En Medicur estamos muy concienciados acerca de las enfermedades mentales, ya que actualmente suponen una de las mayores lacras de salud de la sociedad española. No en vano, según datos de 2017, en España sufren depresión alrededor de 2,4 millones de personas. Esta enfermedad a veces se produce de manera silenciosa, ya que es posible que incluso personas que la están padeciendo, ni siquiera sean conscientes de estar afectados por la depresión. Hay una serie de indicadores, que si bien se encuentran en una fina línea, pueden determinar que una persona entre en un estado depresivo, del que le será muy difícil salir sin un tratamiento adecuado. Vamos a detallar a continuación algunos de esos síntomas, y lo más importante, cómo prevenir la depresión.
Primeros indicios de la depresión
En este blog hemos hablado ya de otras enfermedades mentales, como la ansiedad. Al no ser algo físico, muchas veces puede subestimarse su peligro, pero en muchos casos son hasta más peligrosas para la salud de una persona que una enfermedad que se manifieste físicamente. En algunos casos y como se ha comentado más arriba, incluso personas con una depresión no se den cuenta de que han caído en ella, ya que a veces es una lenta pero progresiva escalada hacia ese estado, del que luego, puede ser complicado salir.
Lo más habitual, es relacionar la depresión con un estado de tristeza permanente, pero no es algo tan simple. Algunos de los síntomas más habituales en una persona con depresión (extraídos de la web de la asociación ifightdepression.com) son los siguientes:
- Tristeza, ansiedad o sentimiento de vacío persistentes
- Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo
- Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
- Pérdida de interés en actividades que antes producían placer, incluyendo la actividad sexual
- Fatiga o pérdida de energía
- Pérdida de apetito (pérdida de peso) o aumento del apetito (aumento del peso)
- Problemas para dormir, insomnio, problemas para mantener el sueño o dormir demasiado
- Pérdida de la expresión emocional (emociones aplanadas)
- Sentimiento de desesperanza, pesimismo, culpa o inutilidad
- Retraimiento social
- Problemas para concentrarse, recordar o tomar decisiones
- Irritabilidad
- Problemas físicos persistentes como jaquecas o cefaleas, problemas digestivos, dolor crónico, que no responden al tratamiento
- Pensamientos o ideación suicida, intentos de suicidio o auto-lesiones
Como se puede ver, son muy variados y es posible que se tengan algunos de ellos y no todos a la vez, o se vayan alternando. En cualquier caso, algunos síntomas pueden tener graves repercusiones para la salud física como pérdida de peso, problemas digestivos y sobre todo, pensamientos suicidas con intentos de auto-lesiones.
Incluso se podrían aumentar con otras reacciones corporales a un estado como este, ya que por ejemplo, el hecho de que nuestro cuerpo presente en ciertas zonas piel atópica y aparezca como un brote, también puede ser un síntoma de depresión. Los cambios en los hábitos saludables tanto de alimentación como de ciclos del sueño, por ejemplo, nos harán sentir mal con nosotros mismos, lo que aumentará la espiral negativa en la que entraremos en estos casos.
Incluso algo tan aparentemente sin relación, como evitar a personas alegres o situaciones en las que nos lo podamos pasar bien, o simplemente, pasar demasiado rato frente al televisor para no pensar o no querer darnos cuenta de cómo estamos, pueden ser otros síntomas de que hemos entrado en una depresión
Hábitos de una persona con depresión
¿Y qué hábitos diarios puede tener una persona depresiva? Muchas veces pueden parecer “normales” para el entorno, o pasar desapercibidos, ya que uno de los hábitos más obvios de una persona con depresión, es precisamente ocultarle a los demás que se encuentra en ese estado. A veces es por la vergüenza que produce confesarlo, o simplemente porque ni siquiera se dan cuenta de cómo están.
Otro estado muy habitual, es el hecho de sentirse abandonados por los demás, por sus seres queridos, así como la necesidad de amor y aprobación. En un estado de depresión se puede sentir un vacío y una soledad tremendos a pesar de estar acompañados, así que muchas veces la persona que padece depresión solicita constantemente muestras de afecto para sentirse querido, porque él mismo no se quiere.
Abandonar actividades que antes le gustaban, no dar muestras de afecto o irritarse con facilidad. Si estas cosas van sucediendo de manera progresiva, cuando en un inicio, la persona no era así, puede ser otro indicador de que está padeciendo una depresión. También el hecho de tener que mantener una imagen de cara al exterior, bien sea contando historias para ocultar su verdad o mentiras para esconder los desórdenes alimentarios y de horas de sueño que vive.
La presencia, en el mismo caso que los síntomas, de algunos de estos hábitos de manera recurrente, pueden esconder detrás un estado depresivo, que debería ser tratado.
¿Cómo puedo prevenir la depresión?
Esta pregunta probablemente sea la que muchas personas se hagan, ¿es posible prevenir una depresión? La respuesta puede ser muy complicada de concretar, pero con algunas pautas que daremos a continuación, al menos, se puede reducir el riesgo de padecerla.
- Trabajar tu inteligencia emocional: saber manejar las emociones, para poder expresarlas correctamente y regularlas para que no te desborden, te ayudará a no dejarte llevar por estas. De esta manera, tus estados anímicos no dependerán tanto de la fluctuación de tus emociones, sino que sentirás que tienes el poder de manejarlas y no al revés.
- Hacer ejercicio: es fundamental mantener una buena actividad física para activar las endorfinas, unas hormonas que básicamente mejoran la sensación de felicidad y bienestar. Promover ese estado, permitirá pensar con más positividad y encerrarse menos en uno mismo. Y otra ventaja, es que te hará sentirte mejor contigo mismo al mejorar tu aspecto físico.
- Comer de manera saludable: es cierto que no te quitará la depresión, pero si hará que te sientas mejor con tu cuerpo, ya que digestiones pesadas no ayudan tampoco a mejorar un estado depresivo. Sentirte ligero y menos pesado cuando comes, también favorecerá un mejor estado de bienestar.
- Practica tus hobbies: todos tenemos actividades que nos gustan más realizar. Cuando estamos desanimados, nos suele costar dedicarnos tiempo de calidad, así que el hecho de saber lo que te gusta y poder hacerlo con frecuencia, favorecerá que te sientas realizado y satisfecho contigo mismo.
- Ten una vida social activa: pasar tiempo con las personas que nos hacen sentir bien y que se preocupan por nosotros, también ayudará a que nos sintamos apoyados y mejor con nosotros mismos. Compartir incluso nuestra vivencia con los seres queridos, nos hará sentir acompañados en momentos más difíciles.
- Vivir el presente: es la base de un estado de felicidad más permanente. Muchas veces caemos en bucles de preocupación o de autocastigo al pensar en el futuro y querer controlarlo, o rememorar el pasado creyendo que es mejor que el tiempo que vivimos. De hecho, este elemento es la base de una práctica cada vez más habitual, el mindfulness.
- Aceptarte y perdonarte: la mayor parte de las veces, nosotros somos más duros con nosotros mismos que los demás. Rechazamos lo que sentimos y pensamos, y nos castigamos por errores que hayamos podido cometer, pretendiendo ser perfectos para no cometer errores. Pero la base de la vida es aprender a base de cometer errores, ya que, de lo contrario, no aprenderíamos. Solo sabiendo cómo no hacer las cosas después de hacerlas, sabremos de qué manera no repetirlas.
- Evitar el estrés: el ritmo de vida actual, si no nos damos cuenta, nos empuja al estrés y al frenesís, y si esto va a más, lleva a la ansiedad. La ansiedad es la antesala de la depresión, así que evita cargarte tu agenda de actividades superfluas, y priorízate haciendo las cosas que de verdad te gustan.
- Evita el alcohol, y por supuesto, las drogas: muchos de estos productos producen emociones negativas y estados que pueden inducir con mucha más facilidad a la depresión. Evita su consumo si quieres sentirte bien contigo mismo.
- Duerme las horas necesarias: tener un buen descanso es necesario para oxigenar la mente, el cuerpo y levantarse con ganas para empezar el día. Esa será la base sobre la que comenzar a trabajar a diario.
Hay que dejar claro que esto son solo pautas, pero es prioritario que un paciente que pueda tener síntomas de padecer depresión acuda a un especialista lo antes posible, para que le procure un tratamiento acorde a su estado.
Nuestros psicólogos te ayudarán para que afrontar esta peligrosa enfermedad mental sea mucho más fácil al estar arropado por especialistas. Y recuerda, la salud mental empieza por uno mismo, así que infórmate para vivir lo mejor posible.