponche, como un negro y fantástico torbe- cuchaba con bastante indiferencia á un llino. hombre de unos cincuenta á cincuenta y Tan solo Danglars quedó tranquilo y se dos años, de grises cabellos y aspecto no . reno y hasta contento , porque á mas de ble y severo , al par que iba anotando al vengarse de un enemigo aseguraba á bor- márgen un volúmen de Horacio , edicion do del Faraon el destino que temia perder. de Griphius, bastante incorrecta aunque Danglars,era uno de aquellos hombres de muy buscada y que prestaba ancho campo especulacion que pacen con una pluma á las sagaces observaciones filosóficas de Cruzada en la oreja y un tintero en vez de S . M . .corazon ; todo lo reducia á una operacion - ¿ Que deciais, caballero ? dijo el rey . no lebelli -- Que estoy en en mucha muc zozobra , señor. uue estoy de restar ó multiplicar, y un guarismo in homa -; De veras ! ¿Habriais visto tal vez en parecia tanto mas precioso que un hom Faril sueños siete robustas vacas y otras tantas bre , cuando este número podia aumentar|Su smide escuálidas y hambrientas? el total que, aquel hombre:podia dismi-je -escolar No, señor, porque eso no anunciaria nuir. Danglars, pues, se acostó a la hora acos+isino siete años de fertilidad y siete de es H lcasez , y con un rey tan previsor cual V . M . tumbrada y durmió á pierna suelta . J Jas Villefort despues de haber recibido del la escasez no sería de temer. señor de Servieux una carta dirijida alse oopre que otra plaga pues , versa ñor conde de Blacas besó â Renée enamvuestro temor mi querido Blacas? bos earrillos, verificó lo mismo en la manol = Seqor, yo creo ....... tengo datos para de la señora de Saint-Meran v despues de creer que se está formando una tempestad dar un vivo apreton á la mano delmar - hacia elMediodia. qués montó en su carruaje tomando á to : roes yo , mi querico conde, contesto Luis XVIII, os creo muy mal informado; do escape el camino de Aix . 15 IEEE de dar algunos pasos como el señor debemos lo que le aconteció . Morrel , en vez de hacer algo en favor de ALBUM . 58 sé positivamente que muy al contrario, elſinquietan , es un hombre pensador que tiempo nunca ha estado alli mas sereno. posee toda mi confianza, y encargado por Apesar de ser un hombre sesudo , gus- míde celar el Mediodia , ( el conde vacilo tábale á Luis XVIII el estilo chancero.. al pronunciar estas palabras ), que acaba --Señor , dijo el de Blacas; aunque no de llegar en posta para decirme: «Gran sea mas que para tranquilizar á un fiel des peligros amenazan al rey; y en su con . servidor, ¿ V . M . no podria enviar al Lan - secuencia he venido volando , señor.» guedoc á la Provenza y al Delfinado algu-|| Mala ducisavi domuin , dijo Luis XVIII nos sugetosde confianza que se informasen continuando sus notas al Horacio. y dieren cuenta del estado de las tres pro - - ¿ V . M .memanda que no insista mas sobre este punto ? vincias ? - Canimus suriis, contestó el rey con - | -- No, mi querido conde ; pero alargad tinuando sus anotaciones al Horacio . la mano , ali bajo, a la izquierda, encon - Señor , contestó riendo el cortesanoſtrareis el parte del director de la policía para dar a entender que comprendia el fecha de ayer. .. Pero , no , aquí le teneis hemistiquio del poeta de Remisa , V . M . Jen persona... ¿No decís que es el gefe de tendrá mucha razon si åtiende solo al espí-lla policía ? continuó Luis XVIII dirigién ritu de toda la Francia , pero yo creo no indose al ugier. Entrad baron, y esplicad al muy descaminado al temer una desespe - conde lo que sabeis de mas reciente sobre el señor Bonaparte . No nos disimuleis na da en el asunto por grave que sea. Veá rada tentativa . ion 9 - De parte de quien ? - De parte de Bonaparte ó á lo menos mos į la isla de Elba se ha convertido en de sus partidarios. Hun volcan , y vamos a ver salir de ella al - Mi querido Blacas, me impedis el dios de la guerra rodeado de llamas y trabajar con vuestros terrores. i resplandor , bella , horrida bella ? iV. M . dijo el gefe , ha tenido á bien Señor, quisiera poder participar de la confianza de V . M . examinar el parte de ayer ? - Esperad, ini querido conde, esperad . - Sí, sí , pero decid al conde que no He hecho unas notas muy de mi gusto al sabe encontrarle , lo que decia el tal parte. Pastor quum traheret; esperad y luego Describidle lo que hace el usurpador en continuaréis . su isla . Hubo un instante de silencio durante ell - Señor , dijo el baron al conde, todos que Luis XVIII ponia una nota en letra lolos leales servidores de S . M . deben tener mas menuda posible al márgen de su Ho- suma satisfaccion al saber las recientes racio ; despues de concluido, dijo levantán- nuevas que nos han llegado de la isla de dose con la complacencia de un hombre Elba. Bonaparte....... El gefe miró á que cree haber tenido una idea nueva lue Luis XVIII que ocupado en escribir una go que ha comentado la de otro. nota ni siquiera levantó la cabeza , Bona - Continuad, mi querido duque , ya os porte , continuó el baron , se fastidia en escucho. estremo ; pasa los dias enteros presencian ... - Señor, dijo de Blacas, me veo preci- do los trabajos de sus mineros de Porto sado á deciros que no son ligeras habladu- Longone. Aun hay mas ; estamoscuasi se rías destituidas de fundamento , simplesliguros que dentro de poco tiempo el-risur proyectos, castillos en el aire , los que mellpador se habrá vuelto loco. ALBUM , 59 yLoco ? pcontinuó bromeando Luis XVIII , forja ” - Loco de atar. Su cabeza se debilita . Juno. ¿No es así como acostumbra hacers Ora llora á moco tendido, ora rie á car - - Oh señor, dijo el director, á Dios gri cajadas descompasadas,ora pasa horas en - cias , en este asunto no hay necesidad d teras á orillas del mar tirando piedrecitas, inventar nada ; cada dia vemos atestad. y cuando estas han pegado cuatro ó cinco nuestras oficinas con partes los mas deta botes á flor de agua queda tan satisfecho llados, dimanados de una multitud de po como si hubiese ganado otra batalla cual bres petates que confian alcanzar un lige la de Marengo ó Austerlitz .Ved si no son ro signo de reconccimiento por servicio estos señales infalibles de locura . que no prestan , pero que ellos quisierar - 10 de cordura', señor baron , ó de prestar , pues que reducen sus comunica Cordura ! dijo Luis XVIII riéndose. Arro - ciones á datos vagos esperando que algun jando piedrecitas al mar es como se re- suceso casual dará visos de certeza á sus creaban los grandes capitanes de la anti- predicciones. güedad , ved sino á Plutarco, en su vida dell - Está bien ; con que id caballero, dijo. Scipion el Africano... Con que , mi queri - Luis XVIII y acordaos que os espero . do Blacas , é que os parece ? continuó sus- | - No hago otra cosa que ir y venir ; pendiendo la continuacion de sus apuntes señor , dentro de diez minutos estoy de sobre el volúmen abierto delante de él. vuelta . - Os digo , señor, que ó el señor direc- - Y yo , señor, dijo Blacas, voỳ á bus 'tor de la policía ó yo nos equivocamos;f|car mimensagero . pero como es imposible que sea el gefe de Esperad un momento ,dijo Luis XVIII la policía quien se engañe pues que le es - quisiera consultaros sobre el pasage:Molli tá encomendada elhonor y guardade V . M . Yugies anheli u . Ya sabeis que se trata del esmuy probable que sea yo elque padez- ciervo huyendo delante del lobo. ¿No sois ca error. Con todo señor, con el beneplá - cazador y montero mayor de la casa ? Qué cito de V . M . desearia interrogar al suge- os parece de este título á doble idea elmol. to de qnien hablé antes y aun me atreveréli anhèlilu . O n e á suplicar que se digne V .M . hacerlo por -- Admirable , señor; pero mimensage sí mismo. flro es como el ciervo , es como el ciervo - De muy buena gana , conde ; con de quien hablais, puesto que acaba de cor vuestra recomendacion recibiré á quien rer doscientas veinte leguas en posta gas querais ; pero deseo recibirle en disposi- tando apenas tres dias en el viaje. cion de combatir . | - Es tomarse mucha molestia é inquie -- Señor director , tenéis alguna parte tarse en estremo, mi querido conde, cuan de fecha mas reciente que ésta ? la de este do tenemos el telégrafo que no gasta mas es del 20 de febrero y estamos á 4 de de tres á cuatro horas y esto sin que su o respiracion se altere en lo mas mínimo. marzo . - No lo tengo señor pero lo espero dell. ; Ahl señor , no correspondeis al in terés del pobre jóven venido de tan lejos, un momento a otro . Desde la mañana quelcon tanto celo por darnoá seaV .mas M . una útil falto de la oficina , y puede que durante advertencia que por . Aunque complacer al señor de Servieux que melo miausencia haya venido alguno. .. - Id pues a la prefectura , y si hay al- recomienda , recibidle bien , os lo su . guno traedle , y si no hay... en este casollplico . ALBUM . 60 - ¿ El señorde Servieux, el gentil-hom -||toridad real: el empolvado traje de Ville bre demihermano ? fort, pada conforine á la etiqueta de pa El mismo. Mlacio, habia escitado la susceptibilidad del - En efecto , sé que está en Marseļla. maestro de ceremonias, que se admiró en estremo al ver que aquel jóven trataba - De alli me escribe. . ¿ Y os habla tambien en su carta de de presentarse de aquella manera ante el esa conspiracion? rey ; pero el conde allanó todas las diți . : --No, pero me recomienda al señor de cultades con una sola palabra : de orden de de Viļlefort, encargándome le introduzca S. M .: y apesar de las observaciones, que hasta V . M . . . continuó haciéndole el maestro de cere . . ; El señor de Villefort!, porqué no monias, Villefort ſué introducido. El rey me dijisteis su nombre desde un principio ? |continuaba sentado en la misma posicion esclamó el rey dejándose percibir en su en que lo dejára el conde. Alabrir la puer rostro un principio de inquietud . ... Jta Villefort se halló cara á cara con el rey, - Señor , no creia que V. M . le cono- el primer movimiento del joven magistra . ciese. . , .ldo fué el de pararse. - Pues le conozco, le conozco, mique- :-- Eộtrad , señor de Villefort , dijo el rido Blacas; es un hombre formal, demi- cey , entrad . ras elevadas y sobre todo ambicioso en es- Villefort saludó y adelantó algunos pa tremo; pero iyos conoceis á sų padre ! sos esperando á que el rey le dirijiera la palabra . Noirtier: senor de Villefort, dijo Luis XVIII , : : - ;Noirtier ! del girondino ? Noirtier i el senador ? el conde de lilacas dice que habeis de co municarme un asunto muy importante . -- Justamente . - ¿ Y V . M . ha, empleado alhijo de ser|| mejante sugeto ? , . . . Senior , el conde tiene razon,y yo, es pero que V . M . desde luego convendrá en Querido conde , ya os he dicho quel|ello , Villefort era ambicioso : por ascender se- . Ante todas cosas , caballero , zes tan iii capaz de sacrificarlo todo, hasta á su grávę. elmal que venis á anunciarme, co mismo padre, ; , . , imo se han empeñado en persuadírmelo ? En este caso , señor, ¿podré hacerle . - Señor, yo, le considero apremiante , entrar ? Lipero ,gracias á midiligencia espero queno - Al instante , conde ;, donde está ? sera irreparable . , Probablemente me estará esperando - Hablad cuanto querais , caballero , -abajo en mi coche. .. dijo el rey que empezaba a dejarse domi El conde salió con la lijereza de un, jórnar de la emocion que cambiára la fisono yen, su , sincero,realismo, le rejuvenecia. mia de Blacas y,alterára la voz de Ville Luis XVIII quedó solo , dirijiendo la fort. Hablad y sobre todo empezad por el -vista á Horacio entreabierto y diciendo principio ; me gusta en todo el debido ór den y método . entre dientes. 1 - Señor, dijo Villefort, yo haré á V . M . Justum et tenacem propositi virum . lluna exacta relacion de todo, pero no pue Mr. de Blacas volvió a subir con la mis-ldo menos de rogaros me dispenseis vues ma rapidez con que bajára , pero en la tra gracia si la emocion que me agita ha -. antecámara le fué preciso invocar la au - ce quemis ideas sean algo obscuras. ALBUM . 61 Una ojeada que dió al rey despues de que os hablo de lo que dijo en su interro este insinuante exordio , le cercioró de la gatorio , serior ; á una restauracion que no benevolencia de si augusto auditorio y está muy lejos. - ¿ Y donde está ese hombre ? . continuó : : - Señor ; he venido á Paris con la ma- - Encarcelado , señor. yor prontitud posible para dar parte ál. - ¿ Y el negocio os ha parecido grave? V . M . del descubrimiento que he hecho - Tan grave, señor, que habiendo te eblocomcons-| dos a fin de de este suceso al ha uso dedemismaresfunciones, do toconocimiento y sin contnore deel puesos enen uso - nido plots vulgares y sin consecuencias que se llarme en un festin de familia , el mismo traman todos los dias entre el pueblo y la dia de mis esponsales , lo he abandona soldadesca ; sino de una verdadera cons- do todo, novia y amigos, dejándolo para piracion , una tempestad que amenaza na- despues , á fin de venir á deponer á los da menos que el trono de V . M . Señor , ſpies de V . M . los temores de que estaba el usurpador está armando tres buques, poseido y las seguridades de mi adhesion y tiene entre manos algun proyecto , in-lly respeto . : sensato tal vez , pero no por eso menos – No es cierto , dijo Luis XVIII , que terrible . A la hora presente debe haber habia un proyecto de matrimonio entre abandonado ya la isla de Elba para ir novos y la señorita de Saint-Meran ? nel . - La hija de uno de los mas fieles ser-sé donde, pero sin temor de equivocarmel puedo decir que será para tentar un de - /vidores de V . M . si , pero volvamos al complot,se sembarco ya en Nápoles , ya en las costas |ñor--Si, de Villefort. de Toscana, ya en lamisma Francia . V .M .: -- Señor, yo temo que esto sea algo mas no ignora queel soberano de la isla de El-|| que un complot, mucho me engaño ó es ba ha conservado relaciones en francia Francia yy una una consi conspiracion formal. en Italia . - Una conspiracion en los tiempos que - Si, ya lo sé; dijo el rey en estremo corremos, dijo Luis XVIII sonriendo , es conmovido , y no hace mucho tuvimos noti- cosa fácil de tramar , pero muy dificil de cia de que en la calle de Saint-Jacques seconducir á buen término por la misma Verificaban algunasreuniones bonapartis - razon de que restablecido hace poco en el tas. Pero , continuad , os lo ruego , ¿ cómo trono de mis antepasados , tenemos á un habeis adquirido esos detalles? . tiempo fija la vista sobre lo pasado, lo -- Señor , por el resultado de un inter- presente y el porvenir . Hace diez meses rogatorio que tuve quehacer en Marsella á que mis ministros redoblan su vigilancia un sugeto á quien vigilaba demuchotiem - |para que el litoral del Mediterráneo esté po y á quien hice prender el mismo dia bien guardado. Si Bonaparte desembarca de mipartida. Este hombremarino revol- en Nápoles la coalicion en peso se le toso , y de ideas bonapartistas que me le echará encima antes de que pudiese llegar hicieron sospechoso , ha ido secretamente a Piombino ; si desembarca en Toscana , á la isla de Elba. Ha visto al gran maris- entra en pais enemigo ; si en Francia será cal quien le encargó una mision verbal tan solo con un puñado de hombres y le para un bonapartista de Paris cuyo nom -lesterminaremos desde luego, execrado co bre, no le he podido arrancar , pero esta mo es por el pueblo. Tranquilizaos pues , mision era con objeto de preparar los áni- Ipero no por eso desconfieis denuestra real mos para una restauracion . Haceos cargo'munificencia . 16 62 : ALBUM - ¡ Ah ! He aqui al señor director de 1.° demarzo y vos apenas lo sabeis hoy 4 policía; esclamó el conde de Blacas de marzo !... ¡Oh ! caballero , lo que de Apareció en efecto en el dintel de la cis es imposible , os habrán engañado"en puerta el gefe de la policía, pálido , tem el parte. bloroso , y cuya incierta mirada daba ál -- ; Desgraciadamente , serior lo que os entender le habia sorprendido algun im - anuncio no es mas que demasiado cierto ! previsto acontecimiento . ViHefort hizo Luis XVIII hizo un gesto de mal re ademan de retirarse pera un apreton deprimida cólera y espanto y se puso de prof mano de Blacas le detuvo . to en pié cual si un mismo golpe le hubie XI. EL BUITRE DEL CORSO . Luis XVIII al aspecto de aquel rostro ra herido a la vez en el corazon y en el rostro . — ;En Francia ! esclamó, ; el usurpador demudado rechazó con violencia la mesa en Francia ! ; con que ese hombre no era ante la que estaba sentado. vigilado ! ;ó quién sabe ? ¿con qué tal vez -- ¿ Qué teneis , seilor baron , esclamó, se estaba de acuerdo con él ! que pareceis tan conmovido ? ¿ Esa confu - | - ; Oh ! señor, esclamó el conde de Bla sion , esa perplegidad viene á confirmaricas, no tan á la ligera acuseis de traicion los ternores de Placas y lo que acaba de la un sugeto como el señor director de po decirme el señor de Villefort ? : licía. Señor, todos tenemos un instante de Blacas por su parte se aproximó con viceguedad y el baron ha participado de la veza al baron , pero el terror de cortesa - ceguera general : hedlo ahí esplicado todo . no pudo mas en el que el orgullo de hom - - Pero... dijo Villefort, mas luego de bre de estado : en efecto en semejantes teniéndose... dispensar , añadió , dispen circunstancias le era mucho mas conve- sad ; mi celo me arrebata ; dígnese V . M . niente verse vencido por el prefecto de dispensarme. polic a que humillarle sobre negocio detal - Hablad ,caballero ,hablad con desem naturaleza. . barazo , dijo Luis XVIII, tan solo vos nos - Señor. ... balbuceó el baron . prevenisteis este revés , ayudadnos á bus - Vaya ! veamos? dijo Luis XVIII. carle remedio . -- ; Oh señor , qué horrorosa calami. - Senor, dijo Villefort, el usurpador es dad ! soy muy digno de compasion , jamas aborrecido en elMediodia;me parece qire podré consolarme.... si se atreve á internarse por aquel punto , - Caballero, dijo Luis XVIII, os man - puede con la mayor facilidad sublevársele do que os espliqueis. : Pues bien ! el usurpador ha aban - la Provenza y el Languedoc. En efecto , no hay duda , dijo el di donado la isla de Elba el 26 de febrero y rector, pero avanza por Gap y Sisteron ha desembarcado el 1 .° de marzo . - - ; Con qué adelanta , adelanta ! di - ¿ En donde? ;en Italia ? preguntó jo Luis XVIII, ¿ con qué se viene sobre impaciente el rey. Paris ? - En Francia , señor; en una ensenada| El gefe de policía guardó un silencio equivalente a la mas completa afirmativa. cerca de Antibes en el golfo Juan. - ; El usurpador ha desembarcado en ¿ Y el Delfinado, caballero ,creeis que Francia ,cerca de Antibes, en el golfo Juan , sea tan fácil sublevarle como la Provenza?. á doscientas cincuenta leguas de Paris, elll - Semor , me veo precisado á decir á ALBUM . 63 V . M . una verdad cruel , pero la opinionymi hermano Luis XVI, á tener que bajar general del Delfinado está muy lejos deſde ese modo las escalerasde las Tuberías, asemejarse á la de Provenza y Langue- hecho objeto del ridículo , i no sabeis se doc ; los montañeses son bonapartistas, ñores lo que es el ridículo en Francia ! or piedad ?urinuró el ip - Vamos, murmuró Luis XVIII , que policía , i por piedad ! ha venido bien prevenido. ¿ Y cuánta ggenseñor de Villefort, continuó en - |el rey- Acercaos, te lleva consigo ? dirigiéndose aljoven que de pié, in Señor. - Señor, señor,murinuró el gefe de la - Señor, lo ignoro ; contestó el gefe de móvil y algo separado atendia al giro de lesta convo esta conversacion , en la que fluctuaba cua policía . -- ¿ Cómo ! ¿no lo sabeis? :os habeis ol- si perdida la suerte de una monarquía ; vidado de informaros de esta circunstan - acercaos, y decid al señor que pueden sa cia ? verdad que no esde la mayor impor- berse las cosas antes de lo que él las ha tancia , anadió c n una sonrisa glacial. sabido. - Señor , el parte tan solo nos anuncia - Señor, era materialmente imposible el desembarque y ruta del usurpador. adivinar los proyectos que ese hombre : — ¿ Y por dónde os ha venido este par ocultaba á todo elmundo, balbuceó el di - te ? preguntó el rey. rector. · El gefe bajó su cabeza y su frente se - Materialmente imposible . ; Oh ! he ahí una gran frase , caballero ; desgracia cubrió de un rojo escarlata . - Por el telégrafo , señor dijo . damente hay grandesfrases como hay gran Luis XVIII dió un paso hacia delante y des hombres , las he medido. ¡Material cruzó los brazos cual hubiese hecho Na - mente imposible ! á un gefe que está al frente de una vasta administracion , que poleon. - -Con qué, dijo palideciendo de cólera , tiene oficinas, ajentes y quince mil francos ;siete ejércitos coligados habrán vencido á para gastos secretos , el saber lo que pasa ese hombre , un milagro me habrá vuelto já 60 leguas de las costasde Francia ! ¡Pues á colocar en el trono de mis padres des- bien ! ved aqui al señor, sin ningun medio pues de veinte y cinco años de destierro , de que poder disponer, ved aqui al señor , y habré yo durante estos veinte y cinco simple majistrado ; que sabe tanto como años, estudiado, profundizado y analizado vos con todos nuestros ajentes y policia , y los hombres y las cosas de esta Francia que hubiera salvado midiadema si hubiese que me estaba prometida, para que al lle tenido como teneis vos un telégrafo de que gar al cumplimiento demis mas ardientes disponer. deseos un poder que tengo entre manos El gefe de la policia dirijió á Villefort estalle haciéndome pedazos! una mirada en la que se veia marcado el - Señor, es la fatalidad que os persigue, mas profundo despecho , este inclinó la ca murmuró el director de policía oprimido beza con la modestia del triunfo . bajo el peso de tan grave reproche. – No digo esto por vos,mi querido Bla - Caer , continuó Luis XVIII que de cas, continuó Luis XVIII; porque si bien una ojeada sondeara el precipicio en cuyo vos nada habeis descubierto , á lo menos borde estaba pendiente la monarquía caer, habeis tenido el fino tacto de norenunciar y recibir tal nueva por el telégrafo ! ¡ Oh ! la vuestros recelos. Otro en vuestro lugar i preferiria subir alcadalso en quesucumbió hubiera considerado la revelacion del se 664 ALBUM . îñor de Villefort como insignificante ó euan- Elacas , podemos contar con el ejército : do menos sujerida por una ambicion venal, V. M. ha leido los partes y segun ellos nos hubiera esperado que el telégrafo ! .... es enteramente adicto . Estas palabras hacian alusion , á las que -No me hableis de comunicaciones al pronunciára el gefe de polícia con tanta presente , conde, sé el valor que se las de confianza una hora antes. Villefort echó be dar . Pero , a proposito de partes, señor de ver la intencion del rey . Otro que él se baron , ¿ qué habeis sabido de nuevo sobre hubiese dejado llevar al colmo de la ale- el asunto de la calle de Saint - Jacques ? gria por las alabanzas que se le prodiga - Sobre el negocio de la calle de Saint ban , mas temió crearse un mortal enemigo Jacques ! esclamó Villefort no pudiendo en el gefe de policia , si bien no dejó de contener su esclamacion . pero volviendo conocer que éste era perdido irrevocable- luego en si continuó : perdon , señor; mi mente . En efecto , el gefe que no habia poadhesion à V. M. me hacen continuamen dido, teniendo en sus manos abundantes te olvidar , no el respeto que debo tene medios , adivinar el secreto de Napoleon , ros, pues este le tengo indeleblemente gra nes de sù ago bado en mi corazon , pero si las leyes de podia en las últimas convu nia penetrar el de Villefort. Para esto le la etiqueta. bastaba interrogar á Dantes. Acudió pues - Decid y haced lo que querais , caba en ayuda del director en vezgde contribuirlero , repuso Luis XVIII , habeis adqui rido en este dia el derecho de preguntar á su ruina . -Señor , dijo Villefort , la rapidez del lo que os parezca. -Señor , contestó el director de poli acontecimiento debe probar á V. M. que solo Dios podia impedirle levantando una cía , venia hoy á propósito para dar parte tormenta. Lo que V. M. cree en mi efecto á V. M. de los datos que he podido ad de una suma perspicacia es debido única y quirir sobre este suceso , cuando V. M. sencillamente a una casualidad . Aproveché ha fijado toda su atencion en la terrible esa casualidad cual debe todo fiel servidor catástrofe del golfo Juan . Al presente es y nada mas. No me deis mas de lo que metos detalles ningun aliciente tendrán pa Rierezco , señor, y rectificad la primera idea ra V. M. -Al contrario , caballero , al contrario , que tal vez hayais formado de mi . El gefe de policía dirijió al jóven una dijo Luis XVIII . Este negocio tiene en mi mirada de elocuente agradecimiento, y concepto suma analogia con el que nos Villefort conoció habia logrado lo que se ocupa , y la muerte del general Epioay propusiera; es decir , sin menoscabarse en tal vez nos ponga en la mano el hilo de nada la gratitud del rey acababa de ajen- un gran complot interior . Al oir el nombre del general Epinay , ciarse un amigo con quien podia contar en Villefort se estremeció . un caso desesperado . Está bien , dijo el rey ; ahora señores, -Verdad es , senior , contestó el direc continuó dirijiéndose al señor de Blacas y tor de policía, que todo induce á creer que al director de policía ; ya no os necesito , esta muerte no es el resultado de un sui podeis pues retiraros; lo que hay que ha - cidio , como se habia temido al princi cer es incumbencia del ministro de la pio, y si de un asesinato . El general Epi guerra . nay acababa de salir de un club bonapar -Felizmente , señor, dijo el señor de tista cuando ha desaparecido. Un descd = 4 1 :: 65 ALBUM . nocido habia ido á buscarle por la maña- f - Tratareis de encontrar á ese hombre , na y le habia citado para la calle de Saint- caballero , dijo el rey al director de poli Jacques. Desgraciadamente el ayuda decía , porque si , como todo me induce á cámara del general que le estaba peinan- creerlo , el general Epinay , que nos hu do cuando este desconocido fué introduci- biera sido de mucha utilidad en este mo . do en el gabinete , pudo comprender que mento, ha sido víctima de un asesinato , le designaba la calle de Saint -Jacques pe- bonapartistas ó no , quiero que sus asesi ro no recuerda el número de la casa nos sean castigados con el mayor rigor. A medida que el director de policía da Villefort tuvo necesidad de toda su san ba al rey.Luis XVIII estos detalles, Ville- gre fria para que el terror que le inspira fort, que parecia estar pendiente de susba este encargo del rey no le comprome palabras, se coloreaba y palidecia alter-||tiese. nativamente . El rey le dirijió la palabra diciéndole : . - - ¿ No sois del mismo parecer que yo , senior de Villefort, respecto de que el ge neral Epinay , á quien todos creian adicto al usurpador, pero que en realidad era del todo partidario mio , ha perecido víctima de una asechanza bonapartista ? berlo ya dicho todo cuando dice : « se ha cometido un asesinato » y que lo ha hecho todo alañadir : « se sigue la pista de los culpables .» - -Señor , V . M . en este punto por lo Jmenos , espero quedará satisfecho. - Es muy probable, señor ; pero qué , ¿ no se sabe nada mas ? - Cosa estraña , continuó Luis XVIH con humor festivo ; la policía se cree ha - Está bien ; veremos. No quiero de ||teneros por mas tiempo , baron . Señor de - Se está siguiendo la pista del sugeto Villefort , debeis estar muy fatigado des que dió la cita . pues de tan largo viage , retiraosá descan -' : - Se le siguen sus pasos? repitió Vi- sar. ¿Habeis ido á parar sin duda á casa de vuestro padre ? Hefort. - Si por cierto , el criado dió las señas; |: Un desvanecimiento oscureció la vista es un hombre como de unos cincuenta á)de Villefort . . nell - - No, señor , dijo ; me he hospedado cincuenta y dos años, moreno, . la londa O gros resguardados de espesas cejasojos , v. ne conlen de Madrid , calle de Four n o n o t o ul b do az , a . patillas : viste un sobretodo aboto habreis visto al señor de Noir azul, Pero , - nado, en cuyo ojal usa un lazo de oficialtiera de la lejion de honor. Ayer se siguió á unl Señor, me he hecho acompañardes individuo cuyas señas eran exactamente de luego á casa el señor de Blacas. . iguales a las que acabo de daros, pero sel - ¿ Pero por lo menos ireis à verle ? le perdió de vista al revolver de la calle del - No tengo tal intencion , señor. Jusienne á la de Coq -heron . . - ; Ah ! es muy justo , dijo Luis XVIII Villefort tuvo que apoyarse en el res- sonriendo de unamanera que indicaba que paldo de un sillon por cuanto a medida |tan reiteradas preguntas no las hiciera sin que el director de policía hablaba , sentía un fin particuları Olvidaba que vuestras que se le debilitaban las piernas, pero cuan relaciones con el señor de Noirtier son bas do al concluir vió que el desconocido ha - ſtante frias y que siendo este un nuevo sa bia escapado a las pesquisasdel agente que crificio que haceis á la causa real ecsige le celaba , respiró con mas libertad . por nuestra parte una compensacion. 16 i "ALBUM . - Señor , las bondades que me dispen-|| Pasaba uno casualmente por alli: Ville *66 sa V . M . son una recompensa que esce- fort se arrellanó en el fondo abandonando de en mucho á lo quepudiera atrevermese á sus sueños de ambicion . A los diez á esperar de las bondades del rey. minutos estaba en su cuarto . Dió órden - No importa , caballero , no os olvi-l para tener prontos los caballos dentro de daremos por eso , quedad tranquilo . Por dos horas, y mandó que le sirvieran elal ahora, y el rey desprendió la cruz de la muerzo. Iba á sentarse á la mesa cuando Lejion de Honor que llevaba prendida de el retintin de la campanilla le advirtió que su traje ordinario de color azul, junto con tiraba de su cordon la mano de una per la cruz de San Luis, y al darla á Villefort sona de franqueza : el ayuda de cámara dijo ; por ahora tomad esta cruz. fué á abrir y Villefort oyó pronunciar su - Señor, dijo Villefort , V . M . se equi- nombre. voca, esta es cruz de oficial. - ¿Quien puedehaber sabido que yo.es Por miparte , caballero , dijo el rey, toy aqui? se preguntó el jóven , y aldecir tomadla tal cual es, no tengo tiempo para esto entró elayuda de cámara . ¿ Qué es enviar en busca de otra . Blacas, procura-- llo que hay? preguntó Villefort, ¿quien ha reis que se le dé cuanto antes el diploma Hamadɔ? ¿ quién pregunta por mi? al señor de Villefort. - Un desconocido que no quiere decir Humedeciéronse los ojos de éste con una su nombre. lágrima de orgullosa alegria , y tomando - Y qué trazas tiene ese sugeto ? la cruz la besó . - Señor, es un hombre como de cin álcuenta por ahora qué órdenes, -- Y , ¿ tiene bien V . M . comunicarme ? - Descansad, pues lo necesitais, y acor anos. - Alto, ó pequeño ? - De vuestra talla, señor , á poca dife daos que siéndome inútil en Paris vuestral.rencia ;moreno, muy moreno, cabello ne presencia , podeis serme en Marsella del gro , ojos negros, gran utilidad . - Serior ; contestó Villefort inclinándo - tambien negras. se dentro de una hora estaré fuera dell cejas negras, y patillas iY su traje ? preguntó impaciente Villefort ; ¿ de que modo va vestido ? Paris. Marchad , caballero , dijo el rey; yll - Gasta un gran sobretodo azul, abota si llegaba a olvidaros , pues la memoria nadode arriba abajo y condecorado con la de los reyes es muy escasa , no tengais te - cruz de la legion de honor. mor en recordarme lo pasado. ... Señor ). - El es ; murmuró Villefort palide baron, mandad que vayan á buscar almi- ciendo. ¡ Pardiez, dijo compareciendo al din nistro de la guerra . Placas, quedaos. -- ; Ah ! señor , dijo el director de poli-litel de la puerta el individuo cuyas semas cia á Villefort al salir de las Tullerías, vos hemos descrito , que gastais unos cumpli entrais por buen camino y teneis hechamientos bien estraños ! j'es costumbre en Marsella que los hijos obliguen á sus pa - . vuestra fortuna. - ¿Será duradera ? dijo entre dientes dres a hacer antesala ? Villefort, saludando al gefe , cuya carre - - ;Mi padre ! esclamó Villefort, icon ra habia concluido y buscando con la vista que no me habia equivocado ! estaba in in carruage que le condujera á su 'po - deciso de si seriais vos, ó no. 1 - En este caso , si no estabas seguro de sada . 67 ALBUM que fuese yo, repuso el recien venido de- podeis quejar ; pues por vos he venido y jando en un rincon -su baston y su som - este viage seguramente os salvará. muy conforme el hacerme esperar de ese el sillon en que estaba sentado, ¡de veras! Contádme cómo, señor magistrado, ha de - Dejadnos solos , German ; dijo Ville- ser cosa curiosa . fort. -- Padre mio , ¿ habeis oido hablar de modo . Elcriado salió notablemente admirado. cierto club bonapartista que celebra sus XII. reuniones en la calle de Saint Jacques ? | --Número 53 : sí; soy su vice -presi- EL PADRE Y EL HIJO). El señor de Noirtier , porque era él en dente. persona quien acababa de entrar , siguió - Padre mio ; vuestra indiferencia me con la vista al sirviente hasta tanto que hace temblar, hubo cerrado la puerta ; mas temiéndosel - ¿ Qué quieres, querido mio ? cuando que escuchára desde la antecámara trato uno se ha visto proscripto por los monta de cerciorarse abriéndola de nuevo : la neses , cuando ha tenido que salir de Pa precaucion no fué inútil y la rapidez con ris envuelto en una carreta de heno , cuan que se retiró el tio German probó no estar do se ha visto cercado en los páramos de exento del pecado que ocasionó la perdi- Bordeaux por los sabuesos del señor Ross cion de nuestros primeros padres. El se - bespierre , ha adquirido suficiente sangre Ãor deNo'rdier se tomó entonces la moles- fria para ver las cosas con calma. Conti tia de cerrar él mismo la puerta de la an- nua pues. ¿Qué es lo que ha pasado en el tesala haciendo otro tanto con la del gabi- club de la calle de Saint- Jacques ? nete; y tendiò su mano á Villefort que habia - Hapasado que se hizo comparecer en seguido todos sus movimientos con una élal general Epinay, y que el general Epi sorpresa de que no habia aun vuelto to- nay que salió de su casa á las nueve de la davía . noche, se le halló al siguiente dia en el - ¡ Ah diantre ! mi querido Gerardo ,|Sena . dijo al joven mirándole con una sonrisa - ¿ Y quién os ha contado tan bella his cuya espresion era difícilde definir, ¿ segun |torieta ? las apariencias no estás muy satisfecho dell - Elrey en persona , señor. verme ? - ; Pues bien ! yo en cambio de tu his - Sital padre mio , dijo Villefort , es - toria, voy á comunicarte una noticia . toy contentísimo, pero estaba tan lejos, os . -- ; Padre mio ! me figuro saber ya lo lo juro , de esperar vuestra visita que me que vais á decirme. la sorprendido un poco. . --; Ah ! ;con qué sabeis el desembarco - Pero, querido mio , dijo sentándose el del emperador ! seđìor de Noirtier , ¡me parece que podria - Silencio ,padre mio , os lo ruego : pri decirte otro tanto , puesto que me anun - mero por vos, luego por mí: si ; ya sabia cias tus desposorios para el dia 28 de fe yo esa noticia , y aun os diré que tal vez brero y el 4 de marzo estás en Paris ! antes que vos, porquehace tresdias que he - Si estoy aquí, padre mio ,dijo Gerar- venido volando por el camino de Marsella do acercándose al señor de Noirtier, no oslá Paris con la rabia de no poder enviar el . brero sobre una silla , permíteme que te - ; Ah ! ;de veras ! dijo el señor de diga , mi querido Gerardo , que no está Noirtier arrellanándose negligentemente en ALBUM . pensamiento que abrasaba micerebro dos EVE cientas leguas delante de mí. • Es cierto ; pero se ha encontrado un cadáver ; el jeneral ha sido matado , y, en - Hace tres dias ! ¿ estás loco ? hace todoslos paises del mundose denomina esto tres dias no habia aun desembarcado el un asesinato . emperador. ¿Un asesinato , dices ? vaya que no - No importa : sabia su plan . creo haya nada que pruebe que el general . . ba sido víctima de un asesinato : todos los - ¿ De qué modo ? - Por una carta que os venia dirigida|dias se encuentran cadáveres en elSena de de la isla de Elba y que sorprendí en la personas que desesperadas se han arrojado cartera del enviado. Si esta carta llega á lá él ó que se han anegado por no saber caer en otrasmanos , á la hora ésta , padre nadar. mio , habriais sido tal vez fusilado . El padre de Villefort se puso á reir . - Padre mio ; sabeis,muy bien que el general no se ha ahogado por desespera - Vamos , vamos, le dijo , parece que la cion, y que nadie se balìa en el sena en Restauracion ha seguido la costumbre deljel mes de enero . ¡ No ! ¡ no ! no trateis de imperio de terminar con prontitud los ne- embaucarme; la tal muerte no puede cali gocios..., fusilado ! querido mio, pues que ficarse mas que de asesinato . no hay inas... ? ¿ y esa carta en donde está ? - ¿ Y quien la ha calificado asi? Te conozco demasiado para suponer quel - El mismo rey . - ; El rey ! yo le creia bastante filósofo la hayas dejado seguir su destino . . - La quemé, temeroso de que quedára para comprender que no hay asesinatosen un solo fragmento de ella ,porque esa carta política . En política , querido mio , y lo sam . bes tan bien como yo , no hay hombres si era vnestra sentencia . - Y la pérdida de tu porvenir , respon- solo ideas; no hay sentimientos , tan solo dió con frialdad el señor deNoirtier. S , lo intereses. En política no semata á nivgun comprendo asi , pero no tengo nada que hombre ; se suprime un obstáculo y nada temer puesto que me protejes, mas. ¿ Quieres saber los pormenores del Hago mas aun , señor , pries que os llance ? pues bien , yo te los contaré. Creia salvo . poder contar con el general Epinay, ; Ah diablo ! esto ya esmas.drainático ;||mos nos le habian recomendado de allá abajo . i esplícate ! de nosotro fué a su casa , y le invitó - Señor ; volvamos al club de la calle deJáUno asistir de la calle de Saint Saint-Jacques . ese club es el objeto pri- Jacques,á enunala reunion que no encontraria mas que - Parece que vilejiado de los señores de la policía : ; por amigos. Efectivamente ; compareció y se que no buscan mejor ? de fijo le encontra le detalló todo el plan ; la salida de la isla de Elba y el proyectado desembarque . rian , -- No le han encontrado aun, pero están Luego despues de saberlo todo, de haber se enterado de todo minuciosamente, de ya en vereda . - Es la fórmula de costumbre ; ya lo sé; modo que nada le quedaba por saber , nos cuando la policía no sabe que hacerse, di- dijo que era realista . Entonces nos mira ce que tiene el hilo , y el gobierno esperamos unos a otros, se le hizo jurar que no con tranquilidad el dia en que vaya á de- revelaria nada ; juró , pero demuy mala cirle con las orejas gachas, que elrastro se gana ; verdad es que era tentar á Dios-ha ha perdido. licerle jurar de aquelmodo. Ya ves., á pe ALBUM 69 sesinatovocado decpuestra, ses queridos en donde se sar de eso se permitió sálir al general j- hombres, se le va persiguiendo » ;masdi Villefort , que tú , sustituto de procurador - Grenoble y Lyon son ciudades fieles del rey, vayas á fundar una acusacion so que le opondrán una barrera impenetra bre pruebas tan miserables ! ¿ Te he dichoble . yo jamás, cuando ejerciendo tu oficio del - Grenoble le abrirá sus puertas con realista hacias decapitar á alguno denues- entusiasmo: Lyon en masa formará su van tros partidarios : « hijo mío , has cometido guardia . Créeme; estamosmejor informa « un asesinato »? No,muy al contrario , te dos que vosotros , y nuestra policía aven he dicho siempre « Muy bien , caballero ,|taja en mucho a la vuestra . ¿ Quieres de « habeis combatido victoriosamente , pero ello upá prueba ? Nada mas fácil: tratabas « mañana habrá la revancha. » lide ocultarme tu viaje, y con todohe sabido : - Pero, padre mio , tened en considera- tu llegada media hora desques de haber cion que esa revancha será terriblecuando pasado la barrera. No habias dado seña la tomemos nosotros. . alguna de tu habitacion mas que á tu posti llon : puesbien; he sabido en donde te hos No te comprendo. 1 . - ¿Contais segura la vuelta del usurpa- pedabas,y la prueba está en que he venido dor ? Jen elmismomomento en que ibas á sentar - Yo lo creo. Ya se ve que sì. te á la mesa : llama, pues, y haz que traigan Pues os engañais, padremio, noade- otro cubierto, pues comeremos juntos. lantará diez leguas internándose en la Fran - - Verdad es, contestó Villefortmirando cia sin ser perseguido, batido y cojido co - já su padre con admiracion , verdad es que mo una bestia salvaje . me pareceis muy bien enterado . - El emperador , querido mio , se hallal i Pues no ha de ser ! la cosa es muy en este momento en el camino de Greno- sencilla ; vosotros , en cuyas manos está el ble . El 10 ó el 12 entrará en Lyon y el 20 poder, no.podeis disponer de otrosmedios ó el 25 en París . que los queproporciona eldinero; nosotros - Los pueblos se le sublevaránc... · que aspiramos á entrar en el poder, tene --Para ir delante de él. - Tan solo le acompañan unos pocos mos los que proporciona el entusiasmo. ; El entusiasmo! dijo Villefort rién hombres y muy luego se verá agoviado||dose . con la persecucion de numerosos batallo nes . - Ya se vé que si ; por entusiasmo : asi se llama en términos docentes la ambicion - Que servirán para aumentar su escol- que espera . ta cuando entre en la capital. Realmente ,|| Y el padre de Villefort tendió su mano mi querido Gerardo, eres aun muy niño. al cordon de la campanilla para llamar al Te crees muy bien informado porque un criado ya que su hijo, no lo hacia y Ville telégrafo os ha dicho tres ó cuatro dias fort le contuvo, despues del desembarco ; « el usurpador - Esperad , padre mio , dijo el jóven : ha desembarcado en Cannes con algunos una palabra no mas..., 17 S bre , enteramente libre. No ha vuelto á mé en donde está ? ¿ que hace ? no sabeis entrar en su casa ; & que quieres ? querido nada. Sabeis tan solo que se le persigue : mio ; él salió de la puestra , se habrá tal pues bien , se le continuará persiguiendo vez equivocado de camino , quien sabe ¡Un de este modo hasta Paris sin queinar un asesinato ! en verdad que me sorprende, cartucho. . . 70 ALBUX . - Di. su sobretodo azul' y abotonado , otro de -- Por necia que sea la policía realista , Villefort , de color marron y de mucho sabe á pesar de eso una cosa terrible . vuelo , probóse delante de un espejo el - ¿ Cual? sombrero de alas pequeñas y acanaladas - Son las señas del sugeto que en la del joven con lo que pareció estar conten mañana del dia en que desapareció el ge- to de su nuevo traje y dejando su baston neral Epinay, fué á buscarle a su casa. de caña en un rincon de la chimenea don . - Ah ! i todo eso sabe tan escelente de le pusiera al principio , hizo silvar .con policía ? ¿ y cual son esas señas ? su nervuda mano una delgada caña de - Tez morena, cabellos, patillas y ojos bambu con la que el elegante substituto negros , sobretodo azul abotonado hasta daba á su airoso andar la soltura que era la barbilla , cinta de oficial de la legion de una de sus principales cualidades. honor en un ojal, sombrero ancho de alas y baston de caña de Indias. Sie - Qué te parece ! dijo dirijiéndose á su hijo estupefacto , luego que hubo veri- . - ¡ Ah ! ;ah ! sabe todo eso , dijo Noir - ficado este cambio , iqué te parece! ¿Crees tier , iy porque sabiéndolo no ha echado el que la policía es capaz de reconocerme Jahora ? guante á ese sugeto ? . - Porque ayer ó anteayer le perdieron — No, padre mio, balbuceo Villefort, á de vista en la esquina de la calle de Cog- lo menos asi me parece. Heron . - Con todo, miquerido Gerardo, en tu - ¡Cuando te decia que vuestra policia prudencia fio para que desaparezcan todos plesos objetos que te dejo . - No os diré lo contrario , pero de un - ;Oh! quedad tranquilo , padre mio . es muy imbécil ! momento a otro pueden prender a ese su - - Ahora si que creo que tienes razon y que efectivamente me habrás podido sal geto . - Ya se vé , dijo Noirtier mirando con var la vida. Pero no tengas cuidado yo te : la mayor frescura á su alrededor ; ya se vé|daré el cambio . que sí , con tal que este hombre no esté Villefort meneó la cabeza. A * sobre aviso ; pero lo está ahora , añadió Qué, ¿ te parece que no ? sonriendo, y va á cambiar de rostro y dell - Por lo menos creo que os engañais. * - ¿Has de volver á ver al rey ? traje . · A estas palabras se levantó , quitóse ell – Tal vez. sobretodo y la corbata, dirijiose á una mesa - ¿Quiéres ser tenido por él en concep sobre la que estaba preparado todo lo ne- to de profeta ? cesario para el tocador de su hijo; tomóuna Los profetas de desgracias son siem navaja , enjabonóse el rostro y con mano pre mal recibidos en la corte , padre mio . segura se quitó las delatoras patillas quel - Si, es verdad , pero un dia ú otro se prestaban á la policía un indicio tan pre - les hace justicia : figúrate que sobreviene cioso . Villefort le contemplaba con un ter- una segunda restauracion , entonces serás ror mezclado de admiracion . Afeitado ya tenido en mas que Mr. Talleyrand , cuyas Noirtier varió la direccion de suscabellos, cartas todas leemos nosotros sin ver mas púsose en vez de la corbata negra una de que letras. color que se le ofreció a la mano en una En fin , qué debo decir al rey? de las maletas abierta , vistinse en vez dell - Dile esto : « Señor , se os engaja al . ALBUM. 71 describiros las disposiciones de la Francia, Y Noirtier salió al concluir estas pala da opinion pública de los pueblos , el es- bras, con la tranquilidad que no le aban pírita del ejército . Ese que en Paris lla - donó un instante durante el curso de tan mais el buitre del Corso, y á quien se lla- enojosa conversacion . Villefort palido y ma todavia usurpador en Nevers, llámase ajitado , asomóse á la ventana y entrea ya Bonaparte en Lyon y emperador en briendo las persianas vióle pasar sosegado Grenoble. Vos le creeis batido , persegui- lé impasible por entre tres ó cuatro hom do , en fuga , pero el continua avanzando |bresde mala catadura emboscados tras las con la rapidez del águila que surmonta sus esquinas y en los patios de las casas, que banderas: sus soldados á los que creeis tal vez estaban apostados para farrestar al muriéndose de hambre , rebentados de fa- sugeto de patillas negras , sobretodo azul tiga , prontos á desertar se aumentan co - lly sombrero ancho de alas . Villefort se mantuvo asomado, y teme. mo los átomos de la nieve en la circunfe rencia de la bola que se precipita. Señor , roso hasta tanto que su padre desapareció marchad ; abandonad la Francia á su le - en el callejon de Bussy. Entonces tomó to jitimo dueño , al que la ha conquistado : dos los objetos que aquel dejára , colocó partid , señor , no porque hayais de tener en el fondo de su maleta la corbata negra peligro alguno , pues vuestro adversario y el sobretodo azul , aplastó el sombrero es bastante fuerte para haceros gracia , si que encajó bajo un armario , rompió el no porque es muy humillante para un nie-baston de caña de indias en tres trozos que to de San Luis el deber la vida al hombre arrojó al fuego, púsose un gorro de cami de Arcole , de Marengo y de Austerlitz !» no , llamó á su ayuda de cámara y con una Dile esto , Gerardo , ó mejor no le digas sola mirada le impuso silencio sobre las mil nada, oculta tu viage, que no se trasluzca preguntas que estaba ansioso de hacerle , ni á lo que has venido ni lo que has be- ajustó su cuenta , entró en su coche que le cho en Paris , toma la posta , si has veni- esperaba aparejado ya : supo en Lyonique do devorando el espacio rebienta caba - Bonaparte habia entrado en Grenoble , y Hlos para volverte ; entra en Marsella de la través de la agitacion que reinaba en to noche, penetra en tu casa por la puerta do el camino que recorria, llegó á Marse trasera , y quédate alli quieto y tranquilo, Ila hecho presa de la zozobra que entra en de todos ignorado y sobre todo inofensivo el corazon del hombre con la ambicion y para todos, pues que esta, vez te lo juro, los primeros honores. XII . obraremos como gentes que conocen sus LOS CIRN DIAS . fuerzas y las de sus enemigos. Vete , hijo El señor Noirtier era buen profeta ; y mio ; vete mi querido Gerardo y median te una ciega obediencia á las órdenes de los sucesos sobrevinieron con la misma ra tu padre , ó mejor si te parece , por defe - pidezcon que los habia anunciado . Espar rencia a los consejos de un amigo, te con- cióse la noticia del retorno de la isla de servaré el destino. Esto será , añadió Noir- Elba , retorno raro , miraculoso sin ejem tier sonriendo , un escelente medio para plo en la historia y que probablemente no tí á fin de que puedas salvarme otra vez tendrá segundo enel porvenir. Luis XVIII si la balanza política os eleva un dia y nos abate á nosotros.Adios, miqueridoGerar- noopuso mas que débil resistencia á tan do, en tu próximo viage ven á hospedarte rudogolpe, su poca confianza en los hom en mi casa . bres le quitaba toda esperanza en el curso 72 ALBUM . dellos acontecimientos . El trono, ó mejor que las represalias no se estendiesen más la monarquía ,apenas reconstituida por él, allá de algunas asonadas quesițiaron á loś retembló sobre su base todavía mal segura realistas en sus casas y de los insultos que y un solo gesto del emperador bastó para se dirigieron a los que se atrevieron á sa desplomar todo aquel edificio , mezcla in- lir á la calle . Por un giro muy natural, el forme de antiguas preocupaciones yde las digno armador que hemos indicado perte nuevas ideas . Villefort no obtuvo pues deſnecia al partido popular, le tocó a su vez su rey mas que un reconocimiento no solo encontrarse en aquel entonces, no diremos inútil por elmomento sique hasta peligro- omnipotente , porque el señor Morrel era so , en aquella cruz de la legion de honor un hombre prudente y bastante tímido co que tuvo la prudencia de no enseñará na mo todos los que lenta y laboriosamente die , aunque el señor de Blacas, como se han labrado su fortunamercantil , pero sí lo encomendára el rey, le hizo espedir con en estado , a pesar de su calculado entu la mayor prontitud el diploma. Napoleon siasmo bonapartişta que le hacia tener en hubiera indudablemente destituido á Vi- concepto demoderado, en estado de po llefort á no haber mediado la proteccion der levantar la voz para apoyar sus recla de Noirtier, que disfrutó de mucho influjo maciones. Esta reclamacion, como se de en la corte de los Ciep dias ya por los pe- duce fácilmente tenia por objeto la liber ligros quehabia arrostrado, ya por los ser- tad de Dantes. vicios que prestára . Así que como se lo . . . Villefort quedó en su destino á pesar de habia prometido el girondino de 93 y el la caida de su superior , y su casamiento senador de 1806 protegió al que le salva - quedó aplazado para mas dichosos tiem ra la víspera . Todos los conatos de Ville - pos. Si el emperador conservaba el trono , fort se redujeron pues , durante la corta conveníale á Gerardo otra alianza , y. su evocacion del imperio cuya segunda caida padre quedaba encargado de proporcio fue muy fácil de preveer desde luego , á nársela . Si una segunda restauracion de sofocar el secreto que Dantes habia estado volvia á la Francia á Luis XVIII la in =; á pique de divulgar . Tan solo el procura - fluencia del señor de Saint-Meran se du dor del rey fué destituido bajo el supuesto plicaba al par que la suya, y la proyecta deser muy poco adicto á los bonapartistas, da union venia a ser mas ventajosa que . Con todo, apenas estuvo un poco en au - nunca. El substituto de procurador del rey ge elpoder imperial,esdecir, apegas.elem se hallaba pues interinamente la prime perador habitó las Tullerías que Luis XVIII ra autoridad de Marsella, cuando una ma acababa de abandonar , y hubo espedido mana abrióse la puerta de su despacho , y las órdenes numerosas y divergentes des- fue anunciado el señor Morrel. Otro se de aquel gabinete en què siguiendo á Vi- hubiera apresurado á agaşajar al armador, llefort introdujimos a nuestros lectores ylly este agasajo habria indicado su debili sobre la mesa de nogal en la que encontró dad ; pero Villefort era un hombre supe abierta aun y á medio llenar la caja de pol-|Irior que tenia sino la práctica á lo menos vo de Luis XVII ; cuando en Marsella , álel instinto de toda clase de negocios . Obli pesar de la oposicion de los magistrados, gó pues á Morrel á hacer un rato de ante empezaron a destellar algunos chispazos sala cualsi hubiese sido en tiempo de la de la guerra civil siempre mal reprimida restauracion . en el Mediodia . Poco faltó entonces parall El señor Morrel esperaba encontrar á . ALBUM . 73 · Villefort abatido; pero le halló cual lo vielfun crímen en aquella época , son hoy dią ra seis semanas antes, es decir, tranquilo , méritos para alcanzar favor. Vos serviais grave y cargado de esa fria política bar- entonces á Luis XVIII y condenándole rera de las mas impenetrables que separa cumplisteis vuestro deber ; hoy dia servis al hombre de talento del hombre vulgar á Napoleon por lo que debeis protejerle , Habia entrado en el gabinete de Villefortes vuestro deber ahora. Vengo pues des convencido de que el magistrado iba á preguntaros que se ha hecho de él. . . temblar á su vista , y fué éi quien , por el Villefort hizo un violento esfuerzo para contrario , tembló y se conmovió delante dominarse . is aquel severo personage .que le esperaba - ¿ El nombre del sugeto ? preguntó , apoyado el codo sobre su bufete y la bar- tened la bondad de decírmelo . ba en la mano. Detúvose al pasar la puer- - Edmundo Dantes. ta . Villefort le miró como si le fuese difi . Es evidente que Villefort hubiése -pre cil reconocerle : en fin despues de algunos ferido recibir en un desafío el fạego de segundos de exámen y de silencio , duran- su adversario á veinte y cinco pasos á oir te los que el armador dió vueltas en todas pronunciar este nombre á boca de jarro , direcciones á su sombrero , dijo Villefort con todo ni siquiera arqueó las cejas. «De . - ¿Creo ,me han dicho, que erais else - « estemodo, dijo para si Villefort, no po por Morrel? jadrá achacarseme la prision de este jóven - Si, señor , el mismo, contestó el ar - l« y :acusarseme de haber hecho de ello una mador . «cuestion personal. » . - Acercaos pues; continuó el magistra- — ¿ Dantes ? repitió , ¿Edmundo Dantes do haciéndole con la mano un signo de decis ? amigable proteccion ; decidme, á que ob- - Si señor. . jeto debo yo elhonor de esta visita . Villefort tomó entonces de un estante - ¿ No os lo figurais , señor ? pregunto de su librería un voluminoso registro , el Morrel. que colocó sobre una mesa , traspasóle lue - -No puedo caer' en ello ; con todo es- go á un atril y dirigiéndose al armador le toy pronto á complaceros en todo cuanto dijo con el aire mas natural : esté en mi mano. - ¿Estais bien seguro de no engañaros , - La cosa depende enteramente de vos, caballero ? señor ; dijo Morrel. Si Morrel hubiese sido mas ladino , ó halládose mas enterado en este asunto , -- Esplicaos pues. - Señor ; continuó el armador serenán le hubiese párecido estravagante que un dose su espíritu á medida que iba hablan substituto de procurador del rey se pres do , y alentado á mas por la justicia de su tase á satisfacerle en un asunto completa causa y su favorable posicion ; os acorda - mente ageno de su incumbencia ; y se hu reis que algunos dias antes de quese supiesebiera preguntado porqué Villefort no le el desembarco de S . M . elemperador, vine enviaba á informarse á los registros de la á reclamar vuestra indulgencia en favor cárcel, ó a sus alcaides, ó al prefecto del de un desgraciado jóven ; un marino , se - departamento . Pero Morrel , buscando en gundo á bordo de mi fragata . Se le acu - Villefort algun resto de temor , no vió en saba, si recordais, de tener relaciones en él, desde el momento en que se convenció la isla de Elba : estas relaciones que eranl\de que el temor no existía , mas que una 19 74 ALBUM . condescendencia , asi que Villefort le pa-|| - ¡Oh ! no tengais cuidado, lo transpor reció un hombre integro. tarian probablemente á Fenestrelles, á : - No, señor ; dijo Morrel,no me enga. Pignerol, ó á las islasde Santa Margarita ; ño ; á mas de que hace diez años que co- lo que se llama desterrarle de su patria en nozco al pobre chico y cuatrɔ que le ten - términos facultativos , y no estrañaré que go á mis órdenes. Yo vine, ya os acorda el dia menos pensado le veais venir á to réis , hace seis semanas, á suplicaros fue- mar elmando de su buque. seis clemente como vengo ahora á rogaros Venga cuando quiera , su plaza le seais justo . Me recibisteis entonces bastan- será conservada. ¿ Pero como es que no te mal y me contestasteisdisplicente . ¡Ah ! haya venido ya ? me parece que los pri ¡ cuán crueles eran entonces los realistasmeros cuidados del gobierno imperial de para con los bonapartistas ! bian dirigirse á poner en libertad los en - Caballero , contestó Villefort con su carcelados por los realistas. viveza y sangre fria ordinarias, era yo rea - No acuseis temerariamente , mi que lista entonces porque creía ver en los Bor rido señor Morrel, contestó Villefort, es bones no solo á los herederos legítimos del preciso en todas las cosas proceder con trono si que tambien á los elegidos de la legalidad ; la orden de prision vino de allá nacion . Pero la milagrosa vuelta de que arriba y de allá arriba es preciso que ven acabamos de ser testigos ha probado que ga la orden para su escarcelacion . A mas me engañaba : el genio de Napoleon hade que apenas hace quince dias que go vencido, la legitimidad está en elamor de bierna Napoleon , apenas deben haberse espedido las órdenes de indulto . los pueblos. Enhorabuena, esclamó Morrel con sui - Pero, preguntó Morrel, zno hay me bondadosa franqueza ,medais una satisfac- dio para apresurar esas formalidades ? Aho cion en oiros hablar así, y meprometo fe- ra que triunfamos, tengo alguna influencia y puedo lograr el que se le borrede la lista licidades para Edmundo.. - Esperad , dijo Villefort ojeando deſde presos . nuevo el registro,me parece... es un ma- | -- Pero si no ha habido prision . rino, no es esto , que iba á casar con una - -Por lo menos de la de la cárcel. bella catalana ? sí, sí, ioh ! ya meacuer -H - En política no hay rejistros de cárcel. do : ; la cosa era muy grave ! Cuando los gobernantes tienen interés en - Cómo ! que desaparezca un hombre sin que quede - ¿ Ya sabéis que al salir de mi casa |rastro de su paso , los rejistros de la cárcel fué conducido á las cárceles del palacio de servirian de guia para hacer pesquisas. - Esto podrá tener lugar bajo el domi - Sí, ¿ y qué ? nio de los Borbones , pero ahora ... - ¿ Y qué ! dí el parte á Paris á dondel - Lomismo que antes y que siempre, envié los papeles que se le encontraran en - mi querido señor Morrel; los gobiernos se Ja Justicia ? cima ; era mideber, que quereis... y des- suceden y se asemejan . El reglamento pe pues de ocho dias de prision , se lo lleva - nitenciario propuesto por Luis XIV está ron .. . aun hoy dia vijente,á escepcion de la Bas - ; Se lo llevaron l esclamó Morrel ;ſtilla que un accidente ha destruido ; el i pero que es lo que hicieron del pobre Emperador es mas severo por conservar chico ? llel réjimen de las prisiones de lo que lo fue muestro gran rey; y el número de encar-||patriotismo de Dantes y los servicios que celados que no constan en los rejistros es este prestara á la causa bonapartista . Se incalculable . Ilgun este memorial Dantes habia sido uno Tanta benevolencia hubiera podido des - de losmas activos agentes para procurar Jumbrar al que tuviera completa certeza y la vuelta de Napoleon . Era evidente que r justicia sescrito eperti , elministro de para apresurar fralieleerhacesemejante Morrel ni siquiera sospechas tenia . - Pero en fin , señor de Villefort, le bia hacer justicia sobre la marcha , si es dijo ; ¿que consejo medais para apresurar que no la habia hecho ya . Terminada la la vuelta del pobre Dantes ? solicitud , Villefort la leyó en voz alta . - Uno solo, caballero ; haced un memo- rial alministro de justicia . - Esto es : dijo ; ahora descansad en mi. - ¡Oh ! señor ; ya sabemos lo que son - ¿ La solicitud marchará propto , se memoriales, el ministro recibe doscientos ñor ? - Hoy mismo. · todos los dias y apenas lee cuatro. - Teneis razon, pero leerá todomemo- - ¿ Informada por vos ! rial que yo le remita informado por mi, yl - El mejor informe que puede llegar á dirijido por mi conducto. ponerse , caballero , es certificar como es . - ¿ Y querriais vosencargaros de remitir verdad todo lo que decis en esta demanda. Y Villefort, sentándose a su vez, puso esa solicitud, caballero ? - De muy buena gana. Dantes pudo al márgen de la peticion su certificado. entonces ser culpable pero hoy dia es ino- - Ahora , señor, ¿que es lo que se ha de cente; y por lo tanto es mi deber volver la |hacer ? Jibertad á aquelá quien se la quité en cum - - Esperar , contestó Villefort , todo lo plimiento de mi obligacion. Villefort prevenia asi el peligro de una demas queda á mi cargo. Esta promesa volvió á Morrel la espe informacion poco probable , pero posible ; ranza ; separóse del substituto del procu informacion que le perdia irremisible - rador del rey lleno de entusiasmo , y fué mente . á anunciar al viejo padre de Dantes que - ¿ Y en que sentidose escribeunmemo- no tardaría en volver á ver a su hijo . En rial al ministro ? cuanto á Villefort en vez de enviar la so - - entaos aqui, señor de Morrel, dijolicitud á Paris la guardó cuidadosamente Villefort cediendo su asiento al, armador, puesto que el escrito que entonces podia que yo os dictaré: no perdamos tiempo , salvar á Dantes , le comprometía irremi pues hemos malgastado ya demasiado. |siblemente en lo futuro , suponiendo un - Teneis razon , caballero : acordémonos desenlace que el aspecto de la Europa y que el pobre muchacho espera, sufre y se el curso de los sucesos permitian ya pre desespera tal vez . veer; es decir una segunda restauracion. Villefort se horrorizó á la idea de aquel Dantes quedó pues, preso ; sumido en lo preso , que le maldecia en el silencio y os- profundo de un calabozo no llegó a sus curidad ; pero habia adelantado demasiado oidos el formidable estruendo que causó para volverse atrás. Dantes pues debia pe - la caida del trono de Luis XVIII , ni el recer víctima de su ambicion . . mas espantoso aun del hundimiento del · Villefort dictó una solicitud cuyo objeto imperio . no presentaba duda alguna : exageraba elll Pero Villefort lo habia previsto con ojo . wym ALBUM . 76 ALBUM . avizor ; lo habia escuchado todo con oido español, en cuya casa entró en clase de atento . Dos veces empero, durante la cor- escribiente á últimos de marzo , es decir ta aparicion imperial llamada de los cien once ó doce dias despues de la entrada de dias, volvió Morrel á la carga , insistiendo Napoleon en las Tullerías. Partió pues siempre por la libertad de Dantes ; y cada paraMadrid y no se supo nada mas de él. vez tuvo que apaciguarle Villefort con Fernando no comprendió nada. Dantes promesasy esperanzas. En fin llegó la cé - estaba ausente ; esto era todo lo que de lebre jornada de Waterloo . Morrel no vol- seaba. ¿ Qué habia sido de él? no trató de vió a comparecer en casa de Villefort. El saberlo siquiera. Durante el plazo que le armador habia hec • ) por su jóven amigo concedia su ausencia hizo lo posible unas todo lo que humanamente le habia sido veces para engañar á Mercedes sobre los posible . motivos de aquella separacion , y otrasen Ensayar mas tentativas con la nue- treteniéndose en meditar planes de emi va restauracion era comprometerse inú -| gracion y de rapto . tilmente. Luis XVIII qvolvió a subir al De vez en cuando , en ciertos momen trono ; Villefort para el que Marsella noſtos sombrios , se sentaba en la punta del presentaba mas que recuerdos acompaña - promontorio del Faro , en ese sitio de don dos de remordimientos, solicitó y obtuvode se distinguen a la vez Marsella y el el destino de procurador del rey , vacante barrio de los Catalanes , mirando triste é en Tolosa . Quince dias despues de su ins- inmóvil cual ave de rapiña , si veia venir talacion en la nueva residencia , casó con por una de ambas direcciones al gallardo la señorita Renie de Saint-Meran cuyo jóven de noble andar y altiva cabeza que padre gozaba de mas favor que nunca.He debia ser para si propio el mensagero de aqui como Dantes durante los cien dias, y horrible venganza . Para este caso tenia ya después de la jornada de Waterloo se que- Fernando tomada su determinacion :rom do siempre bajo cerrojos olvidado sino de pia á Dantes la cabeza de un fusilazo , y los hombres por lo menos de Dios. se mataba despues , decíase á si propio , Danglars echó de ver las consecuencias paradarun coloridoalasesinato . Pero Fer del golpe con que habia herido á Dantes nando se hacia ilusiones : no era capaz de cuando volvió a Francia Napoleon. Su de- suicidarse porque conservaba la esperanza. nuncia habia salido cierta , y como todos Entretanto , y en medio de tantas do los hombres algun tanto avezados al crí- lorosas oscilaciones, el imperio exijió una men y de un mediano conocimiento de los nueva leva y tod s los que estaban en dis sucesos de la vida comun , llamó á esta posicion de tomar las armas se lanzaron estravagante coincidencia un decrelo de la fuera de Francia á la retumbante voz del Providencia . Pero cuando estuvo de vuelta Emperador . Fernando marchó como los en Paris y dejó de nuevo oir su voz altiva otros, abandonando su choza y á Mercedes, y pujante , Danglars tuvo miedo. A cada y corroido por la sombria y horrible idea instante le parecia ver presentarse á Dan - de que durante su ausencia su rival iba á tes; á Dantes sabiéndolo todo ; á Dantes volver y á casarse con la que amaba. En amenazador y fuerte como todas las ven- cuanto a la jóveu , la compasion que pare ganzas. Entonces manifestó al señor Morcia tenerla por su desgracia , los cuidados rel sus deseos de dejar el servicio del mar que se tomaba en prevenirla los menores y se 'hizo recomendar á un comercianteſ deseos , habian producido elefecto quecau ALBUM . san siemprerá los corazones generosos lasjñor Morrel satisfize todos los gastos de su apariencias de rendimiento . Mercedes ha- entierro, y pagó las costas y deudasque el bia profesado siempre á Fernando una sin - viejo habia contraido durante su enferme cera amistad , esta se aumentó con el re- dad . Algomas que una accion caritativa se conocimiento . « Hermano 'nio , le decia envolvia en este modo de obrar , habia en « sujetándole á las espaldas elmorral';her- ello :su valor, En el Mediodia estaba en mano mio ! mi único amigo ! no teħa - cendida la guerra y socorrer'en su dlecho « gas matar, no me dejes en este mundo de muerte al padre de un bonapartista tan «'én que no hago'mas que llorar , y en el peligroso como Dantes era un crimen. pol gr. '; . VIV . , , . i . « que quedaria sola si tu faltabas . Estas palabras pronunciadas en el acto . . . . . .. '; 9730 de su partida dieron a Fernando alguna EL PRESO FURIOSO Y EL PRESO LOÇO , esperanza. Si Dantes nő volvia ,podia Mer - Un año sobre poco mas o menos, dès cedes ser suya. Mercedes quedó sola en |pues de la vuelta de Luis XVIII se efectuó aquella tierra que jamás le pareciera tan por el inspector general una visita de cár árida y con el mar por único horizonte |celes. Llamábase el inspector de Boville . Siempre bañada en llanto , como aquella Dantes oyó el tráfago que causaban los doca cuya dolorosa historia se nos cuenta , preparativos desde el fondo de su calabo se la veia errante sin cesar al'rededor del |zo, que si bien en lo alto causaban grande pequeño barrio de los Catalanes, ora pa- estruendo,ralli abajo se percibia tan solo rándose en lomásfuerte del soldeMediodía como un susurro inapreciable para otro de pié , inmóvil, muda como una estátua, joido que el de un preso acostumbrado a fija su vista en Marsella ; ora sentada á lallescuchar en el silencio de la noche á la orilla del mar escuchando el incesante je- ſarana tejiendo su tela, y la periódica caida mnir de las olas, eterno como su dolor , y de la gota de agua quegasta una hora para preguntándose sin cesar si no le era mejor formarse en el techo de su calabozo . . abalanzarse hacia él, abandonarse á su Adivinó que ocurria allá entre los vi propio peso y abrir el abismo que debía vientes algo de estraordinario : ocupando, tragarla que sufrir tan'crueles alternativas despues de tanto tiempo una tumbą bien de una esperanza sin fundamento. No fal- podia considerarse comomuerto . En efec taba valor a Mercedes para realizar su pro- to ; el inspector visitaba uno despues de yecto , pero la religion vino en su ayuda otro los cuartos, celdas y calabozos; in - ||terrogó á varios presos , es decir , á aque y la salvo del suicidio .' ' Caderousse fué llamado a las armas co - los cuya apacibilidad ó estupidez llamaba mo Fernando ; tan solo que como tenia la benévola atencion de la administracion . ocho años mas que el catalan y era casado, El inspector les preguntaba si eran buenos no partió hasta la tercer leva y se le envió||los alimentos y si tenian algo que esponer . Jó reclamar. Contestaron unánimes que el . á vijilar las costas. . . El viejo Dantes, alimentado tan solo por alimento era detestable y que lo que re la esperanza la perdiò con la caida del Em - clamaban era su libertad. Entonces el ins perador. Cinco meses,dia por dia , despues pector les repitió si tenian algo mas que de separarle de su hijo y cuasi á la misma decir ,menearon la cabeza negativamente : hora en que le prendieron , exhaló el últi-lz un preso que puede reclamar sino la li mo suspiro en brazos de Mercedes. El se - bertad ? 20 78 · ALBUM El señor de Boville se dirijió al gober -| ~ ; Vaya ! ¿ con que es un loco el tal sugeto ? nador sonriendo : - No sé porque nosmandan hacer es || - Peor que eso , dijo el llavero , es un . tas inútiles visitas? quien ve una cárcel vedemonio. i Quereis que de queja de él ? pregun ciento : quien ove á un preso ove á mill . siempre la misma cosa; mal alimentados ello el inspector al gobernador. Es inútil, sedor,bastante castigado es inocentes ¿ Hay mas presos ? v los tá , á masdeque alpresente está cuasi loco y - Si, tenemos los presos peligrosos y los segun los resultados que nos prestan nues locos encerrados en calabozos. enortor con - Vaya pues , dijo el inspector con airelltras airela observaciones, antes de un año lo esperezoso , cumplamos nuestra mision contará completamente . . osca escrupulosa ecsactitud , bajemos á los ca-ll, - Tanto mejor para él , dijo el inspec tor, cuando llegue á ese estado padecerá labozos. . - Esperad, dijo el gobernador; que va- menos. de hombres hombres áa lolo memed , Erase este sugeto , como se habrá echa yan áLos buscar un cometen par de nos. presos á veces, cansados do de ver, un hombre lleno de humanidad de vivir y para lograr que les condenen álly muy digno de las filantrópicas funciones muerte , inútiles actos de desesperacion , lque estaba desempeñando. podriais ser víctima de uno de ellos. . - Teneis razon , señor, dijo el goberna Tomad pues vuestras precauciones. dor, y vuestra observacion me prueba que En efecto , enviáronse a buscar dos sol- habeis estudiado en la materia . Tam dados y con esta escolta empezaron á ba- bien tenemos, en otro calabozo apenas se jar la escalera tan húmeda, infecta y en - |parado de este unos treinta pies y al que anohecida que cuantos la atravesaban te- conduce otra escalera , un abate viejo , an nian afectados a la vez por todo aquel tre-||tiguo gefe de partido en Italia , que está aquídesde el año 1811 , volviéndose loco che la vista , el olfato v respiracion. ¡ Oh ! esclaró el inspector parándose állá fines de 1813 ; el cual desde esta última mitad de la escalera ; zquien diablos puede lépoca se ha desfigurado tanto que física habitar aquí ? mente es imposible reconocerle ; ya llora , - Un conspirador de losmas peligrosos ya rie, ya enflaquece , ya engorda. ¿ Queréis y que me ha sido recomendado especial- verle antes que a éste ? su locura es diver mente como hombre capaz de todo . tida y os aseguro que no os entristecerá. - Veré al uno y al otro , constestó el - ¿ Está solo ? - Si por cierto. inspector ,es preciso cumplir concienzuda -- Y cuanto tiempo hace que está |mente los cargos del destino. ahi? . Era la primera vez que al inspector le -- Un ano á poca diferelicia . tocaba visitar y por lo tanto queria que la i Y desde el dia de su entrada se le autoridad le tuviese en buen concepto , encerró ya en ese calabozo ? --- Entremos antes en este de aquí; :. - No señor, sino despues de haber que rido matar al llavero encargado de llevar le la comida ; ahi está , es el mismo quel - Demuy gana , contestó el goberna dor, é hizo una señal al llavero quien abrió alumbra, i es verdad , Antonio ? - - Muy cierto es que quiso matarme, la puerta . contestó el llavero . | Aloir el rechinamiento de los pesados 79 ALBUM , cerrojos,al chillido de los mohosoś goznespero que se me ponga en libertad si soy girando sobre sus ejes, Dantes acurrucado inocente . en.un rincon del calabozo en el que reci- - Se os alimenta bien ? preguntó el bia con indecible placer el pequeño rayo inspector. de luz que penetraba a través de una an - ---Sí, yo creo que si... no lo sé, eso gosta lumbrera enrejada, levantó la cabe- me importa poco ! Lo que debe llamar la za. A la vista de un desconocido alum - atencion nosolo de un infeliz preso si que brado por dos llaveros con antorchas y de todos losmagistrados encargadosde ad acompañado de dos soldados y al que ha- ministrar justicia , y más aun la del rey blaba el gobernador sombrero en mano, que nos gobierna, es el que un inocente adivinó Dantes lo que seria ; y viendo porno sea víctima de una infame denuncia y fin que se presentaba una ocasion de implo - no muera aherrojado maldiciendo á sus rar á una autoridad superior, dió un salto verdugos. con las manos juntas en actitud suplicante. - Estais hoy muy razonable , dijo el go -. Los soldados calaron almomento la bayo bernador, no habeis estado siempre como neta porque creyeron que el preso iba á ahora .Hablais demuy diverso modo, que-, lanzarse contra el inspector con siniestras rido amigo , que el dia en que quisisteis intenciones; el mismo señorde Boville dió matar á vuestro llavero. - Verdad es, señor, dijo Dantes, y por Dantes echó de ver en esta accion que ello pido humildemente perdon á ese hom le tenian en opinion de hombre temible. bre, que siembre ha sido muy bondadoso un paso atrás. Procuró pues que su mirada fuese tan hu-| conmigo ; pero que queréis, yo estaba lo milde y sumisa cuanto está en la mano del co ... furioso... hombre poderlo lograr, y espresándose con ¿ Y ahora no lo estais ya ? una especie de piadosa elocuencia que ad - --No, señor , porque la cautividad me miró á los circunstantes , probó de ver si ha doblegado,me ha quebrantado, me ha conmoveria al visitador. El inspector es- anonadado... ¡hace tanto tiempo que es cuchó hasta el cabo y sin interrumpir el toy aquí!,.. . discurso de Dantes ; cuando hubo conclui- | ; Mucho tiempo ! ¿ en qué época fuis do se dirigió al gobernador diciéndole porteis preso;? preguntó el inspector. lo bajo . - El 28 de febrero de 1815 á las dos - Me parece que volverá a entrar en de la tarde. juicio , está ya dispuesto a sentimientos. El inspector echó sus cuentas. mas apacibles..... Ved como el miedo lell - Estamos al 30 de julio de 1816 . ¿Qué hace impresion , ha retrocedido delante las es lo que decís ? Apenas hay diez y siete bayonetas cuando un loco no se detiene meses que estais preso. ante ningun obstáculo ; sobre este asunto — ;Nomas que diez y siete meses! re hice algunas curiosas observaciones en Gha - puso Dantes, ¡Ah ! señor ; vos no sabeis renton : yd'rigiéndose luego alprisionero: lo que son diez y siete meses de cárcel ! en resúmen , ¿ qué es lo que pedís ? sobre todo para aquel que como yo, iba - ; Saber quecrímen he cometido ! ¡pi- ya á ser dichoso ; para aquel que como do que se me señalen jueces para juzgar- yo, iba á casarse con una jóven bella ; pa me ! 1 pido que se me forme causa ! pidora aquel que veía abrirsele una honrosa en fin que se me fusile si soy culpable ,Icarrera y que todo esto desaparece en un 80 ALBUM . momento , que en medio del mas bello yr - Oh !., en este caso , señor,.ya esto esplendente dia se vé surnido en las tinie - libre ! ; ya estoy salvado ! blas mas profundas, que vé perdida su iii iQuién osmandó prender? dijo el ins carrera , que ignora si la que le amaba le pector. ama todavía , que ignora si há muerto ó El señor de Villefort: habladļe yént vive aun su anciano padre. Diez y siete tendeos con él. ' ,.' meses de prision para el hombre habitua Hace ya un año que el señor de Via do al aire del mar, á la independencia del llefort.no está en Marsella , pues marchó á marino, que solo tiene por límites el es- |Nimes. pacio , la inmensidad , lo infinito ; señor , Ah ! en este caso no me admira ya diez y sieté meses de prisión , es castigo á miprolongada prision, murmuró: Dantes, que no son acreedores los criminales de - mi único protector se ha alejado. . . is signados con el mas odioso dictado ! ; Te¿El señorde Villefort tenia contra vos ned piedad de mí. señor, y pedid para mi algun motivo de encono!:, no indulgencia si que rigor, no una gra - -- Ninguno , señor ; muy al contrario cia pero 'si una sentencia ! i Jueces, señor! ha sido muy bondadoso conmigo, : : . no pido mas que jueces . No pueden a nin - - ¿Puedo pues, dar entera confianza y gun acusado negársele jueces. crédito á las notas que respecto á vos ha - Esta bien, dijo el inspector, veremos: ya dejado, ó que me remita ? dirigiéndose luego al gobernador le dijo : por cierto que este pobre diablo me ha Sin ningun reparo , señor. . . <- Está bien : tenéd confianza. . . dado lastima. Al subir me enseñareis vues- Dantes cayó de rodillas, levantó susma tro registro . . ' . nos al cielo y murmuró una plegaria en - No tengo inconveniente , dijo el go - la que encomendaba a Dios á aquel hom . bernádor, pero creo que hallaréis en él bre que habia descendido á su prision á terribles anotaciones . Pode semejanza del salvador para librar las al Serior , continuó Dantes, ya sé que mas de los condenados. La puerta volvió no estais facultado para hacerine salir de la cerrarse , pero la esperanza que bajó con aquí sin consultarlo , pero á lo menos po - el señor de Boville quedó encerrada en el deis trasmitir mi suplica á la autoridad , calabozo de Dantes. . . . . podeis lograr que se me forine sumaria ,|| -- ¿ Quereis ver el registro en seguida , podeis en fin alcanzar que se me juzgue pregunt , el gobernador , ó pasar al cala cual corresponde . Un tribunal es lo único bozo del abate ? que pido , sepa yo á lo menos que crímen -- Acabemos de una vez con los cala he cometido y á que pena estoy condena - bozos , contestó el inspector , pues que tal do , porque ya conoceréis que la incerti- vez no tendria luego suficiente valor para : dumbre es el peor de los suplicios. concluir mi triste mision . ; Ah ! lo que es este no es un preso Vamos á ver , esplicaos y contestad me ; dijo el inspector. ; como ese otro, y su locura entristece me - Señor, esclamó conozco por- nos vuestra voz que estaisDantes, conmovido ; caba que la razon de su vecino. llero, decidme ¿podré esperar ? T : + ¿ Y cual es su manía ? . En cuanto á eso nada puedo deciros; - ; Oh ! una idea estráda : creese po puedo 'tan solo prometéros examinar las seer un inmenso tesoro. El primer ano de anotaciones que os atañen . ? . .su encarcelamiento hizo ofrecer un millon ' ALBUM . 81 al gobierno si este le queria poner en li-ll No habeis comprendido , repuso el bertad . Al segundo año dos millones, al inspector; yo soy un agente del gobierno, tercero tres y asi progresivamente . Han comisionado para recorrer lås prisiones y cumplido ya cinco años que se halla aqui, atender a las reclamaciones de los presos . y probablemente os pedirá tengais la bon- - ; Oh ! en este caso señor , ya es otra dad de concederle un rato de conversa - cosa , esclamó vivamente elabate , espero cion á solas, en la que os ofrecerá cinco que pronto nos entenderemos . - iQué tal! dijo el gobernador ; ¿veis co miAh ! ;ah ! en efecto es curioso , di mo comienza ya cual os habia yo anun jo el inspector, ¿ y como se llama ese mi- ciado ? - Señor , continuó el preso , yo soy el llonario ? millones. - El abate Faria . abate Faria, nacido en Roma elaño 1768 , Número 27 ? dijo el inspector le - he sido secretario del conde Spada , últi yendo sobre una puerta esta cifra . mo de los principes de este nombre , por espacio de veinte años y fuí preso , aun ---Aquí está . Abrid Antonio . El llavero obedeció : y el señor de Bo - no sé de fijo el porqué , al principio del ville dirigió sự curiosa mirada al calabozo jaio 1808: desde entonces estoyreclaman del abate loco , á quien se designaba asi gedo mi libertad de las autoridades italianas neralmente . En medio del cuarto , en un ly francesas. círculo marcado en tierra con un pedazo ¿ Y porqué de las italianas? preguntó de yeso desprendido del muro , estaba el gobernador. echado un hombre cuasi en cueros , i tan - Porque yo fuípreso en Piombino y destrozados y hechos girones estaban sus me presumo que al igual de Milan y Flo vestidos ! Delineaba en aquel círculo fi - rencia , Piombino será cabeza de partido guras geométricasmuy regulares, y pa- de algun departamento francés. recía hallarse tan abismado en resolver su El inspector y elgobernador se miraron problemacomolo estaba Archimedes cuan- riendo. do le mató un soldado de Marcelo . Asi --Diantre , querido , dijo el inspector , que no se meneó apesar del ruido qué hi- vuestras noticias de Italia no son muy re ciera al abrirse la puerta dei calabozo , y cientes. apenas pareció dispertar cuando la luz de - Datan del dia en que fuí conducido las antorchas iluminó con un resplandor|desde Fenestrelles aqui, serior , dijo el inusitado el húmedo suelo sobre que tra - abate Faria , y esto fué en 1811 : y como bajaba . Entonces volvió la cabeza , y vio| S . M . el emperador habia erigido el reino con admiracion la numerosa comitiva que de Roma para el hijo que el cielo acababa acababa de entrar en su calabozo . Levantó-ide concederle , me figuro que continuan se almomento , tomó un cubre cama arro- do sus conquistas habrá logrado realizar jado á los pies de su gergon y se arropó la idea de Machiavelo y Cesar Borgia que con presteza para presentarse algo mas de era la de hacer de toda la Italia un solo y cente á la vista de los estraños. único reino. - ¿ Teneis que pedir alguna cosa ? dijo -- Caballero , dijo el inspector , la pro el inspector sin variar su fórmula . ' videncia , afortunadamente ha cambiado - Yo , señor, dijo admirado el abate , algun tanto ese plan gigantesco del que parece's decidido partidario . yo no pido nada. 21 ALBOM . - Es el único medio para hacer de Ita -|| _ Querido, dijo el gobernador ; desgrae lia un estado fuerte , independiente y di- ciadamente sabemos ya de antemano y de choso ; dijo el abate. memoria lo que vais á decirnos. Se trata . - Eso podrá ser muy posible , contestó de vuestros tesoros, i no es asi ? el inspector, pero yo no he venido aqui Faria miró á aquel hombre burlon con para entablar con vos una discusion de po -lunos ojos en que un observador desintere lítica ultramontana y si para preguntaros, sado hubiera visto brillar un rayo de razon . Tudu . lo que heverificado ya , si teneis que ha-ly de verdad cer alguna reclamacion sobre vuestro ali- Sin duda, dijo elabate ; ; de que que reis que hable sino de eso ? - La comida es la misma que en todas - Señor inspector, continuó el gober las cárceles, contestó el abate , es decir , nador; yo puedo contaros esa historia tan inadmisible . En cuanto al cuarto ya lo veis |bien como elabate, pues que hace cuatro es húmedo y mal sano, pero bastante có -ló cinco años que mis oidos no oyen otra mento y habitacion . modo para ser calabozo. Ahora no es eso cosa. de lo que quiero yo tratar, y si de las im - l - Fsto prueba, señor gobernador , que portantesrevelaciones que tengo que hacer sois como aquellas jentes de que noshabla al gobierno. ||la Escritura que tienen ojos y no ven , oidos - Ya empieza , dijo por lo bajo el gober-lly no oven . nador al senor de Boville. - Querido señor, dijo el inspector; el - Hé aquí porqueme considero dichoso'lgobierno es rico , y no necesita á Dios gra por vuestra visita , continuó el abate ,á pe cias de vuestro dinero; guardadiepuespara sar de que me habeis distrado en un cal- lenando colonie de la col . culo muy importante , y que, si acierto con Las pupilas del abate se dilataron , y co él, cambiará probablemente la teoría del- jiendo la mano del inspector le dijo : sistema planetario de Newton . ¿Podriais concederme el favor de una entrevista á - Pero , si yo no llego á salir jamás de jesta prision , si contra toda justicia se me die a en el calabozo , simuero sin haber --; Heim ! ¿ Que os decia yo ? dijo a retiene retiene trasmitido á nadie mi secreto , ese tesoro inspector el gobernador. contes se perderá para siempre. ¿ No valdria mas solas ? tóFaria aquel sonriendo : luego dirijiéndose á que el gobierno lo aprovechara y yo con : caballero , lo quemepedís es impoel ? i Daré hasta seis millones , serior ! si : Hiabandonaré seis millones y me contenta sible . Con todo , repuso el abate , se trata delré con el resto si me devuelven la liber adquirir el gobierno una suma enorme, tad ! una suma de cinco millones por ejemplo . - Os aseguro , dijo el inspector en voz - A fe mia, dijo elinspector diriviéndose baja , que si no supiera que este hombre es al gobernador, que habeis acertado hasta loco, habla con un tono tan penetrado que creeria que dice verdad. los números. - Vaya, dijo el abate al ver que el ins || - - No soy loco, caballero, os digo la ver pector iba á retirarse ; no hay una absolu - dad , repuso Faria que con la finura de ta necesidad de que nosquedemos solos, el oido característica de los presos no había senior gobernador podrá asistir á nuestra perdido una palabra del inspector. El te conversacion . Ilsoro de que os hablo existe en realidad ;es 83 ALBUM . scierto y positivo, ġ me comprometo á fir- satos que no han querido darme crédito ! mar un tratado con vos en virtud del cual No queréis mioro ,me lo guardaré pues; meconduciréis al punto que os indique,se me reusais la libertad , Dios me la dará . escarbará la tierra á nuestra presencia y Marchad , nada tengo que deciros ya. si falto á la verdad, si no se encuentrana- Y el abate arrojando su cubre cama, da, si soy un loco como vos decís , en este volvió a tomar el pedazo de yeso , y fué á caso volvereisá conducirmeá este calabozo sentarse en medio de su círculo en el que en él quedaré para siempre y moriré sin continuó sus líneas y cifras. pedir jamiás nada á nadie absolutamente . - ¿ Que es lo que hace allí ? preguntó El gobernador se echó á reir . el inspector riéndose . - ¿ Y está muy lejos vuestro tesoro ? lel – Cuenta sus tesoros, contestó el gober preguntó. nador - Acien leguas deaquiá poca diferencia, Faria contestó a éste sarcasino con una mirada de menosprecio. Salieron y el lla dfijo Faria. - ¡No esmala idea!dijo elgobernador;||vero cerró la puerta tras ellos. si todos los presos trataran de divertirse -- Habrá tal vez poseido algunas rique haciendo recorrer á sus guardas un paseozas; dijo el inspector subiendo la esca de cien leguas, y si los guardas consintie - era. ran en semejante correria , seria unaesce- - O habrá soñado que las poseía , con lente bufonada que los presos procurasen testó el gobernador, y al otro dia al des · tomar soleta en cuanto se les presentara pertar se habrá vuelto loco." ocasion , que durante un tal viaje de fijo que se presentaria . Así acabó esta aventura para el abate Faria . Quedó preso y despues de esta vi - Desgraciadamente es un medio muy sita su reputacion de loco gracioso adqui vulgar, dijo el señor de Boville , y el señor |ció nuevo incremento . nomerece por cierto el premio de la in -\ En cuanto : Dantes el inspector le cum vencion ; y dirijiéndose luego alabate: cosplió su palabra.Al subir a casa del gober he preguntado si eran buenos los alimen -Inador hízose presentar el registro de las tos ? anotaciones . Una nota habia almárgen de -- Señor, contestó Faria; juradme sobre su nombre que estaba concebida en estos el crucifijo ponerme en libertad si sale||terminos : , Bonapartista furibundo; cierto lo que os diga y os indicaré el pun tomó una partemuyac . to en que está enterrado el tesoro . en Elba el retorno de la isla de - Son de buena calidad los alimen - Edmundo Dantes tiva . tos ? - Señor , vos no arriesgais nada de este Guardese en elmayor secreto con la mas se modo, y ya veis que no es para escaparme vera vigilancia . para lo que os lo propongo, puesto quel Esta nota era de otro carácter y de tin quedaré encarcelado hasta tanto que ha - ta diferente que el resto del registro , lo que prueba que fué añadida despues de la yais verificado el viaje. prision determinante Dantes. La de tratar de era comba paraacusacion - Vos no contestais á mi pregunta , re - llinasiado puso con impaciencia el inspector. tirla . El inspector continuó al pié del cor - Ni vos á mi súplica , esclamó el aba- ||chete. « Vista la anterior nota , no puede te . ¡ Maldito vos como tantos otros insen .llhacerse nada .» . 84 ALDUM . · Esta visita habia , por decirlo así, reșu -||vo gobernador: érale demasiado pesado citado á Dantes; desde que entró en la tener que aprender los nombres de los cárcel no habia tenido cuidado en contar presos, por lo que se hizo presentar tan los dias, pero el inspector le renovó las fe- solo los números de sus cuartos. Aquella chas y Dantes no lo echó ya en olvido. horrible mansion se componia de cincuen Detras de su cama escribió sobre la pared ta estancias , sus moradores fueron deno con un pedazo de yeso desprendido del te- minados por el número del cuarto que les cho : « 30 de julio 1816 » y desde aquel encerraba , y el desgraciado jóven hasta momento añadió cada dia una raya para llegó a perder elnombre de Edmundo y el no perder la medicion del tiempo . de Dantes distinguiéndosele con el de nú Pasáronse dias y dias, trascurrieron se - Imero 34 . manas, y luego meses y Dantes siempre esperando. Habia empezado por esperar su libertad á los 15 dias , suponiendo que XV . EL NÚMERO 34 Y EL NÚMERO 27 . Dantes pasó por todos los grados de in el inspector se enteresaria en una mitad felicidad que esperimentan los presos re de lo que se creía , le sobraba con quince legados al olvido en una cárcel. Comenzó dias para despachar el negocio . Pasados por el orgullo resultado de la esperanza y estos , se dijo que habia sido un absurdo del convencimiento de la propia inocen creer que el inspector se ocuparia de él cia , empezó luego a dudar de esta ino antes de su vuelta á Paris ; esta no podia cencia , lo que casi justificaba las ideas del verificarse hasta despues de concluida su gobernador sobre la enagenacion mental ; comision que podia durar uno ó dos me- por fin, cayó de las alturas del orgullo y ses. Fijose pues tres meses en vez de los rogó no ya á Dios , sino a los hombres : quince dias : pasaron los tres meses y otro Dios es el último refugio : el desgraciado raciocinio sustituyó alanterior , de modo que debiera comenzar por implorar al que se fijó seis meses ; pero pasados estos los señor , no tiene esperanza en él hasta tan dias se sucedieron unos á otros de modo to que se han agotado todos los demas re que transcurrieron diez meses y medio . cursos . Durante todo este tiempo en nada se ha-| Dantes suplicó pues que se le sacára de bia cambiado el régimen de la prision : nin - su calabozo y le trasladaran a otro aun que guna venturosa nueva le habia sido comu luese mas oscuro y mas profundo ; un nicada ; cuando preguntaba al llavero éste cambio aunque desventajoso siernprc era permanecia mudo como de costumbre . un cambio que no dejaria de proporcio Dantes comenzó á dudar de su recto jui- narle alguna distraccion por unos dias. Su cio , á creer que lo que le parecia un re- plicó le permitieran dar un paseo , le deja cuerdo de su memoria no era mas que una ran tomar el aire , leer libros y tener ins alucinacion de su cérebro y que el ángeltrumentos; nada de esto se le concedió : consolador queapareciera en su prision no pero no por eso dejaba de importunar ca da dia . Habíase acostumbrado á hablar á habia sido mas que un sueſìo . Al cabo de un año cambiaron al gober-Isu nuevo carcelero, aunque era mas mudo nador. Obtuvo el antiguo la direccion del si cabe que el anterior; pero hablar á un fuerte de Ham ; llevóse consigo una por- hombre aunque mudo no dejaba de ser cion de sus dependientes entre los que se un placer . Dantes hablaba para oir el so contaba el llavero de Dantes .Llegó el nue-lloido de su voz , pues que habia probado ALBUM . 85 de hablar estando šolo , pero entonces sh"manidad y que rebuscan İos desgraciados l'agoviados por el destino vinieron entonces misma voz le daba miedo. : Muy á menudo , cuando Dantes estaba á animar su espíritu ; recordó lasplegarias en libertad ,se formaba una idea altamen - que le enseñára su madre en la infancia te repugnante de aquellos calabozos de y encontró en ellas un fondo de verdad, presos entre los que no se vieran mas que un sentido que hasta entonces no habia vagos , ladrones y asesinos cuya innoble apercibido.... porque para el hombre fe ocupacion es origen de orgías en que se liz la plegaria es tan solo un agregadomo habla un lenguaje ininteligible, y de amis - nótono y vacio de sentido hasta tanto que tades espantosas. Llegó pués ártal estremo el dolor viene á esplicar al infortunado ese que deseaba con ansia ser encerrado en súblimelenguage que le pone en contacto uno de esos tabucos , á fin de ver otras con el Criador. Oró pues, no con fervor, caras que la de su impasible carcelero em - sino con ira : haciéndolo en alta voz no se peñado en no hablar : echaba menos las espantaba de sus palabras. Caia entonces mazmorras de los esclavos, con sus infa- en una especie de éstasis ; á cada palabra mes usos , arrastrando su cadena , y . lle - que pronunciaba veia á Dios rodeado de vándo impresa una marca en susespaldas. todo su esplendor , todas las acciones de A lo menos los esclavos estaban en socie - su triste é ignorada vida las sometía á la dad con sus semejantes ,respiraban el aire, voluntad del Lios todopoderoso , se pro veian el cielo ; al compararse con los es- ponia rectificarlas y forraaba de ello un clavos los tenia por muy dichosos. legercicio . . Suplicó un dia al carcelero que se em - Apesar de sus fervientes plegarias , penára para que le proporcionaran un Dantes continuaba siempre preso . En compañero , cualquiera que fuese , auntonces su espíritu se volvió mas melan elmismo abate loco de quien oyéra ha - colico ; una nube cubria su vista . Dantes blár. El carcelero bajo de un aspecto fe - era un hombre sencillo y sin educacion : roz abriga siempre algun resto de huma- los acontecimientos pasados se mantenian nidad. Elde Dantes sentía a menudo en para él cubiertos con un espeso velo que el fondo de su corazon , aunque no lo delsolo al saber es dado levantar. No podia jára entender , cierta compasion por el in - en la soledad de su calabozo y en lo árido feliz jóven á quien tan dura se hacia la de sus ideas, reverdecer los pasados tiem prision : transmitió pues la súplica del nú- pos, reanimar los pueblosdestruidos, ree mero 34 al gobernador : pero éste con dificar las antiguas ciudades que la ima la prevision de hombre politico , se creyó ginacion embellece y poetiza y que pasan que Dantes trataba de amotinar los presos, ante los ojos gigantescas é iluminadas por tramar algun complot ó tener un amigo el fuego del cielo , como los cuadros ba que le ayudáse en alguna tentativa de evabilónicos de Martin ; para él no habia mas sion , y en esta creencia se negó á la pe - pasado que el suyo por cierto bien escaso : su presente bastante lúgubre , su futuro ticion . Dantes habia apurado todos los resor- muy dudoso : ; diez y nueve años de vida tes que le fué posible poner en juego. Co - para distraer una noche eterna ! Ninguna mo hemos dicho y debia suceder se diri- distraccion podia venir á ayudarle : su jió, al fin á Dios. Todas las piadosas ideas brioso espíritu que no anhelaba mas que que se encuentran esparcidas entre la hu -latravesa r de un vuelo , cual los ángeles 22 86 ALBUM : los inmensos espacios , se veia forzado áſ preciso valerse de otrosmedios , se fijó en quedar prisionero como eláguila en una su mente la melancólica idea del suicidios jaula . Fijábase entonces en una sola idea , |; Infeliz de aquel que en el curso de su en la de su felicidad destruida sin causa desgracia se fija en tan sombria idea ! Es conocida y por una estraña fatalidad ; se como esos tranquilos lagos que se dilatan cebaba en esta idea , mirándola y remi- en forma de ceruleas ondas pero en los rándola por todas sus fases y devorandola que siente el nadador pegarse sus pies en por decirlo asi cual un hambriento ; asiſfuna masa hetuminosa , que le va atrayen como en el infierno delDante el despiado, que le absorve , que le engulle . Colo dado Ugolin devora, roe el cráneo del ar - cado ya en este punto sino viene en su zobispo Roger. Dantes no esperimentó ayuda un socorro divino, todo ha con mas que una fé pasagera, que perdió cual cluido, y á cada esfuerzo para librarse ace otros despues de alcanzado su objeto , conlera mas su muerte . , la diferencia que él no la supo aprove - Con todo, ese estadode agonía moral es char. menos terrible que los sufrimientos que le La rabia sucedió al ascetismo: Edmun- han precedido y que el castigo que proba do empezó á vomitar blasfemias que ha - blemente le seguirá, es un consuelo verti cian retroceder horrorizado al carcelero ;||ginoso que nos enseña el sumidero en cu arrojábase contra las paredes de la cárcel, yo fondo solo hay la nada. En este punto , se incomodaba furiosamente con cuanto Edmundo , encontró algun consuelo en tal le rodeaba y en particular contra símismo idea ; todos sus dolores , todos sus sufria á la menor contrariedad que le ocasionaba imientos, aquella multitud de espectros que un granito de arena , una pajilla , un só -larrastraba en pos de sí se escaparon al pa plo de aire : entonces aquel escrito acu - recer de ese rincon del calabozo en que el sador que habia visto en poder de Ville- ángel de la muerte podia poner su silen fort, y que habia tenido en susmanos se ciosa planta . Dantes recorrió con calmasu representaba en su imaginacion ; cada li- vida pasada, vió con terror su vida futura nea se le aparecia iluminada en la pared y escogió el punto medio en que se encon como el Mane Thecel Pharés del festin de traba y que le parecia un lugar de asilo . Baltasar:creia que era el odio de loshom -|| -- Alguna vez , se decia en estos casos, bres y no la venganza de Dios la que le alguna vez enmis viajesá puntos remotos, habia precipitado en aquel abismo : mal- cuanto todavía era hombre, y cuando es decia y condenaba á aquellos desconoci- te hombre libre y pujante daba órdenes á dos á todos los suplicios que su ardiente otros hombres que eran ejecutadas almo imaginacion le sugería y aun le pareciamento , ví al cielo encapotarse , rugir el que los mas terribles eran muy suaves ymar amenazante, nacer la tormenta en un sobre todo muy cortos; porque despuesdel punto del cielo y estenderse cual gigan suplicio venia la muerte y en la muerte tesca águila tocando con los estremos de encontraban sino el reposo por lo menos sus alas ambos horizontes; entonces echa la insensibilidad que le es muy parecida. ba de ver que mi buque era un refugio A fuerza de repetirse , cuando pensaba impotente, puesto que miembarcacion li en sus enemigos, que la calma solo la pro - gera como una pluma en manos de un gi porcionaba la muerte y que cuando quie - gante , rechinaba y se estremecia . Muy re castigarse á un sugeto con crueldad es luego al ruido de la silvanie ráfaga , lasi ALBUM , 87 montañasde agua pasaban sobre mi cabe mero repugnaba mucho á Dantes. Habia za y el espantoso rumor de las olas con el sido criado infundiéndole la mayor aver aspecto de las desnudas rocas me anun - sion á los piratas, gentes á quienes se cuel ciaban la muerte , y la muerte me es- ga en las vergas de los buques . El ahor pantaba , y hacia los mayores esfuer- carse le parecia pues una especie de su zos para librarme de ella y reunia á flosplicio infamante á que no queria sujetarse mayores esfuerzos del hombre toda la in - voluntariamente : adoptó pues el segundo teligencia del marino para luchar con y lo puso en ejecucion aquel mismo dia . Dios !.. ... Pero si entonces hacia esto , es Cerca de cuatro aìos se habian pasado porque era feliz , era ' porque volver á la en las alternativas referidas. A fines del vida era volver a la dicha , era porque la muerte no la habia invocado , no la habia escojido como á refugio y era en fin por queme parecia muy incómoda el sueño segımdo ano Dantes cesó de contar los dias y cayó denuevo en la ignorancia del tiem po de que anteriormente le habia saca do el inspector. Dantes se habia dicho : sobre la dura hamaca de algas y gujjar- quiero morir, para lo que he escogido ya ros ; era porqueme indignaba, yo que me migénero de muerte : entonces lo consi figuraba ser unacriatura á imágen de Dios, deró bien y temeroso de retroceder en su al pensar que debia despues de mimuerte decision ,hizo juramento demorir de aquel ser pasto de las gaviotas y tiburones. Pero modo. « Cuando me traigan la comida por ahora ya es otra cosa ; įhe perdido todo la mañana y por la tarde, pensaba, arro aquello queme hacia tener apego a la vi-ljaré los alimentos por la ventana y así da, me sonrie la muerte como una nodri- creerán que me los he comido. ) za á su niño á quien va á mecer ; es que Verificólo tal como lo habia prometido . ahora muero á mi gusto , me duermo fa - Dos veces cada dia por la claraboya enre tigado y quebrantado cual dormia despues|jada á través de la cual apenas podia per de esas noches pasadas en la rabia y de- cibir el cielo ,arrojaba los víveres primero sesperacion durante las que habia dado con placer , luego con reflexion, al fin con tres mil vueltas al rededor de micamaro - repugnancia le fué preciso recordar el ju te , es decir, treinta mil pasos lo que equi- ramento que se habia hecho á fin de tener vale á cerca diez leguas. la fuerza suficiente para verificar su ter Desde que germinó esta idea en la ima- rible designio . Los alimentos que en otras ginacion del jóven volvióse mas afable , Jocasiones le repugnaban , el hambre con mas placentero ; estuvo mas contento de sus agudos dientes, se los presentaba ape su pan negro y de su dura cama , comió titosos á la vista , y de esquisito aroma: menos, ao durmió mas, y poco á poco ha alguna vez tenia durante una hora en su Hó soportable aquel resto de existencia que mano el plato que los contenia , fija su vis estaba seguro de abandonar cuandomejorta en aquel pedazo de carne podrida ó de le pareciese cual se deja un traje usado . pescado infecto , y en el pedazo de pan ne Tenia á la mano dos medios para lograr gro y enmohecido. Eran los últimos ins su muerte , el uno muy sencillo consistia tintos de la vida que luchaban en él y que en atar á los barrotes de la claraboya ununa que otra vez hacian fluctuar su reso pañuelo y suspenderse de él ; el otro con lucion . En estos casos'su calabozo le pa sistia en dar a entender que comia el ali - recia menos sombrío , su situacion menos mento y dejarse morir de hambre . El pri-l\desesperada; era jóven todavía , deberia 88 ALBUTI . tener veinte y cinco ó veinte y seis años,(Edmundo se inquieto por aquel ruido y tal vez le quedaban aun cincuenta que vi- levantó su cabeza para oir mejor. Erase. vir, es decir el doble mas de lo que habia un frote igual que parecia ocasionado ya vivido . ¡Durante ese işmenso trascurso de por una enorme garra , ya por un diente tiempo , cuantos sucesos podian abrir las robusto , ya en fin por la presion de un puertas , derruir las murallas del castiño instrumento cualquiera sobre las piedras . de If y devolverle la libertad ! Al hacer A 'unque débil el cérebro del jóyen se estas reflexiones acercaba sus dientes a la impresionó con la idea tan comun y que comida que, cual Tántalo voluntario , apar- constantemente tienen en su mente los taba él mismo de su boca, pues que el re - presos « la libertad » . Este ruido lo aper cuerdo de su juramento le venia á la me- cibia 'en elmismo momento en que iba á moria y noble por naturaleza temia fał:||dejar de sentir todo rumor , de modo que tar á el por no valer menos á su propiale pareció que por fin Dios se habia com vista . Acabó pues , rigoroso é inhuma- padecido de sus tormentos y le enviaba no , con la poca fuerza que le quedaba y aquel ruido para prevenirle se detuviera llegó un dia en que no tuvo la suficien - en el borde de la tumba en la que tenia te para levantarse y arrojar por la lum - metido ya un pié . ¿ Quien sabe si alguno brera del calabozo la 'cena que acababan de sus amigos , uno de sus mas queridos de traerle. Aldia siguiente estaba su vista seres en los que habia pensadó tan á me tan debilitada que ya no veía y apenas nado, se ocupaba en aquelmomento en su oía, demodo que el carcelero lo creyó en - favor y buscaba los medios de vencer la fermo de gravedad . Edmundo confiaba en distancia y obstáculos que los separaban ? Pero no sin duda Edmundo se engañaba; una próxima muerte. .. Asi se pasó aquel dia .Edmundo sentia un seria una de esas ilusiones que fluctuan en vago adormecimiento, que infaliblemente la mente a la hora de la muerte debia apoderarse poco a poco de él : los Con todo, Edmundo continuabaoyendo ahilos nerviosos de su estómago se habian |aquel ruido: ruido que duró cerca treshoá adormecido, la ardorosa sed se habia cal-||ras sobre poco mas ó menos; percibióse mado; cuando cerraba los ojos se le apa - despues comoun estremecimiento causado recian una multitud de brillantes lucecillas por una ruina, y el ruido cesó . semejantes á esos fuegos fátuos que diva- Algunas horas despues sintióse denuevo gan por la noche en losterrenos cenagosos; mas fuerte y mas inmediato, y era que Ed era la entrada en ese pais déseonocido Ha- mundo se interesaba ya en aqnel trabajo que mado la muerte . le servia como de compania ; de repente De pronto , al ser de noche , sobre las entró el llavero. Hacia ocho dias á poca nueve, oyó un ruido sordo en la pared del diferencia que Dantes resolviera morir , y muro contra el cual tenia su cama. Tantos cuatro que lo empezára a poner en ejecu animales inmundos habian veniło á alte - cion , y en ellos no habia dirijido una pa rar el silencio de su prision quepoco a poco labra á aquel hombre ni para contestar á se habia acostumbrado á no dispertarse las preguntas sobre la enfermedad que por tan poca cosa ; pero esta vez , sea que le aquejaba volviéndose de cara á la pared realmente el ruido fuese mas fuerte que deſcuando trataba de examinarle con atencion ; costumbre, sea que en aquelmomento su - pero en este dia podia el Havero oir aquel premo se dá á todo la mayor importancia , lruido sordo y ponerse sobre aviso , dan ALBUM : 89 do fin y đesbaratando tal vez esa vaga es-luna idea que no podia concebir con clari përánzá cuya sola idea" encantaba á D'an - dad, estaba muy débil ; ' su mente flotaba' tes en susúltimos momentos. indecisa cual un vapor, y no podia aislar El llavero le llevaba el almuerzo : Dan - se en un solo pensamiento. Edmundo no tes se sentó en su cama y levantando la halló mas que un medio para devolver la voż "Se puso á häblar sobre todas las ideas precision á su juicio, la lucidez á su racio que le vinieron a la majinacion , sobre la cinio; dirijis su vista al caldo que aun hu malá cualidad de los víveres que le traian ; ineaba encima de la mesa en que lo habia sobre el frio que hacia en aquel calabozo , puesto el llavero, se levantó , fué bambo murmurando y gruñendo para tener el leándose hasta ella, tomó la taza , la llevó derecho de gritar mas fuerte apurando la á sus lábios y tragó el brevaje que conte paciencia del carcelero que justamente nia con indecible satisfaccion . Entonces tu aquel dia habia solicitado para el preso vo la suficiente fuerza para quedarse alli : enfermo un caldo y pan tierno, cuyo pan habia oido decir que náufragos infelices , y caldo le "traià . Felizmente creyó que que se salvaban después de estenuados por Dantes deliraba; colocólo sobre la pésima el hambre , habian perecido por haber de mesa coja en la que acostumbraba dejarlo vorado imprudentemente un alimento de cada dia y se marchồ. Libre entonces Éd-masiado sustancioso? Edmundo, pues vol inundo , 'púsose á escuchar de nuevo con vió a dejar sobre la mesa el pán que lleva 3 placer. El ruido" se " hacia cada vez más ba ya á sú boca y volvióse á acostar. Ed perceptible de modo que el joven lo ora sin mundo ya no queria morir. hacer esfuerzo alguno. « Fuera dudas, se Muy luego observó que su cérebro se dijð á si mismo, puesto que ese ruido con-despejaba; todas sus ideas vagas é incons tiñúà' a pesar dėl dia será algún infeliz pre - tantes volvian á ocupar su respectivo lugar , so como yo que " trabaja para libertarse. Pudo pues pensar y apoyarsuspensamien ¡ Oh ? y si yo estaviera á su lado como letos con el raciocinio. Entonces se dijo : ayudaria !...) De repente una sombríanu- « Es preciso hacer una prueba,pero sin be eclipső està aurora de esperanza que comprometer a nadie . Si el que ocasions nacia eni so cérebro habituado en la des -lel ruido es un trabajador ocupado en su grácia , que con difiéultad podia tomar faena,no tengo que hacer mas que dar un parte en losgóces"de los hombres, porque par de golpes contra la pared para que le ocurrió la idea de que aquel ruido podia suspenda su tarea pues que tratará de sa ser ocasionado por el trabajo de algunos ber quién es el que llama y en que direc obreros"á quienes el gobernador empleáracion. Pero como su ocupacion será no solo lícita si que recomendada volverá muy en las reparaciones del vecino cuarto Facil era salir de la duda' ; pero ¿ cómo luego á emprender su trabajo . Si por el arriesgarse á hacer una pregunta ? Nada contrario es un presó, el ruido que yo ha mas sencillo que esperar la vuelta del lla - ré le espantará , temerá ser descubierto, veró, hacer que escuchase aquel ruido y cesará en su trabajo y no lo volverá á em ver que cara ponia al oirlo : pero al dárse prender hasta la noche cuando se figure semejanté šatisfacción ?' no comprometia'in- que todos se han acostado y éstán durmien tereses muy preciosos por tan momentáneo do . Despues de este raciocinio' Edmundo gozo ?' Desgraciadamente la cabeza de Ed- volvió á levantarse. No vacilaban ya sus 1 mündő, vacia como una campana', fija en piernas y su vista no esperimentaba des 23 90 ALBUM , lumbramientos . Dirijiose á un ángulo del|do de sus trabajos por conseguir la liber , la prision , arrancó una piedra desprendida tad un compañero que tenia tantos deseos ya por la humedad y con ella dió tres gol- como el de verse libre. Asi pasaron tres pecitos contra la pared en el mismo sitio dias; setenta y dos horasmortalescontadas en quemas distinto era el ruido. . minuto por minuto . Desde el primer golpe, este cesó co - En fin , una noche, despues de haber mo.por encanto. Edmundo escuchó con hecho el carcelero su última visita , Dan toda atencion . Pasó una hora, pasaron dos tes aplicó por la centésima vez su oido á . y ningun ruido volviò á oirse . Edmundo la pared , y le pareció que un impercep habia logrado un silencio absoluto delotro tible movimiento resonaba obtusamente lado de la pared . Lleno de esperanza co- en su cabeza puesta en relacion con las mió un bocado de pan y bebió unas gotas silenciosas piedras. Dantes se apartó un de agua cou lo que gracias a la robusta poco para sosegar,su cabeza desvanecida , constitucion con que le habia dotado la pa- dió algunos pasos por el cuarto y volvió turaleza se encontró como antesá poca di- já aplicar el oido sobre el mismo sitio . ferencia . Pasóse el dia y el silencio con . No habia ya duda ninguna ; haciase al- , tinuaba. Vino la noche sin que el ruido Iguna operacion del otro lado: reconocien - . comenzára otra vez . « Es un preso » dijodo el riesgo de su primera maniobra ha-. Dantes para si con indecible alegria . Labia adoptado otro medio , substituyendo, cabeza se le abrasaba y la vida volvió con sin duda para continuar su trabajo con la todo su vigor á fuerza de activar la imaji- mayor seguridad , la alzaprima al escoplo . nacion . Pasóse la noche sin que el menor Alentado con este descubrimiento Edmun ruido alterase su profundo silencio , y Ed - do resolvió ayudar al infatigable obrero . mundo no cerró los ojos en toda ella . Comenzó por separar su cama tras la que Vino otra vez el dia , el carcelero entró le parecia se verificaba la obra de su li con nuevas provisiones ; Edmundo habia bertad y buscó con la vista un objeto con devorado ya las anteriores,devorólas nue- que .pudiese descantillar la pared , des vas, atendiendo sin cesar al ruido que no menuzar el yeso húmedo y arrancar por se repetia ya , y con temor de que no hu- fin alguna piedra. Nada se le ofreció que biese cesado para siempre , andando el tre- pudiese satisfacer su deseo ; no tenia ni cho de diez ó doce leguas al rededor de su cuchillo ni instrumento alguno cortante , calabozo , sacudiendo durante horas ente - tan solo los barrotes de hierro , pero ha- · ras los barrotes de hierro de su lumbrera , bia probiado tantas veces de removerlos devolviendo á susmiembros la elasticidad que no quiso molestarse en intentarlo de y vigor antiguos por medio de ejercicios nuevo . continuados por largo tiempo , disponién - Por muebles únicamente tenia una ca dose en fin para todo lo que pudiese ocur- ma, una silla , una mesa , nin cántaro y rir en lo sucesivo, cual el gladiadorque va un zainbullo . La cama es verdad que es á entrar en el palenque enhiestasus bra- taba montada con espigones de hierro , zos y unta de aceite su cuerpo . Luego en pero estos espigones se mantenian suje los intervalos de esta febril actividad , es -||tos al maderamen por medio de tornillos, cuchaba si el ruido volvia á oirse , y se ir -||era preciso un destornillador para sacar ritaba de la precaucion del preso que no los espigones. En la mesa y en la silla na habia sabido adivinar que le habia distrai-Ida habia de que pudiera utilizarse , en el ALBUM . 91 zambullo habia habido en otro tiempo un sujetaba por sus bordes , y que la hume asa , pero esta la habian quitado . No te- dad habia ablandado . nia Dantes otro recurso que romper el cán Dantes vió con satisfactoria ecsaltacion taro , y con uno de sus angulosos pedazos que aquel,yeso se desprendía en fragmen poner manos á la obra : dejóle pues caertos; estos eran cuasi átomos , es verdad , contra el suelo con lo que se hizo mil pero al cabo de media hora habia ya re pedazos ; escojiii dos ó tres cascos de los cogido un puñado . Un matemático hubie mas agudos que escondió en su gergon de- se podido calcular que empleando dos años jando los otros esparcidos por el suelo . Lajá corta diferencia en este trabajo , dando ruptura del cántaro era una cosa muy na-| de barato que no encontrase pena podia tural para que pudiera dar márgen á sos -abrirse un camino de dos pies de anchura pechas . Edmundo tenia toda la noche pa- y veinte de profundidad. El preso se re ra poder trabajar pero en la oscuridad la prochó entonces el no haber empleado en faena iba mal porque tenia que ir á tien- este trabajo las largas horas cada vez mas tas, y muy pronto conoció que embotaba lentas, y que habia perdido esperando , el informe instrumento contra una masa orando , ó desesperándose. En el transcur mas dura que él . Recostose pues en su caso de seis años que hacia estaba preso en ma y esperó el dia ; con la esperanza ha aquel calabozo , ; cuanto trabajo aunque bia vuelto á adquirir paciencia. Toda la lento , hubiera podido verificar! Esta idea noche estuvo escuchando y siempre oyó le dió nuevos brios. al desconocido minero continuando su obral En tres dias llegi , tomando precaucio subterránea . nes inauditas , á quitar toda la argamasa , Vino por fin el dia y el llavero entró . y á poner en descubierto la piedra ; com Dantes le dijo que en la víspera al ir a poníase la pared de toscos morrillos entre beber , se le habia escapado el cántaro de los que para aumentar la solidez habian las manos quebrándose al caer en mil pe colocado de trecho en trecho una piedra dazos . El llavero salió refunfunando á bus- labrada. Una de estas piedras era la que car otro nuevo sin tomarse la pena de re habia descalzado cuasi , y la que trataba coger los cacharros del anterior . Volvió de remover de su alvéolo . Dantes probó un momento despues , encargó al preso con las uñas pero estas eran insuficientes que tuviera un poco mas de cuidado en para la empresa . Los cacharros del cán lo sucesivo y se marchó. Dantes oyó con taro que introducia en los intervalos se indecible júbilo el rechinar de los cerro- rompian en cuanto queria Dantes valerse jos, los que cada vez que en los dias ante- de ellos como de palanca y despues de una riores se corrian le destrozaban el corazon. hora de inútiles tentativas tuvo que levan Oyó debilitarse el sonido de las pisadas á tarse inundada su frente de angustioso su medida que se alejaba y cuando este hubo dor. Ibase pues á ver detenido en su pri cesado del todo, saltó de su camilla que mer ensayo y le era preciso esperar pasi removió de su lugar, y con la claridad de vamente y en el ocio á que su vecino, que un débil rayo de luz que penetraba en el tal vez llegaría á cansarse , hubiese con calabozo , pudo ver lo inútil de su tenta - cluido . Vinóle entonces una idea á la imagina tiva en la noche precedente puesto que se pusiéra á trabajar en el centro de la pie- icion, quedóse en pié y sonriendo, su fren dra en vez de descalzarla del yeso que lalte humedecida por el sudor se secó espon 0 ALBON táneamente. El carcéléró traía todos los treñida del mango en la piedrá labrás dias la sopa de Dantes en una cacerola de hoja de lata , que contenid á mas de su racion la de otto preso , päestöʻque Dan tes habia observado que aquella cacerola descalzada y los"mörrillós vecinos y'em pezo- removerlá como con una palanta Unas pequeña oscilación probo á Dantes ? que sà täréa tendria buen 'éxito ." ora'venía del todo llena 'ó mèdio vacía ; se gun que el llavero empezaba la distribú cion de víveres por él ó por su compaño ro. La cacerola tenia un'mango de hierro y éste mängo era el queárnBicionaba Dantes y por el cual hubiera dado' si' se loshü- En efecto , al cabode una hora habia seos paredd'la piedra de la pared en la que des jabaruha cavidad de mas de pie y miedot: del diámetro!" Dantës recogió luego coin cuidado todo el fyeso, llevold a uno de los*"? ángulos de su přision ," escarbo las tierras! bieran exigido', diez alios idė 'su vida. El parduzca del piso *con un "fragmento det llavero vertia el contenido de la cacerola cártaro , depositó el yeso y lo volvió a cu ** en el plato de Dantes , quieni " despues de Brit con' sú tierras Quétiendo luego pri verificada su 'comida con una "cuchará devechar aquella noche en que la casuali*** madera , lò lavaba para el dia siguiente: dad ,o mėjör ta 'sabia combinación que hà ' Por la tarde puso Däntes el 'plato en el bia ideado, habia puesto en sus mañoš unt " suelo entre la puerta y la 'nresa , así que el instrumento ta'ni prečiósó , continuo 'escas llavero al entrar púsolé elpié'encima y 'lė ardo .con ahineo . Al asomar el alba vola ||við á colocar la piedra tin su lugar , repar. rompió en mil pedazos. ' No se podia por ello hacer "cargo algú - Iso la cama en su sitio y se acostó ." no á Dantes ; 'habia 'faltado en dejar su El almuerzo consistia en un pedazo de plato en el suelo , es muy'cierto", pero el pan ?'efllavero teritró y lo dejó encima Ta carcelero'habia tambien cometido el aes- mėsaints Con qué no me traéīs otro plato ? Ieri cuido de' no'mitar donde poñía" los pies por lo que se contentó ' con' jgłuñřir entre dijo Dantes ? dientes; buscando a su alrededor algun 1 - No, eontesto el'llavero, sois'ün rómu!. . objeto en que' vèrtër 'la sopa': el ajaar de pel8utoto , habéis quebrado el cántaro y *** cocina de' Dantės še redaciaá'aquel'únicoſ sois la causa de que yo haya rotoel plato ?'' si todos los presoscausátän tanto gasto 'COI"" plato, no habia pues de que escoger.“ - Dejad la cacerola , dijo Dahtes,' y 8s||moʻvos el gobierto no podrlá aguáhtár * * la llevaréis 'mañana cuando'me-traigais elfto. Os dejo la cacerola ,en la que os'écha ** almuerzo .' Jré ta ' Bopa cada dia , de este modo no rom - ? Este consejo èra muy'confortheá'la pe peréis tal vez vưėštra vajilla! reza del llavero , que no tenia ganas del Dantes levantó los ojos al cielo juntain "; · volver á subir,"bajar' y volver á subir otfa do sus inanios por bajo las cubiertas de la vez por lo que'le 'dejų la cacérðla:" cama:'Aqúel pedazo de hierro que le ques Dảntes se estremeció de'gozo. Cómio á daba håčia renacer en su corazón'ün fer3** toda prisa la sopa y la cárne'que segun |voroso reconocimiento alSer supremocual ! costumbre en las cárceles', la 'ponèt 'junto|no'lo 'habia jamás'esperimentado en elde-" * con aquella . Luego despuésde esperar 'Coſcurso de todos los beneficios que le prodi= ** sa de una hora para asegurarse de que ell|gára . Solo 'sí écho- de ver que desde que" llavero no mudaria de pensar ya , apařtó||habla empezado él sustrábajos el otrở o su cama,toinó la cacerola, introdujo la es-lipreso los habia suspendido , pero no im ? 93 llamándo la muerte de la calma porta, esto no es ningun contratiempo ; siſ quitado su vecino no quiere venirle á ver irá él á me de nuevo a la vida. ¡ Dios mio ! tened ALBUM . .. . Ipiedad de mi, no me dejeis morir en la Todo el dią trabajó sin descanso, por la desesperacion ! visitar á su vecino. noche habia ya, gracias a su nuevo ins- - ¿ Quien habla de Dios y de desespe trumento , arrancando de la pared mas de racion al propio tiempo ? articulò una voz iez puñados de ruinas de morrillos, de que parecia venir de debajo de tierra y que apagada por la opacidad , llegaba á yeso y argamasa . Al acercarse la hora de la visita ende- oidos del joven cual un acento sepulcral. rezó lo mejor posible el torcido mango del Edmundo sintió erizársele los cabellos su cacerola y la colocó en su sitio acos- y aunque de rodillas retrocedió . .. turnbrado. El llavero vertió en ella la ra - - ¡ Ah ! murmuró , oigo una voz hu *cion ordinaria de sopa y carne , ó mejor mana. dicho, de sopa y pescado, puesto que era Hacia cuatro ó cinco años que Edmụn - aquel dia de ayuno y tres dias á la sema- do no oyera mas voz que la del llavero , na daban comida de pescado á los presos. y este para el preso no es un hombre: es Este era un escelente medio para contar una puerta viviente unida á una puerta el tiempo si Dantes no hubiese abandona de encina; un barrote de carne unido a sus do tal cuidado : despuesde servida la sopa barrotes de hierro . . el carcelero se retiró. : - En nombre del cielo , esclamó Dan Quiso Dantes entonces asegurarse de siſtes, vos que me hablais continuad hacién su vecino habia en realidad cesado de tra- dolo aunque vuestra voz me haya espan · bajar , por lo que escuchó con atencion. tado ; ¿ quién sois ? Todo continuaba en elmismo silencio que - ¿ Quién sois,vos que me lo pregun 'en los tres dias que llevaba de interrup -||tais ? continuó la voz. cion en sus trabajos. Suspiró : era eviden -|| - Un infeliz preso , repuso Dantes , que te que su vecino desconfiaba de él, pero no tiene ninguna dificultad en contes mo por eso perdió su aliento , y continuó taros. . trabajando el resto de la noche; mas des: - ¿ De qué pais? pues de dos o tres horas de faena encon - -- De Francia . . tró un obstáculo , el hierro ya no hacia - Vuestro nombre ? presa y se deslizaba sobre una superficiell . - Edmundo Dantes. plana. Dantes tanteó el obstáculo con la mario y reconoció que habia encontrado - ¿ Vuestra profesion ? - Marino. una viga que atravesaba ó mejor cerra - | -- Cuanto tiempo hace que estais aqui? ba enteramente el agujero que habia co. Desde el 28 de febrero de 1815 . menzado , por lo que era preciso escar : - Cual es vuestro crímen ? bar por encima ó por debajo : el infeliz - Soy inocente, jóven no habia pensado en tal obstáculo . - ¡ Oh ! ¡ Dios mio , Dios mio ! escla - , - De haber conspirado para lograr la mó: tanto habia rogado que creia habriais vuelta del Emperador. escuchado benigno mis plegarjas. ¡ Dios - ; Cómo! ;para lograr la vuelta del mio ! despues de haberme quitado la li- emperador! ¿ con qué el emperador no ese bertad de la vida , despues de habermelltá ya sobre el trono ? 24 94 ALBUM . - Abdicó en Fontainebleau en 1814 yl - Si. Tapad de nuevo vuestro agujero fuédestinado á la isla de Elba. ¿Pero cuan - cuidadosamente , no continueis trabajan to tiempo hace que estais preso cuando do , no os ocupeis en nada y esperad no ticias mias. ignorais todo esto ? - Desde 1811. I - Quién sois.... decidme á lo menos Dantes se horrorizó : este hombre lle . quién sois ? vaba cuatro años de prision mas que él. . - Yo soy.... yo soy el número 27 . - Está bien, no escaveis mas , díjole la Con que desconfiaisdemi? pregun voz apresuradamente , decidme tan solo á tó Dantes. que altura se encuentra la escavacion que habeis hecho. - Al nivel del suelo . - ¿ Donde está situada ? : Pareciule á Edmundo oir una risa amar ga que atravesando la bóveda llegabahas ta él. . - ¡Oh ! yo soy buen cristiano, esclamó Detras de mi cama. adivinando por instinto que aquel hombre - Han reconocido vuestra cama desde trataba de abandonarle , y por Cristo os lijuro que primero me dejaré matar antes que dejar entrever á vuestros verdugos y que estais preso ? - Nunca . * Donde tiene la salida vuestro cuarto ? losmios los menores indicios de verdad ; pero en nombre del cielo , no me priveis de vuestra presencia , no me priveis de oir - Al corredor. - ¿ Y el corredor ? - Desemboca en el patio . vuestra voz, ó sino , os lo juro, estoy ya - ; Dios mio ! murmuró la voz. exasperado á no poder mas, y me rompe -- ; Ah ! icielos ! ¿ qué es lo que teneis? ré la cabeza contra los muros de la cárcel esclamó Dantes. y vos tendréis que reprocharos esta muerte . - Es que me he equivocado, que la im - - ¿ Qué edad teneis ? repuso el interlo perfeccion de'misplanos me haengañado, cutor desconocido , vuestra vozme parece que la falta de un compas me'haperdido, ser la de un jóven . puesto que una línea de diferencia en mi - De fijo no sé miedad , porque no he plan ha equivalido á quince pies en la eje- contado el tiempo que hace estoy aquí. Pe cucion , y que he tomado la pared en que ro lo que si es que iba á cumplir los diez vos trabajais por el muro de la ciudadela . y nueve años cuando fui preso el 28 de - Pero en este caso hubierais ido á pa- febrero de 1815 . - Apenas veinte y seis años, murmuró rar almar. - Eso es lo que yo quería . la voz. Vaya que á esta edad no se es aun -- ¿ Y si hubiese salido bien la empresa ? traidor . Habeis hecho bien en hablarme, - Hubiérame echado á nadar, y gana -"habeis acertado suplicándome, continuó en do las islas que circunvalan el castillo de voz alta, pues que habia forinado otro plan If ; ya la de Daume, ya la de Tiboulen ,' y trataba de alejarme de vos. Pero vues ya la misma costa , con lo que quedaba tra edad metranquiliza, yos prometo reu salvado . : nirmecon vos, esperadme. - ¿ Y habriais podido nadar hasta alli ? ! -- ? Y cuando ? -- Dios mehubiera dado fuerzas en tal - Es preciso que calcule las distancias , caso , i pero ahora todo se ha perdido ! dejadme ahora , yo os daré la señal. - ¿ Todo ? - Pero no me abandonaréis,no mede 95 A L BUM . jaréis solo , vendréis á mícuarto ó me per- el momento en que el carcelero separaria mitireis que vaya al vuestro. Escaparemos su cama y bajaria la cabeza para exami juntos y si no podemos huir, hablaremos, nar la abertura , le aplastaria la cabeza vos de la personas que ameis, yo de las que con la piedra sobre la que tenia el cánta amo; ¿porque vos amareis á alguno ? ro . Le condenarian á muerte , ya lo sabia ; . . - Soy solo en el mundo. pero no iba a morir tambien de fastidio - En este caso me amareis á mí..... Sily desesperacion cuando aquel milagroso sois jóven , seré vuestro camarada; si viejo, ruido le devolvió a la vida ? . vuestro hijo ... Tengo un padre que conta - Por la tarde volvió el carcelero : Dantes rá ya unos sesenta años, si es que vive ; á estaba tendido en su cama ; desde allí le nadie he amado mas que á él y á una jó - parecia que guardaba mejor la abertura ven llamada Mercedes: mipadre estoy se- no concluida aun, y probablemente mira guro que no me habrá olvidado; pero ella, Iria al importuno visitador con ojos estra Dios sabe si pensará ya en mitodavía ..... viados, pues que éste le dijo . Os amaré como amaba á mi padre. - ¿ Con qué volverémos á caer en algun - Corrientes, dijo el preso , hasta ma- acceso de locura ? ñana . Dantes no contestó temeroso de que la Estas pocas palabras las dijo con un emocion de su voz no le hiciese traicion . acento que persuadió á Dantes: no le hizo El llavero se retiró meneando la cabe ya mas preguntas, se retiró ; tomó lasmis- za. Vino la noche; Dantes se figuró que mas precauciones que antes para cubrir su vecino aprovecharia el silencio y lo os los restos estraidos del muro y que habia curidad para renovar con el la conversa recogido , y volvió a colocar su cama jun - cion , pero se engañó. Pasó la noche sin to a la pared. Desde entonces se entregó que rumor alguno correspondiese á su aji Dantes á su dicha en cuerpo y alma, ya notada espera. Pero al otro dia, despues de estaria solo de allí en adelante y tal vez la visita matinal, oyò dosó tres golpes con se veria libre : cuando menos si continua- iguales intervalos , á cuya señal se dejó ba preso , tendria un compañero , y la cau-||caer de rodillas. tividad repartida no es mas que media cau - | - ¿ Sois vos ? dijo , jaquí estoy ! tividad. Los lamentos que se exhalan en - ¿Se ha marchado ya vuestro llavero ? comun equivalen á oraciones, y las ora preguntó la voz. ciones á duo son casi 'acciones de gracias. -- Sí, contestó Dantes , ya no volver i Estuvo Dantes todo el dia vendo y vi- hasta la tarde ... tenemos doce horas para niendo en su calabozo, palpitándole de go -lobrar con libertad . . zo el corazon ; de vez en cuando esta ale - - ¡ Puedo pues empezar ! dijo la voz. gría le sofocaba , y tenia que sentarse en - ; Oh ! ; sí, sí, sin retardar un instan la cama comprimiendo el pecho con sus te , almomento, os lo suplico ! manos. Al menor rumor que sintiera en el Apenas dijera esto cuando la porcion de corredor se dirigía temblanilo á la puerta . terreno sobre el que Dantes metido hasta Una ó dos veces le pasó por la imagina- medio cuerpo en la abertura , apoyára sus cion el temor de verse separado de un dosmanos, pareció ceder á su peso , hízo hombre á quien no conocia pero que ama- se atrás en el momento en que una masa ba como á un amigo . Si llegaba á verifi-||de tierra y piedras desprendidas se preci carse estaba ya tomada su resolucion : en pitaba en un agujero que acababa de ma ÁLBUNI . nifestarse en el fondo de la abertura quejlos Vestijios demi paso . Toda nuestra tr ait 96 habia hecho. Luego, en el centro de aquel quilidad futura dependerá de su ignorancia obscuro: agujero cuya profundidad no po - de lo que ha pasado. . dia apreciar, vió aparecer una cabeza, lue - Inclinóse hacia la abertura; cojió la pie go unos hombros, y enfin un hombre com - dra que levantó facilmente a pesar de su pleto salió con bastante ligereza de la espeso , y la colocó en el agujero. Esta piedra ha sido descalzada con cavacion practicada. descuido, dijo sacudiendo la ca |bastante ; XVI. i UN .SABIO ITALIANO. |beza ; & no teneis herramientas Was ?! Dantes recibió en sus brazos al nuevo - Y vos, preguntó Dantes con admira amigo, por tan largo tiempo y con tanta cion, i las teneis por ventura ? . . Me he hecho algunas. Escepto una impaciencia deseado, acercándole á la ven tana á fin deque la escasa luz quepenetraballima, tengo todo lo que puede hacerme en el calabozo le iluminase bien . Era un falta ; escoplo , pinzas y palanca . sugeto de baja estatura, cabellos encane- JiOh ! tengo curiosidad de ver los pro cidos mas por las meditaciones que por la ductos de vuestra paciencia y de vuestra edad, de penetrantėmirada sombreada por industria, dijo Dantes. Tomad; ahi teneis un escoplo : y le espesas,cejas encanecidas tambien , barba negrą todavia y que bajaba hasta el pecho; enseñó una plancha fuerte y puntiaguda la flaqueza de su rostro surcado por hon- fija en un trozo de haya . das arrugas, sus facciones característicasi --- Y donde os habeis ajenciado eso ? , decididamente, marcadas,,, revelaban un . Leheconstruido con una bisagra delas hombre habituado mas á ejercer susfacul- de mi cama; con este instrumento es con tades intelectuales que su fuerza física. La lo que mehe abierto el camino por elque frente del recien venido estaba inundada|he llegado hasta aqui: cincuenta pies á po- , de sudor . En cuanto á sus vestidosera im -||ca diferencia . posible distinguir su primitiva forma,pues- ... - ; Cincuenta pies !esclamó Dantes coņ. . una especie de terror. ,.. to que estaban hechos girones. e : Parecia tener unos sesenta y cinco años -- - Hablad mas bajo, jóven, hablad mas por lo menos , aunque un cierto vigor en los||bajo , dijo el desconocido mirando á su al movimientosmanifestaban que teniamenosrededor , muy a menudo vienen á escu delos que parecia indicar por consecuencia char á las puertas de los calabozos de los de su largo cautiverio . Acojió placentero las||presos. Saben que estoy solo .' amistosas protestas del jóven espresadas con cierto entusiasmo. Su, alma helada pare - - No importa . ció por un momento que entraba en calor - Deciais que habiais taladrado cin y se fundia por el contacto de aquella al- ||cuenta pies para llegar hasta aqui ? ma,ardiente. Dióle las gracias por sų, çor- - Si, tal es sobre poco mas o menos la dialidad con cierta vehemencia , aunque distancia que media de mi cuarto al vues su admiracion fué mucha al encontrarse tro ; tan solo que yo calculé mal micurva, con un segundo calabozo alli donde creia falto, de instrumentos geométricos para hallar la libertad. . . . .. . 0tan, rectificar bien mi escala de proporcion en Veamos ante todo, dijo , sihaymedio |yez de los cuarenta pies de elipse que ha. de ocultar á los ojos de nuestros carceleros: bia calculado he encontrado cincuenta . 97 ALBUM . "Creia , como os.He dicho ya otra vez, lle -||corvados los dos porque la bóveda del ca : går á la pared esterior del muro, abrirme labozo impedia el que se enderezáran,des paso á su través y arrojarme al mar. Hellizó su cabeza entre la primera fila de bar flanqueado el corredor al que sale vuestro ras de hierro y pudo recorrerla de arriba cuarto en vez de atravesarle por debajo .Jábajo. Un instante despues la retiró con Todo mi trabajo 'es inútil porque ese cor - presteza , i t ! redor dá á un patio en el que hay la guar- | - ; Oh ! ¡ oh ! ya meparecia muy du: dia . . . doso ; dijo deslizándose á lo largo de Dan - Verdad es, dijo Dantes, pero ese cortes y cayendo sobre la mesa de la que sal redor no flanquea mas que unode los cos- tó á tierra . tados de este mi cuarto que tiene cuatro. . — Qué es lo que os parecia dudoso ? . - Si, no hay duda ; pero aqui teneisipreguntó el jóven saltando-detrasde él. uno cuya pared lo forma la roca viva, se - El viejo preso meditó un rato . si ría preciso que diez mineros provistos de : - Si, dijo, esto es; el cuarto costado de todos los instrumentos necesarios estuvie - vưestro calabozo dá sobre una galería es sen trabajando diez años consecutivos para terior , especie de camino cubierto por el lograr taladrarla . Este otro está á espal- que pasan las patrullas y vigilan los een das de los cimientos de la habitacion deltinelas. gobernador,iriamos á parar á sus sótanos - ¿ Estais seguro de eso ? que de seguro estarán cerrados con llave., - Tan sèguro comoque he visto elmor y seríamos aprehendidos en ellos. El otro rion del soldado y la punta de su fusil , costado da.... esperad..... já donde da ese retirándome tan de prisa temeroso 'de que otro costado ? no me atisbase. Este costado era el que atravesaba la — ¿ Con que....? dijo Dantes. lumbrera que daba luz á la habitacion. - Con que ya veis que es imposible huir Esta lumbrera que se iba angostando demo-||por vuestro calabozo. do que apenasdaba paso á la luz y a traves - ¿ En este caso....? continuó el jóven de la cual apenas pudiera pasar un niño ,llcon acento interrogador estaba ademas asegurada con tres filas dell - En este caso , continuó el antiguo pre . barrotesdehierro que alejaban todo temor, so , cúmplase la voluntad de Dios; y las caso de suponerse una evasion , del carce - facciones del viejo tomaron un viso de pro lero mas receloso. Con todo el recien ve- funda resignacion. nido al hacer esta pregunta , colocó la me- Dantes contemplaba á aquel hombre . sa debajo de la ventana . . . que con tanta facilidad y filosofía renun - Subid á esta mėsa, dijoá Dantes. Es ciaba á una esperanza en que confiaba tan te obedeció , púsose sobre la mesa y adi- to tiempo hacia , con estrema admira vinando la intencion de su compañero |cion . - Y ahora , ¿ quereis decirme quien sois? apoyó la espalda contra la pared y le dió o Dantes. las manos. Su compañero subió entonces, preguntó ¡Oh ! , Dios mio ! no tengo inconve con mas presteza de lo que prometía su niente , si es que esto puede interesaros sedad , y con la ligereza del gato ó de la lahora que ya de nada puedo serviros. ardilla primero sobre la mesa , luego del - Pero sereis bueno para consolarme y la mesa sobre las manosde Dantes, de sus alentarme, pues que vos me pareceis ani manosá sushombros. En esta situacion en -Ilmoso entre los animosos. 25 98 "ALBUM . El abate sonrió tristemente y dijo -- ; Pero por qué os tienen encer - Soy el abate Faria preso desde 1911 rado ? como ya sabreis en el castillo de lf ;.pero - Porque predije en 1808 el plan que xhacia ya tres años que me tenian encer- Napoleon trató de realizar en 1814 ; por rado en la fortaleza de Fenestrelles. Enque , como Maquiavelo , en vez de todos . ' 1811 me trasladaron del Piamonte á Fran - esos reyecitos que transforman á la Italia cia . Entonces supe que la fortuna, que en en un nido de tiranuelos, quise que hu - . . aquel entonces le sonreia , habia dado un biera un solo y grande amo si nu justo , hijo a Napoleon , y que á este hijo ya des- fuerte por lo menos; porque me figuré ha de la cuna se le apellidaba rey de Roma. Iar un Cesar Borgia en cierto ente con Muy lejos estaba -yo de figurarme enton - ronado que dióme a entendermecompren ces lo que me habeis dicho hace poco, es dia para vendermemejor . Este era el pro decir que á los cuatro años aquel colose yecto de Alejandro VI y de Clemente VII; 10 de ano a ME sería derribado. ¿ Quién reina en Francia?||se frustró siempre , y puesto que aquellos ¿ Es Napoleon ? Hlo intentaron en vano y Napoleon no ha - No , es Luis XVIII . ' loodido acabarlo de realizar. claro está que - ¿ Luis XVIII el hermano de Luis XVI? Italia es maldecida , dijo el viejo inclinan Los decretos del cielo son bien estralos ylldo la cabeza. misteriosos : ¿ cuál ha sido la intencion dell Dantes no comprendia como un hombre -la Providencia abatiendo al hombre que podia esponer su vida por'tales proyectos, habia elevado , y elevando al que habia verdad es que si bien conocia á Napoleon abatido ? por haberle visto yhablado, en cambio ig Dantes seguia con la vista á aquel hombre noraba completamente quienes eran Cles que olvidaba por un momento su propiamente VII y Alejandro VI. suerte para ocuparse en la de los destinos ¿ No sois vos,dijo Dantes empezando Já creer lo mismo que su carcelero quien - Si, si , continuó ; lo mismo qne en pensaba lo mismoque todos los habitantes Inglaterra : despues de Carlos I , Cromwell;|del castillo de If, ese clérigo que dicen es despues de Croinwell , Cárlos II ; y talvez |tar... enfermo ? del mundo . despuesdeJacobo II un príncipe de Oran - - Qué lo creen loco , querréis decir , ge , Statuder que se hará rey y entonces la no es así ? . nuevas concesiones al pueblo , entonces - No me atreví á decirlo , repuso Dan una constitucion y luego la libertad . Yates sonriendo . lo vereis jóven , dijo dirijiéndose á Dantes Sí, sí , contestó Faria con amarga ri . y mirándole con ojos brillantes y anima-||sa , sí ; soy yo quien paso por loco , soy yo dos como debian tenerlos los profetas ; os el que divierto hace tiempo á los huéspe- , hallais en una edad en que podreisspredes pre de esta prision y que divertiria á los niììos si niños hubiese en la mansion de senciarlo , ya lo vereis . sin esperanzı. - - Si; pero para eso hede salir de aquí. dolor Dantes quedó por un instante mudo é . - ; Ah ! teneis razon , dijo el abate , es-llinmóvil. tamos presos ; hay momentos en que llego -- ¿ Con qué renunciais á la fuga ? - Veo que es imposible ; seria suble á olvidarlo y en que me parece que atravieso con la vista las paredes que me cer-||varse contra Dios tratar de probar lo que can creyéndome en libertad . l|no quiere que se verifique. , ALBUM . mi? Y por qué os desaniinais de ese mo-Iſquedó de pié. El joven no había pensado do ? Seria mucho exigir de la Providen - jamás en la fuga. Hay ciertas cosas que cia el que la primera tentativa tenga feliz parecen tan imposibles que ni siquiera vie . éxito . ¿No podeis empezar en otra direc- ne á la mente el intentarlas y se rechazam cion lo que habeis hecho para llegar aquí? por ainstinto . Taladrar cincuenta pies bajo m err ,coconsagrar lios pan 68paa -dtierra, — ¿ Pero sabeis lo que heatrabajado, á esta operacion tres años ra hablarme de volver á empezar ? & Sa- de continuos trabajos, para llegar, tenien beis que he gastado cuatro ntos años para pro - do un éxito feliz, á un abismoabierto per ué instrumentos hac ume curarme Qlos que al presente pendicularmente sobre el mar; precipitar - , poseo ? ¿ Qué hace dos años escarvo y pe se de cincuenta, sesenta ó cien pies de al etro a través de una tierra dura como el tura tal vez, para romperse al caer la ca nnetro granito ? : sabéis que me ha sido preciso |beza contra alguna roca , si la bala de los dislocar piedras qae en otro tiempo hubie- centinelas no le mataba antes; verse obli se considerado imposible poder remover ? gado , caso de escapar á todos estos peli ¿ Qué he pasado dias enteros en ese tra- gros,á ganar una legua á nado, era mucho bajo tiránico , y que algunas veces me con- para no someterse á la resignacion , y ya sideraba feliz cuando al anochecer habia hemos visto que Dantes estuvo á punto de Xogrado ahuecar la estension de una pul- Hevar esta resignacion hasta la muerte . . gada cuadrada de aquella antigua argama- l . Mas cuando el jóven habia visto á un csa que se habia hecho mas dura que la viejo aferrarse á la vida con tanta ener misma piedra ? ¿ Sabéis que para colocar gía y darle el ejemplo de resoluciones de toda la tierra y todas las piedras que ar- sesperadas, entró en reflexion y examinó Tancaba me fué preciso taladrar la bóveda hasta donde llegaba su valor. Otro habia de una escalera en la cual he ido sepul- intentado lo que el ni siquiera habia tando sucesivamente todos los escombros, pensado en realizar ; otro menos jóven , lleno aaquel hue- Imenos fuerte , menos diestro que él se ha ya lleno ya y que ahora está abria donde colocar un pu - bia procuradocon no ssabria que no hcoad ,y que maña y paciencia , todos ñado de polvo ? ¿Sabéis, por último, que yo los instrumentos de que tuvo necesidad creía tocar ya el término de mis trabajos, para esa increible operacion , que tan solo que me sentia escasamente con la fuerza luna medida mal tomada pudo hacer fra necesaria para acabar de realizar mi pro- casar ; pues si otro habia hecho todo eso , yecto , y que ahora Dios no solo aleja su nada debia ser imposible á Dantes. Faria término, sino que ni preveo siquiera cuan- habia agujereado cincuenta pies de longi do tendrá este lugar? ¡ Ah ! ya os lo he tud , el taladrará ciento . Faria á los cin dicho y os lo repito de nuevo, no intenta - cuenta años, habia empleado tres años en ré ya nada en adelante para reconquistar su maniobra , él no tiene sino la mitad de mi libertad , puesto que es la voluntad de la edad que Faria y por lo tanto podrá Dios que la haya perdido para siempre. gastar seis . Faria ; abate, sabio y eclesiás · Edmundo bajó la cabeza para no mani tico no tuvo miedo de arriesgarse á hacer festar á aquel hombre que el gozo de te- la travesía del castillo de If á la isla de ner 'un compañero le impedia compartir Daume, Ratonneau ó Lemaire, y él, Ed cual debiera el sentimiento que sufria por mundo el marino, Dantes el atrevido buzo no haberse podido salvar. El abate Faria que tan á menudo se habia encargado de se tendió en la cama de Edmundo y estellbuscar una brancade coral en el fondo del 100 ALBUM . mar, dudaria en hacer una legua á nado?) - ; Y que ! preguntó Dântes; ¿por ven Una hora ! y que no habia muy á me- tura no estais aún en el mismo caso ? ¿ 0 $ nudo pasado horas enterasen la'mar sin to- reconoceis culpable desde que me habeis car fondo pi salir á la orilla ? No, no; Dan - encontrado ? decid . tes no necesitaba sino que le animasen con - No, pero no quiero llegarlo á ser: el ejemplo . Todo lo que otro ha hecho o hasta ahora no creia tener que lucharmás podido hacer, Dantes lo hará . ique con las cosas, y vos me proponeis que El jóven reflecsionó un instante. combata á los hombres. Yo podré aguje : .. - He encontrado ya lo que buscabals , rear un muro é inutilizar una escalera ,pero dijo al viejo . no agujerearé ud pecho ni destruiré una Faria se sobresaltó . \existencia . - Vos ! dijo levantando la cabeza con Dantes hizo un lijero movimiento de un aire que indicaba que si Dantes decia sorpresa . . la verdad , su desaliento no séria de larga ¿Cómo, dijo, pudiendo veros libre os duraciou ; ivos! veamos, ¿ que habeis pen- detendrian tales escrúpulos ? . . . sado ? - Y vos, decidme, por qué no habeis - El pasillo que vós habeis taladrado aplastado una noche la cabeza de vuestro para venir de vuestro cuarto al mio sigue llavero con el pié de la mesa , vestido su paralelo á la galeria esterior , ino es asi ? traje y probado la fuga ? - Si. - Porque nome habia ocurrido tal idea : - ¿ De modo que apenas distará unos dijo Dantes. quince pasos? | - - Es porque teneis á semejante crímen un horror instintivo en el que vos no ha - ; Pues bien ! sobre la mitad del pasi- beis atinado siquiera , repuso el viejo ;por ; - A lo mas. llo, abrirémos un nuevo camino formando que en las cosas sencillas y permitidas como el brazo de una cruž ; para eso to - nuestros apetitos naturales nos advierten mais vuestras medidas con mas ecsactitud; Ique no nos desviamos de la línea de nues desembocamos en la galeria esterior , ma-ftro derecho. El tigre que anhela sangre tamos al centinela , y nosescapamos. Para por su naturaleza , nonecesita masqueuna el buen écsito de este plan no se necesita cosa , y es que el olfato le advierta quetie mas que valor, vos le teneis ; fuerza que ne á su alcance una presa ; desde el mo no me falta; y no 'hablo de la paciencia , mento la acecha, se precipita sobre ella y puesto que de tenerla habeis dadopruebas la destroza : es su instinto ; no hace mas y yo daré lasmias. que obedecerle: pero alhombre por el con - Una palabra , dijo el abate ; vos no sa- trario, le repugna la sangre; no son lasle beis, miquerido compañero , de que clase yes sociales las que prohiben el asesinato , esmi valor, y en qué empleo yo mi fuer- són las leyes naturales que lo rechazan . . za; en cuanto a la paciencia creo haberla Dantes quedó confundido; era en efecto tenido bastante continuando cadamañana, la esplicacion de lo que pasaba en su inte la tarea de la noche y cada noche la tareal rior sin haberse apercibido de ello . de todo el dia ; pero entonces , escuchad-|| Ademas , continuó Faria , hace cerca 'me bien ,a jóven me pareciaá que un !de doce servicio Dios , libertando unahacia de sus años que estoy encarcelado ; he criaturas, que siendo inocente no podia ha recorrido en miimajinacion todaslas eva 'siones célebres, y muy raras han sido las ber sido condenada . ALBUM . que mediando violencia han salido en bien. 101 - Sobre dos camisas.He inventado una Las evasiones felices , las fugas coronadas preparacion que dá al lienzo la igualdad y de un feliz éxito son las que han sido me-| tersura de un pergamino. . ditadas con cuidado y preparadas con len - - ¿ Con que sois químico ? : titud ; asi fué como el duque de Beaufort|| - Un poco . He conocido á Lavoisir y se escapó del castillo de Vincennes, elaba - he tenido relaciones con Cabanis. te Dubaquoi de For-Leveque , y Latude - Mas, para una obra semejante ,osba de la Bastilla . Hay otras que la casualidad|brán sido,precisos algunosdatos históricos. las presenta y estas son las mejores: espe-la Teniais libros ? remos una ocasion, creedme, y si se pre- # - En Roma tenia una biblioteca de cer \ca cinco mil volúmenes. Tan asidaa lectura Vos habeis podido esperar, dijo Dan - me dió por resultado el.conocer que con senta , aprovechémosla .' tes suspirando; tan largo trabajo os pro- cincuenta obrasbien escojidasse tiene, sido porcionaba continua ocupacion , y cuando un resúmen completo de los conocimientos no teniais trabajo que os distrajera, teniais humanos, por lo menos todo lo que un hombre tiene interés en saber . Consagré esperanzas que os consolaban . - Verdad es, dijo sonriendo el abate ; tres años demi vida á leer y releer aque á mas de que no era esa mi única ocupa - los cincuenta autores de modo que los sa lbia cuasi de memoria cuando fuí preso . cion VII .. En micalabozo, con un lijero esfuerzo - ¿Que haciais pues ? de la memoria he conseguido recordarlos -- Escribia ó estúdiaba . - ¿Entonces os darian papel, plumas y todos. Asi es que podria recitaros á Thu cidides, Xenofonte, Plutarco , Tito - Livio , tinta ? No; pero yo mismo hago todo eso . Tácito , Strada , Jornandés , Dante , Mon - . - ¿ Vos mismo os haceis papel , plumas|taigne, Shakspeare , Spinola , Maquiavelo y tinta ? esclamó Dantes. : \ y Bossuet , advertid que no cito sino los Jinas importantes. Dantes consideraba á aquel hombre con - ¿En este caso poseeréis muchos idio adiniracion; pero costábalé dificultad creer mas ? Hablo cinco lenguas vivas; elaleman , go que decia : Notólo Faria y le dijo: - Cuando vayais á mi cuarto os ense-fiel francés, el italiano , el inglés y el espa ñaré una obra completa : resultado de las ñol; con ayuda del griego antiguo com - Si. meditaciones , observaciones y reflexiones prendo el moderno , solo que lo hablo mal; de toda mi vida que hiciera á la sombra||pero ahora lo estoy estudiando . del coliseo en Roma, al pié de la columnal - ¿Lo estudiais ? dijo Dantes. de San Marcos en Venecia , sobre los bor- - Si:me he construido un vocabulario des del Arno' en Florencia , y que estoy con las palabras que ya sé , lashearregla cierto me dejarán un dia los carceleros eldo, combinado y dado mil jiros de modo tiempo suficiente para aniquilarla comb- que basten á espresar mipensamiento . Sé damente dentro los muros del castillo de cerca de mil yoces, en rigor es todo lo que If. Es un tratado sobre la posibildall de una necesito , aun que en los diccionarios creo iñonarquia general en Italia. Compondrá se cuentan cien mil; con ellas no seré elo cuente, es verdad, pero me daré á enten 'un grueso volúmen en cuartó , Ider a las mil maravillas y esto me basta. - ¿ Y la habeis escrito vos ? 102 ALBUM Admirado mas y mas, Edmundo empe-rque encorvado, con bastante facilidad el zaba á encontrar sobrenaturales las facul- pasillo subterráneo , Dantes llegó a la es tades de aquel hombre particular. Quiso tremidad opuesta del corredor que tenia la ver si le pillaria en algun renuncio sobre salida en el cuarto del abate; en aquelpun cualquier punto y continuó. to el paso se reducia demodo que apenas - ¿Pero como sin daros plumas habeis dejaba el espacio suficiente para que pu podido escribir tratado tan voluminoso ? diera deslizarse un hombre culebreando. - Me las he hecho escelentes, y que se - El cuarto del abate estaba enbaldosado con rian preferidas a las ordinarias á ser cono - lo que estrayendo una de las baldosas en cidas entre los hombres, con los cartìagos el rincon mas oscuro del cuarto habia em de las cabezas de esas enormes merluzas, pezado la laboriosa operacion cuyo fin vió que nos sirven en los dias de vijilia . Asies Dantes. Colocada de nuevo la baldosa en que veo con gozo amanecer losmiércoles, su lugar , el abate la cubria con una vieja viernes y sábados, porque con ellos tengo estera , logrando con esta sencilla operacion esperanza de aumentar mi provision de ocultarla á los ojos del carcelero. Apenas plumas, pues mis trabajos históricos son , hubo entrado y puestose de pié , el jóven os los confieso , mi mas dulce ocupacion . examinó aquel misterioso recinto con la Al remontarme á lo pasado olvido el pre - mayor atencion . A primera vista pada pre sente y camino libre é independiente en la sentaba de particular. historia , sin que recuerde siquiera que es- - Bueno , dijo el abate , no son mas toy preso. que las doce y cuarto , aun nos quedan - Pero, ¿ y la tinta ? Jijo Dantes, con - algunas horas. que haceis la tinta ? : Dantes miró a su alrededor buscando - Habia en otros tiempos una chimenea el reloj con el cual habia podido el abate en micuarto, dijo Faria, la que fué tapia - saber con tanta ecsactitud la hora que da sin duda muy poco antes de miarribo, era. pero habian hecho en ella fuego duran - - Ved ese rayo de luz que entra por la te mucho tiempo y por consiguiente todo ventana , dijo el abate , y examinad las su interior está tapizado de hollin ; disuél- líneas que hay trazadas en la pared .Gra -volo en una porcion de vino que me danciasa esas líneasresultado de la combinacion todos los domingos y con ello me propor - del movimiento de la tierra y de la elipse ciono una tinta escelente . Para las notas que describe al rededor del sol, sé con la particulares y que deseo llamen la aten - mayor exactitud la hora mejor que si tu - cion , me punzo los dedos y escribo con mi viera un reloj; porque este se desarregla , sangre . mientras que la tierra y el sol no se de- . -- ¿ Cuando podré ver todo eso ? sarreglan jamas. - Cuando querais. | Dantes no comprendió nada de esta es |plicacion : estaba en la creencia al ver sa - Seguidme pues. el sol por detras de las montañas y po Y el abate entró en el pasillo subterráod-|llir nerse en el Mediterráneo que era el sol - Oh ! ¡ al momento ! en que desapareció , siguiéndole luego he neo Dantes . XVII. EL CUARTO DEL ABATE . Iquien andaba y no la tierra . Este doble movimiento del globo que habitaba pero que no apercibia , le parecia imposible :: Despues de haber atravesado , si bien en cada palabra de su interlocutor no veia. . . 103 mas que misterios de ciencias tan dificilesſ|cortado á pico de flauta y hendido como de profundizar como las minas de oro y una pluma ordinaria . diamantes que habia visitado en un viage Dantes lo exaininó , inquiriendo con la ALBUM . que cuando niño hiciera áGuzarate yGol- vista elinstrumento con el que habia po dido cortarlo de un modo tan regular. conde . - Vamos , dijo al abate , estoy anhe. - ¡Ah ! ¿buscais el cortaplumas, no es lando examinar vuestros tesoros. asi ? dijo Faria . Esmi obra maestra , le he El abate se dirijió á la chimenea , ar - hecho yo , lo mismo que este cuchillo rancó , con el escoplo que tenia siempre que aqui veis , de un viejo candelero de en la mano , la piedra que en otro tiempo hierro. formára el hogar y que ocultaba una cavi- | El cortaplumas era del grandor de una dad bastante profunda, en la que tenia es navaja de afeitar. Lo que es el cuchillo , condidos todos los objetos de que habia tenia la ventaja de poder servir a la vez de cuchillo y de puñal. Dantes contem habla do á Dantes. Qué es lo que quereis ver primero? |plaba aquellos objetos con la mismaaten cion que en las tiendas de curiosidades de le preguntó. - Enseñadme vuestra grande obra so - Marsella habia examinado alguna vez ins bre la monarquía de Italia . . strumentos construidos por los salvages , Faria sacó del precioso armario tres ótraidos de los mares del Sud por los ca cuatro rollos de lienzo doblado como las pitanes de buques que se dedican a largoś hojas del papiro, eran varias tiras deunas viages. cuatro pulgadas deancho sobre diez y ochol -- En cuanto a la tinta , dijo Faria , ya de largo . En estas tiras, numeradas. ha - sabeis como memanejo y me la voy ha bia unos caractéres que Dantes pudo leer ciendo a medida que la necesito . muy bien por cuanto estaban escritos en . - Lo que hasta ahora mas me admira . italiano, idioma que en su calidad de pro-Idijo Dantes , es que os hayan bastado los . venzal comprendia perfectamente. dias para tantas cosas. - Vedla , toda está aqui, le dijo . Hal - Trabajaba tambien de noche. brá como unos ocho dias que escribí la : - ; De noche ! ¿ sois por ventura de la palabra fin al pie de la tira ciento sesenta familia gatuna que distinguis con claridad y ocho. Dos camisas y cuatro pañuelos en medio de las tinieblas ? tenia que he ido empleando en ello; sialgun - No: pero Dios ha dado al hombre la dia me veo libre y encuentro en toda Ita -|finteligencia para subvenir la limitada fa lia algun impresor que se atreva á publi - cultad de sus sentidos : me he procurado carla, tengo adquirida mi reputacion . - En efecto , dijo Dantes , ya lo veo. Enseñadme ahora , os lo ruego , las plu - Tuzo De qué modo ? - De la carne que me traen separo la gra mas con que habeis escrito esta obra . sa , la derrito y saco una especie de aceite von uno un concreto . Aqui teneis una vela , dijo el - Vedlas, y Faria enseñó al jóven abate enseñando á Dantes lla , semejante palito de seis pulgadas de largo, gruesolampari usan de que seespecie en . a las una como el mango de un pincel en cuyo es- \las iluminaciones públicas. tremo estaba sujeto con un hilo uno dell - Pero y fuego ? esos cartilagos manchado aun por la tinta - Aqui teneis dos pedernales y lienzo de que el abate hablára á Dantes; estabalmedio quemado. ALBUM de mi ventana que es mas grande que la - He pretestado una enfermedad cutá- vuestra y huir por ella , agrandándola lo 104 . :- ¿ Y pajuelas ? nea y he pedido azufre quese me ha con preciso en elmomento de mievasion; pero eché de ver que caía á un patio interior y cedido. " Dantes colocó sobre la mesa los objetos renuncié al proyecto como muy arriesga que tenia en la mano y bajó la cabeza des- do. Con todo, conservé la escala para algun concertado en vista de tanta perseveran - caso imprevisto ', para una de esas evasio : cia y resolucion . . ' nes de que os he hablado ya y que la ca - Aun no está ahi todo , continuó Fá - sualidad presenta. ria , porque no conviene guardar todas las Dantes, examinando al parecer la esca riquezas en un solo escondrijo : pero pri- ta , pensaba en otra cosa ; una idea habia fijado su atencion , y es que aquel hombre mero cerremos este. . Volvieron á poner en su lugar la bal-litan inteligente, tan ingenioso, tan profun dosa , el abate esparciò un poco dě polvo||do, tal vez encontraria , en la incertidum por encima pasando luego al pié á fin debre sobre las causas de su desgracia , lo que que desapareciese todo vestigio đė so - él no habia podido nunca adivinar. lucion de continuidad , y acercándose lue- - ¿En qué pensais? le preguntó el aba - , go á su cama la apartó 'de su lugar. De- te sonriendo y tomando la distracción de tras del cabezal y cerrado por una piedra Dantes por una admiracion exaltada al úl que ajustaba casihèrniéticamente, habia timo grado . " un agujero , y en su interior una escalera - Tan solo pienso primero en una cosa , de cuerdas de unos veinte y cinco á treinta y es en la gran suma de inteligencia que pies de lonjitud . Dantes la examinó, réco - os ha sido preciso invertir para llegar al nociendo en ella una solidez á toda prueba. puntó en que os encontrais; ¿que hubierais - ¿ Quién os ha provisto de la cuerda |hecho al veros libre ? _ Nada ; tal vez las grandes ideas que necesaria para tan magnífica obra ? - Primero eché mano de unas camisas|bullen ahora en mi cérebro se hubieran que tenia , luego de las sábanas de mi ca - evaporado en nimiedades; es preciso ser ma que fui dislilachando durante los tres desgraciado para esplotar ciertos'manan años que estuve en Fenestrelles. Cuando tialès'misteriosos ocultos en la inteligencia me traspasaron al castillo de If,me dima- humana; la cautividad ha concentrado en ûa para traer conmigo las hilas, conti - un solo punto todas mis facultades disper sas acá y acullá ; la pólvora no estalla sin nuando aquími tarea. - Pues que ¿ no echaron de ver que estar comprimida : la cautividad ha reuni vuestras sábanas no tenian dobladillo ? Jdo en un solo punto mis facultades y hàn -- Es que volvia á coser otro de nuevo . entrado en contacto en un espacio reduci - ¿ Con qué ? . do y como no ignorais, del choque de las nubes resulta la electricidad, de la electri - Con esta aguja . Y el abate separando un giron de sus cidad el rayo y del rayo la luz. ropas enseñó á Dantes una larga espina - No; yo no sé nada, dijo Dantes hu aguda y enebrada todavía , que tenia guar- millado por su ignorancia , la mayor parte . de las palabras que pronunciais no tienen dada . - Pues señor , continuó Faria , habia para mi sentido conocido, i qué feliz sois pensado primero en descalzar los barrotes en ser tan sabio ! . ALBUM . El abate sonrió . . . in ios llgran filósofo , que viene en apoyo de lo ! - Me dijisteis que pensabais en dos co que os decia hace poco , y es que a menos 'sas á la vez ? habéisme comunicado la pri- que las malas inclinaciones tengan su ori mera, ¿cuál es la segunda ? i ' lgen en una organizacion anómala la natu - Lasegunda es que vosmehabeis con tado vuestra vida y aun no conoceis los acontecimientos de la mia . ; " ** LVuestra edad, jóven, es temprana en raleza humana repugna el crimen . Con todo, la civilizacion ha traido consigo nece sidades , vicios , apetitos imajinarios, que llegan á sofocar en nosotros los buenos demasía para que pueda su historia abar instintos haciéndonos obrar mal. De ahi car sucesos de mediana importancia : - Iproviene esta máxima. Si quereis descu - ' : - - Encierra una gran desdicha que no brir á un criminal, inquirid primero á creo haber mérecido ; y quisiera para no quien ha podido reportar utilidad el crí blasfemar de Dios, como algunas veces lo men . ¿ A quien ha podido ser útil vuestra he hecho, poder acusar á los hombres de||desaparicion? midesgracia . . ? A nadie , porque era yó muy poca - ¿ Es decir , que pretendeis estar del cosa . todo inocente del crimen que se os im -|| - Eso no es responder : puesto que esa muita . . . . |contestacion falta a la vez á la lójica v á la - Completamente inocente, lo juro por filosofía : todo es relativo, querido amigo . las personas que me son mas queridas, por desde el rey que estorba á su futuro suce llsor hasta el empleado que estorba al su i mipadre y por Mercedes. Veamos pues , dijo el abate cerrando pernumerario, todos estorban álos que les sa escondrijo y colocando de nuevo la ca - subsiguen. Si el rey muere, el sucesorhe ma en su lugar , contadme vuestra his - reda una corona ; si muere el empleado toria. Whereda el sucesor mil doscientas libras de - Refirióle Dantes lo que el Hamaba su sueldo ; estas mil doscientas libras son su historia , reducida á'un viaje á la India , y renta y le son tan necesarias para vivir . dos ó tres á Levante : en fin Negó en su como al rey los millones. Cada individuo última travesía á la muerte del capitan del mas alto al mas bajo en la escala so Leclér, al paquete destinado al gran ma- |cial tiene agrupado a su alrededor un pe riscal , á su entrevista con éste , á la carta queño mundo de intereses, con sus oleadas que le encargó dirigida al Sr.Noirtier ; en y sus imperceptibles átomos cual en el fin á su llegada á Marsella , á la entrevista muodo de Descartes. Tan solo que esos con su padre, á sus amorescon Mercedes, pequeños mundos van adquiriendo mayo . á la comida de esponsales , á su arresto , á res dimensiones a medida que van aumen su interrogatorio , á su prision provisionaltando en consideracion . Esun cono inverso en el palacio de la Justicia y por último que se sostiene sobre su punta guardando á su prision definitiva en el castillo de lf . Jelequilibrio .Pero volvamosa vuestro mun Después de esto no sabia ya Dantes nadado : hablemos de vos ¿Ibais á ser nombrado mas , ni aun el tiempo que estaba preso : capitan del Faraon ? Si. Concluida la narracion , el abate reflecsio nó un momento , diciendo al cabo de unl - ¿Ibais á casaros con una joven hers. instante. mosa ? Hay en derecho un axioma de unl - Si. 27. ALBOM . 106 - Habia alguien que tuviese interés . -- ;Llevabais encima la cartera i acomo en que no llegaseis á ser capitan del Fa - una cartera capaz para contener nn pliego raon ? ¿Habia alguien que pudiera oponer- oficial podia caber en el bolsillo de unma-, se á que os casarais con Mercedes ? Con- rino ? testad primero á la primer pregunta , el _ Teneis razon ; la cartera la tenia á órden es la llave de los problemas. Os re- bordo. pito pues:i tenia alguien interés en que no - : Con qué hasta que llegasteis á bor do no guardasteis la carta en vuestra car fuescis capitan del Faraon ? - No. A bordomequerian mucho: y tan- tera ? to que si los marineros hubiesen tenido - Si. que elejir gefe , estoy seguro de queme - ¿ De Portoferrajo a bordo donde colo Tan solo ay uuno hubieran nombrado. Tan solo hhay no que casteis la carta ? al --- La enisteisenal Flaarmano pudiera tener motivo para quererme mall tuve sisiempre aon . La tuve pues tuve unos tres Ineses antes una cues- - ¿ Cuando subisteis al Faraon , pudieron tion con él , y de resultas le propuse un ver todos que llevabais una carta , Danglars y los otros ? desafío que rehusó ... - ; Vaya ; ya vamos entrando ! .. . ¿ Estell - Es muy posible . 1 --Ahora escuchadme bien ; reunid to tal como se llama ? dos vuestros recuerdos, įved si podeis re - Danglars. - ¿ Que funcion desempeñaba á bordo ? cordar en que términos estaba concebida la denuncia ? - - Era sobrecargo . - Si hubieseis llegado á ser capitan ,lek - ; Oh ! si ; lo que es eso lo recuerdo; hubierais conservado en su destino ? la leí tres veces y todas sus palabras han - --No, si hubiese estado en mi"mano, quedado grabadas en mi memoria . porque me parecia que no era muy exacto – Pues bien , recitadla . en sus cuentas. Dantes se concentró un momento . - Bien . ¿ Presenció alguien vuestra úl-|| - Hela aqui textualmente . tima conferencia con el capitan Lecler ? « Señor procurador del Rey; un amigo del trono y de la religion os advierte que - No; estábamos solos. - Pudo alguien oir vuestra conversa el llamado Edmundo Dantes, segundodel Faraon que llegó esta mañana despues de cion ? - Si, porque la puerta estaba entrea - haber tocado en Nápoles y Portoferrajo , bierta y .... esperad. ... si , si, Danglars se ha encargado de un escrito de Murat pasó por delante en elmismomomento en para el usurpador, y éste le ha entregado que el capitan Lecler me entregaba el plie - una carta para el comité bonapartista de Paris. go destinado al gran mariscal. - Bueno. Ya vamos ganando terreno. Si se le prende se le encontrarán las ¿Saltó alguien co: vos en tierra cuandoar- pruebas de su crimen, esto es , la carta , ó en su cartera , ó en casa de su padre ó en ribasteis á la isla de Elba ? -- Nadie. Os entregaron una carta ? - Si, el gran mariscal. - Que hicisteis de ella ? - La prise en mi cartera. su maleta á bordo del Faraon . il - El abate se encogió de hombros. L - Está eso claro como la luz del dia ; y les preciso que tengais un corazon muy sencillo y honrado para no haber adivina - llico el pastel desde un principio . ALECM . Vos creeis !... esclamó Dantes, joh !|| y esto seria muy infame ! - ¿Cuál era el carácter de letra ordinario de Danglars ? -- Una bonita letra española . - ¿ En qué carácter estaba escrito el anónimo? - En letra caida al lado opuesto . - Contrahecha , no es verdad ? dijo el abate sobriendo . . . - Muy gallarda para ser simulada . - Mirad . . A nadie . - Ni aun á vuestra novia . - Tampoco á ella . - ; En este caso es Danglars ! - ; Oh ! lo que es a':ora estoy seguro. - Esperad . ¿ Conocia Danglars á Fer nando ? - No. .. sí... ahora me acuerdo.. . - Qué ? - Que la antevíspera de mi casamiento les ví, juntos al rededor de una mesa , en el meson del tio Pamlilo . Danglars estaba Y tomó su pluma, ó lo que él denomi- alegre y zuinbon , Fernando pálido y tras naba tal, la mojó en tinta y escribió con la tornado. mano izquierda sobre un trapo preparado - ¿ Estaban solos? al efecto las dos o tres primeras líneas de – No, habia con ellos un compaliero , la acusacion. Dantes se hizo atrás y miro que sin duda fué quien les hizo trabar al abate casi con terror , esclamando. conociiniento , un sastre llamado Cade - ; Oh ! eso esadmirable ; cómose ase - rousse ; pero éste estaba ya beodo ; ya meja esta letra á aquella ! caigo... i ya caigo ! . Es porque habia sido escrita con la – En qué ! mano izquierda .He observado una cosa yl - ; Cómo no recordé todo esto I cerca es que todos los caracteres trazados con de la mesa en que ellos bebian , habia un la mano izquierda se parecen . tintero , papel y plumas. ( Dantes llevó la - ¿Mucho habéis visto y observado , mano á la frente ) ; oh ! ;allí es donde se creo que nada ignorais ? escribió aquella carta ! ; infames ! ; infa . - Continuemos. .. Pasemos a la segun - mes ! da pregunta.¿Tenia alguien interés en que no os casaseis con Mercedes? - Si, un joven que la amaba . - ¿ Su nombre ? -- Fernando . Es nombre español . - ¿ Queréis saber algo mas? dijo rién dose el abate . | -- Sí, sí, ya que vos lo profundizais to do, ya que veis tan claras todas las cosas. Quisiera saber porque no se me ha toma do mas que una declaracion, porque no se Ime ha llevado ante un tribunal y porque - ¿Le créeis á ese capaz de escribir una he sido condenado sin ser antes senten ciado , carta ? - No ; mejor me hubiera dado una pu . ;Oh ! esto, dijo el abate, es algo mas grave : la justicia tiene unos procedimien ñalada . - Bien ; es el carácter español; un ase - tos tan obscuros y misteriosos que es difí Era catalan . sipato , sí ; una vileza no. cil penetrarlos. Todo lo que hasta aquí he - A mas de que , continuó Dantes, ig - |mos hecho para hallar vuestros dos ene poraba tos pormenores consignados en la migos no esmas que un juego de niños; denuncia . . . seráapur preciso que en este punto medéis las 4 demuncia.. - ¿ Voslos habíais comunicado á alguien ?llmas precisas y exactas indicaciones. ALBUM . 108 - Vaya pues , preguntadme, pues quel - Si: diciéndóme alpropio tiempo: « Yà á decir verdad veis mas claro vos en los lo veis, no existia mas que esa prueba con acontecimientos de mivida que yomismo. tra vos y yo la he aniquilado.» - ¿ Quién os tomó la declaracion ? ; ell - Esta conducta es muy sublime parat procurador del rey,el substituto , ó el juez que pueda ser natural. de instruccion ? -- Fué el substituto . . . . - ¿ Lo creis asi ? . * Estoy seguro de ello. ¿ A quién ibá dirigida la carta ? - Es jóven ó viejo . .. . . . . - Jóven : veinte y siete ó veinte y ocho - AlSr. Noirtier, calle Cog -Heron,nú mero 13 . Paris. — ¿Podeis presumir que vuestro substi- Bueno , no pervertido aún , pero bas tante ambicioso ya,dijo el abate . ¿De qué tuto tuviese algun interés en que desapa reciese la carta ? : , modo se portó con vos ? - Tal vez ; porque me hizo prometer - Con mas amabilidad que aspereza . . . dos o tres veces , por lo mucho que me - se lo contásteis todo ? a años. interésaba , segun decia , que no hablaria - Todo . - Sus facciones esperimentaron algun||á nadie de aquella carta y hastą me hizo Ljurar que no pronunciaria iamas elnombre cambio durante el interrogatorio ? - Un instante se demudaron luego de escrito en el sobre. . haber leido la carta que mecomprometia. tigua reina de Etruria , un Noirtier que ! - ¿Por vuestra desgracia ? Si. – Noirtier, dijo el abate , Noirtier ; yo conocí un Noirtier en la corte de la an Pareció abrumado por midesgracia . . . había sido girondino durante la revolucion : - ¿ Estáis bien seguro de que era vues- ¿Como se llama el substituto que entendió '; en vuestro- interrogatorio ? ' tra desgracia lo que lamentaba ? . . . – Villefort. - Por lo menos me dió pruebas de su simpatia hacia mí. tez le miraba estupefacto . . - ¿ Cuáles ? - Quemó la única prueba que podia - Qué teneis? le dijo . comprometerme. - ¿ Y cuál era esa ? ; la denuncia ? . . ' ,'. - No , la carta . - ¿ Estáis cierto de ello ? : El abate soltó unagran carcajada. Dani . .. 1. - ¿ Veis ese rayo de luz ? le preguntó el abate . - Si. - Pues bien , todo el negocio está aho - Como que la quemó delante de mí. Yra mas claro para mique ese transparen - Eso esotra cosa : este hombre podriate y luminoso rayo de luz. ; Pobre niño ! ser mas malvado de lo que le habia creidoli pobre jóven ! ¿ Y ese magistrado se ha al principio . portado tan bien con vos? ¿Ha quemado, - Os juro que me haceis temblar. ¿Es ha aniquilado la carta ? ¿ Os ha hecho ju tá acaso el mundo poblado de tigres y co - rar que no pronunciarias jamas elnombre lide Noirtier ? codrilos ? -- Sí: solamente que los tigres y coco. - Si. drilos que andan con dos piés son mas pel - Pues ese Noirtier, pobre eiegó , esar . ligrosos que los otros. ¿ Con qué decis queibeis quien es ese Noirtier ? ese Noirtier ? ;ese Noirtier es su padre ! ' quemó la carta ? ALBUM . 109 Un rayo que hubiese caido á los pies de locura divertida, daba al preso algudo de Dantes, abriendo un abismo en cuyo privilegios, como eran el tener pan un po fondo se descubriese el infierno , no hu - co mas blanco y una botellita de vino to biera producido un efecto mas instanta - dos los domingos. Acertába á ser domin neo , mas eléctrico , mas destructor que go aquel dia y el abate vino á convidar tan inesperadas palabras.Levantóse , com -Já su compañero a partir con él su pan y su primiéndose la cabeza con las manos , vino. Dantes accedió . Habíase apaciguado como para impedir que rebentase , escla - ya la exaltacion de su semblante ,volvien mando. do á tomar su rostro la calmahabitual , - Su padre !... su padret pero se veía en él una rigidez y tenaci - Si, su padre que se llamà Noirtier de dad , si así puede decirse, que claramente demostraban una firme resolucion toma Villefort, repuso el abate . Entonces una luminosa chispa despejó da de antemano. El abate le miró atenta el cérebro del preso , todo lo que hasta en- mente . tonces habia sido por él oscuro lo vió ilu - = Me arrepiento de haberos ayudado minado para una esplendente claridad.Jen vuestras investigaciones, y de haberos Todos los efùgios de Villefort durante el |dicho lo que os he dicho. interrogatorio , aquella carta consumida - ¿ Por qué ? preguntó Dantes. por las llamas, el juramento exijido , la – Porque he hecho nacer en vuestro voz cuasi deprecatoria delmagistrado que corazon un sentimiento que no habia : la en vez de amenazar parecia como que su - venganza . plicaba, todo le vino á la memoria . Arró . - Hablemos de otra cosa , le dijo Dan jó un grito , bamboleoșe por un momentoftes sonriendo. como un borracho, y lanzándose a través El abate le contempló aun por un ins de la abertura que comunicaba la celda del tante ,meneó tristemente la cabeza, y, co abate con la suya dijo : Amo se lo habia suplicado Dantes,habló de - Oh ! es preciso que esté solo para otra cosa . El antiguo preso era uno de pensar en todo eso . laquellos hombres cuya conversacion, cual Al llegar á su calabozo se dejó caer en la de todos los que han sufrido muchos su cama, en la que le encontró el carce- contratiempos, es muy instructiva , de un lero al anochecer , sentado, fijas sus pu- interés siempre sostenido y creciente; pero pilas, las facciones contraidas, pero inmó- no era egoista y esta clase de desgracia vil como una estátua. Durante las horas dos jamás hablan de susmales. de meditacion que se sucedieron cual si Dantes escuchaba con admiracion cada fuesen segundos, tomó una terrible reso -luna de sus palabras que correspondian , lucion é hizo un formidable juramento . unas á las ideas que ya tenia y á los co ¡Pero, para cumplirlo y poner en plan - nocimientos que como marino poseía , y ta su resolucion debia suponerse que sal- versaban otras sobre cosas para él desco dría un dia en libertad ! lnocidas, y que, como aquellas auroras bo. Una voz arrancó á Dantes de su medi- reales que alumbran a los navegantes en tacion; era la del abate Faria quien habién - las latitudes australes , mostraban al jó do hecho ya el llavero su competente vi ven nuevos paisages y horizontes ilumi sita , venia a invitar á Dantes á que cenase nados con fantásticos resplandores. Dantes con él. La calidad de loco declarado, pero conoció lo feliz que seria una organizam 28 110 ALBUM . cion inteligente en seguir aquel espíritu comprender por medio delcálculo, mien remontado á alturas tan morales, filosSfi- tras que el númen de marino rectificaba cas ó sociales como las que tenia costum - todo lo que podia haber de material en la bre de tratar. ' demostracion reducida á la aridez de las - - - Deberiais enseñarme algo de lo que cifras ó á la rectitud de las líneas. Po sabeis, dijo Dantes, aunque no fuese sino seía ya el italiano y un poco el árabe para que no os cause fastidio mi compa- que aprendiera en uno de sus viajes á îìía . Me parece que debeis preferir la so - Oriente. Con esto dos idiomas, compren ledad á un compañero sin educacion ni dió muy pronto elmecanismo de los de capacidad como yo . Si consentís en lo que mas y al cabo de seis meses empezó á ha os pido, prometo no hablaros mas de es- blar el español, elinglés y elaleman . Como capatoria . se lo prometiera al abate Faria , sea que la - ¡ Ay de mí! hijo mio, dijo sonriendo distraccion quele proporcionaba el estudio el abate , la ciencia humana es muy limi- le desvaneciese la idea de libertad , sea que tada, cuando os habré enseñado las ma. fuese , comohemos visto ya, rigido obser tumáticas, la física , la historia y las tres óvador de su palabra, ello es que no habló cuatro lenguas vivas que poseo , sabréis jamás de fugarse y los dias se sucedieron todo lo que yo sé; y para comunicaros para él rápidos é instructivos. Al cabo de toda esta ciencia con dos años bastará. un año era ya otro hombre. - ;Dos años! dijo Dantes ¿ os parece En cuanto al abate, Dantes observó que que podré aprender todo eso en dos años? lá pesar de la distraccion que le pro -- En su aplicacion , no , pero si en sus porcionaba en el cautiverio su presen principios ó teoría ; saber una cosa de me cia se volvia cada dia mas sombrío y inoria no es poseerla , hay sabios teóricos melancólico ; una idea incesante y eter y los hay prácticos; á los primeros tan solo na parecia acosar su espíritu : caía en la memoria les favorece , á los segundos los meditaciones profundas , suspiraba invo luntariamente , se levantaba de improviso , constituye la filosofía . - ¿ Pero qué no puede aprenderse la cruzaba los brazos y se paseaba al rede filosofía ? dor de su calabozo. Un dia se paró de re - La filosofía no se aprende ; la filoso- pente en el centro de uno de los círculos , fía es la reunion de las ciencias adquiridas cien veces repetidos, que describia en el por el génio que las aplica : la filosofía es pavimento de su cuarto y esclamó : la esplendente nube en que puso Cristo lal - ¡Ah ! ;si no hubiese centinela ! planta para remontarse al cielo. 1 - Dejará de haber centinela desde el - Con qué dijo Dantes , ¿que es lo que momento en que vos querais ; dijo Dantes meenseñaréis primero ? estoy anhelando que siguiera su pensamiento a traves de comenzar , estoy sediento de ciencia . la huesuda caja de su cerebro cual si fue se un vaso de cristal. - Todo ; dijo el abate . En efecto , aquella mismanoche los dos — ; Ah ! ya os lo he dicho , me repug. presos combinaron un plan de educacion na un asesinato . que se puso en ejecucion al dia siguiente - Y a pesar de eso , ese asesinato , caso Dantes tenia una memoria prodigiosa un de tener qne cometerse, sería tan solo por talento estremado; la disposicion natu -||el instinto de nuestra conservacion , por ral á lasmatemáticas le hacia apto para un sentimiento de defensa personal. ALBUM . 111 No importa .... jamas me atreveré ... cuarto , del de Dantes y del pasadizo que - Pero no por eso dejais de pensar en comunicaba el uno con el otro . A la mi ello . tad de esta galería , trazaba un ramal se . - Sin cesar , sin cesar , murmuró el mejante a los que se practican en las mi abate. nas , por el que llegarían los dos presos - Habreis encontrado algun medio tali debajo la galería por la que se paseaba el centinela. Una vez alli , practicarian una vez , ino es asi ? - ;Silicon tal que llegase un dia en gran escavacion , descalzar an una de las que pusieran un centinela sordo y ciego ! baldosas que forman el piso de la galería , - Llegará á ser sordo y será ciego, con - que en un instante dado se hundiria con el testó el joven con una resolucion que asus- peso del soldado que desaparecería en la tó al abate . escavacion . Dantes se precipitaria sobre - No , no , esclamó este , es imposible . de él almomento en que aturdido por la Dantes quiso continuar esta conversa - caida seria incapaz de defenderse, le ata -- cion , pero elabate meneó la cabeza y no ria y pondria una mordaza, despues de quiso contestar mas. Tresmeses se pasa - cuya operacion pasando los dos por una ton asi. de las ventanas de la galería , salvarian la - ¿ Teneis fuerza suficiente ? preguntó altura de la muralla esterior por medio de un dia el abate á Dantes, mas este sin la escala de cuerdas y se fugarian . Dan contestarle, tomó el escoplo y lo torció en tes dió de palmadas y sus ojos brillaron forma de herradura aderezándolo des - de gozo ; era este plan tan sencillo que debia salir bien . pues. - ¿ Os comprometeriais á no matar all En el mismo dia empezaron losmineros su obra con tanto mas ardor cuanto que centinela hasta el último estremo? jeste trabajo sucedia á un largo reposo , y - Si, bajo mi palabra. - En este caso , dijo el abate , podre- segun toda probabilidad no era mas que la mos poner en ejecucion nuestro plan . realizacion del íntimo y secreto proyecto - ¿ Y cuanto tiempo necesitamos para de ambos. Por nada se interrumpia menos concluirlo ? |lá las horas en que cada uno de ellos se - Un año , tal vez menos. veia precisado á recibir la visita del carce - Pues en este caso , manos a la obra lero . Habíanse acostumbrado ya tanto á desde luego. distinguir, al menor ruido de pasos, cuan - Almomento . do venia el carcelero , que jamás el uno ni - ; Oh ! y qué lástima el año que he - el otro se vieron sorprendidos. La tierra queiban estrayendo de la nueva mos perdido ! - ¿Os parece que lo hayamos perdido ?||galeria , y que hubiese al fin obstruido el - ¡ Oh ! ; perdonad , perdonad ! escla - antiguo corredor, la arrojaban poco á poco mó Dantes ruborizándose. y con indecibles precauciones por una ú - Silencio , dijo el abate. El hombre otra de las dos ventanas del calabozo de no deja jamás de ser hombre y vos sois Dantes ó delabate ; la pulverizaban con to uno de los mejores que he conocido.Aquido cuidado, y la brisa de la noche la arre bataba tan lejos que no dejaba de ella ves teneis mi plan . " Aldecir esto mostró á Dantes un dibujo tijio alguno. en el que habia delineado el plan de sul Mas de un año emplearon en este tra 112 ALBUM , bajo , ejecutado sin mas instrumentos que | Dantes al ver ellívido rostro de Faria ; un escoplo , un cuchillo y una palanca de rodeados sus ojos de un cerco azulado, sus boj. Durante este tiempo é interin traba- lábios blancos, sus cabellos erizados de es jaban, Faria continuó instruyendo á Dan- panto , dejó caer el escoplo que traia en là tes, hablándole ya en un idioma , ya en mano . otro ; esplicándole la historia de las nacio nes y de los grandes hombres que de vez — ¿ Però, que es lo que teneis? ; Soy perdido ! dijo el abate ; escu en cuando dejan trás de sí rastros lumino - chadme. Un mal terrible , tal vez mortal; sos que se llaman gloria . Elabate ; hom - va á acometerme: el acceso se acerca , yo bre demundo y deescojida sociedad,tenia le siento venir. Ya un año antes demipri en su modo de producirse una especie de sion me atacó el mismo mal. A este mal melancólica majestad , de la que Dantes, solo hay un remedio , que os voy a decir ; gracias al espíritu de asimilacion con que corred,presuroso á micuarto , separad el le dotára là paturaleza , supo apropiarse la banquillo de la caina ; este banquillo está elegante urbanidad que le faltaba y lasma 'agujereado , y en su interior encontrareiš neras aristocráticas que se adquieren tan una botellita de cristal medió llena de un solo mediante el roce con las clases eleva- licor encarnado , traedla , ó sinó ....no, no; das, ó con la sociedad de talentos superio- aqui podrian sorprendernos.... ayudadme rés. á entrar en mi cuarto mientras tengo alAl cabo de quince meses habíase con - gunas fuerzas. ¿ Quién sabe cuando me cluido el ramal y se habia hecho la escava - acometerá el mal y el tiempo que ha de cion debajo la galeria demodo que se dis- durar ? tinguian los pasos del centinela , tanto Dantes , sin perder su serenidad á pe . que los dos obreros que se veian precisa - sar de que el accidente no dejaba de ser dos á esperar una noche oscura y sin luna para asegurar mejor el éxito de la op:racion , no tenian mas tenor que el de que estuviese el piso de la galeria demasiado grande, pasó el corredor arrastrando á sú infeliz compañero , y conduciéndole con infinito trabajo hasta la estremidad opues ta ; llegó al cuarto delabate y lo colocó en consentido y que se hundiese antes de tiem - su cama. po con el peso del soldado. Obvióse este --Gracias , dijo el abate cuyos miem inconveniente colocando para puntal una bros tiritaban cual si acabára de salir de pequeña viga que encontraron en los ci- un pożo de nieve; ya entra el acceso ; voy mientos. Estaba Dantes ocupado en ase - á caer cataléptico . Tal vez quede inmóvil gurarla cuando de repente oyó al abate absolutamente , tal vez no dé siquiera un Faria , que se hallaba en e)cuarto del joven quejido ; pero tal vez, y es lo mas proba ocupado en aguzar una clavija para fijar la ble, arrojaré espuma por la boca , se pon escala de cuerdas, llamarle con angustiado drán rijidos mis miembros y arrojaré gri acento . Entróse Dantes con prontitud , tos dolorosos. Evitad el que se oigan esos apercibiendo en el centro del cuarto al gritos, es lo mas importante, porque de abate , de ypiecrispadas , pálido las , inundada la frente manos. de sudor otro modo me cambiarian de cuarto y nos oue sesepararian para siempre. Cuando me ve - ¡Ah ! ¡Diosmio ! esclamó Dantes,¿que reis inmóvil, frio ,muerto por decirlo asi; es lo que hay ? & que teneis ? - Pronto , pronto , dijo el abate ; escu - tan solo cuando llegue á ese estado, com chadme. ſprendeis , abrireis mis dientes con el cu: ALBUM . 113 chillo , hareis colar en miboca ocho o diez pasos del carcelero . Iban á dar las siete y gotas de este licor y asi tal vez volveré en Dantes no habia tenido lugar de fijarse en 'miacuerdo . ||el tiempo que trascurria. El joven se pre - ; Tal vez ! esclamó dolorosamente cipitó en la abertura , desapareció en ella , Dantes. colocó la baldosa en su lugar por la parte -- ; Socorredme! i socorredmel gritó el de adentro y entró en su cuarto . Un ins tante despues, abrióse la puerta , y el lla El acceso fué tan súbito y violento que vero encontró al preso segun costumbre el desgraciado preso no pudoacabarla fra- sentado en su cama. A penas volvió la es se comenzada , una nube cruzó su frente palda , y se hubo apagado en el corredor rápida y sombria como las tempestades el ruido de sus pasos, que Dantes devo del mar. La crisis dilató sus pupilas , tor- rado por la inquietud', tomó de nuevo , abate , yo me... yo me... mn ... ciú su boca , enrojeció sus mejillas ; agi- sin acordarse de comer, el camino que tóse , echó espumarajos, arrojó ahullidos, acababa de hacer y levantando la baldosa pero Dantes exacto en el encargo que le con su cabeza entró en el cuarto del abate . hiciera sofocó sus gritos con el cubre ca - Este habia recobrado ya elconocinien ma. Este estado duró dos horas; y des- to , pero continuaba inerte y sin fuerzas pues quedó insensible como una masa in - tendido en la cama. orgánica , blanco y frio como el mármol, - Ya no confiaba volver á veros, dijo á endeble como un junco ; se ajitó , conve- Dantes. lióse, aun por última vez y quedó lívido. - ¿ Y porqué ? :pensabais acaso morir ? Edmundo esperó á queestamuerte apa- - No , pero como está todó preparado rente hubiese invadido todo el cuerpo y para vuestra fuga, estaba en la conviccion helado hasta el corazon : entonces tomóel de que os escapariais. cuchillo , que introdujo de plano entre los Dantes quedó sofocado y encendido de dientes , relajando aunque con improbo indignación. trabajo los espasmodizadosmaseteros, con- ----Sin vos! esclamó, ¿ymehabiais crei tó hasta diez gotas del rojo licor y es do capaz de semejante accion ? peró . - ; Ahora veo queme equivoqué ! dijo Una hora se pasó sin que el viejo hicie -lel enfermo; ;ah ! ¡estoy muy débil, muy ra el menor movimiento . Dantes temió quebrantado,muy aniquilado ! haber esperado demasiado para adminis - - Valor , ireis 'recobrando fuerzas, dijo trarle las gotas y le miraba de hito en hi- Dantes sentándose en elborde de la cama to sosteniendo con ambas manos su cabe- de Faria y tomándole las manos. El aba za : en fin un lijero colorido animó sus te menęó tristemente la cabeza . mejillas, sus ojos constantemente abiertos -- ia última vez , dijo , el acceso duró Y fijos recobraron la facultad de mirar ,l|media hora , y una vez desvanecido tuve exhaló un débil suspiro é hizo un pequeño hambre y me levanté por misolo . Ahora movimiento. no puedo ya mover ni el muslo ni el bra - Salvado ! , salvado ! esclamó Dan - zo derecho , estoy como atontado lo qua tes . prueba un derrame en el cérebro ; al ter El enfermo no podia hablar aun , perocer ataque quedaré enteramente paralítico dirijió con visible ansiedad la mano hacial moriré en elacto . la puetra . Dantes fijó su atencion y oyó loslo --No, no , tranquilizaos, vos no mori: 29 111 ALBUM . reis. Ese tercer acceso que temeis, si aca -||Dejaos de vanas ilusiones que vuestro ego so os coje os encontrará libre y agil , pro- celente corazon cree sean seguras realida curaré administraros la mistura como estades. Yo me quedaré aqui hasta que suene vez y podré salvaros mucho mejor que la hora de mi libertad , que por ahora no ahora , porque entonces tendrémos todos puede ser otra que la de la muerte . En los socorros necesarios. cuanto á vos, huid , marchaos; sois jóven , - Amigo mio , dijo el viejo , no os ha - fuerte y robusto ; no paseis por miningun gais ilusiones, la crisis porque acabo de cuidado, quedais libre de vuestro compro pasar me ha condenado á una prision per- miso . petua; para poder huir es necesario poder - Está bien , dijo Dantes. andar. - Pero, ¿ que haceis ? - Pues bien ; esperaremos ocho dias , uni . - Me quedaré aquí: y levantándose en mes, dos meses si es necesario , en este in - seguida y estendiendo con solemnidad su térvalo adquiriréis nuevasfuerzas; todo está mano sobre el viejo , añadió : os juro por preparado para la fuga ; somos dueños de la sangre de nuestro Señor Jesucristo escojer la hora y el momento. El dia en no abandonaros sino despues de vuestra que os encontreis con fuerzas para poder muerte . nadar , i pues bien ! ese dia pondremos en Faria consideró á aquel jóven tan noble , ejecucion nuestros planes . tan sencillo , de tan elevadas ideas, y leyó - Ya no me será posible nadar nunca en sus facciones animadas por la espresion mas, dijo Faria; este brazo está paralizado del mas puro entusiasmo la sinceridad de 10 para una temporada sino para siempre; su afeccion y la lealtad de su juramento . probad vos mismo de levantarle y veréis - Sea enhorabuena , dijo el enfermo; cuanto pesa. acepto y os doy las gracias, y añadió lue El jóven levantó el brazo que volvió á go tendiéndole la mano; vos sereis proba caer inerte , y al verlo arrojó un suspiro. blemente recompensado por adhesion tan - Estais ya persuadido, ino es verdad , desinteresada ; pero como yo no puedo y Edmundo ? dijo Faria; creedme; ya sé yo vos no queréis escapar ya, es preciso que lo que me digo . T'esde el primer ataque obstruyais el subterráneo hecho bajo la ga que sufrí de este mal, nohe cesado de pen - leria , pues que podria fijar la atencion del sar en él; ya le esperaba porque es un le- centinela el sonoro eco de sus pasos sobre gado de familia . Ji padre murió al tercer el trozo minado y advertir de ello al inspec acceso , mi abuelo lomismo. Elmédico que tor; ya veis que en este caso seriamosdes me compuso ese licor, que fué el famoso cubiertos y nos separarian . Id puesá desem - C :banís, me predijo la misma suerte . peñar este trabajo en el que desgraciada -- Elmédico se engañó, repuso Dantes; mente no puedo ayudaros; emplead en ello en cuanto á vuestra parálisis no es lo que toda la noche si es menester y no volvais mas cuidado me dá, puesto que os tomaré hasta mañana por la mañana despues de · sobre mis espaldas y nadaré sostenién - la visita del carcelero , pues tengo que co doos . - Hijo, dijo el abate ; sois marino, sois municaros cosas importantes . Dantes tomóla mano del abate quien le nadador, y por consiguiente debeis saberdió las gracias con una sonrisa, y salió con que un hombre cargado con peso semejante la subordinacion y respeto que habia pro 10 adelantaria cincuenta brazas en elmar.) fesado siempre á su viejo amigo. . . . . ALBUM . 115 XVIII. vuestra palidéz y asombro, lo que pasa en EL TESORO . este momento en vuestro interior. Pero no, Cuando al siguiente dia por la mañana tranquilizaos, no estoy toco , este tesoro Hantes entró en el cuarto de su compañero existe : Dantes, si no me ha sido dado el de prision , encontró á Faria sentado , con poseerle, vos le poseereis. Nadie ha que. tranquilo rostro, iluminado por el rayo de rido escucharmeni dar crédito á mis pala Juz que atravesaba la estrecha ventana de bras, porque me juzgaban loco ; pero vos su celda. En la mano izquierda, única que que debeis saber que no lo soy, escuchad segun hemos dicho le quedaba libre, tenia me y despues seréis dueño de creerme un pedazo de papel que arrollado de mu - ó no. cho tiempo tenia la forma de un cilindro - Dios mio : murmuró Dantes en su . que oponia tenaz resistencia a estenderse : interior, al fin ha recaido, solo me faltaba sin decir una sola palabra enseñó á Dantes esta desgracia : y luego añadió en voz al ta : amigo mio , el accidente os habrá fa el papel. -- ¿Que es eso ? le preguntó éste . tigado sin duda, ¿no queréis descansar un --- Miradlo bien , dijo elabate sonriendo. rato ? Mañana, si tanto empeño teneis, es - Miro con la mayor atencion , dijo cucharé vuestra historia ; pero lo que es Dantes, y no veo mas que un papelmedio hoy solo quiero cuidaros y nada mas; y quemado , sobre el cual distingo trazados sobre todo, continuó sonriendo , un tesoro caracteres góticos con tinta muy particu - ios parece que sea cosa quenos interesa sa Jar . ber con tanta prisa ? . -- Pues este papel, amigo mio , dijo Fa- - Y muy luego, Edmundo , repuso el ria, es, y pue:io ya confiároslo ahora puesto viejo ; &quién sabe si mañana ó tal vez que os tengo esperimentado ; este papel es pasado mañana , no me acometerá el ter mitesoro; cuya mitad de hoy en adelantecer acceso ? Pensad en que entonces todo is pertenece . habria acabado ... Si, verdad es ; á menu Un sudor frio inundó la frente de Dan- do he pensado con amargo placer en esas tes. Hasta entonces, en tanto tiempo trans- riquezas, que harian la fortuna de diez fa currido, habia evitado hablar á Faria de milias, perdidas á causa de los hombres aquel tesoro; origen de la acusacion de lo que se han empeñado en perseguirme; es . e cura que pesaba sobre el pobre abate. Conta idea me servia de venganza , que sabo su natural delicadeza , Edmundo habia reaba lentamente en la oscuridad de micala cuidado de no tocar aquella cuerda que vi. bozo y en la desesperacion micautiverio ; pe braba dolorosamente , y Faria por su par- ro ahora que he perdonado almundo por te , habia guardado silencio , interpretando vuestro amor , ahora que os veo jóven y rico Edmundo ese silencio como un regreso ájen porvenir, ahora que pienso en la dicha la razon ; pero en aquelmomento las pocas que os puede traer semejante revelacion , palabras que pronunciara Faria despues de tiemblo al retardarla un solo instante y tan penosa crisis, parecian indicar una gra- tiemblo de no poder asegurar un propie ve recaida de alienacion mental. ||tario tan digno como sois vois á tantas ri - ; Vuestro tesoro ! balbuceó Dantes. quezas enterradas. Edmundo volvió la cabeza suspirando. Faria se sonrió y le dijo : - Si; bajo todos aspectos sois un esce-il - Persistís en vuestra incredulidad, Ed lente jóven, Edmundo, y echo de ver porllmundo, prosiguió Faria , mis palabras no 116 ALBUM os han convencido ; ya veo que serán ne- fria , venia en persóna á cerciorarse de sů cesarias pruebas: pues bien , leed ese pa -igravedad . Faria le recibió sentado , evitó pel que á nadie he llegado á mostrar todo movimiento que pudiera comprome - Ya lo veré mañana, amigo mio , dijoterle y logró ocultar al gobernador la pa Edmundo resistiéndose á prestarse á la lo- rálisis que habia herido ya demuerte la mi cura del viejo , ¿creí que habíamos conve- tad su cuerpo . Le acosaba el temor de que el nido en no hablar de eso hasta mañana ? Igobernador, apiadándose de él no quisiera Corriente ; hasta mañana no habla - trasladarle á una prision masventilada se parándole así de su jóven compañero , pe-remos , pero ahora leed ese papel. -- No le incomodemos inas, pensó Ed- ro felizmente no fué así, y el gobernador mundo, y tomando el papel del que falta - se retiró persuadido de que su pobre loco, ba la mitad , quemado sin duda por algunhacia el cual sentia en lo íntimode su co accidente imprevisto , leyó .. .': irážon cierto afecto, no sufria mas que una - ¿ Qué tal? dijo Faria cuando el jóvenliigera indisposicion . hubo concluido su lectura . Durante este tiempo Edmundo, sentado - Pero , contestó Dantes, no veo aquí sobre su cama , la cabeza entre sus ma masque líneas truncadas, palabras sin sen - oos, trataba de coordinar sus ideas ; todo tido ; los caractéres consumidos por la ac- lo de Faria habia sido razonable , grande cion del fuego han quedado ininteligibles y lógico desde que le conociera y no - Para vos, amigomio ,quc los leeis por podia comprender como se reunia tanta primera vez,pero no para roíque he per- sabiduría sobre todos los objetos desatinan dido el sueño durante muchas noches tra - do tan solo sobre uno : ¿ seria tal vez que bajando en él, que he reconstruido cada frase, completado cada pensamiento . -- ; Y créeis haber encontrado el sentido de esas ideas ahora inconexas ? Faria se engañaba respecto á su tesoro ? ¿ó que todos se engañaban respecto á Faria ? Dantes permaneció en su aposento lo res tante del dia , no atreviéndose á volver á - Estoy cierto de ello ; vos mismo lo ver á su amigo. Procuraba retardar de es juzgaréis ; pero antes escuchad la història te modo el instante en queadquiriria la cer teza de que el abate estaba loco; esta con de este papel. - - ; Silencio , esclaınó Dantes, oigo pa - Viccion debia serle espantosa. Pero al ano sos... se acercan.. ,me voy... á Dios !... checerdespues de la visita ordinaria, Faria , Y Dantes, teniéndose por feliz en poder viendoque el jóven no volvia, probódeatra escapar á la esplicacion de aquella histo - vesar el espacio que los separaba.Edmun ria , que hubiera por precision confirmado do se horrorizó al oir losdoloroscs esfuer la desgracia de su amigo , se deslizó como zos que hacia el viejo para arrastrarse ; su una serpiente por la estrecha abertura ; pierna y muslo estaban inertes, tan solo mientras que Faria , á quien el terror die podia ayudarse con un brazo. Edmun so ra fuerzas sobrenaturales , rempujaba con se vió precisado á tirar de él , puesto que el pié la baldosa que estaba cubierta con solo no hubiese podido salir jamásde aque una estera á fin de que se ocultara mejor lla angosta abertura que daba al cuarto de a solucion de continuidad , y que no tuvo|Dantes. iempo de colocar bien en su lugar. – Héme aquí, encarnizadamente em Era el gobernador que habiendo tenido pešiado en perseguiros , dijo con benévolà zioticia del accidente por el llaveró de Fa-l sonrisa , habiais creido poder escapar á mi 117 . -munificencia ; pero no será así Escuchadj« se de hacer una buena especulacion, co pues. lasa muy difícil en la exhausta Italia . Edmundo conoció que no podia evitar- « Su Santidad resolvió crear dos carde lo ; por lo que hizo sentar al viejo en su nales .» cama y se colocó cerca de él en el tabu - Escogiendo dos de los primeros perso rete . , najes de Roma, opulentos sobretodo , 10 -- Ya sabéis , dijo e: abate , que yo era graba el padre Santo realizar su especula el secretario intimo, el amigo delcardenal cion : pues que le quedaban luego para spada , el último de los principes de este vender los altos cargos y magníficos em nombre. Yo debo á tan digno seiìor toda pleos que estaban disfrutando los dos fu la felicidad que he disfrutado en esta vida. táros cardenales : y á mas la venta de los Elno era rico , á pesar de que las rique- capelos le valdria una exhorbitante can zas de su familia fuesen proverbiales, como tidad . que mil veces he oido cuando se ha que - Faltaba tan solo la tercera parte de la rido ponderar: rico como un Spada. Pero especulacion , que el papa y Cesar Borgia la opinion pública le continuaba la repu - combinaron muy luego escogiendo los fu tacion de opulento : su palacio fué mipa- turos cardenales ; estos eran Juan Rospi raiso . Estaba encargado de la educacion gliosi, que desempeñaba él solo cuatro de de sus sobrinos que murieron , y cuando lasmas altas dignidades del santo sólio , y quedó solo en el mundo, le devolví por el otro Cesar spada uno de los romanos una adhesion sincera á su persona , todo mas nobles y mas ricos. Ambos echaron lo due habia hecho por mí durante diez de ver el objeto de los favores del papa , años . pero los dos eran ambiciosos y admitie · La familia del cardenal no tuvo muy ron . Logrado esto , Cesar encontró muy muy luego ya secretos para mí; habia yo luego sucesores á sus cargos. observado que miseñor consultabamuy á! De aquí resultó que Rospigliosi y Spa menudo archivos antiguos y escudriña- da pagaron para ser cardenales, y que ocho ba con avidez entre los empolvados ma- sugetos diferentes pagaron para ser lo que nuscritos de la familia . Un dia en que me anteriormente los dos cardenales de nueva atreví á hacerle presente todo lo inútil de creacion , y en su consecuencia ingresa-- sus trabajos quejándome de la especie de ron en las arcas de los dos especuladores abatimiento que les subseguia , memiró 800 ,000 escudos. con amarga sonrisa , abrió un libro que era Pasemos ahora á la última parte de la la historia de la ciudad de Roma, y en el especulacion . El papa después de haber capitulo veinte de la vida del papa Alejan - colmado de agasajos á Rospigliosi y Spa dro VI leí las siguientes líneas que jamás|da, confiriéndoles los distintivos de carde nal, por lo que debian , para saldar la no he podido olvidar : « Las grandes guerras de la Romania ha- ficticia deuda de reconocimiento, reunir y << bian terminado; Cesar Borgia , concluida realizar sushaciendas , vivir en Roma; el « su conquista , necesitaba dinero para com - papa y Cesar Borgia convidaron á co « prar la Italia entera , el papa necesitaba mér á los dos cardenales. Este fué un mo « igualmente dinero para arreglar sus dife- tivo de controversia entre el Santo padre u rencias con Luis XII rey de Francia , te - y su ahijado. Cesar opioana que podia po a misle aun á pesar de sus reveses: tratába nerse en juego' uno de los muchos mo 30 : EST ALBUM . 118 ALBUM . dios que tenia siempre a la mano para pero el criado al parecer no pudo encon obsequiar á sus intimos amigos , á saber ;||trarle . la famosa llave con la que se suplicaba á Spada sabia lo que acontecia en tales ciertos sugetos tuviesen la bondad de abrir /invitaciones . Despues que el cristianismo cierto armario . En esta llave sobresalía eminentemente civilizador trajo a Roma una punta de hierro ; por un descuido probablemente del artista . Apenas los favorecidos forcejaban para abrir el armario cu ya cerradura estaba un poco dura, se pin chaban con la puntita y al dia siguiente habian muerto. Podia tambien valerse del sus progresos, no era ya un centurion el cauerdel quconiereórder: cevenia ien para deciros sar quiere Vos favore «que uGesar e qutirano que mueras» pero era si un enviado á latere quien venia , con la sonrisa en los labios , á deciros de parte del papa « Su Santidad desea que vayais á anillo con cabeza de leon con el que Ce- comer con él. » Spada marchó sobre las sar adornaba sus 'dedos : en cuanto daba dos de la tarde hacia la quinta de Saint un apreton de manos de cierto modo , el Pierre -es-Lieus donde el papa le espera Jeon mordia la epidermis de aquellas ma- ba. La primera persona que se ofreció á nos favorecidas jy la mordedura era mor- su vista fué la de su sobrino muy engala tal á las veinte y cuatro horas. Cesar pro - nado y elegante á quien Cesar Borgia col · puso a su padre , ya que se enviase á los|maba de caricias. Spada palideció ; y Ce cardenales a abrir el arınario , ya darles ásar, lanzándole una irónica mirada , le cada uno un cordialapreton demano. Pe- hizo ver que todo lo habia previsto , que l'e Alejandro VI se opuso diciéndole : el lazo estaba bien urdido . - No debemos perder de vista la comi-|| Comieron. Spada no pudo dirijir á sa da tratándose de tan escelentes cardenales sobrino mas que esta pregunta : « ¿Has re como Spada y Rospigliosi.No sé que precibido mi recado ? » El sobrino le contestó sentimiento medice que volverémos á ga- que no , pero comprendió todo el valor de nar ese dinero. Ademas, vos olvidais, Ce- tal pregunta : mas ya era tarde puesto que sa , que una indigestion se declara almo- acababa de beber un vaso de escelente vi mento , mientras que una picadura ó no que de propósito para él acababa de mordedura no producen su efecto hasta escanciar el sumiller del Papa , en segui pasados uno ó dos dias. da acercaron á Spada otra botella de la Cesar se convenció con este raciocinio : que le sirvieron con liberalidad. Una ho y he ahíla razon porque fueron convida- ra despues , un facultativo les declaró á dos á comer los cardenales. Destinose para los dos emponzonados por setas veneno celebrar el banquete un viñedo que poseía sas. Mientras Spada agonizaba en el salon el papa en Saint-Pierre- es-Lieus; hermo de la quinta , su sobrino espiraba en el sa quinta que los cardenales conocian ya umbral de la puerta de su casa haciendo por su nombradía : Rospigliosi, atolondra - á su esposa seras que no comprendió . do con su nueva dignidad preparó su es- Despues de su muerte , Cesar y el Papa tómago para el banquete : Spada, hombre se apresuraron á apoderarse de la heren previsor y que amaba mucho á su sobri- cia bajo pretesto de reconocer y encargar no , jóven capitan de ricas esperanzas, to - se de los papeles del difunto . Pero la he mó papel y pluma é hizo su testamento . |rencia consistía solo en un pedazo de pa Envió un recado á su sobrino para que le pel en el que Spada habia escrito : « dejo aguardára á los alrededores de la quinta ; lá mimuy amado sobrino, mis cofres y lia 119 bros entre los que se cuenta mi breviario del cardenal Spada ; pero no fué asi : los con cabos de oro , siendo mis deseos que Spadas continuaron en su dudoso bienes . ALBUM . Jo conserve comoá un recuerdo de su apa- tar , un misterio eterno envolvió tan som sionado tio . » Los herederos lo reconocie - brio suceso y la opinion pública fuéde que ron todo, elogiaron la hermosura del bre - César , mas político que su padre , habia viario , enviaron al retortero todos los soplado al Papa lasriquezas de losdos car . geroslorecord the crisisy Tail Papa las rios para 2 muebles , y se admiraron de que Spada , denales; y digo los dos porque el cardenal hombre rico , fuese el mas miserable de Rospigliosi , que no habia tomado medida todos los tios ; ningun tesoro se halló á no alguna preventiva , fué completamente ser los de ciencias encerrados en la biblio-||despojado. teca y laboratorios. Cesar y su padre bus- – Hasta ahora , 'interrumpióse Faria caron , huronearon, preguntaron ;en vano, sonriendo , ¿no os parecerá esto muy in nada encontraron , ó á lo menos muy poca sensato , no es cierto ? cosa: apenas sacaron un millar, dostal vez . - ; Oh ! amigo mio , dijo Dantes, me de plata labrada y otro tanto á corta di- parece por el contrario que estoy leyendo ferencia en plata acuñada; pero el sobrino una crónica delmayor interés. Continuad, pudo decir á su muger en cuanto la enos lo ruego. contró : « Buscad entre los papeles de mil -- Continuo pues : tio ; entre los que hay el verdadero těsta meato . » La familia fué acostumbrándose á la medianía oscuridad . Sucediéronse los años. Buscise luego con mas avidez tal vez De los descendientes, unos fueron milita de lo que lo habian practicado los augus- res, otros diplomáticos, estos curas,aque tos herederos; pero fué en vano: quedóles||llos comerciantes : los unos se enriquecie tan solo en herencia dos palacios y un vi- ron , los otros acabaron por arruinarse. iedo en el Palatinado : mas en aquellaLlego pues ya al último descendiente de época los bienes inmuebles eran muy poco la familia , á aquel de quien fuí yo secre estimados ; por lo que los dos palacios y tario , el conde Spada. Habiale oido mu el viñedo quedaron para la familia como chas veces lamentarse de la desproporcion indignos de la rapacidad del Papa y de su de su hacienda con su rango y posicion : hijo . Pasaron meses y años: Alejandro Vi habiale aconsejado que invirtiera los po murió envenenado, ya sabeis porque me- cos bienes que le quedaban en una renta dios:Cesar emponzoñado al propio tiempo vitalicia : siguió mi consejo y dobló los pro que él, se salvó dejando la pielcomolasser- ductos . El famoso breviario habia queda pientes, y revistiéndose de un epidermis do vinculado en la familia , y elconde Spa en la que el veneno dejó unas manchas da era quien lo poseia , se lo habian ido semejantes a las que se ven en la piel del trasmitiendo de padres á hijos ; porque la tigre ; en fin precisado á abandonar á Ro- lestraña cláusula, único testamento que se ma, fué á hacerse matar oscuramente en encontró , habia hecho de él una reliquia un epidermas|da era quieo de padres una escaramuza nocturna quedando cuasi guardada con supersticiosa veneracion por la familia. Era un libro enriquecido con olvidado para la historia Olta .. Despues de la muerte del Papa y del hermosas láminas góticas, y tan cuajado destierro de su hijo , se figuraba la gene- de oro que un sirviente lo llevaba siempre ralidad que la familia volvería á colocarse delante del cardenal en las grandes solem en el alto rango que ocupaba en tiempollnidades. 120 ALBUM . A la vista de los papeles de toda clase , quince diàs despues de la muerte delconde títulos , contratos , pergaminos , que se de Spada , el 25 de diciembre ( muy luego guardaban en el archivo de la familia y comprenderéis porque ha quedado tan gra que todos eran del emponzoñado carde- vada en mi memoria la fecha de este dia ) nal , empecé yo á mi vez cual lo hicieran releia yo por la milésima vez aquellos pa veinte criados , veinte mayordomos, vein- peles que habia ya empaquetado y arrete secretarios que me habian precedido , glado, porque perteneciendo el palacio á á compulsar paquetes tan formidables. Alun estraño , iba á marchar de Roma para pesar de la actividad y relijiosa precision establecerme en Florencia , llevando con de mis pesquisas no encontré absoluta- migo una docena de miles de libras de mi mente nada . Con todo habia leido y aun propiedad , mi biblioteca y el famoso bre habia escrito una historia exacta cual una viario. Fatigado de tan asiduo trabajo , é . efemérides de la familia Borgia , con el indispuesto por la comida escesiva de aquel solo objeto de asegurarme si habia sobre - dia, dejó caer la cabeza sobre mis manos venido á los principes alguna fortuna im- y quedé dormido, serian sobre las tres de prevista despues de la muerte de mi car- la tarde. Daban la seis en el péndulo cuando denal Cesar Spada , pero no encontré mas disperté ; levanté la cabeza y me ballé en que la adicion de los bienes de Rospigliosi la mas profunda oscuridad , llamó con la su compañero de infortunio . Estaba pues campanilla para que me trajeran luz, pero cuasi seguro de que ni los Borgias ni Ja nadie compareció. Determiné entonces ser familia se habian aprovechado de la he- virme á mi mismo ; era en aquel entonces rencia que habia quedado sin dueño, como una costumbre de filósofo á que era pre esos tesoros de los cuentos árabes sepuita - ciso empezarse á acostumbrar. Tomé con dos en el seno de la tierr : bajo la vigilan na mano una de las bujías que ya tenia cia de un génio ; yo escudriñé, repasé preparadas y con la otra busqué, á falta de cuentas, calculé mil y inil veces las rep pajuelas por no haberlas en la cajita com tas y gastos de la familia en el espacio de petente , un papel que me proponia en tres cientos años, pero todo en vano; que- cender en una vacilante llama que revolo dé en mi ignorancia y el conde Spada en teaba sobre las áscuas ; pero temeroso en su miseria . la oscuridad de tomar un papel interesan Mi protector murió . De su renta vitali -fte en vez de uno inútil , estaba indeciso cia habia segregado los papeles de la fa- cuando recordé haber visto dentro del fa milia , su biblioteca compuesta de cinco mil moso breviario , que estaba á milado, sobre volúmenes y el famoso breviario : todo mela mesa , un papel viejo , amarillento por la lo legó en herencia y á mas un miliar de costumbre de hacerle servir de señal y que escudos romanos que tenia en efectivo, con habia atravesado los siglos mantenido en condicion de que mandaria celebrar misas su lugar por la veneracion de los herede por el reposo de su alma , y que formaria ros. Busqué á tientas aquella inútil hoja , un árbol genealójico de su familia y escri- la encontré, la retorci, la acerqué á la es biria la historia de su casa , todo lo que pirante ilama y la encendí. Pero bajo mis cumplí con la mayor religiosidad ..... dedos, como por encanto , a medida que el --Sosegaos, mi querido Edmundo, que fuego iba ganando terreno, ví salir carac téres amarillentos y aparecer sobre el pa ya acabo luego. En 1807 , un mes antes de mi prision ylpel. Entonces quedé aterrorizado , estrujé . 121 entre mis manos el paprI, soplé , avivé eli — Ahora', dijo el abate, leed este otro ALBUM , fuego, en cuya llama encendi directamen - papel. Y presentó á Dautes' una segunda te la vela , estendi con indecible agitacion hoja con otros fragmentos de líneas : aho el chamuscado escrito y reconocí que aque- ra, continuó en cuanto vió que Dantesha llos caractéres queaparecieron al solo con - bia llegado á la última línea , unid los dos tacto de un vivo calor habian sido trazados fragmentos y juzgad vos mismo. con tinta misteriosa y simpática . Habíase Dantes obedeció;los dos fragmentos uni consumido ya .con la llama un poco mas dos daban el resultado siguiente: del tercio del papel; era elmismo que ha- - « Hoy 25. de abril de 1498 : Ha. ... beis leido esta mañana. Vólvedle á leer; biendo sido invitado á com ... er por S . S . Dantes, y luego de haberle leido os diré el Alejandro VI y temiendo que.... no con complemento de las frases y os esplicaré tento con haber ....me hecho pagar el ca el sentido ahora incompleto . pelo trate de her....edar mis haciendas re Y Faria triunfante', presentó el papel áservandom ....e la suerte de los cardenales Dantes que esta vez leyó con avidezlas si- Cap.. . rara y Bentivoglio , que murieron guientes palabras trazadas con tinta rosa - em . ...ponzoñados, declaro á mi sobrino G ....uido Spada , heredero univer....sal da semejante á la del orin . Hoy 25 de abril de 1498 ha mio, que he enterrado en .... Un lugar que ya conoce por haberlo visit....ado conii sido invitado á com Igo, á saber las grutas de Monte - Chris.... to todo lo que yo poseia en barr....as, oro . ; acuñado, pedreria , diam ....antes y alha'-. jas, que solo yo tengo notic....ia de este jandro VI y temiendo que tento con haberi el capelo trate de her ciendás, reservandom ! los cardenales Cap ' ; . i glio , que murieron em ; ;. . tesoro que ven ... .drá á importar sobre dos millones á .... poca diferencia de escudos romanos y qu.. ..e encontrará levantando dos declaro á mi sobrino G . Spada heredero univer ' la vijésima roc....a, empezando por la en he enterrado en ese senada del Este en ' lin ....ea recta. En Jas conoce por haberlo visit gratas hay practicadas des.... aberturas , á saber , las grutas de Monte -Chris . . Jel tesoro está en el ángulo más lej....ano , lo que yo pošeiaren barr de la segunda gruta , cuyo tés ....oro le le ñado, pedreria, diam go en propiedad absoluta com ....0 á mi 1 . Júnico heredero . ... que solo yo tengo notie soro que ven if . 25 abril 1498. . io CES....AR SPADA , " . . unos dos millones á de escudos romanos, y qu . levantando la vijesima roc Y ahora lo comprendeis por fin ? dijo la ensenada del Este en lin grutas, hay practicadas dos Faria. - Es esa" la declaracion del cardenal Spada y el testamento con tanto áfan y por ro está en el ángulo mas lej segunda gruta . Cuyo tes tanto tiempo buscado ? dijo Edmundo,'in propiedad absoluta com ! único heredero . ' 25 abril 1498 Ces crédulo todavia . - Si, mil veces si. | -- ¿ Quien lo ha reconstruido asi ? - Yo, que con la ayuda del fragmento 122 ALBUM . salvadó he adivinado el resto tridiendo laj- ; Imposible! dijo Dantes, á quien la eror * lonjitud de las lineas por la del papel , pe- midad de la suma asustaba . netrando y deduciendo la oracion que fal- ; Imposible! zy por qué ? reposo el taba por la que tenia a la vista , cual se guia viejo . La familia pada era una de las mas uno en un subterráneo por la escasa luz |antiguas y poderosas del siglo quince. A que de lo alto penetra . mas de que en aquellos tiempos no habia -¿Y que hicisteis cuando lograsteis ad- especulaciones ni industrias en que inver quirir la certeza del hecho ? tir los capitales, asi que esas aglomeracio -Quise partir , y marché en el instantenes de oro y joyas no son de estrañar ; mismo llevando conmigo el principio de existen aun hoy dia familias romanas que mi grande obra sobre la unidad del reino se mueren de hambre y que poseeran tal de Italia ; pero hacia ya largo tienipo que vez cerca un millon en diamantes y pedre la policía imperial, que en aquella época , rias transmitidas por mayorazgo y á las al revés de lo que ha querido Napoleon que no se atreven á tocar . cuando tuvo un hijo, queria la division de Edmundo creia estar soñando , y fluc las provincias, tenia fija su atencion en mi : tuaba entre la incredulidad y la alegria . mi precipitada marcha , cuyo objeto estaba -Si he guardado tanto tiempo este se ella muy lejos de adivinar , dispertó sus creto sin comunicároslo ha sido con el úni sospechas, y en el momento de embarcar co objeto al principio de probaros y des me en Piombino me arrestaron . pues para sorprenderos. Si nos hubiésemos Mientras & hablaba , Faria estuvo mi- evadido antes de mi acceso de catalépsia rando á Dantes con espresion casi pater- los hubiese conducido á Monte - Christo; aho ra , añadió arrojando un suspiro, sois vos nal, y continuó. - Ahora , amigo, sabeis tanto como yo . el que me ha de conducir . Y bien , Dan Si algun dia llegamos á salvarnos juntos , la tes , cómo no me dais las gracias ? mitad de mi tesoro es para vos, y si mue -Ese tesoro os pertenece , amigo mio , ro y vos os salvais, os pertenece en su to - dijo Dantes , os pertenece á vos solo y yo talidad . no tengo á él ningun derecho , pues que -Pero , preguntó Dantes dudoso , ¿ no no me une con vos el mas remoto grado hay en el mundo alguno á quien corresponde parentesco . da con mas Jejitimidad que á nosotros po -Vos sois mi hijo , i Dantes ! esclamó seer esos tesoros ? el viejo ; sois el hijo que me ha socorrido -No, no ; podeis estar seguro de ello ; en mi cautiverio . Mi estado me condena la familia se ha estinguido completamente, ba al celibato , Dios os ha enviado para con El último conde Spada , me hizo ademas solar a la vez al hombre que no podia ser su heredero; legándome el simbólico bre - padre y al preso que no podia llegar á ver viario me legó tambien su contenido. Tran- se libre . quilizaos pues ; si llegamos á apoderarnos Y Faria al decir esto tendió al jóven la de esa fortuna podremos gozar de ella sin mano que le quedára ágil y se arrojó Ho reniordimientos. (rando á su cuello . -¿Con qué decís que ese tesoro encier XIX . ra .... ? TERCER ACCESO . EL -Dos millones de escudos romanos Desde aquel tesoro que , que por tanto de nuestra diferencia trece millones á poca moneda. lltiempo habia sido el esclusivo objeto de ALBUM . 123 as meditaciones y desvelos del abate , po- los presos su última esperanza , y darles á dia asegurar la dicha de aquel á quien Fa-jentender que estaban condenados á una ria amaba tan entrañablemente como á un |eterna prision , un nuevo contratiempo' les hijo , habia dobłado á sus ojos de valor. alligió : la galería que miraba al mar y Todos los dias haciéndose hasta pesado es que hacia tiempo amenazaba ruina , fué plicaba con el valor de su tesoro , todo el construida de nuevo reparando al propio bien que en estos tiempos modernos pue - tiempo los sillares y obstruyendo con enor de hacer á sus amigos un hombre con tre mes peñas el agujero medio tapado ya por ce ó catorce millones de capital ; entonces Dantes ; sin esta precaucion , que el abate el rostro de Dantes se obscurecia , porque prescribiera al jóven , su desgracia hubie el juramento de venganza que hiciera sese sido aun mucho mayor , pues que hu presentaba á su imaginacion , y 'pensaba biera sido descubierta su tentativa de eva en su interior cuanto mal en estos tiem- sion é indudablemente se les hubiera se pos modernos puede hacer á sus enemigos parado : una nueva puerta mas fuerte , un hombre con trece ó catorce millones demas indestructible que las otras acababa fortuna. de cerrarse para ellos . -Ya veis , decia Dantes con suave me El abat- no conocia la isla de Monte Christo pero Dantes sí : muy a menudo habia cruzado por delante de ella pues que está situada á veinte y cinco millas de la Pianosa entre la isla de Córcega y la de lancolía á Faria , que Dios hasta quiere quitarme el mérito de lo que vos llamais mi rendimiento para con vos . Os prometí quedar con vos para siempre y ahora ya Elba , y aun una vez descombarcó en ella. no soy dueño de dejaros de cumplir mi Esta isla estaba, y habia estado siempre y palabra ; ya no disfrutaré yo del tesoro aun hoy dia está , enteramente desierta ; es mejor que vos , y no saldrémos de aquí ni una roca de forma cuasi cónica , que parece el uno ni el otro . Al cabo y al fin mi ver haber salido , por algun cataclismo volcá dadero tesoro , lo creeréis famigo mio , el nico , desde el fondo del abismo á la su- que me esperaba bajo las oscuras bóvedas perficie del mar . Dantes describia á Faria de Monte - Christo es vuestra presencia , es el plano de la isla , y Faria daba á Dantes vuestra sociedad de cinco ó seis horas á consejos sobre los medios de que se debia pesar de los carceleros . Son tambien esos destellos de inteligencia que habeis vertido valer para encontrar su tesoro . Pero Dantes distaba mucho de partici- en mi alma , esos idiomas que habeis im par del entusiasmo y confianza del viejo : plantado en mi memoria y que ponen en verdad es que estaba bien persuadido de juego todas sus ramificaciones filológicas; que Faria no era loco , y el modo con que son esas diversas ciencias,que tan fáciles llegára éste á descubrir lo que habia he- me las habeis presentado gracias a los pro cho creer en su locura , redoblaba mas y fundos conocimientos que de ellas teniais , mas su admiracion ; pero no le era tan fá y á la claridad de los principios en que las cil creer que el depósito , dando de barato habeis constituido : ese es mi mejor y úni que hubiese existido , existiese aun y aun- co tesoro con el que, amigo mio , me habeis que no tuviese al tal tesoro por quimérico , hecho rico y dichoso . Creedme y conso se le figuraba que por lo menos habria si- laos ; esto lo prefiero yo á esos millones do estraido de su lugar. Mientras tanto co en oro y á esas cajas de diamantes , aun -' s mo si el destino hubiese querido quitar á que no fuesen tan problemáticas como 124 .. ALBUM , esas nubes que se ven ſluctuar al amane- quedarse alli solo , bajo cualquier pretesto cer sobre el mar , que uno toma por tier - que no pudiese infundir sospechas, y una ra firme y que se evaporan , volatilizan y vez alli y solo , procurar encontrar lasma desvanecen a medida que uno se acerca á ravillosas grutas y escarbar el lugar indi ellas . Teneros á mi lado la mayor suma cado : este era , como se recordará muy posible de tiempo , escuchar vuestra elo - bien , el ángulo mas lejano de la segunda cuente voz , que hermosea mi espíritu , fabertura, conforta mi alma, dispone mi organiza - Asi esperando pasaban las horas sino cion para grandes y estupendas cosas si rápidas, llevaderas á lo menos: Faria con algun dia llego á verme en libertad y po- mo hemos dicho ya , sin haber recobrado nerle en tal estado que jamás la desespe- ellibre uso de su mano y de su pié , ha racion , á queme entregué antes de cono- bia readquirido toda la claridad de su ima ceros, tenga ya entrada en él hé ahí"miginacion , y poco a poco, merced á los co fortuna ; esta no es quimérica ; os la debonocimientos morales que ya hemos des real y verdadera , y todos los soberanosde crito , habia por fin inspirado á su jóven la tierra , ni aun el mismo Cesar Borgia, compañero esa paciente y súblime inyen no llegarian á podérmela arrebatar. tiva del preso que de nada saça grandes Asi fueron para estos dos infortunados, cosas ; temeroso siempre de envejecer , Y sino dias felices, á lo menos dias pasados Edmundo temiendo acordarse de lo pasa con rapidez los que se subsiguieron. Faria do que ya empezaba á amortiguarse y que que durante tantos años guardara silen - apenas aparecia en el fondo de su memo- . cio sobre su tesoro, hablaba de él en todasria como una įlejana reminiscencia , ape ocasiones. Como lo habia previsto ya, que nas perceptible en la oscuridad deltiempo; dóparalizado delbrazo derecho y delmus- asi iba siguiendo todo, como en aquellas lo izquierdo habiendo perdido toda espe- \existencias en quienes no se ha cebado to ranza de llegar a ser feliz algun dia ; percdavia la desgracia y, pasan su vida 'apaci esperaba ansioso para su jóven compañerohle, y calmosa bajo la proteccion de la Pro ó una próxima libertad:ó;una feliz .eva- videncia . Pero bajo esa calma artificial , sion , y esto le regocijaba. Temeroso deſen el corazon del joven y en el delviejo se que no se estraviase ó perdiese algun dialahogaban tal vez muchos suspiros, que se la carta , había precisado á Dantes a que exhalaban en cuanto Faria quedaba solo , la aprendiese de memoria , y : Dantas Jalen euanto Edmundo entraba en su cuarto . recitaba desde la primera á la última pala - | Uno noche dispertó Edmundo sobre bra; entonces inutilizó el segundo trozo , saltado creyendo haber oido que le llama- , seguro que,aunque encontrasen y estudia- ban . Abrió los ojos y tratón de atravesar la ran el primero no llegarian á dar cont sulopacidad de las tinieblas. Su nombre, ó verdadero sentido, Muchas veces se pou mejor una voz plañidera que trataba de ron horas enteras dando Faria consejos á articularle llegó hasta sus oidos. Sentóse Dantes, consejos quedebian servirle cuan- len su cama, corriendo por su frente un do estuviera en libertad, Entonces , libre angustioso sudor y escuchó. Por fin salió ya ; desde el dia , desde la hora , desde el de dudas, los lamentos venian del cala momento en que se viese libre no debia |bozo de su compañero. . . . . tener sino un solo pensamiento : pasar áls Gran Dios!murmuró Dantes, ¿serią . Monte -Christo por un medio cualquiera yltal vez ?... . ALBUM . . 125 Y apartó la cama á toda prisa , separó -- ; Oh ! amigo mio, amigo mio , ca la piedra, se lanzó en el pasadizo y llegó laos; reaccionando empero luego susfuer á la estremidad opuesta : la baldosa estaba zas postradas por tan imprevisto golpe , y separada. A la luz de la ' informe y vaci- animado con las palabras del viejo conti lante lámpara de que hemos hablado ya, nuó : :: Oh ! ya os he salvado una vez y Edmundo vió al viejo , pálido , de pié to- os salvaré otra ; y levantando el banquillo davia , agarrándose con la mano á losban - de la cama del que sacó la botellita que quillos de la cama. Sus facciones estaban encerraba aun una tercera parte del licor descompuestas por esos horribles síntomas rojo : mirad, aun queda de esa mistura que de que tenia conocimiento ya, y que tanto 'os salvó; pronto , pronto decidme que es le alarmaron cuando los presenció porpri- lo que debo hacer. ¿ Son necesarias mas instrucciones para este nuevo ataque? Ha mera vez. - Amigo mio , dijo Faria resignado , blad , amigo mio , que ya os escucho . ya lo veis , por lo mismo nada tengo quel - No tengo ninguna esperanza , dijo . Faria meneando la cabeza , pero no im deciros. Edmundo arrojó un grito de dolor y porta , Dios quiere que el hombre que ha perdiendo del todo su serenidad se lanzó creado y en cuyo corazon ha impreso pro á la puerta gritando , i socorro ! ¡ socorro ! fundamente el amor á la vida , haga todo pero Faria tuvo aun la suficiente fuerza lo que pueda por conservarla , muy peno sa algunas veces, pero siempre estimada . para detenerlo por un brazo y decirle . -- ; Silencio ! ó sino sois perdido . No - - ; Oh ! si, si , esclamó Dantes, yo os pensemos mas que en vos, amigo mio ; salvaré , yo os lo prometo. veamos el modo de haceros mas llevade - l - Ensayaos pues ; el frio se apodera de ra vuestra cautividad ó posible vuestra fu- mi, siento la sangre confluir al cérebro ; ga . Os serian necesarios muchos años pa - este temblor horrible que hace rechinar ra volver á hacer vos solo lo que he he mis dientes y crugir mis huesos , princi cho yo aqui, que seria destruido desde el pia á sacudir todo mi cuerpo ; dentro de momento en que nuestros guardas tuvie- cinco minutos el mal estallará y antes de ran conocimiento de nuestra comunicacion un cuarto de hora no quedará de mi mas y trato. Por lo demas, quedad tranquilo , que un cadáver. amigo mio , el calabozo que voy a dejar - Oh ! esclamo Dantes, traspasado de no quedará vacio por mucho tiempo ,otro dolor el corazon . desgraciadome reemplazará en este lugar. - Vos hareis lo que hicisteis la otra vez, A este otro vos os aparecereis como un pero no esperareis, tanto . Tądos los resor ángel de salvacion . Esté tal vez sea jóven ,ſtes de la vida están muy desgastados ya , fuerte , sufrido y pacífico como vos, en y la muerte , continuó mostrando su bra tal caso podrá ayudaros en vuestra fuga zo y inuslo paralizados , tiene adelantada tendreisa yan la mitad de su faena. Si despues de que ahora yo estorbo ; ya no tendreisa ver" haberme vertido en la boca doce gotas eni vuestro lado un hombre medio cadáver , he unido á vos tan solo para coartar vuestros vez de diez , veis que no entro en conoci movimientos. Está visto que Dios trata de miento , entonces administradme lo restan en mi cama, pues lo que te . Ahora colocadme favoreceros enes algo : os dá masyodemuera . Po puedo tenerme ya en pie . . os quita ; ya tiempo de que · Elmundo no pudo hacer sino juntar! Edmundo tomó al viejo en sus brazos y sus manos y esclamar : Ho tendió en la cama. . 32 126 ALBUM - Ahora, amigo mio , dijo Faria , úni-, - Oh! creed quie- si sufro menos es co consuelo demimísera existencia , vos porque tengo menosfuerza . A vuestra edad á quien el cielo me ha concedido aunque se tiene una fé ciega en la vida ; es uno tarde pero que al fin os envió , inaprecia de los privilejios de la juventud , creer y ble presente .del que le doy las gracias ; esperar; pero los viejos ven la muerte sini en el momento de separarme para siem - tantos obstáculos, con mas claridad . Ved - . pre de vos, os deseo toda suerte de feli- |la ahi.... ya viene.... todo está conclui cidades ,' toda la prosperidad de que sois do,.... mi vista se oscurece .... pierdo la digno. 1 Hijo mio , yo os bendigo ! razon ..... Dadme la mano Dantes ...... · El jóven cayó de rodillas apoyando suiadios! ..... ; adios !..... Incorporándose cabeza contra la cama del viejo . ' entonces hizo un último esfuerzo en que --Pero sobre todo prestad atencion á pareció reunir todas sus facultades inte lo que voy a deciros en este momento su - lectuales : Monte -Christo , dijo , no olvi: "; premo: el tesoro de los Spada existe aun ;||deis á Monte -Christo ; y cayó tendido so . " Dios me concede que no haya ya para mibre la cama. niobstáculos ni distancias que me lo im - El acceso fué terrible:miembrosenhier pidan . Le veo en el fondo de la segunda tos, hinchados párpados , sanguinolenta gruta ; mis ojos atraviesan las entrañas de espuma, un cuerpo sin movimiento , hé la tierra y se deslumbran al aspecto de aqui todo lo quedó en aquel lecho de do tantas riquezas. Si llegais á escapar algun lor en vez del ser inteligente que en el se dia , acordaos de que el pobre abate á acostára unosmomentos antes . Dantes to quien todo elmundo creia loco , no lo era. mó la lámpara , la colocó á la cabecera de Corred á Monte -Christo , aprovechaos de la cama sobre una piedra que sobresalia nuestra fortuna , aprovechaos de ella , que de la pared y de dondesu incierto resplan dor iluminaba con fatídico reflejo aquel Una violenta sacudida interrumpió al rostro desencajado, aquel cuerpo inerte y anciano. Dantes levantó la cabeza , y violenvarado. Alli, con la vista inmóvil, espe - harto habeis sufrido . cual se inyectaba de rojo el blanco de sus ró impávido el instante de administrar el ojos, hubiérase dicho que desde su pecho remedio salvador. Cuando creyó llegado el acababa de invadir su cabeza un gran rau - momento , tomó el cuchillo , separó los dien dal de sangre . ||tes que ofrecieron menos resistencia que – ¡Adios! ¡adios!murmuró elviejo apre- la vez primera , contó sucesivamente hasta tando convulsivamente la mano deljóven, diez gotas y esperó . La botellita contenia i adios ..... aun á corta diferencia el doble de lo que , - Todavia no , todavia no , esclamó és- habia administrado. Esperó diez minutos , te , no 'me abandoneis ' asi: ; Dios mio ! un cuarto de hora , media hora ; pingues socorredle .... ayudadme.... movimiento : temblando , erizados los ca — ; Silencio ! ; silencio ! dijo entre dien - bellos, inundada la frente de un sudor frio , tes el moribundo , nos separarian si me contaba los segundos por los latidos de su salvaseis . - Teneis razon .; Oh ! si, si, tranquili- corazon . Entonces creyó que era ya tiempo de zaos ; yo os salvaré , mayormente cuando ensayar la última prueba, acercó la bote si bien sufris mucho , paréceme que no es| llita á los cárdenos lábios de Faria y sin 11 .) como la otra vez. necesidad de separar las mandibulas que ALBUM . 127 habian quedado entreabiertas vertió en laſ pia . Nada indicaba en el esterior de aquel boca todo el licor que aquella contenia. hombre que tuviese conocimiento del ac El remedio produjo un efecto galvánico ;||cidente ocurrido cuando salió del calabozo un violento temblor ajitó losmiembrosdel de Dantes. . anciano , abriéronse sus ojos con un mirar Apoderóse de este un irresistible deseo que estremecia, arrojó un suspiro queme- de saber lo que iba pasar en el calabozo jor parecia un grito, y luego aquel cuerpo, de su infeliz amigo : entró pues en la gale convulso , adquirió poco a poco su inamo- ria subterránea y llegó á tiempo de poder vilidad; tan solo los ojos quedaron abier - oir los gritos del llavero llamando ausilio . . Muy luego entraron losotros llaveros; oyóse Pasóse media hora , una hora , hora y en seguida el sonido de ese paso tardío y media . Durante esta hora y media de an - regular que es habitual de los soldados tos. gustias, Edmundo inclinado hacia su ami- aun cuando no estén de servicio . Detrás go, aplicada sobre su corazon la mano, sin - de los soldados llegó el gobernador. Ed tió enfriarse paulatinamente aquel cuerpo mundo oyó el ruido de la cama sobre la y aquel corazon apagar sus latidos cada que ajitaban el cadáver, distinguió la voz vez nias sordos y profundos. En fin , ya no del gobernador que mandaba le echáran quedó señal de vida, la última convulsion agua en la cara , y que, viendo que á pe del corazon cesó , púsose lívido el rostro , sar del aspersion el preso no volvia en si , quedaron los ojos abiertos, pero cristaliza - mandó llamar al médico . El gobernador dos. salió, y algunas palabras de compasion en Eran las seis de la mañana, asomaba la tremezcladas con risas y despropósitos vi aurora , y sus débiles rayos, invadiendo el |nieron á herir los tímpanos de Dantes. calabozo, hacian palidecer la espirante luz - Vaya, vaya, decia uno, elloco ha ido de la lámpara. Estraños reflejos ilumina- Já juntarse con sus tesoros: buen viaje . ban el rostro del cadáver, dándole de vez - Y no tendrá, á pesar de tantosmillo en cuando una apariencia de vida. Mien - nes, con que pagar la mortaja , añadió tras duró esta lucha del dia y de la nochel|otro . Dantes pudo dudar aun , pero desde quel - Oh ! repuso un tercero ; la mortaja hubo vencido comprendió que estaba solo del castillo de If no es muy cara . . con un cadáver. Entonces un profundo él - Tal vez, añadió uno de los primeros invencible terror se apoderó de él, no se interlocutores , como este hombre ha sido atrevió ya á cojer aquella mano que pen- cura , se hará alguna cuesta para sussufra dia fuera de la cama, no se atrevió ya ágios. fijar susmiradas en aquellos ojos blancos - Entonces se le honrará con el saco. é inmóviles, que habia probado de cerrar Edmundo escuchaba ; no perdia ni una aunque en vano, puesto que siempre vol- sola palabra , pero no comprendia gran vian á abrirse . Apagó la lámpara, la ocul- cosa de toda aquella jerigonza.Muy luego tó con cuidado y escapó colocando lo me fueron estinguiéndose las voces y le pare visita per avero iba/ció que no jor que pudo la baldosa por su parte inte - ció que los asistentesabandonaban el cuar rior; ya era tiempo , porque el llavero iba |to . Con todo no se atrevió a entrar; podia á llegar. Comenzó su visita por Dantes: alphaber quedado algun llavero para velar el salir de su calabozo, iba á pasar al de Fa- muerto . Permaneció pues, mudo , inmó ria a quien llevaba el almuerzo y ropa lim -llvil y reteniendo la respiracion. Al cabo de 428 ALBUM . una hora , á poca diferencia , se interrum -Abar vuestra obra cumpliendo las formali pió el silencio con un débil rumor que fué||dades prescritas por la ley. aumentando. Era el gobernador que volQue se calienten desde luego los cau via acompañado del médico y de varios terios, dijo el médico ; si bien esta precau cion es por demas . oficiales. ' Hubo un momento de silencio : 'era de Esa orden de calentar los cauterios hizo presumir que"elmédico se acercaba a la horrorizar á Dantes.Oyéronse pasos apre cama y examinaba el cadáver.Muy luego surados , el rechinamiento de la puerta , empezaron los procedimientos. Elmédico idas y venidas, y algunos instantes despues analizó la afeccion á que habia sucumbido entró el criado del carcelero diciendo : el preso , y declaró que estaba muerto .Las – Aquí está el brasero con los hierros preguntas y respuestas se hacian con una candentes. Observóse denuevo elmaspro ' indiferencia que indignó á Dantes. Le pa - fundo silencio , oyóse luego el chirrido de recia que todo elmundo debia sentir ha - las carnes que se quemaban y cuyo olor cia el pobre abate una parte de la estima- eraso y nauseabundo atravesó hasta la pa cion que le profesaba . red trás la que estaba Dantes escuchando - Pues en verdad que lo siento, dijo el con horror. A ese olor de carne humana gobernador contestando al médico que carbonizada , inundóse de sudor la frente aseguraba la realidad de la muerte ; era del joven y creyó que iba a desmayarse . un preso afable , inofensivo ; de divertida - Ya veis , caballero , que está bien locura y sobre todo su custodia no reque muerto , dijo el médico ; esta quemadura en el talon es decisiva : el pobre loco está - Hubiérase podido muy bien dejarle curado de su locura y libre de su prision . -ria mucha vigilancia . en completa libertad , repuso el llavero , - ¿No se llamaba Faria ?.preguntó uno sin temor de que hiciera tentativa alguna de los oficiales que acompañaban al go de evasion aunque trascurrieran cipcuenta bernador. . años, estoy seguro de ello . . — Sí, señor . y segun suponia , era de - Con todo, dijo el gobernador, yo creo unaantigua familia ; por lo demas era muy seria muy conveniente a pesar de vuestra sabio y muy razonable sobre todas las cues conviccion, no porque yo dude de vuestra tiones que no tuvieran relacion con sus te ciencia , pero para cubrir mi responsabili- soros; pero sobre este punto , preciso es dad , el asegurarnos de que el preso está confesarlo , no habia medio de entenderse con él. real y verdaderamente muerto. Hubo de nuevo un instante de silencio - Es una afeccion que nosotros llama absoluto durante el cual, Dantes" siem - [mos monomanía , dijo el médico. pre alerta, creyó que el médico examina- | - ¿ No le habíais oido lamentarse ja ba y reconocia por segunda vez el cadáver: más ? dijo el gobernador al llavero encar - Podeis estar tranquilo , dijo el médi- gado de llevar los víveres al abate . co , está bien muerto, os respondo de ello . - Jamás, señor gobernador, absoluta - Ya sabeis, caballero, insistió elgober- mente jamás; antes por el contrario algu nador, que no podemos darnos por satis - nas veces me divertia mucho contándome fechos en casos semejantes al presente , lindas historias ; un dia en que mimuger con el simple exámen :, a pesar de todas estaba indispuesta , me dió una receta que las apariencias , hacedme el favor de aca- la curó perfectamente. con " . . tiida "ALBÜM . . . . . . 129 1 ;Åhr fah l'esclamó elmédico,rigno-1 - Entre diez y once. . whol raba yo que tuviese que hábérinelas con - ¿ Se velará al difunto ? " un colega ; espero señor gobernádor,a ia-| -- Y por qué? se cerrará el 'calabozo dió chanceándose , que le trataréis cual como si estuviese vivo y santas pascuas. corresponde. " 'T ' - Entonces el ruido de los pasos se fué " — Sí, sí, quedad tranquilo , será sepul-fjalejando', debilitóse el eco de las voces y tado con la mayor decencia en el saco 'mas oyóse el ruido de la puerta que se distin nuevo que pueda encontrarse; ¿ estáis con - guió por su chillona cerradura y mohosos tento ? " . * **. lgoznes. Un silencio mas profundo que el -- ¿ Debemos cumplir con esta formali-|del desierto , el silencio de la muerte, pe dad á ' presencia vuestra , señor ? preguntó netró hasta el alma helada del jóven . En el criado del carcelero. " watonces levantó lentamente la baldosa con Por supuesto , 'y daos prisa que no su cabeza y arrojó una investigadora mi puedo estar todo el dia en este cuarto . Trada dentro del cuarto : este estaba vacío . Oyerónsepúevas idas y venidas, 'un Dantes salió de la galería . . i momento después llegó a los oidosde Dan , ito . XX . tes un ruido cual si restregasen lienzo cru - EL CEMENTERIO DEL CASTILLO DE IF . dó, 'crujió el tablado de la cama, sono so - Encima de la cama , echado a lo largo bré las baldosas el pisar aplomado como elly debilmente iluminado por una claridad de un hombre cargado con un fardo y la tenebrosa que penetraba a través de la que lala ventana', se veía un saco de grueso lienzo cama crujió de nuevo bajo el pesoso que Flá través de cuyos pliegues se dibujaba con oprimia . " Hasta la noche, dijo el gobernador. ffusamente una figura larga y envarada : unfélérase la última'mortaja de Faria ; mortaja t - ¿ Se le dirá alguna misa ? pregun decir de los llaveros, costaba muy al que uno de los oficiales. , - Es imposible , contestó el goberna- poco. Así que , todo habia concluido : una dor. El capellan del castillo me pidió ayer| separaciðn 'material existía ya entre Dan permiso para hacer una escursion de ocholtes'y su anciano amigo; no podia ver aque dias á Thiers. Le respondí de mis presos llos ojos que habían quedado abiertos co durante todo ese tiempo; si el pobre abate mo para continuar mirando aun despues no se hubiese precipitado tanto hubiese te - de la muerte , no podia ya apretar aque lla miano industriosa que habia levantado I :) nido su Requiem . i Bah ! : bah ! dijo el médico, con esa el velo que cubria las cosas ocultas. Faria . impiedad familiar a todos los de su profé-Jel útil, el buen compañero á quien se ha sion ; era eclesiástico, Dios tendrá en cuen bia adherido ' tan intimamente ino existía ta su estado , y no dará á los infiernos el ya sino en sus recuerdos! Sentose enton ' ces al borde de aquel terrible lecho y se ruin placer de enviarles un cura . Una carcajada subsiguió á tan tonta bu - sumergió en una sombría y amarga me fonada. Durante este tiempo continuaban lancolía.. 1 ; Solo !'; había quedado solo l ; habia Hasta la noche : repitió el gobernador de nuevo caído en el silencio , y se encon amortajando. trabá frente á frente de la nada! |Solo ! cuando se hubo concluido. . - A qué hora ? preguntó el criado dell; sin la presencia , sin oir la voz de aquel carcelero , ser humano que le habia retenido en la . 33 130 ALBUM tierra ! No le seria muchomejor que, co -ll - Ohi ,Oh ! murmuró, ¿ quién me mo Faria, fucse á pedir á Dios el enigma|infunde tales ideas? ¿seréis vos, Dios mio? de su vida antes que pasar por la lúgubre Puesto que solo los muertos salen libres puerta de los sufrimientos! La idea del de aquí, ocupemos su lugar. suicidio combatida por su amigo, espulsa - | Y sin dejarse tiempo para desistir de tal da por su presencia aparecióse de nuevo determinacion , dirijióse al horrible saco , entonces como una fantasma cerca el ca- descosiólo con el cuchillo que Faria habia dáver de Faria . hecho, sacó del saco el cadáver, lo llevó á - Si me fuese posible morir , dijo , iria su cuarto, lo metió en su cama, cubrió su á donde él va , y de fijo nos encontraria - cabeza con un harapo de lienzo cualacos.' . mos. ¿ Pero cómo morir ? nada mas fácil, ſtumbraba él cubrirsela , abrigóle con su añadió riéndose . Me quedaré aquí y arro - manta , besó por última vez aquella frente jándome sobre el primero que entre , le helada, probó de cerrar aquellos ojos re ahogo, y despuesme guillotinan . beldes que continuaron abiertos y horro Mas como sucede en los grandesdolores, rosos por cuanto faltaba de ellos,la espre así como en las grandes tempestades el sion , volvióle de cara á la pared a fin de abismo se encuentra entre dos montañosas que el llavero al llevarle la cena , creyese olas , Dantes retrocedió a la idea de una que estaba acostado como acostumbraba • muerte tan infamante , y de una estremada hacerlo muy á menudo ; volvió á entrar -desesperacion cayó en una ardorosa sed en el pasadizo, acercó la cama a la pared, de vida y de libertad . , Jentró en el otro cuarto , sacó del armario - Morir ! ó nó , esclamó; no valdria la aguja y el hilo , se despojó de sus an la pena de haber vivido tanto tiempo , de drajos para que se sintiera por defuera el haber sufrido tanto para morir ahora. contacto de las carnes , deslizóse en aquel iMorir ! eso era bueno cuando ya estaba saco desvencijado , situóse en la posicion resuelto á ello , pero han pasado ya mu - que tenia el cadáver, y recosió por dentro chos años , al presente seria contribuir a las costuras descosidas. Si por desgracia agravar mimisera suerte. No ; quiero vi- alguien hubiese entrado en aquel momento vir ; no, quiero luchar hasta el último es - habria podido oir los vigorosos latidos de tremo; no, quiero reconquistar esa dicha su corazon . que me han arrebatado. Me olvidaba ya Dantes hubiese ' podido esperar hasta que antes de morir tengo que castigar á despues de la visita de la tarde, mas te mis verdugos y ¿ quién sabe si tal vez ten- nia miedo de que hasta entonces el gober dré algunos amigos que recompensar ? Pe- nador no cambiase de resolucion y man ro me han dejado hasta ahora aquí olvi-||dase retirar el cadáver. Entonces se des dado y no saldré del calabozo sino como vanecia su última esperanza. En todo caso Faria . fracasando su plan quedaba preso del mis A estas ideas Edmundo quedó inmóvil, momodo. Hé aquí su proyecto . con la vista fija cual un hombre á quien Si durante el tránsito los enterradores ocurre una idea repentina , pero que le jechaban de ver que conducian un cuerpo espanta solo el considerarla . Levantóse delvivo en vez de un cadáver, Dantes no les improviso , llevó su mano á la frente cual , si estuviese poseido de un vértigo, dió dos daba tiempo para que se cerciorasen de ello ; ó tres vueltas por el cuarto , y volvió a pa - de una vigorosa cuchillada abria el sacode rarse frente la cama... i arriba abajo, y aprovechándose del terror 131 que esto infundiria , escapaba ; si tratabanguno en el castillo, y Dantes creyó ya que ALBUM . de detenerle , se valdria delmismo cuchi- habia escapado á este primer peligro. Era Ilo . Si le conducian hasta el cementerio y esto un buen augurio . En fin , alaproximar le depositaban en una hoya, se dejaría cu- se la hora indicada por elgobernador oyé brir de tierra ; luego cuando fuese de no- ronse pasos en la escalera . Edmundo viendo che á penas los sepultureros habrian vuel- ya llegado el crítico momento llamó en su to las espaldas, se abriria paso á traves de ausilio todo su valor; al retener el aliento, la tierra recien movida y escaparía: con- se hubiese considerado feliz de poder con fiaba en que la capa de tierra que le cu- tener igualmente las precipitadaspulsacio briría no sería tanta que no pudiese levan - ues de sus arterias. . tarla . Si se engañaba ; si por el contrario Paráronse los que venian á la puerta ; de lo que se creia , la tierra peșaba dema- los pasos eran dobles lo que indicó á Dan siado moriria sofocado y en este caso tantes que eran dos los sepultureros que ve n an á buscarle . Su suposicion se trocó en Dantes no habia probado bocado desde certeza cuando oyó el ruido que hacian al el dia anterior, pero por la mañana no dejar en tierra las angarillas. Abrióse la habia pensado en ello siquiera , niaun aho- puerta , una luz velada llegó hasta los ojos ra se acordaba tampoco. Su posicion era de Dantes ; a traves del lienzo que le cú muy dificil para entretenerse en pensar bria , vió acercarse dos sombrasá su cama. otra cosa . El primer peligro que corria Un tercero se quedó en la puerta , tenien Dantes , era que el carcelero , al traerle lado en su mano un farol de ronda. Cada to mejor : ; todo concluido ! cena sobre las siete de la noche echase de uno de los doshombres que se habian acer ver la sustitucion verificada. Felizmente cado a la cama cojió el saco por uno de mas de veinte veces , ya por misantropía ,||sus estremos . ya por cansancio , Dantes habia recibido - Mucho pesa para ser tan viejo y flaco , al llavero metido en su cama, y en taldijo uno de ellos levantándole la cabeza . caso por lo comun aquel hombre dejaba - Dice que cada año aumenta de me el pan y la sopa sobre la mesa retirándosedia libra el peso de los huesos ; añadió el sin hablar palabra. Pero esta vez podia el otro cojiendole por los pies. carcelero faltar a la costumbre de su callar habitual, dirijir la palabra á Dantes , y - Le has atado ya la cuerda ? – Muy animal sería en cargar con ese viendo que no contestaba acercarse á la ca -lipeso inútil, dijo el segundo , ya se la ataré Jallá abajo. ma y descubrir el pastel. Alaproximarse la horade las siete comen-| -- Tienes razón, vamos pues. zaron las verdaderas angustias : apretando - ¿ Para qué esa cuerda? se preguntaba con su mano el corazon trataba de conte - Dantes. ner sus latidos , mientras con la otra en - Trasladaron el supuesto cadáver desde jugaba el sudor de la frente que se desli. Na cama á las angarillas . Edmundo se pu zaba por las sienes; de vez en cuando le so tieso á fin de desempeñar mejor su pa entraban calofrios que recorrian toda la pel, y el cortejo fúnebre alumbrado por estension de su cuerpo , y le comprimian el hombre del farol que marchaba delan el corazon como en un helado torno. En - te , subió las escaleras. De repente sintió tonces creia morir de veras. Pasáronse las bañado su cuerpo con el fresco y húmedo horas sin que se observase movimiento al-laire de la noche. Esta fué una sensacion 9 . 132 i Li r enti ALBUM .... . . . ". . . súbita , en que el placer y las angustiasjade está situado el castillo , llegabá mas . se disputaban la primacia : Los conducto - distinto á los oidos de Dantes a medida que seen on res anduvieron coino veinte pasos , luego se adelantabán . ', " i se pararon y dejaron en el suelo- las anga- l - Maldito tiempo! dijo uno de los con rillas. Uno de ellos se alejó y Dantes oyójductores. 1 S . sus herrados zapatossonar sobre el empe- | -- Si, el abate corre riesgo de'mojarse , drado. . . dijo el otro y soltaron una carcajada. " ; . . vs . - En donde estoy ? -dijo para sis Dantes no penetró el sentido de esta bu - ¿ Sabes que no es muy ligero ? dijo fonada , pero se le erizaron los 'cabellos. el que habia quedado cerca de Dantes , | - ; Bueno ! ya hemos llegado : dijo el sentándose en el borde de las angarillas. Horimero. ' Elprimerimpulso de Dantes fuéde huir; - Mas allá , mas allá , añadió el otro;'ya mas felizmente logró contenerse. inno sabes que el último se quedó á mitad de Alúmbrame, animal; dijo aquel delcamino , estrellándose contra las rocas y los conductores que se habia alejado , ó que el gobernador nos dijo aldia siguiente sino jamas encontraré lo que busco . " Ioue eramos unos holgazanes. Caminaron pues cuatro ó cinco pasos El hombre del farol obedeció á tal in - vitacion aunque tan poco cortés. ' isim as, sienipre subiendo ; luego sintió Dan : -- ¿ Qué diablos buscan ? se preguntó de tes que le cojian por la cabeza y por los nuevo Dantes ; algun azadon sin duda . Upies y le bamboleaban . Una esclamacion de alegria indicó quei . gucleo U no! dijeron los enterradores, ¡dos! el enterrador habia encontrado lo que bus-litres : Wil Y al propio tiempo vióse en efecto Dan En fin , dijo el otro , pero no ha sido tes lanzado en un enorme vacío , atrave sin trabajo . . ... .. sto in unpisando el aire como'un pájaro herido, ca - Si, contestó éste , pero nada habrá yendo siempre con un terror que le hela perdido en esperar. ' ' sil . ba el corazon. Aunquealgun objeto pesado Al decir estas palabras se acercó á Ed - precipitaba su caida , lé pareció que esta mundo à quien pareció que el otro dejaba duraba un siglo . En fin , con un ruido es en el suelo un cuerpo pesado y sonoro : pantoso 'entró como una flecha en un agua en el mismo instante una cuerda sujetó tan fria que le hizo arrojar un grito sofo sus pies con viva y dolorosa presion . cado instantáneamente por la inmersion . - Vaya ; está ya atada la cuerda ? pre- || Dantes habia sido lanzado almará cuyo guntó el enterrador que se mantuviera pa- fondo le conducia la bala de a treinta 'y sivo . " " seis sujeta á sus pies. Elmar es el cemen caba . Y bien atada, dijo el otro, yo res- terio del castillo de If. pondo . o . in omni verden sein. . . . En este caso , vamos andando tell Y levantando las angarillas continuaron su camino. i is . : . XXI. - Brincones LA ISLA DE TIBOULEN . .. wsky Dantes sobrecojido, cuasi sofocado,tuvo is buite con todo bastante serenidad para rétener Caminaron como unos cincuenta pasose| la respiracion y , como su mano derecha,! luego se pararon para abrir una puerta , prevenido como estaba a todo evento , ém -- y siguieron andando : el ruido de las olas puñaba el cuchillo , de una cuchillada rajó estrellándose contra las rocas sobre las el saco, sacando primero un brazo y des ALBUM . 133 pues la cabeza ; pero luego, como a pesar Cuando apareció de nuevo en la super de susmovimientos para cojer la bala, ob - ficie delmar habia desaparecido ya el fa sérvase que continuaba sumerjiéndose á rol. Erale preciso calcular : De todas las toda prisa , arqueó su "euerpo en busca de islas que rodeaban al castillo de If , la de la cuerda que sujetaba sus tobillos , y por Ratonneau y la de Pomeque eran las un esfuerzo sobrehumano la cortó preci- mas cercanas , pero una y otras están lia -samente en eliostantemismo en quenopo bitadas; tambien lo está la isleta de Dau dia ya resistirmas la sofocacion. Entonces, me. Las únicas islas que podian ofrecer dando un vigoroso empuje, remontó librelle mas seguridad eran las de Tiboulen ó á la sup? rficie del mar, mientras que la Lemaire; pero estas distan una legua del bala conducia á profundidades desconoci- del castillo de If, mas apesar de ello Dan das el grosero tejido que habia constituidotes resolvió abordar á una de las dos.¿ Pe su mortaja'. Dantes no hizo mas que res- ro como habia de hallar esas islas á me.. pirar y se 'sumerjió por segunda vez; por- dia noche mientras aumentaba por mo que la primera precaucion que debia tomar mentos la oscuridad á su alrededor? Reparó entonces en el Faro de Planier , quebrillaba era evitar el ser visto . Cuando reapareció por segunda vez,es- cual una estrella . Dirigiéndose en dere taba ya á cincuenta pasos por lo menos chura á ese Faro dejaba la isla de Tibou del punto de su caida: vió sobre su cabeza |len un poco a la izquierda , debia pues un cielo oscuro y tempestuoso , de cuya inclinándose á este lado encontrar la isla superficie barria el viento con rapidez las en su camino. Pero , como hemos dicho nubes, descubriendo alguna que otra vez ya, distaba una legua por lo menos del un pequeño punto 'azulado en que brillaba castillo de lf. una estrella . Delante de su vista se esten - Con frecuencia , en la prision le habia dia la lóbrega y bramadora llanura cuyas |dicho Faria al jóven al verle abatido y de olas empezaban á borbotar 'como cuando sanimado . « Dantes , no os entregueis á se acerca la tempestad ; mientras que á su « esa molicie , si cuando trateis de huir no espalda, mas negro que el mar,mas oscuro « habeis sabido mantener vuestras fuerzas que el cielo , se elevaba cual un fantasmaf« indispensablemente os ahogareis.» Bajo amenazador el gigante de granito , cuya la molesta y salada ola , aquellas palabras sombrio remate parecia un brazo tendid ofherian los oidos de Dantes, y entonces so v pronto á cojer la presa. Sobre la roca apresúraba á remontar y hendir las aguas mas elevada habia un farol que alumbra- |para ver si efectivamente habia perdido ba á dos sombras. Parecible que aquellas algo de sus fuerzas; esperimentando gozo dos sombras se inclinaban sobre el mar so que su forzada inaccion en nada las ha con inquietud. En efecto , los exóticos se- bia disminuido , conociéndose aun dueño , pultureros debian haber oido el grito que del elemento en que de niño cuasi se cri. arrojó al atravesar el espacio . Dantes sera . A mas de esto, elmiedo, ese atroz pers sumergió de nuevo y adelantó un largo seguidor , redoblaba el vigor de Dantes . trecho nadando entre dosaguas. Esta ma. Escuchaba , desde la cima de las olas , si niobra le era en otro tiempo muyfamiliar y le atrajera por lo comun en la ensena -|| percibia algun rumor ; cada vez que algu da delFaro, numerosos admiradores, quie- na le remontaba a una altura dominan nes muy a menudo le proclamaran elmas te su rápida mirada investigaba el hori . Izonte visible y trataba de penetrar la opa hábil nadador de Marsella. 34 134 ALBUM . ca oscuridad. Cada ola mas elevada que dujo la mano y sintió una resistencia ; de. las otras le parecia una lancha que le per- jó ir á fondo la otra pierna y tocó tierra ; seguia , y entonces redoblaba sus esfuerzos conociendo entonces cual era aquel objeto que le alejaban de aquel punto , no hay que tomára por una nube. A veinte pasos duda , pero cuya repeticion debia gastar de distancia se elevaba una masa de rocas . de caprichosas formas que cualquiera to Continuaba empero nadando , dejando maría por un inmenso hogar petrificado muy pronto sus fuerzas. el terrible castillo sumerjido en el vapor en el momento de su mas viva combus nocturno , no podia divisarlo , pero siem - tion . Esta isla era la de Tiboulen . pre le sentía encima de sí. Pasóse una ho - Dantes se puso de pié : adelantóse algu ra en la que Dantes, exaltado por el grato nos pasos y se arrodilló dando gracias á sentimiento de libertad que se apoderára Dios sobre esas puntas de granito que le de su espíritu continuó hendiendo las olas parecian ahora mas blandas que no lo ha en la direccion que se habia propuesto. bia sido jamas para él la mas muelle ca – Vaya , se decia , muy luego habrá ma. Despues , apesar del viento , apesarde una hora que nado , pero como el viento la tempestad , apesar de la lluvia que em es contrario he perdido un cuarto. Con pezaba a caer, rendido de fatiga, se dur todo , a menosque me haya equivocado de mió con ese delicioso sueño del hombre direccion , no debo estar ya lejos de Ti- cuyo cuerpo se entorpece , pero cuya al boulen . Pero, ¿ si me he engañado ? ma vela con la posesion de una dicha in Un calofrio recorrió el cuerpo del na- esperada. Al cabo de una hora Edmundo dador. Probó por un instante de mante - se dispertó al retumbo de un inmenso true nerse quieto y estendido á flor de agua no; la tempestad se habia desencadenado para poder descansar, pero la mar se iba en el espacio y conmovia el aire con su alborotando mas y mas, echó luego de ruidoso vuelo . De vez en cuando un rayo ver que ese único medio de descanso con descendia del cielo cual una serpiente de que habia contado era imposible. fuego iluminando las aguas que se em - Pues bien , se dijo , sea ; iré nadando pujaban unas á otras cual las olas de uu hasta que mas no pueda , hasta que misinmenso caos . brazos se doblen de fatiga , hasta que se Dantes con su perspicaz ojeada de ma enrampen mis piernas , hasta que los ca - rino, no se habia equivocado; habia abor lambres invadan micuerpo ; entonces me dado a la isla de Tiboulen . Sabia ya que iré á fondo . Jera árida, desierta y que no podia ofrecer Y se puso de nuevo á nadar con la fuerzala menor guarida. Pero aplacada la tem y aliento de un desesperado. De pronto le pestad , contaba lanzarse otra vez al agua pareció que el cielo ya de si oscuro se en y pasar á nado á la isla de Lemaire , no negrecia mas, que una nube espesa , pesada menos árida que aquella pero al menos y compacta se adelantaba hácia él; al pro- mas grande y por lo tanto mas hospitala pio tiempo sintió una fuerte contusion enria. Una roca medio desplomada ofreció á la rodilla . La imaginacion con su incalcu - Dantes un momentáneo abrigo, en ella se lable velocidad , le hizo parecer que aquel refugió y cuasi en el mismomomento es choque habia sido el de una bala y que talló la tempestad con todo furor. Edmun iba á sentir muy pronto la esplosion del do sentia retemblar la roca bajo la que se fusil ; pero esta no se oyó ; Dantes intro -Icobijaba , las olas estrellándose contra la ALBUM . 135 base de la gigantesca pirámide rebotaban batada á las sombrias tinieblas que enca hasta él. A pesar de la seguridad en que potaban el cielo , semejante á esos grandes estaba, en medio de aquel espantoso rui- pájaros blancos que se diseñan en las ne do , en medio de los fulgurantes relámpa- gras nubes. gos se veía presa de una especie de vérti- Al propio tiempo se oyó un crujido hor go ; parecíale que la isla retemblaba bajororoso , llegando hasta Dantes confusos gri sus pies y que de un momento a otro iba, ſtos de agonía ; aferrado como una esfinge como un buque anclado, á romper los ca- já sų roca situada sobre un abismo, un bles y arrastrarle al medio de aquel in - nuevo relámpago le patentizó el pequeño menso torbellino. Entonces recordó que ha- bastimento destrozado y entre sus restos cia veinte y cuatro horas que no habia |asomaban cabezas con rostro desesperado, probado bocado : tenia hambre , tenia sed. brazos suplicantes tendidos al cielo : luego Dantes tendió las manos y sacó la cabeza volvió a quedar todo oscuro ; tan terrible y bebió agua de la tempestad en un hue - espectáculo habia durado tan solo lo que un relámpago. co de la roca . Alincorporarse, un rayo que parecia ra- Dantes se precipitó á la resbaladiza pen jar el cielo hasta los piesdel trono esplen -||diente de las rocas , con peligro de caer dente de Dios, iluminó el espacio. A su se á la mar. Miró , escuchó pero no vió fulgor vió Dantes , entre la isla de Lemai-lni oyó nada : ya no mas gritos , ya re y el cabo Croiselle , á un cuarto de le -||no mas lamentos humanos ; la tempes gua distante aparecer como un espectro , tad sola , ese gran espectáculo que nos deslizándose de la cima de una onda á lal]dá Dios , continuó haciendo bramar los profundidad de un abismo , un peque - vientos y convirtiendo en espuma las ño barco pescador arrebatado a la vez jolas. Poco a poco fué disminuyendo el por elhuracan y por las olas. Un segun - viento que despejó el cielo arrastrando á do despues á la punta de otra ola rea -||Occidente grandes nubarrones cenicientos pareció el fantasma acercándose con es- detenidos, por decirlo así, por el huracan . pantosa rapidez. Dantes quiso gritar, bus |Reapareció en el cielo su azulada capa có algun giron de lienzo que poder agitar sembrada de festrellas mas brillantes que en el aire para demostrarles que se iban álmunca : á poco rato , hacia el Este, apare estrellar ; pero ellos no lo necesitaban por- ció en el horizonte una brillante larga faja que conocian bien, el peligro . A la luz rojiza formando en el ondulaciones de azul de otro relámpago el joven vió cuatro hom - oscuro; empezaron á colorearse de amari bres aferrados a los mastiles y gruesos ca-||llo las olas, un súbito resplandor recorrió bos ; el quinto se mantenia agarrado á la sus crestas cambiándolas deblancas en do barra del timon . Aquellos hombres á quie- radas. Era de dia . . nes él veía , le vieron tambien probable- Dantes permaneció mudo é inmóvil en mente , porque llegaron á sus oidos gritos vista de tan gran espectáculo , como si le desesperados, conducidos por una silvante presenciára por la vezprimera : y en efecto , ráfaja ; debajo del mastil quebrado cual despues de tanto tiempo como estuviera en una caña, chasqueaba al aire con precipi-l|el castillo, lo habia casi olvidado. Dirigió tados movimientos una vela hecha giro - susmiradas a la fortaleza , interrogando á nes . De repente las ligaduras que aun la la vez con una ojeada circular á la tierra retenian se rompieron y d sapareció arre- ly á la mar. El sombrío castillo salia del : 136 " ALBUM . seno de las olas con la imponente mages- conocer por una tartana genovesa en la tad de las cosas inmóviles, que parecen vi- kínea medio oscura aun de la mar. Venia gilar y mandar a la vez. Podrian ser las del puerto de Marsella y se iba internando, cinco de la mañana : elmar, continuaba en levantando rutilante espuma con su agu calma!' Dentro dos o tres horas; se dijölda proa que abria mas fácil camino a sus Edmundo , entrará el llavero en mi củar- anchos costados. htrará el llaverhoras, se dijo devantando ruti to , encontrará el cadáver de mi pobre) - iOh ! esclamó Edmundo ; i pensar - amigo', lo reconocerá , me buscará en va - que dentro de media hora me habria reu . lio y 'alarmará el castillo ; entonces encon - nido á ese buque , si no temiese que me ' trarán el agujero de la galería : se pregun fastidiáran á preguntas; me reconocieran tará á los hombres que me lanzaron al como á fujitivo y condujeran á Marsella ! · mar y que"probablemente oyeron el gritol:que haré? &que les diré? ¿que fábula que arrojé:Desde luego se destacarán lan - inventar cuya'falsedad no conozcan ? Esas ehas llenas de gente armada en busca del gentes son todas contrabandistas, semi-pi desgraciado fugitivo que están seguros no ratas. Bajo el pretesto de hacer el comer puede hallarse muy lejos . El cañon ad- cio de cabotaje, piratean las costas: prefe vertirá á toda la costa que deben guardar- rirán venderme á hacer una buena accion se de dar asilo á un hombre que encon - que les seria 'estéril. Esperemos . trarán errante ,desnudo yłmuerto de ham Pero esperar es imposible , memuero de bre . Se pondrán en movimiento todos los hambre ; dentro algunas horas las pocas espías y esbirros de Marsella que recorre- fuerzas que me quedan se habrán abatido: rán la costa interin el gobernador del cas-lademas la hora de la visita se acerca ; 'no tillo de If recorrerá elmar. Entonces per- han tocado ann diana, tal vez no pongan seguido en el agua, circunvalado en tier- en duda lo que les dire, puedo suponerme ra, ¿ qué haré? tengo hambre, tengo frio; un marinero de ese bárquichuelo que se he arrojado el cuchillo salvador porque ha 'estrellado esta noche ; està fábula no me molestaba para nadar; estoy á la mer dejará de tener 'grandes visos de verdad , ced del primero que quiera ganar veinté nadie vendrá á contradecirme, todos están francos presentándome á las autoridades;|bien muertos , vamos pues. yo no tengo ya ni fuerzas, ni ideas, ni re- Y al decir 'estas palabras, Dantes dirijió solucion. ; Oh ! ¡ Dios mio ! ¡ Dios mio la vista al punto en que se estrellára el Ved si he sufrido bastante y si podeis ha - barquichuelo, y se estremeció . En la punta cer por mí, lo que nome hallo yo en dis de una roca habia quedado encajado el posicion de hacer. gorro frigio de uno de los marineros'nau En el instante en que Dantes, sumido| fragados, y por alli flotaban algunos ma en una especie de delirio ocasionado por deros de la quilla , vigas inertes que la mar la falta de fuerzas y la debilidad de su cé- arrojaba y arrastraba de nuevo consigo al rebro , pronunciaba tan ardiente plegaria , pié de la isla que batia cual impotente dirijiendo sus ansiosas miradas al castillo ariete. de If, vió aparecer á la punta de la isla . En un instante tomó Dantes una réso Pomeque , asomando su vela latina en ellllucion : arrojóse de nuevo al mar, nadó en del gorro con el que cubrió su ca horizonte y parecido á una gaviota volan - busca beza , asióse á uno de los maderos, y ende do á flor de agua, un pequeño buque, que rezó su rumbo á salir sobre la línea que solo el ojo avizor de un marino podia re -Idebia correr el buque descubierto . ALBUM . 137 :- Por ahora estoy salvado , murmuró,fpié sobre elagua, ajitando su gorro y ar y esta conviccion le prestó nuevas fuer- rojando uno de esos lamentables gritos que Jacostumbran los marineros cuando se ven No tardó mucho en apercibir con toda en un peligro ,'y que parecen los planidos 'zas. claridad la tartana que teniendo viento de alguu génio del mar. contrario , se adelantaba bordeando entre Entonces le vieron y oyeron . La tartana el castillo de If y la vuelta de Planier . Un suspendió la maniobra y enderezó la proa momento despues temió Dantes que en vez hacia él ; al propio tiempo vió cual se pre de arrimarse á la costa se. internaba marparaban á echar el bote almar, y un ins adentro, conio lo hubiera él verificado, si tante despues , guiado por dos individuos por ejemplo hubiese ido con destino à la se dirijió hacia él, batiendo las olas con su isla de Córcega ó á la Cerdeña; pero en el doble remo. Dantes soltó entonces elma modo de maniobrar, échó de ver el nada- dero de que creia no tener ya necesidad y dor que lo que deseaba era pasar , cual nadó vigorosamente para ahorrar la mitad acostumbran los buques que vienen de Ita - del camino a los que venian por él; pero lia , por entre la isla de Faros y la de Ga-fel nadador habia contado con unasfuerzas laseraigne. de que carecia , y conoció toda la utilidad Con todo : el buque y elnadador fueron que reportára de aquel pedazo de tabla que aproximándosè insensiblemente : en unade flotaba ya abandonada à cien pasos de sus bordadas , la tartana llegó á un cuarto distancia . Sus brazos empezaron á enva de legua distante de Dantes. Irguióse esterarse; á perder su flexibilidad las piernas ; cuanto le fué posible sobre las ondas aji- susmovimientos á ser mas tardíos y des tando la gorra en señal de apuro, pero na - arreglados, su respiracion se hizo traba die le vió á bordo del buque que de nuevo josa. . . emprendió otra bordada: Dantes pensól Arrojó un segundo grito , y los remeros gritar, pero midió con la vista la distancia redoblaron su enerjia gritando uno de ellos jy conoció que su voz no llegaria , basta ellen italiano ; « jánimo ! » Esta palabra la buque , arrebatada por la brisa y confun -lloyó en el mismo instante en que una ola dida con el ruido de las olas. Entonces fue que no habia podido evitar , pasaba sobre cuando se felicitó por su prevision en ar-||su cabeza cubriéndole de espuma. marse de aquel madero . Debilitado comoll Reapareció batiendo las aguas con esos estaba, no hubiera talvez podido sostener - desesperados y desiguales movimientos de que sese ahogan anoge : lanzó un tercer grito y tartapa losos que sey mucho á flor de agua hasta alcanzar la tartana menos, si como era muy posible sintió cual se hundia en el mar , como si pasaba aquella sin verle , hubiera podido vese aun sujeta a sus pies la mortal ba ganar las costa . Aunque estaba Dantes la . Cubriólo el agua la cabeza y á su tra persuadido de la ruta que llevaba el bu - vés vió el cielo livido con manchas negras. que siguióle ansioso con la vista hasta un esfuerzo violento le remonto de nuevo tanto que le vió amainar. y de nuevo en la la superficie Eptonces le pareció que le derezar su rumbo hacia él. Entonces ade- asian por los cabellos; y luego ya no vió lantóse para salirle al encuentro, pero an - nada, nada oyó, pues se habia desmayado. empezó ael Cuando los ojos, abrió los tes de que llegáran á juntarsese empezó Cuando abrió ojos Dantes se encontró buque á virar. Entonces Dantes , haciendo sobre el puente de la tartana que continua un estremado esfuerzɔ, levantóse cuasi de'ba su camino ; su primer mirada fué ver 1:38 A1307 . que direccion seguia :continuaba alejándo -luno de vuestrosmarineros me agarre de se del castillo de lf. los cabellos . . Estaba Lantes tan aniquilado que la es- - Ese era yo, dijo un marinero de rose . clamacion de alegria que se le escapó fuéjſtro franco y placentero , limitado por po interpretada por un suspiro de dolor . Co- bladas patillas negras; ya era hora , pues mo hemos dicho ya estaba tendido sobre los ibais á fondo . el puente : un marinero le frotaba losmiem - - Si, le dijo Dantes alargándole la ma bros con una manta de lana; otro en quien no , si amigomio , y os doy por ello las reconoció al quele habia gritado « ánimo»ſgracias segunda vez . de introducia en la boca elestremo de una – A fe mia , dijo elmarinero , que estu calabaza ; un tercero , marino viejo , que ve un momento indeciso con tsa barba de desempeñaba a la vez el cargo de piloto y seis pulgadas de largo y vuestros cabellos el de patron , le:miraba con ese sentimien - de mas de un pié ; teneis masel aspecto de to de egoista piedad que esperimentan en un pícaro consumado que de un hombre general los hombres por aquellas desgra - de bien . cias de que escaparon la víspera ó que pue lantes recordó entonces que en efecto den acontecerles al siguiente dia. Algunas desde que le encerraron en el castillo de gotas de rom que contenia la calabaza rea - If no se habia cortado el pelo ni afeitado la nimaron eldesfallecido ánimo del jóven , barba. mientras que las fricciones que el marine - - Si, dijo , es un voto que hice á Nues ro de rodillas á su lado continuaba hacién -itra Señora del Pie de la Gruta en un mo dole con la lava devolviau la elasticidad á mnento de peligro , de pasar diez años sin sus miembros. cortarme los cabellos vi la barba. Hoy es - ¿ Quien sois le preguntó el patron pira mi voto y poco ha faltado sino mehe lanegado para celebrar el aniversario. . --- Soy, contestó Dantes en malitaliano , - ¿ Y ahora que haremos de vos ? pre un marinero maltés; veniamos de Siracu- guntó el patron . sa cargados de vino. La tormenta de esta -- Lo que vos querais, contestó l'antes , pasada noche nos ha pillado frente el cabo el falucho que montaba se ha ido á pique Morgion y nos ha estrellado contra aque-fly el capitan ha muerto . Como veis he es las rocas que veis allá. . ||capado por milagro de la misma suerte , - ¿ De donde venis ? Ipero absolutamente desnudo . Felizmente en mal francés. - De aquellas rocas, en donde tuve la soy buen marinero. Dejadme en el primer suerte de aferrarme mientras que nuestro puerto á que arribemos que no me faltará pobre capitan se estrellaba en ellas la ca- colocacion en algun buquemercante . beza. Mis tres compañeros se han anega- - ¿ Conoceis el Mediterráneo ? do. Creo que soy el único que ha quedado - Navego en él desde niño. vivo; divisé vuestra einbarcacion y teme- - ¿ Conoceis los buenos fondeaderas? roso de tener que esperar mucho tiempo . -- Hay pocos puertos , aun los masma eu aquella isla salvaje y desierta , me ar - los , cuyas entradas no conozca pudiendo riesgué á venir á alcanzaros asido á un rés salir de ellos con los ojos vendados . S- rinero - Pues , decid patron , dijo ,elma to de nuestro buque. Ahora os doy las gragritára ánimo que bien á Dantes si el cias, continuó Dantes, porque me habeis camarada dice verdad, ¿qué inconvenien salvado la vida; era yo ya perdido cuandollte hay en que se quede con nosotros? ; ALBUM . 139 - Tienes razon , si dite verdad , dijo el — ;Bravo! esclamó el patron. patron indeciso ; pues que en el estado en que se encuentra ese pobre diablo se suele - i Bravo ! repitieron los marineros. Y todos dirijieron su vista con admira prometer mucho para cumplir luego muy cion á aquel hombre en cuya mirada des poco . llcubrieron la inteligenc.a y en su cuerpo un . - Cumpliré mas de lo que oshe prome- vigor que estaban lejos de suponer en él. tido , dijo Dautes. | - Ya veis, dijo Dantes dejando la caña - ; Oh ! ¡oh ! añadió el patron riendo, del timon, que podria serosdealguna uti ya lo veremos. lidad durante la travesía por lo menos ; Cuando querais, repuso Dantes levan - si no necesitais de misservicios en Liorna , corriente : entoncesme dejais alli y demis tándose, į á donde os dirijis ? - A Liorna . primeras mensijalidades os reembolsaré - Pues, ¿porquéen vezde ir bordeando mi alimento y los vestidos que tengais á lo que os hace perder un tiempo precio - bien prestarme. so , no cargais la vela segun el viento ? - ¿ Está bien ! ¡está bien !dijo el patron ; -- Porque iríamos á parar en derechura podremos entrar en arreglos si son razo . nables. á la isla de Rion . - Pasareis lo menos á veinte brazas dell -- Un hombre vale tanto comootro cual quiera , dijo Dantes , lo que deis á los ca ella . . - Tomad pues el timon , dijo el patrou , maradas eso me dareis y estamos cor y dadnos una nuestra de vuestra cien -frientes. cia . - Eso no es justo , dijo elmarinero que El jóven fué á sentarse junto al gober- habia sacado del mar á Dantes, pues que walle, se aseguró por un ligero movimien-- vos sabeis mas que nosotros. to de si el buque cedia con facilidad , yll - ¿ Y quién te manda á ti meterte en viendo que sin ser de los mas finos no lo que no te importa , Jacopo ? dijo el pa dejaba de poder gobernarse bien di o : ſtron , cada uno es libre de ajustar los tra Htos que mas le convengan . - A los cruceros y bolinas. Los cuatro marineros que componian Jall - Esmuy cierto , dijo Jacopo , era tan tripulacion corrieron á su puesto , mien - solo una observacion que yo hacia . tras que el patron contemplaba la ma- | - Pues mira , mejor harias con prestar já este guapo muchacho que está en cue- . niobra . - Aballestad los cables, continuó Dan- ros, un pantalon y una camisola , si tienes tes. Losmarineros obedecieron con bastantel precision . - Ahora , amarrad . alguna para mudarte . - No , dijo Jacopo , pero sí tengo una camisa y un pantalon. - Es todo lo que me falta , dijo Dantes; Esta órden se ejecutó como las dos pri- gracias amigo. meras, y la pequeña einbarcacion en vez . Jacopo se escabullo por la escotilla y de continuar las bordadas , comenzi á volvió a subir al instante con las dospren avanzar en direccion á la isla de Rion , das de ropa , que Dantes se vistió con in cerca la que pasó como dijera Dantes de- decible satisfaccion . jándola á estribor á veinte brazas de dis ; Os falta ahora algo mas? le pregun Iltó el patron . tancia . 140 ALBUM . . - Un pedazo de pan y otro sorbo denalle. Eltimonero complacido por que le aquel escelente rom que ya he probado , relevasen en sus funciones consultó con pues ha muchas horas que no he tomado una mirada al patror, quien le dió a enten pada. der con una señal de cabeza que podia en Habia en efecto cuarenta horas por lo tregar la caſa del timon á su nuevo' ca menos. marada. Dantes así situado podia mante - Trajeron á Dantes un pedazo de pan ner fija su vista en Marsella . y Jacopo le presentó la calabaza. . . - ¿ A cuantos estamos del mes ? pregun - La caña á babor , gritó el patron di- tó Dantes á Jacopo que habia venido a "rigiéndose al timonero . sentarse á su lado en cuanto perdieron de Dantes arrojó una inirada hácia elmis - višta el castillo de If. mo lado llevando a la vez la calabaza á la – A los 28 de febrero, contestó éste . boca , pero quedó á medio camino . . . - ; Ola ! dijo el patron , ¿ qué sucede en - ¿ De que año ? insistió Dantes. - j Cómo ! ¿ de qué año ? ¿me pregun "el castillo de If ? tais de que año ? En efecto , una blanca nube que habia --- Sí, repušo el jóven , os pregunto de ya llamado la atencion de Dantes, acaba- Ique año . , ha de aparecer sobre las baterías del Sud - ¿ Habéis olvidado el año en que es del castillo de If. Un segundo despues , el tamos ? ruido de una lejana esplosion vino á apa Que quereis , he tenido esta noche garse á bordo de la tartana . Los marine- tan gran miedo , dijo riendo Dantes, que ros levantaron la cabeza mirándose unosá ha faltado poco para no perder el juicio , Oros. pero lo que es mimemoria ha sufrido una - ¿ Qué significa eso ? preguntó el pa- perturbacion completa : os pregunto pues tron . . Wide qué año es este 28 de febrero ? - Que se habrá escapado algun preso - Del año 1829 dijo Jacopo . esta noche, dijo Dantes, y dan el cañonazo de alarma . Habia catorce años , dia por dia , que fuera presó Dantes; tenia diez y nueve El patron dió una mirada al jóven, que años cuando entró en el castillo de If; te al concluir estas palabras llevó á su boca nia trinta y tres cuando salia de él. Una la calabaza , mas le vió saborear el licor dolorosa sonrisa divágó por sus labios pre que aquella conteñia con tan calmosa sa - guntóse que habria sido de Mercedes du tisfaccion que si tuvo alguna sospecha estarante todo aquel tiempo en que ella tal no hizo mas que invadir su espíritu apa- vez le creyera muerto. Una llamarada de gándose en el momento . - Hé aquí un rom rabia avivó sus ojos al acordarse de aque endiabladamente los tres hombres causantes de tan larga y fuerte ; dijo Dantes enjugando con la man - cruel cautividad ; y renovó contra Dan ga de su camisa su frente chorreante de glars , Fernando Ỳ Villefort al juramento 'sudor. de implacable venganza que hiciera ya en - En todo caso ,murmuró el patron mila prision ; este juramento no era ya una rándole , si es él, tanto mejor porque he vana amenaza , porque entonces el mas adquirido un hombre inteligente velero buque del Mediterráneo no hubie Con pretesto de hallarse fatigado, Dan - ra podido alcanzar la pequeña tartana que tes pidió le permitieran sentarse al gober-há todo trapo se dirigia á Liorna. ' ALBUM . XXII: l'el que acababa de recibir á sui bordo era LOS CONTRABANDISTAS. el mismo á quien saludaban con una sal Ne habia aun pasado un dia Dantes álya , cual átlos reyes cuando entran y sa bordo que ya conocía el tráfico á que se len de una poblacion Esto le daba-menos dedicaba. Sin haber asistido á las leccio - cuidado,preciso es decirlo , que si el recien nes de Faria , el digno patrón de la Jóvenvenido fuese aduanero ; pero esta segunda Amelia , así se llamaba la tartana genove- suposicion desapareció bien pronto en vis .sa , hablaba bientó mal todos los idiomasta de la perfecta tranquilidad de su re que se hablan en torno del gran lago lla -f|cluta. mado Mediterráneo, desde el árabe al pro Edmundo tuvo pues la doble ventaja de venzal ; esto le facilitaba, dispensándole de saber quien era su patron sin que este su la necesidad de tomar intérpretes gentes piera quien era él. De cualquier lado que siempre importunas y algunas veces indis- le atacaran asi el viejo marino como sus cretas, en gran manera los medios de cocamaradas, estaba prevenido sin tener que municacion va con los buques que encon - acudir á generalidades , dando, abundan traba en alta mar, ya con los barquichue tes detalles de Nápoles y de Malta, que co los que se le acercaban salidos de las cos- nocia tansbien comoMarsella , mantenién tas frente a las que pasaban ; ya en fin con dose exacto en su įprimera narracion con esasgentes sin nombre, sin patria , sin oficio una seguridad que hacia honor á sú me conocido cuales hay todos los dias en los moria . Fué pues el genovés, apesar de su andenes de los puertos que viven por me sutileza , el que se dejó engañar por Dan dio de esos recursos misteriosos y desco- tes, en cuyo favor abogaban su afabilidad, nocidos que es preciso ' creer les vienen de su superioridad en la náutica y sobre todo la Providencia en derechura , por cuanto el mas discreto disimulo . Ademas , el ge no es posible conocer a simple golpe de novés,era tal vez como esos hombres de vistai ninguno de los medios de sui exis - talento que jamas saben lo que deben sa tencia . Conócese desde luego que Dantes ber y que no creen sino lo que les interes estaba á bordo de un buque contrabandis- sa creer. En este estado llegaron á Liorna: ta . De aqui es que el patron le recibió al Edmundo debia hacer alli una primera bordo con cierta desconfianza : era muy prueba ; la de saber si se reconocería á si conocido de todos los aduaneros de la cos- mismo despues de catorce años de no ha ta , y como entre estoscaballeros y éljuga- berse visto . Conservaba una idea bastante ban ardides losmas ladinos, creyó al prin exacta de lo que era cuando jóven , é iba cipio que Dantesera simplemente un emi- á ver lo que era despues de hecho hon sario de cloàa qabela , que empleaba tan in - bre . En opinion de sus camaradas se ha genioso medio a fin de penetraralguno de bia cumplido el voto : veinte veces habia los secretos del oficio'; pero la brillante||hecho anteriormente escala en Liorna prueba que hiciera Dantes de sus conoci-||donde conocia un barbero ', en la calle de mientos en el primer ensayo le disuadie - S . Fernando: a él pues se dirigió para que ron completamente : mas luego, cuando le cortára el pelo y le afeitára. El barbe vió flotar la leve humareda cual un rode- ro admiró en aquel hombre su largai ca te sobre las almenas del castillo de If , y bellera' y su espesa barba negra , que se oyó el ruido lejano de la esplosion , le ocur- parecia á una de esas hermosas testas de rió por un momento la idea de quetal vez |Ticiano . No era todavia moda en aquel 36 ALBUM iempo llevar la barba y " el pelo tan cre - redondeada y musculosa de las mismas, cidos : hoy dia un barbero se pasmaría de En cuanto a su voz , las plegarias, los so que un hombre dotado de tan grandes llozos y las imprecaciones la habian cam ventajas físicas consintiera voluntariamen- biado dándole ora un timbre de dulzu - ' te en privarse de ellas. El barbero liornés|ra particular , ora una pronunciacion du puso manos á la obra sin hacer observa - İra y cuasi ronca. Ademas acostumbrado cion alguna. . siempre a una luzdébil ó á una oscuridad Cuando hubo terminado la operacion , profunda , sus ojos habian adquirido esa cuando Edmundo sintió su barba entera -||singular facultad de distinguir los objetos mente despejada , cuando quedaron re- durante la noche , como los de la hiena ó ducidos sus cabellos á las ordinarias di-| del lobo. Edmundo al mirarse no pudo mensiones , mandó traer un espejo y se menos de sonreir : era imposible que su miró. Tendria entonces treinta y tres años, mejor amigo, si alguno le quedaba , le re como hemos dicho ya , y los catorce de conociera ; pues que el mismo no se co prision habian verificado un cambio total |nocia . en su fisonomía . Dantes entró en el casti-| El patron de la joven Amelia que tenia llo de If, con esa cara ingenua , afable y grandes diseos de conservar en su tripula placentera propia de los hombres dicho -||cion á un hombre del saber de Edmundo, sos que han dado sin tropiezo los prime- le habia adelantado algunas cantidades á ros pasos de la vida y que auguran del |buena cuenta de su parte en losbeneficios porvenir como una consecuencia natural||futuros y Edmundo las habia aceptado . de lo pasado. Todo habia cambiado. Su La primer diligencia asi que salió de la ca rostro oval se habia prolongado, su boca sa del barbero que acababa deoperar en él en que divagaba constantemente la sonri- aquella primera metamorfosis , fué entrar sa , habia adquirido esos trazos invariables en una tienda y comprar un trage completo y severos que indican la resolucion , sus demarinero . Este, como es sabido, es muy cejas se habian arqueado bajo una arruga sencillo ; compónese de un pantalon blan sola y meditabunda , dominaba su mirarco , camisa listada y un gorro frigio . Bajo profunda tristeza, de cuyo fondobrotaban esta nueva forma, y devolviendo á Jaco de vez en cuando los rayos sombrios de po la camisa y pantalon que le prestára , la misantropía y del odio ; su tez privada se presentó Edmundo ante el patron dela de la luz deldia y de los rayos del solpor Joven Amelia , al que se vió precisado á tanto tiempo , habia adquirido ese color repetir su historia . El patron no queria re . mate que constituye , cuando adornan el conocer en aquel elegante y apuesto mari rostro lustrosos cabellos negros, la aristo - nero al hombre de barba poblada, de ca crática belleza de los habitantes del Norte . bellos entrelazados con algas y el cuerpo La ciencia profunda que adquiriera refle- empapado en agua demar, que habia aco jaba en su rostro una auréola de inteli- jido desnudo y moribundo sobre el puente gente seguridad. Ademas, siendo ya de del navio . Cautivado por su gallarda pre una estatura bastante regular, habia ad- sencia , renovó á Dantes las proposiciones quirido ese vigor propio solo de las pequede ajuste,pero éste que tenia sus proyec ñas tallas que reconcentran en sítodassustos , no quiso aceptarlas sino para tres fuerzas. A la elegancia de sus formas ner- meses. vudas y airosas habia sucedido la solidez. La tripulacion de la Jóvon Aneha era ALBUM . Sumamente activa, y subordinada ademas hubiese aceptado la libertad sin ellas si se al mando del patron que habia adquirido lo hubieran propuesto ? ¿ no eran tal vez la costumbre de no perder tiempo . A los aquellas riquezas una vana quimera , crea ocho dias de estar en Liorna , los obe da en el cérebro del pobre Faria ? ¿no ha sos flancos del buque estaban atestados bia muerto con él esa idea ? Verdad es que de muselinas pintadas, de algodones pro- la letra del cardenal Spada era de una pre hibidos, de rapé inglés y de tabaco en el cision matemática ; y Dantes recitaba de cual la aduana olvidó poner su sello . Tra - cabo á rabo la carta de la que no habia ol tábase de hacer salir todo aquello de Lior- vidado una sola palabra . na, que por ser puerto franco estaba exen Llegó la noche : Edmundo vió colorear to de visita , y desembarcarlo en las playas se la isla con los diferentes matices que de Córcega , donde ciertos especuladores presta el crepúsculo, y perderse en fin pa se encargaban de trasportar el cargamen - ra todos sumida en la oscuridad : pero él to á Francia. Por fin partieron . Edmundo con su vista avezada á las tinieblas de la hendió de nuevo las cerúleas aguas , pri- prision ', continuó viéndola sin duda pues mer horizonte de su juventud y que tan- que fué el último en retirarse del puente . tas veces viera en sueños durante su pri- Al otro dia al dispertarse se hallaron á la sion . Dejaron á su derecha la Gorgona , á altura de Aleria. Todo el dia se mantuvie su izquierda la Pianosa y avanzaron háciaron bordeando , y por la noche dos gran la patria de Paoli y Napoleon. Al siguien- des hogueras brillaron en la costa . En vis te dia , al subir al puente el patron , segun ta de la disposicion de los fuegos creyeron Su costumbre de todas las mañanas, en- que podrian desembarcar , puesto que el contró á Dantes apoyado en la orla del buque izó un farol á la punta del asta buque y mirando con espresion particular bandera en vez del pabellon y luego se un hacinamiento de rocas de granito que acercaron á la playa á distancia de un ti el sol saliente coloreaba con su luz rosada : //ro de fusil . aquellas rocas eran la isla de Monte -Chris Dantes observó , y sin duda solo lo ha to . La Jóven Amelia la dejó á unas trescia en circunstancias solemnes como esta , leguas poco mas o menos á estribor y con- que el patron de la Joven Amelia, al acer tinuó su camino á Córcega . carse á tierra įmontaba dos pedreros se Dantes pensaba , a medida que se iban mejantes a los de las plazas fortificadas alejando de aquella isla cuyo nombre pro- que sin mover mucho ruido , podian lan ducia en él mágicos efectos, que podia sal- zar á mil pasos una linda baia de cuatro tar al mar y dentro de media hora pisar| libras. Pero en aquella noche fué supér la tierra de promision . Pero en estando flua la precaucion , pues todo se hizo con allí y qué haria sin instrumento para des- la mayor calma y sin contratiempo . Cua cubrir su tesoro, sin armas para defender- tro chalupas atracaron silenciosamente al le ? y á mas ¿ qué dirian los marineros ? buque, que , sin duda para hacerlas los ¿ qué pensaria el patron ? Era pues preciso honores botó al mar su esquiſe. Tan bien esperar . Felizmente Dantes habia apren- trabajaron las cinco lanchas que á las dos dido á hacerlo ; habia esperado su liber- de la mañana se habia trasladado ya á tad por espacio de catorce años , y podia tierra todo el cargamento de la Joven Ame muy bien , ahora que estaba libre, esperar lia . El patron era tan exacto , que en la seis meses ó un año aquellas riquezas. ¿No misma noche hizo la reparticion de la ALBUM , prima : tocaron a cada individuo cien li-Ipoco es tan malo como se le figuraba bras toscanas es decir sobre ochenta fran -| Dantes , puesto que aquel hombre , que cos'de moneda francesa . nadá podia esperar de su compañero si - Más la espedicion no habia terminado no heredarle en una fraccion de su par aun : dirigieron su rumbo á Cerdeña . Tra - te en las empresas , esperimentaba tan vi tábase de volver á cargar el buque que va afliccion al creerle muerto . Felizmen te, como se ha dicho , Edmundo no esta acababa de alijar: Verificose la segunda operation con lajba más que herido.Gracias á ciertas hier " misma felicidad que la primera ; la fortu - bas, cogidas en ciertas épocas, y vendidas na sonreía á la Joven (Ainelia. El nuevo á los contrabandistas por las viejas deCer cargamento iqa destinado alducadode Lu - deña la herida cicatrizó muy pronto . Ed ca. Componíase cuasi en su totalidad de mundo quiso entonces probar á Jacopo : cigarros habahos , y vino de Jerez y de ofrecióle en recompensa de sus cuidados Málaga. Al fin :la tripulacion tuvo que ha- su parte de primas, pero Jacobo rehusó bérselas con el resguardo , ese constante con indignacion. enemigo del patron de la Jóven Amelia : Resultó pués de esta adhesion simpática Un'aduanero quedó en la estacada y dosque Jacopo esperimento por Edmundo en marineros fueron heridos . Dantes era unoſcuanto le vió , que Edníundo sintiera por de estos; una bala le habia atravesado las Jacopo una pequeña inclinacion . Jacopo carnes de la'espaldilla izquierda . no deseaba mas ; habia advinado instinti Dantes se consideraba feliz por la escá -Hvamente en Edmundo esa suprema supe ramuza y estaba contento con aquella he- rioridad de posicion ; superioridad que Ed rida. A pesar de ser algo dura la leccion ; |iundo'habia conseguido ocultar á los de le habia señalado el punto de vista bajomas. De ese poco que le concedia Edmur. que debialmirar aquel peligro, y el ánimodo el bravo marino estaba contento . Asi con que debia soportar los padecimientos.I que, durante los eterposdias de navegacion , Habia considerado el peligro riéndose , y cuando el buque caminando con seguridad al recibir la herida habia dicho como el sobre el azulado mar é hinchando un buen filósofo griego « Dolor tu no eres un mal.» viento sus velas no tenia necesidad mas A mas habia contemplado al aduanero que del timonero, Edmundo, con una car herido de inverte', y sea el calor de lata de marear en la mano se convertia en refriégá','sea la tibieza de sus instintos hu - preceptor de Jacopo como el abate lo fue manos, aduella vista no le produjo la mas |ra de él. Mostrábale la situacion de las cos ligéra impresion. Dantes estaba ya en laſſtas, esplicábale las variaciones de la brú senda que se habia propuesto seguir y ljula , enseñábale á leer en aquel'gran libro marchaba dereclio'ał fin que deseaba : su abierto sobre sus cabezas Mamado cielo , corazon , estaba dispuesto á petrificárselen cuyo fondo cerúleo ha escrito Dios con dentro del pecho. Durante la escaramuza, letras de diamante. Jacopo que al verle caer creyó que le ha || Y cuando Jacopo le preguntaba « ? De bian muerto , se precipitó en sui socorro , que sirve aprender todas esas cosas á un ze incorporó y continuó prodigándole los pobre marinero como yo ? » Edmundo le cuidados de un escelente compañero contestaba : « Quien sabe; tal vez llegarás No hay tantas virtudes en estemundo já ser capitan de algun bactre ; tu compar como creía el doctor Panglossé ,pero tam - triota Bonaparte llegó á ser emperador.» ALBUM. 145 Habiamos olvidado decir que Jacopo eraſſaquella Bolsa marítima ; y al ver aquellos corso . : atrevidos corsarios que proveen un litoral Dos meses y medio trascurrieron en su - de dos mil leguas de estension , no pudo 'cesivas correrias. Edmundo había llegado menos de calcular la potencia de aquel á ser tan diestro costanero como fuera en que llegára á tener á su disposicion y pu .. otro tiempo atrevido 'marinó : había he- diera dar impulso uniforme a todos aque cho conocimiento con todos loscontraban los hilos, ya sueltos ya en tejido. Tratádistas de la costa ; habia aprendido los sig - base en aquel dia de un gran negocio : nos masónicos, por cuyo medio esos semi- habia en campaña una embarcacion car piratas se conocen entre sí. Habia pasado gada de tapicería tưrca , tegidos de seda veinte veces por delante de la isla de Mon - de Levante y cachemiras : necesitábase te -Christo ; pero'entre tantas no se le ha- hallar un terreno neutral para verificar el bia presentado ocasion de abordar en ella. trasbordo y tentar luego el alijo total en Hábia pues tomado una resolucion : á sa - las costas de Francia . La prima era enor ber: en cuanto hubiese fenecido él tér - me si salia en bien el negocio : tratábase mino de su contrata alquilar un barqui- de cincuenta ó sesenta piastras por plaza. chuelo y cargarlo de su cuenta , lo ecual ntesco El patron de la Joven Amelia designó a un preent osusun diferentes a islcuanto podia hacer como á lugar mas á propósito para el de cent el álpor correrias se habia agenciado un centenarsembarqué la isla de Monte -Christo que, de piastras, y bajo un pretesto cualquiera estando completamente desierta y no ha . pasar en él á la isla deMonte -Christo . Allibiendo en ella soldados ni aduaneros, pa podia hacer con toda libertad sus investi- rece situadaen medio delmar por el Mer gaciones ; con toda libertad , no; porque curio de los tiempos del Olimpo pagano ; sin duda alguna no de arian de observarle ese dios de los comerciantes y salteadores, los que le ayudaran en el servicio de la clases que nosotros hemos separado , aun embarcacion , mas en este mundo algo se que no distinguido, y que la antigüedad , · por lo visto , colocaba en la misma cate ha de arriesgar. La prision hábia hechó á Dantes cauto, goría . Al nombre de Monte-Christo Dan y hubiese preferido no tener que aventu - tes brinco de alegría : levantóse para disi- . rar nada ; pero habiä сombinado en su mular sú emocion y dió una vuelta por la imaginacion , yä bastante fecunda, todos ahumadá taberna en que todos los idiomas los niedios posibles y no encontraba otro delmundo conocido venian á refundirse para llegar a la fan sùspirada isla que el en la lengua francesa . Cuando se acercó de hacerse conducir á ella . Dantes fluc- de nuevo á los dos interlocutores habian tuaba indeciso, cuando el patron que fe - ya resuelto anclar en Monte - Christo y nia puesta en él una confianza suma , ylpartir para esta espedicion en la próxima que tenia grandes deseos de conservarle á noche. Habiendo pedido su parecer á Ed su servicio , le tomó una noche del brazo mundo , fué de opinion que la isla ofrecia y le condujo a la taberna de la Via del todas las seguridades posibles , y que en Oglio , en la que acostumbraba á reunir - las empresas arriesgadas, para poder al se lo mas selecto de los contrabandistas de canzar un feliz éxito , era preciso concluir Liorna . Alli era en donde por lo regular las cuanto antes. En nada se cambió pues solian tratarse los negocios de la costä . Yalel plan propuesto . Convinieron quese apa habia asistido Dantes dos o tres veces állrejaria al dia siguiente por la tarde y que 37 • 146 ALBCM . tratarian, si elviento y el marfavorecian, El dia fué para él tan febril como to . de hallarse al siguiente dia en las aguas fuera la noche, pero el raciocinio vino en de la isla neutral. Jayuda de la imaginacion , y Dantes pudo XXIII . determinar y fijar un plan hasta entonces LA ISLA DE MONTE -CHRISTO indeciso y fluctuante en su cérebro. Vino En fin , Dantes , por una de esas dichas la noche y con ella los preparativos para inesperadas que sobrevienen de vez en la marcha; estos sirvieron demedio á Dan cuando a los que se han visto durante lartes par ocultar su agitacion . Poco a poco go tiempo acosados por la desgracia , iba|habia adquirido sobre sus compañeros la á alcanzar su objeto por un medio muy autoridad del mando como si fuese dueño sencillo y natural , y pondria los pies en de la embarcacion ; y como sus órdenes la isla sin inspirar á nadie sospecha al- eran siempre claras, concisas y de facil guna . ejecucion sus compañeros le obedecian no . Una noche faltaba tan solo para esa par- solo con presteza si que hasta con placer. tida tan deseada, y esta noche fué una de El viejo marino le dejaba hacer: tambien las mas agitadas que pasó Dantes. En ella él habia reconocido la superioridad de Dan todas las suposicionesbuenas ymalas sepre tes sobre los otros marineros y aun sobre sentaron sucesivamente á su imaginacion , símismo; veia en el jóven á su natural si cerraba los ojos veia la carta del carde- sucesor y sentía en el alma no tener una nal Spada escrita en caractéres de fuego hija para sujetar á Edmundo á su lado con en la pared ; si se adormecia un instante , tan alta alianza. los ensueños mas insensatos iban á arre- A las siete de la tarde todo estaba corrien molinarse en su cérebro ; parecíale quete : á las siete y diez minutos doblaban el descendia á unas grutas cuyo suelo esta - faro, precisamente en elmismo instante en ba tapizado de esmeraldas, las paredes de que le encendian . La mar estaba bonan rubies , y que del techo pendian estalác- cible , un viento fresco soplaba del Sudes titas de diamantes; las perlas caian go - te. Navegaban bajo un cielo azulado en el teando, como filtra ordinariamente el agua que Dios iba encendiendo tambien esos fa en los subterráneos. Edmundo gozoso ,|ros, cada uno de los cuales es un mundo . maravillado, rellenaba sus bolsillos de pe- Dantes dijo a la tripulacion que podian to drería ; salia luegó al campo y todas aque- dos retirarse á descansar y que el se en las piedras preciosas se convertian en sim - cargaba del timon . Cuando el Maltes , que ples guijarros ; entonces pretendia entrar así se designaba á Dantes, se espresaba en denuevo en lasmilagrosas grutas queape-| tales términos , bastaba paraque todos se nas tuvo tiempo para ver, pero el camino fuesen á dormir tranquilamente , lo que se perdia en espirales infinitos; la entrada sucedia algunas veces , pues que Dantes , habia quedado invisible ; buscaba en vano lanzado almundo desde una absoluta so en su fatigada cabeza aquella palabra má- ledad , esperimentaba alguna que otra vez gica y misteriosa con la que el pescador necesidades imperiosas de hallarse solo ; árabe abria las espléndidas cavernas de porque ¿ qué soledad es mas absoluta y · Ali-Baba. Todo era inútil, el escondido mas poética que la del buque que flota ais tesoro habia vuelto á ser propiedad de los lado en medio del inar, durante la oscuri * gépios de la tierra á quienes creyó por un dad de la noche , en el silencio de la in momento poderlo arrebatar. Ilmensidad , bajo el amparo del Señor ? Esn ALBUM . · 147 . ta vez la soledad estaba poblada de pensa de lo mucho que sabia dominarse , no se mientos, la noche iluminadapor ilusiones, pudo contener y saltó el primero a la pla el silencio animado por sus promesas. Iya . Si se hubiese atrevido hubiera cual Cuando el patron se levantó , el buque Bruto besado la tierra. Habia ya cerrado marchaba á todo trapo; no habia un giron la noche , mas sobre las once la luna em de lienzo que el viento no hinchase. Ade- pezó a salir del fondo del mar , plateando lantaban mas de dos leguas y media por su inquieta superficie : luego sus rayos á hora. La isla de Monte -Cristo iba agran - medida que iba elevándose empezaron á dándose en el horizonte. Edmundo hizo convertirse en blancas cascadas de luz , entrega de la direccion del buque á su sobre las rocas hacinadas de aquella nue dueño , y fué á tenderse en su hamaca; va Pelion . mas á pesar de la noche que pasára en ve- La isla era en estremo conocida de la la , no pudo cerrar los ojos ni por un tripulacion de la Jóren Amelia como otro momento . Dos horas despues volvió á su - de los puntos en que acostumbraban hacer bir al puente. La embarcacion estaba á jescala . Dantes, la habia visto y examinado punto ya de doblar la isla de Elba ; ha en todos sus viages á Levante pero jamás llábanse á la altura de la Mareciana y de habia tomado tierra en ella . Trató pues bajo de los terrenos llanos y siempre ver - de preguntar á Jacopo. des de la Pianosa . Viérase confundirse en - ¿En dónde pasarémos la noche ? le Las nubes la cima flamigera de Monte - dijo . Christo . Dantes ordenó al timonero virá - - A bordo de la embarcacion , le con ra á babor á fin de dejar la Pianosa á la testij el marino . derecha ; habia calculado que con esta ma — ¿No estariamos mejor en las grutas ? niobra abreviaba el camino en dos ó tres millas. Sobre las cinco de la tarde, divisa ron la isla en toda su estension ; podian - ¿ En qué grutas? - En las de la isla . - No sé que haya tales grutas. dijo Ja distinguir en ella los mas leves objetos, copo. . gracias a la transparente atmósfera que esll Un sudor frio bañó la frente de Dantes. peculiar á la luz que prestan los rayos dell - i No hay grutas en Monte-Christo ? preguntó . sol en su ocaso . Edmundo devoraba con la vista aquella|| . -- No . masa de rocas que tomaba sucesivamente ! Dantes quedó pasmado por un momen todos los visos de la luz crepuscular , desto : mas luego pensó que aquellas grutas de el color de rosa mas vivo al azul oscu : Ipodian haberse obstruido por algun acci ro ; de vez en cuando invadian su rostro dente cualquiera ó tal vez cerrado para súbitas llamaradas, se matizaba de púrpu - mayor precaucion , por el mismo cardenal ra su frente y una nube roja perturbaba Spada. La dificultad , en ambos casos, es su vista . Jamás jugador alguno , cuya for - ſtaba en encontrar la antigua abertura . Era tuna esté sobre el tapete , habrá esperimen - inútil buscarla durante la noche, por lo que tado al correr los dados las angustias que Dantes dejó para el siguiente dia sus in pasaba Edmundo en aquel paroxismo de vestigaciones : á mas deque, un farol enar esperanza . Por fin llegó la noche : á lasbolado á una media legua maradentro , al diez anclaron ; la Joven Amelia fué la pri- que contestó la Jóren Amelia con otro se mera en acudir á la cita. Dantes á pesar|ñal semejante , indicó, que habia llegado 148 ALBUM elmomento de comenzar la tarea . Ei bu - mida. Dantes"continuó su camino volvienie que que se había retardado, seguro ya pordo de vez en cuando la cabeza , y llegado á • Ta señalque debiadarlé á coñecer,que polla cima de una roca , vió á mil pies deba dia atracar con toda conliánzá apareció jo de él á sus compañeros con quienes muy luego blanco y silencioso cuál un fan- acabába de reunirse Jacopo y que se ocu . tasma, y vino a tomar fondo á unas cien paban ya activamente en åprestar el desa brazás de la playa . Desde luego comenzó yuno , auńentado , gracias a la destreza de Dantes con una pieza de caza mayor. el trasbordo. Calculaba Dantes,mientras hacia su ta-| Edmundo los comtemplo por un instante rea , el grito de alegría que soſtarian todos con esa sonrisa triste pero afable del hom aquellos hombres sí el llegaba á decir en bre superior. Dentro dos horas, se dijo , alta voz lo que la tenaz idea que murmu- esos hombres se considerarán ricos al ver rabà en torno de su oído y de su corazon; se đueños de cincuenta piastras preparán . pero lejos de revelar el magnífico pen - dose para ganar otras cincuenta con riesgo samiento témiá haber soltado ya alguna de su vida, y luego irán, poderosos con un espresion imprudente y dado á entender càpital de seiscientas libras, á dilapidar sus por sus idas y venidas, sus repetidas pre- tesoros con el orgullo de los sultanes y la guntas y minuciosas observaciones y aun confianza de los Mogoles. Hoy dia ta és - por su mišmå preocupacion haber susci-||peranza hace que yo desprecie su riqueza tado sospechas. Por fortuna , á lo menos que me parece una miseria, y mañana el en aquellos momentos los tristes recuerdos desengaño me precisará tal vez ámirar esa de sus pasadas desventuras marcaban so - porqueria como la suprema felicidad..... bre su frente una tristeza indeleble y los :Oh ! no, esclamó Edmundo, no sucederá impulsos de alegríaſ que al través de esa tál, él infalible Fária no se hubiera enga nube pudieran distinguirse, eran rápidós ñado precisamente en esto solo ; á mas de como el relámpago. . que, es preferible morir que continuar ar Nadie llegó á sospechar , y cuando el rastrando esta vida misérable y abyecta . frontedescie d e bido el podnoe tenía s nte esolo e d o la noá elastalibertad, e s vora, Dantesmanifestó deseos de ir á ca-Ipiraba rayar el dia tomando un fusil,balas y pól. Asi que Dantes, que tres meses antes ás ya sufi zar alguna de las muchas cabras monteses ciente con ella pues queanhelabariquezas. que se veían saltar de roca en roca , atri- La falta no estaba en Dantes , pero si en buyeron esta escursion á şu aficion á là Dios que limitando el poder del hombre, caza ó a su amor á la soledad . Nadie mas le infunde deseos insaciables . que Jacopo se empeñó en seguirle; Dantes Mientras tanto, por una senda encajona no quiso oponerse temiendo que esta re- da en las rocas y siguiendo un átajo esca pugnancia á ser acompañado inspirấra dl- vado por él torrente que seguh toda pro guna sospecha : mas apenas andara un |babilidad jamiáš plánta humana habia pi cuarto de legua que tuvo ocasion de apun - sado, Dantes se iba acercando al punto en tar y matar un cabritillo y lo remitió por que suponia debian existir las grutas. Al Jacopo á sus compañeros, invitindoles á fini, recorriendo la playa y examinando los que le guisáran y que cuando estuviese menores objetos con nimia atención ,creyó cocido se lo avisáran disparando un fusil. Jobservar en ciertas rocas uñas múėščás ó Algunas frutas secas y un frasco de vino hendidưras que solo el hombre pudo lia de Montepulciano debian completar la co- ber impreso en ellas. ALBUM . : hay : El tiempo que crea en todos los objetosjen el instante en que retiraban del fuego fisicos esa capa de musgo para cubrirles, el-improvisado'asádor divísaron á Edmun cual sobre los morales arroja el velo - deldo que, lijero y, atrevido como un garon olvido , parecia haber respetado aqueltassaltaba de roca en roca : dispararon pues señales trazadas con cierta regularidad co- el-tiro para darle la señal.Elcazador cam mo para servir de guia , más de vez en bió de direccion y se vino corriendo á ellos; cuando aquellas señales desapareciad ocul- mas en el instante en que todos le seguian tas en la espesura de los mirtos que se es- icon la vista en aquella especie de vuelo tienden en gruesas ramas cargadas flores , que verificaba, calificando su destreza de ó debajo losliquenesparásitos. Erale enton - temeridad como paradar algún fundamen ces preciso á Edmundo separar las ramasito á sus temores, faltóle á Edmundo'un ' ò arrancar los musgos para encontrar las piez: viéronle bambolearse, arrojar un grito seinales que le guiaban y que debian con - ly desaparecer. . . ducirle por aquel nuevo laberinto . Aque- Todos se lanzaron a la vez en su socor Hos signos habian dado algun valor á las to, porque todos amaban á Daótesá pesar esperanzas de Edmundo. ¿ Por que no po- de su superioridad ; pero de todos modos dian ser trazados por el cardenal para que Jacopo, fué el primero que llegó. Encontró pudieran,en caso de una catástrofe , queno á Edmundo tendido, ensangrentado y cuasi temió, llegára á ser completa , servir de sin conocimiento; habia caido de la altura guia á su sobrino ? Aquel lugar solitario de doce á quince pies. Administráronle al era,eli mas, á propósito para un hombre gunas gotas de rom , y este remedio que que.,queria enterrar en él un tesoro. Pero ya en otra ocasion habia obrado con tanta no-podian aquellos, signos infieles haber eficacia produjo el mismo efecto que la vez llamado la atencion de otros ojos que los primera . de aquellos para quienes se trazaron,?.- 1a , Edmundo: abrió los ojos, se quejó de un isla de lúgubres maravillas habria guarda - vivo dolor en la rodilla , de gran pesadez do fielmente su:magnífico seoreto ? de cabeza y de insoportables punzadas en Con todos á sesenta pasos del puerto los riñones . Trataron de trasportarle á la ' poco mas ó megos , le pareció á Edmun- playa, pero cuando faeron á tocarle ,á pe do , oculto siempre á sus compañeros sar de ser Jacopo el que dirijia la manio por las escabķosidades del terreno',. quebra, declaró entre gemidos que no se sen las muescas,habian concluido; pero no por tía con fuerzas para soportar esta opera eso fué á parar á gruta,alguna. Una:gran- cion - Ya se echa de ver que no hubo que de roca.circular , colocada sobre una sólida hablar del almuerzo á Dantes', mas exijió base, era el único término á que al pare de sus camaradas, que no tenian dosmoti cer conducian . Edmundo pensó que tal.vez vos que él para guardar dieta , marchasen en lugar de haber llegado al fin , se encon - á comerlo:á su salud. En cuánto á él les traba por el contrario al principio ; volvió dijo que no tenia necesidad sigo de reposo en consecuencia paso atrás y empezó á de- ly que á la vuelta lo encontrarian mas ali- ' , sandar lo andado. Durante este tiempoyviado. Los marineros no se hicieron 'mus sus compañeros preparaban el almuerzo , cho de'rogar; pues'tenian hambre, elolor habian ido por agua al manantial y trans- del cabrito estimulaba su olfato , y entre portado á tierra el pan y las frutas, aca - lobos marinos no -se gastan cumplimien bando de cocer el cabritillo . Precisamente38 tos. ALBUM LBUM .. · Una hora despues volvieron . Todo lo! --Pero te morirás de hambre , dijo et que pudo hacer Edmundo fué adelantarseilpatron . arrastrando unos diez pasos para recostar- — Lo prefiero , contestó Edmundo, á te se sobre una roca tapizada de musgo , pe-|ner que sufrir los atroces dolores queexa ro léjos de calmarse sus dolores aumen - cerbaria el mas le:ve movimiento . taban en intensidad . El viejo patron que se El patron dițijió sus miradas á la em veia precisado á marchar aquella mañana barcacion que se mecia en el pequeño para ir a descargar sus fardos en las fron - puerto con compasado movimiento , como teras del Piamonte ó de Francia entre Ni- preparándose á engolfarse en la mar en zas y Frejus, insistió porque Dantes probá- cuanto hubiese concluido su aparejo. . ra de incorporarse . Este hizo esfuerzos - ¿ Qué quereis pues que hagamos , sobrehumanos para prestarse á esta invita - Maltés ? le dijo .Nosotros no podemosaban .' cion , pero á cada esfuerzo aumentaban sus donarte asi, ni tampoco podemos setardar , quejidos y palidez . la partida. - Tiene los riñones quebrantados, dijo - Marchad , marchad ; esclamó Dan entre dientes el patron ; no importa , es un tes. buen compañero, y es preciso no abando- - Tardaremos lo menos ocho dias en narle ; tratemos de trasportarle a la tar- poder volver, dijo el patron , y aun será tana . preciso que retrocedamos para recogerte . Pero Dantes se aferró en que prefería - Escuchad , dijo Dantes: si dentro dos morir donde estaba á soportar los atrocesſó tres dias encontrais algun barquichuelo dolores que le ocasionaria el movimiento pescador ú otro que se dirija á estas aguas por poco que fuese. recomendadme á él : yo le daré veinte y - ; Pues bien ! dijo el patron; esperare cinco piastras para que me conduzca á mos cuanto podamos :' no quiero que se Liorna. Si no le encontrais , volved . diga que hemos dejado sin socorro á tan Elpatron meneó la cabeza. bravo compañero como vos. No partiremos - Escuchad , patron Baldi: hay unme hasta la tarde. Jdio que lo concilia todo , dijo Jacopo: par Esta proposicion admiró en estremo á tid y yo me quedaré con el herido para los marineros , pero ninguno de ellos la cuidarle . contrario . El patron era hombre ríjido en -- ¿ Y tú renunciarás á tu parte , dijo estremo y era la primera vez que se le Edmundo, para quedarte conmigo ? viera renunciar á una empresa ó por lo - Si , dijo Jacopo , sin pesar ninguno . menos retardar su ejecucion ; Dantes noll - Vamos , que eres un guapo mucha quiso en modo alguno consentir quese co - cho , Jacopo ; dijo Edmundo ; Dios te re inetiera en su favor tal infraccion de las compensará por tus buenas intenciones; ' reglas de disciplina establecidas á bordo. mas yo no necesito á nadie , gracias : un - No, dijo al patron ; soy un torpe y es dia ó dos de quietud bastarán para resta muy justo que sufra la pena de mi torpe - blecerme y espero encontrar en esas proc . za. Dejadme una pequeña provision de simas rocas ciertas yerbas escelentes para vizcocho, un fusil, pólvora , balas parama tar un cabritillo ó para defenderme y un las contusiones. ' pico para construirme, si tardais mucho Una estraña sonrisa contrajo los labios: en volverme á buscar, una especie de co - de Dantes : apretó con efusion la mano ái JIJacopo , pero continuo inalteral le en suk : bertizo. ALBUM . resolucion de quedarse , y quedarse solo.Idelante de él los lagartos cuyo lomo pa Los contrabandistas trajeron á Edmundorecia de esmeralda. Vierase saltar á lo le lo que les pedia y se alejaron no sin yol- jos sobreperpendiculares y escarpados de ver muchas veces la cabeza , haciéndole clives de la isla , cabrassalvages que alguna cada vez que se volvian , señas de una cor- vez atraen á ella los cazadores: en una dial despedida á que Edmundo contestaba palabra , la isla estaba habitada , poblada con la mano solamente , como si no pu - de vivientes , animada y á pesar de todo diera mover el cuerpo .Mas luego que hu - Edmundo se sentía solo bajo el amparo de biefon desaparecido murmuró riendose : Dios. Esperimentaba una emocion muy - ; Es bien raro que entre hombres co semejante al miedo. Es esa desconfianza mo esos se hallen verdaderas pruebas de que en medio del dia nos hace suponer , amistad y actos de sincera adhesion ! Jaun en el desierto , que nos están inspec Arrastróse luego con precaucion hasta cionando atentamente ojos inquisidores. . la cima de una roca que le impedia la vis - Este sentimiento fué tan vehemente que ta del mar y de alli vió a la tartana aca- en el momento de empezar la obra , Ed bar de aparejarse , levar ancla , balan- mundo se detuvo , dejó el pico , tomó el cearse graciosamente como una paviota fusil , subió de nuevo á la mas elevada ro que va á tomar vuelo , y partir . Al cabo de ca de la isla y desde alli arrojó una vasta una hora habia ya desaparecido del todo; mirada á todo lo que le rodeaba. Mas, ó á lo menos del punto en que estaba el preciso es decirlo , lo que llamó su aten herido era imposible verla . cion no fué la poética Córcega de que po Entonces Dantes se incorporó mas flexi- dia distinguir hasta las casas, ni la casi ble y lijero que un cabritillo , entrelosmir- desconocida Cerdeña que la subsigue , ni tus y lentiscosdeaquellas rocas salvages ; to- la isla de Elba de gigantescos recuerdos , mó su fusil en una mano , en la otra el|ni en fin esa línea imperceptible que se ucabritillo, entreles flexi- dia distingila poética Có pico y corrió a la roca en que iban á pa - jestiende en el horizonte y en la que elojo rar las muescas que habia observado en de un marino descubre á la soberbiaGé las peñas. nova y á Liorna la mercantil ; no : fué el - Ahora , esclamó acordándose de la bergantin que habia partido al amanecer historia del pescador árabe que le contára y la tartana que acababa de marchar . El Faria , ahora ; Sésamo, ábrete ! primero estaba desapareciendo cuasi en el Mestrecho de Bonifacio : la otra seguia rum XXIV . DESLUMBRAMIENTO . . bo opuesto y costeaba la isla de Córcega El sol habia hecho ya una tercera par- que se disponia á doblar. te de su carrera , y sus rayos del mes del Està vista tranquilizó á Edmundo ; di mayo vibraban calientes y vivificantes so - rijió sus miradas á los objetos que le ro bre las rocas que hasta parecian sensibles deaban mas de cerca : vióse en el punto al calor. Dos millares de cigarrones jovimas elevado de la isla cónica cual una es sibles en los matorrales daban al aire sustátua sobre tan gran pedestal : á sus pies, monótonos y continuados cantares. Lasni un hombre ; á su alrededor, ningun bu hojas de los arrayanes y acebuches que se que ; nada mas que el azulado mar que agitaban inquietas producian un sonido cabatía la isla y que con ese eterno choque si metálico. A cada paso que daba Ed - formaba una franja de plata á su alrede mundo sobre el enardecido granito huian ||dor. Descendió entonces con paso rápido , ALBUM pero precavido; . en tales-momentos:un||cion de continuidad, piedras y guijarrose accidente semejante á aquel que tan feliz cubriendo esta especie de pared de mame: y habilmente habia siunulado era muy ter posteria con tierra,svejetal, en la que se mible . criaran muy luego hierbas diferentesz nas, Dantes, como hemos dicho, ya , habia cio abundante musgo , y algunas semillas, vuelto atras recorriendo a la inversa las de arrayan - y lentisco que con la tierra se rocas endentadas y observó que aquella |mezclarpni, jecharon ,allí raices y la vieja línea conducia á una especie de ancon roca parecia enclavada en el suelo. Dantes oculto como el baño de las,antiguas nin - quitó con precaucion ,la tierra ,y recono fas. Esta pequena epsenada era bastante ció , ó le pareció: reconocer , tan ingenioso ancha en su entrada y bastante profunda artificio .Entonces se puso,á descalzar.com , en su centro para que pudiera entrar en su pico esa pared intermedia , consolidada él y mantenerse oculto un buque de vela por el tiempo . .. latifa. Despues de trabajar, unos diez minutos, i' Siguiendo entonces el hilo, de sus in a .pared cedió , abriéndose un agujero,por ducciones ; aquel hilo que, en mapes de) el.que, podia pasar el brazo ...Dantes fué. abate Faria habiai visto: gujar su espíritu entonces á cortar el,acebuche,mas fuerte. de un modo sumamente ingeniosos,en el que encontró , !o despojó de las ramaş, Y dédalo de las probabilidades : presumjólo introdujo en el agujero en forma de. -que el cardenal Spada , teniendo,sumo in, palanca : mas. Ja roca era muy pesada; y terés en no ser vistos, habria fondpado en lencajada con mucha solidez en , la ,ipferior : aquel ancon escondiendosen él şu , barguir para que la fuerza de un hombre ni aun chuelo , y siguiendo la linea marcada, en la del mismo. Hércules , pudiese . remo las hendiduras de las penas , habią,en şulverla .. terminacion enterrado su tegoro.. Eşta şu - Dantes pensó entonces que lo que le , posicion condujo á Dantes al pie de la roca|cooxenia destruir era,la piedra:que le ser.. circular. Tan solo una cosa, le inquietaþavia de encaje , pero, ¿ de qué modo ? Dió . y desconcertaba, todas sus ideas: ¿ cómo Edmundo una ojeada á su alrededor, cual sin -fuerzas considerables chabian a podido los hombres que no saben que hacer ya , subir aquella roca que pesaba tak nez cin - y survista ;se, fijó en un cueraqlleno de co ó seis mil libras y -colocarla : sobre la pólvora que le dejára şu ,amigo Jacopo ; al; especie de base en que descansaba2.1 verle se soorió ; la máquina infernal iba á De improviso se le ocurrió á Dantes una ponerse en movimiento. idea. « En vez de hacerla suhirgedijo, ta }} Con la ayudade su piço, Dantes abrió en vėz la habrán hecho bajar » y se.encaramótre la roca superior y aquella sobre la que sobre la roca , á fin de ver si encontraria descapşıba,in un conducto .de,mina como, su primitivo lugar. En efecto ,observó que suelen hacerle los mineros.cuando quieren se habia practicado una ligera pendientes, ahorrarse trabajo ; lo llená bien de .pólvot. por la que deslizándose de su asiento aquerra, rollapdo luego, su pažīnelo .y. restregan , Na roca habia venido á situarse en el punt dolo; tambien con pólvora hizo de él una , to en que otra roca , de la magnifyd: de mecha , , á la que pegó fuego despues de una piedra-labrada comun , le sirviera delloolocada y se ,alejó, No, se oyó, esplosion encaje : Habíanse ajustadosmañosamente ninguna: la qoca superior,se levantó .mo : en las rendijas, á fim deyacultar toda solumentáneamente un poco á impulsesde una . : 153 ALBUM . fuerza incalculable , la roca inferior voló, trario para nada serviría lo que hasta ahora hecha astillas. Por la pequeña abertura he sufrido . El corazon se lacera cuando que practicára antes Dantes, escapó un despues de haberse esplayado desmesura sinnumero de insectos chillando y una damente en la esperanza fundada en va enorme culebra , guarda de aquel camino gos motivos , se reconcentra al aspecto de misterioso , rodando sobre sus azuleas es-illa fria realidad. Faria se ha engañado : el cardenal Spada no ha enterrado nada en camas desapareció. Dantes se acercó. La roca superior, sin esta gruta , tal vez jamas puso los pies en apoyo ya, se inclinaba hacia elabismo. El ella , ó si por acaso en efecto vino á escon intrépido investigador la examinó en todo, der su depósito , Cesar Borgia , intrépido su alrededor, escojió el puntomas vacilan - aventurero , infatigable y diestro ladron , te, apoyó su palanca en una de las hendi- vino despues de él, descubrió sus huellas, duras y semejante á Sísifo , empleó todas siguió las mismas muescas que yo ; como sus fuerzas contra la roca . Esta , removida yo levantó esa piedra , y descendió antes ya por la impulsion de la pólvora, bambo- que yo; nada me ha dejado despues de su ca-abertyoló trario Dantes. leó: Dantes redobló sus esfuerzos. Hubié- visita. rase dicho que era uno de aquellos Tita-| Quedése por un momento inmóvil, pen nes que arrancaban los montes para hacer sativo , fija su vista en aquella abertura la guerra á los dioses. En fin , la roca ce - oscura y cuyo fin no se divisaba. Si, si; dió , giró , se precipitó y fué, á desapare -festa es una de lasmuchas aventuras que cer absorvida por la mar. En su lugar corrió durante su vida , mezcla de luz y . quedó descubierto un sitio circular, en que tinieblas , aquel bandido real. En ese te se veia un anillo de hierro engastado á gido de acontecimientos estrallos que com ponen la matizada tramade su existencia , una baldosa cuadrada. Dantes lanzó un grito de alegria y de este fabuloso suceso ha debido encade pasmo. Jamas ninguna primer tentativa senarse con los demas. Si: Borgia habrá ve viera coronada de éxito tan brillante . Qui- nido alguna noche aqui , con una antor so continuar, pero sus piernas se convelie- cha en una mano y una espada en la otra ron tan fuertemente , su corazon latió con mientras que á veinte pasos de distancia , tanta violencia , obscureció tanto su vista tal vez al pie mismo de esta roca, se que una nube de fuego , que le fué preciso de - daron sombrios y amenazadores dos es tenerse . Este instante de hesitacion se desbirros escudriñando la tierra , el aire y la vaneció con la velocidad del relámpago. mar mientras que su amo entraba como Edmundo pasó su palanca por el anillo , voy á verificarlo yo, alejando las tinieblas tiró de él con vigor y la baldosa , desen - con su flamíjero y tremendo brazo. Si, cajada , se levantó , dejando en descubier- mas los esbirros á los que asi hizo pose to la pendiente de una como escalera que sores de su secreto, ¿qué fue de ello3? ; L0 se hundia en la oscuridad de una gruta . que hizo de ellos ? se contestá sonriendo Un cualquiera se hubiese precipitado Dantes, lo que de los sepultureros de Ale trasportado de gozo , pero Dantes se de- rico , á quienes enterraron con él. Ahora que ya no cuento con nada, ahora que es tuvo , palideció y dudó. - Vaya, se dijo , seamos hombre . Acos- toy persuadido de que seria un insensato tumbrados á la adversidad , no nos deje .Jen conservar alguna esperanza , la conti mos llevar de una decepcion , ó de lo con -lauacion de esta aventura es para mi un 39 154 ALBUM . objeto de curiosidad tan solo, y nada mas , de la segunda gruta » decia aquel testa y continuó aun inmóvil y meditabundo. mento . Mas , si hubiese venido , continuó Dan Luego Dantes no habia penetrado sino tes , si hubiese entrado y llevádose el te- en la primera gruta , luego era preciso soro ; Borgia , el hombre que comparára buscar ahora la entrada de la segunda . Dantes calculó . Esta segunda gruta de á la Italia con una alcachofa cuyas hojas comia una á una ; Borgia apreciaba en bia naturalmente dirijirse á lo interior de mucho el tiempo para perderle en colocar la isla . Examinó las diferentes capas de de nuevo esta roca sobre su base . Descen- piedra y fué á golpear una de las paredes damos pues . en que le pareció debia hallarse la aber Y entonces bajó : divagando sobre sus tura embadurnada sin duda para mayor labios una sonrisa de duda y murmurando precaucion . Golpeó con el pico en la roca entre dientes la última frase de la huma- 'y dió esta un sonido mate que hizo brotar na sabiduría : ; Tal vez !.... el sudor en la frente de Dantes. Por fin le Pero en vez de las tinieblas que se creia pareció al perseverante minero que una encontrar, en vez de una atmósfera densa porcion de la pared granítica respondia , y viciada , Dantes vió un débil resplandor con un eco mas opaco y profundo , al lla que daba al recinto un tinte azulado : el mamiento que le hacia . Acercó su ardien aire y la luz penetraban no solo por la te mirada a la pared y reconoció , con el abertura que acababa de practicar si que tacto de preso , lo que ningun otro hubie tambien por ciertas rendijas de las rocas, se reconocido tal vez ; y es que alli debia invisibles al esterior, a través de las que se existir la abertura . Con todo , para no tra divisaba el azulado cielo , y se veian cim- bajar en valde , Dantes, que como Cesar brear las movedizas ramas de los verdes Borgia , habia aprendido á conocer el va robles y las punzantes enredaderas de las lor del tiempo , exarninó las otras paredes zarzas . Despues de unos segundos de es- con el pico , recorrió el suelo con la cula tar en la gruta , cuya atmósfera mas bien ta de su fusil , removió la arena en dis caliente que húmeda , agradable que in- tintos puntos y no habiendo encontrado cómoda al olfato , era á la temperatura de ni visto nada , volvió a la porcion de pa la isla lo que el azulado resplandor era á red que despedia sonido tan consolador la luz del sol ; la mirada de Dantes habi- golpeándola de nuevo y con mas fuerza . Entonces observó una cosa singular ; y tuada ya , como dijimos, á las tinieblas pu do reconocer los ángulos mas recónditos es que á los golpes del instrumento una de la caverna : era toda ella de granito especie de barnizado semejante al que se cuyas bruñidas facetas relumbraban como aplica sobre las paredes para pintarlas al diamantes . fresco , se desprendia y caía á trozos de He aqui sin duda , dijo Edmundo son - jando en descubierto una piedra blanquiz riendo , todos los tesoros que habrá dejado ca y blanda semejante a las piedras co el cardenal , y el buen abate , viendo en munes para labrar. Habian cerrado la na sus ensueños estas resplandecientes pare . tural abertura de la roca con piedras de des, se saborearía en sus ricas esperanzas! distinta naturaleza, que embadurnárán lue mas Dantes recordó los términos en que go con el barniz indicado , imitando des estaba concebido el testamento que sabia pues sobre éste el color y cristalizacion del de memoria . « En el ángulo mas lejanolgranito. Dantes golpeó entonces con la es ALBUM . 155 tremidad aguda del pico, que entró cosaſnocimiento de la realidad , halagando sus de una pulga fa en ei tabique. Allí estaba esperanzas. En fin , despues de una nueva pues el punto por donde era preciso ho- |pero momentánea indecision, Dantes pasó radar . de la primer gruta á la segunda . Por un estražio misterio de la humana . Esta era mucho mas baja, mas oscura , organizacion cuanto mas se iban acumu- y de un aspecto mas espantoso que aque lando las pruebas de que Faria no se ha la. Elaire que solo penetrára por la aber bia enganado y por consiguiente mas ani- tura practicada en aquel instante tenia ese moso debia sentirse Dantes, mas desfalle -Iolor mefítico que Dantes se admiró de no cia su corazon renovando susdudas y en sentir en la otra. Dió luego tiempo al ai tregándose alabatimiento . Esta nueva prue- re esterior para que renovára aquella at ba que hubiese debido inspirarle mayores misfera corrompida y entró. A la izquier ánimos le quitó la fuerza que le quedaba;||quierda de la abertura habia un rincon cayó el pico escapándose cuasi de susma- profundo y oscuro, pero , ya lo hemos di nos, lo dejó en el suelo , enjugó su frente cho, para el ojo de Dantes no habia tinie y salió á tomar elaire bajo pretesto de verblas. Recorrió con una mirada esta segun si alguien le celaba, pero en realidad por- da gruta : estaba vacía como la primera. que necesitaba respirar con libertad, por. El tesoro , caso de existir, estaba enterrado que se sentia desfallecer. La isla continuaba desierta y el sol en en aquel oscuro rincon . La hora de la agonía habia llegado ya : 'su zenit parecia abarcarla toda con su mi- dos pies de tierra que escarbar era lo úni rada de fuego : á lo lejos algunos barqui- co que restaba á Dantes para llegar á un chuelos pescadores tendian sus alas sobrellgozo estremo ó á una desesperacion pro el mar de un azul de záſiro. Dantes no furrda. Adelantóse hacia el rincon y como habia probado nada todavia ; pero estaba tomando una súbita resolucion, escayó con lejos de pensar en comer en tales mo- intrepidez el suelo . Al quinto ó sexto gol mentos; sorbió unas gotas de rom y entró pe de pico,el hierro chocó con hierro . Ja en la gruta mas animado. El pico que tan más toque fúnebre ni lúgubre (clamoreo pesado le pareciera era ya mas ligero : lo produjo tal efecto en los que le oyeran . levantó como una pluma y emprendió con No hubiese sido tanta la palidezịde Dantes vigor la tarea . A los pocos golpes observó já no haber encontrado nada. Sondeó de que las piedras no estaban adheridas y si nuevo el punto que habia ya reconocido , solo colocadas unas sobre otras cubiertas y encontró la misma resistencia mas no el luego con el barniz de que hemoshablado: mismo sonido. introdujo en una de las cisuras la puntal - Es un cofre de madera con aros de del pico , apoyóse sobre el mango y vió hierro, dijo para sí. con placer rodar la piedra como sobre un En este momento cruzó una rápida som gozne y caer á sus pies. Ya desde enton - bra interceptando la luz ; Dantes dejó caer ces no tuvo que hacer Dantes nas que ir el pico, tomó el fusil, volvió a salir por la separandocada piedra ; todas rodando fue- abertura y se lanzó al raso . Una cabra ron á parar junto a la primera. mera . montes habia saltado por cima la primera En cuanto fué regular la abertura , jentrada de la gruta y pastaba á algunos Dantes hubiese podido entrar, mas retar- |pasos de allí. Era una excelente ocasion dándolo algunos instantes retardaba el co para asegurarse una buena comida ; pero 156 ALBUM . Dantes temió que la detonacion de su fu - Jastillas. Una larga abertura, que dejaron sil atrajese á alguien. Reflexionó un ins- aquellas inutilizó las cerraduras que arran tante, cortó las ramas de un árbol resino- có una despues de otra ; separando con sus so , que encendió en el hogar humeante uñas las tenaces planchas que se descanti aun en que los contrabandistas guisáran el llaron al saltar, y el cofre quedó descu almuerzo y volvió a la gruta con aquella bierto . Una fiebre vertiginosa se apoderó de antorcha . No queria perder la mas míni Dantes , cogió su fusil , lo preparó y colo ma cosa de lo que iba á ver . Acercó la antorcha a la hoya informe có á su lado . Luego cerró los ojos, como y ; no concluida , reconociendo que no se hacen los niños , para percibir en la relu habia engañado : habia golpeado alterna- ciente oscuridad de su imaginacion , mases tivamente ora sobre hierro, ora sobre ma- ſtrellas de las que pueden contar en el cie dera ; dejó en el suelo la antorcha y con - lo crespuscular ; volvió luego á abrirlos y tinuó su tarea . En un instante despejó un quedó deslumbrado . sitio de unos tres pies de longitud por dos Dividíase el cofre en tres secciones : en de anchura y Dantes pudo reconocer :un la primera brillaban rutilantes escudos de cofre de encina con aros de hierro cin - oro de leonado reflejo : en la segunda bar celado. En el centro de la cubierta res- ras mal pulidas pero arregladas con órden plandecían en funa placa de plata que la y que solo tenian de oro el peso y el va tierra no pudo empañar , las armas de la lor : en la tercera , en fin , Edmundo re familia Spada , es decir ; una espada atra - movió con ambas manos los diamantes , vesada en un escudo oval , como todos los las perlas , los rubies , que cual resplande escudos italianos y , surmontada de un ca - ciente cascada hacian , al caer las unasso- . pelo de cardenal . Dantes las reconoció, fá- |bre las otras, el ruido del granizo sobre el cilmente i el abate Faria se, las habia di- vidrio . bujado tantas veces! Desde entonces, ya Despues de haber tocado , manoseado y no tuvo duda alguna ; el tesoro estaba allí: hundido sus trémulas manos en el oro y la no se hubieran tomado tantas precaucio- pedrería , Edmundo se levantó y echó á nes para esconder allí un cofre, vacío . correr a través de la caverna con la tré En un instante quedo despejado el cofremula exaltacion del hombre cuya mente y Dantes vió aparecer sucesivamente la raya en la locurà . Subió á una roca desde cerradura del centro colocada entre dos la que podia descubrir el mar y nada vió; candados y las asas de los costados, todo estaba solo , absolutamente solo , con aque cincelado , cual se cincelaba en aquella la riquezas incalculables, inauditas , fa época en que el arte convertia ;en precio - bulosas, que le pertenecian : pero ¿ estaba sos los mas viles metales . Dantes cogió el solīando ó dispierto ? ' apretaba entre sus - cofre por las asas y trató de levantarle; manos las ilusiones de un fugaz ensueño, pero era empresa imposible.Probó de abrir- é empuñaba cuerpos verdaderos ? le , la cerradura y candados estaban cerra Tenia como necesidad de ver de nievo - dos ; estos fieles guardianes parecia no que aquel oro , y sin embargo conocia que no rer entregar el tesoro . Dantes introdujo el tendria la fuerza suficiente para tan fuer zvestremo cortante del pico entre el cofre y tes,emociones . Apoyó por un instante su in la cubiertai, apoyóse sobre su mạngo y la cabeza en las dos manos como para impe stapa despuesde haber crujido, saltó hechaldir que se estraviase su razon ; luego se ALBUM . 157 XXV . EL DESCONOCIDO . Despuntó por fin el dia : esperábale Dan espantando con su presencia las cabras sal- tes desde largo rato con los ojos abier vajes, y los pájaros del mar con sus gritos tos. A los primeros albores se levantó, su y gesticulaciones . Despues de un rodeo , ibió como en la víspera á la mas elevada volvió dudando aun , á precipitarse en la roca de la isla á fin de esplorar los alrede primer gruta , de ésta en la segunda en- dores ; y como la víspera todo estaba de contrándose frente a frente de aquella mi- sierto. na de oro y diamantes . Esta vez cayó de Edmundo volvió a bajar, levantó la ro lanzó a través de la isla , sin seguir , no la|| senda , porque no las hay en la isla de Monte -Christo , pero sì una direccion fija , rodillas , comprimiendo con ambas manos ca que obstruía la entrada , llenó sus bol convulsivas su palpitante corazon , y,mur - sillos de pedrería , colocó de nuevo lo me muró una plegaria inteligible solo para jor que pudo las tablas y cerraduras de Dios . Luego se sintió mas tranquilo y por cofre , que volvió a cubrir de tierra, piso lo mismo mas feliz porque desde entonces teándola luego y cubriéndola con arena empezó á crecer en su felicidad . á fin de ocultar lo mejor posible el punto Púsose entonces á contar su fortuna : recien removido y ponerlo al igual del de habia en el baul mil barrotes de oro de dos mas piso ; salió luego de la gruta , colocó á tres libras cada uno , luego amontono de nuevo la roca que ajustó con guijarros veinte y cinco mil escudos de oro todos y piedras de diferente magnitud , tapó con con el busto del papa Alejandro VI y de tierra las rendijas en que plantó mirt - s y sus predecesores , con lo que apenas va- arbustos , regó luego aquellas plantaciones ció la mitad de la seccion aquella ; por fin nuevas, á fin de que parecieran mas anti llenó diez veces el hueco de ambas manos guas, borró los vestigios de sus pasos acu juntas de perlas , pedrería de distintas cla - mulados en aquel punto y espero con im ses , diamantes de los que la mayor par - paciencia la vuelta de sus compañeros , te , montados por los mejores artistas de porque no se trataba ya de pasar el tiem aquella época , tenian un valor de obra es- po contemplando el oro y los diamantes , tesivo aun comparado con su valor intrín- y de quedar en Monte- Christo como un seco . dragon velando inútilmente los tesoros . Dantes vió las luz del dia disminuir y estinguirse poco á poco . Temió ser sorprendido si quedaba en la caverna y salió de ella con el fusil en la mano . Un peda - Era preciso volver á la vida , á morar en tre los hombres , y tomar en la sociedad el rango , la influencia y el poder que dan en este mundo las riquezas , la principal y zo de galleta y algun sorbo de rom le sir - mas fuerte palanca de que puede disponer vieron de cena . Colocó de nuevo la piedra , la criatura humana. se tendió encima de ella У durmió apenas Los contrabandistas volvieron al sesto algunas horas cubriendo con su cuerpo la dia. Dantes reconoció de lejos el porte y entrada de la gruta. Fué aquella noche marcha de la Jóven Amelia , se arrastró una de esas deliciosas á la par terribles de hasta la playaicual Philoctétes herido , y en que este hombrel, de tan estraordinarias cuanto saltaron sus compañeros les dijo , emociones , pasára ya dos ó tres en el de- quejicoso aun y lamentándose , que habia reportado una mejoría sensible : luego es curso de su vida . cuchó á su vez el relato de las aventuris 40 158 ALRUM . de sus compañeros . Habian salido en bien ( lan, y de una joven que vivia en el barrio del negocio , es verdad , mas apenas aca- de los Catalanes llamada Mercedes . baron de descargar todos sus fardos, cuan Parecíale á Jacopo que soñaba . Edmun do supieron que un brick que estaba de dole contó como se habia hecho marino por vigilancia en Tolon', acababa de salir del una calaverada y porque su familia le rehu puerto y dirigía su rumbo hacia aquel la - saba el dinero necesario para sus caprichos, do . Entonces habian echado á andar con pero que al llegar á Liorna habia entrado alas y arrastraderas echando de menos á len posesion de la herencia de un tio que Dantes que sabia apresurar y dar velocidad le habia dejado por solo y único sucesor . tan escelente al buque el que no estuviese La escelente educacion de Dantes daba á este relato grandes visos de certeza de mo allí para dirigirle . mu ce cra id En efecto , muy luego avistaron el bu - do que Jacopo no dudó un instante de que que que les daba caza , pero favorecidos su antiguc camarada decia verdad . Por lo por la oscuridad de la noche y doblando demas como el enganche de Edmundo á el cabo de Córcega habian escapado á subordo de la Jóven Amelia habia espirado , vista . En suma , el viaje no habia sido ma- se despidió del patron quien probó de nue lo del todo, y todos, en particular Jacopo , vo de retenerle, pero habiendo oido como sentian que no hubiese estado Dantes , á Jacopo la historia de la herencia , renun fin de que hubiese tenido su parte en los ció desde luego a la esperanza de vencer beneficios que reportaran y que montaban la resolucion de su antiguo marinero . á cincuenta piastras cada uno . Al dia siguiente Jacopo se hizo a la vela Edmundo se mantuvo impenetrable , ni para Marsella , debiendo á su vuelta ir á siquiera contrajo sus labios la mas leve reunirse con con Fdmundo en Monte-Chris sonrisa al oir la enumeracion de los bene - to. En el mismo dia Dantes marchó , sin ficios de que habiese percibido su parte á decir donde iba , despidiéndose de la tri haber podido dejar la isla : como la Joven pulacion de la Joven Amelia con un es Amelia no habia venido á Monte - Christo pléndido regalo , y del patron con la pro mas que para recoger á Dantes, volvieron mesa de escribirle de vez en cuando . Dan á embarcarse en aquella misma tarde di- tes marchó á Génova . rigiendo su rumbo á Liorna : en cuanto En cuanto llegó, estábase ensayando un llegó dirigióse á casa de un judío á quien yacht encomendado por un inglés, que vendió cuatro de los mas pequeños dia - habiendo oido decir que los genoveses eran mantes en veinte y cinco mil francos cada los mejores constructores del Mediterrá uno . El judío hubiera podido informarse neo , quiso poseer un yacht construido en de cómo un pescador tenia en su poder Génova . El inglés lo habia ajustado en tales objetos, pero se guardó muy bien de cuarenta mil francos , Dantes ofreció per hacerlo puesto que ganaba mil francos en él sesenta mil bajo coudicion de que en cada uno . Al siguiente dia , compró una aquelmismo dia le sería entregado: El in embarcacion nueva que regaló á Jocopo glés habia ido á hacer una escursion en añadiendo á este don cien piastras á fin Suiza esperando á que concluyeran la em de que pudiera satisfacer á la tripulacion , barcacion, y no debia volver hasta dentro. con la sola condicion de ir á Marsella álitres semanas ó un mes : el constructor saber noticias de un viejo llamado Luispensó que para este tiempo podia tener ya Dantes, y que vivia en los barrios de Mei- lotro construido en astillero . Dautes: con bide have ALBUM . 159 du o al constructor á casa de un judío ,||saliéra Dantes ; este fué á ver su tesoro ; pasó con él a la trastienda y el judio en - ly lo encontró todo en el mismo estado en tregó sesenta mil francos al constructor . que lo dejára . Este se ofreció á Dantes para agenciarle Al otro dia por la tarde la inmensa for- ' tripulacion , mas este le dió las gracias di- tuna habia sido trasladada á bordo del ciéndole que tenia la costumbre de nave- yacht y encerrada en las tres divisiones gar solo , y que lo único que deseaba era del armario secreto . Dantes quedó espe que arreglase en su camarote , á la cabe - rando ocho dias, durante los que hizoma cera de la litera, un armario secreto divi- niobrar su yacht al rededor de la isla , dido en tres secciones ocultas tambien : examinándole cualun picador á su caba dióle las medidas de estas divisiones y al llo . Al cabo de este tiempo conocia ya to das susbuenas cualidades y defectos. Dan dia siguiente estaban ya concluidas. Doshorasdespues Dantes salia del puer- tes se prometió aumentar las unas y cor to deGénova hecho objeto de una curiosa regir los otros. Al octavo dia , Dantes avis- . muchedumbre ansiosa de ver alseñor es - tó un pequeño buque que se dirijia á todo pañol que tenia la costumbre de navegar trapo á la isla reconociendo en él al de solo . Dantes se portó á las milmaravillas: Jacopo. Hizole una señal á que contestó ausiliado únicamente del timon , del que Jacopo , y dos horas despues estaba ya la no tuš'o necesidad de apartarse , hizo con embarcacion de éste fondeada junto al su barco todas las evoluciones imagina- yacht. Era portador de una triste contes bles : hubierase dicho que era un ser in - tacion á cada uno de los encargos de Ed teligente ,pronto á obedecer almenor im - mundo ; el viejo Dantes habia muerto ; pulso , y Dantes no pudo menos de con - Mercedes habia desaparecido. enir en que los genoveses merecian su Edmundo escuchó estas nuevas con ros reputacion de ser los primeros cons- tro tranquilo: mas en seguida saltó en tierra tractores del mundo. Los curiosos siguie - prohibiendo que nadie le siguiese . Dosho ron con los ojos la pequena embarcacion rasdespues volvió : dos individuos de la tri hasta que la perdieron de vista , enta - pulacion de Jacopo pasaron al yacht para blándose entonces acaloradas discusiones ayudarle en la maniobra y dió la órden sobre el punto á que se dirigia ; los unos de enderezar el rumbo hacia Marsella : opinaban por Córcega , los oiros por la is - habia ya previsto la muerte de su padre , la de Elba . estos apostaban cue iba á Es- pero Mercedes ( qué habia sido de ella ? paia , aquellos sostenian, que se dirija all Sio divulgar su secreto , no podia Ed Africa ; nadie llegó a pensar en la isla delmundo dar á su agente suficientesinstruc Monte - Christo . ciones; quería ademas adquirir ciertas no Y con todo , á Monte -Christo se dirijía ticias sobre otros hechos y personas, cuya Dantes, donde llegó al segundo dia. El investigacion á nadie podia confiar. El huque era escelente velero y salvó la dis- espejo le demostró en Liorna que no cor tancia en treinta y cinco horas. Dantes ria riesgo alguno de ser reconocido ; sobre habia ya reconocido con perfeccion la si- que de todos modos tenia é su disposicion tuacion de la costa , y en vez de abordar los medios de desfigurarse. Una mañana en el punto habitual ancló en el pequeño pues el yacht, seguido de su lancha entró ancon . La isla estaba desierta , parecia que magestuosamente en el puerto de Marse . nadie habia abordado en ella desde quelllla y tomó fondo en frente del punto en 160 ALBUM . que aquella noche de fatal recordacion , (nueva : todos los recuerdos de la infancia , le habian embarcado para el castillo de If. recuerdos indelebles, constantemente pre No pudo empero menos de horripilarse sentes á su imaginacion, se le ofrecian alli cuando vió en la lancha desanidad queiba en cada rincon de plaza , en cada bocacalle á reconocerle , á un gendarme; pero Dan - ly en cada encrucijada. Alllegar alestremo tes con ese perfecto dominio sobre simismo de la calle de Noailles y divisar la de Meique habia adquirido , le presentó un pasa -||llan sintió doblá rsele las rodillas y faltóle po porte inglés comprado en Liorna , y con |co para no caer bajo las ruedasde un carrua este documento estrangero muchomas res- lje . Llegó por fin hasta la casa en que ha petado en Francia que los delmismo pais, bitaba su padre . Las aristoloquías y capu saltó en tierra sin ninguna dificultad.Lopri- chinas habian desaparecido de la ventana mero que se ofreció á Dantes al pisar la Can- en que en otro tiempo la mano del buen nebière , fué uno de los antiguos marine - viejo las entrelazaba y enramaba con tanto ros del Faraon . Este hombre habia estado cuidado. Dantes se apoyó contra un árbol á sus órdenes y se encontraba alli para y se quedó por algun tiempo pensativo proporcionar un medio á Dantes de cer- contemplando los últimos pisos de aquella ciorarse sobre los cambios que su físico su - pobre casita; por fin se adelantó hacia la friera. Dirijiose á el sin rodeos, y le hizo puerta , atravesò los umbrales, preguntó si muchas preguntas á que contestó sin indi habvia vacía alguna habitacion , y á pesar car siquiera la mas leve sospecha , ni en de estar todas ocupadas insistió tanto por sus palabras ni en su rostro, de haber vis- poder visitar el quinto piso , que el conserje to jamás á aquel que le dirijia la palabra. subió , y suplicó á los inquilinos de parte Dantes dió al marino una moneda para del estranjero le permitieran ver las dos remunerarle por sus noticias: rin momento||piezas de que se componia . " despues oyó al buen hombre que corria ál Las personas que habitaban aquella re su alcance, Dantes volvió la cabeza. ducida habitacion eran dos jóvenes recien Perdonad , caballero, dijo el marine- casados apenas bacia ocho dias. Al verles ro; pero vos os habeis engañanado sin du- Dantes exhaló un suspiro. Nada en toda da: os habreis creido darme una pieza de ella recordaba la morada de su padre. Ya cuarenta sueldos y me habeis dado un do- no era elmismo papel el que tapizaba las pa redes ; todos los viejos muebles amigos paredes ble napoleon. En efecto , amigo mio , dijo Dantes, de la infancia de Edmundo, presentes á su me he equivocado , pero como vuestra imaginacion con todos sus pormenores .ha honradez merece ser recompensada , aquibian desaparecido. Tan solo las paredes teneis otro que os ruego acepteis para be- Jeran las mismas. Dantes dirigió su vista á bər á mi salud con vuestros camaradas. la cama; estaba en el mismo lugar que tu El marinero quedó tan pasmado conviera la suya el antiguo inquilino: á su pe aquel regalo , quie nipensó siquiera en darle sar, los ojos de Edmundo se henchieronde las gracias por ello , y al verle alejarse||lágrimas : cra en aquel lugar do el viejo debió espirar nombrando á su hijo . dijo : Este será algun Nabab queha llegado Los dos jóvenes contemplaban con ad miracion aquel hombre de severa frente de la India . . Dagtes continuó su camino; á cada paso por cuyasmejillas se deslizaban dos grue : que daba oprimia su corazon una emocion.lsas lágrimas sin que su semblante se con ALBUM . 161 tragese .Pero comotodo dolor lleva consigo en una pobre choza de pescadores,en que un sello religioso , los jóvenes no dirigie- estuvo mas de una hora inquiriendo noti ron pregunta alguna al desconocido, antescias de muchas personas que ó habian bien se retiraron para dejarle llorar á sus muerto o habian desaparecido desde quin anchuras ; cuando se marchó le acompa - ce o diez y seis años atrás. naron diciéndole que cuando tuviese gus-|| Al otro dia las gentes en cuya casa en to de volver á su modesta habitacion seria trára para hacer todas aquellas preguntas , recibieron en recompensa un barco cata siempre bien recibido . Al pasar por frente el piso de debajo , lán , puevo y flamante , aparejado con dos Edmundo se paró delante de otra puerta y redes comunes y una demayor. Bien hu preguntó si vivia aun allí un sastre llama biesen querido aquella buena gente dar do Caderousse ; contestóle el conserje que las gracias al generoso pregunton , mas el hombre por quien preguntaba, habien - al despedirsede ellos, le habian visto , des do tenido desgracia en algun negocio , se pues de dar algunas órdenes á un marino, habia retirado , y se hallaba entonces de montar á caballo y salir de Marsella por mesonero en el camino de Bellaguarda á la puerta de Aix . XXVI. Belcaire , meson del Puente de Gard . Dantes bajó , pidió las señas de la habiEL MESON DEL PUENTE DE GARD. tacion del propietario de la casa de Mei- | Los que como yo , han recorrido á pié llan; fuese allá en derechúra , hízose anun - elMediodia de la Francia , habrán podido ciar bajo el nombre de lord Wilmore , es- observar entre Bellaguarda y Belcaire , á te era el nombre y título bajo el que le 11- mitad del camino sobre poca diferencia braron el pasaporte , y compró la casita jaunque algun tanto mas cerca de Belcaire por la sumade veinte y cinco mil francos : que de Bellaguarda , un pequeño meson diez mil francos por lo menos mas de su sobre cuya puerta pende una plancha de valor : pero Dantes si le hubiesen pedido |hierro que rechina almas leve aire , en la medio millon , lo hubiese dado sin soltar que hay grotescamente diseñado el Puen ' ||te de Gard .Este pequeñomeson siguiendo palab Enrael. mismo dia notificó el escribano la corriente del Ródano, está situado á la ante quien se otorgára elcontrato,á los jó- izquierda del camino , teniendo el rio á la venes del quinto piso , que el nuevo pro- espalda ; tiene lo que en Languedoc lla pietario les dejaba escoger habitacion en man un jardin ; es decir que la cara opues toda la casa sin aumentar en nada el al-||ta á aquella por la que entran los viajeros da quiler , con condicion de que le cederianſ á un cercado en que vejetan algunos oli los dos cuartos que ocupaban . Este estra - vares desmedrados y algunos cabrahigos ño suceso ocupó durante ocho dias a todos cuyas hojas están plateadas por el polvo ; los vecinos de la calle de Meillan , y dicen sus intermedios brotan , por toda ver lugar á mil conjeturas de las que ninguna dura, algunas escarolas, pimientos y esca fué exacta. Pero lo que mas que todo re- lunas; en fin en un rincon , cual olvidado volvió todos los cérebros y enredó todas centinela , se eleva un pino quitasol, ascen las ideas . fué que en la misma tarde eldiendo melancólicamente su flexible tallo Hornbre á quien vieran entrar en la casa ilmientras su ramage, esparramado cual un de la calle de Meillan se paseaba por el abanico , cruje bajo el influjo de un sol de reducidy barrio de los Catalanes, y entriltreinta grados. Todos aquellos árboles , 41 162 ALBUM . grandes ó pequeños, se encorvan inclinán - su tez naturalmente morena, habíase aca duse naturalmente en la direccion del do - bado de curtir con la costumbre que el minante mistral uno de los tres azotes de pobre diablo habia tomado de estarse sen la Provenza . tado desde la mañana hasta la noche en el En la próxima llanura parecida á un umbral de la puerta para ver si á pié ó en gran lago depolvo, vejetan dispersas algu- carruaje llegaba algun parroquiano, espe nas cañas de trigo que los labradores del ranza casi siempre burlada y durante la pais crian sin duda por curiosidad, sirvien cual no oponia al devorante ardor del sol do cada una de alojamiento á un cigarron otro preservativo que un painelo encarna que acosa con su d sonante y monótono do sujeto á su cabera al uso de los tragine cantar á los viajeros descarriados en aque- ros españoles . Este hombre es nuestro antiglio conoci Ha Thebaida . Hacia siete años que un hombre y una do Gaspar Caderousse . Su muger , por el muger eran los dueños deeste meson, te- contrario , que cuando soltera se llamaba niendo por únicos criados una doncella lla- Magdalena Radelle , era unamuger pálida, mada Trinidad y un mozo para la caba - Uaca y enfermiza . Nacida en los alrede lleriza llamado Pablo , ausiliares que basta -||dores de Arles , habia visto , conservando ban suficientemente a las necesidades del con todo los restos primitivos de la belle servicio , desde que el canal que cruza de za tradicional de sus compatriotas , irse Belcaire á Aguasmuertas habia hecho su desencajando sus facciones con los accesos ceder con ventaja los buques de trasporte casi continuos de esas fiebres lentas, tan acelerado á los coches y diligencias. Aquel comunes'en las poblaciones vecinas á los canal como para avivar mas el sentimien -lestanques de Aguasmuertas y á los pan to del infeliz mesonero a quien arruinaba, tanos de Camarga. Estábase pues casi to - pasaba entre el Rüdano que le proveía de do el dia sentada tiritando en un rincon aguas y el camino que hacia inútil, á cien de su cuarto situado en el primer piso , ó pasos poco mas o menos del meson que bien tendida en un sofá , ó recostada en la breve pero fielmente acabamos de descri- cama mientras que su marido hacia en la bir. No debemos olvidar un mastin , viejo puerta su acostumbrada centinela , servi guardian de noche , y que al presente asício que prolongaba con tanto mas gusto acosaba á los transeuntes durante el dia cuanto que cada vez que topaba con sus como en las tinieblas, tanto habia perdido agridulce mitad , esta le fastidiaba con sus ya la costumbre de ver viajeros. . . eternas quejas contra la suerte , lamentos Elmesonero era un hombrede cuaren - lá que su marido no contestaba sino ma ta á cuarenta y dos años, flaco y nervudo, quinalmente estas filosóficas palabras : verdadero tipo meridional , con sus ojos - Cállate, Carcunta , pues Dios lo quic hundidos y brillantes, su nariz de pico de re csi ! Este apodo era debido a que Mag águila y sus dientes blancos como los de dalena Radelle habia nacido en el pueblo un animal carnívoro ; sus cabellos que á de Carconta situado entre Salou y Lam pesar de los primeros impulsosde la edad, bese . Insiguiendo pues su marido la cos-, principiaban apenas á blanquear , eran así tumbre del pais en que naciera de desig como la barba que le circuía completa - nar á las gentes por un apodo en vez de mente la cara , espesos , crespos y ape- distinguirlas por su nombre , habia susti nas salpicados de alguna que otra cana : tuido alde Magdalena demasiado afable y ALBUM . 163 eufónico para su rudo lenguage, el de Car- la puerta como para invitar á los viageros conta . A á que no dejáran de visitarle al pasar. Con todo ; apesar de su aparente resig. En el instante en que Caderousse entra nacion á los decretos de la providencia, no ba , el camino real de que hemos hablado vayamos á creer ahora que nuestro me- y que recorria con sus miradas , estaba sonero no sentia en el alına el estado de tan desnudo y solitario como el desierto á miseria á que le habia reducido el mise - la hora del medio dia; estendiase blanco y rable canal de Belcaire , y que fuese in- sin término aparente entre dos hileras de vulnerable á los incesantes lamentos con árboles migrados, echándose de ver desde que le persiguiera su esposa . Era , como luego que ningun viagero libre para esco todos los meridionales , bombre de limni- ger otra hora del dia , no penetraría en tados deseos pero sumamente apegado a aquel formidable Sahara . Mas á pesar de las esterioridades . Asi es que en tiempo de todas estas probabilidades , si Caderousse su prosperidad , no habia fiesta ni procese hubiese mantenido en su puesto , habria sion de la Tarasca á que no concurriéra podido ver aparecer por la parte de Bella con su Carconta ; él con ese trage pinto- guarda un caballero y un caballo, mar resco de los habitantes del Mediodia , mez- chando con aquel aire a tento y amigable cla de catalan y andaluz , ella con el airo- que indican una cordial correspondencia roso trage de las artesianas , que parece entre el hombre y el animal; el caballo importado de la Grecia ó de la Arabia : era castrado y llevaba una marcha regu Blas poco a poco , la cadena de reloj, co- lar ; el ginete era un eclesiástico vestido llares , cinturones de mil colores , corpi- de negro con sombrero tricornio . Apesar nos bordados, chalecos de terciopelo, me- del ardiente calor del sol de medio dia , dias caladas de todo lujo , polainas y za- no daba á su caballo mucha prisa. Al lle patos con hevillas de plata habían desapa -gar frente á la puerta , el grupo se detu recido, y Gaspar Caderousse, no pudiendo vo : hubiera sido dificil decidir si fué el ya presentarse con el lujo y esplendor caballo quien detuvo al hombre , ó este pasado habia renunciado para él y su es- al caballo : pero de todos modos el ginete posa todas esas pompas mundanas , cuyo echó pié á tierra , y tirando al animal por sonoro ruido le oprimia el corazon al lle- la brida , le sujetó al pasador de una puer gar á sus oidos en su pobre meson , en el ta ventana desquiciada que solo tenia un que continuaba, mas para tener un abrigo gozne ; adelantóse luego hacia la puerta , que como á una especulacion. Caderousse secándose con un palìuelo de algodon en habia pasado ya , como de costumbre, una carnado su frente inundada de sudor , dió gran parte de la mañana sentado á la puer- tres golpes en el suelo con el estremo her ta fijando su melancólica mirada ya en un rado de su baston que llevaba en la mano . pelado césped que escarbaban algunos po- Al momento el mastin negro se levantó Hos , ya en los dos estremos del desierto avanzando hácia él ladrando y enseñándo camino que se perdian el uno hacia el Me- le sus dientes blancos y afilados, doble de diodia , el otro hacia el Norte , cuando de mostracion hostil que indicaba lo poco repente la destemplada voz de su muger acostumbrado que estaba á la sociedad . le precisó á abandonar su puesto . En- Oyóse en seguida un andar torpe y pesado tró en casa refunfuñando y subió al pri- que hacia retemblar la escalera de encina mer piso , dejando abierta de par en par arrimada a la pared y por la que bajaba 164 ALBUM . encorvado y hacia atrás el huésped dely --Como gusteis, señor abate. Y para no perder la ocasion de despa pobre meson á cuya puerta estaba el ecle char una de las últimas botellas de vino de siástico . - Aqui estoy ! dijo Caderousse; 1 aqui Cahors que le quedaban , Caderousse se estoy ! ¿ Quieres callarte . Reganon ? No apresuró á levantar una trampa practicada tengais cuidado , caballero ; ladra mucho en el suelo mismo de aquel cuarto bajo , pero jamás muerde . ¿ Quereis vino , no es que servia a la vez de comedor y de coci esto ? porque hace un calor escesivo . ¡ Ah ! na. Al cabo de cinco minutos compareció perdonad, continuó interrumpiéndose Ca- de nuevo encontrando al abate sentado en derousse al ver la cualidad del sugeto con un banquillo , apoyando el codo en una quien hablaba, perdonad ; yo no sabia á larga mesa mientras que Regañon , que quien tenia el honor de dirijirine. ¿ Que se habia hecho paces con él al ver que , con: os ofrece ? que queréis señor cura? Estoy tra la costumbre, iba tomar alguna cosa , á vuestras órdenes . (tendió sobre su muslo su descarnado hó El cura miró á aquel hombre durante cico . dos ó tres segundos con particular aten- ---Vivís solo ? preguntó el abate á su cion, parecia que trataba de atraerse las huésped , mientras que éste ponia delante miradas del mesonero : mas luego viendo de él un vaso y la botella . Oh ! Dios mio , si ; solo ó casi solo , que sus facciones no demostraban otra sensacion que la de la sorpresa que le cau- señor abate ; porque mi muger no puede saba no recibir contestacion , juzgó opor- ayudarme en nada , pues que siempre está tuno poner término á esta escena y dijo enferma: i pobre Carconta ! con un acento italiano sumamente remar --- ¡ Ah ! ¿ sois casado ? dijo el cura con una especie de interés y arrojando á su al cable . - No sois vos el señor Caderousse ? rededor una mirada que parecia estimar Si señor, dijo el huésped , tal vez mas en su corto valor el escaso mueblaje de la admirado aun de la pregunta que lo estu- pobre casa . -Os parecerá que no soy muy rico , viera del anterior silencio ; en efecto , soy es asi , señor abate ? dijo suspirando no i serviros. para Caderousse, Gaspar --¿Gaspar Caderousse? ... Si ... este creo Caderousse; mas que quereis ; no basta ser que es el nombre y apellido . ¿Vos habeis hombre de bien para prosperar en este vivido en otro tiempo en la calle de Mei . mundo. llan , en el cuarto piso, no es asi ? ... El abate fijó en él una mirada pene trante . - Cierto . --Si; hombre de bien , de eso puedo -¿Y ejerciais alli el oficio de sastre ? --- Si; pero el oficio ha ido muy á me- vanagloriarme, caballero , dijo el huésped nos. Hace tanto calor en ese maldito Mar- mirando tambien de hito en hito alabate , sella que yo creo acabarán por andar des puesta una mano en el pecho y balancean nudos . Y á propósito de calor, ¿ no quereis do la cabeza ; en la actualidad no todos pue den decir otro tanto . tomar algo para refrescar, señor abate ? --Tanto mejor, si es cierto eso de que os -Si . Traedme una botella de vuestro envaneceis, dijo el abate , porque tarde ó mejor vino y continuarémos la conversa -temprano estoy convencido de que el hom cion si os parece en el punto que la deja- bre de bien es premiado y el pícaro es cas tigado . mos . ÁLBUM . 165 -Vuestro estado os obliga a decir eso , ||Dios no es bueno mas que para los m alos señor abate ; vuestro estado, repuso Cade - i Ah ! continuó con ese florido lenguaje rousse con amargura. Pero cada uno es de los habitantes del Mediodia; este mun libre de creer ó no lo que vos decis . do va de mal en peor . ; Caigan pues del cie -Haceis muy mal en hablar asi , ami- lo por dos dias consecutivos torrentes de go ; porque tal vez yo mismo voy á ser pólvora y luego una hora de fuego y con con respecto á vos y en este momento , cluya todo de una vez ! una prueba verdadera de lo que he di -¿Parece que queriais de todas veras á cho . ese pobre muchacho ? dijo el abate . -¿ Qué quereis decir ? preguntó Cade -Si, le amaba con toda mi alma, dijo rousse admirado. Caderousse, aunque tenga que reprochar -Quiero decir que ante todo debo ase- me el haber tenido por un momento en gurarme de si sois vos el que yo busco . vidia de su felicidad . Pero despues , os lo -¿Qué pruebas quereis de ello ? juro á fe de Caderousse , he lamentado -¿Habeis conocido en 1814 ó 1815 á un marino llamado Dantes ? i Dantes ! ; si he conocido al "pobre Edmundo ! yo lo creo; era uno demis mejores amigos ; esclamó Caderousse cubrién dose su rostro de un rojo purpurino , mien vivamente su tan desgraciada suerte. Hubo unos momentos de silencio du rante los que la inflexible mirada del aba te no cesó de inquirir sobre la fisonomía versátil del mesonero . - ¿ Y vos le habeis conocido al pobre tras que el ojo fijo é investigador del abate muchacho? continuó Caderousse . -Fuí llamado á su lecho de muerte parecia dilatarse para abarcar todo entero al que interrogaba . para prestarle los últimos ausilios de la -Si ; efectivamente creo que se llama- relijion . ba Edmundo . --¿Y de qué ha muerto ? preguntó Ca - Si se llamaba Edmundo? pobremu- derousse con voz ahogada . chacho , yo lo creo ; tan cierto como me -¿De qué se muere en una cárcel cuan llamo yo Gaspar Caderousse . ‫ ¿ ܂‬Y qué hado se tiene treinta años , como no sea de sido de él , señor , que ha sido del pobre la prision misma ? Caderousse enjugó el sudor que brotaba Edmundo ? ¿ le habreis tal vez conocido ? de su frente . i vive aun ? ¿ está libre ? ¿ es dichoso ? -Lo que es pas particular en todo es -Ha muerto en la prision , mas deses perado y mas miserable que los galeotas te negocio, continuó el abate, es que Dan que arrastran una cadena en los presidios tes, próximo á espirar, sobre el crucifijo cuyos pies besaba , me ha jurado constan de Tolon ; contestó el abate . Una palidez mortal reemplazó en el ros- temente que ignoraba la verdadera causa prision . tro de Caderousse al vivo colorido que an de su -Es , muy cierto ; murmu teriormente le invadiera . Volvió la cara y ró Cadermuy oussecierto , él no podia saberla : no , el abate le vió secar una lágrima con la senior abate; éſ no mentia , pobre chico . -Por esta razon me dió el encargo de punta del paùuelo encarnado que le servia de tocado . averiguar el por qué de su desgracia , ya Pobre chico! murmuró Caderousse. que jamas pudo sacarla él en limpio , y Pues bien ; ved ahi una prueba de lo que de rehabilitar sú memoria si esta hubiese os decia , señor abate , de que el buen sufrido menoscabo . 42 166 ALBUM Y la mirada del abate , fijándose masylquedó relambrando en el fondo del pen mas , devoraba la sombria espresion que|samiento de Caderousse . - ¿ Pero como es que tengais en vues tomó el rostro deCaderousse. - Un rico inglés, continuó el abate, su tro poder ese diamante , señor abate ? pre . compañero de infortunio, y que fué pues- guntó Caderousse e os instituyó acaso Ed to en libertad cuando la segunda restau - mundo su heredero ? . racion , poseia un diamante de inestima- - No, pero si su albacea testamentario . ble valor. Al salir de la cárcel quiso dejar Tenia tres intimos amigos y upa novia ., .. . . i á Dantes , que durante una enfermedad me dijo : los cuatro , estoy seguro de ello , que tuvo le cuidó como un hermano , una lloran amargamente mi falta : uno de es prueba de su reconocimiento regalándole tos amigos se llamaba Caderousse . . ! aquel diamante . Dantes en vez de servir- Este se conmovió . se de él para seducir á sus carceleros, quel -- El otro, continuó el abate ,al parecer siempre sin echar de continuó el ab podian haber aceptado al pronto para ha - sin echar de ver la emocion de Caderous · cerle despues tracion , le conservó siempre se , el otro se llamaba Danglars; el terce con cuidado para en caso de salir algunro, añadió , si bien que mirival, me ama dia en libertad ; pues si llegaba á salir delba tambien... la cárcel tenia asegurada su fortuna con el Una diabólica sonrisa animó las faccio solo precio de la joya . Ines de Caderousse quien hizo un movi -- ¿ Con que era , segun decis, preguntómiento para interrumpir al abate . Caderousse con ojos tamaños, un diamante de gran valor? - Esperad , le dijo éste , dejadme aca - :: bar, y si teneis alguna observacion que ha - Todo es relativo , dijo el abate ; de cer me la haréis despues . El otro , si bien gran valor para Edmundo , pues estaba que mi rival, me amaba tambien , y se llamaba Fernando ; en cuanto á mi novia - ; Cincuenta mil francos! esclamó Ca - su nombre es...no recuerdo el nombre de valorado en cincuenta mil francos. derousse ; e seria grande como una nuez ? la novia . — No, no lo creais, dijo el abate ; vaisál - Mercedes , dijo Caderousse . juzgar vosmismo de él , pues le tengo encima. Caderousse tenia trazas de querer des- cubrir bajo los vestidos del abate el depó- ~ - ; Ah ! sí ; ese es , repuso el abate ahc Igando un suspiro , Mercedes . - ¿ Y qué mas ? repuso Caderousse . - Dadme una botella de agua , dijo el Jabate . sito de que hablaba . Flabate sacó de su bolsillo una cajital Caderousse se apresuró á complacerle . de piel negra que abrió, é hizo brillar an- El abate llenó el vaso y bebió algunos te la ofuscada vista de Caderousse la res - sorbos . plandeciente maravila , montada en un - ¿ Eo qué estábamos ? preguntó dejan ldo el vaso sobre la mesa . La novia se lla anillo de admirable trabajo . - ¿ Y esto vale cincuenta mil francos ?|maba Mercedes, s', eso es. Ireis á Marse la... Es Dantes quien habla entendeis ? preguntó Caderousse con avidez. well - Perfectamente. – Sin las monturas , que no dejan del - Vendereis este diamante ; hareis cin tener su valor. co partes de su producto , que repartireis Dijo el abate cerrando la cajita que me-lientre estos amigos ; los únicos séres que tió en su bolsillo junto con eldiamante quelme amaban sobre la tierra ! . 167 Cómo cinco partes ? dijo Caderous-|voz desde la escalera , ¿ en qué vas á me ALBUM . se , sino habeis nombrado mas que cuatroterte ahora ? personas ! Los dos hombres se volvieron y vieron - Porque la quinta ha muerto , segun a través de las barras de la baranda de la me han dicho... La quinta era el padre de escalera , la enfermiza cabeza de Carconta ; Dantes. habíase ido arrastrando hasta allí y escu - Ay de mí! teneis razon , dijo Cade- chaba la conversacion sentada en el últi rousse conmovido por las pasiones encon - mo escalon, apoyando la cabeza sobre las tradas que se ponian en juego en él , iAy rodillas. . de mí, si, el infeliz ha muerto ! " - ¿ Y á tí quien te mete en lo que ha - He sabido este suceso en Marsella , |blamos,muger ? dijo Caderousse. El señor contestó el abate haciendo un esfuerzo pa-|line pide algunas noticias, la política exige ra permanecer indiferente, pero hace tan- que se las dé. to tiempo que murió que nohepodido sa - | - - Si, pero la prudencia manda que rehu ber ningun detalle ... ¿ Sabríais por casua- |ses darlas. ¿Quién te ha dicho la intencion lidad algo de la muerte de ese viejo ? que abriga haciéndote charlar así, imbé - ; Vaya ! dijo Caderousse équién puede cil ! saberlo mejor que yo ? viviamos pared en - Una intencion escelente , señora , os medio con el buen hombre... ; Dios mio ! lo juro, dijo el abate ; vuestro esposo nada i no habia pasado un año despues de la tiene que temer y puede contestar sin re desaparicion de su hijo , cuando murió el||celo . - Nada que temer... si, siempre se em - ., pieza por bellas promesas y luego se con - Losmédicos calificaron su enferme- entan con decir , que nada hay que te , pobre viejo ! - Pero ¿ de qué murió ? dad , que creo dijeron ser una gastro -en - mer, y luego se marchan sin cumplir na teritis ; los que le conocian dijeron que ha- da de lo que prometieron , y el dia menos bia muerto de dolor , mas yo que cuasi le pensado le sobreviene á uno un fracaso sin ví espirar , digo que murió .. y Caderous- que sepa por donde. se se detuvo . Tranquilizaos, buena muger , contes -- ¿ Murió , de qué ? repuso con ansiedad |tó el abate , la desgracia no os la acarrea el abate. .. ré yo, os lo prometo . - - Pues bien , murió de hambre. La Corconta refunfuñóalgunas palabras - - ; De hambre ! esclamó el abate re- que no pudieron comprenderse, reclinó de moviéndose sobre el banquillo , ;de ham - nuevo la cabeza sobre sus rodillas y con bre ! los mas viles animales no mueren detinuó tiritando el frio de la calentura , de hambre ; los perros que van perdidos porlijando á su marido en libertad de continuar las calles encuentran una mano compasiva |la conversacion , pero colocada de modo que les arroja un pedazo de pan ! ¡ y un que no perdiese una palabra . hombre , un cristiano ha muerto de bam ! Mientras esto pasaba elabate habia be bre en medio de otros hombres que se di bido algunos sorbos de agua y se estaba cen cristianos como él! ¡ Imposible ! ;oh ! quieto. . i es imposible ! - ¿ Pero , continuó , ese viejo se veria - Lo dicho, dicho ; repuso Caderousse . abandonado de todo el mundo para morir - Y tu has dicho muy mal, dijo una de semejante muerte ? 168 ALBUM - ¡Oh ! señor, contestó Caderousse , no puede tener ya rencor , tampoco puede . fué porque Mercedes la catalana ni el se- vengarse; con que dejémoslo correr. ñor Morrel le abandonaran , pero el pobre - : Vos quereis pues, dijo el abate, que viejo tenia una antipatía tan profunda por yo dé á esas gentes , que juzgais indignas ; Fernando ; por ese mismo, conținuó Ca - que teneis por falsos amigos, la recompensa derousse con irónica sonrisa , que Dantes destinada solo á la fidelidad ? - Verdad es; teneis razon , dijo Cade - ¿ Con qué no lo era ? dijo el abate. rousse . A mas de que que seria al pre - Gaspar, Gaspar , murmuró la muger| sente para ellos el legado del pobre Ed os ha dicho ser uno de sus amigos. de lo alto de la escalera , ten cuidado en mundo ? lo que una gota de agua para el Ilmar inmenso . , lo que vas á decir ! - Sin tener en cuenta que esas gentes Caderousse hizo un movimiento de im - paciencia , y sin contestar la mas mínima te pueden anonadar con un solo gesto , dijo cosa a la que le interrumpia prosiguió . Hamuger. . - ¿ Se puede ser amigo de aquel cuya -- > Como es eso ? ¿ tan ricos y tan po muger se codicia ? Dantes, que era un co - derosos han llegado á ser esos sugetos ? razon de oro, llamaba á todas esas gentes ; Con que no sabeis su historia ? · sus amigos.... ¡ Pobre Edmundo ! .... All - No; contádmela . Caderousse pareció reflexionar un ins fin y al cabo vale mas que no haya sabido nada ; hubiérale sido muy costoso tener||tante. que perdonarles en su postrimera hora.... — No , no , porque á decir verdad seria y digan lo que quieran , continuó Cade- asunto muy largo, dijo . rousse con ese lenguaje en que descuella - Sois muy dueño , amigo mio , dijo el una especie de ruda poesía , temo mas lalabate con la mayor indiferencia ;yo respeto maldicion de los muertos que el furor de vuestro escrúpulos: á mas de que, elmodo los vivos. - ; Imbécil ! le gritó la Carconta . de portaros es el de un verdadero hombre de bien : no hablemos de ello ya mas. ¿Qué -- ¿ Sabriais pues segun eso lo que Fer- ſera lo que me habian encargado? una sim nando hizo contra Dantes ? continuó el ple formalidad. Venderé pues este diaman ||te ; continuó sacándoledelbolsillo ,abriendo abate. - Si lo sé ? ; yo lo creo ! la caja y haciéndole brillar por segunda Decid pues. ||vez ante los ofuscados ojos de Caderousse. - Gaspar, haz lo que quieras, eresdue - Ven á verle muger , dijo éste con voz ño, dijo la muger; pero simehubieses de gutural. ' creer no dirias nada, - ¡ Un diamante ! dijo la Carconta le Lo que esahora creo que tienesrazon , vantándose y bajando con casi segura planta muger , dijo Caderousse . ||la escalera. ¿ Que es lo quebay pues sobre -- ¿ Con que no quereis decir nada ? re- e e diamante ? puso el abate, - ¿ No lo has oido, muger? dijo Cade - A que fin ? dijo Caderousse. Si el rousse ; es un diamante que el chico nos pobre chico viviera y hubiese venido a mi lega, á su padre en primer lugar , luego á para conocer de una vez á sus amigos y sus tres amigos, Fernando , Danglars y enemigos, no digo que no ; pero está ya Caderousse y á Mercedes su novia . Este bajo tierra segun me habeis dicho , y no diamante yale cincuenta mil francos. ALBUM . Oh ! ¡ hermosa joya i dijo ella . 169 l La Carconta entró en su cuarto lanzan - ¿ La quinta parte de esa suma , nos do un suspiro , rechinó el piso con el peso de sus pisadas hasta que llegó al camapé - Si, señor , contestó el abate, y á mas en que se dejó caer, reclipándose negligen pertenece pues? dijo Caderousse . la parte del padre de Dantes que me creo temente. autorizado para repartir entre los cuatro . - ¿ Qué habeis decidido ? preguntó el - Y por qué entre loscuatro ?'preguntó abate. - Decíroslo todo. la Carcontà . - Porque sois los cuatro amigos de Ed- l. - Yo creo , en verdad , que es lo me- , mundo. jor que podeis hacer; no porque yo tenga - No son amigos aquellos que dañan á empeño en saber lo que queriaiscallarme, traicion , murmuró entre dientes la mu- sino porque esto me servirá de norte para distribuir el legado segun los deseos del tes ger. - Si, si; dijo Caderousse ; eso es lo que tador . yo decia . Es cuasi una profanacion , un sa - | - Asi lo espero , dijo Caderousse, in crilejio recompensar de ese modo la trai- lamadas las mejillas por el carmin de la esperanza y de la codicia. cion y tal vez el crímen . - Vos lo habeis querido, contestó tran- | - Ya os escucho , dijo el abate . quilamente el abate, volviendo el diaman -|| - Esperad ; podrian interrumpirnos , y te al bolsillo de la sotana : hacedme ahora esto siempre molesta , á mas de que es ' el favor de darme las señas de los amigos inútil que nadie sepa que habeis venido. de Edmundo , á fin de que pueda vo eje . Y dirijiéndose á la puerta la cerró , apun cutar su última voluntad . tándola cual de noche para mayor pre Caderousse sudaba la gota gorda ; vic caucion. Durante esta operacion, el abate al abate levantarse. dirigirse hacia la puer - habia escojido su puesto para escuchar con ta como para llamar al caballo , y volver toda comodidad : sentóse en un ángulo de á entrar. Caderousse y su muger se mi- modo que quedaba sepultado en la som raron mutuamente con una indecible es bra , mientras que la luz vendria á herir de lleno el rostro de su interlocutor ; con presion . - El diamante será todo nuestro ! dijo la cabeza inclinada, sus manos plegadas ó Caderousse. . Imejor crispadas , se disponia a escuchar con profunda atencios . Caderousse acercó - Lo crees asi? dijo la muger. - Un eclesiástico no querrá engañar un banquillo y se sentó frente a él. -- Acuérdate que yo no te he impulsa nós . - Haz lo que quieras , dijo la muger.ldo á nada , dijo la temblorosa voz de la Carconta , como si á traves del piso hu En cuanto a mi no quiero mezclarme encar biese podido ver la escena que se prepa nada . Y se dirijió hacia la escalera , refunfu bien , muy bien ; dijo Caderous ſando ; sus dientes castañeteaban apesar dels -noEstá hablem muose, de ellod., cargo so ya masabilida ardient calentu abrasab la e ra que la a. A bre mi toda laosrespons llegar al último escalon se detuvo un ins- Y empezó. tante. XXVII. --Reflexiónalo bien , Gaspar ; le dijo . - Estoy decidido ; contesto . EL RELATO. - Ante todo, dijo Caderousse, debo sna 43 170 ALBUM . plicaros, caballero , que me prometais unal -Si : y la comida que tuviera un prin cosa . cipio bullicioso tuvo un triste fin . Uu, co misario de policia seguido de cuatro sol -¿Cual? dijo el abate . -De que jamas , si algun uso haceis de dados , entró y Dantes fué arrestado . estos detalles , se sabrá que os los he pro -Aqui termina lo que yo sé , caballe porcionado yo : pues los sugetos de quie - ro; dijo el abate. Dantes mismo no sabia nes voy a hablaros son ricos y poderosos , mas que aquello que le tocaba personal y si me tocaban tan solo con la punta del mente , puesto que jamas volvió á ver á dedo me harian pedazos como un vaso de ninguno de los cinco sugetos que os he Vidrio . nombrado , ni oido hablar de ellos . - ¡Pues bien ! una vez arrestado Dantes, -Quedad tranquilo , amigo mio : soy eclesiástico y las confesiones se estinguen el señor Morrel fuese apresuradamente a en mi seno . Recordad que no tengo otro tomar informes, que por cierto fueron muy medio para poder cumplir dignamente la tristes. El viejo se volvió solo á su casa , ultima volantad de nuestro amigo . Hablad desnudóse llorando del traje de bodas, pa sin miramientos pero tambien sin rencor; só todo el dia paseándose por su cuarto, y decid la verdad , solo la verdad . No co- por la noche ni se acostó siquiera , porque nozco ni conoceré probablemente los su- yo vivia en la habitacion de debajo y le oi yetos de quienes me vais á hablar ; á mas andar toda la noche ; aun yo debo confesar de que soy italiano y lo francés ; perte - que no dormí mas que él; el dolor de aquel nezco á Dios y no á los hombres, voy á infeliz padre me afectaba tanto que cada entrar de nuevo en mi convento del que uno de sus pasos resonaba en mi corazon , sali tan solo para cumplir la última vo- como si realmente pusiera su planta sobre mi pecho. Al siguiente dia Mercedes vino luntad de un moribundo. Esta positiva promesa pareció dar á Ca á Marsella á implorar la proleccion del se derousse mayor seguridad. ñor de Villefort, nada alcanzó ; mas al pro --Pues bien , en este caso , dijo éste , pio tiempo fué á visitar al viejo. Cnando quicro , y aun diré mas, debo desengaña- le viò tan triste y abatido , cuando observó ros respecto á esos amigos que Edmundo que habia pasado la noche sin acostarse creia sinceros y leales . siquiera y que no habia probado nada des -Empecemos por su padre , si os pla- de la víspera , quiso llevársele consigo para ce ; dijo el abate . Edmundo me hablaba prodigarle sus cuidados , pero el viejo no mucho de aquel viejo a quien profesaba quiso consentir de modo alguno. « No, de un entrañable amor . cia; yo no abandonaré esta casa , porque el -La historia es triste , caballero ; dijo lpobre chico me ama con preferencia á to Caderousse meneando la cabeza . ¿ Ya codo lo demas , y si sale de la cárcel , antes nocereis probablemente los principios ? que á nadie vendrá corriendo á verme. --Si , contestó el abate , Edmundo mel: Qué diria si no me he allase sperándole ? Yo oia todo esto desde el tramo de la contó todo hasta el momento en que le arrestaron en un pequeño figon cerca de escalera , porque hubiese querido que der Marsella . cedes recabára del viejo que la siguiera : -En la Reserva. ¡ Oh ! Dios mio , si. sus pasos resonando noche y dia sobre mi Me parece que veo aun aquella escena . ndo s cabeza no me dejaban un momento de re celebra No fué mientra estaban la comida de esponsales ? " poso . 171 ALBUM . - ¿ Pero vos no subisteis á consolar eljdo mal escondido; Juego'comprendílo que pobre viejo ? preguntó el abate . eran aquellos líos: iba vendiendo paulati - ¡ Ah ! señor, contestó Caderousse ; no namente todo lo que tenia para poder vi se consuela sino á aquellos que quieren servir. En fin , elbuen hombre acabó con todo consolados, y él no lo queria de modo a!- su ajuar.... Debia ya tres meses de alqui guno . A mas de que , yo no sé porque , ler: amenazárople con echarle decasa ; su pero me parecia que el verme le causaba plicó le concedieran tan solo ocho dias, y repugnancia. Con todo, una noche que o le fué acordado. Sé estas minuciosidades sus sollozos no pude contenerme, y subí: porque el casero entró en mi cuarto al sa cuando llegué á la puerta no lloraba ya ; |lir del suyo. Durante los tresprimeros dias, rezaba, No me es posible repetirossus elo e oíandar segun costumbre,mas al cuarto cuentes palabras y lastimeras súplicas; no ya no où nada. Me arriesgué á subir , la era solo la piedad era el dolor quien las puerta estaba cerrada; pero a través de la espresaba; como que yo , que no soy bea- cerradura le distingui pálido y tan desfa tucho ni partidario de losjesuitas, medije| llecido que , considerándole gravemente en aquella ocasion : soy muy dichoso , en enfermo envié un recado al senor Morrel verdad, en encontrarme solo y que elbuen y fuí corriendo á casa de Mercedes. Am Dios no mehaya dado hijos,porque si fuese bos se apresuraron á venir . El señor Mor padre y esperimentase un dolorsemejante reltrajo consigo un médico ; éste diagnos al que sufre ese pobre viejo , no .pudiendo ticó en él taa gastro - enteritis y prescribió hallar en ini memoria ni en mi corazon dicta . Yo estaba allí, caballero, y no olvi todo lo que dice á Dios , me iria en dere- darė jamás la sonrisa del viejo al oir esta chura á precipitarme 'en el mar para no prescripcion . Desde entonces quedóabierta sufrir por mas tiempo . - Pobre padre ! murmur í el abate . su puerta : tenia una escusa para no corrier, el médico habìale mandado que guardase -- De dia en dia , vivia mas solo y aisla -||dieta . do ; Morrel y Mercedes venian á verle ál El abate sofocó una especie de sus menudo , mas encontraban la puerta cer -Ipiro . . rada ; y aunque estaba yo cierto de quel - Esta historia os interesa , & no es asi , se hallaba dentro no contestaba. Un dia caballero ? dijo Caderousse . que , contra su costumbre habia admitido m ' i, contestó el abate; es lastimera. á Mercedes , y que la pobre niña , a pesar – Mercedes volvió ; encontróle tan de de su desesperacion , trataba de consolarle mudado que como la vez primera se em la dijo « Créeme, hija mia , él há muerto , peró en trasportarle á su casa . De la mis y en vez de esperarle nosotros , esél quien ma opinion era el señor Morrel , que á la mos espera.... Me tengo por muy dichoso , fuerza queria verificar el traslado ; mas el porque soy el mas viejo , y porconsiguien - viejo gritó tanto , que temieron una catás ie , le volveré á ver el primero .) trofe . Mercedes se quedó á la cabecera de Por compasivo que uno sea, repugna el su cama. El señor Jorrel se marchó ha ir á ver personas que solo nos entristecen : ciendo un signo a la catalana deque le de . el viejo Dantes acabó por vivir enteramen - Ijaba una bolsa sobre la chimenea . Pero te solo . Yo no veia subir a su cuarto sino escudado con la órden delmédico, el vie - de vez en cuando gentesdesconocidas, que jo no quiso tomar nada . En fin , despues volvian á bajar llevando consigo algun far - de nueve dias de desesperacion y de abs 172 *ÁLBUM . tinencia, el viejo espiró ,maldiciendo á los! - ¿ Qué decís, señor ? — Nada ; contestó el abate , continuad : causantes de su desgracia y diciendo á Mercedes: « Si vuelves á vér á Edmundo,ll - Danglars escribió la denuncia con la mano izquierda á fin de que no fuese co dile que muero bendiciéndole. » El abate se levantó ; dió dos ó tres vuel- nocido sú carácter , . y Fernando quien la tas por el cuarto, aplicando su temblorosa dió curso - ; Pero vos, grito de repente el abate , mano á su enjuta garganta . -- ¿ Y vos creeis que ha muerto ?... vos estabais allí ! - De hambre.... señor,dehambre,dijo - Yo! dijo Caderousse admirado ¿quién Caderousse ; os respondo de ello ; es tanlos ha dicho tal? El abate echó de ver que se habia pre. . cierto como que ambos somos cristianos. El abate , con mano convulsiva, cojió el |cipitado. vaso de agua medio lleno aun , vacióle del - Nadie ; mas para estar tan bien in un trago y volvió a sentarse encendidos los formado de todos esos detalles es preciso ojos y pálidas las mejillas. que fueseis testigo. : -- Confesad que es una gran desdicha, - Verdad es, dijo Caderousse con voz dijo con ronca voz. sofocada , yo estaba allí. - Tanto mayor , caballero , cuanto quel - Y si vos estabais ¿ cómo no os opu Dios ninguna parte tiene en ello , y solo los(sisteis á esa infamia ? dijo el abate ; luego sois su cómplice. hombres son la causa. · - Pasemos pues á esos hombres, dijo ell - eñor , dijo Caderousse, me hicieron abate ; mas tened presente , continuó con beber tanto que llegué poco menos que á aire cuasi anenazador , que os habeis en perder la razon ; no veía mas que a través cargado de decírmelo todo: veamos į cua - de una nube. Dije todo lo que puede de les son esos hombres que han hecho mo-||cir un hombre en tal estado, mas me con rir al hijo de desesperacion y al padre de testaron que era una chanza que habian querido hacer , y que no tendria conse hambre ? - Dos hombres celosos de él, eluno por cuencia alguna. amor , el otro por ambicion : Fernando yi - Pero al dia siguicnte bien visteis que la tenia y con todo no dijísteis nada , sin Danglars: ¿ Y como demostraron sus celos ? de embargo de que estariais allí cuando le prendieron. cid . . - dcusaron á Edmundo de agente bo --Sí, señor ; estaba allí y quise hablar , quise decirlo todo , pero Danglars me de napartista . - ¿ Pero cual de los dos le denunció ? tuvo : « si por casualidad es culpable , me 2 cual de los dos fué el verdadero culpa- dijo , si en realidad ha arribado á la isla de Elba, si es verdad que se ha encargado ble ? - Los dos, señor : el uno escribió la car - llde una carta para el comité bonapartista Fie Paris , si le encuentran encima ese es En la Reserva , la víspera misma del crito , los que le apoyen serán tenidos por el correo la pusose enescribió el otro ta ,----; esa .carta ? En donde cómplices. Entonces tuve miedo, de la ientoes., eso es, murmuró el abate , policía tal »como casam - Eso estaba entonces montada. ioh , Faria ! ¡ Faria ! que bien conocias Lo confieso ,mecallé; fué una vileza, con u los hombres y las cosas. livengo en ello , pero no fué un crimen . ALBUM : 173 - Comprendo ; dejasteis hacer, y nadajá casa del padre de Dantes para llevarlė mas. . consigo á la suya , y la víspera ó ante - Sí, señor ; contestó Caderousșe , eşej víspera de su muerte , os lo repito , dejó es el remordimiento que me acosa ince- sobre la chimenea un bolsillo con cuyo sante de noche y de dia. A menudo pidocoptenido se cubrieron las deudas del buen perdon á Dios,os lo juro, tanto mas cuan - hombre y se sufragaron los gastos de su to que esta accion , la única que pueda en jentierro , demodo que el pobre viejo pudo realidad reprocharme en todo el decurso por lo menos morir como habia vivido , de mi vida, es sin duda la causa de todas sin hacer daño á nadie . Aun tengo yo la mis adversidades. Espío con usura,unmo - bolsa , que es de seda encarnada. mento de egoismo , de modo que cuando - Y ese señor Morrel vive aun ? pre . la Carconta viene lainentándose', cosa que guntó el abate . Sucede todos los dias, la digo : « Cállate - Sí, dijo.Caderousse . muger, pues Dios;lo quiere así.». En este caso la bendicion del cielo Y Caderousse bajó la cabeza con ine- habrá caido sobre ese hombre y deberá quívocas dernostraciones de verdadero ar- |ser rico... feliz ? repentimiento . Bien , caballero ;,dijo el abate, habeis | Caderousse sonrió amargamenteC .. Si; feliz como yo, dijo : hablado con franqueza ; el que de este , - ; Cómo! ;el señor Morrel seria des modo se acusa alcanza su perdon . - Desgraciadamente , dijo Caderousse , graciado ! esclamó el abate . - Está cvasi sumido en la última mise Edmundo ha muerto sin haberme perdo- ria, señor ; y aun mas, próximo á quedar pado. - El ignoraba, dijo el abate... . - Pero ahora tal vez lo sabe ya , repu - deshonrado. : - ¿ Cómo es eso ? Si, tal como os lo digo ; despues de so Caderoussé . Dícese que los muertos lo |yeinte y cinco años de improbo trabajo , saben todo despues de haber logrado colocarse en el : un instante de silencio : el abate mas honroso lugar entre el comercio de . Hubo ise habia levantado, y paseaba pensativo;|Marseħa, el señor Morrel está arruina. volvió luego a su puesto y, se sentó. Jenteramente . Ha perdido cinco buques ... - Me habeis nombrado dos o tres veces||dos años, ha sufrido tres bancarrotas hor á un tal Morrel, le dijo : ¿ Quién es, ese ribles, y al presente solo confia en esemis hombre ? mo Faraon que mandaba Dantes , y que - Es el armador del Faraon , el protec debe llegar de las Indias .con un cargo . tor de Dantes. Amento de cochinilla y añil. Si ese navío desempeñ perdi qué papel ado en lle falta como los otros está ha - ¿Y do . este triste negocio ? preguntó el abate. ¿ Tiene muger é hijos ese infeliz ? di - El papel de un hombre honrado , ani-llio el abate . . . moso y apasionado , señor ; veinte veces - -Si; tiene una muger que a pesar de intercedió por Edmundo : cuando entró el tantos contratiempos ,se porta como una emperador , escribió , rogó y amenazó , lo santa : tiene una hija que iba á casar con que le valió cuando la segunda restaura- un hombre á quien ama , y cuya familia cion que se le persiguiera como bonapar- se opone á que se, enlace con una joven tista. Diez veces, como os he dicho ya, fuébarruinada; tiene en fin un hijo subtenien 174 ALBUM . . te en el ejército . Pero, ya comprenderéis |gurarlo ? La infelicidad y la dicha son el que todo esto redobla su dolor en vez de secreto de las paredes : estas tienen oidos endulzarlo . Si fuese solo , se levantaria la pero no'lengua ; si basta una gran fortuna i . tapa de los sesos y negocio concluido. para poder ser dichoso Danglars no hay - ¡ Eso eshorroroso! inurmuró el abate; lduda que lo es . - Ahí teneis como recompensa Dios la - ¿ Y Fernando ? virtud, dijo Caderousse, ved aquí; yo que — ¿Fernando? Es otro ya de lo que era. jamás hice una mala accion, escepto la quel -- ; Pero cómo ha podido hacer fortuna os he contado , me veo sumido en la mi- un infeliz pescador catalan , sin recursos, seria ; así que despues de presenciar la sin educacion ? os confieso que esto me muerte de mimuger sucumbiendo a la pasma. fiebre, sin poder hacer nada por ella,mo Y admira tambien á todo elmundo : riré de hambre cual el padre de Dantes , preciso es que haya en su vida algun es mientras que ¡Fernando y Danglars nadan traño secreto que nadie sabe. en el oro . - ¿Cómo ha sido eso ? - Pero en fin por qué medios visibles ha logrado remontar á tan alta fortuna ó — Porque todo les ha ido viento en po lá tan elevada posicion ? pa,mientras que para las gentes honradas • todo han sido reveses de fortuna . - A las dos cosas, señor , á las dos co sas : pues que tiene fortuna y ocupa alta - ¿ Qué ha sido de Danglars, el mas posicion juntamente . - ¿ Es un cuento lo que me estáis di - culpable, no es así; el instigador ? - ¿ Qué ha sido de él ? se marchó de ciendo ? . Marsella ; entró , por recomendacion del - El hecho es que la cosa 'lo parece ; señor Morrel que ignoraba su crímen, co - mas escuchad y vais a comprenderlo luego . mo dependiente en casa de un banquero - Fernando unos dias antes de la vuel español. Cuando la guerra de España , se ta de Dantes, cayó soldado. Los Borbones encargó de una parte de los abastos del te dejaron 'tranquilo en su barrio de los ejército francés é hizo su fortuna : enton - Catalanes; pero vino Napoleon , decretó ces con este primer dinero, jugó en la bol- una leva estraordinaria . y Fernando se vió sa y ha triplicado , cuadruplicado sus ca - forzado a partir. Tambien tuve que mar pitales y viudo ya de la hija de su ban - char yo , pero como tenia mas edad que quero, ha casado con una viuda, la señora Fernando , y acababa de casarme con mi de Nargonne, hija del señor de Servieux , infeliz muger , me enviaron tan solo á chambelan del rey actual y que goza del guardar las costas. Fernando fué agregado mayor favor. Se ha hecho millonario ; le á un regimiento de tropas activas, pasó con han dado el título de conde, de modo que el la frontera y asistió á la batalla de Lig . se llama el conde de Danglars, y tiene un ny. La noche que siguió , la batalla esta palacio en la calle de Montblanc, diez ca - ba de ordenanza con un general que tenia . · ballos en sus cuadras, seis lacayos en su relaciones secretas con el enemigo. En antesala y no sé cuantos millones en sus aquella mismanoche debia el general på gabetas. sarse á los ingleses y propuso á Fernando - Ah ! esclamó el abate con un acen que le acompañára ; éste aceptó , abando to singular: ¿ es dichoso ? nó su punto y siguió al general. Lo que - Dichoso ! ¿ quién se atreverá á ase-l hubiera hecho pasar á Fernando por un ALBUM . 175 . consejo de guerra si Napoleon hubiese con-|\tructor . Murió Ali-Pachá en una accion , tiruado en el trono, le sirvió de recomen - como ya sabreis: pero antes demorir, re dacion para con los Borbones. Entró en compensó los servicios de Fernando rega Francia con una charretera de subtenien - ándole una suma considerable con lo que te y como la proteccion del general, que volvió a Francia dor de le confirmaron en disfrutaba grande favor, no le abandonó el grado de teniente general. un momento era ya capitan en 1823 cuan-| - De modo que hoy en dia ...? pregun do la guerra de España ; es decir cuando||tó el abate. Danglars empezaba sus primeras especu- -- De modo que en eldia. prosiguió Ca laciones. Fernando era español, por lo derousse , es conde , diputado , posee un que le enviaron á Madrid para sondear el magnífico palacio en Paris , calle de Hel espíritu de sus compatricios. Allí se en - der , número 27 . contró con Danglars, se puso de acuerdo Elabate abrió la boca , quedó por un con él, prometió á su general un apoyo instante como un hombre que vacila ,mas entre los realistas de la capital y de las haciendo por fin un esfuerzo sobre símis provincias, aceptó algunas promesas, hí- mo dijo : zolas tambien á su vez, guió á su regi- - ¿ Y Mercedes? ¿me han asegurado miento por veredas solo de él conocidas aiſque habia desaparecido ? través de las montañas coronadas de rea- - Desapareció , dijo Caderousse , cual listas y en fin , prestó en aquella campaña desaparece el sol para volver á salir aldia ta les servicios, que despues de la toma del siguiente mas esplendente que antes. "Trocadero se le nombró coronel y recibió - ¿ Con qué ha hecho tambien fortuna ? la cruz de oficial de la legion de honor con preguntó el abate con irónica sonrisa . el título de baron . 1 - Mercedes es al presente una de las - Fué su estrella , su estrella , murmu principales señoras de Paris . ró el abate . | -- Continuad , dijo el abate ; me pare - Si; pero escuchad , no es eso todo . ce que oigo contar un ensueño. Pero he La guerra de España acabó; la carrera de visto por mimismo cosas tan estraordina Fernando se veia atascada en razon á larias, que las que me estais contando me larga paz que prometía reinar en Europa. admiran menos. Sola la Grecia estaba sublevada contra la - Mercedes, se desesperó al principio Turquía , y principiaba la guerra de su in - con el golpe que la arrebataba á su Ed dependencia . Todos dirigian á Atenas susmundo . Os he dicho ya las instancias que miradas; estaba en moda compadecerse y hizo alseñor de Villefort y sus sacrificios socorrer á los griegos. El gobierno fran - para con el padre de Dantes . En medio cés sin protegerles abiertamente , como de su desesperacion un nuevo dolor vino ya sabreis, toleraba las emigraciones paraexacerbarla ; este fué la partida de Fer ciales; Fernando solicitó y obtuvo el per - nando ; de Fernando cuyo crimen ignora miso de servir à la Grecia , sin perjuicio ba y al que miraba como un hermano. de su antigüedad en el ejército . Algun Fernando marchó y Mercedes se quedó tiempo despues se supo que el baron desola . Morcerf, tal era el nombre bajo que se le Tres meses trascurrieron para ella ane apellidaba , habia entrado al servicio de gada siempre en lágrimas , ninguna noti Ali-Pachá , con el grado de general ins-||cia de Edmundo , ninguna nueva de Fer 176 ALBUŇ . -nando ; nada ante sú xista, mas que funká Marsella. Era yaşubtepiepte. En su pris viejo que iba muriéndose por la mismamer viaje po dijo á Mercedes una sola pa causa que matiyaba :su desesperacion. Unalabra de amor ; al segundo,la recordó que tarde, despues de haber pasado todo eldia la amaba. Mercedes le pidió „seis meses sentada segun costumbre en el ángulomas de tiempo para llorar y esperar á Ed que forman los dos caminos que conducen mundo. provisoda sabia dei suno diem amarga som de Marsella al barrio de Jos Catalanes, en - En resumidas cuentas , dijo el abate tró en casa mas abatida que nunca. Nisu con amarga sonrisa , todo junto componen amante ni su amigo venian por ninguno diez y ocho meses. ¿ Qué maspuede exijir de ambos caminos, y nada sabia del ;upojel amante mas idolątrado ? y luegomurmu ni del otro . De improviso le pareció re- ró, estas palabras del poeta inglés : Fräilly conocer el ruido de ciertas pisadas cono-||ly nameiswoman ! cidas, volvió con ansiedad la cabeza, abrió- . -Seis meses despues , continuó Cade se la puerta y apareció en sus umbrales rousse , verificose el casamiento en la igle Fernando con el uniforme de subteniente . sia. de Accoules. Este no era sino la mitad de la causa de - Era la misma iglesia en quedebia ca su dolor, pero era una porcion de su vida sar;con Edmundo , murmuró el eclesiás- . pasada que se le incorporaba de huevo: tico ; nada sido el novio habia cambiado. Mercedes cojió lasmanos de Fernando con Mercedes se casó pues, continuó Ca un trasporte que este juzgó ser amor yderousse ; pero aunque en la apariencia que sin embargo no era mas que la ale- estaba tranquila, no dejó de desmayarse al gria de no verse ya sola en el mundo y pasar por delante de la Reserva , donde de volver por fin á ver á yn amigo des 7 diez y ocho meses, antes habia , celebrado pues de tan largas horas de solitaria .tris - sus esponsales con aquel á quien amaba teza, á mas de que, preciso, es decirlo , ja- todavia , si se hubiese atrevido á investigar mas Fernando habia sido jaborrecido sien lo profundo de su corazon . Fernando bien tampoco habia sido amado; otro era mas feliz , pero no mas tranquilo , porque dueño del corazon de Mercedes-y,este otro yo le ví en aquella época, temergso sin ce estaba ausente .... habia desaparecido..... sar de la vuelta de Edmundo; Fernando se habia muerto tal vez . A esta última idea ocupó en seguida de.,lleyarse á su ,muger Mercedes se deshacia en lanto y retorcia al estrangero y desterrarse á si mismo. sus brazos de dolor, pero esta idea que Tenja entoncesmuchos peligros que temer, otras veces rechazaba cuando se le suge-ly muchos recuerdos que combatir quedán ría otro ,-se le venia por,si sola á la- ima- dose en los Catalanes.,Oeho dias despuesi ginacion , aparte de que el viejo Dantes la de la boda partieron . decia incesantemente: « nuestro Edmundo .- ; Y de entonces , acá babeis vuelto á ha muerto , porque á no ser asi , se , ha- ver á Mercedes ? preguntó el cura . --- Si: cuando estalló la guerra de Espa bria reunido ya con nosotros. » Murió el viejo , como os dije ya ; si hu - ña, la ví en Perpiñan, donde la dejára Fer biese vivido , tal vez Mercedes no hubieralnando: ocupábase entonces en la educacion de su hijo . jamas legado a ser muger de otro, pueso que hubiese estado él allí para echarle en cara su inconstancia . Fernando lo conocio El abate se 'inmutó . ; De su hijo ? dijo . - Si, contestó : Caderousse : delpequeño Cuando supo la muerte delviejo , regresó Alberto. ALBUM . 177 Pero para educar a su hijo', continuól . - ¿ Y el señor de Villefort ? preguntó el abate , es preciso que ella hubiese reci- el cura . . bido alguna instruccion , y me parece ha - - Oh ! ese jamáshabia sido amigo mio , ber oido á Edmundo que era la hija de un oi le conocia siquiera , no tenia por lo tanto simple pescador, bonita pero sin educa- que pedirle nada. . cion . - ¿ Pero no sabeis lo que ha sido de él, - ¡Oh ! dijo Caderousse; 1 pues conocia y que interes ha tomado por la desgracia muy mal á su novia ! Mercedes hubiera de Edmundo ? . podido llegar a ser reina, caballero ; si lal - No: tan solo sé que despues de algun corona debiesen ceñirla sola las cabezas tiempo de haberle hecho arrestar, casó con mas bonitas é inligentes. Su fortuna iba la señorita de Saint-Meran abandonando · creciendo y ella se engrandecia con la for- en seguida á Marsella . Sin duda que la : tuna. Aprendia de dibujo , de música , de fortuna le habrá sonreido como á los otros; todo . A mas de que yo creo,aquipara en - probablemente será rico como Danglars y tre nosotros, que si ella hacía todo eso era titulado como Fernando; tan solo yo como con el objeto de distraerse , para olvidar , me veis he quedado pobre , miserable y y que no hacinaba tantas cosas en su ca - olvidado de Dios. beza sino para sofocar la que tenia en el ---Os engañais, amigo mio, dijo el aba corazon . Mas al presente , debe decirse to - te ; puede parecer que Dios alguna vez ol- do, los honores y riquezas la han consola - vida y es cuando su justicia descansa, mas do sin duda. Es rica , es condesa , y conviene un momento en que se dispierta y todo .. .. Caderousse se detuvo . . . ||de ello teneis aqui una prueba. A estas palabras el aba te sacó de su bol -- Con todo, e que ? preguộtó el abatę. sillo el diamante y presentándole á Cade - Y con todo estoy seguro de queno es rousse le dijo: - Tomad , tomad este diamante , pues · dichosa. . - ¿ En que lo fundaiş ? . . . . que solo á vos os pertenece. . - Ya veréis. Cuando me ví tan desgra- - - Como! ¿ á mi solo ? esclamó Cade iciado, pensé que mis antiguos amigos me rousse ; jah , señor ! ; no osburleis de mi! Este diamante debia partirse entre los socorrerian en algo. Me presenté pues en casa de Danglars que no me recibió . Fuí amigos de Edmundo : éste no tenia mas á casa de Fernando , que me envió cien que un amigo, la particion es pues inútil. francos por conducto de su ayuda de ca - Tomad el diamante y vendedle ; os repito , " mara . que vale cincuentamil francos, y esta suma Con qué no visteis ni al uno ni allespero que bastará para sacaros de la mi seria . iv . Ho otro ? - No; pero la señora de Morcerf mel - Oh , señor ! dijo Caderousse alar vió a mi. Igando con timidez una manomientras con ||la otra secaba el sudor que manaba de su - ¿ Como? . Cuando sali de su casa cayó á, mis frente ;oh , señor ! i no os divirtais con la pies un bolsillo : contenia veinte y cinco felicidad ó desesperacion de un hombre ! · luises. Levanté con prontitud la cabeza Ya sé yo lo que es la dicha y lo que y ví á Mercedes que cerraba las persia- es la desesperacion, y jamás me divertiré nas. Ipromoviendo esos sentimientos , contestó : , 45 178 ALBUM . el abate . i Tomad pues ! pero en cam - entusiastas raptos de Caderousse , quitó el mismo el puntal de la puerta , salió , mon bio .... Caderousse que tocaba ya el diamante |tó á ncaballo , saludó por última vez alme cio que setideshacia retiró con viveza la inano. Elabate se oson en estrepitosasdes r-ecsonero r r ar r siguiendo o M rió . pedidas, y ppartió la misma di - En cambio , continuó, dadmeese bol- reccion que trajo al venir. sillo de seda encarnada que el señor Mor. Cuando Caderousse volvió la cabeza , vió rel dejó sobre la chimenea del viejo Dan - á sus espaldas á la Carconta mas pálida y tes , y que, segun me habeis dicho , teneis temblorosa que nunca . - ¿ Es realmente cierto lo que he oido? en vuestro poder . Caderousse mas y mas admirado , diri- dijo ella . jose á un grandearmario de encina, abrió - ¿ Qué ? ¿ que nos daba el diamante je, y dió al abate un bolsillo largo , de se - para nosotros solos ? dijo Caderousse cuasi da encarnada descolorida ya , por el que loco de alegria , corrian dos anillos de cobre dorados en - Si. otro tiempo. El abate lo tomó; y en cam . - Nada mas cierto : hélo aqui. La muger lo contempló un momento, bió dió el diamante á Caderousse . - ;Oh ! sois un enviado del Señor, ca - luego con voz sorda dijo : ballero , esclamó.Caderouse , porque á de- - ¿ Y si es falso ? cir verdad nadie sabia que Edınundo os Caderousse se puso pálido y vacilo . hubiese dado este diamante y os le hubie - | - ; Falso !murmuró , falso ! ... ¿ Y por rais podido guardar . que ha de haberme dado ese hombre un --; Bueno , dijo para sí el abate , á lo diamante falso ? que parece tu lo hubieras hecho ! - Para poseer tu secreto sin pagar , ;im El abate se levantó , tomó sus guantes y||bécil ! Caderousse quedó por un instante con sombrero y dijo : - ¿ Con qué és cierto todo lo que me fundido bajo el peso de esta suposicion . habeis dicho y puedo creerlo en todas sus - ; 0h1 dijo al cabo de un rato toman partes ? do el sombrero que puso sobre elpañuelo - Ved aqui, señorabate, dijo Caderous- encarnado atado al rededor de su cabeza , se , ved aqui en ese rincon un Cristo de pronto voy á saberlo. madera bendita , ved aqui sobre ese cofre - ¿ De qué modo ? el libro del Evangelio de mimuger: abrid -- Hoy hay feria en Belcaire ; á ella ha ese libro y por él tendiendo una al Cristo , brán acudido los diamantistas de Paris ; os juraré por la salud de mi alma, por rnivoy allá y se lo enseñaré. Tu guarda la fé de cristiano que os lo he contado todo casa , muger ; dentro dos horas estoy de ial cual ha pasado, tal cual lo dirá elángel vuelta de los hombres al oido de Dios el dia del Y Caderousse se lanzó fuera de su casa , juicio final. echando á correr por la parte fopuesta á - Está bien , dijo el abate; queos apro - aquella que acababa de tomar el descono veche ese dinero . A dios , vuélvome lejos||cido . de los hombres que tanto daño se hacen unos á otros. - ; Cincuenta mil francos! murmuró la Carconta apenas quedó sola ; es bastante Y el abate escapando con trabajo á los dinero... pero no es una gran fortuna. 1. . ALBUM . . XXVIJI. LOS REGISTROS DE LA CÁRCEL . 179 flestremada delicadeza ; saludó , salió y se ||dirigió , con ese aire peculiar á los hijos de Al dia siguiente al en que pasara en el la Gran Bretaña , hacia la calle (indicada. camino de Bellaguarda á Belcaire la esce- :l señor Boville estaba en su gabinete : al na que acabamos de referir , un hombre verle , el inglés hizo un movimiento de de treinta á trienta y dos años, con fracsorpresa que parecia indicar no ser aque azul, pantalon de mahon vy chaleco blan -fla la vez primera que se encontraba en co , teniendo a la vez el aire y el acento presencia de aquel á quien iba á visiiar. inglés se presentó al maire de Marsella . Por lo tocante al señor Boville , estaba tan - Caballero , le dijo : soy el primer ofi - desesperado que era evidente que todas las cial de la casa Thomson y French de Ro- facultades de su espíritu , absortas en el ma, estamos hace diez años en rela - pensamiento que en aquel entonces le ocu . ciones con la casa Morrel é,hijo deMarse - paba, no dejaban ni á su memoria ni á su Ha : tenemos interesados en estas relacio . imaginacion el tiempo necesario para re nes unos cien mil francos poco mas ó me- cordar lo pasado. El inglés, con esa llema nos, y estamos alarmados en vista de lal característica de su nacion , le propuso á voces que corren de la próxima ruina del poca diferencia en los mismos términos la esa casa . Con este solo objeto he venido de cuestion misma que acababa de proponer Roma á suplicaros que me deis algunasſalmaire de Marsella . . . - Oh ! señor,esclamó el señor de Bovi noticias sobre el estado de la casa . - Caballero , contestó el maire, sé efec - le, vuestros temoresdesgraciadamente son tivamente que hace cuatro ó circo años sobradamente fundados, y aquí dondeme la desgracia parece encarnizarse en el veis estoy desesperado. Tenia yo colocados señor Morrel: ha perdido sucesivamente en la casa Morrel doscientos mil francos, cuatro ó cinco buques, y tres ó cuatroban destinados para la dote de mi hija á la que carrotas han amenguado su caudal: pero trataba de casar dentro quince dias, de los no es de miincumbencia , a pesar de ser doscientos mil francos debian reembolsár acreedor por unos diez mil francos, el dar seme cien mil el 15 de este mes , y los ninguna noticia sobre el estado de su for- otros cien mil el 15 del siguiente . Mani tana. Preguntadme como á maire lo que|festé al señor Morrel que deseaba se me pienso del señor Morrel , y os contestaré reembolsasen con exactitud , y héos aquí que es un hombre probo hasta la rigidez que se me presenta apenas hará una ho y que hasta el presente ha cubierto susra , para decirme que si su buque el Fa compromisos con escrupulosa exactitud. raon no ha fondeado de aquí al 15 , se ve Eso es todo lo que puedo deciros, caba - ria en la imposibilidad de hacerme ese Hero ; si queréis saber mas, dirigios al se - pago. ñor Boville , inspector de cárceles, que vi- - Mas esto parécese mucho á pedir es ve en la calle de Nouailles , núm . 15 ; el pera, dijo el inglés. tiene , segun creo , doscintos mil francos!! - Decid mejor que parece una ban acarrota ! esclamó desesperado el señor de colocados en la casa Morrel ; si en realidad loBoville . hay algo que temer , como esa suma esl El inglés estuvo como reflexionando por mas considerable que la mia , es probable un instante y luego dijo . - reguo eso , señor, el crédito os ins que esté él mejor informado que yo. El inglés dió ,muestras de apreciar tan\ pira temores ? : 180 ALBÚM . . - Mas claro : le miro como perdido. || — ¿ En esos registros habrá adjuntaslas notas relativas a los presos ? - ; Pues bien ! yo os le compro. - Vos ! - Cada preso tiene su informe. . . --Sí , yo . - Pues bien , caballero , me educó, en - ¿ Pero será con un quebranto enor -/Roma un infeliz abate que luego desapa. me, sin du la ? ( reció de pronto . He sabido despues que - No : mediante doscientos mil fran -||habia sido conducido preso al castillo de cos : nuestra casa , įañadió el inglés' rien - ilf , y desearía algunos detalles sobre su do , no hace negocios como esos. muerte. - ¿ Como se llamaba ? - ¿ Y pagaréis ?... - Al contado. - Elabate Faria . Y el inglés sacó de su bolsillo un lio del — Oh! recuerdo perfectamente, escla billetes de banco que podian doblar la su - mó el señor de Boville , estaba loco. ma que el señor Boville temia perder . Un - Asi se decia . fulgor de alegría animó el rostro del señor - Oh ! era muy cierto . Boville ; mas con todo hizo un esfuerzo i Es posible ? ¿ de qué género era su para dominarse y dijo : locura ? - Caballero : debo preveniros que se Pretendia conocer el punto en que gun toda probabilidad no lograréis sacar estaba escondido un inmenso tesoro y ofre el seis por ciento de esà suma. i cia enormes sumas al gobierno si consen - Lo que es á minome importa ; con - tía en ponerlo en libertad. testó el inglés , importa solo á la casa - ; Pobre diablo ! ; y ha muerto ? Thomson y French en cuyo nombre opel - Si señor : hará como unos cinco ó ro. Tal vez está interesada en apresurarseismeses : en febrero último. là ruina de una casa rival. Lo que si sé , — Teneis una memoria feliz, caballero , caballero , es que estoy pronto a entrega - pues que asi recordais las fechas. ros la suma en cambio del endoso quemel - Lo recuerdo tanto mas , cuanto una ha'reis ; tan solo os pediré elderecho de singular circunstancia acompañó la muer te de este infeliz . corretage. - ;Como caballero , esmuy justo ; es - -- ¿ Pobria saberse cual ? preguntó el clamó el señor de Boville . La comision inglés con una espresion de curiosidad que por lo comun vale uno y medio por cien - un observador profundo se hubiera admi to e quereis el dos ? ¿ el tres ? ;el cinco ?|rado de encontrar en aquel flemático ros tro . quereis mas aun ? ¡Hablad ! - Caballero , contestó el inglés riendo , - No hay inconveniente : el calabozo soy como la casa de que dependo, no ha del abate estaba cuarenta ó cincuenta pies go yo negocios de esa clase, no ; midere- distante del de un antiguo agente bona cho de corretage 'es de otra especie. : partista ; uno de esos que mas contribu - Hablad pues, os escucho. yeron al retorno del usurpador en 1815 , - Sois inspector de las cárceles ? hombre resuelto y peligroso . - Hace mas de catorce años. - De veras! dijo el inglés . - ¿ Tendreis los registros de entrada y | -- Si, contestó el señor de Boville : tu salida ? - Sin duda. Ilve ocasion de visitar á este individuo en ||1816 ó 1817 , y jamas se bajaba a su ca 181 ALBUM. al sencillamente arrojan se muertos los solalgunos de labozo sin ir acompañado dados : este hombre me hizo una profun- mar atando á sus pies una bala de a trein da impresion , y jamas olvidaré sus fac-ita y seis. - ¿ Y qué ? dijo el inglés como si fuera ciones . Moviéronse los labios delinglés con una de tardía comprension . 1 - ¿ Y qué ? le ataron a los pies la bala imperceptible sonrisa y dijo : - Decis , caballero , que los dos cala- de a treinta y seis y le lanzaron al mar. - ¿ De veras ? esclamó el inglés. bozos... . - Estaban separados á cuarenta pies del - Si, señor ; continuó el inspector. Ya distancia , mas parece que este Edmundo comprendereis cual debió ser el pasmo del fugitivo cuando se sintió precipitar de la Dantes.. ... . - ¿ Ese hombre peligroso se llamaba ...? cumbre de las rocas. Hubiese querido ver - Edmundo Dantes; si señor : pues pa- su cara en aquel momento . rece que el tal Dantes se habia procurado . - Dificil era por cierto . herramientas ó se las habia fabricado , l - No importa , contestò de Boville á puesto que se encontró un pasillo por el quien la certidumbre de reembolsar sus cual comunicaban ambos presos. doscientos mil francos pusiera de buen hu - ¿ Y ese pasillo lo fabricarian sin duda mor. No importa, cuasi me la represento . Y dió una carcajada. con objeto de escapar ? - Eso es : mas desgraciadamente para | - Y yo tambien ; dijo el inglés , y se los presos , el abate Faria se vió atacado |puso á reir , mas con la risa de los ingle ses, es decir de dientes á fuera. ¿Con qué, de una catalepsia y murió . - Ya comprendo : este suceso debió re - continuó, pues fué elprimero en recobrar su sangre fria , con qué el fugitivo se tardar sus proyectos de fuga. . ' - Para el muerto si , mas no para el anego ? vivo: muy al contrario , Dantes vió en elloll - Lindamente . un medio de apresurar su fuga ; pensó sin - De modo que el gobernador del cas duda que los presos muertos en el castillotillo se vió a la vez desembarazado delfu de If se enterraban en un cementerio or- rioso y del loco ? dinario , por lo que trasportó a su cuarto -- Eso es. al difunto , ocupó su lugar en el saco con - ¿ Pero sobre ese suceso se instruiría el que se le amortajára y esperó elmomento espediente oportuno ? . - Si , si , acto mortuorio , porque ya del entierro. --Muy aventurado era ese medio y no comprendereis que los parientesde ese Dan deja de indicar algun valor , repuso el tes, si es que los tiene, podian tener un Winterés en asegurarse de si estaba vivo ó ingles. . - ¡Oh ! ya os he dicho que era hombre muerto. muy peligroso ; i afortunadamente élmis - - De modo que al presente pueden es mo ha librado al gobierno de los temorestar tranquilos los que hayan heredado de él, si es que algo habia que heredar. ¿Es que le infundía ! tais bien cierto de que murió ? - ¿ Cómo ? - Tan cierto que se les librará el com — ¿ Cómo ; no lo comprendeis ? petente certificado siempre que lo exi - No. - El castillo de If no tiene cementerio ; jan . 46 -ALBUM 182 . Asi sea: dijo el inglés; pero volvamos leon conservada por Villefort, habíase con vertido cuando la segunda restauracion en á los registros. - Teneis razon. Esta historieta nos ha una arma terrible en manos del procura distraido del objeto principal; perdonad. ||dor del rey. No le causó pues admiracion - ; Perdon ! ¿de qué ? muy al contra - hojeando en el rejistro, encontrar estano rio , me ha parecido en estremo curiosa. ta junto al corchete que habia al lado de - En efecto lo es. ¿Con qué deseais ver, su nombre : | Bonapartista furibun caballero , todo lo relativo á vuestro infe . : liz abate , que por cierto era la dulzura do; tomóuna parte muy personificada ? activa en el retorno de Edmundo Dantes la isla de Elba. - Tendré en ello sumo placer. - Pasemos pues al despacho ; y os 10 . mostraré. Y los dos pasaron al gabinete del señor de Boville . Guardese en el ma yor secreto , con la mas ! severa vigilancia . Al pié de estas lineas habia escrito en otro .carácter: Todo estaba alli en elmayor órden ; ca - « Vista la anterior nota , no puede hacer da registro enumerado , cada legajo en su se nada . respectiva casilla . El inspector hizo sentar Observó si, que comparando el escrito al inglés en su sillor. , y le puso delante del corchete con el del informe queacom el registro y legajo correspondiente al cas- pañaba la peticion de Morrel, acabó de tillo de If, dejandole en libertad de hojear - cerciorarse de que la nota del corchete le con cachaza , interin él, sentado en un era del mismo carácter que la letra delin rincon leia su diario . forme; es decir , trazadas ambaspor Ville El inglés encontró fácilmente los pa - |fort. peles pertenecientes al abate Faria ; mas En cuanto a la nota que le acompaña al parecer la historia que le contàra de ba, Dantes dedujo que debió ser escrita Boville le habia llamado vivamente la aten - por algun inspector que tomára un interés cion , porque despues de haber examina - pasagero por la situacion de Dantes ; pero do los primeros papeles, continuó hojean- que las notas de que acabamos de hablar dole hasta tanto que dió con el lio de Dan - habian imposibilitado el continuar intere tes. En él encontró cada cosa en su lugar : sándose por él. la denuncia , interrogatorio , peticion de Como hemos dicho ya, el inspector,por Morrel, anotacion de Villefort. Dobló con discrecion y no por distraer al alumno del disimulo la denuncia , metióla en su faltri- abate Faria en sus investigaciones , se ha quera , leyó el interrogatorio y vió que el bia alejado y puesto á leer la Banderabla nombre de Noirtier no sonaba para nada |ca . En su consecuencia no vio como el in en él; examinó el memorial fechado el 10 glés doblaba y guardaba en su bolsillo la de abril de 1815 , en el que Morrel, se - denuncia escrita por Danglars bajo el em gun los consejos del substituto , exageraba parrado de la Reserva, timbrada en la con buen fin , pues que Napoleon reinaba administracion de correos de Marsella , el entonces, los servicios que Dantes prestá- 27 de febrero , á las seis de la tarde.Mas, ra a la cie Villefort.. Esta súp ra á la causa imperial, servicios que el in - preciso es decirlo , aunque lo hubiese visto, forme de Villefort atestiguaba. Entonces como tenia en poco aquel papel y estima lo comprendió todo. Esta súplica á Napo-Iba en mucho sus doscientos mil francos, ALBUM . 183 tampoco se hubiera opuesto a lo que hacia |lla zumbona colmena hoy dia cuasi inha bitada; y habia en tal grado substituido á el inglés, por irregular que fuese . -Mil gracias , díjole éste, cerrando con su verdadero nombre que , segun toda pro estrépito el registro . Sé ya lo que deseaba : babilidad, no hubiese vuelto la cabeza si ahora me toca cumpliros mi palabra ; dad - le llamáran por su apellido . me un simple endoso de vuestro crédito Cocles habia quedado al servicio del se por valor recibido , y voy á contaros nor Morrel , verificándose un cambio no table en la situacion : habia á la vez suma . Y cedió su lugar en el bufete al señor conservado su grado de cajero y des de Boville, que se sentó y puso manos a la cendido al rango de doméstico . No por eso obra apresurándose á estender el endoso dejó de ser el mismo Cocles , bondadoso , pedido , mientras que el inglés contaba sus paciente y amante de su principal , mas in billetes de banco en el borde la mesa . flexible en tocando a la aritmética , único XXIX . punto sobre el que hubiese presentado ca LA CASA MORREL . ra al mundo entero , aun al mismo señor EI que hubiese marchado de Marsella Morrel, no conociendo mas que su tabla algunos años antes, conociendo el interior Pilhagórica, que sabia por la punta de los de la casa Morrel, y hubiese vuelto a entrar dedos, bajo todos los aspectos en que pu en ella eu la época á que hemos llegado, hu- dieran presentársela y en todas las ocasiones biera observado un cambio estraordinario . en que por probarle le propusieran algun En vez de aquel aire vital , de bienestar y error. felicidad que se exhala , por decirlo asi , de En medio de la tristeza general que se una casa que prospera ; en vez de aquellos habia apoderado de la casa Morrel , Cocles rostros placenteros que se dejaban ver trás fué el único que quedára impasible . Mas las cortinillas de las ventanas , de aquellos esta impasibilidad no procedia de falta dependientes atareados que cruzaban los de afeccion , sino por el contrario , de corredores con una pluma atravesada en una conviccion intima , cual los ratones que, la oreja; en vez de aquellos patios atesta segun dicen , abandonan paulatinamente el dos de fardos , de que partian las risas y buque condenado de antemano por el des algazara de los dependientes que cuidaban tino á naufragar, de modo que esos egois de ellos , echábase de ver á la primera ojea-| tas enemigos le han completamennte aban da un no sé que de luto y tristeza en aquellos donado cuando trata de levar ancoras; del desiertos corredores , en aquel patio vacío. mismo modo , como hemos dicho , toda De la multitud de dependientes que en otro aquella multitud de dependientes y em tiempo ocupáran los escritorios tan solo dos pleados , cuya existencia dependia de la habian quedado : el uno era un joven de casa del armador, habian poco a poco aban veinte y tres á veinte y cuatro años, lla - donado el bufete y almacen. Cocles les vió mado Manuel Raymond , el cual estaba marchar a todos sin pensar siquiera en enamorado de la hija del señor Morrel, y deslindar la causa de su partida ; todo se habia quedado en la casa á pesar de las reducia como ya va dicho , para Cocles á gestiones de sus padres para sacarle de ella : una cuestion de números, y como despues de el otro era un viejo cajero , tuerto, llama- veinte años que estaba en casa Morrel ha do Cocles ; apodo que le pusieron los jóve- bia visto siempre verificarse los pagos en nes que en otro tiempo pululaban en aque- las horas de oficina con tal regularidad , 184 ALBUM . no creia pudiese alterarse esta regula -lesperanza de la vuelta del Faraon , cuya ridad , ni suspenderse estos pagos, a la ma- salida supo por un buque que levára án nera que un molinero , que posee un mo- coras junto con él y que habia llegado sal lino cuyo movimiento promueve un abun -ſvo al puerto . Mas este buque, viniendo co dante canal , no admite el que las aguasmo al Faraón de Calcuta , hacia quince dejen de correr por aquel punto . En efec- dias que habia llegado , mientras que del to ', hasta entonces nada habia venido á Faraon nada se sabia. contrariar la intima conviccion de Cocles. Tal era el estado de cosas al siguiente BICE 002 El último fin de mes se habia saldado con dia en que terminara con el señor de Bo rigurosa puntualidad . Cocles habia subsa - ville el importante negocio de que hemos nado un error de setenta céntimos come- hablado ya , el enviado por la casa Thom tido por el señor Morrel en contra suya , y son y French de Roma ; cuando se pre en el mismo dia trajo los catorcé sueldos sentó éste en casa el señor Morrel. Ma de esceso al señor Morrel que, con melan - nuel le recibió. El jóven al que espantaba colica sonrisa, los tómára y dejára en una cada cara nueva , porque anunciaba un gabeta vacía , diciendo . nuevo acreedor que segun sus recelos iba —Bien , Cocles, eres la perla de los ca- já reconvenir al gefe del establecimiento , el jóven , decimos, quiso ahorrar á su prin jeros . Y Cocles se habia retirado muy satisfe- cipal el fastidio de esta visita ; preguntó al 200 1U9 2 cho ; porque un elogio del señor Morrel , recien llegado ; mas este le contestó que esa perla entre los hombres de bien de nada tenia que ver con el señor Manuel, Marsella, lisonjeaba mas á Cocles que una y que solo con el señor Morrel en persona gratificacion de cincuenta escudos . Mas deseaba hablar . Mánuel llamó suspirando á Cocles. Pre despues de este fin de mes tan victoriosa mente saldado , el señor Morrel habia pa - sentóse éste , y el jóven le mandó condu sado horas crueles : para hacer frente á cir al estranjero al cuarto del señor Mor ese fin de mes , habia agotado todos sus rel. Cocles tomo la delantera y el estran recursos, y temeroso de que el rumor de jero le siguió . En la escalera encontró una sus apuros no se esparciese por Marsella , linda joven de diez y seis á diez y siete cuando le vieran recurrir á tan estremos años la que miró al estranjero con inquie medios, hizo un viaje a la feria de Belcaire tud . para vender algunas alhajas pertenecientes Cocles no reparó siquiera en esa espre á su esposa é hija y una parte de sus cubier- sion del rostro que pareció no haber es tos. Mediante este sacrificio, todos los nego - capado al estranjero. -El señor Morrel, está en su gabinete, cios terminaron honrosamente para la casa Morrel . Mas la caja habia quedado com a no es así señorita Julia ? preguntó el ca pletamente vacía . El crédito , espantado jero . -Sí , á lo menos creo que sí , contestó con el rumor que corria , se retirára con su habitual egoismo y para hacer frente a la joven indecisa : vedlo antes, Cocles , y los cien mil francos que debian reembol- caso de estar papá , anunciadle al caba sar el 15 del mes de la fecha al señor de llero . Boville y á los otros cien mil francos que -Sèria inútil , señorita , contestó el in vencian el 15 del siguiente mes , el señor glés : el señor Morrel no conoce mi nom Morrel no tenia , en realidad , mas que lallbre . Este buen hombre ha de decir tan ! ALBUM . 185 solo que es el primer dependiente de losil ' - De parte de la casa Thomson y señores Thomson y French de Roma, con French , á lo menos eso me ha dicho el . los que está en relaciones la casa de vues - cajero . tro señor padre . | - Y os ha dicho la verdad , caballero . La jóven palideció y continuó bajando, La casa Thomson a y French tiene que pa imaci pporor ttodo ia en Igar odo el corriente mes mientras que Cocles y el estranjero y el penróxFrancia ocles medsiguie ron subiendo. Ella entró en eldespacho en y el próximo tres ó cuatro mil francos , y que estaba Manuel , y Cocles mediante conociendo vuestra escrupulesa exactitud , . . una llave que tenia en su ·poder indicio ha comprado todo el papel aceptado por cierto de lo mucho que privaba con su vos que le ha sido dable y me ha encar amo, abrió una puerta situada en un án lgado que a medida que vayan venciendo gulo de la meseta de la escalera del se - ilos plazos de ese papel, recoja de vos su gundo piso , por la que introdujo al estran - importe y dé á los fondos el competente jero en una antesala ; abrió una segunda destino. puerta que cerró tras sí, y despues de de- Morrel arrojó un profundo suspiro y pa jar solo por un instante al enviado de lasó la mano por su frente inundada de casa Thomson y French , volvió á salir sudor. haciéndole una seña de que podia entrar . - ¿Con qué es decir, caballero,pregun El inglés entró : encontró al señorMorrel tó Morrel, que vos teneis letras aceptadas sentado delante de su bufete y pa lidecien - Ipor mí? do á la vista de las horrorosas colunas - sí, señor ; por una suma bastante del registro en que estaba inscrito su pa - considerable . sivo. Al ver al estranjero , el senior Mor -| . - Cuánta cantidad ? preguntó Morrel rel cerró el registro, se levantó y le acer - con un tono que procuraba fuese seguro . có una silla , sentándose luego en cuanto - Ved aquí primero , dijo el inglés sa cando de su bolsillo un lio , un endoso de Durante el trascurso de catorce años ha - doscientos mil francos librado á nuestro vió que lo verificaba aquel. bia cambiado notablemente el digno co - favor por el señor de Boville , inspector merciante , que de edad de 'treinta y seis de cárceles . ¿Confesais deber esta suma ali años al comenzar esta historia , rayaba ya señor de Boville ? en los cincuenta . Sus cabellos habian en -| -- Si, señor; es una imposicion que ve canecido , su frente se veía cruzada de rificó en micasa al interésde cuatro y me recelosas arrugas; en fin su mirada en otro dio por ciento , hará comounos cinco años. tiempo fija é invariable , se habia trasfor ¿ Y cuyo plazo vence ? ... inado en vaga é irresoluta , y parecia te - - La mitad el quince de este mes , la mer siempre verse precisado á fijarse ó otra mitad el quince del que viene . Eso es: ved aquí á mas treinta y dos en una idea ó en un hombre. El inglés le1mil- quinientos francos que vencen al fin miraba con una especie de curiosidadmez-|| laagmez del corriente : son libranzas aceptadas por Ilyos y que nos ha proporcionado el corredor. clada evidentemente de cierto interés. - Caballero , dijo Morrel , al que este Las reconozco : dijo Morrel cuyo ros exámen parecia redoblar la desazon , ¿ de- tro invadia el rubor de la vergüenza al pensar que por la primera vez de su vida seabais hablarme? - Si señor. Ya sabéis de parte de quien no podia hacer el debido honor á su fir lma. ¿ Está todo ahí? vengo ees así ? 47 , 186 ALBUM ---No, señor : tengo á mas que vencenſtinuados accidentes de que he sido víctima al fin de mes estos créditos que nos ha en - me han quitado ; mas si por desgracia el dosado la casa Pascale Wild et Turner de Faraon , este último recurso con que cuen Marsella : cincuenta mil francos á poca di to , me falta ,... las lágrimas anegaron los 'ferencia , que componen todo junto un to - lojos del infeliz armador. tal de doscientos ochenta y siete mil qui- - ; Y bien ! preguntó su interlocutor , nientos francos. : lisi este último resorte os falta ?... Lo que pade:cia el infeliz Morrel duran- - Pues bien , caballero ; contestó Mor te esta enumeracion no es posible descri- rel, cruel es decirlo ...mas habituado ya á birlo . la desgracia , preciso es que me acostum - ; Doscientos ochenta y siete mil qui- bre á la deshonra ... creo que meveré for nientos francos ! repitió maquinalmente . zado á suspender los pagos. -- Si,señor : contestó el inglés .No pue- | -- ¿No tenéis amigos que puedan ayu :lo emperoocultaros, señor de Morrel, con - daros en esta circunstancia ? tinuó despues de un momento de silencio, Morrel sonrió tristemente. que respetando vuestra probidad no des - - Eo los negocios, caballero , no hay inentida hasta la fecha, el rumor que cor- amrigos : ya lo sabeis, no haymas que cor re en Marsella es de que no os hallais en responsales. estado de hacer frente á esta clase de ne- - Verdad es, murmuró el inglés , ¿ con gocios. qué no teneis mas que una esperanza ? – Una sola . A tan brusca declaracion Morrel se pu- so terriblemente pálido. --- Caballero , dijo , hasta el presente , yll desde hace mas de veinte y cuatro años que me entregó mipadre la direccion de . - ¿La última ? - La última. – De modo que si esta os falta ... - Soy perdido , caballero ; completa la casa que el mismo regentára por espa- mente perdido. cio de treinta y cinco años; hasta el pre- . - Cuando venia hácia aquí entraba en sente no se ha presentado letra alguna , el puerto un buque. aceptada por Worrel é hijo , que no hayal - Ya lo sé.Un jóven que semehaman sido satisfecha por la caja. tenido adicto á pesar de mifunesta estre -- Sí, lo sé ; contestó el inglés, pero en lla ; pasa una gran parte del dia de pié en confianza , hablais con un hombre de ho- el mirador situado en lo alto de la casa , nor, decidme francamente , caballero; ¿pa- con la esperanza de venir el primero á gareis estos créditos con la misma exacti- anunciarme tan felice nueva . Por él he sa tud ? Morrel se sobresaltó y miró al que así le hablaba con mas fijeza de lo que hicie bido la entrada de ese buque. ¿ Y no es el vuestro ? - No : es un buque bordeles , la Giron da : viene de la India tambien , pero no es ra hasta entonces. - A las cuestiones propuestas con tanta el que yo espero. . franqueza , dijo , debe darse una contesta- - Tal vez habrá sabido noticiasdel Fa cion franca tambien ; sí , caballero , paga - raon y os trae alguņa nueva. ré , si como.espero , llega mibuque salvo - Será preciso que os lo diga , eaba al puerto , puesto que su llegada me de - llero ? tan sensible me es ir á saber noti volverá el credito que los sucesivos y con-Icias de mi fragata como permanecer en la ALLUM . 187 . incertidumbre . Esta , conserva al menos Morrel palideció espantosamente : Julia la esper :nza: y luego , añadió el señor Mor- se arrojó en sus brazos. rel con apagada voz : este retardo no es - ,Oh ! ; padre mio , padre mio ! dijo , natural; el Faraon salió de Calcuta ,el 5l;valor! de febrero , hace unas de un mes que de- - ¿ Con que el Faron se ha perdido ? biera hallarse aqui. Ipreguntó Morrel con voz ahogada. - ¿ Qué será eso , dijo el inglés con oido La jóven no contestó ; pero hizo con la atento , qué significa ese rumor? cabeza que apoyaba en el pecho de su pa - ¡ Oh ! ¡ Dios mio ! ; Dios mio ! es- dre , una señal afirmativa. clamó Morrel palideciendo, ¿ quéme falta - ¿ Y la tripulacion ? preguntó Morrel? todavia ? -- Se ha salvado , dijo la jóven , gracias Sonaba efectivamente un grande rumor al navio bordelés que acaba de entrar en en la escalera ; iban y venian y se oyo tam - el puerto . bien un grito de dolor. Morrel se levantó Morrel levantó sus dos manos al cielo . para ir a abrir la puerta , mas le faltaron con una espresion de resignacion y de sú las fuerzas y volvió a caer en su sillon . blime reconocimiento. Los doshombres quedaron frente á fren -| --Gracias Dios mio , dijo : por lo me te : Morrel temblando como un azogado, nos yo solo soy la víctima. el estrangero mirándole con una espresion Apesar de la flema que aparentaba el de profunda piedad . El rumor habia ce inglés , una lágrima humedeció sus pár sado , mas apesar de eso se hubiera dicho pados. que Morrel esperaba alguna desgracia . : - Entrad , dijo Morrel; pues que pre Aquel rumor debia ser producido por unasumo estareis todos ahi en la puerta . causa y esta debia tener sus consecuencias. En efecto , apenas pronunciára estas pa Parecióle al estrangero que subian con labras, cuando entró llorando la señora tiento la escalera y que los pasos, al pa - Morrel, seguida de Manuel: en el fondo recer de muchas personas , se detenian en de la antesala se veian las rudas faccio la meseta . Introdujeron en la cerraduranes de siete ú ochomarineros medio des de la primera puerta una llave , y se oyó nudos. A la vista de aquellos hombres el cual rechinaba aquella puerta sobre sus inglés se inmutó : dió un paso como para goznes. dirijirse á ellos, pero conteniéndose fué á - Tap solo dos personas tienen llavede locultarse en el rincon mas oscuro y aisla esa puerta , murniuró Morrrel; Cocles y do del gabinete . La señora Morrel se sen Julia . lió en el sillon , tomó entre las manos una Al propio tiempo se abrió la segunda de las de su marido, mientras que Julia se puerta en que apareció la jóven , pálida y mantenia en pié , apoyada en el seno de bañadas en llanto susmegillas . Morrel se su padre. Manuel quedó en medio del · levantó temblando , y se alianzó en uno de lcuarto y parecía servir de lazo entre el los brazos del sillon, pues sin aquel apoyo grupo de la familia Morrel y los marinos no hubiera podido tenerse en pié. Trata - llque habia en la puerta. Como sobrevino ese acontecimiento ? ba de interrogarla pero habia perdido la palabra . -peg- Acercaos Penelon , dijo el jóven , y jóven jun , dijo laá vuestra padre mio Oh !manos, - sus hijall perdonad tando el ser mensagera de aflictivas nuevas. llcontad el suceso . : 188 ALBUM . Un viejo marinero , bronceado por el|ria y recoje sobrasy pinta-foques.» Ya era sol del Ecuador , se adelantó machucando tiempo : apenas se ejecutára la orden cuan entre sus manos, los restos de su som - do se nos encajó el chubasco encima y el brero . |buque empezó á escorar. « Bueno , dijo el - Buenos dias, señor Morrel; dijo, co- capitan , aun tenemos demasiadas' velas; mo si se hubiese marchado de Marsella el carga y aferra mayores.» Cinco minutos dia antes y llegase de Aix ó de Tolon . Jdespues estaban ya aferradas y navegába - Buenos dias, amigo mio ; dijo el ar- mos con la mesana , gavias y juanetes. mador , no pudiendo menos de sonreirse ¿ Que tal, padre Penelon, me dijo el ca apesar de sus lágrimas; mas ¿ donde está pitan ; porque sacudís de ese modo la ca el capitan ? beza ? » Porque yo en vuestro lugar , no - En cuanto al capitan , señor Morrel, me quedaria aun con tanta vela en viento . quedó enfermo en Palma; mas', Diosme-|« Creo que tienes razon , viejo , dijo ; va diante , su mal no será nada y vereisle lle- mos a tener otra turbonada. » Por ejem gar dentro breves dias tan fresco y loza - plo , capitan , le contesté ; el quenos com prára lo que se está fraguando allá bajo en no como yos y yo. . - Está bien.... ahora hablad , Penelon;||cambio de un golpe de aire no podriame nos de ganar en el cambio ; es unatempes. Penelon pasó su mascada de tabaco del|tad en regla , cual jamás, la haya yo visto . carrillo derecho al izquierdo, puso la ma- Esto lo dije porque veia venir el viento no delante la boca , volvió la cabeza , es - cual se ve el polvo en Montredon : feliz cupió en la antesala una gran porcion de mente daba con un hombre que le cono saliva negruzca , adelantó un pié y bam - cia. dijo Morrel.* boleándose sobre sus caderas dijo : « Listoś á tomar dos fajas de rizos á - Por lo demas, señor Morrel, estaria - las gavias, gritó el capitan; larga bolinas , mos sobre poco mas o menos entre elcabo bracia en cruz, arria y aferra juanetes, y Blanco y el cabo Bojador, adelantando con pasad los palanquines de respeto a lasber hermosa brisa Sud-sud -oeste, despues delgas.» haber ido á bordadas durante ocho dias de -- Todo eso no es suficiente en esos pa calma, cuando el capitan Gaumard se me rajes , dijo el inglés; yo hubiese tomado acerca, es preciso deciros que yo estaba en cuatro rizos á las gavias y me hubiese de el timon , y me dijo ; « Padre Penelon ,||sembarazado de la mesana . que opinais de aquellas nubes que se le - | Esta voz firme, sonora é inesperada so vantan allá bajo , en el horizonte ? » Pre-||bresaltó á todo el mundo . Penelon puso su cisamente las estaba contemplando ahora , mano haciendo soinbra á li vista y miró al i lo que pienso yo , capitan ? lo quepienso que censuraba con tanto aplomo la manio que suben mas aprisa de lo que debieran , y |bra de su capitan . que son mas negras de lo que conviene ál - Nosotros hicimos aun mas que eso , unas nubes que no abriguen siniestras in - caballero , dijo el viejo marino con cierto tenciones. « Esa es tambien mi opinion , respeto , porque a mas de aferrar hasta el dijo el capitan , y voy á tomar desde el|trinquete hemos braceado en cruz á fin de momento mis precauciones. Tenemos ten - correr en popa la tormenta . Diez minutos didas demasiadas velas para el viento que despues aferramos las gavias y nos queda va á cargar de repente .... Hola , eh ! ar-l|mos á palo seco . ALBUM . . - 189 , - El buque era demasiado viejo paral|tratar de salvar los individuos. A la cha--arriesgarse á todo eso , dijo el inglés me. lupa, hijos mios, lo mas pronto nesible !..» Escuchad , señor Morrel , continuó Pe a neando la cabez - Pues bien ; .precisamente fué eso lonelon , nosotros anábamos en estaient . i que nos perdió : al cabo de doce horas de Faraon ; mas puristich se llevarnos al retortero de inodo que pareciarino á su buque eso ng time andar el diablo en el negocio , se nos de- Así que no nos hiciilusduro , ás u do claró una via de agria « Penelon , me dijo que, ya veis, el buque se quejaba para el capitan ; creo que nos llenamos : buencia decirnos. ribarstei , in arccs : viejo , dame la caña y baja á la bodega.« el pobre Faraon no rueista , le senses Le entregué el timon y bajé : habia ya hundirse bajo nuestru pies en inda la .. tres pies de agua. Volví á subir gritando , tension de la palabra .P å prisa os : ¡ á las bombas! ¡ á las bombas ! mas ay mos que en unair y cena 612 ontstje Dios, era ya demasiado tarde. Pusiéronse |tuvo en elmar la compra y Bergutuse manos a la obra , pero creo que cuanta en ella . El capitan jó a ; mas sacábamos mas se aumentaba . ¡ Ah ! jor no, no bajú ,precoce enquria asio por Cristo , dije despues de cuatro horas||donar el buque, fui yo isce le cojiendo de trabajar, puesto que nos vamos á fondozos y lo lancé á mis camarades y co dejémosle ir a pique no semuere sino una esto salté á mivez, la era tiempo . pe vez. (¿ Así es como das el ejemplo , tio Pelnas acabé de saltur, el puente souhl nelon ? dijo el capitan, i pues bien ! ¡espe- tal estruendo que se hubiera del mira ra ,espera l» y fué á su camarote en busca andanada de un buque de á cuarenta y de un par de pistulas. «Elprimero que de- ocho. Diez minutos despues sumo k proa, luego la popa, luego envio à gror je la bomba , dijo, le abraso los sesos ! » - Muy bien , esclamóel inglés. sobre sí mismo cual un perro que jinsia -- Nada da tanto valor como las buenas con su cola , y despues, buenas nocies, razones, continuó el marino , y tanto mas|brrrru . Todose acabó ; el Faraon nöexiste . cuanto que el tiempo se iba aclarando y elj Por lo que toca á nosotros , estuviinos viento habia cesado,mas tampoco era me- tres dias sin comer nibeber y dathlu US nos cierto que el agua ascendia mas yllya de echar suertes sobre quica serriria mas, no mucho, unas dos pulgadas por ho jde alimento á los demás,cuando divestos ra , mas ello es que subia ; dos pulgadas, la Gironda , a la que hicimos se iau crie por hora ; que al parecer es nada , mas al por fortuna echóde ver ;enderezí :is rumo cabo del dia son veinte y cuatro pulgadas hacia nosotros , nos envió su chalus vis . y veinte y cuatro pulgadas componen dos recogió á su borde . Héos su i5 050 pies. Dos pies y tres que ya teniamos ha - tal cual aconteció , senior Borrel, įpaldia cen un total de cinco . Por lo que cuando de honor, por la fé de marino ! 200 E. así un buque tiene cinco piés de agua en su compañeros ? barriga puede muybien pasar plaza de hi- Un murmullo de general aprobacion in drópico . « Vamos, dijo el capitan , basta dicó que el narrador habia reuoido todos con lo que se ha practicado ; el señor Mor-Illos sufragios por la verdad con que contá rel nada tendrá que echarnos en cara ; he- ra el suceso y por lo pintoresco de siste . mos hecho cuanto nos cionha sido posible pa-lllalles amisosmios , dijo vorrei , sunt ----Bien, ra salvar la embarca : ahora espreciso 48 190 ALBUM . "hombres cumplidos; ya sabia yo que en lajnos ; miráronse unos á otros como azora desgracia que me sobrevenia no habia otrodos . Penelon , al que faltára la respiracion , culpable que mi destino . Es la voluntad de por poco se traga la mascada de tabaco , Dios , no la falta de los hombres. Adore- mas felizmente llevo a tiempo la mano á mos tan santa voluntad. ¿ Y cómo estais||la garganta . de socorro ? : - ¡Cómo ! señor Morrel , esclamó con - i Bah ! ; bah ! no hablemos de eso se voz ahogada , ¿ nos despedís ? ¿estáis que joso de nosotros ? nor Morrel. - Al contrario : ajustemos cuentas; dijo - No, hijos mios, dijo el armador, no , no estoy descontento de vosotros muy al - Pues bien ; se nos deben tres meses. contrario; tampoco yo os despido ; pero el armador con triste sonrisa. - Cocles , entregad doscientos francos á é qué quereis ? como ya no tengo buques cada uno de estos escelentes marinos . Entampoco necesito marineros . otra época , amigos mios , dijo Morrel , os — ; Cómo ! no teneis buques, dijo Pe hubiese ajustado las cuentas, y os hubiese nelon , i qué importa ! mandareis construir regalado á cada uno doscientos francos de otros; esperarémos ; felizmente sabemos gratificacion pero los tiempos son malos , ya lo que es correr de bolina. amigos mios , y el poco dinero que me — No tengo dinero para hacer construir queda no me pertenece ;dispensadme pues nuevas embarcaciones , Penelon , dijo el ' armador con triste sonrisa . No puedo por y no por eso me estimeis menos. Hizo Penelon un gesto de enterneci- consiguiente aceptar vuestra oferta por miento , juntose con sus compañeros con afectuosa que sea. los que tuvo una corta conversacion yl Pues bien ! si no teneis dinero tam volvió . poco teneis que pagarnos , harémos como - ¿ Y para qué ese dinero , señor Mor-Jel pobre Faraon , corréremos á palo seco , rel ? dijo pasando su mascada de tabaco y se acabó . del uno al otro lado de la boca y lanzando - Basta, basta, amigos mios ; dijo Mor una porcion de saliva que fué á reunirserel sofocado por la emocion ; basta , os lo con la primera ; y repitió y para qué eseruego. Ya mejorarán lostiempos. Manuel; dinero ? - ¿ Qué quereis decir ? añadió el armador , acompañadies y pro - - Ese dinero. . curad que se cumplan mis deseos. - Por lo menos, no nos de pedimos si - ¿ Y bien, ese dinero, que ? . no hasta otro dia , ¿no es asi , señor Mor - Qué ? señor Morrel; los camaradas rel ? dijo Penelon . dicen que por de pronto tienen bastante -- Si, amigos mios ; por lo menos asi lo con cincuenta francos cada uno y que pa - espero. Marchad . ra el resto esperarán . É hizo un signo á Cocles para que an -- ;Gracias , amigos mios , gracias! es- dára delante: los marinos siguieron al ca clamó el señor Morrel enternecido ; teneis iero, y á aquellos Manuel. todos un corazon bellísimo; ipero tomad , - Ahora, dijo el armador á su esposa y tomad ; si hallais un buen acomodo no le lá su hija; dejadme solo un instante, tengo que hablar con el señor. dejeis pasar , sois libres. Esta última parte de la frase produjo É indicó con la vista al comisionado un efecto prodigioso en los dignos mari-lde la casa Thomson y French que habia . 191 ALBUM quedado en pié é inmóvil en un rincon du- - Y yo osesperaré, caballero , dijo Mor rante esta escena, en la que no tomó par- rel, y vos seréis pagado ó yo habré muerto . te sino con algunas palabras, que hemos Estas últimas palabras las pronunció tan citado ya. Las dos mugeres dirigieron susbajo que el estrangero no pudo oirlas. Re. miradas al estrangero al que habian com - novó las letras , rasgó las antiguas y el pletamente olvidado , y se retiraron ; mas pobre armador se encontró por lo menos al marchar la joven lanzó á aquelhombre con tres meses de plazo para reunir sus una mirada de rendida súplica a la que últimos recursos. El inglés recibió lasmas contestó con una sonrisa queun indiferen- vivas demostraciones de gratitud con la te observador se hubiese admirado de ver flema peculiar á sứ nacion , y se despidió en aquel rostro glacial. Los dos hombres de Morrel, que bepdiciéndole le acompañó hasta la puerta. En la escalera encontró á quedaron solos. - ¿ Y bien , caballero ? dijo Morrel de- Julia ; la joven hacia conio que bajaba , jándose caer en su sillon ; ya lo habeis vis- Imas en realidad le esperaba . to , ya lo habeis oido, no tengo por lo tanto nada que añadiros. - ;Oh ! caballero , dijo juntando sus manos. - He visto , caballero , dijo el inglés , quel - Señorita , contestó el estrangero ; re os ha sobrevenido una desgracia inmere- cibiréis un dia una carta firmada... . Sim cida como las otras, y esto me afirma en bad el marino.... Ejecutad al pié de la le los deseos que ya tenia de seros útil. - Oh ! caballero , dijo Morrel. * tra lo que os dirá aquel escrito , por estra ào que os parezca el encargo. - Veamos pues, continuó elestrangero; · yo soy uno de vuestros principales acreedores i no es cierto ? - Está bien , señor, contestó Julia . - Meprometeis hacerlo ? - Os lo juro. . -- Sois por lo menos el que posee valo - Corriente : adios, señorita ; continuad siendo una doncella buena y pura cual res á mas corto plazo. - ¿ Deseariais que os concediese una |ahora, y espero que Dios osrecompensará dándoos á Manuel por esposo . próroga? - Una demora podria salvar mihonor, Julia lanzó un ay á media voz, púsose dijo Morrel , y por consiguiente la vida . colorada como una cereza y se asió á la - ¿Cuanto tiempo necesitais ? baranda para no caer. El estrangero con Morrel estuvo indeciso . Dos meses, dijo por fin . tinuó su camino haciéndole un gesto de despedida. En el patio encontró á Penelon que tenia un cartucho de cien francos en . - Bueno; yo os concedo tres. . - Pero , continuó Morrel ; creeis que la cada mano y estaba como indeciso sin de oasa Thomson y French .. . . | cidirse á llevárselos. - Quedad tranquilo , caballero; queda ál - Venid , amigo mio , le dijo, tengo que mi cargo.... ¿ Estamos hoy al 5 de junio ? hablaros. XXX. Si. · EL CINCO DE SETIEMBRE. - Pues bien ; renovadme estas letras all 5 de setiembre , y en este dia a las 11 dell La espera concedida por el comisionado ' la mañana, (el péndulo señalaba precisa - de la casa Thomson y French , en el mo mente las en aquel momento me pre- mento en que Morrel menos lo esperaba , sentaré yo aqui. \parecióle al pobre armador uno de esos .:: 192 ALBUM . mensajeros de felicidad que anuncian al trema cuando vieron al fin de més que hombre que la suerte se cansa ya de ce- cubria los compromisos con su ordinaria barse en él. En el mismo dia contó el su - ecsactitud ; mas apesar de eso no renació ceso á su hija , á su esposa y á Manuel, la confianza en los espíritus, y todos úná con lo que renació en aquella familia un nimemente aplazaron para fines del si rayo de esperanza ya que no de tranquili- guiente mes el balance que debia poner dad . Pero desgraciadamente tenia pendien - en claro la fatal posicion del infeliz ar -, tes otros negocios á mas de los de la casa mador. Thomson y French que tan noblemente Pasóse todo elmes en enojosas tentati se portára con él. Como ya va dicho , en vas por parte de Morrel á fin de reunir el comercio no hay amigos, sí solo corres- todos sus recursos. En otro tiempo, su pa ponsales . Despues de mucho reflexionar pel era tomado con confianza á cualquier sobre ello no pudo atinar en la causa de precio , y aun hasta buscado. Probó Mor tan generosa conducta por parte de los se- rel de negociar papel á los noventa dias, ñores Thomson y French para con él ; y mas halló cerradas todas las cajas. Feliz - . solo se lo esplicaba por esta reflexion, mente debia tener Morrel algunas entra egoista á todas luces, que tal vez se hicie - das con las que podia contar ; estas se ve ra dicha casa . « Vale mas sostener á un rificaron y Morrel se vió en el caso de, hombre que nos debe cerca trescientos mil poder cubrir sus compromisos á fin de francos y tener estos trescientos mil fran -' julio . ' cos al cabo de tres meses que apresurar su Por lo demás, nadie habia vuelto á ver ruina , y cobrar solo el seis ú ocho por en Marsella al comisionado de la casa Thom 'son y French . Al siguiente dia de su visi ciento del capital. Desgraciadamente, ya por odio , ya por ta al señor Morrel, habia desaparecido: y ceguedad, no todos los acreedoresdeMor- como no habia tenido en Marsella masre rel se hicieron la misma reflexion , y aun laciones que con el maire , con el inspec algunos pensaron en sentido contrario . Las tor de cárceles y con Morrel, su iránsito letras aceptadas por Morrel fueron presen - no dejó rastro sino en los distintos recuer tadas para su cobro con escrupuloso rigor, dos de estas tres personas . En cuanto á y gracias a la dilacion concedida por el los marineros del Faraon habian sin duda inglés , fueron pagadas por Cocles á su encontrado colocacion pues que tambien presentacion . Continuo pues Cocles en su habian desaparecido. fatídica tranquilidad ; pero Morrel viera El capitan Gaumard , repuesto ya de la con terror que sihubiese tenido que reem indisposicion que le retuviera en Palma, bolsar el 15 los cincuenta mil francos al volvió á Marsella . Estaba receloso de pre señor de Boville y el 30 los treinta y dos sentarse al señor Morrel,mas este supo su milquinientos francos en letras por lasque llegada, y fué en persona á buscarle . El asi como para el crédito del inspector de digno armador sabia de antemano , por la cárceles, obtuviera plazo mas largo , en narracion de Penelon , la valerosa conduc aquel mes se veia perdido sin remedio . lta del capitan cuando el siniestro desastre, La opinion general en Marsella estaba por lo que fué él quien tuvo que conso unánime en que con los sucesivos contra- larle. Llevóle el importe de su sueldo, que · tiempos que le abrumaban , Morrel no po- el capitan Gaumard no quiso ni siquiera dia sostenerse . La admiracion fué pues es- tocar. . ALBUM . 193 Al bajar la escalera , encontróse el se-|| eon la acostumbrada atencion el papel que îor Morrel con Penelon que subia . Este se le presentaba , y desde la primera á la habia , al parecer, empleado bien su dinero, última satisfizo todas las letras con la mis : pues que llevaba un vestido todo nuevo. ma exactitud. Hasta se presentaron dos Al ver al armador , el digno timonero pa-Iletras intervenidas por el señor Morrel y reció muy embarazado , arrinconóse en el que Cocles pagó con la misma exactitud ángulo mas separado de la meseta , pasan- que si hubiesen sido negocios peculiares do alternativamente su mascada de tabaco del armador . Nadie podia comprenderlo , de derecha á izquierda y de izquierda á asi que prorogaron , con la especial tena derecha , girando sus grandes ojos azora -Icidad de los profetas de malas nuevas , la dos y no contestó sino con una tímida pre bancarrota para fin de setiembre . sion al apreton de mano que le diéra con El dia primero de este més llegó Mor su ordinaria cordialidad el señor Morrel. rel : esperàbale toda su familia con gran Este atribuyó el embarazo de Penelon á ansiedad : de este viage à Paris debía sur la elegancia de su traje : era evidente que gir la primera fuente de salud ; Morrel ha el buen hombre no habia podido vestirse bia pensado en Danglars , millonario en de su cuenta con tanto lujo ; estaba pues aquella fecha y que á mas debia estarle ajustado sin duda á bordo de algun otro reconocido por cuanto á consecuencia de buque, y su vergüenza prorenia , si pue- la recomendacion de Morrel, Danglars en de espresarse asi , de no haber llevado por trara al servicio del banquero español en mucho tiempo luto del Faraon . Tal vez cuya casa comenzára su inmensa fortuna . venia para ofrecer al capitan Gaumard Hoy en dia , Danglars, decian ; es hom una parte en su buena fortuna y hacerlebre de seis á ocho millones , y un crédito proposiciones de parte del nuevo amo . ilimitado ; Danglars sin sacar de su faltri -i Bella gente ! dijo el armador ale- quera un escudo puede salvar á Morrel jándose ; pueda vuestro nuevo amo ama- no tiene más que garantir el préstamo que ros como yo os amaba y ser mas feliz que este contraiga y queda salvado . Morrel hacia tiempo que pensaba en Danglars , yo he sido .... Discurrió el mes de agosto 'para el se- mas uno tiene en su interior esas antipa ñor Morrel empleado en esfuerzos para tías instintivas que no és duefio de dos an restablecer su antiguo crédito. ó abrirse nar, y Morrel habia retardado todo lo po otro nuevo . El 20 de agosto se supo en sible en acudirr á este medio estremno . Y Marsella que habia tomado -un asiento en Morrel habia tenido razon , puesto que al la diligencia , y se atribuyó esta marcha a fin volvia entonces quebrantado por la hu que el señor Morrel no queria presenciar millacion de una negativa. personalmente su declaracion de quiebra ; De modo que a su vuelta , no exhaló acto que no podia diferirse despues de fi- lainento alguno , ni profirió ninguna re nès del mismo mes , delegando sus facul- criminacions abrazó llorando a su esposa tades sin duda á su primer dependiente y á su hija , tendió una mano de amigo á Manuel y á su cajero Cocles. Mas contra Manuel , encerróse en su gabinete del se todas las presunciones , vino el dia 31 de gundo piso y mandò llamar á Cocles. -Lo que es ahora, dijeron las mugeres agosto y la caja se abrió como de costum bre. Cocles apareció en su escritorio , tran á Manuel, somos perdidos. quilo como el justo de Horacio ; examinól Luego , en un pequeño conciliábulo ce 49 194 ALBUM . lebrado entre ellas, convinieron en quel - Oh ! ;señorita , señorita ! ; qué hor Julia escribiria á su hermano , que se ha- rorosa desgracia ! ¡quien hubiese jamás lle llaba de guarnicion en Nimes, para que segado á figurársela ! viniese sin demora . Las pobres conocian - Un instante despues volvió á verle su que necesitaban de todas sus fuerzas para bir, cargado con dos o tres registros, una sobrellevar el golpe que las amenazaba, á cartera y un saquillo de plata. Morrel con mas de queMaximiliano Morrel , aunque sultó los registros, examinó la cartera , con apenas de edad de veinte y dos años , te - tó el dinero. Todos sus recursosmontaban nia ya una grande influencia sobre su pa- Já seis ú ocho mil francos, las entradas has ta el dia 5 , á cuatro ó cinco mil; todo lo Erase un joven recto é inflexible . Des- que componia ,contando un poco largo,un de elmomento en que se trató de elegir activo de catorce mil francos para hacer dre . carrera , su padre no quiso indicarle nin - frente a un crédito de doscientos ochenta gun porvenir , consnltando solo la volun -ly siete mil quinientos francos. No habia tad y deseos del jóven . Este determinó medio de ofrecer á cuenta tan corta can entonces seguir la carrera militar, para lo tidad. que hizo escelentes estudios, entró poropo- Con todo, cuando Morrel bajó para co sicion en la escuela politécnica , y de allimer , parecia bastante tranquilo . Aquella salió á subteniente con destino al 53 de calma espantó mas á las dos mugeres de línea . Al cabo de un año que poseia este lo que lo hiciera el mas profundo abati grado se le prometió el de teniente en lamiento . Despues de comer , Morrel tenia primera proposicion . En el regimiento , la costumbre de salir un rato á paseo : iba Maximiliano Morrel era citado como el se á tomar su café al de los Marinos y leía mas rígido observador no solo de las obli- allí el Semafore: aquel dia en vez de salir gaciones que le correspondian como á sol- volvió a subirse á su escritorio. dado, si que de los deberes del hombre en En cuanto á Cocles parecia alelado.Ha- . sociedad , de modo que se le llamaba elbia pasado una parte del dia en el patio , Stoico . Es por derñas decir que muchos sentado sobre una piedra., descubierta la de los que le designaban con este epiteto|cabeza y espuesta á un sol de treinta gra lo repetian tan solo por haberlo oido, mas dos. no porque sopiesen su significado. A este Manuel trató de tranquilizar á las mu jóven pues enviaron á buscar su madre y geres , pero faltábale persuasiva. El jóven hermana para que las ayudáse á sobrelle- estaba demasiado al corriente de los nego var los graves conflictos que presentian . cios de la casa , para no presentir la gran Y efectivamente no se habian engaña - catástrofe que pesa ba sobre la familia Mor do sobre la gravedad de las circunstancias, rel. Llegó la noche : las dos mugeres que porque un instante despues de entrarMor- daron en vela esperandoque al bajar Mor rel en su gabinete con Cocles, Julia vió rel de su gabinete entraria en su cuarto ; salir á este último pálido , temblando y mas le oyeron pasar por delante su puer con la vista descarriada . Quiso interrogar-lita , aligerando el caso sin duda por temor le cuando pasó por su lado mas el buen de que le llamáran. Escucharon ellas con hombre continuando que en bajar con una ,precipitacion no le laeraescalera natu - .atencion y le oyeron entrar en su cuarto ral, se contentó con esclamar levantando cerrando la puerta por dentro. 1 . sus manos al cielo . La señora Morrel hizo acostar á su hi . 195 ja ; al cabo de media hora de haberse re -l Julia hizo como que buscaba la llave. tirado ésta , se levantó , quitóse los zapatos - Tal vez la habré dejado en mi cuar y se deslizó por el corredor á fin de ver||to , dijo . ALB CM . por el ojo de la llave lo que hacia su ma- Y salió : mas en vez de ir á su cuarto , rido. En el corredor percibió una sombrabajó corriendo y fuélo á consultar con Ma que se retiraba. Era Julia que inquieta nuel. tambien , habia precedido á su madre . La - Noentregueis á vuestro padre esa lla jóven se dirigió a su madre y la dijo : ve, dijo , éste y mañana por la mañana , si - Está escribiendo. es posible no os separeis de su lado. Las dos mugeres se habian entendido Probó ella de preguntar á Manuel, mas sin hablar. Jeste no sabia ó tal vez no queria decir La señora Morrel se inclinó hasta po- mas. nerse al nivel de la cerradura , y vió que Durante la noche del 4 al 5 de setiem en efecto Morrel escribia ; mas, lo que nobre , la señora Morrel estuvo siempre con vió su hija lo observó ella : su marido es el oido pegado al tabique que la separaba cribía en papel sellado. Vínole á la imagi- de su esposo : hasta las tres de la madru nacion la terrible idea de que escribia sugada , oyóle andar ajitado por su habita testamento : conveliéronse todos susmiem - cion ; á esta hora se acostó . Las dos mu bros pero tuvo sin embargo la suficiente gerespasaron la noche juntas: desde la vís perá esperaban á Maximiliano . A las ocho fuerza para no decir nada. Al siguiente dia parecia el señor Morrel de la mañana, entró el señor Morrel en completamente tranquilo ; estúvose en su su cuarto : estaba tranquilo , mas la ajita bufete como de ordinario , bajó ara al cion de la pasada noche se veía impresa morzar segun costumbre : tan solo despues en su semblante pálido y traspostado. Las de comer, hizo sentar a su hija á su lado y mugeres no se atrevieron a preguntarle si cojiendo su cabeza la estrechó largo rato habia descansado. Morrel se portó mejor contra su pecho . Por la noche dijo Julia á con su mnger y mas paternal con su hija -su madre , que aunque en apariencia tran - de lo que jamás lo hubiera hecho , no se quilo , el corazon de su padre latia con vio - cansaba de mirar y de abrazar a la pobre Jencia . Los dos dias siguientes se pasaron niña . del mismo modo . El 4 de setiembre , por Julia se acordo de lo que le encomen la noche, el señor Morrel exigió de su hi- dára Manuel y quiso seguir á su padre ja le devolviese la llave del gabinete. Julia cuando salió : mas éste la rechazó con sua se estremeció á esta exigencia que le pa vidad . reció siniestra. ¿ Por qué su padre la re- Quédate con tu madre , dijo . cogía aquella llave que siempre habia te -l Julia quiso insistir. nido en su poder escepto cuando , siendo - Yo lo quiero, dijo Morrel. piña, se la queria castigar? La jóven uniról Era esta la vez primera que hablaba pasma 'a al serìor Morrel. tan imperiosamente a su hija . « Yo lo - ¿En qué puedo haberos disgustado , lquiero » mas lo habia dicho con un acen para que ine recojais esa llave ? - En, nada niña mia ; contestó el infor -| to de tan paternal dulzura que Julia no se tunado Morrel,al que tan sencilla pregun atrevió á dar un paso mas . Quedóse en el ta hizo brotar las lágrimas: tan solo es unimismo lugar, de pié, muda é inmóvil. Un deseo . linstante despues la puerta volvió a abrirse 196 ALBUM . y sintió dos brazos que ceñian su cuerpo ſvantó los ojos buscando para interrogarle y una boca que besaba su frente . Levantó al hombre que le habia traido el billete , los ojos y arrojó una esclamacion de gozo: más habia desaparecido. Dirijió por segun . - ;Maximiliano ! , hermano mio ! es- da vez los ojos sobre el escrito para leerle clamó. de nuevo y entonces observó un post scrip A este grito, la señora Morrel se preci- tum que leyó: pító y arrojó en los brazos de su hijo . « Es importante que desempeñeis esta - Madre mia , dijo el jóven mirando al- comisión en persona y sola ; si venis en ternativamente á la señora Morrel y á su compañia ú otro sugeto se presenta en hija , ¿ que es lo que hay ? que sucede ?i vuestro lugar , el conserge contestará que q vuestra carta me espantó y he venido vo- no sabe de que se le habla.» . lando ! Esta posdata fué un poderoso minora Julia , dijo la señora Morrel haciendo tivo de la alegria de la jóven . ¿ No tenia Una señal al jóven ; vé á decir á tu padre ella nada que terner ? / no seria esto algun que Maximiliano acaba de llegar. .. . lážo que le tendian ? Ignoraba en su ino La jóven se lanzó fuera delcuarto , mas cencia los peligros que podia correr una al subir el primer escalón se encontró con joven de su edad . Mas no es necesario co un hombre que llevaba una carta en la nocer el peligro para temerlo : hay tam bien que observar una cosa y es que pre mano . ! - - Seriais tal vez vos la señorita Juliajcisamente son los peligros desconocidos los Morrel? dijo este hombre con un acento que inspiran mayor terror. Julia estaba indecisa ; resolvió por fin aconsejarse con italiano de los mas pronunciados. - Si, señor, contestó Julia balbucean- Jalguien ; mas por un sentimiento original do ; que me quereis ? no tengo el honor no fué á su madre ni á su hermano á quie de conocéros ! . . . : Ines acudió para ello; fué á Manuel. Leed esta carta , dijo el hombre dán- Bajó pues; contóle lo que la sucedió el ||dia en que elcomisionadode la casa Thom dola un billete . Julia dudó. son y French vino á casa de su padre ; es Vá en ello la salud de vuestro padre, plicóle la escena de la escalera , repitióle dijo el mensajero . palabra por palabra la promesa que le hi La jóven le arrancó de lasmanos el es- ciera y le enseñó la carta . crito que abrió con'viveza, y leyó: “ Es preciso ir, señorita , dijoiMa « Marchad al instante mismo a la calle nuél. de Meillan , entrad en la casa núm . 15 , --¿ Ir ? murmuró Julia . pedid al portero 'la llave 'del cuarto del - Si; yo os acompañaré. quinto piso , entrad en aquella habitacion, | ' * m ?Mas no habeis visto que debo ir tomad un bolsillo de 'seda encarnada que sola ? . vereis sobre el antepecho de la chimenea, - Tambien ireis sola , contestó el jóven ; levadlo á vuestro padre. Es importante yo os esperaré en la esquina de la calle del que la tenga antes de lasonce. Meprome- Museo : si veo que tardais lo bastante para tisteis obedecerme ciegamente :os recuerda causarme inquietud iré entonces á reunir me con vos, y yo os respondo quedesgra vuestra promesa SÍMBAD ELMARINO . ciados de aquellos dequienesmedigais que La jóven ·lanzó un grito de alegria , le-Jos han dado que sentir . ALBUM . 197 - Con que, Manuel, dijo la joven inde- jarrojó un grito de sorpresa al percibir á cisa aun; ësois de parecer que mepreste à Maximiliano pues ignoraba la llegada del esta invitacion ? " jóven . Quedóse iomóvil en el mismo lu - Si: ¿no os ha dicho elmensagero que gar, apretando con su brazo izquierdo un objeto que tenia oculto debajo el redingo jba en ello la salud de vuestro padre ? - Mas, por fin , Manuel; ¿ que peligro te. Maximiliano descendió con prontitud corre ? preguntó la jóven . los escalones y se arrojó al cuello de su El jóven dudó, mas el deseo de deter- padre: mas de repente retrocedió, dejando ininar á la joven de una vez y sin retardo tan solo su mano derecha apoyada en el pecho de Morrel. le resolvió : - -- Escuchadme, la dijo ; hoy es el 5 del Padre mio, le dijo palideciendo como llun muerto ; ¿ por qué llevais un par de setiembre, i no es asi? - Si. pistolas debajo de vuestro redingote ? - Hoy á 'las once , vuestro padre tiene — ;Oh ! he ahí lo que yo temia , dijo que pagar cerca trescientos mil francos. Morrel. : - ; Padre mio ... padremio ! en nombre - Pues bien , dijo Manuel , apenas hay de' cielo, esclamó el jóven, ¿para que que reis esas armas ? quince mil en caja . - En este caso e que es lo que va a su - Maxiniliano, contestó Morrel fijando en su hijo la vista; tu eres hombre y hom ceder ? - Si: lo sabemos. - Vá á suceder que hoy , antes de las bre de honor: ven y te lo diré . once , si vuestro padre no ha encontrado Y Morrel subió con segura planta á su alguien que venga en su ayuda , al me- gabinete, mientras que Maximiliano le se dio dia se verá obligado á declararse en guia sin poderse cuasi sostener . Morrel abrió la puerta que cerró tras de su hijo ; quiebra. . - ;Oh ! venid , esclamó la joven arras-jatravesó luego la antesala, se acercó albu • trando consigo á Manuel. . fete , dejó las pistolas sobre un ángulo de Mientras pasaba esta escena la señora la mesa y designo con la punta del dedo á Morrel lo habia contado todo á su hijo : su hijo un registro abierto. En aquel re el jóven sabia bien que de resultàs de las jistró se veia consignado el estado exacto desgracias sucesivas que habián sobreve de su situación . Morrel debia pagar, den nido a su padre, se habian efectuado gran - tro media hora, doscientos ochenta y siete des reformas en los gastos de la casa;mas inil quinientos francos; póseyendo tan solo ignoraba el estremo á quehabian 'llegado doce mil doscientos cincuenta y siete fran las cosas. Quedóse pašmado ; despues de cos. improviso se lanzó fuera de la habitacion, - Lee, dijo-Morrel. , subió con rapidez la escalera puesto que El jóven leyó' y quedó como petrificado creia hallar á su padre en el gabinete ; por un momento : Morrel no decia unapas más llamó en vano. Estando a la puerta labra i que hubiese podido decirmas de lo de este gabinete oyó abrir la puerta del que decian los números ? cuarto ; volvió la cabeza y vió a su padre. , - , Habeis apurado todos los medios , Eo vez de subir á su gabinete ' el señor padre mio , dijo despues de un instante el A Morrel habia entrado en su cuarto é iba á jóven , para hacer frente a esa desgra salir en aquel entoncés. El señor Morret cia ? . 198 ALBUM . -- Si, contestó Morrel. - Está bien; ahora emos acabado ya - ¿ No contais ya con ninguna entrada ? por lo tanto vuélvete al lado de tu madre y hermana . -- Con ninguna . --¿ Habeis agotado todos los ‘recursos ? - Padre mio ,dijo el jóven doblando una rodilla , dadme vuestra bendicion. - Todos. (505? .. tila, dadme vuestambas niano - ¿ Y dentro media hora.... ajadió con Morrel cojió con ambasmanos la cabe sombrio acento, nuestro nombre será des .(za de su hijo , la acercó a su rostro é im - ' primió en ella sus lábios repetidas veces hoprado ? - - La sangre lava el deshonor. diciendo : - Teneis razon , padre mio , dijo ; os - ; Oh ! si, si, yo te bendigo en mi comprendo. Tendiendo luego su mano há- nombre y en nombre de las tres genera - cia las pistolas añadió, hay una para vos y ciones irreprensibles que se han sucedido. Escucha pues lo que ellas te dicen por mi otra para mí; gracias. · Morrel detuvo su mauo. boca: el edificio que la providencia ha der - ¿ Y tumadre... y tu hermana ? ¿quien ruido puede volverlo á levantar . Alverme Jas sustentará ? muerto de semejante modo , los mas ine Un calo frio recorrió todo el cuerpo del xorables tendrán piedad de mi; á títal vez ||te concederán los plazos que a mime han jóven . Padre mio , dijo ; acordaos de queme negado ; en este caso procura evitar que se hablais de vivir . pronuncie la palabra infume; pon manos á - Si, te lo digo, repuso Morrel, porque la obra; trabaja , jóven , lucha con ánimo es tu deber ; tu tieneselespíritu tranquilo yly ardor. Vive tu., tu madre y hermana recti , Maximiliano.. . Maximiliano ; tu no con lo mas estrictamente necesario á ſin eres un hombre vulgar, nada te recomiende que cada dia se aumenten los bienes de do, nada te ordeno, tan solo te digo : exa - los sugetos á quienes debo y fructifiquen · mina la situacion como si fueses estraño álen tusmanos. Piensa siempre que será un ella y juzga tu mismo. bello dia , un dia grande, un dia solemne El reflexionó un instante , luego toma- el de la rehabilitacion , el dia aquel en que ron sus ojos una espresion de resignacion en este mismo bufete dirás: « Mi padre ha sublime, y con un movimiento pausado y muerto porque no podia hacer lo que yo triste se quitó la charretera y capona , in - hago hoy, pero ha muerto tranquilo y sa signias de su grado , y tendiendo luego latisfecho porque al morir ya sabia que yo mano al señor Morrel, dijo . haria lo que hoy hago.» -- Está bien ; morid en paz, padre mio , - Oh ! padre mio, padre mio : isi yo viviré. mientras tanto pudieseis vivir ? esclamó el Morrel hizo un movimiento como para jóven . arrojarse á los pies de su hijo : Maximilia - ' - Si yo vivo todo se ha perdido : si vi nó le recibió en sus brazos: aquellos no - vo el interés se convierte en dudas, la pie bles corazones latieron por un momentolldad en ira : si vivo no seré jamás sino un juntos. que ha faltado á su palabra , que - ¿ Ya sabes que no es por culpa miain*?||lihombre no ha cumplido con sus compromisos; se dijo Morrel. Maximiliano se sonrió . .. . , ré por fin un quebrado. Si muero , por el - Sé, padre mio , que sois elhombre mas contrario; acuérdate Maximiliano , que mi de bien que he conocido . cadáver no es sino el de un hombre des 199 ALBUY .. graciado, Viviendo mis mejores amigos serás mi testamento en la papelera de mi alejarán de mi casa , una vezmuerto ,Mar- dormitorio . sella en peso me acompañará llorando El joven quedó de pié é inerte , tenia hasta ini postrer morada. Viviendo te da - tan solo la fuerza de la voluntad mas no rá vergüenza llevar mi nombre ; muertolla de accion . . erguirás la cabeza y dirás: « soy el hijo – Escucha Maximiliano, dijo su padre , de aquel que se mató porque por la pri- supon que soy soldado como tú , que re mera vez de su vida se vió precisado á fal- cibo la orden de asaltar un reducto , y que tar á su palabra.) tu sabes que debo morir en la demanda , El joven lanzó un gemido, mas pareció l.no me dirias lo que no hace una hora resignado. Era la segunda vez que la con - me decias: « id , id padre mio ; porque si viccion entraba sino en su corazon en su no vais quedareis deshonrado y antes la espíritu por lo menos. muerte que la deshonra ? » - Ahora, dijo Morrel , déjame solo y procura alejar á las mugeres . Si, si; dijo el jóven , sí; y apretando convulsivamente el brazo de Morrel con - ¿No queréis volver á ver á mi her - tinuó ; id , padre mio . Y se lanzó fuera del gabinete. mana ? El jóven abrigaba una postrer é intima Cuando salió su hijo , Morrel quedó por esperanza durante toda la conversacion , un instante de pié, fijos los ojos en la puer por ella hizo esta pregunta . Morrei mo- ta ; alargó luego la mano, cogió el cordon vió la cabeza negativamente. de la campanilla y tiró de él. Al cabo de ---La he visto ya estamañana, dijo, y un momento compareció Cocles. No era me despedide ella . . ya el mismo hombre ; éstos tres dias de - ¿No tenéis nada que encargarme en conviccion le habian anonadado. Esta idea particular, padre mio ? preguntó Maximi- « la casa deMorrel va á suspender sus pa gos » le encorvaba hacia la tierra mas que Jiano con voz alterada. - Si tal, hijo mio ; una recomendacion no lo hicieran veinte alios que pesáran so sagrada . bre él. . -Mibuen Cocles , dijo Morrel con un - Decid , padre mio . . - La casa Thomson y French es la úni- jacento imposible de describir , vas á que ca que por humanidad , por egoismo taldarte en la antesala. Cuando el caballero vez, pues no le es á uno posible leer en el que vino hace tres meses, ya sabes, el co interior de los hombres , tuvo piedad de misionado de la casa Thomson y French mí.Su comisionado; aquel quedentro diez se presente , me lo anunciarás . minutos se presentará para cobrar el im - Cocles no contestó palabra ; inclinó su porte de un crédito de doscientos ochentalcabeza , fué á sentarse en la antesala y es v siete mil quinientos francos,no diré que péró . Morrel cayó sobre una silla , sus ojos me concedió sino que me ofreció tres me se dirigieron al péndulo ; le quedaban sie ses de espera ; que sea esa 'casa la primera te minutos , nada mas ; la minutera ade que reembolse sus valores: hijo mio , quellantaba con una rapidez increible ; pare te sea sagrado ese hombre. ' cíale que la veía caminar. Lo que pasó en tonces , en aquel momento supremo, en el - Lo será, padre mio . - Ahora , otra vez y no mas , adios : interior de aquel hombre que, jóven aun , vete , 'vete , necesito estar solo : encontra- lá consecuencia deuna reflexion talvez fal ALBUM sa', però á lo menos especiosa', iba á sepa - Morrel tomò el bolsillo y se estremeciò; 200 rarse de todo lo que mas amabá en este un vago recuerdo le hizo fijar su 'atencion mundo y' á 'quitarse la vida en que disfru - en este objeto pues le parecia haberle per- . taba de todas las dulzuras de la familia , es tenecido. En un estremo estaba el crédito imposible de describir : hubiera sido pre- de los doscientos'ochenta y siete mil qui ciso ' ver, para formarse una idea , su fren - pientos francos , pagado ya. En el otro te inundada de sudor' y con todo resigna - un diamante del grandor de una avellana dá, sus ojos anegados en lágrimas y con con estas tres palabras escritas en un pe dacito de pergamino « Dote de Julia':» ?" todo dirigidos al cielo . La aguja adelantaba siempre : las pisto - Morrel pasó la mano 'por su frente; pa las estaban prevenidas'; alargó la mano , recible'estar soñando. En 'este momento tomí una y níurmuró elnombre de su hi- sonaron en el péndulo las once. La cám ja ; volvió luego a dejar la mortífera arma, pana vibraba para él como si cada golpe tomó una pluma y escribió algunas pata - |del 'niartinete de acero vibrase sobre su bras. Parecíale entonces que no se habia propio corazon : despedido lo suficiente de su hija querida. — Veamos", hija "mia : dijo , esplícate : dirigió luego su vista al péndulo ; no con - Donde has encontrado este bolsillo ? -taba ya por minutos, sí solo por segundos. - En una casa de la calle de Meillan , Volvió de nuevo á tomar el arma, entrealnúmero 15 , sobre el antepecho de la chi bierta la boca' y fijos los ojos en la minu - menea de una reducida habitacion del quio tera , luego'se estremeció al solo'ruido que to piso. el mismo hizo al montar el pie -de -gato . - Pero , esclamó Morrell , este bolsillo En este momento un sudormas frio manò no es tuyo. de su frente , una angústia'mas mortal le Julia'entregó a su padre la carta que oprimiò el corazon ; oýờ rechinar sobre recibiera por la mañaria . sus goźnes la puerta de la escalera , luegol - ¿ Y has ido tu sola á esa" casa ? dijo abrirse'la del gabinete , el péndulo' iba 'á Morrel después de haber leido. - Manuel me ha acompañado , padre marcar las once. Morrel'no'volvió la cabeza sicillera, es- mio ; me esperaba en la esquina de la ca peraba de Cocles' éstas palabras: « El co -||lle del Museo ; mas, cosa estraña , á mi inisionado de la casa Thomson ' y French » vuelta ya no estaba alli. así que, aproximó el arina'á la boca... De - , Señor Morrel ! gritó una vož desde improvisò oyó un grito ... era la voz de su la escalera , señor Morreli | _ Es su voz , dijo Julia . hija ... Volvió la cabeza y vio á Julia : la pisto - Al propio tiempo entró Manuel demu dado el rostro de alegria 'y emocion . ' la se le escapó de lasmanos. ¡ El Faraon , esclamó, el Faraon ! - Padre mio, esclamó la joven sofocada? y trasportada de alegría', ; salvadot ; yail - ¿ Qué dices ? ;el Faraon ! ;estás loco , Manuel? ya sabes que naufragó. estais salvado ! Y se arrojó en sus brazos , llevando en El Faraon , señor , ¡ están 'señalando " la mano un bolsillo 'de seda encarnada. el Faraon ! ; el Faraon va á entrar en el - Salvado ? ¿hija mia , que quieres puerto ! Morrel cayó de nuevo sobre su silla : las fuerzás le abandonaron: su inteligencia nio - Sí, sálvado : ved , ved . decir ? 201 ÁLBUM . abrazaban se hijo su y Morrel *Mientras ! su de série Dödia admitir esta continuada cesos inauditos, increibles, fabulosos. Mas en el muelle entre los aplausos de toda la su hijo entró a su vez esclamando : ' ciudad testigo de esteprodijio , unhombre, - Padre mio , ¿ qué deciais de haberse cuyo rostro estaba medio cubierto con una perdido el Faraon ? el vigia le señala y se. barba negra , y que oculto tras la garita gun dicen está entrando ya en el puerto . de un centinela , contemplaba esta escena . - Amigos mios, dijo Morrel, si esto es con enternecimiento , murmuró estas pa asi preciso será que agradezcamos un mi- labras: lagro á la Providencia ; imposible !- ; im - . -- Sé dichoso, noble corazon : sé bende cido por todo el bien que has hecho y por posible ! Mas lo que tambien era real y no me- el que harás todavia , y que mi reconoci nos increible es el bolsillo que tenia en la miento quede encubierto comotus benefi mano ; aquella letra de cambio satisfecha; cios. Y con una sonrisa en la queserevelaba aquel magnífico diamante . . - ¡ Ah , señor ! dijo Cocles á su vez , el gozo y la dicha, dejó el punto en que ¿ qué significa eso que oigo del Faraon ? estuviera escondido, y sin que nadie para - Vamos , hijos mios : diio Morrel le - se en él su atencion pues todos estaban vantándose , vamos á ver, Dios tenga pie - preocupados con el suceso de aquel dia , dad de nosotros, si es eso alguna noticia descendió por una de las pequeñas escali natas que sirven de desembarcadero y gri falsa . Todos bajaron : á mitad de la escalera tó tres veces: les esperaba’ la señora Morrel: la pobre ) - - ; Jacopo !'; Jacopo ! 1'Jacopo ! señora no se atrevia á subir . En un' ins- A este grito se acercó á él una chalupa tante estuvieron en la Cannebiere. Habia que le recibió 'á su bordo y le condujo á en el puerto una inmensa muchedumbre. un yacht ricamente adornado á cuyopun A través de ella se abrió un paso para él to se encaramó con la ligereza de un ma rino:desde alli contempló otra vez aun á señor Morrel. - El Faraon , él Faraon decian todos á Morrel que llorando de alegria distribuia una voz. 'cordiales apretoresdemano á toda aque En efecto , cosa maravillosa , inaudita ;" lla multitud , 'y daba gracias con su vago frente la torre de San Juan , una embar- mirar al invisible bienhechor que parecia cacion , en cuya popa se veian escritas'es- buscar en el cielo. tas palabras en letras blancas : El Faraón - Aliora', dijo el desconocido , ¡ adios , Morrple hijos deMarsella ,delmismo gran - bóndad ;'humanidad , reconocimiento ..... dor precisamente que el otro Faraon , y adios todo , los sentimientos que dilatan el como el otro cargado de cochinilla y añil, corazon !.... Me'he sustituido á la provi soltaba una ancora y cargaba velas; sobre 'dencia para recompensar á los buenos. ..... el puente daba sus órdenes el capitan Gau - : One el Dios vengador me ceda ahora su mard , y el tio Penelon hacia señas al se - , jor Morrel. No habia ya que dudar . el lugar para castigar á los malvados ! testimonio de los sentidos lo autorizaba y ! FIN DE LA PRIMERA PARTE . diez mil personas lo confirmaban . 202 ALBUM . SEGUNDA PARTE. ITALIA . OOC SIMBAD EL MAŘINO . Franz quedó en Florencia . Cuando hubo A principios de 1838 se hallaban en Flo- disfrutado por algun tiempo de la vida que rencia dos jóvenes pertenecientes a la cla- proporciona la ciudad de los Médicis, cuan se mas elegante de la sociedad de París: el do hubo paseado bastante en ese Eden lla uno era el vizconde Alberto de Morcef, el mado Caschines, despues de haber sido ad otro el baron Franz d'Epinay . Habíạnsemitido en los palacios magníficos llamados convenido en pasar el carnaval de aquel Corsini-Montfort ó Poniatowski, le dió el año en Roma en donde Franz , que hacia capricho habiendo ya visitado la isla de cuatro años habitaba en Italia serviria de Córcega cuna de Bonaparte, de ir á ver la cicerone á Alberto . Pero como no es ne - isla de Elba, ese gran lugar de ocio de Na gocio de poca monta ir a pasar el carnaval poleon . Una noche pues, desamarróse una gón en Roma , sobre todo cuando no puede uno echarse a dormir en la plaza del Popolo ó dola del anillo de hierro á que estaba su en el Forum romanum , escribieron al tio jeta en el puerto de Liorna , recostose en Pastrini , propietario de la fonda de Lón- el fondo envuelto en su capa , diciendo a los dres plaza de España , rogándole les reser- marinerós estas solas palabras.— « A la is vára un aposento cómodo y divertido . El la de Elba » - La lancha dejó el puerto tio Pastrioi les contestó que solo podia poner á su disposicion dos cuartos y un ga binete situados al secondo piano , que les ofrecia mediante la módica retribucion de como el ave marina deja su nido , y al otro dia desembarcaba Franz en Portoferrajo. Atravesó la isla imperial despues de haber recorrido todas las huellas que alli dejára un luis diario . Los dos jóvenes aceptaron el paso del jigante y fué á embarcarse en y queriendo aprovechar el tiempo que les Mardaną. Dos horas despues de haberse qnedaba , Alberto partió para Nápoles y lembarcado volvió á saltar en tierra en la 203 Pianosa donde le aseguraron encontrarial Como le sobraba áun á Franz bastante ALBUM . numerosas perdices rojas. La caza fué pé- tiempo antes no se reuniría con su com sima, Franz á duras penas logró matar al- pañero y no tenia porque pasar cuidado gunas perdices flacas , y como todo caza - de su alojamiento en Roma, aceptó la pro dor que se ha fatigado en vano , volvió állposicion de desquitarse de la primera ca za . Una vez resuelto los marineros se di arse! de pésimo humor. embarc - Ah si V . E . quisiera , le dijo el pa- jeron algunas palabras en voz baja. tron , podria hacer una caza escelente . - ¿ Qué hay ? preguntó , ¿ ha sobreve algun estorbo ? Y en aquella donde ?isla ? continuó el patron nido- No; — ¿¿ Veis contestó el patron , pero debe señalando con el dedo alMediodia é indi- |mos advertir á V . E . que la isla está en cando una masa cónica que salia del cen - rebeldía . tro del mar teñida de un bello azul ce- - ¿ Qué quereis decir con eso ? . Eso quiere decir que , como Monte leste - ., Y que ! que isla es esa ? preguntó Christo está inhabitado , acostumbran ha cer en él escala los contrabandistas y pi Franz. - LadeMonte - Christo , contestió el lior- ratas que vienen de Córcega , de Cerdeña Africa; si llega á descubrirse , por nés.- Pero yo no tengo permiso para cazar |óunade casuali dad cualquiera , nuestra arri bada á la isla nos veremos precisados , en -ellaVuestra . escelencia no le necesita , pues cuando volvamos á Liorna , á hacer una cuarentena de seis dias. que- está desierta . Vive Dios, dijo el jóven , que una isla – į Diablo ! ; eso cambia del todo el as desierta en medio del Mediterráneo es una pecto de la cuestion ! ; seis dias! Precisa mente tantos comonecesitó Diospara crear cosa- curiosa. Y muy natural , escelencia . Esa isla elmundo . Es un plazo bastante largo , hi es un banco de rocas, y en toda ella no ljos mios. - ¿ Pero quién dirá que S. E . ha esta hay un palmo de tierra de labor. - ¿ Y a quien pertenece esa isla ? - A la Toscana . -- ¿ Que caza encontraré en ella ? - - Oh ! no seré yo por cierto, esclamó Franz. - Ninosotros tampoco , añadieron los - Miles de cabras salvajes. - ¿ Que se alimentan lamiendo las pie -lmarineros . dras? dijo Franz con una incrédula son - En este caso, vamosà Monte -Christo . El patron mandó la maniobra , dirijien risa -. No: pero si ramoneando las puntas do la proa hacia la isla , el barco empezó del mirto y lentisco que brotan entre sus á vogar en derechura á ella . Franz esperó á que concluyese la operacion , y una vez peñas. - ¿ Pero en donde dormiré yo ? entrados en la nueva ruta , cuando las ve - En tierra , en las grutas , ó å bordo las empezaron á hincharse al impulso del embozado en vuestra capa. A mas de que de viento y cuando los cuatro marineros se mos de os partir on colocado en sus puestos , tres en da hubier lo mismo navega sila Scaza . E . : quiere podrem noche conclui , que de dia y lo mismo con vela que con proa y uno en el timon, anudó la conver lisacion . remo. 204 ALRUM . - Mi querido Cayetano, dijo al patron los á quienes sobreviene semejante fraca acabais de decirme segun creo , que la isla so no dan el parte competente , como no de Monte -Christo sirve de refujio á los piden venganza á los 'gobiernos francés , contrabandistas y piratas , lo que me pa - sardo ó toscano contra ésos piratas ? rece una caza muy distinta de la de las cabras. ¿ Por qué ? dijo Cayetano sonriendo . -- Sí, ¿ por qué ? . - Eso he dicho , señor , y és la pura - Porque primero trasladan a su bordo verdad . todo lo que les convienedel buque ó yacht - - Ya sabia yo la existencia de esos con - apresado ; luego atan de pies y manos á trabandistas, pero creía al mismo tiempo toda la tripulacion , sujetan al cuello de que desde la toma de Argel y la destruc- cada uno una bala de á veinte y cuatro , cion de la regencia , los piratas no existian abren un agujero del diámetro de una bár mas que en las novelas de Cooper y del|rica en la quilla del buque capturado; vuel capitan Maryat . jven Juego á subir al púente , cierran las . - Pues ha de saber V . E . que se enga - escotillas y se vuelven a su buque. Al ca- , ñaba ; hay piratas los mismo que bandi- bo de diez minutos la embarcacion empie - . dos , que se creen esterminados por el pa- za á balancear' y á crugir : poco a poco se . pa Leon XII y que no dejan por eso dela hundiendo ; primero se sumerje un cos detener a los viajeros hasta en las mismas tado, luego otro ; vuelve luego á levantar puertas de Roma. ¿ No habeis oido decir se , para volver á sumiergirse y así sucesi que , apenas habrá seismeses, el encar- vamente hasta que se hunde dėl todo. De gado de negocios de Francia cerca la “ an - repente suena un estampido semejante al ta Sede hábia sido robado á cincuenta pa de un cañonazo : és el aire que rebienta el puente . Entonces la embarcacion se ajita sos de Velletri"? cual un abogado en sus últimos momen - Si por cierto . - Pues bien : si V . E . habitasé en Lior- tos, hundiéndose mas á cada movimiento. na como nosotros, oiria decir de vez en Muy luego el agua sumamente comprimi cuando que un pequeño buque cargado de da hasta entonces en aquella cavidad , se mercancías ó que un yacht inglés, que es- lanza por las aberturas semejante á esas taban esperando en Bastia , Portoferrajo ó colunas de líquido que arrojaria por sus Civitavechia, no ha llegado al punto de suſagallas un jigantescocétaceo . Por fin arroja destino, que no saben lo que ha sido de él un postrer resoplido,dá una última vuelta y que sin duda se habrá estrellado contra sobre sí mismo y se sumerge escavando en alguna roca . Pues esta roca que ha encon -lel abismo un vasto embudo , que se ciega trado en el camino es una embarcacion poco a poco y acaba por borrarse del todo , complanada y oblonga, montada por seis ú tan bien que al cabo de cinco minutos es ocho hombresque la ha sorprendido ó sa - preciso la penetrante vista de Dios para ir queado en una noche oscura y borrascosa , lá encontrar en el fondo de aquelmar'tran . al revolver algun islote salvaje é inhabita- quilo el buque perdido . ¿ Comprendeis do , lo mismo que detienen y saquean los ahora, continuó el patron sonriendo por bandidos una silla de posta en la encruci- que el buque no entra en elpuerto, y por que la tripulacion no se queja ? jada de un bosque. - Pero como es , répuso Franz siempre Si Cayetano hubiese contado todo eso tendido en el puente ¿ cómo es que aque- antes de proponer la espedicion , es pro 205 ALBUM . bable que Franz ilo hubiese reflexionado tenian suma vigilancia y que su mirada mucho antes de determinarse á ello , pero investigaba el vasto espejo por el que se la góndola vogaba en direccion a la isla y deslizaban , cuyo horizonte se viera sern le pareció cobardía el retroceder. Era Franz brado de barcos pescadores con sus blan uno de esos hombres que jamís van en cas velasmeciéndose como las paviotas so busca del peligro , pero cuando éste se pre- bre la cresta de las olas. senta á su vista conservan su inalterable san : Apenas distarian quince millas de Mon gre fria para arrostrarle : era uno de esos te - Christo cuando empezó el sol á ocul hombres de ánimo tranquilo y que consi- tarse trás la isla de Córcega cuyasmonta deraba los peligrosque podian sobrevenirle nas se divisaban a la derecha, proyectando durante la vida , cual á su adversário en'en elcielo su recortada sombra iluminando un duelo , calculando sus movimientos, pe aun la punta de aquella masa de pie ras conociendo su fuerza , que retrocede para que, semejantes al jigante Adamastor , se tomar aliento sin parecer cobarde , y en elevaban frente el barquichuelo . Poco á fio que conociendo todas las ventajas que pocc fué ascendiendo la sombra desde el tiene sobre su contrario le mata á la pri - mar y pareció que con ella se llevaba el Júltimo reflejo del dia próximo á concluir : mera estocada . . - Bah ! repuso , he atravesado la Sici- Negó por fin el rayo luminoso á verse im lia y la Calabria , he navegado dos meses pelido hasta la punta del cono en el que en el Archipiélago y jamás he visto la som - se detuvo un momento como el penacho bra de un bandido ni de un pirata . inflamado de un volcan : en fin la sombra. Es que no he dicho á V . E . todo eso siempre, ascendente , invadia progresiva para hacerle desistir de su proyecto ; ha mente la cima cisal habia invadido, la base sido tan solo porque V . E .me ha pregun - presentándose luego cual una montaña tado y yo he respondido, nada mas, gris cuyo color se iba ennegreciendo mas - Sí,miquerido Cayetano; vuestra con - y mas. Media hora despues habia cerrado versacion es de las mas interesantes; así la noche. . puies comodeseo disfrutar de ella la mayor Aunque felizmente los marinerós esta .. parte posible de tiempo , vamos a Honte (ban en su centro habitual y conociao balss : ta la mas pequeña roca del archipiélago Christo . . . . Durante esta conversacion se aproxima- toscano , con todo, en medio de la profun ban con rapidez al término de su viaje ; el da oscuridad que rodeaba albarquichuelo , viento venia fresco y en popa y elbuque ha Franz no estaba del todo libre de inquie cia de seis á siete millas por hora . A me- tud. La isla de Córcega babia desapareci dida que se iban aproximando la isla pa do del todo, y hasta la isla de Monte recia salir é ir creciendo del seno del mar. Christo se habia , hecho invisible ; pero v á través de la atmósfera despejada ; con los marineros parecian tener como el lin . los últimos rayos del dia se distinguian , ce la facultad de penetrar las tinieblas , y como las balas en un arsenal, aquel grupo el piloto que dirijía el timon no daba de rocas amontonadas unas sobre otras en muestras de la menor indecision . cuyos intersticios se veían rojear las zarzas . Una hora se habia pasado á poco dife y el verdecer de los arbustos. En cuanto rencia , despues de puesto el sol, cuando á los marineros , aunque en apariencia Franz creyó apercibir á su izquierda , á perfectamente traquilos, era evidente quelun cuarto de milla distante , una masa OS 52 206 ALBUM cura; masérale imposible distinguir lo que cio una maniobra , con cuya ayuda vira - ' .. era : temeroso de provocar las burlas de ron en un instante ; y desandando luego los marineros si fuesen casualmente algu- el camino que acababan de hacer desapa nas nubes flotantes en vez de tierra firme, reció el fuego que se ocultó en un recodo guardó silencio : de repente apareció en del terreno. Entonces el piloto , por me- ' ' ella un vivo resplandor: la tierra podia pa- dio del timon , dió al barquichuelo una recer una nube mas el fuego no era unme- nueva direccion con la que se aproximó téoro . |visiblemente á la isla , de la que estuvo - ¿Qué luz es aquella ? preguntó Franz. muy luego distante unos cincuenta pasos. --Chut, dijo el patron , és una ho- Cayetano amainó velas y la embarcacion ||se mantuvo al pairo . guera. - ¿ Pero no deciais que estaba inhabi- Todas estas operaciones se ejecutaron tada ? con el mayor silencio y desde que se cam - Os dije que no tenia poblacion fija ;|bió la direccion no se pronunció una sola pero os añadí que es un punto de arribada palabra á bordo. Cayetano al proponer la espedicion habia cargado con la respon para los contrabandistas. . sabilidad de sus resultas. Los otros tres - Y para los piratas , continuó Cayeta marineros no separaron un momento de --¿ Y para los piratas? no repitiendo las palabras de Franz, por él la vista preparando los palos de virar , esta razon he dado orden de ir mas allá , y prontos evidentemente á huir á fuerza al lado opuesto , pues que ese fuego ahide remo, cosa no muy dificil gracias a la donde le veis está á nuestras espaldas. obscuridad. En cuanto á Franz , requirió - Pero ese fuego , continuó Franz,mas sus armas con aquella sangre fria que ya me parece un motivo de seguridad quede le conocemos : llevaba consigo una esco inquietud ; si fuesen gentes que temiesen peta de dos cañones y una carabina , que ser vistas no irian á encender fuego. cargó , asegurándose de los cebos y es . -- ; Oh ! lo que es eso no quiere decir peró. nada , dijo Cayetano ; si pudieseis juzgar, Durante este tiempo el patron se habia en medio de la oscuridad que reina, de la despojado de su camisola y de su camisa , posicion de la isla , veriais que en la situa- atándose el pantalon á los riñones , y co cion en que está ese fuego no puede ser mo ya iba descalzo , no tuvo que quitarse avistado ni de la isla de Córcega ni de la los zapatos ni las medias. Constituido en Pianosa , tan solo se ve desde plena mar. este nuevo traje , llevó un dedo sobre sus - ¿ Con qué temeis que ese fuego nos labios como indicando guardasen elmayor indiqué mala compañia ? silencio , y deslizándose almar, nadó há -- Esto es de lo que convendrá cercio - cia la playa con tanta precaucion que era rarse , repuso Cayetano , fijos sus ojos imposibleoir el menor ruido. Tan solo po constantemente en aquella estrella terres- dia seguirse su ruta por el surco plateado tre . que promovia con sus movimientos. Mas - ¿ Y como podremos hacerlo ? luego hasta ese surco desapareci : era evi - Vais á verlo . dente que Cayetano habia tomado tierra . A estas palabras Cayetano ilen-/shore os los coletano Belo S conferenció Todos los que quedaron en el barfjui - con sus compañeros, y al cabo de cinco |chuelo permanecieron inmóviles durante minutos de discusion ejecutaron en silen - media hora , la cual trascurrida vieron 207 ALBUM , · aparecer en la orilla y acercarse á la conocemos pormedio de ciertas señales . embarcacion el mismo surco luminoso. - Yos,parece que podemos desembar- , Con pocas braceadas Cayetano ganó la em - car á nuestra vez sin ningun temor ? barcacion . | - Ninguno absolutamente ! los contra " - ¿ Qué hay ? dijeron á una Franz y losbandistas no son salteadores. tres marineros. - Pero esos dosbandidos corsos... repu - Qué hay ! son cootrabandistas es . so Franz , calculando de antemano todos pañoles , tan solo hay con ellos dos ban los peligros posibles. didos corsos. - ; Por Dios ! dijo Cayetano, no es cul - ¿ Y qué relaciones pueden mediar en - pa suya si son bandidos, quien la tiene es tre dos bandidos corsos y los contraban - la autoridad . - ¿ Como es eso ? distas españoles ? - ¡ Por Dios ! escelencia , repuso Caye - mm ; Claro está ! se les persigue por ha tano con un tono de profunda caridad cris- ber abierto un ojal y no otra cosa , como si tiana , es preciso ayudarse unos a otros Muy a menudo los salteadores se ven aco. sados en tierra por los gendarmes ó cara . bineros; imas que hacen ! se refugian en un barco y dentro de aquel barco encuen - no estuviese en la masa de la sangre de los corsos el vengarse. - ¿ Y que entendeis por abrir yn ojal? :Haber asesinado á un hombre ! dijo Franz continuando sus observaciones . tran gente hoorada como nosotros. Vienen - ; Yo entiendo por eso haber muerto á pedirnos hospitalidad á nuestra propia á un enemigo ! repuso el patron , lo que es casa flotante como rehusar nuestros so - ya muy diferente . corros á un pobre diablo perseguido? Le - Vaya pues, dijo el jóven : pidamos recibimos con nosotros, y para mayor se - hospitalidad a los contrabandistas y á los guridad nos internamos mar adentro Esto salteadores cos parece si nos la concede no nos cuesta nada, y salvamos la vida órán ? por lo menos la libertad á uno denuestros semejantes, que cuando llega el caso , nos - Quien lo dụda? - ¿ Cuantos son ? satisface el servicio que le prestamos in - Tres, escelencia y los dos salteadores dicándonos un punto seguro donde poder componen cinco. desembarcar nuestras mercancías sin que -- Pues bien; son exactamente tantos co mo nosotros: estamos' en el caso de que si nos estorben los curiosos. - Vaya , vaya , dijo Franz ; ¿ con que esos caballeros nos reciben de mala gana tambien sois algo contrabandista , mique- ó con siniestras intenciones , somos tantos rido Cayetano ? Já tantos y en disposicion de contenerles ; " ViQue quereis ! escelencia , dijo con una con que por última vez: á Monte -Christo . sonrisa imposible de describir , se ha de Está bien, escelencia : pero permitid hacer un poco de todo :'es preciso vi- nos antes que tomemos algunas prevencio vir . nes. - En este caso os hallais en pais cono - Como mejor os parezca , querido ; sábio como Nestor y prudente cual cido con los que ahora se encuentran en la sois Ulises. No solo os lo permito si que os in isla de Monte -Christo ? vito á ello. - Muy cierto que sí : nosotros losmari - - Corriente. 1 silencio pues! dijo Caye nos somos como los fracmasones, nos re- tano. ALBUM . 208 Callaron todos. [videz en el cerco luminoso entonando una * Para un hombre que como Franz lo ec- cancion de pescadores cuyas estrofas can saminaba todo bajo su verdadero punto de taba él y los marineros repetian á coro el vista, la posicion , sin ser peligrosa , no de- lestrivillo . jaba de tener cierta gravedad . Encontrá - A la primera palabra de la cancion , los base sumido en lastinieblasmasprofundas;|individuos sentados al rededor de la hon aislado en medio del mar con unos mari- guera se levantaron y acercaron al desem nos á quienes no conocia y que no tenian barcadero , fijos sus ojos en el barquichue motivo alguno para serle adictos ; que sa- lo , cuya fuerza trataban evidentemente de bian llevaba en su cinto algunos miles de juzgar y de adivinar sus intentos.Mas lue francos y que habian examinado diez ve- go pareció habian examinado lo suficiente ces, sino con envidia á lo menos con cu - y se retiraron , á escepcion de uno que queriosidad , sus armas que por cierto erandó en pié junto a la orilla , para sentarse muy hermosas. Por otro lado iba á abor- de nuevo al rededor del fuego en el que dar, sin otra escolta queaquelloshombres, asaban un cabrito entero . á una isla que llevaba un nombre religioso it, En cuanto el batel se aproximó á unos en estremo pero que no prometia , gracias veinte pasos de tierra ,el hombre que que á los contrabandistas y bandidos, ofrecerdó en la playa púsose maquinalmente en otra hospitalidad que la quehalló Cristo en guardia , eual un cetinela que espera una el Calvario: á mas, aquella historia de em - patrulla y gritó ; Quién vive ! en patues barcaciones echadas á pique y que él cre- sardo. yera exageradas siendo de dia , le parecian Franz preparó con la mayor sereni mas probables por la noche. Asi colocado dad så escopeta de dos tiros. entre este doble peligro , tal vez imagiwa-. Cayetano cambió entonces con aquel rio , tal vez real, no dejaba devista á aque- hombre algunas palabras de las que nada llos hombres ni soltaban susmanos el fu - comprendió el viajero , pero que evidente sil. • Mientras tanto losmarineros habian iza - mente le concernias . . ' ++;Su escelencia , preguntó el patron , do velas y emprendido de nuevo su ruta quiere nombrarse ó guardar el incógnito ? . que cortaran diferentes veces yendo y vi- * Mi nombre debue quedar del todo desa niendo. A través de la oscuridad , Franz , conocido para esos señores , contestó Franz, habituado ya un poco á bas tinieblas dis - decidles tan solo que soy un francés que tinguia el jigante de granito que iban cos viajo por divertime. téando; luego en fin revolviendo de nuevo En cuanto Cayetano hubo transmitido la punta de una reca apercibió el fuego festa contestacion , el centinela dió una voz que britaba mas resplandeciente que pum á uno de los hombres sentado delante del ca v á cuyo alrededor estaban sentadas fuego , que se levantó al momento desa cuatro ó cinco personas. El reverbero del pareciendo trasde las rocas. Hubo un mo. hocar se estendia á un centenar de pasos mento de silencio . Cada uno parecia ocu en el mar. Cayetano fué costeando la cla - pado en sus negocios : Franz , en su de ridad , manteniéndose siempre en el punto sembarco ; losmarineros, en susvelas ; los menos iluminado; mas luego que hubo de contrabandistas, en su cabrito ; pero en colocarse frente á frente del hogar , diri- imedio de esa aparente indiferencia , todos gióse á el en derechura y entró con impa- se observabax :mutuamente .. . ALBUM . 209 El hombre que se habia alejado apare:yel centro amontonaron algunos troncos de ció de repente por el lado opuesto á aquel olivo y espesos ramages de mirtos. Franz por el que habia desaparecido , hizo con acerco á ellos una antorcha y dedujo por la cabeza un signo al centinela que dirigi un monton de cenizas que alli vió , queno á él su vista y se limitó á pronunciar estaseran ellos los primeros en reconocer tan delicioso lugar y que era alli probable · El s'accommodiitaliano es intraducible : mente donde se albergaban habitualmente · quiere decir á la vez « V'enid , entrad , sed los nómadas visitadores de la isla deMonte bienvenido , estais en vuestra casa , sois el|Christo . En cuanto a los sucesos que esperaba amo , » el s'arcommoti es como aquella frase turca de Moliere que tanto adınira al nada habia acontecido. noble campesino por la multitud de sinó - Asi que hubo puesto el pié en tierra fir me , asi que hubo visto las disposiciones nimos que abraza. Losmarineros no se lo hicieron repetir, sino amistosas, al menos indiferentes de en cuatro golpes de remo, el barco dió sus huéspedes , habia desaparecido toda su fondo . Cavetano saltó en la arena, cambió preocupacion , y al olor de la cabra que algunas palabras mas en voz baja con el asaban en el vivac próxsimo , la preocu centinela , sus compañeros saltaron unoſpacion se habia convertido en apetito . despues de otro llegando por fin el turno Dijo algunas palabras acerca de este Jouevo incidente á Cayetano, quien le res á Franz . Llevaba una de sus escopetas á la espal- pondió que pada habia mas facil que una da, Cayetano la otra y uno de los marine - cena, cuando se tenia , como les sucedía á ros su carabina . Parecia su aspecto de ar - ellos en su barca , pan , vino , seis perdi tista y de dandy á la vez , así que no ins- ces y un buen fuego para asarlas. piró á loshuéspedes sospecha alguna y por - Por otra parte , añadió , si V . E . en consiguiente tampoco les ocasionó ioguie - cuentra tan incitativo el olor de la cabla . tud . Amarraron la barca a la ribera , y puedo ir á ofrecer a nuestros vecinos dos adelantaron algunos pasos para encontrar aves por un trozo de su cuadrúpedo. punto en que establecer un cómodo vivac, | - Si, marchad , Cayetano, marchad , pero sin duda el lugar á que se encami- dijo Franz; es ingénito en vos el génio de naban no era á gusto del contrabandistala negociacion . que estaba de centinela porque gritó á Ca. Durante este tiempo, los marineros ha bian arrancado muchos montones de yer yetano . - No por ahi , si os place ! fba seca , ramas de encina , que aplica Cayetano balbuceó alguna escusa, y sinfron al fuego que presentó á : poco rato insistir mas se dirijió hacia el lado opues- una hoguera bastante respetable. Franz to inientras que dos,marineros para alum - esparaba con impaciencia la vuelta delpa . brar el camino iban á encender en el ho - tron , cuando éste se presentó v dirijió á gar dos antorchas. Apdaron como unos él con aire preocupado. treinta pasos , é hicieron alto en una pe- - iY bien ! preguntó Franz , ¿ qué te queña esplanada rodeada de rocas, en pemos ? ¿rechazan nuestra oferta ? que habian arreglado una especie de tin - . - Al contrario , dijo Cayetano : el gefe glados á propósito para servir de garitas, á quien se le ha dicho que sois on jóven en las que hacian centinela sentados. En noble , francés , os invita a cenar con el 53 210 ALBUM - Pues bien ! esclamó Franz, no seré||patron , es realidad. Cama, el piloto del yo quien rehuse, tanto menos cuanto que San Fernando, entró en él un dia y salió maravillado , diciendo que tales tesoros no llevo mi parte para la cena . - Oh ! no es eso ; tiene comida abun - existen sino en los cuentos de las hadas. dapte ; sino que añade al convite ásu casa aina singular condicion . - Sabeis , dijo Franz , que con seine jantes palabrasme hariais descender á la - ¡ A su casa ! replicó el jóven , ¿hacaverna de Ali-Baba ? mandado acaso edificar una casa ? - Os repito lo que mehan dicho , es -, -- No, mas sin embargo, no deja de te- celencia . ner un sitio bastante cómodo , segun mel - ¿Con que me aconsejais que acepte ? han asegurado. ¿ Conoceis á ese gefe ? _ He oido hablar de él. - ¿ Bien ó mal? | - ;Oh ! no digo eso ; vuestra Escelen ||cia hará lo que mejor le parezca , pues yo ||no quisiera aconsejarle en semejante oca sion . - De ambos modos . Franz reflexionó algunos instantes, com -- ; Diablo ! ¿ y qué condicion es la que prendió que aquel hombre tan rico no po dia obrar contra él , que solo llevaba al . me impone ? Que os dejeis vendar los ojos y que gunosmilesde francos ; y como no veía en no os quiteis la venda hasta que él mismo todo esto sino una escelente cena , aceptó . os lo diga . . Cayetano fué á llevar la respuesta . Franz sondeó cuanto le fué posible la Sin embargo, ya lo hemos dicho, Franz mirada de Cayetano , para saber lo que era prudente ; así pues trató de adquirir todos los detalles posibles acerca de aquel ocultaba aquella proposicion . - ¡ Ah ! diantre , replicó éste respon - huésped misterioso . Volvióse pues hacia el diendo al pensamiento de Franz , bien lo marinero , que habia desplumado las per conozco , la cosa merece reflexionarse. dices durante este diálogo con la gravedad - ¿ Qué hariais vos en mi lugar ? escla de un hombre orgulloso de ejercer susfun mó el jóven . ciones, y le preguntó donde habian podido - Yo que nada tengo que perder , iria. abordar aquellos hombres , puesto que no - ¿ Con qué..... aceptariais ? se veía ni barca , ni tartana. - Si, aunque no fuese mas que por cu- — No os inquieteis por eso , dijo el ma riosidad . rinero , conozco la embarcacion que mon - ¿Luego en ese gefe hay que ver algo tan . . - ¿ Es bonita ? de curioso ? - Escuchad , dijo Cayetano bajando la - Deseo á vuestra exelencia una seme. voz; no sé si será cierto lo que se cuenta ... Riante para dar una vuelta almundo . y se detuvo mirando á su alrededor paralli De qué fuerza ? - Casi de mas de cien toneladas. Por lo ver si era escuchado . l|demas es un buquede capricho , un yacht, -- Que ¿ Y qué ese se gefecuenta habita? un palacio sub-||como dicen los ingleses, pero construido de manera que pueda terráneo , al lado del cual el palacio Pittilen todos tiempos . contrarestar al mar es bien poca cosa . - ; Soñais ! dijo Franz sentándose . - ¿ Y dónde ha sido construido ? - Lo ignoro ; sin embargo, creo que es iOh ! no es un sueño , continuó elllgenovés. 211 ALBUM . Por otra par gefe abertura. de cootra -ſ|do la masmínima minįY cómo és que un bandistas, continuó Franz,osa construir un te, dicen que la puerta no se abre con lla yacht destinado á su comercio,en el puer- ve, sino por medio de una palabra má to de Génova ? gica . - Yo no he dicho , dijo el marinero , - Vamos, decididamente , murmuró que el dueño de ese yacht fuese un gefe Franz , héme aquí convertido en elhéroe de un cuento de las Mil y una noches. de contrabandistas. - No, pero Gayetano lo ha dicho , se - - Su escelencia os espera, dijo una voz gun creo. á su espalda, en que reconoció la del cen . - Cayetano habia visto la tripulacion de tinela . lejos;pero aun no habia hablado con nadie. Al recien venido le acompañaban dos - Y si ese hombre no es un gefe de hombres de la tripulacion del yacht. Por toda respuesta Franz sacó su pañuelo del contrabandistas, & qué es entonces ? - Un señor muy rico que viaja por bolsillo y lo presentó al que le habia ha gusto. blado. Este , sino decirle una palabra si - Vamos, pensó Franz, el personaje es quiera , le vendo los ojos con un cuidado mucho masmisterioso ahora , puesto que que indicaba el temor de cometer alguna las opiniones acerca de él son diferentes. indiscrecion,despues de lo cual le hizo ju ¿ Y cómo se llama ? rar que no trataria de quitarse la venda - Cuando se le pregunta , responde que hasta tanto que se lo dijera su gefe . Franz se llama Simbad el marino ; pero dudo lo juró . que sea ese su verdadero nombre. - Simbad elmarino ? - Sí. — ¿ Y dónde habita ese señor ? - En el mar. - ¿De qué pais es? - No sé . - ¿Le habeis visto ? - Algunas veces, - ¿ Qué clase de hombre es ? Entonces los dos hombres le cogieron cada uno por un brazo , y empezó a cami nar guiado por ellos y precedido del cen tinela . Despues de andar unos treinta pa sos, conoció a causa del fuerte calor de la hoguera y del olor cada vez mas apetitoso de la cabra , que pasaba por delante del vivac ; le hicieron continuar caminando unos 'cincuenta pasos mas avanzado evi dentemente hacia el lado por dondeno ha - Vuestra escelencia juzgará por sí bian queridodejar pasar á Cayetano, cuya mismo. - ¿ Y dónde me va á recibir ? prohibicion se esplicaba ahora perfecta mente . Pronto conoció Franz, por el cam - Sin duda en ese palacio subterráneo bio de atmósfera , que entraba en un sub de que os ha hablado Cayetano. terráneo. Al cabo de algunos segundos de - ¿ Y aunca habéis tenido curiosidad , marcha oyó un crugido , y le pareció que cuando habeis arribado aquí y hallado la la atmósfera cambiaba de nuevo volvién isla desierta , de procurar penetrar en ese Idose tibia y perfumada ; en fin , sintió que palacio encantado ? sus pies pisaban sobre una alfombra blan - ¡Oh ! si tal , replicó el marinero, y da y túpida : entonces sus guias le aban mas de una vez; pero nuestras pesquisas donaron Hubo un momento de silencio , han sido inútiles: hemos registrado la ro- y una voz dijo en buen francésaunque con ca por todos lados, y no hemos encontra -llun acento estranjero. 212 ALBUM - - Caballero, bien venido seais á mi ca - cubrian la puerta por donde Franz habia sa , podeis quitaros la venda . entrado, viéndose a través de otra puerta Como ya se pensará , Franz no se hizo una segunda habitacion que parecia esplén repetir dos veces esta invitacion ; desanu - didamente iluminada. El gefe dejó por un dóse el pañuelo , y se encontró en frente instante á Franz eatregado á su sorpresa , de un hombre de unos treinta y ocho á devolviéndole al propio tiempo su exámen , cuarenta años, vestido con un traje griego ; pues no dejaba de mirarle con atencion . es decir , un casquete encarnado con rina - Caballero , le dijo al fin , os pido mil Jarga borla de seda azul, una túnica de veces perdon por las precauciones que se terciopelo negro bor lada de oro , calzones han exijido de vos para introduciros en mi de color de sangre muy anchos, polainas casa ; pero como la mayor parte del tiem delmismo color bordadas de oro como la po está desierta esta isla , si el secreto de túnica, y babuchasamarillas, un nagnífico esta morada fuese conocido , sin duda la chal de cachemira le ceñia la cintura, pen - hallaria al volver en muy mal estado , lo diendo de este chal una pequeña daga cualme seria muy desagradable , no por aguda y algo encorvada . Aunque de una la pérdida que esto me causaria sino por palidéz lívida este hombre tenia una fiso- que ya no tendria la certeza de poder , nomia notablementehermosa; susojos eran cuando quiero , separarme del resto de la vivos y penetrantes ; su nariz recta y casi tierra. Ahora voy a procurar haceros ol al nivel de la frente , indicaba el tipo grie-lvidar este pequeño disgusto , ofreciéndoos go en toda su pureza , y sus dientes blan - |lo que seguramente no esperariais hallar , cos como perlas resaltaban admirablemen- es decir una cena bastante regular y buena te bajo el bigote negro que los cubria . Es- cama. tá palidéz era estraña , parecia la de un -- A fé mia , mi querido huésped , res · hombre encerrado largo tiempo en una pondió Franz, que no se os debe escusar tumba y que auü no habia podido recobrar por eso . Siempre he visto que se vendaba el color de los vivos. Sin ser de gran esta - los ojos á las personas que penetraban en tura, era muy bien formado ; y como to- los palacios encantados ; ved sino á Raoul dos los hombres del Mediodia , tenia las en los Hurzonotes , y verdaderamente no manos y los pies pequeños. Pero lo que tengo porque quejarme, pues lo que me mas asombró á Franz , que habia creidolmostrais es digno de las inara villas de las ser un sueño lo que decia Cayetano, fuéla||Mil y una noches . - Pues yo os diré como Lúculo : si hu suntuosidad delmueblaje . Toda la habitacion estaba forrada de una biese sabido que tendria el honorde vues tela turca de color carmesí, y bordada de tra visita me hubiera preparado para ella . grandes flores de oro : en un lado habia Pero en fin , tal como es mi hermita , la una especie de divan , obre el cual estaba pongo á vuestra disposicion , y os ofrezco colocado un trofeo de armas árabes ador. mifrugal cena con toda cordialidad. Ali nado con resplandecientes piedras precio - l:podeis ya servirnos ? . sas; del techo colgaba una lámparadecris. Casi en elmismo instante la trampa se tal de Venecia de una forma y de un co - levantó y un negro de la Nubia , de color lor encaptadores , y los pies reposaban en de ébano , vestido de una sencilla túnica una alfombra de Turquía en la que los pies blanca hizo señas á su amo de que podia se sumerjian hasta el tobillo ,unastrampas pasar al comedor. ALBUM . .. 213 - Ahora, dijo el desconocido á Franz, |de un faisán asado y rodeado de mirlos de no sé si sois de mi opinion , pero mepare- Córcega, un jamon de jabalí con gelatina , ce que no hay nada masdesagradable que un cuarto de cabra á la tástara , un mag tener una conferencia de doso tres horas sin nífico rodaballo, y una descomunal langos saber con que nombre llamarse. En cuan - ta . Los intermedios de los grandes platos to á mi, que respeto demasiado las leyes se veian ocupados por otros de pequeños de la hospitalidad para preguntaros el vues - que componian los estremeses. Las fuen tro , os ruego solamente que me designeistes eran de plata , los platos de porcelana un nombre cualquiera, por medio del cual del Japon . Franz se frotó los ojos para pueda dirigiros la palabra . Respecto á mi, asegurarse de que no soñaba. Alí era el os diré que acostumbran llamarmeSimbad único admitido al servicio de la mesa que desempeñaba á las milmaravillas. el marino . . - Y yo, replicó Franz, os diré que como - Si, replicó Simbad, haciendo los ho no me falta para estar en la situacion de nores á su cena con desembarazo; si, este Aladino , mas que la lámpara maravillosa, es un pobre diablo que me profesa mucho no veo ningun inconveniente en que por afecto ; se acuerda de que le he salvądo la ahora me llameis Aladino. Esto no mesa- vida , y como segun parece iba á perder la cará del Oriente á donde creo haber sido cabeza, meha guardado algun reconoci trasportado por medio del poder de algunmiento por habérsela conservado . Aunque no entendiese el francés , Ali buen genio . - Y bien ! selīor Aladino , esclamó el conoció por las miradas de Simbad que estraño anfitrion , ya habeis oido que po - hablaba de él; asi pues se acercó a la me diamos sér servidos no 'es asi ? dignaossa , tomóuna mano de su bienhechor y la . pues, tomaros la molestia de pasar al co -||besó . medor; vuestro humilde 'servidor os pre . - ¿ Y seria indiscrecion , señor Simbad , dijo Franz, el preguntar en que circuns cede para mostraros el camino. Y en efecto , á estas palabras, levantando tancia habeis hecho esa buena accion ? la trampa , Simbad echó á andar delante de Frauz . i - ; 0h , Dios mio ! bien sencillo es, re plicó Simbad; segun 'parece este truan ha Este marchaba de encanto en encanto ; bia rondado el serrallo del bey de Tunez la mesa estaba espléndidamente servida. mas cerca de lo que convenia á un tunan . . . Una vez convencido de este punto impor- te de su color, de suerte que fué condena tante , dirijió los ojos á su alrededor. El|do por el bey á que se le cortase la lengua, comedor era menos espléndido quela sala una mano y la cabeza : la lengua elprimer que acababa de abandonar; todo él era de dia , la mano'el segundo y el tercero la ca mármol, con bajos relieves antiguos debeža. Yo siempre habia deseado con ansia gran valor, y en los cuatro ángulos de la tener á miservicio unmudo; esperé á que habitacion , otras tantasmagníficas estátuas tuviese la lengua cortada, y fuìá proponer ostentaban sobre sus cabezas otros tantos al bey que me le diese en cambio de un canastos que contenian , en forma de pirá- magnífico fusil de dos cañones que el dia mide, frutas diversas: ananas de Sicilia, anterior me pareció escitaba en su alteza granadas de Málaga , naranjas de las islas los deseos de poseerle , Vaciló un instante, Baleares, abridores de Francia y dátiles de tanta era su gana de acabar con el pobre Tunez. En cuanto à la cena se componia diablo ; pero añadí al fusil un cuchillo de 54 214 : ALRUM . Caza inglés, con el cual habia hecho peda-" ticia ; justicia baja y alta , sió prórroga nl zos el yatagan de su alteza , mediante lo apelacion , que condena ó que absuelve , que se decidió á concederle el perdon de y con la cual nadie tiene que ver nada. la mano y de la cabeza , bajo la condicion ; Ahl si hubieseis disfrutado de mi vida de que no volveria á poner los pies en Tu- no apeteceriais otra ni volveríais al mun nez . La recomendacion era inútil, pues en do , á menos que , como yo, tuvieseis que cuanto apercibe las costas de Africa se re - realizar algun proyecto ! fugia en la sentina y no vuelve á parecer – Una venganza ! por ejemplo , repli hasta que se ha perdido de vista la tercera có Franz. parte del mundo. Eldesconocido fijó en el jóven una de Franz permaneció un momento mudo y esasmiradas que penetran hastan lo mas reflexivo, no sabiendo que pensar de la profundo del corazon y del pensamiento. bondad cruel con que Simbad acababa del - ¿ Y por qué una venganza ? preguntó . hacerle aquel relato . - Porque, continuó Franz,me pareceis - ¿ Y asi como el marino , cuyo nom - un hombre qne , perseguido por la socie bre habeis tomado , dijo cambiando de dad , tiene que arreglar con ella alguna conversacion , pașais vuestra vida viajando?| cuenta terrible . - Si; es un voto que hice en un tiempol - ¡ Y bien ! esclaró Simbad riendo y en que no creia poderlo cumplir, dijo son - mostrando sus dientes blancos y agudos , riendo el desconocido ; he hecho algunos no lo creais ; tal como me veis , soy una votos mas como éste, los cuales espero que especie de filántropo , y algun dia tal vez se cumplirán á su vez. vaya á Paris para reunirme con Mr. Ap Aunque Simbad pronunció estas pala - pert y con el hombre de la pequeña capa bras con la mayor sangre fria , sus ojos azul. janzaron una miradade estraña ferocidad . - ¿ Y será probablemente la primera - ¿ Habéis sufrido mucho , caballero ? vez que haceis ese viaje ? preguntó Franz. I jOh ! si ; tengo aire de ser poco cu Simbad se estremeció y le miró fija- rioso , ¿ eh ? pero os aseguro que no es cul mente . pa mia si he tardado tanto ; un dia ú otro - ¿ En qué lo conoceis ? preguntó . será. - En todo , replicó Franz ; en vuestra - ¿ Y pensais hacerlo pronto ? : voz , en vuestra mirada , en vuestra pali- - Aun no sé; eso depende de las cir cunstancias sometidas á combinaciones in dez y en la vida que llevais. - ; Yo ! si llevo la vida mas feliz que ciertas. darse pueda, una verdadera vida de bajá ;|| - Me alegraria hallarme con vos en la soy el rey de la creacion . me gusta un época en que fueseis allá , y procuraria ngar, me quedo en él ; me fastidio , par - devolveros la hospitalidad queme dais en to ; soy libre como el pájaro , y como él Monte -Christo . tengo alas. Las personas que me rodean - Con mucho gusto aceptaria vuestra me obedecen á una señal; de vez en cuan - oferta, replicó simbad ; pero desgraciada do me divierto en burlarme de la justicialmente , si voy, á de ser de incógnito . libertando de sus garras algun bandido á La cena entretanto avanzaba y parecia quien busca ,ò algun criminalá quien per- jhaber sido servida espresamente para Franz sigue. Ademas, yo tambien tengo mijus porque apenas gustára el desconocido de ALBUM . 215 alguno que otro plato de los que le habia sin límite de la fantasía . ¿Sois ambicioso ? ofrecido en su espléndido festin , y al que corréis tras las grandezas de la tierra ? el inesperado convidado habia hecho tan quitadla de nuevo y en una hora seréis bien los honores. rey ; no rey de un pequeño estado oculto Al concluir , Alí trajo los postres, ó mas'en un rincon de Europa, como la Francia . bien tomó las canastas de las cabezas de la España ó la Inglaterra ; sino rey dej las estátuas y las puso sobre la mesa , co - mundo , rey del universo , rey de la crea locando entre dos de ellas una copa de oro cion. Vuestro trono estará erigido sobre la cubierta con una tapadera delmismo metal. montaña donde Satanás llevó á Jesus ; y El respeto con que habia traido Alí esta sin tener necesidad de rendirle homenage, copa picó la curiosidad de Franz. Levantó sin veros obligado á besarle las garras, se la tapadera y vió una especie de pasta de réis el soberano dueño de todos los reinos color verde que le era del todo desconoci- de la tierra. ¿No os tienta lo que os ofrez da; volvió a colocar la tapadera , quedan co ? decid : y ved que es cosa bien fácil do tan ignorante de lo que contenia des- puesto que no hay que hacer mas que es pues de haberla tapado como antes de des-l|to : mirad , cubrirla ; y mirando á su huésped le vió sonreirse de su admiracion . Al acabar estas palabras, descubrió á su vez la pequeña copa de oro que contenia - No podeis adivinar, le dijo éste , que la sustancia tan alabada ; tomó con una clase de comestible encierra esa copa , y cucharita de café un poco del confite má gico , le llevó a su boca y le saboreó len esto os fatiga no es así ? - Lo confieso . . tamente, con los ojos medio cerrados y la - l'ues bien , esa especie de confite ver- cabeza inclinada hacia atrás. Franz le de de no es sino la ambrosia que Hebe servia jó todo el tiempo necesario para saborear en la mesa de Júpiter. aquelmanjar favorito ; cuando le vió al - Pero esa ambrosia , dijo Franz, habrá gun tanto repuesto esclamó: sin duda,al pasar por la mano de los hom - - En fin qué manjar es ese tan pre bres, perdido su nombre celestial para to -|cioso ? mar un nombre humano. En fin , ¿ cómo - ¿ Habeis oido hablar del viejo de la se llama ese ingrediente hacia el cual,por montaña , le preguntó su huésped, elmis otra parte no siento gran simpatía ? mo que quiso asesinar á Felipe Augusto ? . - Hé ahí justamente lo que revela nues ! - Sin duda. tro orígen material , esclamó Simbad ; ál - Pues bien ; ya sabeis que reinaba en veces pasamos al lado de la felicidad sin un rico valle al que domina la montaña verla , sin mirarla , ó si la hemos visto y cuyo nombre pintoresco habia tomado. mirado , sin conocerla . ¿ Sois un hombre En ese valle habia magoíficos jardines plan positivo y el oro es vuestro Dios ? quitad tados por Hasseu -beu - Sabah , y en el cen esa pasta , y láminas del Perú , de Guzca - tro de esos jardines pabellones aislados.En rate y deGolconde se presentarán á vues- aquellos pabellones hacia entrar á sus ele tros ojos. ¿ Sois poeta ? quitadla de nuevo,lijidos y halli les hacia comer , segup dice y desaparecerán las barreras de lo posi - Marco Polo , cierta hierba que los tras ble ; los campos de lo infinito se abrirán portaba al Paraiso en medio de plantas ante vcs ; os paseareis con corazon libre y siempre floridas , de frutos siempre ma con ilbertad de espíritu , por los campos duros, de mugeres siempre vírgenes , Aho 216 . ALBUM . ra pues ; lo que aquellos jóvenes biena-ligoces de la existencia ficticia ? Yano que venturados tomaban por la realidad , erareis vivir mas , y siempre quereis soñar . ese sueño ; pero un sueño tan dulce , tan Cuando abandoneis vuestro mundo por el embriagador , tan voluptuoso , que se mundo de los demas, os parecerá que pa vendian en cuerpo y almaal que se lo ha- sais de una primavera napolitana á un in bia proporcionado , y obedeciendo sus ór- vierno de la Laponia , os parecerá abans denes como á las de Dios, iban á herir aldonar el paraiso por la tierra, el cielo por : opuesto polo del mundo á la víctinia indi el infierno. Probad el hatchis , mi querido cada ; muriendo en los tormentos sin que-||huesped , probadlo ! jarse , con la única idea de que la muerte Por toda contestacion , Franz tomó una que sufrian no era sino una transicion ácucharada de aquella pasta maravillosa , esa vida de delicias, de la cual aquellaſen igual cantidad que habia tomado su 1 . hierba santa, que ante vos veis servida, les anfitrion y la llevó á su boca. habia dado una idea . -- ; Diablo 1 esclamó despues de haber - En este caso , esclamó Franz., será el tragado aquel divino manjar , no sé aun hatchis . Si, le conzco , es decir, de nom - si el resultado será tan agradable comode bre. cis , pero la cosa no me parece tan sabro - Justamente habeis dicho la palabra ,||sa como afirmais. señor Aladino ; es el hatchis , el mejor yll - Porque vuestro paladar no está aun mas puro que se fabrica en Alejandria ; el acostumbrado a la sublimidad de la sustan hatchis de Abon -Gor , el gran fabricante, cia que gusta . Decidme, ¿acaso habeis cena el hombre único ; hombre á quien se de docon gusto desde la primera vez las ostras, biera edificar un palacio con esta inscrip - el té, las truchas, todo lo que habeisanhe cion : « Alfabricante dela felicidad, elmur- |lado despues ? Comprendeis acaso á los ro do reconocido:) manos que sazonaban los faisanés con asa - Sabeis , le dijo Franz , que tengo de- fétida , y los chinos que comen nidos de seos de probar por mimismo la verdad ógolondrinas? ¡Pues bien! lo mismo sucede Ja exajeracion de vuestros elojios ? con el hatchis ; comedle por espacio de - Juzgad por mi propio , mi querido ocho dias y al cabo de ese tiempo , ningunt! huesped , juzgad ; pero no os fieis de la alimento del mundo os parecerá reunir la primera esperiencia. Como en todo , es delicadeza de ese gusto que hoy se os fi preciso acostumbrar los sentidos á unaim - gura desabrido y nauseabundo . Por otra presion nueva , dulce ó violenta , triste o parte, pasemos á esa habitacion cercana , alegre. Hay una lucha de la naturaleza es decir , á vuestro cuarto , donde Ali nos , contra esa divina sustancia , pues aquella servirá el eafé y nos dará pipas. no está acostumbrada a la alegria , antes Los dos se levantaron y mientras el lla bien propende al dolor. Es precise que la mado Simbad daba algunas órdenes á su . naturaleza vencida sucumba en el comba. criado , Franz entró en dicha habitacion . te ; es preciso que la realidad suceda al Estaba esta amueblada con sencillez , sueño, y entonces el sueño reina , enton - Jaunque no por eso menos ricamente . Era ces es el sueño el que se vuelve vida y la su forma circular , y un gran divan la ro vida sueño , ¿ pero qué diferencia hay endeaba : dívanes paredes y pavimentos, es esta transfiguracion , es decir , comparan - taban colgados de magníficas pieles tupi do los dolores de la existencia real con los das y blandas como losmásmuelles tapices, - ALBUM . 217 eran estas pieles de leon del Atlas, de po -| - A fé mia, dijo Franz, que será la cosa bladas crines ; pieles de tigre de Bengala mas fácil del mundo, puesmeparece que de hermosas y marcadas rayas; pieles de me han colocado alas de águila , y con pantera del Cabo , manchadas graciosa- estas alas daria la vuelta al mundo en mente como la que se apareció al Dante ;||veinte y cuatro horas. en fin , pieles de oso de la Siberia , y del - ; Ah ! l; ahl el hatchis va operando ; zorros de Noruega , y todas ellas estabanli pues bien ! abrid vuestras alas y elevaos arrojadas unas sobre otras con profusion,||hasta las regiones sobrehumanas; no te de manera que pareciera pisar sobre el mais nada, velan por vos, y si , como las mas espeso césped y reposar sobre la ca . Ide Icaro , vuestras alas se derriten al sol, ma mas blanda . Los dos se recostáron so . aquí estamos para recibiros. bre el dívan ; houkas con tubos de jazmin Entonces pronunció algunas palabras y boquillas de ámbar estaban á la altura árabes á Ali, que hizo una señal de obe de la mano preparadas para no tener el diencia' y se retiró , mas sin alejarse . En trabajo de fumar dos veces en la misma. cuanto á Franz, una estraña trasformación Tomaron una de ellas cada uno. Ali lasse operaba en él: toda la fatiga física de encendió y salió á traer el café. . aquel dia, toda la preocupacion de espíritu Hubo momentos de silencio , durante el que habian hecho nacer los acontecimien cual Simbad se dejó arrastrar por pensa- tos de la noche, desaparecian como en un mientos que le ocupaban sin cesar , aun primer momento de reposo , donde se vé en medio de la conversacion , y Franz sello suficiente para sentir venir el sueño. Su abandonó á esa somnolencia muda en que cuerpo parecia adquirir una ligereza in se cae siempre al fumar un tabaco esce - material ; su imaginacion se aclaraba de lente , que parece llevarse con el humo una manera estraña; sus sentidos parecian todas las penas del corazon , y devolver en aumentar sus facultades . cambio todos los pensamientos al alma. Ali sirvió el café. Elhorizonte se ensanchaba ante él , no lya aquel horizonte sombrío sobre el cual - ¿ Cómo le quereis tomar? dijo eldes se estendia un vago terror , sino un hori. conocido; xá la francesa ó á la turca ,fuer- zonte azul: trasparente , vasto , con todo te o lijero, dulce ó con poco azúcar, pasado el azul del mar, con todo el brillo del sol, o en elmomento de hervir ? á virestra elec- con todo el perfume de la brisa; luego, en cion ; lo hay preparado de todos modos. medio del canto de sus marineros, cantos - Pues bien , lo tomaré á la turca , res - tao puros y tan claros que hubiesen for pondiò Franz. mado una armonía divina, veía aparecer - Y teneis razon ! esclamó su huěs - la isla de Monte-Christo , no ya como un ped , esto prueba que teneis disposiciones escollo amenazador sobre las olas, sno para la vida oriental. ¡ Ah ! los orientales como un Oásis perdido en el desierto ; lue son en el mundo los que saben vivir . En go,a medida que la barca se acercaba, los cuanto á mi, añadió con una de esasson- cantos se volvian maş numerosos , porque risas que no se escapaban al jóven , cuan - una armonía divina y misteriosa elevaba á do haya concluido mis asuntos en Paris , uno desde aquella isla hasta Dios, como si iré á morir en Oriente , y si queréis en - alguna hada como Iorelay ó algun encan contrarme, será preciso que vayais á bus- tador comoAnfion , hubiese querido atraer carme al Cairo , á Bagdad ó á Ispahán . Já ella una alma o edificar una ciudad. . 55 218 ALBUM . Al fin la barca tocó la orilla , pero sin una serpiente sobre el pájaro , abandonåns. esfuerzo , sin sacudimiento , así como los dose á esas miradas dolorosasque parecian labios tocan á los labios, y Franz su imagi- abrasarle , pero sin embargo ,voluptuosas nó entrar en la gruta sin que cesase aque- como un beso . : la música encantadora . Bajó ó mas bien Le pareció á Franz que cerraba los ojos, le pareció bajar algunos escalones, (respi- y que a través de la última mirada que rando un aire fresco y embalsamado como arrojaba en derredor suyo , entreveía la el que debia reinar al rededor de la gruta estátua púdica que se velaba enteramente; de Cireé, compuesto de tales perfumes que y cerrando los ojos a las cosas reales , sus estasian , de tales ardores que abrasan , y sentidos se abrieron a las impresiones ima volvió á ver todo lo que habia visto antes posibles . de su sueño , desde Simbad , el huésped Entonces gozó de una voluptuosidad fantástico , hasta Alí, el servidor mudo ; completa , de un amor sin reposo , como despues parecióle borrarse y confundirse to el que prometia el profeta á sus elegidos. do ante su vista como las últimas sombras Entonces todas aquellas bocas de piedra de una linterna mágica que se apaga , en - se animaron hasta elpunto que para Franz, contrándose en la habitacion de las está- sufriendo por la primera vez la influencia tuas, iluminada -solamente por una de esas delhatchis, aquel amor era casi un dolor, lámparas antiguas que velan en medio de aquella voluptuosidad casi un tormento , la noche el sueño de la voluptuosidad. cuando sentia pasar por su boca los labios Eran aquellas estátuas ricasde formas, de aquellas estátuas, flexibles y frias como de lujuria y de poesía, de ojos magnéticos, los anillos de una culebra. Pero mientras de sonrisa lasciva, de magnífica cabellera.Imas intentaban rechazar sus brazos aquel Las tales representaban Firinee , Cleopa -lamor desconocido , mas sufrian sus senti tra , Mesalina , las tres mas hermosas cor- dos el encanto de aquel sueño misterioso ; tesanas; y en medio de aquellas sombras tanto que despuesde una lucha por la cual impúdicas se deslizaba como un rayo pu - hubiese dado su alma se abandonó sin re ro , como un ángel cristiano en medio del serva y concluyó por caer sin aliento , fa Olimpo , una de esas figuras castas , una tigado , aniquilado por el cansancio bajo de esas sombras tranquilas , una de esasllos encantos de aquel sueño desconocido. II. visiones dulces que parecia velar su fren DIS PERTAR . EL . te virginal bajo todas aquellas impurezas de mármol: Cuando Franz volvió en sí , los objetos Entonces le pareció que aquellas tres esteriores pareciéronle como una segunda estátuas hab'an reunido sustresamores pa - parte de su sueño ; creyó hallarse en un ra un solo hombre , y que este hombre sepulcro donde apenas penetraba , como era él; que se acercaban á la cama en que una mirada de piedad , un rayo de sol ; soiaba bajo el influjo de un segundo sue- estendió la mano y tocó la piedra , se in . ño, con los pies perdidos en sus largas tú- corporó, y vió entonces que estaba ten nicas blancas, los cabellos sueltos forman- dido sobre una camade yerba seca , muy do ondas , en una de esas actitudes á las suave y blanda. Toda vision habia desa que resistian los santos, mas ante la cual parecido, y como si las estátuas no hubie sucumbian los dioses; con unade esas mi sen sido mas que sombras salidas de sus l'adas inflexibles y ardientes como las delltumbas durante su sueño , se habian des . ALBUM 219 vanecido al tiempo de dispertarse ; dió al-\y el solmayor que nunca . Acercóse ale gunos pasos hacia el punto por donde pe- gremente á susmarineros. Apenas le vie netraba la luz; a toda la agitacion delsue- ron , se levantaron y el patron se acercó ſĩo sucedia la calma de la realidad. Se á él. encoutró en una gruta, se adelantó hácia - El señor Simbad , le dijo , nos ha en la abertura y al través de la puerta , vis - cargado que presentemos sus respetos á lumbró un cielo azul y un mar tambien V . E ., y nos ha dicho que os espresemos azul. El aire y el agua brillaban a los ra - su sentimiento por no haber podido des yos del sol de la mañana ; los marineros pedirse de vos; pero espera que le dis estaban sentados en la orilla hablando y pensareis cuando sepais que un asunto riendo ; á diez pasos en el mar , la barca muy urgente le llama á Málaga. se mecia muellemente sobre su ancora. L - i Ah ! querido Cayetano , dijo luego Entonces aspiró por largo tiempo la bri- Franz , ¿verdaderamente todo ha sido una sa que refrescaba su frente ; escuchó el realidad ? Existe un hombre que me ha débil ruido de las olas que iban a morir recibido en esta isla , que me ha dado en en la orilla , y que dejaban sobre las rocas ella una hospitalidad real, y que ha par una franja de espumablanca comola plata ;||tido durante misueño ? dejóse ir sio reflexionar, sin pensar en aquell - Existe, y la prueba es que alli teneis encanto divino que hay en los objetos de su yacth que se aleja á toda vela , y si la naturaleza , sobre todo cuando se salequereis tomar vuestro anteojo de larga · de un sueño fantástico ; luego poco a poco vista , reconocereis á vuestro huésped en aquella vida del esterior tan tranquila , tan medio de su tripulacion . pura , tan grande le fué recordando la in - Y al decir estas palabras, Cayetano es verosimilitud de su sueño , y los recuer- tendió el brazo en la direccion de una pe dos ernpezaron á entrar en su memoria . Iqueña embarcacion que hacia rumbo á Se acordó de su llegada á la isla , de sulla punta meridional de Córcega; Franz sa presentacion á un gefe de contrabandistas, có su anteojo , lo graduó á su vista y lo di de un palacio subterráneo lleno de esplen - rijió hacia el lugar indicado . Cayetano no dores, de una cena escelente y de unacu- se engañaba. En la popa del buque estaba charada del hatchis. Necesitaba hallarse de pié elmisterioso estrangero, vuelto há de frente con aquella realidad para noſeia él y como él con un anteojo en la ma creer que ya hacia lo menos un año que no . Llevaba el mismo traje bajo el cual se habian pasado aquellas cosas ; tanta era habia presentado la víspera á su convida la importancia que tenia para él aquel do, y agitaba un pañuelo en señal de des sueño . Asi , pues , de vez en cuando pre - pedida; Franz le devolvió su saludo , sa sentábale su imaginacion como sentada en cando fá su vez si pañuelo y agitándolo medio de los marineros ó trepando por como su huésped agitaba el suyo. Despues una roca , ó cerniéndose por encima de de un segundo , una ligera nube de humo Ja barca , una de las sombras que se le prese dibujó en la popa del buque , y sudio sentaron durante la noche con susmiradas lentamente hacia el cielo ; una hijera de y con sus besos. Por otra parte tenia lalltonacion llego hasta Franz . cabeza perfectamente libre y el cuerpok - ¿ Oís ? dijo Cayetano , se despide de bro ; por el contrario, un cierto bienestar . El jóven tomósu carabina y la descargó general, una facultad de absorver el aire en el aire , pero sin esperanza de que el descansado , ninguna pesadez en su cêre - lvos . ALBUM . 220 ruido pudiese atravesar la distancia que se-| cabritillos . Pero las cabras, aunque salva paraba el yacht de la costa . . jes y lijeras como gamuzas, se asemejaban - Tiene algo que mandar S . E . ? dijo mucho á nuestras cabras domésticas, y Franz no las consideraba como caza . Cayetano. n ci /perAdemas a era verideas aginacio te ppoderosas - En primer lugar que encendais u imdistintamente oderos e ese palauna s antorcha . preocupaban su imaginacion . Desdela vis - Ah ! si, comprendo, replicó el pa - pera era verdaderamente el héroe de un tron , para buscar la entrada de ese palacio cuento de las Mil y una noches , y casi in . encantado. Perfectamente , voy á encen dersensiblemente se dirigia hacia la gruta . la antorcha . Pero tambien yo he tenido la Entonces, a pesar de la inutilidad de su misma idea que vos y hecho varias tenta - primera pesquisa , volvió a empezar la se tivas, pero al fio he renunciado á mi in gunda, despues de haber dicho á Cayeta - , tento , Giovanni, añadió , enciende una an - no quemandase asar uno de losdos cabri torcha y entrégala á S. E . tillos. La segunda visita duró bastante | tieinpo, el suficiente para que el cabritillo Franz tomó la antorcha y entró en elal volver estuviese asado, y preparado el subterráneo seguido de Cayetano. almuerzo . . Reconoció el lugar donde se habia des- Franz se sentó en el mismolugar donde Giovanni obedeció . . pertado por la cama de yerba ;,dió upala vispera habian venido á invitarle á ce vuelta con la antorcha en la mano por la nar de parte delhuésped misterioso , y aun superficie esterior de la gruta , nada vió , apercibia al pequeño yacht que seguia á no ser ligeras trazas de humo, lo cual avanzando hacia la Córcega. probaba que otros antes que él habian in . - Me habeis anunciado, dijo á Cayeta - tentadoinútilmente la misma investigacion. no, que el señor Simbad hacia vela para Sin embargo, no dejó siv examinar la me- Málaga. pero me parece que lleva rumbo nor reodija de aquella muralla de granito . directo a Porto - Vecchio . Por todas introdujo la hoja de su cuchillo . - ¿No os acordais , replicó el patron , Se apoyaba sobre cualquier punto saliente de que entre las personas de su tripula . que veia con la esperanza de que cederia, cion , oshe dicho que habia dos bandidos pero todo fué inútil, y perdió sin resultado corsos ? dos horas en esta pesquisa. Alcabo deeste – ¡Es verdad! y va a dejarlosen la cos tiempo renunció á ella . Cayetano triunfó , ta , esclamó Franz. Cuando Franz volvió a la playa, el yacht i -- Justamente. ¡ Ah ! es un individuo , no aparecia mas que como un punto blan - esclamó Cayetano, que no teme ni á . Dios co en el horizonte ; recurrió á su anteojo , ni al diablo , segun dicen , y que andaria pero aun con su ausilio era imposible dis- cincuenta leguas para hacer un servicio á tinguir nada. Cayetano le recordó que ha- un pobre hombre. bia venido para cazar cabras, lo cual ha- ; Pero ese género de servicio podria bia olvidado completamente. Tomó su fu - malquistarle con las autoridades del pais sil, y se puso á re orrer la isla con el ade- donde ejerce esa clase de filantropía ? es man de un hombre que cumple con un clamó Franz. deber mas bien que con el de quien se en - - ; Ah ! dijo Cayetano riendo : ¿ que le trega á una diversion , yalcabo de un cuar- importan á él lasautoridades ? Se burla de to de hora habia matado una cabra y dos elias, y cuando procuran perseguirle , no 221 ALBUM . es ya su yacht un buque velero, esun pá-yrumor sordo y febril que precede á los jaro, y ademas no tiene mas que tomar grandes sucesos. Ahora , pues , en Roma tierra en la costa ,pues portodas partes en - hay cuatro grandes acontecimientos alaño; i el Carnaval, la Semana Santa , el dia del Lo único que se podia deducir de esto Corpus y el de San Pedro. Todo el resto es que el señor Şimbad , el huésped de del año la ciudad vuelve á caer en esa cuentra amigos. Franz , tenia el honor de estar en relacio - triste apatía , estado intermedio entre la mes con todas las costas delMediterráneo, vida y la muerte , que la hace semejante lo cual no dejaba de procurarle una posi-já una especie de estacion entre este mun cion bastante rara . En cuanto á Franz, do y el otro ; estacion sublime, reposo nada le detenia ya en Monte - Cristo ; ha- leno de poesía y de carácter que Franz bia perdido toda esperanza de encontrar habia observado cinco ó seis veces, y que el secreto de la gruta ; apresuróse , pues, cada vez habia encontrado maravilloso y á almorzar, ordenando á losmarinerosque masfantástico aun . En fin , atravesó aque dispusiesen la barca para cuando conclu - a turba siempre creciente y siempre agi yera . Media hora despues estaba á bordo. ftada , y llegó á la fonda . A su primer pre Arrojó la última mirada sobre el yacht, gunta , le respondieron , con esa imper el cual estaba á punto de desaparecer entinencia particular á los cocheros de al el golfo de Porto - Vecchio . Dió la señal quiler desocupados y á los posaderos, que de partir. En el monrento en que la barca en la fonda de Londres no habia ni si se ponia en movimiento , el yacht desapa-liquiera una habitacion para él. Entonces reció ; con él se borraba la última realidad envió su targeta á maese Pastrini y pre de la noche precedente ; asi, pues , la ce - guntó por Alberto de Morcerf. El medio na, Simbad , hatchis y estátuas,todo empe -||fué escelente y maese Pastrini corrió en zaba a confundirse para Franz en el mis - persona , escusándose de haber hecho es mo sueño . La barca caminó todo el dia vſperar á S . E . , regañando á sus criados , toda la noche , y al dia siguiente cuando tomando la bujía de la mano del cicerone salió el sol, la isla de Monte -Christo de que se habia apoderado ya del viajero , y sapareció a su vez. Asi que Franz hubo preparándose á conducirle al lado de Al puesto los pies en tierra , olvidó, á lo me- berto , cuando este le salió a su encuen nos momentáneamente, los acontecimien - tro . . tos que acababan de pasar para terminarl La habitacion indicada se componía de sús asuntos de placer y de política en Flo -1 dos pequeñas piezas y de un gabinete. Es rencia , y no ocuparse mas que de reunir - tasdaban a la calle , circunstancia quemaese Pastrini hizo valer añadiendo que tenia se con su compañero que le esperaba en Pastrin Roma. Partió!, pues, y el sábado por lallaquella pieza un mérito inapreciable . El poche llegó la plaza de la Aduana en la resto de aquel piso estaba alquilado á un silla correo . personaje muy rico , que creian siciliano ó decir no pudo perte ; pero las dos naciones de cierto La habitacion estaba guardada , como maltés á cualeldeposadero code ress , maslnecia viagero p antemano . tal el . habia . ; no ya sabemos de Está bien , maese Pastripi, dijo Franz, que dirijirse á la fonda de maese Pastrini, necesitaríamo pero multis por el pronto upa ce pues fácil, una lo cual no era muy esta noche, y un cara cualquiera para na poblaba calas ya tud inmensa de gente lles, y Roma se hallaba poseida de ese ruage para mañana y dias siguientes. 56 222 ALBUM - En cuanto a la cena , respondió el -Tranquilizaos, querido amigo , ellos posađero, sereis servidos inmediatamente: vendrán por sí solos ; solo se trata de fijar el precio . pero respecto al carruage .... Y Morcerf , con esa admirable filosofía - Dudais maese Pastrini ? vamos, no os chanceeis , necesitamos un carruage . de un hombre que no cree nada imposia - ; Oh ! caballero , se hará todo lo po- ble mientras siente bien lleno su bolsillo , sible para proporcionaros uno , esto es cenó , se acostó y durmió perfectamente y cuanto puedo deciros . soñó que pasaba el carnaval en un carrua -¿Y cuando sabremos la respuesta ? ge tirado por seis caballos . II . preguntó Franz . BANDIDOS ROMANOS . - Mañana por la mañana, respondió el p sadero . Al dia siguiente Franz se despertó pri - ; Qué diablo ! dijo Alberto , se paga- mero que su compañero y asi que estuvo rá mas caro ..... ya sabemos lo que es ..... despierto, tiró del cordon de la campanilla. en casa de Diakeytaron , veinte y cinco Aun vit raba el sonidode esta , cuandomae francos por los dias ordinarios y treinta óse Pastrini entró en persona . treinta y cinco francos por los domingos — ; Y bien ! dijo el huésped triunfante ó dias de fiesta; añadid pues cinco francos sin esperar á que Franz le interrogase, bien al dia por corretage , resultan cuarenta lo sospechaba ayer cuando no queria pro asi pues no volvamos a hablar de ello . meteros 'nadal; {habeis acudido demasiado Temo que esos señores , aun ofre - tarde, y ya no hay en Roma un solo car ciendo el doble no podrán procurároslo . ruaje desalquilado ; para los tres últimos -Pues entonces que pongan caballos al dias, se entiende . mio , aunque algo estropeado á causa del -Si , esclamó Franz , para los dias que camino .... no iniporta . mas necesarios son . -No se encontrarán caballos . ¿ Que hay ? preguntó Alberto entran Alberto miró á Franz como un hom- ||do, ¿ no tenemos carruaje ? -Justamente , querido amigo , respon bre á quien se le dá una respuesta que l'e dió Franz ; lo habeis adivinado . parece incomprensible . -¿Comprendeis eso , Franz ? no hay - Vaya una ciudad ! buena está la ciu caballos, dijo , pero no podria haber ca - dad que habitais . ballos de posta ? -Es decir, replicó maese Pastrini , que -Todos están alquilados hace quince deseaba sostener la capital del mundo cris dias , y ahora no quedan mas que los ne- tiano en cierta dignidad respecto á sus via jeros, es decir, que no hay carruaje desde cesarios para el servicio . ¿ Qué estais diciendo? preguntó Franz . el domingo por la mañana hasta el martes -Digo que cuando no comprendo una por la noche, pero de aqui allá encontra cosa tengo la costumbre de no detenerme reis cincuenta si quereis. mucho en ella y de pasar á otra . ¿ Está -- ; Ah ! eso ya es algo ,dijo Alberto; hoy pronta la cena , maese Pastrini ? es jueves, ¿ quien sabe de aqui al domingo -Si , ecelencia . lo que puede suceder ? -Pues bien , antes de nada cenemos . -Que llegarán diez ó doce mil viajeros, -¿Pero el carruage y los caballos? dijo respondió Franz , los cuales harán mayor Franz. laun la dificultad . LBUM 23 -Amigo mio, dijo Morcerf, gocemos del – Mas sin embargo , escelencia , dijo presente , y no pensemos tan tristemente maese Pastrini procurando rebelarse. del porvenir - Andad, andad , mi querido huésped , -¡A lo menos , preguntó Franz , ten- dijo Franz, ó voy yo mismo à ajustar el dremos una ventana ! carruaje con vuestro afflistore, que estam -¿Donde ? bien el mio ; es un antiguo amigo que me -En la calle del Cours . ha robado bastante dinero en su vida , y - ; Oh ! ; una ventana ! esclamó maese Pastrini, imposible de toda imposibilidad ; una solamente quedaba en el quinto piso del palacio Doria , y ha sido alquilada á un príncipe ruso por veinte zequies al dia . que con la esperanza de robarme mas pa sará por un precio menor que el que os ofrezco ; de este modo perdereis la diferen cia , y vos tendreis la culpa. -¡Oh ! no os tomeis esa molestia , es Los dos jóvenes se miraron con aire es- celencia, dijo maese Pastrini con la sonrisa del especulador italiano que se confiesa tupefacto . -Y bien , querido, dijo Franz á Alber- vencido , cumpliré vuestro encargo lo me to; lo mejor que podemos hacer es irnos á jor que me sea posible y espero que que pasar el Carnaval en Venecia ; al menos dareis contento. alli , si no encontramos carruje, encontra -A las mil maravillas, eso se llama ha remos góndolas . blar con juicio . -¿Cuando quereis el carruaje ? - Oh ! no , esclamó Alberto ; estoy -I ) entro de una hora . decidido á ver el carnaval en Roma , y lo Pues dentro de una hora estará á la zancos. unos sobre sea que aun veré - Calle , esclamó Franz , es una idea puerta . triunfante, sobre todo para acabar con los En efecto, una hora despues el carrua suvecolett ; nos disfrazaremos de polichi- je esperaba a los dos jóvenes; era un mo nelas, vampiros ó de landeres, y tendre- desto fiacre que atendida la solemnidad de mos un éxito magnífico . la circunstancia , habian elevado al rango -¿Desean aun SS. EE . tener un car- de gran carruaje. Pero á pesar de la me ruaje para el domingo ? diana apariencia que tuviese, los dos jóve - ¡ Pues que ! ; creeis que vamos á re - nes se hubieran dado por muy felices con correr las calles de Roma á pié como si tener una covacha semejante para los tres fueramos pasantes de escribano ? últimos dias. - Bien ! voy á apresurarme á ejecutar - Escelencia, gritó el cicerone al ver á Jas órdenes de SS . EE . , dijo maese Pastri- Franz asomarse á la ventana , ¿ se acerca la ni ; pero les prevengo que el carruaje les carroza al palacio ? Por acostambrado que estuviese Franz cuesta seis piastras al dia . -Y yo , querido maese Pastrini , dijo alénfasis italiano , su primer movimiento Fran , yo que no soy vuestro vecino el mi- fué mirar á su alrededor ; pero en efecto , Honario, os prevengo que atendido á que a él era á quien se dirigian aquellas pala es la cuarta vez que vengo a Roma , conoz- bras. Franz era la escelencia , la carroza co el precio de los carruajes, tanto los do era el fiacre , y el palacio era la fonda de mingos y dias de fiesta como los que no lo Londres. Todo el genio laudatorio de la son , os daremos doce piastras por hoy, ma nacion estaba encerrado en aquella frase . ña y pasado , y aun sacaréi , muy buen pro Franz y Alberto bajaron , la carroza se ducto , 221 ALBUM . acercó al palacio en la que montaron y ely -Éscelencia, dijo, mucho me lisongea cicerone se colocó en la trasera . vuestra aprobacion , pero no he subido pa -¿A dónde quieren SS . EE . que se les ra eso á vuestro cuarto . -¿Era acaso para decirnos que habiais conduzca ? -l'rimero á San Pedro , luego al coli- encontradocarruaje ? preguntó Alberto en cendiendo un cigarro . seo . Dijo Alberto , mas éste no sabia que -Mucho menos; ademas , mejor haceis para ver a San Pedro necesitaba un dia , no en no pensar mas en ello , y en tomar un teniendo suficiente con un mes para estu- partido . En Roma las cosas se pueden o diarlo . Así que se pasó el dia recorriendo no se pueden . Cuando se os ha dicho que á San Pedro . ro se podia , punto concluido. -¡Oh ! en Paris (es mucho mas co Los amigos no echaron de ver que se hacia tarde hasta que el dia empezó á de- modo , cuando una cosa no se puede se clinar . Franz sacó su reloj; eran las cuatro paga el doble у al instante se tiene lo que y media. Al punto emprendieron el cami- se pide . no hacia la fonda, y al apearse en la puer Si , sí ; ya he oido decir eso á todos ta dió Franz al cochero la orden de estar los franceses , dijo maese Pastrini algun allí á las ocho . Queria hacer contemplar á tanto picado , y entonces no comprendo Alberto el coliseo á la luz de la luna , así como viajan . como le habia hecho ver á San Pedro con Però tan bien , dijo Alberto arrojando la luz del sol . flemáticamente una bocanada de humo há Cuando se hace ver å un amigo una ciu - cia el techo , y balanceándose sobre los pies dad que no conoce , se usa de la misma co- traseros de su silla ', solo viajan los locos queteria que para enseñarle la muger á y los necios como yo ; las personas sensa quien se ama ; de consiguiente Franz tra |tas no abandonan su habitacion en la calle zó al cochero su itinerario ; debia salir por de Helper, el boulevard de Gand y el café la puerta del Popolo , costear la muralla de aris. esterior y entrar por la puerta de “ an Gio Digamos que Alberto vivia en la dicha vapni. De este modo el coliseo se ļes apa- calle , daba todosilos dias su paseo fashion recia de improviso y sin que el capitolio , el nable y comia cotidianamente en el único forum , el arco de Septimio Severo, el tem - café en que se come cuando se está en re plo de Antonino , Faustinio y la Via Sacra laciones con los jóvenes solteros de Paris , hubiesen servido de grados colocados al maese Pastrini permaneció un momento paso en el camino como términos prepa - silencioso ; era evidente que meditaba la ratorios. respuesta que le habia dado Alberto ; res Se sentaron á la mesa , Maese Pastrinipuesta que sin duda alguna no le parecia habia prometido a sus huéspedes un festin del todo clara. escolente, sin einbargo les dió solo una co l'ero en fin , dijo Franz á su vez in : mida pasable de la que no tuvieron que terrumpiendo las rellexiones geográficas de su huésped , vos habíais venido aquí con quejarse . un objeto cualquiera ; ¿ queréis esplicarnos Al fin de la comida, entró el posadero : pues este objeto ? Franz creyó que era para recibir las gra -¡Oh ! es muy justo , hélo aquí; Zvos cias , y se disponia á dárselas, cuando les habeis mandado venir el carruaje a las interrumpió á las primeras palabras. ocho ? 225 ALBUM . imente,pero yo sí os creeré ; tranquilizaoś , PIA ¿Teníais intencion --- Perfectamente. de visitar el co- hab – Mas sin embargo , escelencia , bien " lad. comprendeis que si poneis en duda mi ve - Es decir el coliseo . racidad ...rido . rrum a cos smTI - Es exactamente la miAR - Que , inte. pió Franz, sois mas STa . Sea . is dicho á vuestro cochero que susceptible que Casandra la cual era pro -- ¿Habe subiese por la puerta del Popolo , que die - fetisa y á la que nadie escuchaba ; al paso loseo ? se la vuelta por el lado esterior de lasmu- que vos, á lo menos , estais seguro de la rallas y que entrase por la puerta de San mitad de vuestro auditorio : vamos , sen taos, y decidnos quien es ese señor Vampa . Ya os lo he dicho , escelencia , es un ni van Gio- Esas iaserar io bras . osi- |bạndido como ca pala propitin n ! ese Pue?ssonbiemis o o es imp nun ble , ó á lo menos muy peligroso . se ha vist otr des pues del famoso Mastrilla . " - i Pues bien ! qué relacion tiene ese a del oso ?Luis Vampa . A caus famqué bandido con la órden que yo he dado á igroso - Pel e por d||mivacoch spe - Primeramente , mi querido hué ndrero ri h p a de salir por la puerta del Pó , rear por la puerta de San Gio 2 quien es el famoso Lụis Vamdopaa?p prere- polo y derentr rtoos. Pue de ser sos enesi i ?" respondiróegmaese Patrini , que gunt go muy Romóa ,Albe pero preven que enfamo Pari esvano lo-r Hay.,, la utor la otra unto i s .'" por la una podréis salir , pero dudo que ido . eis ? . mente l'ino ent-era desconoc ; Cómo le conoc . Mentreis por la otra. 1979 " - ¿ Por qué i preguntó Franz. . . s bienese! hono es unr. bandido al lado - Porque llegada la noche, ya no se es --- NoPuetengo del cual los Decæsaris y los Gasparone no tá en seguridad á cincuenta pasos de las ! ! !) ; ncionniños anztęta , es.clam , Frde " ó Alberto ; son -masAteque al fin hallamos un bandido ! os prevengo , puertas. - ¿ Palabra de honor ? esclamó Alberto . - Señor Conde, dijo maese Pastrini querido huésped , que no voy á creer una siempre picado por la duda que tenia Al palabra de lo que me digais. Sabido esto , berto de su veracidad , lo que digo no va hablad cuanto querais , estoy pronto á es- dirigido à vos, sino à vuestro compañero cucharos . - «Habia una vez...»-- Vaya , de viaje , que conoce a Roma y que sabe que sobre ese punto no hay que chan uís seg ya, no : ?... pro vaMaes e Pastrini se volvió hắcia Franzsalcears . querido', dijo Alberto dirigién - eOye, que le parecia mucho mas juicioso que , á Franz , thé aquí una aventură ad FP sull dose ele,nciy ale, sidijo eis ent . "uste - 1mirable : atestamos nuestro coche de pis . -pañ com Escero megra crevem un eemb ro, inútil es que os diga lo que queria de-||tolas , trabucos y escopetạs de dos caño mellnes. Luis Vampa viene a prendernos, no e - nes. ciros ; sin embargo , puedo afirmarosescque sotros le prendemos. Le conducimos á Ro as ma, s eré str ia e lo hac por el int de vue esc - 10 le presentamos á Su Santidad que nos Alberto no os dice que sois un em - pregunta que es lo que puede hacer en Jencia terso. , querido señor Pastrini, replicóreconocimiento á nuestro servicio . Enton bus -Aces reclamamos pura y sencillamente una Franz ; os dice que no os creerá entera- 1ces 57 226 ALBUM . carroza y dos caballos de sus caballerizas ,|| El posadero se volvió hácia Franż , con y vemos el carnaval en Carruaje, sin con- un aire qne queria decir : decididamente tar con que probablemente el pueblo ro- vuestro camarada está loco . mano , reconocido tambien , nos corone en . - Querido Alberto , replicó Franz, vues el Capitolio, y nos proclame, como á Cur- tra respuesta es sublíme , y vale tanto co cio y á Horacio Coclés , salvadores de la mo el qu'mourul de Corneille ; únicamen patria . Horacio respondia esto , se tra te, cuando salva Mientras que Alberto deducia esta con- taba cion di Roma , y la cosa de la secuencia , maese Pastrini gesticulaba de valia por cierto la pena. Pero en cuanto á una manera difícil de describir. nosot notad trata solo ca que se de un ros - En primer lugar , preguntó Franz ápricho que queremos satisfacer y que se Alberto , ¿dimedónde encontrarás esas pis- ria ridículo que por este capricho arries tolas, esos trabucos, esas escopetas de dos gasemos nuestra vida. cañones, con qué quieres atestar el coche? - ¡Ah! iper Bac:o! esclamó mnaese Pas - Lo que es en mi arsenal no será,dijo trini, eso se llama saber hablar. Alberto , pues en la Terracine, me despo - Alberto se llenó un vaso de Lacryma Christi , el cual bebió á pequeños sorbos aron hasta de mi punal, é y á tí ? - - A mime sucedió otro tanto en Acua - murmurando palabras ininteligibles. pendente . - Y bien , maese Pastrini, replicó Franz , - ¡ Ah ! querido huésped , dijo Alberto ahora que mi compañero está tranquilo , encendiendo su segundo cigarro en el res- y que habeis podido apreciar mis disposi.. to del primero , ¿ sabéis que es muy có - ciones pacíficas : į decidnos ahora quien es moda para los ladrones esa medida, y que ese señor Vampa ? es pastor ó patrício ? me parece ha sido tomada de acuerdo con res jóven ó viejo lojalto ó bajo? describid ellos ? nos su figura, á fin de que si le encontra Sin duda maese Pastrini halló aquellamos por casualidad en el mundo, como pregunta muy embarazosa , puesjno res- Juan Shogard ó Lara , podamos á lo 'me pondió sino á medias , dirigiendo aun la nos reconocerle . palabra á Franz como al único ser razo - | --Pues' para adquirir detalles exactos á nadie mejor que a mi pudiérais dirigiros'; ble con el cual pudiera entenderse . - Su escelencia sabe que cuando uno porque he conocido á Luis Vampa desde se vé atacado por bandidos , no es la cos- la niñez y un dia que yo habia caido ep tumbre defenderse . Isus manos al ir de Florencia á Alafri , se - Cómo ! esclamó Alberto cuyo valor se acordó , felizmente para mi, de nuestro exaltaba á la sola idea de dejarse robar sin antiguo conocimiento ; me dejó ir no tap pronunciar una sola palabra ; como ! ¿quésolo sin hacerme pagar nada antes bien no es la costumbre de defenderse ? , me regaló un precioso reloj y me contó su --- No, porque toda defensa seria inútil, historia . ¿ Qué quereis hacer contra una docena del. - Enseñadnos el reloj , dijo Alberto . bandidos , que salen de un foso , de unay Maese Pastrini sacó de su bolsillo una choza ó de la misma tierra , si así puede decirse , y que os apuntan á boca de jarro magnifica saboneta en que se veia graba todos á un tiempo ? * do el nombre de su autor , el timbre de Pa -- ¡ Pues bien ! yo quiero hacerme ma- ris y una corona de conde. tar, esclamó Alberto . - Aqui la teneis. ALBUM . 227 Diantre , esclamó Alberto , os doy la||lidad de su amigo . ¿ Y á qué clase de la enhorabuena. Tengo uno semejante, aña- sociedad pertenecia ? dió sacando a su vez el reloj del bolsillo --Era un simple pastor de la quinta del de su chaleco, que me ha costado tresmil conde de San Felice , situada entre Ya francos . lestrina y el lago de Gabri : habia nacido - Ahora contadnos la historia , dijo en Pampinara, y entrado á la edad de cin Franz á su vez haciendo serias á maese co años al servicio del conde. Su padre , Pastrini para que se sentára . . pastor en Anaqui, poseia en un pequeño . - ¿ Permiten SS. EE . ? ' rebaiìo , y vivia de la lana de sus carne - · - Qué diantre ! dijo Alberto , no sois ros y de la leche de sus ovejas que venia i vender a Roma. Cuando era niño , elpe un predicador para hablar de pié . El posadero se sentò , despues de haber queño Vampa tenia un caráctermuy estra hecho á cada uno de sus oyentes una pro- ño. Un dia a la edad desiete años, fué á bus funda y respetuosa cortesía , lo cual indicar al cura de Palestrina y le rogó que le caba que estaba pronto á dár los informes ensenise á leer , lo cual era dificil pues el que le pedian acerca del'famoso bandido jóven pastor no podia abandonar un ins tante su ganado : pero el buen cura iba Luis Vampa . - Ahl esclamo Franz deteniendo a todos los dias á decir misa á una pobre maese Pastrinien el momento en que abria aldea demasiado reducida para pagar un la boca , decis que habeis conocido á Luis sacerdote , y que , no teniendo nombre , Vampa desde su niñez ; ¿ es aun jóven ? Jera conocida bajo el de Borgo. Ofreció á Cómol yo lo creo que es jóven : Luis hallarse en el camino por donde él i tiene veinte y dos años apenas ! ¡ Oh ! pasára á la hora de su vuelta y darle de este modo su leccion , previniéndole que todavia ha de meter mucho ruido. - ¿ Qué decis de eso , Alberto ? es muy esta seria corta , y que por consiguiente ráro el haberadquirido ya á los veinte años tendria que aprovecharse de ella. El'po bre muchacho aceptó lleno de gozo . una reputacion , dijo Franz. - Sí, ciertamente , y á su edad Alejan - Todos los dias Luis levaba á pastar sui dro , César y Napoleon , que despues hanganado hacia el camino de Palestrina á figurado tanto , no habian adelantado lo lá Borgo y todos los dias á las nueve de que él. la maliana el cura y elmuchacho se sen - Asi, pues, replicó Franz dirijiéndo-||taban sobre la yerba, y el pastorcillo daba se á su huésped , zel héroe cuya historia su leccion en el breviario del sacerdote . Al nos vais a contar , tiene veinte y dos años?||cabo de tres meses, sabia leer. Aun no - Aun tal vez no los ha cumplido, co- era esto todo ; necesitaba aprender á es cribir. El sacerdote se empeñó con un mo he tenido el honor de deciros. profesor de escritura de Roma, quien le . . . - ¿ Es alto ó bajo ? - De estatura mediava, asi como vues- hizo tres alfabetos : uno con letra muy tra escelencia , dijo el huésped señalando gruesa , otro con letra mediana y el ter á Alberto . cero con una letra muy pequeña ; y di - Gracias por la comparacion , dijo éste ciéndole que copiando aquellas cifras en inclinándose . una pizarra , podia ,con ayuda deuna pun - Vaya , proseguid maese Pastrini, re -||ta de hierro , aprender a escribir . Aque plicó Franz sonriéndose de la susceptib ;- la misma noche asi que hubo entrado el ALBUM . 228 ganado en la quinta , el pequeño Vampa, dia cumplian su palabra , y de este modo corrió a casa del cerrajero de Palestrina. iban creciendo juntos . Vampa llegó a los Tomó un grueso clavo , lo forjó , lo ma- doce años y Teresa á los once . chacó , lo redondeo,' consiguiendo hacer Sin embargo, tambien se desarrollaban de él una especie de stylet antiguo. Al sus instintos naturales. Ademasdela aficion dia siguiente, habia reunido una porcion á las artes en que Luis se habia distingui de pizarras y trabajaba en ellas. Al cabo do tanto como habia podido hacerlo en la soledad , le acometian crueles arrebatos; de tres meses ya sabia escribir . Asombrado el cura de aquellamaravillo- era ardiente, colérico ,burlon . Ninguno de sa inteligencia , .y conmovido en vista de los jóvenes de Pampinara, de Palestrina ó aquella disposicion tan rara , le regaló unos de Valmontore habian podido no solamen cuantos cuadernos de papel, un paquete de te tener influencia alguna sobre él, sino plumas y un cortaplumas. Este fué un llegar a ser su compañero . Su tempera nuevo estudio , pero estudio que no era na mento altanero , siempre dispuesto a exi da allado del primero. Ocho dias despues gir, sin querer nunca acceder árninguna * manejaba la pluma lo mismo que el sty - concesion, apartaba de su lado todo ipstin . et. El cura contó esta anécdota al conde to amistoso , toda demostracion simpática. de San Felice, que se empeñó en ver al Teresa era la única que mandaba con una pequeño pastor; le hizo leer y escribirde palabra, con una mirada, con un gesto aquel lante de él, mandó á su mayordomo que carácter fiero que se humillaba bajo la le hiciese comer con sus criados , y le dió mano de una muger. Teresa por el con dos piastras al mes. Con este dinero, Luistrario era viva, alegre , pero coqueta hasta compró libros y lápices. . . el estremo; las dos piastras quedaba á Lois En efecto , habia aplicado a todos losob-lel mayordomo del conde de, San Felice , el jetos aquella facultad de imitacion que te- precio de todos los juguetillos que vendía nia , y , comoGiotto , dibujaba sobre sus en Roma, se gastaban en pendientes de pizarras'sus ovejas, los árboles, las casas , perlas, en collares , en alfileres; asi pues, y con la punta de su corta plumas empezó||gracias á aquella prodigalidad de su jóven á tallar la madera , y á darla todas las for amigo , Teresa era la mas bella ) y la znas: TA cortaplutodas las for amende aldeana,de mas que queria . Asi fué como empezó||elegante aldeana de los alrededores de Pinelli, el escultor popular. Una joven de Roma. Los dos jóvenes seguian creciendo, seis ó siete años, es decir, un pocomas jó pasando todo el dia juntos, y entregándo ven que Vampa , guardaba por su parte else sin obstáculo á los instintos de su ca rebaño de una quinta próxima á Palestri- rácter; asi pues, en sus conversaciones, en na; era huérfana,habia nacido en Valmon sus deseos, en sus sueños, Vampa se veia tore, y se llamaba Teresa. Los dos niños siempre hecho un capitan de navio , gene se encontraban , se sentaban el uno juntoral de ejército , ó gobernador de una pro al otro , dejaban sus ganados mezclarse y vincia . Teresa se veia rica, vestida de be. pastar juntos, hablaban, reian y jugabap , lo trage, y seguida de lacayos con sus li y despues , por la noche, apartaban los car- breas. Ademas, cuando habian pasado el neros del conde de San Felice , de los del dia juntos adornando su porvenir con aque baron de Cervetri, y los niños se separa llos locos y brillantes arabescos , se sepa ban para volver á su quinta respectiva pro- raban para conducir los rebañios á los es metiendo reunirse al dia siguiente . Este tablos y descender desde la elevacion de 229 ALBUM . su sueño hasta la humildad de su posicion Una noche salió un lobo de un bosque , real. Un dia , el joven pastor dijo al ma cerca del cual acostumbraban á reunirse yordomo del conde que habia visto salir los dos jóvenes apenas anduviera el lobo un lobo de las montañas de la Sabina que diez pasos por la llanura ,habia ya muerto . rondaba su ganado. El mayordomo leen - Vampa, orgulloso con aquel lobo tan ber -, tregó una escopeta ; esto era lo queria moso , cargó con él y lo llevó a casa . To- ' Vampa. Esta escopeta tenia por casuali- dos estos detalles daban á Luis cierta re . dad un escelente cañon de Brescia , que putacion en los alrededores de la quinta ; calzaba bala como una carabina inglesa ; elhombre superior, do quier que se halle, mas un dia el conde , persiguiendo á un se crea una multitud de admiradores. Ha zorro, rompió la culata , y ya habian ar - blábase en todo el contorno de aqueljóven rinconado el arma. Esto no era una difi-ipastor como del mas fuerte y del mas va cultad para un escultor como Vampa . Exa - liente contadino quehabia en el circuito de minó la culata primitiva , calculó la figu - diez leguas; y aunque Teresa por su parte ra que habia de tener , y al cabo de unos pasase por una de las jóvenes mas hermo cuantos dias hizo otra culata cargada de sas de la Sabina, na die osaba decirle unapa adornos tan maravillosos , que, si hubiese labra porque sabian que Vámpa la amaba. querido venderla sin el canon , hubiera Y sin embargo , los dos jóvenes no se ganado seguramente quince ó veinte pias- habian confesado nunca semejante amor.: tras; pero él no pensaba hacer tal uso de Habian ido creciendo el uno y el otro co ella ; una escopeta habia sido durante sumo dos árboles que mezclan sus raices vida el pensamiento fijo del jóven . bajo la tierra , sus ramas en el aire , su En todos los paises en que la indepen - perfume en el cielo ; pero su deseo de vi depcia ha sustituido á la libertad , la pri- vir juntos era el mismo; este deseo habia mera necesidad que esperimentą todo co - llegado a ser una necesidad y mejor hu razon fuerte , toda organizacion poderosa , biesen preferido la muerte que la separa es la de una arma que asegure al propio cion de un solo dia, por mas que esta idea tiempo el ataque y la defensa y que ha - no les hubiese jamas venido a la imagina ciendo terrible al que la lleva le hace tam - cion. Teresa tenia diez y seis años y Vam bien temido .Desde este momento Vampa, pa diez y siete . ' dedicó todos los instantes que le quedaron Por este tiempo empezóse á hablarmu libres al ejercicio del arma ; compró pól- cho de una compañía de bandidos que se vora y balas y se sirvió de todos los obje - iba organizando en los montes Lepini.Los tos que tenia a mano para tirar al blanco ; salteadores no han sido nunca enteramen el tronco de los olivos , el zorro que salia te estinguidos en los alrededores de Roma. de su cueva por las noches para empezar su caza nocturna , el águila que se cernía en el aire. Pronto llegó á ser tan dies tro , que Teresa venció el temor que en A veces ſaltan gefes, pero cuando se pre senta uno es raro que le falte una compa nia El célebre Cucumetto perseguido en las Albruzzes , arrojado del reino de Ná un principio esperimentára al oir la deto - poles , donde haria sostenido una verda nacion , y se divertía en ver á su jóven dera guerra, atravesó elGarigliano, como compañero poner la bala en el punto que Manfredo , y habia venido á refugiarse pensaba con tanta exactitud y limpieza entre Sonnino y Juperno , á orillas del como si la colocára alli con la mano. Amaşina . Elera quien se ocupaba en reor 57 230 ALICH . ganizar alguna tropa y quien seguia lasívelo con su adorno, traje pintoresco de huellas de Decæsaris y de Gasparone állas paisanas romanas, y ocultaba su ros quienes pronto esperaba sobrepujár. Mu- tro á las lujuriosas miradas de los bandi chos jóvenes de Palestrina , de Frascati y dos. Alli se lo contó todo : sus amorescon de Pampinara desaparecieron ; al princi - la prisionera, sus juramentos de fidelidad , pio sus amigos y allegados se inquietaron y como cada noche desde que estaban en por su suerte , mas pronto supieron que aquellos alrededores, se citaban á unas habiau ido á reunirse con la banda de Cu- ruinas. Aquella noche justamente Cucu c'umetto . Al cabo de algun tiempo Cucu - metto envió á Carlini á un pueblo vecino, metto llegó á ser el objeto de la atencion y no pudo acudir a la cita : pero Cocumet general. Citaron de este gefe rasgos llenos to se habia haliado alli por casualidad se de una audacia y de una brutalidad es . gun decia y entonces robó á la juiven . traordinarias. Carlini suplicó á su gefeyne hiciese una Un dia robó á una joven : era la hijalescepcion en favor suyo y que respetase á del agrimensor de Frosinone. Las leyes Rita , diciéndole que su padre era rico y de los bandidos son positivas : una joven que pagaria un buen rescate . Cucumetto pertenece al que la roba , despues á cada pareció rendirse á las súplicas de su ami uno por suerte , y la desgraciada sirve go y le encargó que buscase un pastor á para los placeres detoda la compañía has- quien pudiese enviar á casa del padre de tu que la abandonan ó muere. Cuando los Rita , á Frosinone . Entonces Carlini se parientes son bastante ricos para resca - acercó gozoso á la jóven, la dijo que esti tarla , envian un mensagero que trata del ba salvada , y la invitó á que escribiese á rescate ; la cabeza del prisionero responde su padre una carta en la cual le contase de la seguridad del emisario . Si las con- todo lo que habia pasado , y le anunciase diciones del rescate son rehusadas, elpri-lique su rescate estaba fijado en trescientas sionero es condenado irrevocablemente . piastras. Concedian al padre por todo tér Esta jóven tenia a su amante en la parti- mino, doce horas, es decir hasta el dia si da de Cucumetto ; se llamaba Carlini. Allguiente a las nueve de la mañana . reconocer al jóven , se creyó salvada y le Escrita la carta , Carlioi se apoderó de tendió los brazos; pero el pobre Carlinial|ella al punto , y corrió a la llanura para verla sintió despedazarse su corazon , por buscar un mensagero. Encontró á un jó que aun ignoraba la suerte que estaría des ven pastor que guardaba un rebaño . Los tinada á su querida . mensageros naturales de los bandidos son Sin embargo , como era el favorito de los pastores que viven entre la ciudad y la Cucumetto , como habia compartido con montaña , entre la vida salvaje y la vida él sus peligros hacia mas de tres años, civilizada. El joven pastor partió inmedia como le habia salvado la vida matando de tamente , prometiendo estar en Frosinone un pistoletazo á un carabinero que tenia antes de una hora. Carlini volvió lleno de ya el sable levantado sobre su cabeza, gozo para reunirse con su querida y anun Olicia .. esperó que Cucumetto se apiadaría de él.||ciarla aquella buena noticia . Llamó, pues , al gefe aparte , mientras. Encontró á toda la compañía en la pla . que la jóven , apoyada contra el tronco de zuela donde cenaba alegremente las pro . un gran pino que se elevaba en medio de visiones que los bandidos exigian de los una plazuela del bosque , habia hecho un paisanos como un tributo , tan solo en me 231 ALBUM , dio de aquellos alegres compañeros,buscóll - ¿ Y por qué se habia de hacer una en vano á Cucumetto , y á Rita . Preguntaſescepcion en su favor ? donde estaban ; los bandidos respondieron - Crei quemis súplicas ... con una gran carcajada. Un sudor frio - ¿ Y por qué has de ser tu 'mas que inundó la frente de Carlini, y sintió una los demas? angustia mortal.Renovó su pregunta ; unol -- Es justo . de los bandidos lienó un vaso de vino del - lero tranquilizate , prosiguió Cucu Orbietto y se lo presentó, diciendo : metto riendo., un poco antes ó un poco - A la salud del valiente Cucumetto y despues, ya llegará tu turvo. ' de la hermosa Rita ! Los dientes de Carlini chocaban convul En este momento Carlini creyó oir un sivamente . grito de muger , todo lo adivinó ; tomó el -- Varos, dijo Curcumetto dando un pa vaso , le hizo pedazos contra el rostro del so hacia los bandidos , į vienes? que se lo presentaba, y se lanzó en direc- -- Ya os sigo... '. cion del grito . Al cabo de cien pasos, á la Cuenmetto se alejó sin perder de vista vuelta de un matorral, vió á Rita desina - Já Carlini, porque tal vez temia que le hi yada en los brazosde Cucumetto . Al ver áriese por detrás; pero nada anunciaba en Carlini, Cucumetto se levantó con una pis - el bandido una intencion hostil. En pié , tola en cada mano. Los dos bandidos se con los brazos cruzados, estaba al lado de miraron durante un momento, el uno con Rita que· seguia desmayada. Cucumetto da sonrisa de la lujuria en los labios , el creyó por un instante que el jóven iba á otro con la palidez de la muerte en la tomarla en sus brazos y huir con ella ; frente . Hubiérase creido que iba á pasar pero poco le importaba, habia conseguido alguna escena terrible entre aquellos dos lo que deseaba ; y en cuanto al dinero , hombres, pero poco a poco las facciones trescientas piastras repartidas entre los de Carlini se aplacaron ; su mano ,que ha compañeros hacian una suma tan pobre hia llevado á una de las pistolas de su cintu - que le importaba poro el que se las diesen ron , perinaneció inmóvil; Rita estaba ten ó no . Continuó pues su camino hacia la dida entre los dos. La luna iluminaba esta plazuela ; pero con gran asombro suvo escena . ~ ; Y bien ! le dijo Curcumetto , ¿ has Carlini llegó casi al propio tiempo que él. - ¡ El sorteo ! ; el sorteo ! gritaron to hecho la comision que te habia encar - dos los bandidos al divisar á su gefe . gado ? Y los ojos de aquellos hombres brilla - Sí, capitan, respondió Carlini, y.ma ron de alegría , mientras que la llama de ñana antes de las nueve el padre de Rita la hoguera esparcia sobre todos ellos un estará aquí con el dinero . ' resplandor rojizc que los hacia asemejarse . - Perfectainente .Mientras tanto vamos lá los demonios. á pasar una noche deliciosa . Esta jóven es Loque pedian era justo ; así pues el ge encantadora , y en verdad que tienes buenfe hizo una señal con la cabeza indicando gusto , Carlini; así pues coino no soy egois-Ique accedia á su demanda. Pusiéronse to ta , vamos á volver al lado de los camara dos los nombres en un sombrero,así el de das y sortear á quien pertenecerá ahora. Carlini como el de los demas y el mas jó - ¿Luego estais decidido á abandonarla ven de la compañía sacó una papeleta de la urna improvisada. Aquella contenia el á la ley comun ? preguntó Carlini. 232 ALBUM nombre de Diavolaccio . Era el mismo que cion tenia un aspecto tan estraño y tan so habia propuesto á Carlini un brindis á la lempe, que todos se levantaron escepto salud del gefe , y á quien Carlini contestó Carlini, que se quedó sentado y continuó haciendo pedazos el vaso contra su rostro . comiendo y bebiendo como si nada pasase Una estensa herida que cogía de la sien á su alrededor. Diavolaccio continuó ávan hasta la boca , daba sangre en abundancia : zando en medio del mas profundo silencio Diavolaccio , al verse asi favorecido por la y depositó Rita á los pies del capitan . Entonces todos pudieron conocer la cau fortuna arrojó una carcajada. - Capitan , dijo , hace poco que Carlini sa de la suma palidez de la joven y del no quiso beber á vuestra salud, proponed- bandido . Rita tenia un cuchillo clavado le que beba á Ja mia : tal vez tenga para hasta el putio en el corazon . Todas las miradas se fijaron en Carlini : con vos mas condescendencia que para con la vaina estaba vacia en su cinturon . migo . Todos esperaban una esplosion de parte -¡Ah ! ; ah ! dijo el gefe , ahora com de Carlini , pero , con gran asombru de to prendo porque se quedó atras Carlioi . dos , tomó un vaso con una mano , con la Toda naturaleza salvaje aprecia una otra una botella y llenando el vaso dijo accion subliine. Aunque ninguno de los con voz perfectamente tranquila . bandidos hubiese hecho lo que Carlini , to -A tu salud , Diavolaccio , y bebió el dos apreciaron el valor de aquella accion . contenido del vaso sin que su mano tem Y ahora , dijo Carlioi levantándose á blase y sentándose en seguida junto a la su vez con la mano apoyada en el gatillo hoguera continuó : mi parte de la cena : de una de sus pistolas , ¿ hay alguno que la caminata que acabo de hacer me ha me dispute esta muger ? abierto el apetito . - No , dijo el gefe , te pertenece . - ; Viva Carlini ! esclamaron los ban Entonces Carlini la tomó en sus brazos didos . y la condujo fuera del circulo de la luz 1 -Enhorabuena ; eso se llama tomar las que proyectaba la llama de la hoguera. · cosas como buenos compañeros . Cucumetto distribuyó los centinelas co Y todos formaron un círculo al rededor mo de costumbre , y los bandidos se ten de la hoguera , mientras que Diavolaccio dieron , envueltos en sus capas, al rededor de la hoguera . se alejaba . A media noche el centinela dió la señal Carlini comia y bebia como si nada hu biese pasado. de alarma y en un instante estuvieron de Los bandidos le miraron con asombro pié el gefe y sus compañeros. Era el pa sin comprender aquella impasibilidad , dre de Rita que venia en persona á traer cuando oyeron resonar cerca de ellos unas el rescate de su hija . -Toma , dijo á Cucumetto, presentán pisadas lentas y pausadas . Se volvieron y divisaron á Diavolaccio que conducia á la dole un saco lleno de dinero , aqui tie jóven en sus brazos : tenia la cabeza inclinada hacia atrás de modo que sus largos cabellos tocaban en tierra . A medida que iban entrando en el círculo de la luz proyectado por la hoguera , notaban la palidez de la joven y del bandido . Esta apari- nes trescientos doblones, devuélveme a mi hija . El gefe sin pronunciar una sola palabra y sin tomar el dinero , le hizo señas de que le siguiese. El anciano obedeció : los dos se alejaron h ar al He er 7 bi a ALBUM . 233 y perdieron entre los árboles a través de ||no mientras con la otra apartaba su ca cuyas ramas penetraban los rayos de la misa y le presentaba su pecho desnudo . -Has hecho bien , le dijo el anciano luna . En fin , Cucumetto se detuvo , ten . dió la mano y mostrando al anciano dos con voz sorda . Abrázame , hijo mio . Carlini se arrojó llorando en los brazos personas agrupadas el pié de un árbol , le padre de su querida . Eran las prime del dijo : -Mira : pide tu hija á Carlini; él te da- ras lágrimas que derramaba aquel hom rá cuenta de ella . bre . Y se volvió á reunirse con sus compa -Ahora, dijo el anciano á Carlini, ayú . dame á enterrar á mi hija. ñeros. El anciano permaneció inmóvil y con Carlini fué á buscar dos azadones, y el los ojos fijos. Sentía que pesaba sobre su padre y el amante se pusieron á cavar al cabeza alguna desgracia desconocida , in- pié de una encina cuyas espesas ramas mensa . Al fin dió algunos pasos hacia el debian cubrir la tumba de la joven . Asi grupo . Al ruido que hizo para acercarse que estuvo preparada , el padre abrazó el á el Carlini levantó la cabeza , y las for- primero al cadáver , el amante despues , mas de dos personas comenzáron á apa- y en seguida levantándola uno por los pies recer mas distintas á los ojos del anciano . y el otro por debajo los sobacos , la colo Vió á una muger tendida en " tierra con caron en la hoya . Arrodilláronse luego á la cabeza apoyada sobre las rodillas de un los dos lados y rezaron las oraciones de hombre sentado é inclinado hacia ella . Al difuntos : cuando concluyeron cubrieron levantarse este hombre fue cuando pudo el cadáver con la tierra que habian saca descubrir el rostro de la muger que apre- do hasta que la hoya estuvo llena . Enton taba contra su corazon . El anciano reco- ces présentándole la mano noció a su hija , y Carlini reconoció alan -Gracias , hijo mio , dijo el anciano á ciano . Carlini; ahora déjame solo . -Pero ..... replicó éste . -Te esperaba ; dijo el' bandido al pa dre de Rita . -Déjame solo .... te lo mando . obedeció; fué á reunirse con sus Carlini - Miserable ! contestó éste , ¿ qué has compañeros , se envolvió en su capa , y hecho ? Y miraba con terror á Rita , pálida, in pronto pareció tan profundamente dormi móvil , ensangrentada, con un cuchillo hun - do como los demas . El dia anterior se ha dido en el pecho . Un rayo de luna la ilu - bia decidido que iban á mudar de campa mento . Una hora antes de amanecer, Cu minaba con su blanquecina luz . -Cucumetto habia violado á tu hija , cumetto dispertó á sus camaradas y se dió dijo el bandido; y como yo la amaba la la orden de partir , pero Carlini no quiso he matado , porque despues de él iba á abandonar el bosque sin saber lo que ha bia sido del padre de Rita . Dirijióse hácia servir de juguete a toda la compañía . El anciano no pronunció una palabra , el lugar donde le habia dejado........ en pero se quedó pálido como un cadáver . contró al anciano ahorcado de una de las --Ahora , prosiguió Carlini, si he hecho ramas de la encina que daba sombra á la tumba de su hija. Entonces hizo sobre el mal véngala . Y arrancó el cuchillo del seno de la jó- cadáver del uno y la tumba de la otra el ven que con una mano presentó al ancia -ljuramento de vengarlos ; mas este jura 59 231 ALBUM . mento no pudo cumplirse , porque dos dias Asi que estuvo á distancia de poder ser despues , en un encuentro con los carabi- oido, esclamó: neros romanos, Carlini fué muerto . Mas - Me persiguen ¿ podeis ocultarme? lo que a todos llenó de asombro fué que Los jóvenes echaron de ver desde luego haciendo frente al enemigo hubiese reci- que aquel fugitivo debia ser algun baudi bido la bala por la espalda. El asombroldo; pero hay entre el paisano y el bandi cesó cuando uno de los bandidos hizo no - do romano una simpatia desconocida que tar á suscompañeros queCucumetto esta - hace que el primero esté siempre pronto ba colocado diez pasos detras de Carlini á hacer un servicio al segundo. Vampa, cuando este cayó. sin pronunciar una palabra corrió a la pie La madrugada del dia en que partieron dra que tapa la entrada de la gruta , des del bosque de Frosinone habia seguido á cubrió dicha entrada apartándola ,hizo una Carlini en la oscuridad y escuchado el ju-||señal al fugitivo para que se refugiase en ramento que hiciéra , por lo que á fuer de aquel sitio desconocido de todos, volvió hombre cauto habia tratado de evitar el luego á colocar en su lugar la piedra que resultado . locultó la entrada y se sentó al lado de Te Aun se contaban sobre este terrible ge- resa . fe de bandidos otras muchas historias no A pocos momentos aparecieron en el menos curiosas que esta ; de manera que lindar del bosque cuatro carabineros á ca desde Fondi á Perousse todo el mundo ballo ; tres de ellos parecian buscar al fu temblaba al solo nombre de......... Cucu - gitivo, el cuarto conducia por el cuello á metto . un bandido prisionero. Los tres primeros - Estas historias habian sido con frecuen - esploraron el pais con una ojeada, aperci cia el objeto de las conversaciones de Luis bieron a los dos jóvenes , corrieron al ga y de Teresa . La jóven temblaba al oir ta - lope hacia ellos y les preguntaron ; nada les aventuras, pero Vampa la tranquili- habian visto . zaba con una sonrisa dirijiendo una mira - - Lo siento , dijo el cabo, porque el ban da á su soberbia escopeta que tan certerodido á quien buscamos es el gefe . tiro tenia , y si esto no bastaba á tranqui- - ; Cucumetto ! esclamaron á la vez lizarla, le mostraba á cien pasos al cuervo Luis y Teresa . sobre alguna rama, le apuntaba , salia el - Si, contestó el cabo ; y como su ca tiro y el animal herido caia al pie del ár- beza está pregonada en mil escudos roma bol; sin embargo el tiempo corria ; los dos nos, os darian quinientos á vosotros si jóveneshabian proyectado casarse cuando nos hubieseis ayudado á descubrirle. Vampa tuviese veinte años y Teresa diez y Los dos jóvenes se miraron recíproca nueve . Ambos eran huérfanos y no tenian mente y el- cabo tuvo alguna esperanza . que pedir permiso á nadie mas que á sus Quinientos escudos romanos son tres mil amos; lá estos lo lidhabian ya pedido y les francos , y tres mil francos son una fortu o pa para dos pobres huérfanos que van á Un dia que hablaban de susfuturos pro- casarse . yectos, oyeron dos o tres tiros y derepen : -- Si, yo tambien lo siento , pero no le : te un hombre salió del bosque , cerca del hemos visto ; dijo Vampa. cual acostumbraban los dos jóvenes llevar Entonces los carabineros recorrieron el habia sido concedido. á pastar sus ganados, y corrió hacia ellos. terreno en diferentes direcciones pero úni · · ALBUM 2 :5 tilmente; alfin fueron desapareciendo.En- Imitido, entre los sirvientes y los paisanos. tonces Vampa retiró la piedra y Cucumetto La fiesta era magnífica . No solamente la quinta estaba profusamente iluminada salió . Habia visto, al través de las rendijas de sino que millares de linternas de varios co la puerta de granito , á losdos jóvenesha- lores estaban suspendidas de los árboles blar con los carabineros ; dudó al pronto del jardin . En cada salon habia una or del resultado de la conversacion pero leyó questa y refrescos, las máscaras se dete en el rostro de Lnis y de Teresa la firme pian, formábanse cuadrillas, y se bailaba resolucion de no entregarle : sacó pues de donde mejor parecia . Carmela iba vestida su bolsillo una bolsa llena de oro y se la de muger de Sonnino ; llevaba su gorro ofreció ;mas Vampa levantó la cabeza con bordado de perlas, las agujas de sus cabra orgullo ; en cuanto á Teresa , sus ojos bri- los eran de oro y de diamantes, su ciotu Haron al pensar en las ricas joyas y her - ron era de seda turca con grandes flores , mosos vestidos que podria comprar con su sobretodo y su jubon de cachemir , su aquella gran cantidad de oro. delantal de muselina de las Indias, los bo Cucumetto era un demonio muy hábil ; tones de su jubon eran otras tantas piedras pero habia tomado la forma de un bandi- preciosas. Otras dos de sus compañeras do en vez de tomar la de una serpiente .liban vestidas, la una demuger de Neptu Sorprendió aquella mirada , reconoció en no, la otra de muger de la Riccia . Teresa una digna hija de Eva, y entró en Cuatro jóvenes de las familias masricas el bosque volviendo muchas veces la ca- y unas nobles de Roma las acompañaban beza bajo el pretesto de saludar á sus li con esa libertad italiana que no tiene igual bertadores. Muchos dias pasaron sin que en ningun otro pais del mundo: iban ves se volviese á ver à Cucumetto , sin que se tidos de aldeanos de Albano , de Velletri, oyese hablar de él. La época del carnaval de Civita -Castelane y de Sora . Ademas , se acercaba y el conde deSan Felice anun - tanto en los trages de los aldeanos como ció que iba a dar un baile de máscaras, allen los de las aldeanas, el oro y las piedras cual seria convidada toda la elegancia de preciosas deslumbraban la vista . Roma. Teresa tenia muchas ganas de ver Carmela deseó formar una cuadrilla uni este baile , Luis pidio á su protector elma- forme; pero faltaba una muger. Carmela yordomo, permiso para asistirfél y Teresa miraba á su alrededor,ninguna de las con á la funcion mezclados entre lossirvientes vidadas llevaba un trage análogo al suyo de la casa , el que se lo concedió . lly á los de sus compañeros. El conde de El conde daba este baile solo para dar an Felice le señaló , en medio de las al gusto a su hija Carmela á quien adoraba. deapas á Teresa , apoyada en el brazo de Carmela tenia la misma edad y la misma Luis . estatura de Teresa, y Teresa era á lo me- - ¿ Permitís acaso, padre mio ? nos tan hermosa como Carmela . La noche - Sin duda , respondió el conde , ¿ no del baile , Teresa se vistió de su trage mas estamos en carnaval ? bello , se adornó con sus mas brillantes al- | Carmela se inclinó hacia un joven que hajas. Llevaba el traje de las mujeres de la acompañaba , y le dijo algunas pala Frascati. Luis vestia el pintoresco traje de bras en voz baja mostrándole con el dedo paisano romano en los dias de fiesta .Am -Já la jóven . El joven siguió con los ojos la bos se mezclaron , como se les habia per - direccion de la linda mano que le servia 236 ALBUM de conductor ; hizo un ademan de obeLuis estaba celoso , sentia que llevada diencia , y fué á invitar á Teresa para figu- de su naturaleza coqueta y orgullosa, Te rar en la cuadrilla dirigida por la hija del resa podia olvidarle . Y sin embargo la be conde . la aldeana , tímida y casi espantada al Teresa sintió arder su frente, interrogó principio , pronto se habia repuesto . Ya con la mirada á Luis : no podia rehusar: heinos dicho que Terésa era hermosa . Luis dejó deslizar lentamente el brazo de Puesaun no es esto todo : Teresa era gra Teresa que se apoyaba en el suyo , y Te - ciosa , de esa gracia salvage mucho mas resa alejándose conducida por su elegante poderosa que nuestra gracia afectada. Ca caballero , fué á ocupar temblando su paes- si recibió todos los honores de la cuadri to en la cuadrilla aristocrática. Segura - Ha , y si tenia envidia de la hija del conde mente , á los ojos de un artista , el exacto de San Felice , no osariamos decir que Car y severo traje de Teresa hubiese tenido un mela estaba celosa de ella . Así pues , con carácter muy distinto del de Carmela y muchos cumplimientos fué como su ele sus compañeras ; pero Teresa era una jó . gante pareja la volvió a conducir al punto ven frívola y coqueta , y los bordados de del que la habia sacado á bailar y donde . la muselina , las perlas de los gorros ‫ܕ‬, el la esperaba Luis . brillo de la cachemira , el reflejo de los Dos ó tres veces durante la contradanza zafiros y de los diamantes la volvian loca. la joven le habia arrojado una mirada , y Por su parte Luis sentia nacer en él un cada vez le habia visto pálido y con las sentimiento desconocido ; una especie de facciones crispadas. Una vez la hoja de su dolor sordo que le desgarraba primero el puñal , medio sacada de su vaina , habia corazon , y despues circulaba por sus ve- brillado á sus ojos con un resplandor si nas y se apoderaba de todo su cuerpo . Se- niestro . Así, pues , temblaba cuando vol guia con los ojos los menores movimien - vió a apoyarse sobre el brazo de su aman tos de Teresa y de su pareja : cuando sus te. La cuadrilla habia tenido un éxito tan manos se tocaban 'sus artérias latian con brillante , que probablemente se trataria violencia , y hubiérase dicho que el soni- de repetirla . Carmela se oponia , pero el do de una campana vibraba en sus oidos. conde de San Felice rogó con tanta ternu Cuando se hablaban , aunque Teresa escu - ra á su hija , que al fin consintió. chase tímida y con los ojos bajos los dis Al punto uno de los caballeros se diri cursos de su pareja, como Luis leía en los gió á invitar á Teresa , sin la cual era im ojos ardientes del bello jóven que aquellos posible que la contradanza se verificase ; discursos eran lisonjas, le parecia que la pero la joven habia desaparecido . En efec tierra se abria bajo sus pies y que todas las to , Luis no se sintió con fuerzas para su voces del infierno le hablaban pronunciando frir una segunda prueba ; y casi por per palabras de muerte y de asesinato . Enton - suasion ó por fuerza' , arrastró á Teresa ces , temiendo dejarse arrastrar por su lo- hacia otro punto del jardin. Teresa cedió cura , se agarraba con una mano al sillon bien á pesar suyo ; pero habia visto la al en el cual se apoyaba , y con la otra opri- terada fisonomía del jóven , y comprendia mia con un movimiento convulsivo el pu-||por su silencio entrecortado , por sus es ñal de mango cincelado que pendia de su cinturon, y el cual , sin apercibirse deello, tremecimientos nerviosos qne pasaba en el sacaba algunas veces casi enteramente dealgo de estraordinario. Tampoco ella de la vaina . lljaba de sentir una ajitacion interior ; y sin · ALBUM . 237 haber hecho sin embargo nadamalo com - noche por el resplandor de las llamas,ha prendia que Luis tenia derecho para que. bia saltado de su cama, se habia envuelto jarse ; de qué ?...lo ignoraba; pero no por"en su bata , y habia intentado huir por la eso dejaba de conocer que sus quejas se- 'puerta : pero el corredor por el cual debia rian merecidas. No obstante , con gran pasar estaba ya invadido por las llamas . asombro de Teresa , Luis permaneció mưi - Entonces entró en su cuarto pidiendo so do y ni siquiera entreabrió sus labios para corro , cuando de repente el balcon, situado decir una palabra durante el resto de la á veiote pies de altura se abrió ; un joven noche. Mas cuando el frio hizo salir de aldeano se lanzó en la habitacion , cogió la los jardines á los convidados, y cuando las jóven en sus brazos, y con una fuerza y puertasse hubieron cerrado para ellospues una agilidad sobrehumanas , la trasporto iba á comenzar una fiesta interior, se lle dejándolas sobre el musgo del prado,don vó á Teresa ; y así que iba a entrar en su 'de quedó desmayada. Al recobrar' el sen casa la dijo : tido, su padre se hallaba delante de ella , - Teresa , ¿ en qué pensabas cuando todos los criados la rodeaban prodigándola bailabas en frente de la joven condesa de socorros . Un ala entera del palacio habia ardido ; pero ¿ qué importaba ? ;Carmela San Felice - l'ensaba , respondió la joven con to - se habia salvado ! Buscaron por todas par da la franqueza 'de su alma, que daria la tas á su líbertador , pero éste no pareció ; mitad de mi vida por tener un traje como preguntaron á todos en todas partes, pero el que ella llevaba. - ¿ Y qué te decia tu pareja ? nadie le habia visto . Carmela estaba tan turbada que no le habia reconocido. Por Ve decia que solo de midependia el otra parte , como el conde era inmensa tenerle con solo pronunciar una palabra. mente rico, escepto el peligro que habia – Tenia razon , respondió Luis. ¿ Lede- corrido su hija , y que le pareció por la seas tan ardientemente como dices? milagrosa manera con que se habia salva - Si. do mas bien un nuevo favor de la Provi - ; Pues bien ! lo tendrás. |dencia que una desgracia real , la pérdida La jóven asombrada levantó la cabeza ocasionada por las llamas fué insignifi para preguntarle ; pero su rostro estaba cante para él. tan sombrío y tan terrible que la voz se Al dia siguiente, a la hora de costum heló en sus lábios. Por otra parte, al pro - bre , los dos jóvenes se encontraron en la nunciar estas palabras Luis se habia ale - entrada del bosque ; Luis habia llegado el jado : Teresa le siguió con los ojos en la primero. Salió al encuentro de la joven obscuridad mientras pudo y así que hu - con gran alegría ; parecia haber olvidado bo desaparecido entró en su cuarto suspi. completamente la escena de la víspera. Te. pirando. resa estaba visiblemente pensativa,pero al Aquella misma noche sucedió un gran ver á Luiş tan alegre, afectó por su parte acontecimiento , sin duda por la impru - forzada la alegría que era el fondo de su dencia de algun criado que se descuidó al carácter cuando alguna otra pasion no ve pagar las luces; el fuego habia incendiado nia á turbarla . Luis tomó elbrazo de Te el palacio de San Felice , justamente en los resa y la condujo hasta la entrada de la alrededores de la habitacion de la hermo-igruta. Allí se detuvo. La joven compren sa Carmela. Despertada en medio de laldiendo que algo habia de estraordinario 60 : 238 ALBUM . en la conducta del jóven lemiró fijamente . de nuevo, 'rogó ả Luis que le sirviera de - Teresa , dijo Luis , ayer por la noche guia . Luis se quitó la capa y la colocó en me dijiste que darias la mitad de tu vida tierra , se echó la escopeta al hombro y por tener un trage semejante al de la hija marchó delante del viajero con ese paso ||rápido del montañés , que apenas puede -- Seguramente, dijo Teresa, pero esta seguir el trote de un caballo . En diez minutos Luis y el viajero estu ba loca al desear tal cosa. del conde. -- Y yo te respondí : « Está bien ,lo ten- vieron en la especie de encrucijada indi cada por el jóveo pastor . Llegado allí, con drás.» - Sí, respondió la jóven , cuyo asombrojun ademan magestuoso como elde un em crecia á cada palabra de Luis; pero res - perador , estendió la mano hacia el sende pondiste aquello sin duda por no disgus- \ro que debia seguir el viajero. - Este es vuestro camino , dijo , ya no tarme. - Nunca te he prometido nada que no puede enganarse su escelencia . lo haya dado. Teresa , dijo Luis con orgu- - Aquí tienes tu recompensa , dijo el viajero ofreciendo al jóven pastor algunas llo . entra en la gruta y vistete . Al pronunciar estas palabras , retiró la monedas. piedra y mostró á Teresa la gruta ilumi- | . Gracias, dijo Luis retirando su mano , nada por dos bugias que ardian á cada la - hago un servicio, pero no le vendo. do de un soberbio espejo ; sobre la mesa - Sin embargo , dijo el viajero que pa rústica , hecha por Luis , estaban coloca (recia acostumbrado á aquella diferencia dos el collar de perlas y las agujas de dia entre la servidumbre del hombre de las mantes; sobre una silla estaba depositado ciudades y el orgullo del campesino , si el resto del adorno . Teresa arrojó un grito rehusas un salario no desdeñarás un re de alegria , y sin informarse de donde ve igalo . nia aquel trage, sin dar las gracias á Luis, - ¡Ah ! si , eso ya es otra cosa. se lanzó á la gruta transformada en un ga ~ ; Pues bien ! toma estos dos cequies binete de tocador. Detrás de ella Luis co- venecianos y dalos á tu novia para unos Jocó la piedra , porque acababa de aperci zarcillos . bir sobre la cumbre de una pequeña coli- - Y vos tomad este puñal , dijo el jó na que impedia ver á Palestrina , un via - ven pastor , no encontrareis otro cuyo jero á caballo , que se detuvo un momento mango estémejor cincelado desde Albano como incierto de su camino , dibujándose| á Civita de Castelane. sobre el azul del cielo con esa limpieza del - Acepto , dijo el viagero , pero enton contorno particular á las lontananzas de ces yo soy el que te quedo agradecido , porque este puñal vale mucho mas de dos los paisesmeridionales. Al ver á Luis , el viajero + spoleó su ca - cequies. ballo , y se acercó á él. Luis no se habia - En la ciudad tal vez , pero como lo engañado ,el viajero que se dirigia de Pa- he cincelado yo mismo, apenas vale una lestrina á Tívoli estaba incierto del camino piastra . que debia tomar. El joven se lo indicó : - ¿ Como te llamas ? preguntó el via pero como á un cuarto de milla de allí, ellgero. camino se dividia en tres senderos , y lle - | -- Luis Vampa , respondió el pastor con gado á ellos el viajero , podia estraviarse elmismo topo que si hubiera respondido : ALIUM . 239 Alejandro , rey de Macedonia . - ¿ Y vos? hombre le llevaba mas de doscientos pa - Yo..... . dijo el viagero , me llamosos de delantera : era pues imposible al-lle Simbad el marino. |canzarle antes de que hubiese llegado al Franz de Epinay arrojó un grito de bosque. El jóven pastor se detuvo como sorpresa . si le hubiesen clavado en aquel lugar . Apo - Simbad elmarino ! esclamó. . yó en su hombro derecho la culata de su - Si, respondió el narrador, ese es el escopeta , apuntó lentamente el cañon en nombre que el viagero dijo á Varpa. la direccion del raptor , le siguió un se - ¡ Y bien ! & qué teneis vos que ver gundo en su carrera y al fin hizo fuego. con ese nombre ? interrumpió Alberto ; es El raptor se detuvo : sus rodillas fla - . . un nombre muy bello , y las aventuras quearon , y cayó , arrastrando á Teresa del patron de este caballero , debo confe en su caida. Pero esta se levantó alpunto ; sarlo , me han divertido mucho en mi ju en cuanto al fugitivo permaneció tendido, ventud . luchando con las convulsiones de la 'ago Franz no insistió mas. Aquel nombre vía . Vampa se lanzó hácia Teresa , por de Simbad el marino , como se compren - que á diez pasos del moribundo habia cai derá , dispertó en él una multitud de re- do tambien de rodillas , y el joven temia E cuerdos , como le habia sucedido el dia que la bala que acababa de matar á su anterior con el del conde de Monte- enemigo hubiese herido á Teresa . Feliz Christo . mente no sucedió nada de esto ; era el terror solamente el que habia paralizado - Continuad , dijo al posadero. Vampa guardó desdeñosamente los dos las ſuerzas de Teresa . Cuando Luis se hu cequies en su bolsillo y emprendió de nue- bo asegurado de que estaba sana y salva , vo el camino que trajera al venir . Asi que se volvió hacia el herido ; acababa de es hubo llegado á unos dos cientos pasos de pirar con los puños crispados, la boca con la gruta creyó oir un grito. se detuvo traida por el dolor, y los cabellos erizados procurando descrubrir el lado de donde por el sudor de la agonia ; sus ojos se ha viniera aquel , y al cabo de un segundo bian quedado abiertos y amenazadores. oyó su nombrepronunciado distintamente, Vampa se acercó al cadáver, y recono viniendo el sonido de la voz del lado don-||ció á Cucumetto . Desde el dia en que el bandido habia de estaba la gruta . Saltó como un gamo, montando el ga - sido salvado por los dos jóvenes, se habia tillo de su escopeta a medida que corria ,ſenamorado de Teresa , y babia jurado que y en menos de un minuto estuvo en lo al- Ha jóven le pertenecería . Desde este dia to de la colina opuesta á aquella en que la habia espiado, y , aprovechándose del apercibió el viagero . Alli los gritos de so - momento en que su amante la habia deja corro llevaron mas distintos á sus oidos. do sola para indicar el camino al viagero , Arrojó una mirada por el espacio que do- la habia robado, y ya la creia suya, cuan minaba : un hombre robaba á Teresa codo la bala de Vampa., guiada por la in mo el centauro Nessus'á Dejanira. Este |falible puntería del jóven pastor , le habia hombre , que se dirijia hacia el bosque , atravesado el corazon . Vampa le miró un habia ya andado las tres cuartas partes instante sin que la menor emocion se pin del camino que mediaba entre aquel y la táse en su 'semblante, mientras que Tere gruta . Vampa midió la distancia ; aquelsa , temblorosa aun , no osaba acercarse 240 ALBUM . al bandido muerto sino con lentos pasos, |Se habia vestido el traje completo de Cu arrojando una ojeada sobre el cadáver cumetto . El jóven apercibió el efecto que por encima del hombro de su amante . Al producia en su querida, y una sonrisa de cabo de un instante Vampa se volvió hácia orgullo asomó á sus lábios. - Ahora , dijo á Teresa , dime, ¿ estás su querida. - ¡ Ah ! jah ! dijo , bien , ya te hasves- pronta a compartir mi suerte , cualquiera tido ; ahora me toca á ini adornarme. En que sea ? efecto , Teresa estaba vestida desde la ca - --;Oh ! si , esclamó la joven con entu beza hasta los pies con el traje de la bija siasmo. del conde de San Felice . Vampa cogió el - A seguirmedonde yo vaya ? cuerpo de Cucumetto entre sus brazos , yll - ¡Al cabo delmundo ! lo llevó a la gruta , mientras que a su vez - Entonces, agárrate demibrazo y par tamos, porque no tenemos tiempo que per Si un segundo viajero hubiese pasado||der . Teresa permanecia fuera . entonces, hubiera visto una cosa estrada ; La jóven pasó su brazo por debajo del una pastora guardando sus ovejas, con ba- de su amante, sin preguntarle siquieradon ta de cachemir , pendientes , un collar de de la conducia ; porque en aquel momento perlas, alfileres de diamantes, y botones de le parecia hermoso, fiero y poderoso como záfiro , de esmeraldas y rubíes. Sin duda se un Dios . Y ambos avanzaron hacia el bos hubiese creido trasladado al tiempo de Flo - que, atravesando la llanura en menos de rian , y hubiese asegurado á su vuelta á un minuto. Parìs, que habla encontrado la pastora del preciso es decir que todos los senderos Jos Alpes sentada al pié de los montes Sa- de la montaža eran conocidos de Vampa ; avanzó pues en el bosque, sio vacilar aun binos. . Al cabo de un cuarto de hora , volvió á que no hubiese ningun camino , recono salir Vampa de la gruta . Su trage no era ciendo solamente el que debia seguir por menos elegante en su género que el de Te- la posicion de los árboles y por la maleza ; resa . ' un torrente seco conducia á una profunda · Vestia una almilla de terciopelo color garganta . Vampa siguió este estrano ca de granate , con botones de oro cincelados, |mino, que, en errado por decirlo asi y 'os un chaleco de seda cuajado de bordados, curecido por la espesa sombra de los ele una banda romana atada alcuello, un por- vados pinos, se asemejaba á aquel sendero tapliegos bordado de oro y de seda encarna- del Averno de que habla Virgilio . Teresa , da y verde, calzones de terciopelo azul ce- temerosa al aspecto de aquel lugar salvaje leste atados por encima de sus rodillas con y desierto , se estrechaba contra su guia sin dos hebillas de diamantes, unos botinesde pronunciar una palabra ;pero como le veia piel de gamo bordados de mil arabescos, caminar siempre con un paso igual y como y un sombrero en que flotaban cintas de la mas profunda tranquilidad brillaba en todos colores ; dos relojes pendian de susu semblante, tuvo ella misma fuerzaspa cinturon , que sujetaba un magnífico pu - ra disimular su emocion . nal. . De repente á diez pasos de donde ellos Teresa arrojó un grito de admiracion ,l'estaban , un hombre pareció destacarse de Vampa con este traje se asemejaba á una un árbol detrás del cual estaba oculto , y pintura de Leopoldo Robert ó de Schenetz. 'apuntando con un trabuco á Vampa : ALBUM . - Si das un paso mas , esclamó, eres muerto ! 241 Quiero decir que estoy fastidiado de ser pastor , replicó Vampa. Vamos ! dijo Vampa tevantando la 1 Ah ! comprendo, dijo el teniente ; mano con despreciativo ademan facaso se y vienes á pedirnos que te alistemos en Jayestra partida ? devoran los lobos á si mismos? - ¿ Quien eres ? preguntó el ceptinela . - Bien venido sea , gritaron muchos Soy Luis Vampa, elpastor de la quin - bandidos de Ferrusino, de Pampinara y ta de San Felice . de Anagni que habian reconocido á Luis TiQue quieres ? yampa. - Quiero hablar á tus compañeros que - Si, pero vengo á pediros otra cosa están en la floresta de Rocca- Bianca . mas que ser vuestro compañero . --- Entonces sígueme, dijo el centinela, oj i Y qué vienes á pedirnos? dijeron los mas bien , puesto quesabes el camino,mar- bandidos con asombro . - Vengo á pediros.... ser vuestro capi cha delante . Vampa șe soßrió con aire de desprecio tap , dijo el joven con aire resuelto. de aquella precaucion del bandido , pasó Los bandidos arrojaron una carcajada, delante con Țeresa , y continuó su cami - Y que has hecho para aspirar á tal no con el mismo paso tranquilo y firmehonor? preguntó el teniente. Hematado á vuestro gefe Cucumet que le habia conducido hasta alli. Al cabo de cinco minutos , el bandido to , cuyos despojos teneis á vuestra vista , les hizo señas para que se detuviesen . Los dijo Luiş , y prendido fuego a la quinta dos jóvenes obedecieron. El bandido imi-Ide San Felice para dar un trage de boda tó por tres veces el graznido del cuervo : á minovia. un murmullo de voces respondió a esta Una hora despues Luis Vampa era ele . . gido capitan en reemplazo de Cucumetto . tripleHamada , --Bien , dijo el bandido. Ahora puedes - 1 Y bien ! mi querido Alberto , dijo continuar tu camino . Pero a medida que Franz , volviendose hacia su amigo; ¿ qué avanzaban , Teresa temblando se arrima- pensais ahora del ciudadano Luis Vampa ? ba mas a su amante ; en efecto, al traves Digo que eso es mitológico y que ja de los árboles veian aparecer hombres yllmas ha existido. relucir cañones de escopetas . La floresta - Qué significa mitológicos? preguntó de Roco- Bianca estaba en la cima de una maese Pastrini. pequeña montaña queantes sin duda ha- - Sería largo de esplicároslo, querido bia sido uu volcan , volcap apagado antes huésped , respondió Franz. ¿ Y decis que, queRemusy Rómuluşhubiesen abandona - ese Vampa ejerce en este momento su do á Alba para irse á fundar á Roma. Te- profesion en los alrededores de Roma? resa y Luis llegaron a la cima, y se enY .cop una habilidad tal que jamas contraron cara á cara con unos veinte ha demostrado otro bandido antes que él. bandidos . Aqui teneis un joven que os busca T - ¿ Y la policía no ha intentado apode rarse de su persona ? se de su persona está de acu - Qué quereis ? está de acuerdo á un desea hablaros , dijo el centinela . ¿ Y qué quiere decirnos ?'preguntó el tiempo con los pastores de la llanura , los que hacia las veces de capitan en ausen - pescadores del Tiber y los contrabandistas cia de este · Jde la costa. Le buscar por la montaña, y 61 242 ALBUM . está en el rio ; le persiguen por elrio y lelgraduadas quitasen al coliseo un solo ápice teneis en alta mar ; de repente cuando se de su sjigantescas proporciones. lo Era seguir ria gu derecho na .Mel aángulo t via Sistina Coma y, Sacortar le cree refugiado en la isla de El Gi-alio , ladeVia de El-Guanocetti o de Monte -Christo , se delante de Santa - Maria -Mayor , y llegar le ve aparecer en Albano , en Tivoli ó en por la Urbana y San -Pietro- in - Vincoli has ta la via Colonco . la Riccia . - Y cual es su modo de proceder con og Este itinerario ofrecia por otra parte otra ventaja ; la de no distraer en nada á respecto a los viageros ? ¡ Ah ! Dios mio, bien sencillo . SeguoFranz de la impresion producida en él por la distancia en que esté de la ciudad , dalla historia que habia contado maese Pas de término ocho horas, doce, ó un dia trini, y en la cual se hallaba mezclado para pagar su rescate ; pasado este tiem - su misterioso anfitrion de Monte -Christo . po , concede aun una hora , trascurrida Así, pues, habia vuelto a aquellos mil in esta sino tiene el dinero, hace saltar de terrogatorios sin fiu que se habia hecho á un pistoletazo la tapa de los sesos del pri- sí mismo, y de los cuales ni uno siquiera sionero ó le hunde su puñal en el corazon le habia dado una respuesta satisfactoria . . y punto concluido. Una cosa , por otra parte , le habia aun - Y bien ! Alberto , preguntó Franz á recordado á su amigo Simbad el marino : su compañero , ¿ estais aun dispuesto á ireran aquellas misteriosas relaciones entre al Coliseo por los bulevares esteriores ? los bandidos y los marineros. Lo que ha -. - Sin duda , dijo Alberto , i si es el ca . bia dicho maese Pastrini del refugio que mino mas pintoresco ! encontraba Vampa en las barcas de los En este momento dieron las nueve, la pescadores ydelos contrabandistas, recor puerta se abrió y el cochero apareció en daba á Franz aquellos dos bandidos corsos que habia encontrado cenando con la tri - Escelencia , dijo , el coche os espera.Ipulacion del pequeño yacht quehabia vira ella . - Bien , dijo Franz , en ese caso al co- do de rumbo y habia abordado en l'or to -vecchio , con el único fin de desembar liseo. — ¿Por la puerta de Pópolo , ó por las carlos. El nombre con que se hacia llamar calles , escelencia ? su huésped deMonte-Christo, pronuncia - Por las calles , qué diantre ! por las do por su huésped de la fondade España, calles, esclamó Franz. le probaba que representabael mismo pa - ¡Ah ! querido mio , dijo Alberto le- pel filantrópico en las costas de luzabino, vantándose a su vez y encendiendo el ter- de Civitavechia , de Ostic y de Gaete, que cer cigarro; en verdad que os creia mas en las de Córcega , Toscana , España , y aun en las de Tunez y Palermo; lo cual valiente .... . Aldecir esto , los dos jóvenes bajaron era una prueba de que abrazaba un círcu la escalera y entraron en el carruaje . lo bastante estenso de relaciones. IV . | Pero por fijas que estuviesen en la ima APARICIONES . Ilginacion del jóven todas aquellas reflexio Franz habia encontrado un términome- nes , al instante se desvanecieron cuando dio para que Alberto llegase al coliseo sin vió elevarse ante él el sombrío y jigantesco pasar delante de ninguna ruina antigua, y espectro del coliseo al través de cuyas por consiguiente sin que las preparacionesilaberturas la luna proyectaba aquellos pá ALBUM , 243 lidos y prolongados rayos que arrojan los das mas y mas por la 'misteriosa claridad ojos de las fantasmas. El carruaje se detu - de la luna meridional cuyos rayos parecen vo á algunos pasos de la Meta Sudam . Elfun erquicuslo de Occidente. cochero fué á abrir la portezuela · los dos Asi, pues, apenas Franz el pensativo jóvenes saltaron del carruaje y se encon - hubo andado cien pasos bajo los pórticos traron en frente de un cicerone que pare- interiores, que abandonando á Alberto y á cia haber salido de la tierra. Como tam - sus guias, que no querian renunciar alim . . bien las habia seguido el de la fonda, re- prescriptible derecho de hacerle ver deta -ladamente la Fosa de losLeones la mansion sultó que tenian dos. Imposible es por otra parte evitar en Rode los Gladiadores, el Podium de los Cé ma este lujo de guias; ademas del cicero - sares, se dirijió hacia una escalera medio ne general que se apodera de vos en el arruinada , y haciéndoles continuar en si momento en que poneis el pié en el diote métrico camino , fué á sentarse á la som de la puerta dela fonda, y queno os abando-|bra de una columna, enfrente de una aber namasque el dia en que poneis el pié fueratura que le permitia abrazar al jigante de de la ciudad, hay aun un cicerone especial |granito en toda su majestuosa estension . en cada monumento , y casi diré en cada|| Franz estaba alli hacia un cuarto deho- . fraccion del monumento ; júzguese sino sera , perdido como se ha dicho en la som debe ir acompañado de un cicerone en el |bra de una columna , ocupado en mirar á coliseo, esdecir , en elmonumento por esce- Alberto que, acompañado de susdoshom lencia quehacia decir á Marcial. « CeseMen - bres con sus antorchas , acababa de salir fis de ponderarnos los bárbaros milagros de un vomitorium colocado alestremo del de sus pirámides, que no se canten mascoliseo, y los cuales, semejantes á dos som lasmaravillas de Babilonia , todo debe ce bras que siguen un fuego vago, descendian der ante el inmenso trabajo del anfiteatro de grada en grada hasta los sitios reserva de los Césares, y todas las voces de la famados a las vestales, cuando le pareció oir ro deben reunirse para ponderar este monu - dar en las profundidades del monuinento mento . Franz y Alberto no intentaron sus- una piedra destacada de la escalera situa traerse á la tiranía cicerónica. Por otra par- da enfrente de la que él acababa de subir te, esto seria tanto mas difícil cuanto que para colocarse en el lugar en que estaba solo los guias tienen derecho de recorrer sentado . Nada de estraño tenia una piedra el monumento con antorchas. No hicie que se destaca bajo el pié deltiempo, y vá ron , pues , ninguna resistencia, y se entre - là rodar al abismo; pero esta vez le parecia garon á sus conductores . que la piedra habia cedido bajo el pié de Franz conocia este paseo por haberle un hombre, y que un ruido de pasos lle dado diez veces; pero como su compañe gaba hasta el, aunque el que le ocasiona ro , mas novicio , ponia el pie por primera ba hiciese cuanto pudiera para apagarlo . vez en elmonumento de Flavio Vespasiano, En efecto , al cabo de un instante , un debo confesarlo en alabanza suya , a pesar hombre apareció , saliendo gradualmente de la ignorante charlatanería de sus guias de la sombra. a medida que descendia se estaba fuertemente impresionado. En efec- confundia en la oscuridad. to , no se puede formar una idea , cuando Podia ser un viajero como él que prefi no se ha visto,de la magestad de semejanteriese una meditacion solitaria á la insigni ruina , cuyas proporciones están aumenta ficante charla de sus guias, y por consi-. 244 ALBUM . guiente su aparicion no tenia nada que pu -prior. Al punto una sombra intercepto ja diese surprenderle; pero en la indecision luz: un hombre apareció en la abertura , con que subia los últimos escalones, en la arrojó una ojeada penetrante por las tinie manera con que llegado que hubo á la pla - blas, y al fin apercibió alhombre de la ca -, taforma, se detuvo y pareció escuchar ; pa; al punto agarró un puñado deaquellas era probable que habia venido con un fin enredaderas y de aquellas yedras flotantes , particular y que esperaba á alguno, Por un se dejó deslizar , y cuando llegó á tres é movimiento instintivo Franz se ocultó todo cuatro pies delpavimento, saltó lijeramen lo mas que pudo detrás de la columna. A te abajo . Este llevaba el traje de un trans diez pasos del pavimento donde se halla - teyere, ban los dos, la bóveda estaba algun tanto Dispensadme, escelencia , dijo en dia derribada, y una abertura redonda seme- lecto romano, si os he hecho esperar ; sin jante á la de un pozo , permitia apercibir embargo no me he tardado mas que algu el cielo todo sembrado de estrellas. Alre - nosminutos , las diez acaban de dar en San dedor de ręsta abertura que caba tal vez Juan de Letran . despues de cien años, paso á los rayos del Mas bien yo me he adelantado , fes Ja lupa , habian nacido una infinidad de pondió el estrangero en el mas puro tose yerbas silvestres , cuyas ramas se destaca - capo; asi , pues, nada de ceremonias ; y ban erguidos sobre el azul mate del fir- ademas, aunque hubieseis tardado mas, ya mamento , mientras que las enredaderas me habria figurado que seria por una cau y la yedra pendian de aquel terrado supe- sa independiente de vuestra voluntad. rior y se balanceaban bajo la bónda,seme-- - Y hubierais tenido razon , escelencia ; jantes á cuerdas flotantes. di vengo del castillo de San Angelo , ymehạ El personaje cuya misteriosa llegada costado un trabajo infinito el hablar á habia Hamado la atencion de Franz, esta - Peppo, ba colocado en una media tinta que no lell - Quien es Peppo ? permitia distinguir sus facciones , pero quell - Peppo es un empleado de la prision á sin embargo no era bastante oscura para quien tengo destinada una rentita por sa impedir que se detallase su traje : estababer todo cuanto pasa en el interior del cas envuelto en uga gran capa parda, cuyo tillo de su Santidad . : embozo caido sobre el hombro izquierdo - ¡Ah ! jahl veo que sois hombre can le ocultaba la parte inferior del rostro , lto , querido. mientras que su sombrero de apchas alas - Que quereis, escelencial nadie sabelo cubria la parte superior, Solamente el es- que algun dia puede suceder ; tal vez á mi tremo de su traje se hallaba iluminado por mismo me pescarán como á ese Pepino, y la luz oblicua que atravesaba la abertura, oecesitaré de alguna rata para que meroa y que permitia distinguir un pantalon pe- la puertas de la prision . 6 . quyo botin cuadraba coquetamentell - ¿ En fin , que habeis sabido ? Elmartes dos ejecuciones , á una bota charolada. Estehombre Perede pertene- lilas dos como es habrá costumbre en Roma; un cia evidentemente si no á la aristocracia Locracia ,, ronite condenado será mazzolato , este es un mi á lo menos á la alta sociedad. serable que ha matado á un sacerdote que Estaba alíi hacia algunos minutos, y ya le educó y que no merece ningun interés; comenzaba á impacientarse , cuando un 11- lel otro será decapitado ; y este es el pobre gero ruido se dejó gir en el terrado supe- Pepino . AUTORES DE ALBUM . 245 terror tan grande, po solamente en el go - sito ? : bierno pontifical, sino en los reinos veci- - i Diantre ! dijo en francés el hombre de la capa. nos, que quieren hacer un ejemplar, -- Pero Pepino no forma parte de nues- - ¿ Que? preguntó altranstevere. tra partida , es un pobre pastor que no ha - Digo , querido , que mas he de hacer cometido mas crimen que el de proporcio - yo con mi oro que vos y toda vuestra gen narnos viveres. te con sus puñales, sus pistolas, sus cara - Pues eso le constituye perfectamente|binas y sus trabucos. Dejadme y vereis. vuestro cómplice; asi pues, ya veis que lell - Perfectamente ; pero por si acaso , es guardan algunas consideraciones. En lugarſtaremos prontos. de martirizarlo como harian con vos, sios - Bueno , si asi lo quereis , pero estad llegáran á echar la mano ,se contentan con seguro de que he de obtener la dicha dila guillotinarlo . Esto variará los planes del cion . pueblo, y habrá espectáculo para toda cla - - Cuidad de que el martes es pasado se de gustos. mañana. No os queda mas que mañana. - Sin con el que yo preparo y con elll ; Y bien ! ¿ qué? un dia se compone de cual no cuentan , prosiguió el transte - veinte y cuatro horas , cada hora se com pone de sesenta minutos , cada minuto de -- Amigo mio, permitidmeque os diga, sesenta segundos: y en ochenta y seis mil prosiguió el hombre de la capa , que me cuatrocientos segundos se pueden hacer vere . pareceis dispuesto a hacer alguna sim - muchas cosas. - Y si habeis obtenido buen éxito , ¿ co pleza . - Estoy dispuesto a todo para impedir mo lo sabremos ? la ejecucion del pobre diablo que morirá - Bien sencillo es, he alquilado los tres por causa mia ; por la madona ! me' consi- últimos balcones del café Roscolí : si he deraria muy cobarde si no hiciese algo por obtenido la próroga , los dos balcones de llos lados estarán colgadosde damasco ama ese valiente muchacho. . Trillo , pero el deen medio de damasco blan - ¿ Y que hareis ? - Colocaré unos veinte hombres al re- co con una cruz roja . dedor del cadalso , y en elmomento en quel - Perfectamente ; Y por quien hareis le conduzcan , á una señal hecha por mi, entregar el perdon ? nos lanzaremos daga en mano sobre la es- | -- Enviadme uno de vuestros hombres colta , y le libertaremos. - Eso me parece muy peligroso, y decididamente creo que mi proyecto vale mucho mas que el vuestro . 1 - ¿ Estais seguro de obtener buen éc- . . Que quereis, querido ? inspirais un disfrazado de penitente, y se lo daré: gra cias á su traje , llegará hasta el pié del cadalso , y entregará la orden al gefe de la hermandad , que la pasará al verda - - ¿ Y cual es vuestro proyecto ,escelen- go. Mientras tanto , haced saber esta noti cia ? cia á Pepino, no se vaya a morir de mie - Daré dos mil piastras á una persona do ó á volverse loco , lo cual seria causa de que yo conozco , y que obtendrá que la que hubiésemos hecho un gasto inútil. ejecucion de Pepino se dilate hasta dentroal|940 de un año ; daré otras mil piastras á otra - Escuchad , escelencia , dijo elaldeano, persona que tambien yo sé , y lo haré eya - los profeso un gran afecto , bien lo sabeis : no es asi? dir de la prision . 61 246 ALBUM , - Yo lo creo almenos. imaba. Esperó para responderá quelos dos - Pues bien ! si salvais á repino , no hombres se hubiesen alejado , procurando será efecto lo que osprofese, será obedien - no revelarles que habian tenido un testigo : que , si no habia visto su rostro, no habia - Atiende á lo quedices, querido, algun perdido una sola palabra de su conversa - cia . dia te lo recordaré , porque tal vez tendré cion . Diez minutos no habian pasado aun necesidad de ti. cuando Franz estaba ya camino de la fon - Pues bien !. ... entonces, escelencia , da de España , escuchando con una dis me encontraréis en la hora de la necesi -||traccion impertinente el erudito discurso dad, como yo os he encontrado en esta que Alberto hacia , seguo Plinio y Calpa – misma hora ; y aun cuando os fueseis alrini, acerca de las rejas guaruecidas de fin del mundo , no tendreis mas que es puntas de hierro que impedian á los ani cribirme : « Haz esto ,'» y lo haré á fémales feroces lanzarse sobre los especta de .. . . dores. Le dejaba hablar sin contradecirle , --; Silencio ! dijo el desconocido , oigolpues deseaba hallarse solo para pensar sin • distraccion alguna en lo que acababa de ruido . . - Son viageros que visitan el coliseo con presenciar. De estos dos hombres, el uno segura - Es inútil que nos encuentren juntos. mente era estrangero , y aquella era la Estos demonios de guias podrian recono- primera vez que le veia y oia , pero no antorchas. ceros, y por honrosa que sea vuestra amis- sucedia lo mismo con el otro , y aunque tad , amigo mio , si supiesen que estába - Franz no hubiese distinguido su rostro mos tan unidos como lo estamos , esta constantemente envuelto en la sombra ú union meharia perder un poco de micré- oculto en su capa , el acento de aquella dito . voz le habia llamado demasiado la aten - ¿ Con qué si conseguis la próroga ?... cion desde la primera vez que la oyera - El balcon de enmedio colgado de da- para que hubiese resonado alguna vez en masco blanco con una cruz roja . - ¿ Y si no la coseguis? .... - Tres colgaduras amarillas. - ¿ Y entonces ? .... su presencia sin que la reconociese . Habia ||sobre todo en las entonaciones irónicas al go de estridente y metálico que le habia hecho estremecer en lasruinas delcoliseo , - Entonces , querido amigo , manejad lo mismo que en la gruta deMonte- Chris el puñal como gusteis ; os lo permito , y to ; asi pues estaba perfectamente conven yo estaré alli para veros maniobrar. cido de que aquel hombre no era otro que - Adios, escelencia , cuento con vos; Simbad elmarino. En cualquiera otra circunstancia , la contad conmigo. Alpronunciar estas palabras , el trans- curiosidad que le habia inspirado aquel tevere desapareció por la escalera , mien - hombre hubiese sido tan grande que se tras que el desconocido , cubriéndose mas hubiera dado á conocerá él; pero en aque que nunca el rostro con su capa , pasó álla ocasion , la conversacion que acababa dos pasos de Franz , y descendió al circo de oir era sobrado íntima para que no por las gradasesteriores. Un segundodes- se detuviese por el temor demasiado fun pues Franz oyó resonar su nombre en dado de que su aparicion no les seria nada aquellas bóvedas , era Alberto que le lla - agradable. Le habia dejado pues alejarse , ALBUM 247 como se ha visto , pero prometiendo si lede palco en la ópera. Lo cual·no ima encontraba otra vez no dejar escapar la 'pedia que Alberto se vistiese de gran segunda ocasion coino lo habia hecho con etiqueta siempre que iba á la ópera con Franz ; tiempo perdido , pues, preciso es la primera . · Franz estaba muy preocupado para po - confesarlo para vergüenza de uno de los der dormir bien . Aquella poche la empleó representantes de nuestra elegancia ; des en renovar en su imaginacion todaslas cir- |pues de cuatro meses que paseaba la Ita cunstancias concernientes al hombre de la ia en todos sentidos, Alberto no habia te . gruta y al desconocido del coliseo , y queloido ni una sola aventura . parecian hacer de aquellos dos personajes Alberto hacia lo posible algunas veces el mismo individuo ; ademas , mientras para que esta se le presentase; Alberto de mas pensaba Franz , mas se afirmaba en Morcerf, era uno de los jóvenes que inas esta opinion . Se durmió , cerca del ama- corridos podian estar de hallarse en este necer, lo que hizo que no despertára sino descubierto . La cosa era tanto mas peno muy tarde. Alberto , á ſuer de verdaderosa, cuanto que segun la modesta costum parisien , habia tomado ya sus precaucio - bre denuestros queridos compatriotas, Al nes para la noche. Habia enviado por un |berto habia salido de Paris con la convic . palco al teatro Argentino . Franz tenia quecion de que iba a tener los mejores lances, escribir muchas cartas para Francia , yly que volveria á entretener á sus amigos cedió el carruage á Alberto para todo el del boulevard de Gand con la ſrelacion de dia . . sus aventuras , nada de esto habia sucedi A las cinco entró Alberto ; habia entre - do : las encantadoras condesas genovesas, gado las cartas de recomendacion , tenia florentinas y napolitanas habian ternido , billetes para todas las tertulias y habia vis- no á susmaridos , sino á sus amantes, y. to á Roma. Alberto habia adquirido la cruel convic Un dia habia bastado á Alberto para to -| cion de que las italianas tienen á lo menos do esto . Y todavia habia tenido tiempo para sobre las francesas la ventaja de ser fieles informarse de la pieza que se representa á su infidelidad ; sin embargo no quiero ba y de los actores que la ejecutaban . La decir con esto que en Italia , como en to pieza tenia por título : Porisina ; los acto - das partes, no haya regla sin escepcion . tores se llamaban Coselli, Moriani y la Y no obstante Alberto era no solamente un joven muy elegante , sino un hombre Spech . · Nuestros dos jóvenes no eran tan des de mucho talento ; ademas era vizconde, graciados como se vé : iban á asistir a la vizconde de moderna nobleza , es verdad ! representacion de una de lasmejores ópe- pero en el dia que no se hacen pruebas , ras del autor de Lucia di Lammermoor ,lle qué importa que lo sea de 1399 ó de ejecutada por tres artistas de los de mas 1815 ? Sobre todo esto , tenia cincuenta mil libras de renta ; y siendo mas de lo nombradia er Italia. Alberto no habia podido jamas acostum - necesario para vivir en l'aris á la moda , brarse á los teatros ultramontanos , cuyallera pues algo humillante el no haberse orquesta no se puede oir, y que no tiene hecho notable en ninguna de las ciudades ni balcones ni palcos descubiertos ; estoſ por donde habia pasado . era bastante duro para un hombre quete- Pero tambien él contaba con pescar al nia su luneta en los Buffes y su partellguna cosa en Roma, mucho mas por el ALBUM 248 carnaval, siendo esta una de las épocas de len seguida las conversaciones particulares libertad en que las mas severas se dejan recobraban su objeto habitual. arrastrar á algun acto de locura. Como el Kácia el final del primer acto , la puerta carnaval empezaba al siguiente dia , era de un palco que habia permanecido va muy importante que Alberto échára volar cío se abrió , y Franz vió entrar á una mu su prospecto antes de aquella apertura . liger á la cual habia tenido el honor de ser :- Alberto habia alquilado , pues , con esa presentado en Paris , y que creía aun en intencion uno de los palcos mas visibles||Francia . Alberto vió el movimiento que del teatro , y se habia vestido con mucha hizo su amigo al ver aquella aparicion , y elegancia . Estaba en la primera fila , que |volviéndose hacia él : reemplaza en nuestros 'teatros la galería . - ¿ Conoceis acaso á esa muger ? dijo. Por otra parte, los tres primeros pisos son|| - Sí, & qué os parece ? tan aristocráticos los unos como los otros, - Encantadora, querido, y rubia. ¡Oh ! y por esta razon son llamados los palcos que cabellos tan adorables ; ¿ es francesa ? nobles. Aquel palco , donde podrian estar | - No , es veneciana . doce personas sin 'estrechez , habia 'cos- — ¿ Y cómo se llama? tado a los dos amigos un poco mas barato - La condesa G ... .. que un palco de cuatro personas en el am bigú cómico . i - Oh ! la conozco de nombre, esclamó Alberto ; dicen que ademas de ser hermo · Alberto tenia aun otra esperanza ; que sa tienemucho talento : ¡Diantre ! cuando si llegaba á ,encontrar cabida en el corazon pienso que hubiera podido ser presentado de una bella romana , esto le conduciria já ella en el último baile de Mad . de Vi naturalmente á conquistar un puesto en el Pefort , en el cual estaba , y que entonces carruaje , y por consiguiente á ver el car- no quise , ivaya , soy un necio ! naval en algun balcon de principe. ' - Queréis que repare esa falta ? pre , Todas estas circunstancias hacian , pues, guntó Franz. á Alberto mas emprendedor de lo que nun - - ; C mo ! ; la conoceis tan intimamen ca habia sido . Volvia la espalda á los àc - te para conducirme á su palco ? tores, inclinándose fuera del palco , y mi- - He tenido el honor de hablarla tres rando á todas las personascon unos anteo - ló cuatro veces en mi vida , pero , bien lo jos de seis pulgadas de largo , lo cual no sabeis, es lo bastante para no cometer una hacia que ninguna muger recompensase , indiscrecion . con una sola mirada ni aun de curiosidad , En este momento , la condesa apercibió todos los movimientos de Alberto . En efec- á Franz y le hizo con la mano un ademan to , cada cual hablaba de sus asuntos , de gracioso , al cual respoodió él con una res sus amores , de sus placeres, del carnaval petuosa inclinacion de cabeza. que comenzaba al dia siguiente , de la pró- - Ah ! ;me parece que estais en bue xima semana santa ,sin fijar la atencion nina armonía ? dijo Alberto . un solo instante ni en los actores, ni en la Y bien ! Os engañais , y hé aquí lo piezal, escepto en los momentos indicados que nos hará cometer mil necedades á no en que todos se volvian , sea para oir un sotros los franceses , en el estranjero , por trozo del recitado de Coselli , sea para someterlo todo á nuestros puntos de vista aplaudir algun rasgo brillante de Moriani, parisienses. En España y en Italia , sobre sea en fin para gritar bravo á la Spech ;||todo, no juzgucis jamás de la intimidad de 249 ALBUM . las personas por lo espresivo de los cum - su sombrero; se atusó sus cabellos y com . plimientos. Hemos simpatizado la condesa puso su corbata y sus puños,é hizo obser var á Franz que le esperaba.Como,por su y yo , pero nada mas. - Simpatia de corazon ? preguntó Al- parte la condesa á quien Franz interroga berto riendo. ba con la mirada, le hizo comprender que - No, de carácter, respondió gravemen - seria bien recibido, Franz no tardó en sa tisfacer la impaciencia de Alberto , y diri te Franz. giéndose al palco seguido de su compañe - ¿ Y en qué ocasion ? - En un paseo de coliseo semejante al ro, que se aprovechaba del paso para com poner losfalsos pliegues que los movimien que hemos dado juntos. |tos habian podido imprimir en el cuello de - ¿ A la luz de la luna ? - Si. ia camisa y en las solapas de su frac, lla mó al palco número 4 , que era el que ocupaba la condesa . Esta se levantó al - Solos ? - Así , asi. punto, cediendo su lugar, segun costum - ¿ Y habéis hablado ?..... . bre italiana , al recien venido , como debe - De los muertos. - ; Ah ! esclamó Alberto , no dejaria de cederse cuando llega una visita . ser agradable . ; Pues bien ! yo os prome- Franz presentó Alberto á la condesa co to que si tengo la dicha de servir de caba - mo uno de nuestros jóvenes mas distingui Blero á la bella condesa en un past!0 seme - dos por su posicion social y por su talento , jante al vuestro, no la hablaré sino de los lo que por otra parte era verdad ; pues en vivos . - Y tal vez haréis mal. Paris, para hacer que le presentasen á ella , le habia encargado que reparase su falta , - Mientras tanto , vais á presentarme á mision que cumplia , rogando á la conde ella como me lo habeis prometido. - Así que se baje el telon . sa , á cuyo lado tambien él hubiera nece sitado un introductor , que escusase su in - Qué largo es este diablc de primer discrecion. acto ! | La condesa respondió haciendo un salu do encantador á Alberto y presentando la mano á Franz. Alberto , invitado por ella , se sentó en el lugar desocupado de la de lantera , y Franz lo verificó en segundo término , detrás de la condesa . | Alberto habia encontrado un escelente oido á la Sontag y la Malibran ... ente elmétodo delasunto de conversacion ; Paris ; habla ba á la condesa de sus conocimientos co Moriani? - No me gustan los morenos que can - munes. Franz comprendió que se hallaba - Escuchad el final, es muy bello , y Coselli lo canta admirablemente . . - ; Sí, pero qué talle ! : - La Spech está sumamente dramática. - Ya comprenderéis que cuando se ha |en su terreno ; dejóle pues ,'y pidiéndole tan rubio. - Ah ! querido, dijo Franz volviéndo- sus jigantescos anteojos , se puso á su vez se , mientras que Alberto continuaba mi- á esplorar el salon . Solo en la delantera de rando con los anteojos, en verdad que es un palco de la tercera fila en frente de ellos , estaba una muger admirablemente tais muy distraido. a , vestida de un traje griego que hermos satisgran con . En fin el telon se bajó , faccion del vizconde de Morcerf que tomóllevaba con tanta soltura que era evidente 63 ALBUM . 250 ser su traje habitual. Detras de ella , entrejto , pareciendo , á pesar del ruido infernal la sombra se divisaba la formade un hom producido por las trompetas, los timbales bre cuyo rostro era imposible distinguir. y los chinescos de la orquesta , gustar,de Franz interrumpió la conversacion de Al- llas celestiales dulzuras de un sueño pacífi. berto y de la condesa para preguntar á es- co y radiante. ta última si conocia á la bella albanesa , En fin , el baile concluyó , y el telon se digna de atraer no solamente la atencion bajó en medio de los frenéticos aplausos de los hombres, sino la de lasmugeres. de un público embriagado de placer.Gra - No, dijo ; todo cuanto sé es que estácias á esa costumbre de cortar la ópera en Roma desde el principio de la estacion; con un baile , los entreactos son muy cor porque en la apertura del teatro la he vistos en Italia , teniendo tiempo para des to donde está , y hace un mes que no ha cansar y cambiar de traje mientras que los faltado á una sola representacion , unas veces bailarines ejecutan sus piruetas y saltos. acompañada delhombre que en este mo- La abertura del segundo acto comenzó. A mento está con ella , otras seguida de un los primeros sonidos de la orquesta , Franz vió al durmiente levantarse lentamente y criado negro . acercarse á la griega , que se volvió para ? condesa - ¿ Qué os parece, - Estremadamente hermosa , Medora dirigirle algunas palabras, y se apoyó de se debia asemejar á esa muger . ||nuevo sobre el antepecho del palco. La Franz y la condesa cambiaron una son- fisonomía de su interlocutor seguia oculta risa ; esta última se puso á hablar de nue- en la sombra , y Franz no podia distinguir vo con Alberto , y Franz á mirar á su al- ninguna de sus facciones. banesa . El telon se levantó para el baile . El telon se levantó , la atencion de Franz Era uno de esos bailetes italianos puestos fué atraida por los actores, y susojosaban en escena por el famoso Henry, que se donaron un instante el palco de la hermo ha formado como coreógrafo una reputa sa griega para fijarlos en el escenario . cion en Italia tan colosal , que el desgra- El acto comienza , como ya se sabe,por ciado ha venido por fin á perder al teatro el duo del sueño . Parisina , acostada deja Náutico ; uno de esos bailetes en que to - escapar delante de Azzo el secreto de su do el mundo , desde el primer bailarin al amor por Hugo. El esposo engažìado sufre último comparsa , tenian una parte tan ac- todos los furores,de los celos , hasta que , tiva en la accion , que ciento cincuenta convencido de que su esposa le es infiel, personas hacen a la vez el mismo ademanlla dispierta para anunciarla su próxima y levantan á un tiempo el mismo brazo ó venganza. Este duo , esuno de los masher la misma pierna . Llamaban á este bailelmosos, de los mas espresivos y de los mas terribles que hayan salido de la fecunda Dorliska . Donizetti. Franz le oia por la nado en de Doniz Franz estaba demasiado preocupado pluma de en pluma su hermosa albanesa para ocuparse del tercera vez, y aun que no pasaba por un baile por interesante que fuese. En cuanto melomano furioso , produjo en él un efec á ella , tenia un placer visible en aquel es- to profundo. Iba, pues , á unir sus aplau pectáculo , placer que hacia una estremadalsos a losdelsalon , cuando susmanos, pron chocar, permanecieron apartadas que lotasel ábravo del quelly 'oposicion con el profundo desden del que se escapára desu boca espi la acompañaba , y que mientras duró la lró en sus lábios. escena coreográfica, no hizo un movimien- | El hombre del palco se habia levantado, 231 y avanzando su cabeza ha ta el delantero do no era , pries ,una impresion particular , ALBUM . de él , Franz habia reconocido al mis- puesto que otra persona le sentía lomismo terioso habitante de Monte -Christo ,á aquelque él. cuya voz habia creido reconocer en las ~ ; Y bien ! preguntó Franz á la con ruinas del coliseo ; ya no le cabia duda, el desa despues que le hubo observado por estraño viajero vivia en Roma segunda vez ; ¿ qué pensais de ese hom Sin duda la espresion de la fisonomíabre ? de Franz estaba en armonía con la turba- - Que creo ver á lord Ruthwen en car cion que produjera en su imaginacion aque- ne y hueso . la aparicion , porque la condesa le miró. En efecto , este nuevo recuerdo de lord empezó á reir , y le preguntó que era lo Byron admiró á Franz: si un hombre pu que tenia. in diese hacerle creer en la existencia de los – Señora condesa , hace poco os hepre- vampiros, no era otro que aquel. guntado si conociais á esa mujer alba- — Es preciso que sepa quien es , dijo Desa ; ahora os pregunto si conoceis á su Franz levantándose . marido , - ¡Oh ! no, esclamó la condesa ; no, no - Lo mismo que á ella , respondió lame abandoneis; cuento con vos para que me acompañeis , y os quiero tener á mi condesa . -- ¿No habeis reparado nunca en él? Mado . - Hé ahi una pregunta francesal Bienll - iComo la dijo Franz inclinándose á sabeis que para nosotras las italianas no su oido , ¿ tendríais miedo ? , le dijo ella ; Byron me ha " hay otro hombre en el mundo mas que elljurado . .- Escuchad que él creia en los vampiros; me que amamos ! — Es verdad , respondió Franz . ha dicho que los habia visto . Meha descri walto su rostro, que esabsolutamente semejan - En todo caso , dijo ella acercando los de ese hombre ; esos cabellosnegros , anteojos de Alberto á sus ojos, y dirijién -|l.teesosal ojos tan grandes, que brillan con una dolos hacia el palco,debe ser algun recien lama estraña , esa palidez mortal ; ade desenterrado , algun muerto salido de su' mas, notad que no está con una mujer tumba con el permiso del enterrador , como las demas ; está con una estranje porque ine parece horriblemente pálido. ra.... una griega.... una cismática .... sin - Pues siempre está lo mismo, respon duda con una mágica como él.... Os rue go que no os vayais. Mañana podreis bus - Le conoceis acaso ? preguntó la con carle , si asi os parece ; pero hoy os de . desa ; entonces yo soy la que os pregunta dió Franz. ré quien es. claro que teneis que acompañarme. Franz insistió . - Creo haberle visto , y me parece re -- Escuchad, dijo ella levantándose,me malvoy - En efecto , dijo ella haciendo unmo- , ; no puedo quedarmehasta el fin de conocerle. la funcion , tengo gente en mi casa, ¿sereis vimiento con sus hombros, como si unitan poco galante quemerehuseis vuestra estremecimiento circulase por sus venas,? lecompañía ? comprendo que cuando se ha visto una " Franz no dar otra, abrir respuesta que semejante vez á un hombre jamás se lella de tomarpodia el sombrero la puerta olvida. lly ofrecer su brazo á la condesa . Y esto fué El efecto que Franz habia esperimenta -lllo que hizo . 282 ALBUM La condesa estaba efectivamente muy Al entrar en la fonda Franz encontró conmovida, y Franz no dejaba tampocolá Alberto con bata y pantalon sin trabillas, de esperimentar cierto terror supersticio - voluptuosamente arrellanado en un sillon so , tanto mas natural, cuanto que lo que y fumando un cigarro. era en la condesa el producto de una sen - . . . -- ; Ah ! ; sois vos ! le dijo , en verdad sacion instintiva , era en él el resultadode que no os esperaba hasta mañana. un recuerdo. Sintió que temblaba al subir . - Querido Alberto , respondió Franz , al carruage. La condujo hasta su casa : line felicito por tener una ocasion de deci no habia nadie , y no era esperada por ros una vez por todas , que teneis la idea mas equivocada de las mugeres italianas; nadie ; él la reconvino. - En verdad , dijo ella , no me siento me parece ,sin embargo que vuestras des buena , y tengo necesidad de estar sola : dichas amorosas debian habérosla hecho la vista de ese hombre me ha trastor- perder . . iQue quereis ! ;esas mugeres el dia nado . blo que las comprenda ! os dan la mano , Franz procuró reirse . - No os riais ; le dijo ella ; ademas , os la estrechan , os hablan al oido , hacen prometedme una cosa . - ¿ Cual ? - Prometédmela . que la acompañeis á su casa : con la cuar-: ta parte de ese modo de tratar á un hom . bre una parisiense perderia pronto su re - Todo cuanto querais, escepto renun -Iputacion . ciar á descubrir á ese hombre. Tengomo- - "ues justamente porque nada tie tivos que no puedo deciros para desear nen que ocultar , porque viven con tanta saber quien es , de donde viene y á don - libertad , es por lo que lasmugeres secui de vá . dan tan poco del público en el bello pais - De donde viene lo ignoro; pero don - donde resuena el si , como decia "Dantes. de vá puedo deciroslo : va al infierno de Por otra parte bien habeis visto que la con desa tenia miedo. seguro. . - Volvamos a la promesa que queríais exijir de mi, condesa , dijo Franz. - - Miedo ;de que? ;de aquel honrado caballero que estaba enfrente de nosotros i Ah ! es la siguiente : entrar direc con aquella hermosa griega ? pues yo al tamente en vuestra casa ġ no buscar esta salir me los encontré en el corredor. No noche á ese hombre. Hay cierta afinidad sé de donde diablos os han venido esas entre las personasque se separan y lasque ideas del otro mundo ! Es un hombrebuen se reunen . No sirvais de conductor entre mozo y muy elegante , no parece sino que ese hombre y yo. Mañana corred tras él se viste en Francia en casa de. Blin ó de cuanto querais, pero jamasme lo presen - Hunanes. Un poco pálido, es verdad; pero teis-sino quereis hacermemorir de miedo: bien sabeis que la palidéz es un signo de asi , pues , buenas noches, procurad dor - distincion . mir ; yo se bien que no podré cerrar los ojos en toda la noche. . Franz se sonrió ; Alberto tenia tambien pretensiones á estar pálido. Y con estas palabras la condesa se se -i - Asi pues, le dijo Franz, estoy conven paró de Franz dejándole fluctuando en la cido de que las ideas de la condesa acerca indecision de si se habia divertido á su de ese hombre, no tienen sentido comup . costa ó si verdaderamente habia sentido . Ha hablado á vuestro lado y habeis oido el temor que espresára . alguna de sus palabras? 253 · ALBUM . Ha hablado, pero en griego . He re - |Robert. Si para mayor propiedad la con conocido el idioma en algunas voces grie - desa quiere vestirse de paisana de Puz zole ó de Sorrente , esto completará la , gas desfiguradas . - Es preciso deciros, querido , que en mascarada ; y seguramente la condesa es demasiado hermosa para que la tomen por Jel original de la muger del niño . - Diantre ! esclamó Franz, por esta - el colegio era muy dificil ese griego. - ¿ Con que hablaba en griego ? - Es probable . - Ya no hay duda , murmuró Franz , vez teneis razon , Alberto , y esa es una Hidea feliz . : él es. Y nacional. ¡Ah señores romanos ! -- ¿ Que decís?... 1 . -- Nada. creeis que se correrá á pié por vuestras calles como unos lazzaroni, porque no te neis calesas ni caballos. ¡ Pues bien ! ya . -- ¿ Que haciais allì? - Os preparaba una sorpresa . se inventarán . - ¿Cual? - Bien sabeis que es imposible encon - | - ¿ Y habeis comunicado á alguno esa , idea triunfante ? trar una calesa . - Diantre ! por lo menos hecho hu - - A nuestro huésped. Al entrar le hice subir y le manifesté mis deseos. Me ha manamente cuanto se podia hacer. Pues bien ! meha ocurrido una idea asegurado que nada era mas fácil: yo que maravillosą . i fría hacer dorar los cuernos de los bueyes; · Franz miró á Alberto como dudandodel pero él me ha dicho que para eso se ne i cesitarían tres dias: por lo que será preci estado de su imaginacion . . - Querido, dijo Alberto , mehonrais conso pasar sin esa superfluidad . ¿ Y donde está ? una mirada que mereceria os pidiese re paracion . — ¿ Quién ? - Estoy pronto á dárosla , querido ami-| - Nuestro huésped . go , si la idea es tan ingeniosa como de- | En busca de la cosa ; mañana sera ya tarde, cís. · - Escuchad . . - Escucho. : : De suerte que esta misma noche ten ]drémos la contestacion ? - ¿ No hay medio de encontrar car-| -- La espero. ruaje. No . En este momento la puerta se abrió y maese Pastrini ąsomó la cabeza. . = Ni caballos ? -- ¿ Se puede entrar ? dijo. - Tampoco . - ; Ciertamente que se puede ! esclamó myPero una carreta bien se podrà en - Franz. L ; Y bien ! dijo Alberto , ¿ nos habeis contrar ? ||encontrado la carreta buscada y los bue Tal vez . yes pedidos ? - ¿ Un par de bueyes? -- He encontrado algo mejor que eso : . - Es probable . respond con aire perfectamente satisfe - Pues bien ; esa es la nuestra : Mando chó de iósí mismo . adornar la carreta , nos vestimos de sega¡ Ah ! mi querido huésped , tened dores napolitanos , y representamos aloa- cuidado , dijo Alberto ; 'él mejor es ene tural el magnífico cuadro de Leopoldollmigo del bien . 64 i 254 ALBUM . - Fiense vuestrasescelencias en mi,di- cino , tendré el honor de informarme pot jo maese Pastrini. estos señores á que hora estarán visibles. - Pero en fin , ¿qué hay? esclamoFranz - A fé mia , dijo Alberto á Franz, que á su vez . no nos podemos quejar. . - Ya sabeis , dijo el posadero , que ell - Decid al conde , respondió Franz , conde de Monte -Christo vive en estemis - que nosotros tendremos el honor de antici uno piso . parnos á su visita . - Yo lo creo , dijo Alberto , pues que El criado se retiró . gracias a él no hemos podido alojarnos si -! - Eso es lo que se llama un asalto de no como dos estudiantes en la calle de elegancia ; dijo Alberto ; vamos, decidida mente vos teniais razon , maese Pastrini , Saint-Nicolás-du -Charnedot. - Y bien , sabeen elapuro en que os en . y el conde de Monte -Christo es un hom contrais , y os ofrece dos asientos en subre enteramente comme il faut. carruaje y dos sitios en sus ventanas dell - ¿ Luego aceptais su oferta ? dijo el palacio Rospoli. huésped . - Yo lo creo , respondió Alberto ; sin Alberto y Franz se miraron . - ¿ Pero, preguntó Alberto , debemos embargo , os lo confieso , siento que no se aceptar la oferta de ese extrangero ? ¿deun realice nuestro plan de la carreta y los se hombre que no conocemos ? gadores; y si no hubiese lo del balcon del - ¿ Qué clase de hombre es ese conde palacio Rospolipara compensar lo que per de Monte -Christo ? preguntó Franz á su demos, creo que volvería á mi primera i idea ; ¿ que os parece , Franz? huésped . - Un gran señor siciliano ó maltés, no - -Me parece que tambien son los bal lo sé de fijo, pero noble como un borglie- cones los que medeciden , respondió Franz se y rico como una mina de oro. á Alberto . -- Me parece , dijo Franz á Alberto , En efecto , esta oferta de dossítios en un que siese hombre fuese de tan buenas cua- balcon del palacio Rospoli habia recorda lidadescomo dice nuestro huésped , hubie - do á Franz la conversacion que oyera en ra debido hacernos su inviacion de otra las ruinas del coliseo , entre su desconoci manera , ya fuese escribiéndonos , ya ..... do y el transtevere , conversacion en la En este momento llamaron á la puerta . cual elhombre de la capa habia prometi - Entrad, dijo Franz. do obtener la gracia del condenado. Aho Un criado vestido perfectamente con ra pues, si el hombre de la capa , era , se . una elegante librea, se presentó en eldin - gun todo se lo probaba á Franz, el inismo cuya aparicion en la sala Argentina le ha tel de la habitacion . -- De parte delconde deMonte- Christo, bia preocupado tanto , sin duda alguna le pira M . Franz d'Epinay y para el señor reconoceria, y entonces nada le impediria . vizconde Alberto de Morcerf, dijo. satisfacer su curiosidad respecto á este Y presentó al huésped dos tarjetas que |punto . Franz pasó una parte de la noche pen éste entreyó á los jóvenes. - El señor conde de Monte - Christo ,Isando en sus dos apariciones y deseando continuó el criado , me manda que pida á que llegase el dia siguiente. En efecto , el estos señores permiso para presentarse ma- siguiente dia debia aclararlo todo , y esta 1.ana por la mañana en su cuarto comove- vcz, á menos que su huésped de Monte 255 Christo poseyese el anillo de Gyges y el repartidor y me trae esos anuncios, asi gracias á este anillo su facultad dehacerse comome trae los carteles de teatro , á fin invisible , era evidente que no se le esca - de que si algunos demis parroquianos de paria . si pues se despertó á las ocho. En sea asistir a la ejecucion estén preveni ALBUM cuanto á Alberto como no tenia los mis- dos. mos motivos que Franz para madrugar - i Ah ! esa es una atencion en estremo tanto , dormia aun apaciblemente. Franz'de icada, esclamó Franz. mandó llamar á su hnésped , que se pre-| - Oh ! dijo maese Pastrini sonriendo : sentó con sus saludos ordinarios. puedo vanagloriarme de que hago todo - Maese Pastrini, le di,o , i no debeha-jcuanto está en mimano para satisfacer los deseos de los nobles estranjeros que me - Si, éscelencia , pero si preguntais esojhonran con su confianza . para tener un balcon , os acordais de ello - Eso es lo que veo, querido huésped , muy tarde. lly lo que repetiré á quien quiera oirlo , es - No, prosiguió Franz ; por otra parte , tad cierto de ello . Mientras tanto desearia si yo lo hiciese absolutamente para ver eselleer na de esas laro'elle. . espectáculo , encontraria sitio en el monte --Nada mas fácil,dijo elhuésped abrien Pincio . do la puerta ; he mandado poner una en ber hoy una egecucion ? - ¡ Oh ! yo creia que V . E no querrial|el corredor. mezclarse con la canalla , cuyo anfiteatro . Salió , descoigó la tavolelte, y la presentó es ese . á Franz. Hé aquí la traduccion literal del - Es probable que no vaya,dijo Franz, cartel patibular. pero desearia adquirir algunos detalles. « e hace saber a todos que elmartes22 - ¿ Cuales ? de febrero, primer dia de Carnaval, serán, - Quisiera saber el número de conde- Ipor mandato del tribunal de la Rota , eje nados, sus nombres y su género de supli- cutados en la plaza del Popolo los llama cios. dos Andrea Rondolo , culpable de asesinato - -Oh ! no lo podia is pedir masá tiem -len la personamuy respetable y venerada po, escelencia ; ahora justamente me aca- de don César Torlini, canonigo de la iglesia ban de traer las lavolelle . de San Juan -de- Letran, y elllamado Pe - ¿ Que es eso de las tavolelte ? lpino , alias Rocca Priori , convencido de - Las tircolelle son unas tabletas dema-||complicidad con eldetestable bandido Luis dera que se cuelgan en todas las esquinas Vampa y los demas de su banda . El pri de las calles la víspera de las ejecuciones, mero será mazzolato , y elsegundo decapi y en las cuales están inscritos los nombres ato . Las almas caritativas pueden pedir á de los condenados, la causa de su conde- Dios un arrepentimiento sincero para esos nacion , y la clase de suplicio . Este aviso dos infelices condenados. » tiene por objeto invitar á los fieles á quel Esto mismo era lo que Franz habia oido rueguen a Dios para que dé á los culpables la antevíspera en las ruinas del coliseo , y pada habia cambiado en el programa; los no sincero arrepentimiento . - ¿ Yo, traen esastabletas para queunais nombres de los condenados, la causa desu vuestras súplicas á las de los fieles ? pre- suplicio y el género de su ejecucion eran guntó Franz con aire de duda . ecsactamente los mismos. Asi pues, segun - No , escelencia ; yo me entiendo con toda probabilidad , el transtevere no era 256 ALBUM . otro que el bandido Luis Vampa , y elhom - - Si sus escelencias quieren sentarse bre de la capa Simbad elmarino, que en dijo el criado , voy á prevenir al señor Roma como en Porto - Vecchio y en Tu -lconde. nez próseguia el curso de sus filantrópicas Y desapareció por una de las puertas. En el momento en que esta puerta se No obstante el tiempo corria , eran las abria , el sonido de una guzla llegó a los espediciones. nueve, y Franz iba a despertar á Alberto , oidos de los dos amigos; pero al punto se cuando con gran asombro de parte suya , apagó ; la puerta cerrada casi al mismo le vió salir de su cuarto vestido ya. El car- tiempo que abierta , no habia podido por navalle habia hecho despertar masdema- decirlo así, dejar penetrar en el salon mas ñana de lo que su amigo esperaba. - que un soplo de armonía . Franz y Alberto Vaya pues ! dijo Franz á su hués- cambiaron unamirada y volvieron los ojos ' ped , ahora que estamos prontos , & creeis ; hacia los muebles , los cuadros y las ar señor Pastrini, que podremos presentarnos |mas. Todo esto á segunda vista les pareció en casa del conde de Monte-Christo ? aun mas magnífico que al primer golpe. - ¡Oh ! seguramente , respondió ; ell - ¿ Qué tal que os parece ? preguntó conde de Monte -Christo acostumbra á ma- Franz á su amigo. drugar , y estoy seguro de que hace dos — A fé mia , querido , dijo , que es pre horas que se ha levantado . ciso que nuestro vecino sea algun agente ¿ Y créeis que no será indiscrecion el de cambio que ha jugado á la baja sobre presentarse en su casa ahora ? illos fondos españoles, ó algun príncipe que viaja de incógnito . - Ninguna. - En ese caso, Alberto, si estais pronto ... - ; Silencio ! le dijo Franz, eso es lo que - Perfectamente, dijo Alberto . vamos á saber, pues aquí viene . - Vamos á dar gracias a nuestro vecino En efecto , el ruido de una puerta que por su atencion . - ; Vamos ! giraba sobre sus goznes acababa de llegar que entrasen . que el hombre de la capa del coliseo , er basta los oidos de los dosamigos, y casi al Franz y Alberto no tenian que atrave mismo tiempo el tapiz , levantándose dió sar mas que el corredor. El posadero se paso al propietario de todas aquellas ri adelantó y llamópor ellos; un criado saliólquezas. Alberto se levantó y le salió al en á abrir . cuentro; pero Franz al verle se quedó cla - Y signori francesi, dijo el huésped. vado en su sitio . El criado se inclinó y les hizo señas de El que acababa de entrar no era otro Atravesaron dos piezas amuebladas con desconocido del palco , el huésped miste un lujo que no creían encontrar en la fon - Irioso de Monte -Christo . da de maese Pastrini, y llegaron en fin á V. un salon sumamente elegante: cubrią el pa vimento una alfombra de Turquía y los|| · LA MAZZOLATA. muebles más cómodos ofrécian blandos blandos | LA - Señores, dijo al entrar el conde de almohadones y sus espaldares inclinados ),Monte -Christo , recibid mis escusas por hácia atrás: Magníficos cuadros mezclados entre trofeosde armas espléndidas pendian/ haber dado lugar á que os hayais adelan de las paredes , y hermosos tapices flota - tado , pero al presentarme antes en vues ban delante de cada puerta . Itra casa hubiese temido ser indiscreto . Por ALBUM . otra parte, me habeis dicho que vendríais, 257 – Señor conde, le dijo ; noshabeis ofre ý os he estado esperando . cido dos asientos en vuestro carruage y dos — Teniamos que daros mil y mil gra- sitiosen vuestras ventanas del palacio Ros cias, Franz y yo , señor conde , dijo Al- poli ; ahora ¿podreis decirnos como po berto ; pero verdaderamente nos sacais de driamos procurarnos un puesto cualquiera , un gran apuro, y ya estábamos á punto de como se dice en Italia, en la plaza del Pó inventar la estratagemamas fantástica en polo ? el momento en que nos participaron vuestra atenta invitacion . - Ahl sí , es verdad , dijo el conde con aire distraido y mirando á Morcerf - ¡Eh ! ; Dios mio ! .señores, dijo el con una atencion sostenida ¿ no hay en la conde haciendo seña á los jóvenes de que plaza del Popolo una... una ejecucion ? se sentasen en un divan ; ese imbécil de - Si, respondió Franz , viendo que por Pastrini tiene la culpa de que os haya de- sí mismo iba donde él queria conducirle . jado tanto tiempo en esa angustia ; no me - Esperad , esperad , creo haber dicho habia dicho una palabra de vuestro apu - ayer á mimayordomo que se ocupase de ro , á mi que , solo y aislado como lo es- eso , tal vez pueda haceros ese pequeño toy aqui, no buscaba mas que una oca-||servicio . sion de hacer conocimiento con mis veci- Y tendió la mano hacia un cordon de nos. Asi , pues, desde el momento en que campanilla . supe que podia seros útil en algo , ya ha - Al punto vió entrar Franz á un indivi beis visto con qué prisa he aprovechado duo de cuarenta y cinco á cincuenta años la ocasion de presentaros mis servicios. que parecia asemejarse , como se aseme Los dos jóvenes se inclinaron : Franzno jan dos gotas de agua , al contrabandista habia encontrado aun una sola palabra que le habia introducido en la gruta , pero que decir , aun no habia tomado ninguna que no pareció reconocerle. Sin duda es resolucion , y como nada indicaba en el taba prevenido . conde su voluntad de reconocerle ó su de- l - Señor Bertuccio , dijo el conde , e os seo de ser conocido por él, no sabia si ha-||habeis ocupado como os dije ayer , depro cer por una palabra cualquiera , alusion acurarme una ventana en la plaza del P6 lo pasado, ó dejar tiempo al porvenir para polo ? que le diese nuevas pruebas. Por otra par- - Si, escelencia , respondió el mayor te , seguro de que la víspera era él quien domo , pero ya era tarde. estaba en el palco , no podia responder - Cómol dijo el conde frunciendo las tan positivamente de que fuése él quien cejas, & no os he dicho que queria tener , estaba la antevíspera en el coliseo . Resol- una ? vió , pues, dejar marchar las cosas sin ha- . - Y vuestra escelencia tiene una, la cer ninguna pregunta directa . Ademas, que estaba alquilada alpríncipe Labanieff; tenia una superioridad sobre él , era due- pero me he visto obligado á pagarla en ño de su secreto , mientras que el conde ciento ..... no podia tener ninguna accion sobre Franz, - Basta , basta , señor Bertuccio ; de«, · que nada tenia que ocultar . Sin embargo, jémonos de cuentas ; tenemos una venta resolvió hacer girar la conversacion sobrena, esto es lo principal. Dad las señas de un punto que podria aclarar un poco sus|la casa al cochero , y estad en la escalera dudas. Upara conducirnos. Esto basta : idos . Ipara conducochero,yestavad las señas em 65 258 ALBUM . Elmayordomosaludó y dió un paso pa-|| - Si, ayer en casa del cardenal Rospi. ra retirarse. gliosi , donde estuve de tertulia , se ha - Ah ! prosiguió el conde , tened lablaba de una proroga concedida á uno de bondad de preguntar á Pastrini si ha re- los condenados. cibido'la tavolette y si quiere enviarme ell - A Andrea Rondolo ? preguntò Franz. programa de la ejecucion . - No... replicó sencillamente el conde ; - Es inútil, dijo Franz sacando su car- al otro .... dirigió la vista sobre la cartera 0: aquilo te lospara acordarsedel nobela carter tera del bolsillo ; he tenido en la mano ese como para acordarse del nombre; á lepi programa y lo he copiado : aqui lo te no, llamado Rucra Privri. Esto os priva neis. |de asistir á ver guillotinar, pero os queda - Está bien ; entonces señor Bertuccio , la mazzolata , que es un suplicio muy cu podeis retiraros, ya no os necesito . Decid rioso cuando se vé por primera vez, y aun que nos avisen cuando esté pronto el al- por la segunda , mientras que el otro , que muerzo. ¿ Estos señores, continuó vol- debeis ya conocer , es muy sencillo y no viéndose hacia los dos amigos, me harán tiene nada de particular. ElMandaia no se el honor de almorzar conmigo ? engaña, no tiembla , no dá golpe en vago, - Señor conde, dijo Alberto , eso sería no vuelve á herir treinta veces como él abusar. Ilsoldado que cortaba la cabeza al conde de -- No lo creais , al contrario , me pro - Chalais y al cual acaso Richelieu recomen porcionais un sumo placer ; todo esto me dára el paciente . ¡ Ah ! callad, continuó el lo devolvereis algun dia en Paris , uno ú conde con tono despreciativo , no meha otro, ó tal vez los dos. Señor Bertuccio , bleis de los europeos para los suplicios, no Mentienden nada de eso y puededecirse que hareis poner tres cubiertos. El conde deMonte -Christo tomóla car- están en la infancia respecto de este punto . tera de lasmanos de Franz y el señor Ber- - En verdad , señor coude , respondió tuccio salió . Franz, se creeria al oiros que habeis he - Con que decíamos, continuó con elcho un gran lestudio comparando los di mismo tono que si hubiera leido los car- ferentes suplicios de todas las partes del teles , que.... « serán ejecutados hoy 22||mundo. de febrero , los llamados Andrea Rondolo, Pocos habrá que no haya visto , res culpable de asesinato en la persona muy pondió friamente el conde. respetable y venerada de D . César Torli- - ¿ Y habéis encontrado algun placer ni, canónigo de la iglesia de San Juan de asistiendo á esos horribles espectáculos ? Letran , y el llamado Pepino , alias Rocca - El primer sentimiento fué elde la re Priori , convencido de complicidad con el pugnạncia , el segundo la indiferencia y el detestable bandido Luis Vampa y los de tercero la curiosidad . mas de su banda.» ¡Hum ! « El primero - ¿ La curiosidad ? ¿sabéis que la pala será mazzolatto , el segundo decapitato.» bra es terrible ? " Si, en efecto , prosiguió el conde, asi era – ¿ Por qué ? una sola preocupacion bay como debia suceder al principio, pero creo en la vida; esta es la de la muerte ; y qué, que desde ayer ban sobrevenido algunos ino os parece curioso estudiar de cuantas cambios en el orden y marcha de la cere-lmaneras puede el alma salir del cuerpo, y monia . - Bah ! dijo Franz. como segun los caractéres , los tempera llmentos, y aun las costumbres del pais , 259 sufren los individuos ese supremo traspasɔ||sociedad indiferente deja sin castigo? ..res del ser á la pada ? En cuanto á mí os responded ¿ no hay tales crímenes ? pondo de una cosa , que mientras mas he - Sí, respondió Franz, y para castigar visto morir,mas fácil me parece á mi jui- los está tolerado elduelo . cio ; la muerte será tal vez un suplicio , - ; \ h ! ; el duelo ! esclamó el conde , Vibuen modo, á fé mia, de conseguir el ob pero no una espiacion . ALBUM . - No os comprendo bien , dijo Franz; ljeto , cuando este es la venganza ! Un hom esplicaos, pues , no sabeis hasta que punto bre os ha robado una querida; un hombre ha seducido á vuestra muger , un hombre me interesa lo que decís. - Escuchad, dijo el conde , ly su rostro ha deshonrado á vuestra hija : de una vida tomóuna espresion de ódio . Si un hom - entera que teniais derecho á esperar de bre hubiese hecho perecer por medio de Dios la parte de felicidad que ha prometi un tormento atroz, un tormento sin fin , á do á todo ser humano al crearlo , ha hecho yuestro padre, á vuestra madre, á vuestra una existencia de dolor , de miseria ó de querida , á uno de esos séres, en fin que, infamia , y os creeis vengado , porque á cuando se les separa del corazon , dejan en ese hombre , que ha provocado el delirio él un vacío eterno y una llaga siempre en vuestro espíritu y la desesperacion en sangrienta ; ; créeriais la reparacion que os vuestro corazon , habeis dado una estoca concede la sociedad suficiente , porque elda en el pecho ó pegado un balazo en la hierro de la guillotina ha pasado entre la cabeza ! ¡ Vamos ! Sin contar con que es base del occipital y los músculos trapecios él quien sale a menudo triunfante de la del cuello, y por qué aquel que os ha he- ſlucha , lavado de la mancha á los ojos del cho sentir añosde sufrimientosmorales ha mundo , y en cierto modo absuelto por esperimentado algunos segundos de dolo - Dios. No, no, continuó el conde : si algu res físicos ? ... Una vez tuviera que vengarme, no me ven . . - Sí, ya lo sé , replicó Franz, la justicia garia así. humana es tan insuficiente como consola - - ¿ Con qué desaprobais el duelo ? ¿con dora ; puede derramar la sangre en cam - que no os batiriais en duelo ? preguntó á bio de la sangre ; preciso es preguntarla su vez Alberto , asombrado de oir tan' es Straña teoría . lo que puede y nada mas. - Y aun os supongo un caso material, - ;Oh ! si tal, dijo el conde. Entendá replicó el conde, aquel en que la sociedad, monos : me patiria por una miseria , por atacada por la muerte de un individuo en un insulto , por una palabra , por una bo la base sobre la cual se reposa , venga la fetada y eso con tanto mas desprecio , muerte con la muerte. ¿ Pero no hay mi- cuanto que, gracias a la habilidad que he llares de dolores con los que pueden ser adquirido en todas los ejercicios de armas desgarradas las entradas de un hombre, siny en la costumbre que tengo del peligro , que la sociedad se ocupe de ello , sin que estaria casi seguro de matar á mihombre . le ofrezca el medio insuficiente de vengan- ;Oh ! sí,me batiria en duelo por todo eso ; • za de que hablamos hace poco ? ¿ No hay pero por un dolor lento, profundo, infinite , crímenes para los cualesel palo de los tur- eterno , devolveria, si era posible, un do cos, las gamellas de los persas, los nervios lor semejante al que me habrian hecho ;. retorcidos de los iroqueses serian supliciosojo por ojo, diente por diente ,como dicen demasiado dulces , y que sin embargo lallos orientales, nuestros maestros en todo. 260 ALBUM . esos elegidos de la creacion que han sabi-ſagradado , sea en fin que los antecedente bo formarse una vida de sueños y un pa -l quehemos contado,conocidos solo de Franz raiso de realidades. hubiesen aumentado para él el efecto de — Pero , dijo Franz al conde , con esa las teorías del conde , no se apercibió de teoría que os constituye juez y verdugo en que su compañero estuviese tan preocupa vuestra propia causa , es difícil que vos do ; hacia los honores a la comida como mismo escapeis del poder de la ley. El odio hombre condenado desde cuatro á cinco es ciego, la cólera aturdida, y el que toma á años á la cocina italiana , es decir , á una su cargo la venganza arriesga elbeber un de las peores cocinasdelmundo. En cuan amargo brevaje. ito al conde, poseido de una viva preocupa - Sí, si es pobre y torpe; no, si es mi-||cion que parecia inspirarle la persona de llonario y hábil. Por otra parte , lo peor Alberto , apenas probó un bocado de cada seria ese último suplicio de que hablába - plato ; hubiérase dicho que al sentarse á la mos hace poco , el que la filantrópica re - mesa con sus convidados cumplia un sen volucion francesa ha sustituido al descuar- cillo deber de política , y que esperaba sư tizamiento y á la rueda. ¡ Y bien ! i qué partida para hacerse servir algun plato es es el suplicio si se está vengado ! En ver - traño ó particular. Esto le recordaba á dad que casi siento que ese miserable Pe- Franz el terror que habia inspirado el con pino no sea decapitado, como ellos dicen ; de á la condesa G .... y la conviccion en veriais el tiempo que dura y si merece la que le habia dejado de que el conde , el pena de hablar de ello. Pero, en verdad , hombre que él le mostrara en el palco de señores, que tenemos una conversacion un enfrente , era un 'vampiro. poco singular para un dia de carnaval. Al fin del almuerzo ).Franz sacó su re ¿ Cómohemos venido á parar á este asun -| loj. to ? ¡Ah ! ya recuerdo : me habíais pe- - ; Y bien ! lefdijo el conde , & que lha dido un 'sitio en mi balcon ; pues bien ;||ceis ? sea , lo tendreis: pero primero sentémonos - Nos escusaréis, señor conde, respon á la mesa , pues justamente nos vienen á dió Franz , pero tenemosmil cosas queha anunciar que ya está el almuerzo servido. cer. En efecto , un criado abrió una de las - ¿ Cuales ? cuatro puertas del salon , y pronunció las Nos hallamos sin disfraces, y hoy estos palabras sacramentales de: - ; Al suo commodo ! son de rigor. - No os ocupeis de eso . Tenemos , se Los dos jóvenes se levantaron y pasaron gun creo, en la plaza del Popolo , un cuarto al comedor. Durante el almuerzo , que era particular ; haré llevar a él los trajes que escelente , y servido con un esmero delica me indiqueis, y nos disfrazaremos iome do, Franz buscó con los ojos las miradas diatamente. de Alberto , a fin de leer en ellas la impre- - Despues de la ejecucion ? esclamó sion que no dudaba habrian producido en Franz . él las palabras de su huésped ; pero ya sea - Sin duda; despues , darante ó antes , que en medio de su desden habitual no les como querais. hubiese prestado grande atencion , ya seal - ¿ En frente del patìbulo ? que lo que el conde de Monte-Christo lel - El patibulo forma parte de la fiesta , habia dicho respecto al duelo le hubiesel. -- Mirad, señor conde, he reflexionado , 261 . . ALBUM . dijo Franz; mucho os agradezco vuestras) — ¿ Vais , Alberto ? preguntó Franz. bondades, pero me contentaré con aceptar – A fémia , si, querido ; vacilaba co un asiento en vuestro carruaje , un sitio en mo vos, pero la elocuencia del conde me el palacio de Rospoli, y osdejaré en liber- decide. tad de disponer del lugar del balcon , de la piazza del Popolo. . - Vamos , puesto que asi lo quereis ; dijo Franz , pero al dirigirme á la plaza . - Pues os prevengo que perdeisuna co - del Popolo , deseo pasar por la calle del Cours. ¿ Es posible , señor conde ? . . sa muy curiosa , respondió el conde. - Ya me la contaréis, replicó Franz , v - A pié , si; en carruage , no . en vuestra boca meimpresionará tanto co- - Pues bien , iré á pié . mo si la viese . Por otra parte, masde una - ¿ Es necesario que paseis .por la calle vez he querido asistir á una ejecucion , y del Cours ? nunca me he podido decidir ; ¿ y vós Alberto ? - Sí, tengo que ver una cosa . - ; Pues bien ! pasemos por la calle del - Yo , respondió el vizconde , he visto Cours , enviaremos el carruage á que nos ejecutar á Casteins; pero creo que estaba espere en la piazza del Popolo por la en un poquillo alegre ese dia , pues era el de trada del Babuino ; por otra parte , tam . mi salida del colegio . bien yo me alegro de pasar por la calle - Pero , respondió el conde , no es una del Cours para ver si se han cumplido al ražon que no hayais hecho una cosa enlgunas órdenes que he dado. Paris para que no lo hagais en el estran - - Escelencia , dijo el criado abriendo la jero ; cuando se viaja es para instruirse ; puerta , un hombre vestido de penitente cuando se cambia de lugares para ver . pregunta si puede hablaros . . Pensad que papel hariais cuando os pre- - , Ah ! si , dijo el conde, ya sé lo que gimtasen como ejecutan en Roma, y que es ; señores si quereis pasar al salon , alli respondieseis : no sé. Y ademas, dicen encontrareis escelentes cigarros de la Ha. que el condenado es un tunante , un pí-||bana ; en un instante me reuno con vo caro que ha matado á fuerza de golpes||sotros. con un caballete de chimenea á un buen Los dos jóvenes se levantaron y salie canónigo que le habia educado como si fue- ron por una puerta, mientrasque elconde, se su hijo. Si viajarais por España, iriais después de haberles renovado sus escusas, á ver las corridas de toros, ¿no es verdad :||salió por la otra . ¡ Pues bien ! suponed que vamos a ver un Alberto , que desde que estaba en Ita combate ; acordaos de los antiguos roma- lia , se veia privado de los cigarros del ca nos en el círco , de las cazas en que se fé de Paris , grán sacrificio en él, se acer mataban trescientos leones y un centenar |có á la mesa y lanzó un grito de alegria de hombres . Acordaos de aquellos ochen- al percibir verdaderos puros. ta mil espectadores que aplaudian , del - Querido , le preguntó Franz , qué aquellasmatronas que conducian alli á suspensais del conde de Monte - Christo ? Qué pienso? dijo Alberto visiblemen hijas., y de aquellas vestales de blancas manos que hacian con el índice una en - te admirado de que su compañero le hi cantadora señal que queria decir : - Va - ciese tal pregunta ; pienso que es un hom que hace los honores de mos, no haya pereza, acabad con ese hombre encantador , maravillas, que ha visto su casa á las mil bre que ya está moribundo. 66 262 ALBUM micho , que ha estudiadomucho , reflec-jalli algun dia , y, puesto que lo permitis , sionado mucho , que es como Bruto deſiré á llamar á vuestra puerta . Vamos , la escuela estóica , y sobre todo , aña- señores , vamos, no tenemos tiempo que dió arrojando amorosamente una bocana- perder , son las doce y media , partamos. da de humo que subió en forma de espı- Los tres bajaron la escalera . Entonces ral hacia el techo , que posee escelentes el cochero recibió las órdenes de su amo cigarros . y siguió la via del Balniero, mientras que . . Tal era la opinion de Alberto respecto los que iban á pie subian por la plaza de al conde; ahora , pues, como Franz sabia España y por la via Frattina, que los con que Albertotenia pretension de no formar ducia sin darrevuelta alguna entre el pala - " . una opinion de los hombres y de las cosas cio Fiano y el palacio Rospoli. Todas las sinodespues demuchas reilexiones, no in - miradas de Franz se dirijieron a los balcones tentó cambiar en nada la suya. de este último palacio ; no habia olvidado - Pero , dijo , ¿habeis notado una cosa la señal convenida en el coliseo entre el hombre de la capa y el transtevere. singular ? -- ¿ Cual? - ¿ Cuales son vuestros balcones ? pre -- La atencion con que os miraba . guntó al conde con el tono mas natural - ¿ A mi? que pudo dar á su pregunta . - Sí , á vos. - Los últimos , respondió este sencilla Alberto reflexionó. mente , pues no podia adivinar en que - Ah ! dijo lanzando un suspiro , nada sentido se le hacia aquella pregunta. tene eso de estraño. Estoy ausente de l'aris Los ojos de Franz se dirijieron rápida - hace un año , y debo haber adquirido las mente hacia los tres balcones. Los dos la costumbres provinciales. El conde meha- terales estaban colgados de un damasco brá tomado , pues , por un provinciano ; amarillo , y el de enmedio de damasco desenganadle , amigo mio , y decidle , os blanco con una cruz roja . El hombre de ruego , en la primera ocasion que se os la capa habia cumplido su palabra al trans presente, que no hay nada de eso. teverino , y ya no le quedaba duda algu - , Franz se sonrió ; un instante despues na. El hombre de la capa era el conde. entró el conde. Les tres balcones estaban aun vacios. - Aqui estoy, señores, á vuestra dispo- Ademas,por todas partes se hacian pre sicion , las órdenes están dadas, el car - parativos, se colocaban sillas, se levanta ruaje irá por su parte á la plaza del Pópo- ban tablados, se colgaban los balcones y lo , y nosotros por la nuestra vamos, si las ventanas. Las máscaras no podian pre quereis , á la calle del Cours. Tomad al- sentarse , y los carruajes no podian circu gunos cigarros de estos, señor de Morcerf, lar hasta el toque de la campana ; pero aadió apoyando su acento de una mane- sentíanse á las máscaras detrás de todas ra estraña sobre este nombre que pronup - las ventanas , á los carruajes detrás de to ciaba por la vez primera . das las puertas. ---Acepto , con mucho gusto , dijo Al- Franz, Alberto y el conde continuaron berto , porque los cigarros italianos son descendiendo la calle del Cours. A medi peores aun que los de la tercena . Cuando da que se acercaban á la plaza del Popo - vengais à Paris os devolveré todo esto . lo , la turbà era cada vez mas espesa , y — No lo rehuso, pues cuento con ir hasta por encima de las cabezasde aquella mul ALEUN . 203 Titud veianse elevarse dos cosas , el obelis -puno de ellos levantó la plancha , sacó un co finalizando con una cruz que indica el rasco de vino , bebi i un trago y pasó el centro de la plaza , y delante del obelisco frasco á su compajero ; estos dos hombres justamente en el punto de corresponden- eran los ayudantes del verdugo ! A esto cia visual de las tres calles del Babuino , solo aspecto , Franz estaba ya horrori del Cours y di Ripetta , los dos terrible: Lado . Los condenados, trasportados la víspera potros del patíbulo , entre los cuales brilla ba el hierro de la mandaia . En el ángulo por la noche desde los Carceri Nuove á la de la calle encontraron al mayordomo de equeña iglesia de Santa María del Popo conde que esperaba á su señor . El balcon lo , habian pasado la noche , asistidos cada alquilado á un precio exorbitante sin du- 100 de ellos por dos sacerdotes ; cra una da, pertenecia al segundo piso del gran capilla cerrada con una reja delante de la palacio situado entre la calle del Babuioo cual se paseaban los centinelas relevándo y el monte Pincio ; era , como hemos di se de hora en hora . Dos filas de carabine cho , una especie de gabinete de tocador los colocados á cada lado de la puerta se que comunicaba con una alcoba: cerrando estendian hasta el patíbulo , á cuyo redė la puerta de la alcoba , los que estuviesen lor iban formando un círculo , dejando li en el gabinete quedaban perfectamente in- bre un camino de dos pies de ancho, y en dependientes, sobre las sillas se habian co- torno de la guillotina una espacio de unos locado trajes de pallazo , de seda blanca y cien pasos de circunferencia . azul , de los mas elegantes. Todo el resto de la plaza estaba atesta -Como me habíais dejado la elecciondo de hombres y de mugeres . Muchas de de los trajes , dijo el conde á los dos ami-festas sostenian á sus hijos sobre sus hom gos, os he hecho preparar estos . En pri bros. Estos niños que dominaban la tur mer lugar , será lo que mas se lleve este ba , estaban admirablemente colocados . El monte Pincio parecia un vasto anfi ałìo ; en segundo , es lo mas cómodo para los rostros , atendido á que no hay que teatro , cuyas gradas estuviesen cargadas darse con harina . de espectadores ; los balcones de las dos Franz no oyó bien las palabras del con- iglesias que formaban el ángulo de las ca de , y no apreció tal vez como debia aquelles de Babuino y di Repetta estaban ya nuevo servicio , pues absorvia toda su llenos de curiosos privilegiados ; los esca atencion el espectáculo que presentaba lalones de los peristilos parecian una ola mo plaza del Popolo y el instrumento terrible vible empujada hacia el pórtico por una que entonces formaba su principal adorno . incesante marea ; cada ángulo saliente de Aquella era la primera vez que Frauz veía la pared que pudiese sostener á un hom una guillotina , porque la mandaia roma- bre, tenia su estátua viviente . Lo que de na tiene casi la misma forma que nuestro cia el conde era verdad ; lo mas curioso instrumento de muerte . La cuchilla es un que hay en la vida es el espectáculo de la semicírculo que corta por la parte conve- muerte. Y sin embargo, en lugar del si xa , pero cae de menos altura . lencio que parecia exigir la solemnidad del Dos hombres sentados sobre la plancha espectáculo , un gran ruido reinaba en donde tienden al condenado , almorzaban aquella turba ; • informe mezcolanza de ri inientras tanto ; y comian , segun podia al- sas, silvidos y gritos de gozo ; era eviden canzar la vista de Franz , pan y salchicha ; te, como habia dicho el conde , que aque 204 ALBUM . lla ejecucion no era otra cosa para todo ellojos negros sobre todo tenian una espresion pueblo que el principio del carnaval de bondad admirable . De repenté cesó este ruido como por en - Sin embargo, los dos condenados conti canto; la puerta de la iglesia acababa de ouaban andando hácia elpatìbulo , y áme abrir e . Una cofradia de penitentes, de la dida que avanzaban , podíanse distinguir cual cada miembro vestia un saco grís con las facciones de su rostro. Pepino era un dos agujeros para los ojos únicamente , y muchacho buen mozo, de veinte y cuatro con un cirio encendido en la mano, apare- já veinte y seis años, de tez tostada por el ció antes que nada ; delante marchaba el sol, de mirada franca y salvaje. Andaba gefe de la cofradía . Detrás de los peniten - con la cabeza erguida, y parecia aspirarel tes venia un hombre de elevada estatura ; viento para ver de que lado vendria su li este hombre iba desnudo, escepto un cal- bertador. Andrea era grueso y rechoncho; zon de lienzo ; á su lado izquierdo se veia su rostro de una bajeza cruel, po indicaba sujeto un gran cuchillo oculto en su vaina; a edad; sin embargo , podria tener unos · llevaba sobre el hombro derecho una pe - treinta años. En la prision habia dejado sadamaza de hierro . Este hombre era el crecer su barba . Su cabeza cạia sobre uno verdugo. Calzaba ademas unas sandalias de sus hombros, y sus piernas se doblega atadas á la pierna con cuerdas. Detrás delſban bajo su peso ; todo su ser parecia obe verdugo marchaban con el orden con que decer á un movimiento maquinal en el debian ser ejecutados , primero Pepino y cual su voluntad no entraba para nada. despues Andrea. Cadauno marchaba acom -| Me parece, dijo Franz al conde, que pañado de dos sacerdotes. Ni uno oi otro me habiais anunciado que no habria mas iban con los ojos vendados. Pepino cami- que una ejecncion. naba con paso firme; sin duda debió ser - Os he dicho la verdad , respondió el prevenido de lo que debia acontecer. An - conde con frialdad . drea iba sostenido por un sacerdote . Am - -. Sin embargo, alli tepeis dos condena bos besaban de cuando en cuando el cru -||dos. cifijo que les presentaba su confesor. - Si ; pero de esos dos condenados , el Franz sintió á este aspecto que le fla - uno pronto va á morir , y al otro le que queaban las piernas; miró á Alberto . Es- dan aun largos años de vida y perdon . taba pálido como su camisa , y por un mo- -- Puesme parece que si ha de venir , vimiento maquinal arrojó lejos de sí su no tiene tiempo que perder. cigarro, a pesar denohaberlo fumadomas - Pues justamente alliviene;mirad, dijo que hasta la mitad . El conde era el único el conde. que parecia impasible , antes bien una li-| En efecto , en elmomento en que l'epino jera tiota sonrosada habia cubierto susme-Plegaba al fin de la mandaia , un peniten jillas de una palidéz lívida. Su nariz se di- te que parecia tardar , atravesó por entre lataba como la de un animal feroz que las dos filas sin que los soldados le opusie huele la sangre , y sus lábios lijeraniente sen ningun obstáculo , y adelantándosehá abiertos, dejaban ver sus dientes blancos, Icía el gefe de la cofradía , le entregó un papeldoblado en Pepino cuatro dobleces, La mia pequeños y agudos como los deun chacal.' lrada ardiente de no habia perdido Y no obstante a pesar de todo esto , $uninguno de estos detalles; el gefe de la co rostro tenia una espresion de dulzura ri - \fradía , desdobló el papel, lo leyó y levan sueña que Franz no le habia yisto aun; sustó la mano . ALBUM . 265 - El Señor sea bendecido y su Santidadi se os conoce en eso , y que dignos sois en sea loada, dijo en alta é inteligible voz; todo tiempo de vosotros mismos! ' , hay perdon de la vida para unode loscon - |. En efecto , Andrea y los dos ayudantes denados. . del verdugo se revolcaban por el suelo , - ; Perdon ! esclamó elpueblo á un solo mientras que el condenado seguia gritan do: « debe morir , quiero que muera , no grito ; i hay perdon ? A esta palabra de perdon , Andrea pa- tienen derecho para matarme á mi solo .» reció saltar y levantar la cabeza . - Mirad , mirad , continuó el conde - Perdon , e para quien ? gritó . agarrando á ca'da uno de los jóvenes por la Pepíno permaneció inmóvil , mudo y mano; mirad, porque á fé mia es cosa cu riosa ; allí teneis un hombre que estaba re atento . - Hay perdon de la pena demuertepa- signado á su suerte , que marchaba al pa ra Pepino, llamado Rocca - Priori , dijo el tíbulo , que iba a morir como un cobarde, gefe de la cofradía , y pasó el papel al ca- es verdad , pero en fin iba á morir sin re pitan que mándaba los carabineros,elcual sistencia y sin recriminacion; ¿ sabeis lo que despues de haberlo leido, se lo devolvió . le daba alguna fuerza ? ¿ sabeis lo que le - ;Perdon para Pepino! esclaınó Andrea consolaba ? ¿ sabeis lo que le hacia sufrir enteramente sacado del estado deentorpe- ſel suplicio con resignacion ?... que otro cimiento en que parecia testar sumerjido . participaba de su angustia , que otro iba á ¿ Por qué perdon (para él y no para mí? morir como él, que otro iba á morir antes Debiamos morir juntos,mehabian prome- que él. Llevad dos carneros ó dos bueyes tido que moriria antes que yo , no tienen al matadero, y haced comprender á unode derecho para hacermemorir solo; no quiero ellos que su compañero no morirá ;el car morir solo , no quiero. nero balará de gozo y el bueymujirá de pla Y se agarró á los brazos de los dos sa - cer; pero el hombre, el hombre que Dios cerdotes, torciéndose,ahullando, rugiendo ha creado á su imágen , elhombre á quien y haciendo esfuerzos insensatos para rom - Dios ha impuesto por primera , por única, per las cuerdas que le ligaban las manos. por suprema ley , el amor al prójimo, el El verdugo hizo señal á sus dosayudantes homkre á quien ha dado una voz para es que bajaron del cadatso y se apoderaron presar su pensamiento , ¿ cual será su pri del condenado . mer grito cuando sepa que su camarada se - ¿ Que hay ? preguntó Franzal conde, ha salvado ? una blasfemia . ¡ Honor al pues como todo esto pasaba en lengua ro - hombre , esa obramaestra dela naturaleza, mana , no habia comprendido muy bien . Jese rey de la creacion ! - ¿ Que hay ? dijo el conde, ino lo adi- Y el conde empezó á reir, pero con una vinais ? Esa criatura bumana que va ámo- risa terrible que indicaba haber sufrido rir , está furiosa porque su semejante no horriblemente para conseguir reir deaque mueré con ella , y que si la dejasen la des la manera . garraria con sus uñas y con sus dientes No obstante, la lucha continuaba,y era mas bien que dejarla gozar de la vida de una cosa espantosa . Los dos ayudantes que se va á već privada . ¡Oh , hombres, llevaban á Andrea alpatíbulo ; todo elpue bombres! raza de cocodrilos, como diceblo habia tomado partido contra él, y vein Karl-voor, esclamó el conde estendiendo te mil voces gritaban á on tiempo; ¡Vue los dos puños hácia toda la turba;que bien'lra ! ;muera !» Franz se retiró, pero es 67 - - ALBUM . 266 copile agarró su brazo y le detuvo delante,neció de pié , pero asido a las cortinas del de la ventana . balcon sin cuyo apoyo hubiese caido se -- ¿ Que haceis ? le dijo į teneis piedad ? guramente. Si oyeseis ladrar á un perro rabioso ,toma- El conde estaba en pié y su rostro de riais vuestra escopeta , saldriais á la calle , notaba una espresion satánica y triunfante matariais sin misericordia á boca de jarro como el ángelmalo . VI. al pobre animal, que al fin y al cabo no seria culpable mas que de haber sido morEL CARNAVAL DE ROMA. dido por otro perro , y devolver lo que le Cuando Franz volvió en sí encontró á habian hecho; y ahora teneis piedad de un Alberto bebiendo un vaso de agua , juz hombre á quien ningun otro hombre hagando por su palidez lo mucho que le con mordido, y que sin embargo hamatado á venia, y al conde vistiéndose ya de pallazo . su bienhechor , y que ahora no pudiendo Arrojó maquinalmente unamirada a la pla ya matar a nadie , porque tiene lasmanosza : todo habia desaparecido, patibulo , ver atadas, quiere á toda fuerza ver morir á dugos, víctimas; no quedaba mas que el su compañero de cautiverio , á su camara- pueblo azorado,alegre , bullicioso ; la cam da de infortunio ! No, no, mirad , mirad. pana de Monte Citorio que no se toca sino La recomendacion era inutil, Franz es para la muerte del Papa, y la apertura de taba como fascinado por el horrible espec- la mascarada, repicaba velozmente . tículo . Los dos ayudantes habian llevado - ¿ Y bien ? preguntó alconde, ¿qué ha el condenado al patíbulo , y allí a pesar de pasado ? auo . sus esfuerzos , de sus mordeduras, de sus -- Nada,absolutamente nada, dijo ,como gritos, le habian obligado á ponerse de ro- veis; pero el carnaval ha comenzado, iis . dillas; durante este tiempo el verdugo se ſtámonos pronto . habia colocado á su lado con la maza le - - En efecto , respondió Franz al conde, vantada,entonces á una señal los dos ayu - solo resta de tan horrible escena las hue dantes se separaron. El condenado quiso llas de un sueño. volverse á levantar , pero antes que hu -l - Pues no es otra cosa que un sueño biese tenido tiempo para ello la maza ca - lo que babeis tenido tenido. . yó sobre su sien izquierda : oyóse un ruisi, yo , pero ¿ y el condenado ? do sordo y seco , y el paciente cayó como — Tambien es un sueño ; pero él ha un buey , con el rostro contra la tierra ; quedado dormido , al paso que vos os ba omo lado dormido,an quién puede mas despues á consecuencia del choque se béis despertado , ¿y quién puede decir volvió deespaldas, entonces el verdugo de- cual e los dos será el privilegido ? jó la maza, sacó el cuchillo de su cintu - - ¿ Pero qué ha sido de Pepino ? ron, de un solo golpe le cortó lo gargan -| - Pepino es un muchacho juicioso que ta, y subiendo al punto sobre su vientre , no tiene ningun amor propio , y que, con empezó á patearlo con vigor . A cada pre tra la costumbre de los hombres que se . sion saltaba in caño de sangre del cuello enfurecen cuando no se ocupan de ellos , se ha alegrado de que la atencion general Al ver esta operacion , Franz no pudo se fijase en su compañero; por consiguien tenerse en pié , se retiró vacilando y fué a te , se ha aprovechado de esa distraccion del condenado . caerse casi desmayado sobre un sillon. 'para deslizarse por entre la turba y desa Alberto , con los ojos cerrados , perma-"parecer, sin dar siquiera las gracias a los 267 ALEUM . . dignos sacerdotes que le habian acompa-ploca y bulliciosa. Una turba de máscaras nado. Decididamente , el hombre es un salia por todas partes, escapándose de las animal muy ingrato y egoista ..... Pero puertas, descendiendo por los balcones; vestíos; mirad como os dá el ejemplo los carruages desembocaban por todas las calles cargados de pierros, de figuras gro M . de... Morcerf. En efecto , Alberto pasaba maqninal- tescas, de dominós , de marqueses, de mente su pantalon de tafetan por encima transteverinos, de ar equines , de caha de su pantalon negro y sus botas charo- Ieros, de aldeanos; todo esto gritando , gesticulando , lanzando huevos llenos de ladas. - ¿ Y bien ? Alberto , preguntó Franz , harina, confites , ramilletes; atacando con ¿ estáis dispuesto á cometer algunas locu - palabras y proyectiles á los amigos y á los ras? Veamos, responded francamente . ljestraños, á los conocidos y desconocidos , - No, dijo , pero en verdad ahora me sin que nadie tuviese derecho para enfa alegro de haber visto una cosa semejante, darse , sin que nadie hiciese otra cosa que y comprendo lo que decia el señor conde; reir . que cuando uno ha podido acostumbrarse Franz y Alberto eran como esos hom á semejante espectáculo es el único quebres que para distraerse de un violen aun puede causar algunas emociones. to pesar son conducidos á una orgía , y - Sin contar con que en ese momento que a medida que beben y se embriagan , se pueden hacer estudios de los caractéres, sienten interponerse un denso velo entre dijo el conde; en el primer escalon del pa- el presente y lo pasado. Siempre veian ó tíbulo , la muerte arranca la máscara quemas bien continuaba obrando en ellos el . se ha llevado toda la vida y aparece el reflejo de lo que habian visto . Pero poco verdadero rostro. Preciso . es convenir que lá poco les iba dominando la embriaguez el de Andrea no estaba muy bonito. .. pi general; parecióles que su razon vacilante caro , infame ... .. ; Vistámonos , señores .lliba abandonándoles ; sentian una necesidad vistámonos! tengo necesidad de ver más- estraña de tomar una parte en aquel rui caras de carton para consolarme de las do, en aquelmovimiento , en aquel vér tigo. Un punado de confites dirigido á máscaras de carne. Ridículo hubiera sido para Franz el||Morcerf desde un carruage próximo, y aparentar aun conmocion y no seguir el que , cubriéndole de polvo , asi como á ejemplo que le daban sus compañeros. sus dos compañeros, pegó en su cuello y Vistióse , pues , su trage , y puso su careta parte de rostro que no estaba cubierta por que no era seguramente tan descolorida la máscara como si le hubiesen laạzado como su rostro. Concluido que hubieroncien alfileres, acabó por impelirle á la lu de disfrazarse,bajaron la escalera. El car- cha general, en la que entraban todas las ruaje se esperaba á la puerta , lleno de máscaras que encontraban . Púsose de pié á su vez en el carruage ; agarró puñados dulces y de ramilletes. Dificil es formarse una idea de un cam - de proyectiles de los sacos , y con todo el bio mas completo que el que acababa de vigor y la habilidad de que era capaz, en vió a su vez huevos y yemas de dulce á En lugar de aquel espectáculo demuer - isus vecinos. operarse . A L te , sombrío y silencioso , la plaza del l'ó - Desde entonces se trabó el combate. El polo presentaba el aspecto de una orgía recuerdo de lo que habian visto media ho-, 268 . ALBUM . 'ra antes , se borró enteramente de la ima- Rospoli, y en el balcon de enmedio , el ginacion de los dos jóvenes ; tanto habia que estaba colgado de demasco blanco con influido en ellos aquel espectáculo movi- una cruz roja , había un dominó azulado ble , alegre , bullicioso , que tenian á la bajo el cual la imaginacion de Franz se vista . En cuanto al conde deMonte -Chris - representó sin trabajo la bella griega del to, nunca habia parecido impresionado un teatro Argentivo. solo instante . - Señores, dijo el conde saltando á tier En efecto , figúrese el lector aquella ra , cuando os canseisdeser actores y què grande y hermosa calle , limitada por un rais ser espectadores, ya sabeis que teneis lado y otro de palacios de cuatro ó cinco un sitio en mi balcon ; mientras tanto , pisos , con todos sus balcones guarnecidos disponed de mi carruage y de mis cria de colgaduras. En estos balcones , tres dos. . cientos mil espectadores romanos , italia - Hemos olvidado decir que el cochero nos , extrangeros venidos de las cuatro del conde iba vestido gravemente con una partes del mundo ; todas las aristocracias piel de oso , negra , exactamente seme reunidas, aristocracias de nacimiento , de jante á la de Odri , en el oso y el Pachá , dinero, de talento ; mugeres encantadoras y que los dos lacâyos iban en pié detras que , sufriendo la influencia de aquel es - del carruage' con dos vestidos de monò pectáculo se inclinan sobre los antepechos verdes, perfectamente ajustados á su cuer de los balcones, sacan su cuerpo fuera de po , y con caretas de resorte con las que las ventanas, hacen llover sobre los car . hacian gestos á los paseantes. rúages que pasan una granizada de confi- Franz dió gracias al conde por su delica tes que se las devuelve por ramilletes , la da oferta . En cuanto á Alberto , estaba co admósfera espesada con los dulces quedes- queteando con un carruage Ileno dealdea cienden y las flores que suben ; y sobre el nas romanas, detenido como el del conde pavimento de las calles una turba gozosa por uno de esos descansos tan comunes en incesante, loca , con trajes insensatos, gi- las filas, y tirando de una parte y de otra gantescas colillores que se pasean , cabe- ramilletes. Desgraciadamente para él, la fi zas de búfalo que mugen sobre cabezas la proguió su movimiento , y mientras que de hombre , perros que pareceu andar con él descendia hacia la plaza del Popolo , el las patas delanteras: en medio de todo es- carruage que habia lainado su atencion to una máscara se levanta y en esa tenta - subia hácia el palacio de Venecia . . cion de San Antono soñada por Cattot , - *; Ah ! querido, dijo á Franz, ino ha algun Astarteo , que ve un rostro encan - beis visto ese carruage que va cargado de tador al que quiere seguir y del cual se ve aldeanas romanas ? separado por especies de demonios seme- - No. jantes a los que se ven en sueños, y ten- - Pues estoy seguro de que son muge drá una débil idea de lo que es el carna - res encantadoras. val en Roma. 1 - ; Qué desgracia que esteis 'enmasca A la segunda vuelta el conde hizo de- rado , querido Alberto ! dijo Franz , este tener elcarruage y pidió a suscompañeros era el momento de desquitaros de vues permiso para separarse de ellos dejándo-||tras desdichas amorosas. legº aquel á sú disposicion . Franz levan - 1 - ; Ohl respondió Alberto , medio ri tó los ojos; estaban enfrente del palacio sueño , medio convencido , espero que no ALBUM . 269 pasará el carnaval sin que me aconteżcà la ópera . Si la bella paisana tiene gana de alguna aventura . ir mas allá ya la encontraremos mañana , A pesar de esta esperanza de Alberto , o mas bien ella nos encontrará , entonces todo el dia pasó sin otro suceso que el en- me dará una señal .... de existencia y yo cuentro renovado dos o tres veces del car- veré lo que tengo que hacer . -Es verdad , mi querido Alberto , dijo rúage de las aldeanas romanas; en uno de estos encuentros sea por casualidad , Franz, sois sabio como Nestor y prudente sea por cálculo de Alberto , se le cayó la cualUlises, y si vuestra Circé llega á cam careta . biarse en una bestia cualquiera , preciso En este encuentro, tomó el resto de ra- será que sea muy diestra ó muy pode milletes y lo arrojó al carruage ; sin duda rosa . Alberto tenia razon : la bella descono una de aquellas mugeres encantadoras , á lo menos como tales las juzgaba Alberto , cida habia resuelto sin duda no llevar la in se conmovió á esta galanteria ; pues á su triga mas lejos aquel dia , pues aunque los vez, cuando volvió a pasar el carruage de jóvenes dieron aun muchas vueltas, no vol los dos amigos , arrojó un ramillete de vieron á ver el carruage que buscaban con violetas. Alberto se precipitó sobre él: co- los ojos : habia desaparecido por una de mo Franz no tenia ningun motivo para las calles adyacentes. Entonces subieron al creer que iba dirijido á su persona , dejó palacio Rospoli ; pero el conde tambien á Alberto apoderarse de él . Este lo puso habia desaparecido con el dominó azul ; los victoriosamente en sus ojales, y el carrua -dos balcones colgados de damasco amari llo seguian por otra parte ocupados por ge continuó su inarcha triunfante . Y bien ! le dijo Franz , este es un personas que él sin duda habia convidado. principio de aventura . En este momento la campana que ha Ríete cuanto quieras, respondió ; pero bia sonado para la apertura de la masca creo que si; así pues no me separo de este rada sono para la retirada ; la fila del Cor ramillete . so se rompió al punto , y en un instante -Diantre, bien lo creo , respondió Franz todos los carruages desaparecieron por las riendo , es una señal de reconocimiento . calles transversales . Franz Alberto esta у La broma , por otra parte, tomó un ca- ban en este momento en frente de la via rácter de realidad , por que cuando, siem- delle Maratte ; el cochero arreó los caba pre conducidos por la fila , Franz y Allos y llegando a la plaza de España , se berto se cruzaron de nuevo con el càrrua- detuvo delante de la fonda . Maese Pastrini salió á recibir a sus hués ge de las aldeanaś , la que habia lanzado el ramillete comenzó á aplaudir al verle en pedes al uinbral de la puerta . El primer cuidado de Franz fué infor el ojal del traje de Alberto . - Bravo , querido , bravo ! le dijo marse del conde, y espresar el sentimien Franz , esto se va preparando perfecta - to de no haberle ido á buscar á tiempo ; mente ; & quereis que os deje si preferis pero Pastrini le tranquilizó , diciéndole que estar solo ? el conde de Monte - Christo habia manda - No,dijo, no nos arriesguemos demasiado em segundo carruage para él y que este do . No quiero dejarme engañar como un carruage habia ido á buscarle a las cuatro tonto á la primera demostracion, á una cita al palacio Rospoli . Ademas estaba encar bajo el re : oj, como decimos en el baile de gado de ofrecer á los dos dos amigos la 68 ALBUM . 270 llave de su palco en el teatro Argentino. Ito aldespojarse del suyo , guardó con el Franz interrogó á Alberto acerca de susmayor cuidado su ramillete de violetas; disposiciones ; pero Alberto tenia que po - era su señal de reconocimiento para eldia mer en ejecucion grandes proyectos antes siguiente . Los dos amigos se sentaron á la de pensar en ir al teatro. En su consecuen- mesa ; pero al comer , Alberto no pudo cia , en lugar de responder , se informómenos de observar la diferencia notable de si maese Pastrini podia procurarle un que existia entre los méritos respectivos del cocinero de maese Pastrini, y el del sastre. : - ¿Un sastre ? preguntó el huésped y conde de Monte Christo. La verdad obli para qué? Ilgó á Franz á confesar , apesar de las pre - Para hacernos de aqui å mañana dos venciones quedebia tener contra el conde, vestidos de aldeanos romanos lo mas ele -lique la ventaja no estaba de parte de maese Pastrini. gante posible , dijo Alberto . Maese Pastrini meneo la cabeza . A los postres, el criado del conde se in - , - ;Haceros de aqui á mañana dos tra - formó de la hora á que deseaban los jó jes! esclamó; ¿dos trajes, cuando de aqui venes el carruage. Alberto y Franzse mi á ocho dias no encontrariais seguramente raron , temiendo ser indiscretos. El criado un sastre que consintiese en coser seis bo- los comprendió. tones á un chaleco , aunque le pagaseis ál - Su escelencia , el conde de Monte escudo elboton ? Christo, les dijo , ha dado órdenes termi - ¿ Entonces , es preciso renunciar á nantes para que el carruaje permaneciese procurarnos los trajes que deseo ? todo el dia a la disposicion de susseñorías. : - No , porque tendreis esos trajes he- Sus señorías puedenjdisponer de él sin chos. Dejad que me ocupe de eso , y ma- temor de ser indiscretos. ñana encontrareis aldespertaros una co- Los jóvenes resolvieron aprovecharse leccion de sombreros, de chaquetas y de hasta el fin de la amabilidad del conde, y calzones , de los cuales quedareis satisfe -Imandaron enganchar , mientras que ellos chos. sustituían un traje de etiqueta á su traje de - Ah ! querido , dijo Franz á Alber - calle, un si es no es descompuesto por los to , fiémonos en nuestro huésped , ya nos numerosos combatesá los cuales se habian ha probado que era hombre de recursos; entregado. Tomada esta precaucion, se di comámos pues tranquilamente , y despues rigieron al teatro Argentino , y se instala de la comida vamos a ver la Italiana en ron en el palco del conde. Argel. Durante el primer acto , entró en el su - Sea por la Italiana en Argel, dijo yo la condesa G ... su primera mirada se Alberto ; pero pensad , maese Pastrini, dirigió hacia el lado donde la víspera ha que este caballero y yo , continuó seña - bia visto al singular desconocido, de suer lando á Franz , tenemos mucho interés en te que apercibió á Franz y Alberto en el palco de aquel acerca del cual habia for poseer esos trajes mañana. . El posadero afirmó por última vez á sus mado una opinion tan estraña. huéspedes queno se inquietasen por nada, . , Sus anteojos estaban dirigidos á él con y que serian servidos a medida de su de una pertinacia tal, que Franz vió que se seo, con lo cual Franz y Alberto subieron ria una crueldad el tardar mas tiempo en para quitarse sus trajes de pallazo . Alber- satisfacer su curiosidad. Así pues, usando 271 - No solamente vive en la misma fon ALBUM . del privilegio concedido a los espectadores de los teatros italianos, que consiste en ha- da, sino en el mismo pise . ¿ Cómo se llama? porque sin duda cer de las salas de espectáculo un salon de recibo , los dos amigos salieron del palco sabreis su nombre. - Perfectamente : el conde de Monte para ir á presentar sus respetos á la con risto desa . Apenas hubieron entrado en su pal- Christo . co que hizo una seña á Franz para que sel - ¿ Qué nombre es ese ? ¿no será un sentase en el sitio de honor ; Alberto se porabre de familia ? - No, es el nombre de una isla que ha colocó detrás de ella . - , Y bien ! dijo á Franz sin darle si comprado. quiera tiempo de sentarse , no parece sino mai Y es conde ? que no habeis tenido nada que os urgiera - - Conde toscano . tanto como hacer conocimiento con el nue- - En fin , sufriremos ese como los de vo lord Ruthwen , by segun veo ya sois losmas, respondió la condesa que era de una de las mas antiguas familiasde los alrede · mejores amigos del mundo ? - Sin que estemos tan adelantados co - dores de l'enecia . ¿ Y qué clase de hom mo decís , en una intimidad reciproca, nobre es ? puedo negar , señora condesa , respondió Franz , que hayamos abusado todo el dia - Preguntad al vizconde de Morcerf. - Ya lo oís , caballero , me envian á vos, dijo la condesa. de su amabilidad - Hariamos muy mal si no le juzgáse Como, i todo el dia ? -- Si por cierto , señora: esta mañana mos encantador, señora , respondió Alber hemos aceptado su almuerzo ; durante to - to ; un amigo de diez años no hubiese he da la mascarada hemos recorrido el corso cho por nosotros lo que él hahecho, y es en su carruaje ; en fin , esta noche veni" leto con una gracia , con una delicadeza , mos al teatro y ocupainos su palco. — ¿ Le conocíais ? - Sí... y no. : - ¿ Cómo? - Es una larga historia . . Juna amabilidad que indican verdaderamen ſte un hombre de mundo. - Vamos , dijo la condesa riendo ; ve · reis como mi vampiro será sencillamente - Razon de mas. algun nuevo millonario , que quiere gastar - Esperad al menos que esta historia sus millones> tenga un desenlace. - ¿ Y á ella la habéis visto ? - Bien . Me gustan las historiascomple tas. Mientras tanto , decidme, ¿cómo os | - ¿ A quién? preguntó Franz sonriendo. habeis encontrado en contacto ? ¿ quién os ha presentado á él? A la graciosa griega de ayer. — No, nos pareció sí haber oido el so - Nadie ; él es quien se ha hecho pre- nido de su guzla , mas en cuanto á ella sentar á nosotros ayer noche , despues dee moon permaneció invisible. haberme separado de vos. - Es decir, que cuando decís invisible , - ¿ Por qué intermediario ? - ¡Oh ! ¡ Dios mio ! por el muy pro -limi querido Franz, dijo Alberto , es con el . | fin de hacerlo unas misterioso. ¿ Quién sáico intermediario de nuestro huésped res -- ¿ Vive , pues, en la fonda de Londres creeis sea aquel dominó azul que estaba - como vos ? .: 272 ALBUM . en el balcon colgado de damasco blanco en| En efecto, al dia siguiente a las nueve Hentro en el cuarto de Franz acompañado - Pues qué ! del conde tenia tres bal- de un sastre cargado con ocho o diez cla “ . ses de vestidos de aldeapos romanos. Los cones en el palacio Rospoli ? el palacio Rospoli ? - Sí. ¿ Habéis pasado por la calle del dos amigos escogieron dos parecidos y que casi ajustaban á su cuerpo ; encargaron á -- in duda. ¿Quién es elquehoynoha su huisped que les pusiesen "unas veinte pasado por la calle del Cours ? cintas en cada uno de sus sombreros y pro Cours ? Y bien ! zno visteis tres balcones y curarles dos de esas fajas de seda de listas uno de ellos colgado de damasco blanco , transversales y colores vivos, con las cua con una cruz roja ? ¡ Pues esos eran los les los hombres del pueblo en los dias de tres balcones del conde ! fiesta tienen la costumbre de ceñir la cin - Acaso ese hombre es algun nabab ? |tura . ¿ Sabéis lo que cuestan tres balcones como Alberto estaba impaciente porver como esos durante los ocho días de carnaval , y le sentaria su improvisado vestido , el que en el palacio kospolis es decir , en el me- se com ponia de 'unos calzones y de una jor sitio del Corso ? chaqueta de terciopelo azúl, medias con - Doscientos ó trescientos escudos ro - cuchillas bordadas, zapatos con hebillas y un chaleco de seda. Por consiguiente el manos. - Decid mas bien dos o tres mil. . . jóven no podia menos de ganar con este traje tan pintoresco , y cuando su cinturon - ¿ Es acaso su işla la que le produce hubo oprimido su elegante talle ; cuando miDiantre ! su sombrero , lijeramente inclinado á un - Su isla no produce ni un solo bejuco . lado, dejó caer sobre su hombro'una infi - Entonces , ¿ por que la ha comprado ?||oidad de cintas , Franz se vió obligado á tanto ? lor capricho. confesar que el traje influye mucho en la superioridad física en ciertas poblaciones. - El caso es, dijo Alberto , que me hal Los turcos tan pintorescos antes con sus parecido bastante escéntrico . Sihabitase 'en trajes largos de vivos colores , no están “ Es un hombre original. Paris , și frecuentase nuestros teatros,osdi- ahora horribles con sus levitas azulesabo ria que es un pobre diablo á quien la litera - tonadas y su gorro griego que parecen bo tura moderna ha trastornado la cabeza. Entellas de vino con tapon encarnado ? Franz verdad me ha dado ayer dos o tres golpes felicitó á Alberto , que en pié delante del diguos de Didier o de Antony. Jespejo , se sonreia con un aire de satisfac En este momento entró una visita y se- cion que nada tenia de equívoco. Estaban gun la costumbre èedió Alberto su lugarasi cuando entró el conde de Monte al recien venido ; esta circunstancia ade Christo . mas de mudar de asiento hizo tambien -- Señores, les dijo , como por agradable : cambiar de conversacion . Una hora des- que sea un compañero de placer, la liber . pues, los dos amigos volvieron a entrar en tad es mas agradable aun , vengo á anuna :* la fonda . Maese Pastrini estaba ya ocupadociaros que por hoy y los dias siguientes en sus disfraces para el dia siguiente y les dejo a vuestra disposicion el carruaje de prometió que quedarian satisfechos de su que os habeis servidoayer. Nirestro hués inteligente actividad . #ped ha debido deciros que tenia tres ó cua ALBUM . 273 tro en las cuadras de su casa ; no me pri -lginado poner sus libreas sobre sus pieles vais, pues, de ir en carruej? ; usad de él de animales , lo cual les formaba un cuer libremente , ya para ir á divertiros como po mas grotesco si cabe que el dia ante para ir á vuestros asuntos. Nuestra cita, si rior, lo que les valió el que Franz y Al algo tenemos que decirnos, será en el pa - berto les alabasen por aquella invencion . ||Alberto habia atado sentimentalmente á lacio Rospoli. Los dos jóvenes quisieron hacer algunas sus ojales el ramillete de violetas ajadas ya. . observaciones, pero verdaderamente no te - Al primer toque de la campana partie nian ninguna razon para rehusar una ofer - ròn y desembocaron en la calle del Cours ta que por otra parte les era agradable . por la via de Vittoria . A la segunda vuel Concluyeron por aceptar. . ta un ramillete de violetas frescas que sa - · El conde de Monte - Christo permaneció lió de un carruage de pallazas, y que vino un cuarto de hora con ellos , hablando del á caer dentro el carruage del conde , in todo con una facilidad estremada. Estaba, dicó á Alberto , que como su amigo y él , como ya se habrá podido notar , muy al las paisanas de la vispera habian cambia corriente de la literatura de todos los pai- do de traje , y que , sea por casualidad , ses. Una ojeada que dió a las paredes de sea por un sentimiento semejante al que su cuarto habia probado á Franz y á Al- le habia hecho obrar , asi como él habia berto que era aficionado á cuadros. Algu- adornado elegantemente su traje , ellas nas palabras que propunció al pasar, les por su parte habian engalanado el suyo. . probó que no le eran estrañas las ciencias, Alberto sustituyó el ramillete ajado con sobre todo parecia haberse ocupado par- el fresco , conservando empero aquel en ticularmente de química. . Hla mano y cuando cruzó de nuevo el car- ' . Los dos amigos no tenian la pretension ruage, lo llevó amorosamente á sus labios; de devolver al conde el almuerzo con que accion que pareció divertir mucho no solo aquel les obsequiara ; hubiera sido una lá la que se lo habia arrojado , si que tam necedad ofrecerle , en cambio de su esce- bien á sus locas compañeras. Eldia no fué lente mesa , el servicio apenas mediano menos animado que el anterior : es pro de maese Pastrioi, te lo dijeron franca - bable que un profundo observador hubie mente y el recibió sus escusas como hom - se reconocidoaun cierto aumento de ruido bre que sabia apreciar su delicadeza. y de alegria . En una de las vueltas per · Alberto estaba encantado de los moda - cibieron ałconde en su balcon , pero cuan lesdel conde, en quien , sin su ciencia , hu do el carruage volvió a pasar habia ya biera reconocido un noble caballero . La desaparecido . : libertad de disponer á sů arbitrio del car - Inútil es decir que el cambio de coque ruage era lo que mas alegria le causaba , terías entre Alberto y la pallaza de los ra tenia ya susmiras respecto aquellas gracio - milletes de violetas duró todo el dia . Por sas aldeanas, y como en la vispera se le la noche al entrar Franz en casa encontró hrabian aparecido en un carruagemuy ele- una carta de la embajada , en la que le gante, no le desagradaba presentarse á su anunciaban que tendria el honor de ser vista , acerca de este punto bajo un pié de recibido al dia siguiente por Su Santidad. . En cada viaje de los que precedentemente igualdad . A la una y media los dos jóvenes baja -||hiciéra á Roma, habia solicitado y obte ron : el cochero y los lacayos habian ima- nido elmismo favor ; y tanto por relijion 69 274 ALBUM . como por reconocimiento no habia queri- la bella aldeana de levantar su máscara. do salir de la capital delmundo cristiano, Ya se comprenderá que Franz no era tan sin rendir su respetuoso homenage á los egoista que detuviese á Alberto en medio pies de uno de los sucesores de San Pedro de una aventura que prometia á la vez ser que ha dado el raro ejemplo de todas las tan agradable para su curiosidad , y tan li virtudes . De consiguiente en este dia no songera para su amor propio . Conocia bas habia que pensar en el carnaval, pues ape- tante la perfecta indiscrecion de su digno sar de la bondad con que rodea su gran amigo para estar segurc de que le tendria deza , siempre es con un respeto lleno de al corriente de losmenores detalles de su profunda emocion , como se dispone uno aventura ; y como despues de dos o tres á inclinarse ante ese noble y santo ancia - años que recorria la Italia en todos senti no á quien llaman Gregorio XVI. dos, jamás habia tenido ocasion de meter Al salir del Vaticano , Franz se volvió se en una intriga semejante por su cuenta , á la fonda en derechura evitando el pasar no le supo ma' á Franz el que se le pre por la calle del Cours. Llevaba un tesoro sentára ocasion de saber como pasarian'las de piadosos pensamientos, para los que cosas en semejante caso . Prometió . pues , hubiese sido una profanacion el contacto á Alberto que se contentaria aldia siguien de los locos goces de la mascarada. A laste con mirar el espectáculo desde los bal cinco y diez minutos entró Alberto . Ha- cones del palacio Rospoli. bia llegado al colmo de la alegria : la pa- En efecto , al dia siguiente vió pasar y Hlaza habia vuelto á vestir su traje de al- volver á pasar á Alberto . Llevabaun enor deana y al cruzar con el carruage de Al- me ramillete , comisionado sin duda para berto , habia levantado su máscara : era ser el portador de su epistola amorosa. Es encantadora . ta probabilidad se cambió en certidumbre , Franzdió á Alberto la massincera enho- cuando Franz vió el mismo ramillete , 80 rabuena , y este la recibió como hombre table por un círculo de camelias blancas, que la merecia .Habia conocido, decia , en en manosde una encantadora pallaza ves - ciertos ademapes inimitablesde elegancia, tida, de satin color de rosa . Así , pues , que su bella desconocida debia pertenecer aquella noche al retirar no era alegría ; á la mas alta aristocracia . Estaba decidido era delirio lo que Alberto sentia : no du á escribirla al dia siguiente . daba de que su bella desconocida le res Al recibir esta confianza , Franz notó pondiese delmismomodo. Franz previno que Alberto parecia tener que pedirle al- sus deseos, diciendo que todo aquel ruido guna cosa , y que sin embargo vacilaba en le fatigaba , y que estaba decidido á em dirigirle esta demanda. Insistió declarando plear el dia siguiente en revistar su album de antemano que estaba pronto á hacer y en tomar algunas notas . Por otra parte , por su dicha todos los sacrificios que estu - Alberto no se habia engañado en sus pre viesen en su poder. Alberto se hizo de ro - visiones: el dia siguiente por la noche gar todo el tiempo que exigía una política Franz le vió entrar en su cuarto haciendo amistosa ; en fin , confesó á Franz que le cabriolas y con aire de triunfo ostentando . haria un gran servicio si le dejase para el|en una mano un pedazo de papel que sos- . dia siguiente el carruage á él solo . Alberto atribuía á la ausencia de su amigo la estremada bondad que habia tenido litenia por una de sus puntas. -- ; Y bien ! dijo , ¿me habia engañado ? Ha respondido ! esclamó Franz, ALBUM . 275 - Reid cuanto querais, burlaos, respon. Leed Esta palabra fué pronunciada con una dió Alberto , estoy enamorado. entonacion imposible de pintar . Franz to || - ; Oh , Dios mio ! me espantais. escla . mó Franz, y veo que no solamente iré so mó el billete y leyó . « El martes por la noche , á las siete ,||lo al baile del duque de Bracciano , sino « bajad de vuestro carruaje en frente de la que podré volver solo á Florencia . « Via Pontifici , y seguid á la aldeana ro -- El caso es que si mi desconocida es « mana que os arranque, vuestromoccolet- tan amable como bella, os declaro queme ato . Cuando llegueis al primer escalon de fijo en Roma para seis semanas lo menos. « la iglesia de San Giacomo, tened cuida- Adoro á Roina , y por otra parte siempre « do, para que pueda reconoceros, de atar he tenido un gusto particular por la ar « una cinta color de rosa en el hombro dequeolojía . - Vamos, un encuentro ó dos comoese , * vuestro traje de pallazo. « Hasta entonces no me volvereis á ver. y no desespero de veros miembro de la « Constancia y discrecion. ) academia de las inscripciones y de las be- ! — ¡ Y bien ! dijo á Franz cuando este las letras. hubo terminado esta lectura : qué pen - sais de esto , mi querido amigo ? Sin duda Alberto iba a discutir séria - mente sus derechos al sillon académico , - Pienso, respondió Franz , que la cosa pero vinieron á nunciar a los dos amigos va tomando el carácter de una aventura que la comida estaba pronta , y como el amor en Alberto no era contrario al ape muy agradable . -- Esa es tambien mi opinion , dijo Al- tito; se apresuró , asi como su amigo , á berto , y mucho me temo que iréis solo al sentarse á la mesa , prometiendo proseguir Ha discusión despues de comer . baile del duque de Bracciano. Franz y Alberto habian recibido por la Mas al concluir la comida, anunciaron mañana cada uno una invitacion del céle - al conde de Monte- Christo. Hacia dos dias que los jóvenes no le habian visto . Un bre banquero romano. - Cuidado , mi querido Alberto , dijoasunto . habia dicho maese Pastrini, le lla Franz, toda la aristocracia irá á casa delmó á Civita -Vecchia . Habia partido la vís duque ; y si vuestra bella desconocida espera por la noche, y se hallaba de vuelta verdaderamente de la aristocracia , no po - hacia una hora solamente. El conde estuvo lamabilísimo. Sea que estuviese sobre sí, sea - Que vaya ó no sostengo mi opinion que la ocasion no despertase en él las fi acerca de ella , continuó Alberto. Habeisbras acrimoniosas, que ciertas circunstan - drá dejar de ir. leido el bilete ; ya sabeis la pobre educacias habian ya hecho resonar dos ó tres cion que reciben en Italia las mugeres del veces en sus amargas palabras, estuvo ca Mezzo- sito (asi llaman á la clase media ); si como todo el mundo. Este hombre era pues bien , volved á leer este billete , exa- para Franz un verdadero enigma. Elcon minad la letra, y buscadme una falta de de no podia ya dudar que el joven viajero lengua ó de ortografía . llle hubiese reconocido , y sin embargo , in En efecto ; la letra era preciosa y la or- una sola palabra desde su nuevo encuen tografía purísima. sltro° ,parecia indicar que se acordase de ha - Sois un predestinado , dijo Frong Franz áll," par da vez vezeberle Alberto, devolviéndole por segunda el peri visto en otro paraje . Por su parte , billete . Ilpor mucho que desease Franz el hacer 276 ALBUM . alusion á su primera entrevista , el temor|mejanza con los héroes fantásticos del poe de ser desagradable a un hombre que le ta inglés, el conde parecia tener el don de habia colmado, tanto á él como á su ami- la fascinacion . Alberto no cezaba de hablar de la feli go, de bondades, le detenia; así, pues, si cidad que habian tenido él y Franz en en guió con la misma resolucion que él. El conde habia sabido que los dos ami- contrar á semejante hombre . Franz era gos habian tratado de tomar un palco en menos entusiasta , y no obstante sufria la el teatro Argentino , y que se les habia influencia que ejerce todo hombre supe respondido que todo estaba tomado ; de rior sobre el espíritu de los que le rodean. consiguiente, les traia la llave del suyo ; á Pensaba en aquel proyecto que habia ma lo menos este era el motivo aparente de nifestado varias veces el conde de ir á Pa su visita . Franz y Alberto pusieron algu- ris, y no dudaba que con su carácter es nas dificultades, alegando el temor de que céntrico , su rostro caracterizado y su for él se privase de asistir ; pero el conde les tuna colosal, el conde produjese gran efec respondió que como iba aquella noche al to. Y sin embargo no deseaba hallarse en teatro Valle , su palco del teatro Argenti- Paris cuando él fuese. La noche pasó como pasan las noches no quedaria desocupado si ellos no lo apro por lo regular en el teatro de Italia , no vechaban . Esta razon determinó á los dos amigos en escuchar a los cantantes, sino en hacer á aceptar. Franz se habia acostumbrado visitas ó hablar. La condesa G ..... queria poco a poco á aquella palidez del conde hacer girar la conversacion acerca del con que tanto le habia admirado la primerade; pero Franz la anunció que tenia que vez que le viera . No podia menos de ha- revelarla un acontecimiento muy notable; cer justicia á - la belleza de aquella cabeza y á pesar de las deniostraciones de falsa severa , en la que la palidez era el único modestia á que se entregó Alberto , contó defecto ó tal vez la principalcualidad . Ver- lá la condesa el gran acontecimiento que , dadero héroe de Byron , Franz no podia , bacia tres dias , formaba el objeto de la no diremos verle , pero ni pensar siquiera preocupacion de los dos amigos. Como estas intrigas no son raras en Ita en él sin que se representase aquel rostro sobre los hombros de Manfredo , ó bajo la lia , á lo menos si se debe creer á los via toga de Lara . Tenia esa arruga en la fren- geros , la condesa lo creyó y felicitó á Al te que indica la incesante presencia de al- berto por el principio de una aventura que gun amargo pensamiento ; tenia esos ojos prometia terminarse de una manera tan ardientes que leen en lo mai profundo de satisfactoria . Se separaron prometiéndose las almas; tenia ese labio altanero y bur- encontrarse en el baile del duque de Brac lon que dá á las palabras que salen por él ciano, al cual , Homa entera estaba convi un carácter singular que hacen se graven dada . La dama del ramillete cumplió su profundamente en la memoria de los que promesa : ni el dia siguiente ni el otro dió á Alberto señal alguna de existencia . las escuchan . El conde no era jóven; tendria lo menos En fin , llegó el martes , el último y el cuarenta años , y parecia haber sido for- mas ruidoso de los dias de carnaval . El mado para ejercer siempre cierto dominio martes, los teatros se abren á las diez de sobre los jóvenes con que se reuniese . Lo la mañana, porque pasadas las ocho de la cierto es que, como para completar la se - Inoche entra la cuaresma. El mártes, todos 277 ALBUM . los qué, por falta de tiempo , de dinero ó del carnaval. Al ruido de aquellos tambo de entusiasmo, no han tomado aun parte res, los carruages rompieron al instante las en las fiestas precedentes, se mezclan en filas y se refugiaron en la calle transversal la bacanal, se dejan arrastrar por la orgia, mas cercana de donde se hallaban . Todas y unen su parte de ruido y de movimien - estas evoluciones se hacen , por otra par to almovimiento y al ruido general. Deste , con una habilidad inconcebible y una de las dos hasta las cinco, Franz y Alber- rapidez maravillosa , y esto sin que la po to siguieron la fila ,cambiando puñados de licía se ocupe de señalar á cada uno su dulces con los carruajes de la ſila opuesta puesto , ó de trazar á cada uno su camino. y los que iban a pié que circulaban entre Los que iban á pié,se pegaron a las pare los caballos , entre las carrozas, sin que des de los palacios ; en seguida se oyó un aconteciese enmedio de esta espantosamez- gran ruido de caballos y de sables . cla un solo accidente , una sola disputa, un Un escuadron de carabineros á quince solo reto . Los italianos son el pueblo por de frente recorria al Igalope y en todo su escelencia respecto á este punto . Las fies - ancho la calle del Cours, la cual barria tas son para ellos verdaderas fiestas. El para dejar sitio á los barberi. Cuando el autor de esta historia , que ha vivido en escuadron llegó al palacio de Venecia , el Italia por espacio de cinco ó seis años, no sonido de otras cajas anunció que la calle se acuerda de haber visto nunca solemni- estaba libre. dad turbada por uno solo de esos aconte - Casi al mismo tiempo en medio de un cimientos que sirven siempre de corolario clamor inmenso , universal , inaudito , pa saron como sombras siete ú ocho caba å los nuestros. Alberto triunfaba con su traje de palla -Mos escitados por los gritos de trescientas zo. Tenia sobre el hombro un lazo de cin - mil personas y por las bolas de hierro que ta color de rosa, cuyas puntas le colgaban les saltan sobre la espalda : despues el ca bastante , para que no le confundieran con non del castillo de Santo - Angelo dió -tres Franz. Este habia conservado su trage de cañonazos, era para anunciar que el nú mero tres hábia ganado. aldeano romano . r . Mientrasmas ayanzaba el dia,mayor sell Al punto , sin otra señal que esta , los hacia el tumulto ; 'no habia en todas las carruages se volvieron á poner en movi calles, en todos los carruages, en todos lo imiento , llenando de nuevo el Corso ; de balcones, una boca que estuviese muda, un brazo que estuviese quieto ; era verdaderamente una tempestad humana, com puesta de un trueno de gritos y de una sembocando por todas las calles como tor rentes contenidos un instante, y que se lan zan juntos hacia el rio que' alimentan , V la ola inmensa volvió a proseguir más rá granizada de grajeas , de ramilletes de pida que antes su carrera entre los dos rios huevos, de naranjas y de flores. A las tres, de granito . 'Pero un nuevo elemento de el ruido de las cajas batiendo marcha á la ruido y de movimiento se habia inezclado vez en la plaza del Popolo , y en el pala - jaun á estą multitud : los vendedores de cio de Venecia, atravesando á grandes pe -||moccoli acababan de entrar en la escena. nas aquel horrible tumulto , anunció que iban á comenzar las carreras. Losmoccoli ó moccoletti son bugías que Hvarian de grueso , desde el cirio pascual Las carreras, como losmoccoli, son unos basta el cabo de la vela , y que recuerdan episodios particulares de los últimos dias á los actores de esta gran éscena que ter 70 278 ALBUM . mina el carnaval romano, suscitando dos moccoli, y Aquilon , heredero de la cos preocupaciones opuestas, 1 .º la de conser- rona. i var encendido su moccoletto ; 2 .º la de Esta carrera loca y ardiente duró dos apagar el moccoletto de los demas. horas casi ; la calle del Cours estaba ilu Elmoccoletto es como la vida : el hom - minada como si fuese de dia ; distinguían · bre no ha encontrado sino un medio de se las facciones de los espectadores hasta transmitirlo , y este medio lo tiene de Dios . el tercero ó cuarto piso. De cinco en cin Pero ha descubierto milmedios para qui- co minutos Alberto sacaba su reloj ; al fin tarlo : es verdad que para esta operacion jeste señaló las siete . Los dos amigos se ha Haban justamente en la altura de la via a eldiablo le ha ayudado un poco. El moccoletto se enciende acercándolo Pontifici; Alberto saltó del carruage con á una luz cualquiera. Pero quien describi- su moccoletto en la mano . rá los mil medios inventados para apagar Dos ó tres máscaras quisieron acercarse el moccoletto , los fuelles gigantescos , los lá él para apagárselo ó arrancarlo ; pero, á apagadores monstruos , los abanicos sobre fuer de bábil luchador, Alberto las envió humanos ? Cada cual se apresuró á com -lá rodar una tras otra á diez pasos de él prar y encender m 'occoletti, Franz y Al- continuando su camino hacia la iglesia dė · San Giácomo. Las gradas estaban carga . beto como los demas. La noche se acercaba rápidamente , y das de curiosos y demáscarasque luchabar va al grito de Moccoli ! repetido por las es sobre quien se arrancaria de las manos la tridentes voces de un millar de industria antorcha. Franz seguia con los ojos á Al . . Jes , dos o tres estrellas empezaron á bri- berto , y le vió poner el pié sobre el primer llar encimade la turba. Esta fué una se -l|escalon : casi al punto una máscara con el ñal. Al cabo de diez minutos cincuenta traje bien conocido de la aldeana del ra mil luces brillaroo descendiendo del pala - millete, estendiendo el brazo, y sin que esta cio de Venecia á la plaza del Popolo . vllvez hiciese él ninguna resistencia , le ar volviendo á subir de la plaza del Popolo rancó el moccoletto . al palacio de Venecia . Hubiérase dicho quel Franz estaba muy lejos para escuchar aquella era una fiesta de fuegos fátuos. Nollas palabras que cambiaron , pero sin duda se puede formar una idea de aquel aspec - pada tuvieron de hostil, porque vió alejar se á Alberto y á la aldeana ambos agarra to á no haberlo visto . Supóngase que todas las estrellas se des dos del brazo. Por espacio de algun tiem tacan del cielo y vienen á mezclarse en la po los siguió con la mirada en medio de la tierra á un baile insensato : todo acompa - multitud , pero en la via Macello los perdió ñado de gritos cual nunca oidos humanos de vista . · · · · · · · · · · han percibido , sobre el resto de la super- . . . . . . . . . . . . . De repente el sonido de la campana que ficie del globo . En este momento sobre todo es donde dá la señal de la conclusion del carnaval , ya no hay distincion social. El facchino se sonó, y al mismo instante todos los mocca linealprincipe, el príncipe altransteverino, li se apagaron comopor encanto . el transteverino al hombre de la clase me- . Hnbiérase dicho que un solo é inmenso dia, cada cual soplando, apagando,encen- soplo de viento loshabia aniquilado. Franz diendo. Si el viejo Eolo apareciese en este se encontró en la oscuridad mas profunda. momento , seria proclamado rey de los Con elmismo toque de campana cesa : 279 ALBUM ron los gritos, como si el poderoso soplo |berto hasta bastante tarde. Pidió , pues , que habia apagado las luces apagase el bu - elcarruage para las once, rogando á mae Ilicio , no se oyó mas que el ruido de las se Pastrini que le avisase al instante si carrozas que conducian á las máscaras á Alberto volvia á la fonda . A las once Alber su casa : no se vió mas que las raras luces to no habia entrado . Franz se vistió y que brillaban detrás de los balcones. Elcarnaval habia concluido. partió , previniendo á su huésped que pi saba la noche en casa del duque de Brac ciano. VII. La casa del duque de Bracciano es una AS N CUMB LAS CATA DE SAN SEBASTIA . En su vida tal vez habia esperimentado de las mejores casas de Roma ; su muger Franz una impresion tan viva, un paso tap luna de las últimas herederas de los co rápido de la alegria á la tristeza como enllonna, hace los honores de ella de una este momento ; hubiérase dicho queRoma, manera perfecta ; de esto resulta que las bajo el soplo májico de algun demonio de estas que da tienen una celebridad eu Ja noche , acababa de cambiarse en una ropea. vasta tumba. Por una casualidad que au- Franz y Alberto habiap llegado a Roma mentaba aun la intensidad de lastinieblas. con cartas de recomendacion para el; asi da luna , que estaba en su menguante . nollpues , su primera pregunta fue decir a debia salir hasta las doce de la noche ; las Franz que habia sido de su compañero de calles que el jóven atravesaba estaban su - viaje ; Franz le respondió que se habia se. meriidas en la mayor oscuridad . Por otralparado de él en el momento de pagar los parte , el tránsito era corto ; al cabo dediezmoccoletto ; y que le había perdido de minutos su carruaje . ó masbien el del con - vista en la via Macello . de se detuvo delante de la fonda de Lónl i Entonces no habrá vuelto 7 pregun tó el duque. dres . La comida estaba prevenida , pero co - Le he esperado hasta esta hora , res mo Alberto habia avisado que no le espera - Ipondió Franz. sen , Franz se sentó solo a la mesa . Maesel - ¿ Y sabeis donde iba ? Pastrini, que acostumbraba verlos comer - No precisamente ; sin embargo , creo juntos , se informó de la causa de su au - que se trataba de una cita . sencia ; pero Franz se contentó con res- | -- Diablol dijo el duque, mal dia es ponder que Alberto habia recibido una este ó mala noche para tardar de ese mo invitacion , á la cual habia acudido. do, ¿ no es verdad , señora condesa ? La súbita estincion de los moccoletti, Estas últimas palabras se dirijian á la aquella oscuridad que habia reemplazado condesa G .... que acababade llegar y que á la luz , aquel silencio que habia sucedi- se paseaba del brazo de Mr. Forlonia , do al ruido , habian dejado en el espíritu hermano del duque. .. de Franz cierta tristeza que participaba - Creo al contrario que es una noche tambien de alguna inquietud. Comió , pues, encantadora , respondió la condesa , y los silenciosamente , apesar de la oficiosa so - que están aqui no se quejarán mas que licitud de su huésped , que entró dos o de una cosa ; de que pasará demasiado tres veces para informarse si tenia nece- pronto . sidad de algo . -- Pero , replicó el duque sonriendo, yo Franz estaba resuelto á esperar á Al no hablo de las personas que están aqui 280 ALBUM . éstos no corren otros peligros, los'hom -|| - Con una carta del vizconde ! escla brés que enamorarse de vos , y las muge- Imó Franz . rés cảer enfermas'de celos al veros tan - Si. hermosa : hablo de los que recorren las calles de Roma. « ¿ Y quién es ese hombre ? Lo ignoro . LiOh ! preguntó la condesa , quien - ¿ Porqué no ha venido á traerla aqui? recorre las calles de Roma á esta 'hora , como no sea para venir á este baile ? - El nuensagero no ha dado ninguna llesplicacion . - Nuestro ainigo el vizconde de Mor - cerf, señora condesa , de quien me separé ; Y donde está elmensagero ? - Partió en cuanto me vió entrar en el dejándolo con su desconocida á eso de las |salon de baile para avisaros siete de la noche, dijo Franz, y á quien : - ; Oh ! Dios mio ! dijo la condesa á Franz, id pronto ; i pobre jóven ! tal vez “ - ; Cómo!' y no sabeis donde está ? le haya sucedido algun accidente . no he visto después. - Ni lo sospecho. - Corro allá , dijo Franz. - Os volveremos á ver para saber de - ¿ Y tiene armas ? - Iba de pallazo. jél? preguntó la condesa. - No deberiais haberle dejado ir , dijo ' - Si, si la cosa no es grave ; si no , no el duque á Franz, vos que conoceis mejor respondo de lo que será de mimismo. á Róma. - En todo caso , prudencia , dijo la con - ;Oh ! si, !o 'mismo hubiera' adelan - desa . . tado que si hubiése intentado detener al - Tranquilizao3, . número tres de los barberi que ha' gana- Franz tomó su sombrero y partió inme do hoy el precio de la carrera , respondió diatamente . Habia mandado venit su car Franz ; ademas, ¿ qué quereis que le su - ruage á las dos; pero felizmente , el.pala cio Bracciano , que dá por un lado á la céda ? - ¿ Quién sabe ? la noche está sombria , calle del Cours , y por otro á la plaza de y el Tiber está cerca de la via Marcello . llos Santos-Apóstoles , está á diez ininutos Franz sintió circular por 'sus venas un de cainino de la fonda de Londres . Al estremecimiento al ver que el duque y la acercarse á esta , Franz vió un hombre en condesa estaban ' tan' acordes en sus inquie pié en medio de la calle ; no dudó un solo tüdes personales. instante de que era el mensagero, de Al - Tambien 'he dejado dicho en la fondaberto . Este hombre iba envuelto en una que tenia el honor de pasar la noche en gran capa. Se dirijió á él ; pero , con vuestra casa , señor duque , dijo Franz , yilgrán asombro de Franz , este hombre fué deben venir á anunciarme su vuelta. - Mirad , dijo el duque , 'creo que alli quien le dirijió primero la palabra. - ¿ Qué me quereis, escelencia ? dijo viene uno de mis criados buscándoos. dando un paso atras como un hombre que El duque no se engañaba;alver á Franz, desea estar siempre á la mira . - No sois vos, preguntó Franz, quien el criado se acercó a él. Escelencia dijo el dueño de la fon - me trae una carta del vizconde de Mor da de Londres , os manda avisar que un cerf ? hombre os esperar en su casa con una car- - ¿ Es vuestra escelencia quien vive en la fonda de Pastrini? tà del vizconde deMorcerf. 281 ALBUM . Ha unidla á la vuestra; si no es suficiente , . - ¿ Es vuestra escelencia el compañero « corred á casa de Torlonia , tomad in de viaje del vizconde ? - Si. « mediatamente cuatro mil piastras y en « tregadlas al portador. Es urgente que - ¿ Cómo se llama vuestra escelencia ? « esta sumame sea dirijida sin tardanza. - El baron Franz d 'Epinay. « No insisto mas, cuento con vos , como Está bien : á vuestra esce encia es a « yos podeis contar conmigo . « P . D . Y beliere non to italian ban - ¿ Exije respuesta ? preguntó Franz to - delli. « Vuestro amigo mándole la carta de las manos. quien va dirijida esta carta . « ALBERTO DE MORCERF. » - Sí, al menos vuestro amigo la es pera . Subid á mi cuarto , alli os la daré. Debajo de estos renglones 'habia escri tas con una letra estraña estas palabras - Quiero mejor eşperar aqui, dijo,rien- itani a Se alle sci della mat'ina , le quattromile do el mensagero. ; « piastre non sono nelle mie mani, alle sele Porqué ?escelencia lo comprenderá -- ¿Vuestra « il conte Alberto arra cesato di vivire. ( 1 ) cuando haya leido la carta. aqui ? os encontraré - Entonces « LUIS VAMPA . » Esta segunda firma lo esplicó todo á " Franz, que comprendió la repugnancia - Sin duda . Franz eutró ,alguna en la escalera encontró á del mensagero en subir á su cuarto ; la calle le parecia mas segura. Alberto habia maese Pastrini. : - Y bien ! le preguntó. caido en manos del famoso gefe de ban - Y bien ! equé ? le respondió Franz. didos cuya existencia tan fabulosa le pa Habeis visto ,al hombre que desea reciera . kablaros de parte de vuestro amigo ?,pre- No habia tiempo que perder. Corrió al buró , lo abrió , en el dicho cajon encon guntó á Franz . - Si le he visto , respondió éste , y metró la cartera, y en ella la letra de crédi ha entregado esta carta. Haced que trai-||to ; era de seis mil piastras ; pero de esas seis mil piastras hadia ya gastado tres gan una luz a mi cuarto . El posadero dió esta orden a un criado . mil. En cuanto a Franz , no tenia ningu El joven habia encontrado á mjese Pas- na letra de crédito ; como vivia en Flo trinimuy asustado , y esto habia aumen - rencia , y habia venido a Roma para pasar tado su deseo de leer la carta . Acercóse á en ella siete ú ocho dias solamente , ha la bujía , asi que estuvo encendica , y des-ibia tomado unos cien , luises , y de estos dobló el papel. La carta estaba escrita de cier luises , le quedaban cincuenta todo lo la mano de Alberto , y firmada por él. mas. Necesitaba , pues, sieie ú ochocien .. Franz la volvió 'á leer dos veces, tan lejostas piastras para que entre los dos,pudie estaba de esperar su contenido. He aqui lo que decia sen reynir la suma pedida. Esverdad que Franz podia contar en un caso semejante Querido amigo, al punto que recibais con la bondad del señor Torlonia .Asipues. a la presente , tened la bondad de tomar'I (1) Si à las seis de la mañana las rujairo mil * de mi cartera , que,hallareis en el cajon pastras no están en mis manos, a Jas -siele el « cuadrado del buró , la letra de crédito , lconde Alberto habrá cesado de existir. 71 ALBUŇ . 282 ' se disponia a volver al palacio Bracciano « Se alle sei dellamattina le quattromile sin perder un instante , cuando de repente piastre non sono nelle mie inani, ' il conte una idea le pasó por la imaginación . Pensó en el conde de Monte -Christo . Franz iba á dar la orden de que avisasen á maese Pastrini, cuando éste en persona se presentó á la puerta . ' Querido señor Pastrini, le dijo viva- Alberto avra cessato di vivere. » « Luis Vampa. » - ¿ Que decís á esto ? preguntó Franz . - ¿ Teneis la suma que os pide? - Si, menos ochocientas piastras . El conde e dirijió á su buró , lo abrió , mente , creeis que el condeesté en su cuarto ? y tirando de un cajon lleno de oro que se - Si, escelencia , acaba de entrar. Jabrió por medio de un resorte - ¿ Habrá tenido tiempo de acostarse ? - Espero, dijo á Franz, que no meha - Lo dudo. reis la injuria de dirijiros á otro que á mi? - Entonces, llamad á su puerta , y pe- - Bien veis , dijo este , que á vos me didle por mipermiso para presentarme en he dirijido primero quea nadie . su habitacion . - De lo que os doy gracias: tomad. Maese Pastrini se apresuró á seguir las É hizo senas á Franz de que tomase del instrucciones que le daban; cinco minuto cajon cuanto necesitase. despues estaba de vuelta . 1 - ¿ Es necesario enviar esta sama á Luis . - El conde espera á vuestra escelencia, Vampa ? preguntó el joven mirando á su dijo . vez fijamente al conde. ... Franz atravesó el corredor, un criado - Diantre, juzgad vosmismo,la posdata le introdujo en la habitacion del conde.Jes terminante . Hallábase en un pequeño gabinete que --Me parece que si os tomaseis el tra Franz no habia visto aun, y que estaba ro- bajo de buscar, hallariais algun medio que deado de divanes. El conde le salió al en- simplificase mucho el negocio , dijo Franz. cuentro . F- ¿ Y cual? preguntó elconde asombrado. MiOh ! já que debo el honor de esta - Por egemplo , si fuesemos á ver á visita ? dijo ; vendriais á cenar conmigo ? Luis Vampa juntos, estoy seguro que no | honor de esta cuis Vampa juntoerlad de Seriais muy amable. Townhommiin lihatid Hos rehusaria la libertad de Alberto . - No, vengo a hablaros de un asunto - A mi? Y que influencia quereis que tenga yo sobre ese bandido ? - De un asunto 1 dijo el conde miran- - No acabais de hacerle uno de esos do á Franz con esa mirada profunda que servicios que jamás se olvidan ? le era habitual; o y de que asunto ? - ¿ Y cual? - ¿ Estamos solos ? - ¿ No acabais de salvar la vida á Pe grave. El conde se dirijió a la puerta y vol pino ? vió. - Perfectamente solos, dijo . Franz le presentó la carta de Alberto - Leed, le dijo . El conde leyó la carta . . - Ah ! jah ! esclamó. - Habeis leido la posdata ? Si, ya la veo. - Ah ! Ah ! dijo el conde, & quien os ha dicho eso ? - Que os importa ? yo lo sé . ' El conde permaneció un momento mu do y con las cejas fruncidas. - ¿ Y si yo fuese á ver á Vampa , me acompañariais ? 283 ALBUM . - Si mi compañia no os fuese desagra -1 Pepino arrojó sobre Franz una ojeada inquieta . dable . - Pues bien, el tiempo es hermoso, un - ;Oh ! puedes hablar delante de S. E ., paseo por el campo de Roma no puede dijo , es uno de mis amigos. l'ermitís que os de este título ? dijo en francés elconde, menos de aprovecharnos. volviéndose hácia Franz; es necesario pa - Se llevan armas ? -- ¿ Para que ? - ra escitar la confianza de este hombre. - Podeis hablar delante de mi, esclaró Dinero ? - Es inútil. ¿ Donde está el hombre que Franz, soy un amigo del conde. - Eohorabuena, dijo Pepino volviéndo se hacia el conde, interrógueme s. E . que yo responderé. ha traidu este billete ? - En la calle . - ¿Espera respuesta ? - ¿ Como ha caido el conde Alberto en - Si. - Es preciso saber donde hemos de ir ; nianos de Luis ? . | - Escelencia , el carruaje del francés se voy á llamarle . -- Inútil, no ha querido subir. ha encontrado muchas veces con aquel en A vuestro cuarto, tal vez, pero almio que iba Teresa . La querida del gefe? no pondrá ninguna dificultad . El conde se asomó á la ventana del ga- - Si. El francés la empezó á hacer co binete que caia á la calle, y silvó de cierta cos. Teresa se divertia en responderle ; el manera . El hombre de la capa se separo francés le arrojó ramilletes, ella le devol de la pared y se plantó en medio de la viò todo esto, pero con consentimiento del calle . llgefe que estaba en el carruaje , se eo - Salile I dijo el conde con el mismoſhe - ¡Como! esclamó Franz,iLuis Vampa tono que si hubiera dado una órden áa sestaba sul en elmismo carruaje de las aldea criado . nas romanas ? El mensajero obedeció sin tardanza, sin Era el que le conducia disfrazado de vacilar, mas bien con prisa, y subiendo la |cochero, respondió Pepino . escalera, entró en la fonda ; cinco segun - | - Despues ? preguntó el conde. • dos despues estaba á la puerta del gabi- | - , Y bien ! despues el francés se quito nete . . la máscara ; Teresa siempre con consenti Ahi eres tù , Pepino, dijo el conde.Imiento del gefe , hizo otro tanto ; el fran Pero 1 epino en lugar de responder , se cés pidió una cita ; Teresa concedió la cita · arrojó de rodillas, asió ana mano al con - pedida ; pero en lugar de Teresa fué Bep i de, y la aplicó á sus lábios repetidas ve- Ipo quien estuvo en las gradas de San Giá • ces . - Ah ! jah ! dijo el conde, aun no has como. - Cómo ! interrumpió Franz, jaquella olvidado que te he salvado la vida ! eso es aldeana que le arrancó el moccoletto ?... . estraño, y sin embargo ya hace ocho dias. - Era un muchacho de quince años , - No, escelencia , y nunca lo olvidaré, respondió Pepino ; pero no es vergonzoso respondió Pepino con elacento deun pro- lll paraazovuestro amigo el haber caido en el nu fundo reconocimiento . ||lazo, pues Beppo ha atrapado á otros mu - Nunca / eso es mucho , pero en fin , chos. . bueno es que asi lo creas. Levántate y res- - ¿ Y Beppo le condujo fuera de losmu .* • ponde. Tros? dijo el conde. ALBUM . 281 - Justamente : un carruaje esperaba al se halla en un lugar muy pintoresco . ¿Ha estremo de la Via Macello ; Beppo'montó béis visto las catacumbas de San Sebas ''en él 'invitando al francés á que subieraſtian ? tambien':'este no se lo hizo 'repetir . Ofre . No, jamás he descendido á ellas.; pe . · ció galantemente la mano derecha á Bep ro me habia propuesto iverificarlo algun , po, y 'se co'ocó detrásde él, Beppo le anun- dia . ció que le iba a conducir lá una poblacion - ¡ Pues bien ! ahora se os presenta la a conducir á unaa. El fran- ocasion y porotra mejor. ¿ Tenéi que estaba á una legua de Roma. El fran - ocasion y por cierto que será difícil se os cés dijo que estaba pronto a seguirle al ca- proporcione otra mejor . ¿ Tenéis ipronto bo del mundo. Alpunto el cochero se di- vuestro coche ? “ Tigió á la calle di Hipetta , Hegó á la puer- - No. ta de San Paolo , y adelantó hasta doscien- ---No importa , es mi costumbre el te tos pasos en el campo. Como el francés sener siempre uno prevenido y enganchado iba haciendodemasiado atrevido, Beppo le noche y dia . presentó un par de pistulas al cuello ; al — ¿ Del todo corriente ? punto el cochero detuvo á los caballos, sell - Sí; porque soy muy caprichoso ,-pre volvió sobre su asiento , é hizo otro tanto : ciso es confesarlo ; muchas veces,al levan Al mismo tiempo cuatro de los nuestros tarme, al acabar de comer, ia media (no que estaban ocultos en łas orillasdel Almoche, me ocurre mareharsá,un punto cual se lanzaron á las portezuelas. El francésquiera y parto en seguida . . tenia gana de defenderse , y aun estrangu ' El conde sonó la campanilla ; y se pre ló un poquillo á Beppo , segun'he oito de sentó su ayuda de cámara. cir , pero no podia hacer nada contra cin- | – Haced que saquen el coche de la co remedio que rendirse; le hicieron bajarlas : es inútil dispertar al cochero, Alile co hombres armados, no tuvo, pues, maschera , dijo , quitad de las bolsas las pisto del carruaje, siguieron la orilla del peque conducirá. ñolrio, yle condujeronlante Teresa -y-Luis Al cabo de un instante oyóserel ruido que le esperaban en las catacumbasde San del carruaje que paraba delante la puerta . Sebastian . ' ' . ' si . . El conde sacó su reloj. . . '. Il Que tal, dijo el conde dirigiéndose á las doce y media , dijo., hubiésemos Franz, ¿qué os parece de esta historia , vos tenido lugar hasta las cinco de la maña Ana para marchar Hegando aun á tiempo , que sois conocedor ? Que la encontraria muy chistosa , con - pero tal vez esta demora hubiese hecho - testó, si no fuese el pobre Alberto su pro- pasar una mala noche à vuestro compa - tagonista . , , dero , vale mas que vayamos en seguida á - El caso es, dijo el conde, que si no arrancarle del poder de 'los infieles. Es legais á encontrarme ten casa , hubiera táis:aun decidido á acompañarme ? sido una aventura que hubiese costado basMas que nunca . tante cara á vúestro amigo ; pero tranqui- | - Da pues, venid . lizaos, tan solo el susto será lo que le Franz y cl conde salieron ' seguidos de Pepino. A la puerta encontraron el car cueste. ¿ Con qué vamos en su busca en se ruage. Alí estaba, ya en el pescante y Franz i guida ? preguntó Franz. reconoció en el al esclavo mudo de la gru - Sipor cierto : y tanto mas cuanto queſta deMonte-Chrtsto . Franz y el conde mon 285 ALBUM. taron en el carruage , Pepino se colocó declinando potablemente el terreno, les allado de Alí, y los caballos arrancaron á condujo al fondo de un pequeño valle, en escape. Seguramente quede antemano re el que divisaron dos hombres platicando á cibiera instrucciones puesto que se dirigiolla sombra de los arbustos. á la calle del Cours, atravesó en el campo camp - ¿ Debemos seguiravanzando pregun Vaccino, remontó la Via de San Gregoriol alltó Franz al conde , ó será preciso espe y llegó á la puerta de San Sebastian : allm.rar? Vegar á ella el conserge quiso oponier al Marchemos, Pepino debe haber ad - . gunas dificultades, mas el conde de de Monvertido Mon - I. te . Christo le presentó una autorizacion der al centioela nuestro arribo. En efecto, uno de aquellos dos hombres gobernador de Roma para entrar y salirlera Pepino, el otro un bandido que estaba de la ciudad á cualquier hora asi de la de centinela . Franz y el conde se le acer como de noche ; abrióse pues el rastrillo astrino ,Icaron , y el bandido les saludó. recibió el conser,e un luis por este trabajo -- Escelencia , dijo Pepino dirijirndose al conde, si quereis seguirme, la entrada y pasaron , El camino que siguió el cochefué la an" que conduce á las catacumbas está á dos tigua via Apenina limitada de tumbas por" pasos de agui. ambos lados. Detrecho en trecho. á fa luzli - No tengo inconveniente , contestó el pare - 1.conde, marcha delante . de la luna que comenzaba á salir , pare cióle á Franz ver un centinela destacarseSel En efecto , detrás de un espeso matorral de las ruinas ; mas al punto , á una señall, Ally en el centro de un monton de rocas se y desaparecia. Un poco antes de llegar aalladar paso á un hombre. de l'epino , volvia á ocultarse en la sombra presentaba una abertura que apenas podia circo de Caracalla el carruaje se paro , Pe e pino se deslizó el primero por aquella pino se presentó á abrir la portezuela , frendija , mas apenas se internó algunos pa el conde y Franz se apearon . sos el subterráneo fuéagrandándose . En Dentro diez minutos , dijo el conde a conces se detuvo, encendió su antorcha, y su compañero , habremos llegado al ter- volvió su rostro para ver si le seguian . mino de nuestro, viaje. El conde fue el primero que se introdu Llamó en seguida á Pepino,', aá quienlic quenllje, por aquella especie de lumbrera, y Franz separó á parte y dió alguna órden en vozlosiguió trás él. El terreno se inclinaba en baja, y Pepino marchó despues de haber Juna pendiente şuave y á medida que se iba su provisto de una antorcha que saco ueluno intemnandomas,mayores dimensiones cajon del coche. Cinco minutos se pasaron presentaba aquel conducto subterráneo; durante los que Franz vió al pastor e na mas Franz y el conde se veian aun preci un estrecho y tortuoso sendero practicadosados á caminar agachados y se hubiesen en el movedizo terreno que forma el piso |visto apurados á tener que caminar dos de de la llanura de Roma , desapareciendo trasilfrente . Apdaron asi trabajosamente como Jos jigantescos arbustos rojizos, que pare unos cincuenta pasos, cuando se vieron de cen las erizadasmelenas de algun disformé tenidos por un quien vive. Al propio tien Ilpo , vieron brillar en medio de la oscuridad leon . - Ahora, dijo el conde, sigámosle. sobre el cañon de una carabina el rellejo Franz y el conde avanzaron a su vez en de su propia antorcha. el mismosendero, el que,á unos cien pasos,ll - Amiges, dijo l'epino, 72 . 286 ALBUM . . Y adelantándose solo, dijo en voz baja lenteramente củajadas sus paredes de ni: algunas palabras á este segundo centinela , chos semejantes á los de que ya hemos quien , como el primero, saludó á los visi hablado. En medio de este cuarto se ele tadores nocturnos, dando a entender con vaban cuatro piedras que probablemente 'un gesto'que podian continuar su camino: en otro tiempo sirvieron de altar , como El centinela guardaba la entrada de una lo indicaba la cruz en que terminaban . Una escalera como de unos veinte escalones, sola lámipara colocada sobre el pedestalde por la que bajaron Franz y Alberlo encon - una coluna iluminaba con su pálida y va trándose en una especie de encrucijada de cilante luz la estrada escena que se ofre edificios mortuorios. Cinco caminos dife - ció a la vista de los dos visitadores ocultos rentes salian divergentes de aquel punto en la sombra . como los rayos de una estrella , y las pa Veíase un hombre sentado , apoyando redes que los limitaban ,atestadas de nichos el codo en la dicha coluna, leyendo, vuel sobrepuestos y que guardaban la formadel to de espaldas á las arcadas por cuya aber ataud , indicaban que habian por fin entra - tura le observaban los recien llegados. do en las catacumbas. En una de aquellas Este era elgefe de la banda, Luis Vampa . cavidades cuya estension era imposible A su alrededor , agrupados á discrecion , apreciar, se divisaba una luz, ó por lo me- envueltos en sus capas ó tendidos sobre nos sus reflejos. El conde golpeó amiga- una especie de banco de piedra que cir inente con una mano el hombro de Franz. cuia aquella especie de Colornbarium , se - Quereis ver un campamento de ban- distinguian una veintena de bandidos to didos ? le dijo . dos con las armas junto á sí. En el fondo , -- De muy buena gana, contestó Franz. silencioso , apenas visible y semejante a - Pues bien venid conmigo.... Pepino una sombra paseábase un centinela por apaga la antorcha . delante una especie de abertura que tan Pepino obedeció , y Franz y el conde se solo se distinguia porque parecian ser en hallaron sumidos en la mas profunda os aquel punto las tinieblasmucho mas den curidad ; tan solo á unos cincuentà pasos||sas. ·ante sí, continuaban reflejándose en las pa. En cuanto le pareció alconde que Franz redes algunos destellos rojizos, que se ha- habia saboreado lo bastante susmiradas en bian hecho mas visibles despues que Pe-leste pintorescocuadro , aplicó eldedo sobre pino apagó là antorcha. "Avanzaron pues sus labios para recomendarle el silencio , silenciosamente , guiando el conde á Franz y subiendo los tres escalones que medias como si hubiése tenido la singular facultad entre el corredor y el Colombarium , en de distinguir los objetos a través de las ti- tró en la sala por la arcada del centro di nieblas. xl fin , Franz empezaba á distin - rijiéndose á Vampa , que tan embebido guir con mayor claridad los lugares que estaba en su lectura que nimenos oyó el pasaba a medida que se aproximaban á los ruido de sus pasos. .reflejos que les servian de norte. - ¿ Quién vive ? gritó el centinela me - Tres arcadas, de las que la del centro 'nos preocupado y que distinguió á la luz servía de puerta de entrada les dió paso .Ide la lámpara una especie de sombra que Estas arcadas , daban por un lado al cor l'aumentaba de dimensiones a medida que ·redor en que estaba Franz y el conde y se acercaba por detras á su gefe . . por el otro á un grande espacio cuadrado; A este grito , Vampá se levantó con . 287 ALBUM . prontitud , tirando al propio tiempo de el conde sacando una carta de su bolsillo , una pistola: que en su cinturon llevaba. le habeis puesto á precio como si fuese un En un instante todos los bandidos estuvie - cualquiera . ron de pié y vente bocas de carabina sel - iror quénomehabeis prévenido todas lestas circunstancias, vosotros ? dijo el gefe dirijieron al conde. - Qué es eso ? dijo tranquilamente es - dirigiéndose hácia aquellos hombres , que te , con una voz enteramente segura y sin retrocedieron ante su mirada , ¿ por qué que se conveliese un solo músculo de su me habeis espuesto de este modo' á faltar rostro ; ¿ qué es eso ? mi querido Vampa ,lá mipalabra con un sugeto comoel señor yme parece que moveis mucho estrépito Conde, que tiene nuestra vida en sus ma para recibir á un amigo ! nos ? ; Por la sangre de Christo ! si yo lle --; Abajo las armas! grito el gefe ha- gase á sospechar que alguno de vosotros ciendo con la mano un ademan imperati- sabia que el jóven era amigo de su Esce. vo , mientras que con la otra se quitaba lencia , le levantaria la tapa de los sesos con respetuosamente el sombrero, y luego di- mi propia mano . . rigiéndose al singular personaje que domi- - ¡ Los veis ! dijo el conde dirigiéndose naba en esta escena. Perdonad, señor con - á Franz , ¿ no os habia dicho yo que en de, le dijo, pero estaba tan lejos de espe - esto habia alguna equivocacien ? rar el honor de vuestra visita , que no os – Qué,no venís solo ? preguntó Vam pa con inquietud . habia reconocido . l'arece que sois falto de memoria en ! . . — He venido con la persona á quien iba muchas cosas, Vampa, dijo el conde ; y dirigida esta carta y á quien he querido que no tan solo olvidais las facciones de probar queLuis Vampa es un hombre que la gente , si que tambien los pactos que sabe guardar su palabra . Acercaos, esce median entre vos y ellos. . lencia , dijo á Franz , aquí teneis á Luis - ¿ Y qué pactos he olvidado , señor Vampa que va á deciros está desesperado conde ? preguntó el bandido con un tono por el error que acaba de cometer. que demostraba estar dispuesto á reparar el error caso de haberlo cometido. • - ¿ No tenemos convenido, dijo el con - Franz se acercó : el gefe se le adelantó unos pasos. . . - - Sed bien venido entre nosotros, esce de, que no tan solo mipersona si que tam - lencia , 'le dijo , ya habeis oido lo que aca bien lasde mis amigos, os serian sagradas? ba de decir el señor Conde y mi contesta . - ¿ Y en qué he faltado yo al tratado , cion ; ahora os añadiré que desearia, aun escelencia ? queme costára las cuatro mil piastras en Vos (habeis arrebatado esta noche y que habia fijado el rescate de vuestro amitrasportado aquí al vizconde Alberto deligo , que no hubiese acontecido semejante Morcerf : pues bien , continuó el conde consuceso . tono un qué hizo estremecer á Franz,este - Pero, dijo Franz mirando con inquie jóven es uno de mis aniiyos ; ese jóven se tud á su alrededor, ¿ co dónde está el pri ha alojado en la misma fonda que yo , ese sionero, que no le veo ? jóven ha verilicado el Corso , durante ocho - Supongo que no le habrá sucedido dias en mi propio carruaje , y a pesar deloada ? preguntó elconde frunciendo el en todo esto , os lo repito , le habeis arrebata - trecejo . do, le habeis trasportado aquí y, añadiól. - El prisionero está allí , dijo Vampa 288 ALBUM . indicando con la mano el hueco delante"para juzgar por si mismo del tiempo tras euya entrada se paseaba el bandido de cen - currido, y añadió ; la una y media de la tinela ; y voy yo mismo á anunciarle que madrugada porque diablos me dispertais está en libertad . lá esta hora ? El gefe se adelantó hacia el punto de - | -- Para deciros que estais en libertad . signado por él como á prisioo de Alberto ,l'escelencia . y Franz y el cande le siguieron . Querido, dijo Alberto con una per - ¿ Qué hace el prisionero ? preguntó fecta seguridad , acordaosen lo sucesivo de Vampa al centinela. l'esta máxima del gran Napoleon « No me Os juro , capitan , que no lo sé , con - disperteis sino para lasmalas nuevas» Si, testó éste , hace mas de una hora que no mehubieseis dejado dormir lubiese aca le oido moverse siquiera. bado mi galop , y os hubiera estado peco Venid , escelencias, dijo Vampa. nocido toda mi vida .... ¿ Coo que han pa · El conde y Franz subieron siete ú ocho gado mi rescate ? escalones, precedidos por el gefe, que tiról . No escelencia . de un cerrojo y empujó una puerta . En - t - il'ues como me poneis en libertad ? tonces, á la luz de una lámpara semejante Un sugeto al que nada puede segar á la que iluminaba el Colornbarium , sese, ha venido á reclamaros. pudo ver á Alberto envuelto en una capa - Aqui ? que le prestára uno de los bandidos, tendi- _ Àavi. do en un rincon durmiendo en el mas pro - Oh ! por Dios que es una estremada fundo sueño . · galanteria . - Vaya , dijo el conde sobriendo con Alberto miró á su alrededor y apercibió aquella sonrisa que le era peculiar, no meá Franz. parece mal para un hombre que debia ser - Como ! le dijo. :sois vos, miquerido Franz , á quien impulsa hasta este punto fusilado á las siete de la mañana. Vampa miraba á Alberto dormido con vuestra amistad para coninigo ? No, contestó este, que es questro ve cierta admiracion , deduciéndose de su mi- rada que no era insensible á esta pruebaj|cino el conde de Monte - Christo . | -- ; Ah ! por cierto , serior conde , dijo de valor. - Teneis razon , señor conde, dijo ; este con jovialidad Alberto ajustándose el cor hombre debe ser nino de vuestros amigos. batin y arreglándose el traje , que sois un • Luego acercándose á Alberto y tocán - hombre precioso en todos conceptos ; es pero queme considerareis ligado á vos con dole en la espalda . Escelencia , dijo , haced el favor de jos vinculos deuva eterna gratitud, prime . dispertaros si os place. Ciro por la cesion de vuestro carruaje , lue Alberto estiró los brazos , se frotó los go, por este suceso ; y tendió al conde su mano, que se conmovió al acto de corres párpados y abrió los ojos. · - Ahl dijo , ¿sois vos capitan ? Par ponderle con la suya, pero que con todo se diez , que hubiérais hecho muy bien en "la dió . dejarme dormir , estaba soñando un paso El bandido contemplaba esta escena con encantador , me parecia estar bailando la aire estupefacto ; al parecer estaba acostum galop en casa Torlonia con la condesa G *** brado á ver temblar en su presencia á los al decir esto sacó su reloj que guardára prisioneros,mas at presente habia encon . 289 ALBUM trado uno cuyo humor festivo no sufriera ) - No, mi querido Vampa; á masde que la menor alteracion: en cuanto á Franzes -Jeninendai, vuestros errores con tanta ga taba envanecido de que Alberto hubiese anteria que casi uno se ve tentado á con sostenido, aun ante los bandidos, el honor gratularse de que los hayais cometido . - Señores, repuso el gefe dirijiéndose á nacional. - Mi querido Alberto, le dijo, si quereis los dos jóvenes, tal vez la oferta os presen daros prisa aun llegaremos á tiempo de tará poco atractivo , mas si algun dia os poder acabar la noche en casa Torlonia . venian ganas de hacerme una segunda vi Continuareis vuestra galop.en el punto en sita , dó quier que yo me halle sereis siem que la suspendisteis , y de este modo no pre bienvenidos. guardareis rencor alguno al señor Luis; ! Franz y Alberto saludaron . El conde que verdaderamente se ha portado, en es - salió el primero, Alberto en seguida, Franz te negocio , con una estremada galanteria . quedó el último. Ah ! verdad es, teneis razon; pode- - Vuestra escelencia tiene algo que mos llegar casi antes de las dos. Señor mandarme? dijo Vampa sonriendo. Luis, continuó Alberto , ¿ hay que cumplir - Sí; deseo , contestó Franz , tengo cu alguna otra formalidad para despedirse de riosidad de saber que obra era la que leíais V. E? : - Ninguna, caballero , contestó el bandido, sois libre como el aire. ' . - En este caso , procurar conservarse sin novedad . ¡ Venid , señores , venid ! Y Alberto , seguido de Franz y del con con tanta atencion cuando hemos llegado: - Los Comentariosde Cesar,dijo el ban dido, es mi libro predilecto. - ; Qué hacéis ! preguntó Alberto ,¿qué no venis ? ' – Al momento , héme aquí, contestó de, bajó la escalera, y atravesó la gran sala Franz . cuadrada . Todos los bandidos estaban de Y salió a su vez por la lumbrera. An pié sombrero en mano. ||daron algunos pasos y Alberto les detuvo - Pepino, dijo el gefe, dadme la antor - volviendo atrás. cha . . - Que es lo que quereis hacer ? preguntó el conde. | --Perdonad ; ¿me permitís; capitan? Yencendió su cigarro en la antorchade Shasta filtera did Vampo.record Voy à acompañaros hasta fuera, dijo ? - Ahora, señor conde, le dijo , apresu el capitan; es la mas pequeña prueba querémonos lo posible , estoy deseando impa puedo dar de mi adhesion à vuestra esce- ciente poder acabar de pasar la noche en lencia : casa del duque de Bracciano. . . Y tomando la antorcha encendida de las Encontraron el coche en el punto en manos del pastor , marchó delante sus que le dejaron . Elconde dijo una sola pa . huéspedes, no como un criado que ejecu - labra en árabe á Alí y los caballos partie ta un aeto de servidumbre sino como un ron á escape. Marcaba las dos en punto el rey que precede á los embajadores. Allle- reloj de Alberto cuando los dos amigos en gar á la puerta se inclinó. traban en el salon de baile . Su vuelta fué Ahora, señor conde, dijo , os renuevo un gran suceso , mas como entraron jun mis protestas y espero que no me guarda- tos, todas las inquietudes que la ausencia reis ningan resentimiento por lo que aca- de Alberto motivára cesaron desde el mo. ba de suceder . mento . 73 290 ALBUM . -- Seriora, dijo el conde de Morcerf di-Jhablar de ello . Por vuestra parte , asiadió, rigiéndose á la condesa , ayer tuvisteis la recibid mi enhorabuena, habeisestado ad . bondad de prometerme una galop , vengo, mirable en valor y en sangre fria . ¿ Qué quereis , conde ? dijo Alberto ; aunque algo tarde, á reclamar tanisatisfactoria promesa ; aquí está mi amigo , cuya me he figurado que habia tenido una dis veracidad conoceis, que os dirá que la tar - puta , y que á ella habia seguidoun duelo , y he querido hacer comprender una cosa danza no ha sido por culpa mia . Y como en este momento la música á esos bandidos ; que en todas partes del preludiaba un wals, Alberto ciñó con su mundo se baten , pero que solo los fran brazo el talle de la condesa y desapareció ceses se baten riendo. No obstante , co!!:Q con ella en el torbellino de los danzantes . miobligacion respecto á vos no esmenos Durante el resto de la noche Franz no grande , vengo a preguntaros si yo , mis pudo apartar de su imaginacion el singu -famigos ó mis conocidos, os podrian ser lar estremecimiento que recorrió todo el fútil en algo. Mipadre, el conde de Mor cuerpo del conde de Monte -Christo en e cerf, que es de origen español, ocupa una momento en que hasta cierto punto se vió elevada posicion en Francia y en España; precisado á tender su mano á Alberto . vengo, pues, á ponerme yo y las personas ali VIII. que me aprecian , á vuestra disposicion . LÀ CITA. . — ; Pues bien ! dijo el conde, os confie Eldia siguiente al levantarse, las prime- so , señor de Morcerf , que esperaba vues meras palabras de Alberto fueron para tra oferta y que la acepto de todo cora proponer á Franz el ir á visitar al conde. zon . Ya habia yo contado con vos para Ya le habia dado las gracias la víspera , pediros un gran servicio . pero creía que un servicio comoaquel va- - ¿Cuál ? lia la pena de repetirselas. Franz, á quien ---Jamás he estado en Paris y ni le co una atraccion mezclada de terror atraia nozco siquiera . hacia el condede Monte- Christo, no qui- - ¿Cómo ! esclamó Alberto , ¿ habeis so dejarle ir solo á casa de aquel hombre , podido vivir sin ver á Paris ? eso es in y le acompañó. Ambos fueron introduci- creible . dos ; cinco minutos despues se presentó el clues ya lo veis. Pero conozco como vos que continuar por mas tiempo en la de la capital del mundo inteli- ' lignorancia dirigiénAlberto dijo le conde, --- - eñor dose á él, perinitidme que os repita hoy gente es cosa imposible . Mas: tal vez hu lo que ayer os espresé mal; y es que no biera hecho este viage indispensable hace olvidaré jamás en que circunstancia me tiempo si hubiese conocido á alguno que habeis socorrido, y que siempre me acor- 'pudiese introducirme en ese mundo, en el daré de que os he debido la vida ó poco que no tengo relacion ninguna. - Oh ! , un hombre como vos ! escla menos. conde. - - Querido vecino, respondió el conde mo Alberto , riendo,exageraisvuestrasobligaciones res- - Eso es mucho favor . Pero como yo pecto á mí; me debeis una pequeria eco - no reconozco en mi mismo otro mérito nomía de unos veinte mil francos en vues- que el de poder competir, en cuanto á mi tra cartera de viaje , y nada mas. Bien veisllones, con vuestrosmas ricos banqueros , que esto no merece la pena de volver ály que yo no voy á l'aris para jugar,á la 291 ALBUM . Bolsa , esta pequeña circunstancia meha uno de esos proyectos que edificados so detenido. Ahora me decide vuestra oferta. bre la arena, son destruidos p r elprimer Veamos ; į os comprometeis , mi querido soplo de viento ? señor deMorcerf (y el conde acompañó es. — No, palabra de honor, dijo el conde, tas palabras con una sonrisa singular ), os quiero ir á Paris , es preciso que vaya. comprometeis cuando vaya á Francia, á — ¿ Y cuando ? abrirme las puertas de ese mundo , al que - ¿ Cuando estareis allí vos mismo ? seré tan estraño como un huron ó un co . - : Yo ! dentro de quince dias ó de tres chinchino ? semanas á mas tardar; el tiempo preciso - ;Oh ! en cuanto á eso , señor conde ,Ipara llegarme allá nada inas. perfectamente y con muchísimo gusto , - ; Pues bien ! dijo el conde , os doy respondió, Alberto ; y tanto mas, cuanto tres meses ; bien veis que es bastante . que me llaman á Paris por una carta que : - Y dentro de tres meses , esclamó he recibido esta misına mañana ( querido Alberto lleno de gozo , ireis á llamar ámi Franz ; no os burleis de mi) ; y en la que puerta. se trata de una alianza con una casa muy - Queréis mejor una cita dia por dia , buena, y que tiene las mejores relaciones hora por hora ? dijo el conde. Os preven go que soy muy exacto . en elmundo parisiense . - Alianza por casamiento ? dijo Franz - Dia por dia , hora por hora ; perſec riendo , : | tamente ; dijo Alberto . - ; Pues bien sea. . - Oh ! Dios mio , si. Asi pues, cuan do volvais á Paris , me hallareis hecho un | Y tendió la mano hácia un calendario y hombre de juicio úo padre de familia. colgado junto á un espejo . Hoy estamos, dijo , á 21 de febrero ; Esto vendrá bien á mi gravedad natural, i no es verdad ? En todo caso , conde , os sacó su reloj ; son las diez y media de la lo repito , yo y los mios estamos a vues- mañana . ¿Quereis esperarme el 21 dema tra disposicion . . yo próximo á las diez y media de la ma - Acepto , dijo el conde ; porque osju - ñana ? ro que solo me faltaba esta ocasion paral . - ; Si, sil esclamó Alberto , el almuer • realizar ciertos planes que proyecto hace||zo estará preparado. . - ¿ Donde vivis ? mucho tiempo . Franz no dudó de que estos proyectos - Calle de Helder , número 27 . . fuesen aquellos de los que el conde habia ! - Vivis en vuestra casa. ... solo ? ; no dejado escapar una palabra en la gruta tendré que incomodar ? de Monte . Christo , y iniró al conde mien l'ivo en el palacio de mipadre, pero tras decia estas palabras, para procurar en un pabellon en el fondo del patio , en ver en su fisonomia alguna revelacion de teramente separado .. aquellos planes que le conducian á Paris . – Bien . pero era muy dificil el penetrar en el al - El conde sacó su cartera y escribi« : « Ca ma de aquel hoinbre , sobre todo cuando lle de Helder , número 27 . 21 de mayo , Já las diez y media de la mañana. » la velaba con una sonrisa . guardando, sula el conde - Y ahora bolsilio en el, dijo , tranquilizaos ---Pero veamos , conde , prosiguió Al-Icarter berto encantado de tener que dirigir á un aguja de viiestro reloj no será nas exacta hombre como Monte -Christo , ¿no es esel que la del mio . 292 ALBUM . - ¿ Os volveré a ver antes de mi pare - Escuchad', dijo Alberto , y me ale . gro que se presente ocasion de decíroslo ; tida ? preguntó Alberto . -- Segun ; ¿ cuando partis ? siempre , os he encontrado muy frio , res - Mañana á las cinco de la tarde. Ipecto al conde, quien por su parte no pue - En ese caso , me despido de vos. Por- de baber estado mas fino y espresivo para que tengo que irme á Nápoles, y no es- con nosotros. ¿ Tenéis algún motivo par taré aqui de vuelta sino el sábado por la ticular de resentimiento contra jél ? noches ó el domingo por la mañana. - Y vos, preguntó el conde á Franż , partis tambien , señor baron ? - Si. – Le habeis visto ya en alguna parte Jantes de encontrarle aqui? - Justamente . - Donde ? - ; Para Francia ? - ¿Me prometeis no decir una palabra — No , para Venecia . Me quedo todavia un año ó dos en Italia . . - Tal vez. á nadie de lo que voy á contaros ? - Con que no nos veremos en Paris ? - Os lo prometo . - Mucho temo no tener ese honor. Está bien . Escuchad, pues. - Vamos , señores, buen viage, dijo el Y entonces Franz contó á Alberto su conde á los dos amigos presentándoles una escursion á la isla de Monte Christo , como mano á cada uno . . habia encontrado alli una tripulacion de Era la primera vez que Franz tocaba| contrabandistas, y entre ellos dos bandi la mano de aquel hombre, se estremeció, dos corsos. Contó la hospitalidad mágica porque aquella mano estaba helada comolque el conde le dió en su gruta de las mil la de un cadáver. y una noches; pasó á la cena, el hatchis, - Por última vez , dijo Alberto , queda las estátuas, la realidad y el sueño, y co dicho; bajo palabra de honor, i no es ver- mo al despertar ya no quedaba , como dad ? calle de Helder , número 27 , el dia prueba de todos aquellos acontecimientos, 27 demayo, á las diez y media de lama- mas que aquel pequeño yacht á lo lejos ñana . en el horizonte haciendo vela para Porto - El 21 de mayo , á las diez y media Vecchio . Luego habló de Roma, de la de la mañana , calle de Hélder, número noche del coliseo , de la conversacion que 27 , respondió el conde, habia oido entre él y Vampa , conversa Despues de lo cual los dos jóvenes sa -||cion relativa á Pepino, y en la cual elcon ludaron al conde y salieron . . - de habia prometido obtener el perdon del ¿ Qué teneis, dijo alentrar en su cuar- bandido , promesa que tan bien le habia to Alberto á Franz ; pareceis disgustado ? cumplido comohabrán podido juzgar nues - Si , dijo Franz , os lo' confieso , el tros lectores. conde es un hombre singular y contem - Al fin llegó á la aventura de la noche plo con inquietud esa cita que os ha dado precedente , al embarazo en que se halia en Paris. encontrado al ver que le faltaban , para - Esa cita ..... , con inquietud ! jah ! completar la suma, seis ú ochocientas jah ! pero estais loco , mi querido Franz, piastras ; en fin , á la idea que le ocurrie ira de dirijirse al conde , idea que habia esclamó Alberto . - i Qué quereis ! dijo Franz, loco ó no tenido a la vez un resultado tan novelesco esa es mi idea . Hy satisfactorio . . 293 ALBUM . Alberto escuchaba á Franz con profunda probabilidad , debo la vida á esa influen da atencion . cia, no debo juzgarla con rigidez.Asi, pues, - Y bien ! le dijo cuando hubo con - en lugar de calificarle como vos, de un cluido , ¿ quéencontrais en eso de estraño ? crimen capital, deberé escusarle , si no por el conde es viagero, el conde tiene un bu - haberme salvado la vida , lo cual es ecsa que suyo porque es rico. Id á Porsmouth jerarmucho las cosas, á lo menos por ha y á Southampton , vereis los puertos le - liberme ahorrado cuatro mil piastras que son nos de yachts pertenecientes á ricos ingle- veinte y cuatro mil libras de nuestra mo ses que tienen el mismo capricho. Para neda, suma en la que seguramente nome saber donde hospedarse en sus escursio - hubieran estimado en Francia ; lo cualprue nes , para no probar nada de esa espan - ba, añadió Alberto , que nadie es profeta tosa cocina , á que estoy sajeto yo , hace en su pais. cuatro meses, vos, hace cuatro años ; pa- - ; Pues bien ! justamente , decidme, ra no dormir en esas abominables camas de que pais és el conde ? ; cuales son sus donde no puede uno cerrar los ojos , ha- medios de existencia ? de donde le ha ve ce amueblar una habitacion en Monte- nido esa inmensa fortuna ? ¿ cual ha sido Christo . Cuando su habitacion está amue- esa primera parte de su vida misteriosa y blada , teme que el gobierno toscano le desconocida ? & quien ha esparcido en la despida y sus gastos sean perdidos, enton - segunda esa tinta sombría y misantrópica? ces compra la isla y toma el nombre de eso es lo que yo quisiera saber. ella . Querido , buscad en vuestra memo- - Querido Franz, dijo Alberto , cuando ria , y decidme, ¿cuantas personas cono - al recibir micarta , habeis visto que tenia cidas de nosotros toman el nombre de mos necesidad de la influencia del conde, propiedad que jamas han tenido ? habeis ido á decirlé : « Alberto deMorcerf , - Pero, dijo Franz á Alberto , esosban- miamigo, corre un gran peligro, ayudad didos corsos que se hallaban entre su tri- me á sacarlo de él : » į no es verdad ? - Si. pulacion ? ... . ¿ Y quéhay en eso de estraño? Sa- - Entonces os preguntó : &quien es ese beis mejor que nadie , que los bandidos Alberto de Morcerf ? ¿ de donde le viene corsos no son ladrones, sino pura y sen - ese nombre , su fortuna ? cuales son sus cillamente fugitivos á quienes alguna ven medios de existencia ? & cual es su . pais ? della , ha desterrado de su ciudad ó de su & donde ha nacido ? os ha preguntado to . aldea : bien puede uno verlos sin compro - do eso ? decid . meterse . En cuanto á mi, declaro que sill - No, lo confieso . alguna vez voy á Córcega , antes de ha - - Fyé y me libro de lasmanosde Vam cerme presentar al gobernador y al pre - pa, donde á pesar de mi apariencia llena fecto , me hago presentar á los bandidos de desenvoltura , como decís , hacia una de Colomba , por lo que pueda suceder ; triste figura, lo confieso ; i pues bien ! que Trido, cuando en cambio de semejante ser me gustan mucho. . Pero Vampa y su banda, dijo Franz, vicio, me pide haga por él lo que se hace son bandidos que detienen para robar, no todos los dias por el primer príncipe ruso lo negareis, ¿eh ? ¿qué decis de la influen - ó italiano que pasa por l'aris, esdecir, pre cia del conde sobre semejantes hombres? sentarlo en el mundo, é quereis que se lo - Diré, querido, que, como, segun to .llrehuse ? Vamos, Franz, i estais loco ! 74 291 ALBUM . Preciso es decir que, contra su costum -festo, sentémonos á la mesa, y vamos á ba bre, la razon estaba ahora de parte de Al- |cer la última visita á San Pedro . Todo se verificó como habia dicho Al berto . - En fin , dijo Franz dando un suspiro. berto , y eldia siguiente a las cinco de la los dos jóvenes se separaban ; Alber. haced lo que querais, querido vizconde llitototarde le , de Morcer para volver á aris, y Franz todo cuanto me estais diciendo esmuy con - de Epinav para ir a pasar unosquince dias vincente , pero no por eso dejo de creerlen Venecia que el conde de Monte -Christo es un hom - Pero antes de subir al carruaje, Alberto entregó al mozo de la fonda , tanto temia bre estratìo . - El conde de Monte - Christo es un fique su convidado faltase á la cita, una tar conde de Monte-Christo en la Tántropo ; no os ha dicho para que venia ljeta palabras: cualpara baio el estas « l'izconde ,Alber á Paris, i pues bien ! viene para concurririo de Morrerf, habia escrito con lipiz : alpremio de Monthijon , y si solo necesita 21 de mayo, á las diez y media de la ma mi voto para obtenerlo , se lo daré. Con ñana, búin . 37, calle de Helder . que, mi querido Franz , no hablemos dell FIN DE LA SEGUNDA PARTE . - TERCERA PARTE . ficiosa del conde y la condesa de Morcerf. ËL ALMUERŻO. Habia de trecho en trecho junto a la calle, En la casa de la calle de Helder donde una pared baja dividida por una grande Alberto de Morcerf habia cítado en Ro- reja dorada que servia para dar entrada á ma al conde de Monte-Christo , todo se las personas de gran etiqueta ; una puerta preparaba para hacer honor a la palabra pequeña casi pegada al cuarto del portero del jóven . daba paso á los sirvientes ó á los que en Alberto deMorcerf ocupaba un pabellon traban y salian á pié . situado en el ángulo de un gran patio yl Adivinábase en esta eleccion del pabe hacia frente á otro edificio ; dos ventanas Ilon destinado a la habitacion de Alberto , de este pabellon caian solo a la calle , las la delicada prevencion de una madre que otras tres al patio y otras dos al jardin . sin querer separarse desu hijo,habia comi Entre este patio y el jardin se elevaba , prendido no obstante que un joven de la construido con el mal gusto de la arquitec- edad del vizconde necesitaba de toda su tura imperial, la habitacion vasta y espa- libertad. Conocíase tambien por otro lado ALBUNI 298 Jebemos decirlo, el inteligente egoismodel piezas , eran tres : un salon , una alcoba y jóven , amante de aquella vida libre y ocio- un gabinete. sa , cual es la de los hijos de familia . El salon del bajo era una especie de di l'or las ventanas que daban a la calle , van destinado a los fumadores. Alberto de Morcerf podia hacer sus esplo El gabinete del principal estaba al lado raciones exteriores. La vida del exterior de la alcoba , y por una puerta invisible es tan necesaria á los jóvenes, que quieren comunicaba con la escalera . Bien se vé siempre ver al mundo a través del hori- que estaban tomadas todas las medidas de zonte , aunque este horizonte no sea otro precaucion . que la calle : una vez hecha una esplora Encima de este piso principal reinaba cion , si merecia un exámen mas profun- un vasto taller que habian agrandado do, Alberto podia , para entregarse á sus echando abajo los tabiques, sala que el ar pesquisas, salir por una puertecita que ha tista disputaba al dandy. Allí se refugiaban cia frente a la que hemos mencionado , y se confundian todos los caprichos suce . janto al cuarto del portero , y que merece sivos de Alberto , los cuernos de caza , las dautas, violines , una orquesta completa , una descripcion particular . Era una puertecita que se hubiera crei- pues Alberto habia tenido por un instante, do olvidada de todo el mundo desde el dia no el gusto, sino el capricho de la música; en que la casa fué construida , y que se hu - los caballetes, las paletas, los pasteles, por biera creido condenada para siempre , tan que al capricho de la música habia segui sucia y cubierta de polvo estaba ; pero cu- do el de la pintura ; en fil , los floretes, los ya cerradura y goznes cuidadosamente un guantes de boxear, las espadas y las canas tados de aceite anunciaban un uso miste -l de todos géneros, porque en fin, siguiendo rioso y continuado . Esta puertecita hemos las tradiciones de los jóvenes á la moda de dicho que daba frente á la otra y se bur - la época á que hemos llegado , Alberto de laba del portero , de cuya vigilancia esca- Morcerf, cultivaba con una perseverancia paba , abriéndose como la famosa puerta infinitamente superior a la que habia te de la caverna de las Alil y una noches, co- nido con la pintura y la música ; estos tres mo el Sesamo encantado de Ali- Baba, por artes , que completan la educacion de un medio de algunas palabras cabalísticas ó calavera : es decir, la esgrima, el boxco y de algunos golpecitos convenidos, pronum el palo , y recibia sucesivamente en esta ciados por una dulce voz é dados por los pieza destinada a todos los ejercicios del cuerpo á Grisier , Coots y Cárlos Lecour. dedos mas delicados del mundo . El resto de los muebles de esta pieza · Al estremo de un corredor largo y so litario , con el cual comunicaba esta puer privilegiada, eran antiguos cofres y mesas ta , y que servia de antesala , estaban á la del tiempo de Francisco I , cofres llenos de derecha el comedor de Alberto que caía porcelana de la China , de vasos del Japon , al pátio , y á la izquierda su salonicito que jarrones de Lucca y de la Robbia , y pla daba al jardin . I'lantasde enredaderas que tos de Bernard y de Pahssy : antiguos si nacian delante de la ventana , ocultaban al Nones donde tal vez se habrian sentado pátio y al jardin el interior de estas dos Enrique IV , Luis XIII ó Richelieu , por piezas , las únicas en el piso bajo donde que dos de estos sil ones, adornados de un pudiesen penetrar las miradas indiscretas. escudo esculpido, donde brillaban en cam En el principal, en lugar de estas dos Ipo azul las tres flores de lis de Francia, en 296 ALBUM . cima de las cuales habia una corona real, cho ó la simpatía de los fumadores. Alber habian salido por fuerza de los guarda- to habia presidido el arreglo ó mas biea el muebles del Louvre , ó de algun castillo desórden simétrico que gustan tanto de real . Sobre estos sillones de fondos som - contemplar despues del café los convida bríos y severos, estaban esparcidas en pro-dos de un almuerzo moderno al través del fusion ricas telas de vivos colores , tejidas vapor que se escapa de su boca, y que su al sol de la Persia ó bajo los dedos de las be hasta el techo en largas y caprichosas mugeres de Calcuta y de Chandernagor. espirales. Lo que hacian allí estas telas, no se sabe ; A las diez menos cuarto un criado entró . esperaban sin duda recreando la vista , un Este veuia con un pequeño groom de destino desconocido á su propietario , y quince años , que no hablaba mas que in . mientras tanto iluminaban la habitacion glés, y que respondia al nombre de Jonh . con sus espejos sedosos y dorados. El criado que se llamaba German , y que En el lugar mas preferente se elevaba gozaba de la entera confianza de su jóveu un piano , construido por Roller y Blanchet, ſamo, llevaba en la mano un lío de perió de madera de rosa , piano que contenia una dicos que depositó sobre la mesa y un pa orquesta en su estrecha, y sonora cavidad , quete de cartas que entregó á Alberto , y que gemia bajo de las obras de Becho- Alberto arrojó una mirada distraida so ven , de Wever , de Mozart, Haydu, Gre- bre estos diferentes objetos, tomó dos car try y Porhora. tas de papel satinado y perfumado , las Ademas en la pared, en el techo, en las abrió y las leyó con cierta atencion . -¿Cómo han venido estas cartas ?'pre puertas, habia colgados puñales , espadas, lanzas , corazas , achas , armaduras com - guntó . -La una por el correo , la otra la ha pletas doradas á incrustadas; pájaros dise el criado de Mme. Danglars. traido sus cados abriendo por un vuelo inmóvil alas color de fuego y su pico que jamás -Decid á Mme . Danglars que acepto el cierran . lugar que me ofrece en su palco ... Espe rad ... á eso de medio dia , pasareis á casa la prediera pieza esta que decir Falta lecta de Alberto de Morcerf. de kiosa ; la direis que iré comome ha in Sin embargo, el dia de la cita, el jóven , vitado á cenar con ella al salir de la ópera, vestido de media toilette, habia establecido y la llevareis seis botellas de vinos de Chi su cuartel en el saloncito del piso bajo. pre, de Jerez, de Málaga , y un barril de Allí , sobre una mesa rodeada de todos losostras de Ostende ..... tomad las ostras de tabacos buenos conocidos, desde el tabacocasa de Borel , y sobre todo decid que son de Petersburgo hasta el tabaco jiegro de para mí . Sinaí. Al lado de estos, en cajas de madera odoríferas, estaban arreglados por ór den de tamaños y de calidad de puros, los de regalía , los habanos y los manileños : -¿A qué hora quereis ser servido ? -¿Qué hora es ? Las diez menos cuarto. --- Pues bien , servidnos para las diez y en fin , en un armario abierto , una colec- media en punto . Debray se verá obligado cion de pipas alemanas , con boquillas de á ir á su ministerio ... Y por otra parte .... ambar, adornadas de coral , é incrustadas Alberto miró su cartera . Sí , esa es la ho de oro , con largos tubcs de tafilete arrolla - ra que indiqué al Conde; el 21 de mayo , á dos como serpientes , esperaban el capri- las diez y media de la mañana , y aunque d 12 HO dit ter medic En T O ALBUM , 297 no cuente con su promesa , quiero ser exac - siempre ,pero nunca caemos, y empiezo á to . A propósito ; , sabeis si se ha levanta creer que pasamos buenamente a la ina movilidad , sin contar con que los asuntos do la señora condesa ? -Si quiere el señor vizconde me infor- de la Península nos van á consolidar en teramente . maré. -¡Ah ! si , es verdad , arrojais de Espa -Sí , sí , pediceis que os entreguen la llave de una de sus cuevas de licores ; la na á D. Cárlos. mia está incompleta ; y le direis que ten- -No , querido, no nos confundamos, le dré el honor de pasar á su cuarto á cso de traemos del otro lado de la frontera de las tres , y que le pido permiso para pre- Francia , y le ofrecemos una hospitalidad real en Bourges . sentarle una persona . El criado salió . Alberto se arrojó en un -En Bourges ? divan , desgarró la faja de dos ó tres perió-Sí, no tendrá porque quejarse , i qué dicos, miró los teatros , ,hizo un gesto al demonio ! Bourges es la capital del rey ver qne representaban una ópera y no un Carlos VII. ¿ Cómo es que no sabíais esto ? baile ; ) buscó en vano en los anuncios de Todo el mundo lo sabe desde ayer en Pa perfumería cierta agua para los dientes, ris ; y antes de ayer la cosa marchaba bien de que le habjan hablado , y arrojó uno en la bolsa , porque Mr. Danglars ( no sé trás otro los periódicos , murmurando en comosabe, ese hombre las noticias al , mis mo tiempo que nosotros ), porque M. Dan medio de un profundo bostezo . En verdad estos periódicos , se van glars jugo ,a la alza y ha ganado un millon . -Y vos una nueva cinta , segun parece . volviendo cada vez mas insípidos . En este momento un carruaje ligero se Psch I me han enviado la placa de detuvo delante de la puerta, y un instante Carlos III , respondió sencillamente De despues el criado entró para anunciar á bray. -Vamos , Do os hagais el indiferente , M. Luciano Debray . Un jóven álto , rubio, de ojos grises y y confesad, que la voticia os habrá agra mirada fija , de labios delgados y pálidos , dado. -Si, á fé mia ', una placa siempre re con un frac azul con botones de oro , oor bata blanca, lente deconcha , suspendido salta sobre ,un frac negro abotonado; es al cuollo por una cinta de seda negra , y elegante . -Y , dijo. Morcerf sonriendo , se tiene que por un esfuerzo del músculo superci liar lanzaba miradas profundas y fijas, en el aire de un principe de Gallesó de un tró sin sonreir , sin hablar , y con un aire duque de Reichstadt . Por eso, me yeis fan de mañana, que -medio oficial. -Buenos dias , Luciano , buenos diasIrido. -¿Porqué teneis la plaça de Carlos III dijo Alberto . j Ah ! me asombra vuestra exactitud ! ¿ Qué digo ? ¡ exactitud ! ¡ Yo y queriais anunciarme esta buena noticia ? qué os esperaba el último, y llegais á las —No , porque he pasado la noche es diez menos cinco minutos , cuando la cita pidiendo cartas : , veinte cinco despachos era á las diez y media ! ; esto es milagro - diplomáticos. De vuelta á mi casa , quise dormir , pero me dió un fuerte dolor de S01 ha caido el ministerio ? -No, querido , dijo el jóven incrustán- cabeza y me levanté para montar una bio dose en el divan, tranquilizaos , vacilamos ra á caballo . En Boulgone me avisaron de 75 298 ALBUM . til modo el liambre y el fastidio , que mey Napoleon hacia de sus campos de batalla acordé de que hoy dábais un almuerzo, y con su espada y su victorias, poseyendo aqui meteneis : tengo hambre, dadine de veinte y cinco mil libras de renta , un ca a comer; me fastidio , distracdmé. ballo por el que Chateau Renaud os ha - Ese es mideber de anfitrion , gueri- ofrecido cuatrocientos luises: un sastre que do amigo , dijo Alberto llamando á un no os falta en un pantalon, teniendo asien criado , mientras que Luciano hacia sal- to en la ópera , Jockey Club y el teatro de tar, con el estremo de su baston con puño Variedades no hallais en todo esto con que de oro incrustado de turquesas , los perió - distraeros? Pues bien , yo os distraeré. dicos; German , Jerez y vizcochos. Mien - - ¿ Como? tras tanto , querido Luciano ,.aqui teneis - Haciéndoos contraer un conocimien cigarros de contrabando ; os invito á que to nuevo. los probeis y tambien podreis decir á vues - ¿ De hombre o de muger ? tro ministro que nos venda como estos en De hombre. . lugar de esas especies de hojas de nogal . ; Ya conozco demasiados ! que condena á los buenos ciudadanos ál. – Pero no conoceis al hombre de que Jos hablo ! . fumar. . - ; Diablol yo me guardaria muy bien - ¿ De donde viene ? 2del cabo del de hacerlo . Desde el momento en que os mundo ? viniesen del gobierno os parecerian detes. De mas lejos tal vez tables. Por otra parte , eso no conviene al i Diablol espero que no se lleve nuest interior , sino á la hacienda ; dirijios á tro almuerzo. i . . Mr. Humam , á la seccion de las contribu - -- No, tranquilizaos; nuestro almuerzo ciones indirectas, corredor A . número 26 . está seguro. ¿ Pero teneis hambre ? - En verdad , dijo Alberto , me asom - - Si, lo confieso por humillante que brais con la ester s'on de vuestros conoci - sea decirlo , l' ero ayer he comido en casa mientos. Pero tomad un cigarro ! de Mr. de Villefort; y lo habeis - Ah ! querido conde , dijo Luciano se comebastantemal en casa de todas esas encendiendo un cigarro habano en una personas del estrado de jueces ; cualquie bugia de rosa ardiendo en un candelero ra diria que tienen remordimientos . sobre dorado , y recostándose en el divan, - ;Ah ! ,diantre ! despreciad las comi jah ! querido conde, i qué feliz sois en nodas de los demas; en cambio se comebien tener nada que hacer ! en verdad no co - en casa de vuestros ministros. noceis vuestra felicidad . - Si, pero tio convidamos á ciertas per ¿ Y qué hariais, miquerido pacifica - sonas almenos; y si no nos viésemos obli dor de reinos, repuso Morcerf con una gados á hacer los honores de nuestra me ligera ironía , si no hicieseis nada ? ¡Cómo! sa á algunos infelices que piensan y sobre secretario particular de un ministro. lan - todo que votan bien , nos guardariamos zado á la vez en el mundo europeo y en como de la peste de conier en nuestra ca creerlo . las intrigas de Paris ; teniendo reyes , y sa ; debeis Eotonces, querido , tomad un seguo mucho mejor aun , reinas que protejer ,||do vaso de Jerez y otro vizcocho . partidos que reunir, elecciones que dirijir,| -- De buena gana , vuestro vino de Es haciendo mas de vuestro gabinete , con paña es escelente ; bien reis que hemos vuestra pluma y vuestro telégrafo , quelhecho bien en pacificar es pais. 299 Solo una cosa espero para seguir vues. - Si, pero D . Cárlos ?' - Don Carlos beberá vino de Burdeos. ſtro consejo . Uo ministerio que esté asegu-ALDIM . y dentro de diez años casaremos á su hijorado por sei: meses Ahora , una sola pa con la reinita . S labra , miquerido Alberto , porque es pre - Lo cual os valdrá el Toison de Oro , ciso que deje respirar á ese pobre Lucia no . ¿ Almorzanos ó comemos ? Tengo que si aun estais en el ministerio ., - Creo , Alberto , que habeis adoptado hacer. No es todo rosas, como decís, en por sistema esta mañana alimentarme de nuestru oficio . - Se almorzará solarnente: ya no espe . humo. . - Y eso es lo que divierte alestómago, ranios mas que dos personas y nos senta convenid en ello pero , justamente oigo la remos a la mesa en cuanto hayan llegado, voz de Beauchamp en la antesala . dispu - dijo Alberto . tareis con él, y eso liará que no os impacienteis . - ¿ Sobre que ? - ¿ Y qué clase de sugetos son los que esſerais á almorzar ? dijo Beauchamp. - Un gentilhombre y un diplomático , repuso Alberlo . - Sobre los periódicos. . - Que, ¿ acaso leo yo los periódicos? di- -- En este caso es negocio de tener que jo Luciano con un desprecio soberano. esperar cerca dos horas al gentilhombre y - Razon de mas, disputareis mejor. mas de dos horas aldiplomático . Memar - ¡El señor de Beauchamp! anunció el cho pues y volveré á los postres; guar criado : adine pnes unas fresas , cafi y cigarros, - ¡ Entrad , entrad , pluma terrihle ! di- que de lo demás tendré bastante con co jo Afberto saliendo alencuentro del jóven , mer una chuleta . mirad, aqui teneis á llebray que os detes ta sin leeros, segun el dice á lo menos. - No hagais tal, Beauchamp , porque aunque el gentilhombre fuese un Mont Tiene razon , dijo Beauchamp,lo mis- morency y el diplomático un Metternich , mo que yo, que le crilico sin saber lo que almorzariamos á las once en punto : nien hace . Buenos dias, comendador tras tanto seguid el ejemplo de Debray ; - Ah ! lo sabeis ya, dijo el secretario probad mi Jerez y mis vizcochos. particular cambiando con el periodista un Ea pues , sea como vos decis , me apreton de mano y una sonrisa . quedo. Es preciso que emplee en algo es - Diantrel replicó Beauchamp. - ¿ Y que se dice en elmundo ? . ta mañana. -- Bueno : ahi teneis á Debray ; me pa -- ¿ En que mundo ? Tcuemos muchos"rece que desde que el ministerio presenta mundos en el año de gracia en 1838. · síntomas de sucumbir la oposicion está mas SC . - Eo elmundo crítico - político del que alegre. Se conoce, amigo mio , que no sa formais parte. - : Oh ! se dice que es una cosa muy"beis el fastidio que me aguarda. Tendré justa y que sembrais bastante rojo para que que oir esta mariana un discurso de Mr. Danglars en la cámara de los diputados y nazca un poco de azul. - Vamos, vainos , no va mal, dijo Lu -"esta velada en casa su mugcr una trage ciano, porque no sois de losnuestros, que dia de un par de Francia. Llévesc el rido Beauchamp, con el talento que tencis, diablo al gobierno constitucional! y puesto hariais fortuna en tres ó cuatro años. Ique segun decis , somos libres de entablar 300 ALBUM . la conversación sobre un punto coalquie -gcon los talegos, no esasi? 1 y bien ! ;qué ra , e porqué habeis ido á escojer la polí- importa ! son preferibles esos talegos con tica ? un blason de menos mientras podais con • Comprendo: teneis necesidad de bro- tar un cero de mas. Teneis siete blasones mear ahora , para conservar luego un ai- ea vuestrasarmas, podreis dar tres á vues tra esposa y aun os quedarán cuatro. Aun re de gravedad . - No digais mal de los discursos de tendreis uno mas que los Guisas que tu Mr. Danglars , dijo Debray, puesto que vieron pretensiones al trono de Francia , es de vuestra bandera , y se sienta en los y cuyo primo hermano llegó á ser empe bancos de la oposicion . rador de Alemania . - Oh ! Diosmio !he ahi todo elmal; \ - Por mi vida , creo que teneis razon , como que espero le envieis al Luxembur- Luciano, contestó Alberto distraido. go á improvisar discursos para poder reir - A masde que, todo millonario esno á mis anchuras. ble como un bastardo , es decir que puede -- Querido , dijo Aberto á Beauchamp, llegar á serlo . todoelmundo sabeque los asuntos de Espa- - ; Chut! ;no digais tal heregia ! De îìa están ya enteramente arreglados, y vos bray , repuso riendo Beauchamp, porque estais animado esta mañana de un espíri ahi teneis á Chateau -Renaud , que para tu revolucionario . Acordaos pues, de quela curaros de vuestra mania de sentar tales crónica parisiense habla de un casamientoſ paradojas , os atravesará el cuerpo con la entre la señorita Eugenia Danglars.y yo, espada de Reaud deMontauban , su ante No puedo pues , en conciencia , permitir pasado. que hableis mal de la elocuencia de up - Perderia de su mérito en tal caso , hombre que vendrá á decirme un dia contestó Luciano , porque soy un villano « Señor vizconde ya sabeis que doy á miſmuy villano. hija dos mil florines.» . m ; Bueno ! esclamó Beauchamp, ya - Vaya, pues yo os digo , esclamó Beaus teneis al ministerio cantando la balada de chanıp , que ese casamiento no se reali- Beranger , já donde vamos á parar , Dios zará jamas . El rey habrá,podido darle el mio ! título de conde , podrá hacerle, par; pero El caballero de Chateau -Renaud I el no le hará gentilhombre , y el vizconde señor Maximiliano Morrell dijo uo paje de Morcerf tiene unas ideas demasiado anunciando á estos dos nuevos convida aristocráticas para consentir , por dos mi- dos. . serables millones , en semejante alianza. :- ; Ya estamos todos! dijo Beauchamp, El vizconde de Morcerf no debe casar por con que vamos á almorzar , porque si no lo menos sino con una marquesa . me engaño, no esperabais mas que á dos --; Dos millones ! sabeis que es una personas, & no es asi A berto ? — ;Morrel! murmuró Alberto sorpreu cosa muy linda ? repuso Morcerf. Para un capital social de un teatro dido, iMorrell equé significa eso ? del boulevard ó para un camino de hier - "Pero antes que hubiese concluido esta ro desde el jardin botánico a la Rapée no reflexion , el caballero de Chateau -Re se necesita mas. naud , jóven de unos treinta años, el tipo - Dejadle decir, Morcerf, repnso chan- del verdadero gentil-hombre, esdecir, con ceándose Debray , y casaos . Vos os casais la apostura de un Guiche y las ideas de un 301 ALBUM . Mortemart , habia tomado á Alberto por la esto no vale la pena de recordarlo ? ; EI salvarme la vida no vale la pena de que la mano. - Permitidme querido, le dijo , presen - se hable de eko ?..... En verdad , que no taros al capitan de Spahis el señor Maxi- creo muy filosófico lo que estais diciendo , milianoMorrel miamigo intimo, y de mas mi querido señor Morrel... Esto será bue. á mas mi salvador; á parte de que no ne- no para vos que esponeis vuestra vida á cesita de mirecomendacion pues si misına cada instante... pero para mi que él espo presencia le recomienda ; saludad pues á nerla fué una casualidad... * ! ? - Lo que veo hasta ahora con mas cla mihéroe, vizconde. " Y se retiró á un lado para dar lugar áridad en esta contienda , baron , es que e .. que se adelantára aquel joven de elevada capitan Morrel os ha salvado la vida. y magestuosa estatúra , de despejada fren- - Siporcierto, repuso Cahteau -Renaud . te , de ojo penetrante , de bigotes negros, - Y como fué ? preguntó Beauchamp. á quien nuestros lectores recordaran haber - Beauchamp, amigo mio, isabéis que visto en Marsella , en una circunstancia memuero de debilidad ! no déis pié aho o lo bastante dramática para que puedan ha - ra para largas historias. s 3 berle olvidado fácilmente . Un rico unifor-| - ; Y bien ! ¿ qué ?... dijo Beauchamp." me semi- francés semi-oriental, de elegan- jesto go impideque nos sentemos a la me- ' té apostura , daba un gran realce á su de- sa , yo. ..pero Chateau -Renaud nos la con sarrollado pecho condecorado con la cruz tará mientras comamos. ? ! $2457) $ 40176 is de la Legion de Honor, y á sus bien con - - Señores , dijo Morcerf , no son más torneadas caderas que sobresalian de su que las diez y cuarto , tenedlo en cuenta : 3 . Olá mas de que debemos esperar otro con fino talle . El jóven oficial hizo una inclinacion convidado . una política elegante : Morrel era gracioso — ; Ah es verdad, un diplomático , re en cada uno de susmovimientos , aunque puso Debray. demostraba una robustez á toda prueba. - Un diplomático, ú otra cosa , yo no lo - Caballero, dijo Alberto Con una afec sé ; lo que si sé es que por miparte le en - 1 tuosa cortesía , el señor baron de Chateau- cargué una embajada que terminó muy á Renaud sabia ya de antemano el sumo mi satisfaccion , y si' yo hubiese sido rev. " placer que me debia causar el trabar co - le hubiese desde luego creado caballero de nocimiento con vos ; sois uno de sus ami- todas mis Ordenes , aunque hubiese podia gos, caballero, sedlo tambien nuestro . Aldo disponer á la vez del Toison de Oro y - Muybien , dijo Chateu -Henaud, y re- de la Jarretiera.' cordad mi querido vizconde que, no quie- l - Ya pues que no nos podemos sentar ra Dios que suceda, pero creo está pronto aun á la mesa , escanciadmé un vaso de á hacer por vos lo que no ha mucho hizo||Jerez como habeis hecho ya otra vez . V contadncs vuestra historia , baron . : por mí. - ¿ Qué servicio os ha prestado ? pre- - Todos sabeis ya la idea que me vino de ir al Africa. Alberto . - guntó - Oh ! dijo Morrel', una cosa que nol - Es un camino que los trazaron vues vale la pena de mentarlo siquiera , el señor tros antepasados, mi querido Chateau - Re aud, contestó con galanteria Morcerf. lo exagera en estremo. - ¿ Cómo ! repuso . Chateau -Renaud , presentiinterni 2 - Sí, mas dado que como ellos fuese 76 , idi ! ALRUM . 302 con la idea de libertar el Santo sepulcro. lo habia muerto ; tenia que verificar mi, – Teneis razon , Beauchamp, dijo el marcha a pié cuando seis árabesmealcan jóven aristócrata , pues fué tan solo para zaron al galope con ánimo de cortarmela tirar la pistola á qne sabeis soy tan aficio- cabeza ; maté à dos de dos tiros de fu nado. El duelo me repugna, como sabeis, sil; otros dos de dos pistoletazos cargadas desde que dos testigos, que elegi para ar- las armas hasta la boca , pero quedaban de reglar el negocio, me obligaron á romper pié dos y yo estaba desarmado. Elunome el brazo á uno de mis mejores amigos... cogió por los cabellos, por esta razon des Por cierto, que fué á ese pobre Franz de de entonces los llevo cortos pues nadie sa Epinay al que todos conoceis. .. he lo que podrá suceder, elotro amagomi ¡ Ah ! sí , ¿ es cierto , dijo Debray , cuello con su yatagan ; ya sentia yo la re que os hayais batido en otro tiempo ?..... pugnante frialdad delhierro cuando else ¿ por qué causa ? por aquipresente ,cargó á su vez sobre ellos; - ;El diablo me lleve si lo recuerdo ! mató de un pistoletazo al que me agarra dijo Chateau - Renaud , pero lo que si rc- ba por los cabellos, y hendió la cabeza del cuerdo perfectamente , es que dándome que se preparaba á cortarme el gaznate vergüenza el largo reposo á quehabia con - con su sable . El señor se habia impuesto denado mis profundos conocimientos en en aquel dia la obligacion de salvar á un el arma quise probar en los árabes un hombre, la casualidad hizo que este hom par de pistolas nuevas que acababan de bre fuese yo: cuando llegue á ser ricoman regalarme. Eo su consecuenciame embar daré á Klargman ó á Marocheti,erigir una qué para Oran ; de Oran pasé á Constan - estatua á la Casualidad. 2 . tina , y llegue á tiempo de poder presen- - Si, dijo sonriendo Morrel; era el 5 de ciar ellevantamiento del sitio . Emprendí setiembre, es decir , el aniversario del dia la retirada como los demas. En las prime- en que mi padre fué salvado milagrosa - ras cuarenta y ocho horas aguanté bastan- mente , asi que en cuanto está en mi ma te bien de dia la lluvia , de noche la nie no, celebro lodos los años este dia con al ve : en fin , al tercer dia por la mañana,mi guna accion .... caballo murió de frio .. ; l'obre animal! - Heróica, ino es asi ? interrumpió Cha acostumbrado al mismo , cuidado y tem - teau - Renaud ; en una palabra, fuí yo el plada atmósfera de la caballeriza ...un ca afortunado; pero no está aqui todo. Des. ballo árabe que al enconlrarse en su pais pues de libertarme del hierro enemigo , me ! con un frio de diez grados se veía ya per- salvó del frio dándome, no la mitad de su dido. capa como hizo San Martin , sino toda ella : . - Por esa razon será que me quereis entera; luego acalló mihambre partiendo comprar mi caballo inglés , dijo Debray; contigo... adivinad qué? seguramente supondreis que aguantará me- - ; Un pastel de casa el tio Felix ? dijo Beauchamp. . jor el frio que vuestro árabe. - Osequivocais, pues hice voto de nol - No, su caballo, del que comimos ca . volver mas al Africa. da quo un trozo con sumo apetito : era al - ¿ Con que habeis tenido miedo de ve- go duro. - ¿ El caballo ? preguntó riendo Mor ras : preguntó Beauchamp. - Os lo coufiesoj. si, contestó Chateau - cerf. Renaud, y habia por quetenerlo !micaba | - No, el sacrificio , contestó Chateau ALBUM 303 Renaud. & Preguntad á Hebray si sacrifi. ' * ; Y dedonde viene? preguntó Debray; caria su cuadrúpedo inglés por un desco- dispensad el que insista ,sé que habeis con uocido ? : testado ya á esta pregunta , pero tan si -., ' l'or un estraño, no , dijo ! ebray; por perficialmente que me permitireis os la re un amigo tal vez. : ' – Ya previ que tambien elmio moriria , pita otra vez.'' En verdad , dijo Alberto , que no sé señor conde, dijo Morrel; á mas de que , nada. Cuando le convidé hace dosmeses, he tenido ya el honor de repetiros que, estaba en Roma;masdestle entonces quien heroismo ó no, sacrificio o no , en tal dia podrá decir los lugares que habrá recors debia una ofrenda al desgraciado en re- Irido ? compensa de losfavores tie en otro tieinpo. - ¿ Y le crreis hombre de cumplir con nos dispensára propicia la fortuna. exactitud ? preguntó Delray . - Esta historia , a la que el serior Mor- - Le creo capaz de todo, contestó .More rel hace alusion , continuóChateau -Renaud cert. . es una portentosa historieta que os conta - Tened presente que hemos concedido ră algun dia , cuando habreis trabado com cinco minntos de espera ,no faltan sino diezt élmayores relaciones; lo que es por hoy. minutos. provèamos el estómago y dejemos en re- - irues bien !' estos los aprovecharé : poso la memoria . ¿ A que hora es el at para deciros dos palabras acerta micom . dado . Iduerzo, Alberto ? - A las diez y media . - Perdonad , dijo Beauchamp, ihabrá - puntual? pregunto Debray sacando materia para un folletin en lo que vais á: su reloj. . . contarnos ? - ; Oh ! bien me concedereis cinco'min - Si por cierto , dijo Morcerf, y es cosa: nutos de gracia, dijo Morcerf, porque yo muy curiosa. " tambien espero un salvador . - Entonces hablad , pues ya veo que no me sorá posible asistir a la cámara , y por) -- ¿ De quien ? - ;Mio , pardier ! contestó Morcerf. Oslo mismo preciso será que ine indemnice. Bgurais que no se me pueden presentar - Estuve en Roma en el último carna ocasiones en que sea necesaria la interven- Ival. cion de un salvador, y que solo hay ára - Ya lo sabiamos, dijo Beauchamp. bes que puedan cercenar cabezas? Nuestro -- Si, mas lo que no sabeis esquefui.ru ? almuerzo es un almuerzo filantrópico , y bado por unos salteadores. veremos sentados a nuestra mesa , por lo - Si por allí no hay ladrones , dijo De menos asi lo espero, dos bienhechores de bray. la humanidad . | - - Si que los hay , y sumamente lorri. - ¿ Y como nos gobernaremos ahora ? bles, quiero decir. admirables pues los ha dijo Debray, en Montyon solo se concede llé sumamente á propósito para meter miedo. un premio . ' - ¿ Y que importa ?repuso Beauchamp,! - Vamos, miquerido Alberto , dijo De lo concederemosveár aquel egemp confesad que vuestro repostero selia Gener quecanada dem baya pa lbray; le . al ra descuidlado o , que no han llegado aun las eiaeseste hecho para obtenerle.Generalment el medio de que se vale la Academia para ostras de Merennes ó de Ostende, y qu:e á Tegemplo de Mme. Mantenon tratais de salir de apuros. 304 ALBUM . sustituir 'un plato con vuestro cuento . De- : - Armado hasta los dientes? . ... cidlo francamente , querido amigo , somos No llevaba pingun arma. in demasiado amigos para no dispensaros y . - ¿ Pero trató de vuestro rescate ? . .. para escuchar vuestra historia , por fabu - -- Dijo dos palabras al oido del gefe y Josa que ella sea segun parece . .. , , , fuí puesto en libertad. - Y yo os digo , que por fabulosa que - Le daria escusas por haberte preso , sea , os la cuento por verdadera desde ell|dijo Beauchamp .' principio hasta el fin . Habiéndome robad ) - Justamente , respondió Morcerf. . ! los ladrones , me condujeron a un lugar muy triste, que se llama las catacumbas de San Sebastian . - Pero era Ariosto ese hombre ! -- No, era el conde de Monte -Christo . ;. - Ya conozco ese sitio , dijo Chateau -| -- Ya no se llama el conde de Monte - , Renaud ; me faltó poco para cojer alli la Christo , dijo Debray. tiebre. . . . . . i -- Yo no creo,añadió Chateau - Renaud, - Y yo, dijo Morcerf, la tuve realmente con la sangre fria de un hombre que tiene , Me habian anunciado que estaba prisione- en la punta de los dedos el moviliario eu :,, ra y me pedian por mirescate una mise-- ropeo , que haya en parte alguna quien co-, ria , cuatro mil escudos romanos, veinte y nozca al conde de Monte -Christo , seis mil libras tornesas. Desgraciadamente - Puede ser que venga de la Tierra , no tenia mas que mil quinientas; estaba al Santa, dijo Beauchamp; alguno de susas fin de mi viaje y mi crédito se habia con - cendientes habrá poseido el calvario ,como cluido . Escribí á Franz. ¡ Y por Dios : los Montemar el mar muerto . . aguardad; almismo Franz podeispregun - Perdonad , dijo Maximiliano , pero arle simiento ; escribí á Franz, que si no creo que os voy á confundir. Señores , , legaba a las seisde la mañana con los cua -||Monte -Christo es una pequeña isla , de la tro mil escudos, á las seis y diez minutos que he oido hablarmuchas vecesá losma-, me habria ido á reunir con los bienaven- rinos que empleaba ini padre, un granode turados santos y los gloriosos mártires, en arena en medio delMediterráneo, en fin , compañia de los cuales tendria el honor un átomo en el infinito. . de encontrarme, y Luis Vampa , ese era - Eso es ecsactamente , dijo Alberto . el nombre del gefe de los ladrones, hubie : Pues bien ! de ese granode arena, de ese ra cumplido escrupulosamente su pala- átomo, es señor y rey ese de quieu osha -, bra. blo; habrá comprado su título de conde en - ¿Pero llegó Franz con los cuatro millalguna parte de Toscana . escudos? dijo Chateau -Renaud. ¡Quédian- - ¿Será muy rico vuestro conde ? tre ! ni Franz d'Epinay , ni Alberto de Morcerf, se pueden ver embarazados por - Yo lo creo . - l'ero se deberá ver, me parece . cuatro mil escudos. - Os engañais, Debray. No ; llegó simplemente acompañado - No os comprendo. del convidado que os anuncio y que espel - Habeis leido las Mil y una noches ? ro presentaros. -- ;Ah ! va , ; pero era ese hombre un MiBuena pregunta ! Hércules matando á Caco ó un Perseo sal-1 miPues bien ! ¿ sabeis si las personas. que alli se ven son ricas ó pobres ? įsi sus vando á Andrómada ? No, es un hombre de mi estatura po- granos de trigo no son de rubíes ó de dia co mas o menos . Imantes ? Tienen el aire demiserables pes ALBUM 305 Cadores, ino es eso ? Los tratais como á¡La cámara les destruye todos los dias sus tales, y de repente os abren algunacaver . apuntes hasta el punto de no encontrar na misteriosa , en donde os encontrais un ninguno. ¿ Quereis ser embajador, Alber to ? Yo os hago nombrar en Constantino tesoro que basta á comprar la India . pla . - ¿ Y despues ? Despues! mi conde deMonte - Christol - No, porque el sultan , á la primera es uno de esos pescadores . Tiene ademas demostracion que hiciera en favor de Me: un nombre adecuado ; se llama Simbad e! Themet-Alí, me envia el cordon , y mis marino y posee una caverna llena de secretarios me ahorcarían . oro . Lo veis ? dijo Debray. .. - Y habeis visto esa caverna,Morcerf 1 - Sí; pero todo esto no impide que ec sista miconde de Monte -Christo . . preguntó Beauchamp. - Yo no , Franz.... l'ero , silencio ; es - Por Dios ! todo el mundo existe : qué tiene eso de particular? . menester no decir una palabra de esto de lante de él. Franz ha bajado allicon losojos!! - Todo elmundo existe, sin duda , pero vendados, y ha sido servido por mudos y no en condiciones semejantes. Todo el por mugeres, al lado de las cuales, á lo que mundo no tiene esclavos negros , armas á parece , no hubiese sido nada Cleopatra la Casamba , caballos de seis mil francos, Lo que es de las mugeres ,noestá muy se - damas griegas ! iHabeis visto la dama griega ? guro, puesto que no entraron hasta des- pues de haber comido el hatehis; de suert oi, la he visto y oido. La he visto en te que podrá suceder que lo que la creidullel teatro del Valle , y la he oido un dia mugeres fuesen una cuadrilla de estatuas. que almorzaba en casa del conde. Los jóvenes miraron á Morcerf con anal mirada que parecia decir : I ¿ Cóme acaso ese hombre estraordi n ario ? - Querido , ios habei vuelto loco , o Si come, es tan poco , que no vale la pena de hablar de ello . quereis burlaros de nosotros ? - En efecto , dijo Morrel pensativo ; vol - Ya vereis como es un vampiro . - Reios si quereis. Esta era la opinion he oido contar á un viejo marino , llama- do Penelon , alguna cosa parecida á lo que de la condesa de G ..., que como sabeis ha dicho Mr. de Morcerf. ha conocido á lord Ruthiwen . - ¡ Ah ! dijo Alberto , me alegro quel ; Ah ! imuy bien ! dijo Beauchamp Mr. de Morrel venga en mi.ayuda. ¿Esto aqui tenemos para un bombre que no es os contraria ? eb ! tanto mejor.. .. periodista , la cuestion de la famosa serpien . - Perdonad , mi querido amigo , dijote demar del fonshlutionel; un vampiro , Debray ; pero nos contais unas cosas tinieso es magnífico ! - Ojo de color leonado , cuya pupila inverosímiles.... Ah ! es porque vuestros embajado - disminuye y se dilata segun su voluntad , res, vuestros cónsules no os hablan ! No dijo Debray : aire sombrio , frente mag tienen tiempo ; es menester que iacomo- nifica , tez lívida , barba negra , dientos den á sus compatriotas que viajan . blancos y agudos, y modales desenvuel - Ah ! hé aqui por lo que nos inco -itos. modais , culpando á nuestros pobres agen- - Y bien , eso es justamente , dijo Lu tes. Y con qué quereis que os protejan ? cado, y las seilas estab trazadas perfecta 77 306 ALBUM . mente . Si, politica agnda é incisiva. Este to de sorpresa que demostraba lo mucho hombre me ha dado frecuentemente mie- que les impresionára é introdujera en su do , y un dia entre otros quepresenciába- espíritu eldiscurso de Morcerf. El mismo mos juntos una ejecucion , creí que iba á Alberto no pudo disimular una emocion ponermemalo , mas bien de verle y oirle instantánea. Nadie oyó niruidode carrua hablar friamente sobre todos los suplicios je , pi pasos en la antecámara , la puerta se de la tierra , que de ver al verdugo cum - abrió por sì inisma sin ocasionar el mas plir su oficio y oir los gritos del paciente . lleve ruido. - ¿No os ha conducido un poco á las El conde apareció en el dintel , vestido ruinas del coliseo para ver correr la san - con la mayor sencillez; y con todo eldans gre , Morcerf? preguntó Beauchamp. by mas exigente no hubiese encontrado la - ¿ Y despues de haber deliberado , nomas leve cosa que criticar en su traje . To os ha hecho firmar algun pergamino co - Ido él era de un gusto delicado , salido de lor de fuego , por el cual le cedeis vues- manos delosmas, hábiles, sastres, sombre tra alma como Esaú su derecho de pri- reros y costureras. Tendria al parecer unos treinta añoses-mojenitura ? - Burlaos! ;burlaos lo que querais , ſeasos, y lo que mas llamó la atencion de señores ! dijo Morcerf un poco picado. todos , fué su estrema semejanza con la Cuando os miro á vosotros bellos parisien -llpintura que de él hiciera Debray . ses, habitantes del boulevard de Gand , El conde se adelantó sonriendo hasta el paseantes del bosque de Boulogne , y me centro del salon , dirigiéndose á Alberto en acuerdo de ese hombre ! me parece que derechura , que saliéndole al encuentro le no somos de la misma especie. . Jofreció con efusion su mano. . ; Yo me lisongeo de ello i dijo Beau En la ecsactitud , dijo Monte -Christo , consiste la política de los reyes, pretension champ. - Siempre será , añadió Chateau -Re- que ha tenido , segun creo , upo de vues naud , vuestro conde de Monte -Christo , tros soberanos ; mas por grandes que sean un hombre galante en susmomentos per- sus deseos no siempre les esdadoá losvia didos , escepto alguna vez en sus pequeños jėros el satisfacerlos. Espero , pues , mi arreglos con los bandidos italianos. querido vizconde, que me dispensareis , en -- ; Ya no hay bandidos italianos ! dijo favor de la intencion, losdos o tres segun Idos, que creo haber retardado en compa Debray . . . - -; Ni vampiros 1 añadió Beauchamp. recer'á la cita . Quinientas leguasno sean - Ni conde de Monte- Christo , respon -l.dan como quiera y sin sufrir contratiem dió Debray . Aguardad , querido Alberto , pos, y particularmente en Francia, en don que son las diez y media. de, segun parece , está probibido sacudir - Decid que habeis tenido una pesadi- lel polvo á los postillones. lla , y vamos á almorzar , dijo Beauchamp, Señor conde, contestó Alberto : estoy Pero apenas se habia estinguido la vi- en el caso de apunciaros á algunos de mis bracion del reloj, quiene he reunido con motivo de eloj, cuando se abrió la puer - lamigos amigos á quienes ta y German anunciò : la promesa que tuvisteis á bien hacerme, - Su escelencia el conde de Monte - lpor lo tanto tengo elhonor de presentáros les. Y son ; el señor conde de Chateau Christo. , Todos los oyenteshicieron un movimien- Renaud , cuya nobleza reconoce su origen , ALBUM , · 307 on los doce pares, y cuyos antepasadosocu -l. Aun se hubiera podido notar en estas paron un lugar en la Jfesa Pestonila ; else- palabras de Monte -Christo , esa mirada hor Luciano Debray, secretario privadodel fija , ese rubor fugitivo , y el ligero ten ministro del interior;elseñorBeauchamp, blor del párpado que demostraba en él la gran publicista , la pesadilla del gobierno emocion . francés, pero del que tal vez, apesar desu - ;Ah ! el señor tiene un noble cora - celebridad nacional, no habreis vido ha- zon , dijo el conde, ieso es bueno ! blar jamas en Italia , atendido que su dia - Esta especie de esclamacion , que res rio no tiene entrada en aquel reino; en fin pondia al pensamiento del conde,mas bien el señor Miximiliano Morrel , capitan de que lo que acababa de decir Alberto , sor spahis. prendió a todo elmundo, y particularmen Al oir este último nomlire , el conde, te á Morrel , que miró á Monte Christo que hasta entonces se habia limitado á sa con admiracion . Pero al mismo tiempo ch, ludar con la mayor cortesia , con una acento era tan dulce , ó por mejor decir , frialdad é impasibilidad verdaderamente tan suave, que por estraña que fuese esta inglesa , adelantó maquinalmente y á su esclamacion , no habia medio de incomo-, pesar un paso , y un ligero tinte encarnado darse . 'coloreó con la instantaneidad del relámpa-l — ¿ Por qué habia dedudar ? dijo Beau champ á Chateau -Renaud . go, sus pálidas mejillas. . El senior viste el uniforme de los - En verdad , respondió éste, quien con modernos franceses vencedores ? dijo , en su trato de mundo y su mirada aristocrá ca habia penetrado en Mente -Christo tod .. este caso es un bello traje . Hubiera sido dificil deslindar el senti- lo que se podia penetrar en él; en verdad miento que diera á la voz del conde una queAlberto no nos habia engañado, y que vibracion tan profunda, y quehiciera bri- es un personage singular el conde; & que Har , como á pésar suyo , sus hermosos decís vos, Morrel? ojos, siempre tan impasibles y tranquilos. Por vida mia , dijo éste , tiene la mi cuando no tenia un motivo para cubrirlos rada franca y la voz simpática de manera queme agrada á pesar de la estraña ri con un impenetrable velo . - ¿No habeis visto nunca á nuestros flexion que acaba de hacerme. africanos , seiſor conde ? dijo Alberto. - Señores , dijo Alberto , German me - Jamás, contestó éste ,habiendo logra - anuncia que el almuerzo está servido. Mi do dominarse enteramente . querido conde , permitidine enseñaros el - Pues bier , caballero ; bajo este uni- camino. forıne late uno de los mas valientes y mas!! Pasaron silenciosamente al comedor. Cada uno ocupó su sitio.. nobles corazones del ejército . ¡ Oh ! senor conde....... interrumpió - - Señores , dijo el conde sentándose , Morrel. permitidme que os haga una confesion que - Dejadme decir , capitan .... Y acaba - será miescusa por todas las faltas que pue mos , continuó Alberto , de saber sina he - da cometer ; soy estranjero ; pero hasta tal roica accion del selior , que me impele : punto , que es la vez primera que vengo á aunque es hoy el primer dia que tengo el Paris . Las costumbres francesas mc son honor de conocerle , á pedirle e favor de particularmente desconocidas , y no he permitirme presentárosle como un amigo ,'practicado bastante hasta ahora , sino las 318 ALBUM . costumbres orientales , las mas antipáticas”mes; demanera que me retardé un poco á las buenas tradicionesparisienses. Os su - y no he querido pararme. plico, pues , que'me escuseis si encontrais ¿ Y habeis comido en vuestro carrua on mi algo de turco , de napolitano ó de ge ? preguntó Morcerf. árabe. Dicho esto, señores, almorcemos. - No , he dormido , como me sucede Por lo que ha dicho,murmoró Beau- cuando me aburro sin tener valor de dis champ, es decididamente un gran señor. traerme, ó cuando tengo hambre sin te - Un gran serior estranjero,añadió De- ner gana de comer. bray. - ¿Pero mandais en vuestro sueño, se - Un grani señor de todos los paises, se- bor ? preguntó Morrel. jor Debray, dijo Chateau -Renaud . El conde segun hemos dicho ; era un - Casi. ; Tegeis receta para ello ? convidado bastante sobrio . Alberto se lo ! -- Infalible . hizo observar, atestiguando el temor que - He aquilo que seria bueno para no desde el principio tuvo de que la vida pa- sotros los africanos, que no siempre te risiense no agradase al viagero en su par. nemos que coner, y rara vez que beber , te mas material, pero al mismo tiempo dijo Morrel. mas necesaria , - Si, dijo Monte -Christo ; desgracia la - Mi querido conde, dijo ,estoy poscidodamente mireceta que es escelente paraun de un temor, y es que la cocina de la ca - hombre como yo , que lleva una vida e's lle de Helder , no os agradará tanto como cepcional, seria muy peligrosa aplicada á la de la plaza de España. Hubiera debido un ejército que no se dispertaria cuando preguntaros vuestro gusto, y haceros pre- se tuviese necesidad de él. . parar algunos platos que os agradasen . - ¿ Y se puede saber cual esesa receta ? - Sime conocieseismas,respondió son - preguntó Debray. riéndose el conde,no os preocupariais por iOh! Diosmio , si; dijo Monte - Chris un cuidado casi humillante para un viaje - to , no hago secreto de ello ; es vina'mez ro como yo, que ha pasado sucesivamente cla de un escelente ópio queheido á buscar con los macarrones en Nápoles, la polenta yo mismo á Canton , para estar seguro de en Milan , la olla podrida en Valencia , el obtenerlo puro , y delmejor hatchis que arroz cocido en Constantinopla , elkírrik se recoje en Oriente , es decir , entre el en la India , y los nidos de golondrinas en Tigris y el Eufrates ; se reunen estos dos la China. No hay cocina para un cosmo- ingredientes en porciones iguales , y se pol ta como yo. Comode todo y en todas hace una especie de píldoras, que se tra partes , solainente que como poco, y hoy gan cuando hay necesidad . Diez minutos que os quejais de mi sobriedad , estoy en despues producen el efecto . Preguntad al uno de mis dias de apetito , porque desde baron Franz d'Epinay , creo que él lo ha ayer mañana no he comido . probado un dia . - Cómo ! ¿ desdeayer mañana ? escla- - - Si, respondió Morcerf, me ha dicho maron los convidados; ¿ no habéis comido algunas palabras de ello , y ha conservado desde hace veinte y cuatro horas ? al mismo tiempo un recuerdo muy agra . , dijo Bauchamp , quien en sui No, contestó Monte - Christo ; me fueildablePero preciso separarme de mi camino y tomar calidad de periodista era muy incrédulo , algunos informes en las cercanías de Ni-ll, llevais esas drogas con vos ? ALBUM . 309 -Siempre, respondió Monte - Christo. miracion; hablaba con tanta sencillez, que - Seria demasiado indiscreto el pedi- era evidente decia la verdad , ó que estaba tros ver esas preciosas píldoras ? continuo loco ; sin embargo', la esineralda que ha Beauchamp esperando coger al estrangero bia quedado entre sus manos , hacia que en falta . se inclinasen naturalmente hacia la pri -No , señor , respondió el conde ; y sa- mera suposicion . có de su bolsillo una maravillosa cajita in- -¿Y qué os han dado esos dos sobera crustada en una sola esmeralda, y cerrada nos en cambio de ese magnífico regalo? por una rosca de oro , que destornillán- preguntó Debray. dose , daba paso á una bolita de color ver - El Gran Señor , la libertad de una doso y del grueso de un guisante . Esta muger, respondió el conde; nuestro Santo bola tenia un olor ágrio y penetrante ; te- Padre el Papa, la vida de un hombre . De nia cuatro ó cinco iguales en la esmeralda manera que una vez en mi vida he sido y podria contener basta una docena. tan poderoso , como si Dios me hubiese La cajita pasó de mano en mano porhecho nacer en las gradas de un trono. todos los convidados , mas para examioar -¿Y es á Pepino á quien habeis liber esta admirable esmeralda que para ver otado, no es esto ? esclamó Murcerf, ¿ es en él en quien habeis hecho aplicacion de para analizar las píldoras. -¿Es vuestro cocinero quien os prepara vuestro derecho de gracia ? - Puede ser , dijo Monte - Christo son este manjar ? preguntó Beauchamp. -No , señor, dijo Monte- Christo; yo riendo. --Señor conde , vos no podeis formaros no eotrego mis goces reales como este , á merced de manos indignas . Soy bastante una idea del placer que esperimento al buen químico , y preparo las píld oras y oiros hablar asi, dijo Morcerf. Os habia anunciado antes á mis amigos como un mismo. -Esta es una admirable esmeralda , y hombre fabuloso, como un encantador de la mas gruesa que he visto jamas, aun- las mil y una noches , como un bigromán que mi madre tiene algunas joyas de fa- tico de la edad media; pero los parisienses milia bastante notables , dijo Chateau- son tan sutiles y materiales , que toman por capricio de la imaginacionlas verda Renaud. -Tenia tres iguales, respondió Monte- des mas incontestables , cuando estas ver. no entrar en las condiciones de su Christo ; he dado ona al Gran Señor, que dades a la ha hecho engarzar en su espada; otra existencia cotidiana. Por ejemplo , aqui á nuestro Santo Padre el Papa, quien la teneisá Debray y á Beauchamp que leen hizo incrustar en su mitra , enfrente de todos los dias, que han sorprendido y han otra esmeralda casi, parecida pero menos robado en el boulevard á un miembro del hermosa , sin embargo , que habia sido Jockey Club que se retiraba tarde , que dada á su predecesor, por el emperador han asesinado á cuatro personas en la cas Napoleon ; he aguardado la tercera para lle de Saint-Denis, ó en el faubourg Saint mi , y la he hecho ahuecar, lo que la ha Germain , que han preso diez , quince o quitado la nitad de su valor, pero que la veinte ladrones, sea en un café del boule ha hecho mas cómoda para el uso que hejvard del Temple, ó en San Julian , y que dispulan la existencia de los bandidos de querido hacer de ella . Todos miraban á Monte -Cristo con ad- Marennes, del campo de Roma, 6 de los 78 310 • ALBUM . pantanos de Pontins. Decidles pues , vos con la ayuda de siete ú ocho de sus cono mismo, os lo suplico , señor conde, que he pañeros, me condujeron , ó mas bien me sido cogido por esos bandidos, y que sin arrastraron al fondo de las catacumbas de vuestra generosa intercesion esperaria hoy San Sebastian, en donde encontré al gefe probablemente la insurreccion eterna en de los bandidos, por cierto muy instruido, las catacumbas de San Sebastian ,en lugar que leia los «Comentariosde César,».y que de darles una comida en miindigna ca ita se dignó inlerrumpir su lectura , para de Ohriti cirme que si al dia siguiente á las seis de de la calle de Helder. - ; Bah ! dijo Monte - Christo , me ha - la mañana no entregaba coatro mil escu beis prometido no hablarme jamás de estados, el dia siguiente á las seis y cuarto ha miseria . . .. in wyn , bria dejado de existir . La carta existe en sál - No soy yo,señor conde, esclamóMor- poder de Franz, firmada por mi, con una cerf, es algun otro á quien habeis hecho posdata de Luis Vampa . Si dudais de ello , el mismo servicio que á mí; y que confun- escribiré á Franz que hará legalizar las fir diréis conmigo. Continuemos hablando demas. Hé aquí lo que sé. Lo que yo no sé ello , os lo suplico , porque si seguimos co - alvora, es como fuisteis, señor conde, áin . mentando esta circunstancia , tal vez no fundir tanto respeto a los bandidosdeRo solo me recordareis lo que ya sé , si quelma, que respetan tan pocas cosas. Oscon tambien me direis algo de lo que no sé . ' fieso que Franz y yo nos quedamos sor - Pero me parece ,dijo sonriendo elcon-Iprendidos. de, que habeis representado en todo este --- Nada mas sencillo , respondió el con asunto un papel bastante importante para de: yo conocia al famoso Vampa hace mas saber tan bien como yo lo que ha pasado. de diez años . Muy jóren , cuando era pas til . Quereis prometerme, si digo todo lo tor, un dia que le di una moneda de oro que sé, dijo Morcerf , de ¿decir á vuestro por haberme enseñado micamino.ne dió , turno lo que sepais ? para no debermenada, un puital esculpi •; -- Es muy justo , respondió Monte - do por él y que habreis visto en micolec Christo . cion de armas. Mas tarde, sea que hubie Pues bien , respondió Morcerf , aun - se olvidado este cambio de regalos , o que que padezca miamor propio , me he crei - no me hubiese reconocido, intentó robar do durante tres dias el objeto de las aten - me, pero fuí yo al contrario quien le puse ciones de una máscara , que tomaba por preso con una docena de los suyos. Podia alguna descendiente de las Tullié , ó de las entregarle á la justicia romana, qne eseje Poppée, entretanto que era pura y senci- cutiva y que lo hubiera sido aun mas con Ilamente el objeto de las coqueteriasde una lellos, pero no hice nada. Le solté á él y á contadina, y notad que digo contadina por los suyos. En A3 DES SUO no decir aldeana. Lo que sé , es que, como . Pero á condicion que no robarian ya un inocente, mas inocente aun que de quien mas, dijo el periodista riendo . Veo con yo hablaba ahora , tomé por esta aldeana placer que han cumplido escrupulosamen á up jóven bandido de quince á diez y seis te su palabra . 140 años, imberbe, de talle delicado, quien en till ? 9 ! - No, señor, respondió Monte Christo, el momento en que queria emanciparme con la simple condicion que inerespetarian hasta depositar un beso en suscastos hom á mi y á los mios. Lo que voy 'á deciros broszlme puso una pistola en el pecho , ylos parecerá puede ser estraño á vosotros, ALBUM . 311 señores socialistas; progresistas, humanis :ftro nombre de familia , Simbad elmarino tas, qne yo no me ocupo nunca de mipró - por vuestro nombre de bautismo, y hé jimo, no procuro nunca protejer á la so- faquí que desde el dia que poneis el pié en ciedad que no me proteje, y diré aunmas; Paris poséeisde instinto el masgrandemé que no se ocupa generalmente de mi, sinorito ó el mayor defecto de nuestros escén para perjudicarie; y retiráudolesmi esti tricos parisienses , es decir , que usurpais macion, y guardando la neutralidad ,fren. los vicios que no teneis, y que ocultais las te á frente de ellos, es aun la sociedad y virtudes que poseeis ! mi prójimno , quienesme deben agradeci- - Mi querido vizconde , dijo Monte . Christo, no veo en todo lo que he dicho ó - i sea en buen horal esclamó Chateau - hecho una sola palabra que me valga por Renaud, né aquí el primer hombre intré. vuestra parte y la de estos señores, el pre miento . pido á quien he oido predicar leal y bru- tendido elogio que acabo de recibir. Vos talmente el egoismo; es hermoso ; ibravo ! ho sois un estraño para mí, porque os co. señor conde. , Mnogia , porque os habia cedido dos habita . 1 - A lo menos es franco , dijo Morrel; ciones, porque os habia dadode almorzar, pero estoy seguro que el señor conde se porque oshabia prestadouno de inis carrua habrá arrepentido alguna vez de los prin jes,porque habiamos visto pasarlas másca cipios que acaba sin embargo de esporas juntos en la calle del Cours , y porque nernos de una manera tan ab .oluta . ' ' habíamos mirado desde una ventana de la - ¿ Como que he faltado á esos princi- plaza del l'opolo , esa ejecucion que os hi pios ? preguntó Monte-Christo , que de vez |zo tan fuerte impresion. Fuera de esto , en cuando no podia dejar de mirar à Ma pregunto á estos señores si podia yo de ar ximiliano con tanta atencion , que ya dos lá mihuésped entre las manosde estos-111 ó tres veces, el atrevido óven , habia ba- fames bandidos, cómo vos los llamais ? jado los ojos delante de la mirada clara y l'or otra parte , vos lo sabeis ; tenia , sal- . . fija del conde. ' . . . si vándoos,un pensamiento en proyecto que clero me parece , respondió Morrel , era el servirine de vos para introducirme que libertando á Mr. de Morcerf , á quien en los salones de l'aris cuando viviese á no conociais, serviais a vuestro prójimo y visitar la Francia . Algun tiempo habeis á la sociedad . podido considerar esta resolucion como un De quien forma su mas bello adorno, proyecto vago y fugitivo ', pero hoy, bien dijo gravemente Beauchamp , vaciandolo veis , es una realidad á la cual es me de un solo sorbo un vaso devinodeCham - nester someteros, supena de faltar á vues tra palabra . pagne, - Señor conde, esclamó Morcerf, ya es - - Y la cumpliré, dijo Morcerf, pero te tais cogido en el lazo por la razon , vos, esmo que quedeis descontento , mi querido decir , uno de los mas rudos lógicos que conde. Vos que estais acostumbrado a los conozco ; y vais á ver que va á seros cla grandesparages, á los acontecimientospin ramente demostrado ahora que lejos de sertorescos , á los horizontes fantásticos. No un egoista , sois al contrario un filántropo. sotros no conocemos elmenor episodio del ¡ Ah ! senior conde , vos os llamais Orien - género de aquellos á que os ha acostum . . tal, de Levante , malayo , indio , chino , brado vuestra vida aventurera. Nuestra salvage, os llamais Monte- Christo porvues-|Ciniborazzo es Montmartre ; nuestro Hi. 312 ALBUM malaya, es elMont-Valerien ; nuestro gran ) - Ý quien dice proyecto , dijo Debray desierto es la llanura de Grenelle , 'en la quiere decir inseguridad . 5 que hay alguno que otro pozo para que - No ! ¡no ! dijo Morcerf , mi padre las caravanas encuentren agua. Tenemos está empeñado, y yo espero antes de poco Jadrones, pero de esos ladrones que temen presentaros, sino á mimuger ; á lo .me mas á un muchacho del pueblo que á un nos á mi futura , Mlle . Eugenia Danglars . gran señor ; en fin , la Francia es un pais - ; Eugenia Danglars ! replicó el conde tan prosaico , y Paris una ciudad tan civi - de Monte -Christo , esperad, ¿no es su padre lizada , que no encontraríais en nuestros del conde Danglars ? ,4 ochenta y cinco departamentos,digo ochen- - Sí, respondió Morcerf : pero conde de ta y cinco , porque esceptúo á la Córoega ; nueva creacion . K no encontraréis en nuestros ochenta y cin - - ¡Oh ! ¡qué importa ! respondió Mon co departamentos la menor montaria so - te -Christo , si ha hecho al Estado servicios bre la que no haya un telégrafo, y la me- que le hayan merecido esa distincions (4:1 nor gruta , por negra que sea , en la quel - Oh ! enormnes , dijo Beauchamp: un comisario de policía no haya hecho po Aunque liberal en el alma, ha completado ner una piquera de gas. Solo un servicio en 1829 un empréstito de seis millones puedo haceros , mi querido conde, y es para el rey Carlos X , que le ha hecho presentaros por todas partes, ó haceros conde y caballero de la Legion de Honor, presentar por mis amigos; por otra parte, de suerte que lleva su cinta , no en el bol. vos no teneis la necesidad de nadie para sillo del chaleco como pudiera creerse , si eso ; con vuestro nombre, vuestra fortunao en el ojal del frac y vuestro talento (Monte-Christo se incli- - Ah ! dijo Morcerf riendo, Beau nó con una sonrisa ligeramente irónica), champ, Beauchamp! guardad eso para el os podeis presentar sin necesidad de nadie, Corsario y el harivari; pero delante de y sereis bien recibido de todo el mundo. mi no hables así de mi futuro suegro . En realidad solo os puedo servir en una Volviéndose despues hácia Monte -Chris cosa , si alguna de las castumbresde la vi - to : da parisiense , alguna esperiencia , algun - Pero hace poco habeis pronunciada conocimiento de nuestros bazares pueden su nombre como si conociérais al conde ? recomendarme á vos, me pongo á vuestra dijo . disposicion para buscaros una casa de las - No le conocia ; respondió sencillamen mejores. No me atrevo á proponeros que te el condede Monte -Christo, pero no tar' compartais coumigo mi habitacion , así co - daré en conocerle , atendido já que tengo mo yo lo he hecho en Roma con la vuestra; un crédito abierto contra él por la casa de yo que profeso el egoismo, pero que soy Richard y Blount de Londres, Arstein y egoista por escelencia , porque en mi ca - Eskeles de Viena, y Thompson y Frenhi sa , escepto yo , no habria una sombra , á de Roma. Y alpronunciar estas palabras, Monte - Ab ! esa es una reserva conyugal. Christo miró de reojo á Maximiliano Mor En efecto ,me habíais dicho en Roma algo rei no ser la de una muger . acerca de un casamiento . ..debo felicitaros! ar Si el estranjero habia esperado producir por vuestra próxima felicidad . . - La cosa sigue en proyecto , señor alguna einocion en Maximiliano llorreta conde, no se habia engañado.Maximiliano se eismo ALBUM . . 313 tremeció como si hubiese recibido una |posiciones que acaban de hacerle. Ahora , conmocion eléctrica . como no ha respondido, creo poder ofre - Thompson y French , dijo , ¿ conoceiscerle una habitacion en una casa encanta Idora , á la Pompadour , que mihermana esa casa , caballero ? - Son mis banqueros en la capital del alquiló hace un año en la callede Meslay. mundo cristianc ,respondió tranquilamen - - ¿ Tenéis unahermana ? preguntó Mon te el conde; ¿ puedo servíros en algo res ||te -Christo . - Si señor , y una hermana escelente. pecto á esos señores ? . - -Oh ! señor conde; podríais ayudar- - Casada ? nos en unas pesquisas que hasta ahora han - Pronto hará nueve años. sido infructuosas: esta casa ha hecho hace -- Feliz ? preguntó de nuevo el condé. tiempo un gran servicio a la nuestra , y no - Tan feliz como puede serlo una cria sé porque siempre ha negado habernos he- tura humana , respondió Maximiliano : se ha casado con el hombre que amaba , el cho este servicio. -- Estoy á vuestras órdenes, caballero , cual nos ha sido fiel en nuestra mala för respondió Monte -Christo inclindadose . tuna ; Manúel Herbaut. - Pero , dijo Morcerf, nos hemos apar Monte -Christo se sonrió imperceptible tado de la conversacion que teníamos álmente. causa de Danglars . Se trataba de buscadl - Vivo allí mientras estoy aquí, conti una buena habitacion al conde de Monte - nuó Maximiliano , y están con mi cuûado Christo. Veamos, señores, formémos una Manuel á la disposicion del señor conde . idea : ¿dónde colocaremos á este nuevoſ|para todo lo que necesite . - Un momento : esclamó Alberto antes habitante de Paris ? - En el barrio de Saint-Germain , dijo que Monte -Christo hubiese podido respon Chateau -Renaud : este caballero encontra - der, cuidado con lo que haceis , señor rá allí una casa encantadora entre patio y Morrel, vais á hacer entrar á un viajero . Já Simbad e! Marino , en la vida de fami jardin . - Bab ! dijo Debray : no conoceis maslia . Vais á convertir en patriarca á un que vuestro triste barrio de Saint-Ger - hombre que ha venido para ver á Paris . - Oh ! no, respondió Morrel sonrien main : nole escucheis , señor conde; buscar casa en la Chaussée d'Auti ; este es e do,mihermana tiene veinte y cinco años. verdadero centro de Paris. . . mi cuñado treinta', son jóvenes, alegres y - En el Boulevard de la Opera , dijo dichosos; por otra parte el señor conde · Beauchamp; en el piso principal, una ca- estará en su casa y no encontrará á suš sa con balcones. El señor conde hará lle - huéspedes , sino cuando quiera bajar á var á ella almohadones de terciopelo bor- verlos . dados de plata , y verá , fumando en pipa - Gracias , señor, gracias, dijo Monte ó tragando sus píldoras, desfilar á sus ojos Christo , me alegraria de que me presen : ltaseis á vuestra hermana y cuñado, si gus á toda la capital. - Y vos, Morrel, ¿ no teneis idea ? ¿ notais hacerme este honor; pero no he acep proponeis nada ? dijo Chateau -Renaud . tado la oferta de ninguno de estos señores - Si tal, dijo sonriendo el jóven : al.contra - puesto que tengo ya mihabitacion prena . rio , tengo una, pero esperaba que el señorrada . T ~ ; Cómo ! esclamó Morcerf, vais á ir antéspro ' 79 . 314 ALBUM á una fonda; eso seria muy mezquino pa-1 – Campos Eliseos, número 30 , leyó Morcerf. ra vos. ¿ Tan mal estaba en Roma? preguntó Monte - Christo . - Que diantre , en Roma, dijo Morcerf, - ¡Ah ! eso es original, no pudo me loos de esclamar Beauchamp. - ;Cómo! ;aun no sabeis donde está gastasteis cincuenta mil piastras para ha - livuestra casa ? preguntó Debray. ceros amueblar una habitacion , pero pre- - No, dijo Monte -Christo, ya os he di sumo que no estaisdispuesto á renovar to - cho que no queria faltar á la hora. Mehe |vestido en mi carruage , y me he apeado dos los dias un gasto semejante . - No es eso lo quemehadetenido, res a la puerta del vizconde. pondió Monte -Christo ; pero estaba resuel- Los jóvenes se miraron ; no sabian si to á tener una casa en Paris , una casa era una comedia representada por el con mia , se entiende. Envié de antemano á de de Monte -Christo ; pero todo cuanto micriado, y ya ha debido habérmela com - salia de su boca tenia un caráctertan origi nal, tan sencillo , que no se podia supo prado y amueblado. - Pero el criado ese no conoce á Paris, ver que debiese mentir. ¿ Y porque habia de haber mentido? esclamó Beauchamp. - Es la primera vez como yo que viene - Preciso será contentarnos , dijo Beau á Francia, caballero , es negro, y no ha- champ, con prestar al señor conde to bla , dijo Monte -Christo. ||dos los servicios que estén en nuestrama - Entonces es Alí? preguntó Alberto en no; yo como periodista le ofrezco entrada en todos los teatros de Paris. medio de la sorpresa general. - Si, señor, es Ali -Mioubiano , mimu - Gracias, caballero , dijo sonriéndose do , el que segun creo habeis visto en Monte -Christo ; mimayordomo ha reci Roma. bido ya la orden de abokarme a todos - Si, mé acuerdo perfectamente , dijo ellos. Morcerf. - ¿ Y vuestro mayordomo estambien al - Pero ¿como habeis encargado á un gun mudo ? preguntò Debray. nubiano el compraros una casa en Paris , - No señor, es un compatriota vuestro, y á un mudo el hacerla amueblar ? Hará si es posible que un corsó sea compatriota de alguien ; pero vos le conoceis , señor las cosas al revés . " -- Desengañaos, estoy seguro de que to - de Morcerf. das las cosas lashabrá hecho á gusto mio , - ¿Seria por casualidad aquel valeroso porque bien sabeis que mi gusto no es el Bertuccio , que es tan hábil para alquilar de todos los demas. Ha llegado hace ocho balcones ? dias , habrá recorrido toda la ciudad con - Justamente , y le visteis el dia en que ese instinto que podria tener un buen per- tuve elhonor de almorzar en vuestra com ro cazador : sabe mis caprichos , mis ne- 'pañía . Es todo un hombre; tiene un poco cesidades ; todo lo habrá organizado á mide soldado , de contrabandista , en fin , de placer. Sabia que yo habia de llegar hoy todo cuanto se puede ser. Y pojuraria que å las diez ; me esperaba desde las nueve neno haya tenido algun altercado con la po . Meentre en laestebarrera las se -Jicía .... una miseria , por no sé que cu él están escritas gó papel:deenFontainebleau ñas de mi casa ; mirad , leed : y Monte - chilladas. - Y habeis escojido a ese honrado ciu . Christo pasó un papel á Alberto . ALBUM . dadano para vuestro mayordomo ; {cuanto os roba cada ano ? 315 -- Querido , dijo Debray levantándose, son las dos y media ; vuestro convite ha - ; Pues bien ! ;palabra de honor ! dijo sido delicioso , mas no hay compañía , por el conde, mas que cualquiera otro, estoy buena que sea , que no sea necesario dejar , seguro ; pero hace'minegocio, para él no y aun algunas veces por otra peor; es pre hay imposibilidad ninguna , y por eso le ciso que vuelva á miministerio . Hablaré conservo . del conde al ministro ; será menester que - Entonces , dijo Chateau -Renaud , ya sepamos quien es. teneis la casa puesta , poseis uo palacio enl - Tened cuidado , dijo Morcerf, losmas los Campos Eliseos, criados, mayordomo, atrevidos han renunciado á ello . po os falta sino una esposa . - Bah ! tenemos tres millones para Alberto se sonrió ; pensaba en la her nuestra policia : es verdad que casi siem mosa griega que habia visto en el palco pre se gastan antes ; pero no importa , del conde en el teatro Valle y en el teatro siempre quedan unos cincuenta mil fran cos. Argentino. -- Mucho mejor la tengo , dijo Monte - - Y cuando sepais quien es į me lo di Christo ; tengo una esclava ; vosotros ala- reis ? bais á vuestras señoras del teatro de lall - Os lo prometo . Adios, Alberto . Se Opera , del Vaudeville , del de Varietés. ñores, servidor vuestro. mas yo he comprado la mia en Constan-li Y al salir Debray esclamó muy alto en tinopla , me ha costado bastante cara; pe- a antesala : ro ya no tengo necesidad de inquietarmel - Daos prisa. - Bueno! dijo Beauchamp á Alberto, por nada . - Pero os olvidais , dijo riendose De - lno iré á la cámara ; pero tengo que ofre bray, quesomos, como dijo el rey Cárlos. Icer á mis lectores algo mejor que un dis - francos de nombre , francos denaturaleza, curso de Danglars. y que en poniendo elpié en tierra de Frap -l - Hacedme un favor , Beauchamp, n . una palabra , os lo suplico ; no me quite ii cia , el esclavo es ya libre ? - ¿ Y quién se lo ha de decir ? pregun - elmérito de presentarle y de esplicarle , Mano es verdad que es curioso ? tó Monte -Cristo . - Es mucho mejor que esa , replicó Cha - El primero que llegue. ||teau -Renaud ; es verdaderamen de uno he - No habla mas que romano. los hombres mas estraordinariote s que - ¡ Ah ! eso es otra cosa. |visto en mi vida. ¿ Venis, Morrel? - ¿ Pero la veremos almenos? pregun- - Esperad ; voy a dar una tarjeta alcon tó Beauchamp: teniendo un mudo , 'ten - de que me ha prometido ir á hacermeuna dreis tambien eunucos. . visita , calle Meslai, num . 14 . - Estad seguro de que no faltaré , dijo - ; No á fé mia ! dijo Monte -Christo Christo ; l.el conde inclinándose . punto ;| Y MaximilianoMorrel salió con elbaron todos los que me rodean puedentaldejarine . de Chateau -Renaud, dejandosolos á Mon y no tienen necesidad de mi ni de nadie ;||te -Christo y Morcerf. he ahi acaso por lo que no me abando- . . II. nan . Despues de mucho tiempo , pasado en los postres y en fumar, LA PRESENTACION . Cuando Alberto se encontró en frente y lá solas con Monte -Christo : 316 . . ALBUM · ---Señor conde, le dijo, permitidme que niños con cabezasde ángeles,mugeres de empiece minuevo oficio de Cicerone ha - facciones virginales , bocetos arrancados ciéndoos una descripcion de unahabitacion del album del viaje a Oriente de Dacorats, del joven acostumbrado a los palacios de que habian sido trazados ep algunos segun * Italia , esto os servirá de estudio para sa -lldos sobre la silla de algun camello ó sobre 'ber en cuantos pies cuadrados puede vivir la cúpula de una mezquita ; en fin todo lo 'un joven que no pasa de ser de los mas que el arte moderno puede dar en cambio mal alojados . A medida que vayamos pa - y en indemnizacion del arte perdido con sando de una pieza a otra , abriremos las los siglos precedentes. ventanas para que podais respirar. . Alberto esperó mostrar esta vez alme Monte -Christo conocia ya el comedor y nos alguna cosa nuevá al estraño via el salon del piso bajo. Alberto le condujo ljero, pero con gran admiracion ; éste , sin á su taller; éste era su cuarto predilecto . tener necesidad de buscar las firmas, en Monte-Christo era digno apreciador de que algunas por otra parte no estaban re. todas las cosas que Alberto babia acumu- presentadas sino con iniciales , aplicó al lado en esta habitacion : antiguos cofres , instante el nombre de cada autorá su obra ; porcelanas del Japon , alfombras deOrien de manera que era fácil ver que no sola te, juguetes de Venecia , armas de todos mente cada uno de estos nombres le era los paises del mundo, todo le era familiar, conocido , sino que cada uno de estos ta y á la priniera ojeada conocia el siglo , el lentos habian sido apreciados y estudiados pais y el origen . Morcerf habia creido ser por él. el que esplicase , y él era el que estudiaba Del salon se pasó al dormitorio . Era á bajo la direccion del conde un curso com - la vez un modelo de elegancia y de gusto pleto de arqueolojia , de mineralojia y de severo ; un solo retrato , pero firmado por historia natural. Alberto introdujo á su Leopoldo Rober, resplandecia en su mar huésped en el salon . Las paredes estaban co de oro mate. cubiertas de cuadros de pintores moder- Este retrato atrajo al principio las mi nos; paises de Dupré con sushermosos ar- radas del conde de Monte -Christo , porque royos , sus árboles desgajados , sus vacas dió tres pasos rápidos en la habitacion , y paciendo y siis encantadores cielos; tenia se paró de repente delante de él. tambien jinetes árabes de Delacroix con Era el de una joven de 25 á ' 26 anos , largos albornoces blancos, cinturones bri- de tez morena, de mirada de fuego; vela llantes y con armasdamasquinas, y cuyos da bajo unos párpados hermosos ; llevaba caballos se muerden el bocado con rabia , el traje pintoresco de las pescadoras catainientras que los hombres se desgarran con tanas con su corpiño encarnado y negro, y mazas de hierro; lasaguadasdeBoulanger sus agujasde oro enlazadas en los cabe- . representando toda Nuestra Señora de l'a- Nos; miraba al mar . y su elegante contorno ris con aquel vigor que hace del pintor el se destacaba sobre el doble azúlde las olas émulo del poeta ; telas de Diaz que hace á y del cielo . ' las flores mas hermosas de lo que son las ). La habitacion estaba sombría , sin lo cual hubiese podido ver la palidéz lívi flores, el sol mas brillante que el sol; di Alberto da que se estendia sobre las mejillas del bujos de Decamp con un colorido como eeller orido como , conde , y sorprender el temblor nervioso de Salvador Rossa , pero mas poético; pas- Ique circulaba por sus espaldas y por su teles de Giraud y de Muller representandolpecho . ALBUM . 317 Hubo un instante de silencio , durante|jro que mi madre venga á mi casa sin m el cual Monte -Christo permaneció con la rarle ,y mas raro aun , que le mire sin mirada obstinadamente fija sobre esta pin Horar. La nube que condujo la aparicion tura . de esta pintura al palacio , es la sola que Teneis ahi una hermosa jóven , viz . se ha elevado entre el conde у la condesa , conde , dijo Monte -Christo con · una voz quienes aunque casados desde hace mas perfectamente segura ; y ese traje de baile de veinte años , están aun unidos como el primer dia . sin duda le sienta á las mil maraviilas . - ¡ Ah ! señor , dijo Alberto , hé aqui Monte - Christo arrojó una mirada rápi un desprecio que no me perdonaré , si al da sobre Alberto , como para buscar una lado de este retrato hubieseis visto algun intencion oculta en estas palabras ; pero otro . Vos no conoceis á mi madre , caba- era evidente que el jóven las habia dicho llero ; es á ella á quien veis en ese lienzo , con toda la sencillez de su alma . se hizo retratar asi hace seis ú ocho años. - Ahora , dijo Alberto , habeis visto to Este trage es un trage de capricho , á lo das mis riquezas , señor conde , permitid que parece, y la semejanza es tan grande, me ofrecéroslas por indignas que sean ; que creo aun ver á mi madre tal como consideraos estando aqui como en vuestra era en 1830. La condesa mandó hacer es- casa ; y para mas franqueza aun , dignaos te retrato durante una ausencia del conde acompañarme hasta el cuarto de Mr. de Sin duda creia prepararle para su vuelta Morcerf, á quien he escrito desde Roma una graciosa sorpresa ; pero cosa rara ; ese el servicio que me habeis hecho , y á quien retrato desagradő á mi padre , y el valorhe anunciado la visita que me habiais pro de la pintura , que es como ya veis , una metido, y puedo decirlo ; el conde y la COL de las mejores de “ Leopoldo Robert , no desa esperaban con impaciencia que les pudo hacerla pasar sobre la antipatia que fuese permitido daros las gracias . Estais le habia tomado . La verdad , aqui para un poco cansado de estas cosas, lo sé , se entre nosotros , mi querido conde , es que por conde , y las escenas de familia no Mr. Morcerf es uno de los pares mas asi tienen para Simbad el marino mucho duos al Luxembourg , un general muy afa- atractivo : ¡ habreis visto tantas escenas ! mado en la táctica pero un amante del Sin embargo , aceptad la que os propongo arte de los mas medianos ; no es lo mismo como iniciativa de la vida parisiense, vida mi madre , que pinta de un modo bastan - de política , de visitas y de presentaciones . Monte - Christo se inclinó sin responder; te notable , y que estimando demasiado una obra semejante para separarse de ella , aceptaba la proposicion sin entusiasmo y ine la ha dado , para que mi en casa esté sin pesar, coino una de esas conveniencias menos espuesta a desagradar á Mr. de Mor- de sociedad en que todo hombre de edu cerf , en donde os haré ver a su vez el re- cacion se hace un deber . Alberto Hamó á trato pintado por Gros. Perdonadme si os su criado y le mandó irá prevenir á Mr. y hablo de una manera tan familiar ; pero á Mme. de Morcerf de la próxima llegada + como voy a tener el honor de conduciros delconde de Monte - Christo. Alberto le siguió con el conde. á la habitacion del conde , os digo esto Al llegar a la antesala del conde , veiase para que no se os escape elogiar este re trato delante de él . Por lo demas , tiene encima de la puerta que caia al salon un una funesta influencia, porque es muy ra-l|escudo que por sus ricos adornos y su ar 80 318 ALBUN . e t o v n e en posible u e a s t l a e orcert : mi d de que elpro de es-padr--eEstienmuy posible,, dijo dijo MMorcert; monia indicaba Rla importancia pietario daba á este blason . Monte -Christo se detuvo delante de es- nealógico que nos esplicará esto . Pero aho . te blason , que examinó con atencion . Tra no pensemos en ello , y sin embargo os : - Campo azul y siete aves de oro pues- diré, señor conde , y esto entra en niis tas en fila . Sin duda será este el escudo obligaciones de Cicerone , que empiezan de vuestra familia , caballero ? preguntó. Já ocuparse mucho de estas cosas en estos Escepto el conocimiento de las piezas que tiempos de gobierno popular. me permite descifrarlo , soy muy ignoran - Pues bien ! vuestro gobierno debia . te en cuanto a heráldica ; yo , conde de haber elejido alguna cosa mejor que esos casualidad , fabricado por la Toscana, ayu - dos carteles que he visto en vuestros mo dado por una encomienda de San Esté- numentos, y que no tienen ningun senti . ban , y que hubiera pasado siendo gran do heráldico . En cuanto á vos , vizconde , señor , si no me hubiesen repetido que sois mas feliz que vuestro gobierno , por cuando se viaja mucho es cosa absoluta - que vuestras armas son verdaderamente mente necesaria ; porque al fin siempre es hermosas y hablan á la imaginacion . Si, - preciso , aunque no fuese mas que para eso es, sois á un tiempo de Provenza y de cuando los aduaneros os registran , tener España , lo cual está esplicado , si el re algo en la portezuela de vuestro carruage. trato que me habeis mostrado es semejan Escusadme pues si os hago semejante pre- te por su hermoso color moreno que tan gunta . to admiraba yo en el rostro de la noble -- De ningun modo es indiscreta , dijo catalana. Morcer con la sencillez de la conviccion , Preciso hubiera sido ser otro Edipo ó la y lo habeis adivinado; son nuestrasarmas, misma Esfinge para adivinar la ironia que es decir las de la casa de mi padre , pero dió el conde á estas palabras, Nenas en la como veis, están unidas á otro escudo con apariencia de la mayor política ; Morcerf torre de oro que es de la casa de mi ma- le dió gracias con una sonrisa , y pasando dre ; por las mugeres soy español ; pero primero para mostrarle el camino , abrió la casa de Murcerf es francesa , y segun la puerta que estaba debajo de sus armas, he oido decir , una de las mas antiguas y que, como hemos dicho, comunicaba al del mediodia de la Francia . . salon . - Si, replicó Monto-Christo, lo indicap En el lugar principal de este salon se Las aves; casi todos los peregrinos armados veía tambien un retrato ; era el de un que intentaron o que hicieron la conquis- hombre de treinta y cinco a treinta y ocho ta de la tierra Santa , tomaron por armas años', vestido con un uniforme de oficial ó cruces , señal de la mision que iban a general, con sus dos charreteras, señal de cumplir, ó aves viageras, símbolo del lar - los grados superiores; la cinta de la legion go viage que iban á emprender y que es de honor al cuello , lo cual indicaba que peraban acabar con las álas de la fé . Uno era comendador ; y en el pecho , á la de de vuestros abuelos paternos habrá perte - recha, la placa de gran oficial de la órden necido á unade las cruzadas, y supo ien - del Salvador , y á la izquierda , la de la do que no sea mas que la de San Luis , gran cruz de la orden de Carlos IU , lo ya esto os remonta al siglo xii, lo cual cual indicaba que la persona representada Ao deja de ser bueno. Ilpor este retrato habia debido hacer la ALBUM 319 gnetta á Grecia y á España , ó lo que vie - una de sus arrugas, esculpidas antes de ne á ser lo mismo, habia cumplido alguna tiempo . mision diplomática en ambos paises . La señora condesa , dijo Morcerf, estaba Monte - Christo estaba ocupado en deta en su tocador cuando el vizconde la man Ilar este retrato con no menos cuidado que dó avisar la visita que iba á ' ener el honor habia hecho con el otro , cuando se abrió de recibir; va á bajar y dentro de diez nej una puerta lateral y vió al mismo conde nutos estará en el salor . de Norcerf, - Mucho honor es para mí, dijo Monte el entrar, acabado de Hegar á la Christo, á cuarenta cuarenta Era un hombre de y cinco años, pero que representaba cin - ris, en relaciones con un hombre , cuyo mé cuenta lo menos , cuyo bigote y cejas ne- rito iguala á la reputacion, y con quien lii gras contrastaban con unos cabellos casi fortuna nunca se ha mostrado advers:1 ; blancos, enteramente cortados segun lail:pero no tiene todavía que ofreceros en las moda militar , iba vestido de paisano , y llanuras del Misisipi ó en las montañasdel llevaba en su ofal una cinta , cuyos dife- Atlas, algun baston de maris al ? ¡ Oh ! repuso Morcerf sonrojándose , rentes colores recordaban lasdiferentes ór denes de que estaba condecorado. Este he dejado el serv cio, caballero. Nombra hombre entré con paso bastante noble y do par en tiempo de la restauracion , apresurado. Monte - Christo le vió venir sin estaba en la primera campaña , y servia dar un paso ; hubiérase dicho que sus pies bajo las órdenes del mariscal de Bourmont, estaban clavadosen el pavimento como sus podia pues aspirar á tin mando sup< ejos sobre el rostro del conde de Morcerf. rior , y quien sabe lo que hubiese sucedia - Padre mio , dijo el jóven , tengo el |do , si la rama mayor hubiese perman ci or de presentaros el señor conde dedo en el trono . Pe o la revolucion de jir hon Monte -Christo , el generose amigo que he lio era , segun parece , demasiado gloriosa tenido el honor de encontrarle en las difi- |para ser ingrata , lo fué sin enibargo pa · ciles circunstancias que sabeis . ra todo servicio que no databa del período - Mucho placer recibo en ver á este imperial; porque cuando como yo , se ha's caballero , dijo el conde de Morcerf son- ganado las charreteras en los campos · e riéndose , ha hecho á nuestra casa , con - batalla , no se sabe maniobrar sob eel res servándole su único heredero , un servi- baladizo terreno de los salones, he abau cio que escitará eternamente nuestro reco- donado la espada para lanzarme en la po nocimiento . lítica , me dedico á la industria , estudio Y al pronunciar estas palabras , el con las artes útiles, Dumote los veinte alios de de Morcerf señalaba vin sillon al conde que yo habia permanecido en el servicio de Monte - Chisto , mientras él se sentaba lo habia deseado mucho, pero me faltó en frente de la ventan . itiempo. - Semejantes ideas son las que mai En cuanto á Monte -Christo , mientras tomaba el sillon señalado por el conde de tienen la superioridad de vuestra nacion Morcerf, se arregló de manera que per sobre los otros paises, cah - llero, respondió maneciese oculto en las sombras de las Monte -Christo ; gentil- hombre pertene grandes cortinas de terciopelo y pudiera ciente a una gran casa , con una brillante leer en las facciones del conde una histo- fortuna, habeis consent do primero en ga ria de secretos dolorosos, escritos en cada nar los primeros grados como soldado ös ALBUM . 329 curo , esto es rarísimo; despues general, conde, dijo el general encantado delosmo par de Francia , comendador de la legiondales de Monte- Christo , le habria condu de honor , copšentís en volver a empezar cido á la cámara;.hoy tenemos una sesion una segunda carrera , sin otra esperanza , curiosa para el que no conozca a nuestros sin otra recompensa que la de ser algunsenadoresmodernos. dia útil á vuestros semejantes...; Ah ! ca- -- Muy reconocido os quedaré, caballe .. · ballero , eso es hermoso , diré mas , su - iro , si quereis renovarme esa oferta otra . . blíme . vez; pero hoy me he lisonjeado con la es A berto miraba y escuchaba á Monte - peranza de ser presentado á la señora con Christo con asombro ; no estaba acostum - ||desa, y esperaré. brado á verle elevarse á semejantes ideas ---; Ah ! aquí está mi madre, esclamó Wel vizconde. de entusiasmo. - Ay ! coplinuó el estranjero, sin du - | En efecto , Monte - Christo , volviéndose da para hacer desaparecer la impercepti- vivamente, vió á la señora de Morcerf en ble nube que estas palabras acababan de la puerta del salon opuesta á la otra , por hacer pasar por la frente de Morcerf; no -||donde habia entrado suºmarido: pálida é sotros no hacemos lo mismo en Italia , obra- inmóvil, dejó caer, cuando Monte-Christo mos segun nuestra cuna y clase , y siem - se volvió hacia ella , su brazo que, no se pre que podamos haremos lo mismo todasabe porque, se habia apoyado sobre el nuestra vida . quicio dorado de la puerta ; estaba allí - Pero caballero , repuso el conde de hacia algunos segundos, y habia oido las Morcerf, para un hombre de vuestro mé- Júltimas palabras pronunciadas por el es rito , la Italia no es una patria, y la Fran - trangero . cia os abre sus brazos ; venid á ella , la . Este se levantó y saludó profundamente Francia no será tal vez ingrata para todo lá la condesa, que se inclinó a su vez muda elmundo ; trata mal á sus hijos , pero ge-lly ceremoniosa . neralmente recibe bien á lo . estranjeros. - ¡ Ah , Dios mio ! señora, preguntó el Ah ! padre mio , dijo Alberto son - l conde , ¿ qué teneis ? os hace mal el calor riéndose ; bien se vé que no conoceis al de este salon ? seor.conde de Monte - Christo. No aspira -- ¿ Sufrís , madre mia ? esclamó el viz á los honores, y solo se cuida d . lo que le conde lanzándose al encuentro de Merce puede facilitar un pasaporte. des. . _ Esa es, á mi juicio , la espresion masl Ainbos fueron recompensados con una exacta que jamás he oido, respondió eles- sonrisa . tranjero . - No, dijo , pero he esperimentado al-, Vos habeis sido dueño de vuestro por-Iguna emocion al ver por primera vez á yenir , respondió el conde Morcerf con un aquella persona , sia la intervencion del suspiro , y habéis elegido el camino de las cual en este momeoto estariamos sumerji flores.Justamente, dos en lágrimas y desesperacion. Caballero , caballero ,replicó Monte - continuó la condesa adelantándose con la Christo con una de esas sonrisas que jamás majestad de una reina, os debo la vida de podrá copiar un pintor, y que en vano tra- un hijo , y por este beneficio os bendigo. Ahora os doy gracias por el placerqueme tará de analizar un fisiólogo. Si no hubiese temido fatigar al señor||causais procurándome una ocasion de da i 321 ALBUM, mos las gracias, como os he bendecido, esl Monte-Christo se inclinó sin responder pero esta inclinacioti podia pasar por un decir , en el fondo del corazon . El conde se inclinó de nuevo, pero mas asentimiento . profundamente que la primera vez ; esta - - Entonces, no os detengo , caballero , dijo la condesa , porque no quiero que mi ba aun mas pàlido que Mercedes. - Señora , dijo , el señor conde y vósme reconocimiento sea una indiscrecion ó'una recompensais con demasiada generosidad |importunidad . por una accion muy sencilla ; salvar á up - Querido conde , dijo Alberto, si que hombre , ahorrar tormentos á un padre y reis, voy a devolveros en Paris vuestro ama á una madre, esto no es solo una buenable favor de Roma, y poner mi cupé á obra , es hacer un acto de humanidad. vuestra disposicion hasta que tengais tiem A estas palabras pronunciadas con una po de arreglar vuestros carruages . política y una dulzura delicadas , la seño- -- Gracias,mil veces por vuestra •bon ra de Morcerf respondió con un acento dad , vizconde, dijo Monte -Christo ; pero presumo que le señor Bertuccio habrá em profundo : - Mncha felicidad es para mibijo , ca - pleado las cuatro horas y media que aca ballero, el teneros por amigo , y doy gra- bo de dejarle, y que encontraré á la puer cias a Dios que lo ha dispuesto todo asi. Jta un carruage preparado. Y Mercedes levantó al cielo sushermo 1 Alberto estaba acostumbrado a losmo sos ojos con una gratitud tan infioita , que dales del conde ; sabia que era como Ne el conde creyó ver temblar en ellos dos ron en busca de lo imposible , y no se lágrimas. lasombraba de nada ; pero queria juzgar": El serior de Morcerf se acercò á ella . por si mismo de qué modo habian sido - Señora , dijo , ya he dado mis escu - ejecutadas sus órdenes, y le acompañó sas al señor conde por verme obligado á hasta la puerta de su casa . dejarle , y os suplico que vos se las reno- Monte -Chrisio no se habia engañado : veis. La sesion se abre á las dos , son las apenas se presentó en la antesala , un la tres y debo hablar en ella : cayo , el mismo que en Roma fué á lle - Id descuidado, caballero , yo procu - var la carta de los dos jóvenes y á anun raré hacer olvidar vuestra ausencia á nues- ciarles su visita , se habia lanzado fuera tro huésped, dijo la condesa con el mismo del peristilo , de suerte que al llegar al acento de sensibilidad ; señor copde', con - pié de la escalera , el ilustre viajero en tinuó ella volviéndose hacia Monte -Chris- contró efectivamente su carruage espe to , nos hareis el honor de pasar el dia rándole . con nosotros ? Era un cupé acabado de salir de los +Gracias , señora, y estoy sumamente talleres de Keller , y un tiro por el que reconocido á vuestra oferta : pero he ba- Drake no habia admitido la víspera diez v jado esta mañana á vuestra puerta de millocho mil reales. coche de camino Ignoro cómo estoy ins - Caballero , dijo el conde á Alberto . talado en Paris . Esta es una inquietud li- po os propongo que me acompañeis á mi gera , lo sé , pero sin embargo muy na - casa , pues no podria mostraros mas que luna cosa improvisada . Concededme un so tural. - A lo menos tendrémos otra vez este lo dia , y permitidme entonces convidaros. placer , ¿ nos lo prometeis ? preguntó la Estarémas seguro de no faltar á las leyes condesa . Ide la hospitalidad . 81 322 ALBUM . - Si pedis un dia , estoy tranquilo ; no - No, señora ,'pero à vos , 'acordaos, será entonces una casa la que me mos- os hizo esta observacion . treis; será un palacio . Decididameute te- - Nome acuerdo , dijo la condesa. Un criado entró , acudia al ruido de la neis algun génio á vuestra disposicion . - Creedlo asi , dijo Monte -Christo, po- campanilla . niendo el pié en el estribo forrado de ter. - Llevad esas flores á la antesala ó al ciopelo de su espléndido carruage ; esto gabinete de tocador, dijo el vizconde, ha me lisonjeará con las damas. Y subió a su carruage , que partió rá - cen mal a la señora condesa . El criado obedeció . pidamente; pero no tanto que no sin - Hubo un largo silencio , que duró todo tiese el movimiento imperceptible que hi- lel tiempo que se gastó en cumplir esta zo temblar las cortinas del salon don ha lórden. -- ¿ Qué nombre es ese deMonte -Chris bia dejado á Mercedes Cuando Alberto entró en el aposento de to ? preguntó la condesa asi que el criado su madre vió á la condesa sumergida enihubo llevado el último vaso de flores.¿Es un gran sillon de terciopelo; todo el cuar- algun nombre de familia , de tierra , un to apegado en sombra , apenas dejó dis -||simple título ? tinguir á Alberto las facciones de su ma- Creo , madre mia , que es un título y dre ; pero parecióle que su voz estaba nada mas. El conde ha comprado una isla alterada: tambien distinguió entre los per en elarchipiélago toscano, y ha fundado fumes de las rosas y de los heliotropos del|un pequeño reino ,segun él decia esta ma florero el olor ágrio de las sales de vina-Iñana. Ya sabeis que eso se suele hacer por gre sobre una de las copas cinceladas de San Esteban de Florencia , por San Jorge la chimenea: en efecto el pomo de la con - Constantino de Parma y aun por la orden desa atrajo la iuquieta atencion del jóven . de Malta . Por lo demas , no tiene ningu - Sufris, madre mia ? esclamó entran - pas pretensionesde nobleza, y se llama un do, cos habeis puesto mala durante miau- conde de casualidad , aunque la opinion sencia ? general de Roma es que el conde es ue - Yo ? no , Alberto pero ya compren- Igran señor. dereis que estas rosas y estas flores exa -| - Sus modales son escelentes , dijo la lan durante estos primeros calores, á los condesa , á lo menos segun lo que he po cuales no estoy acostumbrada tan violen - dido juzgar por los cortos instantes que ha tos perfumes..... permanecido aquí. - Entonces, madre mia , dijo Morcerf - Oh ! perfectas, madre mia , tan per llevando la mano á la campanilla , es pre- fectas que sobrepujan en mucho á todo lo ciso llevarlas a vuestra antesala . Estais in- mas aristocrático que yo he conocido en dispuesta , cuando entrasteis estabais ya las tres noblezas principales , es decir , en muy pálida. la nobleza inglesa , la española y la ale - ¿ Qué estaba pálida decis , Alberto ? Ilmana. - Con una palidez que os sienta per er . . La condesa reflexionó un instante, des fectamente , madre mia ; pero que no por replic eso nos ha asustado menos á mi padre y pues- Habeis visto , mi querido Alberto . ... . á mi. - ¿Os ha hablado de ello vuestro padre? es una pregunta de madre la que os diri ljo... habeis visto á Mr. de Monte - Chris preguntó vivamente Mercedes. ALBUM . 323 *0 en su interior ? teneis perspicacia , te-fel mundo,dejando estupefactos a todos los neis mundo , mas de lo que ordinaria - .que allí estaban , y aun á Chateau -Renaud . mente se tiene á vuestra edadigzcreeis que — ¿ Y qué edad puede tener el conde ? el conde sea lo que realmente parece ser : preguntó Mercedes , dando simplemente - ¿ Y qué os parece ? Igran importancia á esta pregunta . - Vos lo habeis dicho hace un instante , Tiene de treinta y cinco á treinta y seis años, madre mia . un gran señor. - Os he dicho madre mia ., que le te - „ Tan jóven , es imposible ; dijo Merce des , respondiendo al mismo tiempo á lo nian por tal. que le decia Alberto , y á lo que decia su — ¿ Pero vos qué creeis, Alberto ? - Yo no tengo opinion ſija acerca de él, pensamiento . le creo maltés. | - Sin embargo, es verdad, tres ó cuatro - No os pregunto sobre su origen; osveces me hadicho, y seguramente sin pre meditacion , en tal época yo tenia cinci pregunto sobre su persona . - Ah ! sobre su persona , eso es otra anos, en otra tenia diez , en aquella doce . cosa ; he visto tantas cosas estrañas de él, Yo, que por mi curiosidad estaba alerta que si quereis que os diga lo que pienso , siempre que hablaba de estos detalles, ren os responderé que le miraria como uno de nia las fechas, y jamás le cogí en falta . los hombresde Byron , á quienes la dtsyra- La edad de este hombre singular , que no cia ha marcado con un sello fatal; algun tiene edad , es treinta y cinco años, todo Manfredo , algun Lara , algun Werner : lo mas. Acordaos, madre mia , cuan viva 'como uno de esos restos , en fio de alguna es su mirada, cuan negros están sus cabe. familia antigua que , desheredados de sullos, y su frente , aunque pálida , no tiene fortuna paterna, se han adquirido una por una arruga ; es una naturaleza no sola la fuerza de su genio aventurero , que les mente vigorosa , sino jóven . hahecho superior á las leyes de la socie - La condesa bajó la cabeza como agovia dad... - ¿ Qué decis ?... Ada por amargos pensamientos. 1 .- ¿ Y ese hombre es un amigo verda - Digo que Monte -Christo es una isla dero ? preguntó con un estremecimiento en medio del Mediterráneo , sin habitan - nervioso . tes, sin guarnicion , guarida de contraban- - Yo lo creo así , señora. distas de todas naciones , de piratas de to - - ¿ Y vos... le apreciais tambien ? dos los paises. ¿ Quién sabe si estos dignos - Me agrada, señora, diga lo que quie industrialespagarán á su señor un derecho ra Franz d 'Epinay que queria hacerle pa 'lsar á mis ojos por un hombre venido del . - Es posible , dijo la condesa reflexio - otro mundo. | La condesa hizo un movimiento de ter nando. – Pero no importa , replicó el jóven ; ror. de asilo ? contrabandista ó no , convendreis , madre -- Alberto , dijo con voz alterada, siem mia , puesto que le habeis visto , en que el pre os he encargado que tengais mucho señor conde de Monte -Christo es un hom - cuidado con los nuevos conocimientos que bre notable , y que hará mucho efecto en hagais. Ahora scis hombre, y me podriais los salones de Paris; y escuchad, esta ma- dar consejos; sin embargo , sed prudente , hana en mi cuarto empezó su entrada en Alberto. 32 i ALBUM . - Pero seria preciso , querida madre ,"su efecto sobre un termómetro infalible para poder aprovechar el consejo , saber Mimadre ha parado mucho la atencion en de que tengo que desconfiar. El conde no él, de consiguiente debe ser notable . juega nunca, no bebe mas que agua dora - Y bajó abajo a las caballerizas, no sin da con una gota de vino de España . el cierto despecho secreto , de que, sin mali conde se ha anunciado rico , y en efecto lo cia alguna, el conde deMonte -Christo ha es : ¿ qué queréis pues, que temade parte bia logrado tener un tiro de caballos me del conde ? . . Tjor que el suyo, el cual desmereceria mu - Teneis razon , dijo la condesa , y mischo en la opinion de los conocedores. terrores son locos , tratándose sobre todo - Decididamente , dijo, los hombres no de un hombre que osha salvädo la vida. son iguales , es preciso suplicar á mipa A propósito , ¿le ha recibido bien vuestro dre que aclare este teorema en la cámara padre ! Es importante que estemos mas alta . qiie amables 'con el conde. El señor de . . III. EL SEÑOR BERTUCCIO . Morcerf está ocupado á veces,sus negocios le ponen disgustado, y podria ser que sin querer..... Durante este tiempo el conde habia lle gado a su casa ; seis minutos se habian pa -Mipadre ha estado perfecto , señora, sado en el camino. Estos seis minutos ba interrumpió Alberto ; diré mas: ha pareci- bian bastado para que fuese visto demas do infinitamente lisonjeado de dos ó tres de veinte jóvenes que, conociendo el pre cumplimientos que le ha dirigido tan á cio del tiro de caballos que ellos no habian propósito el conde, como si le hubiese podido comprar, habian puesto sus cabal conocido hace treinta años. Cada una de gaduras al galope para entrever al esplén estas flechas lisonjeras han debido agradar dido señor que usaba caballos de 10,000 á mi padre , añadió Morcerf riepdo , de francos cada uno. suerte que se han separadocomolosmejo -|. La casa eligida por Alí, y que debia ser res amigos del mundo, y el señor deMor vir de residencia á Monte -Christo , estaba cerfqueria llevarle á la cámara para hacer situada a la derecha subiendo los Campos Eliseos, colocada entre un patio y jardin ; que oyese su discurso . La condesa no respondió ; estaba absor- una plazoleta de árboles muy espesos que ti en una meditacion tan profunda que se elevaban en medio del patio , eubrian sus ojos se habian cerrado poco a poco. El una parte de la fachada ; al rededor de es jóven , en pié delante de ella , la miraba ta plazoleta se estendian como dos brazos. con ese amor filial mas tierno y afectuoso dos calles de árboles que conducian desde en los hijos, cuyasmadres son aun hermo-la reja los carruajes á una doble escalera sas ; despues de ¡haber visto cerrarse sus sosteniendo en cada escalon un jarron de ojos, la escuchó respirar un instante en su porcelana lleno de flores. Esta casa aislada dulce inamovilidad , y creyéndola dormida en medio de un ancho espacio , tenia ade se alejó de puntillas, abriendo con precau- mas de la entrada principal otra entrada cion la puerta del aposento donde quedaba que caia á las calles de Ponthiéu . Antes de que el cochero hubiese llama su cuadro . - Este diablo dehombre,murmuróme- do al portero, la reja maciza giró sobre sus neando la cabeza, ya yo le habia predicho goznes: habian visto venir al conde , y en que haria sensacion en el mundo , unidolParís como en Roma, como en todas par thenemanier 325 ALBUM . tes, era servido con la rapidez del relám -| Era un hombre de fisonomia honrada y. pago . El cochero entró pues, describió el y pacifica . semicirculo , y la reja estaba ya cerrada . - ¿ Vos sois elnotario encargado de ven cuando las ruedas rechinaban aun sobre la der la casa de campo que yo quiero com arena de la calle de árboles . prar ? preguntó Monte- Christo . A la izquierda de la escalera elcarruaje - -Si, señor conde , respondió el nota se paró; dos hombres se presentaron en la rio . portezuela; uno era Alí, que se soprio con — ¿ Está preparada el acta de venta ? una franqueza increible de alegria, al ver Si, señor conde. á su señor, y que fué pagado por una mirada de Monte -Christo . Elotro saludó humildemente y presen- -- ¿ La habeis traido ? - Aqui está . - Perfectamente . ¿ Y donde está la ca tó su brazo al conde para ayudarle á bajarsa que compro ? dijo el conde dirijiéndose lá Bertuccio y al notario . del carruaje . - Gracias, señor Bertuccio , dijo el con . El mayordomo hizo un gesto que signi de saltando ligeramente del carcuaje, iy el ficaba: No sé. El notario miró á Monte -Christo con notario ? - Está en el saloncito , escelencia , res- asombro. pondió Bertuccio . - ¿ Como? dijo , é el señor conde no sa - ¿ Y las targetas que os he mandadobe donde está la casa que compra ? grabar en cuanto supieseis el número de - No. la casa ? - ¿ No tiene el señor conde la menor . - Ya está hecho , señor conde ; he es - idea de su situacion ? tado en casa del mejor grabador del Pa- | ; Y como demonios habia de saberlo ?' lais-Royal , que grabó la plancha delantejacabo de llegar de Cádiz esta mañana, ja de mí, la primera que tiraron fué llevada más he estado en París, esta es la primera al instante á casa delseñorbaron Danglars, vez que pongo los pies en Francia. diputado , calle de la Chaussée -d ’Antin ,ll - Entonces es otra cosa , respondió el número 7, las otras están sobre la chime notario , la casa que el conde compra está situada en Anteni). nea de la alcoba de S . E . - Bien , ¿ que hora es ? A estas palabras Bertuccio palideció vi siblemente . - Las cuatro . Monte -Christo dió sus guantes , su som - | ¿ Y donde está Antenil ? preguntó brero y su baston al mismo lacayo francés Monte -Christo . que se habia lanzado fuera de la antesala - - A dos pasos de aqui, señor conde , de Morcerf para hacer aproximar el car- respondió el potario , un poco mas allá de ruaje ; despues pasó al saloncito , prece- Passy, en una situacion encantadora , en dido por Bertuccio , que le mostró el ca - medio del bosque de Bolonia . mino . - ; Tan cerca ! dijo Monte -Christo;pe Vaya una pobreza de mármoles en |ro eso no es campo. ¿ Como diablos me esta antesala , espero que los cambien in - habeis ido á escojer una casa a las puertas mediatamente . Bertuccio se inclinó. Como habia dicho elmayordomo, elno - tario esperaba en el saloncito . de Paris , señor Bertuccio ? iYo ! esclamó elmayordomo turba lldo, no seguramente , no es á mi á quien 82 32 .. ALBUM . el señor conde encargó que le eligiese una| --? Y ahora , preguntó el conde , están casa; acuérdese el señor conde, busque eo cumplidas todas las formalidades ? su memoria , reuna sus ideas. 1 - Todas, señor conde. - Ahl es justo , dijo Monte-Christo ; - ¿ Teneis las llaves ? me acuerdo ahora de que he leido este — Están en poder del portero queguar 'anuncio en un periódico, y me he dejado da la casa ; pero aqui teneis la órden que seducir por este título Cusa decampo. le he dado de instalaros en vuestra nueva - Aun es tiempo , dijo vivamente Ber - propiedad . tuccio , y si V . E . quiere 'encargarme quel busque otra, la encontraré mucho mejor , Muy bien . Y Monte -Christo hizo al notario un mo en Enghien , en Fontenay -aux -Roces, óvimiento que quería decir : en Belle- yue. - No, no, dijo desdeñosamente Monte - Ya no tengo necesidad de vos; idos. Pero, esclamó elhonrado notario , el Christo ; puesto que ya tengo esta la con - señor conde se ha en añado, me parece; servaré. comprendido todo , no son mas que cin - Y hareis bien , dijo vivamente el no- cuenta y cinco mil francos . tario , temiendo perder sus ganancias: es — ¿ Y vuestros honorarios? una propiedad encantadora : aguas crista - Están pagados con esta suma , señor . linas y abrindantes; bosques espesos , ha conde . bitaciones cómodas, aunque abandonadas — ¿ Pero no habeis veuido de Antenil hace tiempo ; sin contar con los muebles aquí ? que, aunque un poco antiguos, tienen va- - ;Oh ! yo lo creo . lor, sobre todo en el dia que solo se bus - Pues bien ; preciso es pagåros vues can las cosasantiguas. Perdonad ,pero creo tra incomodidad , dijo el conde. Y le des que el señor conde tendrá el gusto de laſ pidió con una mirada. El notario salió lentamente , haciendo época . ' - Hablad, hablad , dijo Monte -Christo; una cortesía hasta los pies a cada paso que ¿ es cosa conveniente ? daba, era la primera vez desde el dia que ~ ; Ah ! señor , mucho mejor, esmag habia empezado la carrera, que habia en . nífica . contrado semejante cliente . -- Pues nada, no hay que desperdiciar ! - Conducid á este caballero,dijo el con esta ocasion , dijo Monte -Christo ; el con - de á Bertuccio . trato , señor notario . Y el mayordomo salió detrás del no - Y firmó rápidamente despues de haber||tario . echado una ojeada hacia el sítio dondees- Apenas estuvo solo el conde , sacó de taban designados los nombres de los pro - su bolsillo una cartera'con cerradura , que pietarios y la situacion de la casa. abrió con una llavecita que llevaba alcue - Bertuccio , dijo , entregad cincuenta yfllo , y de la que no se separaba nunca . cinco mil francos á este caballero. Despues de haber buscado un momen El mayordomo salió con pasos no muy to , se detuvo en una hoja que contenia seguros, y volvió con un pliego de billetes varias notas, comparó estas notas con el de banco que el notario contó como un acta de venta que habia puesto sobre la hombre poco acostumbrado á recibir el di- mesa , y reflexionando un momento : nero sin el descuento competente. - Antenil, calle de la Fontaine, núme 327 . ALBUM . TO 30 ,este es, dijo : ¿ahora deberé arran-'| Monte-Christo escribió dos o tres es. car esa confesion por el terror religioso ó quelas; (cuando cerraba la última, volvió por el terror físico ? Dentro de una hora á presentarse elmayordomo. " lo sabré todo . - El carruaje de su escelencia está á la . - ; Bertuccio ! esclamó dando un golpe puerta , dijo . con una especie de martillo sobre un tim - - Pues bien, tomad vuestros guantes y bre , que produjo un sonido agudo y sono vuestro sombrero , dijo Monte -Christo. ro : ; Bertuccio ! -- ; Pues qué ! ;voy al fin con el señor Elmayordomo se presentó en eldintel. conde ? esclamó Bertuccio exasperado . - Señor Bertuccio , dijo el conde, ¿ no - Sin duda es preciso que déis vuestras me habeis dicho otras veces que habiais órdenes, puesto que quiero habitar aque la casa. viajado por Francia ? --Por ciertas partes de Francia , sí, es - No se podia responder a esta órden ; así, celencia . pues el mayordomo sin pronunciar una - ¿Sin duda conoceis losalrededores de palabra siguió á su señor que subió al car ruaje haciéndole señal de que le siguiese'. - No, escelencia , no, respondió elma- Elmayordomo se sentó respetuosamen yordomo con cierto temblor nervioso , que te sobre la banqueta delantera . IV . Monte -Christo , conocedor en punto á emo Paris ? ciones , atribuyó con razon á una viva in quietud . . LA CASA DE ANTENIL . Monte -Christo habia reparado que al -- Siento que no hayaisrecorrido los al bajar la escalera , Bertuccio se habia per redores de Paris, dijo , porque quiero visi- signado á la manera de los corsos , es de tar esta tarde mi nueva propiedad , y vi- cir cortando el aire en forma de una cruz niendo conmigo hubiérais podi o darme con el pulgar , y que al tomar asiento en útiles informes. el carruaje habia murmurado una corta - A Antenil !! esclamó Bertuccio , cu- oracion. Cualquiera otro que no fuera un ya tez tostada se volvió casi lívida : ; yo ir hombre curioso hubiese tenido piedad de á Antenil ! ! la singular repugnanciamanifestada por el - ¿ Y !qué tiene esode estraño? Cuando digno intendente para el paseo premedita yo viva en Antenil será preciso que ven- do estramuros, por el conde ; pero segun gais conmigo, puesto que formais parte de parece , este era demasiado curioso para la casa . poder dispensar á Bertuccio' este viaje . . Bertuccio bajó la cabeza ante la impe. En veinte minutos estuvieron en Ante riosa mirada de su señor , y permaneció nil. La emocion delmayordomo crecia por inmóvil sin responder. grados. Al entrar en el pueblo , Bertuccio , - Ahl qué teneis ? ¿ Vais á hacerme arrimado á un ángulo del carruaje , co . llamar por segunda vez para el carruaje?!menzó á examinar con una emocion febril dijo Monte -Christo con el tono con que todas las casas , por delante de las cuale Luis XIV pronunció aquella frase ; « ; he pasaban. tenido que esperar ! » - Parareis en la calle de la Fontaine , Bertuccio se lanzó á la antesala , y gritó núm . 28 , dijo el conde fijando despiada con voz ronca : - Los caballos de su escelencia . |damente su mirada sobre el mayordomo , " al cual daba esta órden . " 323 ALBUM El sudor inundaba la frente de Bertuc- jeste nombre no me es desconocido , dijo cio , y sin embargo obedeció , é inclinán . Jel conde ; el marqués de Saint- Meran .... Y pareció reunir sus ideas.... dose fuera del carruaje, gritó al cochero : -Un anciano gentil-hombre, continuo calle de la Fontaine , núm . 28 . Este número 28 estaba situado en un el conserge , un fiel servidor de los Bor estremo del pueblo . Durante el viaje se |bones ; tenia una hija única que casó con habia acercado la noche , ó mas bien una el señor de Villefort , que ha sido procu nube negra , cargada de electricidad , dabarador del rey en Nimes y despues en Ver á estas tinieblas la apariencia y la solem- salles. Monte- Christo arrojó una mirada que nidad de un episodio dramático . El car ruaje se detuvo, y el lacayo se precipitó á encontró á Bertuccio mas lívido que la pa red , contra la cual se apoyaba para no la portezuela para abrirla . -Y bien , dijo el conde , į no bajais, se- caer. ñor Bertuccio ? ¿ os quedáis dentro ? ¿ en -¿Y esa jóven no ha muerto? pregun tó Monte -Christo ; me parece haberlo oi que diablos pensais hoy ? Bertuccio se precipitó por la portezue- do decir . - --Si señor hace veinte la , y presentó su hombro al conde , quien , y un años , y se apoyó esta vez , y bajó uno á uno los desde este tiempo apenas hemos vuelto á tres escalones del estribo . ver tres veces al pobre marqués. -Llamad , dijo el conde , ' y anunciadme. — Gracias , gracias, dijo Monte -Christo, Bertuccio llamó, la puerta se abrió , y juzgando por la postracion del mayordo el portero se presentó en ella . mo que ya no podia tirar de aquella cuer da sin temor de romperla ; gracias , dad -¿Quién es ? preguntó . - Es vuestro nuevo amo ; 'y presentó al me una luz. portero el billete de reconocimiento , en . --¿Os he de acompañar ? - No, es inútil ; Bertuccio me alum tregado por el notario . -Luego se ha vendido la casa ? pre brará . guntó el portero, ¿ y es este caballero quien Y Monte-Christo acompañó estas pa la viene á habitar ? labras con el don de dos piezas de oro , -Si , amigo mio , dijo el conde , pro- que hicieron deshacerse al conserje en curaré hacer todo lo posible porque que- bendiciones y suspiros . -- Ah , caballero ! dijo el conserje des deis contento de vuestro nuevo amo . Oh ! caballero , dijo el portero , no pues de haber buscado inútilmente sobre tendré mucho que sentirlo, porque le veia- la chimenea ; es que notengo aqui bugías . mos rara vez ; hace mas de cinco años -Tomad una de las linternas del car que no ha venido , y bien ha hecho en ruage , Bertuccio , y mostradme las habi vender una casa que no le serviría detaciones, dijo el conde . El mayordomo obedeció sin observacion ; nada . -¿Y como se llamaba vuestro amo ? |pero era fácil ver en el temblor de la ma preguntó Monte -Christo. no que sostenia la linterna cuanto le cos - El señor marqués de Saint-Mera n taba obedecer. Recorrieron un piso bajo bastante gran respondió el portero . - ; Elinarqués de Saint-Meran ! repli- de, un piso principal compuesto de un sa có Monte - Christo ; pero me parece quellon , una sala de baños y, dos alcobas. Por ALBUN 329 una de estas dos alcobas se iba á una es: - : Oh ; ob ! esclamó Monte - Christo calera de caracol que terminaba en el jar- deteniéndose , de repente , i qué palabra din . . acabais de pronunciar ! ; diablo de hom - ; Calle ! aqui hay una escalera , dijo bre! corso maldito ! ; siempre misterios el conde; esto es bastante cómodo, Alum - ó supersticiones ! Vamos , tomad esa lin bradme , señor Bertuccio ; pasad delante, terna y visitemos el jardin , conmigo es y vamos á donde nos conduzca esta esca- pero no tengais miedo . Bertuccio recojió la linterna y obedeció . lera . - Señor, dijo 'Bertuccio , conduce al La puerta , al abrirse , descubrió un cielo opaco , en el que la luna se esforzaba en jardin . o - Y como sabeis s vano para luchar contra un mar de nubes ? e Es decir , debe conducir .... que la cubrian con sus olas sombrias que iluminaba un instante , y que iban á per -Pues bien ! nos aseguraremos . Bertuccio lanzó un suspiro y caminó de derse en seguida mas sombrias aun , en lante . las profundidades del firmamento , La escalera desembocaba efectivamen El mayordomo Bertuccio quiso dirijir te al jardin . se por un sendero de la izquierda . , po, por alli no, dijo Monte Chris + No, En la puerta esterior se paró el mayor to; zá que seguir por las calles de árboles ? domo . - Vamos , señor Bertuccio , dijo el se- jaqui se distingue una plazoleta , sigamos de frente . ñor conde . Pero este estaba apiquilado , aturdido , Bertuccio se enjugó el sudor que corria casi sin conocimiento. Sus ojos buscaban á porsu frente , pero sobedeció ; sin embar su alrededor como las huellas de un pasa-| go , seguia inclinándose á la izquierda ; do terrible , y con las manos crispadas Monte Christo seguia la derecha , y asi parecia separar recuerdos espantosos. que hubo llegado junto á unos cuantos ár - Y bien ! insistió el conde. toles cor puleptos y añosos, se detuvo . -No , no , esclamó Bertuccio colocan El mayordomo no pudo mas. do la linterna en el ángulo de la pared – Alejaos , señor , esclamó ; alejaos , interior ; no señor, no iré mas lejos , esos lo suplico, estais justamente en el sitio . -¿En qué sitio ?. 1 3. sezog imposible . 3 ¿ Qué decis? articuló la irresistible voz -En el sitio donde cayó ... , de Monte -Christo. -Querido señer. Bertuccio , dijo Mon - Pero no veis , señor , esclamó el ma - te -Christo riendo , volved en vos , os lo yordomo , que no es natural que teniendoruego , aqui no estamos en Şartene ó en una casa que comprar en Paris , la com - Corte. Esto no es un bosque , sino un jar preis justamente en Autenil , y que com- din inglés , y no sé porque tengais tanta prandola en Antenil esta casa haya de ser repugnancia en ir por él , .' el número 28 de la calle de Fontaine . Ah ! - ; Señor ! ¡ no esteis ahi ! ; no esteis ¿ porqué no os lo he contado todo , mon lahi ! .... señor? Seguramente no hubierais exijido -Creo que os volveis loco , maese Ber que viniese . Yo esperaba que sería otra tuccio , dijo friamente el conde ; si es asi la casa del señor copde. ¿Como si no hu -Javişadme, porque os haré encerrar en al biese otra casa en Antenil que 'la del ase- guna casa de salud antes de que suceda sinato ! Luna desgracia . 83 ALBUR . - Ay! escelencia, dijo Bertuccio me-fclamó Bertuccie desesperado ; siempre lie neando la cabeza y cruzando las manos sido hombre honrado y he hecho todas con una actitud que hiciera reir al condeſ cuantas buenas acciones he podido. si pensamientos de mayor importancia no - No digo que no , replicó el conde ; le ocupasen en este momento y no le hu - , pero porqué diablos estais tan agitado ? biesen hecho prestar atencion las meno. Esa es una mala señal; una conciencia res palabrasde su mayordonio, ¡ay ! es- pura no pone las mejillas tan pálidas..... celencia , la desgracia ha sucedido . — Pero señor conde , tepuso vacilando - Señor Bertuccio , dijo el conde, me Bertuccio, inome habis dicho vos mismo agrada el veros torcer los brazos y abrir que el abate Busoni, que oyó micon’esion unos ojos de condenado; y siempre he no en las prisiones de Nimes , os habia adver tado que no hacen tantas contorsiones si- tido, al enviarme á vuestra casa , que tenia no los que tienen algun secreto . Yo sabiafuna accion sola que reprenderme ? que erais corso , sabia que erais sombrio - Si; pero como os dirigia á mi dicién y algunas veces hablabais entre dientesde dome que seriais un mayordomo escelen una historia de vendetta , y esto os lo pa - te, creí que habriais robado nada mas. saba en Italia porque estas cosas están del - ; Oh ! senior conde , esclamó Bertuc moda en aquel pais , pero en Francia ellſcio con desprecio . asesinato es demuy mal g'isto ; hay gen - Porque como erais corso , no habiais . darines que se ocupan de él , jueres que podido resistir al deseo de hacer una piel, lo condenan y cadalsos que lo vengan . como suele decirse en vuestro pais, cuan Bertuccio cruzó las manos, y como al do al contrario , se deshace una ejecutar estas diferentes evoluciones no - Pues bien !si,monseñor,si,mibuen habia dejado su linterna, la luz iluminó su señor; eso es, esclamó Bertuccio arroján rostro descompuesto . dose á los pies del conde; si, es una ven Monte -Christo leexaminó con la mismaganza, lo juro , solo una venganza. mirada con que habia examinado en Ro- - Comprendo ; pero lo que no compren ma el suplicio de Andrea , despues, condo es que esta casa sea justamente la que un tono que hizo estremecer al pobrema- os galvanice has'a tal punto . yordomo dijo . .. - Pero, monseñor, ¿ no es natural, re - Luego mintió el abate Busoni, cuan -\plicó Bertuccio , puesto que la venganza do despues desu viage á Francia en 1629, fué ejecutada en vuestra casa ? os envió á mi casa con una carta en la ;Como ! ¿ esta casa ? que me recomendaba vuestrasbuenas cua- ; Oh ! monseñor : aun no era vies . lidades. ¡ Y bien ! voy a escribir alabate , tra.... le haré responsable de su protegido, y sim - Pero , de quien era ? Elportero uos duda sabré toda la historia de un asesina- ha dicho que de el marqués de Saint-Me to ; solamente os prevengo, señor Bertuc- fran ! ¿ Por que diablos teniais que venga cio , que cuando vivo en un pais estoy ros del marqués de Saint-Meran ? acostumbrado á conformarme con sus le - joh ! no era de él, monseñor,era de yes , y que no tengo ganas de andar,con otro . . enredos con la justicia de Francia . l - Vaya un estraño encuentro , dijo ;Oh ! no hagais eso , escelencia , os Monte - Christo , pareciendo ceder á sus re he servido fielmente , ¿ no es verdad ? es-) flexiones, que os encontreispor casualidad , : ALBUM , 331 sin preparacion alguna, en una casa donde el mayordomo admirado y aterrado de eso ha pasado, lo que os causa tan espantosos ta amenaza . ¡Oh ! ; si no se necesita mas que eso para quedar yo á vuestro servicio , remordimientos. - Señor, dijo elmayordomo, la fatali- bablaré , lo diré todo ; y si me separo de dad conduce todo esto , estoy seguro ; pri-lvos, sera para ir al cadalso ! mero comprais una casa justamente en Entonces, eso es diferente , dijo Mon Anteoil ; esta casa es la misma donde yo te -Christo : pero si quereis, reflexionadlo ; cometí el asesinato ; bajais al jardin , justa - mas vale que no hableis nada . mente por una escalera por donde élbajo ; - ;No señor ! os lo jnro por la salva os deteneis justamente en el lugar donde cion de mi alma, os lo diré todo ; porque recibió el golpe; á dospasos, debajo deeste el abate Busoni ha sabido mas que wa plátano, estaba la fosa donde acababa de parte de mi secreto : pero primero , os lo enterrar al niño: todo esto no es casuali - suplico , alejaos de ese plátano , mirad , la dad ; esto es providencia . Juna va á salir, y ahí, colocado como es. - Pues bien; veamos, señor corso : su - tais, envuelto en esa capa que oculta vues pongamos que sea providencia ; yo supon - tro cuerpo, que se asemeja al del señor de go siempre lo que quiero : ademas, á los Villeforh ... espíritus débiles es preciso concederles to - - Como esclamó Monte -Christo , jes do lo que desean . Veamos , reunid vues - el señor de Villefort? Le conoce V . E ? tras ideas, y contadme eso . - No lo he contado mas que una vez , - ¿ El antiguo procurador del rey en señor, y fué al abate Busoni. Tales cosas, Nimes ? añadió Bertuccio meneando la cabeza , no - Si. se dicen mas que bajo el sello de la confe - - Que se casó con la hija delmarqués sion . . - Entonces, miquerido Bertuccio, dijo el conde , os agradará que os envie con de Saint-Meran ? - Si. . - Y que tenia la reputacion delmagis vuestro confesor ; con él os hareis cartujo trado mas honrado , mas severo , más ri ó bernardino; y hablareis de vuestros se - gido ... . cretos. Pero yo tengo miedo de un hom - - Pues bien, señor, esclamó Bertuccio ; bre que se asusta de semejantes fantasmas; ese hombre de una reputacion tan sólida y no me gusta que mis servidores no se atre - tan irreprochable .... van á pasearse por la noche en mijardin : - Si, si.... despues, lo confieso , me agradaria poco alguna visita del comisario de policía ; por - Era un infamel ... - ; Bah ! dijo Monte - Christo, imposible . que, sabedlo , maese Bertuccio , eo Italia - Sin embargo, es la pura verdad. Ao se paga la justicia comono se calle , pero - Sí?... dijo Monte -Christo , y teneis en Francia no se la paga, al contrario, si- pruebas de ello . .. no cuando habla . ; Diantrei os creia unl - La tenia á lo menos. abandista , - ¿ Y la habéis perdido , torpe ? poco mas corso , un gran contrabandista un hábil mayordomo; pero veo que teneiston - Sí; pero buscándola bien , podremos teneis encontrarla . Bien otras cuerdas en vuestro arco. Señor Ber tuccio , ya no estais á miservicio . - ! , bien ! ahora contadme eso , señor Bertuccio , porque os digo á la ver - iOh , monseñor,monseñor ! esclamólldad que me vá interesando . " ALBOM . , 3324 Y el conde tarareando un aria de tá Lv-] 1 - Escusadine, escélencia ,pero estos pri. * cia ; se fué á sentarse "sobre un banco , meros detalles son necesarios, y me habeis mientras que Bertuccio 'lë segtñía reunien - prometido tener paciencia . do sus ideas: , . - Prošeguid'i ' prosègüid I ' cumplire Bertuccio permanecið en épié delante del ini pałabra ! .. . conde. 1 - Undia recibimosuna carta ; és menes-*** , V. ter deciros que habitábaños en la peque?'* LA Vendetta ! !; na aldea de Rogliano , en la 'estremidad *** - ¿Por dónde queréis, serior conde, que del cabo Corso : esta carta era de miher:*: os empiecé a contar -lbs'sucesos? pregunto mani; nos decia que el ejército estaba lla ? Bertuccio . cenciado, y que volvia por Chateau -Roux, * * Por donde queráis, dijo Monte - Chris - Clermont- Ferrand , el Puy y Nimes; ' si " to , pues no 'śé absolutamente nada? * , tenia alguw dinero 'mie " šuplicaba que lo - Sin embargo , yo creía que el ábate mandase á Nimes en casa de'un fondista " Busoni habia Contädo á tuestra esceler - conocido nuestro , con él cual ténia yo al-** cia ..... . . .. . gunas relaciones. i - Sí, algunos detalles sin duda; pero se GDe contrábárdo ," respondió Monte ? han pasadói giete ú ocho 'años despues, y Christo.**** lo he olvidado todo . - ¡Pero por'Dios señor coride,'esme.** - Entonces puedo , sin tenfor de fasti- nester buscarse la vida.**** diar á vuestra escelencia :2.. - Ciertamente ; continuad, pues. - Hablad , señor Bertuccio , hablad, del Yo amaba'tiernamente a miherma este modo pasaré la noche. . f'no , ya os lo he dicho , escèlència ; así're ? . - Los sucesos se remontan á 1815 .4 . Isolvi tíð énviartė el dinero , sino llevárselo****** - Ah ! jah ! dijo Monte-Christo', 'no 'yo mismo. Poseía mil fråncos, dejé qui-." '. es ayer 1813 . nientos'a Assunta , que era micuñada, fo - No-señor, y sin embargo losmenores mé los quinientos restantes, y me puse eñ » ; detalles los tengo ' tan presentes como si camino para Nimes. Era cosa fácil, tenia***, hubiesen pasado ayer, Yo tenia una her - mi barča vů "Carġamento que hacer en el mana, un hermano" inayör qaer estaba almar ; todo sécundaba mi proyecto. *37 . servicio del emperador. Era" teniente en l'ero hecho el cargaménto se volvió con- *" un regimiento compuesto de coršos. Este trário el viento ; de manera que estuvimos"" " hermano era mi único amigo ; habíamos cuatro 6 cinco días sin poder entrar en el* * * quedado huérfanos, yo á los cincoaños, y Rhone. Por fin , lo conseguimos; llegamos ** él á los diez ý'ochomie häbia criado co - hasta Arlés; veje el barco entre Bellaguar="" mo si hubiese sido su hijo . En 1814 , en da y Belcaire', y tomé el camino de Ni tiempo de los Borbones se había casado . mes. ' . El emperador salió de la isla de Elba ,' - ¿ Y llegasteis, no es esto ? . . mihermano volvió a seguir allisistante en - Sí, señor , dispensadine ; pero como. . . el servicio , y herido ligeramerite' en Wa- vé vuestra escelencia , . 9.9 .no le digo,mas terláo , se retiró con el ejército detrás de quie las cosas absolutamente necesarias , . . fuera de esto ", era el momento en que te - " . la Loire. - Peró éså historía de los cien diảs'duenian lugar " las famosas mortandades de me contais, señor Bertuccio, la he oido ya |Mediodia . Habia allí," dos o tres bandidos''** sino me engaño , Ique se llamaban Trestaillon , Truphêmy y ; : : 333 : ALBUN . Graffan , que, degollaban por las calles áįsido asesinado ayer en las calles de Nimes, todos los que se sospechaba bonapartistas. yo no se porqué , pero es vuestra obliga Sin duda el señor conde habrá oido hablar cion el saberlo. Vos sois aqui el gefe de la justicia , y á la justicia toca vengar á los de estos asesinatos. - Vagamente ;estabamuy lejos de Fran- que no ba sabido defender . . - ¿ Y qué era vuestro hermano ? pre cia en esa época, Continuad. -- Al entrar en Nimes, se caminaba por guntó el procurador del rey. .. cima de la sangre, á cada paso se encon - Teniente del batallon corso . traban cadáveres; los asesinos organizados - ¿ Un soldado del usurpador entonces? por bandas , mataban , saqueaban , y que- Un soldado de los ejércitos franceses. Y bien ! replicó , se ha servido de maban , A la vista de esta carniceria me entró la espada y ha perecido por la espada. miedo , po por mi, yo simple pescador - Os enganais , señor, ha perecido por corso , no tenia gran cosa que temer ; al|el puñal. contrario , aquel tiempo era bueno para , - Qué quereis que yo haga ? respon nosotros los contrabandistas ; pero por mi dió el magistrado. hermano, por mihermano soldado del im - - Ya os lo he dicho; quiero que le ven perio, que volvia del ejército de la Loirellgueis. . con su uniforme y sus charreteras, y quel - Y de quién ? por consecuencia tenia que temerlo todo, | - De sus asesinos. Corrí á casa de nuestro fondista , mis — ¿ Y los conozco yo ? presentimientos no me habian engañado; mihermano habia llegado á Nimes , y á la - Hacedlos buscar. – Para qué? Vuestro hermano habrá puerta misma del que venia a pedir hos tenido alguna querella, y se habrá batido fen duelo. Todos esos antiguos soldados se pitalidad habia sido asesinado. Pregunté a todo elmundo para conocer entregan á escesos en que han tenido buen á los-asesinos, pero nadie se atrevió á de éxito en tiempo del imperio , pero que se cirme sus nombres, tan temidos eran . vuelven mal para ellos ahora ; fuera de Pepsé,entonces en la justicia francesa de esto, nuestras gentes delmediodiano quie que me habian hablado tanto , que no te- ren ni á los soldados ni á los escesos. me,nada , y me presenté en casa del pro curador del rey. - Señor, respondí yo, no os suplico por mi. Yo lloraria ó me vengaría , eso sería Y ese procurador del rey se llamaba todo : pero mi pobre hermano tenia una Villefort ? preguntó sencillamente el con - muger . Si me sucediese la misma des Igracja á mi vez , esta pobre criatura mo de de Monte -Christo . - Si , escelencia : venia de Marsella , ciria de hambre, porque se mantenia solo en donde habia sido sustituto . Su celo le con el trabajo de mi hermano. Obtened habia valido el ascenso . Era uno de los para ella' una pequeña pension del go primeros, decian que habian anunciado bierno . al gobierno el desembarco de la isla del Cada revolucion tiene suscatástrofes, Elba. . respondió el señor de Villefort; vuestro . - Pero , respondió Monte-Christo ,evos hermano ha sido víctima de esta ; es una os presentasteis en su casa ? desgracia; pero el gobierno no debe nada - Señor, le dije yo , mi hermano halá vuestra familia por esto . Si tuviésemos 84 . 234 · ALBUY . que juzgar todas las venganzas que los su casa , haciéndome buscar por todas par partidarios delusurpador han ejercido con - tes. Felizmente estaba tan bien oculto que tra los partidarios del rey cuando a su vez no pudo encontrarme. Entonces se apode disponian del poder , vuestro hermano talró de él el temor, y tembló dequedar mas vez hubiese sido hoy condenado ámuerte . tiempo en Nimes ; solicitó su cambio de Lo que se ha verificado es cosa muy na- residencia , y como era en efecto un hom tural porque es la ley de las represalias. bre influyente , fué nombrado en Versa - Y qué! señor, esclamé yo , jes po- lles; pero , vos to sabeis, no hay distancia sible que me hableis asi , vos,'un magis- para un corso que ha jurado vengarse de trado ! su enemigo, y su carruaje , por bien con - Todos estos corsos son locos, contes- ducido que fuese, nunca me ha adelantado to el señor de Villefort , y creen aun que mas de media jornada, que sin embargo su compatriota es emperador. Osengañais le seguia á pič. querido mio ; hubiese sido menester me Lo importante no era matarle , cien ve hubieseis dicho esto dos meses atras. Ahoces habia encontrado ya ocasion ; pero era ra es demasiado tarde; idos pues, porque si menester matarle sin ser descubierto , y no quereis de grado , me veré obligado á sobre todo sin ser arrestado: Por otra par precisaros á ello . te, yo no me pertenecia ya; tenia que pro Yo le miré un instante a fin de ver si teger y mantener á mi cuñada. Durante una nueva súplica podria tener algun metresmeses espié al señor Villefort; durante jor exito . Este hombre era de piedra. Me tresmeses no dió un paso , un movimien aproximé á él. to , un paseo, quemimirada no le siguiese - Ea pues, le dije a media voz , pues - donde iba . En fin , descubrí que venia mis to que vos conoceis tan bien á los corsos, teriosamente à Antenil; le seguíaun, y le debeis saber como cumplen su palabra : ví entrar en esta casa en que estamos; so vos creeis que han hecho bien en matarlamente, en lugar de entrar como todo el á mi herinano , que era bonapartista , por mundo , por la puerta de la calle , venia , que vos sois realista , i poes bien ! yo que unas veces a caballo , ó en carruaje , deja soy bonapartista tambien , os declaró una |ba el carruaje ó el caballo en la posada, y cosa ; y es, que os he de matar. A contar entraba por esta pequeña puerta que veis desde este momento os declaro os declarofalli. la vendetta : asi pues ya lo sabeis , y guar Monte -Christo hizo con la cabeza un daos mejor ; porque la primera vez que movimiento , que probaba que en medio nos encontremos cara á cara, habrá llega- de la oscuridad distinguia en efecto la en · do vuestra última hora . Strada indicada por Bertuccio . Y antes que hubiese vuelto de su sor-| - Yo no tenia nada que hacer en Ver .presa , abrí la puerta y memarché. salles, me fijé en Antenil y me informé. - Ah ! ;ah ! dijo Monte - Christo , con Si queria pillarle, aquí es donde infalible vuestra humilde figura decis esas cosas, mente debia encontrarle . señor Bertuccio , y á un procurador dell - La casa pertenecia , como ha dicho el rey ! ¿ Y sabia él almenos lo que quiere portero á vuestra escel ncia , á Mr. de Saint decir la palabra vendetta ? Saint-Meran , suegro de Villefort. Mr. de -- Lo sabia tan bien , que desde aquel Saint--Meran vivia en Marsella , por consi momento no salió ya solo y se encerró enlguiente esta casa te ora inútil, así pues , ALBUM. decian que acababa de alquilarla á rana jó - nutos despues,otro hombre á pié, ienvuel. ta t Pol,vióabria uertec del ráni'capa ven viuda á quien conocian bajo el nom - to. Benajéuna a cerlaa Ppuertecita jardin que se volvió á cerrar detrás de el . bre de la baronesa . En efecto , una noche mirandor por en - Bajể rápidamente . Aunque no habia óven y visto el rostro de Villefort, le reconocí por muge jjoven cima de 'la tapia , ví una muger a b a a e r e n s i ; mi dqne h ssee ppaseaba' a dhermosa sola por el jar. los latidos de mi corazon ; atravesé la ca din ; mirada con frecuencia á la puerteci - le , me arrimé á un poste colocado junto ta , y comprendí que esa noche esperaba a la tapia , y con ayuda del cualhabia mi á Villefort. Cuando estuvo bastante cercarado otra vez al jardin . de mí para que a pesar de la obscuridad Esta vez no me contenté con mirar : pudiese distinguir sus facciones , ví una saqué mi cuchillo del bolsillo , me aseguré muger de edad de diez y ocho á diez y que la punta estaba bien afilada , y salté Aueve años, alta y rubia . Como estaba por encima de la tapia . Vestida solo con un peinador y nada teñia Mi primer cuidado fuě correr á 'la puer sa cintura, noté qne estaba en cinta y que ta ; habia dejado la llave dentro, tomando · su embarazo parecia demucho tiempo. la simple precaucion de dar a la cerradu Algunos momentos despues abrieron lalra dos vueltas. :puertecita ; un hombre entró, la joven cor- Nada impediria mi fuga por este lado, irió precipitadamente á su encuentro, amr- Me puse á estudiar las localidades . El jar bos se arrojaron en los brazos unode otro, din formaba un cuadrilongo ; un prado de abrazáronse tiernamente y entraron juntos fino musgo so estendia hácia enmedio; en en la casa . Hos ángulos de este prado habia algunos Este hombre era el señor Villefort. Yo árboles de follaje espeso y mezclados de juzgué que al salir , sobre todo si salia de flores de otoño. noche, debia atravesar el jardin . Para dirigirse de la casa á la puerteci - Y , preguntó el conde , ¿habeis sabidoſta , Mr. de Vitlefort tenia que pasar junto despues el nombre de esa muger ? Há uno de estos árboles. - No, escelencia , respondió Bertnccio ; Era el fin de setiembre; el viento sopla vais á ver que no tave tiempo de saberlo. ba con fuerza ; un poco de luna pálida y velada a cada instante por gruesas nubes , : - Continuad. - Aquella noche, replicó Bertuccio , hu - blanqneaba la arena de las calles de árbo biera podido niatarle si hubiese conocido les que conducian á la casa; pero no podia mejor el jardin . Temí no matarle bien , y atravesar la oscuridad de estos árboles es - si alguno acudia á susgrios no poder huir. pesos, en los que un hombre podia perma Lo dejé' para la próxima cita y para que necer oculto sin temor de ser visto . nada se me escapase, tomě un cuartito en Me oculté en uno de ellos pordonde de bia pasar Villefort: apenas estaba alli , frente de la tapia del jardin , " Tres dias despues , hacia las siete de cuando en medio de lasbocanadas de vien : ila noche , ví salir de la casa un criado á to que encorvaban los árboles sobre mi caballo que toinó á galope el camino quefrente , creí distinguir como unosgemidos. conducia al de Sevres ; presumí que iba á Pero ya sabeis, ó mas bien no sabeis , se Versalles, no me engañaba. Tres horas ñor conde, que el que espera el momento despues el hombre volvió cubierto de pol- de cometer un asesinato , cree siempre oir vo, su mensaje estaba terininado. Diezmi-lgritos sordos en el aire. Doshoras pasaron . 3:36 L 'LBUM . durante las cuales, repetidas veces creí oir desaparecer la huella de la obra nocturna. Entonces me lancé sobre él y le súmerji Al fin dieron las doce de la noche mi cuchillo en el pecho, diciéndole: . Cuando sonaba la última campanada Soy Giovanni Bertuccio tu muerte los mismos gemidos. lúgubre y retumbante , apercibí un débil por mi hermano , tu tesoro por su viuda ; resplandor que iluminaba las ventanas de bien ves que mi venganza es mas comple .. la escalera oculta , por la que hemos desta de lo que yo esperaba. cendido hace poco . . . 11 S. ; No sé si.oyó estas palabras; no lo creo, La puerta se abrió , y el hombre de la pues cayó șio arrojar un grito , yo senti şá capa volvió a aparecer. ... sangre saltar humeante y ardiente sobre Elmomento era terrible,pero hacia mu- mis manos,y sobre mirostro ; pero estaba chotiempo que estaba preparado á estemo- ébrio , deliraba; esta me refrescaba en lu mento para poder dudar; saqué micuchi- gar de quemarme. En un segundo desen llo y me preparé . Basterré el cofre con el ayuda del azadon , ģ " El hombre de la capa se dirigió hácia para que no viesen que lo habia desenter milado, pero a medida que avanzaba en rado, llené á mivez el agujero , afrojé el el espacio , creí notar que tenia un arma azadon por encima de la tapia , y me lan en la mano derecha : tuve miedo , no de cé,por la puerta que cerré por fuera , He una lucha , sino de un mal éxito . Asi que vándome la llaves ? estuvo retirado demí solo algunos pasos . – Bueno , dijo Monte -Christo , fué un conocí que lo que yo habia tonado por ar - asesinato y un robo. ma, no era otra cosa que un azadon. - No, escelencia , respondió Bertuc Todavia no habia tenido tiempo de adicio, fué,una vendetta seguida de una res vinar con que objeto tenia en la mano el |titucion. señor de Villefort un azadon ; cuando se Y la suma estaria al menos en bue detuvo al lado del árbol, arrojó en derre na moneda ? iteUQE dor suyo una mirada y se puso á cavar) - No era dinero. para hacer un agujero en la tierra. Enton ;Ah ! si, ¿recuerdo que me hablas ces noté que llevaba algo debajo de la ca- teis de un milio ? Ausgarten pa que acababa de colocar sobre el mus: - Justamente, escelencia corrí hacia el go para que fuesen mas libres sus movi: rio, ine senté sobre la orilla , y: ansiando mientos. saber lo que contenia el cofre , hice saltar Entonces , la curiosidad me detuvo , y la cerradura con un cuchillo . Si quise ver que era lo que iba a hacer Vi- Eotre unos paños de fioísima batista es. llefort, y permaneci inmóvil , sia aliento , tava envuelto un niño acabado de nacer ; esperando el resultado. su rostro color depúrpura, susmanos co- ) * Despues me ocurrió una idea que sejlorde violeta anunciaban que debió sucum confirmó al ver al procurador del rey sa bir á una asfixia causada por ligamentos car de bajo de su capa un cofrecito dedos naturales arrollados al rededor del cuello ; pies de largo y de seis á ocho pulgadas de no obstante , como aun no estaba frio ,pro ancho. . curé bañarle en el agua que corria á mis Le dejé colocar el cofre sobre el aguje - piés; en efecto , al cabo de un instante creí ro, sobre el cualechó tierra ;despuessobre sentir un ligero latido hacia la region del esta tierra fresca apoyó sus pies para hacerllcorazon ; desembaracé su cuello del cordon ALBUM . que ſe envolvia , y como habia sido enfer-1 - Giovanni, me dijo Assunta ,tu debias mero en el hospital de Bastia , hice lo que haber traido ese niño; le hubié emos ser. hubiera hecho un médico en mi lugar, es vido de padres, le hubiésemos llamado Be . decir, le introduje aire en los pulmones, y nedetto , y en favor de esa buena accion . despues de un cuarto de hora de inauditos Dios nos bendeciria seguramente . esfuerzos, le vi respirar y oí escaparle un Por toda respuesta , le dí la mitad del lpañal que habia conservado , a fin de ha grito de su pecho. A mi ver yo tambien arrojé un grito , cer reclamar el niño si algun dia llegába pero fué un grito de alegria . Dios no meſmos á ser ricos.. maldice, dije , puesto que permite quede. - ¿ Y con qué letras estaba mareado vuelva la vida á una criatura humana, enese pañal? preguntó Monte -Christo. Con una H y con una N deba:o de cambio de la vida que he quitado á otro. — ¿ Y que hicisteis del niño ? preguntó una diadema de baron . Monte -Christo , era una carga 'bastantel - Creo , Dios me perdone , que os ser embarazosa para un hombre que tenia que vis de términes de blasón : jseñor Bertuc cio ! donde diablos habeis hecho vuestros , - Asi pues , di un instante tuve la idea estudios heráldicos? de conservarle conmigo . Pero yo sabial - A vuestro servicio , señor conderdon que habia en París un hospicio donde se de todo se aprende. huir . , recibian estas pobres criaturas . Alpasar - Continuad , estoy deseando saber dos por la barrera declaré haber hallado aquel cosas. niño en el camino, y me informé. El co - - ¿ Cuáles, Monseñor ? fre estaba allí y podia dar testimonio : los - Qué fué del niño; ¿no me habeis di panales de batista indicaban que el niño cho que era un niño señor Bertuccio ? pertenecia á parientes ricos ; la sangre del -- No, escelencia , no me acuerdo de ha que yo es aba cubierto podia pertenecerberos dicho nada de eso . lo mismo á la criatura que á cualquierall ¡ Ah ! creí haber oido . . .. . hien , me otra persona . No pusieron ninguna difi- habré enganado. cultad ; entonces me dieron las señas del - No os habe's engañado, porque efec Hospicio , que estaba situado en la calle tivamente era un niño; pero vuestra esce del Infierno. Y despues de haber tomado llencia desearia , segun me dijo , saber dos la precaucion de cortar el pañal en dos cosas, ¿cuál es la segunda ? pedazos, de manera que una de las dos le - - La segunda es el crimen de que fuis tras que lo marcaban envolviese el cuerpo, teis acusado cuando pediteis un confesor . del niño mientras que yo conservaria lally el abate Bosoni fué á veros á la prision otra , deposité micarga en el torno, llamé, de Nimes. y entonces fué cuando empecé á correrl - Tal vez durará mucho esa relacion , sin descansar. Quince dias despues estaba escelencia, de vuelta en Rogliano, y decia á Assunta .! - Qué importa ? apenas son las diez , - Consuélate , hermana mia , Israel ha bien sabeis que yo no duermo, y supongo muerto ; pero le he vengado . Igue tampoco vostendréismuchas ganas de Entonces me pidió la esplicacion de es- hacerlo . tas palabras, y le conté todo lo que habia Bertuccio se inclinó, y prosiguió su nar racion . 'pasado. 85 338 ALBUM . -Tanto para arrojar de mi imagina - lipida y una ejecucion vigorosa y determi cion los recuerdos que me asaltaban , cuan - nada. En efecto , una vez hecho el sacrifi to para ayudar a las necesidades de la po- cio de la vida , ya no es uno igual a los Tre viuda , me dediqué, con ardor al ofi- otros hombres, ó mas bien los otros hom cio de contrabandista . bres no son nuestros iguales, y uma vez Las costas del Mediodia estaban muy tomadaesta resolucion , siente uno aumen . mal guardadas , á causa de los contínuos tarse sus fuerzas y agrandarse su hori inovimientos que tenian lugar allí, ora en zonte . ..vignon , ora en Nimes , en Uzés . Nos --Filosofía tambien ? ; señor Bertuccio ! aprovechamos de esta especie de tregua interrumpió el conde ; pero vos de todo bile nos concedia el gobierno. Despues sabeis un poco. siel asesinato de mi hermano en las calles ---- Oh ! ; escelencial... --No , no ; solamente que la filosofía á si Nimes yo no habia querido entrar en 4 sia ciudad . De api resultó que el posa - las diez y media de la noche es un poco ro , con el cual faciamos nuestros ne - tardo. Pero no tengo otra observacion que i ucios , viendo que no queriamos buscarle haceros,atendido a que la encuentro exac i is buscó él á nosotros , y fundó una po- ta , lo que no se puede decir de todas las sida en el camino de Bellaguarda á Pel- Mosofías. faire , con el nombre de la posada del puen Mientras mas estensas eran mis cor 18 de Gani. Así teníamos, ya sea en Aguas puertas, ya en Martignes, ó en Bouc, una docen de casas donde depositábamos nuesfiras mercancías, y donde , en caso de ne ię zidad , hallábamos un refugio contra los aduaneros y los gendarmes. Este oficio de 1 MI Inici THE LO N 102 4 LUL rerías, mas provechos me producian. As sunta era el ania de casa , y nuestra peque ha fortuna se iba aumentando . Un dia que yó partia para una correria, dijo ella ; á tu vuelta de preparo una sorpresa . La interogué inutilmente. Nada quiso contrabandista produce mucho, cuando se decirme y parti . plica á él cierta inteligencia secundada del La correria duró mas de seis semanas : lgun vigor ; en cuanto á mí, yo vivia en is montañas, teniendo ahora que temer con doble razon de los gendarmes y adua teros , atendido á que toda presentacion habiamos estado en Luicques cargando aceite', y en Livuruz tomando algodones ingleses; nuestro desembarque se hizo sin ningun acontecimiento contrario ; realiza elante de jueces podia producir una pes- mos nuestros beneficios , y volvimos mas juisa , y esta pesquisa es siempre una es- gozosos que nunca . Al entrar en casa , la primer cosa que vrsion de lo pasado , y.en mi pasado po ví en el sitio mas descubierto del cuarto dia mostrar algo mas grave que algunos de Assunta , en una cuna suntuosa , relati igarros entrados de contrabando, ó bar vamente al resto de la habitacion , fué un riles de aguardiente circulando sin pagar viño de siete á ocho meses . Arrojé un gri derechos. Asi pues , prefiriendo mil vecesto de alegria . ti muerte á un arresto , hacia hazañas Los únicos momentos de tristeza que 1:sombrosas , y que mas de una vez , me habia esperimentado despues del asesinato probaron que el tener tanto cuidado con del procurador del rey, habian sido causa vi cuerpo es el único obstáculo que se opo- dos por el abandono de ese niño ; porque ne al buen éxito de aquellos de nuestros lo que es remordimientos por el asesinato proyectos que recesitan una decision r -Ino tuve pinguno. taglia 21002 ACRUM 359 La pobre Assunta todo lo habia adivina- seis años) , cl recino Basilio , que seguir đo; se habia aprovechado demiausencia, y las costumbres de nuestro pais, no encer . : con la mitad del paral, habiendo escrito , raða ni su dinero ni sus joyas, porque el para no olvidarlo , el dia y la hora en que señor conde lo sabe tan bien como nadie , fué depositado el niño en elhospicio, par- en Córcega no hay ladrones, elvecino Ba tió á Paris y fué á reclamarle . No la pu - silio se quejó á nosotros de que habia de. sieron ninguna dificultad, y el niño le fné sa parecido un luis de su bolsillo ; todos cre entregado . ¡ Ah ! confieso , señor conde , yeron que habria contado mal; pero el dijo que al ver á aquella pobre criatura dur- estar seguro de que le faltaba. Este dia miendo en su cuna, se me partió el co Benedetto habia Isalido de casa desde por razon , y algunas lágrimas cayeron de inis la manana , y estábamos sumamente in ojos. : : quietos , cuando por la noche le vimos ve - En verdad , Assunta , esclamé, eres'nir con un mono que se habia encontrado una buena muger, y la Providencia teben segun decia , encadenado alpie de un ár- decirá . bof. Hacia uu mes que yo no sabia que -- Lo que estais diciendo es mas even - cosa imaginar; no cesaba de pensar en un tual que vuestra filosofía , dijo Monte - mono . Un batelero que habia pasado por Christo , si bien es verdad quetodo consiste Rogliano , y que tenia muchos de estos en la fé. animales, inspiró sin dudaeste desgraciado - ;Ay escelencia ! repuso Bertuccio ; yo capricho. no sospechaba que este niño habia de ser - En nuestros bosques no hay monos, el encargado por Dios de mi castigo. Ja- le dije yo, y sobre todo encadenados:con más se declaró tan pronto una naturaleza |fiésamede donde te ha venido este. “ mas perversa , y no obstante no se podia Benedetto sostuvo su mentira , y la acom decir que estuviese mal educado , porque patīó de detalles que hacian mas honor a mihermana 'e trataba lo mismo que a un su imaginacion que á su veracidad :meir principe; era un muchacho de una fisonorité , y se echó à reir; le amenacé, y se re mia encantadora , con unos ojos de azúltiró dos pasos. claro ; únicarnente sus cabellos, de un ru - '- Ta no puedes pegarme, dijo , no tie bio muy vivo , daban á esta fisonomia 10nes derecho á ello , no eres mi padre. carácter estraño, que aumentaba la viva - Siempre ignoramos quien le reveló este . cidad de su mirada y la malicia de su son - fatal secreto , que con tanto cuidado le ha risa . Tambien es verdad que la dulzuradel biamos ocultado; en fin , de todos modos , su malre animó su; primeras inclina- esta respuesta en la cual el muchacho se ciones: el niño, por quien mi pobre her- revelaba abiertamente , 'me espantó casi: mana iba al mercado de la ciudad, situado mi brazo levantado volvió a caer sin tocar á cuatro ó cinco leguas de allí, para com - al culpable ; el muchacho triunfó , y esta prarle las primeras y mejores frutas y los victoria le dió tal audacia , que des de este vizcochos mas delicados , preferia las na- Imomento todo el dinero de Assunta , cuyo ranjas de Palma á las conservas deGenés, amor hacia él parecia aumentarse á medi las castañas robadas á su señor, mientras)da que era menos digno de él, se gastó en que tenia a su disposicion las castañas y caprichos. Cuando yo estaba en Rogliano, manzanas de nuestro jardin . las cosas marbaban bastante bien ; pero Un dia (apenas tenia Benedetto cinco óllapenas hube partido, Benedetto quedó 340 ALBUM . dueño de la casa , y desde entonces todoſ[Bertuccio , si hubiese sido mi hijo , ó á 10 % empezó a caminar mal. De edad de once menos misobrino , yo le hubiese correji años escasos, todos sus camaradas. Jos ha - do sus vicios . Pero la idea de que habia bia elegido entre jóvenes de dicz y ocho á matado al padre me hacia imposible toda: veinte años los peores sugetos de Bastia ; correccion ;,dí buenos consejos a mi her por algunos incidentes , la justícia nos ha - mana , que siempre tomaba la defensa del bia avisado repetidas veces.. desgraciado ; y como ine confesó que mu Yo estaba asustado : cualquier informe chas veces lé halian fältado sumas consi podia tener funestas consecuencias: justa - derables, le indiqué un lugar donde podia mente pronto me iba a ver obligado á sa - locultar nuestro pequeño tesoro. En cuan lir de Córcega para una espedicion importo á mi, mi resolucion estaba tonada. Be.. tante . Reflexioné largo tiempo , y con el nedetto sabia leer , escribir y contar per presentimiento de evitar grandes desgra fectamente, porque cuando por casualidad cias, me decidí.á llevar conmigo á Bene- él queria dedicarse al trabajo , aprendia: detto. Esperaba que la vida activa y labo- en un dia.lo que los otros aprendian em riosa del contrabandista , la disciplina se - una semana. Miresolucion , pues, estaba vera del Norte , cambiarian este carácter tomada ; yo pensaba emplearle de secre pronto á corromperse , si ya no lo estaba(tario en algun buque , y sin avisarle nada. completamente . hacerle venir conmigo unamañana y tras Llamé, pues , á Benedetto á parte y le portarle á bordo; de este modo, reco hice la proposicion de seguirme, rodeando mendándole al capitan todo su porvenir esta proposicion de todas las promesas quelfdependia de él. pueden seducir á un niño de doce años. Una vez dispuesto este plan, partí para : Me dejó hablar hasta el fin , y cuando Francia .. hube acabado , soltó una carcajada diciendo do :: Todas nuestras operaciones debian eje cutarse esta vez en el golfo de Lyon , y - ¿Estais loco , tio ? dijo, asi mellamabafestas operaciones eran cada vez mas diff cuando estaba de buen humor ; yo cambiar ciles, porque estábamos en 1829 la tran . la vida que llevo con la que vos llevais, mi quilidad reinaba por do quier , y por con escelente holgazanería por el horrible tra - siguiente el servicio de las costas era en bajo que os teneis impuesto . Pasar la no- toncesmasregular ymassevero que nunca . che al frio , el dia al calor; ocultarse sin ce- Esta vigilancia habia aumentado momen sar, recibir tiros sin cuento ; y todo esto por taneamente por la feria de Belcaire que ganar un poco de dinero ? Dinero tengo habia principiado. yo cuanto quiero ; madre Assunta me dál Nuestra primera espedicion se ejecutó todo el que le pido; bien veis , que seria sin ningun tropiezo . Amarramos nuestra un imbécil si aceptase lo que meproponeis barca que tenia un doble fondo, en el que Yo estaba estupefacto de esta audacia y ocultábamos nuestras mercancías de con de este razonamiento . Benedetto siguióju - trabando , en medio de una cantidad de gando con sus camaradas, y le vi á lo le - bateles que bordaban las dos orillas del jos mostrándome á ellos como á un idiota . Ródano desde Belcaire hasta Arlés. Lle - ¡Oh ! ; niño encantador ! murmurólgamos alli, empezamos a descargar nues Monte-Christo. tras mercancías prohibidas , y á hacerlas - Ah ! si hubiese sido mio , respondióllpasar por medio de las personas que esta - ÁLNEM . 311 Ban en relaciones con nosotros, o de po - 'mos con el primero siguieron con el se saderos, en casa de los cuales las ibamos|gundo; á este hombre fué'á 'quien yo iba depositando. Ya fuese que el buen éxito a pedir un asilo . nos hubiese hecho imprudentes , ya que -3 Y como se llama ese hombre ? pre fuésemos vendidos , una tarde, á las cinco guntó el conde que parecia volver á to y media , cuando volvíamos á comenzar mar algun interés en la relacion de Ber nuestros trabajos , uno de nuestros espiastuccio. Gaspar Caderousse , esta llegó azorado , diciendo que habia visto ún -Llamábase grupo de aduaneros , dirijirse hacia este ba casado con una muger del pueblo de lado. No era precisamente el grupo el que la Carconte, y que nosotros no conocia nos asustaba : á cada instante , sobre todo mos bajo otro nombre que el de su pue en este momento, compañías enteras' ron- blo; era una pobre muger atacada de una daban err las orillas del Ródano; pero eran penosa enfermedad que la iba llevando al las precauciones que segun deciá el inu - sepulcro . En euanto al hombre era un'ro chacho tomaban para no ser vistas. En un busto mancebo de cuarenta á cuarenta y instante estuvimos sobre pié ; pero ya era cinco años, que mas de una vez nos habia muy tarde : nuestra barca era evidente - dado en circunstancias apuradas pruebas, mente el objeto de las pesquisas , estaba de su presencia de espíritu y de su valor . rodeada . Entre los aduaneros“ví á algunos Y décis,preguntó Monte - Christo, que gendarmes , y tan tímido a la vista de es- estas cosas pasaban en el año ... tós como valiente de ordinario a la vista di Mil ochocientos veinte y nueve , se .. de cualquier otro cuerpo militar, descen- or conde . -¿En qué mes ? di á la sent na y deslizándome por una -En el mes de junio . tronera , me dejé caer en el rio , despues nade entre dos águas , no respirando sino Al principio ó al fin ? -EI 3 por la noche . á largos intérvalos, tan bien que sin ser visto llegué al canal que se dirije- desde -- Ah ! dijo Monte -Christo , el tres de Belcaire hasta Aguasmuertas. Una vez lle - fjunio de 1829 .... Bien , continuad. gado aqui, me había salvado , porque po A Caderousse , pues , era á quien te dia seguir sin ser visto este canal . No era nia que pedir asilo , pero como por lo re por casualidad y sin premeditacion por lo gulár no entrábamos en su casa por la que seguí este camino ; ya he hablado á puerta que daba al camino, resolvi no al vuestra escelencia de un posadero de .Ni- terar las costumbres ; salté el vallado del més que habia establecido una posada en jardin , me deslicé al través de los olivos y el camino real de Bellaguarda á Belcaire . de las higueras, y entré temiendo que Ca -Si, dijo Monte Christo ', me acuerdo, derousse tuvieșe algun viagero en su po ese hombre era tambien , si no meengaño, sada, en una especie de caramanchon en vuestro asociado. en el que mas de una vez habia pasado la - Eso es , respondiö Bertuccio ; pero noche tan bien como en la mejor cama. ? despues de siete ú ocho años habia cedido. Este camaranchon no estaba separado de su establecimiento á un antiguo sastre dela sala comun del piso bajo mas que por tabigne tablas separadas las Marsella que , despues de baberse arrui- un unas de lasde otras á propósito finpoco de que , á un nado en su oficio', quiso probar fortuna desde allí pudiésemos conocer el momento en otro. Ademas las relaciones que tenia - oportuno de presentarnos. 86 ALBUN . Mi intencion era, si Caderousse estaba nuestras manos . Mientras tanto ,caballero solo , avisarle mi llegada, cenar con él , y sentaos , si gustais, y como el tiempo está aprovecharme de la tempestad que se preg algo calucoso , os voy a traer algo con que paraba para llegar a las orillas del Róda refrescar. no y asegurarme de lo que habia sido de El joyero examinó con atencion el inte la barca y de los que la montaban . Me rior de la posada y la visible pobreza de deslicé , pues , en el caramanchon y me los que iban á venderle un diamante digno alegré no haber dado la señal , pues en el de un príncipe. mismo momento ví á Caderousse que en -Contad , señora , dijo , queriendo sin traba en su casa con un desconocido, duda aprovecharse de la ausencia de su Me agazapé alli y esperé, ao con la in- marido para que ninguna señal de parte de tencion de sorprender los secretos de mi este imbuyese en la muger , y para ver si huésped , sino porque no podia hacer otrafentrambas relaciones venian bien la una cosa ; ademas , diez veces habia sucedido con la otra . C - ; Oh , ya un caso semejante . Dios miol dijo la muger con El hombre que acompañaba á Cade. volubilidad, es una bendicion del cielo que rousse era evidentemente extrangero en enestábamos muy lejos de esperar. Imagi Mediodia de la Francia : era uno de esos naos, caballero, que mi marido tuvo rela Degociantes que vienen á vender joyas á ciones en 1814 6 1815 con un marino, lla la feria de Belcaire , y que , durante un mado Edmundo Dantes ; este pobre mu mes que dura esta feria , donde se reunen chacho á quien Caderousse habia olvidado mercaderes de todas las partes de Europa, completamente, no lo ha olvidado á él , y hacen algunas veces negocios de ciento le ha dejado al morir el diamante que aca bais de ver . cincuenta mil francos. Caderousse entró vivamente y el pri - Pero ¿ como llegó a ser poseedor de mero. ese diamante ? preguntó el joyero. ¿ Lete Viendo la sala vacia como de costum - nia cuando entró en la prision ? bre guardada solo por su perro , llamó ál - No señor, respondió la muger , pero su mujer. en la prision trabó conocimiento con un -¡Eh ! .... Carconta , dijo , el buen sa- inglés muy rico; y como cayó enfermo su cerdote no nos habia engañado ; el dia - compañero de prision y Dantés le cuida mante era bueno. como si hubiese sido su hermano , el in Una esclamacion de alegria se oyó , y glés, al salir de la cautividad , dejó al po casi al mismo tiempo la escalera crujió bre Dantes, que menos feliz que él, murió bajo un peso vacilante y pesado. en la prision , este diamante que nos legó -¿Qué es lo que dices ? preguntó mas a su vez al morir , y que encargó de entre pálida que una muerta . gardos al digno abate que vino esta maña -Digo que el diamante era bueno; aqu ; oa á cumplir con su órden . tienes al señor, uno de los primeros joye -Bien , las dos historias son las mismas , ros de París , que está pronto á darnos murmuró el joyero; y al cabo, bien puede cincuenta mil francos. Solamente para esser verdad aunque parezca inverosimil á tar mas eguro de que el diamante es nues primera vista . Solo resta convenirnos en el tro, me ha pedido que le cuente, como ya precio, con el cual no estoy de acuerdo , yo lo he hecho, e que manera vino all C -¿Como ! dijo Caderousse , yo creia ALBUX . 343 que habriais consentido en el precio que yodespues separando el cerco de oro que sus spedia . jetaba la piedra en la sortija , hizo salir al -Es decir , replicó el jejuto, que yo he diamante de su engaroe y lo pesó minu ofrecido cuarenta mil francos. ciosamente en las balanzas . —¿Cuarenta mil ! esclamó la Carconta ; - Daré hasta cuarenta y cinco mil fran no le daremos por ese precio . El abate noscos, dijo, pero no daré un cuarto encima; ha dicho que valia. cincuenta mil francos por otra parte , como esto es lo que valia solo el diamante . Ved diamante , no he tomado de 'casa mas -¿Y como se llama ese abate ? pregua- que esta sama. nó el infatigable joyero . -Oh ! eso no le hace , dijo Caderous Elabate Busoni. se , yo volveré con vos á Delcaire por los - Era un estrangero ! Hotros cinco mil -Era un italiano de los alrededores de No, dijo el platero devolviendo el ani Mantua, segun oreo . llo y el diamante á Caderousse : no , eso -Ensenadme ese diamante , repuso el no vale #nas, y aun ya siento haber ofre Joyero, véale yo por segunda vez , á ve - cido esa suma, atendido á que tiene la pie ces se juzga mal de las piedras á primera dra un defecto que yo no habia visto ; pe vista . ro no importa, no tengo rias que una pa Gaderousse sacé de sa bolsillo in es - labra,he dicho cuarenta y cinco mil fran Luchito negro , lo abrió y lo pasó al joyero.cos y no me desdigo. A la vista del diamante que era casi tan - Al menos volved á colocar eldiaman grueso como una nuez pequeñita, me te en la sortija , dijo la Garconta con acritud . - acuerdo como si lo estuviese viendo , los! - Justo es , dijo el platero ; y volvió á ojos de la Carconta brillaron de codicia . engarzar la piedra -Y vos , señor Bertuccio, ¿ qué pensa -Bueno, bueno, bueno, dijo Caderous bais de todo eso ? preguntó Nonte - Chris- se metiendo el estuche en el b Isillo , á to , dabais fé á esa fábula ? otro se lo venderemos. -Si , replicó el platero ; pero otro no -Sí, escelencia, yo no creía que Cade Tousse fuese un mal hombre ; y le creia hará lo que yo ; otro no se contentará con incapaz de haber cometido un crimen ó los informes que me habeis dado ; no es un roba natural que un hombre como vos tenga -Eso hace mas honor á vuestto cora- un diamante de cuarenta y cinco mil fran . zon que á vuestra esperiencia, señor Ber - cos; avisaré á los magistrados , tendrán duccio , ¿habiais conocido á ese Edmundo que buscar al abate Busoni ; y los abates Dantes de quien hablabais ? que dan diamantes de dos mil luises son - No, ėscelencia, jamas habia oido ha raros ; la justicia empezará por enviaros á blar de él hasta entonces , y solo otra vez la cárcel , y si sois reconocido inocente , si volvi á oir lamentar , despues de esto , allos sacan de la cárcel al cabo de tres o cua abate Busoni, cuando le vi en la cárcel de tro meses , la sortija se hrabrá perdido , o Nimes . bien os darán una piedra falsa que solo -Bien , continuad . valdrá tres francos en lugar de un dia El platero tomó la sortija de manos de mante que vale cincuenta mil. Caderousse y su muger se interrogaron Caderousse , y sacó de su bolsillo una pioza de acero y dos balanzas de cobre ;Icon una mirada. ÁLBIA . 314 - No , dijo Caderousse , no somos tanta ,es decir, una fortuna como yo quisiera ricos para poder perder cinco mil francos. tenerla , y aun no está contento ! - Como querais , amigo mio , dijo el : - ? Y los cuarenta y cinco mil francos platero ; sin embargo , como veis , habia dónde están ? preguntó Caderousse con voz traido buena moneda: ; ' as ; storm rorca ; įveáinos donde están ? . -- Y sacó de uno de sus bolsillos un pu . ñado de oro que hizo brillar á losdeslum - Aquí están,dijo el platero.";. i . Y contó sobre la mesa quince mil fran . brados ojos del posadero ; y del otro , un cos en oro y treinta mil en billetes de paquete de billetes de banco de Un rudo combate sufria en aquel mo- banco . 1., , ' saio beherau t o . .. - Esperad á qué encienda la lámpara , mento Caderousse ; era evidente que aquiel dijo la Carconta , ya no se ve muy bien y estuchito que daba vueltas en su mano no nos podriamos engañar.**** , * * * le parecia corresponder a la enormesu - En efecto , la noche se habia acercado ma que fascinaba sus ojos. . i durante esta discusion , y con la noche la Volvióse hácia su muger, y la dijó en tempestad que amenazaba Hacia una ho . . . . ra. Oíase gruwir sordamente el trueno a voz baja : ' " . Hikino. in riilo - ¿ Qué piensas tú ? : : " Hlo lejos; pero ni el platero ; ni Caderou3 - Dáselo, dáselo, dijo ella; si vuelve á se , ni la Carconta parecian ocuparse de Belcaire sin el diamante , nos denuncia - ello , poseidos como estaban los tres de una rá ; y segun él dice , quien sabe si padre varicia diabólica. ! mos encontrar al abate Busoni. Yo inisilid 'esperimentába una estraña moj Pues bien ! sea;dijo Caderousse, 10- fascinácion a la vista de todo aquel oro ý mad el diamante por cuarenta y cinco mil de los billefeś. Me parecia soñar , y como francos ; pero mimuger quiereuna cade- sucéde en un sueño,mesentia clavado en na de oro , y yo un par de hebillas de el sitio donde estaba . ' : . plata . : i Caderoussé contó y volvió á contar el El platero sacó de su bolsillo una ca oro y los billetes, después los entregó á sur jítá de plata larga y chata que contenia muger quie los contó y volvió a contar á muchos objetos de los que habian pedido . su vez. - Tomad , dijo , acabemos de una vez, Durante ' éste tiempo el platero hacia lbrillar el diamante á la luzde la lámpára , eleid . La muger eligió una cadena de oro que y el diamante arrojaba resplandores que podria valer cinco luises, y elmarido un le hacian olvidar los que , precursores de ce francos. -- ¿ Espero que no os quejaréis ? dijo el platero . - El abate habia dicho que valia cir - ventanas. - , Y bien ! jestí la cuenta cabal? pre guntó el platero . - Sí, dijo Caderousse , dame la cartera cuenta mil francos,murmuró sordamente y busca uo saco , Carconta . . . La Carconta se dirigió á un armario , y Caderousse. : ¡ Vamos, vamos! Qué honbre es es volvió con una vieja cartera de cuero de te , replicó el joyero sacándole el diamante la cual sacaron algunas cartas grasieatas de las manos; le doy cuarenta y cinco mil en lugar de las cuales pusieron los bille francos , dos mil quinientas libras de ren -ltes , y un' saco que contenia dos ó tres es 815 ALBON . cudos de seis libras que probablementel - fEntonces, buen viaje ! dijo Cade. componian toda la fortuna del miserable rousse. - Gracias, contestó el platero. matrimonio . - Ea ! dijo Carderousse , aunque nos Tomó su baston , y saltó . hayais dejado sin una docena de mil fran - En el momento en que abrió la puerta , cos tal vez , i queréis cena con nosotros ?Juna bocanada de viento entró por ella vio lentamente , y poco faltó para que apaga os lo digo con buena voluntad . - Gracias, dijo el platero,debe ser tar- se la lámpara . de y es preciso que vuelva á Belcaire, mil - Oh ! dijo; vaya un tiempo que va á muger estaria inquieta : sacó su reloj, hacer , y no será nada agradable caminar idiantre ! esclamo, las nuevei, y tardaré ahora dos leguas al despoblado . tres horas en ir á Belcaire. Adios , ami- - Quedaos, dijo Caderousse ; aquí dor gos mios, si vienen' por ahí mas abates |mireis. - Sí, quedaos, dijo la Carconta con voz Busoni, pensad ea mí. - Dentro de ocho dias ya no estareis en temblorosa ; os cuidaremos mucho. Belcaire , dijo Caderousse , puesto que la - No, es preciso que vaya a dormir á feria concluye la semana que viene. Belcaire . Adios . - No, pero eso no le hace ; escribidme Caderousse llegó lentamente hasta el à Paris á Mr. Joannés, Palais.Royal, ga : [ intel. lería de piedra , número 45 ; haré espre. samente un viaje si vale la pena . - No se ve el cielo ni la tierra , dijo el platero ya fuera de la casa ; zsigo la dere Oyóse de repente un trueno acompa - cha o la izquierda ? ñado de un relámpago tan violento , que - La derecha , dijo Caderousse , no os borró casi la claridad de la lámpara podeis perder,'el camino está limitado por - Oh ! ¡oh ! dijo Caderousse , zvais állárboles á entrambos lados. – Bueno, ya estoy, dijo la voz cuyo eco partir con ese tiempo ? - Yo no temoá lostruenos, dijo el pla- se habia perdido casi á lo lejos. tero . | - - Cierta la puerta ! dijo la Carconta , - ¿ Y á los ladrones? preguntó la Car- no me gusta la puerta abierta cuando conta . Ahora durante la feria no está el||truena . . camino muy seguro . - Y cuando hay dinero en la casa, 200 - Oh ! en cuanto a los ladrones, dijo es verdad ? respondió Caderousse dando Joannés, estoy preparado contra ellos. dos vueltas á la cerradura. Y sacó de su bolsillo un par de pistolas Entró , se dirigió al armario , retiró el saco y la cartera , y ambos se pusieron á cargadas hasta la boca. - He aquí, dijo', un par de cachorros volverbiálletcontar por la tercera vez su oro es . que ladran ly muerden al mismo tiempo : y sus billetes. los tengo destinados para los dos primeros Jamás he visto una espresion semejante que tengan ganas de poseer vuestro dia - lá la de aquellos dos rostros cuya codicia mante, tioCaderousse . Jiluminaba la lámpara. La muger sobre to . febril que la odiosa ; el temblor do estaba generalmente Caderousse y su muger cambiaron una lapimaba se habia aumenta mirada sombría . Parecia que al mismo do , su rostro se habia vuelto livido , sus tiempo habian tenido algun terrible pen - ojos hundidos brillaban en el fondo de sus órbkas . samiento . 87 . 346 ALBUM . - ¿Para'qné, preguntó ella con voz sør-| - - Quién sois vos ? , da, le ofrecístes que se quedase aquí á dormir ? .. . FiEh ! ¡ Qué diantrei Joannés, elpla tero ! .. . . . - ; Oh ! respondió Caderousse estreme- TiQué tal ! no decias tú antes , repli ciéndose , para....., para que no tuviese lacó la Carconta con una sonrisa inſerpa! , molestia de volver à Belcaire. .. sia que yo ofendią al þyep. Dios?....puesmi : iAhldijo la muger con una espre- ra , ese buen Dios nos le envial sion imposible de pintar, yo creía que era para otra cosa : i. " . Caderousse cayó pálido y desfallecido PDsobre su T şilla V .,, *1, 4377 - ;Muger ! imuger ! esclamó; Cade- La,Carconta , al contrario, se levantó y. rousse, ¿por qué tienes tales ideas? Y porſyendo a la puerta coa paso firme, la abrió. qué al tenerlas no las callas ?,,, mi - Entrad , querido señor Joannes, dijo : - Es igual,dijo la Carconta despues deſella . S jintoso un instante de silencio ; tú no eres un – ; A fé mia ! dijo el platero empapado homlire. Jen agua y, sacudiéndose ; parece que el . .. diablo no quiere que vuelva á Belcaire es --Cómo, esclamó Caderousse. - Situ hubieses sido un honbre, do ta noche.Nada, me habeis ofrecido hos liabria salido de aqui. . . . pitalidad , la acepto , y vuelvo a dormir - ;Muger ! Jen yuestra casa. . .. . . . . - bien no habria llegado a Belcaire. Caderousse murmuró algunas palabras - iMuger ! Jenjugándose el sudor que inundaba sp - El camino hace un recodo, tiene que frente .: i ft nga sta . seguir por él, mientras que junto al canal La Carconta cerró cuidadosamente y hay otro camino mucho mas corto . . con llave la puerta detras del platerc . -- Muger , tu ofendes al buen Dios.Mi- . . ra , escucha.... . . En efecto , oyóse un espantoso trueno almismo tiempo que un relámpago azu - . VI. ; : . .. LA LLUVIA DE SANGRE . ' Al entrar el platero arrojó una mirada lado inflamaba toda la sala , y un rayointerrogadora á su alrededor ; pero nada descendiendo rápidamente , pareció alejar- parecia inspirarle sospechas. se con sentimiento de la casa maldita . Caderousse tenia siempre su y oro y sus ---; Jesus! dijo la Carcontą santiguán- billetes entre sus manos. La Carconta se dose . mostraba risueña con su huésped lo mas En el mismo instante y en medio del agradablemente que podia . silencioso terror que sucede generalmen - - ¡ Ah ! ¡ah ! dijo el platero , parece to á la tormenta se oyó llamar precipita - que temiais no haber contado bien,zesta damente á la puerta . bais repasando vuestro tesoro despues de Caderousșe y su muger se estremecieron mi partida ?. . y se miraron espantados. . - No, dijo Caderousse , pero el acon - ¿ Quién vá ? esclamó Caderousse le- tecimiento que nos ha hecho poseedores rantándose y reuniendo en un montón el de él es tan inesperado que apenas pode cro y los billetes esparcidos sobre la mesa mos creerle , y cuando no tenemos a la el cual cubrió con ambas manos. livista la prueba material, creemos soñar . - Yo ! dijo una voz. El platero se sonrió . 347 ALBUM . ¿ Teneis viajeros en vuestra posada ? conta con una amabilidad que no le ora quibus nos habitual ni aun con los huéspedes ejne pa -. preguntó , .. . , 3 - 1 -- No , respondió Caderousse, np. duer-Igaban. meaqui nadie ; estamos muy cerca de la ciudad y,nadie se detiene en ella. Iba sobre ella una misada rápida como un - DiEntonces xoy 4 incomodaros liorria relámpagga't blemente !. vzemia , with Incomodarnos! . yos? -1ob ! no lo creaus, . De cuando en cuando Caderousse lanza apie pyn in gjay is !. . ioi La tempestad continuaba orga . . . . . - ¿ Ois?:cois ? dijo: la Carconta , biete habeis hecho á fé mia , co volver. . . Tileamus, donde me pondreis ? Lo cual no impide, diji). el platero ,, En el cuarto de arriba a la senye si durante mi cena se aplaca ese tern Pero no es, el yuestro ? ci ? ; poral, me vuelva a poner en camino , - ;Oh ! no importà , tenemos una șe - - Este es el mistral , dijo Cadrrousse gunda cama en la pieza que está al lado arroj, ndo un suspiro , y me parece que lo de esa.. ?; lostime t Caderousse miró á şų muger con asom bro. 11. Ri n n . is , El platero se acercé á calentarse á yn tenemos hasta mañana. i 10hl tanto peor para los que estén fuera , dijo el platero sentándose á la mesa . - Si, replicò la Carconta , mala noche poco de lumbre que habia encendido la pasarán . Carconta en la chimenea para secar á sul El platero empezó cenar , y la Carcon - huéspeder! ; ; . ta siguió prodigándole los cuidados mas Durante este tiempo,colocaba sobre una atentos ; si el platero la hubiese conocido esquina de la mesa donde habia estendido de anteniano, talcambio le hubiera asom una servilleta , los restos de una cena , lo brado , y no habria dejado de inspirarle cual acompañó de dos o tres huevos fres sospechas. . COS . En cuanto á Caderousse, no pronuncia Caderousse encerró de nuevo los bille - ba una palabra ; seguia paseando ypareci tes,en su cartera, su oro en un saco y to-lvacilar aun en inifar á su huésped . do en el armario . Paseábase por la sala Criando se hubo terninado la cena , Ca sombrio y pensativo, levantando de chan derousse fué el mismo á abrir la puerta . , do en cuando la cabeza sobre el platero Creo que se calma la tempestad, dij '. que estaba fumando delante del hogar , y Pero en este momento, como para des que a medida que se secaba de un lado mentirle , un trueno terrible estreineció la se volvia del otro . . . . casa , y una bocanada de viento mezclada i Aqui! dijo la Carconta , colocando de lluvia entró y apagó la lámpara. ' una botella de vino sobre la mesa ; cuan - Caderousse volvió a cerrar la puerta ; su do querais cenar todo está preparado . muger encendió un cabo de vela en laho -- ¿ Y vos ? preguntó Joannés . guera moribunda . - Yo, no cenaré, respodió Caderousse . ---Mirad , dijo al platero , debeis estar Hemos comido tarde , se apresuró á fatigado, ya he puesto sálanas limpias en decir la Carçonta . la cama, subid á acostaros y dormid bien . -- ¿Luego voy á cenar solo ? dijo el pla tera . Joapnés se quedó aun un instante para asegurarse de que el huracan no se calma - Nosotros os serviremos, dijo la Car-'ba, y cuando se cercioró de que el trueno ALDUI . y la lluvia crecian considerablemente , dió éste permanecia en la misma posicion , á sus huéspedes las buenas noches y subio vi estender un brazo hacia él y tocarle com la escalera . sur descarnada mano en : Ha frente . Pasaba por encima de mi cabeza , y yol yo Caderousse se estremeció . Me pareció sentia crujir cada escaloa bajo sus pasos . que la muges movia Tos lábios , pero seas La Carconta le siguió con una mirada que hablase bajo, é que mis sentidosestu ávida , mientras que al contrario Caderous- viesen embotados por el sueño , sus pala se le volvió la espalda sin mirarle. Dras, si las pronunció , no llegaron á mis Todos estos detalles que los recordé des oidos . Todo lo veia al través de una den pues de algun tiempo, no me chocaronen sa niebla , y con esa ducha precorsora del el momento en que los presenciaba : nada sueño, durante la cual se cree comenzar á : era para mi mas natural que lo que esta soñar . En fin , mis ojos se cerraron y que ba pasando, y escepto la historia del dia de completamente dormido . Estaba en lo mas profundo de mi sueño , mante que me parecia un poco inverosi cuando fui dispertado por un pistoletazo mil, todo lo encontraba fundado .. Así, pues , como estaba estenuado de fa- seguido de un grito terrible . tiga , resolvi dormir algunas horas y ale Algunos pasos vacilantes resoparon so jarme á media noche . bre el pavimento del cuarto y una masa Yo sentia en la pieza de encima al pła - inerte fué á rodar á la escalera, justamen tero hacer todas las disposiciones para pa- te encima de mi cabeza . sar mejor la noche . Pronto su cama crujió Aun no era yo dueño de mi.. Oiä gemi bajo su cuerpo . dos , muchos gritos aħogados como losque acompañan á uma lucha . Acababa de acostarse . Yo sentia que mis ojos se cerraban a pe Un último grito , mas prolongado que los sar mio, yo como no habia concebido nin - demas, y que se trocó en gemido, me sacó guna sospecha, no intenté luchar contra el completamente de mi letargo. sueño, y arrojé una última mirada á la Me levanté apoyado en un brazo , abré cocina . Caderousse estaba sentado al lado los ojos, que no distinguieron nada en las de una larga mesa , sobre uno de esos ban- tinieblas, y me puse las manos en la fren cos de madera que en las posadas de aldea, te, sobre la que me parecia que goteaba á reemplazan á las sillas, me volvia la espal través de las rendijas de la escalera una da , de suerte que no podia ver si fisono- Uuvia tibia у abundante . mia ; además , aun cuando hubiese estado Ek mayor silencio habia sucedido á este en la posicion contraria , me hubiera sido espantoso ruido . Oi los pasos de un hom tambien imposible; atendido a que tenia sa bre que andaba sobre la pieza que estaba cabeza sepultada entre sus dos manos . sobre mi cabeza ; sus pies hicieron crujir La Carconta le miró algun tiempo ; se la escalera , el hombre descendió a la sala encojió de hombros y fué.á sentarse delan - inferior , se acercó a la chimenea y encen te de él. dió una luz. En este momento la moribunda Nama encendió un monton de lena seca que an Este hombre era Caderousse. Tenia el rostro pálido y su camisa esta tes olvidára; un resplandor mas vivo ilu - ba ensangrentada . minó aquel sombrío interior. La Carconta Asi que hubo encendido el cabo de vela , tenia sus ojos fijos en su marido , y como subió Caderousse rápidamente la escalera , ALDEN . 349 En la cuarta habia quedado un larg y oſ de nuevo sus pasos rápidos é inquietos. Un instante despues volvió á bájár: lle - i cuchillo de cocina , del que no se veia mas vaba en la mano el estuche, se aseguró que el mango. Tomé la segunda pistola, que no se ha de que el diamante estaba dentro, buscó un instante en cual de sus bolsillos le guar- bia disparado , sin duda porque la pólvora daria ; y luego despues , do considerando se habia mojado . Me acerqué al platero ; efectivamente no el bolsillo bastante seguro , lo lió en su pañuelo encarnado que se ató al cnello . estaba muerto ; al ruido que hice, al ruido Despres corrió al armario , sacó de el de las tablas rotas sobre todo , abrió los sus billetes y su oro, metió los unos en el ojos, los fijó un momento en mí , movió bolsillo de su pantalon y el otro en los de los lábios como si quisiese hablar, y és un chaqneton; tomo dos ó tres camisas y piró . Este espantoso espectáculo me dejó casi lanzándose hacia la parerta, desapareció en la oscuridad. Entonces lo conocí todo cla- linsensato; desde el momento en que ya no ramente; me eché en cara lo que habia podia socorrer a nadie , no esperimentaba pa'sado como si yo hubiese sido el verda - mas necesidad que la de huir , ý me pré dero culpable; me parecia oir gemidos; el cipité á la escalera , arrojando un grito de desgraciado' platero podia no haber muer- terror. En la sala interior habia cinco ó seis to , talvez estaba en mi poder , socoriéndo le, reparar una parte del mal , no que ha- aduaneros ý dos ó tres gendarmes . Apoderáronse de mí ; yo no opuse nin bia hecho , sino que habia dejado de evi tar. Apoyé mi espalda contra una de aque- guna resistencia , no era dueijo de mis sen Jlas tablas tan mal unidas que me separa - tidos; procuré hablar , y solo pude lanzar ban de la sala superior. Las tablas cedie - algunos quejidos inarticulados. Ví que los aduaneros y los gendarmes fon y me encontré ya en la casa. Corrí á la lámpara y me lancé á lá es- me señalabar con el ;dedo ; á su vez me calera; un cuerpo lá atravesaba é impedia miré tambien, y estaba cubierto de sangre . Aquella lluvia tibia y abundante que ha el paso , era el cadáver de la Carconta . El pistoletazo que yo habia oido habia bia sentido caer sobre mí al través de los sido disparado á ella ; tenia la garganta escalones de la escalera , era la sangre de 1 atravesada de parte á parte , y a lemas de la Carconta '. su doble herida que desangraba á borbo Yo entonces mostré con el dedo ellugar tones, vomitaba sangre por la boca'. donde estaba oculto . -¿Que quiere decir ? preguntó un gen Estaba enteramente niúerta . Salté por encima de su cuerpo y pasé . darme. Un aduanero fué á vér lo que era . El cuarto ofrecia el aspecto del naš es Quiere decir que la pasado por aquí , pantoso desórden . Dos ó trés iriuebles ro daban por el suelo ; las sábanas, á las cua- respondió . Y mostró el agujero por donde efectiva les se habia agarrado el infeliz platero arrastraban por el cuarto; él mismo estaba mente habia yo pasado . tendido con la cabeza apoyada contra lail Entonces comprendí que me tomaban pared, nadando en un mar de sangre que por el asesino' ; recobré mi voz , recuperé salia de tres anchas heridas recibidas en el mis fuerzas; me desembaracé de las mano nos de los dos hombres que me sujetaban, pecho . 88 330 ALBUM . esclamando : ¡No he sido yo !.;no he si- cel diciendo que habia sabido que un pre so deseaba hablarle . Esto lo habia sabido Dos gendarmes me apuntaron con sus en Marsella y se apresuraba á compla do yo ! carabinas. cerme. - Sihacesunmovimiento , dijeron,eres Ya comprendereis con quéardor le re |eibí; le conté todo lo que habia .presen - Pero, esclamé, ros repito que no he ciado, le conté tambien la historia del dia muerto . mante ;. contra lo que yo, esperaba , era - Eso lo dirás á los jueces de Nimes , verdadera; contra lo que yo esperaba tam sido yo ! respondieron . Entretanto , síguenos , y si tien, creyó todo lo que le dije. Entonces quieres seguir nuestro consejo , no hagas fué cuando arrastrado por su dulce cari resistencia ninguga. Adad,habiendo yo conocido que estaba muy No era mi intencion esta ,estaba aniqui- enterado de las costumbres de mi pais , lado por el asombro y por el terror. Me pensando que el perdon del único crimen pusieron grillos, me ataron a la cola de un que habia cometido portia venir tal vez de caballo , y me condujeron á Nimes. sus labios tan caritativos, le conté, bajo el Habia sido seguido por un aduanero ;|sello de la confesion , la aventura de Au mehabia perdido de vista en los alrededo- tenil con todos susdetalles. Lo que yo ha res de la casa ; sospecho que pasaria alli labia hecho por arrebato obtuvo el mismo noche; fué á avisar á sus compañeros y resultado que si hubiese sido hecho por llegaron justamente en elmomento en que cálculo ; la confesion de este primer asesi sonó el pistoletazo para pillarme en medio nato que yo no estaba obligado á confe de tales,pruebas de culpabilidad; de modo sarle le probó que no habia cometido o que al momento comprendí eltrabajo que segundo , y se separó de ini encargándo Ine costaria hacer reconocer miinocencia . ſme que esperase , y .prometiéndome hacer Asi, pues, lo primero que pedi al juez todo lo que estuviera en su poder para de iostruccion fué qne buscase por todas convencer á mis jueces de mi inocencia . partes un cierto abate Busoni, que la ma- Pronto conoci que en efecto se habia ñana de aquel triste dia se habria detenido locupado de mí, cuando vi dulcificarse gra en la posada del puente de Gard . Si Ca- dualmente ini prision y cuando supe que derousse habia inventado una historia ; siſiban á reunir el tribunal para juzgarına, el abate no ex stia , seguramente era per- En este intervalo , la providencia per dido, á menos que Caderousse no fuese mitió que Caderousse fuese preso en el es preso á su vez y todo lo confesase. tranjero y conducido á, Francia . Todo lo Dosmeses pasaron , durante los cuales, confesó culpando á su muger de haberlo debo decirlo en alabanza de mi juez, se pensado y de haberle instigado. hicieron todas las pesquisas para hallar all! Fué condenado a un presidio perpétuo , abate que yo deseaba Yır. Ya habia per- y yo fuípuesto en libertad . dido toda esperanza. Caderousse no habial. Y entónces, dijo Monte -Christo , os sido preso . Iba á ser juzgado en la prime- presentasteis en mi casa con una carta del Busoni. ra sesion , cuando el 8 de setiembre, es labate --Sí, , tomó por mi un inte decir , tres ine es y cinco dias despues dellrés visiniescelencia des del rés visible ; vuestro estado de contrabar . acontecimiento , el abate Busoni, á quien dista os va á perder , me dijo ; si salis de yo ya no esperaba , se presentó en la cár-laquí, dejadlo . ALBUM . .. 351 Pero, padre mio , ¿ cómo quiereis quezon de madre . Llegó la noche, y le espei viva y que haga vivir á mni pobre her- rý sin acostarse. Cuando á Jas once entró mana ? con dos de sus amigos, compañeros de te – Uno de mis penitentes, më respon - das sus locuras, entonces Assunta le ter dió,me estima sobremanera, y meha en dió los brazos; pero se apoderaron de ella , cargado que le busque un hombredc con - y uno de los tres, creo que fué ese infef fianza . ¿ Quereis ser ese hombre ? os diri - nal Benedetto , dijo : - Señores , atormentemósla .para ver si ~ ; Oh ! padre mio , esclamé,., cuánta nos dice donde tiene el dinero . , bondad Justamente el vecino Wasilio estaba en - ¿ Pero me jurais que no tendré nun - Bastia , su muger únicamente estaba en la - giré á él. *ca que arrepentirme? casa . Ninguno, escepto ella , podia ver vi Entonces estendí la mano.para hacer elloir lo que pasaba en casa de mi herma ..juramento . na; dos detuvieron a la pobre Assunta : - Es inútil , dijo , conozco y amo á los queno pudiendo creer en la posibilidad de corsos , tomad mi recomendación . tal crimen , se sonreía ; el tercero fué á Y escribió algunos reuglones que yo os barricar puertas y ventanas, despues vol'entregué, y por los cuales vuestra esce vió, reunidos los tres, ahogando los gritos lencia tuvo la bondad de tomarme á su que el terror la arrancaba ante estos prer servicio. Ahora , lo pregunto con orgullo parativos mas graves , acercaron los pies á vuestra escelencia , ¿ha tenido nunca al de Assunta al braşero para ver si con el llograban-saber donde tenia oculto nuestro guna queja demi?... - No, respondió el conde, y lo confieso pequeño tesoro ; pero en medio de la lu con placer, sois un buen servidor, Bertuc- cha prendió el brasero fuego á sus vesli - cio , aunque sois poco amigo de confiaros dos; entonces soltaron a la pobre paciente para no quemarse ellos. Gon sus vestidos inflamados corrió a la puerta ; pero estaba - Sí, vos. ¿ Cómo es que teneis una cerrada. Lanzóse hacia la ventana , pero hermana. y un hijo adoptivo, y nunca me estaba barricada. Entonces la vecina oyó habeis hablado del uno ni del otro ? gritos espantosos ; era Assunta que pedia con otro . - Yol señor conde. - Ay ! escelencia ,es que aun me que socorro . Pronto se ahogó su voz ; los gri da por contaros la parte mas-triste de mí tos se trocaron en gemidos, y al dia si vida. Partí á Córceg . Tenia muchos de- Iguiente, despues de una noche de terror seos de ver y de consolar á mi pobre her y de angustias, cuando la muger de Wa mana ; pero cuando llegué á Rogliano ha silio se atrevió á salir de su casa y mandó llé la casa vacía ; habia pasado una esce - abrir la puerta de nuestra casa por el juez, na horrible , de la cual conservan aun me- encontraron á Assunta medio quemada , moria dos vecinos;mi pobre hermana, se pero respirando aun ; los armarios abiergun mis consejos, resistia á las exigencias tos, y el dinero habia desaparecido. de Benedetto que queria le diese á cada . En cuanto á Benedettoysalió de Rog lia . instante el dinero que habia en la casa. no para no volver á él jamás : despues de Una mañana la amenazó y desapareció este dia no le he vuelto á ver y tampoco durante todo el dia . La pobre Assunta llo - he oido hablar de él. ró porque tenia por el iniserable un cora - Despues de haber sabido estas noti 352 ALBUM . cias, prosiguió Bertuccio , fué cuando me - Bien ! sea , dijo Bertuccio. Todo lo dirigí á vuestra escelencia. No tenia que que pido únicamente al cielo esno volver. hablaros de Benedetto , puesto qae habia le á ver jamas. Ahora , continuó ef ma desaparecido , ni de mi hermania , puesto yordomo bajando la cabeza , todo lo sa que había muerto . beis, señor conde: sois mijuez en la tierra - ¿ Y qué habeis pensado de ese acon - como Dios lo será en el cielo , ¿ no me tecimiento ? preguntó Monte- Christo . . direis alguna palabta de consuelo ? - Queera el castizodef crimen que ha- - Teneis razon , en efecto , y puedo de bia cometido , respondió Bertuccio . 7.3h1ciros lo que os diria elabate Busoni. Ese esos Villefort, son una raza mallita . á quien habeis dado muerte , ese Villefort - Lo creo, murmuró elconde cotiacen - merecia un castigo por lo que á vos osha ||bia hecho y tal vez por otra cosa . Bene to lúgubre - Y ahora', replicó Bertuccio', vuestra detto , si vive, servirá como os he dicho, escelencia comprenderá que esta casa que para alguna venganza divina , después se no he visto hace tanto tiempo , que este rá castigado a su vez. En cuanto á vos, jardin donde me he encontrado de repen - en realidad , no teneis que echaros én te , que este sitio donde he matado á tm cara mas que una cosa ; ipreguntaos por hombre , han podido causarme estas som - que, habiendo salvado la vida á ese niño, brias emociones, cuyo origen habeis que- no le devolvisteis á su madre ! ahí está el rido saber , porque al fin yo no estoy se- crimen , Bertuccio . guro de que aqui, delante de mi, no esté - Si señor ; ahi está el crimen y el ver enterrado el señor de Villefort en la fosa dadero crímen , porque he obrado muy que él mismo cavó para su hijo . maſen eso ; Una vez devuelta la vida alni - En efecto , todo es posible , dijo Mon - no, no tenia más que una cosa que há te -Christo levantándose del banco donde cer, enviarle a su madre . estaba sentado; aun cuando', añadió mas. Pero para eso tenia que hacer pesquí bajo , el procurador del rey no hayatmuer- sas , llamar la atencion , entregarme tal to . El abate Busoni ha hecho bien en envez; no he querido morir ; deseaba la vi viaros á mi. Vos habeis hecho muy bien !da por mihermana , por“mi amor propio en contarme vuestra historia , porque ya de salir victorioso de una véüganza; ylue. no tendré malos pensamientos respecto á go después, tal vez deseaba la vida por el este negocio . En cuanto a ese Benedetto , mismo amor á la vida. ¡ Oh !' yo no soy tan mal nombrado , eno habeis procurado tan valiente conio mi hermano ! saber su paradero , ni lo que habrá sido de él? Bertuccio ocultó su rostro entre sus mā nos, y Monte -Christo fijó sobre él uña Jamas. Si yo hubiese sabido donde larga é indefinible mirada , después de un estaba , en lugar de ir á buscarle , hubie instante de silencio , mas solemne aun por ra huido de él como de un monstruo . No. la hora y el lugar. felizmente , jamas he oido hablar de él : - Para terminar debidamente esta con espero que habrá muerto . ferencia que será la última sobre estás - No lo espereis, Bertucció, dijo el con - aventuras", señor Bertucciv , dijo el conde de : los malos no mueren asi, porque Dios con un acento de melancolia que no le parece protejerlos para hacerlos instru - cra habitual; conservad bien mis palabras, Ivarias veces las he oido pronunciar alaba . . mentos de sus venganzas. ALBUM 353 te Busoni: todo mal tiene dos remedios ,! El carruage tomó el camino de Paris. el tienipo y el silencio . Ahora, señor:Ber- La misma noche, cuando llegó á la ca tuccio , dejadme pasear un instante porsa de los Campos Eliseos , el conde de este jardin . Lo que tanto os afecta á vos , Monte -Christo visitó toda la habitacion actor de esa terrible escena , será paramicomo hubiera podido hacerlo un hombre una sensacion casi dulce y que dará doble familiarizado con ella despues de muchos precio á esta propiedad . Los árboles , se - anos; ni una sola vez abrió una puerta por jor Bertuccio , no gustan sino porqueha - otra, y no siguió ni una escaleraniun cor cen sombra , y la sombra no gusta sino redor que no le condajese donde que porque está llena de fantasmas y visiones.fria ir . Por eso he comprado un jardin creyendo Ali le acompañaba en esta revista noc Comprar un simple huertecillo rodeado deturna. El conde dió á Bertuccio muchas cuatro tapias y pada mas: de repente este órdenes para el adorno ó la nueva distri huertecillo se trueça en un jardip lleno de bucion de las habitaciones, y sacando su fantasmas que no están en el contrato .... reloj , dijo al negro : Ahora , pues , á mi ine agradan las fan - -- Son las once y media , Haydée no tasmas ; nunca he oido decir que los muer-Ipuede tardar en llegar. ¿ Habeis mandado tos hayán hecho en seis mil anos tanto da- avisar á las camareras francesas ? ño como los vivos en un solo dia . Volved Alì estendió la mano hacia la habitacion á la casa , señor Bertuccio , y dormid en destinada a la bella griega , y que estaba paz. Si vuestro - confesor en el inomento de talmodo aislada que ocultando la puer supremo es menos indulgente que lo fuéta detrás de una colgadura se podia visitar el abate Busopi, maudadme llamar, si toda la casa sin sospechar que hubiese allí aun existo en el mundo , y os diré pala - un salon y dos cuartos habitados . Ali, re bras que mecerán dulcemente vuestra al petimos, estendió la mano hacia la habita ma en el momento en que esté pronta á cion , señaló el número tres con los dedos ponerse en camino para hacer ese rudo de su mano izquierda, y sobre la palına de viaje que llaman la eternidad . esta misma mano , apoyando su cabeza , Bertuccio se inclinó respetuosamente cerró los puños. ante el conde, y se alejó.Janzando suspiro . - ¡ Ah ! dijo Monte -Christo acostum Monte -Christo se quedó solo , y dando brado á estc lenguaje , son tres y esperan cuatro pasos hacia adelante , murmuró: en la alcoba, i no es verdad ? - Aqui, junto á ese plátano, la fosa donde fué depositado el nilio : alli abajo la -- Si, espresó Ali bajando la cabeza . La señora estará fatigada esta noche , puertecita por la cual se entraba aljardin , continuó Monte- Christo , y sin duda quer en aquel ángulo la escalera oculta que rá dormir ; que no la hagan hablar; lasca conduce á la alcoba . No creo tener nece - mareras francesas no harán mas que salu sidad de escribir esto en mi cartera , por -ldar á su nueva señora y retirarse; velareis , que aqui tengo á mivista, á mi alrededor , porque la criada griega no se comunique á mis el plan deen dar relieve. Y elpies, condetododespues una últina con las camareras Irance as. vuelta por el jardij , fué á buscar su car - Ali se inclinó. ruage. Bertuccio que le veia pensativo , su A p : co tiempo se oyó dar voces como de bió sio decir nada sobre el pescante al lado anuncio á la reja , esta se abrió , un carruaje · del cocheru. Irodó por la calle,de árboles y se paró de 89 351 -ALBUK . lante de la escalera : El conde bajó de su Mientras tanto este hombre consideraba cuarto para recibir á la persona que salia con una atencion tan minuciosa , que cast del carruaje , y dió la mago á una jóvenera ya impertinente, el esterior de la casa , envuelta en una especie de capuchon de lo que se podia distinguir del jardin y de seda verde bordado de oro que la cubria la librea de algunos criados que iban y ve la cabeza . La jóven tomó la mano que la nias de un lado a otro. La mirada de este presentaban, la besó con cierto amormez hombre era viva, pero astota : sus lábios clado de respeto , y algunas palabras fue eran tan delgados que mas bien que salir , ron cambiadas con ternuran de parte de la entraban en su boca : en fin . lo prominente jóven , y con una dulce gravedad de parte de los pómulos, señal infalible de astucia ; del conde de Monte - Christo. su frente achatada , todo contribuia á dar Entonces, precedida de Alí, quellevaba un carácter casi repugnante á la fisonomia una antorcha de cera color de rosa , la jó - de este personaje , muy recomendable a los ven que no era otra que la bella griega , ojos del vulgo por susmagníficos caballos, compañera ordinaria de Monte -Christo en el enorme diamante que llevaba en su ca Italia, fué conducida á su habitacion , y po- misa y la cinta encarnada que se ostendia co despues el conde se retiró al pabellon de un ojal á otro de su frac. que le estaba reservado. El lacayo llamó á los cristales del cuarə · A las doce y media de la noche todas to del portero y preguntó : las luces estaban apagadas en la casa , y - ¿No vive aqui el señor conde de Mon hubiérase podido creer que todos dor- te -Christo ? mian . VII. | Aqui vive S . E ., respondió el porte fro , pero. .... y consultó á Alí con una mi EL CREDITO ILIMITADO. frada . Aldia siguiente , á las dos de la tarde , una carretela tirada portresmagníficoscaballos ingleses, se paró delante de la puer Alí hizo una seña negativa. - ¿ Pero que ? .. preguntó el lacayo . - Pero S. E . no está visible , repondió ta del palacio de Monte -Christo ; un hom - el portero . bre vestido con un frac azul, con botones - En este caso , tomad la targeta de mi de seda del mismo color, un chaleco blan -llamo, el señor conde Danglars. La entre co adornado de una enorme cadenadeoro, gareis al conde de Monte - Christo . y le di y un pantalon color de nuez, con unos ca - réis que al ir a la cámara mi amo se tra bellos tan negros y peinados de modo que detenido para tener el honor de visitarle . descendian tanto sobre las cejas, quesehu - - Yo no hablo á S . E ., dijo el portero ; biera podido dudar fuesen naturales, tan \su ayuda de cámara desempeñará la comi en poca armonia estaban con las arrugassion . inferiores que no podian ocultar; un hom - El lacayo se volvió al carruaje. bre en fin de cincuenta á cincuenta y cin - . - ¿ Y bien ? preguntó Danglars. co años y que queria aparentar cuarenta ; El lacayo , bastante avergonzado de asomó su cabeza por la ventanilla de sulla leccion que habia recibido , llevó á sis carretela , sobre cuya portezuela estaba amo la respuesta que le diera del portero . pintada una corona de baron , y mandó ál. – ; Oh ! dijo Danglars, i es algun prin) su lacayo que preguntase al portero si es- cipe ese caballero para que le llamen es taba en casa el conde de Monte Christo . Icelencia y para que solo su ayuda de cá ÁLBUN . . 353 mara pueda hablarle ? No importa ; puesto||hubiera creido 'pader 'encontrar ni en su que tiene un crédito contra mí, será me- voż nien su rostro . Tú no entiendes mús nester que yo le vea cuando quiera di- ſoho de caballos ingleses . La serenidad volvió á Jas facciones de nero. . Y Danglars se recostó en el fondo desu Ali. carruaje gritando al cochero de modo quel – Señor condel, dijo Bertuccio , los can pudieran oirle del otro lado del camino . : - ; Ala cámara de los diputados ! ballos de que me hablais no estaban de venta . Al través de una celosia de su pabellon , Monte -Christo se encogió de hombros. el conde deMonte -Christo, avisado á tiem - - Sabed , señor mayordomo, dijo , que po, habia observado al baron con la ayuda todo está siempre de venta para quien lo deunos escelentes anteojos con no menos paga bien . atencion queel señor Danglars habia pues. El señor Danglars los pagó á diez y seis to en examinar la casa , el jardin y las li - mil francos , señor conde. - Pues bien , se le ofrecian treinta y breas. - Decididamente, dijo con un gesto de dos mil ; es banquero y un banquero no disgusto haciendo entrar los tubos de sus desperdicia nunca una ocasion de duplianteojos en las fundas de marfil., decidi- car su capital. damente es una criatura fea ese hombre ; - Habla formalmente el señor conde? como se reconoce en él á primera vista preguntó Bertuccio . ' á la serpiente de frente achatada , y al El conde miró almayordomo asombra buitre de cráneo redondo y prominente 1 do de que se atreviese á hacerle una pre - . Alil gritó y dió un golpe sobre el tim - gunta . bre . | -- Esta tarde, dijo , tengo que hacer und Ali se presentó . - Llamad á Bertuccio visita ; quiero que esos dos caballos estén uncidos á mi carruage con unos arneses En este momento entró Bertuccio . Quevos. - Preguntaba por mi vuestra escelen - Bertuccio se retiró saludando , y junto Já la puerta se paró. cia ? dijo elmayordomo. - Si señor, dijo el conde. ¿Habeis vis — ¿A qué hora , dijo , piensa hacer esa to los caballos que acaban de parar delan- visita su escelencia ? - A las cinco, dijo Monte -Christo . te de mipuerta ? - Seguramente , escelencia , son her - - Haré observar á vuestra escelencia , mosos. replicó timidamente el mayordomo, que - - ¿ Y cómo es posible , dijo Monte -Chis- son las dos. to frunciendo las ceja i, que cuando os pe- - Losé, se contentó con responderMon di los dos cabalos mas hermosos de Paris, te -Christo : volviéndose despues hacia Ali. haya en Paris otros dos tan hermosos como Haced pasar todos los caballos por de losmios, y que no estén en mi cuadra ? ante de la señora , dijo , que ella esco . Al fruncimiento de cejas y á la severallja el tiro que mejor le convenga , y que entonacion de esta voz, Ali bajo la cabeza memande decir si quiere comer conmigo. y paliceció . En este caso se servirá la comida en su - No es culpa tuya , biren Ali, dijo en habitacion , marchad ; cuando bajeis me árabe el conde con una dulzura que no selenviareis al ayuda de cámara. 356 ALBUM Apenas habia desaparecido Ali, el ayu-lpierden necesariamente este dinero , que da de cámara entró. . . . (recae en provecho de los que se quedan , - Señor Bautista , dijo el conde , hace y que tendrán derecho á ella despues de un alio que esta is á mi servicio ; este es el mimuerte , Ya hace un año que estais en tiempo de prueba que yo impongo á mis mi casa ; vuestra fortnna ha empezado , criados : me convenis . continuadla . . . . . . Estas últimas palabras pronunciadas de Bautista se inclinó . - Ahora resta saber si yo os convengo. lante de Alí que permanecia impasible , ViOh ! ; setior conde ! se apresuró á atendido á que no comprendia uña pala decir Bautista . bra de francés , produjeron al señor Bau - Escuchad hasta el fin , repuso elcon - tista un efecto que comprenderán todos los de. Vos ganais quinientos francos al año ; que han estudiado un poco la fisiologia del es decir , el sueldo de un oficial que todos criado francés. Procuraré conformarme en todo con los dias arriesga su vida; teneis una mesa) como la desearian muchas jefes de ofici- los deseos de vuestra escelencia , dijo ; por na , infinitamente ,mas ocupados que vos, otra parte tomaré por modelo al señor Alí. ;Oh ! no , no , dijo el conde con una criados que cuiden de vuestra ropa y del vuestros efectos. Ademas de vuestros qui- frialdad de mármol, Aki tiene muchos de nientos francos de sueldo , me robais con fectosmezclados con sus cualidades; no le las compras de mitocador y otras cosas... tomeis por mudelo porque Ali es una es in cepcion ; no tiene sueldo, no es un criado, otros quinientos francos al aio. - ¡ Oh ! escelencia . S i esmi esclavo, es. .. mi perro ; si faltase á - No me quejo no de ello ; señor Bau - su deber, no le echaria de nii casa , pero tista , es muy justo ; sin embargo deseo si le mataria . que eso se queue así; en ninguna parte en -| Bautista abrió desinesuradamente los contrarias un puesto semejante al que os ojos. ha dado la buena fortuna. Yo jamásmal-! - ¿ Lo dudais ? dijo.Monte -Christo . trato á mis criados, no juro nunca, no me Y repitió en árabe á Ali las mismas pa encolerizo, perdono siempre un error, pe- l»bras que acababa de decir en francés á ro nunca un descuido ó un olvido. Mis Bautista . órdenes son generalmente cortas , pero Ali las escuchó, se sonrió , se acercó á claras y terminantes ; mejor quiero repe su amo, hincó una rodilla en tierra , y le tirlas dos veces y aun tres, que verlasmal besó respetuosamente la mano . interpretadas. Soy bastante rico para sa - Esta pantomima que sirvió de leccion á Ver todo lo que quiero saber , y soy muy Bautista , le dejo sumamente estupefacto . curioso, os lo prevengo. Si yo supiese que El conde hizo una seña á Bautista de vos habeis hablado bien o maldemi, co- que saliese y á Ali de que le siguiese. : mentado mnis acciones, procurado saber Ambospasaron á su gabinete , y alli ha . . ini conducta , saldriais de mi casa al ins- blaron largo tiempo. tante , jamás advierto las cosas mas que A las cinco , cl conde dió tres golpes so . bre su timbre. Un golpe llamaba à Ali , una vez, ya estais advertido, ¡ idos ! A propósito, continuó el conde, olvida- dos á Bautista , y tres á Bertuccio . ha deciros que cada año separo cierta su - Elmayordomo entró. ma para mìs criados. Los que despidol - Mis caballos, dijo Monte - Christo . 357 ALBUH . -- Están en el carruaje , escelencia , - Lamisma noche que salimosde Mar replicó Bertuccio . Acompaño al senior sella, la ví darse á la vela . . ¿ Y eelneyacht? nt tiene orde conde ? -- No, el cochero , Bautista y Ali, nada'en M--arEltiyacht ticne orden de permanecer mas. s ncido á El conde descendió y vióió ,, iuncidos — ; Bien ! os entendereis de cuando en su carruaje , los caballos que habia admi. cuando con los dos patrones que la man rado por la mañana en el carruaje de dan , a fin de que no se duerman . - Yen cuanto al barco de vapor... Danglars. Al pasar junto á ellos les dirigió una ojeada . - En efecto, son hermosos, dijo , y ba-' - Qué está en Chalons? - Sí. -- Las mismas órdenes que para los beis hecho bien en comprarlos, pero ha si.. otros dos buques. ; Bien ! do un poco tarde. - Escelencia , dijo Bertuccio , mucho . - Alpunto que esa propiedad esté com trabajomeha costado poseerlos, y me han prada , tendré tiros preparados de diez en diez leguas , en el camino del Norte y en costado muy caros. -- ¿ Son por eso menos hermosos los el camino del Mediodia . caballos ? preguntó el conde encogiéndose - Vuestra escelencia puede contar con de hombros. migo. - i'vuestra escelc' cia está satisfecho . El conde hizo un movimiento de satis dijo Bertuccio , no hay mas que decir : faccion, bajó los escalones, saltó á su car ruaje , que, arrastrado al trote por elmag . -- A la calle de la Chaussée d`Antin , á nílico tiro,no se detuvo sino delante de la casa del banquero. casa del baron Danglars. Esta conversacion pasaba en medio de Danglars presidia una comision nom la escalera . Bertuccio dió un paso para ba- brada para un camino de hierro , cuando i dóvde va vuestra escelencia ! le anunciaron la visita del conde de Mon jar primero . . . - Esperad , dijo Monte- Christo 'dete - te -Christo . Por otra parte la sesion estaba niéndole . Necesito una tierra en las ori- finalizándose. Blas delmar, en Normandia , por ejemplo , Al dir el nombre del conde, se levantó . entre el Havre y Boloña, Os doy tienipo : - Selìores, dijo dirigiéndose á sus cole . como veis . Tambien seria necesario que gas, de los cuales muchos eran respetables esta adquisicion tuviese un peqireiio puer -Imiembros de una ú otra cámara : perdo . to, una pequeña bahía , donde pudiese en - nadme si os dejo así, pero imaginaos que trar y poder estar mi corbcta : el buque la casa Thomsson y French de 1:oina,me estará siempre pronto á darse al mar á dirije un cierto conde de Monte- Christo , ciralquier hora del dia 6 de la noche que abriéndole en micasa un crédito ilimitaa á mi ne plazca hacer la serial. Os infor- do. Es la broma mas chistosa que han he una propiedad con las condiciones que os tranjero . Ya comprendereis, esto me picó visitar . la curiosidad , me pasé esta manana por l'splico ; cuando sepais algo iréis á visitar la , y si os agrada la comprareis en vues casa del pretendido conde ; si era un ver . tro nombre. La corbeta debe estar en ca dadero conde, ya os figurareis que no se mnino de Fecamp, i no es así ? maréis en casa de todos los notarios , de cho conmigo mis corresponsales del es 90 ALBUH . ria tan rico. El señor condo no estaba vizi - Escusadme caballero, dijo, si no os tie sible . ¿ Qué os parece ? -,no son manerasiſdado el titulo bajo el cual me habeis sidb de un príncipe o de una linda señorita lastanunciado ; pero , bien lo sabeis , vivo en del condede Monte -Christo ? Por otra pår- tiempo de un gobierno popular, y yo soy 338 te , la casa situada en los campos Elíseos , un representante de los intereses delpueblo . uele perpero vayal endo con su ast cus- ja tos otros, tampoco To Danglars; me de la y que le pertenece , me ha parecido bas- | -- De suerte , respondió Monte - Christo , tante bien . Pero vaya ! un crédio ilimita - Ique conservando la costumbre de haceros do , añadió Danglars riendo con su astuta |llamar baton , habeis perdido la de llarnar sonrisa , hace exigente al banquero en ci - á los otros conde. ya casà es abierto el crédito . Tengo de- Ah ! tampoco lo trago conmigo, res seos de ver á nuestro hombre. No saben pondió candidamente Danglars ; me han aun con quien van á dar, rah ! ;ah ! nombrało baron y hecho caballero de la Al acabar estas palabras dichas con un legion de honor por algonos sérvicios ; énfasis que hinchó las narices del baron , Ipero ..... éste se separó de sus colegas y pasó á 'unt = Pero habeis -abdicado vuestros títulos salon tapizado de satin "con esculturas do- como hicieron otras reces MM . de Mont radas, y del cual se hablaba mucho en la morency y de Lafayette. ;ah ! ese es un Chaussée de Antin . fbuen ejemplo , caballero . Aquí mands introducir al conde para No tanto , replicó Danglars embarà deslumbrarlo del primer golpe. Izado; pero ya comprendeis , por los cria El conde estaba en pié , contemplando dos .... algunas copias de Albano y del Fattoré, - Si, si , os llamais monseñor para los que habia "hecho pasar al banquero por criados; para los periodistas, os Hamais originales , y que pegaban muy mal con caballero , y para los del pueblo ciudada los adornos dorados y de diferentes colo - no. Esas son medidas muy aplicables af res del techo y de los ángulos del salon , gobierno constitucional. Al ruido que hizo Danglars al entrar, l. - Comprendo perfectamente . We el conde se volvió . Danglars se mordió los labios ; vió gives Danglars saludo ligeramente con la ca no podia en este terreno con Monte -Chris . beza, é hizo sena al conde de que se sen - ta , y procuró hacer volver la curestion ül tase en un sillon de madera dorado con terreno que le era mas familiar. forro de satin blanco bordado de oro. T - Señor conde , dijo jaclipándose , he El conde se sentó . recibido unacarta de aviso de la casa Thom -- ¿Es at señor conde de Monte-Christo son y French . á quien tengo el honor de hablar ? - ¡ Oh ! señor baron , permitidme que - Y yo , replicó el conde zal señor ba - os llaine como lo hacen vuestros criados ron Dangiars , caballero de la legion de es una mala costumbre que he adquirido honor , miembro de la cámara de los di- en paises dondejustamente no hay barones putados ? porque aun no se han creado ; con que es Monte -Christo hacia la nomenclatura decir que no tendeé necesidad de presen de todos los títulos que habia leido en la tarmie yo mismo, lo cualsiempre es emba a targeta del baron . razoso. ¡ Deciais que habiais recibido una 6Danglars sintió la pulla y se mordió los carta de aviso ! labios. - Si, respondió Danglars, pero os con . ALBUM. 359 tieso que no he comprendido bien el sen -f'dispuesta a hacer locüras, la casa Dans 1. glars no lo está á seguir su ejemplo . - ; Bahı - ¿Como, señor conde ? - Y aun habia tenido el honor de .pa- - Si, sin duda alguna: los señores Thom “ sar á vuestra casa para ipediros esplica - son .y French hacen los negocios sin cifras; tido. pero el señor Danglars tiene un límite para ciones. - Decid , señor baron , os escucho, y los suyos ; es un hombre prudente , como decia hace poco. . . not - ¡Caballero! respondió orgullosamen - Esta carta , repuso Danglars , la ten 'go aqui segun creo (y registró su bolsilloj, te el banquero , nadie ha contado aun con estoy pronto á responderos. si , aqui está . Esta carta abre alseñor con mi caja . Montesa. un crédito ilimitado 'dede dedeMonte-Christo - ¿ Entonces, dijo Monte-Christo con frialdad , parece que seré yo el primero? - Y bien ! "señor baron , ¿ qué es lol - ¿ Quién os lo ha dicho ? que no entendeis de eso ? - Las esplicaciones que me pedis , ca sobre mi casa. qué es lo i Qytesplicaciones - Nada , caballero; pero, la palabra ili- ballero , y que se asemejan mucho á inde mitado .... cisiones. - ; Pues bien ! desa palabra no es-fran - Danglars se mordió lus lábios; era la 'cesa ?.... ya comprendeis, son anglo -ale - segunda vez que era vencido por aque hombre , y sobre un terreno que era el - Oh si tal, caballero , y en cuanto suyo ; su política irónica era afectada y *manes los que la escriben. á là sintáxis no hay nada que decir , pero casi rayaba en impertinencia . no sucede lo mismo en punto á contabilidad . Monte -Christo , al contrario, se sonreia con gracia , y observaba silenciosamente - Acaso la casa Thomson y French , el despecho interior del banquero. preguntó Monte-Christo con el aire mas – En fin , caballero , dijo Danglars des sencillo que pudo afectar, no está perfec - pues de un momento de silencio ; vay á "tamente segura , bajo vuestro concepto , ver sime hago comprender suplicándoos señor baron ? ; Diablo ! esto me contraria - que vos mismo fijeis la suma que quereis ria sobremanera , porque tengo algunos que os entregue. W h ile fondos colocados en ella . - Pero, caballero, replicó Monte -Chris . . - i Ah ! perfectamente segura , respon- to , decidido á no perder una pulgada de dió Danglars con una sonrisa casiburlona; terreno en la discusion , si he pedido un pero el sentido de la palabra ilimitado en crédito ilimitado sobre vos, es porque no punto á los negocios mercantiles, es tan sabia justamente que sumascuecesitaba . El banquero creyó que habia llegado Que asi es ilimitado , no es verdaugel momento de dar el golpe final; recos dijo Monte- Christo . ose en un sillon , y con una sonrisa orgie ' vago .ar. -- Justamente , caballero , eso queria llosa dijo : ' decir . Ahora , pues , una cosa vaga , es lo - Oh ! caballero , no temais desear , mismo que la duda , -y segun dice un sabio pronto os convencereis de que el caudal debe uno abstenerse de dudar. Pe de la casa Danglars, por limitado que sea , - Lo cual significa,replicó Monte -Chris- puede satisfacer las mayores exig ncias, y to , que si la casa Thomson y French está launque pidiéseis un millon .... ut oup ABBON A. 360 - - -¿Cómo? preguntó Monte -Christo . 2 - - Oh ! una casa como la vuestra no se - Digo un milton , repitió Danglars con asombra tan facilmente, dijo Monte -Chris to con mucha política ; asi puespodreis en el aplomo de la tonteria . . :Bah ! bali ! y que haría yo con un viarme algun dinero, ino es verdad ? Hablad , señor conde; estoy á vuestras millon ?-dijo el conde. Diablo I caballero, si no hubiese necesitado mas que un mi-Hórdenes, llon no me hubiera hecho ábrir en vues - - ; Pues bien ? replicó Monte -Clrristo , tra casa un crédito por semejante miseria . ahora quenos entendemos; porque nos en ; Un millon ! yo siempre llevo im “millontendemos, ¿no es asi? Danglars hizo ni movimiento de cabe . en mi cartera ó en mineceser de viaje . * Y Monte -Christo sacó de un targeteroza afirmativo. - Y ya no teneis pinguina desconfian dos billetes de quinientos mil francos cada uno pagables al portador sobre el tesoro. za ? continuó Morite Christo . Preciso era atacar de este inodo á uu - ; Oh ! señor conde, esclamó el ban hombre como Danglars. El golpe hizo sulquero, jamás la he tenido: efecto, el banquero se levantó estupefacto: – Deseabais una prueba , 'nada mas. abrió desmesuradamente sus ojos cuya pú-ll: Pues bien ! repit:o el conde , ahora que nos emendemos, aliora que no teneis nin . pila se dilató espantosamente Vamos, confesadme, dijo Monte - guna desconfianza fijemos si quereis una Christo , que desconfiais de la casa Thom - suma generalpara elprimeraño, porejem son y French roh ! nada mas sencillo . Helplo seis millones. is tios,poeo ispres . previsto il casopu,ityeneaunqne tomó mentende- ! esclamó Danglars so - ;Seis Seis millones no dor en esta elase deasuntos, tomémispre- focado . cauciones. Hezni teneis obras dos cartasse - . . Si necesito mas, repuso desdeñosa - mejantes a la que os está dirigida, la una mente Monte-Christo , ospediré mas;pero es de la casa Arestein y Exkèles de Viena no pienso permanecer mas de un año en sobre el señor baron deRothschild , la otra Francia , y durante este año no creo gastar es de la casa Baring de Lódrés sobre mas que lo que os he dicho... en fin , allá Mr. Laflitte . Decid una palabra , caballe -||veremos.... Hacedmé el favor para empe ro , y os quitaré toda preocupaeiori presen- zar, de mandarine quinientos mil francos tándome en una o en otra de estas dosca- manana,"estaré en casa hasta medio dia ; y sas. 12 . ) ?? por otra parte , si no estuviese , dejaré un Ya no habia que dudario, Danglars es reefbo'á miniayordumo. O 1939 taba vencido; abrió con em temblor visible El dinero estará en vuestra casa ma la carta de Alemania y la carta de Londres dana por la mañana.á lasdiez, señor conde, que le presentaba con el estremo de los respondió 1 anglars ; : quereis oro, billetes dedos el conde, y comparó las firmas con 'e banco ó plata ? una minuciosidad impertinente 4Oro y billetes por nritad . Y el conde se levantó , ! , n . 01 - Oh ! caballero , aqui teneis tres fir mas que valen bastantes muillones , dijo - Debo confesaros una cosa, señor con Danglars . Tres créditos ilimitados sobre de, dijo Danglars á su vez ; creia tenerno nuestras tres casas. Perdonadme, señor ticia e todas lasmejores fortinas de Eu conde. pero al cesar de ser desconfiado, ropa, y sin embargo la viestra , que me no puedo menos de quedarınc asombrado.Iparece considerable , me era , lo confieso , " ALBUN . 361 enteramente desconocida : ;es reciente ? | Danglars tiró de la campanilla , un la - No señor , respondió Monte - Christo , cayo , vestido con una librea cuajada de al contrario , es muy antigua , era una es- bordados se presentó . pecie de tesoro de familia al cual estaba - >Está en su cuarto la señora barone . prohibido tocar, y cuyos intereses acumu- sa ? preguntó Danglars. lados triplicaron el capital; la época fija - - Si, señor baron, respondió el lacayo . da por el testador concluyó hace algunos ¿ Sola ? años solamente , y despues de este tiempol - No , tiene visita . uso de ella , y vuestra ignorancia respecto “ ¿ No será indiscrecion presentaros de á este punto es muy natural; por otra parte ,flante de alguien señor conde ? ,no guar dentro de algun tiempo la conocereis me- dais incógnito ? jor. 1 - No, señor baron, dijo sonriendo Mon Y el conde acompañó estas palabras de te -Christo ; de ningun modo. una de aquellas sonrisas que tanto terror - Y quién está con la señora ?.. .. zel causaban á Franz d'Epinay. señor Debray ? ¿ eh ? preguntó Danglars - Con vuestros gustos y vuestras inten - con una bondad que hizo sonreir interior ciones, caballero, continuó Danglars, vais mente al conde de Monte -Christo , infor á desplegar en la capital un lujo que nos mado ya de los secretos de familia delbao . váá obscurecer á nosotros pobres millona- quero. rios; sin embargo, como me pareceis bas- -- Si, señor baron , el señor Debray; resu tante inteligente , porque cuando entré mi- pondió el lacayo. rabais mis cuadros , os pido término para Danglars le mandó salir . enseñaros mi galería ; todos son cuadros Volviéndose despues hacia el conde de antiguos; yo no soy amador de la escuela Monte - Christo . moderna. - El señor Luciam Debray , dijo , es - Teneis razon, caballero, porque todos un antiguo amigo nuestro , intimo secre tienen un gran defecto , el de no habertario del ministro del interior ; en cuanto tenido tiempo de ser antiguos. a miesposa , es una señorita de Servieres - Podré mostraros algunas estátuas de viuda del coronel marqués de Nargonne. Thorwaldsen , de Bartolini , de Cánova , - No tengo el honor de conocer á la todos artistas estrangeros. Como veis , yo señora baronesa Danglars ; pero po me . no aprecio á los artistas franceses. sucede lo mismocon el señor Luciano De. - Sois injusto para con ellos , caballe - bray . ro , porque son vuestros compatriotas . - ; Bah ! dijo Danglars, ¿ donde le co - Pero todo esto lo dejaremos para mas vocisteis ? tarde , por hoy me contentaré , si lo per- | -- En casa del señor de Morcerf. mitis , con presentaros á la señora baro -| ~ ; Ah ! conoceis al vizcondecito ? dijo nesa Danglars; dispensadme que me dé Danglars . tanta prisa , señor conde , pero un clientel - Hemos estado juntos en Roma en la como vos debe considerarse como de la epoca del carnaval. ul . - ;Ah ! si , dijo Danglars , he familia . vidoha singula una aventu r conmilagr 'bandi-o . . Monte -Christo se inclinó dando á enten -Iblar idos endeunas ruidas ra de ellas ; salió der que aceptaba el honor que le hacia el samente. Creo que esto lo contó á mimua banquero . Iger y á mi hija á su vuelta de Italia . 91 362 ALBUM. La señora baronesa espera á estos se el ánimo de los convidados el conde de ñores , dijo el lacacayo asomándose á la Monte Christo ; pues esta impresion aun no se habia borrado de la imaginacion de puerta . - Paso delante de vos para niostraros el Debray , y los informes que habia dado á camino, dijo Danglars saludando . la baronesa lo demostraban bastante . La -Y yo os sigo , dijo Monte - Christo . curiosidad de la señora Danglars, escita IX . da por los antiguos detalles dados por Al EL TIRO DE CARALLOS TOR DOS. berto de Morcerf y los nuevos detalles da El baron , seguido del conde , atravesó dos por Luciano , habia llegado a su colmo . una infinidad de habitaciones , notables Así , pues , este arreglo de piano y de por su pesada suntuosidad y por su faus- album no era mas que una de esas esce > tuoso mal gusto , y llegó hasta una sala nas del mundo con las cuales se cubren perteneciente a la habitaciones de la se . las mas fuertes preocupaciones. La baro mora Danglars; esta sala era octógona for- nesa recibió al señor Danglars con ma rada de satin color de rosa , colgaduras de sonrisa , lo cual no acostumbraba á hacer . muselina de las Indias; los sillones eran En cuanto al conde , recibió en cambio de madera antigua , dorados y forrados de de su saludo, una armoniosa , pero al mis telas antiguas tambien ; en ſin , dos lindos mo tiempo graciosa reverencia . pasteles en forma de medallon , en armo Luciano , por su parte , cambió con el nía con el resto de la habitacion hacian conde un saludo de medio conocimiento , que esta mesa fuese la única de la casa y con Dangłars un ademan de intimidad . -Señora baronesa , dijo Danglars, per que tuviese algun carácter ; es verdad que no estaba incluida en el plano general tra - mitid que os presente al señor conde de zado por el señor Danglars y su arquitec- Monte - Christo , dirigido á mi por uno de to , ima de las mejores y mas eminentes mis corresponsales de Roina con las ma celebridades del imperio , y cuyo adorno yores recomendaciones; solo una palabra habia dispuesto la baronesa y el sellor De- tengo que decir ; viene á Paris con la in bray. tencion de permanecer un año en él , y de Asi , pues , el señor Danglars , gran ad gastarse seis millones durante este año ; mirador de lo antiguo, segun lo compren- esto promete una serie de bailes y de co dia el directorio , despreciaba mucho esta midas, en las cuales espero que el señor coqueta sala , donde por otra parte no era conde no nos olvidára , como tampoco no admitido á no escusar su presencia pre - sotros le olvidarémos en nuestras peque was fiestas. sentando algun amigo . La señora Danglars , cuya belleza po Aunque la presentacion fuese hecha con dia aun ser citada apesar de sus treinta bastante grosería , es una cosa tan rara que y seis años , estaba tacando su piano, mien- un hombre venga á gastarse á Paris, en un tras que Luciano Debray , sentado delan - ano la fortuna de un principe que la sero te de un velador , ojeaba un album . ra Danglars arrojó sobre el conde una ojea Luciano habia tenido ya tiempo de conda que no dejaba de espresar algun in tar á la baronesa muchas cosas relativas terés . al conde . Ya se sabe cuan admirados que-Y -Y habéis llegado , caballero ? .... pre daron todos durante el al uerzo en casaliguntó la baronesa . de Alberto , y cuanta impresion dejó en - Ayer por la mañana , señora . 303 ALBUM . - Y venis , segun vuestra costumbre,|| _ Lo que me dice mi camarera... - ¿ Y qué os dice ? el fin del mundo. . - De Cádiz solamente , sonora . - ¿No lo sabéis ? - ; Ohl venís en una estacion espanto- - Lo ignoro completamente . sa : Paris está detestable en el verano ; no Pues bien ! dice que en elmomento hay bailes', ni reuniones, ni fiestas. La en que mi cochero fué á sacar mis caba - Opera italiana está en Londres , la ópera los para uncirlos al carruaje , no los encon francesa está en todas partes , escepto entró en la cuadra ; ¿ qué significa esto ? Paris ; y en cuanto al teatro francés , no está ahora en ninguna parte . No nos que- - Señora, dijo Danglars , escuchadme. - ;Oh ! ya os escucho, caballero, por da para distraernos, masque algunas des- que tengo curiosidad de saber lo que me graciadas corridas en fel campo de Marte vais á decir, estos señores serán testigos ; y en Satory . ¿Haréis correr, señor conde ?|señores , Danglars tiene diez caballos en : - Yo, señora , dijo el conde, haré todo las cuadras, y'entre estos diez hay dos que lo que se haga en Paris , si tengo la dichason mios, dos caballos encantadores, los de encontrar alguno que me enseñe las mas hermosos de Paris , ya los conoceis , señor Debray ; mis caballos tordos. Pues - Os gustan los caballos ,¿señor conde? bien , en el momento en que la señora Vi. costumbres francesas. - He pasado una parte de mi vida en||llefort me pide un carruaje , y yo se lo Oriente , señora , y los orientales , bien lo prometo para ir al bosque, no parecen los sabeis , no estiman mas que dos cosas en caballos . El señor Danglars habrá encon el mundo, la nobleza de los caballos, y la trado quien le haya dado algunos miles de | francosmasde su precio , y los habrá ven - Ahí señor conde, dijo la baronesa||dido. ¡ Ah ! infames especuladores. belleza de las mugeres . - sonriéndose , hubiérais debido anteponer – Señora , respondió Danglars, les ca ballos eran demasiado vivos ; apenas te las mugeres á los caballos. - Bien veis , señora , que tenia muchanian cuatro alìos, siempre estaba temien razon cuando os dije hace un momenlodo por vos. que deseaba un preceptor , un amigo quel - Eh ! caballero , dijo la baronesa , mepudiese instruir en las costumbresfran - bien sabeis que hace un mes que tengo á cesas. .. . mi servicio elmejor cochero de Paris, á En este momento la camarera favorita no ser que tambien le hayais vendido con de la señora Danglars entró, y acercándo los caballos. se á su señora, la dijo algunas palabras al - Querida amiga , ya encontrare yo otros iguales , mas hermosos aun , si los oido. La señora Danglars palideció . - ; Imposible i dijo . hay, pero caballos que sean dulces, tran quilos , que no me inspiren terror nin - Es la pura verdad, señora , respondió guno. la camarera, podreis creerme con toda se - Labaronesa se encogió de hombros con profundo desprecio. . guridad . La baronesa se volvió hacia su marido. Danglars no pareció apercibirse de este - Es verdad , caballero ? le 'preguntó .\gesto mas que conyugal, y volviéndose há - Qué ! señora ? preguntó Danglars||cia Monte- Christo . visiblemente agitado. 1 - En verdad , siento no haberos cono , ALBUM 364 cido antes , señor conde, dijo , ¿ estaisy.... y que me ha costadotreinta mil fran montando vuestra casa ? cos, segun creo. - Sí, dijo el conde. Debray fué á llevar esta respuesta a la - Os los hubiera propuesto ; imaginaos baronesa . . que los he dado por nada , pero como os Danglars estaba tan pálido y tan deg he dicho, queria deshacerme de ellos, son concertado, que el conde afectó tener pie caballos para un jóven. dad de él. - Caballero , dijo el conde, os doy gra - - Ya veis, le dijo , cuan ingratas son las cias, esta mañana he comprado unos bas- mugeres ; este obsequio de parte vuestra tante hermosos. Miradlos, seſior Debray . no ha conmovido á la baronesa ; ingrata vos que lo entendeis . : no es la palabra , loca debiera decir. Pero , Mientras que Debray se acercaba a la que quereis, siempre se desea lo que fas ventana, Danglars se acercó a su muger . tidia ; asi, pues, lo mejor que podeis ha Imajinaos, señora, le dijo en voz baja, cer, señor baron , es no volver á hablar vinieron á ofrecerme por los caballos un luna palabra del asunto , este esmiparecer , precio exhorbitante . No sé quien es el loco vos obraréis como mejor gusteis. que quiere arruinarse, y quemeha envia - Danglars no respondió nada, preveia en po esta mañana un mayordomo; pero el su próximo porvenir una escena desastro caso es que he ganado diez y seismilfran sa ; ya se habian arrugado las cejas de la cos cncima; no ospongaisde malhumor y señora baronesa ; y cualotro Júpiter Olim os daré cuatro mil, y dos mil á Engenia . po presagiaba una tempestad ; Debray,que La señora Danglars dirigió a su marido la oja ya empezar á mujir, dió una escusa otra mirada despreciativa. . -- ; Oh , Dios mio l' esclamó Debray . - ¿ Que ? preguntó la baronesa . ccualquiera u y se marchó . Monte -Christo , que no queria incomo dar de ningunamanera al enojadomatri- - Pero , no me engaño , son vuestros monio , saludó á la señora Daoglars y se caballos , vuestros propios caballos en el retiró, abandonando al baron á la cólera carruaje del conde. de su muger. - Mis caballos tordos ! esclamó la se - - Bueno, dijo Monte -Christo retirando ñora Danglars. se; he conseguido lo que queria; tengo en Y se lanzó hacia la ventana . mis manos la paz del matrimonio y de un - En efecto , ellos son , dijo . solo golpe voy á adquirir el corazon del Danglars estaba estupefacto. . baron y el de la baronesa ; i que dicha ! - ¿ Es imposible ? dijo Monte -Christo Pero aun no he sido presentado á la serio finjiendo asombro. Brita Eugenia Danglars, á quien hubiera - ; Es increible ! murmuró el banquero . deseado conocer. La baronesa dijo dos palabras al oido de Pero, replicó con aquella sonrisa que le Debray, que se acercó a su vez á Monte- era particular; estoy en Paris y me queda mucho tiempo.... mas tarde será..... -- La baronesa me encarga os pregunte Con esta reflexion , el conde subió á por cuanto os ha vendido.su marido ese ti-l su carruaje y volvió a su casa. . Bos horas despues, Monte- Christo es ro de caballos. - Pero yo no sé , dijo el conde , es una cribió una carta encantadora á la señora Christo . sorpresa que mimayordomo me hahecho Danglars, en la que la declaraba que, no 365 ALBUH . queriendo comenzar su entrada en elmun - Ali descendió á la calle é hizo delante do parisiense desesperando á una muger de la puerta una raya sobre la arena; des. tan linda , la suplicaba que aceptase sus pues volvió y mostró la raya al conte que caballos . Tenian los mismos arneses que le habia seguido con la vista . . El conde le dió dos golpecitos en el ella le habia visto por la mañana, pero en el centro de cada roseta que llevaban so - hombro , era sų modo de dar las grac as á bre la oreja , el conde habia hecho engar. Ali ; despues el negro fué á fumar en pipa á la esquina que formaba el ángulo de la zar un diamante , tambien una carta . El casa y de la calle , mientras que Monte recibió Danglars conde le pedia permiso para dar á la ba - Christo volvia á su gabinete sin ocuparse ronesa este pequeño capricho de un millo . mas de nada. nario , rogándole que escusase lasmaneras Sin embargo, á las cinco , es decir, á la orientales con que iba acompañado el re- hora en que el conde esperabaelcarruaje , Bhubieran podido observarse en él las seña galo de los caballos . Aquella tarde, Monte -Christo partió para les casi imperceptibles de una ligera im Antepil, acompañado de Alí. paciencia ; paseábase en una sala quedaba Al dia siguiente á las tres, Alí, llamadolá la calle, aplicando el oido por interva por un golpe en el timbre, entró en el ga - los, y acercándose de cuando en cuando á la ventana por la cual apercibia á Alí ar binete del conde. - Alí, le dijo , varias veces me has ha- rojando bocanadas de humo con una re blado de tu habilidad para lanzar el lazo, gularidad que probaba que el negro estaba Ali hizo una señal afirmativa y se incor delicado enteramente á esta importante Hocupacion . poró con orgullo . - Bien . ... asi pues , i podrias detener un De repente se oyó un ruido lejano, pe toro ? lo que se acercaba con la rapidez del ra lyo ; despues apareció una carretela , cuyo - ¿ Un tigre ? cochero queria en vano detener los caba La misma respuesta por parte de Alí. Nos que avanzaban furiosos con las crines : Verizadas, mas bien saltando con impulsos - ¿ Un leon ? Ali hizo el ademan de un hombre quellinsensatos que galopando. lanza el lazo, é imió un rugido ahogado . En la carretela , una joven y un niño de Alí hizo seria de que sí. -- ; Bien ! comprendo,dijo Monte -Chris- siete á ocho años estaban abrazados ; ha to ; ¿ has cazado leones ? bian perdido por el esceso del terrorhasta Alí hizo un orgulloso movimiento de ca -lla fuerza de lanzar un grito; hubiera bas - ltado una piedra debajo de la rueda , ó un - l'ero, ; detendrias en su carrera dos árbol en medio del camino para romper el caballos desbocados ? carruaje que crujia. | El carruaje iba por la centro de la ca Ali se sonrió . - Pues bien ! escucha , dijo el con 'e ; Ne , y oíanse en esta los gritos de terror de . dentro de poco un carruaje pasará poraqui los que le veian venir . arrastrado por dos caballos tordos, losmis - De repente AJí tiró á un lado su pipa , mos que yo tenia ayer . Aunque té rebien - saca de su bolsillo el lazo , lo lanza , en tes, es preciso que detengas ese carruaje vuelve en una triple vuelta las piernasde llanteras del caballo de la izquierda, se deja delante de mi puerta . beza. 92 ALBUM . 365 arrastrar tres o cuatro pasos por la violen - tenia un licor rojo como la safigt'é , v det cia del impulso, pero al cabo de estos tres que dejó caer una sola gota sobre los lás é cuatro pasos cae sobre la lanza que rom - bios del niño. pe y paraliza los esfuerzos que hace el ca -l Este , aunque siempre .pálido , abrió at ballo que quedó en pié para continuar su punto los ojos. carrera; el cochero aprovechó este instan - Al ver esto la madre, la alegria casi le te para saltar de su pescante, pero ya Ali |fué un delirio . habia agarrado las naricesdel segundoca- - ¿ Donde e toy ? esclamó, & y á eich ballo con sus dedos de hierro, y elanimal,||debo tanta felicidad despues deuna prueba relinchando dedolor,cayó convulsivamentan cruel ? - Estais,señora , respondió Monte-Chris En menos tiempo que hemos gastado to , en casa del hombre mas feliz porbabeſ te junto a su compañero. en describirla , habia pasado esta escena . podido evitaros un pesar. - Oh , maldita curiosidad mia ! todo Sin embargo,bastó para que de la casa , frente de la cual habia pasado este acciden - París hablaba de esos magníficos caballos te , saliese un hombre seguido de muchos de la señora l'anglars, y he tenido la locura criados; en el momento en que el cochero de querer probarlos. abria la portezuela , arrebató de la carre - - ¿Como ! esclamó el conde con una tela á la dama que con una mano se agar sorpresa admirablemente finjida; ; son es:)s raba á los almohadones , mientras que con caballos los de la baronesa ? la otra estrechaba contra su pechoá su hijo - Si, señor; e da coroseis ? desmayado. Monte -Christo los trasportól -- Teago ese honor, y mi alegria esdos á un salon , colocándolos sobre un ca- ble por haberos salvado del peligro que os Bhan hecho correr, porque ese peligro , es á mapé. - No temais nada , señora, dijo , estais mia quien lo podeis atribuir, habia com = en salvo . #prado ayer estos caballos al barons, pero la La mujer volvió en sí, y por respuesta baronesa pareció sentirlo tanto , que se huss le presentó su hijo con una mirada mas envié ayer suplicándola que losaceptase de Amimano . elocuente que todas las súplicas. En efecto , el niño estaba desmayado. y Pues entonces , vos sois el conde de - Si, señora , comprendo, dijo el conde Monte -Christo de quien lanto me ha hi . examinando al niño ; pero tranquilizaos, blado Hermina ? nada le ha sucedido , y solo el miedo ha embargado su sentido. . - Si, seniora , dijo el conde. i no decís eso paratranquilizarme? ,mirad El conde salırdó como si se pronanciára - Yo , caballero , soy Eloisa de Villes , i - iOh ! caballero , esclamó la madre fort. cuan pálido está ! ¡ Hijo mio ! ;miEduar- Idelante de él un nombre completamente do ! , no respondes á tu madre ? ¡ Ah , ca- desconocido. ballerol enviad á boscarun médico ; ¡ dovl - iOh ! jcuan reconocido quedará en señor de Villefort i repuso Eloisa , porque mifortuna á quien me devuelea mihijo is Jal fin él os debe nuestras dos vidas; segu un ra mano un Monte Christo hizo con la mano ramente , sin vuestro generoso servidor , movimiento para tranquilizar a la madreléramos muertos nuestro bijo y yo Av ! señora , aun me estremezco al desolada , y abriendo un cofre , sacó de éll un frasco de cristal de Bohemia que con -lpensar en el peligro que habeis corrido . 367 KLBUM . Ther,Oh ! yo espero que me permitireis"sí; pero calmado su temor, arrojó sobre es fecompensar debidamente la accion de ese cofre una corta pero espresiva mirada que hombre. el conde apertibió . - Señora , dijo Monte -Clirisio , no me En este momento entró Alí. echeis á perder á Alí , os lo ruego, ni con La señora de Villefort hizo un movia alabanzas ni con recompensas; con vicios miento de alegria , y llamando al niño le ; que no quiero yo que aikuiera . Ali:cs mi dijo : esclavo : salvandoos la vida me sirve, y su deber es servičme. - Eduardo , ves á este buen servidor, lles un valitnte , porque ha espuesto su vi. . - ; Pero ha arriesgado su vida ! esclamóda por detener los caballos que nos arras . a señora de Villefort á quien este tono tantraban , y el carruage que iba a romperse. Dale las gracias , porque probablemente uperior imponia singularmente . - He salvado sa vida , seriora; respon -lá no ser por él , hubiéramos muerto los dió Monte Christo , por consiguiente me dos. . El niño entreabió la boca y volvió 'des La señora de Villefort se calló ;'tal vez dedosamente la cabeza . pertenece. 'Teflexionaba en aquel hombre que , á primera vista , bacia una impresion tan pro funda solire todos los ánimos - Es muy 'fe ', dijo . El conde se sonrió como:si el niño aca base de cumplir una de sus esperanzas ; Durante este instante de silencio , el con - en cuanto a la seriora de Villefort, reprerr de pudo considerar el nitio qire su madre dió a su hijo con ana modcración que no cübria de besos. Era flaco , blanco como hubiera sido seguramente delgusto de Juan los nilìos de pelo rojo , y sin embargo un Jacobo Rousseau , si el pequeño Eduardo "bosque de cabellos cubria su frente salien - se hubiese llamado Emilio . te , y cayendo sobre sus hombros adorna - Mira , dijo en árabe el conde á Ali; tran su rostro , y aumentaban la vivacidadilesta señora dice á su hijo que te dé las de sus ojos llenos de malicia y de javenil gracias por la vida que has 'salvado a los maldad ; su boca apenas sonro ada , crados, y el niño responde que eres muy delgada y ancha; las facciones de este niño |feo . anunciaban ya doce años lo menos. Sul Ali volvió un instante sa inteligente ca primer movimiento fué desembarazarse beza , y miró al niño sin espresion apa por un fuerte impulso de los brazos de su rente ; pero un lijero estremecimiento de ihadre para ir a abrir el cofre de donde el narices probó á Monte -Christe que el ára conde habia sacado el frasco de elixir: be acabaha de ser herido en el corazon . despues, sin pedir permiso a nadie , y co - Caballero, preguntó la señora de Vi mio un niño acostumbrado á hacer todos llefort levantándose para retirarse, żes esta sus caprichos se puso á destapar todos los casa vuestra moradà habitual ? botes. - No , señora , respondió el conde , es. . - No toques alii, amiguito mio , dijo vi- una especie de quinta para solazarme, que vamente el conde , algunos de esos licores he comprado; vivo en los Campos Eliseos, son peligrosos, no solamente al beberlos , número 30 . Pero veo que estais perfecta - sino, el respirar su olor . mente repuesta y que deseais retiraras . La selìora de Villefort palideció y detu -| Acabo de mandar que pongan esos caba.. vo'el brazo de su hijo á quien atrajo hacialillos eli mi carruaje ; y Ali, ese muchacho 368 ALBUM. QUERIDA HERMINA : tan feo , dijo al niño sonriendo , vá á te ner el honor de conduciros á vuestra ca « Acabo de ser milagrosamente salvada sa , mientras que vuestro « cochero que con mi hijo por ese mismo conde de Mon dará aqui cuidando de la compostura del te - Christo , de quien tanto hemos hablado carruage. Y una vez terminada esta , uno ayer tarde , y que tan lejos estaba yo de de mis tiros de caballos lo volverá á con- sospechar que le habia de ver hoy. Ayer ducir directamente á casa de la señora Dan- tarde, me habis hablado de él con un en tusiasmo de que no pude menos de bur glars . --Pero , dijo la señora de Villefort, nolarme creyendo que exajerabais, pero hoy me atreveré á ir con esos mismos caba- me he convencido que era fundado . Vues tros caballos se desbocaron en Ranelagh , llos . - ; Oh ! vais á ver , señora , dijo Mote- y seguramente íbamos á ser despedazados Christo : en manos de Ali , se volverán tan mi Eduardo y yo , cuando un árabe , un mansos como dos corderos . índio , un hombre negro en fin , al servi En efecto , Ali se había acercado á los cio del conde , detuvo á una señal suya , caballos que habian puesto de pié con inu- el impulso de los caballos , á riesgo de cho trabajo . Tenia en la mano una espon haber muerto él mismo; y fué un mila ja empapada en vinagre aromático ; frotógro que no sucediese asi . Entonces acu con ella las narices y las sienes de los ca - dió el conde , nos trasportó a su casa á ballos, cubiertos de espuma y de sudor , Eduardo y á mi, é hizo volver en sì á Eduar y casi al punto empezaron á relinchar es do. En su propio carruage fui conducida trepitosamente y á estremecerse durante á casa ; el vuestro os lo enviarán mañana . Encontrareis bastante débiles á los caba algunos segundos. Despues, en medio de una multitud de los despues de este incidente; están como gente numerosa á quien los restosdelcar -Jatontados , diríase que no pueden perdo ruage y el rumor que se habia esparcido parse á sí mismos el haberse dejado domar de aquel suceso , habian atraido delante por un hombre . El conde me encarga que de la casa, Ali unció los caballos al cupé los diga que dos dias de reposo y por todo del conde , reunió en su mano las rien alimento cebada , los volverán á un esta das , subió sobre el pescante , y con gran do tan floreciente , quiere decir , tan es asombro de los asistentes que habian visto paptoso como estaban ayer . « ; Adios ! no os doy las gracias por mi á estos caballos impelidos como por un torbellino , se vió obligado á usar del lá - paseo : y cuando lo reflexiono , es una in tigo para hacerlos partir , y aun asi no gratitud el guardaros rencor por los ca pudo obtener de los famosos tordos, aho - prichos de vuestros caballos, porque á uno ra petrificados, casi muertos , mas que un de esos caprichos debo el haber visto al trote tan poco seguro y tan lánguido, que conde de Monte -Christo , y el ilustre es gastaron dos horas en conducir a la señora trangero me parece un hombre muy cu de Villefort al barrio de Saint- Honoré, rioso , y tan interesante , que quiero es tudiarle a todo precio , aunque tuviese que donde tenia su casa . dar otro paseo al bosque con vuestros mis Apenas hubo llegado á ella , y aplaca mos caballos. das las primeras emociones , escribió el << Eduardo ha sufrido el accidente con siguiente billete á la señora baronesa Dan - un valor milagroso . Se desmayó , pero sin glars , llanzar uin grito , y tampoco derramó des 369 ALBUM . piles una lágrima. Aun ma diteis que mejhábil , como se reputa generalmente a las ciega el amormaternal, pero en ese cuerpo personas que no han sufrido ningun cho tan débil y delicadohayunalma de hierro . que politico ; aborrecido demuchos, pero 1 . Nuestra querida Valentina me dá mil|protegido con ardor por algunos, sin 'ser recuerdos para vuestra hija Eugenia , yo por eso mejor querido de nadie , el señor de Villefort se hallaba en una de las altas os abrazo de todo corazon. Hiding , ELOISA DE VILLEFORT. , posiciones de la magistratura y estaba en * P . D . Haced que vea en vuestra casa esta altura como un Harley ó como un de cualquier modo que sea á ese conde de Molé . Sus salones, regenerados por una Morite Ghristo, quiero absolutamente vol- muger jóven y por una hija de su primer · Verle á ver. Por otra parte , acabo de ob- casamiento ,de edad apenas de diez y ocho, tener del señor Villefort que le haga una años , no dejaban de ser por ello de esos visita ; espero que se ta devolverá.» Po salones severos de Paris donde se observa, PAquella noche, el suceso de Antenil era el culto de las tradiciones y la relixion de el objeto de todas las conversaciones, Al- la etiqueta . La política fria , fidelidad ab berto se lo contaba a su madre, Chateau - soluta á los principios del gobierno, un Renaud en el Jockey Club , Debray en el desprecio profundo á los ideólogos, tales salon del ministro , Beauchamp tambien eran los elementos de la vida interior y hizo al Conde la gulantería deponer en su pública del señor de Villefort. periódico un párrafo que ensalzó al conde El señor de Villefort no era solamente consparándole icon on héroe. En fin , esta un magistrado , era casi un diplomático , accion le valió á Monte -Christo la admi- Sus relaciones con la antigua córte, de la racion y el interés de todas las mugeres de que siempre hablaba con dignidad y res da aristocracia : als nur in Byudsaspeto , le hacian respetar de la moderna, y - Muchas personas fueron á inscribirse en sabia tantas cosas , que no solamente le tasa de la sefiora de Villefort á fin de te - contemplaban todos sus conocidos , sino per derecho a renovar su visita en tiempo que á veces le consultabaņ . . útil, y oir entonces de su boca todos los) Talvez no hubiera sucedido esto si hu detållés de esta pintoresoa aventura . -- biesen podido desembarazarsedel señor de 212Ew cuanto a la señora de Villefórt, co - Villefort ; pero habitaba como esos seño, mo habia dicho Eloisa á su amiga la se- res feudales rebeldes á su soberano , una hora Datglars , se puso un pantalon , frac fortaleza inespugnable. Esta fortaleza era de igual color, chaleco y corbata blancos," su cargo de procuradordel rey, cuyas ven guantes amarillos y subió áisu carretela tajas todas esplotaba maravillosamente , que le condujo atrella misura tarde á la y que no hubiera abandonado sino para puerta de la casa número 30 de los Cam hacerse diputado y reemplazar así la neu pos Eliseos. . Son tralidad por la oposicion . berarsied X .31.13 ? En general el señor de Villefort hacia ó *** VDEOLOGÍA . ! ! ! ! ! devolvia muy pocas visitas. Sn muger via 18 Si el conde de Monte -Christo hubiese sitaba por él , era cosa admitida en este vivido mas tiempo en el mundo parisien - mundo donde siempre disculpaban al nia se , babria apreciado la visita que le hacia "gistrado por sus graves y numerosas ocu • el señor de Villefort . : . ſpaciones, pero esto no era en realidadmas Reputado por todos como un hombre que un cálculo de argullo , una quinta 93 ' 370 ALBUM .. esencia de aristocracia , la aplicacion en fin bre , ó mas bien , la continuaciĝu delmisa de este axioma: Estimate á li misino , y mo hombre á quien hemos conocido de serás estimado por los demás; axioma massustituto en Marsella .Lanaturaleza po ha útil cien veces en nuestra sociedad qiie ei bia cainbiado en nada el curso que debid de los griegos: Conócele á ti mismo, reem - seguir , de delgado que era, se habia vuelto plazado en nuestros dias por el arte mchos flaco ; de pálido se habia vuelto amarillo ; dificil y mas ventajoso de conocer á los sus ojos hundidos se habian profundizado demas. . Jipas aun , y su lente de oro ; al colocarle de conocer á lofinas aun, ital, parecia fofins Para sus amigos , el señor de Villefort sobre la órbital, parecia formar parte del era un poderoso protector : para sus ene- rostro ; escepto su corbata blanca , el res migos era un adversario sordo , pero en - to del traje era completamente negro ; y . carnizado ; para los indiferentes era la es - este color fúnebre no era interrumpido tátua de la ley convertida en hombre; fiso. mas que por la ligera tinta de su cinta en nomía impasible , porte altanero , mirada carnada, que pasaba imperceptible porun apagada y brusca ó insolentemente pene- ojal, y que parecia una línea de sangre trante y escudriñadora , tal era el hombre trazada con un pincel. á quien cuatro revoluciones seguidas unas Por muy duero de sí mismo que fuese á otras, habian construido y despues afir - Monte- Christo , examinó con una curiosi . mado su pedestal. dad visible devolviéndole su saludo, alma: El señor de Villefort tenia la reputacion jistrado que, desconfiado por costumbre, y de ser el hombremenos curioso de Fran - poco crédulo sobre todo en cuanto a las cia ; daba un baile todos los años y no se maravillas sociales, estaba mas dispuesto á presentaba eo él mas que un cuarto de ho - ver en el noble estrangero , asi era come ra, es decir, cuarenta y cinco minntosme llamaban ya al conde de Monte -Christo , nos que el rey en los suyos; jamás se lefun caballero de industria que venia á es veía en los teatros ni en los conciertos; ni plorar un puevo teatro , que un principe en ningun lugar público; algunas veces , de la Santa Sede ó un sultan de las Mily pero raramente , jugaba una partida defuna noches. ! whist, y entonces cuidaban de elegirļe ju - - Caballero , dijo Villefort con ese tono gadores dignos de él ; era algun embaja - afectado que usan los magistrados en sus dor, algun arzobispo , algun príncipe, al periodos oratorios, y del caal no quieren gun presidente , ó en fin , alguna duquesa prescindiren la conversacion ; caballero ,el viuda . señalado servicio que hicisteis ayer á mimu Este era el hombje cuyo carruaje aca - ger y á mihijo me ha impuesto el deber baba de parar delante de la puerta del de daros las gracias; vengo puesá cumplir Isko lcon este deber y á espresaros todo mi re Elayuda de cámara anunció alseñor del conocimiento . conde de Monte -Christo . Villefort en el momento en que el conde, l . Y al pronunciar estas palabras la mira inclinado sobre una gran mesa , seguia so-||da severa del magistrado no habia perdido Toada de su arrogancia habitual. Estas pa Bre un mapa un it nerario de San Peters labras que acababa de decir , las habia ar burgo á China. | ticulado en pié, con aquella rigidez de cure Ei procurador del rey entró con elmis- Ito y hombros; que le hacia asemejarse , mopaso grave y compasado con que, en como ya hemos dicho , á la estátua de la traba en el tribunal; era el mismo hom -ley . : 37 ALBUH . to Caballero replicó el conde á su vez| caer sobre el mismo en que estaba arrodi. fron una frialad glacial, soy muyfeliz por lado cuando entró el procurador del rey fiaber podido conservar un hijo á si ma- de este modo el conde seencontró enfren : dre , porque se suele decir que el senti- te de su interlocutor, con la espalda vuelta miento de la maternidad es el mas pode- á la ventana , y el codo apoyado sobre el roso y el más santo de todos; y esta felici- mapa jeográfico , que era por entonces el dad que disfruto os dispensaba , caballero, objeto de la conversacion ,conversacion que de cumplir un deber, cuya egecucion me tomaba como cuando habló en casa de lionra sin duda alguna, porque sé que elMořcerf y Danglars, un giro análogo , si señor de Villefort no prodiga el favor que no á la situacion , almenos á los persona me hace. jes. Villefort, admirado de esta salida queno - Ah ! caballero , replicó Villefortdes csperaba , se estremeció como un soldado pues de un instante de silencio , durante el que siente el golpe que le dan, a pesar de cual, como un atleta que encuentra un rudo ja armadura de que está cubierto , y un adversario , habia hecho provision de fuer gesto de su desdeùoso láb'o indicó que des- zas. Os digo de veras que si como vos, yo de el principio no tenia al conde de Monte - no tuviese nada que hacer , buscaria una Christo por un gentll-hombre muy civili- ocupacion menos triste . zado. - Es verdad , cabai ero, replicó Monte Arrojó una mirada á su alrededor para Christo , y el hombre tiene sus caprichos hacer variar la conversacion . particulares; pero vos acabais de decir,se Vió el mapa que examinaba Monte- gun creo, que yo no tenia nada quehacer . Christo en el momento en que habia en Veamos, ;creeis vos tener algo que hacer ? trado, y replicó. Jó para hablar mas claramente , i creeis vos - ¿ Osocupais de jeografia , caballero ? que lo que haceis vale la pena de llamarse Es un estudio muy bueno para vos sobre trabajar? todo, que, seguo aseguran , habeis visto . El asombro de Villefort se aumentó á tantos paises como hay grabados en este este segundo golpe tan bruscamente dado mapa . por su estraño adversario ; niucho tiempo - Si, señor, respondió el conde, he hacia que elmagistrado no habia oido que querido hacer sobre la especie humana en llc hablasen de esta manera , ó mas bieu general, lo que vos haceis cada dia sobre para hablar con ecsactitud, esta era la pri escepciones, es decir , un estudio fisiolóji- mera vez que oia que le tratasen asi. co . He pensado que me seria mas faci El procurador del rey se preparó para descender de una vez del todo á la parte , responder. que subir de la parte al todo. Es un axio - . - Caballero, dijo , sois estranjero, y vos ina algebraico que exije el que se proceda mismo decís que habeis pasado una gran de lo conocido á lo desconocido y no de lo||parte de vuestra vida en los paises orien . desconocido á lo conocido. .. Pero sentaos, Itales ; ¿no sabeis, pues, cuantos pasos pru dentes y compasados de la justicia huma caballero , os lo suplico . Y Monte - Christo indicó con la mano al na en esos paises bárbaros ? procurador del rey un sillon que tuvo estell - ; Oh ! si tal , caballero , si tal; es el que tomarse la molestia dearrimar,mien - Ipede claudo antiguo. Todo eso lo sé , por tras que el conde no tuvo mas que dejarselique de la justicia de todos los paises ha sido 372 . ALBUM de lo que mas en particularmeheocupado,f - Esplicaos, caballero , dijo Villefort he comparado el procedimiento natural d;Icada vez mas asombrado ; no os compren todas las naciones con la justicia naturalelo bien . : y debe decirlo , caballero, esą ley de los - Digo, caballero , que con los ojos fijos pueblos primitivos, ha sido la que he en- sobre la organización social de las nacio contrado mejor segun mi parecer . ; , Ines,no veis nias que los resortes de la má , - i se adoptase esa ley , caballero , di- quina, y no al sublíne obrero que la haca : jo el procurador del rey, simplificaria mu Jandar , digo que no conoceis delante de cho nuestros códigos. Jvos y á vuestro alrededor mas que los - Con eltiempo se adoptará probable titulares de los destinos cuyos despachos mente , cabaHero, dijo Monte-Christo ; bien han sido firmados por,miniştros ó por un sabeis que las invenciones humanasmar - rey, y que los hombres que Dios ha crea chan de acuerdo con la perfeccion. . ' do superiores á los titulares de losminis! .: - Mientras tanto, caballero,dijo elma- tros y de los reyes encargándoles que pro gistrado , nuestros códigos existen con sus sigan una mision', en lugar de llegar su artículos contradictorios , sacados de las deber , esos hombres repito , se escapan á costumbres de la Gália, de las leyes roina- vuestra corta vista. Tobias tomaba al án ? nas; ahora , pues, el conocimiento de to - gel qne debia devolverle la vista por un das estas leyes, convendreis en ello', no se ljóven ordinario . Las naciones tomaban á adquiero sin largos trabajos y es preciso Atila , que debia aniquitarlos, per un con un largo estudio para adquirir este cono - quistador como todos los conquistadores , cimiento, y una gran memoria para no ol- y ha sido necesario que ambos revelasen yidarlo una vez adquirido. . . . sus misiones celestiales para que se les re . - Soy de ese parecer, caballero ; pero conociese ; fué preciso, que el uno dijese : todo lo que vos sabeis respecto al código Soy el ángel del Señor : ) y el otro : francés, lo sé yo, no solamente de ese có « Soy elmartillo de Dios,» para que fue digo, sino del código de todas las naciones; se revelada la esencia divina de los dos. las leyes inglesas, turcas, japonesas, indias, - Entonces, dijo Villefort cada vez mas me son tan familires como las leyes fran - asombrado y creyendo hablar á un loco , cesas ; y yo hacia bien en decir que rela - os considerais como uno de esos séres es - tivamente á todo lo que he hecho, vos te- res estraordinarios que acabais de citar. ' neis poco que hacer , y que relativamente - Por qué no ? dijó Monte -Christo . á lo que yo he aprendido , vos teneis que - Perdonad , caballero, replicó Villefórt aprender'aun muchas cosas. . estupefacto , pero me escusareis si presen a l'ero con qué objeto habeis apren - tándome en vuestra casa ignoraba que me dido todo eso ? replicó Villefort sobrado. presentaba en casa de un hombre cuyos Monte :Christo șe sonrió . conocimientos y cuyo talento sobrepujan Bien , caballero, dijo : veo que á posar tanto á los conocimientos ordinarius y al che la reputacion que teneis de honbre su - talento habitiral de los hombres . No és: perior , mirars: todas las cosas bajo el pun - Icostumbre en nosotros , desgraciados cor to de vista material y vulgar de la socie rompidos de la civilizacion , que los genti dad , empezando por e hombre y acaban do por el hombre : es decir , bajo el punto es hombres, poseedores como vos de una de vista mas estrecho que le está permiti- fortuna inmensa , á lo menos segun se ase do abrazar a la especie humană. gura, no es: costumbre; digo que esos pri 373 ALBUM , vilegiailos de las riquezas pierda.. su tiem - poep , yahora mismo os hallais en presen po en especulaciones sociales , en sueños cia de uno .p. s . isemeli filosóficos para consolar á aquellos á guie 60 De modo, que poss u es nes la suerte ha desheredado de los bienes' de la tierra. iisid l T Yo soy uno de esos seres escepciona o ob ng clles, si señor, y creo que hasta ahora nin w ¥ qué ! -caballere ! chabeis llegado gun,hombre se ha encontrado en la po vosa la situacion-eyninente queocupais sio sicion semejante á la mia . Los reinos de haber.admitido, y aun sin haber encoo ; Jos reyes son limitados, sea por montadas, trado escepciones ? y 'no ejerceis nunca por rios, por un cambio de costumbres, * vuestra mirada , que tanta necesidad tén -'por una mutacion de lenguaje . xii reino dria sin embargo de penetracion y de se- es grande como el mundo , porque no soy guridad , en adivinar á primera vis a qué ni italiano, ni francés, ni indio , niameri, clase de hombre se halla bajo la influencia cano , ni español; soy cosmopolita . Nin de ella ? Un magistrado nodeberia ser, po gun pais puede decir queme ha visto na digo el mejor aplicador de la ley , ni el cer. Dios solo sabe que pais me verá mo intérprete mas astuto , sino una sonda de rir. Adopto todas las costumbres , hablo acero para probar los corazones, una pie - todas las lenguas. Me creeis francés por dra de toque para probar el oro de que es que hablo el francés con la misma facili tá formada cada alma con mas o menos dad y la misma pureza que vos ?, ;pues mezcla de metal. bien ! Ali, minegro me cree árabe; Ber - Caballero, me confundís, y jamás he tuççio , mimayordomo , me cree romano , oido hablar á nadie coino vos lo haceis. Haydée ,miesclava, me cree griego . Así, Eso es porque habeis estado constan - pues , comprendeis que no siendo de nin -temente encerrado en el círculo de las con - gun pais, no pid endo proteccion á ningun diciones geuerales , y nunca os habeir re - gobiergo, no reconociendo á ningun hom smontado á las esferas superiores, que Dios bre por hergnano mio, pinguno de los es há poblado de seres invisibles y escepcio - cúpulos que detienen a los poderosos, ó pales. ; ipinagbi ! de los obstáculos que paralizan á los dani - Y vos crecís, caballero , que esas es: les, me paraliza ,nime detiene. No tengo feras existan , y que los seres escepcionales mas que dos adversarios , no quiero decir é invisibles se mezclen con nosotros ... vencedores, porque,con persistencia los so Por qué no ? jacaso veis el aire que meto , y son la distancia y el tiempo. El respirais, y sin el cualno podriais vívic 2 tercero , y elmas terrible, es micondicion tik Entonces no vemos á esos-séres de de hombre mortal. Este es el único que puede detenerme en el camino en queme , fo . ro que hablais ?. . . Si tal; Josiveis cuando Dios permite encuentro, y antes de que haya consegui que se materialicen : les tucais, les bablais do el objeto que deseo ;, todo lo demas lo - y os responden . ; icon sets tengo calculado. Lo que los hombres lla Ah ! dijo Villefort sonriéndose , con- nan reveses de la suerte, es decir , la rui as - fieso qne querria que me avisasen cuando na , el cambio , las eventualidades, todas uno de esos séres sa encuentre en cantac- las tengo yo previstas , y si alguma mne ſa illa , no por eso puede d rribarme. A me to conmigo. . . . · Habeis sido servido á vuestro gusto , ros que muera , siempre seré lo que soy; cabailero , porque habeis sido avisado hace'hé aquí que os digo cosas que nunca 91 . 374 ALBUK : habeis oido, ni de boca de los reyes; por-/tamos. Ahora , pues, bien sabeis cuantas que los reyes os necesitan y los demas crueles verdades se dicen á veces los teó iedo. Quien es riche disputas socialy la filoge seas hombres os tienen miedo. Quien es elque logos de Sorbona , ó los filósofos en sus ' no puede decir en una sociedad tan ridíc disputas : supongamos que hablamos con culamente organizada como la nuestra. la teolojía social y la filosofía teolójica , es « , Tal vez un dia tendré que buscar al diré en esta por rada que sea: hermano , procurador del rey ! » : los sacrificais al orgullo; sois superior a los - Pero vos mismo , caballero , ¿ podeis demas, pero Dios es superior á vos. Ar! decir eso ? porque desde el momento en - Superior a todos,caballero ,respondió que habitais la Francia , naturalmente te- Monte -Christo con un acento tan profun neis que someteros á las leyes francesas. do que Villefort se estremeció involunta : - Ya lo sé, caballero , respondió Monte- riamente . Yo tengo mi orgullo para con Christo , pero cuando debo ir á un pais, los hombres , serpientes siempre prontas a empiezo a estudiar pormedios que nie son atacar al que las sobrepuja sio hollarlas propios, á todos los hombres de quienes con sus piest; pero abandono este orgullo puedo tener algo que esperar ó que temer, delante de Dios que me ha sacado de la v llego a conocerlos tan bien ó mejor tal| nada para hacerme lo que soy . . 106 vez que ellos se conocen á si mismos. Det - Entonces, señor conde , os admiro , esto resulta que el procurador del rey, dijo ViHefort que, por primera vez en ese cualquiera que fuese , á quien yo buscase, te estraño diálogo, acababa de emplear se veria seguramente mas embarazado que esta fórmula aristocrática para con el es yo mismo. tranjero á quien hasta entonces no habia - Lo cual quiere decir , replicó con in - llamado mas que caballero . Si, os lo repi decision Villefort, que siendo débil la nato , si sois realmente fuerte, realmente se turaleza humana... .. todo hombre , seguo perior, realmente inflexible é impenetra vuestro parecer, ha cometido.... faltas. ble , lo que viene á ser lo mismo, segua - Faltas.... ó crímenes, respondió sen - decis ; sed soberbio , caballero, esa es la ley de las dominaciones. Pero , sin embargo , Y que, ¿vos solo , entre los hombresll: teneis alguna ambicioo ? si? - cillamente Monte -Christo . á quienes no reconoceis por hermanos, repuso Villefort con voz alterada , y que , vos solo sois perfecto ? - Tengo una, caballero . itungan total - ¿ Cual ? .. jestminsiy - Tambien yo , como sucede á todo - No, perfecto no, respondió el conde, hombre en la vida, he sido conducido por impenetrable nada mas. l'ero dejemos es- Satanás sobre la montaña mas alta de la to , caballero , si la conversacion os desa - tierra ; una vez llegado allí, me mostró el grada, no por eso dejo yo de verme ame- mundo entero , y como habia dicho otra nazado de vuestra justicia como vos demivez á Cristo me dijo á mí « veamos , hijo doble vista . de los hombres, ique quieres para adorar . :- ;No! ¡no ! caballero , dijo vivamente me? » Entonces reflexioné mucho tiempo , Villefort, que temja sin duda se figurasen porque hacia mucho tiempo que una am que trataba de abandonar el terreno, ino ! bicion terrible devoraba en efecto mi co . con vuestra brillante y casi sublime con - razon ; despues le . respondi: « escucha , Versación ,me habeis elevado sobre los ni- siempre he oido hablar de la Providencia veles ordinarios, ya no hablamos, dispu- ly sin embargo nunca la he visto ci nada : ALBUM . 373 que se le parezca , lo cual me hace creer que una masa inerte , que como Calíbiano - que no existe ; quiero ser la Providencia , es casi una bestia ; esto se llama , segun porque lo mas hermoso y grande quepue- os decia , una apoplegia . Venid , si que de hacer un hombre e; recompensar y reis , á continuar esta conversacion en mi castigar.» Pero Satanás bajó la cabeza y casa, señor conde, un dia que deseeis en Janzó un suspiro. « Te engañas, dijo , la contrar un adversario capaz de compren • Providencia existe; pero tu no la yes, por- deros y ansioso de contestaros, y encon que como hija de Dios es invisible como trareis á mi padre, el señor Noirtier de su padre. Tú no has visto nada que se le Villefort, uno de los mas fogosos jacobi parezca , porque procede por resortesocul- nos de la revolucion francesa , es decir Ja tos, y marcha por caminos oscuros:, todo audacia mas brillante puesta al servicio de ; lo que puedo hacer por ti, es hacerte uno la organizacion mas vigorosa;'un honibre de los agentes de esa t'rovidencia . » Se hizo que , como vos, no habia visto tal vez el trato , tal vez en él perderé mi alma; todoslos reinosde la tierra , pero queayu pero no importa , repuso Monte- Christo , do á derribar uno de los mas poderosos ; pue que si este trato tuviese que volverle un hombre en fin que , como vos se creia á hacer, no vacilaría . , . ' . lli como uno de los enviados , no' de Dios, Villefort miraba á Monte -Christo consino del Ser- Supremo; .vo de la Providen . . -. asombro. ; ; . , cia , sino de la fatálidad; pues bien , caba . : Señor conde, dijo , ¿teneiş-parientes ?|Hero , todo esto fué destruido , no en un - No, caballero, soy solo en elmundo. dia , ni en una hora , sino en un segundo . i : : Tanto peor ! , La víspera , el señor Noirtier , antiguo ja ¿ Porqué ? preguntó Monte. Christo . cobino , antiguo senador , antiguo carbo Porque hubierais podido ver un es- nario , que se reia de la guillotina, delca pectáculo que destruyese vuestro orgullo . lion y del puñal, el señor Noirtier jugando · Decis que no temeis mas que la muerte . ¡ con las revoluciones ; el señor Noirtier , - No digo que la temo, que ella sola para quien la Francia no era mas que un : puede detenerme. ' ; ii - ¿ Y la vejez ? vasto juego de ajedrez del cual peones, torres , caballeros y reinas debian desapa - Mimision se habrá cumplido antes recér con tal que el rey hiciese mate : el de que sea viejo . . . senor Noirtier tan temido y tan terrible , : :- ; Y la locura ? era al dia siguiente , ese pobre señor Noir . - Poco me ha faltado para que no mellier , anciano inmóvil, entregado á las vo · haya vueltro loco , y ya conoceis el axio - Juistades del ser mas débil de la casa , es ma non bis in idem ; es an axioma criini- decir, de su nieta Valentina ; un cadáver - oal, y que por consiguiente está en vues- mudo yhelado en fin , que no vive sin ale 1 . tra cuerda . gria y sin sufrimiento , sino para dar tiem - Caballero, repuso lillefort, otra co - po á la materia de llegar sin tropiezo á su i sa hay que temer mas que la muerte , la lentera descomposicion. . . - vejez ó la locura ; la apoplejia , por ejem - m Ay ! caballero, dijo Monte - Christo, · plo ; ese rayo que os hiere sin destrui- ese espectáculo no es estrano á mis ojosni ros, y que despues del cual sin embargo á mi pensamiento ; entiendo un poco de sois enteramente otro ; vos que casi érais medicina , y como mis cofrades , he bus. - ; como un Ariel , un ángel, ya no sois mascado mas de una vez el alma en la mate . 876 ALBUM . ria viva o en la materia muerta ; y como cedido de dos lacayos que, á qoa señal d la providencia; ha perinanecido invisible á su amo , se apresuraban a abrir la porte mis ojos, aunque presente en mi corazon . zuela . Cien autores, desde Sócrates; desde Séne- Despues , así que el procurador del rey tapiii - ca , desde San Agustin , desde Gall, han hubo desaparecido.. : hecho en prosa ó en verso la misma des Vamos , dijo Monte - Christo sacando cripcion que vos acabais de hacer , pero con gran esfuerzo en suspiro de su opri sin embargo comprendo que los sufrimien mido pecho ; vamos , basta de veneno y tos de un padre pueden operar grandes ahora que mi corazon está lleno , famos cambios en el espíritu de su hijo . Iré, ca- já buscar el remedio 1,500tq ballero', presto que queréis a contenvplary Mantando sobre el timbre sonoro : Subo atcriarto de la seniora , dijo a Ali; ese terrible espectácalo que debe entriste cer vuestra casa . i que esté preparado el carruaje dentro de -Eso "sucederia sin duda , si Dios no media hora ! BIS 19 feb.oisti le : me hubiera dado una compensacion á es--+2.9 vet XI. 1 : OR 9798 HAYDEE.pt sta desgracia . En frente del anciano que desciende hácia esa tumba , tengo dos hi Ya se acordará el lector cuales eran los jos que entran en la vida ': Valentina, una nuevos , ó más bien los antiguos conoci hija de primer casamiento con la señorita mientos del conde de Monte - Christo, que Reneé de Saint-Meran , y Eduardo, ese á vivian en la calle Mestay; etan Maximi quien habeis salvado la vida . ligno Morrel, Julia y Manuel..07 - ¿ Y qué resulta de esa compensacion ? Halagado con la esperatiza de esta visita preguntó Monte- Christo que iba a hacer, de estos cortosmomentos .. -11 Resulta que mi padre, estraviado por felices que iba a pasar, de este resplandor Jas pasiones, ha cometido una de esas fal- del paraiso que penetrata en el infierno tas que se libertande la justicia humana , donde babia entrado voluntariamente, se sii pero no de la justicia de Dios ! ..... y que habia 'esparcido desde el momento en que ; Dios no queriendo castigar mas que a una perdió de vista á Villefort , la serenidad mas encantadora sobre el rostro det con - persona , le ha castigado á él solo . Y Monte Christo , con la sonrisa en los lá- de ; y Ali , que había acudido al Puido del bios , arrojó en el fondo de su corazon un timbre, al ver este rostro tan radiante de rugido que habria hecho huir á Villefort, una alegría tan rara , se habien rétirado de puntillas suspendiendo la respiracion para si hubiese podido oirle !! TV 3715 Adios, caballero, replicó elmagistra- no alterar los buenos pensainientos que trado que hacia algún tiempo estaba le - creía leer en el rostro de su amo. vantado y hablaba en pié:' os dejo He- Eran las doce del dia : el epode se ha -vando de vos un recuerdo de estimacion bia reservado una hora para subir al cuarto 12 que , lo espero , podrá seros agradable de Haydee ; hubiérase dicho e la ale cuando me conozcais mejor ; por otra paregria no podia entrar de pronto en aquella , ite haters adquirido en la señora de Ville -Yalma ulcerada por tanto tiempo , y quehe Á fort una amiga eterna i traja 329 - cesitaba prepararse para las emocionesdul El conde saludó y se contento conacom -lices como las otras almas nécesita a prepa panar hasta la puerta de su gabinete á Virarse para las emociones violentas. Hefort, el cual subió en su carruaje , preLa jóven griega estaba, comohemos di . ALBUM . 377 icho, en una habitacion enteramente sepa-"entre dos pequeñas sandalias de punta re rada de la del conde. Esta habitacion es- torcida , bordadas de oro y de perlas ; una taba amueblada á la manera oriental ; es túnica corta con largas rayas azules y blan decir ,* que los suelos estaban cubiertos de cas, y anchas mangas abiertas con botones espesas alfombras de Turquía, que inmen- 'de plata y perlas ; en fin , una especie de sas cortinas de brocado tapizaban las pa - corpiño entreabierto por delante que deja redes , y que en cada pieza habia alrede- ba ver el cuello y la mitad del pecho , y dor un ancho divan con alınohadones for- que se abrochaba por debajo de su seno con tres botones de diamantes . En cuanto rados dericas telas de la Persia . Hayiteé tenia á su servicio tres mugeres á la cintura, desaparecia bajo uno de esos francesas y una riega. chales de seda , con achas franjas de vivos Las tres mugeres francesas estaban en colores que tanto ambiciogan nuestras ele Ja primera pieza , prontas á correr al so- gantes parisieuses . nido de una campanilla de oro , y á obe Llevaba en la cabeza un gorro de oro decer las órdenes de la esclava griega ,"bordado de perlas, inclinado á un lado , y la cual sabia bastante francés para poder debajo de este gorro resaltaba una hermo transmitir las voluntades de su señora á sus sa rosa natural sobre unios cabellos de seda tres camareras , á las que Monte -Christo tan negros como el azabache . habia recomendado tuviesen las mismas En cuanto á la belleza de este rostro , 'consideraciones con Haydeé que con una era la belleza griega en toda la perfeccion reina.. de su tipo , con sus grandes y herinosos La joven estaba en la pieza.mas retirada ojos negros ve'ados , su frente de marmol , de sú habitacion , es decir , en una especie su nariz recta , sus lábios de coral y sus de saloncito redondo , en el que tan solo dientes de perlas . penetraba la luz por la parte superior al Y sobre este conjunto encantador la flor través de cristales color de rosa . Estaba de la juventud habia esparcido todo su bri recostada sobre unos almohadones de raso illo y todo su perfume . aai bordados de piata , apoyando su cabe Haydeé podia tener djez y nuercở vein za sobre su brazo derecho , m'entras que te años. con el izquierdo fijaba en sus lábiosel tubo Monte - Christo llamó á la criada griega de coral que estaba unido á otro tubo flec- y la dijo que pidiera permiso á Haydee sible que no dejaba pasar el lijero vapor á para entrar á verla . sul boca sino perfumado por el agua de Por toda respuesta , Haydee hizo señia á Benjuí, al través de la cual le obligaba a la criada de que levantase la colgadura que habia delante de la puerta. pasar su dulce aspiraciun . Monte - Christo entró . ha postura, tan natural para una mujer Haydeé se levantó sobre un codo, y pre de Oriente, hubiera sido para una francesa de vna coqueteria algun tanto afectada. sentando su mano al conde mientras le di En cuanto á su traje era el de las mu rigia upa soprlsa . jeres de Oriente , es decir , unos calzones -¿Por qué, dijo , en la lengua sonora anchos de satin blanco bordado de flores , de las hijas de Atenas , por qué me pides y que dejaban descubiertos dos pies de ni- permiso para entrar á verme ? ¿ No eres o soy yo tu esclava ? îo que se hubieran creido de mármol de mi dueño, no Paros, si no se les hubiera visto - mover ! Monte -Christo se sonrió a su vez . 95 318 ALBUM . – Haydeé, dijo , bien sabeis.... ti. Alí y Myrtho te acompañarán a todas . - ¿ Por que no mehablas de tu como partes y estarán á tus órdenes ; pero tesos de costumbre ? interrumpió la jórén grie- Iplico una cosa . ga ; ¿he .cometido alguna falta ? En este - Dila . caso , castigame, pero no me hables de ese - Guarda el secreto acerca de tu naci modo. miento , no digas una palabra de lo pasa - Haydeé, replicó el conde, bien sabes do; no pronuncies en ninguna ocasion el que estamos en Francia , y por consigriien nombre de tu ilustre padre pi el de tu po te que eres libre. bre madre. ---Libre, ¿de que ? preguntó la jóven . - Ya te lo he dicho, señot, no veré á - Libre de dejarme. nadie , - Dejarte , o y por qué te habia de de- -- Escucha , Haydee , tal vez no será jar ? posible esta reclusion oriental, en Paris ; i Que se yo ? Vamos á ver elmundo. sigue aprendiendo la vida denuestros pai - Yo no quiero ver á nadie . ses del Norte ; lo has hecho en Roma, en - Y si entre los bellos jóvenes que en- Florencia , en Milan y en Madriit ; esto te cuentres hubiese alguno que te gustase , yo servirá siempre , ya sigas viviendo aqui , no seria tan injus' o . ó que nos volvamos á Oriente . - Jamás he visto hombre mas hermoso La jóven dirijió al conde sus grandes que tú, y no he amado á nadie mas que á ojos húmedos, y respondió : mi padre y á tí. - O que volvamos á Oriente , quieres - Pobre Haydeé , dijo Monte -Christo , decir , ¿ no es verdad , señor ? es que nunca has hablado á nadie masque - Si, hija mia , dijo Monte-Christo ; bien sabes que nunca seré yo quien te á tu padre y á mi. - ; Pues bien ! quenecesidad tengo yo deje. No es el árbol quien abandona á la de hablar á nadie mas ? Mi padre me lla- flor ; la flor es la que abandona al árbol. maba su alegria , tú we llamas tu amor - Yo nunca te abandonaré, señor, dijo Haydeé , porque estoy segura de que no — ¿ Te acuerdas de tu padre, Haydeé?(podria vivir sin ti. ambos me llamais vuestra hija . · La jóven se sonrió . . - iPobre niñal dentro de diez años yo . Está aqui, y aqui, dijo poniendo la seré viejo , y dentro dediez años tú serás mano sobre sus ojos y sobre su corazon . jóven aua. - - Y yo, donde estoy ?'preguntó son - - Mipadre tenia una larga barba blan riéndose Monte - Christo . . . ca , esto no impedia que yo le amase ; mi -- Tú, dijo ella , estás en todas partes. padre tenia sesenta años, me y parecia Monte -Christo tomólamano de Haydeé mas hermoso que todos los jóvenes que para besarla ; pero la sencilla jóven retiró||veia . su mano, y presentó su frente . -- Ahora, Haydeé, la dijo , ya sabes que te eres libre, que eres aquila dueña , que eres reina ; puedes conservar ta traje ó dejarle - Pero veamos, dime, ¿ crees tú que podrás acostumbrar á esta vida ? - Te veré ? . ; . -- Modos los dias. según tu ' capricho: permanecerás aqui . Pues bien : & qué es lo que pides , se. cuando quieras, saldrás cuando gustes; ñor? siempre estará mi carruaje preparado parall - - Teno que te fastidies . .. 379 ÀLBUM . . No tengas cuidado , pues por la ma- mes macetas contenian hermosísimas flo llana pensaré que vendrás á verme, y por res . la noche me acordaré de que has venido : El conde reconoció á Cocles en el por por otra parte , cuando estoy sola tengo tero que le abrió la puerta . Pero comoés grandes recuerdos. Vuelvo á ver inmen - te , ya se acordará el lector, no tenia mas Sos cuadros , grandes horizontes con el que un ojo , y despues de nueve años este Olimpo á lo lejos; despues tengo en el co -iojo se habia debilitado considerablemente , razon tres sentimientos con los cuales no Cocles no reconoció al conde. se puede una fastidiar : tristeza , amor yll Lós carruages para detenerse delante Teconocimiento , de la entrada debian dar una vuelta, á fin -- Eres una digna hija del Epiro , Hay- de evitar un surtidor de agua cristalina deé, graciosa y poética , y se vé que des- que salia del centro de una gran taza en ciendes de esa familia de diosas que ha forma de concha, de márınol, la cual ha nacido en tu pais: tranquilizate , hija rnia , bia escitado bastantes envidias en elbarrio , yo haré de manera que tu juventud no se y era causa de que llamasen á esta casa el pierda , porque si me amas como á un pa-lpequeño Versalles. Inútil es decir que en esta taza nadaban dre , yo te amo como á una hija . – Teengatas, setor, yo no amaba ám una multitud de peces encarnados y de di padre conio á ti te amo ; mi amor hácia versos colores. tí es otro amor ; mipadre ha muerto y yo La casa , elevada sobre un piso de co no he muerto ; y si tú inurieras moririacinas y de cuevas, tenia ademias del piso contigo. bajo otros dos; los jóvenes la hahiay co!ti El conde dió su mano á la joven con prado con sus dependencias, que consistian una sonrisa llena de profunda ternura : en un inmenso taller , dos pabellones in Haydeé imprimió en ella sus lábios como el fondo de su jardin y el mismo jardin . Manuelhabia visto , desde la primera ojea de costumbre . Y el conde dispuesto asi para la entre - da, en esta disposición una pequeña espe - vista que iba a tener con Morrel y su fa - culacion : se babia reservado la casa , la milia , partió murmurando estos versos de mitad deljardin y habia tirado una línea, Pindaro : es decir , que habia construido una tapia « La jóven es una flor cuyo fruto es el entre este y los talleres, que alquiló con amor. ... Dichoso el que le obtenga des- |los pabellones y la otra mitad del jardin ; pues de haberle visto madurar lenta - de suerte que vivia en una ca sa sumamen mente , » te agradable por una cantidad bastante Segun sus órdenes, el carruage estaba módica. pronto . Subió en él; y el carruage, como Los adornos del comedor eran de enci siempre , partió rápidamente al galope de na , los del salon de caoba y de terciopelo sus caballos. : azul, los de la alcoba de nogal y de da masco verde ; ademas habia un gabinete XII. de trabajo para Maquel que no trabajaba, LA FAMILIA MORREL . En pocosminutos llegó el conde á la ca. y un salon de música para Julia , que no HeMeslay, número 7. estudiaba este bello arte . La casa estaba blanqueada , risueña yll El segundo piso estaba consagrado á precedida de un patio en el cualdos enor- Maximiliano ; era una repeticion exacta de ALBUN . 380 la habitacion de su hermana , pero el co- Arrojó un pequeño grito al ver al és a medor habia sido convertido en una sala tranjero. | Maximiliano dió al oirlo una carcajada. de billar donde llevaba á sus amigos. Elmismo estaba limpiando su caballo, l – No te incomodes , hermana , dijo ; el y fumando a la entrada del jardin , cuan -"señor conde'hace solo dos o tres dias que do se detuvo a la puerta el carruaje del está en Paris ; pero sabe lo que es una * apasionadá á las flores, y si no lo sabe, tu , conde de Monte -Christo . Coclés abrió la puerta comohemos di- se lo enseñarás. cho, y Bautista, bajando del pescante , pre- - , Ahl caballero , dijo Julia , traeros guntó si el sellor y la señora Herbault y así es una traicion de mi hermano , que CE Maximiliano Morrel estaban visibles para no usa de ninguna etiqueta ...¡Penelon !... i l'enelon !... el conde de Monte-Christo . . - ¡ Para el conde de Monte -Christo ! Un anciano qne regaba un plantio de esclamó Morrel tirando su cigarro y sa - rosales de Bengala , depositó su regadera - Jiendo al encuentro del conde; ya lo creo, en tierra y se acercó con su gorra en la ya lo creo que estamos visibles para él. mano. Algunos niechonescanos blanquea1 Ah ! gracias, mil gracias, señor conde , ban șu cabellera aun espesa,mientras que por no haber olvidado vuestra promesa. su tez bronceada y su 'mirada osada y vi Y el jóven oficial estrechó tan cordial- vaz recordaban al 'viejo marino , tostado mente la mano del conde,que este o pu - por elsol del ecuador y fortalecido con los do menos de conocer por la franqueza del vientos de las tempestades. hijo de Morrel, que era esperado con im - . - Creo que me habeis llamado, señori paciencia . ta Julia, dijo, hemeaquí. A - Venid , venid ,dijo Maximiliano,quie: Penelon habia conservado la costumbre ro servirosde introductor; un hombre co de llamar á la hija de su patron la seño mo vos no debe ser anunciado por un rita Julia , y jamás habia podido acostum criado : mibermana está en su jardin cor brarse á decirla señora Herbault. tando las flores marchitas ; mi cuñado lee - Penelon ,dijo Júlia,id á avisar à Ma sus das periódicos, la Presse y los Debales, nuel la visita que tenemos, mientras que á seis pasos de ella , porque donde quiera Maximiliano conduce á este caballero al : que se ve á la señora Herbault , no hay saloni. mas que mirar á cuatro varas de distan - Volviéndose despues hácia Monte cia, y veréis al señor Manuel, y recipro Christo . " . camente, como decimos en la escuela po . Jitécinca .. . .. - Me permitireis que me retire un mo mento ! dijo . El ruido de los pasos hizo levantar Jal Y sin esperar elconsentimiento del con cabeza á una joven de veinte á veinte y de desapareció por una calle de árboles cinco años , vestida de una bata de seda , que conducia á la casa. . ii y cortando cuidadosamente las rosas mar- - ¡ Ah ! mi querido Morrel, dijo Mon chitas de un soberbio rosal.. . . te -Christo , advierto con dolor que mivi Esta muger era nuestra antigua Julia , sita causa un trastorno en toda la casa . que a poco tiempo, segun se lo habia pre- - Mirad,mirad , dijo Maximiliano rien dicho el mandatario de la casa Thomson do : / veis allí al marido que por su parte 'Iva á cambiar su chaqueton con una levi y French , fué la señora Herbault. 331 ALBUM . ta ? ¡Oh ! esque os conocen en la calle del -- «Julia , le dijo,aquíestáelúltimo car: Meslay, estába is anunciado . * Hucho de cicu francos que acaba de entre - Me parece que es una familia feliz ,lgarme Coclés, y que completa los doscien caballero, dijo el conde respondiendo a su tos cincuenta mil francos que hemos fija propio pensamiento . do como límite de nuestras ganancias. Que - Oh ! si, lo aseguro, señor conde, que darás satisfecha con este poco , con lo cual quereis? no les falta nada para ser felices, será preciso contentarnos de aqui en ade son jóvenes , alegres, se aman, y con sus ante . Escucha , la casa hace por un mi veinte y cinco inil libras de renta se figulon de negocios al año , y puede producir rap , ellos que tan inmensas fortunas hancuarenta mil francos de beneficios. Ven manejado , se figuran poseer las riquezas deremos la clientela , si te parece,en tres licientos mil francos en una hora , porque del Perú . Sin embargo , veinte y cinco niilli - aquí tengo una carta del sellor Delaunay bras de renta es poco , dijo Monte Christo que nos lo ofrece en cambio de nuestros con una dulzura tan suave que conmovió fondos que quiere reunirá los suyos. ¿Con á Maximiliano', como hubiera podido ha - qué á ver que te parece que hagamos ? cerlo la voz de un padre ; pero no pararán - Amigo mio , dijo mihermana , la casa ahí nuestros jóvenes, ya serán a su vez ſorrel no puede sostenerse sino por un millonarios. Vuestro cuñado es abogado... Morrel. Salvar para siempre de los vaive ó méstico .. . ó ... . . Inesde la fortuna el nombre de nuestro pa dre, ¿ no vale esto trescientosmil francos? - Eso pensaba yo , respondió Manuel ; sin embargo , queria saber tu parecer. . - ; Pues bien ! amigo mio , ahí le tie nes. Todas nuestras entradas se han cri ficado ; nuestras letras pagadas ; podemos - Era comerciante , señor conde, y to mó á su cargo la casa de nuestro pobre padre.El señor Torrel ha muerto dejando quivientos mil francos de fortuna . Yo tenia una mitad y mihermana otra, porque no eramos mas que dos niños. Su marido , que se habia časado con ella sin tener otrojlechar una raya debajo de la cuenta de es patrimonio que su noble probidad , su in - ta quincena y cerrar la casa ; echemos es teligencia de primer orden y su reputacion |ta raya y cerréinosla ; lo cual fué hecho ilesa , quiso poseer tanto como sui muiger , inmediatamente ; eran las tres, á las tres trabajó hasta que hubo reunido doscientos y cuarto se presentó un cliente para hacer li cincuenta mil francos : seis anos le basta -lasegurar un paso de dos buques ; era un ron . Era un tierno espectáculo el de estos beneficio de quince mil francos contantes. dos jóvenes tan laboriosos, tan unidos, - Caballero , dijo Manuel, tened la boni destinados por su capacidad a la fortuna dad de dirigiros a nuestro cofrade el sessor mas altı, y que no queriendo cambiar na- Delaunay, En cuanto a nosotros, yü lice " Y da de las costumbres de la casa paterna ,Imos dejado el commercio . gastaron seis años en hacer lo que otros - ¿ Y desde cuando ? preguntó el clien . . comercianteshubieran hecho en dos o tres;||te asombrado . así, pues, Marsella entera colmo de ala - - Desde hace un cuarto de hora.» Y aquí veis, caballero, continui son - hayzasá yna abnegacion tan laboriosa Eol fin , un dia Manuel fụć á buscar á şu mu-liriéndose :Maximiliano , comomihermana ger que acababa de pagar las cuentas ven - y micuñado no tienen mas que veinte cidas, Icinco mil francos de renta . 95 382 ALBUN . Maximiliano acababa apenas su narra- La curiosidad se pintó en las facciones cion durante la cual el corazon del conde del conde. se habia dilatado cada vez mas, cuando -- iOh ! es una frisluria de familia , apareció Manuel con una levita abrocha- como os decia el otro dia Chateau -Re da ; saludó como un hombre que conoce naud, replicó Maximiliano ; para vos, se la iinportancia del personage á quien ha- nor conde , acostumbrado á ver ilustres blaba, y despues condujo al conde á la desgracias y espléndidas alegrías , tendria poco interés este cuadro de familia : nu casa . El salon estaba ya embalsamado de flo chos, muchísimos dolores hemos sufrido , res contenidas con gran trabajo en un in - comoos decia Julia ,aunque estuviesen en menso vaso del Japon con asas naturales. cerrados ea este pequeño cuadro. Julia , bien vestida y peinada con coque -- ¿ Y Dios os ha dado consuelos para tería , se presentó para recibir al conde. vuestros sufrimientos ? pregunto Monte . Oíase cantar á los pájaros del jardin y Christo. de una pajarera próxima al salon ; las ra - | - Sí, señor conde, dijo Julia , podemos mas de jazmines y de acacias color de ro- decirlo, porque hizo por nosotros lo que sa bordaban con sus hajas las cortinas de no hace mas que por sus elegidos; nos · envió uno de sus ángeles. terciopelo azul. Todo en esta encantadora morada res- | Un vivo carmin cubrió las mejillas del piraba la mayor tranquilidad y el mas conde que tosió para disimular y se llevó completo reposo , desde los gorjeos de los al pañuelo a la boca . pájaros hasta la sonrisa de los dueños del - Los que han nacido en ona cuna de la casa. . . púrpura , y nunca han deseado nada, dijo El conde desde su entrada en la casa , Manuel, no sabeu lo que es la felicidad se habia impregnado ya de esta felicidad , de vivir ; lo mismo que no pueden cono . así pues se quedó mudo y pensativo , ol-Icer el precio de un cielo puro los que no . vidando que le mirasen y que le oyesen han entregado nunca su vida á merced de para proseguir la conversacion interrum cuatro tab'as fluctuantes en un mar enfum dida despues de los primeros cumpli - recido . Monte - Christo se soorió , y sin respon Apercibiose de este silencio que era ya der nada, porque solo en el temblor se hue mientos. impolítico , y saliendo con un gran esfuer - biera conocido la emocion de que estaba zo de su meditacion . agitado , se puso á recorrer el salon á bar -- Seliora, dijo en fin , perdonadmeuna gos pasos. emocion que debe asombraros, á vos acos- - Nuestra magnificencia os hace son tumbrada á la paz y á la felicidad que reir , señor conde , dijo Maximiliano que aquí encuentro ; pero para mi es una cosa !e seguia con la vista . tan nueva la satisfaccion sobre un rostrol -- No, no respondió Monte Christomuy humano, que no me canso nunca de mi- pálido , y conteniendo con una mano los raros á vos y á vuestro marido . latidos latidos dede si corazon , mientras que cou - Somos muy felices , en efecto , cabai a la. otra mostraba al jóven un globo decris llero , repuso Julia ; pero hemos sufrido mucho tiempo , y pocas personas habrán talbajo del que reposaba un bolsillo de coinprado su felicidad tan cara como no- seda sobre una almohadilla de terciopelo sotros. Inegro . Me preguntaba solamente para que ALBOM . 383 Five éste bolsilto, que en un estremo con- y Maximiliano sacando un billete del bol tiene un papel, me parece , y en el otro sillo lo presentó al conde , esta carta fue un hermoso diamante . Jescrita por él, un dia en quemipadre ha Maximiliano tomó un aire grave y res - bia tomado una resolucion desesperada , ly este diamante fué regalado para su dote .. pondió : - Esto , señor conde , es el tesoro maslá mi hermana por este generoso ,descono cido. : , 2. precioso de nuestra familia . - En efecto , este diamante es bastan - Monte-Christo abrió la carta , yila-leyó te hermoso , repuso el conde de Monte - con una espresion indefinible de felicidade Christo . era el billete que nuestros lectores cono - - Oh ! mi hermano no os habla del cen , dijido á Julia , y firmado, Simbad el valor de la piedra , aunque está estimada marino . 'en cien mil francos , señor conde : querel - ¿ Desconocido, decis ? con que, el hom . :. solamente deciros que los objetos que en bre que os ha hecho ese servicio ha per cierra ese bolsilo son las reliquias del án - manecido desconocido ? - Si, señor, jamas hemos tenido la dia gel de quien hablábamos hace poco. . - No puedo comprender eso, y sin em - cha de estrechar su mano ; no será por bargo no debo preguntároslo , señora , re - no haber pedido á Dios este favor, aliadió plicó el conde de Monte Christo inclinán - Maximiliano ; pero ha habido en toda es dose ; perdonadme, no he querido ser in -fta aventura un misterio que aun no he discreto. mos podido penetrar ; todo ha sido con - ¿ Indiscreto , decis ? ¡ ohl ;que felices ducido por una mano invisible , poderosa nos haceis; senior conde , al contrario ; como la de un mago. . . ofreciendo una ocasion de pirnos acercal - ¡ Oh ! dijo Julia , aun no he perdido de ese asunto ! Si ocultásemos como un toda esperanza de besar un dia aquella secreto la accion inas hermosa que recuer- como ahora beso el bolsillo que ha tocado . da ese bolsillo , no le espondríamos de ese Hace cuatro años Penelon estaba en Tries modo a la vista de todos. te ; Penelon , senior conde , es ese valiente - Oh ! quisiéramos poderla publicar marino á quien habeis visto con una 're en todo el universo , para que un estre- gadera en la mano, y que de contramaes mecimiento de nuestro bienhechor desco - tre se ha hecho jardinero. Penelon , estan do pues en Trieste, vió en el muelle un nocido nos revelase su presencia - Ah ! voy comprendiendo , dijo Mon - inglés que iba á embarcarse en un yacth lly reconoció al que firé á casa de mi padre te Cristo con voz ahogada . - Caballero , dijo Maximiliano levan - el 5 de junio de 1829 y que me escribió tando el globo . v besando religiosamentellel billete el 5 de setiembre . Era el mismo, el bolsillo de seda; esto ha tocado la mano segun él asegura , pero no se atrevió á ha de un hombre por el cualmipadre ha si - blarle. do salvado de la muerte , nosotros de la . - Un inglés ! esclamó Monte -Christo , ruina y nuestro nombre de la vergüenza; y que se inquietaba á cada mirada de Ju de un hon bre , gracias al cual, nosotros lia , iun inglés decis? pobresmuchachios entregados a la miseria ól - Si, replicó Maximiliano', un inglés las lágrimas, podemos oir hoy á la gente que se presentó en nuestra casa como un estasiarse en nuestra felicidad. Esta carta ,Imandatario de la casa Thoinson y French . 384 ALBUM . de Roma. Héaqui por que cuando dijis-" solamente. He conocido á un tal...... lord teis el otro dia eu casa de Morcerf que los Wilmore que tenia tambien rasgos de ge señores Thomson y French eran vuestros nerosidad que adıniraban . , banqueros,me estremecí involuntariamen- , - Sia darse á conocer ? te . Y á nombre del cielo , caballero , estol - Era un hombre estraño y queno creia · pasaba , como os hemos dicho , en 18 :29 . en cl reconocimiento . . , ¿Habeis conocido á ese inglés ? . I - iOh , Dios mio ! esclamó Julia con ---Pero ¿nomehabeis dichotambien que'un acento sublime y cruzando las manos ; la casa Thomson y French habia siempre en que creia entonces ese desgraciado ? · negado que os hubiese ese hecho ese servicio ? - Si. - A lo menos asi le sucedia en la época en que yo le conocí, dijo Monte -Christo , Já quien esta voz que partia del fondo del - Entonces ese inglés įno podia ser un alma habia estremecido hasta la última fi : - hombre que reconocido á vuestro padre bra ; pero despues de este tiempo , tal vez por alguna buena accion que él mismo habrá tenido alguna prueba de que existia habria olvidado , pudiera haber tomado el reconocimiento . .. . ese pretesto para hacerle un servicio ? - - Y vos conoceis á ese hombre , caba - Todo es posible, caballero , en seme- Ilero ? preguntó Manuel jante circunstancia , aun un milagro . - ¡Oh ! si le conoceis, caballero, escla - - ¿ Como se llamaba ? preguntó Monte -lmó Julia; decid , decid , ¿podeis llevarnos á su lado .mostrárnosle , decirnos donde es Christo . - Nunca ha dado otronombre, respon - tá ? : Oh ! Maximiliano, ioh ! Manuel, si dió Julia mirando al conde con profunda le encontráse nos le hariamos creer en el atencion , que el nombre con que se firmó reconocimiento . en el billete : Simbad el marino. : Monte-Christo sintió asomarsedos lágri - El cual no seria sin duda su nombre mas á sus ojos, y se puso a pasear de nuevo por el salon . propio. - - Es probable , dijo Julia , mirándole -- En noinbre del cielo , caballero , dijo siempre . Maximiliano, ; si sabeis alguna cosa deese El conde iba a proseguir, pero comovió hombre, decidnoslo ! que Julia le examinaba con tanta atencion siAy ! dijo Monte - Christo contenien como queriendo conocer el sonido de su do la emocion de su voz, si vuestro bien - ** voz, se detuvo para reponerse algun tan- hechor es lord Wilmore , temo que no le to de su emocion y continuó con voz alte- encontremos nunca. Me separé de él, en rada. si alermo, y partia para los paises mas fa Veamos, ¿no es un hombre demi es- bulosos; con quemucho dudo que vuelva. - tatura casi, tal vez un poco mas alto , un - i Ah ! caballero, i sois cruel! esclamó poco mas delgado , enterrado en una in - Julia con espanto . ; mensa corbata , con una levita abrochada . Y las lágrimas asoinaron á los ojosde la hasta arriba y siempre con el lápiz en laſ jóven. mano ? : : : . !! ! .. . Señora , dijo grayernente Monte - Oh ! pero , ¿ le conoceis ? esclamó Christo devorando con los ojos, lasdos per . Julia con los ojos brillantes de alegria. . Klas líquidas que rodaban por las megillas - No, dijo Monte -Christo , lo supongo de Julia ; si lord Wilmore hubiese visto lo ALBUM . 385 que yo acabo de ver aqui, amaria aun la||cida á la iluminacion de la tumba , est vida, porque las lágrimas que derrämais pensamiento, que hasta entonces habia si Te reconciliarian con el género humano .ldo una duda , se trocó en conviccion , y Y presentó la mano á Julia que le dió la flas últimas palabras que propunció almo làmirada suya , yarrastrada comodelse conde sentia: por la frir por el acento fueron estas : - - Pero ese lord Wilmore , dijo , ¿ tenia - Maximiliano , era Edmundo Dan un pais, una familia , parientes, era cono- tes !... ) cido , en fin ? ¿ 00 podriamos... La palidez del conde , que despues de - Oh ! 'no os canséis , senora , dijo a algunos segundos iba creciendo , era es conde, no procureis interpretar esas pala pantosa cuando pronunció elhijodeMorrel brás que se me han escapado. No, lorda · Wilmore, no es probablemente elhombre estas palabras; toda su sangre se agolpó á que buscais, era miamigo, yo conocia to - corazon ; no podia hablar ; sacó su reloj dos sus secretos, y me hubiera contado como si hubiera olvidado la hora , tomó su sombrero , hizo á , la señora Herbault ese . . Y no os ha dicho nada ? esclamó una cortesia brusca y embarazada , y es trechando las manos de Manuel y Maxi . Júlia . - Nada. miliano : - , Ni una palabra que os hiciera supo- .: Señora, dijo , permitidme que venga algunas veces á visitaros. Aprecio mucho ner ? .. .. . vuestra casa, y os estoy sumamente reco " -- Nunoa . Sin embargo hace poco le nombras- nocido por vuestra acogida , porgne es la teis . ('primera vez que me he olvidado de mí mismo despues de muchos años. . - i Ahl una suposicion . .. - Herniana , hermana, dijo Maximi- i. Y salió precipitadamente ." liano ayudando al conde , el señor tiene : - Este conde de Monte-Christo es un razon. Acuérdate de lo que tantas veces hombre singular, dijo,Manuel. nos ha dicho nuestro padre; no es un in - , - - și, respondió Mauimiliano , pero yo glés el que nos ha hecho tan felices. creo que tiene un corazon cscelente, y. es .. Monte -Christo se estremeció . : toy seguro de que nos ama. Vuestro padre os decia .... ¿ qué osl - Y á mi, dijo Julia , meha llegado su decia , señor Morrel ? repuso vivamente. voz al corazon , y dos o tres veces se ne - Mi padre,caballero, veia en esa accion ha ligurado que no era esta la primera un milagro.:Mi padre creia en un bienhe. vez que le veia . · chor que habia salido por nosotros de su in i XII. , tumba. ¡ Oh ! i que tierna supersticion ! The PYRAMO Y TNISBĘ. · Caballero , y sin embargo, sin creerlo, yol Cerca del barrio de Saint-Honoré , de.. mismo estaba lejos de querer destruir esta tras de la mas hermosa casa notable en creencia en su noble corazon ! ¡ Así pues tre las notables casasde este suntuoso bar cuantas veces pensaba en ello , pronun -jrio , se estiende un vasto jardin cuyos ese ciaba en voz baja un nombre que le era pesos castaños sobrepujan con mucho las muy querido , un nombre de amigo per- enormes tapias, y dejan caer cuando lle dido ! y cuando se vió cercano á morir , ga la primavera sus flores sobre dos enor : cuando la proximidad de la eternidad hu mes jarrones de mármol colocados para i bo dado á su imaginacion una cosa pare lilelamente sobre dos pilastrascuadrangula 07 386 · ALBUM . rés en las que encaja una reja de hierro En esta huerta en lugar de eoliflores, ensaladas, verduras, rábanos, patatas y del tiempo de Luis XII. Esta grandiosa entrada está condenada melones, nacen solo grandes alfalfas, vois apesar de los magnificosgeravios que bro - co cultivo que anuncia que no se ha olyi tan en los dos jarrones y que entregan aldado del todo este lugar abandonado; una viento sus hojas blanquizcas y sus flores de puertecita baja , abriéndose á la calle pro púrpura ; desde que los propietarios de la yectada, daba entrada a este terreno cer casa se privaron de ella se privaron de cado de tapias, que sus habitantes acaba la posesion , del patio plantado de árboles ban de abandonar á causa de su esterili que cae á la calle principal , y del jardin dad, y que despues de ocho dias, en lugar que cierra esta reja , la cual caia antes á de producir un cincuenta por ciento como una magnífica huerta de una fanega delantes, no produce absolutamente nada . tierra francesa , perteneciente a la propie - Por el lado de la casa , los castadios de dad. Pero el demonio de la especulacion que hemos hablado coronan la tapia . lo habiendo tirado una línea , es decir , for - cual po impide que otros árboles verdes y mado una calle en el estremo deesta huer loridos des icen en los espacios que median ta , y habiendo recibido la calle un nombre entre unos y otros, sus ramas ávidas de antes de existir , gracias á una placa de aire. En un ángulo en que el follaje es tan vidrio , pensaron poder vender esta huer- espeso que apenas penetra la Iaz eu él, un ta para edificar casas en la calle , y facili - ancho banco de piedra y sillas de jardin tar el tránsito á ese magnífico barrio de indican un lugar de reunion ó un retire. favorito de algun habitante de la casa gi Saint-Honoré. Pero en punto á especulacion el hom - tuada á cien pasos, y que apenas se perci bre propone y el dinero dispone; la calle be al través del espeso ramaje que la en bautizada murió en la cuna; el que adqui- vuelve. En fin , la eleccion de este asilo rió la huerta , despues de haberla pagado misterioso , está just ficado a la vez por la á buen precio no pudo lograr el venderla ausencia del sol , por la frescura eterna , en la suma que queria , y esperando una aun durante los dias mas ardorosos deles subida de precio que no podia dejar de tio , por el gorjeo de los pájaros y por el indemnizarle un dia ú otro , se contentó aislamiento de la casa y de la calle , esde con alquilar la huerta á unos hortelanos\cir, de los negocios y del ruido. por quinientos francos al año . En una tarde del dia mas caluroso de No obstante , ya lo hemos dicho, la re- primavera habia sobre este banco de pie · ja del jardin , la reja que caia á la huerta , dra un libro , in sombrilla , un canasto de está condenada y el orin roe sus goznes; labor y un pañuelo de batista cuyo bordado aun hay mas : para que los innobles hor- estaba comenzado; y no lejos de este ban telanos no curioscen con sus miradas vul- co , junto a la reja , en pié, delante las ta gares el interior del jardin aristocrático , blas, con los fijos á una de las aberturas , un tabique de tablas está unido a las bar babia una joven cuyasmiradaspenetraban ras hasta la altura de seis pies. Es verdadloen el terreno desierto que ya conocemos. que las tablas no están bien unidas que Casi al mismo tiempo la puertecita de furtivanopor dirijir una no se pueda terreno se cerraba sin hacer ruido , y es esteCasi esta casa peromirada las rendijas; entre alto , vigoroso , vestido de una joven un indiscrecio las una casa severa que tema pes . blusa azul, una gorrilla deterciopelo , pero ALBUM . Cuyos bigotes , barba y cabellos negros 387 - Un éstado.... ¿ Qué quereis decir, cuidadosainente peinados,desdecian de este Maximiliano ? į somos bastante dichosos traje popular, despuesde uva rápida ojea - para que hableis de lo que nos concierne da á su alrededor para asegurarse de que con ese tono de broma ? nadie le espiaba , pasando por esta puerta , - - Oh ! Dios me libre , dijo el jóven , que cerró tras sí, se dirigió con pasos pre- de chancearme con lo que decidirá de mi cipitados hacia la reja . ' · ; suerte ; pero, fatigado de ser un corredor A la vista delque esperaba, pero no pro - de campos, y un asaltador de murallas, bablemente en aquel traje , la joven tuvo espantado a la idea que me infundisteis la Sotra tarde de que vuestro padre me haria miedo y dió dos pasos hacia atrás. Y sin embargo , ya al través de lashen - juzgar un dia como ladron , lo cual com · diduras de la puer a, el joven con esa mi- prometeria el honor del ejército francés , . rada que solo pertenece a losamantes,ha- joo menos espantado de la posibilidad de bia visto flotar el vestido blanco y el largo que se asombren de ver eternamente ron : tinturon azul; se lanzó hácia el tabique, y dar al rededor de este terreno , donde no hay la menor ciudadela que sitiar ó elmas aplicando su bóca á una abertura: - No temais, Valentina, dijo , soy yo. pequeño bloqueo que defender , á un capi La jóven se acercó . ftan de spahis, me he convertido en horte - ¡Oh ! caballero, dijo , ¿ por qué ha - lano, y he adoptado el traje de mi profe • beis venido hoy tan tarde ? Sabeis que ession . hora de ir pronto á comer, y que me he - Bueno, qué locura ! tenido que valer de mil medios para de- - Esta es al contrario la cosa mas bien , sembarazarme de mi madrastra que me pensada que he hecho en toda mi vida , espia , de mi camarera que me persigue, y porque á lo menos nos deja en toda segui de mihermano que me atormenta , para |ridad . venir á trabajar en este bordado, que temo - Veamos, esplicaos. no se acabe en mucho tiempo ?... ¿ Asi - Pues bien ; fuí á buscar al propieta que os escuseis de vuestra tardanza , merio de esta huerta , el arrendamiento con direis el motivo de este nuevo traje que los antiguos inquilinos habia concluido , y habeis adoptado, y que casi ha sido causa yo se la alquilé de nuevo. Toda esta alfal fa me pertenece , Valentina : nada impide de que no os haya conocido ? - Querida Valentina, dijo el jóven , de - que mande construir una cabana aquí cer -, masiado conoceis miamor, para que os ha - |ca, y viva de aquí en adelante á veinte pa ble de él, y sin embargo siempre que ossos de vos. ¡ Oh ! no puedo contener mi veo tengo necesidad de deciros queosado - alegría y mi felicidad . Comprendeis , Va ro, á fin de que el eco de mis propias pa - lentina, que tengan precio estas cosas? ¿Es labras me alhasue dulcemente el corazon imposible, no es verdad ? ¡ Pues bien I to cuando no os veo. Ahora, os doy mil gra - da esta felicidad , toda esta dicha, toda es cias por vuestra reprimenda , es encanta - ta alegría , por las que yo hubiera dado dora, porque ne prueba , no me atrevo á diez años de mi vida, me cuestan , ¿no adi decir que me esperabais , pero si que pen - vinais cuánto ?... .. quinientos francos al sabais en mi. Queriais saber la causa de mi tardanza y el motivo demidisfraz, voyll.año, pagados por trimestres . Así, pues, ya veis :: de ar aquí en adelante no hay nada . ; lo veis á decírosla , y espero que me escusareisslo he elegido un estado. 'Tque temer . Aquí estoy en mi casa , puedo ALBUN . 388 poner una escalera apoyada en mi tapia ,llo - Y eso es lo que os ha animado, Ma: y, mirar por encima, y tengo sin temor ximiliano ; y eso mismo me proporciona . de que venga una patrulla á incomodar- una vida dulce y desgraciada hasta tal . me, derecho para deciros que, os amo, punto , que me preguntó á,veces que es lo mientras que vuestro orgullo no se resien - que vale mas para mí, si el posar queme ta de oir salir esa palabra de la boca de un causaba antes el rigor de mimadrastra y pobre jornalero con una gorrilla y una su ciega preferencia a su hijo , o la felici dad dlena de peligros que esperimento al blusa e ili apateHY G Valentina arrojó un ligero grito de sor ||veros. Lo presa , y luego de repente dijo tristementel - De peligros, esclamó Maximiliano , y como si uną nube hubiese,velado el ra - ipodeis decir una palabra tan dura y tan yo de sol que iluminaba su corazon ... 1 injusta l të Habeis visto nupca un esclavo - Ay ! Maximiliano , ahora seremos mas sumisa que yo ? Me habeis permido demasiado libres , nuestra felicidad nos ha- dirigiros algunas veces la palabra , Valen rá tentar á Dios ; abusaremos de nuestra tina , pero mehabeis prohibido seguiros; . seguridad , y nuestra seguridad nos per- he obedecido. Desdeque encontré unme derá ! UEF =1092)o dio para penetrar en esta huerta , para ha - -- Podeis decirme eso, amiga mia,á mi blaros al través de esta piierta , de estar , que desde que os conozco os pruebo cada ſen fin , tan cerca de vos sin veros , ¿ os he • dia que he subordinado mis pensamientos pedidoalguna vez que me deis vuestra ma y mi vida á vuestra vida y vuestros pen - no al través de esta reje ? He intentado samientos? ¿ Quién os ha dado confianza siquiera saltar, esta tapia , fútil obstáculo en mí? mihonor, ino es así?,cuando,me para mijnventud y mi fuerza? Nunca me dijisteis que un yago instinto os aseguraba he quejado de vuestro rigor , nunca os he que corriais algun peligro , todo mi anhelo manifestado en voz alta, un desco ; he sido fué serviros , sin pediros otra recompensa fiel á mipalabxa como una caballero de los que la felicidad de serviros. Desde este tiempos pasados. Confesad eso al menos tiempo ,os he dado motivo por una pala - para que no os erea injusta . ee bra , por una accion , de arrepentiros por -- Es verdad , es verdad ; dijo Valenti habermepreferido a los que hubieran şido na pasando por entre dos tablas al estre felices en morir por vos ? Me dijísteis , po-lmo de dos de sus dedos afilados, sobrə ols bre niña , que estabais prometida al señor cuales aplicó Maximiliano los labios; es Franz de Epinay , que nuestro padre ha verdad , sois un amigo honrado. Pero en bia decidido esta alianza , es decir que era fin , Vos,no habeis obrado sino por vuestro segura ; porque todo lo que quiere else- finterés, mi querido Maximiliano ; bien sa ñor de Villefort se efectúa infaliblemente .lbiais que desde el dia en que la esclava Pues bien , he permanecido a la sombra , fuese exigente , todo lo debía perder. Me esperando , no de mi voluntada nie de la habiais prometido la amistad deun herma vuestra , sino de dos sucesos, de la provi -lino , á mi que no tengo amigos , á mig á dencia de Dios , y sin embargo me amailguien mi padre olvida , á quien mi ma bais ; tuvisteis piedad de mi, Valentina, y drastra persigue, y que no tengo por con vos misma graciascaras mepalabra, lo habeis por esta dulce si-l suelo mas que un anciano , inmóvil, mu quedicho no os; pido no que me la repitais de cuando en cuan - do , helado , cuya mano no puede estre do , y que me hará olvidarlo todossupIchar la mia , cuya mirada sola puede ha -ALBUM. 389 blarme, cuyo corazon late sin duda por estais segura de que os amo, cien vveces eces es wc- rhubiera a reja yaya mimano nas fuertirrision as de espasado son iAmarga or las bar mi mano ppor mi con un resto dee calor. de la suerte que me hace enemiga y vic - "ras de esa reja , y hubiera estrechado la tima de todos los que son inas fuertes que mano del pobre Maximiliano , diciéndole : os qu'un cadáver pano, Ma- milialentina no re ed da un cadáver por úgico"<< Seré vuestra , vuestra solamente , Maxi so ;, y que que mme yo sosten y amigo ! ¡ Oh ! Maximiliano , Ma- miliano , en este mundo y en el otro. » ximiliano, soy inuy desgraciada , y haceis bien en amarine por mi y no por vos. Valentina no respondió nada, pero elić ven la oyó suspirar y llorar, - Valentina, dijo el jóver con unaemo- - ; Oh ! esclamó, ; Valentina ! ;Valen cion profunda, ilo diré que a nadie sino á tina ! olvidad mis palabras si hay en ellas vos amo en el mundo , porque tambien algo que haya podido disgustaros. ' amo á mi liermana y á mi cuñado ; pe ! - No , dijo ella , teneis razon: ¿pero no ro este es un amor mas dulce y tran - veis que yo soy una pobre criatura aban quilo que nada se asemeja al sentimiento donada en una casa casi estrana , porque que esperimentu hácia vos; cuando pien - mi padre es para mi un estraño , y cuya so en ello , mi sangre se agolpa á las ve - voluntad ha ido desapareciendo despues de nas, mi corazon se dilata ; pero esta fuer - diez años , dia por dia , hora por hora, mi za , este ardor , este poder sobrehumano outo por minuto ? Nada de lo que sufro , y los emplearé en amaros solamente hasta a nadie sino á vos lo he dicho. En la apa el dia en que me digais que los emplee en riencia, y á los ojos delmundo , todos son serviros. El señor Franz d'Epinay estará buenos, todos son afectuosos; en realidad, ausente un alio , segun dicen ; en un año todosson hostiles. Elmundo dice; el Sr. de ;cuantos sucesos favorables pueden secun- Villefort es demasiado grave, demasiado dar nuestros proyectos ! Esperemos sieni- severo para mostrarse tierno con su hija ; pre ; es tan bueno y tan dulce el esperar ! pero á lo menos tiene la felicidad de en . Pero mientras tanto , vos, Valentina , vos contrar en la señora de Villefort una se quemeechais en caramicgoismo ¿qué ha- gunda madre . Pues bien : el mundo se en beishecho por mi?Hermosa y fria estátua gana ; mi padre me abandona con indife : de la Venuspúdica , en cambio de este inte - rencia , y mimadrastrameaborrece con un rés,de esta obediencia ,de este cariño , que encarnizainiento tanto mas terrible cuanto me habeis prometido? vada ; ¿ quémeha- que está velado por una sonrisa eterna. habeis concedido ? bien poco á la verdad. - Aborreceros ! ; á vos, Valentina ! y Me hablais del señor d'Epinay , vuestro como pueden aborrecerros ? prometido, y suspirais a la idea de ser un - ;Ay! amigo mio , dijo Valentina , dia su esposa. Veamos, Valentina, ¿ es eso me veo obligada ă confesaros que este ódio todo lo que siente vuestro corazon ? ¿ Como proviene de un sentimiento casi natural. os doy mi vida y mi alına , os consagro Adora á su hijo , a mi hermano Eduardo. hasta el mas insignificante latido de mil - Y bien ? corazon ; y cuando ya soy vuestro , cuan- Os parecerá estraño que mezclen en do ya me digo á ini mismo en voz baja lo que estamos hablando una cuestion de que moriré si os pierdo , no os espantais á dinero : ; pues bien ! amigo mio , yo creo la sola idea de pertenecer á otro . ¡ Oh ! que su odio proviene de ahi, os lo asegu ; Valentina , Valentina ! si yo fuese lo quero . Como ella por si no tiene fortuna, co vos sois, si yo me sintiese aunado como vos :0 yo soy ya rica , y esta fortuna será aun 93 390 ALBUM aumentada por la del señor y señora del - No me bableis de Marsella, Matitis Saint -Meran , yo creo que está envidiosa . liano, esa sola palabra me recuerda á mi ¡ Oh ! ¡ Dios mio ! si (yo pudiese darle la buena madre, ese ángel que todo el muna mitad de esa fortuna y encontrarme en do ha llorado , y que , despues de habes casa del señor de Villefort, como una hija velado por su hija durante su corta per en la casa de su padre ; no vacilaria un manencia en la tierra , vela aun por ella , momento en hacerlo . lo espero , durante su eterna morada en el - ¡ Pobre Valentina ! cielo . ¡Oh ! si viviera mi pobre madre, - Si, me siento encadenada, mo tiempo Maximiliano , nada tendria que temer ; le mesiento encadenada , y al mismo tiempo diria que os amo , y me protegeria . . me siento tan débil, que me parece que - ¡Ay! Valentina , replicu Maximilia estos lazosme sostienen y tengo miedo de no, si viviera, sin duda yo no os conoces romperlos. Por otra parte mipadre no es ria; porque vos misma lo habeis dicho, se un hombre cuyas órdenes se puedan revo- riais feliz şi viviera , y Valentina feliz, me car impunemente ; es poderoso contra mi, habria mirado desdeñosamente desde lo lo seria contra vos , lo seria contra elmis- lalto de su grandeza. mo rey , protegido como está por una po- - ¡ Ah !, amigo mio , esclamó Valenti sicion inatacable . ¡Oh! ¡Maximiliano ! os na, sois injusto ... pero , decidme... lo juro , no lucho porque tanto vos como - Que quereis que os diga, replicó Ma yo temo que seamos vencidos en esta lu - ximiliano, viendo que Valentina vacilaba . cha. - Decidme, continuó la jóvren , iha ha : - Pero en fin , Valentina, repuso Maxi- bido alguna vez en Marsella algun motivo miliano , ¿porqué desesperar asi, y ver el de querella entre vuestro padre y el mio ? porvenir siempre sombrio ? — No, que yo sepa , respondió Maximi - Ahl amigo mio , porque lo juzgoliano, sino es que el vuestro era un parti por el pasado. dario acérrimo de los Borbones , y elmio - Veamos; si yo no soy un partido ilus- del emperador; este es, segun presumo , tre bajo el punto de vista aristocrático , el único motivo que han tenido de quere soy considerado en algo por muchos inolla . ¿Pero por qué me preguntais eso, Va tivos en el mundo en que vivis; el tiempo lentina ? en que habia dos Framiers en la Francia - Voy á deciroslo , replicó la joven, por's no existe ya ; las familias mas altas de laſ que todo lo debeis saber . Pues bien ! es monarquía se han mezclado con las fami- to pasaba el dia en que fué publicado en lias del imperio ; la aristocrácia de la lan - los periódicos vuestro nombramiento de za se ha desposado con la nobleza del ca oficial de la Legion de honor. Todos está non . ¡ Pues bien ! yo pertenezco á esta bamos en casa demiabuelo . El serior Noir última: tengo un bello porvenir en elejér- tier, y además el señor Danglars estaba cito ; gozo de una fortuna limitada , pero con nosotros; ya sabeis, ese banquero, eu independiente ; la memoria de mi padre , lyos caballos estuvieron á pique de matar en fin , es venerada en nuestro pais, como antes de ayer á mimadre y á miherma- la de uno de los comerciantes mas hon - no. Leia en voz alta el periódico á mi rados que han existido. Hablo de nuestro abuelo , mientras que los demas hublaban pais , Valentina , porque vos sois casi de delproyectado casamiento entre Morcerf Marsella , Icon la señorita Danglars.Cuando llegué al ALBEN . • 391 patra'o qiio os concernia , y que yo habia cho el señor de Villefort; mivaleroso pa ya leido, porque lesde el dia anterior por dre no cedia en ese punto al vuestro , y res la naiana me habia anunciado esta bue- petia sin cesar. « ¿ Por qué el emperador na noticia ; cuando llegué a él, es decir , que tan buenas cosas hace , no forma uni al párrafo que os concernia , estaba muy regimiento de jueces y abogados y no los contenta... pero teniblaba tanto por verme obligada á pronunciar vuestro nom bre, que seguramente lo hubiera omnitido á no ser por el teinor que yo esperimenté envia siempre al primer fuego ? » Ya lo : veis, querida amiga,no hay como los par tidos para lo pintoresco de la espresion y para la dulzura del pensamiento . ¿ Pero de que interpretasen mal mi silencio ; así qué dijo Danglars al oir las palabras del pues, reuní todo mi valor y leí. - procur-dor del rey ? Querida Valentina 1 - Oh ! comenzó á reir con esa risa - ilues bien ! al punto quc resonó burlona que le es peculiar y que á mime vuestro nombre, mi padre volvió la cabe- parece feroz: en seguida se levantaron y za ; estaba tan persuadida de que todo el salieron juntos. Entonces si que mi abuelo mundo se iba á admirar, que creí ver es-jestaba agitado ; es preciso que sepais, la. tremecerse á mi padre, y aun (en cuanto ximiliano , que yo sola adivino sus agita à éste ,de seguro era una ilusion ) al seờorciones, y á mas sospechaba que la conver Danglars . sacion que habia pasado delante de é!, le - Morrel, dijo mi padre , i esperad ! y habia causado mucha impresion atendido frunció las cejas. Šeria uno de esos Mor -la que habian hablado maldel emperador, rel de Marsella , uño de esos bonapartistas y segun parece ha sido fanático por el ein acérrimos que tanto nos dieron que hacerlſperador . en 1815 ? 1 - En efecto ,es uno de los nombres mas - Sí, respondió el señor Danglars, creo conocidos del imperio ; ha sido senadur, y que es el hijo del antiguo armador . como vos sabeis , ó como vos no sabeis : ' - ; De veras! esclamó Maximiliano ; < ylValentina ,estuvo metido en todas las cons: qué respondió vuestro padre? piraciones bonapartistas que hubo en tiem - Oh ! una cosa espanlosa y que nolpo de la Restauracion . me atre o á deciros: - Si, algunas veces oigo decir en voz - Ohl hablad , replicó Maximiliano , baja esas cosas que me parecen muy es sonriéndose : trañas ; el abuelo bonapartista , el padre : - Su emperador, continuó frunciendo realista ; en fin , ¿ qué quereis ?... me vol las cejas, sabia colocar donde debia á esos /ví hácia él. fanáticos; los llamaba carne de caño , y Mostróme con el dedo el periódico . era el único nombre que merecian ; veo - Qué teneis,buen papá ? le dije , jega con gozo que el nuevo gobierno renueva tais contento ? este saludable principio. Aunque no fuese mas que por que vigila por Argel, felici Zizo con la cabeza señal de que si. - ¿Por lo que mi padre acaba de decir ? pregizo seña de que taria al gobierno, a pesar de que nos cuescues |pregunté. dicho el seño ta un poco caro . - Eso es en efecto una política bastante i l'or lo qué ha dicho el señor Dan brutal, dijo Maximiliano ; pero no os son - glars ? rojeis , querida amiga, por lo que ha di- Hizo tambien seña de que no. ALBUM . 392 – caso por qué el señor Morrel ha hizo venir al punto á su hijo para que le sido nombrado oficial de la Legion de ho- reiterase su agradecimiento ; y Eduar nor ? Jldo, que no habia cesado de oir hablar ha Hizo seña de que sí. cia dos dias del gran personaje , se apresu - Lo creereis , Maximiliano ? Estaba ró á acudir al salon , no por obediencia á contento porque hubiéseis sido nombrado su madre , no para dar las gracias al con oficial de la Legion de honor , y eso que de, sino por curiosidad y para decir algu no os conoce : será una locura tat vez, pe- no de aquellos chistes quehacian esclamar ro le quiero mucho más por ese sí. Já la madre : 10h, que malo es ! pero es - Es estraño, pensó Maximiliano, vues- preciso perdonarle; ,tiene tanto talento ! tro padre me aborrece, al paso que vues- Despues de haber cambiado las primeras tro abuelo .... 1 Estraños ódios y amores de frases de política acostumbradas, el conde se informó del señor de Villefort. partidos ! - Silencio , esclamó Valentina. Ocul- - Mimarido come boy en casa delCan : taos, huid , que vienen ! : ciller , respondió la señora de Villefort; Maximiliano cojió un azadon y se puso acaba de salir ahora mismo, sentirá mu á arrancar desa piadadamente las raices y chisimo el ny haber podido tener el placer de veros. las hojas de las alfalfas. - Señorita , señorita, gritó una voz de los caballeros que estaban de visita en trás de los árboles, la señora de Villefort el salon antes que el conde , y que le de . os busca por todas partes y os llama ; hay voraban con sus miradas, se retiraron des una visita en el salon . pues del tiempo razonaħle exijido a la vez - ¡ Una visita ! dijo Valentina agitada; y por la política y por la curiosidad . - A propósito . que hace tır hermana ¿ quien nos hace esa visita ? - Un gran señor, un príncipe , segun Valentina ? dijo la señora de Villefort á dicen , el señor conde de Monte -Christo. Eduardo ; que la avisen para que tenga el : --Alla voy, dijo en voz alta Valentina honor de presentarla al señor conde. Este nombre hizo estremecer delotro fa -1 – Teneis una hija , señora ? preguntó el do de la reja á aquel á quien el allá voy conde: ¿ deberá ser una niña? - Es hija del señor de Villefort, replicó iba dirigido como despedida. - ;Calle ! dijo para sí Maximiliano apo- la jóven : una hija del primer casamiento , yándose pensativo sobre su azadon , ¿como una joven bellísima. diablos conoce el conde de Monte-Christo al señor de Villefort? ... XIV . TOXICOLOGIA . - Pero muy melancólica , interrumpió Eduardo arrancando , para hacer un plu -, mero á su sombrero, las plumas de la cola de un magnífico papagayo que chillaba de En efecto , el conde de Monte -Christo dolor en su dorada jaula. acababa de entrar en casa de Villefort, con La señora de Villefort se contentó con la intencion de devolver al procurador del decir: . . rey la visita que le habia hecho , y solo al - ; Silencio , Eduardo ! vir pronunciar su nombre toda la casa sel Despues añadió : habia revuelto . -- Ese jóven aturdido casi tiene razon , La señora de Villefort , que estaba sola y repite lo que bastantes veces meha oido en el salon cuando anunciaron al conde , decir á mi con dolor; porque la seriorita de . · 393 ALBOA . Este se levantó . Villeforç tiene, a pesar de todo lo que hacemos por distraerļa , uo carácter triste y . La señorita de Villefort, mileija po un humpor taciturno que cuasi llega á borítica , dijo la señora de Villefort á Monte rar el efecto que produce su belleza , Pero Christo . inclinándose sobre el sofá y mos no viene; Eduardo, id já , ver,porque tarda||trándole á Valentina. tapte . L Porque, la buscam donde no están - l'onde la buscan ?. Y el señor.... es el conde de Monte Christo , rey de la China , emperador de lla : Cochiochina , dijo el gracioso, niño , . lanzando, á su hermana una mirada mali - En el cuarto del abuelo Noirtier , eiqsa , - ¿ Y dices que alli no está ?. . - No, no, no, no, no, no, no está ,res - Esta vez palideció la señora de Villefort, pondió Eduardo,gritando con todos suspul y faltó poco para que se irritase con ellin mones. do muchacho que se quedó riendo de la - illonde está ? Decidlo si lo sabeis. gracia ; pero al contrario el.conde se sonrió Está ..... . está debajo de los grandes y pareció mirar al niño con bondad , lo castaños, continuó el niño ; présentando á cual llevó al colmo.la alegria y elentusias pesar de los gritos de su madre , moscasimo de la madre. .. vivas al papagayo, que parecia muy ab - i 20 .1 , - Pero, señora, repuso el conde prosi guiendo , la , conversacion y mirando a su cionado a esta especie de caza , 1. La señora de Villefort estendia la mano vez á la señora de Villeforty á Valentina: para llamar , ó para dar la orden de que ino he tenido ya elhonor dexeros en otra búscasen á. Valentina en el lugar que le parte, á vos y á esta señorita ? Ahora poco Hestaba pensando en ello , y cuando entró Isabian dicho,cuando , ésta entró , - Parecia trişte en efecto . Ya,mirándola ſesta señorita , su vista fué up-rayo de luz . con atencion hubiétase i podido notar que para mi confusa ,memoria ; perdonadme e o 61 P241 b sus ojos estaban humecidos aun por las lá esta palabraxo . 11 No es probable, caballcro . A la seſio grimas.ovib 17 Valentina , en quien todayia , no, hemos rita de Villefort no le gusta el mundo., y parado la atencion , era una jóven, aita, y salimos raça,vez, dijo la jóven esposą. esbelta , de diez y nueve años, cabellos.de Entonces no es en elmundo donde yo un castaiio claro , ojos azules, su andadhę visto a esta señorita , á vos y á este ni: lánguido y con aquella ,misma,distgaccion ño,encautador ?:Elmundo parisiense me que caracterizaba,á su madre ; susmanos les absolutamente desconocido, porque creo blancas y afiladas, su cuello anacarado, haber tępido ya el honor de deciros otsa ; sus mejillas lijeramente sonrosadas, Ja ha yez que hace pocos dias que estoy, en Pani cjan asemejarse á primera vista a una de ris,... Si permilisque,recuerde...... espe esas hermosas inglesas que, se comparan rad .... weit -otom i obusi con bastante poesía en sus movimientos, ál cisnes recreándose en el agua. IV Entró, pues , y al ver á sy madre junto huise El conde puso, la mano sobre su frente , y pareció reunir sus ideas: ..09 :42 - No, ſué en otra parte... fué... no’sé ... al estranjero , de quien tanto habia oido pero me parece que este recuerdo es inse... liablar, saludo sin ese encojimiento natu - parable darable de de un beri sol y de una fiesta un herinoso ral de las jóvenes , y sin bajar los ojos, con una gracia que aumentó la atenciondeiltreligiosa , La senoritą, tenia flores en la conde.. ) v o dzia Imano : el niño corria , detrás de un payo 99 394 ALBUM . real en el jardin, y vos, señora, vos esta -| - ,Oh ! si;acuérdate,mamá; ya sabes, bais debajo de un emparrado.... Ayudad - dijo Eduardo, despues de haberle cogido ; me, señora ; ¿ ne os recuerdan nada las le arranqué de la cola tres plumas de las mas largas. cosas que os digo ? - No, nada, respondió la señora de Vi- - Vos , señora, permaneciaisdebajo del Hlefort, y sin embargo me parece, caballe - emparrado ; ¿ no os acordais cuando esta ro, que si yo os hubiera encontrado en al- bais sentada en el banco de piedra mien guna otra parte, vuestro recuerdo hubiera tras la señorita de Villefort y vuestro hijo estaban ausentes, de haber hablado con permanecido fijo en mimemoria . - Ah ! tal vez nos haya visto el señor una persona ? · conde en Italia , dijo tímidamente Valen - Si, si , dijo la jóven sonriéndose , me tina. Jacuerdo ; con un hombre envuelto en una - En efecto , en Italia ... esposible, dijo gran capa de paño ... con un médico , si Monte-Christo . ¿Habeis viajado por Italia , mal no me acuerdo. . - Justamente , señora ,.. . ese hombre señorita ? - Mamá y yo estuvimos alli hace dosera yo ; despues de quince dias que hacia años. Los médicos temian por misalid , y que habitaba la casa , curé á an criado me recomendaron los aires de Nápoles . Pa - de una fiebre bastante pertinazy á mi pa samos por Bolona , por Perousse y portron de unos dolores en la pierna; desuer Roma. \ te que todos me miraban coino un gran Ah ! es verdad , señorita , esclamó doctor. Hablamos largo tiempo , señora , Monte-Christo como si solo esta indicacionſ de cosas indiferentes, del Parugina , de hubiese bastado para fijar sus recuerdos. Rafael , de las costumbres italianas , de En Perousse fué el dia de la Fete Dieu , laquella famosa agua- tofana , cuyo secre en el jardin de la fonda de la Poste ,donde to conservaban aut algunas personas en la casualidad nos reunió , á vos,á la seño- Perousse, rita , á vuestro hijo y á mi;recuerdo haber - ;Ah ! es verdad , dijo vivamente la tenido el honor de veros. señora de Villefort con cierta inquietud , - Oh ! yo me acuerdo perfectamente me acuerdo . . . . de Perousse , caballero , de la fonda de la - Yo no sé ya lo que vos me dijisteis Poste y de la fiesta de queme hablais,dijo detalladamente , señora , replicó el conde la señora de Villefort; pero por mas que con una tranquilidad perfecta , pero par hago por acordarme, me avergüenzo de ticipando del error general, me consultaso mi poca memoria , no recuerdo haber te - teis sobre la salud de la señorita de Vi llefort. nido el honor de veros. -- Es estraño, ni yo tampoco , dijo Valentina , mirando á Monte -Christo. . -- Pero, sin embargo, vos eraismédico , dijo la señora de Villefort, puesto que ha - ¡Ah ! pues yo si me acuerdo , dijo biais curado varios enfermos. . . | _ Moliere ó Braumarchais , os habie - Voy á ayudaros, señora. Eldia estaba ran respondido , selīóra , que justa inente caluroso ; vosá esperabais caballos que a no lo era no he curado á mis eń . del porque solemnidad causa de launos llegaban no Eduardo. dia . Esta senocita desapareció por las ca - fermos, sino que mis enfermos se han cn lles del jardin , y vuestro hijo siguió cor - rado ; yo me contentaré con deciros que riendo trás del pavo real. " Mhe estudiado bastante á fonde la químicas ALBUM . 395 y las ciencias naturales , pero solo 'como Valentina al cuarto del abuelito Noirtieră -- Elalbum l... dijo Eduardo .. aficionado.... ya comprendeis . . - ¿Cómo el album ? En este nomento dierou las seis. - Son las seis, dijo la scriora de Villefort , visiblemente agitada; znó vais ya si - Si, si, quiero el album .... - ¿ Porqué has cortado los dibujos ? quiera á ver comer á vuestro abuelo; Va- l - Porque asi me divierto . lentina ? 1 Vete , vete ! . ' 1 .. Valentina se levantó , y saludando al con - - No , no , no me iré hasta que se me de, salió de la sala sin pronunciar una pa - dé el album , dijo sentándose en un sillon · labra. ; el niño, fiel siemp e á su costumbre de no i .. iOh ! Dios mio ; seliora , seria porceder nupca . mi causa por lo que despedis á la señrita - - Toma y déjanos en paz, dijo la seño de Villefort ? dijo el conde asi que Valen - ra de Villefort, y dió el album á Eduar-. tina hubo sa ido. ' . do, que salió acompañado de su madre . ! - No lo creais, repuso vivamente la jó . El conde siguió con la vista á la señora ven ; pero esta es la hora en que hacemos de Villefort. : . ' : dar al señor Noirtier la triste comida que l'eamos si cierra la puerta tras de si sostiene su misera existencia .' Ya sabreis, cuando entre , murinuró.. ' ; . . . . caballero en qué deplorable estado se ha- La señora de Villefort cerró la puerta Ha el padre de mimarido ! : con mucho cuidado , al volver a entrar ; -- Si', señora , el señor de Villefort me el conde no pareció apercibirse de ello . ha hablado de ello ; una parálisis segun Despues arrojó una mirada á su alrea , Creo. . dedor , y volvió a sentarse sobre subutaca: - - ;Ayl.el probre anciano 'está sin mo- - Permitidme que os haga observar , vimiento , solo el alma vela en esa má- señora , dijo el conde con aquella bondad quina humana, pálida y temblorosa como que ya le conocemos, que sois muy seve vina lámpara pronta á apagarse. Pero per-fra con ese niño encantador. : donad que os hable de nuestros infortu - l : . - Es necesario , caballero ,replicó la se nios domésticos , os he interrumpido en elñora de Villefort; con un verdadero aploca momento en que me deciais que erais como demadre. hábil químico . . . - Le habeis interrumpido justamente - No he dicho yo eso , señora , respon- cuando pronunciaba una frase que prueba dió el conde sonriéndose ; he estudiado la que su preceptor no ha perdido el tiempo química porque decidido a vivir particu - con él, y que vuestro hijo está muy ade làrmente en Oriente,'he querido seguir el lantado para su edad. ejemplo del rey Mitrhídates. .** - Oh ! si : tiene mucha facilidad y - Mithridates'iex Ponticus', dijo elni- aprende todo lo que quiere. No tiene mas ño cortando de unmagnífico albuin unos defecto que ser muy testarudo, pero á dibujosde paisaje que iba doblando y guar- propósito de lo que decia ;-creeis vos, por dándose en el bolsillo . Il fejemplo , señor conde, queMithridates usa -- Eduardo ! ino seas malo !''esclamó se de aquellas precauciones y que pudie la señora de Villefort arrancando este li- Iran' ser eficaces." " " . bro matilado de las manosde su hijo ,eres - Lo creo con tanta mas razon , seño insoportable, meaturdes: déjanté , vé conlra , cuanto que yo las he usado para po 390 ALBUM Justamente, señora , respondió Mon. er enxenenado en Palermo. Nápoles. Smirna, es decir , en tres ocasiones , donde, te -Christo ; pero veo que me queda muy á no ser por estas precauciones. hubiera poco que enseñaros , recibid mi ephora buena, pues semejantes conocimientos son perecido . ¿ Y os salió bien ? muy raros en las mugeres ho - Perfectamente . -iOh ! lo confieso , dijo la señora de --Si, es verdad ; me acuerdo de que en Villefort, soy muy apasionada á las cien Perousse me contasteis una cosa , parecida. cias ocultas que hablan á la imaginacjon - De veras ! esclamó el condecon una como una poesía, y se resuelven con cifras sorpresa admirablemente finida ; pues yo como una ecuacion algebraica ; pero cons. no me acuerdo. tinuad , os suplico, lo que me decis me in -Os.pregunté si les venenos,obraban teresa sobremanera .houp of 10 menit Pues bien ! repuso Monte -Christo , lo mismo y con la misma energia, sobre los hombres, del Norte que sobre los del suponed que este veneno sea el brucigo , Mediodia , y me respondisteis que los tem- por ejemplo , y que tomaseis un mil'gra peramentos frios y linfáticos de los septen- mo el primea dia . Dos miligramos el se trionales no presentabao la misma dispo - gundo; pues bien , al cabo de diez dias sicion que la enérgica naturaleza de las tendréis un centigramo; al cabo de veinte personas del Mediodia.li v hid dias, aumentando otro miligramo, tendreis, - Es verdad , dijo Monter Christo ; yo tres centígramos , es decir, una dosis que he visto á rusos devorar sustancias vejeta sufrireis sin inconyeniente , ya que seria les que hubiesen matado infaliblemente á muy peligrosa para otra persona que no un napolitano ó un árabe , vilory 0bhubiese tomado las mismas precauciones. ¿ Con qué,vos creeis que el resultado que vos; en fio , al cabo de un mes, be seria aun mas seguro en nosotros que en biendo agua, en la misma jarra , matareis, los orientales, y en medio de nuestras bru , à la persona que ya haya bebido en aquel, mas y nuestras lluvias, un hombre se acos: agua al mismo tiempo quevos , sin notar: tumbrariamas fácilmente que bajo un cli-masque un poco de malestar,causado por ma calienteá esa absorcion progresiva del lugą sustancia,venenosa mezclada en aquel líquido, super veneno ? 1719 alomon - No conoceis otro contra - veneno ? Seguramente ; se entiende que ha de No conozco ningun otro .. ser siempre que se este preparado contra el veneno á que se haya uno, acostum--Yo habja leido varias veces esa bis toria de Mithridates, dijo la señora de Vir . brado. y 20 il -Sí, comprendo; y cómo os acostum- llefort pensativa, y la habia tomado por: brariais vos, por ejemplo, o mas bien, có una fábula . nuo os habeis acostumbrado ? edd que -Nada mas fácil. Supone que vos sa- No seriora; contra la 'costumbre de beis de antemano queveneno deben usar la historia,es una verdad ; pero lo que me contra vos ..... suponed que este veneno decís, setora , lo que me pregantais no es sea..i el brucino, por ejemplo... 2 ciquo del resultado de una pregunta caprichosa , ra , (1 ) según creo , dijo la apa angustis puesto que hace dos años me hicisteis pre llefort. dofri anni 1914alguntas semejantes, y me habeis dicho que, no 109 1919 o 1. iesa, historią,de Mithridates os ocupabaha 1) Bruccea ferruginea ! y tip jossasini o fusus , dice tiempo .oseba adaeqori 1 ALBUM 397 . . Es verdad, caballero,'los dos estudios ' - Pero , caballero , -repuso la jóven favoritos de mi juventud han sido la bo - esas sociedades orientales, en medio de las tánica y la mineralogía ; y cuando he sa - cuales habeis pasado una parte de vuestra bido mas tarde que el uso de los simples vida, son fantásticas como los clientos que esplicaba a menudo toda la historia y toda hemos oido de su hermoso pais ; existe la vida de los individuos de Oriente, como en realidad el Bagdad ó Bassorra de Mr. las flores esplican 'todo su 'pensamiento Galland ? Los sultanes y los visires que amoroso , sentí no ser hombre para lle rigen estas sociedades , y que constituven gar á ser un Flamet, un Fontana ó un lo que se llama en Francia el gobierno . : son otros Haraun -al-Raschild y Giaffar , Cabanis. - Tanto mas, señora , repuso Monte - qué no solo perdonan á un envenenador . Christo , cuanto que los orientales 1!o se sino que lo hacen primer ministro , si el limitan , como Mithridates , á hacer de los crímen ha sido ingenioso , y en este caso venenos una coraza ; hacen tambien de él hacen grabar la historia en letras de oro un puñal; la ciencia es entre sus manos para divertirse en sus horas de fastidio . no solo un arma defensiva , sino á veces - No señora , no existen tampoco en ofensiva ; la una les sirve contra sus su- Oriente esas fantasías, hay alli tambien , frimientos, là otra' contra sus enemigos; conocidos bajo otro nombre , y con dife con el ópio , la belladona , el hatchis serentes atribuciones por ser otras las cos procuran en sueños la felicidad que Dio : tumbres, coinisarios de policía , jueces de les 'ha negado en realidad ; con la falsa instrucción , procuradores del rey , y pe angustura , la belladona , el laurel cere ritos. Alle se ahorca , se decapita y empa zo , adormecen a los que quieren . No hay la con la mayor frescura á los delincuen una sola de esas inugeres, egipcia , turcaſtes, pero aqui un astuto criminal pucde ó griega , que aquí llaman buenas muge - burlar impunemente la justicia humana y res , que no sepan en materia de quínica asegurar el éxito de sus empresas por me con que dejar estupefacto á un 'médico , y dio de hábiles combinaciones. Entre no. en materia de sicología con que 'espantar sotros un necio á gnien domina el espíritu de la venganza ó la concupiscencia , que á un confesor. - De veras ! 'eslamó la señora de Vi- tiene un evemigo al que intenta destruir llefort cuyos ojos 'brillaban durante esta ó un pariente alque le conviene aniquilar, conversacion .. . . ' . ' se vá á casa de un droguero, dá un nom - 101 ! si 'señora', continuó Monte bre falso , que contribuye luego á probar Christo, los drámás secretos de Oriente si le mejor el crimen , y compra , bajo prie desen vuelven y se desarrollan de este mo- testo de que los ratones le privan disfrutar do desde la planta que hace amar hasta la del sueño, cinco ó seis escrúpulos de ar planta que hace'morir ; desde el brevage sénico ; si es algo sagaz vá á casa cinco ó que abre el cielo hasta el que sumerge á seis drogueros, con lo que aumenta elnúa un hombre en el infierno ! Tienen tantas mero de testigos que podrán deponer con rarezas de este género como caprichos hay tra él ; luego , cuando posee ya su especí en la naturaleza humana , física y moral ; fico, administra á su enemigo , á su próxi y ; diré maš el arte de estos químicos sa be aplicar admirablemente el rcrncdio y no pariente una dosis de arsénico capaz el mal a sus necesidades de amor ó á sus de hacer rebentar á un toro y que sin deseos de venganza . l'saber cómo ni jor jné, obliga a la víctima 100 398 ALBUM . á dar ahullidos y lamentos que ponen enjya á Caire , ó tan solo á Nápoles y & Ros conmocion á todo el barrio . Preséntanse ma, y vereis transitar por las calles á gen entonces unamultitud de agentes de poli- tes con la cabeza erguida , rollizas y fres cía y de gendarmes , vase corriendo en cus de las que si el Diablo Cojuelo os en - busca del facultativo , que reconoce el ca - volviera en su capa, podria deciros: « Este dáver y recoje en sus entrañas el arsénico caballero hace tres semanas que está en administrado. Alsiguiente dia los periódi- venenado , y dentro de un mes a mas tar cos relatan el hecho con los nombres de dar , habrá muerto. » la víctima y de su asesino. En la misma - En este caso , dijo la señora de Via tarde el droguero ó drogueros se presen - liefort, ¿es que han encontrado el secreto tan á declarar: « Soy yo quien ha vendido de aquella famosa agua- tofana que se de* el arsénico al señor, » y en vez de hallar||cia haberse perdido en Perousse ? un vendedor encuentran veinte ; entonces - ¡Oh ! ¡Dios miol señora , ¿ se pierde el delincuente tonto es reducido á prisión , acaso alguna cosa entre los hombres ? Las le encierran , le interrogan , le carean , leartes se sustituyen y dan vuelta almundo; confunden , condenan y guillotinan , ó si las cosas cambian de nombre, sirven para es una muger de lindas facciones y de re- varios objetos a la vez y asi se engaña al laciones con sugetos de alguna valía , la vulgo , pero siempre el resultado es elmis encierran para toda su vida. He aqui co- mo; el veneno. Cada veneno obra con es mo vosotros los septentrionales entendeis |pecialidad sobre tal ó cual órgano : el uno la quimica , señora . Desrues , sabia mas sobre el estómago , el otro sobre el cére que todo eso , debo confesarlo . . Abro, el otro sobre los intestinos. Puesbien , - ¿ Qué quereis, caballero ? dijo riendo el veneno promueve la tos , esta tos una la jóven, se hace lo que se puede. No todo fuxion al pecho ú otra enfermedad aná el mundo posee el secreto de losMédicis o loga conocida en la ciencia bajo un nom · de los Bórgias. bre especial lo que no impide que llegue - Quereis pues que os diga , continuólá hacerse necesariamente mortal, y si por el conde encojiendose dehombros, la cau - casualidad no habia llegado á serlo , ven sa de todas esas necedades ? Es porque en dria á causar tambien la muerte gracias á vuestros teatros, segun he podido juzgar los remedios administrados por alguo mé por la sola lectura de los anuncios de las dico nécio é ignorante , en general malos piezas que se 'representan , se ven ellos químicos , y que darán á la enfermedad todos los dias personas que sorben el con- el giro que tanto deseais , con lo que ten tenido de una botellita , ó se tragan el ve- dreis muerto á vues ro hombre con todas neno que enciera el secreto deuna sortija , lasreglas delarte, sobre el quenada tendrá cayendo muertas en el acto ; cinco segun que ver la justicia , segun decia un gran dos despues cae el telon y los espectadores químico amigo mio , el abate Adelmonte se van á sus casas. Se ignoran las conse - de Taormine , en Sicilia , quien se habia cuencias del asesinato , no se vé jamas ni dedicado con especialidad al estudio de es . al comisario de policía con su faja , pi alltos fenómenos , su cupacion predilecta . es horroroso , pero admirable ; cabo con sus cuatro soldados , lo que dá adijo álii --laEsojoven quesuma hasta atencion entonces; yoestuviera entender á mas de cuatro botarates quelescuchando con creia . estos negocios terminan asi ; mas alejaos los lo confieso , que todas esas historias un poco de Francia , idos ya sea á Alep ,lleran cuentos de la edad media . ALBUM 390 o quese ,enseñora s quealguna, ecc+iempasi , sineiduda edianya,conejillos e losc?"cr dia ,que sirvan enconejos, nada cgatos conejillos ddee lala InIndia pero de entonces acá se luan perfeccionado en nada cedian á su coleccion de legume á lo sumo. Para qire quereis que sirvan bres, flores y frutos ; el abate Adelmonte el tiempo que en e 'lo se emplea , la pro - tomó pues un conejo al que hizo comer teccion que se les dispensa , las įmedallas, una hoja de la col; el conejo murió : ¿ Que las cruces, los premiosdeMonthyon , como juez de instruccion se atreveria á repren no sea para encaminar la sociedad á su der esto , ni que procurador del rey se la mayor perfeccion ? Elhombre no será per- visto jamásobligado á espedir requisitorias fecto hasta tanto que sepa crear y destruir |contra Mr. Magendie ó Mr. Flourens en cual un Dios; al presente sabe ya destruir , alguna causa sobre conejos, conejillos de tiene pues adelantado la mitad del ca- la India, ó gatos á los que hayan muerto ? mino. Ninguno. Héos aqui un conejo muerto si - De modo, que, repuso insistiendo con luue la justicia haga el mas mínimo caso pertinacia en el mismo asunto, los venenos de ello . Muerto el conejo , el abate Adel de los Borgias, de los Médicis , de los Re- monte le mandó destripar por su cocinero mée, de los Ruggieri, y mas adelante pro y arrojar los intestinos á un estercolero . bablemente los del baron de Trench , de En este estercolero habia una gallina q 'ie que tan gran partido han sacado los auto - comenzó a picotear los intestinos, cayó en res dramáticos y novelistas.... ferma á su vez y murió al dia siguiente : Eran objetos á que el arte se dedica en el momento en que se estremecia cool ba con predileccion , suñora , y no otra co - las convulsiones de la agonía acertó á p : sa , contestó el conde ; ¿ Creeis vos que ellsar un buitre, debo advertiros que abun verdadero sábio no tiene mas objeto por dan mucho los buitres en Alemania , y término de sus conocimientos que el hom - precipitándose sobre el cadáver lo arrela - tad del ca- laioguno.Héos agua el mas mí bre solo ? pues no es asi. La ciencia amalta y lleva sobre una roca en la que verifi los rodeos , las desviaciones, lo fantástico có su improvisada comida. Tres dias des para decirlo de una vez. Asi, por ejemplo , pues, el pobre buitre , que desde aquel ese escelente abate Adelmonte , del que os festin se habia encontrado indispuesto , hablaba hace poco , ha hecho con este ob - hallándose revoloteando cerca las nubes , jeto esperimentos maravillosos. Ase vió acometido de un desvanecimiento , - i De veras ! Jempieza a rodar por el vacio y viene á . -- Si, y voy a citaros uno tan solo. Te caer pesadamente en nuestro estanque. El nia un hermoso jardin lleno de legumbres, sollo, la anguila y la murena cornieron de de flores y de frutos; entre estas legumbres, él con avidez, ya sabeis que el buitre es escojió la mas inocente de todas , una col uno de sus manjares favoritos. Pues bien , por ejemplo. Régola tres dias con una di-||supone que al dia siguiente' os presentan solucion de arsénico ; al tercer dia la coll|ese sollo, esa anguila ó esa murena , en enfermó y se volvió amarillenta , era el venenados en cuarta escala , vuestro con momento de arrancarla . A la vista parecia vidado lo será en la quinta y morirá á los estar en sazon y conservaba su apariencia ocho o diez dias de doloresen las visceras, de bondad , tan solo para el abate Adel- de algun vicio en el corazon ó de escirro en monte estaba emponzoñada . En este esta - el piloro. Se hará la autopsia y los médi do se Hevó la colá su casa , cojió un conejo; cos dirán: el abate Adelmonte tenia una coleccion del « Este individuo ha muerto á causa de ALBUM . un tumor en el hígado ó de una fiebre ti- jde apoplejía . Es un caso raro en las galli foidea . » nas, lo sé, pero muy comun en los hom 400 - Pero , dijo la señora de Villefort , to - bres. das esas circunstancias que vos enlazais La señora de Villefort parecia cada vez unas con otras,puede faltar alguna de ellas mas pensativa . . . por un accidente insignificante :puedemuy - Es una felicidad, dijo, que tales"sus bien el buitre no acertar á pasar , ó caer á tancias no puedan ser preparadas mas que cien pasos del estanque. por químicos, porque en verdad , entonces - Pues hé aquí cuando se necesita del la mitad del miudo envenenaria la otra arte : para ser un gran químico en Orien - mitad . . te es preciso dirijir el acaso , esto han llegado á alcanzarlo. . . . . - Por químicas ó por personas que se ocupan de la química , respondió cáodida - La señora de Villefort estaba medita . mente Monte -Christo . . bunda y escuchaba . . 1 . - Y luego despues , dijo la señora de - Pero , repuso ella, el arsénico es inde- Villefort, por .bien combinado que esté, el Jeble ; sea cual fuere la forma bajo la que crimen siempre es crímen ; y si se libra de se absorya , siempre se le encontrará en ella investigacion humana , no le sucede cuerpo del hombre cuando haya entrado otro tanto con la mirada de Dios. Los en cantidad suficiente para producir su orientales son mas despreocupados que no: sotros en punto á conciencia han suprimi. muerte. - Bueno, esclamóMonte Christo , bue- do prudentemente el infierno. no ! hé aquí lo que dije á.Adelmonte. Mas) , - ; 0h1 señora , ese es un escrúpu o, él reflexionó, se sonrió y me contestó con que debe nacer naturalmente en una alma, un proverbio siciliano , que lo es tambien honrada como la vuestra pero que desa de la generalidad de las naciones « Hijo pareceria pronto con el razonamiento . Lo mio, no se hizo el mundo en un solo dia , peor que puede idear el pensamiento hu se necesitaron siete ; vuelve el domingo.» mano se reasumirá siempre por esta má El domingo siguiente , en vez de regar xima de Juan Jacobo Rouscau : « elman su col con arsénico, la regó .con una diso - darin que mata á cinco mil leguas levan lucion de sales de stricnino , « stricninos-co tando el estremo del dedo. », La vida del lubriana» , como dicen los sábios. Esta vez hombre se pasa en ejecutar estas cosas y la col presentaba un aspecto perfectamen - su inteligencia se agota çen 'pensarlas. En te sano ; asi pues el conejo no sospechó contraréismuy pocas personas que vayan nada, y á los cinco minutoshabiamuerto : á clavar brutalmente un cuchillo en el co la gallina picoteó las tripas del conejo , y razon de su semejante ó que le adminis al dia siguiente dejó de existir ; entonces tren para hacerledesaparecer de la super nosotros hicimos las veces de buitres 11:00 - ficie del globo,la cantidad de arsénico que jimos la gallina y la destripamos. Esta vez deciamos hace poco ? Para llegar á este habian desaparecidos todos los síntomas punto es menester que la sangre se calien . particulares, y no quedaban más que dos te á treinta y seis grados, que el pulso ba síntomas generales. Ninguna alteracion ta á hoveinta pulsaciones , y que el alma marticular en ningun órgano;exasperacion salga de sus límites ordinarios; peso si pa. del sistema nervioso pada mas ; la gallina sando de la palabra al sinónimo, haceis no habia sido envenenada , habia muerto una sencilla eliminacion , si en lugar de ALBUM . 401 cometer un asesinato innoble ,apartais puffasí pues, despues de la muerte de Dun ra y sencillamente de vuestro camino al cap , lady Macbeth hubiera sido una mu que os incomode, y esto sin choque , sin ger desgraciada á no ser por su conciencia . violencia , sin el aparato de esos sufrimien - La señora de Villefort absorvia con avi tos que hacen de la víctima un mártir ; si dez estas espantosas palabras pronunciadas no hay sangre , ni ahullidos, ni contorsio - por el condecon aquella ironia sencilla que nes, ni sobre todo esa horrible instantanei- le era particular . dad del asesinato , entonces os libertais de Despues de un instante de silencio : la ley humana que os dice : ¡No turbes la abeis, señor conde, dijo ella , que sociedad 1.... Hé-aquí como proceden los sois un terrible argumentista , y que veis orientales, personajes graves y flemáticos, el mundo bajo una luz algun tanto lívi que se inqu etan muy poco de las cuestio - da ? Teníais razon , sois un gran químico , nes de tiempo en los casos de cierta im - y aquel elixir que hicisteis tomar á mi hi jo , y que tan rápidamente le devolvió la portancia . – Pero queda la conciencia , dijo la se vida... ñora de Villefort con voz conmovida y - Oh ! no os fieis en eso , sedora , dijo Monte- Christo , una gota de aquel elixir un suspiro ahogado. -||bastó para devolver la vida á aquelniño que - Sí, dijo Monte -Christo , sí; felizmen te queda la conciencia , sin la cual seria - se moria ; pero tres gotas hubiesen agolpa mos muy desgraciados. Despues de toda dola sangre á sus pulmones y le hubieran accion un poco vigorosa , la conciencia es causado una fluxion en el pecho ; seis le la que nos salva , porque nos provee de cortarian la respiracion y le hubieran cau mil escusasde las que nosotros solos somossado uo desmayo muchísimo mas grave los jueces ; y estas razones por escelentesque aquel en que se hallaba ; diez, en fin , que sean para conservar el sueño , serian le habrian muerto en el acto. , Bien visteis. medianas tal vez ante un tribunal para señora, como le separé vivamente de aque conservaros la vida. Así pues, Ricardo III, os frascos á los cuales tenia la impruden por ejemplo , ha debido estar sumamente cia de tocar ! ¿Acaso es algun veneno terrible ? agradecido á su conciencia despues de la muerte de los dos hijos de Eduardo VI;I saiOh ! 100 ! En primer lugar, es me. pues que en efecto podia decir para sí; es nester que sepais que la palabra veneno · los dos hijos de un rey cruel , persegui- no existe , puesto que en medicina se sir dor, y que han heredado los vicios de su ven de los venenos mas violentos , que se padre ,que yo solo he sabido reconocer en convierten por la manera con que son ad sus inclinaciones juveniles; estos dos niños ministrados, en remedios saludables. me incomodaban para hacer la felicidad - i Entonces que era aquello ? Era una magn'fica preparacion demi del pueblo inglés cuya desgracia habrian amigo , el abate Adelmonte ; de la cuai Del mismo modo tambien debió estarme enseñó á usar. causado infaliblemente. agradecida á şu conciencia , lady Macbeth , - ;Oh ! dijo la señora de Villefort, de que queria dar un trono no á su marido , be ser un escelente antiespasmódico . sino á su hijo . i ih ! el amor materval es soberbio ,señora , bien lo habeis visto, una virtud tan grande , un móvil tan po - respondió el conde , y yo hago de él un deroso , que hace escusar muchas cosas; luso bastante frecuente ; con toda la pru CS 101 D 402 ALBUM . dencia posible se entiende, añadió el con - Las seis y media acababan de dar, y . . anunciaron una amiga de la señora de Vi de riendo. - Lo creo , replicó la señora de Ville - liefort que venia á comer con ella . i fort en el mismo todo . En cuanto á mí, - Si yo tuviera el honor de veros por tan nerviosa y tan propensa á desmayar- la tercera ó cuarta vez , señor conde , en me como soy , necesitaria de algun doctor vez de ser la segunda que tengo ese ho Adelmonte para que me inventase los me- nor, dijo la señora de Villefort; si tuviese dios de respirar libremente y me tranqui- el honor de ser vuestra amig ', en lugar .. lizase sobre el temor que esperimento de de ser solo vuestra deudora , insistiria en morir un dia sofocada.Mientras tanto, co- deteneros á comer, y'nofime dejaria vencer mo es difícil encontrar en Francia á vues-llpor la primera negativa. tro abate y no estará dispuesto a hacer por - Mil gracias, sellera, respondió Monte mí un viaje á Paris , me ateng á los an Christo , tengo un compromiso al cual no tiespasmódicos de Mr. Blanche ; y las go - puedo faltar. He prometido llevar al tea tas de Hoffmann hacen en ini organiza - tro á una princesa griega que aun no ha :: cion un gran papel. Mirad , aquí teneis visto la ópera, y que cuenta conmigo para unas pastillas hechas á propósito para mi; fir esta noche. . · tienen doble dosis de la que se acostum - - Os dejo ir , caballero ; pero no olvi • bra dar. deis ini receta . Monte-Christo abrió la caja de concha -o Cómo es posible , señora ? para eso que le presentaba la joven , y aspiró el era preciso que olvidase la hora de con - .. . olór de las pastillas como conocedor de versacion que acabo de tener á vuestro la aquella preparacion . : . .. do, lo cual es enteramente imposible. : - Son esquisitas, dijo , pero es necesa -| Monte - Christo saludó y salió. rio tragarlas, cosa imposible en las perso nas desmayadas; prefiero mi específico. La señora de Villefort se quedó pensa tiva. - Oh ! yo tambien le prefiriria y par- . - Qué hombre tan estraño ! di o, de .:' . ticularmente despues de los efectos que he biera llamarse tambien Adelmonte. · visto ; pero sin duda será un secreto, y yol En quanto á Monte- Christo, el resulta -. no soy tan indiscreta que os lo vaya áldo fuémejor de lo que él esperaba. pedir . - Vamos dijo al tiempo de marcharse , - Pero yo, señora , dijo Monte Christo lesta es buena tierra ; estoy convencidísimto Tevantándose , soy bastante galante para de que cualquiera clase de grano que en ofrecéroslo . Hetla se siembre germinará inmediatamente . - Oh ! caballero Y al dia siguiente , fiel a su promesa , - Pero, acordaos be una cosa , y es que envió á la señora de Villefort la receta que á pequenas dósis es un remedio , en mayor|lle habia pedido. cantidad es un veneno. Una gota devuel XV . ve la vida coino ya habeis visto , cinco 6 ROBERTO EL DIABLO. seis matarian infaliblemente , de una ma 7 . La La es escusa de tener que ir a la ópera , nera tanto mas terrible, cuanto quemez-|| cladas en un vaso de vino no cambia venia. tanto mas á tiempo , cuanto que rian absolutamente en nada el gusto . Pe aquella noche habia gran funcion en la ro soy demasiado minuicioso, señora , di Academia Real de música . Levasseur des riase que os quiero aconsejar. pues de una larga indisposicion se prezi ALBUM . sentaba a descmpeñar la partede Beltran ,||de los espectadoresquehan llegado, ya no 'y , coino sieinpro, la obra delmaestro á la len mirar ó escuchar la pieza , sino en min moda, atrajo al teatro la socie'lad mas es- rar entrar a los espectadores que llegan y lno oir mas que el ruido de las puertas y cogida de ''aris. Morcef, como la mayor parte de los jó- el de las conversaciones. . venes ricos, tenia su luneta de orquesta , - ; Calle ! dijo Alberto de repente , al ademas diez palcos de personas conocidas ver abrirseun palco de primer piso :: calle ! suyas que le habieran cedido un asien-lila condesa G 1.. .. ' 'to con franqueza , sin contar con aquel all ? Quién es esa condesa G ?... pregun cual tenia derecho de ir , es decir , al pal- tó Chateau Renaud . *co de los calaveras de buen tono. = iOh ! baron , esa es una pregunta que Chateu Renaud tenia su lunéta próxi- Ino os perdono : % me pregantais quién es mo á la suya . la condesa G ?. ... Beauchamp, como periodista , era el - Ahl es verdad , dijo Chateau-Re-' rey del salon y tenia sitio en todas partes. naud; zno es esa encantadora veneciana?... Esta noche Luciano Debray tenia á su ' Justamente . . disposicion el palco del ministro , y lo ha - En este momento la condesa G ...apor . bia ofrecido al conde de Morcerf, el cual, cibió á Alberto , y cambió con él un salu no habiendole aceptado Mercedes, lo ha - do acompañado de una sonrisa . bia enviado á Danglars, mandándole de - - ¿ La conoceis ? dijo Chateau -Renaud . cir que probablemente él iria á hacer aque- - Sí, esclamó Alberto , le fuí presenta Ila noche una visita á la baronesa y à su do'en Roma por Franz. . . hija si querian aceptar el palco que las - ¿ Queréis hacerme en Paris.elinismo ofrecia . La señora Danglars y su hija acep- favor que Franz os hizo en Roma ? taron . - Con mucho gusto . En cuanto á Danglars , habia declarado - Silencio ! gritó el público . que sus principios políticos y su calidad del Los dos jóvenes continuaron su conver diputado de la oposicion no le permitiansacion , sin demostrar inquietarse por el ir al palco delministro. deseo que parecia tener el patio de oir la Idosos Por lo tanto la baronesa escribió á Lu - limósica . ciano supl cándole que fuese á buscarla , - Estaba en las carreras del Campo de atendido á que no podia ir á la ópera sola Marte , dijo Chateau -Renaud . con Euzenia. En efecto , si las dos mugeres hubiesen - Hoy ? - Sí. 'ido solas , lo habrian creido de mal tono ; Calle ! habia carreras. ¿ Estabais al paso que yendo la señorita Danglars á comprometido en ellas ? la ópera con su madre y el amante de su - Oh ! por una miseria ; por cincuen madre, no habia nada que decir . ta luises. Levantóse el telon , como de costumbre , ¡ Y quién ganó ? ante un salon casi vacío. - Nantilus: yo apostaba por él. Tambien es esta una de las costumbres - Pero habia tres carreras ? delmundo parisiense ; llegar al teatro cuan . -- Si, el Jockey -Club habia propuesto do la funcion se ha empezado ; de aquí un premio , una copa de oro. Pasó una co . * resulta que el primer acto pasa , de parte||sa bastante rara . 404 : ALBUN . Cuał? derecha? Si segun parece tratan de llamar - ; Chist .... gritó el público impacien - vuestra atencion. ' Alberto se volvió y sus ojos encontraron tado . - ¿ Cual?....repitió Alberto , efectivamente los de la baronesa Danglars, - Un caballece y un Jockey completa-l que le hizo un saludo con su , abanico . En mente desconocidos que han gaga lo esta cuanto a la señorita Eugenia , sus grandes carrera . ly hermosos ojos negros , apenas se digna - ¿ Cómo ? ->; Oh ! Dios mio ! sí; nadie habia fi. ron inclinarse hacia la orquesta . . En verdad , querido, dijo Chateau jado la atencion en un caballo señalado Renaud , no comprendo que es lo que po . . con el nombre de Vampa ; y un Jockey deis tener contra la señorita Danglaes ; es con el nombre de Job , cuando de repente íuna a jóveu o bellisima. nte st vieron avanzar un admirable alązan ny aun s que ele ,,didijo jo Alberto ; pero os -noSeguramente Jockey que no levantaba uo palmo., vié- confieso que en cuanto á belleza, preferi ronse obligados á introducigle veinte libras ría una cosa inas dulce , mas suave , mas de plomo en los bolsillos , lo cual no in - femenima, en fin . pidió que se adelantase diez varas á Ariell iQué jóvenes estos ! dijo Chateau y Bárbaro que corriany con él. Renaud, que como hombre de treinta años - Y no se ha sabido a quien pertenece tomaba con Morcerf cierto aire paternal , el caballo y el Jockey ? - anca estais satisfechos. ¡ Cómol ;encon - No . trajs,una novia ó mas bien otra Diana ça - Decis que el caballero tenia el nom - zadøra , y no estais contento.! Pues bien , justamente , mejor hubie bre de.... fra yo querido utga Venus de Milo 6 de Vampa . - Entonces, dijo Alberto , yo estoy mas Cápua. Esta Diana cazadora siempre en . adelantado que vos; sé á quien pertenece. medio de sus ninfas me espaota un poco ; ; Silencio l. .. grito por tercera vez el temo queme trate,cual otro Acteon , patio . En efecto , una ojeada que se hubiera Esta vez las voces fueron creciendo las- arrojado sobre la jóven, podia esplicar ca . ta tal punto , que al fin los jóvenes nota - si el sentimiento que acababa de confesar rou que el público se dirijía á ellos. Vol- Moncerf. viéronse un niomento buscando en aquella La señorita Danglars cra hermosa , co multitud un hombre que tomáse a su car. mo habia dicho Alberto , pero de una be go la resposabilidad de lo que miraban Heza un poco varonil ; $us cabellos eran çomo una impertinencia ; pero nadie rei- de un negro hermoso , pero un tanto re teró la invitacion , y se volvieron hacia la beldes á la mano que queria arreglarlos : escena , sus ojos negros como sus cabellos , ador En este momento el palco del ministro nados de magníficas cejas que no tenian se abrió y la señora Danglars, su hija y mas que un defecto , el Cruncirse con de Luciano Debray se colocaron en sus asien - masiada frecuencia , eran notables por una espresion de firmeza que todos se admira . tos . ;Ah ! Ah ! dijo Chateau Renaud ,liban de encontrar en la mirada de unamu ahi teneis á varias personas conocidas,vues- ger ; su nariz tenia las proporciones exac tras, vizconde. ¿ Qué diablos mirais, á la tas que un escultor babria dado á la diosa 405 ALBUN . Juno ; su boca solamente era demasiado hacer visitas en los entreactos á causa de grande, pero adornada de unos dientes ser estos demasiado largos , las lunetas se hermosos que hacian resaltar unos lábios habian desocupado á poco aato . cuyo carmin dèrnasiado vivo bacia opo- Morcerf y Chateau -Renaud habian sa sicion con la palidez de su cutis ; en fin lido de los primeros . La señora Danglars dos hoyitos mas pronunciados que de cos creyó por un momento que aquella prisa tumbre en los ángulos de su boca , acaba- de. Alberto por salir tenia por objeto ir ban de dar á su fisonomía ese carácter irla a ofrecer sus respetos , y se inclinó al decidido que tanto espantaba á Morcerf. oido de su hija para anunciarle esta visita , Por otra parte el resto del cuerpo de pero esta se contentó con mover la cabeza Eugenia estaba en armonía con la cabeza sonriendo, y al mismo tiempo, como para que acabamos de describir. Como habia probar cuan fundada era la incredulidagi dicho Chateau - Renaud , era diana lạ ca- de Eugenia respecto á este punto , apare zadora pero con un aire masfuerte y mas ció Morcerf en un palco del primer piso , muscular en su belleza , Este palco era el de la condesa G .... En cuanto a la educacion que habia re = ; Ola ! al fin se os vé por alguna par cibido , si habią algo que echarle en cara, te , señor viajero , dijo esta presentándole era que, lo mismo que su fisonomía , pa- la mano con toda la cordialidad de una recia perteņecer un poco al otro sexo. Eo antigua amiga ; şois muy amable , prime efecto , hablaba dos ó tres lenguas, dibu - ro por haberme reconocido, y despuespor jaba con facilidad y soltura , hacia versos haberme dado la preferencia de vuestra y componią música ; de este último arte primera visita ... . era sobre todo muy apasionada ; estudiar Creed , señora , respondió Alberto , balo ' con una de sus amigas de colejio , que si yo hubiese sabido vuestra llegada á joven sin fortuna, pero con todas las dis - Paris y las señas de vuestra casa no hu - . posiciones posibles para llegar a ser unabiera esperado tanto tiempo. Pero permi escelente cantatriz . Un gran compositor(tidme que os presente al baron de Cha profesaba á esta , segun decian , un interésteau-Renaud , amigo mio , uno de los ra casi paternal y la hacia trabajar con la ros gentiles hombres que aun hay to esperanza de que algun dia encontrase Francia , y por el cual acabo de saber que una fortuna en su voz. babeis asistido a las carreras del campo La posibilidad de que la señorita Luisa|Marte. de Armilly (este era su nombre), entrase Chateau -Renaud se inclinó. un dia en el teatro , hacia que la señorita - Ah! estábais en las carreras , ca Danglars , aunque la recibia en su casa , ballero ? dijo vivamente la condesa . no se mostraba en público con ella. Si, señora. : ' ,' ; Por otra parte , Luisa sin tener en la – , Y bien ! repuso la señora G . .. ipo casa delbanquero la posicion independien - deis decirme á quien pertenece el caballo te de una amiga, disfrutaba demuchafran- que ganó el premio del jockey club ? - No señora , dijo Chateau -Renaud, y . queza y confianza. Algunos segundos despues de la entrada ahora mismo hacia la propia pregunta á de la señora Danglars en el palco , el te- Alberto . lon se habia bajado, y gracias a la facu !Desais 'saberlo.... señora condesa ? ad de dejar pasear por los corredores o preguntó Alberto . 102 406 ALBUM . -Con toda mi alma. Imaginaos que ... ¿ pero lo sospechais acaso , vizconde ? -¿Y qué ? - ; Cómo ! no os acordais del nombre --Señora , ibais á contar una historia ; del famoso bandido que me hizo prisio nero ! habeis dicho , imaginaos .... aos s - ; Ahl es verdad . . que aquelen imagin ! -¡Pue bien -Y de las manos del cual me sacó mis cantador caballo y laquel diminutivo joc key de casaca color de rosa me inspiraron lagrosamente el conde ? á primera vista una simpatía tan viva , que -Si tal . - Llamábase Vampa. Bien veis que yo en mi interior deseaba que ganasen lo mismo que si hubiera apostado por ellos la era él . - Pero , ¿ porqué me ha enviado esa mitad de mi fortuna ; asi pues, apenas los ví llegar al punto , dejando bastante atras copa ? - Primero , señora condesa , porque yo á los demas caballos , fué tal mi alegria que empecé á palmotear como una loca . Fi- le habia hablado mucho de vos, como po guraos mi asombro cuando al entrar en deis creerlo ; despues porque se habrá que mi casa encuentro en la escalera al jockey dado encantado de encontrar una compa de casaca color de rosa I creí que el ventriota y de ver el interés que se tomaba cedor de la carrera vivia por casualidad por el. en la misma casa que yo , cuando al abrir -Espero que no le habreis contado las la puerta del salon , lo primero que ví fué locuras que hemos dicho de él . la copa de oro , es es decir decir el el premio premio ganado ganado -¡Oh ! de ningun modo. Pero me es por el caballo y el jockey desconocidos . traña la manera de ofreceros esa copa bajo En la copa habia un papelito que contenia el nombre de lord Ruthwen .... estas palabras ¡ Pero eso es espantoso , me compro Imete atrozmente ! « A la condesa G .... Jord Rutwen . » -Eso es justamente , dijo Morcerf. - Es por ventura ese proceder el de - Cómo! ¿ qué quereis decir ? un enemigo ? -Quiero decir que es lord Ruthwen - No , lo confieso . MY bien ! en persona . -¿Quién es lord Ruthwen ? -¿Con qué está en Paris ? i. -El nuestro , el vampiro, el del teatro Argentino . -¿Y que tal sensacion ha producido ? 1 Oh ! dijo Alberto, se habló de élocho - ; De veras ! esclamó la condesa, ¿está aqui ? dias , pero despues, acaeció la coronacion -Si señora . de la reina de Inglaterra y el robo de los -¿Y vos le habeis visto ? ¿ le recibis ? diamantes de la señorita Mars, y po se lia ¿vais a su casa ? hablado mas que de estu . - Es mi intimo amigo , y el señor del -Querido , dijo Chateau - Renaud, bien Chateau -Renaud tambien tiene el honor se vé que el conde es vuestro amigo , y que de conocerle . le tratais como tal . No creais lo que dice -¿Qué es lo que puede haceros creer Alberto , seniora condesa , no se habla por que es él quien ha ganado ? el contrario mas que del conde de Monte -Su caballo que llevaba el nombre de Christo en l'aris. Primeramente empezó Vampa . Upor regalar a la señora Danglars dos ca ALBUM ballos de treinta mil francos de valor; des- 401 -Señores , dijo la condesa , todos los pues salvó la vida á la surora de Villefort; sábados por la noche , calle de Rivoli , 23 Ha ganado la carrera del jockey -club, se- estoy en mi casa para mis amigos. gun parece. Pues sostengo , diga Morcerf Los jóvenes saludaron y salieron . Al entrar en el salon, vieron a todo el lo que quiera, que no se ocupa la gente en este momento mas que del conde deMon - patió en pié con los ojos fijos en un solo te - Christo y no se ocuparán sino de él por punto ; sus miradas siguieron la direccion espacio de un mes , si continúa con sus ra- general, y se detuvieron en el antiguo pal rezas , lo cual , por otra parte , parece que co del embajador de Rusia . Un hombre es su modo de vivir. vestido de negro , de treinta y cinco à cua -Es posible, dijo Morcerf, pero , & quienfrenta años, acababa de entrar en el con ha tomado el palco del embajador de Ru - luna mujer vestida de un traje oriental. La sia ? mujer era admirablemente hermosa y of traje de tal riqueza , que , como hemos - Cual ? preguntó la condesa . -El entre columnas principal; me pa - dicho , todos los ojos se habian vuelto há cia ella. rece perfectamente renovado . - Calle ! dijo Alberto , Monte - Christo -En efecto , dijo Chateau - Renaud ; ha bia en él alguien durante el primer acto ? y su griega . ¿ Donde ? En efecto, eran el conde y Haydee. Al cabo de un instante , la jóven era of --¿En ese palco ? - No , repuso la condesa , no he visto á objeto de la atencion , no solamente del patio nadie ; asi pues, continuó , volviendo a la sino de todo el salon ; las mujeres se incli . primera conversacion , i creeis que es vues- naban fuera de los palcos para ver brillar tro conde de Monte - Christo quien ha ga- bajo los luminosos rayos del quinqué aque Hado el premio ? la cascada de diamantes. -Estoy seguro . El segundo acto pasó en medio de ese -¿Y quien me ha enviado la copa ! rumor sordo que indica en las grandes -Sin duda .. reuniones de personas un suceso notable'. --- Pero yo no le conozco , dijo la conde- Nadie pensó en gritar que calláran . Aque sa , y tengo ganas de devolvérsela . la mujer tan jóven , tan bella, tan deslum - iOh ! no hagais tal cosa ; os enviarábrante, era el espectáculo mas curioso que otra tallada en algun záſiro ó en algun ru - se hubiera pod do ver . Esta vez una seña de la señora Danglars bí : son sus maneras de obrar ; que que reis , es preciso conforınarse con sus ma- indicó claramente á Alberto que la ba nías. fronesa deseaba que la visitase en el entre . En este momento se oyó la campanilla acto siguiente. Morcerf era demasiado amable para ha que anunciaba que el segundo acto iba á comenzar. Alberto se levantó para volver cerse esperar cuando le indicaban clara á su asiento . mente que era esperado . - ¿ Os volveré á ver ? preguntó la con Concluido el acto , se apresuró á subir al desa . palco . - En los entreactos , si lo permitis. Ven Saludó á las dos ; señoras y presentó la dré á informarme si puedo seros útil en mano á Debray . La baronesa le acojió con una sonrisa algo aqui en Paris . 408 ALBUM . encantadora , y Eugenia con su frialdady habitual. : : . Y esa muger, señor Luciano, dijo Eu Igenia habeis reparado qué hermosa es ? --A fe mia , querido , dijo Debray ,aqui - En verdad, señorita , no he conocido teneis á un hombre sumamente apurado y á obra que sepa hacer justicia como vos. que os llama para que'le saqueis delcom . Luciano acercó su leute á su ojo de promiso. La señora baronesa me aniquila recho.. : : Encantadora, dijo . á fuerza de preguntas respecto al cande , + sabe el señor de Morcerf quien es y quiere que yo sepa de donde es, de don de viene, á donde va ; a fé mią , yo no soy esa muger ? otro Cagliostro , y para librarme de sus - Senorita , dijo Alberto , respondiendo . preguntas , dije ; averiguad todo eso por a esta interpelacion casi directa, casi lo sé; medio de Morcerf; conoce á Monte -Chris - quiero decir , coino sé todo lo que concler to bastante á fondo, y entonces os Hama- oe al misterioso personaje de que nos ocu Ipamos. Esa muger es una griega. ' ron . - No es increible, dijo la baronesa , que Fácilmente se conoce eso por su tra teniendo medio millon de fondos sectetos je , y no me habeis dicho sino lo que toda á su disposicion , no se esté' mucho mejor el salon sabe tan bien como nosotros. instruido ? . . Siento , dijo Morcerf, ser un cicerone -- Señora , dijo Luciano, creed que si tan ignorante ; pero confieso que hasta ahí yo tuviese medio millon á midisposición , se limitan mis conocimientos. Sé ademas lo emplearia en otra cosa que no en tomar que esmúsica , porque un dia que almorcé informes acercadelconde de Monte - Chris - en casa del conde , oí los sonidos de una to , que a mis ojos no tiene otro mérito que guzla que seguramente no podian venir si el de ser dos veces mas rica queun pabab;(po de ella . . . . pero he cedido la palabra á miamigo.Mon. - ¿ Recibe vuestro conde ? preguntó la ' señora Danglars . cerf. arreglaos con él. - Un nabab, no me habria enviado ser - Y de una manera espléndida , os lo guramente un par de caballos de treinta juro. mil francos, con cuatro diamantes de cin - l" Es preciso que me empeñe con el se - . co mil francos cada uno. por Danglars para que le ofrezca alguna iOh ! los diamantes . Idijo:1Morcer comida , algun baile , á fin de que nos le". riendo, esa es su manía . Yo creo que, cual devuelva. otro Potemkio , lleva siempre los bolsillos - Cómo ! ziréis a su casa? dijo Debray Jlenos, y los va sembrando por el camino . riepdo. Habrá encontrado alguna mina, dijo - ¿ Por qué no ? ; con mimarido ! . . la señora Danglars', e sabeis que tiene un Pero si es soltero el misterioso conde. crédito ilimitado sobre la casa del baron ? Bien veis que no , dijo riendo la bą ; - No, no lo sabia , respondió Alberto , ronesa y mostrando a la bella griega. - Esa muger es una esclava , segun él pero eso debia ser. or Danmismo me ha dicho , é recordais (Morcerf - ¿ Y qué ha anunciado al señor Dan que lo dijo el dia que almorzó en vuestra glars que pensaba permanecer un año en ..casa ? Paris y gastar seis millones ? - Convenid , mi querido Luciano , dijo - Es el shab de Persia que viaja de in - fla baronesa , que mas bien tiene aire de cógnito . Tuna princesa . ALBUM . 409 Vamos , dijo Morcerf, me sacrifico ; - De las mil y una noch s nodigo; pero os dejo , y voy á ver si haymedio de ha ¿ qué es lo que constituye á una princesa ?||blarle. De las mil y una noch s. son los diamantes, y en esta no se vé otra cosa . – Tiene demasiados, dijo Eugenia ; es-| - Id á su palco ; es lo mas sencillo. . Pero aun no he sido presentado... - ¿ A quién ? taria mas hermosa á no ser por eso , por - - A la hermosa griega . que dejaria al descubierto su cue lo y sus ! Es una esclava , segun decís . brazos, que son de encantadoras formas ! - - Sí, pero vos decís que es un prince - Oh ! la artista ! dijo la señora Dan sa..... No. Espero que me vea salir y él glars, ;cómo se entusiasma! tambien saldrá . - Soy apasionada de todo lo hermoso , Es posible , id . dijo Eugenia . - Allá voy. - Pero qué decís entonces del conde? Morcerf saludó , y salió . dijo Debray , me parece tambien bastante buen mozo . Efectivamente , en el momento en que Ipasaba delante del palco del conde ,se abrió - El conde ? dijo Eugenia , como si la puerta , el conde dijo algunas palabras aun no le hubiese inirado; el conde es de- járabes á Alí que estaba en el corredor, y masiado pálido . se cogió del brazo de Morcerf. - Justamente , dijo Morcerf , en esa pa- Ali volvió a cerrar la puerta y se quedó lidez está el secreto que buscamos . Lajen pié junto a ella : habia en el corredor un condesa G ... .. dice que es un vampiro , círculo de gente al rededor del Nubio . - ¿ Está de vuelta la condesa G ?... ... - En verdad , dijo Monte -Christo, vues preguntó la baronesa. tro Paris es una ciudad estraña y vuestros -- En este palco del lado, dijo Eugenia , parisienses un pueblo singular.Diríase que casi enfrente de nosotros, madre mia ; esa es la primera vez que ven á un Nubio . muger de unos cabellus rubios admira - Miradlos estrecharse al rededor de ese po bles , ella es. bre Ali, que no sabe que significa eso. Solo Ah ! si , dijo la señora Danglars ,los digo una cosa , y es que un parisien ¿no sabeis lo que debiéraishacer Morcerf? puede ir á Tunez , á Constantinopla , á - Mandad , señora . Bagdad ó al Cairo , y no se reunirá á su - Debiérais ir á hacer una visita á vues- alrededor la gente como aquí. tro conde de Monte - Christo y traérnosle . - Es que vuestros orientales son perso nas sensatas y que no miran lo que no va. - ¿ Para qué ? dijo Eugenia. iOh ! para hablarle ; ¿ no tienes tú le la pena de mirarse ; pero creedme , Ali curiosidad de verle ? no goza de esa popularidad sino porque - Absolutamente ninguna . Jos pertenece , y en este momento vos sois - Qué estraña eres ! murmuró la ba - el hombre a la moda . ronesa . -- ; De veras ! y qué es lo quemeva - ¡Oh ! dijo Morcerf, vendrá probab le le ese favor ? ! vos mismo . Regalais ca Odable mente élmismo. Ya os ha visto , señora , - Diantre uud . yos saluda. La baronesa devolvió al conde su salu ballos de mil luises ; salvais la vida á la do acompañado de la sonrisa mas encan - mugerdel procurador del rey ; haceis cor tadora . [rer bajo el nombre del mayor Black ca 103 ALBUM . 410 ballos de sangre pura , y jockeys no ma-|ce demasiado ruido. Para Qormir yo‘COR yores que un huevo ; en fin ganais una el sueño de que os hablo , necesito tran copa de oro , y la enviais á una,muger be quilidad y silencio , y ademas cierta prea llparacion . . . .. Hísima por cierto. - Y ¿ quién diablos os ha contado todas esas locuras ? Ah ! el famoso hatchis ? 1 - Justamente , vizconde , cuando que - Primero, la señora Danglars, que de rais oir música , venid á cenar conmigo. sea con ansia veros en su palco , ó mas - l'ero ya la he oido cuando fuí á al bien que osvean en él; despues el periódico morzar á vuestra casa , dijo Morcerf. de Beauchamp, y últimamente mi imaginacion . ¿Por qué llamais áfvuestro caballo - En Roma? - Si. Vampa, si quereis guardar el incógnito ? -- -Ah ! era 'la guzla de Haydée. Si, la - Ah ! ,es verdad ! dijo el conde , es pobre desterrada se entretiene á veces ed una imprudencia . Pero decidme; el conde tocarme algunas composicionesde su pais de Morcerf, no viene algunas veces á la ! Morcerf no insistió mas; por su parte ópera ? Le he buscado por todas partes , ylel conde se calló tambien . . no le he visto . En este momento oyóse la campanilla . - Dispensadme, dijo el conde dirigién - Vendrá esta noche. - ¿ Dónde ? . dose hacia su palco . ; Cómo ! : - Al palco de la baronesa , segun creo. l : - ¿ Esa encantadora jóven que está con “ Mil recuerdos de parte mia á la com desa G ... de parte de su vampiro. ella es su hija ? - Si. i l - ¿ Y á la baronesa ?. . · 1 -- Decidla que si permite , iré á ofre Os doy la enhorabuena. cerla mis respetos luego que se concluya - Ya hablaremos de esto mas tarde y el acto . Morcerf se sonrió . detalladamente , dijo . ¿ Qué decís de la El tercer acto empezó música ? - ¿ De quémúsica ? Durante este acto entró el conde de Moreerf en el palco de la señora Dangtars, - ¿ De cuál ha de ser ?...de la que aca - segun se lo habia prometido. bamos de oir . El conde no era uno de esos hombres - Digo que es una música bellísimapa-lique causaban impresion con su presencia , ra ser compuesta por un compositor hu así pues nadie se apercibió de su llegada . : mano, y cantada por pájaros sin pluma,de mas que las personas en cuyo palco en traba. dos pies, como decia Diógenes. - Ahl q.rerido conde, parece que pu - Monte -Christo le vió sin embargo , y diérais oir cantar los siete coros del Pa- luna ligera sonrisa asomó á sus labios. raiso ! En cuanto á Haydée , no veía nada - Sí, eso es. Cuando quiero oir música mientras que el telon estaba levantado ; admirable , vizconde, música como jamás| comotodas las naturalezas no degeneradas adoraba todo lo que habla al oido y á la - Pues bien , querido conde, dormid , la vista . . ópera no se ha inventado para otra cosa . El tercer acto pasó como de costum ningun mortal la ha oido, duermo. - No, en verdad ; vuestra orquesta ha -Ibre. Mlles . Noblet, Julia y Leroux , can ALBUK . Firon siis respectivos papeles ; el prín -| El conde se inclinó; la señorita Danglars cipe de Granada fué desaliado por Rober bizo’un lijero movimiento de cabeza . *to - Vario ; en fin , estemagestuose) rey dió - Estais en vuestro palco con una mu su vuelta por el tablado para lucir su manjer admirable , señor conde, dijo Eugenia ; to de terciopelo llevando a su hija de lale es vuestra hija ? mano ; bajóse despues el telon , y toda la — No, señorita , dijo Monte -Christo , concurrencia se dispersó por la sala de desasombrado de aquella ingenuidad estrenia caoso y los corredores. da, ó de aquel aplomo asombroso ; es una El conde salió de su :palco, y un instan-Ipobre griega de la que soy tutor. te despues apareció en el de la baronesa - ¿ Y se llama ? Danglars . Esta no pudo contener un-ligero grito de sorpresa, mezclado de alegría . - Haydeé, respondió Monte -Christo. , — ;Una griegat murinuró el conde de Morcerf. - Ahl venid , señor conde , esclamó, - -i, conde», dijo la señora Danglars , porque á la verdad , deseaba añadir misly decidme si habeis visto jamás en la cór gracias verbales 'á las que ya os he dado te de Ali- Tebelin , donde habeis servido • tan gloriosamente , un traje tan .adınirable por escrito . - Oh ! señora , dijo el conde, caun os como el que tenemos delante . acordais de esa miseria ? yo ya la habia - Ah ! dijo Monte -Christo , habeis olvidade. - S1, pero jamás se olvida que al dia servido en Janina, señor conde ? - He sido general instructor de las tro siguiente salvásteis á mi amiga la señora de pas del pachá , respondió Morcerf, y mi l'illefort del peligro que la hicieron cor- escasa fortuna , no lo oculto , proviene de Hlas liberalidades del ilustre jefe albanés . rer los mismos caballos. . .-- Tambien esta vez, señoria,nomerezco - Pues miradla ! insistió la sehora vuestras gracias, fué AlimiNubio , quien Danglars. tuvo el honor de hacer á la señora de Vic - Donde ! balbuceó Morcerf. llefort ese inminente servicio . - Alli, dijo Monte -Christo . - ¿ Y fué tambien Ali,dijo el conde del Y apoyando el brazo sobre el hombro Morcerf, quien sacó á mi hijo de las ma- del conde , se inclinó con él fuera del nos de los bandidos romanos ? palco . -- No, señor conde, dijo Monte -Christo En este momento , Haydeé, que busca . estrechando la mano que le presentaba el|ba al conde con la vista , apercibió su ca conde ; no , ahora me reservo las gracias , beza pálida allado de la de Morcerf á quien pero ya me las habeis dado, las he recibi- tenia abrazado . do y me avergüenzo, á la verdad de que Esta vista produjo en la jóven el efecto quedeis-tan reconocido á una pequeñez de de la cabeza de Medusa ; hizo un movi esa clase. Señora baronesa , hacedme el miento hácia delante como para devorar honor , os lo suplico , de presentarme á lá los dos con sus miradas , y al mismo vuestra encantadora hija . tiempo se retiró al fondo del palco arrau - ; 0h ! ya estais presentado, de nom un débil grito , que fué oido siu ein bre almenos, porque hace dos ó tres diasJljando . ugenia. bargo que no hablamosmas que de vos. Eugenia,largo de las personas que estaban próc continuó la baronesa volviéndose hacia susimas á ella , y de Alí que al punto abrió hija , el señor conde de Monte- Christo . Wla puerta . ALBUM . 412 - Calle , dijo Eugenia , ique acaba de"inente el tercer acto de Riberlo , y se va sucederle á vuestra pupila , señor conde ! en elmomento en que va a empezar el dirian que se ha sentido indispuesta , cuarto . , . ~ En efecto , dijo el conde; pero no os XV . asusteis, señorita : Haydeé és unay nervio - EL ALZA Y LA BAJA . sa , y por consiguiente muy sensible á los Algunos diasdespues de esteencuentro, olores; un perfume que la sea antipático , Alberto de Morcerſ fué á hacer una visita basta para causarla un desmayo ; pero, al conde de Monte -Christo , a su casa de añadió el conde sacando un pomo de su los campos Eliseos, que ya habia tomadoese bolsillo , tengo aquí el remedio . ' aspecto de palacio, que gracias a su fortu Y despues de haber saludado á la baro - oa, acostumbraba á dar el condedeMonte nesa y á su hija , cambió un apreton de Christo , aun á las habitaciones quemenos mano con el conde y con Debray y salió habituales le eran . Venia á renovarle las del palco de la señora l'anglars. gracias de la señora Danglars. Cuando entró en el suyo Haydeé esta - Alberto iba acompañado de Luciano ba aun muy pálida; apenas de vió le cojio Debray, el cual unió á las palabras de su una mano . amigo algunas frases políticas, que no le Monte -Christo notó que las manos dela eran habituales y cuyo fin no pudo pene jóven estaban húmedas y heladas. 'trar el conde . - ¿ Con quien hablabais, señor? pregun- larecióle que Luciano venia á verle mo vido por un sentimiento de curiosidad y tó la griega. Con el conde de Morcerf que ha es- que la mitad de este sentimiento emanaba tado al servicio de tu ilustre padre , y que de la calle de la Chaussée d 'Autin . En confiesa deberle su fortuna , respondió el efecto podia suponer , sin temor de enga - conde. - darse , que la señora Danglars no pudien — Ah , miserable ! esclamó Haydeé, éll do conocer por sus propios ojos el interior fué quien le vendió a los turcos, y esa for- de un hombre que regalaba caballos de tuna es el pago de su traicion.¿No sabiais treinta mil francos, y que iba á ła ópera con una esclava griega que llevaba un mi eso , señor ? : - Habia oido algo de esa historia en llon en diamantes , habia suplicado já la Epiro , dijo Monte - Christo , pero ignoro persona mas intima, que la diese algunos los detalles. Ven, hija mia , vente y melos informes acerca de este interior. contarás; debe ser eso curioso. Pero el conde no pareció sospechar la ; Oh ! si, vamos , vamos ; me parece menor relacion que podiera haber entre que me moriria si permaneciesemastiem -lila visita de Luciano y la curiosidad de la baronesa. po en frente de ese hombre. Y levantándose vivamente , Haydee sel - Seguis en relaciones íntimas con el envolvió ég su albornoz de cachemira blan -Ibaron Danglars ? preguntó á Alberto de co, bordado de perlas y de coral, y salió Morcerf. vivamente en elmomento en que se levan- - Oh ! si , señor conde , bien sabeis 'lo taba el telon . que os be dicho. -- ; En nada se parece ese hombre álos . - ¿ Sigue eso todavia ? . demas ! dijo la condesa G ... á Alberto quel - Con mas' empeño que nunca , dijo habia vuelto a su lado ; escucha relijiosa - Luciano , es negocio concluido . ALBUM . 413 Y juzgando sin duda Luciano que esta ca para mi, dijo Moreerf; eso me espanta . Bah ! dijo Monte Christo , razon de palabra mezclada en la conversacion le daba derecho a permanecer estraño á ella, mas ; ; no sois vós tambien rico ? colocó el lente en su ojo , y mordiendo el . - Mi padre tiene algo .... como upas puño de oro de su cañita , comenzó á pa- cincuenta mil libras de renta , y me dará sear lentamente al rededor de la sala exa - diez ó doce mil cuando me case . - Algo modesto es eso , en Paris sobre minando las armas y los cuadros. Ah ! dijo Monte -Christo . Al eiros todo ; pero no consiste todo en poseer una hablar de eso no creia en verdad que se buena fortuna en el mundo ; tambien es algo tener un bello nombre, y una elevada hubiese tom do ya una resolucion . - ¿ Qué quereis ? las cosas marchan sin posicion social. Vuestro nombre es céle que nadie lo sospeche ; mientras que vos bre, vuestra posicion magnífica : el conde no pensais en ellas, ellas piensan en vos , de Morcerf es un soldado y por lo tanto y cuando os volveis os qıredais asombrado le será muy satisfactorio unir la integridad de todo el camino que han dado. Mi pa- de un Bayardo a la pobreza de un Dugues dre y el señor Danglars han servido jun clin , el desinterés es el rayo de so! mas tos en Espaja ; mi padre en el ejército , hermoso al cual puede relucir una noble y el señor Danglars en una casa de co - espada. Yo al contrario , encuentro esa mercio . Entonces fué cuando mipadre,ar- union muy conveniente : la señorita Dan ruinado por la revolucion , y el señor Dan- glars os enriquecerá y vos la ennobleçe . glars que no tenia patrimonio empezaron reis 1 á hacerse ricos, mi padre con su fortuna Alberto movió la cabeza y permaneció política y militar que es hermosa , el se. pensativo . for Danglars con su fortuna politica y fi- | - Aun bay mas, dijo . -- Confieso , repuso Monte -Christo, que nanciera , que és admirable . - Si, en efecto , dijo Monte -Christo , me cuesta trabajo el comprender esa re . 'creo que durante la visita que le hehecho, pugnancia hacia una joven hermosa y el señor Danglars me ha hablado de eso ;frica . Y , continuó arrojando una mirada á Lu - TiOh ! i Dios imio ! dijo Morcerf, esa ciano que hojeaba un album la señorita repugnancia go es tan solo de mi parte . Eugenia es una joven bellísima, creo quel - De gujén mas ? porque vos mismo me habeis dicho que yuestro padre desea . es Eugenia como se llama. - Bellísima, respondió Alberto , peroba ese casamiento. de una belleza que yo no aprecio : sov in - De parte de mimadre; y la sentencia de mimadre es prudente y segura . ¡Puies digno de ella . - Hablais de vuestra novia como si ya| bjen l no se sporje al hablarla yo de esa uajon; tiene yo no sé que prevencion con fuéseis su marido ! los Danglars. átra mirando - ¡ Oh ! esclamó Alberto , su alrededor para ver a su vez lo que ha - iOh ! dijo el conde aparentando un tono indiferente , eso se concibe facilmen . cia Luciano. - Saþeis , dijo Monte- Christo bajandote . la condesa de Morcerf, que es la dis ja yoz , que no me pareceis muy entusias- tincion , la aristocracia , la delicadeza perso mado con ese casamiento ! niteada, vacila en tocar una ma ' - La señorita Danglars es demasiado ri ria , grosera y brutal, nada mas natural. . 104 414 ALBUM . - Yo no sé si es eso, dijo Alberto;pero ] - Si , calculo ; esto os concierne indi lo que sé es que este casamiento la hará rectamente , vizconde ; calculo lo que la desgraciada. Ya debian haberse réunido casa Danglars ha debido ganar en la últi para hablar del negocio hace seis sema- ma alza de Haiti: de 206 subieron los fon nas; pero me atacaron tales doloresde ca- dos en tres dias á 409, y el prudente ban - Reales ?.... dijo el conde sonriendo .[quero habia comprado mucho á 206 . Lò - Oh ! sí, sin duda elmiedo..., en fin , menos ha debido ganar 300 ,000 libras. dilataron la cita hasta .pasados dos meses. - No es ese su mejor golpe , dijo Mor No corria prisa como comprendereis ; yocerf : ; no ha ganado este año un inillon no tengo todavia mas que veinte y un años, con los bonos españoles?.... y Eugenia diez y siete ;.pero los dos me- -- Escuchad, querido,dijo Luciano, es- . . ses espiran la semana que viene. Se con - cuchad á Monte -Christo , que os dirá co sumará el sacrificio ; no podeis compren - mo los italianos ; der, conde, cuan embarazado me encuen Danaro e sanlila tro .... ¡ Ah ! yqué feliz sois en ser libre ! beza . . . Metá della melá '(1). Y aun es mucho . Asi, pues, cuandome - Pues bien ! sed libre tambien; ¿quién hablan de eso me encojo de hombros. . - ¿ Pero no hablábais de Haiti ? dijo os lo impide, decid ? - Oh ! seria una decepcion muy gran - Monte.Christo . . . de para mipadre si no me casára con lal - ;Oh ! Haiti : eso es otra cosa ; es el señorita Dapglars. Secarté delagiotage francés. Se puedeamar - Pues entonces, casaos , dijo el conde al whist , el boston ; y sin embargo car encojiéndose de hombros. . . sarse de todo esto. El señor Danglarsven - Si , dijo Morcerf;mas para mi ma- dió ayer á 406 y se embolsó 300,000 fran dre esto no seria decepcion , sería un fuer- cos: si hubiese esperado á hoy, los fondos bajaban á 205 , y en lugar de ganar tres te pesar . - Pues no os caseis , esclamó el conde. cientos mil francos, perdia veinte ó veinte - Yo veré, reflexionaré, vos me dareis y cinco mil. consejos, i no es verdad ? y si es posible , - Y porqué han bajado los fondos de me sacareis del compromiso. ¡Oh ! por|409 á 205 ? preguntó Monte -Christo . Per no causar una pena á mipobremadre, se - donad , soy muy ignorante en todas esas ria yo capaz de quedar reñido hasta con inrtrigas de bolsa . el conde mi padre. Porque , respondió Alberto , las no Monte -Christo se volvió : parecia su - ticias se siguen unas á otras , y no se ase mamente conmovido . mejan . - ; Ola ! dijo á Debray , sentado en un - ¡ Ah ! , Diablo ! dijo el conde: ¿el se sillon , en un estremo del salon con un lá - ñor Danglars juega á ganar ó perder tres piz en la mano derecha , y en la izquier - cientos mil francos en un dia ? ¿Será enor da una cartera : ¿ haceis algun croquis de memente rico ? - ; No es él quien juega ! esclamó vi uno de estos cuadros? . - ¿ Yo ? dijo tranquilamente . ¡ Oh ! si , vamente Luciano, es la señora Danglars ; un croquis; amo demasiado la pintura es una muger verdaderamente intrépida. para eso. No ; estoy haciendo números. ( 1 ) Dinero y santidad, Mitad de la mitad . Números ? ALBUM . : , 413 Péroros quesois razonable, Luciano , Monte Christo , aunque indiferente en y que conoceis la peca seguridad de las la apariencia , no habia perdido una pala - . noticias, debiérais imperdirlo , dijo Mor - bra de esta conversacion , y su penetrante cerf sonriendo. mirada creyó leer un secreto en la turba - ¿ Cómo he de poder hacerlo, si sucion del secretario del ministro . marido no ha podido lograrlo ? respondió De esta turbacion de Luciano , que no Luciano ; vos conoceis el carácter de la fué notada por Alberto , resultó que De baronesa; nadie tiene influencia sobreella , bray abreviase su visita ; se sentia eviden y no hace absolutamente sino lo que ella temente disgustado. El conde al acompa quiere. |ñarle hacia la puerta le dijo algunas pala -- ; Oh ! si yo estuviera en vuestro lu - bras en voz baja , á las cuales contestó : gar !.... dijo Alberto . - Con mucho gusto , Sr. conde; acepto . - ¿ Y bien ? El conde se volvió hácia Morcerf. - Yo la curaria ; un-favor le hariais ál - No pensais , le dijo , que habeis he su futuro.yerno. - Pues cómo ? cho mal en hablar de vuestra suegra de llante de Debray en el sentido que le ha - Nada mas fácil. "La daria una lec - beis hecho? - Escuchad , conde, dijo Morcerf , os Una leccion ! i lo suplico , to digais en adelante una ,pa : cion . -- Si; vuestra posicion de secretario dellabra acerca de esto . 'ininistro hace que demucha ſé á vuestras - Decid la verdad ; la condesa se opo noticias; apenas abris la boca y al mo.. ne en este punto al.patrimonio ? mento son taquigrafiadas vuestras pala - - La baronesa viene rara vez á casa , bras. Hacedle perder unos cuantos miles y mimadre creo que no ha estado dos ve de francos , y esto la volverá nas pru- Jees en su vida en casa de la señora Dan dente . Iglars. - No comprendo, murmuró Luciano . 1 -- Entonces, dijo el conde, eso mealien - Pues bien claro me esplico , respon - lita á hablaros con 'franqneza : el señor Dan) - dió el joven con una sencillez que nada |glars es ni banquero ; el señor de Ville tenia de afectado; anunciadle el mejor diafortme ha colmado de atenciones en agra una noticia telegráfica que solo vos hayais decimiento al servicio que una dichosa podido saber ; por ejemplo , que á Enri- casualidad me proporcionó hacerle . Yo que IV le vieron ayer en casa deGabriela ; descubro bajo todo esto una infinidad de 'esto hará subir los fondos; ella almomen - comidas y de diversiones , y ademas para to obrará segun la noticia que la havais tener siquiera el mérito de ailelantarme , dado, y seguramente perderá cuando Beau - si quereis, he proyectado reunir en mica champ escriba al dia siguiente en su pe - sa de campo de Antenil , á los setores riódico : Danglars y Villefort con sus esposas. " iyo . « Personas mal informadas han dichollos convido a esta comida , asi como al se que el rey Enrique IV fué visto antes del nor conde y á la señora condesa de Mor ayer en casa de Gabriela ; esta noticia escerf, esto tendrá visos de una entrevista complamente falsa ; el rey Enrique IV nollinatrimonial; á lo menos la seſìora con ha salido de Pont-Neuf.» desa de Morcerf considerará la cosa asi ; Luciano se sonrió ligeramente . sobre todo, si el señor baron Panglarsme 416 ALBUH . hace el honor de traer a su hija. En este – Hoy es martes , bien , mañana por caso vuestra madre me cobraria antipatia; la tarde partimos , pasado mañana por la de ningun modo quiero yo que suceda esto, mañana estaremos en Tréport. ¿ Sabeis, y haré todo lo posible porque no me co - señor conde, que sois un hombre muy bre aborrecimiento antes muy at contra complaciente en proporcionar asi á todas rio , y deseo que se lo hagais asi présente las personas su comudid ud ? siempre que tengais ocasion para ello . - ; Yo ! en verdad que meteneis enmas - A fé mia , conde, dijo Morcert , os de lo que valgo; deseo seros útil y nada doy milgracias por esa franqueza que usais |mas. conmigo y acepto la proposicion que me - Qué dias habeis empezado á conivi haceis . Decis que no quereis que mima- dar ? dre os cobré antipatía , y sucede todo lo - Hoy mismo. - Pues bien ! corro á casa del señor contrario . - ¿ Lo creeis asi? esclamóMonte Chris Danglars, le anuncio que dejamos à Paris to con interés. manana , mimadre y yo. Yo no os he - iOh ! estoy seguro. Cuando os sepa- visto ; por consiguiente no sé nada de vues rasteis el otro dia de nosotros hablamosſtra comida. una hora de vos; pero vuelvo á lo que de I - i Qué loco sois ! ; y el señor Debray ciamos antes. ; Pues bien ! si mimadrelque acaba de veros en mi casa ! pudiese saber esa atencion de vuestra par - - ¡ Ah ! es cierto . te , estoy seguro que os quedaria sumá- - Al contrario , os he visto y os he con . mente reconocida ; es verdad que mi pa-(vidado aqui sin ceremonia , y me habeis dre se pondria furioso . . respondido ingenuamente que no podiais · El conde soltó una carcajada. admitir porque partiais para Tréporf. - Y bien ! dijo á Morcerf , ya estais - ; Pues bien ! ya está todo arreglado ; prevenido. Pero ahora que me acuerdo , pero vos vendreis á ver á mi madre de no será solo vuestro padre el que se pon - boy á mañana. drá furioso ; el señor Danglars y su espo- - De hoy á mañana , es dificil; porque sa me considerarán como á un hombre estareis ocupados en vuestros preparativos de poca finura . Saben que nos tratamos de viaje . con cierta intimidad , que sois mi amigol - ¡ Pues bien ! haced otra cosa mejor ; parisiense mas antiguo , y si no os ver en antes no erais mas que un hombre encan . mi casa , me preguntarán porque no ostador ; sereis un hombre adorable . he convidado. A lo menos buscad up com - - ¿ Qué es menester quehaga para lle promiso anterior que tenga alguna apa-l.gar á esa sublimidad ? riencia de probabilidad , y del cual me dareis parte pormedio de cuatro letras. Ya - ¿ Qué es menester que hagais ? - Si , os lo pregunto. sabeis , con los banqueros , solo los escri. - Estais hoy libre como el aire ; venid á comer conmigo ; sereinos pocos; vos , tos son válidos. . - - Yo haré algo mejor que eso , señormimadre y yo solamente. Aun no habeis conde , dijo Alberto ; mi madre quiere ir casi conocido á mimadre ; pero la vereis á respirar el aire del mar. ¿ Para qué dia de cerca. Es una muger muy notable , y 1. Ino siento mas que una cosa . y 'es no en está fijada vuestra coinida ? lcontrar una muger semejante con veinte - Para el sábado. 417 Que cerrase la puerta del señor con años menos; pronto habria , os lo juro , una condesa y una vizcondesa de llorcerf. de en cuanto hubiesen dado las cinco, res En.cuanto a mi padre, no le encontrareis, pondió el criado. ALBUM . 'en casa ,está de comision, y come en casa - ¿ Y que mas? de un amigo suyo. Venid , bablareinos de : - ; Oh ! señor conde.... dijo Alberto . viajes; vos que habeis visto el mundo en - - No, no; quiero absolutamente desem tero,nos contareis vuestrasaventuras; nos barazarme de esa reputacion misteriosa direis la historia de aquella bella griega queme atribuis, mi querido vizconde : es queestaba la otra noche con vosen la ópe- muy difícil representar eternamente el ra que llamais vuestra esclava , y.á quien Maofredo. ¿ Que mas ?... continuad;.Bau trataiscomo una princesa.Hablaremosita - tista .. liano y español, veamos ¿ aceptais ? mi - En seguida no recibir mas que al madre os dará las gracias. señor mayor Bartolomeo Cavalcanti y á su - Tambien yo os las doy , dijo el con -ihijo i' . de , el convite es de los mas graciosos, y - Ya lo oís, al señor mayor Bartolomeo siento vivamente no poder aceptarlo . Yo Cavalcanti , un hombre de la mas antigua no soy libre como pensais , y tengo por el nobleza de Italia; ademas, su hijo , un jó contrario una cita de lasmas importantes. ven bello de vuestra edad, ó poco más, - jAh ! acordaos, conde que meacabais vizconde; que lleva el mismo título que de enseñar como se dan disculpas de una vos, y que hace su entrada en el mundo cosa desagradable. Necesito una prueba . con los millones de su padre. El mayor . . Yo no soy felizmente banquero como elme trae esta tarde á su hijo Andrea , el señor Danglars , pero os prevengo que soy continn , como decimos en Italia . Me. Je tan incrédulo como él. . . confia y yo le protejeré si tiene algun méz .. . - Por lo mismo, voy a dárosla , dijo el rito . Me ayudaréis; ( no es asi? condex - Sin duda ! ¿ Es algún antiguo amigo yuestro, ese mayor Cavalcanti ? preguntó -- Hum ! dijo Morcerf , ya.va de dos Alberto. Y llamó. veces, que reusais comer con mi madre. ¿ Habéis tomado ese partido, conde ? Monte - Christo se estremeció . - No tal, es un digno señor, muy mo : desto , discreto , como muchos de los que lhay en Italia ; descendiente de una de las - Ohi no lo creais, dijo; por otra parmas antiguas familias. Le he vistomuchas te pronto os daré una prueba." veces en Florencia , en Bolonia , en Luca , Bautista entró y se quedó á la puerta en y me ha prevenido su llegada . Los cono pié y esperando. . . cidos de viaje son exijentes , reclaman de Yo no estaba prevenido de vuestra vi- ſvos en todas partes la amistad que se les ha manifestado una vez por casualidad . sita , 2 no es verdad ? , sois un hombre tan estraordinario , Este buen mayor Cavalcanti va á volver á que no os puedo responder a eso.. Paris... - ¿ Y tampoco podia adivinar que me Paris, que no ha visto mas que de paso en tiempo del imperio , marchando en se - convidariais á comer ? - jOh ! en cuanto á eso , es probable guida á helaise á Moscow . Yo le daréuna iscuchad . Bautista :)z que os he dicho buena comida, me dejará su hijo ; le pro yo esta mañana, cuando os llaméá miga- meteré vijilarle , le dejaré hacer todas las binete ? llocuras que quiera y estamos en paz." 105 . 418 ALBUM . -- ; Magnífico ! dijo iAlberto , veo quel - Me gusta la pregunta ; hace dos hd • sois un escelente mentor. Adios, pues, es- ras que os estoy aqui inconjodando , y te taremos de vuelta el domingo . A propósi• peis la bondad de preguntarme sime voy . En verdad , conde, sois el hombre mas po to , he recibido noticias de Franz. Ah ! it'e veras ? dijo Monte -Chris - lítico de la tierra. Y vuestros criados ;que bien educados están ! ¡ Especialmente Bau to ; ¿ le agrada todavia la Italia ? - Creo que si; sin embargo os echamu- tista ! jamás he podido tener uno comoese . cho de menos. Dice que sois el solde Ro- Los mios parece que toman el ejemplo de ma, y que sin vos está nublado . Yo, no sé si aun liega á decir que llueve. - ¿ Con que ha cainbiado de modo de pensar respecto de mi? los del teatro francés, que , justamente porque no tienen que decir mas que una palabra, siempre la dicen mal. Con que si despedis alguna vez á Bautista , os le pido - Al contrario , aun persiste en creeros para mi antes que á nadie . el ente mas fantástico que imajinarse pue- - Convenido, respondió Monte- Christo : -- No es esto todo; dareis mil recuerdos da; y bé aquí porque os echa de menos. -- Jóven encantador, dijo Monte -Chris- de mi parte á voestro discreto mayor , al to , y por el cual he sentido una viva sim - señor Cavalcanti del Cavalcanti ; y si por patia la primera tarde que le ví buscando casualidad desea casar á su hijo , buscadle una cena cualquiera , y que tuvo á bien una mujer muy rica , noble , baronesa lo aceptar la mia. Creo que es hijo del gene- menos, yo os ayudaré por mi parte . - ; Ola ! įtambien vos teneis interés?... ral d'Epinay . - Si, si. - Justamente. - Elmismo que fué tan miserablemen. te asesinado en 1845 . . - No lo creyera, á fé mia . - ¡Ah ! conde, esc'amó Morcerf, que servicio mehariais y como os apreciaria -- ¿ Por los bonapartistas ? - |Cierto ! ¿ No tiene él proyectos de cien veces mas, aun si gracias á vos, per maneciese soltero , siquiera por diez años . matrimonio ? - Si, debe casarse con la señorita de - Todo es posible , respondió grave mente Monte -Christo ; y despidiéndose de Villefort. Alberto , entró en su habitacion y llamó -- ¿ De veras ? Tan cierto como que yo debo casarme tres veces sobre el timbre. con la señorita Danglars, respondió Alberto , riendo . - ¿ Os reis ? -- Si. Bertuccio se presentó . - Señor Bertuccio, dijo, ya sabreis que el sábado recibo en mi casa de Antenil. Bertuccio se estremeció ligeramente . - Bien, señor, dijo. ¿ Y por qué ? - Me rio porque me parece que tiene - Osnecesito , continuó el conde, para Franz tanta simpatia por su matrimonio , que todo se prepare como sabeis. Aquella como hay entre la señorita Danglars y yo. casa es muy hermo a , ó á lo menos pue Pero en verdad , conde , que hablamos de de ser muy biermosa. las mujeres como las mujeres hablan del - Para eso seria preciso cambiarlo todo, señor conde , las paredes ha envejecido . los hombres; ; esto es imperdonable ! -- Cambiadlo todo, escepto una sola ha | Alberto se levantó . Mbitacion , la de la alcoba de damasco en - ¿ Os vais ? ALBUM. 419 carnado; la dejareis lo inismo que está ac- to, y que', apenashubo oido la respuesta tualmente. Bertuccio se inclinó , afirmativa del portero , se dirigió hacia la escalera . - Tampoco tocareis al jardin ; pero del La cabeza pequeña y angulosa de este patio hareis lo que mejor os parezca; quelhombre, sus cabellos canos , su bigote es . daré contento si nadie pudiese reconocerlo . (peso y gris, le hicieron reconocer por Ban - Haré todo lo que pueda , porque el tista , que ya tenia conocimiento de las se señor conde quede satisfecho , sin embar- ñas del personaje que le esperaba en el go, quedaré mas tranquilo si quisiera vues- vestíbulo . Así, pues, apenas pronunció sit tra escelencia decirme sus intenciones pa - nombre , que oyó el inteligente servidor , ra la comida fel conde de Monte -Christo tuvo noticia de - En verdad,mi querido señor Bertuc-isu llegada . cio, dijo el conde, desde que estais en l'a- Introdujéronle en uno de los salones ris os encuentro desconocido : ¿no os acor-Imas sencillos. El conde le esperaba allí y dais ya de mis gustos , de mis ideas ? salió á su encuentro con aire risueño. Pero en fin ; ¿ podria decirme vues- - Oh caballero , bien venido seais. Os tra escelencia quién asistirá ? esperaba. - Aun no lo sé , y tampoco vos teneis - De veras ! dijo el mayor Cavalcanli llame esperaba vuestra escelencia ? necesidad de saberlo . Bertuccio se inclinó y salió . . XVI. BŲ MAYOR CAVALCANTI. | -- Sí, fui avisado de vuestra visita para hoy á las siete. | - ; De mi visita ? <con qué estabais avi Ni el conde ni.Bautista habian mentido||sado ? al anunciar á Morcerf esta visita del ma- - Oh, si por cierto . yor Cavalcanti, que servia á Monte -Chris - - 1 Ah ! tanto mejor, temia , lo conſic . ti de pretesto para reusar la comida queso , yo creía que habrian olvidado esta pre caucions le ofrecian . Las siete acababan de dar, y elseñor Ber . -- ¿ Cuál ? tuccio , segun la órden que habia recibido, habia partido dos horas antes para Ante - La de avisaros . do, apenas hubo dejado junto a la reja á — ¿Era á mí á quien esperaba vuestra - Oh ! ¡no ! nil, cuando un fiacre se detuvo á la puer | - ¿Pero estais seguro de no engañaros? la del palacio , y pareció huir avergonza - - Segurísimo. un h mbre como de cincuenta y dos años,||escelencia hoy á las siete ? vestido de una de esas largas levitas ver - - A vos, sí. Por otra parte, pronto nos des cuyo color es indefinible , un ancho podemos cerciorar . pantalon de paño azul, unas botas bastan- - ;Oh ! sí me esperabais ; dijo el ma te limpias aunque con un barniz algo des yor, ino merece la pena l... quebrajado , guantes de ante, un sombre- - 'i tal ! ;si tall dijo Monte -Christo . ro que tenia la formadel de gendarme, y una corbata negra; tal era el pintoresco Elmayor pareció ligeramente inquieto . - Veamos,dijo Monte -Christo, ¿no sois traje bajo el cual se presentó el personajellel marqués Bartolomeo Cavalcanti ? que llamó á. la reja , preguntando si era - Bartolomeo Cavalcanti ,pepitió elma allí donde vivia el condede Monte -Chris- lyor con regocijo , eso es. 420 ALBUM , - ¿ Ex-mayor al servicio de Austria ? | opor que no sabia que ascendiese å tanto. - ¡Ah! ;era demayormigraduacion?... - Porque tendreis un mayordomo que preguntó tímidamente el antiguo propie - os, robará ; ; que quereis, señor Cavalcans tario . ' ti , es preciso pasar por todo ! : - Sí, dijo Monte -Christo , mayor. Estel: Acabais de iluminarme, dijo grave... nombre se dá en Francia al grado de que gente el mayor , plantaré al muy pillo en disfrutabais en Italia , la calle . - Bueno, dijo elmayor., no pregunto Monte -Christo continuó . « Yal cual no faltabamas que una cosa mas, ya comprendeiş ... - Por otra parte,no vepísaquí por vues: para ser feliz ,», tro propio interés, repuso Monte -Christo. , - ; Oh ! ¡ Dios mio , sil una solay dijo el , - Oh ! seguramente. mayor-suspirando. - ¿Venis,dirigido á mipor alguna per: « Encontrar-un hijo adoçado.n '. sona ? 1 Un bijo:adorado ?? - Sí. : « Robado en su niñez , bien sea por un - ¿ Por el escelente,apate. Busoni?: enemigo de su noble familia , ó bien por - Eso es, esclamó el mayor con alegria, gitanas.» ¿ Y teneis ușa cartą ? . ; A la edad de cioco años, caballerod. -- Aqui está . - Pues bien ! dádmela ... repuso el mayor con un suspiro y levan Y Monte -Christo tomó la cartą , quel abrió y leyó. tando los ojos al cielo Pobre padre ! dijo Monte-Christo. El conde continuo : El mayor miraba al conde con ojoshs « Le dexuelvo, la esperanza , la vida , asombrados que dirigia con, curiosidad á señor conde, anunciándole que este hijo , cada objeto del saloo , pero que se volvian já quien busca en vano-hace quince años , inmediatamente hacia su,antagonistą... Jvos.se /9;podeis hacer encontrar.» . Esto es ... Oh ! querido abate . .., « ell El mayor miró á Monte - Christo con mayor Cavalcanti ; un digno patricio de luna espresign indefinible de inquietud . . Luca , descendiente de los Cavalcanti del Yo puedo hacerlo .asi,respondió Moos. Florencia, continuó Monte-Christo leyen - te -Christo. do, que goza de una fortuna de un millon . El mayor se incorporó. de rentas. .. » -1Aht: ah ! dijo, ¿la cartą era .cierta Monte-Christo levantó los ojos por en :Jen todos sus estremos? cima del papel, y saludó. . . Lo dudạis , querido señor Bartolo , - De medio millan, dijo :; idiantrel que meo ? rido señor Cavalcanti. - No, jamás. Cómo! , un hombre Dicemedio millon ? preguntó elmą-Igrave , un hombre revestido de un carác ||ter relijioso como el abate Busoni, no ku - Con todas sus letras ; y aşi debe ser , biera podido mentir ; pero vos no lo habeis . el abate ,Buspoi,es el hombre, que conocellleido todo , escelencia ! mejor que nadie todas,das fortunas colosa: - 2.1 Aba ! es verdad, dijo Monte -Christo . yor. les de Europare - Convengo en que sea medio millon ! hay una pisdata .... -- Si, replicó el mayor. .., sí.. . hay.. . . dijo el mayor; pero os doy mi palabra deliuna.... posdata ..... · ALBUM . Para no causar ál mayor Cavalcanti 421 - Ahora , dijo el conde, quereis to el embarazo de sacar fondos de casa deimar alguna cosa ? un vaso de Jerez, de su banquero , le envio una letra de dos Oporto, de Alicante ?.... mil francos para sus gastos de viaje y el - De Alicante , puesto que osempeñais; crédito sobre vos de la suma de cuareinta es mi vino predilecto . . . y ocho mil francos.» -- Le tengo escelente. ¿ Con un vizco Elmayor seguia con la vista el efectochito , no es verdad ? que producia esta posdata con una ansie dad visible . . : - Con un vizcocho , ya que meobligais fá ello . Monte -Christo llamó; Bautista se pre i - ; Bueno ! dijo Monte -Christo . -- Ha dicho bueno , murmuró el ma- sentó . yor ; con qué.. .. repuso el mismo. - ¿ Con qué?... preguntó Monte-Christo : - Con que , la posdata .... = ; Y bien ! la posilala ....' El conde se adelantó hacia él. ¿ Y bién ? ....,preguntó en voz baja . . - El jóven está ahi, respondió el criado en el mismo tono. - Es acojida por vos tan favorablemen -| te como el resto de la carta ? - - Bien , ¿donde le habeis hecho entrar? - En el salon azul, como habia manda -- Seguramente . Ya nos entenderemos do su escelencia, el abate Busoni y yo. Vos, segun veo, - Perfectamente. Traed vino de Alican dábais mucha importancia á esa posdata ,|te y vizcochos. señor Cavalcanti ? Bautista salió . - Os confesaré , respondió el mayor , - En verdad , dijo el mayor, osmoles que confiado en la carta delabate Bussoni, to de una manera .... no mehabia proveido de otros fondos; de - Båh 8. 1no lo creais dijo Monte suerte que si me hubiese faltado este re- Christo . curso , me habria eneontrado aluy emba -| Bautista entro con los vasos, el vino y razado en Paris. los vizcochos. - ¿Acaso un hombre como vos, se pue- El conde llenó un vaso y cehó en el se de encontrar embarazado en alguna parte? gundo algunas gotas solamente del rubí dijo Monte - Cristo . Hlíquido que contenia la botella cubierta de - Diablo ! no conociendo á nadie .. .. telaragias y de todas las señales que indi - Oh ! pero á vos os conocen. ... can la vejez del vino. - Si, me conocen , de suerte que.... Elmayor tomó el vaso lleno y un viz - Acabad , querido señor Cavalcanti ! cocho. - ? De suerte que nie entregareis esos El conde mandó á Bautista que coloca se la botella junto a su huésped , que co cuarenta y ocho mil francos ? menzó por gustar el Alicante con el borde - Cuando querais . El mayor no podia dominar su estupor. de sus labios, hizo un gesto deaprobaciun delicadamente el vizcocho en - Pero sentaos , dijo Monte -Christo , enenJéelintrodujo vaso ." verdad , no sé en que estoy pensando .... - Con qué, caballero , dijo Monte -Chris hace un cuarto de hora que es tengo ahi to , vos viviais en Luca , érais rico, noble, de pié .... 'gozabais de la consideracion general, te - No le hace, sellor conde.. .. - niais todo cuanto puede hacer feliz á un Elmayor tomó un sillon y se sentó. Thombre ? 106 422 ALBUM . - Todo , escelencia , dijo elmayor co -|| ; Por su pobre madre ! murniiró el · miendo el vizcocho , absolutamente todo. mayor haciendo losmayores esfuerzospor - Ý no faltaba mas que una cosa a vues- humedecer sus párpados con una falsa lá tra felicidad ? grima. - ¡Ay ! una sola, dijo elmayor. - ¿ Encontrar á vuestro hijo ? - Qué pertenecia á una de las prime El digno mayor levantó los ojosal cielo - ¿ Deseais saber su nombre ? Tras familias de Italia , segun creo ? - Ah ! esclamó el mayor tomando un ; Natural de Fiesole , señor conde , segundo vizcocho; eso únicamente me natural de Fiesole ! faltaba . - ¿ Y se llamaba ?... é hizo un esfuerzo para suspirar. . . - Oh , Dios mio ! dijo Monte -Christo, : - Ahora , veamos, señor Cavalcanti, es inútil que me lo digais, lo sé yo. dijo Monte -Christo , ¿ de donde vino ese - El señor conde lo sabe todo , dijo el bijo tan adorado? porque me habian dicho mayor inclinándose . que vos habiais permanecido en el celi- - Oliva Corsinari, ino es verdad ? bato . - Oliva Gorsinari! - ¿ Marquesa ?.... - Asi se creia , caballero , dijo el ma. yor , y yo mismo.... - ;Marquesa ! - Si, repuso Monte-Christo , y vosmis- - Y al fin os casásteis con ella , apesar mo habiais acreditado ese rumor. Un pe - de las oposiciones de familia ... . cado de juventud que vos queriais ocultar - ; Dios mio ! señor conde , al fin , y al cabo me casé . Elmayor tomó el aire mas tranquilo y - Y , repuso Monte- Christo , įtracis en mas digno que pudo, mientras bajaba mo- regla vuestros papeles ? á los ojos de todos. destamente los ojos, ya sea para asegurar - ¿ Qué papeles ? preguntó el mayor . su posicion , ó para ayudar á su imagina - - Vuestra acta de casamiento con Oli cion ,mirando de reojo al conde cuya son va Corsinari y el acta de nacimiento del risa anunciaba siempre la mismabenévolaniño . curiosidad . . . - ¿ Qué acta de nacimiento ? - Si, señor , dijo , falta que yo queria – La partida de bautismo de Andrea Cavalcanti , vuestro hijo : ¿ no se llama ocultar á los ojos de todos . . - No por vos, dijoMonte -Christo , por Andrea ? que un hombre no se inquieta por esas cosas . - - ; Oh ! no por mi, ciertamente, dijo el mayor con maliciosa sonrisa. - Sino por su madre , dijo el conde. - Creo que si, dijo elmayor. – ; Cómoleno lo afirmais ? — ; Diantre ! no me atrevo ; hace tanto tiempo que le he perdido. - Es justo , dijo Monte -Christo. En fin, - Por su madre l esclamó el mayor||ztraeis todos esos papeles ? tomando un tercer vizcocho, ¡por su pobrel - Serior conde, con gran sentimiento madre ! de parte mia os anuncio que no sabiendo - Bebed , querido señor Cavalcanti, dijo lo útiles que eran esos papeles , se me ole Monte Christo llenando almayor un se vidó traerlos. gundo vaso de Alicante ; la emocion os ; Diablo ! esclamó Monte -Christo . - - ¿ Eran tan necesarios ? ahoga. 423 ALBTU . - Indispensables 1Cáttini; aqui teneis elcertificado del sacer dote. Elmayor so'rascó la frente . ' - ; Ah ! per Bucho , dicho , indispensa - | - yi, á fé mia , este es, dijo el mayor mirándole con asombro. bles !.... - Y esta es la partida de bautismo de - Sin duda; si naciesen aquialgunasdu- das acerca de vuestro casamiento , de la le- Andrea Cavalcanti, librada por el cura de jitimidad de vuestro hijo . Saravezza . ---Es justo, dijo el mayor; podrian muy — Todo está en regla , dijo el mayor. - Entonces tomad estos papeles, que á bien nacer algunas dudas. - Seria ešo may triste para ese jóven . mi no me hacen falta ; los entregareis á - Seria fatal. vuestro hijo, que los guardará cuidadosa - - Podria hacerle perder alyon magnífi- mente . 1 sco casamiento . y Yo lo cree . .... isi los perdiese . .... - ; Y bien ! ; si los perdiese ? preguntó . - En Francia , ya comprendeis, hay en Monte -Christo . - ; 0 peccato 1. .. . Anobasta el fi;nY bien ! repuso el mayor, seriamug tirle : Nos amamos, echadnosla bendicion . - En efecto efecto,,muy dificil , dijo Monte Hay casamiento civil en Francia , y para Christo. este punto mucha severidad ; no basta col mo en Italia ir á buscar un sacerdote y de- dificil procurarse otros. casarse civilmente , se necesitan papelesque – Casi imposible , respondió el mayor... hagan constař 'la identidad . - Me alegro que comprendais el valor - Pues ahí está la desgracia ; yo no ten- de esos papeles. go esos papeles . | --Es decir que los miro como impaga - Felizmente los tengo yo, dijo Monte - bles. - Ahora, dijo Monte - Christo, en cua . 'Christo . - ¿ Vos ? Ito a la madre del jóven ... . mi. - Er cuanto à la madre del jóven.... .. repitió elmayor con inquietud .... - Vos los teneis ? - En cuanto a la marquesa Corsinari... - Los tengo. - ; Ah ! dijo el mayor, esa es una feli- | - , Dios mio ! dijo el mayor , quien á tidad que yo no esperaba en verdad . cada palabra se enredaba en una nueva -- ; Diantre ! yo lo creo , no se puede dificultad ; ¿ tendrian acaso necesidad de pensar en todo a la vez. Pero felizmente el ella ? abate Busoni ha peusado en ello en lugar - No señor, repuso Monte-Christo , por vuestro . Jotra parte no ha.. .. - 0h, arnabilísimo abate ! - Si tal, si tal, dijo elmayor, ha.... - Es un hombre precavido ! - Pagado su tributo á la naturaleza .... cecir que los m ples, - Es un hombre admirable , dijo elma yor; _y os los ha enviado? - ¡ Ay! si, dijo vivamente elmayor. - Ya lo sé, repuso Monte - Christo , 0111 Trió hace diez años. - Aqui están. - Y aunsacando lloro yodesu sumuerte dijo bolsillo,señor, Elmayor cruzó las manos en señal dellel mayor, un panne. admiracion . lo á cuadros , y enjuizándose alternativa = Os habeis casado con Oliva Corsina -limente primero el ojo izquierdo, despues el ri en la iglesia de San Pablo de Monte derecho . . 424 ALBUM . - Que quereis, dijo MonteChristo , to -f - Ah , perfectamente, perfectamente ! dos spinos mortales. Ahora, ya compren - dijo el mayor cruzando las manos y arri deis, señor Cavalcanti , que es inútil que mándoselas al pecho á cada esclamacion . en Francia se sepa que estais separado del Señor mio , dijo Monte -Christo , comº vuestro hijo hace guince anos. Todas, es prendo vuestra emocion ; es preciso daros tas historias de jitanas que robao los niños tiempo para que os repongais; quiero tam no están en voga eotre,nosotros. Vos lej bien preparar al jóven para esta entrevista habeis enviado á instruirse en un colejio tan deseadal, porque yo presumo que no de provincia , y quereis que acabe şu .edu - estará menos impaciente que vos. cacion en el mundo parisiense . Hé.aquil - Yo lo creo , dijo Cavalcanti. porque habeis salido de Via Reggio , don i Pues bien ! dentro de un cuarto de de viviais desde la muerte de vuestra mu-lhora soy con vos. - ¿ Me lo vais á traer ? ¿ llevais vuestra Hamabilidad hasta el estremo de presentar · jer. Esto bastará. - ¿Lo creeis asi? · i meſe ? beguramente . i forset 129 - Pues entonces, muy bien . - No, yo no quiero colocarmeentre un Si supiesen algo de esta separacion ... padre y su hijo ; estareis solos, señor ma - Ah ! si, ¿que se diria ? yor; pero tranquilizaos, en el caso que la Que un preceptor infiel, vendido á los yoz de la saygre no os le diese á conocer os daré algunas señas: entrará por esa puer · enemigos de vuestra familia.... 5. ta , es un joven rubio , demasiado rubio , - A los Corsinari? Seguramente ..... habia robado á ese de modales desenvueltos, esto os bastará . jóven para que se estinguiese vuestro nom - - A proposito , dijo el mayor', sabeis bre. que no 'trage conmigo mas que los dos - Justo . puesto que es hijo único .. . mil francos que tuvo la bondad de darme ; Pues bien ! ahora que todo lo sabeis; el bueno del abate Busoni. Con esta pe e sin duda habeis adivinado que os prepa- queña suma he hecho el viaje , y ... - Y necesitais dinero. ... es muy justo , raba una sorpresa ? ¿ Agradable ? preguntó el mayor. querido señor Cavalcanti, tomad, aquí te - Ah ! dijo Monte -Christo, bien , veo neis;ocho billetes de mil francos para em que nada se escapa a los ojos ni alcorazon pezar. Losojos del mayor brillaron de codicia . de un padre. T - Os quedo á deber cuarenta mil fran ¡Huml esclamó el mayor . hell - iOs han hecho alguna revelacion io cos, dijo MonteChristo. ... 1 ho. - Quiere vuestra escelencia un reei discreta , ó habuis adivinado que estabal svavabo? dijo el mayor guardando flos billetes ...aqui ? Dr . S l en uno de los bolsillos de su chaleco de ... Huna hechura antiquísima. - ¿ Quien ? 1 . - Vuestro hijo , vuestro Andrea . - ¿ Para qué ? : Lo he adivinado, respondió el mayor - Para arreglar vuestras cuentas con el goelabate Busoni. con la mayor ſlema delmundo , con quejabat " - Pues bien , medareis un recibo ge está agni? i neral cuando tengais en vuestro poder los Aguimismo, dijo Monte -Christo ; al en cuarenta mil francos que aun no os he da trar hace poco el criado meanuació sulle - do . Entre hombres honrados son inútiles ||semejantes precauciones. gada. : ALBUM . 425 Ahl si, es verdad , dijo elmayor ,fque vuestro corazon está prevenido á una entre honibres honrados !..' señor fuerte emocion An hizoCaval ver á vuestro á volver, ápreparaos, - Escuchad ahora una palabrita , mar- canti, qués. . . drea . Decid . coral . Y haciendo una encantadora cortesía al - Me permitis que os haga una ligera mayor, Monte Christo desapareció por observacion ? - ¡Oh ! , señor condel os la exijo . una puertecita oculta hasta entonces por = Hariais bien en quitaros ese chaleco un tapiz , que más bien parece una chupa . De veras ? dijo el mayor sonrién - dose -- Si. eso aun se usa en Via -Reggio J XVII. ANDREA CAVALCANTI. El conde de Monte -Christo entró en el pero en Paris hace inucho tiempo que ha salon próximo, que Bautista habia sejala pasado esa moda por elegante que sea. do con el nombre del salon azul, y donde - Qué diantre ! lo haré asi, dijo el acababa de precederle un joven de mane mayor . desenvueltas, vestido con elegancia , y un cabriolé de alquiler habia de - ¿ Pero qué quereis que me ponga ? ljado media hora antes en la puerta del pa encontr que vuestra en ma Lo eis s .. |rasquien - Si quereis, ahora os podeismudar. já kutas . . Hlacio . - ¿ Como , en mis mäletas ? si no hell Bautista no tardó en reconocerle; aquel traido ninguna. era el joven de elevada estatura , de cabe - lon vos , no lo dudo . ¿ Para que os los cortos y cubios, de barba casi roja , habiais de incomodar ? Por otra parte un ojos negros y una tez sumamente blanea, antiguo soldado gusta siempre de llevarl]que su amo le habia descrito . poco equipaje . Cuando el conde entró en el salon , el jóven estaba muellementé reclinado sobre He ahí justamente porque.... - l'ero vos sois hombre precavido y ha un sofá , dando golpecitos por distraccion beis enviado antes vuestras maletas.'Ayer sobre su botá , con un junquito con puño llegaron al hotel des Princes, calle de Ri- de oro . chelieu . Alli creo que es donde habeis fi- jado vuestra morada.“ - Luego entonces en esas maletas... Al ver á Monto- Christo , se levantó con viveza. - Sois el conde de Monte - Christo ? Presumo que habréis tenido la predijo . caucion de hacer encerrar en ellas por ! Si señor, respondió éste , y yo tengo vuestro mayordomo todo lo que necesiteis: el honor de hablar , segon creo , al señor trajes de paseo, uniformes. En ciertas cir - conde Andrea Cavalcanti? cunstancias solemnes os vestireis de uni- - El conde Airdrea Cavalcanti , repilió forme , es una costumbre establecida aqui el joven acompañando estas pa abras de un No olvideis vuestras crucés. De esto se saludo lleno de desenvoltura . slad burlan bastante en Francia , pero todoslos - i Debeis traer una carta que os reco mienda al lado mio ? dijo Monte Christo . que la tienen la llevan . Limiv hieni bravisimol -- No os hé hablado ya de ella á causa esclamó el mayor cada vez mas sorpren - de la birma, que meha parecido bastante dido. . estraña. Y ahora, dijo Monte - Christo , ahoral - Simbad.el marino, & no es verdad ? 107 426 ALRUM . - - Justamente . Ahora , pues, como yo tro padre está aquí en cfecto y os busca. nunca he conocido otro Simbad elmarino El conde, desde que entro en el salen que el de las Mil y una noche.i... no habia cesado de observar al. jóven, ha --- ; Pues bien ! este es uno de sus des- biendo admirado la firmeza de su mirada cendientes, uno de mis amigos muy rico , y la seguridad de su voz; pero á estas pa un inglés mas que original, casi loco , cu - labras tan naturales : l'uestro padre está yo nombre verdadero es lord Wilmore... qui en ejecio y os busca ; el jóven Andrea ; Ah ! eso ya va aclarandomis dudas, se estremeció y esclamo:. dijo Andrea. Luego entonces, ese es elmis . mo,ingl és que yo he conocido.... en.... si - ;Mipadre ! ;mi padre aqui! - Sin duda , respondió Monte -Christo , muy bien !..... señor conde , soy (vuestro vuestro padre el mayor Bartolomeo Caval canti. servidor... - Si es cierto lo que estais diciendo, re - La impresion de terror que se pintó en puso sonriendo el conde, espero que ten - las facciones del joven se borró casi en un gais la bondad de darme algunos detalles momento . . acerca de vuestra familia ... i y de vos ! | m ;Ah ! si, es verdad , dijo ; elmayor Con mucho gusto , señor conde , re- Bartolomeo Cavalcanti. ¿ Y decís , señor puso el joven con una yolubilidad que pro - conje , que está aqui mi querido padre ? baba la solidéz de su memoria . Yo soy, | – Si senior , aun podria añadir que como vos habeis dicho , el conde Andrea acabo de separarmede él; que la historia Cavalcanti, hijo del mayor Bartoloineo que me ha contado de su hijo perdido me Cavalcanti, descendiente de los Cavalcanti ha conmovidomucho á la verdad ; sus do inscritos en el libro de oro de Floren - lores, sus temores,sus esperanzas respecto cia . Nuestra familia , aunque muy rica , já este punto compondrian un poema su puesto que mi padre posee medio millon inamente tierto. En fin , un dia recibió de renta , ha sufrido bastantes desgracias , ciertas poticias que le anunciaban qne los y yo mismo, caballero , fuí robado á la raptores de su hijo ofrecian devolvérsele edad de cinco á seis años por un ayo in niediante una suma bastante crecida . Pero fiel, de suerte que hace quince años que nada detuvo á este buen padre , la suma no he visto al autor de mis dias. Desde fué enviada á la frontera del Piamonte , que entré en la edad de la razon , desde con un pasaporte para Italia . ¿ Vos esta que soy libre y dueño de mi volutad , ie bai: en elmediodia de la Francia , segun busco, pero inútilmente . En fin ..... esta creo ? carta de vuestro amigo Simbau el marino - i seilor, respondió Andrea con aire me anuncia que está en Paris, y mie auto confuso ; sí , yo estaba en elmediodia de riza á dirigirme á vos para recibir noticias la Francia . .. suyas. - ¿ Un carruaje os esperaba en Niza ? . -- En verdad, caballero , todo lo quemell ---- Eso es, caballero: me condujo de Ni contais es muy interesante , dijo el conde,\za á Génora, de Génova á Turin , de Tui que miraba con sombria satisfaccion aquel rin á Chambery , de Chambery á Pont de rostro atrevido , de una belleza semejante Beauvoisin , y de Pont de Beauvoisin á á la del angel malo , y habeis hecho muyl Paris . bien en conformaros en todo con la invi-|| - Perfectamente : esperaba hallaros en tacion de mi amigo Simbad , porque vues -llel camino , porque esta era la ruta que él ALBUM . - 429 Seguia ; por cuya razon fué trazado vues.Aque, por consiguiente, pueden paşarse siis tro itinerario de esta manera originalidades, aunque le arruinan , lie - Pero, dijo Andrea si me hubiese en - prometido seguir sus instrucciones . Aho contrado,mi querido padre; dudo que me ra , caballero, no os enojeis , por las pre hubiera reconocido ; desde que le ví por guntas que voy a haceros , tengo casi de última vez hace quince años he cambiado recho á ellas : desearia saber si las desgra bastante . cias que os han acaecido, desgracias inde . - Oh ! la voz de la sangre, dijo Mon -llpendientes de vuestra voluntad , y que no te-Christo . disminuyen en ningun modo la considera Ah ! sí, es cierto , repuso el jóvencion que yo os guardo ; no os han vuelto . jno me acordaba de la voz de la sangre ! estraño á este mundo en el que vuestra - Ahora , dijo Monte -Christo, una sola |fortuna y vuestro nombre tanto debian cosa inquieta almarqués de Cavalcanti, y figurar. . es lo que os ha pasado desde que os ha - | - Caballero , respondió el joven reco beis alejado de él; como habeis sido trabrando su aplomo a medida que el conde tado por vuestrosperseguidores ; si os han hablaba ; tranquilizaos ; los raptores qile guardado por vuestra cuga todos los mi- me alejaron de mi padre, y que sin duia ramientos debidos ; en fin , si no seguisse proponian el objeto de venderme mis esperimentando á causa de tantos pesares tarde, como lo han hecho, calcularon qie ese sufrimiento moral, cien veces peor que para sacar mejor partido de miera nece el sufrimiento fisico ; alguna debilidad en sario dejarme todo mi valor personal , las facultades de que os ha dotado la na- aumentarlo aun si era posible ; he recibido turaleza , y si vos mismo creeis poder sos- pues una buena educacion , y he sido tra tener en el mundo el rango que os perte - tado por los ladrones de niños como lo Dece . eran en Asia los esclavos , á los cuales sus 1 . - Caballero, balbuceó el joven con tur- amos les hacian seguir la carrera de mi bacion , espero que vinguna calumnia.. .. dicos, filosófos, etc. , para venderlos des -- ; Yo! ..... he ordo hablar de vos por |pues á un precio exorbitante . primera vez á miamigo Wilmore, el lilán. Monte. Cliristo se sonrió con .satisfac tropo.He sabido que os habia conocido en cion : no habia esperado tanto al parecer una situacion bastante triste , ignoro cuál, del señor Andrea Cavalcanti. y nada le lie preguntado acerca de esto ; - Por otra parte , repuso el jóven , si no soy curioso . Vuestras desgracias le han hallasen en mialgun defecto de educacion interesado vivamente . Me ha dicho queló de poca costumbre de mundo , tendrian , queria devolveros en el inundo la posicion yo creo, un poco de indulgencia , en con que habíais perdido, que buscaria á vues- sideracion á las desgracias que han acom tro padre, que le hailaria ; le ha buscado, pañado á minacimiento y á mi juventud . arece., ...-- ; Y bien le ha encontrado en efecto , segun parece bie ! dijo Monte - Christo con sen puesto que está aquí: cu fin ,ayer me pre- cillez; vos hareis lo que querais , conde , vino vuestra llegada dándomenuevas ins- porque sois muy dueño de hacerlo así; · trucciones relativas á vue tra fortuna. Yo pero os aseguro que yo por mi parte no sé que es una persona original mi amigo diria una palabra de todas esas aventuras; : Wilmore , pero al inisino tiempo , como es vuestra historia es una novela , y el miin un hombre rico coino una inina de oro, y do que se entusiasma con las novelas por 423 ALBUM . escrito , no las admite representadas por juventud algun tanto borrascosa . ¡Oh ! yo un ser viviente. Esta es la dificultad que no os pido una confesion ; por otra parte yo me anticipo á deciros , señor conde ; para que no tengaisnecesidad de nada han apenas hayais contado á alguien vuestra hecho venir de Luca al señor marques de tierna historia , correrá por el mundo com - Cavalcanti , vuestro padre. Vais á verle , pletamente desnaturalizada. Entonces pa es un poco sério , mas bien brusco ; pero sareis por un expósito . Os vereis obligado en cuanto se sepa que desde la edad de á imitar á Antony, y el tiempo ese de los diez y ocho años está al servicio del Aus Antony ha pasado ya . Tal vez entonces||tria todo se le escusará. Nosotros en ge os convertireis en objeto de curiosidad ,peneral, 'no somos exigentes para con los ro no todos gustan ser el blanco de las ha- austriacos. En fin , es un buen padre, yo bladurías y de los comentarios. Tal vezjos lo aseguro. Alto ) , S' esto osmolestaria . - Ah ! ine tranquilizais, caballero ;es. - - Creo que teneis razon , señor conde, toy separado de él hace tanto tiempo', que dijo el jóven , pålideciendo'á su pesar bajo ya ningun recuerdo tengo." las miradas inflexibles de Monte -Christo ; Y sobre todo , demasiado sabeis que ése es un grave inconvenie te . Juna buena fortuna lo cubre todo. Ohi tampoco se le debe exagerar , - Mi padre es realmente rico , caba dijo Monte -Christo , porque para evitarlilero ? una fa ta puede que rayárais en locura. EERS Millonario .... quinientas mil libras No, es un simple plan de conducta que se de renta . ), SEE debe determinar; y para un hombre inte - ¿Entonees, pregunto el jóven con an Vigente como vos este plan es tanto massiedad , voy á hallarme en una posicion .... fácil de adoptar, cuanto que está confor - agradable ? QUE meá vuestros intereses : será preciso com - - De las mas agradables , caballero; os batir por medio delhonrošas amistades, to pasa cincuenta mil libras de renta al año do lo oscuro que haya podido haber en durante todo el tiempo que permanezcais Men Paris . vuestro pasado. Andrea perdió visiblemente su sangre -- En ese caso , me quedaré siempre. fria . - Pisch !.... ¿ quien puede responder - Yo puedo ofrecerme á responder de de las circunstancias, caballero ? el hom vos, dijo Monte -Cbristo ; sin embargo, debre propone y Dios dispone. bo advertiros que soy un poco desconfiado Andrea lanzó un suspiro. de mis amigos ; por lo que representaria – Pero en fin , dijo , todo el tienipo que aquí un papel fuera de micarácter , como permanezca en Paris.... tendré ese dinero dicen los trágicos , y me espondria á ser sia falta ?... . silvado, lo cual es de todo punto fuera del -- Oh ! no tengais elmenor recelo .... lugar . - ; Y será mi padre quien me lo facilite ? - Sin embargo , señor conde, dijo An- preguntó Andrea con inquietud. drea con audacia , en consideracion á lord - Si, pero protegido por lord Wilmo Wilmore quemeha recomendado á vos ... re, que os ha abierto un crédito de cinco - Si, seguramente ,iepuso Monte -Chris-fuil francos al mes en casa el señor Dan to ; pero lord Wilmore no me ha oculta - glars, uno de los banqueros masfuertes de do, señor Andrea , que habiais tenido una Paris. 429 ALBUM . Y piensa estár mi padre en Paris; Y los dos se abrazaron como se acos . mucho tiempo ? preguntó Andrea'cón in - tumbra abrazár en el teatro, es decir, re . posando la cabeza sobre el hombro y en quietud . - olamente algunos dias; respondió lazando los brazos. Monte - Christo . Su servicio no le permite — ; Al fin nos vemosreunidos ! dijo An ausentarse mas que por dos o tres sema- drea. nas. - Ya estamos reunidos,"dijo el mayor. - Oh ! , querido padre ! dijo Andrea, -- Para no separarnos jamás? visiblemente encantado de esta pronta par tida . - Si tal; yo creo , mi querido hijo , que vos mirais ahora la Francia como una se - Con que, dijo Monte -Christo, aparen - gunda patria. tando engañarse acerca del sentido deestas1 Seguramente sentiria yo mucho el te palabras;'con que, no quiero retardar elner que abandonar á Paris. momento de vuestra reunion . ¿ Estaispre- - Y yo , bien lo comprendereis, no po parado á abrazar á ese digno señor Ca - dria vivir fuera de Luca . Volveré á Italia valcanti ? en cuanto pueda.' - Espero que no tendreis famenor duda. - Pero antes de partir , querido padre , i * , Pues bien ! entrad en ese salon , mime dareis los papeles, con la ayuda de los querido ainijo ; en él contrareis á vuestro cuales pueda yo facilmente hacer constar minacimiento . ' Padre impaciente de veros. Andrea hizo un profundo saludo alcon - - sin duda alguna; porque vengo es presamente para eso , y me ha costado de de y entró en el salon . El conde le siguió con la vista, y asi que masiado 'trabajo el encontraros, á fin de te vió desaparecer empujó'un resorte que entregárosiospara emplear más tiempo en hábia detras de un cuadro , el cual sepa - volver á buscaros; esto bastaria para apre "Tándose descubria un agujero perfecta - surar el fin de mi existencia . amente preparado en la pared , por el cual sé veía cuanto pudiese 'pasár en el salon. Y esos papeles ? - Aqui estån. Andrea ceito la puerta y se 'adelantó Andrea se apoderó rápidamente delacta hácia el mayor , que se levantó apenas de casamiento de su padre, de su partida de . oyó el ruido de los pasos del joven conde. bautismo, y despues de haberlo desdobla - Ah! querido padre, dijo Andrea'con do todo con una avidez 'muy natural en voz bastante alta'de 'rhodolque lo pudiese un buen hijo, recorrió los papeles con una oir el.conde altravés de la puerta cerrada, ansiedad que denotaba el mas vivo inte Trés. : esois vos ? - Buenos dias, thi qiierido hijo, dijo Asi que hubo concluido, una espresion gravemente elmayor. indefinible de alegria brilló sobre su fres - Despues de tantos años deseparacion ,' te , y mirando al mayor le dijo , upoupe . dijo Andreamirando hácia la puerta , ;que ñando sus palabras de una sonrisa estiza: . felicidad el volvernos á ver !... . _ En efecto, la separación ha sido largh . “ ¡ Ah !. .. dijo en escelente toscano . ; 92 - No nos abrazainos , 'señor ? repüso conoce que no hay presidios en Italia?.... Elmayor le miró á su vez cob'estupor. " Andréa . - Como querais, hijo mio, dijo el'tayor . - ¿ Y porqué? dijo . -- ¿ Por qué pernfiten que se fabriquen 108 430 ALBUŃ . semejantes piezas? Pues solo por la 'mi-| -- Diantre yo 110 sé nada : los que os tad de lo que haceis , querido padre , os han escrito ; ¿no habeis recibido una cartał enviarian en Francia á tomar los airez del -- Si. - ¿ De quién ? Tolon por cinco años. - ¿Cómo? dijo el mayor procurando De un lal abate Busoni. tomar un aire magestuoso . - ¿ A quién no conoceis ? - Querido seÃor Cavalcanti , dijo An - A quien jamás he visto . drea agarrando un brazo al mayor.. cuan to os dan porque seais mi padre ? - ¿ Qué os decia esa carta ? - Me vendereis ? - -Me guardaré muy bien de hacerlo El mayor quiso hablar. .. - ;Silencio ! dijo Andrea bajando la voz,llvuestros intereses son los mios. voy a daros un ejemplo de confianza ; áll Entonces, leed . mimedan cincuenta mil francos al añol Y elmayor entregó unacarta al jóven . por ser vuestro hijo ; por consiguiente ya Andrea leyó en voz baja . comprendereis que no seré yo quien nie . « Sois padre , una vejez desgraciada os espera . Quereis haceros sino rico , alme. gue que sois mi padre. Elmayor miró con inqnietud á su al - nos independiente ? « Marchad á l'aris inmediatamente ; id , rededor . - Oh ! tranquilizaos; estamos solos , reclamad al señor conde de Monte- Chrisa dijo Andrea; por otra parte hablamos ita - to , Campos Eliseos , número 30 , el hijo liano . que habeis tenido de la marquesa Corsi -- Pues bien ! á mime dan cincuenta nari, y que os fuérobado á la edadde cinco mil francos perfectamente pagados. Jaños. - Señor Cavalcanti, dijo Andrea, creeis « Este hijo se llama Andrea Cavalcanti. « Para que no dudeis de la intencion que vos en los cuentos de hadas ? - Antes no ; pero ahora es preciso que tiene el abajo firmado de seros útil , en contrareis en esta carta : crea en ellas. | 1.º « Un billete de 2,400 libras tosca - ¿ Habeis tenido pruebas.? Elmayor sacó de su bolsillo un puñado nas , pagaderas en casa de M . Gozzi , en . Florencia . 2 .° « Una carta de recomendacion para l'alpables como veis . de monedas. ¿ Creeis vos que yo pueda contar conjel señor conde de Monte - Christo , en la las promesas que me han hechoj? cual le pido para vos la cantidad de48 ,000 francos. - Lo creo . -- ¿ Y que las cumplirá ese buen conde ? « El 26 de mayo, á las siete de la no Perfectamente ; pero ya comprende che , estareis sin falta en casa del conde . « Firmado , reis que para conseguir ese objeto será ne cesario seguir representando nuestro ac - Eso es. --;Cómol qeso es ? ¿ qué quereis decir ? tual papel. . . .miCómo ! . .. . .. in Yo de tierno padre.... ABATE BUSONI. » . preguntó el mayor. -- Y yo de bijo respetuoso . Puesto quel -- Digo que yo he recibido una carta • desean qne descendais de mi. - ¿ Quién , ellos?.... semejante . 1 - ; Vos ! : 431 ALBUH . 1 - Hum ! esclamó el mayor; ¿no pue Ši yą. :: - Del abate Busoni! de estar mejor arreglado elasunto ? - ¿ Sí, eh ? No. . : . mi Habeis visto al conde ? - Acabo de separarme de él. - ¿ Y lo ha aprobado ?. .. el marino . - Todo . - ¿ Y á quien tampoco conoceis ? . . Comprendeis vos algo de esto ? - Si, estoy en este punto mas adelan - | - Os juro que no. . . - ¿ Será una burla ? tado que vos, - ¿ Le habeis visto ? - Caso de que así fuera , yo no soy el burlado, & y vos creo que tampaco ? - Si, una vez. - Seguramente . - ¿ Dónde ? - Eso es lo que no podré deciros , por- - ; Y bien ! Zentonces ? ... que sabriais tanto comoyo; á mas de que - Poco nos importa lo demas..... .. - Justamente , eso mismo iba á decir ; no hace á la cuestion . dejemos rodar la rueda de la fortuna . — ¿ Y esa carta os decia ? - Hallareis en mí un hijo digno de su - Leed . « Sois .pobre y no debeis esperar mas padre. que un porvenir miserable, & queréis tenerl . No esperaba yo menos de vos. un nombre , ser Jibre, ser rico ? » . - Es un grande honor para ní. « Tomad la silla de posta que encontra - | Monte -Christo eligió este momento pa reis preparada saliendo de Niza por la ra entrar en el salon . : puerta deGénova . Pasad por Turia , Cham Aloir el ruidode sus pasos, padre e hijo bery , y Pont de Beauvoisin . Presentaos se arrojaron en los brazos uno de otro ; en casa del señor conde de Monte -Chris -Hasí pues el conde les encontró tiernamente to , Campos Eliseos , núm . 30 , el 25 de abrazados. mayo, á las siete en punto de la noche, y preguntadle por vuestro padre. » - ; Ola ! señor marqués, dijo Monte Christo , parece que habeis encontrado un « Sois hijo del marqués Bartolomeo Ca- hijo segun vuestros deseos. . 'valcanti y de la marquesa Leonora Corsi Ah ! isetor conde ! la alegría me nari, como lo declararán los papeles que sofoca. os serán entregados por elmarqués, y que “ Y vos, jóven ? los permitirán presentaros bajo este nom - | - Ah ! señor conde, es demasiada fe bre en el mundo parisiense. » licidad ! « En cuanto á vuestro rango, una rental - Feliz padre ! | feliz hijol dijo el de 50 ,000 francos al año hará que le sos- conde. - Una sola cosa me entristece , dijo el tengais como es debido .» :« Adjunto va un billete de 5 ,000 libras, limayor; y es la necesidad de tener que de pagaderas en casa del señor Ferrer , ban -Hjar tan pronto á Paris. quero de Nica , y una carta de recomen - iOh ! querido serior Cavalcanti , dijo dacion para el señor conde de fioute - ||Monte ·Christo ; no partireis sin que os ha Christo , encargado por mí de proveer álya presentado antes á algunos amigos. vuestras necesidades . » Simbad el Marino, - Estoy á las órdenes del señor conde, dijo el mayor. 07 i Pues de quién ? De un inglés , de un tal lord Wilmo. Te , que ha tomado el nombre de Sinbad 132 · ALBUM . - Ahora , veamos, jóven , fratiqueaos... - ¡ Ah ! sí, preguntó Andrea , ¿ cuando tendremos ese honor ? - A quiền ? - A vuestru padre; decidfe algunas pa- - Si quereis... el sábado, sí...esto es... Jabras acerca del estado de vuestro bol. el sábado. Doy una comida en mi casa de sillo . Anténil, calle deLa Fontaite, número 25 , - Ah ! ,diablo ! tocais fa cuerda sen- já muchas personas, y entre otras al señor sible . Danglars, vuestro banquero; os presentare im ? Oís , mayor ? dijo Monte - Christo. Já él, es preciso que os conózca'á los dos pa - Sin duda que le oigo. - Sí; pero ¿ cómprendeis ? ra'entregaros despues el dinero .... 1 - He gran etiqueta ?...preguntó'á mie . - A las mil maravillas.' dia voz elmayor . - ; Psch !.... si. Uniforme, crúčes, cal - Vuestro querido hijo dice que 'nece sita dinero. zon corto . - Qué quereis que yoʻle haga? Dárselo, nada mas sencillo . - ¿ Yo ? Y yo ? preguntó Andréa . Oh ! vos, vestido con sencilléz; pan ſtalon negro , botas ch roladas, chatéco blanco , fracnegro ó 'azul, corbata targa ; - Vos. Monte -Christo se colocó entre sus dos dirijíos á Blin ó á Veronique para vestiros. interlocutores . Si no sabeis kas señas de su casa , Bautista - Tomad , dijo á Andrea deslizándole los las dará . Mientras 'meños pretensiones un paquete de billetes de banco en la afecteis en vuestro traje , siendo rico en mano . efecto como lo sois , miejor efecto causará . - ¿ Qué esto ? ; Si comprais caballos tomadlos en casa de - La respuesta de vuestro padre. - ¿ De mi padre ? Derédeux; si comprais tilburf id á casa de Baltista. - Sí. No acabais de decir que nece- A que höra podreinos presentarnos? sitabais dinero ? -- Si. Y bien ? preguntó el jóven . 4A éso de fás seis y medía. Y bien ! me encarga que os entré- - - Está bien , iremos; dijo el mayor to mandosu sombrero. gue esto . -- ¿ A cuenta de mi renta ? Los dos Cavalcanti saludáron al 'côóde - No; para vuestros gastos de instala -Hy salierom . cion . - Oh querido padre ! El conde se acercó a la ventana y los Ivió atravesar el patio agarrados delbrazo. --- Silencio, dijo Monte -Christo , bien lo - Eo verdad , dijo , los dos Cavalcanti.. . veis, no quiere que se diga que esto viene son de los mayores misérables que he co de su mano , - Inocido..... i Lástima que no sean padre é \precio infinitamente esa delicadeza, hijo !. .. : dijo Andrea , guardando sus billetes de Y despues de un momento de sombría banco en el bolsillo de su pantaloni' ' - Está bien ,'dijo Morite Christo,'ahồ. reflexión , ésčldhió el coride. Vamos á casa de los Morrel. ¡Oh ! ' ra ya pótleis retirätós. pel desprecio 'me afecta mä's gue'et odio . bir ? Y cuando tendrelhos el honor del XVIII. volver á ver al señor conde? preguhtó Ca valcanti, LA HUERTA. Es preciso que nuëstros lectores nos per • 433 ALBUM. próxima á la casa del señor de Villefort , dos jóvenes se alejaron. y detras de la reja rodeada de castaños, Maximiliano comprendió que la visita encontraremos algunas personas conoci- de la señorita Danglars iba a terminarse. das. En efecto pocos momentos despues, Va Maximiliano habia llegado esta vez el lentina se presentó sola ; temiendo que la primero . Tambien esta vez fué él quien se observase alguna mirada indiscreta anda asomó á las rendijas de las tablas, que di- ba lentamente y en lugar de dirijirse á la visó en el jardin algo distante una sombra reja fué á sentarse sobre un banco , des.. entre los árboles y oyó el crujido de un pues de haber mirado sin afectacion cada traje de seda sobre la arena y las hojas. calle de árboles. - Al fin el crujido tan deseado se oyómas Tomada estas precauciones, corrió a la claro, y en lugar de una sombra fueron reja . dos las que se acercaron . La tardanza del Valentina habia sido ocasionada por la se- Buenos dias, Valentina, dijo una voz. - Buenos dias , Maxiiniliano : os he mora Danglars y Eugenia , visita que se hecho esperar, pero habeis visto la causa. habia prolongado mas de la hora ea quel - Si, he reconocido á la señorita Dan era esperada Valentina. Entonces , para glars; yo no sabia que estuviéseis tan re no faltar á su cita , la joven propuso á la se llacionada con esa jóven . norita Danglars un paseo por el jardin , - Quién os ha dicho que estábamos Queriendo mostrar á Maximiliano que su relacionadas, Maximilano ? tardanza no habia sido por culpa suya. - Nadie ; pero me lo ha parecido asi , El joven lo comprendió todo al punto por el modo con que la dabais el brazo y con esa rapidez de penetracion particular con que la hablabais ; paréciais dos com . á los amantes, y su corazon se alivió de palieras de colejio confesándose mútua un gran peso . Por otra parte , sin acercar mente sus secretos. se mucho , Valentina dirijió su paseo dell - En efecto , nosconfesábamos nuestros modo que Maximiliano pudiese verla pa secretos, dijo Valentina ; ella me confe sar y volver á pasar ; y cada vez que pasaba su repugnancia por su casamiento con saba, una mirada inapercibida de su comel señor de Morcerf, y yo le confesaba pañera lanzada á la reja . y recojida por el que miraba como una desgracia el casar jóven , le decia : --- Tened un poco de paciencia , amigo Ime cop el señor d'Epinay. . siQuerida Valentia ! bied veis que no es culpa mia . 1 - Por esto, ainigo mio , continuó lajó acien ven , habeis visto esa apariencia de abazie Y Maximiliano, en efecto , tenia pacien.Len cia admirando el contraste que habia endono entre mi y Eugenia , porque al ha e del hombre que no puedo amar , de blarle, tre las dos jóvenes, entre aquella rubia doblarl a en el hombre que amo. ojos lánguidos y de cuerpo flexible como pensabCuan buena sois en todo , Valentina, un hermoso sauce , y aquella morena dely poseeis lo que la señorita Danglars no mirada altanera y de cuerpo tan erguido tendrá nunca ; ese encanto infinito que es como un álanio : ademas en esta compa- en la mujer lo que el perfume en la flor, racion entre dos naturalezas tan opocstas, lo que el sabor en la fruta ; porque no to. toda la ventaja , en el corazon del jóvendo en una flor es el ser bonita , ni en una almenos, estaba por Valentina. fruta ser sabrosa. 109 SE mitan que los conduzcanos a la huerta ! Al cabo de media hora de paseo , las 131 ALBUM. -- Vuestro amor os hace ver lascosasdel - ¡ Ah ! ya 'comprendo. cse modo, Maximiliano ! - ; Y bien ! .... ¿ que prueba esto ? pre - No, Valentina, os lo juro . Mirad , os"guntó Valentina. estaba mirando á las dos hace poco', y os - Nada, dijo Maximiliano sonriendo. juro por mi honor , que haciendo justicia - Entonces, preguntó Valentina , ¿ por tambien à la belleza de la señorita Dan - que os sonreís á vuestra vez? glars , no comprendia como un hombre po - - Ah ! dijo Maximiliano , bien veo que dia enamorarse de ella . . lvos tambien mirabais, Valentina . - - Es que como vos deciais , Maximilia - - ¿ Quereis que me aleje ? no , yo estaba alli, y mipresencia os hacia -- ! Oh ! 10 , 00 , pero volvimos á vos. ser injusto . l - ; Ah ! si, es verdad , porque apenas - No , pero decidme.... respor:dedme á tenemos diez minutos que pasar juntos. una pregunta que emana de ciertas ideas - ¡ Diosinio ! esclamóMaximiliano cous que yo tenia respecto á la seniorita Dan - ternado . glars. - Si, Maximiliano , teneis razon , dijo - Oh ! injustas, desde luego lo digo con melancolia Valentina : y en mitereis sin saberlo. Cuando nos juzgais á nosotras ema pobre amiga. ¡ Qué vida os frago lle pobres mujeres , no debemos esperar nin - var , pobre Maximiliano , á vos tan digno de ser feliz ! Bien me lo echo en cara , guna induljencia . - En cambio įlas mujeres sonmuy jus creedme. tas las unas respecto a las otras ? - Y bien, ¿ qué os importa , Valentina , - Forque casi siempre hay pasion en si yo me encuentro feliz asi? Sieste esperar nuestros juicios. Pero volvamos á vuestra eterno me parece suficientemente pagado pregunta . ' con cinco minutos de poder disfrutar de - ¿ La señorita Danglars ama á otro y vuestra vista , con dos palabras de vuestra por eso teme tanto su casamiento con el boca, y con esa conviccion profunda, eter señor de Morcerf? na , de que Dios no ha creado dos corazo . --Maximiliano , os he dicho que yo no nes tan en armonía como los nuestros , y sobre todo que no fos ha reunido milagro era amiga de Eugenia . Oh ! pero sin ser amigas, las jóvenessamente , para separarlos. se confian sus secretos, convenid en que le - Bueno , gracias, esperad por los dos , habeis hecho algunas preguntas acerca de Maximiliano , siempre es una felicidad . esto . ¡ Ahl os veo sonreir . - ¿ Por qué me dejais hoy lan pronto , - Si es asi, Maximiliano , i no vale la Valentina ? pena tener entre nosotros esta separacion --No sé ; la seliora de Villefort me ha de tablas ? : suplicado que raya á su habitacion para hacerme una comunicacion , de la cual - Veainos, ¿que os ha dicho? -- Me ha dicho que no amaba a nadie , depende una parte de mi fortuna . ¡ Oh ! dijo Valentina; que tenia horror al casa - i Dios mio ! que tomen mi fortuna, yo soy iniento; que su mayor alegria hubiera si- bastante rica, y despues de haberla toma do llevar una vida libre é independiente , do que me dejen tranquila y libre : vos y que casi deseaba que su padre perdiese me amareis fainbien pobre , i no es cierto su fortuna para hacerse artista como su Morrel ? - Yo os amaré siempre , sí : : qué me ainiga la señorita Luisa de Armilli. ALEIM . 133 importa la riqneza ó la pobreza ši mi Va-| - No me comprendeis , Maximiliano; leotiur no se ha de separar (le nilado ? cuando hace un año hablé yo de reli . ¿ Pero no temeis Valentina , que esa co - rarme á un convento , ella habia , á pesar municacion sea alguna noticia relativa á de las observaciones que me hizo antes, . |lrrecibido vuestro casamiexito ? . mi proposicion con gozo , mi pod - - No lo creo . dre tambien hubiera consentido, estoy se - Sin embargo , escuchadme, Valenti. Igura ; solo mi abuelo fué el que ine delue : na, y no os asusteis, porque mientras vivavo. No podeis figuraros, Maximiliano, que no seré jarnás de otra . espresion hay 'en los ojos de ese pobre ani - Crécis tranquilizarme diciéndomelciano , que á nadie sino a míama en ol ' . eso , Maximiliano ? . · mundo, y que, Dios me perdone si es una - Perdonad, teneis razon . ¡Pues bien ! blasfemia , tampoco es amado de nadio yo queria decir que el otro dia encontrémas que de ini. Si supiéseis cuando supo al señor de Morcerf . mi resolucion , comomemiró , ¡ cuántas ¡ Y bien ! liguejas habia en aquella mirada , y cuanta . - El señor Franz es su amigo , como desesperacion en aquellas lágrimas que ro daban por sus inmóviles mejillas! ¡Ah ! - Sí, ¿ y qué ? . Maximiliano , entonces esperimenté una - ¿ Y qué ? ... ha recibido una carta de especie de remordimiento , me arrojé á vos sabeis. Franzen que le anuncia su próxima vuelta. sus pies gritándole : ;perdon , perdon ,pa Valentina palideció y tuvo que apoyar- dre mio ! harán demílo que quieran, pe se en la reja . ro no me separaré nunca de vos. Enton MiAh ! ; Dios mio ! dijo , isi así fuese ! ces levantó los ojos hácia el cielo ! Mlaxi pero no, porque entoncesno seria la seño - miliano, mucho puedo sufrir , pero aque ra de Villefort la que me habria avisado. la mirada de mi bıren abuelo me ha pagado suficicuteniente todos mis sufri - ¿ Por qué ? - - Porque ..... no sé .... pero me parece inientos. i Querida Valentina ! sois un ángel , que la señora de Villefort, sin oponerse á él abiertamente , no le agrada este casa - y en verdad no sé como he merecido la micoto . confianza que mehaceis. Pero en fin , Va - ¡ Oh ! voy á adorar á la señora de llentina , įveámos cual es el interés que Villefort de aquí en adelante . tiene la señora de Villefort en que no os - ¡Oh ! esperad ,Maximiliano, dijo Va caseis ? fentina con triste sonrisa . - ¿No habéis oido hace poco que os - En fin , si es antipática á ese casa -Idije que yo era rica,muy rica ? Tengo por miento , aunqueno fuera masque por des- lla dote mi madre cerca de 50 ,000 ibras baratarlo , adinitiria tal vez alguna otra de renta ; mi abuelo y mi abuela , el mar qués y la marquesa de Saint Merán deben proposicion . - No lo creais , Maxiiniliano ; no son los dejarme otro tanto ; el señor Noirtier tie maridos los que rechaza la señora de Vi- ne á lo menos intenciones visibles de ha . llefort, es el casamiento . cerme su única heredera. De 'esto resil - ; Conio ! ;el casamiento ! si tanto de ta , que comparado conmigo mi hermano testa el casarniento , ¿ por qué se ha ca - Eduardo, que no espera ninguna herencia sado ? |de parte de su madre , es pobre. Ahora , 436 ALBUJ . pues, la sưñora de Villefort, ama á este rimentado la primera vez que he visto a niño con entusiasmo , y si yo mehubiese ese hombre estraordinario . hecho religiosa, toda mi fortuna recaía en - ¿Un hombre estraordinario ? su hijo . - Si. - Oh ! que estrana es esa codicia en - ¿ A quien conoceis hace ya mucho una muger joven y hermosa . tiempo ? - Habeis de notar que no es por ella . - Hará unos ocho dias apenas . Maximiliano, sino por su hijo ; y que lo que - ¿ Y llamais amigo vuestro á un hom la achacais como un defecto , es casi una bre á quien conoceis despues de ocho dias virtud mirado bajo el punto de vista del nada mas ? ; Oh ! Maximiliano , os creia amor maternal. imas avaro de ese bello nombre de amigo. - Pero veamos, Valentina ,dijo Morrel, - Teneis razon , Valentina ; pero , decid si vos abandonaseis una gran parte de lo que querais , nadame hará cambiar este vuestra fortuna á vuestro hermano ? sentimiento instintivo. Yo creo que este - Gual es el medio de hacer semejan hombre podrá mezclarse en todo lo bueno te proposicion , dijo Valentina, y sobre to que me suceda de aqui en adelante, que á do á una mujer que tiene sio cesar en los veces su mirada profunda parece. conocer lábios la palabra desinterés ? y su poderosa inano dirijir. - Valentina, miamor ha permanecido - ¿ Acaso es un adivino ? dijo sooriendo siempre sagrado , y como todo lo sagrado Valentina yo le he cubierto con el velo de mirespe - | - --A fé mia , dijo Maximiliano, casiestoy to , le he encerrado en mi corazon ; nadie tentado por creer que adivina . .. sobre todo · en el mundo, di aun mi hermana le sos llel bien . pecha . Este amor que no he confiado ál - ¡ Oh ! dijo Valentina sonriendo tris , nadie en elmundo , Valentina , ¿me per- temente; mostradme á esehombre, Maxi mitís que hable de él á un amigo ? Imiliano ; sepa vo de él si seré suficiente Valentina se estremeció . mente amada en cambio de todo cuanto he - A un amigo ? dijo . ;Oh Dios mio ! sufrido. Maximiliano , me estremezco solo al oiros - Pobre amiga ! pero vos le cono hablar asi ; A un amigo ! y quien es ese ceis . amigo. - ¿ Yo ? - Escuchad , Valentina, habeis sentido - Ši. alguna vez por aiguna persona unadeesas ¿ Quien es ? simpatias irresistibles que hacen , queaun - . - Es elmismo que ha salvado la vida á que veais a esa persona por primera vez , vuestra madrasta y á su bijo . creais conocerla de niucho tiempo , y os - ¿ El conde de Monte -Christo ? pregunteis á vos mismadonde y cuando lal - El mismo. habeis visto , y que , no pudiendo acorda- - ,Oh ! esclamó Valentina, jamás pue ros del lugar nidel tiempo, llegueis á creer de ser mi amigo, lo es para eso demasiado que es de un mundo anterior al nuestro, de mimadrasta . . y que esta simpatía no es mas que un fel - ¿ Amigo de vuestra madrasta , Va cuerdo confuso que se empieza a aclarar ?| lentina ? su instinto no puede fallar hasta -- Si, i oh ! si.... este punto ; estoy seguro de que os enga - ;Pues bien!eso es lo que yo heespe-||ñais. . ALBUM . 437 -Oh ! si supieseis , Maximiliano .... yo soy desgraciada ; porque sihubiera sido pues ya no es Eduardo qnien reina en la generoso , al verme sola y triste en medio casa , e : el conde ; querido de la señora de esta casa , me habria protejido con esa de Villefort que le considera como el hom- influencia que ejerce ; y puesto que él re bre poseedor de todos los conocimientos presenta , segun vos decís, el papel del sol , humanos; admirado jois ! admirado de mi hubiera reanimado mi corazon con uno de padre, que segun dice , no ha oido nunca sus rayos . l'ecís que os ama, Maximiliano . formular con mas elocuencia ideas mas :Oh , Dios mio !, vos que sabeis ? los homelevadas : idolatrado de Eduardo , que ape - bres siempre ponen un rostro risueño á un sar de su miedo á los grandes ojos negros oficialde cinco pies y ocho pulgadas como del conde , corre á su encuentro apenas le vos, que tiene un buen bigote y un gran vé venir, y le abre la mano donde siem- sable, pero creen poder infundir temor á pre encuentra algun juguete admirable; el juna pobre jóven que no sabe mas que llo conde de Monte - Christo no está aquí en rar . -¡Oh ! Valentina , os engañais , os lo casa de mi padre ; el conde de Monte Christo no está aqui en casa de la señora juro. de Villefort; el conde de Monte -i hristo -Si asi no fuése , veamos , Maximilia está en sii casa . no ; si me tratáse diploináticamente , es stos -'ues bien , querida Valentina ; si las decir como un hombre que de un modo o * cosas son como decís , ya debeis sentir o de otro gniere simpatizar con todos los de sentireis pronto los efectos de su presencia la casa , me hubiera , aunque no fuese mas Si encuentra á Alberto de Morcerf en Ita- que una vez , honrado con esa sonrisa , lia , es para sacarle de las manos de los que tanto me ponderais ; pero no ; me ha bandidos; ve á la señora Danglars, y es visto desgraciada , comprende que no pue para hacerla un regalo real ; vuestra ma- do serle útil en nada, y no fija la atencion vrasta y vuestro hermano pasan por de- en mi . Quién sabe si , para hacer la corte Jante de la puerta de su casa , y es , para lá mi padre , á la señora de Villefort ó á que su Nubio les salve la vida. Este hom mi hermano , no me perseguirá siempre bre ha recibido evidentemente el poder de que pueda hacerlo ? Veamos, francamen influir sobre los acontecimientos, sobre los te , Maximiliano, yo no soy una muger hombres y sobre las cosas ; jasnás he visto que se deba despreciar asi , sin razon , vos gustos mas sencillos unidos á una magnifi- melo habeis dicho. ¡ Ah ! perdonadme, cencia tan soberana . Su sonrisa es tan dul- continuó la joven al ver la impresion que ce cuando me la dirije , que olvido cpan cansaban en Maxiiniliano estas palabras , amarga la encuentran otros. ¡ Oh ! decid hago mal, muy mal en deeiros acerca de me , Valentina , ¿ os ha sonreido asi á vos? ese hombre cosas que yo ni siquiera sen tia ó sospechaba. Mirad, no niego que ec ¡ Oh ! si lo ha hecho asi , sereis feliz . Dopo i- ; Yo! dijo la joven , joh , Diosmio ! sista esa influencia de que me hablais; y Maximiliano, ni siquiera me mira : 6 mas que no la ejerza sobre mi; pero si la ejer o bien , si paso por casualidad cerca de él ce , es de un modo pernicioso aniquila aparta de mi su vista . ( ) no es generoso , o dor , como veis . - Está bien , Valentina , dijo Morrel no posee esa mirada profunda que lee en corazones y que vos le suponeis, porque lanzando un suspiro , no hablemos mas de se esta mirada habria visto que lesto ;no le diré nada. 110 si pose 438 ALBUM , - ¡Ay! amigo mio , dijo Valentina; os|jdigo para mi que el conde , ese hombre allijo mucho, ya lo veo . ¡Oh ! y no po- singular que todo lo adivina , ha queri der estrechar vuestra mano para pediros do buscar una ocasion en que presentar perdon ! pero convencedme á lo menos, me a los esposos Villefort; y algunas ve . solo os pido eso ; decidme que ha hechoces, os lo juro , procuro leer en sus ojos por vos ese conde de Monte -Christo . si ha adivinado nuestro anor. - Mucho me embarazais , lo confieso , - Amigo mio , dijo Valentina , os to Valentina , preguntándome que es lo que maría por un visionario y temeria verda el conde ha hecho por mi; ostensible na- deramente por vuestro juicio , sino escu da, bien lo sé , pues, como os he dicho , chase tan buenos razonamientos. ¡Cómo: mi afecto hacia él es instintivo y no tiene li vos crecis que no es casualidad ese en nada de fundado. ¡ Ha hecho acaso algo cuentro ? En verdad reſlexionadlo biei). por mi el sol que me alumbra ! No ; me Mi padre que no sale nunca ha estado á calienta y á su luz os veo. ¿Hahecho aca- punto de rehusar esa invitacion inas de so por mi algo este ó el otro perfume?No; diez veces ,pero la señora de Villefort que su o'or recrea agradablemente uno demis desea ardientemente ver en su casa á ese sentidos; no tengo otra cosa que decir cuan - hombre estraordinario , obtuvo con mu do mepreguntan porquepondero este per cho trabajo que la acompansae. No , no , fume;miamistadhacia él esestraña, como creedme, escepto á vos Maximiliano , no la suya hácia mi. Una voz secreta me ad - tengo á nadie á quien pedir que me so vierte que hay algo mas que mera casua- corra en este mundo, mas que a mi abue lidad en esta amistad recíproca é impre- lo , un cadáver. vista .Me parece encontrar alguna relacion - Conozco que teneis razon , Valentina, en sus menores acciones, en sus mas se - y que la lógica se queda para vos, dijo cretos pensamientos, entre mis acciones y Maximiliano; pero vuestra dulce voz, siem mis pensamientos , Os vais á reir de mi, pre tan poderosa para mi, hoy no me con Valentina , pero desde que conozco á ese| vence. hombre , se ne ha ocurrido la idea ab - - Ni la vuestra á mi tampoco, dijo Va surda de que todo el bien que me suceda lentioa, y confieso que como no tengais no puede emanar de nadie sino de él. Sin mas ejemplos que citarme. ... embargo , he vivido treinta años sin ese - Uno tengo , dijo Maximiliano dudoso ; protector , ¿ no es verdad ? no importa ; pero en verdad , me veo obligado á con mirad un ejemplo : élmeha convidado á fesarlo , es mas absurdo que el primero . comer para el sábado , ¿ no es asi ? na. - Tanto peor, dijo Valentina sonrien da mas natural en el punto de amistad dose . en que nos hallamos. Pues bien ; ¿ qué hel - Y sin embargo , continuó Morrel, sabido despues ? vuestro padre está convi- para mi es muy concluyente , para mi qu dado á esta comida, vuestra madrasta tam - despues de diez años que hace que sirvo , bien irá. Yome encontraré con ellos', y he debido la vida á uno de esos instintos ¿ quién sabe lo que resultará de esta en - que os dicen que hagais un movimiento trevista ? Estas son circunstancias muysen- bácia atras ó bácia adelante para que la cillas en la apariencia ; sin embargo, yo bala que debia mataros pase por vuestro veo en esto una cosa que me asombra ; lado. tengo en ello una confianza estrema. Yol Querido Maximiliano, porque no dais ALBUM . 439 importancia á nis oraciones por vos du - fesarlo. Valentina, gané cinco mil francos. rante ese peligro ? uando estais fuera , no Nos separamos á media noche. Yo noap queme condujeran á casa de mi tratante - Sì, desde que os conozco , dijo Mor de caballos. Palpitábameel corazon de ale . rel sonriéndo, pero ¿ y antesde que os co gría . Llamé, me abrierop : apenas ví lang puerta abierta,me lancé á la cuadra,miré nociese, Valentina ? - Vaya pues , ya que nada quereis de- al pesebre. ¡ Oh , felicidad ! Medeal s . berme, ingrato , volvamos a ese ejemplo taba allí : cojo una silla que hallo á mano , que vos mismo confesais que es absurdo. se la pongo y le paso la brida,prestandose - ; Pues bien ! mirad por las rendijas já todo Medeah con la mejor voluntad del de las tablas aquel caballo nuevo en quelmundo. Entregando despues los 4,500 . |francos al dueño del caballo , salgo y pitsa he venido hoy. - iOh ! ; quě hermoso animal! escla - la noche paseándome por los campos Eli mó Valentina. ¿ Por qué no le habeis trai- seos . He visto luz en una ventana de la *do junto a la reja para contemplarlemejor ? casa del conde, aun he creido ver su som - En efecto , como veis , es un animal bra detrás de las cortinas.. ... Ahora , Va de gran valor, dijo Maximiliano . ¡ Bueno ! lentina , juraria que el condeha sabido que vos sabeis que mi fortuna es Timitada , yllyo deseaba poseer aquel caballo , y que la que soy lo que se llama un hombre arre - perdido á propósito para hacérmelo co! glado. ¡ Pues bien ! yo habia visto en casa prar. de un mercader de caballos ese magnífico -- Querido Maximiliano, dijo Valentina, Medeal , así le llamo. Pregunté cuauto va - sois demasiado fantástico .... ¡ Oh ! no me lia, me contestó que 4 ,500 francos ; como amareis mucho tiempo ... Un hombre asi comprenderéi:, meabsture de comprar se fastidiaria al momento de una pasion lo aunque lo contemplé por algun tiem - mónotona como la nuestra... Pero, i gran po y me fuí, lo confieso , bastante triste , Dios ! ¿ no oís que me llaman ? porque e caballo me habia mirado con iOh ! ¡ Valentina ! dijo Maximiliano, ternura, me habia acariciado con su ca - lor la rendĝa de las tablas..... dadme un beza y había hecho mil corbetas cuan - dedo vuestro siquiera para que lo bese . do le probé , delmodo mas agradable quel - Maximiliano, hemos dicho que seria darse puede. Aquella misma tarde se reu - mos el uno para el otro dos voces , dos nieron en mi casa aigunos amigos el señor sombras! de Chatean- Renaud , el señor Debray , y — ; Ah !... como gusteis, Valentina. otros cinco ó seis malas cabezas, que vos - ¿ Quedarcis contento si hago lo que teneis la dicha de no conocer ni aun de pedís ? nombre. Propusieron que se jugase un po - - ;0h ! , sí ! ; síl... :co , yo no juego nunca , porque no soy rico Valentina subió sobre un banco , y pasó , para poder perder, ni tan pobre que de- no un dedo, sino toda su mano por enci see con ansia ganar. I'ero en fin , yo esta - ma de las tablas. ba en roi casa y no tuve mas remedio quel Maximiliano arrojó un grito de alcgría , Ceder. Cuando íbamos á empezar, llegó el y lanzándose a su vez sobre las tablas, se conde de Monte -Christo , tornó parte, se apoderó de aquella mano adorada y es jugó y yo gané; apenas me atrevoʻá con - tampó en ella sus ardientes labios; pero al STA TS es por mipor quien rue o á Dios y á mide contenerme, tomé un cabriolé é hire Inadre , sino por vos. 120 ALBUM . punto la delicada mano se deslizó entre anciano Villefort, cuyas cejas negras com las suyas, y el jóven oyó correr á Valenti. trastaban con la blancura de su larga ca > na asustada tal vez de la sensacion que bellera; en aquellos ojos negros se habian acababa de esperimentar. concentrado toda la actividad, toda la vida, XIX . li toda la fuerza, toda la intelijencia que an EL SEÑOR NOIRTIER DE VILLEFORT, tes pertenecian á aquel cuerpo . En efecto , Ahora veremos lo que habia pasado en faltábale movimiento á aquel brazo, falta la casa del procurador del rey despues de ha sonido á Ja roz, actitud al cuerpo; pero la partida de la señora Danglars y de su aquellos ojos suplian á todo ; él mandaba hija, y durante la conversacion que aca- con los ojos, daba gracias con los ojos tam bamos de referir . . S i bien ; era un cadáver con los ojos anima El señor de Villefort, habia entrado en dos, y nada era mas espantoso á veces que la habitacion ocupada por su padre segui- aquel rostro de mármol, cuyos ojos espre do de su esposa en cuanto á Valentina ya saban unas veces la c lera, otras la alegria ; sabemos donde estaba. tres personas únicamente sabian compren : Los dos esposos, despues de haber sa - der el lenguaje del pobre paralítico ; eran Judado al anciano , despues de haber des- Villefort. Valentina y el antiguo criado de pedido á Barrois , antiguo criado que ha - que hemos hablado. Pero como Villefort cia mas de veinte años que servia en la no le veia sino muy rara vez, y por decir casa , tomaron asiento á su lado. . . lo asi, cuando no tenia otro remedio ; co El señor Noirtier , sentado en su gran mo cuando le veia , no procuraba compla sillon con ruedas donde le colocaban por cerle coniprendiéndole ; toda la felicidad la mariana y de donde le sacaban por la del anciano reposaba en su nieta; y Valen noche, sentado delante de un espejo que tina habia logrado á fuerza de cariño y reſlejaba toda la habitacion y le permitia constancia , comprender por la mirada to ver , sin hacer, un movimiento imposible dos los pensamientos del anciano ; á este en él , quien entraba en su cuarto y quien lenguaje mudo é inirtelijible para otro salia de él : el señor Noirt er , inmóvil co - cualquiera, ella respondia con su voz, con mo un cadáver ,miraba con ojos inteligen su fisonomia, con toda su alma; de suerte tes y vivos á sus hijos , cuya ceremoniosa qne se entablaban diálogos animados entre reverencia le anunciaba que iban a dar al- aquella joven y aquel cadáver próximo á guu paso oficial y desesperado. convertirse en polvo, y que era sin embar: La vista y el oido eran los dos ú icos go un hombre de talento inmenso , de ui a sentidos que animaban aun como dos lla , penetracion inaudita , y de una voluntad , mas aquella masa humana , perteneciente tan poderosa como puede serlo elalma en casi á la tumba; mas de estos dos sentidos cerrada en una materia por la cualha per anno solo podia revelar la vida interior que dido el poder de hacerse obedecer. * * apiinaba á la estátua, y la vista que de- ! Valentina habia resuelto este estrano nunciaba esta vida interior se asemejaba á problemade comprender el pensamiento ima de esas luces lejavas que durante la del anciano, para comunicarle su propio . noche muestran al viajero perdido en un peusainiento y gracias a este estudio , ni desierto que aun hay un ser viviente que siquiera una palabra dejaban decompren veia en aquel silencio y aquella oscuridad , der tanto uno como otro. Asi : pues , en aquellos ojos negros del En cuanto al criado, como despues de ALBEU . 441 veinte y cinco años, segun hemos dicho 'La Señora de Villefóft tomó a su vez la servia á su amo, conocia tambien todas palabra y se apresuró á añadir: .. .*** suscostumbres, demodo que rara vez tenia que pedirle algo Noirtier . 11 - Hemos creido que esta noticia seria de algun interés para vos, señor; por otra 12 De consiguiente , Villefort no tenia ne parte , Valentina ba parecido merecer cesidad de los socorros ni de uno ni de siempre vuestro afecto; solamente posresa ponveentablar bulariola deestrata rsación qconue suvocapadre perfec del jóveo que se la ha rtuna y elnombre ootrotro para l an Fodeciros ña conversacion que venia á provocar, destinado. Es uno de los mejores partidos Tambien él conocia el vocabulario del an-Já que puede aspirar Valentina; una buena ciano y si no se servía de él con mas fre- fortuna y perfectas garantías de felicidad cuencia , era por fastidio ó por indiferen - en la conducta y los gustos del que le des cia. Dejó , pues, bajar al jardin á Valenti- tinamos , -y cuyo nombre no debe seros na, alejó á Barrois, y despuesdehaberto - desconocido. Se trata del señor Franz de mado asiento a la derecha de su padre Quesnel, baron d'Epinay . mientras que la señora de Villefortse sen- Villefort durante estás palabras de su mujer, fijaba sobre el anciano una mirada taba a la izquierda, esclamo: - Señor , no os adnireis de que va mas'atenta que nunca . Cuando la señora lentioa no haya subido con nosotros, y que de Villefortpronurició elnombredeFranz, yo haya mandado alejar á Rarrois,porque los ojos de Noirtier, que tanto conocia su la conferencia que vainos á teper juntos és hijo , se estremecieron , y los párpados di de esas que no pueden tener lugar delan - flatándose como hubieran podido hacerlo te de una joven ó un criado ; la señora de los lábios para dejar pasar una palabra , Villefort y yo tenemos que laceros una dejaron pasar una chispa. ' !? El procurador del rey que 'conocia las comunicacion . El rostro de Noirtier permaneció - impa Jantiguas enemistades de política que ha. . . sible durante este preámbulo ; en vano bian existido entre su padre y el padre de procuró Villefort penetrar lospensamicn : Franz, comprendió este fuego y esta ajita tos profundos del anciado en aquel 'mo- cion ; pero sin embargo, la dejó pasar co Nbs to inapercibida ; y volviendo á tomar la the late 112 balatra donde la habia dejado su mujer. 469 3 - Esta comunicacion , continuió el pro - paiarr curador del rey con su tono glacial, y quel -- Caballero , dijo , es muy importante parecia no sufrir ninglina contestacion , és- qtte próxiña como se encuentra Valentina tamos seguros, la señora de Villefort y yo ,lá chinplir los diez y nueve años,se piense 'Hen establecerla. No obstante , no os liemos . de vuestro gusto. queElserá anciano segua impasible si bien no olvidado en nuestras conferencias . y nos hemos asegurado de antenano de meel perdia una sola palabra. pro repuso Villefort, casamostmarido de Valentina aceptaria vivir, sino á ngestro lado , porque tal vez incomoda á Valer:tina. Una figura de cera no permaneceria riamos á unos jóvenes esposos , al menos mas fria al oir esta noticia qrie el rostro con vos á quien tanto cariño profesa Va. del anciano. Ilentina , cariño que pareceis devolverla ; es - El casamiento tendrá lugar dentro de decir , que vos vivireis á sa lado , de suer -> tresLos repuso Villefort, meses, continuaron inavi- te que no perdereis ninguna de vuestras ancianu ojos del mados. costumbres ; con la diferencia de que ten - *442 ALBUM . dreis para cuidaros dos hijos en vez desaba el desdéo profundo y la cólera inte uno. ligente . Los ojos de Noirtier parecieron injectar- Villefort por su parte respondió á eģio ta mirada encogiéndose ligeramente de le de sangre . Alguna cosa espantosa debia pasar en es hombros. alma de aquel anciano , seguramente el Despues hizo señas á su esposa de que grito del dolor y la cólera subia á su se levantase . garganta, y no pudiendo estallar , le aho- - Ahora , caballero , dijo la señora de gaba , porque su rostro se enrojecia y sus Villefort,recibid todosmis respetos. ¿ Que . lábios se amorataron . réis que venga á presentáros los suyos Villefort abrió tranquilainente una ven - Eduardo ? tana , diciendo : Se habia convenido que el anciano ega - Mucho calor hase aquí, y este calorpresase su aprobacion cerrando los ojos, puede hacer daño al señor Noirtier . Despues se acercó , mas sin sentarse . su negativa cerrándolos precipitadamente y repetidas veces, y cuandomiraba al cie - Este casamiento , añadió la señora dello era que tenia algun deseo que espresar. Villefort, agrada al señor d'Epinay y á sul Siqueria llamar á Valentina cerraba so familia ; por otra parte su familia se com -lamente el ojo derecho. pone solamente de un tio y de una tia . Si queria llamar á Barrois , el ojo iż su madre murió en el momento de darleſquierdo. á luz, y su padre fue asesinado en 1815 , A la proposicion de la señora Villefort, es decir , cuando el niño tenia dos años, guiñó los ojos repetidas veces . de consiguiente este casamiento depende La señora Villefort, sobrecojida por una de su voluntad . Inegativa evidente se mordió los labios. - Asesinato misterioso , dijo Villefort, - Quereis que os envie á Valentina ? y cuyos autores han permanecido desco- dijo . nocidos , aunque las sospechas han pare. - Sí, esclamó el anciano cerrando los ojos vivamente. cido recaer sobre muchas personas. Noirtier hizo tal esfuerzo que sus lábios El señor y señora de Villefort saludaron se contrajeron como para sonreirse. y salieron dando en seguida la orden de - Ahora , pues , continuó Villeført, los que llamasen á Valentina. verdaderos culpables, los que saben que Apenas pasaron algunosmomentos, Va han cometido el crímen , aquellos sobre los lentina entró en la habitacion del señor cuales puede recaer durantesu vida la jus- Noirtier sonrosadaaun por la emocion .No ticia de los hombres y la justicia de Dios necesitó mas que una mirada para com despues de su muerte , serian dichosos en prender cuanto sufria su abuelo , cuantas hallarse en nuestro lugar y tener una hija cosas tenia que decirla . que oirecer al señor Franz d 'Epiney paral - Oh ! buen papá, esclamıń iqué te ha apagar hasta la apariencia de la sospecha. pasado ? te han enojado ? ..., no es verdad Noirtier se habia calmado con una pron - que estás enfadado ? titud que no se hubiera podido esperar del Sí, dijo cerrando los ojos. aquella organizacion tan febril. . - ¿ Contra quien ? ¿ contra mi padre ? Sí, comprendo , respondió con la mi- no ; ¿ contra la señora de Villefort? vo ; rada á Villefort, y aquella mirada espre lo contra mi? i ALBUM El anciano hizo señas de que sí. 1 - Te han dicho entonces que el señor . . - ;Contra mil esclamó Valentina asom - d'Epinay consentia en que permaneciése mos juntos? braða . Si. El anciano renovó las señas. - ¿ Y qué he hecho yo,querido y buen — ¿ Entonces por qué estás enojado ? . papá ? esclamó Valentina . Los ojos del anciano tomaron una és Ninguna respuesta : entonces continuó presion de dulzura infinita . . da jóven . - Si, comprendo , dijo Valentina , por 1 - Yo no te he visto hoy aun .... te han que me amas. contado algo de mi? Elanciano hizo señas de que si. - Si, dijo la mirada del anciano con vi- - : Y temes que sea desgraciada ! veza . Si, - - Veámos. Dios mio , te juro..... buen papá... ; Ahl... el señor y señora de Vi - Tú no amas al señor Franz ? Los ojos repitieron tres o cuatro veces : No, no, no. Hefort acaban de salir , i no es verdad ? Si. - ¿Entonces sufrirásmucho? buen papá . - Y son ellos los que te han dicho esas) Si. . cosas que te han enojado ?... ¿ Qué es ?... - 1 Pues bien ! escucha, dijo Valentina, ¿ Quiéres que se lo vaya a preguntar ? arrodillándose delante de Noirtier , y pa No, no, dijo la mirada. sándole sus brazos alrededor de su cuello , - Oh ! me espantas. Que han podido yo tambien tengo un gran pesar porqué decirte. | Dios mio ! y comenzó, á refle - tampoco amo al señor Franz d'Epinay. xionar . Una espresion de alegria se pintó en los - Oh ! ya caigo , diio bajando la voz ojos del anciano. y acercándose al anciano. ¿Han hablado - Cuando quise retirarme al convento , |te acordarás que te enfadaste mucho con tal vez demicasamiento ? Si, replicó la mirada enojada. migo. - Comprendo; mee hechas en cara mi Una lágrima humedeció el árido párpa silencio . ¡ Oh ! mira,es porqueme habian pado del anciano. recomendado que no te dijese nada ; tam - - ¡ Pues bien ! continuó Valentina, solo · poco á mime habian hablado de ello ; y era por librarme de este casamiento que en cierto modo yo he sorprendido este se - causa midesesperacion . creto por indiscrecion : hé aqui porque he Noirtier estaba cada vez mas conmo sido tan reservada para contigo. ¡ Perdó- vido. name, buen papá Noirtier ! - Tambien á ti te disgusta este casa Sin embargo , la mirada pareció res- miento, buen papá. ;Oh ! Dios mio ! : i ponder : tú pudieses ayudarme; si los dos pudiése No es tan solo tu casamiento lo queme mos romper ese proyecto . Pero no puedes aſlige . hacer nada contra ellos; tú que tienes un - ¿Pues qué es ? preguntó la jóven : „tú espíritu tan vivo y una voluntad tan fir crees tal vez que yo te abandonaria , buen me ! pero cuando se trata de luchar tú papá , y que mi casamiento me haria ol- eres tan débil y aun mas débil que yo . liAh ! tu hubieras sido para míun protec vidadiza ? No , dijo el anciano. ſtor muy poderoso en los dias de tu fuerza ALBUM 411 y de tu salud ; pero hoy no puedes hacerfjen que se hallaba , le habia hecho tan få mas que comprenderme y regocijarte óleil este trabajo , que adivinaba tan pronto alligirte conmigo ; esta es una última feli-lel pensamiento del ancianocomo si él mis cidad que Dios ba olvidado quitarme con mo hubiese podido buscar en el diccio las otras.m u Us nario . . Hubo tal espresion de malicia y de pro - A la palabra nolario , Noirtier le hizo fundidad en los ojos de Noirtier al oir es- señia de que e parase. tas espresiones, que la joven creyó leer en – Nolario , dijo e quieres un notario , buen papá ? ! ellos estas palabras : Te engañas, aun puedo hacer mucho El anciano hizo señas de que en efecto Dera un notario lo que deseaba. por tí. -o? Puedes hacer algo por mì, buen pa- ... - Es preciso enviar á llamar á un no allud . tario ? preguntó 0 " Valentina. pá ? dijo Valentina . Sí, indicó el paralitico . Sí. Noirtier levantó los ojos al cielo . Esta - ¿ Debe saberlo ini padre ? era la señal convenida entre él y Valenti- Si. - ¿ Tienes prisa porque vayan á buscar na cuando deseaba algo. - ¿Qué quieres,querido papá, veamos al notario ? Valentina buscó un instante en su espí- si. ritu , espresó luego en voz alta sus pensa- - Puesentonces le enviaremosá Hamar mientos a medida que se la iban presen -Jinmediatamente . ¿Es eso todo lo que quie . tando a la inaginación , y viendo que a res ? Si. , ' , todo respondia su abuelo, no! - Pues señor, dijo , recurramos al gran Valentina corrió á la campanilla y lla medio , soy una torpe. .. mó a un criado para suplicarle que hicie Entonces recitó una tras ofra todas las se venir inmediatamente al señor y señora letras del alfabeto , desde la A hasta la N , de Villefort al cuarto de su padre. mientras que sus ojos interrogaban la cs- - ¿ Estás contento ? dijo Valentina, si... presión de los del paralítico ; al pronun- lo creo , bien ... no era muy fácil de adi ciar la N , Noirtier hizo serias de que sí. / vivar eso ! . . - ; Ah ! dijo Valentina, lo que deseais Y la joven se sonrió mirando á su abue empieza por la letra N , bien . Veamos que lo como lo hubiera hecho con un niño. letra hade seguir a la N , n", ne, ni, no.. . El señor de Villefort entró precedido de Și, si , si, espresó el anciano. Barrois. Ah !.. . con que es nn), - ¿ Qué quereis , caballero ? preguntó Sí. Valentina fué á biiscar un gran diccio Jal paralítico . – enor, mi abuelo desea que se man . nario, que colocó sobre un atril delante de de llamar á un notario . Noirtier; abriólo , y cuando hubo visto . A este deseo estraño, y sobre todo ines fijar en las hojasla mirada del anciano,Iperado , el señor de Villefort cambió una su dedo recorrió rápidamente las colum - iniraba con el paralítico . nas de arriba a abajo . . Si, dijo este último con una firnieza El ejercicio , despues de seis años que que indicaba que con ayuda de Valentina Nvirtier habia caido en el lastimoso éstado y de su antiguo servidor qué sabia lo que ALBUM . 445 deseaba, estaba pronto a sostener la luchá. Tres cuartos de hora despues el criado - ¿ Pedis un notario ? repitió Villefort. entró con el notario . ¿Para qué ? - Caballero , dijo Villefort despues de Noirtier no respondió . los primeros saludos , sois llamado por el - ¿Mas para qué necesitais un notario ?|señor Noirtier de Villefort á quien teneis preguntó de nuevo Villefort. : '; presente ; una parálisis completa le haqui La mirada del paralìtico permaneció in - tado el uso de todos los miembros y de la móvil , y por consiguiente muda , lo cual voz , y nosotros solo con gran trabajo lo queria decir : Persisto en mivoluntad . lgramos comprender algo de sus ideas. -. - ¿ Para jugarnos alguna mala pasada?| Noirtier dirigió una mirada á Valenti dijo Villefort, no podria saber.... . na, mirada tan grave é imperativa , que -- Pero , en fin , dijo Barrois , pronto ála joven respondió al momento : ' nsistir con la perseverancia propia de los Caballero , yo comprendo todo cuana criados antiguos, si el señor quiere un - to dice miabuelo . tario , será porque tiene necesidad de él. Asi, pues, voy á buscarle . - Es verdad , añadió Barrois , todo, ab solutamente todo , como os decia cuando Barrois no reconocia otro amo mas que veníamos. Noirtier, y no permitia nunca que sus vo- -- Permitid , caballero ; y vos tambien señorita , dijo el notario dirijiéndose á Vi luntades fuesen contrariadas en nada. Si, quiero un notario , dijo el anciano lefort y á Valentina : es este uno de esos cerrando los ojos con una especie de des casos en que el oficial público no puede confianza , y como si hubiese dicho : proceder sin contraer una responsabilidad Veamos si se meniega lo que pido. peligrosa. La primera viecesidad es que - Vendrá un notario , puesto que os elnotario quede convencido de que ha in empenais, caballero ; pero yome escusaréterpretado fielmente la voluntad del que con él, y tambien os escusaré á vos, por- le dicta . Ahora, pues, yo no puedo estar que la escena va a ser muy ridícula . . . seguro de la aprobacion ó desaprobacion – No importa , dijo Barrois , yo voy a de un cliente que no habla ; y como el buscarle ; y el antiguo criado salió triun - objeto de sus deseos ó de susrepugnancias fante . . XX . EL TESTAMENTO . lno puede serme probado claramente , mi ministerio es inútil y seria ejercido con ilegalidad. En el momento en que salió Barrois , El notario dió un paso para retirarse . con aquel inte. Una sonrisa imperceptible de triunfo se rés malicioso que anunciaba tantas cosas, dibajó en los lábios del procurador del La jóven comprendió esta'mirada y Ville - rey. fort tambien , porque su frente se obscu | Por su parte Noirtier miró á Valentina con una espresion tal de dolor , que la ió . reció , y sus cejas se fruncieron . *: Tomó una silla , se instaló en el cuarto Ven detuvo al notario . | - Caballero , dijo , la lengua que yo ha del paralitico y esperó. Noirtier le miraba con una indiferencia lo con mi abuelo , es una lengua que se perfecta ; pero de una guiñada habia indi- puede aprender lácilmente ; y lo mismo cado á Valentina que no se inquietase y que la comprendo yo , puedo enseñárosla Jen pocos minutos . Veamos , caballero , que se quedára tambien . 112 i į ; 446 ALBUM . ¿ qué necesitais para quedar perfectamen - - Caballero , dijo, creeis que un hoit te convencido de la voluntad de miabuelo ? bre haya sufrido impunemente un choque -- Lo necesario para que nuestras actas físico tan terrible como el que esperimen sean válidas , respondió el notario ; es de- tó el señor Noirtier de Villefort , sin que cir , la certeza de la aprobacion . Se puede la parte moral haya recibido tanbieu un estar enfermo de cuerpo; pero sano de es - grave choque? píritu . - No es eso precisamente lo quemein - Pues bien,señor, con dos señalesad- quieta , caballero , respondió el ootario ; duirireis la certeza de que mi abuelo no pero comoconseguiremosadivinar los pen ha gozado nunca mejor que ahora de su samientos , a fin de provocar las respues completa inteligencia . El señor Noirtier , tas? privado de la voz, delmovimiento , cier - - Bien veis que es imposible , dijo Vin ra los ojos cuando quiere decir que sí, ylefort. los cierra muchas veces cuando quiere de Valentina y el anciano oian esta con cir que no. Sabeis lo principal para conversacion . Noirtier fijó unamirada tan fir versar con el señor de Noirtier : Trobad. me sobre Valentina, que esta mirada prou La mirada que lanzó el anciano á Va vocaba evidentemente una contestacion . lentina era tan tierna y espresaba tal re - - Caballero , dijo la jóven , no os in conocimiento , que fué comprendida aun quieteis por eso; por dificil que sea, ó que hasta delnotario . jos parezca descubir el pensamiento de mi - Habeis comprendido bien lo que aca -|abuelo ; yo os lo revelaré , de modo que ba de decir vuestra nieta ? preguntó el 00- desvanezca todas vuestras dujas. Ya hace tario . seis años que estoy con el señor Noirtier, · Noirtier cerró dulcemente los ojos y los pues que diga si durante ese tiempo ha volvió a abrir despues de un momento. quedado en su corazon alguno de sus de - ¿ Y aprobais lo que se ha dicho ? es seos por no poder hacermelo comprender. decir que las señales indicadas por ella No , respondió . son aquellas con ayuda de las cuales ha- - Ensayemos, dijo el notario ; ¿acep. ceis comprender vuestro pensamiento ? tais á esta señorita por intérprete ? Si, espresó de nuevo el anciano. El paralìtico respondió que sí. - ¿ Sois vos quien me ha mandado lla - - Bien , veamos , caballero , ¿ qué es lo mar ? Si. Iquereis de mi? qué clase de acta quercis -- ¿ Para hacer vuestro testamento ? Si. hacer ? Valentina fué diciendo todas las letras del alfabeto hasta la t. - ¿ Y no quereis que me retire sin ha- En esta letra la detuvo la elocuente mi rada de Noirtier . ber hecho este testamento ? El paralítico cerró vivamente y repeti- | – La letra t es la que pide el señor,di. das veces los ojos. - Pues bien i caballero ¿ comprendeis jo el notario, está claro.... - Esperad , dijo Valentina , y volvién. ahora , preguntó la jóven , y descansará dose hacia : u abuelo : ta .... te.... vuestra conciencia ? Elanciano la detuvo en la segunda de Pero antesdeque el notario pudiese res- estas silabas. ponder , Villefort le llamó aparte , Entonces Valentina tomó el diccionario ALBUM . 447 y hojeở las pájinas á los ojos del notario costumbre, asistirá alacto. ¿ Estais satisfe . atento . cho, caballero ? continuó el nutario disi . evidente que el señor quiere testar. - ¿ Que va á hacer ? se preguntó Ville Si, respondió Noirtier. fort, á quien su elevada posicion prescribia - Esto es maravilloso caballero , dijo el tanta reserva , y que no podia adivinar las notario à Villefort. intenciones de su padre. - En efecto , replicó, y masmaravillo- Volvióse para mandar llamar al segun so aun sería este testamento , porque yono do notario pedido por el primero ; pero creo que los artículos se puedan arreglar Barrois , que todo lo habia oido y que ha sobre el papelpalabra por palabra á no ser bia adivinado eldeseo de su amo, habia por mi hija . Ahora , pues, Va entina esta salido ya en busca suya. rá interesada en este testamento para seri Entoncesel procurador del rey envió á un intérprete de las oscurasvoluntades del decir á su mujer que subiese Al cabo de señor Noirtier de Villefort. · lun cuarto de hora todo el mundo estaba . No , no , no ! dijo el señor Noirtier . reunido en el cuarto del paralitico , y else - ; Cómo ! repuso el señor de Villefort, Igundo notario habia llegado. ¿ Valentina no está interesada en vuestro testamento ? Con pocas palabras los dos funcionarios públicos estuvieron de acuerdo. Leyeron á No. Noirtier una fórmula de testamento ; y pa - Caballero, dijo el notario que encan - ra empezar ,por decirlo asi, la investigación tado de esta prueba se proponia contar en de su intelijencia, el primer notario , vol. elmundo los detalles de este episodio pin - viéndose hacia él, le dijo : toresco; caballero, nada me parecema fá - - Cuando se hace testamento es en fa cil ahora que lo que hace unmomentomi- vor de alguien ó en perjuicio de alguna raba como imposible , y ese testamento se - persona. rá tan solo un testamento místico ; es de - Si, respondió Noirtier. cir, previsto y autorizado por la ley con - ¿ Teneis alguna idea de la cantidad á tal que sea leido delante de siete testigos, que asciende vuestra fortuna? aprobado por el testador delante de ellos, Si. y cerrado por el notario , siempre delante - Voy a deciros algunas cantidades que de ellos. En cuanto al tiempo, apenas du - irán subiendo sucesivamente ; & me deten · rará mas que un testamento ordinario; pri dreis cuando llegue á la que creais que es mero están las fórmulas que siempre son||la vuestra ? lasmismas; y en cuanto á los detalles la Si. mayor parte serán adivinados por el esta - Habia en este interrogatorio una especie do de los asuntos dei testador y por vos, de solemnidad ; por otra parte jamás habi que habiéndolos administrado , los conoce- sido tan visible la lucha de la intelijencia reis . Nas por otra parte, para que esta ac- contra la materia ; era un espectáculo cu ta permanezca inatacable vamos a hacerlo rioso . con la formalidad mas completa : uno dell Todos formaron un círculo al rededor mis cofrades me ayudará , y contra toda de Noirtier ; el segundo notario estaba TD . · Testamento , señaló si dedo , detenido' jiéndose al anciano. si, respondió Noirtier , contento en la por la ojeada de Noirtier. - Testamento , esclamó el notario, es apariencia por haber sido comprendido. 943 ALBUM . sentado á una mesa pronto á escribir ; elj - Oh ! dijo la señora de Villefort, es primer notario estaba en pié á su lado é no tiene duda; el señor Noirtier ama úni interrogaba. camente a su hija , la señorita Valentina - Vuestra fortuna pasa de trescientos de Villefort; ella es quien le cuida hace mil francos, i no es verdad ? preguntó . Noirtier hizo señas de que sí. ' seis años; ba sabido cautivar con sus cui " ildados asiduos el afecto de su abuelo , y ca - ¿ l'oseeis cuatrocientos mil francos ? si diré su reconocimiento ; justo es , pues, preguntó el notario . Igre recoja el precio de su cariño. " Noirtier permaneció inmóvil. Los ojos de Noirtier lanzaron miradas - Quinientos mil ? irritadas á la señora de Villefort' como si La misma iomovilidad conociese su falsedad al espresar las inten - ¿Seis cientosmil? .... setecientosmil? .. ciones que le suponia . cochocientos mil?.... Inovecientos mill... - ¿ Dejais pues a la señorita Valentina de Villefort los norecientos mil francos? - ¿Poseeis novecientos mil francos?....."preguintó el notario pensando que ya no Si. faltabamas que el aseotimiento del para litico para cerar el acta . - ¿En inmuebles?... Noirtier hizo señas de sí. Valentina se habia retirado á un rincon ¡No! . . . - ¿ En inscripciones de rentas?..... y lloraba ; el anciano la miró un instante Noirtier hizo señas de que si. con la espresion de la mayor ternura, vol - ¿ Están en vuestro poder estas inscrip, viéndose en seguida hacia el notario, cer fró los ojos muchas veces de la manera inas ciones ? Una ojeada dirijida á Barrois hizo salir significativa. al antiguo criado , que volvió un instante - No ? dijo el notario ; ¿ con que no es despues con una cajita á la señorita Valentina de Villefortá quien - ''ermitís que se abra esta caja ? pre haceis heredera vuestra universal? guntó el notario . *** Noirtier hizo seña de que no. --¿No os engañais? esclamó el notario Noirtier dijo que sí. Abrieron la caja y encontraron nove- asombrado; ¿decís que no? cientosmil francos en inscripciones sobre No, repitió Noirtier, no... ' el gran libro . . Valentina levantó la cabeza ; estaba es El primer notario pasó una trasotra ca - tupefacta, no por haber sidodesheredada, di inscripcion á su colega; la cuenta esta - si o por haber provocado el sentimiento ba cabal como habia dicho Noirtier. " que dicta ordinariamente semejantes ac - Esto es, dijo : este caballero no puede tos. : estar mas sano de espíritu . Pero Noirtier la miró con unaespresion Volviéndose despues hacia el paralí- talde ternura que la joven esclamó: - Oh, mibuen padre ! bien lo veo , tico . - ¿ Con qué le dijo, poseeisnovecientos solo me quitais vuestra fortuna, pero siem mil francos de capital, que , del modo en pre'me conservais vuestro corazon . ' ca a iOh ! si, seguramente , dijeron los ojos que están colocados, deberán produciros cuarenta mil francos de renta ?' ‘Si. your del paralítico cerrándose con una espresion de la que Valentina no podia enganarse. - ¡Gracias, gracias! murmuró la jó - ; A quien deseais dejar esa fortuna ? ven ." 419 ALBUM . Sin embargo esta negativa habia hechol Si. nacer en el corazon de la señora de Ville - - , Pero eso es un absurdo ! dijo Ville fort una esperanza inesperada y se acercó fort . - Perdonad , caballero , dijo el notario, al anciano. - ¿ Entonces será á vuestro nietecito todo esto que está pasando es muy natu Eduardo Villefort, á quien dejais vuestra ral, y creo que todos quedaremos perfec fortuna, querido señor Noirtier? preguntó tamente convencidos de la verdad . e ' l - No quieres que me case con el señor la madre . El movimiento negativo de los ojos fué Franz des terrible, casi espresaba ódio . . No, no quiero , espresáron los ojos del - No, esclamó el notario ; ¿noesá vues anciano . tro hijo que está presente ? 1 - Y désheredariais á vuestra nieta , es ¡No ! repuso el anciano . Iclamó el notario , porque hace un casa Los dos notarios se miraron estupefac miento contra vuestro gusto ? tos; Villefort y su mujer se sonrojaron , el | Si, respondió Noirtier. uno de vergüenza, la otra de despecho. well De suerte, que á no ser por este ca - ¿ Pero que os hemos hecho , padre ? samiento seria vuestra heredera ? dijo Valentina, ¿ no nos amais ya ? Si. . , La mirada del anciano pasó rápidamen Hubo entonces un silencio profundo ar te sobre su hijo y sú nuera , y se fijó en rededor anciano. Valentina con una espresion de profunda1 Los dosdelootarios se consultaban; Valen ternura . tina, con las manos cruzadas miraba á su - ; Pues bien ! dijo ésta , si me amas veanos, padre mio , procura unir este abuelo con una dulzura singular; Villefort semordia los lábios; la señora de Villefort amor á lo que haces en estemomento . Tú no podia reprimir un sentimiento de ale me conoces, sabes que nunca he pensado gria que a pesar suyo, se retrataba en su en tu fortuna; por otra parte dicen quesoyle rica por parte de mimadre, demasiado ri- Pembiame. W 1 - Pero, dijo al fio Villefort rompiendo ca Noirtier tal vez; fijó esplícate pues.ardiente . su mirada sobre la el silencio , me parece que yo solo sov dúerio de la mano de mihija , quiero que mano de Valentina, ||se case con el señor Franz d'Epinay , se - Mimano ? dijo ella . casará. .. se . Si, dijo. os Valentina cayó llorando sobre un si -- Su mano?repitieron admirado stodwill llon . los asistentes .... - ¡ Ah ! señores , bien veis que todo es|| - Caballero, dijo el notario dirijiéndose inútil y que mi pobre padre está loco, dijo al anciano , que pensais hacer de vuestra fortuna, caso de que la señorita Valentina Viliefort. rose case con el señor Franz? - ; Oh ! esclamó de repente Valentina, " 1 El anciano permaneció inmóvil. ya comprendo, mi casamiento ,¿no es ver - Sin embargo, įtratais de disponer de dad , padre mio ? si, si, si, repitió tres veces el parali-lella ? tico . --¿No te agrada ini casamiento , no es verdad ? Si, respondió Noirtier . — En favor de alguno de vuestra fami Ilia ? 113 450 ALBUM , No. Jy esperaba en el salon. La sellora de Vio llefort, demasiado conmovida para entrar - ¿ Es favor de los pobres? Si. de repente , pasó á svi turador, mientras Pero, dijo el notario , bien sabeis que que el procurador del rey , mas sobre si la ley se opone á quedespojeis enteramen - se dirijio inmediatamente al salon . . te á vuestros hijos. Por dueño que fuese de sus acciones , Si. por bien que supiese componer su rostro , - ¿ No dispondreis pues mas que de la el señor de Villefort no pudo disipar tan parte que os autoriza la ley? bien la nube que oscurecia su frente , que * * Noirtier permaneció inmóvil. el conde de Monte -Christo no reparáse - Seguís siempre con las misinas in aquel aire sombrio y peisativo. . tenciones de querer disponer de todo ? - iOh ! ; Diosmio ! dijo Monte- Chris Si. to despues de los primeros saludos ; que : - Pero despues de vuestra muerte ata - teneis', serior de Villefort? che llegado tał carán el testamento . ( vez en el momento en que estendiais al · No. guna acusacion capital? , - Mi padre me conoce , caballero , dijo Villefort irató de sonreirse. el señor de Villefort,'sabe que su voluntad - No, señor conde , dijo , aqui no hay será sagrada para mí; porotra parte com - mas víctima que yo ; esta vez he perdido prende que en mi posicion no puedo plei- la causa , y todo por una casualidad , una tear contra los pobres. : Los ojosdeNoirtier espresaron eltriunfo . locura , una manía . - ¿ Qué quercis decir ? preguntó Mon - . -- ¿ Que decís , caballero ? preguntó elte Christo con un interés perfectamente notario á Villefort . . finjido. ¿Os ha sucedido en realidad algu -Nada , caballero, mi padre ha torna- na desgracia grave ? do esa resolucion , y yo sé que mi padre - ;Oh ! señor conde, dijo Villefort con no cambia nunca. Me resigno pues . una tranquilidad llena de amargura , ¡esto Estos novecientos milfrancos saldrán de no merece la pena de que se hable deello ! la familia para enriquecer los hospitales: | Oh ! no ha sido 'nada, una simple pér pero jamas cederé ante un capricho dedida de dinero. - En efecto , respondió Monte Christo , anciano, y obraré segun mi voluntad . Y Villefort se retró con su muger , de- una pérdida de dinero es poca cosa para jando a su padre libre de testar comoqui- una fortuna como la que poseeis , y para . siese. un talento filosófico y elevado como lo es Aquel mismo dia quedó cerrado el tes-lel vuestro ! tamento ; buscáronse testigos , fué apro - - Asi , pues , respondió Villefort, nucs bado por el anciano , firmado en su pre - la pérdida de dinero lo que me preocupa, sencia , y depositado en casa de Mr. Des- Jaunque despues de todo , novecientos mil francos bien merecen ser sentidos , ó á lo Chams, notario de la familia . XXI. EL TELÉGRAFO . menos causar un poco de despecho á la persona que los pierde. Pero sobre todo , Los esposos Villefort supieron al volver lo qnemasme enoja es la casualidad , la á su cuarto que el señor conde deMonte - ifatalidad no sé cómo llamar al poder que Christo habia venido á hacerles una visita dirije el golpe que me hiere y destruje ALBUM mis esperanzas , de fortuna tal vez, y el 251 . Al ver el conde que los dosesposos em porvenir de mi inja por un capricho de pezaban a hablar por parábolas , tomó 118 aire distraido , y miró con la mas profun anciano. ... - ; Calle !.... ¿ qué decis ? esclamó elda atencion y con las mayores señales conde. ¿ Novecientos mil francos habeis de aprobacion á Eduardo, que derramaba dicho ? ; Oh ! esa sumamerece , comode- tiota en el bebedero de los pájaros. cis, ser sentida aunde un filósofo. ¿Y quién | - Querida , dijo Villefort respondiendo lá su muger, bien sabeis que a mi no me os causa ese pesar? - Mipadre, de quien ya os hehablado. gusta echarla de patriarca en mi casa , y : - : El señor Noirtier ! Pero vos meha que jamás he creido que la muerte det beis dicho , si mal no me acuerdo , que universo dependiese de un movimientode tanto él como todas sus facultades están ini cabeza . :- in embargo, importa quemis completamente paralizadas.... decisiones sean respetadas en mi familia Si, sus facultades físicas porque non y que la locura de un anciano y el capri puede moverse ; no puede hablar , y sin cho de una piña no destruyan un proyec embargo , piensa , desea, obra como veis. to fijo en mi imaginacion despues de mii Hace cinco minutos que me he separado chos años. Elbaron d 'Epinay era miamigo , de él, y en este momento está ocupado en una alianza con su hijo sería muy conve dictar un te:tamento á dos notarios. niente, - Pero , ¿ ha hablado ? - No sois de opinion, dijo la señora de - - No ; se ha hecho comprender. Villefort, de que,Valentina está de acuer con él ?..... en efecto . .... siempre ha siit: - ¿ Como ? - Por medio de lamirada; sus ojos han opuesta á ese casamiento , y no me adı:i seguido viviendo, y bien lo veis , niatan . raria que todo lo que acabamos de pro . -- Amigo mio , dijo la señora de Ville - senciar fuese un plan concertado entre fort que acababa de entrar, tal vez exaje - ellos. rais la situacion . - Señora,-dijo Villefort, no se renuncia : - señora .... dijo elconde inclinándose así, creedme, á una fortuna de nuevecien La señora de Villefort saludó al conde tos mil francos. con la sonrisa mas amable. - Renunciaba al mundo , caballero , - Pero ¿qué es lo dice el señor de Vi-lli puesto que hace un alio queria entrar en Hefort? preguntó Monte -Christo ; ¿ y qué un convento ! . desgracia incompreusible ?....: - No importa , repiso Villefort, repito - ¡ Incomprensible , esa es la palabra que ese casamiento se i ará, señora . repuso el procurador del rey encogién - | - ; A pesar de la voluntad de vuestro duse de hombros ; un un capricho de an - padre ! dijo la señora de Villefort tocan ciano ? - No hay medio de hacerle variar esa do otra cuerda, i eso es muy grave ! Monte -Christo hacia como que no escu decision ? chaba, y sin embargo no perdia una pala . - Si tal, dijo la scora de Villefort ; ybra de lo que hablaban . aun diré que depende de mi marido ell - " eliora, repuso Villefort, puedo de que ese testamento en lugar de ser hecho cir que siempre he respetado á mipadre , en favor de los pobres , lo hubiera sido en porque al sentimiento natural de la des Icendencia iba unido en mí el convenci favor de Valentina ! ALBUM. miento de su superioridad moral, porque c ' ero, dijo Monte -Christo įno cono al fin un padre es sagrado bajo dos aspec - ceis una causa de ese ódio ? tos ; sagrado corno udestro creador, sagra- - ; Oh ! quién puede saber ?... . do comonuestro dueño;jpero hoy debo re- Alguna antipatia política tal vez ?... nunciar á reconocer una inteligencia en ell. En efecto , mi padre y el padre del anciano que,porun simple recuerdo de odio señor d'Epinay han vivido en tiempos re contra el padre , persigue así al hijo ; se vueltos de los que yo no he visto mas que ria pues ridículo para mí conformar millos últimos dias , dijo Villefort. conducta con sus caprichos. Seguiré siem . - ¿Vuestro padre, no era bonapartista? pre respetando al señor Noirtier. Sufriré preguntó Monte - Christo . Creo acordarme sin quejarme el castigo pecuniario que de que vos me habeis dicho una cosa por me impone , pero permaneceré firme en ese estilo . mi voluntad y el mundo apreciari de par: | - Mi padre ha sido jacobino antes de te de quien estaba la razon En fin , yo ca - todo , repuso Villefort , y la túnica de se siré a mi hija con el baron Franz d'Epi- nador que le puso -sobre los hombros Na nay, porque este casamiento es á mijuicio |poleon no hacia mas que disfrazar alan bueno, y sobre todo quiero casar a mi hi tiguohombre, aunque sin cambiarle . Cuan ja con quien mejor me parece. Ndo mi padre conspiraba,no era por el em - Y que, dijo el conde cuya aprobacion perador , era contra los Borbones, porque habia solicitado con una inirada el procu lo mas terrible de mipadre és que jamás rador del rey ; i qué! el señor Noirtierdes trabajó en favor de utopias irrealizables, si hereda á la señorita Valentina porque se solo por cosas posibles, aplicando almejor va á casar con el senior baron Franz d ' E - éxito de sus planes las horribles teorías de Alla Montaña que no cejan jamás. pinay. - ¡Oh ! si , si señor ; esa es la razon , - ; Pues bien ! dijo Monte -Christo ; eso dijo Villefort encogiéndose de hombros. Jes ; el señor Noirtier y el señor d'Epinay - La razon visible , á lo menos; añadió se habrán encontrado en e:as trifulcas po la señora de Villefort. líticas. El general d 'Epinay, aunque sirvió - La razon real , señora . Creedme, yolla Napoleon , ¿no conservó en el fondo del conozco á mi padre. . ... corazon sentimientos realistas ly,no fue ase . - ¿Cómo se concibe eso ? respondió la sinado una noche al salir de un club de señora ; ¿en que puededesagradar el serìor partidarios de Napoleon , donde le habia atraido la esperanza de encontrar en él - En efecto , dijo el conde, he conocido un hermano ? al señor Franz d 'Epinay , ¿ el hijo del ge - Villefort miru al conde casi con terror. neral Guesnel, no es verdad , que fué he - Me engano , tal vez ... dijo Monte d'Epinay al señor de Noirtier ? cho baron d'Epinay por el rey ( árlos X ? |Christo. - No, - ; Justamente ! repuso Villefort. caballero , dijo la señora de Vi - Pues bien !.. . es un joven encanta- llefort, y esa por el contrario , es la causa dor á mi parecer ! porqne el señor de Villefort ha querido iOh ! estoy segura de que no es mas que se amasen dos hijos cuyos padres se que in pretesto , dijo la señora de Ville ilhabian aborrecido. fort; los ancianos son muy tiranos en sus i ublimeidea l .. ., dijo Monte -Ciris afecciones: y el señor deNoirtier no quie-l to ; idea llena de caridad y que debia ser re que su nieta se casę ! ALBUM . • 453 aplaudida por el mundo . En efecto seríal - Teneis razon , caballero , esclamó la hermoso ver llamarse á la señorita Noir - señora de Villefort con una entonacion im tier de Villefort , señora Franz d'Epinay posible de describir ; eso es injusto , odio Villefort se estremeció y miró á Monte- samente injusto ; eso pobre Eduardo tan Christo como si hubiese querido leer en elnieto es del señor Noirtier como Valenti fondo de su corazon la jotencion que ha-Joa , y sin embargo si Valentina no se ca bia dictado las palabras que acababa de sase con elseñor d'Epinay, el señor Noir pronunciar. tier la dejaria toda su fortuna ; ademas, · Pero el conde conservó su bondadosa Eduardo lleva tambien el nombre de fami sonrisa en los labios, y tambien esta vez;Hlia lo cual no impide quede todos modos apesar de la profundidad de sus miradas , Valentina sea tres veces mas rica que él! el procurador del rey no pudo traspasarla . epidermis. - -Asi, pues , repuso Villefort, aunque El conde seguia escuchando con aten cion sin decir palabra. – Mirad , dijo Villefort', mirad señor sea una gran desgracia para Valentina el conde , dejémonos de esas pequeñeces de perder la fortuna de su abuelo , yo no creo familia ; si, es verdad , mi fortuna aumen por eso que se desbarate el casamiento ; ſtará la renta de los pobres , que son aho - . no creo yo taldelcarácter delseñor d 'Epi- ra los verdaderos ricos. Mi padre me ha Day , él verá que mivoluntad no ceja ape- |brá frustrado una esperanza legítima, sin sar de esa suma que sacrifico por cumplir- razon; pero yo habré obrado como un hom le mi palabra , calculará que Valentina es bre de honor. El señor d'Epinay, á quien rica por los bienes de su madre adminis- yo habia prometido esta suma, la recibi trados por el señor y señora de Saint-Me- rá aunque para ello tuviera que imponer ran , sus abuelos maternos , que la aman me fás mayores privaciones. tiernamente , amor correspondido por par- - Sin embargo , repuso la señora de te de ella. :'. . Villefort, volviendo á la única idea que - Y bien merecen ser amados y aten - rebuillia incesantemente en su corazon , didos con los mismos cuidados que Valen - tal vez seria mejor confiar este suceso al tina tiene por el abuelo Noirtier , dijo la señor d 'Epinay , y que nos dispensase de señora de Villefort; ademas, van á venir nuestro compromiso . á Paris dentro de un mes todo lo mas; yl - Oh ! seria una gran desgracia ! es Valentina , despues de su llegada no po- clamó Villefort. drá refugiarse como lo ha hecho hastal – Una gran desgracia ! repitió Monte . aqui al lado del señor Noirtier . . El conde escuchaba coinplacido la cop Christo . - Sin duda , repuso Villefort ; un casa traria voz de estos amores propios heri- miento desbaratado , y por razones pecu -a dos, y de estos intereses destruidos. niarias', desfavorece mucho á una jóven ; - l'ero yo creo, dijo Monte -Christodes Juego despues, volverian á nacer antiguos pues de un instante de silencio , y os pido rumores que yo queria apagar. Pero no , perdon de antemano por lo que voy a de- no sucederá tal; el señor d 'Epinay , si es ciros . yo creo que si el señor Noirtier des-1;honrado, se verá mas comprometido que de Villefort, culpa hereda a la señorita ble por querer casarse con un joven civo antes con motivo de la desheredacion : padre ha detestado , no tiene que echar en sino obraria como un avaro : no , es im cara lo mismo alpobre Eduardito . . . posible i 114 ALBUM . 454 - Yo pienso como el señor de Villefort, que la cumple aun cuando sea en perjui. dijo Monte-Christo fijando su mirada so - cio suyo ; ¿ cómo no la cuniplirá cuando bre la señora de Villefort; y si yo fuese gana en ello ? bastante amigo vuestro para daros un con - - Y , preguntó Villefort, e la reunion sejo, osinvitaria , puesto que el señor d 'Epi- tendrá lugar en vuestra casa de los Cam nay va á volver pronto, segun me han di- pos Eliseos? COS cho, á anudar ese asunto de modo que - No, dijo Monte-Christo, y por eso fuese imposible desatarlo ; le comprome- tendrá mas mérito vuestra asistencia ; es teria de talmanera que no detuviese mas en el campo. remedio que acceder á los deseos del se - - ¿ En el campo ? ñor de Villefort. Este último se levantó transportado del . - - Si. - Y donde ? será cerca de Paris , no . una alegria visible , mientras que su mu- les verdad ? ger palidecia ligeramente. - A media milla de la barrera , en Ane - Bien , dijo : eso es todo lo que yo pe- tenil. dia, y yo me alegraria infinito de ser tan - ; En Antenil ! ésclamó Villefort.¡Ah! buen consejero como vos, dijo presentan lies verdad ! mimujer me ha dicho que do la mano á Monte -Christo. Asi , pues, libais á Anteoil algunas veces , puesto que que todos consideren lo que ha sucedidojalli teniais una preciosa quinta . ¿ Y en que hoy , como si nada hubiese pasado ; en na- sitio de Antenil? da han cambiado nuestros proyectos. , - En la calle de la Fontaine . . - Caballero , dijo el conde , el mundo - ¿ Calle de la Fontaine ? repuso Ville por injusto que sea , sabrá apreciar como fort con voz ahogada ; y en que núme es debido vuestra resolucion , os respondo |ro ?. ... de ello ; vuestros amigos se enorgullece - . - En el número 28 . rán , y el señor d'Epinay , aunque tuviesel - Oh ! esclamó Villefort..... luego en que tomar sin dote á la señorita de Ville- tonces à vos es a quien han vendido la ca fort , tendrá un gran placer en entrar en sa del señor de Saint-Meran ? una famila que sabe elevarse á la altura - Del señor de Saint-Meran ? preguntó de tales sacrificios por cumplir su palabra |Monte - Christo. ¿Pertenecia esa casa al se y su deber ! ñor de Saint-Merap ? Y al acabar de pronunciar estas pala - | - i, repuso la señora de Villefort; y bras, se habia levantado y se disponía á e creereis una cosa , señor conde ? partir. - Que ? -- ¿Nos dejais ya , señor conde ? pre- - ¿ Encontrais bonita esa casa , i no es guntó la señora de Villefort. verdad ? - Es preciso , señora , venia solo á re- - Encantadora . Pues bien ,'mimarido no ha querido cordaros vuestra promesa para el sábado. . habitarla - ¿ Temiais que la hubiésemosolvidado? " - Oh nunca. ! repuso Monte- Christo , en ver ; load . Caballero -- Sois demasiado bondadosa , señora senora :||dad, caballero, es es es esa upapreveucion cuya pero el señor de Villefort tiene á veces tancausa no puedo adivinar. graves y tan urgentes ocupacione: ... - No me gusta vivir en Antenil . caba - Mimarido ha dado su palabra, caballero, respondió el procurador del rey ha - . llero , dijo la señora de Villefort; bien veislciendo un esfuerzo sobre sí mismo. · ALBUM . A53 Mpro yo no seré tan de:graciado, dijo [cho de aquel gefe todo poderoso;entonces con inquietud doute-Christo , que esa an - creia en los genios, en las sílfides, en fin tipatía me prive de la dicha de recibiros. en los poderes ocultos, y me reia. Ahora - No, señor conde.... asi lo espero..... pues nunca me habian dado ganas de ver creed que haré todo cuanto pueda,murmu- de cerca á aquellos inmensos insectos de vientres blancos, y de patas negras y del ró Villefort. - iOh repuso Monte- Christo , no ad - gadas, porque temia encontrar debajo de mito escosa . El sábado á las seisos espero, sus alas de piedra al pequeño genio huina y si no vais, creeré, que sé yo ?..... Que o pedantesco . atestado de ciencia y de hay acerca de esa casa inhabitada despues májia . Pero una mañana supe que el mo de veinte años ..... una lúgubre tradicion , jtor de cada telégrafo era un pobre diablo de empleado con 1200 francos alaño,ocu alguna sangrienta leyenda. -- Iré, señor conde, iré, dijo vivamente pado todo el dia en mirar, no alcielo , co Villefort. mo un astrónomo, ni al agua , como un - Gracias , dijo Monte Christo . Ahora pescador , ni al paisaje como un cérebro es preciso que me permitais despedirmede vacío , sino á un correspondiente insecto vos . blanco tambien de patas negras y delga- - En efecto , habeis dicho que teniais das, colocado á cuatro ó cinco leguas de precision de dejarnos , dijo la señora de distancia . Entonces senti inucha curiosi - Vil efort. Y creo que ibais á decirnos la dad por ver de cerca á aquel insecto y causa de vuestra marcha repentina. asistir a la maniobra de que se valia para - En verdad , señora , dijo Monte - comuncicar las noticias al otro inseclo. Ghristo ; no sé si me atreveré á deciros — ¿ Y ahora vais allá? si. donde voy . - ¿ A que telégrafo ? ¿ Al del ministerio - ; Bah ! perded ese temor... - Pues voy á visitar una cosa que me ha del interior ó al del observatorio ? - Oh no ! encontraria en ellos perso hecho cavilar horas enteras. que me querrian obligar á compren nas . ?... que El -- ¿ - Un telégrafo . l\der cosas que yo quiero ignorar , yme es - ¡ Un telégrafol repitió la señora de plicarian á mipesar un misterio que ellos Villefort. mismos no conocen . ; Diablo ! quiero con - Si, si, un telégrafo . He visto varias servar las ilusiones que tengo aun sobre veces en un camino sobre un monton delinsectos ; bastante es el haber perdido las tierra , levantarse esos brazos negros seme- que tenia sobre loshombres. No iré, pues, jantes a las patas de un inmenso insecto , y ni al telégrafo del ministerio del interior nunca fué sin emocion, os lo juro , porquelni al del observatorio . Lo que deseo ver pensaba que aquellasseñaleses rañas hen - es el telégrafo del campo , para encontrar diendo el aire con tanta precision , y que en él al hombre honrado petrificado en su llevabans á trescientas leguas la voluntad||torre. , desconocida de un hombre sentado delan - - Sois un singular gran señor , dijo Vi te de una mesa , á otro hombre sentado al llefort. estremo de la linea delante de otra mesa ; - Qué línea meaconsejais que estudie ! se dibujaban sobre el gris de lasnubes ó ell - De la que mas seocupan todos al pre azul del cielo , solo por la fuerza delcapri-Isente. 136 · ALBUM . - Bueno ! de la de España, ¿ eh ? penente en el momento en que pasaba el Justamente . conde , hacia mover sus largos y descar - Quereis una carta del ministro parallnados brazos y llegó a la torre de Mont hery , situada , como se sabe , sobre el que os espliquen .....com -- No, dijo Monte -Christo , porque os |punto mas elevado de la llanura 'de este repito que no quiero comprender nada.Inombre. Desde elmomento en que comprenda al: Al pie de la colina, el conde echó pié á ce Christo , porque de lomas piede auto pequenas de ancho potle go, ya no habrá telégrafo , no habrá, mas tierra, y por un pequeño sendero circular que una señal de Mr. Duchatel ó del se .Jde diez y ocho pulgadas de ancho, empe ñor Montalivet trasmitida al prefecto de zo á subir la montaña : así que huboʻlle Bayona en dos palabras griegas - telé - gra- gado a la ciina se encontró detenido por abrase pitas negras con habiscanso plein . El insecto de las patas negras y pa- un vallado sobre el cual los frutos verdes labra espantosa es lo que yo quiero con - habian sucedido á las flores sonrosadas y servar en toda su pureza y en toda mi ve- blancas . Monte -Christo buscó laspuertas del jar . neracion . - Paes marchad, porque dentro de dos dincito , y no tardó en hallarlas. Consistia horas, será de noche y no vereis nada. esta en una especie de enrejado de made - Diablo ! ime asustais ! ¿cuál es el ra , que giraba sobre goznes de mimbre, y cerrada por medio de un clavo y de un bramante bastante grueso . En un instante mas próximo? - El del camino de Bayona . - Bien, isea el del camino de Bayona ! quedó el.conde 'enterado del mecanismo - El de Chatillon . 21 SSI y la puerta se abrió . ¿ Y despues del de Chatillon ? El conde se encontró entonces en un . - El de la torre de Montlhery , segun jardincito de veinte pies de largo por doce creo. , . de ancho, limitado un lado por la parte de - ;Gracias ! hasta la vista,el sábado os cerca en la cual estaba colocada la inge contaré mis impresiones. niosa máquina que hemos descrito bajo el Encontróse el conde á la puerta á los nombre de puerta , y el otro por la anti dos notarios que acababan de desheredar gua torre cubierta de musgo , de hiedra y á Valentina , y que se retiraban encanta - llde alelies silvestres . . , dos de haber estendido un acta de tal es. Nadie hubiera creido al verla tan flore pecie que no podia menos de hacerles mu- cida que podria contar tantos dramas ter clo honor . ribles, si uniese una voz á los oidos amena XXII. que un antiguo proverbio atribuye EN QUE SE VERA EL MEDIO DE LIBERTARjazadores las paredes. . Á UN SARDINERO DELOS LIRONES (1) Qu'e CÓMÉN SUS ALBARICOQUES.' " is Recorríase este jardin siguiendo una ca lle de árboles cubierta de arena roja . Esta El conde de Monte -Christo no rue, co calle tenia la forma de un 8 y daba vuel mo habia dicho, aquella tarde á visitar eſtas enlazándose de modo que hacia en un telégrafo ; pero la mañana siguiente salió ardin de veintë pies un paseo de sesenta . 'por la barrera del ſofierno, tomó el cami Jamás fué honrada Flora , la risueña y no de Orleans . pasó el pueblo be 'Linas Fresca diosa de los buenos jardineros lati insthiljnos ,con sin detenerse en el telégrafo , que, justa nos , con un un cultu tau minucioso y tan puro como lo era el que la rendian en este jar (1) LIRON , especiede ratos de los Alpes , dincito . ALBUM . . 407 En efecto , de veinte rosales que brota -1 Tenia doce hojas de parra y casi la miss ban en eljardin , de cuyas hojas no habia ma cantidad de fresas. una que llevase señal de las picaduras de Elbuen hombre , al levantarse , estuvo los moscones, ni siquiera una planta que a pique de dejar caer las fresas , las hojas estuviese dañada por los pulgones ó iosec- y el plato que las contenia . i tos que asolan y roen las plantas que na Ola ! Estais cogiendo fresas, ieh ! cen sobre un terreno húmedos no era sin dijo Monte -Christo sonriendo. embargo humedad lo que faltaba á este - Perdonad , caballero, respondió el jardin ; la tierra negra como el lodo , el buen hombre quitándose su gorra, no es opaco follage de los árboles lo denotaban toy allá arriba , es verdad , pero ahora bien ; por otra parte la humedad facticia mismo acabo de bajar. hubiera suplido pronto á la humedad na- - Que no os incomode yo en nada,ami tural , gracias a una especie de pequeno go mio, dijo el conde, coged vuestras fre estanque redondo lleno de agua encenaga sás, si aun os queda alguna por coger. da que habia en uno de los ángulos del - Aun quedan diez , dijo el hombre , jardin , y en el cual permanecian conti- porque aquíhay once , y conté ayer vein . nuamente sobre una capa de verdin , coa te y una , cinco mas que el año pasado. rana y un sapo que sin duda por la diver- Pero ņo es estraño , la primavera ha sido sidad de carácter se volvian continuamen -leste año muy calurosa , y ya sabreis!, ca te la espalda en losdos puntos opuestos del ballero, que lo que las fresas necesitan es círculo del estanque. calor. Esa es la razon porque en lugar de Por otra parte ,no se vela una yerba en diez y seis que cogí el año pasado tengo la calle de árboles, ni un malretoño pará- este año,mirad, once cogidas; trece ... ca . sito ; pues que , no cuida con tanto esme- torce... quince... diez y seis... diez y sie ro una hacerdosa doncella los geranios , te . .. diez y ocho... ¡Oh ! ¡ Diosmio ! me acaciar y rosales de susmacetas de porce- faltan tres, pues ayer estaban , caballero , lana , que lo hacia en aquel jardin su due ayer estaban , no me cabe duda, las conté muy bien. Nadie sino el hijo de la tia Si ño hasta entonces invisible . Monte -Christo se paró despues de ha - mon puede habérmelas quitado ; esta ma ber sujetado la puerta con su clavo y su dana me pareció haberle visto andar por cuerda , y -con una mirada recorrió toda aquí. Robar en un jardin , no sabe él á lo la propiedad . , l'que esto puede conducirle l... En efecto , dijo Monte -Christo , eso www egun parece , so dijo , el encargado de este telégrafo tendrá algum jornalero á es muy grave , pero vos tendreis en con propósito para uste jardin ó es que se desideracion la juventud del delincuente → su glotonería, dica con pasion á la agricultuaa. , eguramente , dijo el jardinero : sin De repente echó de ver un bulto oculto detrás de una especie de matorral ; este embargo no es por eso menos desagrada bulto se levantó dejando escapar una es- ble ... Pero 03 pido perdon de nuevo . ca . clamacion que denotaba su asombro , y ballero es tal vez algun gefe á quien hago Monte- Christo se encontró frente de un esperar? buen hombre quše representaba unos cin -| E interrogaba con una mirada tímida al cuenta años v que cogia fresas que las iba conde y á su frac azul. . . colocando sobre hojas de parra . - Tranquiliza03, amigo mio , dijo el 115 . 458 ALBUM . conde con aquella sonrisa que tan terri-' la mitad ; un abridor soberbio y que esta ble y tan bondadosa sabia hacer , segun taba escelente . ; Nunca he comido otro su voluntad ; y que esta vez no espresaba ligual! mas que la bondad , yo no soy un gefel - Pues cómo le consisteis ?..... pregun que vengo á inspeccionar vuestras accio - tó Monte -Christo . nes, sino un simple viagero conducido por Es decir , la mitad que quedaba , ya la curiosidad y que empieza á echarse en comprendereis. Estaba esquisito , caballe cara su visita al ver que os hace perderſ|ro . ¡Ah ! | diantre ! Estos señores no es vuestro tiempo. cojen los peores bocados. Lo mismo que - Oh ! mi tiempo no importa , repusolel hijo de la tia Simon , no ha elejido las el buen hombre con una sonrisa melancó -llpeores fresas ! Pero este ano , continuó el lica. Sin embargo este tiempo pertenece jardinero, no sucederá eso , aunque tenga al gobierno y yo no debiera perderle, pe - que pasar la noche de centinela cuande ro habia recibido la señal que me anunyo vea que están proutas á madurar . . ciaba que podia descansar una hora (y mi- | Monte -Christo habia visto bastanteya pa ró hácia un reloj de sol, porque de todora poder juzgar. Cada hombre tienesu pa habia en la torre de Montlhery ) y ya veis ,llsion , lo mismo que cada fruta su gusano ; aun tenia diez minutos de que disponer ; la del hombre del telégrafo , era como se ademas mis fresas estaban maduras y unha visto , una estremada aficion al cultivo dia mas. ... ¿ Por otra parte, creeriais, ca - de las flores y de las frutas... . ballero , que los lirones me las comed ? | Pusose á arrancar algunas hojas de - Calle I .... pues no lo hubiera crei-l la parra que impedian diese el sol á los do , respondió gravementeMonte -Christo , racimos con lo que conquistó el corazon es una vecindad muy mala la de los liro -lidel jardinero. nes , particularmente para nosotros quel - El señor habrá venido tal vez para no los comemos conservados en miel como ver el telégrafo ? le dijo éste. Si señor , si es que no está prohibido hacian Jos romanos. - ; Ah ! ¿ los romanos los comian ?.... por los reglamentos. * esclamó el jardinero , ¿se comian los liro - Oh ! no señor , dijo el jardinero , atendido á que no hay nada de peligroso , nes ? - Yo lo he leido en Pétrone , dijo el puesto que nadie sabe ni priede saber lo conde. que decimos. - ¿ De veras? .... pues no dbee ser eso - Me han dicho , en efecto , repuso el muy saludable . Por mas que se diga: gor- conde, que repetis señales que vos mis do como un liron . Y no es estraño, caba -llmo no comprendeis ! llero , que los lirones estén gordos , aten - - Seguramente, caballero , y me agra dido á que no hacen masque dormir todo da mas así, dijo riendo el hombre del te el santo dia , y no se dispiertan sino para||légrafo . roer y hacer daño durante la noche. Mi- - ¿ Por qué os agrada mas así ? rad , el año pasado , tenia yo cuatro alba- - Porque de este modo no tengo res ricoques ; me comieron uno. Yo tenia tam - ſponsabilidad . Yo soy una máquina, y con bien un abridor, uno solo, es verdad que tal que obre no me piden mas. esta es fruta rara ; pues bien , caballero , l - Diablo ! dijo Monte -Christo , ¿ ha . me lo devoraron .... es decir , devoraronlibré dado por casualidad con un hombre 459 ALBUM. arte no tuviese ambicion ?c ... seria jugar ojos á fuerza de tanto mirar, pero al cabou con desgracia. . . de uno ó dos anos se acostumbra uno á - Caballero , dijo el jardinero echando ello ; luego despues tambien nosotros te ho una ojeada bácia su reloj de sol, los diez nemos nuestras horas de recreo y nues . minutos van á espirar , yo vuelvo á mi tros dias de vacaciones. . . . . puesto . ¿ Quéreis subir coninigo ? Vuestros dias de vacaciones ? --Si. - Ya os sigo . Monte-Christo entró en efecto en la tor- --- Cuáles? re dividida en tres pisos; el bajo contenial - Los dias en que hay neblina. algunos instrumentos de labranza , como Ah ! es justo. azadones, espiochas, regaderas apoyadas - Esos son mis dias de fiesta ; bajo al contra la pared; este era todo elmueblaje. jardin estos dias, planto, cavo , siembro... " El segundo piso era la habitacion ordiniy en fin ... se pasa el rato..... naria ó mas bien nocturna del empleado ; contenia algunos utensilios de poco valor, - ¿Cuánto tiempo hace que estais aqui? - Hace ya diez años y cinco de super *como una cama, una mesa,dos sillas, una aumerariado... son quince... cántara de barro , ademas algunas yerbas "secas colgadas del techo , y que el conde . - Yos teneis... - Cincuenta y cinco alios ... reconoció por guisantes de olor y albari-| - ¿Cuánto tiempo de servicio necesitais *coques de España cuyas semillas conser- para obtener la pension ?. vaba el buen hombre dentro de sus capsulas naturales; todo esto lo tenia tan bien Ohi caballero , veinte y cinco años. - ¿ Y de cuánto es esa pension ?...... guardado como hubiera podido hacerlo el - De cien escudos. mejor botánico del jardin de plantas. . - Pobre humanidad ! murmuró Mon -- Senecesitamucho tiempo para apren ||te -Christo . der la telegrafia , amigo mio ?.... pregun- - Qué decis ... caballero ?... preguntó tó Monte- Christo . el empleado. No es tan largo el estudio como ell - Digo que eso es muy interesante ..... supernunierariado . - ¿ Elqué ?... -- ¿ Y qué sueldo teneis ?. ... - Todo lo que meenseñais..... ¿ y vos - Mil francos , caballero . nocomprendeis nadade vuestras señales?.. - No es mucho. | -- Nada absolutamente. - No ; pero dan la habitación , como . - ¿No habeis 'procurado comprender veis. nada ?... Monte Christo miró el cuarto . - Jamás; ; y de qué me serviria ?.. Pasaron despues al tercer pi-o; este era - Sin embargo, seciales hay que se di la pieza destinada al telégrafo. Monte - rigen directamente á vos. Christo miró sucesivamente losdos mapu- - Sin duda . " bios de hierro,con cuya ayırda elemplea- - Y esas si las comprendereis. do hacia mover la máquina. – Siempre son las mismas. . - Esto es muy interesante , dijo , pero ¿ Y dicen ?.... . esta es una vida que deberá pareceros uni - Nada de nuevo.... teneis una hora .... ' ó hasta mañana... . poco insípida ? - Sí, al principio duelen un poco los) - Eso es del todo inocente , dijo el con ALBUM . 48 ) de; pero mirad ' : no veis à vuestro telé- | - De cuanto es esa multa?.. grafo opuesto que se pone en movimiento: - De cien francos. - Ah ! es verdad ; gracias, caballero. - La décima parte de vuestro sueldo;; dicet?';a sicomprendeis estoy prontalgo qué os dice - ¿ Y qué o. ?l, es una diversion ! - Sí,me pregunta si estoy pronto. - ;Ah ! esclamó el empleado. ucedido eso alguga vez? dijo Os hạ ha ssucedido - ¿Os - ¿ Y le respondeis ? - Por la misma señal, que revela á mi Monte - Christo . colega de la derecha que estoy pronto , - Una vez , caballero , una vez que es - . mientras que invita al de la izquierda á taba regando un rosal... - Bien. Ahora si cambiaseis alguna se . . que se prepare a su vez. - Eso es muy ingenioso , dijo el conde, ñal ó transmitieseis otra? - Vais á ver, repuso con orgullo elbuen – Entonces, eso es diferente , seria des hombre, dentro de cinco minutos va a pedido y perderia mi pension. hablar. - Trescientos francos?... . - Tengo aun cinco minutos, dijo Mon- -- Cien escudos, si señor; con que ya te -Christo, esto es mas de lo que necesito . comprendereis que nunca haré tal cosa . Amigo mio, permitid que os haga una — ¿ Nipor quince años de vuestro suel do ? Veamos, esto merece reflecsionarse bien . pregunta. - Hablad. . - ¿ Vos sois apasionado á los jardines ? - For quince mil francos? -- En estremo . - i. - Y seriais feliz , si en lugar de téñer - Caballero, me espantais. un jardinillo de veinte pies', tuviéseis uval - Bah ! huerta y jardin dedos fanegasde tierra?.. . - Caballero, ¿ vos quereis tentarme ? -- Señor , haria de él un paraiso ter - Justamente ! Quince mil francos, restre. comprendeis?... - ¿ Vivis mal con vuestros mil francos? - Caballero , dejadmemirar á mi cole -- Bastante mal; pero en fin vivo. ga de la derecha. - Sí, pero no teneismas que un mise - ~ Al contrario , no le mireis y mirad rable jardin . Jesto . -- Ah ! es verdad , el jardin no 'es - Que es eso ? - ; Como ! 200 conoceis estos papeli grande. - Y.... pequeño como es , es devorado tos . por los lirones. - ¿Billetes de banco ? - Justo ; quince hay. - Esa es una plaga . - Decidme, si tuvieseis la desgracia del - ¿ Y á quien pertenecen ? volver la cabeza cuando vuestro colegaha - A vos, si quereis. blase ? . .. - . - No le veria .' - ¿ Entonces que sucederia ? Jcado. - Oh , Dios mio ! á vos , si, á yos. Que no podria repetir sus señales... - Caballero , ya empieza a moverse mi - ¿ Y despues? colega de la derecha. Y despues sucederia que no repitien - dolas por descuido ó por lo que fuese ...mel exijirian la multa , A mi! esclamó el empleado sofo . - Dejadle mover . .. . Caballero, me habeis distraído, y me Hvan á exijir la multa ... . 461 ALBUM . Paris Eso os costará cien francos; bien veis - Si, pero .... - Por este poco trabajo tendreis albari que teneis interés en tomar mis quince bis Iletes de banco coques buenos... . mert , .. . : - Caballero, mi colega de la derecha sel El empleado empezó á maniobrar, en cendido el rostro y sudando á mares , el , impacienta , redobla sus señales. - Dejadle obrar , y tomad . Te en Jouen vueu hombre nombre eject ejecutó una tras otra las tres El conde puso el paquete en las manos -euales que le dió el conde , á pesar de del empleado . se : Jlas espantosas dislocaciones del colega de - Ahora , dijo , esto no es todo ; con la derecha, que no comprendiendo nada , vuestros quince mil francos no podreis vi de este cambio , empezaba á creer que el hombre de los abridores se habia vuelto vir . .., loco . . . . - Conservaré midestino . - ¡No; le perdereis!' porque vais a ha- | En cuanto al colega de la izquierda, re . cer otro señal diferente de la de vuestro pitió concienzudamente lasmismasseñales, Ique fueron recojidas en el ministerio del - Oh ! caballero , que es lo que me interior. 1 : - Ahora sois ya rico , repuso Monte proponeis? it is Christo . . . . . - Una niñada. ;á pero , emplea el respond Si, do ió - Caballero , a menos de obligarme. . . . . .. . ?... precio que ., .. efectiv obligar - Pienso amente os Y Monte -Christo sacó de su bolsillo otro1 - Escuchad , amigo mio , dijo Monte colega. Paquete . . . ,? .. . Christo , no quiero que tengais remordi - Aqui teneis otros diez mil francos, mientos : creedme, porque os lo juro , no dijo; con los quince que están en vuestro habeis causado ningun perjuicio a nadie , bolsillo , son veinte y cinco mil. Con cinco Y habeis hecho al contrario una buena ac L 'estione , mil francos, comprareis una bonita casa y cion . dos fanegas de tierra: con los veinte mill : El empleado miraba los billetes de ban . co, los palpaba , los contaba, estaba pálido . podreis procuraros mil francos de renta . estaba colorado ; al fin se precipitó hácia - Un jardin de dos fanegas?... - Y mil francos de renta . - Dios mio ! ¡ Dios mio ! ... Isu cuarto para beber un vaso deagua; pe Tomad pues !.. . ro no tuvo tiempo de llegarhasta la fuente, y se desmayó en medio de susalbaricoques Y Monte -Christo puso á la fuerza en la secos.... mano del empleado el otro paquete dediez . mil francos. - ¿ Que debo hacer ? - - Nada que os cueste trabajo . . . . . . . . . . . . . . Cinco minutos despues de haberllegado al ministerio la noticia telegráfica,l ebray hizo enganchar los caballos á su coupé. Ť corrió á casa de Danglars. - Repetir las señales que os voy a dar . ¿ Tiene vuestro marido vales de inte - ¿ Pero en fin ?.... Monte -Christo sacó de su bolsillo un papelſrés del empréstito español? dijo a la baro en el que habia trazadas tresseñales y otros nesa . tantos números indicaban el orden con quel debian ejecutarse . - No será muy largo como veis. Yo lo creo ! lo menos por seismillo oes. - Que los venda á cualquier precio . 116 1462 ALBUM , --- Por qué ? 'se consideraron arruinados y pasaron una - Porque don Carlos se ha escapado de mala noche. Bourges y ha entrado en España. Al dia siguiente se leia en el Moniteur , - ¿ Como lo sabeis?... « No tenia ningun fundamento la noti - Diantrel como sé yo todas las noti- cia del Messager de anoche queanunciaba BA cias?... - la fuga de don Carlos y la sublevacion de La baronesa no se lo hizo repetir otro Barcelona. . vez; corrió á ver á su marido, el cualcor- « Elrey don Carlosnoha salidode Borr rió a su vez á casa de su ajente de cambio ges, y la peninsula goza de la masperfecta y le mandó que lo vendiese todo á cual- tranquilidad . quier precio . : « Una señaltelegráfica ,malinterpretada Cuando todos vieron que Danglars ven- á causa de la niebla , ha dado lugar á este dia, los fondos españoles bajaron alpunto . error.» Danglars perdió quinientos mil francos., Los fondos subieron el doble de lo que pero se desembarazo de todos sus vales de habian bajado . interés .... Esto causó á Danglars la pérdida de un Aquella noche se leia en el Messager. millon . . Despacho telegráfico. | - ; Bueno ! dijo Monte -Christo á More « El rey don Carlos se ha escapado de rel, que estaba en mi casa en el momento Bourges , y ha entrado en España por la en que le anunciaban la estraña jugada de frontera de Cataluña. Barcelona se ha su - que habia sido víctima Danglars; acabode blevado en favor suyo.» . . hacer por veinte y cinco mil francos un Durante toda la noche no se habló mas descubrimiento por el que hubiera dado que de la prevision de Danglars quehabia cien mil. vendido sus créditos, y de la felicidad quel - ¿ Que habeis descubierto ? preguntó habia tenido en no perder mas que qui- Maximiliano. nientos mil francos en semejante jugada . Acabo de descubrir elmedio de librar Los que habian conservado sus vales 6á un jardinero de los lirones que le conian los que habian comprado los de Danglars, sus albaricoques . EIN DEL TOMO PRIMERO . , miis Labeta Mikul Chia de Enero de ano 1S. Biblioteca BO de Catalunya Adq. CTUS 401064740 Top.8. - 88 0 2 9 Tus 27 Synuste tura butlu VID Generalitat de Catalunya