A LA CARRERA

Ingeniería Agrónoma: sembrar desde las aulas

La soberanía alimentaria representa una de las prioridades de muchas naciones a nivel global. En este ámbito, Cuba incluye en la estrategia de desarrollo económico y social, el incremento de las producciones agropecuarias, donde es clave la formación de profesionales capacitados en las diversas ramas este sector.

Redacción Alma Mater
Revista Alma Mater
Published in
5 min readAug 1, 2022

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Diseños: Frank Sera

Por Daniela Ortega Alberto

La Agronomía, también nombrada Ingeniería Agrónoma, es la agrupación de conocimientos de múltiples disciplinas que dirigen la praxis de la agricultura y la ganadería. Se encuentra destinada a conseguir una mejora en la calidad de las técnicas de la producción y el proceso de transformación de artículos alimentarios y agrícolas sobre la base de fundamentos tecnológicos y científicos.

Si eres amante de la naturaleza, te gustan las actividades al aire libre, investigar, deseas contribuir a preservar los recursos naturales y reducir los problemas en la producción de alimentos te invitamos a conocer sobre esta carrera tan necesaria en el contexto económico actual.

Keylin Callejas Pérez decidió dedicarse profesionalmente a la tierra y los animales cuando inició el duodécimo grado en el Preuniversitario. «Desde que era una niña mi mamá trabajaba en cosas vinculadas a la Agronomía y cuando llegó la oportunidad del Colegio Universitario investigué un poco más a fondo sobre la carrera y opté por ella. Hoy no me arrepiento de esa decisión», cuenta la estudiante de la Universidad de Ciego de Ávila (UNICA).

«Cuando hice las pruebas de ingreso esta fue la carrera que me llegó, ahora no la cambio por nada del mundo, una vez graduada quiero ser veterinaria, que es de la misma rama de la Agronomía», comenta Rosani Chávez Quintero desde la Universidad de Matanzas.

El campo de acción del ingeniero agrónomo reúne una extensa lista de ocupaciones en áreas claves para la producción y la protección del medio ambiente. Además, este profesional puede dirigir o participar de investigaciones pertinentes en el desarrollo de la ciencia y la industria alimentaria.

En Cuba la carrera Ingeniería Agrónoma tiene una duración de cuatro años en el Curso Regular Diurno y cinco años en el Curso por Encuentro, ambas modalidades amparadas por el Plan de estudio E.

Roberto Luque Soliva creció en una familia vinculada a la Agronomía. Él decidió seguir los pasos de su abuelo y hoy cursa el tercer año de esta especialidad en la Universidad de Camagüey. «Las asignaturas más interesantes, a mi juicio, son Botánica, Fisiología Vegetal, Genética, Sanidad Vegetal y Fitotecnia. Sin embargo, no creo que el plan de estudios satisface las necesidades formativas del alumnado, pues es un programa corto, de solo cuatro años, y no permite el margen de tiempo necesario para poner en práctica los conocimientos adquiridos», explica.

«Pienso que lo más complicado de la carrera es adaptarse al sistema universitario, es un cambio muy fuerte, por tanto, las asignaturas que se imparten en el primer año son las más difíciles. Para mí la más complejas hasta ahora son Bioquímica y Fisiología Vegetal, aunque también chocan Matemática y Física», comenta Luis Enrique Sierra Carvajal, estudiante de la UNICA.

Entre las tareas que puede asumir un graduado de esta especialidad se incluye el registro de fecundidad, el drenaje y riego, así como la mecanización agrícola. Además posee conocimientos para la mejora genética y agronómica, el control de enfermedades y plagas, tanto en animales como en plantas. En las últimas décadas los agrónomos intervienen también en sectores como el turismo ecológico y el estudio para la preservación de las líneas de costa cercanas a las construcciones de hoteles.

La práctica laboral constituye la vía para familiarizar al estudiante con el trabajo en la producción agropecuaria y con actividades propias del perfil. La relación con los diferentes centros y organismos empleadores durante los años de estudio posibilita la preparación para asumir tareas como profesional. Sobre el tema conversamos también con nuestros entrevistados.

«Tenemos diferentes unidades de estudio aquí en la provincia de Matanzas, entre estas, la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey y la Empresa de Cítricos, donde realizamos dos semanas de prácticas concentradas», expone Rosani.

«Nuestra universidad tiene una peculiaridad en ese sentido, y es que antiguamente la actual UNICA se llamaba ISACA (Instituto Superior Agropecuario de Ciego de Ávila), lo que la hacía una institución especializada en la Agronomía; por tal motivo, hoy contamos en la parte trasera del centro con varias hectáreas de tierras destinadas a la investigación por parte de la facultad. En estas podemos tener por lo menos lo básico de la especialidad: tipos de arados, siembra de algunos cultivos, estudio de plagas, entre otros», agrega Luis Enrique.

Según Keylin aún queda por avanzar en la relación con las empresas del sector. «No tenemos vínculo con ningún tipo de empresa. Solo con la Estación Experimental del Centro, y desde que estoy en primero nos han llevado únicamente dos veces. Luego del primer Encuentro de Estudiantes de Ciencias Agropecuarias, la Delegación Provincial de la Agricultura se acercó a nosotros para ayudarnos con los temas de las prácticas».

En la Mayor de las Antillas actualmente se desarrollan diferentes áreas de investigación entre los que se encuentran: Producción Agrícola, Agroecología y Agricultura Sostenible, Sanidad Vegetal, Microbiología Agrícola, Mejoramiento Genético, Extensión Agraria, Biotecnología Vegetal, Riego y Drenaje, Fisiología y Bioquímica Vegetal, Química Agrícola y Ciencias del Suelo. Los resultados científicos de estas indagaciones confirman la importancia de esta carrera para la soberanía alimentaria de la nación.

«En lo personal es una carrera que gusta mucho y solo se la indicaría a personas que realmente estuvieran interesadas, pues es muy difícil. Además pienso que en todas las universidades se le debería dar más importancia debido a que es una rama de la que depende prácticamente un país, y hoy no se le da el valor que realmente merece», expresa Keylin.

Mientras, Luis Enrique cataloga la Ingeniería Agrónoma como la más importante de las carreras. «Vivimos en un momento en que necesitamos de la producción nacional para reducir importaciones. Creo que Cuba tiene más potencialidades en la agricultura que en el turismo, por tanto este sector debería ser mucho más explotado para que sea un captador de divisas y que las prácticas agroecológicas sean la bandera de nuestra agronomía».

Hoy el Gobierno implementa el Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, con el objetivo de incrementar las producciones agropecuarias y forestales sostenidas, y su efecto en la calidad de vida de la población. En este propósito los ingenieros agrónomos representan el capital humano mejor preparado para contribuir a la producción de alimentos desde los consejos populares, municipios y provincias.

La inclusión de esta carrera en universidades de toda Cuba demanda una mayor atención a sus estudiantes y profesores, quienes vinculados a diferentes centros y proyectos pueden aportar investigaciones y resultados coherentes con las necesidades alimenticias del pueblo.

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