Entonces decimos “Feliz Navidad”…

Veronica FO
3 min readDec 24, 2018

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Pero qué es en realidad la Navidad…

Fundamentalmente la Navidad, es la fiesta de la Natividad, en la que se conmemora el nacimiento de Jesús, en esa noche gloriosa que cuentan los Evangelios, en la tradición Cristiana y en los registros de la Historia. Eso es la Navidad.

El hecho de que se conmemore el magno acontecimiento en esa fecha, no significa que precisamente un 24 de Diciembre a media noche, haya nacido Jesús, sino que se conmemora el hecho del misterio, el milagro, la esperanza, y el amor, que el acontecimiento encierra.

Con el paso de los años, la festividad pasó de ser un hecho meramente religioso y de recogimiento espiritual, a una fiesta comercial, que ha venido a degradar y a romper el verdadero sentido de lo que es la Navidad.

Cuando decimos “Feliz Navidad”, estamos deseando felicidad por el acontecimiento que la Navidad representa, es decir, estamos invitando al alma de quienes nos rodean a que se regocijen en el gozo de lo que el nacimiento de Jesús, significa. Y es que en el nacimiento de Jesús, hay tantos misterios contenidos, que es difícil explicarlos todos, pero uno de ellos es la grandeza del amor de Dios para con los seres humanos; y es por ese amor, que la festividad se enmarca propiamente en el amor, que es servicio.

Por ello es que la Navidad, indistintamente del credo que se profese, encierra el sentido del amor en el servicio, el renacer en el amor y cambiar como personas, el compartir con las personas que se aman, el donar tiempo a quienes nos rodean, el estar presentes en la vida de los presentes y sentir nostalgia por los que ya están ausentes, el dar importancia a lo verdaderamente importante, el sentir, el amar, el orar, abrazar y expresar.

Es un tiempo que nos invita a compartir, una invitación que ha sido de alguna manera utilizada por el materialismo y consumismo moderno, para generar comercio y reducir el amor a la superficial actividad comercial de comprar para dar valor al ser por el tener y no por el ser propiamente; una reducción mercantil que transgrede y denigra el verdadero sentido de compartir, dar y servir, al de gastar, recibir y servirse de otros. Y lamentablemente ésta comercialización del sentido de convivencia de la Navidad, ha venido a nublar de alguna manera su verdadero significado.

La Navidad entonces, no es comprar y vender, gastar y perder… La Navidad es más, es la conmemoración del momento en que Dios, siendo Dios, se hizo hombre, en ese pequeño bebe llamado Jesús, que siendo verdadero hombre y verdadero Dios, nació para traer al mundo la salvación, la enseñanza del amor hecho obra, abrió las puertas a su Misericordia y nos dio la oportunidad de su ejemplo para ser, en medio del mundo, luz para el mundo y sal de la tierra, en la esencia misma de su enseñanza, que es el Amor. Por eso es que en ésta fecha, cuando decimos “Feliz Navidad”, simplemente invitamos a todos a regocijarse en el amor de Dios en Jesús, y a abrir el corazón para que el amor de Dios renazca y se proyecte a través de las obras de cada uno.

Eso es la Navidad, abrirse al nacimiento renovado del amor en el corazón de cada uno, para dar frutos de paz, serenidad, comprensión, consideración, ternura, afecto, escucha, solidaridad, fortaleza, valentía, positivismo y alegría, para iluminar a quienes nos rodean.

Por eso y más, les deseo a todos los que me leen, una muy Feliz Navidad 2018!!!

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Veronica FO

Soy como el viento, que calma el alma, que todos sienten, que a todos favorece pero que nadie ve.