El PSG también queda a deber en Dortmund y califica apuradamente a octavos

El Paris Saint Germain es equipo de octavos de final en Champions League. Quizás no como deseaba, pues terminó evitando atacar la portería del Dortmund y conformándose con ser segundo en su grupo. Será el rival que todos quieran evitar el sorteo del lunes en Nyon. Dependían de sí mismos para liderar el grupo de la muerte, pero los de Luis Enrique no fueron capaces de vencer al BVB y, por momentos, estuvieron eliminados. Todo se enmendó en la segunda parte. Ya son 11 años consecutivos superando esta ronda. Sólo el PSG, el Bayern y el Real Madrid lo han conseguido.

Byron-Gittens y Reus pusieron contra la cuerdas con sendos remates a Donarumma. Otro inicio desolador de los parisinos, que recordaban a la versión tan diminuta que se ha visto a veces en esta competición.

Pero entonces apareció Mbappé. El francés se echó a su equipo a la espalda para empezar a dotar de balones inmejorables a sus compañeros. Kolo Muani, Barcola, Kang In Lee... Uno detrás de otro fueron perdonando delante de Kobel. Ante tal situación, fue Kylian el que tomó el mando. El francés se plantó delante del guardameta del BVB, le superó y cuando todos estaban cantando el primero... Apareció Süle con una acción que se va a recordar durante años en París. El muro amarillo comenzó a creer en los milagros.

Fue un jarro de agua fría para los de Luis Enrique. Pero la catarata se presentaría en forma de gol de Joelinton en St. James Park. El PSG estaba fuera de unos octavos de final once años después de la llegada de Al-Khelaifi. Los jugadores sintieron el pánico en sus propias carnes. Marco Reus, con media vida en estos lares, reaccionó de inmediato y a punto estuvo de clavar la estocada final en el corazón de media París. El himno de la Europa League comenzaba a sonar como una suave melodía en la Torre Eiffel.

Aunque aún más se escuchó el grito ensordecedor del muro amarillo cuando Adeyemi adelantó al Dortmund nada más salir de la bocana de vestuarios. Necesitados de los tres puntos, la actitud con la que salieron los jugadores galos al terreo de juego no debió agradar a Luis Enrique. Una serie de errores y una falta de contundencia inadmisible en Europa, acabó con el 27 amarillo celebrando un tanto que sucumbía al PSG a la mayor crisis de su historia reciente.

Con todo el peso de la historia a sus espaldas, Mbappé volvió a erigirse como el líder de este equipo. El 7 recibió la pelota pegado a la banda izquierda, cambió el ritmo de forma fugaz e inesperada para Wolf y su centro acabó envenenándose en el área. El rechace de Hummels acabó cayendo en el pecho de Zaïre- Emery, que hace homenaje a eso de que la edad es sólo un número cada vez que toca el balón. Su remate superó a Kobel y devolvía a la vida a un malherido PSG.

Con más de media hora por delante, los de Luis Enrique se conformaron de forma descarada con ser segundo de grupo: Al-Khelaifi miraba el móvil desesperado en el palco para ver que ocurría en St. James Park,Luis Enrique celebraba el tanto del Milan y Hakimi pedía calma a sus compañeros para que no atacaran. Este proyecto no se construyó para dar esa imagen en Europa. Sí para estar en octavos. Todos miran con miedo al segundo bombo del sorteo porque dentro está el PSG de Mbappé.