WhatsApp tendrá interoperabilidad con otras apps de mensajería cifrada

Las nuevas normas de la Unión Europea obligan a WhatsApp y Messenger a ser interoperables con otras aplicaciones de chat. Así es como funcionará.
Icono de WhatsApp visto entre muchos cuadros de colores
Los usuarios de WhatsApp que opten por esta modalidad verán los mensajes de otras apps en una sección separada en la parte superior de su bandeja de entrada.Cameron Getty/Getty Images

Una molestia frecuente de la vida contemporánea es tener que alternar entre diferentes aplicaciones de mensajería para llegar a la persona que buscas. iMessage, WhatsApp, Messenger, Signal... todas coexisten en sus propios chats de grupo y contactos aislados del resto. Pronto, sin embargo, WhatsApp hará lo impensable hasta la fecha para sus 2,000 millones de usuarios: permitir que la gente te envíe mensajes desde otra app. O al menos, ese es el plan.

Durante los dos últimos años, WhatsApp ha estado preparando una forma de que otras aplicaciones de mensajería se conecten a su servicio y dejen a la gente chatear entre apps, todo ello sin vulnerar el cifrado de extremo a extremo que usa para proteger la privacidad y seguridad de los mensajes de la gente. Es la primera vez que la aplicación de chat se abre de este modo y ofrece potencialmente una mayor oferta de competidores.

La nueva interoperabilidad de WhatsApp en Europa

No se trata de un cambio exclusivamente provocado por WhatsApp. En septiembre del año pasado, los legisladores europeos designaron a Meta como una de las seis empresas “guardianas de acceso” influyentes conforme a su Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés) de gran alcance, dándole seis meses para abrir su jardín amurallado a los demás. Cuando faltan pocas semanas para que acabe ese plazo, WhatsApp está detallando cómo funcionaría su interoperabilidad con otras aplicaciones.

“Existe una tensión real entre proporcionar una forma fácil de ofrecer esta interoperabilidad a terceros y, al mismo tiempo, preservar el nivel de privacidad, seguridad e integridad de WhatsApp”, señala Dick Brouwer, director de ingeniería de la compañía, quien trabajó en Meta implementando el cifrado en su aplicación Messenger. “Estamos bastante contentos con el punto al que hemos llegado”.

La interoperabilidad tanto en WhatsApp como en Messenger, como dictan las normas europeas, se centrará inicialmente en los mensajes de texto, el envío de imágenes, mensajes de voz, videos y archivos entre dos personas. Las llamadas y los chats de grupo llegarán más adelante. La legislación de Europa únicamente se aplica a los servicios de mensajería, no a los textos SMS tradicionales. “Uno de los requisitos fundamentales, y esto es muy importante, es que los usuarios decidan participar”, destaca Brouwer. “Pueden elegir si quieren ser parte o no en el intercambio de mensajes con terceros. Es relevante porque esto podría ser una gran fuente de spam y estafas”.

Los usuarios de WhatsApp que opten por esta modalidad verán los mensajes de otras apps en una sección separada en la parte superior de su bandeja de entrada. Esta bandeja de entrada de “chats de terceros” ya se ha visto anteriormente en versiones de desarrollo de la aplicación. “La primera idea es poner una bandeja de entrada separada, dado que estas redes son muy diferentes”, declara Brouwer. “No podemos ofrecer el mismo nivel de privacidad y seguridad”, comenta. Si WhatsApp añadiera los SMS, también emplearía una bandeja de entrada aparte, aunque no hay planes para incorporarla, resalta.

En general, la idea de la interoperabilidad es sencilla. No deberías tener que saber qué aplicación de mensajería utilizan tus amigos o familiares para ponerte en contacto con ellos, y deberías ser capaz de comunicarte de una app a otra sin tener que descargar ambas. En un mundo interoperable ideal utilizarías, por ejemplo, iMessage de Apple para chatear con alguien en Telegram. Sin embargo, para aplicaciones con millones o miles de millones de usuarios, hacer esto realidad no es fácil: las apps de mensajería cifrada cuentan con sus propias configuraciones y protocolos diferentes y siguen reglas distintas en lo que respecta a la privacidad.

¿Qué efectos tendría la interoperabilidad de WhatsApp?

A pesar de que WhatsApp lleva más de un año trabajando en su plan de interoperabilidad, aún pasará algún tiempo hasta que los chats de terceros lleguen a las aplicaciones de los usuarios. Las compañías de mensajería que quieran interactuar con WhatsApp o Messenger tendrán que firmar un acuerdo con la empresa y seguir sus condiciones. Los detalles completos del plan se publicarán en marzo, indica Brouwer; según la legislación de la Unión Europea, la compañía dispondrá de varios meses para ponerlo en práctica.

Brouwer asegura que Meta preferiría que otras apps emplearan el protocolo de encriptación Signal, en el que se basan sus sistemas. Aparte de su aplicación homónima y de los servicios de mensajería propiedad de Meta, se ha divulgado públicamente que este protocolo se utiliza en Google Messages y Skype. Para enviar mensajes, las aplicaciones de terceros tendrán que cifrar el contenido mediante dicho protocolo y después empaquetarlo en estrofas de mensajes en el Lenguaje de Marcado Extensible o XML (por sus siglas en inglés). Para recibir mensajes, las apps tendrán que conectarse a los servidores de WhatsApp.

“La mejor manera de ofrecer este servicio es mediante una solución construida a partir de la actual arquitectura cliente-servidor de WhatsApp”, sostiene Brouwer, quien añade que ha estado trabajando con otras empresas en los planes. “Esto significa efectivamente que el enfoque que intentamos adoptar es que WhatsApp documente nuestro protocolo cliente-servidor y permita que clientes de terceros se conecten directamente a nuestra infraestructura e intercambien mensajes con los clientes de WhatsApp”.

Existe cierta flexibilidad en la interoperabilidad de WhatsApp. La aplicación de Meta también permitirá que otras aplicaciones utilicen protocolos de encriptación diferentes si “demuestran” que cumplen las normas de seguridad que WhatsApp describe en su guía. También existirá la opción, según Brouwer, de que los desarrolladores externos añadan un servidor proxy entre sus aplicaciones y el servidor de WhatsApp. Esto, aclara, daría a los desarrolladores más “flexibilidad” y eliminaría la necesidad de que utilizaran los protocolos cliente-servidor de WhatsApp, pero también “aumenta los posibles vectores [formas] de ataque”.

Hasta ahora, no está claro qué compañías, si es que existe alguna, están planeando conectar sus servicios a WhatsApp. WIRED le preguntó a 10 propietarios de servicios de mensajería o chat, incluidos Google, Telegram, Viber y Signal, si tenían previsto considerar la interoperabilidad o si habían trabajado con WhatsApp en sus planes. La mayoría de las empresas no respondieron a nuestra solicitud de comentarios. Las que sí lo hicieron, Snap y Discord, manifestaron que no tenían nada más que agregar. Cabe destacar que la Comisión Europea está investigando si iMessage de Apple cumple los requisitos para ofrecer interoperabilidad con otras aplicaciones. La multinacional no contestó a nuestra petición de replica; esta también se ha enfrentado recientemente a dificultades en Estados Unidos sobre la naturaleza cerrada de iMessage.

Matthew Hodgson, cofundador de Matrix, que construye un estándar de código abierto para el cifrado y dirige la aplicación de mensajería Element, confirma que su empresa trabajó con WhatsApp en la interoperabilidad de forma “experimental”, pero que no puede compartir nada más debido al acuerdo de confidencialidad. En una charla el pasado fin de semana, Hodgson presentó arquitecturas “hipotéticas” para que Matrix se conecte a los sistemas de dos “guardianas de acceso” que no empleen los mismos protocolos de encriptación.

La protección de los datos concentrada en pocas apps

Por su parte, Julia Weis, representante de la app suiza de mensajería Threema, sostiene que, aunque WhatsApp se puso en contacto con ella para hablar de sus planes de interoperabilidad, el sistema propuesto no cumplía las normas de seguridad y privacidad de su aplicación. “WhatsApp especifica todos los protocolos y no tendríamos forma de saber qué ocurre realmente con los datos de los usuarios que se transfieren a WhatsApp; después de todo, es de código cerrado”, afirma Weis. La política de privacidad de WhatsApp establece el uso que hace de los datos de las personas.

Cuando la Unión Europea anunció por primera vez que las aplicaciones de mensajería tendrían que trabajar juntas a principios de 2022, muchos criptógrafos destacados se opusieron a la idea, argumentando que añade complejidad e introduce potencialmente más riesgos para la seguridad y la privacidad. Carmela Troncoso, profesora asociada de la universidad suiza École Polytechnique Fédérale de Lausanne, que se dedica a la ingeniería de seguridad y privacidad, opina que las medidas de interoperabilidad implicarían potencialmente diferentes relaciones de poder entre las compañías, dependiendo de cómo se apliquen.

“Este movimiento a favor de la interoperabilidad, por un lado, abrirá el mercado, pero también quizá lo cierre en el sentido de que ahora los grandes tendrán más poder de decisión”, apunta Troncoso. “Ahora, si el gran actor hace un movimiento y tú quieres seguir siendo interoperable con él, porque tus usuarios están interesados en ello, tendrás que adherirte”.

Aunque la interoperabilidad de las aplicaciones de mensajería encriptada sea posible, sigue habiendo algunos retos fundamentales sobre el modo en que los sistemas funcionarán en el mundo real. Hasta que la gente no empiece a emplear configuraciones interoperables no se sabrá hasta qué punto el spam y las estafas serán un problema en las distintas apps. También hay dudas sobre cómo se encontrarán las personas en las distintas aplicaciones. Por ejemplo, WhatsApp se sirve de tu número de teléfono para interactuar y enviar mensajes a otras personas, mientras que Threema genera aleatoriamente identificadores de ocho dígitos para las cuentas. Vincularse con WhatsApp “eliminaría el anonimato de los usuarios de Threema”, subraya Weis.

Brouwer, de Meta, comenta que la compañía sigue trabajando en las funciones de interoperabilidad y en el nivel de asistencia que pondrá a disposición de las empresas que quieran integrarse con ella. “Nadie sabe muy bien cómo funciona esto”, declara Brouwer. “No tenemos ni idea de cuál es la demanda”. Sin embargo, dice que se tomó la decisión de utilizar la arquitectura existente de WhatsApp para ejecutar la interoperabilidad, ya que significa que se podrá escalar más fácilmente el sistema para chats de grupo en el futuro. También reduce la posibilidad de que la información de las personas quede expuesta a varios servidores, afirma Brouwer.

En definitiva, la interoperabilidad evolucionará con el tiempo, y desde la perspectiva de Meta, asevera Brouwer, será más difícil añadirle nuevas características de manera rápida. “No creemos que los chats de interoperabilidad y los de WhatsApp evolucionen al mismo ritmo”, dice Brouwer, asegurando que es “más complicado hacer evolucionar una red abierta” que una cerrada. “En el momento en que realizas algo diferente, de lo que sabemos que funciona realmente bien, abres un riesgo de seguridad, problemas de privacidad y complejidad que siempre serán mucho mayores de lo que crees”.

Artículo publicado originalmente en WIRED. Adaptado por Andrei Osornio.