Ébano

El ebenopsis ebano, conocido comúnmente como ébano, es un árbol majestuoso que proviene del Golfo de México y ha demostrado poder desarrollarse en suelos pobres y desérticos, lo que le hace una especie muy resistente y solicitada para proyectos de reforestación y parques de poco mantenimiento.

El ébano es un árbol que se distingue por su lento crecimiento pero que puede llegar a medir hasta los 15 metros de altura, presumiendo una fronda muy robusta y oscura que le convierte en una especie imponente y destacada en los espacios donde se coloque.

Las hojas del ébano tienen forma elíptica-lanceolada u ovada, son delgadas de un color verde penetrante a oscuro y su tamaño por lo regular es de 2.5 hasta 6 centímetros de largo, hojas que además son doblemente compuestas.

El ébano es una especie que produce flores de color crema-verdosa y suelen brotar durante la primavera, donde por lo general son solitarias o en ocasiones están organizadas en inflorescencias cimosas de 3 a 15. Esta especie también produce su fruto, se trata de una baya de color negro, que se caracteriza por ser globosa con un diámetro de 3 a 5 centímetros y sus semillas pardas-negras tienen forma triangular-elipsoidea con un tamaño aproximado de 1,5 centímetros que se pueden utilizar para germinar nuevos ébanos.

La adaptabilidad de este árbol es única pues cuenta con una alta capacidad de desarrollarse en suelos pobres y de muy poca agua, lo que le convierte en un árbol ideal para las plantaciones de reforestación. Se puede desarrollar hasta en los suelos más pobres aunque es importante considerar que su desarrollo puede ser más rápido en suelos fértiles y profundos debido a que desarrolla una raíz profunda que requiere de mucho subsuelo.

Al instalar el ébano, se deben tomar las siguientes consideraciones:

Primeramente lo que debemos de hacer es preparar el pozo. En Viveros Tamez de Allende siempre procuramos construirlo de dimensiones 50% más grandes que las de la bolsa que cubre la raíz pues lo que haremos es rellenar el espacio sobrante con tierra negra para proveerle de nutrientes alrededor de la raíz y que esta se desarrolle con mayor facilidad.

Ya listo el pozo, el árbol deberá manejarse con precaución y deberá ser colocado en el hoyo a nivel de suelo, procurando que de ninguna manera quede la base del tronco más abajo del nivel de la tierra y se ahogue la raíz.

Una vez instalado el ébano y que el pozo esté totalmente relleno a su alrededor de tierra negra, pasamos a enrollar un pedazo pequeño de cartón alrededor de una parte media del tronco principal del árbol pues lo usaremos para sujetar el árbol con mínimo 4 cuerdas enrolladas alrededor del cartón y ancladas a 4 puntos cardenales en el suelo.

Para terminar con la instalación del árbol, procederemos a darle el primer riego que es vital para el árbol. Este primer riego debe ser muy basto, hasta encharcar el diámetro de la raíz del árbol. Después del primer riego, el primer mes (incluso hasta los primeros 3 meses, si se instala en canícula) deberá recibir riego diario, suspendiéndolo en caso de lluvia y buscando mantener únicamente la tierra húmeda, sin encharcarla para que no se haga lodo y se cuartee con el calor. Pasada esta etapa, 1 a 2 riegos a la semana bastarán para que se desarrolle el árbol a la perfección.

Si estás interesado en conseguir el árbol ébano, puedes contactar a Viveros Tamez de Allende para una cotización y asesoría especializada.