Células espermatogénicas: situadas en el interior de los túbulos seminíferos entre los
compartimentos o microambientes que dejan las prolongaciones de las células
sustentaculares. Al llegar la pubertad, comienzan a dividirse por mitosis para dar origen
a nuevas células espermatogénicas con mayor madurez que las que les dieron lugar y en
mayor número.
Las células espermatogénicas más primitivas reciben el nombre de espermatogonias
primitivas o células madre espermatogénicas, las cuales tienen una dotación
cromosómica diploide (2n), situadas en la porción más periférica de los túbulos
seminíferos, pegadas a su membrana basal, y corresponden a aquellas células que
alcanzaron ese grado de diferenciación y que han permanecido latentes hasta la
pubertad. A partir de este momento, algunas espermatogonias primitivas permanecen en
reposo mientras que otras comienzan a proliferar por mitosis.
Algunas espermatogonias siguen dividiéndose por mitosis y se transforman en
espermatocitos primarios, diploides (2n) y con fórmula cromosómica 46, XY. Éstos son
desplazados por las células sustentaculares un poco más al interior de los túbulos
seminíferos. Mientras ocurren las divisiones, los diferentes tipos de células
espermatogénicas de una misma generación están unidos entre sí por puentes de
citoplasma, manteniendo el contacto durante su diferenciación, lo que les permite
coordinar su desarrollo.
Los espermatocitos primarios entran nuevamente en división, pero ahora por meiosis,
comenzando la meiosis I. Al terminar ésta, se transforman en espermatocitos
secundarios, más pequeños, haploides (1n) y con cromosomas bivalentes; de esta
primera división meiótica, uno de los espermatocitos secundarios va a tener fórmula
cromosómica 23, X y el otro 23, Y. La meiosis I dura aproximadamente 24 días.
Los 2 espermatocitos secundarios haploides (1n) y bivalentes entran ahora a la meiosis
II, dando origen cada uno de ellos a 2 espermátides, más pequeñas, haploides (1n) y con
cromosomas monovalentes; la fórmula cromosómica de las espermátides resultantes de
esta segunda división meiótica va a ser 23, X para 2 de ellas y 23, Y para las otras 2. La
meiosis II es muy rápida y dura aproximadamente 8 horas.
Cada una de las espermátides entra ahora a un proceso de diferenciación denominado
espermiogénesis, durante el cual va a sufrir una serie de cambios que la transforma en
un espermatozoide haploide (1n) y monovalente, rompiéndose los puentes de
citoplasma que hasta ese momento habían mantenido unidas a las diferentes células
espermatogénicas de una misma generación. Espermátides y espermatozoides quedan