El miércoles 27 de marzo se cumplen cinco años de la aprobación de la Ley de Capitalidad en el Parlament balear, una medida, a imagen y semejanza de la Ley de Capitalidad de Palma y pensada para contribuir a financiar el sobrecoste que soporta el Ayuntamiento de Vila por su condición de capital de la isla.
La norma obliga al Govern a aportar 3,5 millones de euros al año y el Consell de Ibiza, 1,5 millones para inversiones, cantidad que el Ayuntamiento considera insuficiente y que el Govern y el Consell, de alguna manera también como ha quedado demostrado con el incremento de las cuantías acordado para 2024 y de las declaraciones de la consellera insular de Cooperación Local, María Fajarnés, y del vicepresidente de Hacienda y portavoz del Govern, Antoni Costa.
Govern y Consell han acordado transferir o invertir directamente un total de 26,42 millones de euros, cifra que no ha sido ejecutada en su totalidad aún por la tramitación inherente a los proyectos: redacción de proyectos, adjudicación y ejecución.
En el ejercicio 2024, el Ayuntamiento de Vila contará con transferencias para inversiones de 5,7 millones de euros, un 14,28% de aumento en total. El Govern destinará 4 millones y el Consell de Ibiza 1,7 millones.
Las obras de 2024
Con este dinero se ejecutarán las siguientes obras: 2,3 millones de euros serán por el proyecto remodelación de la calle Pere Francès; 1,7 millones de euros para la ampliación del edificio de Can Ventosa; 1 millón de euros en el tanque de tormentas de Playa d’en Bossa y 700.000 euros por una nueva pasarela para unir la playa de ses Figueretes con Playa d’en Bossa.
La historia
En 2020, primer ejercicio presupuestario en el que se aplicó la Ley de Capitalidad, Vila recibió 5.260.000 de euros en total. El Govern aportó 3.760.000 en los siguientes proyectos: primera partida para la promoción de Viviendas de Protección Oficial (tres millones) de Isidor Macabich en ejecución en la actualidad; Casal Igualidad (50.000 euros); aportación al museo Puget (110.00 euros); proyecto de placas solares en edificios públicos (120.000 euros); proyecto de puntos de recarga de vehículos eléctricos (80.000) y la redacción del proyecto pabellón polideportivo (400.000 euros). Por su parte, el Consell destinó 1,5 millones en la adecuación del parking de Sa Jovería, proyecto que finalmente fue sustituido por la compra del solar del antiguo hospital de Dalt Vila.
Mercado Viejo
Al año siguiente, el Govern invirtió 3.750.000 euros en la segunda fase de la promoción de VPO (dos millones), Casal de Igualdad (50.000 euros), instalaciones de los puntos de recarga (200.000), reforma de Sa Pescadería y Mercado Viejo (1,5 Millones), proyecto al que se sumó el Consell, con la misma cantidad.
Los 200.000 euros de remanente resultante de la compra del solar del hospital fueron destinados a la limpieza, adecuación y recuperación del solar.
Campo de fútbol
En 2022, la inversión del Govern fue de 3,710.000 euros destinados a: la construcción del nuevo campo de fútbol en Es Putxet (2,5 millones), plan de Conciliación (400.000 euros), Casal Igualdad (50.000), Museo de Arte Contemporáneo (30.000), Museo Puget (30.000), proyecto de placas fotovoltaicas del aparcamiento Es Gorg (200.000), y Viviendas de Protección Oficial (500.000). En cuanto al Consell insular, 1,4 millones fueron al campo de fútbol de Es Putxet y 100.000 euros a la oficina técnica del proyecto reforma E10.
Avenida España
El acceso a Dalt Vila del gobierno capitaneado por Rafa Triguero propició un cambio de criterio a la hora de seleccionar los proyectos a financiar. Menos proyectos, pero más importantes. Así, la reforma de la Avenida de España se llevó el 100% de las aportaciones del Govern (3,5 millones) y del Consell (1,5 millones).
Y se reasignaron 600.000 euros de proyectos no ejecutados de puntos de recarga y placas solares del Govern en un proyecto más amplio de placas, puntos de recarga, marquesinas y puntos verdes.
Las controversias y los fracasos
No ha estado exenta de polémica la tramitación de los proyectos de la Ley de Capitalidad. El primer, y sonoro, desencuentro se produjo cuando el entonces alcalde de Vila, el socialista Rafa Ruiz, se negó en redondo a que el Consell destinará los 1,5 millones anuales a financiar las obras de reforma del primer cinturón de ronda (E10) para convertirla en una avenida y posteriormente ceder el vial a la ciudad, dado que ahora tiene la condición de carretera y, por lo tanto, depende del Consell.
El Consell entendía que era la obra que más se ajustaba a los principios de la ley por la gran cantidad de tráfico que soporta la ciudad desde otros municipios.
Ruiz consideró entonces que esa era una obra que debía acometer el Consell de Ibiza sin restar recursos a la Ley de Capitalidad y que estos debían destinarse a otros fines. Propuso la adecuación del aparcamiento de Sa Joveria, obra de la que finalmente desistió por su complejidad.
No tuvo el mismo nivel de exigencia ni mantuvo el mismo criterio cuando el Govern balear propuso financiar las VPO de Isidor Macabich con fondos de capitalidad.
El Pabellón
También fue sonoro el fracaso de la redacción del proyecto de pabellón deportivo. Tanto por el retraso en la puesta en marcha de los trabajos por parte de la Dirección General de Arquitectura como por la demora que supuso el cambio de ubicación. A pesar de ser una de las actuaciones acordadas en el primer Consejo de Capitalidad, órgano en el que están representadas las tres administraciones, el proyecto ejecutivo aún no ha visto la luz.
Trilerismo presupuestario
El vicepresidente del Govern, Antoni Costa, descartó, tras la reunión del lunes, la práctica de financiar obras autonómicas a cargo de los presupuestos de la Ley de Capitalidad, una forma de trilerismo presupuestario.
«El Govern transfiere los fondos al Ayuntamiento de Ibiza y es el Ayuntamiento el que ejecuta las obras. La Ley de Capitalidad no está pensada para financiar colegios», aseguró gráficamente.
La consellera de Cooperación Local, María Fajarnés, se sumó a dicho razonamiento y destacó el compromiso de la institución con «el Ayuntamiento de Ibiza y con la ciudad de Ibiza» y que tiene continuidad con los fondos de Cooperación Local, una de las razones de ser de la institución en tanto de diputación local.
La cantidad
Si bien se ha aprobado un aumento de las transferencias del Govern y del Consell, el alcalde de Vila, Rafael Triguero, considera que no es suficiente y pide ampliar las inversiones a 7,5 millones de euros.
La cantidad es algo menor de la cuantificación realizada por el propio Ayuntamiento en una revisión contemplada en la propia ley y que cifra la compensación en 8,4 millones al año, a razón de 165,75 euros per cápita.
El argumento es que como ha aumentado la población hasta los 50.715 habitantes, Vila debe tomar otro compromiso con la sociedad, en especial en el transporte público, que pasa a ser competencia municipal debido al tamaño de la ciudad.
