Pueblo apaciguado…

  • Qué ocurrió cuando todos sabían que AMLO era presidente virtual. Nos vendieron un gran show y el mejor show es que nos siguen vendiendo nuestra “democracia”. Todos los partidos son sólo clubes de simpatías, para creer que existe la alternancia del poder, consolidando el sistema tripartidista
  • ¡Señores, tranquilos…! No pasará nada, todo seguirá igual. Las Mafias del Poder garantizan que el pueblo seguirá feliz por décadas. ¡Les dieron una gran dosis de esperanza!

BLAS A. BUENDÍA
Reportero Free Lance
blasalejo@yahoo.com
Este texto vagabundeó en redes sociales, y su contenido (enriquecido) está muy atinado con motivo de las elecciones democráticas del México 2018, superando toda ciencia ficción.

Cuando José Antonio Meade Kuribreña fue el primero antes que nadie a respaldar a AMLO, me cayó el veinte.

Se dio un fenómeno social entre “las filias y las fobias”.

Nos dividieron entre los AMLOvers (los jóvenes que votaron por “ya sabes quién”) y los AMLOhaters (el voto anti-AMLO), hasta yo caí en ese siniestro y parapléjico juego sicológico que marca el estreno de un sistema tripartidista en México.

Por eso, López Obrador se mantuvo 12 años en campaña y fue intocable.

Por eso la amnistía.

Esto lo tenían armado décadas atrás.

Es una obra teatral colosal.

Astutamente, armaron la sustitución del nuevo PRI con MORENA.

Por eso el speech de Juárez, Madero, Cárdenas.

“Quiero ser el mejor Presidente de México”, adelantaría en su momento.

Calmaron y sedujeron a las masas con todo lo que pedían. A dos mil pesos el voto, se escuchaba voces secretas entorno a las sedes de los partidos.

Por eso los actores poderosos siguen escondidos sin moverse, detrás moviendo los hilos (Beltrones, Gamboa, Chong, Grupo Atlacomulco que ahora busca la recomposición del priismo nacional).

Por eso los mercados y Estados Unidos han mostrado gran calma, eso sí, “respetando” el proceso “democrático” mexicano.

Por eso el Estadio Azteca, por eso el sueño dorado de López Obrador no fue en el Zócalo, mudo escenario en la historia de México.

¡La víctima del poder –llamado AMLO-, el que calificaba a la “mafia del poder”, tuvo siempre más mérito, mejor simpatía, mejor elocuencia!

Por eso, los medios de comunicación en las elecciones del domingo 1 de julio 2018, le dieron tanto espacio a AMLO.

Por eso las votaciones estuvieron tranquilas sin que el “narco” se metiera.

Porque para mantener el poder requieres que te adoren por sobre todas las cosas, sobre tu familia y amigos, porque “la esperanza” es lo que vendieron y todos la compraron.

Porque, ¿en quién podrías confiar el poder del PRI si no era otro priista? Son sello de priista. Ese es López Obrador, surgido de las entrañas de la Mafia del Poder ancestral.

AMLO siempre reunió todas esas características y solo era cuestión de tiempos en la esfera política.

¿De qué manera pueden legitimar el poder si no es con el “candidato que pelea por el pueblo”, surgido de las propias filas del Revolucionario Institucional?

El domingo 2 de julio 2018, se dio una abrumadora e histórica respuesta y en la que el Efecto AMLO derrumbó toda la estructura partidista del PRI, PAN y PRD.

En menos de tres años, Morena se convirtió en la primera fuerza política nacional, añoranza del otrora y todo poderoso Partido Revolucionario Institucional, que prevaleció 71 años en el poder presidencial.

El caluroso domingo 1 de julio 2018, veinticinco (25) millones de desheredados se volcaron en las urnas y al caer el manto de la noche, salieron a festejar en calles y avenidas de la capital de la República, el triunfo democrático de esa contienda popular.

Vitorear al honesto, inmaculado e intachable. A un Mesías Iluminado. A un López Obrador que no cabía en sí mismo. ¡Vaya! Hasta en religioso se convirtió para venderle al pueblo guadalupano la tierna imagen de la propia Virgen María, que él es el bueno, y que a ciencia divina, fue su estandarte y lucha sicológica de batalla.

Después de ese fulgurante bullicio lleno de regocijo aún se preguntan: “¿Por qué tanto desgaste?”

Porque, como en la comedia, todo se trata del timing (la sincronización aplicada en ciencias políticas).

Porque, por 12 años esperaron pacientemente a que la gente estuviera convencida de que “ya es tiempo de un cambio”. Ya tenía a su héroe y lo llevaron hasta Palacio Nacional, pese a su negro pasado so pena a la memoria de un carnal caído.

Pero si crees que el que ganó el pueblo, lamento desilusionarte y sólo te cambiaron de imagen; los que mueven el poder en México son los mismos.

Es la misma Mafia del Poder.

Solo les dieron un personaje nuevo en cual creer y mantener al pueblo apaciguado.

A López Obrador lo manipuló la propia sincronía de la Mafia del Poder que jocosamente siempre aludió con sarna lúdica perenne en el sarcasmo social.

No cabe duda que sabemos tan poco del verdadero poder que mueve a los gobiernos que nos quedamos con los enojos entre nosotros mismos y la gratificación de la mayoría que ganó su “candidato”.

Nos vendieron un gran show y el mejor show es que nos siguen vendiendo nuestra “democracia”.

Todos los partidos son sólo clubes de simpatías, para creer que existe la alternancia del poder, ahora transformada en un tripartidismo.

Esto está como para película de Oliver Stone.

¡Señoras y señores, tranquilos…!

No pasará nada, todo seguirá igual.

Las Mafias del Poder garantizan que el pueblo seguirá feliz por décadas, ¡les dieron una gran dosis de esperanza!

Andrés Manuel López Obrador vendió la idea a un pueblo desvalijado, a la hora exacta, que la cuarta faceta de las evoluciones sociales -ahora pacífica, sin armas y ni derramamientos de sangre-, México seguirá en esa misma tónica a más de tres siglos que el Padre Miguel Hidalgo y Costilla declarara la Independencia de México.

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