El cine de terror argentino viene en alza tanto en cantidad como en calidad: en lo referido a la cantidad, en los últimos diez años las producciones han superado la veintena, de las cuales cuatro se estrenaron en marzo del corriente año; una proporción que grafica el crecimiento en las apuestas al género en este último tiempo. Como ejemplo de la calidad aparece la recientemente estrenada Aterrados, de Demián Rugna, con quien charlamos sobre su película, sobre el cine de terror en general y la situación del cine argentino de género.

 Romina Quevedo: ¿Qué te interesa del género?

Demián Rugna: Me gusta la posibilidad creativa que te da, poder inventar mundos personales, transgredir, ir y venir entre lo border y lo formal. Me parece maravillosa la relación con el público que es tan fanático como exigente. Creo que el género es, además, divertido de hacer.

RQ: ¿Dentro de la variedad que abarca, cuál es tu cine de terror favorito, el cine al que apuntas?

DR: Es una buena pregunta por lo difícil de responder. La verdad que no lo sé. Quiero contar cosas originales o lo más original que pueda sin irme al margen de lo autoral. Muchos ven mi cine como comercial y muchos otros como de autor. Entonces creo que tiene un poco de las dos cosas. El cine de terror me gusta que sea novedoso, sino no. Prefiero el fantástico con humor antes que una película trillada.

RQ: Dentro del crisol de subgéneros, Aterrados logra originalidad. ¿Cuál es la clave para apropiarse de esas estructuras rígidas?

DR: Ser sincero conmigo, no seguir a nadie pero respetar mis influencias y aceptarlas, intentar no ir por los caminos fáciles y sobre todo defender a rajatabla mis guiones, eso creo que es la clave. Ahora no sé si funcionará siempre. ¡Ojala que sí! Si hay una moda, en un subgénero seguramente me verás del otro lado, como a destiempo. Incluso Aterrados llegó a dejar de interesarme cuando mientras trataba de conseguir productores yo veía que películas como Actividad paranormal y luego El conjuro tenían éxito. Ver eso me hizo dejar de interesar Aterrados a punto de dejar de considerarlo. Entonces creo que es importante no aferrarse de la moda.

RQ: En tus anteriores películas (¡Malditos sean!; No sabés con quién estás hablando), se utilizan lugares de tensión histórica (el golpe militar en la primera, la vida de los outsiders suburbano en la segunda), pero no se cae en moralismos o bajadas de línea. ¿Crees que la función del cine -o de cierta clase de cine- tiene que ver más que ver con la distensión de las ansiedades que con su expresión?

DR: Para mí la función del cine es entretener, en un primer lugar, y luego dependerá del director, si puede hacer pensar a la vez. Cada una de mis películas tiene un porqué, dependiendo de la etapa de mi vida en relación al cine del momento y a la coyuntura social. Si bien en lo personal soy un tipo politizado y comprometido, mi cine aún no baja línea, ni busca en su contenido ser más inteligente que el espectador. Si me sale una metáfora, bárbaro, pero yo prefiero priorizar que la pases bien en una sala. Entiendo que mi función como artista es hacer cine fantástico en mi país y si quiero dejarte pensando prefiero que pienses que acá también podemos hacer cine fantástico.

RQ: ¿Te interesa más la trama o generar el efecto de terror?

DR: La trama, que el espectador se quiera quedar a ver la película una vez que empieza. Lo peor que me puede pasar es el desinterés del espectador a la mitad de la película.

RQ: ¿Qué tanto sentís que te condiciona la cuestión presupuestaria a este género en particular?

DR: Muchísimo. Lamentablemente estamos cada vez más justos con los presupuestos. En lo personal yo hago cine costoso, si bien nunca pude tener un buen presupuesto en mis películas y me adapté a hacerla con lo que tenía; pero ya estoy re podrido, por eso las dos películas que iba a hacer este año y el próximo no las puedo hacer no alcanza la guita. Y eso que no es mucha, ni más que mis anteriores. Pero no puedo retroceder y arriesgarme tanto después de hacer Aterrados, ya tengo un parámetro.

RQ: Con tu anterior película encontraste barreras en la distribución, ¿cómo fue ese proceso con Aterrados?

DR: Con Aterrados se dio todo de manera idílica, estrenamos mundialmente, ganamos un premio importante, festivales, más premios, buenas criticas, y finalmente estreno en 74 salas. Logré cosas importantes pero aun así no logramos salir del patio chico del cine independiente. Si bien el boca en boca de Aterrados fue genial es algo que tarda mucho en crecer. Al no tener publicidad teníamos las salas pero el público masivo no sabía ni que existía la película. Hoy carecemos de medios grandes que te den un espacio. Da bronca porque Aterrados viene ganando premios, la rompe con la critica, con el público y encima ahora esta jugando en todos los festivales más importantes de género del mundo… ¿no creen que merece al menos una nota en la tele? Bueno no contamos con tele, solo medios amigos y algún favor de un conocido, eso porque no podemos pagar lo que cuesta una promoción para llegar a las masas. Es así de duro, e imagináte lo que le depara para el resto del cine independiente.

RQ: ¿Crees que en Argentina cuesta más hacer cine de género que otras formas alternativas a la hora de lograr financiamiento y distribución?

DR: Antes costaba mucho, ahora no tanto. No sé, es complejo, yo todavía tengo adentro mis tres películas anteriores y solo Aterrados está por lograr una buena distribución. Producir género con lo mínimo que te da el INCAA es un riesgo a que quede mal, entonces ahí se acortan las posibilidades, sobre todo en esta época.

RQ: En relación a años anteriores, ¿hay una apertura en ese sentido?

DR: Sí, ha cambiado mucho la mirada hacia el cine fantástico.

RQ: El cine de terror viene madurando y hoy goza de su mejor salud desde hace años. ¿A qué crees que se debe?

DR: A que empezaron a aprobarse proyectos en el INCAA, a que apareció Blood Windows, y sobre todo y fundamental a las dos décadas de esfuerzo de muchos cineastas autogestivos que junto al Buenos Aires Rojo Sangre apuntalaron con mucho amor a este tipo de cine desde su diversidad.

RQ: ¿Qué proyectos tenés por delante?

DR.: Tengo varios, ahora mismo tengo las manos puestas en la segunda parte de Aterrados, aun esta todo muy verde. Pero bueno tardé nueve años en concretar la 1, puedo esperar para la 2.

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