La accidentabilidad laboral constituye una de las variables que pone en agenda cuál es el verdadero compromiso de los empleadores para garantizar las condiciones de seguridad y salud de sus trabajadores en cualquier actividad del rubro productivo. Si bien las empresas privadas como los organismos estatales han establecido medidas para fortalecer la prevención en el ámbito laboral, los accidentes de diferente índole siguen ocurriendo, incluso muchos de ellos han tenido un saldo fatal. Según el informe provisorio de accidentabilidad laboral confeccionado por la Superintendencia de Riesgos de Trabajo del Ministerio de Trabajo de la Nación, correspondiente al primer trimestre de 2023, en Entre Ríos se incrementaron los índices de siniestrabilidad laboral en comparación con el mismo período (enero y marzo de 2022) del año anterior.
En el informe, al que pudo acceder UNO, es posible observar la evolución de los casos notificados con datos descriptivos de los aspectos más relevantes que caracterizan la siniestralidad laboral en esta jurisdicción. De acuerdo al relevamiento, en Entre Ríos se llevan registrados hasta marzo 3.382 accidentes de trabajo (AT) de personas en unidades productivas y de agentes que se desempeñan en casas particulares que incorporan las siguientes categorías: casos con días de baja y secuelas incapacitantes sin baja 3.151; accidentes itinere 553; casos de accidentes de trabajo (AT) y enfermedades profesionales (EP) 2.433; casos mortales 7; casos in itinere mortales 4 y casos AT y EP mortales 3.
En el estudio además se aborda el impacto de las enfermedades profesionales, estableciendo que en ese período se produjeron 90 casos en las unidades productivas, mientras que no se notificaron casos en empleadas de casas particulares.
Otro de los aspectos que abarca el informe son los accidentes in itinere, los cuales suceden en el trayecto entre el domicilio del trabajador y el lugar de trabajo o viceversa, siempre que el damnificado no hubiere alterado dicho trayecto por causas ajenas al trabajo. Según la misma fuente, se registraron 546 accidentes de este tipo en unidades productivas y 7 en casa particulares.
En efecto, vale mencionar que a modo de balance en el primer trimestre se produjeron 2.519 accidentes de trabajo, contra los 2.231 ocurridos en el mismo período del año anterior. También la reseña consigna que se denunciaron 90 enfermedades profesionales y 553 accidentes in itinere.
Si se toman los datos finales hasta marzo, comparando los datos interanuales del mismo período, se registraron 288 nuevos accidentes de trabajo. También crecieron las enfermedades profesionales (pasaron de 79 a 90) y los accidentes in itinere (de 459 a 553).
Durante el período consignado también se determinaron los días con bajas laborales, es decir aquellos que no se trabajaron. En Entre Ríos, en el primer trimestre como consecuencia de algún siniestro (AT, enfermedad profesional o accidente in itinere) se informaron 3.146 días de baja laboral. En esta variable también se advirtió un incremento respecto a 2022, cuando se notificaron 2.756 días sin concurrencia al trabajo.
Morir trabajando
Como se indicó al principio del artículo, la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) es el organismo al que llegan todas las denuncias de trabajadores registrados por accidentes laborales de diferente índole a través de las respectivas Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART).
Dependiendo la actividad que se haya monitoreado, también está latente la ocurrencia de casos mortales en el ámbito laboral. Hasta marzo se notificaron siete fallecimientos, todos ellos en unidades productivas, contra los 5 decesos ocurridos en 2022.
Formas de ocurrencia
Los accidentes además se clasifican por su forma de ocurrencia dentro del campo laboral. Entre las causas más habituales se consignan la caída de personas, seguido por las pisadas, choques o golpes por objetos; en la primera categoría se consignaron 853 siniestros en Entre Ríos en el período enero-marzo, mientras que en la segunda fueron registrados 849 accidentes. Para la SRT los esfuerzos excesivos constituyen una de las principales variables en el universo de los accidentes laborales: en los primeros tres meses del año se reportaron 471 casos. Para dimensionar la gravedad de la problemática solo basta con observar el aumento de la variación interanual medida en porcentajes: los accidentes por causa de choques o golpes aumentaron un 26,7%, mientras que la caída de personas crecieron un 18,5%.
Tipo de lesión
La Superintendencia de Riesgos de Trabajo brinda una verdadera radiografía del impacto de la accidentabilidad laboral en Argentina, haciendo una clasificación por tipo de evento, forma de ocurrencia, naturaleza de la lesión, zona del cuerpo afectada, agente causante y sector de actividad. Uno de los datos más ilustrativo es el que alude al tipo de lesión y la parte del cuerpo afectada.
Una de las lesiones más recurrentes son las contusiones (1.101 casos), seguida por la distensiones musculares (458), las heridas cortantes (280), los esguinces (276) y las fracturas cerradas (236). Al momento de relevar la parte del cuerpo afectada, se indicó que los miembros inferiores fueron los más perjudicados (1.239 casos), le siguen los miembros superiores (1.030), el tronco (449) y la cabeza (441).
En cuanto a los casos notificados según diagnóstico clínico, el organismo estatal informó que en el mencionado período prevalecieron los casos de traumatismos, envenenamientos y algunas otras consecuencias de causas externas (2.744), en segundo lugar se ubicaron las enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo (412), le siguieron las enfermedades del oído y de la apófisis mastoides (46). También se dio cuenta que entre las patologías más frecuentes se encuentran las enfermedades del ojo y sus anexos (35).
Los sectores más afectados
Para cerrar su diagnóstico al SRT se detiene en las actividades económicas más afectadas por los accidentes laborales. Encabeza el ranking la administración pública , defensa y seguridad social obligatoria (1.059 casos), la industria manufacturera (625), la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (414), comercio al por mayor y por menor, junto a la venta de vehículos (364), y la rama de la construcción (297).
Prevenir riesgos
La Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), seccional Paraná, organizó una capacitación dirigida a trabajadores de obras menores. La actividad apunta a reducir la accidentabilidad laboral en un rubro golpeado por accidentes recurrentes, tal como lo demuestran las estadísticas oficiales. Hugo Zalazar, secretario adjunto de la Uocra Paraná, habló de la importancia de la concientización “para que los trabajadores conozcan qué riesgos se enfrentan al ingresar a la obra, para que se detecten esos riesgos y obviamente se minimicen o se eviten accidentes laborales”.
Según el dirigente, al ser la construcción una industria dinámica, “se tiene que trabajar en condiciones seguras, se tiene que trabajar con todos los elementos de seguridad o no se tiene que trabajar”.
Para lograr este cometido el gremio convocó a dos especialistas en la materia: Ariel Herrera y José Mesina, integrantes del Departamento de Salud y Seguridad del Trabajo de la Uocra a nivel nacional.
“La idea era hacer una capacitación principal en lo que es trabajo en altura, que es uno de los trabajos más riesgosos, y sobre todo en los porcentajes de accidentabilidad”, describió Herrera.
Explicó que durante el curso se hizo hincapié en brindar asesoramiento sobre cómo se trabaja en altura, a partir del uso de los arnés y de los andamios. “También hacemos un repaso con el tema de los derechos y obligaciones y el tema de los famosos accidentes de trabajo o enfermedades profesionales que se tienen en la actividad de la construcción. La idea es aportarle, digamos, información para que los compañeros sepan cómo proceder ante un accidente de trabajo o ante una enfermedad profesional que el trabajador pueda adquirir en su ambiente laboral”, enfatizó.
Consultados por los accidentes más comunes en el campo de la construcción, Herrera identificó que las caídas encabezan las estadísticas y que esto se debe “a la falta de orden y limpieza en las obras. A veces hacemos mucha bajada de información con respecto al orden y limpieza en la obra. Si haces una orden y limpieza en la obra, reducís casi un 25% de probabilidad de accidentes dentro de una obra. Es más, en el ranking, a nivel nacional, el accidente por caídas, choques, golpes por objetos, se da producto de la falta de orden y limpieza en una obra”.
En relación a los elementos que obstaculizan la normal circulación de los trabajadores mencionó a “bolsas encofradas, maderas, clavos, tirantes, la suciedad del trabajo diario que se va dejando. Los compañeros pasan por arriba de eso, se tropiezan, se caen, se golpean y eso es lo que produce un accidente por lo general dentro de la industria. Es totalmente evitable con recursos, con personas que se dedique a ordenar y a la limpieza; también tiene que haber una bajada de línea de la empresa, porque si el empleador o el capataz no dispone del personal para ordenar, la obra sigue, porque lo que quiere el contratista o el empleador es darle terminación, agilidad, metros cuadrados, a la obra”.
A su turno, José Mesina, se refirió a las estadísticas de accidentabilidad en la industria de la construcción. Al respecto señaló: “En 2021 la construcción tuvo unos 42 mil accidentes, de los cuales, 80 han sido mortales. En realidad nadie tendría que tener accidentes, nadie tendría que accidentarse, pero generalmente los accidentes que ocurren en la construcción son de una gravedad media para arriba o fatales también”.
Diario UNO
