La familia Navarro Oliver recupera la tradición centenaria que iniciaron sus abuelos en el mayor bosque de acebuchina, ubicado en las tierras altas de Caravaca de la Cruz (Murcia).

La acebuchina es un fruto más pequeño que la aceituna, con un rendimiento mucho menor y del que tras su paso por la almazara, también ecológica, se obtiene un zumo con características antioxidantes y cardioprotectoras.

El proyecto de la familia Navarro Oliver se inició con la cosecha de 2020 a partir de una plantación forestal de acebuche, el olivo silvestre, en el paraje de Campo Coy, a medio camino entre las localidades murcianas de Caravaca de la Cruz y Lorca. Sobrevive en un entorno hostil para otras especies, con un clima extremo, entre pinos y plantas aromáticas, a más de 900 metros de altitud, lo que confiere un carácter único al jugo que se extrae de sus frutos: casi una esencia.

Los inviernos fríos y veranos secos de la zona, hacen que la cosecha dependa bastante de la climatología y sea impredecible y limitada, requiriendo mucho más esfuerzo para obtener el zumo de estas pequeñas aceitunas, muy poco carnosas. Su recolección es completamente manual, sin procedimientos mecánicos y sin prácticas de abonado ni tratamientos fitosanitarios. Tienen un rendimiento de poco más del 6%, es decir, de cada 100 kilos, se obtienen seis litros de aceite como máximo, mientras que otras variedades dan hasta un 20%.

Por ello, aunque la producción es escasa, el resultado es un producto único con cualidades excepcionales en cuanto a valores nutricionales y propiedades saludables indiscutibles, recogidas en una investigación publicada por la Universidad de Sevilla.

Como todos los Aceites de Oliva Virgen Extra, el de acebuchina de Oleum Deos, es especialmente saludable. Es rico en ácidos grasos Omega 3 y 6, y tiene altas concentraciones de antioxidantes, tocoferoles (vitamina E), fitoesteroles y polifenoles. Todo ello hace que su consumo contribuya a la salud cardiovascular, a reducir el colesterol, es antiinflamatorio, mejora el sistema inmunitario, previene el envejecimiento celular y favorece el control de la hipertensión arterial.

Además tiene un sabor excelente y una textura suave (muy agradable), lo que permite utilizarlo en cualquier elaboración culinaria, ideal sobre todo para tomar en frío y muy especialmente para incorporarlo a una tostada de buen pan o en aliños para ensaladas.