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Lacuriosidadmatómifé

Felipe Camacho Palomino

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Opinión

El 17 de enero de 2022, me encontraba en mi casa en Cartagena cuando escuché a la mujer que brinda servicios de limpieza recitando unos versos melódicamente en una lengua que yo no comprendía, le pregunté, ¿Qué estás diciendo? Me comentó que eran unos rezos de su religión A partir de esto mi curiosidad aumentó y comencé a disparar preguntas tales como: “¿De dónde provenía?” o “¿Quién se los había enseñado?” Sorprendentemente respondió a todas mis preguntas.

Esta lengua provenía de Congo, de donde provenían sus ancestros los cuales fueron secuestrados en el año 1778 por los Holandeses y traídos a América en un barco negrero Pero entre todo lo que me contó, destacó la cantidad de veces que me habló su madre, Dominga de Adviento, una mujer que sabía hasta qué pelos cortarse en cada momento Me explicó que estos rezos son para los que están junto a nosotros en el mundo físico pero también para los que están en un mundo espiritual Ana Lucía (mi empleada) dijo que ellos hacen bailes y cantos, me dijo: “Nuestra vestimenta es hermosa y ni hablemos de la comida” Todo esto hace que me den ganas de abandonar el catolicismo para empezar a aplicar estas costumbres en mi vida ya que las veo más puras

Mujeres celebrando en las calles de Cartagena con ropa tradicional

Felipe Camacho

Ahoramedoycuentadeloobvio.

Al decir “más puras” me refiero a que sus intenciones no son llegar a un destino o al “después de la vida”, sino homenajear el presente Ana dijo:

“Si estás disfrutando el momento, serás más feliz ahora y después”; agregó que: “Cuando alguien ya no está con nosotros, debemos tratar de que sea homenajeado de la mejor manera, ya sea con una fiesta o algo memorable"

También me habló de que tenemos que agradecer al que nos brinda felicidad, ya sea una persona, objeto o animal y así llenamos su ser de alegría, haciendo que nosotros participemos de un ciclo de felicidad, lo cual es algo lógico ya que pienso que es mejor que agradecerle a un ser que probablemente ni exista Esto me hace pensar que los africanos al implementar esta manera de pensar son más maduros y disfrutan más el momento; o como Ana Lucía dice “Nosotros la gozamostodoeltiempo”

Como ya he dicho antes, me llamó mucho la atención que no alaban algo o alguien, no a un ser superior, sino al ser que me está causando estos sentimientos Todo esto suena muy hippie pero no es solo agradecer a esta persona sino que tambiénescantarunacanciónparaqueestasseanprotegidas Ademásalnoalabar a un ser de mayor existencia, los africanos que siguen estas costumbres, son agradecidos con la tierra y la ayudan a crecer para que esta les provea más cosas que hacen que el ciclo se repita haciéndolo un sistema bastante confiable y exitoso.

Por último, estos no necesitan de una representación de un Dios en el mundo (ejemplo el papa) entonces no tienen nadie que les diga qué deben o no hacer Más bien seguir su ética y moral además de los valores implementados por sus padres que sí se tomaron el tiempo de enseñarles esta cultura, seguramente sabrán qué es unbuenactoyquéno

En estas costumbres, vienen puramente del alma, más allá de lo físico, pretenden que seamos felices y tal vez hasta alegrar a otros, mientras que el camino de Dios se basa en ser individuos buenos sin importar si no soy feliz con él, todo con tal de llegar al cielo

Así uno vive más feliz y no se preocupa por lo que pasará después Aunque la discrimación hacia este tipo de culturas (especialmente esta) es increíble En esta búsqueda también me topé con el caso de Sierva María, una niña que vive entre la cultura occidental y la africana, me encantaría hablar de ello, pero lo dejaréparaotracolumna

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