Revista COSAS Hombre - Edición 52

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Mr. Webbing

Las marcas hacen lo imposible por auspiciar su programa de YouTube. Sus seguidores forman largas colas para verlo en persona. Su libro fue el tercero más vendido de la última FIL de Lima. Pero él solo trabaja unas horas a la semana.

MOX Por gHiOVAni HinOJOSA

Mox no acepta que le tomen una foto sin su gorro. Nunca se lo quita en el programa que conduce por internet ni en las entrevistas que concede. “Es parte de mi marca”, dice, y se acomoda esa especie de chullo que lo identifica como el peruano más popular de YouTube. What da Faq Show, como se llama su canal, tiene casi cuatro millones de suscriptores. Es un espacio en el que comenta videos raros que la gente cuelga en todo el mundo: dos borrachos seduciendo a una estatua, una anciana de 85 años lanzándose desde un paracaídas, un gato “poseído” por el demonio... Mox tiene una manager que coordina sus entrevistas y presentaciones públicas. Ha sido invitado a ferias en México (donde está la mayor parte de sus seguidores), Argentina, Colombia y Estados Unidos. En Lima, se presentó por primera vez en la Feria Internacional del Libro 2015. Habló sobre “Internet según Mox”, el tercer libro más vendido del certamen. Es una guía alfabética

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de los virales más famosos. Ese día fueron a verlo una horda de adolescentes y jóvenes. Hicieron tanta bulla que se tuvo que cancelar la presentación siguiente, a cargo de Mónica Cabrejos. En medio de su show, el youtuber preguntó: “¿Quién me puede imitar?”. Varios bramaron enloquecidos. Luego de evaluar él mismo a los concursantes que subieron a la tarima, Mox eligió a uno y puso en sus manos el codiciado premio: una réplica de su gorro. Cuando era niño, José Romero (29), como en realidad se llama Mox, no merecía tanta atención. Su infancia transcurrió silenciosamente entre Guatemala, Sudáfrica y Mozambique, donde su papá, un psicólogo peruano, realizaba proyectos de desarrollo para Estados Unidos. Cuando volvió a Lima, y al empezar la secundaria, se sintió un bicho raro. “El primer día de clases, yo levantaba la mano para todo. Mis patas decían: ‘¡Ah, es pavo!’. Eso me loqueó. Acá, en Lima, el más

pendejo es el más chévere. Entonces, me tuve que acriollar”, cuenta. Hoy es un vivazo: con su canal de YouTube, ha logrado popularizar entre los chiquillos expresiones como “meter terror” (impresionar a una chica con fines sexuales), “gaytorade” (homosexual) y “noobster” (nerd). Y gana miles de soles al mes –no quiere precisar cuánto– trabajando unas horas frente a su Mac. YouTube le paga por cada anuncio que se ve en sus videos, y marcas como Samsung, WWE y McDonald’s lo han contratado para que recomiende sus productos en el programa. Un día cualquiera, Mox se despierta a las ocho y media, se embute en su wetsuit y se va a correr tabla. A las once, vuelve a su “depa”, chequea las redes sociales y almuerza. Pasa la tarde con su novia australiana, jugando PlayStation o tocando guitarra. Por la noche, busca videos raros en YouTube y luego se va a tomar un trago con sus amigos. Se acuesta a eso de las dos de la mañana. “La vida está para divertirse”, dice.

FOTO ERICK ANDÍA


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