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EDUARDOL. SUÁREZ     BENEDICT ANDERSON




                      COMUNIDADES
                       IMAGINADAS
                        Reflexiones sobre el origen
                     y la difusión del nacionalismo




                   FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
                                MÉXICO
COLECCiÓN POPULAR

          498
COMUNIDADES IMAGINADAS
Primera edición en inglés, 1983
Segunda edición en ingles, 1991
Primera edición en español
  de la segunda en inglés, 1993                                        Para Mamá y TAI'TIETTE
                                                                        con amor y gratitud




Título original:
lmagin«l Communilits. &jkctions "" the Origin and Sfnw1d ofNalioMlUm
© 1983, 1991, Benedict Anderson
Publicado por VERSO, Londres y Nueva York
ISBN 0-86091-546-8



cultura Libre
D. R.   e 1993, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, S. A. DE C. V.
Carretera Picacho-Ajusco 227; 14200 México, D. F.

ISBN 968-16-3867-0
Impreso en México
RECONOCIMIENTOS

Como resultará evidente para el lector, mis ideas acerca
del nacionalismo han sido profundamente afectadas
por las obras de Erich Auerbach, Walter Benjamin y
VíctorTurner. En la preparación de este libro, en par-
ticular, me ayudaron enormemente las críticas y los
consejosde Anthony Barnett, Steve Heder y mi herma-
no Perry Anderson. J. A. Ballard, Mohamed Chambas,
Peter Katzenstein, el finado Rex Mortimer, Francis
Mulhern, Tom Nairn, Shiraishi Takashi,Jim Siegel, Lau-
ra Summers y Esta Ungar también me brindaron una
ayuda invaluable en diferentes formas. Naturalmente,
a ninguno de estos críticos amables deberá considerar-
se responsable en modo alguno de las deficiencias del
texto, sólo imputables a mí mismo. Quizá deba añadir
que soy por mi formación y mi trabajo un especialista
en el sudeste asiático. Esta confesión podría ayudar a
explicar algunos de los sesgos y los ejemplos del libro, y
a moderar sus pretensiones de generalización.




                                                        9
PRÓLOGO A lA SEGUNDA EDICIÓN
     Cree que su tarea es iluminar la histori a a contrapelo.

                               WALTER BEN]AMIN,   /lluminations.   ¿Quién habría imaginado que la tormenta sopla con
                                                                   más furía cuanto más atrás deja al Paraíso?
  Así pues, de una Mezcla de todas clases sUrgió                      Los conflictos armados de 1978-1979 en Indochina,
  esa cosa Heterogénea llamada Un inglés:         '                que fueron el motivo directo del texto original de Comu-
  engendrado en raptos ansiosos y furiosas Lujurias                nidades imaginadas, 12 años después ya parecen perte-
 entre un Bretón Pintado y un Escocés:              '              necer a otra época. De pronto me obsesionó la perspec-
 Cuyos ~escendientes aprendieron pronto a inclinar la cabeza       tiva de otras guerras en grande escala entre los Estados
 y a uncir sus Bueyes al Arado Romano:                             socialistas, Hoy, la mitad de estos Estados. han pasado a
 ~e donde surgió una Raza Híbrida,                                 formar parte de las ruinas, a los pies del Angel, y el res-
 Sin nombre ni Nación, Idioma o Fama.                              to teme seguirlos muy pronto. Las guerras a las que se
 En cuyas Venas calientes brotaron                                 enfrentan los sobrevivientes son guerras civiles. Y es
 rápidamente nuevas Mezclas,
                                                                   grande la probabilidad de que, al comienzo del nuevo
 co.mbinaciones de un Saj6n y un Danés.
Mientras que sus Hijas Fecundas,                                   milenio, poco quede de la Unión de Repúblicas Socia-
con la complacencia de sus Padres                                  listas Soviéticas, excepto... unas repúblicas.
recibían a todas las Naciones con Lujuria Promiscua                   ¿Debió ser previsto todo esto? En 1983, yo escríbí que
Esta Proge~íe Nauseabunda contenía directamente .                  la Unión Soviética era "tanto el legado de los Estados
la Sangre bien extractada de los Ing{ae.t [... j.                  prenacionales dinásticos del siglo XIX como la precur-
                                                                   sora de un orden internacionalista del siglo XXI". Pero,
                    DANIEL DEFoE,   Tñe True-Born EnglUhman.       habiendo seguido las explosiones nacionalistas que des-
                                                                   truyeron los vastos reinos políglotas y poliétnicos que
                                                                   fueron gobernados desde Viena, Londres, Constanti-
                                                                   nopla, París y Madrid, yo no pude ver que la fila conti-
                                                                   nuaba al menos hasta Moscú. Resulta una consolación
                                                                   melanCólica observar que la historia parece estar con-
                                                                   firmando la "lógica" de Comunidades imaginadas mejor
                                                                   que su propio autor.
                                                                    . No sólo el mundo ha cambiado de aspeclo en los úl-
                                                                   ~mos 12 años. También el estudio del nacionalismo se
                                                                     a transformado sorprendentemente: en método, esca-

                                                                                                                           11
la, refinamiento y simple cantidad Tan '1                I            simpleme~te corregir err~res de.hech~, concepción e in-
     mgl        N."                          "      so o en engu            terpretacion que yo habna debido evitar al preparar la
           esa, ations BefareNationalism (1982) d ] A                 a
    strong; NatlOnalism and the State (1982) de'] ~ "B" ~n¡,               versión original. Estas correcciones -<on el espíritu de
    Nations and Nationalism (1983) d E '              o n reUlIIy;          1983, por decirlo así- incluyen ciertas alteraciones de la
    Pn       di "                      , e rnest Gellner" So "
       econ ttums ojNational Reuiual in Europe (1985)
    roslav Hroch: The Ethnic Ori "
                                                                   d
                                                                  Cl~
                                                             , e MI.
                                                                           primera edición, así como dos capítulos nuevos, que
                                                                           básicamente tienen el carácter de apéndices discretos.
   Anthony Smi;h; Nationalist Ttu;h:~~~:;~i!n9~6iv. de                         En el cuerpo principal del texto, descubrí dos graves
    (1986), de P. Chatterjee N. "                     "I"orki              errores de traducción, al menos una promesa no cum-
    1788 (I990) dE" H 'bY b atums and Natlonalism sine, ,                  plida, y un hincapié que estaba fuera de lugar. Incapaz
                    , e nc o s awm -para n                     .
   más que unos cuantos de los textos                o mencions,           de leer en español en 1983, sin pensarlo confié en la
   canee Ypoder teórico han h h                c1ave-, por su al.           traducción inglesa hecha por León Ma. Guerrero del
                             , e c o que en gran
   d uque la bibliografia tradicion I b          I         parte ca-        Noli Me Tangm de José Rizal, aunque disponía de tra-
                                      a so re e tema Enp t                 ducciones anteriores. Sólo en 1990 descubrí cuán fasci-
   con base en estas obras ha h bid                     .       ar e,
  proliferación de estudios histtri~ o ~.na e~traordinaria                  nadoramente corrompida era la versión de Guerrero.
  lógicos, sociológicos, feministas ;s, t Iteranos, antrop{)o               Para una larga e importante cita de Die Nationalitiiten·
 objetos de estos campos de .             . o r?~, que unen los            jrage und die Sozialdemoatuie, de Otto Bauer, por pereza
 nalismo Yla nación.'              mvestlgaclon con el naci{)o              me confié en la traducción de Osear Jászi. Una consul-
     Adaptar Comunidades ima ' ad                                           ta más reciente del original alemán me ha mostrado
 estos vastos cambios del mu~:
 que está más allá de mis f
                                             ':t
                                             ~ las demandas de
                                       Y e texto es una tarea
                                                                            hasta qué punto las predilecciones políticas de Jászi al-
                                                                            teraron sus citas. Al menos en dos pasajes, infielmente
 guiente, me pareció mejor ~e~zat actuales.. Por consi-                     prometí explicar por qué el nacionalismo brasileño se
 riodo, "no restaurada" ceJar as ~omo pieza de pe-                          desarrolló tan tarde y tan idiosincrásicamente, en com-
        .                    , on su propIo estil         '1
ambiente característicos D                           o, SI ueta Y           paración con los de otros países latinoamericanos. El
una parte, el pleno resuÚados cosas me consuelan. Por                       texto presente trata de cumplir la promesa.
tos ocurridos en el "            o final de los acontecimien.                  Había sido parte de mi plan original insistir en los
                          VIeJo mundo        . r
envuelto en la oscuridad P               SOCia rsta permanece               origenes del nacionalismo del Nuevo Mundo. Había te-
sico método Ylas pr            . o.r otra parte, el idiosincrá·             nido la sensación de que un provincianismo inconscien-
ginadas me parecen :o~~p:~~nes de Co,:,unidades ima.                        te había influido y deformado las teorías sobre el tema.
nuevos estudios sobre na~io ¡.en las margenes de los                        Losestudiosos europeos, habituados a su presunción de
menos, no han caducado po~a Ismo en ese sentido, al                         que todo lo importante que ha ocurrido en el mundo
   Lo ue h                         comp l: eto.                             moderno se originó en Europa, con demasiada facili-
         q      e tratado de hacer , en esta e d'" h a SIdo
                                                 icron,       .
                                                                            dad tomaron como punto de partida los nacionalismos
                                                                            etnolingüísticos de "segunda generación" (húngaros,
   I Hobsbawm ha tenido el valor de lIe ar                  . .-            checos, griegos, polacos, etc.) en sus modelos, sin que
de esta explosión de estudí      d         g.. a la conclusión, a partir
                            lOS,   e que la eoor- d i '                     importara que estuviesen en "pro" o en "contra" del
acerca a su fin: el búho de M"                poca e nacionalismo se
                              inerva levanta el vuelo al caer la noche.
12                                                                                                                                 13
nac!~nalismo. Me espantó descubrir, en muchas de Ja¡               tica de los nacionalismos que, a la postre, surgió pa~
    n?uclas de C?",u~idadesimaginadas, que este provincia              combatirlos. De hecho, podriamos llegar hasta decir
    n.~mo eu~ocentnco permanece impávido, y que el de                     ue el Estado imaginó a sus adversarios locales, como
    CI.IVO capítulo sobre las Américas como originado1'lll             ~n un ominoso sueño profético, mucho antes de <J,l;le
    pasaba casi entera~ente in~?vertido. Por desgracia, ne             cobraran auténtica existencia histórica. A.I~ form~c~on
   he encontrado mejor solución "instantánea" a este pro               de estas imágenes,la abstracta cuantificaclOn/s~nal~~a­
   bl~ma que dar al capítulo IV el título de "Los pionero              ción de personas, hecha por el censo, la logoización
   cnollos".
                                                                       del espacio político debida ~ los mapas, y I~ ~ecuméni­
      ~J.llos dos "apéndices" trato de corregir graves falla¡          ca" y profana genealogizacion del museo hicieron con-
   teoncas ,de la p~mera edicíón." Algunos críticos ama                 tribuciones en trelazadas.
  bIes hablan sugendo que el capítulo VII ("La últi      I                 El origen del segundo "apéndice" fue, el ~umillante
  da")'        lifi                                 mao ea
    ,    slmp ícaba excesivamente el proceso que mode-                  reconocimiento de que en 1983 yo habla CItado a Re-
  lo los ,tempranos nacionalismos del "Tercer Mundo.                    nan sin la menor comprensión de lo que él había di-
  Ademas, en ese capítulo no se hacía frente con seriedad               cho en realidad: yo había tomado como una fácil iro-
  al problema del papel del Estado colonial local (para                 nía lo que en realidad era absolutamente extraño. Esta
  no h~lar.de la .metrópoli) al moldear estos nacionalis-               humillación también me obligó a comprender qne yo
 mos. mismo tiempo, con cierto malestar me di cuenta                    no había dado una explicación inteligible exactamente
 d.c: que lo que yo había creído que era una contríbu,                  de cómo y por qué naciones nuevas se habían imagina-
 CIO? bastante nueva al pensamiento acerca del nacío-                   do ser antiguas. Lo que en la mayoría de los escritos
 ~a1lSmo -las cambiantes aprehensiones del tiempo--                     académicos parecía confusión maqui~v~lica o fantas~~
 e .aramente carecí~ de su coordenada necesaria: las caro-              burguesa, o desinteresada verdad histórica, me pareclo
:Iantes aprehensIOnes del espacio. Una brillante tesis                  ahora algo más profundo y más interesante. ¿Ysi la "an-
   «:,CtoraI d.e Th.0ngchai Winichakul, joven historiador               tigüedad" fuese, en cierta coyuntura histórica, la conse-
tal, me esu~ulo ~ peJ.l~ en la contribución de la car-                   cuencia necesaria de la "novedad"? Si el nacionalismo era,
tograña a la Imagmaclon nacionalista                                     como yo suponía, la expresión de una forma radical-
    ~EI censo, el mapa y el museo" anaiiza, por tanto, el                mente alterada de la conciencia, ¿no debía la conciencia
modo en. que, en forma del todo inconsciente, el Esta-                   de esa ruptura, y el necesario olvido de las conciencias
do COIOO1a1o~el siglo XIX (y las políticas que su mentali-               anteriores, crear su propia narrativa? Visto desde esta
dad favoreclo) engendraron dialécticamente la grama-                     perspectiva, el atávico fantasear característico de la ma-
                                                                        yor parte del pensamiento nacionalista después del de-
   'Elpo           éndí
         nmer apeo Ice tuvo por origen un escrito preparado              cenio de 1820 aparece como un epifenómeno; lo que
una conferencia que se dio en Karachi en enero de 1989 arra:::.          realmente importa es la alineación estructural de la
;::J"'r ~ :o~ld los~tute.for Developmem Ecooomics R!.earch de
Ti_ L i ' anons UDI""....ty. Un esbozo del YaO'odo .~_¡o en T..
"N
     nue    - S ,....,__
            J
       o _o _.
                                     .                         " , L
               "1'1':-._1 del 13 de JUDlO de 1986, con el título de
                                       o   --,,-    ....- __
                                                                         "memoria" nacionalista posterior a r820 con las premi-
                                                                         sas y convenciones internas de la biografia y la autobio-
   arrabng the Natíon",                                                  grafia modernas.
14
                                                                                                                                15
Dejando aparte todos los méritos o deméritos teórí
 cos que los dos "apéndices" puedan tener, cada Uno                             1. INTRODUCCIÓN
  tiene sus limitaciones más cotidianas. Los datos tOma
 dos para "el censo, el mapa y el museo" proceden, ínte
 gramente, del sudeste de Asia. En ciertas maneras, esa       QUIZA sin que lo notemos mucho todavía, vivimos una
                                                                      . .
                                                                                                      hi    . del rnarxi
 región ofrece espléndidas oportunidades para las teorías            -< rmación fundamental en la istona e marxis-
                                                              tran",O                             .    S      - al     •.
 comparativas, ya que abarca zonas antes colonizadas                   d los movimientos marxistas. us sen es mas VI-
                                                              '?bo¡ Y sane las guerras recientes entre Vietnam. Camboya
 por casi todas las grandes potencias imperiales (Ingla-      SI es                                               . hí •.
 terra, Francia, Holanda, Portugal, España y los Estados          China. Estas guerras tienen una importancia IStOn-
 Unidos) así como el no colonizado Siam. Sin embargo,         y mun di I porque son las primeras que ocurren entre
                                                              ca          la                                 .           I
queda por ver si mi análisis, aun si es verosímil para esta         •menes de independencia y credenciales revo ti-
                                                               regl 'as 'Innegables                 .       d e Ios beliIge-
región, puede aplicarse convincentemente a todo el glo-       c l o n a n , y porque mnguno rfi 'al
                                                                 .
bo. En el segundo apéndice, el material empírico bos-          rantes ha hecho más que esfuerzos supe CI es p~
quejado se relaciona casi exclusivamente con la Euro-         JUSltífiIcar el derrame de sangre desde el punto fu VIsta
                                                               .                               ..                   de
pa occidental y con el Nuevo Mundo, regiones sobre 131         de una teoria marxista reconocible. MIentras 9ue ,e ape-
cuales mi conocimiento es muy superlicial. Pero ahí de-        nas posible interpretar los choques fr~~tenzos Sl~~
bia estar el enfoque, pues fue en estas zonas donde las        viéticos de 1969, y las intervenclones militares soVletl~
amnesias del nacionalismo fueron anunciadas por vez            en Alemania (1953), Hungria (195?}. Che~?slova9u..a
primera.                                                       (1968) y Mganistán (1980) en función del imperialis-
                                    BENEDlCf ANDERSON
                                                               mo social", la "defensa del socialism~". etc. ¿e,acuer-
Febrero de 1991                                                do con losgustos-- supongo que na~le creera senamen-
                                                               te que tales términos sean muy aplicables a lo que ha
                                                               ocurrido en Camboya.
                                                                   Si la invasión y la ocupación de Camboya por parte
                                                               de los vietnamitas. en diciembre de 1978 y e~ero de
                                                               1979, representaban la primera guerra t¡tmvenaonal,m
                                                               gran escala librada entre regímenes ~aTX1Stas revolucio-
                                                               narios,' el ataque perpetrado por China contra Vietn~,
                                                               en febrero, confirmó rápidamente el precedente. Sólo

                                                                I Se e.coge esta form ulación sólo para ~estacar la escala y las .con-
                                                              diciones de la pelea, no para culpar a nad~e.A fi.n de evitar posibles
                                                              malentendidos, convendrá aclarar que la mvasion de diciembre de

  16                                                                                                                              17
los más fieles se atreverian a apostar que, en los últimos                  ria de los Estados dinásticos prenacionales del siglo XIX
años de este siglo, todo estalJido significativo de hostili-                como la precursora de un orden internacionalista del si-
dades interestatales pondrá por fuerza a la URSS y a Chi-                  glo XXI.!
na -ya no digamos los Estados socialistas más peque-                           Eric Hobsbawm tiene toda la razón cuando afirma
ños-- del mismo lado. ¿Quién puede estar seguro de                          que "los movimientos y los Estados marxistas han ten-
que Yugoslavia y Albania no llegarán a las manos algún                     dido a volverse nacionales no sólo en la forma sino tam-
día? Los diversos grupos que pugnan por un retiro del                      bién en la sustancia, es decir, nacionalistas. Nada sugie-
Ejército Rojo de sus campamentos en Europa oriental                        re que esta tendencia no continuará"." Y la tendencia
debieran recordar el grado en que su presencia aplas-                      no se confina al mundo socialista. Las Naciones Unidas
tante desde 1945 ha evitado el conflicto armado entre                      admiten nuevos miembros casi todos los años. Y mu-
los regímenes marxistas de la región.                                      chas "naciones antiguas", que se creían plenamente con-
   Tales consideraciones ponen de relieve el hecho de                      solidadas, se ven desafiadas por "sub" nacionalismos
que, desde la segunda Guerra Mundial, toda revolución                      dentro de sus fronteras, es decir, nacionalismos que na-
triunfante se ha definido en términos nacioruIJes: la Re-                  turalmente sueñan con desprenderse de ese sufijo "sub",
pública Popular de China, la República Socialista de                       un buen día. La realidad es evidente: el "fin de la era
Vietnam, etc. Yal hacerlo así se ha arraigado firmemen-                    del nal;ipg~mº",anunciado durante tanto tiempo, no
te en un espacio territorial y social heredado del pasado                  se encuentra ni remotamente a la vista. En efecto, la na-
prerrevolucionario. Por otra parte, el que la Unión So-                    cionalidad es el valor más universalmente legítimo en
viética comparta con el Reino Unido de la Gran Bretaña                     la vida política de nuestro tiempo.
e Irlanda del Norte la rara distinción de ocultar la na-                     . Pero si I~s hechos están claros, su explicación sigue
cionalidad en su nombre sugiere que es tanto la legara-                    siendo motivo de una prolongada disputa. La nación,
                                                                           la nacionalidad, el nacionalismo, son términos que han
19781urgi6 de loo choques armados que se venían registrando entre          resultado notoriamente dificiles de definir, ya no diga-
partidarios de los dos movimientos revolucionarios quizá desde
1971. Después de abril de 1977, los ataques fronterizos iniciados por     mos de analizar. En contraste con la influencia inmen-
los camboyanos, pero rápidamente repelidos por los vietnamitas, au-       sa que el nacionalismo ha ejercido sobre el mundo mo-
mentaron en magnitud y alcance, hasta culminar en la gran incur-          derno, una teoría verosímil acerca del nacionalismo es
sión vietnamita de diciembre de 1977. Sin embargo, ninguno de es-         claramente escasa. Hugh Seton-Watson, autor de un
toa ataques trataba de derrocar regímenes enemigos ni de ocupar
grandes territoriOl, Ylas tropas involucradas no eran comparables a
                                                                          texto sobre el nacionalismo, que es con mucho el me-
las que participaron en diciembre de 1978. La controversia sobré las      jor y más comprensivo en lengua inglesa, heredero de
causas de la guemo se libra con gran perspicacia en: Stephen P. He-       una vasta tradición de historiografia y de ciencia social
der, "The l(ampuchean-Vietnamese Conñict", en David w. P. Elliotl,
comp., rlal Third IndDdlintJ Ctmjljet, pp. 21-67: Anthony Barnetl, 'In-      • ~ienquiera que tenga dudas acerca de las pretensiones del Rei-
ter-Communist ConBicts and Vietnam", 8uIldi" DJ Ctmcmud AJitm             no Umdo en lo tocante a tal paridad con la URSS debiera preguntar-
 SdIoltm. 11:4 (octubre-dicíembre de 1979), pp. 2-9; ., t.n Sum-          se cuál nacionalidad denota su nombré: ¿británico-irlandés?
men, "In Malten ofWar and Socialism Anthony Barneu would Sita-              • Eric Hobsbawm, "Sorne Retlections on "Ihe Break-up of 8ritaín",
me and Honour l(ampuchea Too Much", iJML, pp. 10.18.                      N.", újl RerMw, 105 (septiembre-octubre de 1977), p. ia

18                                                                                                                                       19
liberal, observa con tristeza: "Me veo impulsado a con-                       de la "anomalía" del nacionalismo. Creo que, sobre este
cluir así que no puede elaborarse ninguna 'definición                         tema, tanto la teoría marxista corno la liberal se han es-
científica' de la nación; pero el fenómeno ha existido y                      fumado en un tardío esfuerzo tolemaico por "salvar al
existe." Tom Nairn, autor de una obra señera (Tñe                             fenómeno"; Yque se requiere con urgencia una recrien-
BreaIt.-1.tp o/ Britain) y heredero de la no menos vasta tra-                 tación de perspectiva en un espíritu copemicano, por
dición de historiografia y ciencia social marxista, señala                    decirlo así. Mi punto de partida es la afirmación de
con franqueza: "La teoría del nacionalismo representa                         que la nacionalidad, o la "calidad de nación" -corno
el gran fracaso histórico del rnarxisrno.t" Pero incluso                      podríamos preferir decirlo, en vista de las vañadas sig-
esta confesión es algo engañosa, ya que puede implicar                        nificaciones de la primera palabra-, al igual que el na-
el resultado lamentable de una búsqueda prolongada y                          cionalismo, son artefactos culturales de una clase partí-
consciente de la claridad teórica. Sería más correcto                         rolar. A fin de entenderlos adecuadamente, necesitamos
afirmar que el nacionalismo ha sido una anomalía incó-                        considerar con cuidado cómo han llegado a ser en la
moda para la teoría marxista y que, precisamente por                          historia, en qué formas han cambiado sus significados
esa razón, se ha eludido. en gran medida, antes que con-                      a través del tiempo y por qué, en la actualidad, tienen
frontado. ¿Cómo entender de otro modo la incapacidad                          una legitimidad emocional tan profunda. Trataré de
del propio Marx para explicar el pronombre crucial de                         demostrar que la creación de estos artefactos, a fines
su memorable formulación de 1848: "El proletariado                            del siglo XVIII,' fue la destilación espontánea de un "cm-
de cada país debe, por supuesto, arreglar cuentas ante                        ce" complejo de fuerzas históricas discretas; pero que,
todo con .su propia burguesía"?" ¿Cómo considerar el uso,                     una vez creados, se volvieron "modulares", capaces de
durante más de un siglo, del concepto de "burguesía                           ser trasplantados, con grados variables de autoconcien- .
 nacional" sin ningún intento serio por justificar teóri-                     cía, a una gran diversidad de terrenos sociales, de mez-
camente la jerarquía del adjetivo? ¿Por qué es teórica-                       clarse con una diversidad correspondientemente am-
mente importante esta segmentación de la burguesía,                           plia de constelaciones políticas e ideológicas. También
una clase mundial en la medida en que se define en                            trataré de explicar por qué estos artefactos culturales
términos de las relaciones de producción?                                     particulares han generado apegos tan profundos.
    Este libro trata de ofrecer algunas sugerencias tenta-
 tivas para llegar a una in terpretación más satisfactoria
                                                                                7   Como señala Aira Kemiliinen, 106 doo "padres fundadores" de las
                                                                              investigaciones académicassobre el nacionalismo. Hans Kohn y Car-
  • Véase su Natimu mul SItJW, p. 5. Sin cunivas en el original.              leton Hares, propusieron persuasivamente esta fecha. Me parece que
  , Véase su ensayo "The Modero janus", New úfl R.view 94 (no-                susconclusiones no han sido seriamente debatidas,excepto por idee>
viembre-diciembre de 1975), p. 3. Este ensayo se incluye sin ninguna          lagos nacionalistas de países paniculares. KemiJiinen observa tam-
alteración en TM 1JrroA-uf' 01Brilain, como capítulo 9 (pp. 329-363).         bién que la palabra "nacionalismo" sólo conoció un uso generalizado
  • KarI Marx y Friedrich Engels, Tbe eom.,u7lis1 Maniftslo, en 106 s".       a fines del siglo XIX. No se encuentra, por ejemplo, en muchos die-
l«IItJ Worts, 1, p. 45, las cursivas son mías. En cualquier exégesis teóri-   cionarioo convencionales del siglo XIX. Si Adam Smith habló de la ri-
ca, las palabras "por supuesto" debieran encender señales de alarma           queza de las "naciones", sólo se refería a las "socíedades" o los -Esta-
ante el lector transportado.                                                  do,". Aira Kemiliinen, NaIionaIism, pp. 10,33 Y4849.

20                                                                                                                                                21
CONCEPTOS y DEFINICIONES                           mayor parte del mundo (el equivalente del infantilismo
                                                                    para las sociedades), y en gran medida incurable."
  Antes de examinar las cuestiones que acabamos de
  plantear, parece conveniente que consideremos breve-              Parte de la dificultad es que tendemos inconsciente-
  ~e~te el con~epto de "nación" y obtengamos una defi.           mente a personificar la existencia del Nacionalismo
  mCI~n operativa. Los teóricos del nacionalismo se han          con N mayúscula --<omo siescribiéramos Edadcon
 sentido a menudo desconcertados, por no decir irrita-           una E rnayú5cula- y a clasificarla luego como una ideo-
 dos, ante est~strespa~ojas.: 1) La modernidad objetí            logía. (Adviértase que si todos tienen una edad, la Edad
 va de las naciones a la VIsta del historiador frente a su       es sólo una expresión analítica.) Me parece que se faci-
 antigü~dad ~ubjetiva a la vista de los naci6nalistas. 2)        litarían las cosas si tratáramos el nacionalismo en la
 La umversahdad formal de la nacionalidad como un                misma categoría que el "parentesco" y la "religión", no
 ~oncepto sociocultural-en el mundo moderno todos                en la del "liberalismo" o el "fascismo".
 tienen y deben "tener" una nacionalidad, así como tie-             Así pues, con un espíritu antropológico propongo la
 nen un sexo-, frente a la particularidad irremediable           definición siguiente de la nación: una comunidad polítí-
 de s~s .Tanifesta~ion~sconcretas,de modo que, por               ca i~Ol.~C:(}!Do.¡tlJ:¡~rentemente limitada y soberana.
 definlc~on, !~ n~clonahdad "griega" es suí géneris. 3) El          Es ~ porque aun los miembros de la nación
 poder poh~co de los .nacionalismos, frente a su po              más pequeña no conocerán jamás a la mayoría de sus
breza.y aun íncoherencía filosófica. En otras palabras,          compatriotas, no los verán ni oirán siquiera hablar de
al reve~ de I? que ocurre con la mayoría de los "ismos",         ellos, pero en la mente de c~~~ut.t(}yivela imagen desu
el nacionalismo no ha producido jamás sus propios                comunión." Renan sé refirió a esta imagen, en su estilo
grandes pensadores: no hay por él un Hobbes ni un                afablemente ambiguo, cuando escribió: MOr l' essence
Tocqueville, ni un Marx o un Weber. Esta "vaciedad"              d'une nation est que tous les individus aient beaucoup
produce fácilmente cierta condescendencia entre los              de choses en commun, et aussi que tous aient oublié
mtelectu~es cosmopolitas y multilingAes. Como Ger-               bien des choses. "'o. Con cierta ferocidad, Gellner hace
U:U~e Stein enfrente de Oakland, podemos concluir                Una observación semejante cuando sostiene que el "na-
~p~damente que "no hay nada allí". Resulta caracte-
~StlCO el hecho. de q~e incluso un estudioso tan simpa-             : The Bm1A-up alBnu.;n, p. 359.
tI~a~te del nacionalismo como Tom Nairn pueda es-
                                                                       q. Selon-Wauon, Nations and SIales. p. 5: "Sólo puedo decir que
                                                                 una nación existe cuando un número considerable de miembros
cribir que                                                       de una comunidad consideran formar parte de una nación, o se com-
                                                                 POnan Como si así ocurriera."Aquí podríamos traducir "consideran"
  el "nacionalismo" es la palología de la historia moderna       por "imaginan".
                                                                    10 Emest Renan, '"Q.u'est-ce qu'une nalion?" en Otuvra Compliles, 1,
 ~el desarrollo, tan inevitable como la "neurosis" en el indio
                                                                 p. 892. Añade Renan: "tout citoyen francais doit avoir oublíé la Saint-
 Vlduo: con la misma ambigüedad esencial que ésta una            ~él~mY.les massacres du Midi au XlIJ" siecle. II n'y a pas en France
 cap~ldad semej~te intrínseca para llevar a la dem~nciá,              fam.lIes qui puissent fournir la preuve d'une origine franque [... 1".
 amugada en los dilemas de la impotencia que afectan a la            41 Ahora bien, la esencia de una nación está en que todos los indi-


22                                                                                                                                      23
ue alberga tal vez a mil millones d~ ~res
cionalismo no es el despertar de las naciones a la auto.'                  yor de ell~, qs tiene fronteras finitas, aunqu~ eIásUc~,
conciencia: inventa naciones donde no existen"." Si~:                      human?SVIVO, a1es se encuentran otras nacIones. Nin-
embargo, lo malo de esta formulación es que Gellnei                        más aUa d.e, las im ina con las dimensiones de la
                                                                                               se                                      !lU-
está tan ansioso por demostrar que el nacionalismo st                      guna'dad Los naClonarIS tas más mesiánicos no suenan
                                                                                   naClon           .ag
                                                                                                                                  b    d la
disfraza con falsas pretensiones que equipara la "inven,                   manl . brá                día en que todos los miem ros e
ción" a la "fabricación" y la "falsedad", antes que a la                           ue ha ra un                                    . tas épo-
                                                                            con q .d d se unirán a su nación, como en cier
 "imaginación" y la "creación", En esta forma, da a en,                     human ~on pensar los cristianos, por ejemplo, en un
                                                                                     dI.
tender que existen comunidades "verdaderas" que pue                         cas pu le                       ..
                                                                                          nteramente cnstlano,                     "
den yuxtaponerse con ventaja a las naciones. De he.                         plane.ta e, soberana porque el concepto nació en una
cho, todas las comunidades mayores que las aldeas                               Se Imagtna la Ilustración Y la Revolución estabandee-
primordiales de contacto directo (y quizá incluso és-                       época en qu~ itimidad del reino dinástico jerárqUiCO,
tas) son imaginadas, Las comunidades no deben distin,                        tTtIyendo la egtrdenado Habiendo llegado a la rnadu-
guirse por su falsedad o legitimidad, sino por el estilo                     d· ' amente O ·
                                                                               lVln                 de la historia humana en Ia oue l lu-
                                                                                                                                a que mc
con el que son imaginadas. Los aldeanosjavaneses han                         rez en u?a:~~~os fieles de cualquier religió.n universal
sabido siempre que están conectados con personas que                         so los m:n sin poder evitarlo el pluralisf1l() VlV? de tale~
jamás han visto, pero esos lazos fueron imaginados al,                        afr?~~:S el alomorlismo entre las J:>ret~nslones ~n
guna vez de manera partícularísima, como redes infí,
 nitamente extensasde parentesco y clientela. Hasta hace                      tologlC _
                                                                                       le
                                                                              reh,gt? as cada fe y la extensión ternt?nal, las nacio-
                                                                                                       r libres y con serlo directamente e?
 muy poco tiempo, el idioma javanés no tenía ninguna                          nes ~uendandceogi: La garantía y el emblema de esta u-
 palabra que significara la abstracción "sociedad". Ahora                     el rema o                '
                                                                              bertad es el Estado soberano,                .             ' de-
 podemos pensar en la aristrocracia francesa del anciefl                                 '1'         imagina como comunidad porque, m
 1igime como una clase; pero es seguro que sólo mucho                             ~C::;:n~~':;n~e de la desigualdad Yla explftació~ qu:
 tiempo después fue imaginada como taL'! La respuesta
 normal a esta pregunta: "¿Quién es el conde de X?" no
                                                                               ~ efecto puedan prevalecer en c_ad~ caso, r~~~~~nh~
                                                                                    '. 'be .      re como un companensmo P                "
                                                                               c?ncl s~:Eltima instancia, es esta fraternidad la que
                                                                                                                                              ,0




 habría sido "un miembro de la aristrocracia", sino' "el
                                                                                nzon tal.
 señor de X", "el tío del barón de Y, o "un cliente del                         h          .t' do durante los últimos d os slglos , que tan tos
                                                                                                                 "           .
 duquedeZ".                                                                     ~11o::I~e Personas maten y, sobre. tO?O, estén dispues-
    La nación se imagina limitada porque incluso la ma- ,                                    ir r I'magt'naciones tan hmltadas,
                                                                                tas a mon po                        , .         f    t al pro-
                                                                                   Estas muertes nos ponen sub'tament~ ren e              é h
viduas tengan muchas cosas en común y también que todos hayan                   blema central planteado por el nacionah~mo: .¿Que. a-
olvidado muchas cosas.                                                           ce ue las imágenes contrahechas de la hlstona r~cl~n-
   11 Emes, Gellner, T/wugf1J and Chango, p. 169. las cursivas son mías.
                                                                                    q                     , de dos siglos) generen sacrificios
   " Hobsbawm, por ejemplo, la "fija" diciendo que en 1789 había                 te (escasamente mas                                         sta
cerca de 400000 aristócratas en una población de 23 000 000. (Véase              tan colosales? Creo que el principio de un~ resf.ue o
su obra, Tk As- o/&voIulion, p. 78.) ¿Pero habría podido imaginarse              se encuentra en las raíces culturales del naclOna ism ,
esta representación estadística de la nobleza en el anrienrigime 1
                                                                                                                                                   25
24
una tu mba del Marxista Desconocido o un cenotafio    .,
                                                                                  los Liberales caídos. ¿Es inevitable una sensación
              11. lAS RAÍCES CULTURALES                                    ~bsurc:lid,ac:l? La razón es que ni el marxism<,> ni e1li-
                                                                           ber.lIismo se ocupan mucho de la muerte y la inrnorta-
                                                                           Iidad. Si la imaginería nacionalista ~ preocupa ta,nto
  ~o HAY ~m.blemas de la cultura moderna del naciom                        poi' ellas, esto sugiere una fuerte afimd~ con imagme-
  hsmo mas Imponentes que los cenotafios y las tumba                       rías religiosas. En virtud de que esta afimdad ~o es ~~r­
  de los. ~Idados Desconocidos. La reverencia cereme                       tuita, quizá convenga empeza~ por. una consideración
  m~ publ~ca otorgada a estos monumentos,justo /JOrIJI                     de las raíces culturales del nacionalismo, con la muerte
 est:m del.lberadamente vacíos o nadie sabe quién yac                      como la última de toda una gama de fatalidades.          .
 a.lh, n~ llene verdaderos precedentes en épocas anu                           Si la forma en que muere un ho~br~ parece de ~rdl­
 nores. Para sentir la fuerza de esta modernidad sók                        nario arbitraria, su mortalidad es inevitable. Las vidas
 u:nemos que imaginar la reacción general ante el'ingt                      humanas están llenas de tales combinaciones de nece-
 mo~ que "descubrió" el nombre del Soldado Desee                            sidad y azar. Todos estamos conscientes de. la co,!~n­
 nocido o insistió en llenar el cenotafio con ciertos hUI                   gencia y la inevitabilidad de nuestra herencia genellca
 sos reales. ¡Un extraño sacrilegio contemporáneol Pee                      particular, nuestro sexo, nuestra época, nuestras capa-
~unq~e estas tumbas estén vacías de restos mortale                          cidades físicas, nuestra lengua materna, etc. El gran
~denf;ilica.bles o de almas inmortales, están saturadas di                  mérito de las concepciones del mund<,> ~eligi?sas tradi-
1J.Dag¡n~nas nacionales fantasmalea," (Por eso tantas na                    cionales (que naturalmente deben dlsllngUlr~ de su
Clones tl~nen tales fu.rnbas sin sentir ninguna necesidad                   papel en la legitimización de sistemas especl~~os de
de especificar la nacionalidad de sus ausentes ocupan                       dominación y explotación) ha sido su preocupaclon por
tes. ~Qué otra cosa podrían ser sino alemanes, nortea                                                                         .. .
                                                                            el hombre-en-el-cosmos, el hombre como un ser de es-
mencanos, argentinos [... ]?)                                               pecie, y la contingencia de la vida. La .supe~vencla
   La .si~ificación cürturaI de estos monumentos se vuel                    extraordinaria, durante miles de años del budismo, el
ve mas clara aun si tratamos de imaginar, por ejemplo,                       cristianismo o el islam, en docenas de formaciones so-

     'Lo'           .                                                       en el campo de batalla hace muchos años, y nunca ha cambiado. Los
       ,s gnegos an~guos tenían cenotafios, pero sólo para individue        consideraba entonces, como los considero ahora, de las fIguras más
 especlficos, ~onocldos. cuyos cuerpos no podían ser recuperados.           ~obles del mundo; no sólo de los personajes militares más refinad~s,
 ~r una .razon u otra, para su entierro regular. Debo esta informa-         lino también de los más inmaculados [sic] [... l- Pertenecen a la his-
C1~n a m~ c?lega bizantinista]udilh Herrín.                                 toria como ejemplos grandes del patriotismo exito~ [sic]..Penene-
     Co~S1derense, por ejemplo, estos tropos notables: 1) "La larga ~       cea a la posteridad como ínstructores de lasgeneraciones futuras en
nea gns n~ n~ ha fallado jamás. Si lo hicieras, un millón de fantae         los principios de libertad e independencia. Pertenecen al presente, a
mas en traJe olivo,.en caqui café, en azul y gris, se levantarían de su5    nOSOtros, por sus virtudes y sus logros" Douglas MacArlhur: ."Duty,
a:uc;s b!~cas,. gn~do estas palabras mágicas: deber, honor, pi"              Honour, Country", discurso pronunciado en la Academia MlI~tar de
tria. 2) MI esnmac,on [de los norteamericanos en armasI se foonó             los Estados Unidos Wes. Poin t, 12 de mayo de 1962, en su libro A
                                                                             SoUIi.r Spea/cs, pp. 354 Y357.
                                                                                                   '
26
                                                                                                                                              27
.             arca en Europa occidenta~ no sólo
ciales diferentes, revela su respuesta imaginativa a                        porque el.slg  lo ~i:'época del nacionalismo.slDo ~­
carga aplastante del sufrimiento humano: enfennedad                         el surgimlen!O ~o de los modos de pensamtento r~ 1-
mutilación, pena, edad y muerte. ¿Por qué nací ciego                        bién el cr~pusc: la Ilustración, del secularismo raCID-
¿Por qué está mi mejor amigo paralítico? ¿Por qué esta                        ·oSO. E15¡glo e. o su ropia oscuridad mode~,a. Con
mi hija tarada? Las religiones tratan de explicar. La                       81a!'IS' traK'l conSlg . P re ,. . sa no desapareclo el .su-
                                                                            n ta ,- l            eencla tglO                            ,
gran falla de todos los estilos de pensamiento evoluti                       el reflujo de al'er maba parte de ella. La desin~egr~clo~
vos/progresistas, sin excluir al marxismo, es que tales                      fcimiento que ~r hace a la fatalidad más arbl~na.
interrogantes se contestan con un silencio impacien                          del paraíso: la avaclO n.. nada hace más , necesano otro
                                                                                            nasal "
te.' Al mismo tiempo, en formas diferentes, el pens,                                                                                    era
                                                                             absurdo d e . '            Lo ue se requena entonce~ .
miento religioso responde también a oscuras promesa¡o¡                       estilo de contmu~~ad~cul~ de la fatalidad en conunUl-
de inmortalidad, generalmente transformando la fa~                            una traflsforma~lOnncia en significado. Como. v~remos
Iidad en continuidad (karrna, pecado original, etc.). En                      dad, de la conun~ cosas eran (son) más propICIas para
esta forma, se ocupa de las conexiones entre los rnuei,                       másadelante, ~d de nación Si se concede. general-
tos y quienes no han nacido todavía, el misterio de la                        este fin queunal ea nacionales son "' nuevos ""'h"s-
                                                                                                     dos            "                el,
reencarnación. ¿Quién experimenta la concepción de                             mente que los ~sta          las que dan una expresión poli-
su hijo sin captar difusamente una combinación de co                           tónCOS", las nacIOnes a de un pasado . ' I 4 Y
                                                                                   .              •                          mmemona,
nexión, azar y fatalidad en un lenguaje de "continu;                                       men SIempre                       ",               r
                                                                               nca presu            ilimitado, lo que es aun mas .I~po -
dad"? (De nuevo, la desventaja del pensamiento evolu-                           miran un fut~rOd I           . nalismo es la converslO n del
tivo/progresista es una hostilidad casi heracIiteana ante                       tanteo La magta Pe dnacio decir como De b ray: ·S' es
                                                                                                         ' mos                           1,
 toda idea de continuidad.)                                                     azar en destino ' . o na  tal                   .
                                                                                                                    yo haya nacido f rances:.
                                                                                                                                            '
   Hago estas observaciones, quizá simplistas, sobre todo                            raroente acclden          que           •
                                                                                ente         , d odo Francia es eterna.
                                                                                 pero despues e t              d' . ndo que la aparición del
   s el Régis Debray, "Marxism and the National Question", NIfW újI                P?r su,Puesto n.o e:~~aI ~~~ siglo XVIII, haya sido "pro-
RLuiIfW, 105 (septiembre-octubre de 1977), p. 29. Cuando realizaba               naclOnahsmo, h,acta e
un trabajo de campo en Indonesia. en los años sesenta, me Impresío,
n"ó la tranquila negativa de muchos musulmanes a aceptar las ideas                                                 b bl· s:"mpre con entera sinceri-
                                                                                                                          .
de Darwin. Al principio interpreté esta negativa como un oscurantis-              • El finado presidente Slu~om:q:e          "Indonesia" había pade-
mo. Luego lo vi como un esfuerzo honorable por ser consistente: la             dad de los 350 años de co 0~11 15 de -Indonesia- es un invento ~el si-
doctrina de la evolución era simplemente incompatible con las ense-            cido aunque el concepto mismo          h y Ind·onesia fue conqUistada
                                                                                     ,             par< de lo que es o                            .
ñanzas del islam. ¿Qué vamos a hacer con un materialismo científico            glo xx,r la mayor       e             O 1910 Entre los héroes nació-
que acepta formalmente los hallazgos de la lisica acerca de la materia,         por los holandeses a!",nas entre I:e~ des~ el príncipe Dipone-
pero se esfuerza tan poco por conectar estos hallazgos con la lucha             nales de la I~~~nesla. co~temrel si 0 XIX en Java: aunqu~ las pro-
                                                                                goro, quien VlVlO a pw:sn~lplos 1 g ue trataba de -conqUistar [¡no
de clases, la revolución, o lo que sea? ¿No oculta acaso, el abismo exis-
tente entre 105 protones y el proletariado, una concepción metafisica           pias memorias del prtncrpe reve .u:  q a .Ios holandeses·. En efecto,
del hombre no reconocida? Sin embargo, véanse los textos refres-                liberar!] aJava·, en I~gar.de .expu ~ 10 de "los holandeses" como
cantes de Sebastiano Tímpanaro, On Materialmrs y TheFrrudian Slip; y            está claro que no tema nlOgun con d p       hn A Larkin comps., TM
la respuesta sensata de Rayrnond Williams en "Timpanaro's Materialist            una colectividad.Véase HarryJ. Ben aro          :Dipon.,goro (1778?-
                                                                                 World o/ Southeast Asia, p. 58; Y Ann umar,
Challenge", NIfW Lejl!ILuiIfW, 109 (mayo-junio de 1978), pp. ~17.
                                                                                                                                                 29
28
d~cida" por la erosión de las certidumbres religiosa                   cluir aquí al "confucianisrno") incorporar~n .co~lCep-
    m ~~e esta er~sión no requiera en sí misma una expl                      tones de 'comunidades inmensas. Pero el crrsnamsmo, '
    C~CIO~ compleja. Tampoco estoy sugiriendo que el 11                    ~; Islam Umah y aun el Reino Medio -que ~oso~os lo
    cionalismo "s';lcede" históricamente a la religión. Lo 1               consideramos ahora chino, pero que no se imaginaba
    estoy p~op~mendo es que el nacionalismo debe en~                       a sí mismo como chino, sino como central- eran nna-.
    dersc: almeandolo, no con ideologías políticas conscís                 ginables en gran medida por medio de una [engua sao
   tes,.slno con los grandes sistemas culturalesqueío
   cedIeron, de donde surgió por oposiciÓn.              ..           pl   gra.q~,y Il!la escritura, Veamos sólo el ejemplo ~el is-
                                                                           lám: Si un maguindanao se encontraba a los bereberes
       Para nuestros fines actuales;;i~~·sj$.tCmas eultun                  en La Meca, sin que supieran uno el idioma de los otros,
   les relevantes ~n la comunidadrelig¡asQ y~l reinoollinQ¡¡               incapaces de comunicarse oralmente, entendían sin em-
   (ti. Est?s dos sistemas eran en su apogeo marcos de R                   bargo sus ideogramas parque los textos sagrados que
  ferencla q~e se.daban por sentados, como ocurre ahor                     compartían sólo existían en árabe clásico. En este se~­
  co~ la.nacIonalIdad. Por lo tanto, es esencial considen                  tído, el árabe escrito funcionaba como los caracteres chi-
  que dIO a estos sistemas culturales su importancia '                     nos para crear una comunidad por los signos, no por los
  dIente, al mismo tiempo que destacar ciertos elemen~                     sonidos. (El lenguaje matemático continúa ahora una
  e aves de su descomposición.                                             antigua tradición. Los rumanos no tienen idea de la pa-
                                                                           labra que usan los tailandeses, para el signo + yviceversa,
                                                                           pero ambos lo comprenden.) Todas las grandes comu-
                     LA COMUNIDAD REUGIOSA                                 nidades clásicas se concebían a sí mismas como cósmi-
                                                                           camente centrales, por medio de una lengua sagrada
  Po~as co~ son más impresionantes que el vasto terri                      ligada a un orden de poder ultraterrenal. En consecuen-
 tono del Islam que se extiende desde M~~·          h                      cia, el alcance del latín, el pali, el árabe o el chino es-
 el a h'''l       S                        ~.uecos asa
     re Iple ago ulü, el de: la cristiandad que va desde                   critos era, en teoría, ilimitado. (En efecto, cuanto más
 Laraguay hastaJapón, y el del mundo budista desde Sri                      muerta estuviese la lengua escrita -más alejada del
    nka hasta la península coreana. Las grandes cultura                    discurso--, mejor: en un principio, todos tienen acce-
 sagradas (y para nuestros fines actuales podríamos in'                     so a un mundo puro de signos.)
                                                                               Pero tales comunidades clásicas, ligadas por lenguas
.1855)",Intltmesia, 13 (abril de 1972), p. 103. Las cursivas son mías D<    sagradas, tenían un carácter distinto de las comunida-
~ modo, Kemaí Ataturk llamó a uno de sus bancos estatales ei En             des imaginadas de naciones modernas. Una diferencia

=
     k
Iions (Banco Hiüta} y a otro el Banco Sumerio (Seton-Watson N~              esencial era la confianza de las comunidades antiguas
     and Staús, p. 259). Estos bancos florecen ahora, y no ha r:"ón         en el carácter peculiarmente sagrado de sus lenguas, y
     dUda.T de que m~chos turcos,quizá sin excluir al propio i<emal,        por ende sus ideas acerca de la admisión a la comuni-
e an senamente. y siguen creyendo. que los hititas y los sumerios
 ran sus antepasados turcos. Antes de estallar en carca'adas d bíérs-       dad. Los mandarines chinos contemplaban con apro-
mas recordar a Arturo Boadi
mercial d las'          Y
                                             .         ~. e le...
                                cea, y refleXIOnar sobre el éxito co-       b~ción a Ios bárbaros que laboriosamente aprendían a
         e    mllografias de Tolkien,                                       pintar ideogramas del Reino Medio. Estos bárbaros es-
30
                                                                                                                                  31
pero si las lenguas sagradas silenciosas eran los me-
taban siempre a medio camino de la integración total.'
                                                                         dios con los cuales se imaginaron las grandes comuni-
El civilizado a medias es mucho mejor que el bárbaro.
                                                                         dades globales del pasado, la realidad de tales aparicio-
Tal actitud no era ciertamente peculiar de los chinos, ni
               1:
se con~na a ~t.igüedad. Considérese, por ejemplo,
la siguiente política sobre los bárbaros", formulada
                                                                         nes dependía de una idea en gran medida extraña a la
                                                                         mente occidental contemporánea: el carácter no arbi-
                                                                         trario del signo. Los ideogramas de los chinos, los lati-
por Pedro Fermín de Vargas, liberal colombiano de
                                                                         nos o los árabes eran emanacionésde la. realidad, no
principios del siglo XIX:
                                                                         sus representaciones fabricadas al azar. Estamos fami-
  Para expandir nuestra agricultura habría necesidad de his-             liarizados con la prolongada disputa sobre la lengua
  panizar a nuestros indios. Su ociosidad, estupidez e indife-           apropiada (el latín o la lengua vernácula) para la masa.
  rencia hacia los esfuerzos humanos normales nos llevan a               En la tradición islámica, hasta hace poco tiempo, el
  pensar que provienen de una raza degenerada que se dete-               Qur'an era literalmente intraducible (y por lo tanto no
  nora en proporción a la distancia de su origen [... ] sería            se traducía), porque la verdad de Alá era accesible sólo
  muy conuemente que se extinguieran los indios, mezclándolos con        mediante los signos verdaderos, insustituibles, del ára-
  ÚJ~blancos, declarándolos libre.. de tributo y otros cargos, y otor-   be escrito. No hay aquí ninguna idea de un mundo tan
  gandoks la propiedad privada de la tierra''                            separado de la lengua que todas las lenguas sean sig-
                                                                         nos equidistantes (y por ende intercambiables) para
Cuán notable resulta que este liberal proponga todavía                   denotarlo. En efecto, la realidad ontológica es aprehen-
la "extinción" de los indios, en parte "declarándolos li-                dible sólo a través de un sistema singular, privilegiado,
bres d~ tri~uto" y "otorgándoles la propiedad privada                    de representación: la lengua verdadera del latín ecle-
de la tierra, en lugar de exterminarlos con rifles y mi-                 siástico, el árabe coránico o el chino de los exámenes.'
crobios, como empezarían a hacerlo pronto sus here-                      y como lenguas verdaderas, imbuidas de un impulso
deros de Brasil, Argentina y los Estados Unidos. Adviér-                 en gran parte ajeno al nacionalismo, tienden hacia la
tase también, junto con la crueldad condescendiente,                     conversión. Por conversión no entiendo la aceptación
un optimismo cósmico: el indio es en última instancia                    de lemas religiosos particulares, sino la absorción al-
redimible: por su impregnación con el "civilizado" se-                   química. El bárbaro se vuelve un miembro del "Reino
m~n de los blancos, y con la adquisición de propiedad                    Medio", el rifeño se vuelve musulmán, el i1ongo se vuel-
privada, como /000.. (Qué diferente es la actitud de Fer-               ve cristiano. Toda la naturaleza del ser del hombre es
mín de la preferencia del imperialista europeo posterior                  sagradamente maleable. (Contrástese así el prestigio de
por los malayos, gurkas y hausas "genuinos" sobre las                     estas antiguas lenguas mundiales, tan por encima de to-
"medias castas", "semieducados", etcétera.)
                                                                           7 El griego eclesiástico no parece haber alcanzado la categoría de
                                                                         un idioma auténtico. Hay varias razones para este "fracaso", pero un
 • !'j De aquí la ecuanimidad con que los mongoles y los manchúes si-
                                                                         factor decisivo fue ciertamente el hecho de que el griego siguió sien-
Ollados eran aceptados como Hijos del Cielo.                             do un idioma demótico vivo en gran parte -del Imperio bizantino.
   6 Joh~ Lynch, Tbe spanish-American Reuolutions, 1808-1826, p. 260.
                                                                         Debo esta información aJudith Herrin.
Las CUrsivas son mías.

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das las lenguas vernáculas, con el esperanto, o el vola-                términos de un clero transeuropeo que escribía en la-
pük, que yacen ignoradas fntre ellas.) De,spues de todo,                tín, y una concepción del mundo. compartida virtual-
fue esta posibilidad de conversión a traves de la lengua                mente por todos, en el sentido de que ,la intelligent~ia
sagrada lo que permitió que un "inglés" llegara a Papa,"                bilingüe, al mediar entre la lengua vernacula y el latín,
y un "manchú" a H'tio del Cielo.                                        mediaba &n tre la tierra y el cielo. (Lo terrible de la ex-
   Pero aunque las lenguas sagradas hicieran imagina-                   comunión refleja esta cosmología.)
bles unas comunidades como la cristiana, el ámbito real                    Pero a pesar de toda la grandeza y el poder de las
y la verosimilitud de es~ comunidades n? pueden                         grandes comunidades religiosalll~nte i~aginadas, su
explicarse sólo por la escntura sagrada: despues de tod~,               coherencia inconsciente se desvaneció a partir de fines de
sus lectores eran pequeños enclaves de gente alfabeti-                  la Edad Media. Entre las razones de esta declinación,
zada entre grandes multitudes de iletrada." Una expli-                  quiero destacar aquí sólo las dos que se encuentran di-
cación más completa requiere un examen de la relación                   rectamente relacionadas con la peculiar calidad sagra-
que hay entre la gente alfabetizada y sus sociedades.                   da de estas comunidades.
Sería un error considerar a los primeros como una es-                      En primer lugar está el efecto que causaron las ex-
pecie de tecnocracia teológica. Las lenguas que. usab~n                 ploraciones del mundo no europeo, que sobre todo en
eran abstrusas, pero no tenían nada de la oscuTl.dad In-                Europa -pero no sólo en ella- "ampliaron repentina-
 tencional de las jergas de abogados o economistas, al                  mente el horizonte cultural y geográfico y, por ende, la
 margen de la idea de la realidad que tiene la sociedad.                concepción que tenían los hombres de las posibles for-
 Más bien, los letrados eran estratos estratégicos de una               mas de vida humana"." El proceso es ya evidente en el
jerarquía cosmológica cuya cúspide era di':fna. Las c~n­
                                                1O
                                                                        más sobresaliente de todos los libros de viajes europeos.
 cepciones fundamentales acerca de los grup«;>s socia-                  Considérese la siguiente descripción deslumbrante de
 les" eran centrípetas yjerárquicas, antes que onentadas                 Kublai Khan, hecha por el buen cristiano veneciano
 hacia las fronteras y horizontales. El asombroso poder                                             •
                                                                         Marco Polo, a fines del Siglo XIII:
                                                                                                             12

 del papado en su apogeo sólo puede comprenderse en
                                                                          El gran kan, habiendo obtenido esta victoria memorable,
   • Nieholas Brakespear fue ponúfiee entre 1154 y 1159 con el nom-       volvió con gran pompa y festejo a la ciudad capital de Kan-
bre de Adriano IV.                                                        balu. Esto ocurrió en el mes de noviembre, y continuó resi-
   9  Mare Bloch nos recuerda que "la mayoría de los señores y mu-        diendo allí durante los meses de febrero y marzo, en los
chos grandes barones [en la época med~evaJ] eran administra~ores          que se celebraba nuestra festividad de la Pascua. Conscien-
incapaces de estudiar personalmente un mfonne o una cuenta . Feu-         te de que ésta era una de nuestras solemnidades principa-
dal Socidy,I, p. 81.                                  .                   les, el kan ordenó que todos los crrsuanos acudieran a el y
   10 Esto no quiere decir que los analf~~etos .. o lel~. Pero l~ que
                                                n
leían no eran palabras sino el mundo VIsible" A los OJOS de qUlen~s       llevaran consigo su Libro, el que contiene los cuatro Evan-
eran capaces de reflexionar, el m~ndo matenal era ~penas algo mas
que una especie de máscara, detrás de la cu~ ocurrtan t~ las co-          11Erich Auerbach, Mi7msis, p. 282. [Hay edición del FCE.l
sas realmente importantes; también ,les par~cla un leng~aJ~ que tra-      12Marco Polo, Tite Travels 01Marco POÚJ, pp. 158-159. Las cursivas
taba de expresar por signos una realidad mas profunda. [bid., p. 83.    Son mías. Adviértase que el Evangelio no se lee, aunque se bese.

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gelios. !ras ordenar que lo perfumaran repetidamente                 persa "Rica" a su amigo "Ibben" en "1712", nos revela
  con mcienso, en una forma ceremoniosa 10 besó con devo-              un gran contraste:"
  ción, y ordenó que lo mismo hicieran todos sus nobles pre-
  sentes. Esta era su práctica habitual en cada una de las               El Papa es el jefe de los cristianos; es un ídolo viejo, adora-
  principales festividades cristianas, como la Pascua y la Navi-         do ahora por simple hábito. Antes era formidable incluso
  dad; y lo hacía también en las festividades de tos sarrace-            entre los príncipes, ya que podía deponerlos con tanta fa-
  nos, lo~ judíos y los idólatras. Cuando se le preguntó por             cilidad como nuestros magníficos sultanes deponen a los
  los motivos de este comportamiento, dijo: "Haycuatro gran-             reyes de Iremetia o de Georgia. Pero ya nadie lo teme.
  des profetas reverenciados y adorados por las diferentes               Afirmaser el sucesor de uno de los primeros cristianos, lla-
  d;~ses de la hu~a~idad. Los cristianos consideran a Jesu-              mado San Pedro, y es ciertamente una rica sucesión, ya
  cristo como su divinidad; los sarracenos, a Mahoma; losju-             que su tesoro es inmenso y tiene a un gran país bajo su
  díos, a Moisés; y los idólatras a Sogomombar-kan, el más               control.
  eminente de sus ídolos. Yo honro y respeto a los cuatro, e
  invoco en mi auxilio a' cualquiera de ellos que en efecto reine en   Las invenciones deliberadas y complicadas del católico
  el cielo" Pero por la forma como actuaba su majestad hacia
                                                                       del siglo XVIII reflejan el realismo ingenuo de su ante-
  ellos, es evidente que consideraba la fe de los cristianos
  como la más verdadera y la mejor [... 1.                             cesor del siglo XIII, pero ahora la "relativización" y la
                                                                       "territorialización" tienen una intención enteramente
 . ~ notabl~ de este pasaje no es tanto el tranquilo rela-             consciente y política. ¿Será poco razonable que veamos
nvisrno relIgIOSO del gran mongol (sigue siendo un re-                 una elaboración paradójica de esta tradición que evo-
lativismo religioso) como la actitud y el lenguaje de Marco            luciona en la identificación de El Gran Satán, hecha por
Polo. Jamás se le ocurrió, aunque estaba escribiendo                   el ayatola Ruhollah Khomeini, no como una herejía, ni
para sus correligionarios europeos, decir que Kublai                   siquiera como un personaje demoniaco (el pobre de
era un hipócrita o un idólatra. (Debido en parte, sin                  Carter no alcanzaba para tanto), sino como una nación~
duda, al hecho de que "en lo tocante al número de súb-                    En segundo lugar había una degradación progresiva
ditos, la extensión del territorio y el monto de la recau-             de la propia lengua sagrada. Escribiendo acerca de la Eu-
dación, supera a todos los soberanos que han existido                  ropa occidental medieval, observó Bloch que "el latín
o existen en eI d " " Yen el uso descuidado del
      .            mun o.)                                             no era sólo la única lengua en que se enseñaba, sino que
"~_uestro" (que se co~vi~rte en el "su"), y en la descrip-
                                                                       era la única lengua que se enseñaba ".15 (Este segundo "úni-
cion de la fe de los cnsuanos como la "más verdadera"                  ca" muestra muy claramente el carácter sagrado del la-
en lugar de la "verdadera", podemos detectar las semi:                 tín: se pensaba que ninguna otra lengua merecía ser
ll~s de una te.rritorialización de las creencias que anun-             enseñada.) Pero esto estaba cambiando con rapidez ha-
CIa el lenguaje de muchos nacionalistas ("nuestra" na-                 cia el siglo ){VJ. No nos detendremos a examinar aquí
ció? es "la mejor", en un campo comparativo, competitivo).
   En cambio, la carta escrita desde París, por el viajero               14 Henri de Montesquieu, Persian Leuen, p. 81. Las Leures Persones
                                                                       aparecieron por primera vez en 1721.
  l' 7M Tmueís o/ Morco Polo, p. 152.                                    rs Bloch, Feudal &ciety, 1,p. 77. Las cursivas son mías.

36                                                                                                                                      37
las razones del cambio: más adelante discutiremos la
                                                                    p.ublicaciélIl;;;staba dejando d~ ser ~11<lempr~sa interna-
importancia central del capitalismo impreso. Bastará re-            cional [SIC]. En una palabra, la Calda dellatín era ejem-
cordar su escala y su ritmo. Febvre y Martin estiman que            plo de un proceso más amplio en el que las comunida-
77% de los libros impresos antes de 1500 estaban toda-              des sagradas, integradas por antiguas lenguas sagradas,
vía en latín (lo que significaba, sin embargo, que 23%              gradualmente se fragmentaban, pluralizaban y territo-
se encontraba ya en lenguas vernáculas) .'6 Si sólo ocho            rializaban.
de las 88 ediciones impresas en París en 1501 no esta-
ban en latín, después de 1575 había ya una mayoría que
estaba en francés.'? La hegemonía del latín estaba con-                                       EL~INQ PINÁSTIC()
denada, a pesar de una recuperación temporal durante
la Contrarreforma. Tampoco hablamos simplemente de                   Quizá resulte dificil ahora imaginarnos enfáticamente
una popularidad general. Tiempo después, pero a una                  en un mundo donde el reino dinástico aparecía para la
velocidad no menor, el latín dejaba de ser el idioma de              mayoría de los hombres como el único sistema "políti-
una alta intelligentsia paneuropea. En el siglo XVII, Hob-           co" imaginable. En ciertos sentidos fundamentales, la
bes (1588-1678) era una figura de renombre continen-                 monarquía "formal" se opone a todas las concepciones
tal porque escribió en la lengua verdadera. En cambio,               modernas de. la vida política. El reino lo organiza todo
Shakespeare (1564-1616), que escribía en la lengua ver-             alrededor de un centro elevado. Su legitimidad deriva
nácula, era virtualmente desconocido al otro lado del               de la divinidad, no de las poblaciones, cuyos individuos,
Canal." ¿Ysi el inglés no se hubiera convertido, 200 años           después de todo, son súbditos, no ciudadanos. En la con-
más tarde, en la lengua preeminente del imperio mun-                cepción moderna, la soberanía estatal opera en forma
dial, no habría retenido en gran parte su oscuridad in-             plena, llana y pareja sobre cada centímetro cuadrado de
sular original? Mientras tanto, algunos escritores del              un territorio legalmente demarcado. Pero en la imagi-
otro lado del Canal que casi eran contemporáneos,                   nería antigua, donde los estados se definían por sus cen-
como Descartes (1596-1650) y Pascal (1623-1662), des-               tros, las fronteras eran porosas e indistintas, y las sobe-
pachaban la mayor parte de su correspondencia en la-                ranías se fundían imperceptiblemente unas en otras."
tín; pero virtualmente toda la correspondencia de Vol-              Así se explica, paradójicamente, la facilidad con la que
taire (1694-1778) estaba en lengua vernácula. 19 "Después           los imperios y los reinos prerriodernos podían sostener
de 1640, cuando era cada vez menor el número de los
libros que se publicaban en latín y cada vez mayor el de              20   lbid., pp. 232·233. El francés original es más modesto e histórica-
                                                                    ment~ exacto: "Tandís que 1'0n édite de moins en moins d'ouvrages
los libros que se publicaban en lenguas vernáculas, la
                                                                    en latiri, el une proporuon toujours plus grande de textes en langue
                                                                    nauonale. le comrnerce du livre se marcene en Europe." L 'Appanticm
  16 Luden Febvre y Henri-jean Martín, TM Cmnin¡¡; O/1M Book, pp.   du LillTt!, p. 356.
248-249.                                                               "Ad"  vsertase e 1 desplazamiento de la nomenclatura de los gober-
  17 Ibid., p. 321.
                                                                    nantes que corresponde a esta transformación. Los escolares recuer-
  lO tus; p. 330.
                                                                    dan a los monarcas por su nombre (¿cuaJ era el apellido de Guillenno
  " ne; pp. 331-332.                                                el Conquistador7), a los presidentes por su apellido (¿cómo se llamaba

38
                                                                                                                                          39
su control sobre poblaciones inmensamente heterogé-                         ípe Conde de Habsburgo y Tirol, de Kíburgo, COrz y Gra-
neas, y a menudo ni siquiera contiguas, durante largos                     ~iska; Duque de Trieste y Brizen; Margrave de la Al~ y la
penod os. 22
    .                                                                      Baja Lausitz y de Istria; Conde de Hohenembs, Feldkirch,
  También debemos recordar que estos antiguos esta-                        Bregenz, Sonenberg, etc.; Señor de Trteste, de Cataro, y
dos monárquicos se expandieron no sólo por la guerra                       más allá de la Marca del Windisch; Gran Voivod de la Voy-
sino tam bién por la política sexual, de una clase muy di-                 vodina, Serbia [... l, etcétera,
ferente a la que ahora se practica. A través del principio
general de la verticalidad, los matrimonios dinásticos                    Como observa Jászi, esto "no carece de cierto. aspe~to
unían a poblaciones diversas bajo nuevos ápices. Para-                    cómico [... ] el registro de innumerables mammoruos,
digmática en este sentido era la Casa de Habsburgo.                       regateos y capturas de los Habs.burg?".           . .
Como decía su lema: ¡Bella geran: alii tufelix Austria nube!                 En los reinos donde la poligamia estaba religiosa-
Aquí, en una forma algo abreviada, tenemos los títulos                      ente sancionada, los sistemas complejos de concubi-
                                                                          m i '
                                                                             tos escalonados eran esenciales para a mtegracion  ..
de la última dinastía:"                                                   na                                      d . b
                                                                          del reino. De hecho, los linajes reales enva ~~ ~ me-'
  Emperador de Austria, Rey de Hungría, de Bohemia, de                      udo su prestigio, aparte de toda aureola de divinidad,
  Dalrnacia, Croada, Eslovenia, Galicia, Lodomeria e Iliria;              de cierta mezcla racial.4 Porque ta Ies mezcl as ~~n se-
                                                                          n                     .2

  Rey de jerusalén, etc.; Archiduque de Austria [sic]; Gran Du-           ñales de una posición superior. Resulta característico el
  que de Toscana y Cracovia; Duque de Loth [al ringia, de                 hecho de que no ha habido una dinastía "inglesa" rei-
  Salzburgo, Estiria, Carintia, Carniosa y Bukovina;Gran Du-              nante en Londres desde el siglo XI (si ac~¿; ¿y cuál "na-
  que de Transilvania, Margravede Moravia; Duque de la Alta               cionalidad" asignaremos a los Borbones?
  y Baja Silesia, de Módena, Parma, Piacenza y Guastella, de                 Sin embargo, durante el siglo ~I -por razones que
  Ausschwitz y Sator, de Teschen, Friaul, Ragusay Zara; Prín-
                                                                             24 Sobre todo en el Asia premodema. Pero el mismo principio ope:
Ebert?). En un mundo de ciudadanos, todos ellos elegibles en teoría       raba en la Europa cristiana monógama. En 1910, un Otto Forsl pubhco
para la presidencia, el limitado conjunto de nombres los vuelve ina-      su Ahnmta¡et Sn...,. Kais..-tichen und Kimiglichen Hohrit dn durrhlauch-
decuados como designadores de especificación. En cambio, en las           ligstnl Herm ErzhnuJgs Franz: Ferdinand, donde se e.numeraba a 2 0~7
monarquías. donde el gobierno está reservado para un solo apellido,       de los antepasados del archiduque que pronto serta asesinado. La lis-
son por fuerza los hombres, con números o apodos. los que proveen         ta incluía I 486 alemanes, 124 franceses, 196 italian~s. 89 españ_oles.
las distinciones requeridas.                                              52 polacos. 47 daneses, 20 ingleses, ~ombres y mUJe!es, ~dem~ ~e
   12 Podemos advertir, de paso, que Nairn está sin duda en lo cieno      otras cuatro nacionalidades. Este "cunoso documento se cita en ¡bid.,
cuando describe la Ley de Unión de 1707, entre Inglaterra y Escocia,      p. 136, n. l. No puedo resistir.rn.e a citar a9uí la maravillo~ re~cción
como un "negocio patricio", en el sentido de que los arquitectos de       de FranciscoJosé ante las noticias del asesinato de.su excentnco he-
la unión eran políticos aristócratas. (Véase su lúcido estudio en The      redero aparente: "En esta forma, un poder su~e~~r ha restaurado
BreaJc-up o/ Brítain, pp. 136ss.) Sin embargo, resulta dificil imaginar   ese orden que por desgracia no pude mantener .(¡bid., p. 12~). _
tal acuerdo entre las aristocracias de dos repúblicas. La concepción          :l~ Oellner destaca el carácter típicamente extranjero de las dmasu~,
de un Reino Unido fue seguramente el elemento mediador decisivo            pero interpreta el fenómeno en forma demasi~do estrecha: los ans-
que hizo posible el arreglo.                                               tócratas locales prefieren a un monarca extranjero porque no torna-
   2' OsearJászi, Tite Dissoíutíon o/ the HabsburgMonarchy, p. 34.         rá partido en sus rivalidades internas, Thought and Chan~, p. 136.

40                                                                                                                                              41
no vienen al caso aquí- inició su lenta declinación en                 Todavía en 1914, los Estados dinásticos constituían la
   Europa occidental la legitimidad automática de la mo-               mayoría de los miembros del sistema político mundial;
   narquía sagrada. En 1649, Carlos Estuardo fue decapi-               sin embargo, como veremos en detalle más adelante,
   tado en la primera revolución del mundo moderno, y                  muchas dinastías habían buscado durante algún tiem-
   durante el decenio de 1650, fue gobernado uno de los                po una credencial "nacional", a medida que se desva-
   Estados europeos más importantes por un Protector                   necía silenciosamente el antiguo principio de la Legiti-
   plebeyo, no por un rey. Pero incluso en la época de Po-             midad. Mientras que los ejércitos de Federico el Grande
   pe y Addison, Ana Estuardo curaba todavía a los enfer-              (reinado 1740-1786) estaban llenos de "extranjeros",
   mos con la imposición de manos reales, curaciones rea-              los de su sobrino nieto, Federico Guillermo III (reina-
  lizadas también por los Borbones, Luis XV y XVI, en la               do 1797-1840), eran exclusivamente "de nacionalidad
  Francia Ilustrada hasta el fin del ancien rigime.'6 Pero             prusiana", como resultado de las espectaculares refor-
, después de 1789, el principio de la Legitimidad tenía                mas de Scharnhost, Gneisenau y Clausewitz.""
  que ser defendido en forma agresiva y consciente y, en
  el proceso, la "monarquía" se convirtió en un modelo
  semiestandarizado. Tennó yel Hijo del Cielo se convir-                               LAs APREHENSIONES DEL TIEMPO
  tieron en "Emperadores". En el remoto Siam, Rama V
  (Chulalongkorn) envió a sus hijos y sobrinos a las cor-              Sin embargo, sería miope la concepción de las comu-
  tes de San Petersburgo, Londres y Berlín, a aprender                 nidades de naciones imaginadas como algo que simple-
  los refinamientos del modelo mundial. En 1887, insti-                mente surgió de las comunidades religiosas y los reinos
  tuyó el principio de la sucesión por primogenitura le-               dinásticos para sustituirlos. Debajo de la declinación
 gal, "alineando así a Siam con las monarquías •civili-                de las comunidades, las lenguas y los linajes sagrados,
 zadas' de Europa. "'7 El nuevo sistema llevó al trono, en             estaba ocurriendo un cambio fundamental en los mo-
  1910: a ~n homosexual extravagante que seguramente                        de
                                                                       dos aprehensión del mundo que, más que cualquie-
  habna sido descartado en una época anterior. Sin em-                 ra otra cosa, permitía "pensar" a la nación.
 bargo, la aprobación intermonárquica de su ascensión                    Para tener una idea de este cambio, podemos pasar
 como Rama VI se selló por la asistencia, a su corona-                 con provecho a las representaciones visuales de las co-
 ción, de príncipes provenientes de Gran Bretaña, Ru-                  munidades sagradas, con los relieves y las ventanas de
 sia, Grecia, Suecia, Dinamarca yjapón.28
                                                                         .. Más de I 000 de los 7 000 u 8 000 nombres de la lista de oficiales
 . ~ Marc Bloch, Les RDis Thaumaturges, pp. 390 Y 398-399. [Hay edí-   del ejército prusiano eran extranjeros en 1806. "Losprusianos de cla-
caen del Fondo de Cultura Económica.)                                  ~.media eran superados en número por los extranjeros en su propio
   " Noel A. Bauye, "The Military, Government and Society in Siam      ejercito; esto dotaba de color al dicho de que Prusia no era un país
1868-1910", tesis doctoral, Cornell, 1974, p. 270.                 '   Con un ejército sino un ejército con un país." En 1798. los reforma-
   2tI Stephen Greene, "Thai Government and Administration in the      d~res prusianos habían demandado una "reducción a la mitad del
Reign of Rama VI (1910-1925)", tesis doctoral, Universidad de Lon-     ~umero de extranjeros. que todavía representaban cerca de 50% de
dres, 1971, p. 92.                                                      os soldados [... l". Alfred Vagts, A History 01Militarism, pp. 64 Y85.

42                                                                                                                                        43
vitrales de las iglesias medievales, o las pinturas de los    como una caden~ interminable de cdausa ylefecto o d~
primeros maestros italianos y flamencos. Un aspecto               aradones radicales entre el pasa o y e presente.
característico de tales representaciones es algo engaño-      bhservaBloch-que la gente pensa~ que debía de estar
samente análogo al "ropaje moderno". Los pastores                rca del fin del tiempo, en el sentido de que la segun-
que han seguido la estrella hasta el pesebre donde na-        : venida de Cristo podría ocurrir en cualqui~r mo-
ció Cristo tienen las características de los campesinos             to: san Pablo había dicho que "el día del Senor He-
de Burgundia. La virgen María se representa como si           men como un ladrón en la noch~. Era aSI natu~ 1~ue e1
                                                                                                "       -
fuera la hija de un comerciante toscano. En-muchas pin-       ~ cronista del siglo Xli el obispo Otto de Freising, se
turas, el patrón que las encarga, vestido como burgués           firiera reiteradamente a "nosotros, los que hemos 1Ie-
o como noble, aparece aliado de los pastores. Lo que           redo al final de los tiempos". C?ncluy~ Bloch que: en
parece incongruente ahora, aparecía obviamente natu-           gaanta los hombres medievales se pusieron a meditar,
ral a los ojos de los adoradores medievales. Afrontamos        cuda estaba más lejos de su pensamiento que la pers-
un mundo donde la representación de la realidad ima-           na                                     h
                                                               pe~tiva de"~~ futuro lejano para una umaru
                                                                                                             'dad'Joven
ginada era predominantemente visual y auditiva. El             YVlgorosa .
cristianismo asumió SU forma universal a través de una            Auerbach hace un bosquejo inolvidable de esta for-
miríada de especificaciones y particularidades: este re-                      o
                                                               ma de la concrencia:
                                                                                    •   ~2


lieve, esa ventana, este sermón, ese cuento, este drama
moralizante, esa reliquia. Mientras que el clero trans-         Si un suceso como el sacrificio de Isaac se interpreta com?
europeo que leía el latín era un elemento esencial de           un anuncio del sacrificio de Cristo, de modo que el pn-
la estructuración de la imaginación cristiana, la media-        mero promete y el segundo "cumple" [... ] la promesa, ~
ción de sus concepciones ante las masas analfabetas,            establecerá una conexión entre dos sucesos que no es~n
                                                                ligados en lo temporal ni en lo causal [... ). Es~ cone~lOn
mediante creaciones visuales y auditivas, siempre per-          podrá establecerse só~o si a~ bos ~uceso_s ~stan vertical-
sonales y particulares, no era menos vital. El humilde          menteligados a la Divina Providencia, la uruca que puede
párroco, cuyos ancestros y defectos eran conocidos por          elaborar tal plan de la historia y proveer la clave para su
todos los oyentes de sus celebraciones, era todavía el          entendimiento [... ). El aquí y ahora no es un simple esla-
intermediario directo entre sus feligreses y la divinidad.       bón más en una cadena terrenal de acontecimientos, sino
Esta yuxtaposición de lo cósmico-universal y lo munda-           que es .imultáneamen~ algo q~e no ha sido siempre y ~ue
no-particular significaba que, por vasta que fuese la cris-      secumplirá en el futuro; y estnctamente, a los oJos de DIOS,
tiandad, y por vasta que se creyera, se manifestaba di-          !O Para nosotros. la idea del "ropaje moderno", una equivalencia
versamentea las comunidades suavas o andaluzas como            metafórica del pasado con el presente, es un reconocimiento irónico
reproducciones de sí mismas. Era inimaginable una re-          de su fatal separación.
presentación de la virgen María con Tisgos "semíticos"           " Bloch, FnJdalSociety, l. pp. 84-86,
o ropajes de "siglo 1", productos del espíritu 'restaura-        u Auerbach. Mimesis. p. 64. Las cursivas son mías. Compárese la
                                                               descripción que hace san Agustín del Antigu? Tes~mento como "1:
dor del museo moderno, porque el pensamiento cris-             sombra.del futuro [es decir, proyectado hacia arras por el futuro] .
tiano medieval no tenía una concepción de la historia          Citado en Bloch. FeudalSociety, 1, p. 90.

44                                                                                                                              45
Anderson, benedict, comunidades imaginadas
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  • 1. Traducción de EDUARDOL. SUÁREZ BENEDICT ANDERSON COMUNIDADES IMAGINADAS Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo FONDO DE CULTURA ECONÓMICA MÉXICO
  • 2. COLECCiÓN POPULAR 498 COMUNIDADES IMAGINADAS
  • 3. Primera edición en inglés, 1983 Segunda edición en ingles, 1991 Primera edición en español de la segunda en inglés, 1993 Para Mamá y TAI'TIETTE con amor y gratitud Título original: lmagin«l Communilits. &jkctions "" the Origin and Sfnw1d ofNalioMlUm © 1983, 1991, Benedict Anderson Publicado por VERSO, Londres y Nueva York ISBN 0-86091-546-8 cultura Libre D. R. e 1993, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, S. A. DE C. V. Carretera Picacho-Ajusco 227; 14200 México, D. F. ISBN 968-16-3867-0 Impreso en México
  • 4. RECONOCIMIENTOS Como resultará evidente para el lector, mis ideas acerca del nacionalismo han sido profundamente afectadas por las obras de Erich Auerbach, Walter Benjamin y VíctorTurner. En la preparación de este libro, en par- ticular, me ayudaron enormemente las críticas y los consejosde Anthony Barnett, Steve Heder y mi herma- no Perry Anderson. J. A. Ballard, Mohamed Chambas, Peter Katzenstein, el finado Rex Mortimer, Francis Mulhern, Tom Nairn, Shiraishi Takashi,Jim Siegel, Lau- ra Summers y Esta Ungar también me brindaron una ayuda invaluable en diferentes formas. Naturalmente, a ninguno de estos críticos amables deberá considerar- se responsable en modo alguno de las deficiencias del texto, sólo imputables a mí mismo. Quizá deba añadir que soy por mi formación y mi trabajo un especialista en el sudeste asiático. Esta confesión podría ayudar a explicar algunos de los sesgos y los ejemplos del libro, y a moderar sus pretensiones de generalización. 9
  • 5. PRÓLOGO A lA SEGUNDA EDICIÓN Cree que su tarea es iluminar la histori a a contrapelo. WALTER BEN]AMIN, /lluminations. ¿Quién habría imaginado que la tormenta sopla con más furía cuanto más atrás deja al Paraíso? Así pues, de una Mezcla de todas clases sUrgió Los conflictos armados de 1978-1979 en Indochina, esa cosa Heterogénea llamada Un inglés: ' que fueron el motivo directo del texto original de Comu- engendrado en raptos ansiosos y furiosas Lujurias nidades imaginadas, 12 años después ya parecen perte- entre un Bretón Pintado y un Escocés: ' necer a otra época. De pronto me obsesionó la perspec- Cuyos ~escendientes aprendieron pronto a inclinar la cabeza tiva de otras guerras en grande escala entre los Estados y a uncir sus Bueyes al Arado Romano: socialistas, Hoy, la mitad de estos Estados. han pasado a ~e donde surgió una Raza Híbrida, formar parte de las ruinas, a los pies del Angel, y el res- Sin nombre ni Nación, Idioma o Fama. to teme seguirlos muy pronto. Las guerras a las que se En cuyas Venas calientes brotaron enfrentan los sobrevivientes son guerras civiles. Y es rápidamente nuevas Mezclas, grande la probabilidad de que, al comienzo del nuevo co.mbinaciones de un Saj6n y un Danés. Mientras que sus Hijas Fecundas, milenio, poco quede de la Unión de Repúblicas Socia- con la complacencia de sus Padres listas Soviéticas, excepto... unas repúblicas. recibían a todas las Naciones con Lujuria Promiscua ¿Debió ser previsto todo esto? En 1983, yo escríbí que Esta Proge~íe Nauseabunda contenía directamente . la Unión Soviética era "tanto el legado de los Estados la Sangre bien extractada de los Ing{ae.t [... j. prenacionales dinásticos del siglo XIX como la precur- sora de un orden internacionalista del siglo XXI". Pero, DANIEL DEFoE, Tñe True-Born EnglUhman. habiendo seguido las explosiones nacionalistas que des- truyeron los vastos reinos políglotas y poliétnicos que fueron gobernados desde Viena, Londres, Constanti- nopla, París y Madrid, yo no pude ver que la fila conti- nuaba al menos hasta Moscú. Resulta una consolación melanCólica observar que la historia parece estar con- firmando la "lógica" de Comunidades imaginadas mejor que su propio autor. . No sólo el mundo ha cambiado de aspeclo en los úl- ~mos 12 años. También el estudio del nacionalismo se a transformado sorprendentemente: en método, esca- 11
  • 6. la, refinamiento y simple cantidad Tan '1 I simpleme~te corregir err~res de.hech~, concepción e in- mgl N." " so o en engu terpretacion que yo habna debido evitar al preparar la esa, ations BefareNationalism (1982) d ] A a strong; NatlOnalism and the State (1982) de'] ~ "B" ~n¡, versión original. Estas correcciones -<on el espíritu de Nations and Nationalism (1983) d E ' o n reUlIIy; 1983, por decirlo así- incluyen ciertas alteraciones de la Pn di " , e rnest Gellner" So " econ ttums ojNational Reuiual in Europe (1985) roslav Hroch: The Ethnic Ori " d Cl~ , e MI. primera edición, así como dos capítulos nuevos, que básicamente tienen el carácter de apéndices discretos. Anthony Smi;h; Nationalist Ttu;h:~~~:;~i!n9~6iv. de En el cuerpo principal del texto, descubrí dos graves (1986), de P. Chatterjee N. " "I"orki errores de traducción, al menos una promesa no cum- 1788 (I990) dE" H 'bY b atums and Natlonalism sine, , plida, y un hincapié que estaba fuera de lugar. Incapaz , e nc o s awm -para n . más que unos cuantos de los textos o mencions, de leer en español en 1983, sin pensarlo confié en la canee Ypoder teórico han h h c1ave-, por su al. traducción inglesa hecha por León Ma. Guerrero del , e c o que en gran d uque la bibliografia tradicion I b I parte ca- Noli Me Tangm de José Rizal, aunque disponía de tra- a so re e tema Enp t ducciones anteriores. Sólo en 1990 descubrí cuán fasci- con base en estas obras ha h bid . ar e, proliferación de estudios histtri~ o ~.na e~traordinaria nadoramente corrompida era la versión de Guerrero. lógicos, sociológicos, feministas ;s, t Iteranos, antrop{)o Para una larga e importante cita de Die Nationalitiiten· objetos de estos campos de . . o r?~, que unen los jrage und die Sozialdemoatuie, de Otto Bauer, por pereza nalismo Yla nación.' mvestlgaclon con el naci{)o me confié en la traducción de Osear Jászi. Una consul- Adaptar Comunidades ima ' ad ta más reciente del original alemán me ha mostrado estos vastos cambios del mu~: que está más allá de mis f ':t ~ las demandas de Y e texto es una tarea hasta qué punto las predilecciones políticas de Jászi al- teraron sus citas. Al menos en dos pasajes, infielmente guiente, me pareció mejor ~e~zat actuales.. Por consi- prometí explicar por qué el nacionalismo brasileño se riodo, "no restaurada" ceJar as ~omo pieza de pe- desarrolló tan tarde y tan idiosincrásicamente, en com- . , on su propIo estil '1 ambiente característicos D o, SI ueta Y paración con los de otros países latinoamericanos. El una parte, el pleno resuÚados cosas me consuelan. Por texto presente trata de cumplir la promesa. tos ocurridos en el " o final de los acontecimien. Había sido parte de mi plan original insistir en los VIeJo mundo . r envuelto en la oscuridad P SOCia rsta permanece origenes del nacionalismo del Nuevo Mundo. Había te- sico método Ylas pr . o.r otra parte, el idiosincrá· nido la sensación de que un provincianismo inconscien- ginadas me parecen :o~~p:~~nes de Co,:,unidades ima. te había influido y deformado las teorías sobre el tema. nuevos estudios sobre na~io ¡.en las margenes de los Losestudiosos europeos, habituados a su presunción de menos, no han caducado po~a Ismo en ese sentido, al que todo lo importante que ha ocurrido en el mundo Lo ue h comp l: eto. moderno se originó en Europa, con demasiada facili- q e tratado de hacer , en esta e d'" h a SIdo icron, . dad tomaron como punto de partida los nacionalismos etnolingüísticos de "segunda generación" (húngaros, I Hobsbawm ha tenido el valor de lIe ar . .- checos, griegos, polacos, etc.) en sus modelos, sin que de esta explosión de estudí d g.. a la conclusión, a partir lOS, e que la eoor- d i ' importara que estuviesen en "pro" o en "contra" del acerca a su fin: el búho de M" poca e nacionalismo se inerva levanta el vuelo al caer la noche. 12 13
  • 7. nac!~nalismo. Me espantó descubrir, en muchas de Ja¡ tica de los nacionalismos que, a la postre, surgió pa~ n?uclas de C?",u~idadesimaginadas, que este provincia combatirlos. De hecho, podriamos llegar hasta decir n.~mo eu~ocentnco permanece impávido, y que el de ue el Estado imaginó a sus adversarios locales, como CI.IVO capítulo sobre las Américas como originado1'lll ~n un ominoso sueño profético, mucho antes de <J,l;le pasaba casi entera~ente in~?vertido. Por desgracia, ne cobraran auténtica existencia histórica. A.I~ form~c~on he encontrado mejor solución "instantánea" a este pro de estas imágenes,la abstracta cuantificaclOn/s~nal~~a­ bl~ma que dar al capítulo IV el título de "Los pionero ción de personas, hecha por el censo, la logoización cnollos". del espacio político debida ~ los mapas, y I~ ~ecuméni­ ~J.llos dos "apéndices" trato de corregir graves falla¡ ca" y profana genealogizacion del museo hicieron con- teoncas ,de la p~mera edicíón." Algunos críticos ama tribuciones en trelazadas. bIes hablan sugendo que el capítulo VII ("La últi I El origen del segundo "apéndice" fue, el ~umillante da")' lifi mao ea , slmp ícaba excesivamente el proceso que mode- reconocimiento de que en 1983 yo habla CItado a Re- lo los ,tempranos nacionalismos del "Tercer Mundo. nan sin la menor comprensión de lo que él había di- Ademas, en ese capítulo no se hacía frente con seriedad cho en realidad: yo había tomado como una fácil iro- al problema del papel del Estado colonial local (para nía lo que en realidad era absolutamente extraño. Esta no h~lar.de la .metrópoli) al moldear estos nacionalis- humillación también me obligó a comprender qne yo mos. mismo tiempo, con cierto malestar me di cuenta no había dado una explicación inteligible exactamente d.c: que lo que yo había creído que era una contríbu, de cómo y por qué naciones nuevas se habían imagina- CIO? bastante nueva al pensamiento acerca del nacío- do ser antiguas. Lo que en la mayoría de los escritos ~a1lSmo -las cambiantes aprehensiones del tiempo-- académicos parecía confusión maqui~v~lica o fantas~~ e .aramente carecí~ de su coordenada necesaria: las caro- burguesa, o desinteresada verdad histórica, me pareclo :Iantes aprehensIOnes del espacio. Una brillante tesis ahora algo más profundo y más interesante. ¿Ysi la "an- «:,CtoraI d.e Th.0ngchai Winichakul, joven historiador tigüedad" fuese, en cierta coyuntura histórica, la conse- tal, me esu~ulo ~ peJ.l~ en la contribución de la car- cuencia necesaria de la "novedad"? Si el nacionalismo era, tograña a la Imagmaclon nacionalista como yo suponía, la expresión de una forma radical- ~EI censo, el mapa y el museo" anaiiza, por tanto, el mente alterada de la conciencia, ¿no debía la conciencia modo en. que, en forma del todo inconsciente, el Esta- de esa ruptura, y el necesario olvido de las conciencias do COIOO1a1o~el siglo XIX (y las políticas que su mentali- anteriores, crear su propia narrativa? Visto desde esta dad favoreclo) engendraron dialécticamente la grama- perspectiva, el atávico fantasear característico de la ma- yor parte del pensamiento nacionalista después del de- 'Elpo éndí nmer apeo Ice tuvo por origen un escrito preparado cenio de 1820 aparece como un epifenómeno; lo que una conferencia que se dio en Karachi en enero de 1989 arra:::. realmente importa es la alineación estructural de la ;::J"'r ~ :o~ld los~tute.for Developmem Ecooomics R!.earch de Ti_ L i ' anons UDI""....ty. Un esbozo del YaO'odo .~_¡o en T.. "N nue - S ,....,__ J o _o _. . " , L "1'1':-._1 del 13 de JUDlO de 1986, con el título de o --,,- ....- __ "memoria" nacionalista posterior a r820 con las premi- sas y convenciones internas de la biografia y la autobio- arrabng the Natíon", grafia modernas. 14 15
  • 8. Dejando aparte todos los méritos o deméritos teórí cos que los dos "apéndices" puedan tener, cada Uno 1. INTRODUCCIÓN tiene sus limitaciones más cotidianas. Los datos tOma dos para "el censo, el mapa y el museo" proceden, ínte gramente, del sudeste de Asia. En ciertas maneras, esa QUIZA sin que lo notemos mucho todavía, vivimos una . . hi . del rnarxi región ofrece espléndidas oportunidades para las teorías -< rmación fundamental en la istona e marxis- tran",O . S - al •. comparativas, ya que abarca zonas antes colonizadas d los movimientos marxistas. us sen es mas VI- '?bo¡ Y sane las guerras recientes entre Vietnam. Camboya por casi todas las grandes potencias imperiales (Ingla- SI es . hí •. terra, Francia, Holanda, Portugal, España y los Estados China. Estas guerras tienen una importancia IStOn- Unidos) así como el no colonizado Siam. Sin embargo, y mun di I porque son las primeras que ocurren entre ca la . I queda por ver si mi análisis, aun si es verosímil para esta •menes de independencia y credenciales revo ti- regl 'as 'Innegables . d e Ios beliIge- región, puede aplicarse convincentemente a todo el glo- c l o n a n , y porque mnguno rfi 'al . bo. En el segundo apéndice, el material empírico bos- rantes ha hecho más que esfuerzos supe CI es p~ quejado se relaciona casi exclusivamente con la Euro- JUSltífiIcar el derrame de sangre desde el punto fu VIsta . .. de pa occidental y con el Nuevo Mundo, regiones sobre 131 de una teoria marxista reconocible. MIentras 9ue ,e ape- cuales mi conocimiento es muy superlicial. Pero ahí de- nas posible interpretar los choques fr~~tenzos Sl~~ bia estar el enfoque, pues fue en estas zonas donde las viéticos de 1969, y las intervenclones militares soVletl~ amnesias del nacionalismo fueron anunciadas por vez en Alemania (1953), Hungria (195?}. Che~?slova9u..a primera. (1968) y Mganistán (1980) en función del imperialis- BENEDlCf ANDERSON mo social", la "defensa del socialism~". etc. ¿e,acuer- Febrero de 1991 do con losgustos-- supongo que na~le creera senamen- te que tales términos sean muy aplicables a lo que ha ocurrido en Camboya. Si la invasión y la ocupación de Camboya por parte de los vietnamitas. en diciembre de 1978 y e~ero de 1979, representaban la primera guerra t¡tmvenaonal,m gran escala librada entre regímenes ~aTX1Stas revolucio- narios,' el ataque perpetrado por China contra Vietn~, en febrero, confirmó rápidamente el precedente. Sólo I Se e.coge esta form ulación sólo para ~estacar la escala y las .con- diciones de la pelea, no para culpar a nad~e.A fi.n de evitar posibles malentendidos, convendrá aclarar que la mvasion de diciembre de 16 17
  • 9. los más fieles se atreverian a apostar que, en los últimos ria de los Estados dinásticos prenacionales del siglo XIX años de este siglo, todo estalJido significativo de hostili- como la precursora de un orden internacionalista del si- dades interestatales pondrá por fuerza a la URSS y a Chi- glo XXI.! na -ya no digamos los Estados socialistas más peque- Eric Hobsbawm tiene toda la razón cuando afirma ños-- del mismo lado. ¿Quién puede estar seguro de que "los movimientos y los Estados marxistas han ten- que Yugoslavia y Albania no llegarán a las manos algún dido a volverse nacionales no sólo en la forma sino tam- día? Los diversos grupos que pugnan por un retiro del bién en la sustancia, es decir, nacionalistas. Nada sugie- Ejército Rojo de sus campamentos en Europa oriental re que esta tendencia no continuará"." Y la tendencia debieran recordar el grado en que su presencia aplas- no se confina al mundo socialista. Las Naciones Unidas tante desde 1945 ha evitado el conflicto armado entre admiten nuevos miembros casi todos los años. Y mu- los regímenes marxistas de la región. chas "naciones antiguas", que se creían plenamente con- Tales consideraciones ponen de relieve el hecho de solidadas, se ven desafiadas por "sub" nacionalismos que, desde la segunda Guerra Mundial, toda revolución dentro de sus fronteras, es decir, nacionalismos que na- triunfante se ha definido en términos nacioruIJes: la Re- turalmente sueñan con desprenderse de ese sufijo "sub", pública Popular de China, la República Socialista de un buen día. La realidad es evidente: el "fin de la era Vietnam, etc. Yal hacerlo así se ha arraigado firmemen- del nal;ipg~mº",anunciado durante tanto tiempo, no te en un espacio territorial y social heredado del pasado se encuentra ni remotamente a la vista. En efecto, la na- prerrevolucionario. Por otra parte, el que la Unión So- cionalidad es el valor más universalmente legítimo en viética comparta con el Reino Unido de la Gran Bretaña la vida política de nuestro tiempo. e Irlanda del Norte la rara distinción de ocultar la na- . Pero si I~s hechos están claros, su explicación sigue cionalidad en su nombre sugiere que es tanto la legara- siendo motivo de una prolongada disputa. La nación, la nacionalidad, el nacionalismo, son términos que han 19781urgi6 de loo choques armados que se venían registrando entre resultado notoriamente dificiles de definir, ya no diga- partidarios de los dos movimientos revolucionarios quizá desde 1971. Después de abril de 1977, los ataques fronterizos iniciados por mos de analizar. En contraste con la influencia inmen- los camboyanos, pero rápidamente repelidos por los vietnamitas, au- sa que el nacionalismo ha ejercido sobre el mundo mo- mentaron en magnitud y alcance, hasta culminar en la gran incur- derno, una teoría verosímil acerca del nacionalismo es sión vietnamita de diciembre de 1977. Sin embargo, ninguno de es- claramente escasa. Hugh Seton-Watson, autor de un toa ataques trataba de derrocar regímenes enemigos ni de ocupar grandes territoriOl, Ylas tropas involucradas no eran comparables a texto sobre el nacionalismo, que es con mucho el me- las que participaron en diciembre de 1978. La controversia sobré las jor y más comprensivo en lengua inglesa, heredero de causas de la guemo se libra con gran perspicacia en: Stephen P. He- una vasta tradición de historiografia y de ciencia social der, "The l(ampuchean-Vietnamese Conñict", en David w. P. Elliotl, comp., rlal Third IndDdlintJ Ctmjljet, pp. 21-67: Anthony Barnetl, 'In- • ~ienquiera que tenga dudas acerca de las pretensiones del Rei- ter-Communist ConBicts and Vietnam", 8uIldi" DJ Ctmcmud AJitm no Umdo en lo tocante a tal paridad con la URSS debiera preguntar- SdIoltm. 11:4 (octubre-dicíembre de 1979), pp. 2-9; ., t.n Sum- se cuál nacionalidad denota su nombré: ¿británico-irlandés? men, "In Malten ofWar and Socialism Anthony Barneu would Sita- • Eric Hobsbawm, "Sorne Retlections on "Ihe Break-up of 8ritaín", me and Honour l(ampuchea Too Much", iJML, pp. 10.18. N.", újl RerMw, 105 (septiembre-octubre de 1977), p. ia 18 19
  • 10. liberal, observa con tristeza: "Me veo impulsado a con- de la "anomalía" del nacionalismo. Creo que, sobre este cluir así que no puede elaborarse ninguna 'definición tema, tanto la teoría marxista corno la liberal se han es- científica' de la nación; pero el fenómeno ha existido y fumado en un tardío esfuerzo tolemaico por "salvar al existe." Tom Nairn, autor de una obra señera (Tñe fenómeno"; Yque se requiere con urgencia una recrien- BreaIt.-1.tp o/ Britain) y heredero de la no menos vasta tra- tación de perspectiva en un espíritu copemicano, por dición de historiografia y ciencia social marxista, señala decirlo así. Mi punto de partida es la afirmación de con franqueza: "La teoría del nacionalismo representa que la nacionalidad, o la "calidad de nación" -corno el gran fracaso histórico del rnarxisrno.t" Pero incluso podríamos preferir decirlo, en vista de las vañadas sig- esta confesión es algo engañosa, ya que puede implicar nificaciones de la primera palabra-, al igual que el na- el resultado lamentable de una búsqueda prolongada y cionalismo, son artefactos culturales de una clase partí- consciente de la claridad teórica. Sería más correcto rolar. A fin de entenderlos adecuadamente, necesitamos afirmar que el nacionalismo ha sido una anomalía incó- considerar con cuidado cómo han llegado a ser en la moda para la teoría marxista y que, precisamente por historia, en qué formas han cambiado sus significados esa razón, se ha eludido. en gran medida, antes que con- a través del tiempo y por qué, en la actualidad, tienen frontado. ¿Cómo entender de otro modo la incapacidad una legitimidad emocional tan profunda. Trataré de del propio Marx para explicar el pronombre crucial de demostrar que la creación de estos artefactos, a fines su memorable formulación de 1848: "El proletariado del siglo XVIII,' fue la destilación espontánea de un "cm- de cada país debe, por supuesto, arreglar cuentas ante ce" complejo de fuerzas históricas discretas; pero que, todo con .su propia burguesía"?" ¿Cómo considerar el uso, una vez creados, se volvieron "modulares", capaces de durante más de un siglo, del concepto de "burguesía ser trasplantados, con grados variables de autoconcien- . nacional" sin ningún intento serio por justificar teóri- cía, a una gran diversidad de terrenos sociales, de mez- camente la jerarquía del adjetivo? ¿Por qué es teórica- clarse con una diversidad correspondientemente am- mente importante esta segmentación de la burguesía, plia de constelaciones políticas e ideológicas. También una clase mundial en la medida en que se define en trataré de explicar por qué estos artefactos culturales términos de las relaciones de producción? particulares han generado apegos tan profundos. Este libro trata de ofrecer algunas sugerencias tenta- tivas para llegar a una in terpretación más satisfactoria 7 Como señala Aira Kemiliinen, 106 doo "padres fundadores" de las investigaciones académicassobre el nacionalismo. Hans Kohn y Car- • Véase su Natimu mul SItJW, p. 5. Sin cunivas en el original. leton Hares, propusieron persuasivamente esta fecha. Me parece que , Véase su ensayo "The Modero janus", New úfl R.view 94 (no- susconclusiones no han sido seriamente debatidas,excepto por idee> viembre-diciembre de 1975), p. 3. Este ensayo se incluye sin ninguna lagos nacionalistas de países paniculares. KemiJiinen observa tam- alteración en TM 1JrroA-uf' 01Brilain, como capítulo 9 (pp. 329-363). bién que la palabra "nacionalismo" sólo conoció un uso generalizado • KarI Marx y Friedrich Engels, Tbe eom.,u7lis1 Maniftslo, en 106 s". a fines del siglo XIX. No se encuentra, por ejemplo, en muchos die- l«IItJ Worts, 1, p. 45, las cursivas son mías. En cualquier exégesis teóri- cionarioo convencionales del siglo XIX. Si Adam Smith habló de la ri- ca, las palabras "por supuesto" debieran encender señales de alarma queza de las "naciones", sólo se refería a las "socíedades" o los -Esta- ante el lector transportado. do,". Aira Kemiliinen, NaIionaIism, pp. 10,33 Y4849. 20 21
  • 11. CONCEPTOS y DEFINICIONES mayor parte del mundo (el equivalente del infantilismo para las sociedades), y en gran medida incurable." Antes de examinar las cuestiones que acabamos de plantear, parece conveniente que consideremos breve- Parte de la dificultad es que tendemos inconsciente- ~e~te el con~epto de "nación" y obtengamos una defi. mente a personificar la existencia del Nacionalismo mCI~n operativa. Los teóricos del nacionalismo se han con N mayúscula --<omo siescribiéramos Edadcon sentido a menudo desconcertados, por no decir irrita- una E rnayú5cula- y a clasificarla luego como una ideo- dos, ante est~strespa~ojas.: 1) La modernidad objetí logía. (Adviértase que si todos tienen una edad, la Edad va de las naciones a la VIsta del historiador frente a su es sólo una expresión analítica.) Me parece que se faci- antigü~dad ~ubjetiva a la vista de los naci6nalistas. 2) litarían las cosas si tratáramos el nacionalismo en la La umversahdad formal de la nacionalidad como un misma categoría que el "parentesco" y la "religión", no ~oncepto sociocultural-en el mundo moderno todos en la del "liberalismo" o el "fascismo". tienen y deben "tener" una nacionalidad, así como tie- Así pues, con un espíritu antropológico propongo la nen un sexo-, frente a la particularidad irremediable definición siguiente de la nación: una comunidad polítí- de s~s .Tanifesta~ion~sconcretas,de modo que, por ca i~Ol.~C:(}!Do.¡tlJ:¡~rentemente limitada y soberana. definlc~on, !~ n~clonahdad "griega" es suí géneris. 3) El Es ~ porque aun los miembros de la nación poder poh~co de los .nacionalismos, frente a su po más pequeña no conocerán jamás a la mayoría de sus breza.y aun íncoherencía filosófica. En otras palabras, compatriotas, no los verán ni oirán siquiera hablar de al reve~ de I? que ocurre con la mayoría de los "ismos", ellos, pero en la mente de c~~~ut.t(}yivela imagen desu el nacionalismo no ha producido jamás sus propios comunión." Renan sé refirió a esta imagen, en su estilo grandes pensadores: no hay por él un Hobbes ni un afablemente ambiguo, cuando escribió: MOr l' essence Tocqueville, ni un Marx o un Weber. Esta "vaciedad" d'une nation est que tous les individus aient beaucoup produce fácilmente cierta condescendencia entre los de choses en commun, et aussi que tous aient oublié mtelectu~es cosmopolitas y multilingAes. Como Ger- bien des choses. "'o. Con cierta ferocidad, Gellner hace U:U~e Stein enfrente de Oakland, podemos concluir Una observación semejante cuando sostiene que el "na- ~p~damente que "no hay nada allí". Resulta caracte- ~StlCO el hecho. de q~e incluso un estudioso tan simpa- : The Bm1A-up alBnu.;n, p. 359. tI~a~te del nacionalismo como Tom Nairn pueda es- q. Selon-Wauon, Nations and SIales. p. 5: "Sólo puedo decir que una nación existe cuando un número considerable de miembros cribir que de una comunidad consideran formar parte de una nación, o se com- POnan Como si así ocurriera."Aquí podríamos traducir "consideran" el "nacionalismo" es la palología de la historia moderna por "imaginan". 10 Emest Renan, '"Q.u'est-ce qu'une nalion?" en Otuvra Compliles, 1, ~el desarrollo, tan inevitable como la "neurosis" en el indio p. 892. Añade Renan: "tout citoyen francais doit avoir oublíé la Saint- Vlduo: con la misma ambigüedad esencial que ésta una ~él~mY.les massacres du Midi au XlIJ" siecle. II n'y a pas en France cap~ldad semej~te intrínseca para llevar a la dem~nciá, fam.lIes qui puissent fournir la preuve d'une origine franque [... 1". amugada en los dilemas de la impotencia que afectan a la 41 Ahora bien, la esencia de una nación está en que todos los indi- 22 23
  • 12. ue alberga tal vez a mil millones d~ ~res cionalismo no es el despertar de las naciones a la auto.' yor de ell~, qs tiene fronteras finitas, aunqu~ eIásUc~, conciencia: inventa naciones donde no existen"." Si~: human?SVIVO, a1es se encuentran otras nacIones. Nin- embargo, lo malo de esta formulación es que Gellnei más aUa d.e, las im ina con las dimensiones de la se !lU- está tan ansioso por demostrar que el nacionalismo st guna'dad Los naClonarIS tas más mesiánicos no suenan naClon .ag b d la disfraza con falsas pretensiones que equipara la "inven, manl . brá día en que todos los miem ros e ción" a la "fabricación" y la "falsedad", antes que a la ue ha ra un . tas épo- con q .d d se unirán a su nación, como en cier "imaginación" y la "creación", En esta forma, da a en, human ~on pensar los cristianos, por ejemplo, en un dI. tender que existen comunidades "verdaderas" que pue cas pu le .. nteramente cnstlano, " den yuxtaponerse con ventaja a las naciones. De he. plane.ta e, soberana porque el concepto nació en una cho, todas las comunidades mayores que las aldeas Se Imagtna la Ilustración Y la Revolución estabandee- primordiales de contacto directo (y quizá incluso és- época en qu~ itimidad del reino dinástico jerárqUiCO, tas) son imaginadas, Las comunidades no deben distin, tTtIyendo la egtrdenado Habiendo llegado a la rnadu- guirse por su falsedad o legitimidad, sino por el estilo d· ' amente O · lVln de la historia humana en Ia oue l lu- a que mc con el que son imaginadas. Los aldeanosjavaneses han rez en u?a:~~~os fieles de cualquier religió.n universal sabido siempre que están conectados con personas que so los m:n sin poder evitarlo el pluralisf1l() VlV? de tale~ jamás han visto, pero esos lazos fueron imaginados al, afr?~~:S el alomorlismo entre las J:>ret~nslones ~n guna vez de manera partícularísima, como redes infí, nitamente extensasde parentesco y clientela. Hasta hace tologlC _ le reh,gt? as cada fe y la extensión ternt?nal, las nacio- r libres y con serlo directamente e? muy poco tiempo, el idioma javanés no tenía ninguna nes ~uendandceogi: La garantía y el emblema de esta u- palabra que significara la abstracción "sociedad". Ahora el rema o ' bertad es el Estado soberano, . ' de- podemos pensar en la aristrocracia francesa del anciefl '1' imagina como comunidad porque, m 1igime como una clase; pero es seguro que sólo mucho ~C::;:n~~':;n~e de la desigualdad Yla explftació~ qu: tiempo después fue imaginada como taL'! La respuesta normal a esta pregunta: "¿Quién es el conde de X?" no ~ efecto puedan prevalecer en c_ad~ caso, r~~~~~nh~ '. 'be . re como un companensmo P " c?ncl s~:Eltima instancia, es esta fraternidad la que ,0 habría sido "un miembro de la aristrocracia", sino' "el nzon tal. señor de X", "el tío del barón de Y, o "un cliente del h .t' do durante los últimos d os slglos , que tan tos " . duquedeZ". ~11o::I~e Personas maten y, sobre. tO?O, estén dispues- La nación se imagina limitada porque incluso la ma- , ir r I'magt'naciones tan hmltadas, tas a mon po , . f t al pro- Estas muertes nos ponen sub'tament~ ren e é h viduas tengan muchas cosas en común y también que todos hayan blema central planteado por el nacionah~mo: .¿Que. a- olvidado muchas cosas. ce ue las imágenes contrahechas de la hlstona r~cl~n- 11 Emes, Gellner, T/wugf1J and Chango, p. 169. las cursivas son mías. q , de dos siglos) generen sacrificios " Hobsbawm, por ejemplo, la "fija" diciendo que en 1789 había te (escasamente mas sta cerca de 400000 aristócratas en una población de 23 000 000. (Véase tan colosales? Creo que el principio de un~ resf.ue o su obra, Tk As- o/&voIulion, p. 78.) ¿Pero habría podido imaginarse se encuentra en las raíces culturales del naclOna ism , esta representación estadística de la nobleza en el anrienrigime 1 25 24
  • 13. una tu mba del Marxista Desconocido o un cenotafio ., los Liberales caídos. ¿Es inevitable una sensación 11. lAS RAÍCES CULTURALES ~bsurc:lid,ac:l? La razón es que ni el marxism<,> ni e1li- ber.lIismo se ocupan mucho de la muerte y la inrnorta- Iidad. Si la imaginería nacionalista ~ preocupa ta,nto ~o HAY ~m.blemas de la cultura moderna del naciom poi' ellas, esto sugiere una fuerte afimd~ con imagme- hsmo mas Imponentes que los cenotafios y las tumba rías religiosas. En virtud de que esta afimdad ~o es ~~r­ de los. ~Idados Desconocidos. La reverencia cereme tuita, quizá convenga empeza~ por. una consideración m~ publ~ca otorgada a estos monumentos,justo /JOrIJI de las raíces culturales del nacionalismo, con la muerte est:m del.lberadamente vacíos o nadie sabe quién yac como la última de toda una gama de fatalidades. . a.lh, n~ llene verdaderos precedentes en épocas anu Si la forma en que muere un ho~br~ parece de ~rdl­ nores. Para sentir la fuerza de esta modernidad sók nario arbitraria, su mortalidad es inevitable. Las vidas u:nemos que imaginar la reacción general ante el'ingt humanas están llenas de tales combinaciones de nece- mo~ que "descubrió" el nombre del Soldado Desee sidad y azar. Todos estamos conscientes de. la co,!~n­ nocido o insistió en llenar el cenotafio con ciertos hUI gencia y la inevitabilidad de nuestra herencia genellca sos reales. ¡Un extraño sacrilegio contemporáneol Pee particular, nuestro sexo, nuestra época, nuestras capa- ~unq~e estas tumbas estén vacías de restos mortale cidades físicas, nuestra lengua materna, etc. El gran ~denf;ilica.bles o de almas inmortales, están saturadas di mérito de las concepciones del mund<,> ~eligi?sas tradi- 1J.Dag¡n~nas nacionales fantasmalea," (Por eso tantas na cionales (que naturalmente deben dlsllngUlr~ de su Clones tl~nen tales fu.rnbas sin sentir ninguna necesidad papel en la legitimización de sistemas especl~~os de de especificar la nacionalidad de sus ausentes ocupan dominación y explotación) ha sido su preocupaclon por tes. ~Qué otra cosa podrían ser sino alemanes, nortea .. . el hombre-en-el-cosmos, el hombre como un ser de es- mencanos, argentinos [... ]?) pecie, y la contingencia de la vida. La .supe~vencla La .si~ificación cürturaI de estos monumentos se vuel extraordinaria, durante miles de años del budismo, el ve mas clara aun si tratamos de imaginar, por ejemplo, cristianismo o el islam, en docenas de formaciones so- 'Lo' . en el campo de batalla hace muchos años, y nunca ha cambiado. Los ,s gnegos an~guos tenían cenotafios, pero sólo para individue consideraba entonces, como los considero ahora, de las fIguras más especlficos, ~onocldos. cuyos cuerpos no podían ser recuperados. ~obles del mundo; no sólo de los personajes militares más refinad~s, ~r una .razon u otra, para su entierro regular. Debo esta informa- lino también de los más inmaculados [sic] [... l- Pertenecen a la his- C1~n a m~ c?lega bizantinista]udilh Herrín. toria como ejemplos grandes del patriotismo exito~ [sic]..Penene- Co~S1derense, por ejemplo, estos tropos notables: 1) "La larga ~ cea a la posteridad como ínstructores de lasgeneraciones futuras en nea gns n~ n~ ha fallado jamás. Si lo hicieras, un millón de fantae los principios de libertad e independencia. Pertenecen al presente, a mas en traJe olivo,.en caqui café, en azul y gris, se levantarían de su5 nOSOtros, por sus virtudes y sus logros" Douglas MacArlhur: ."Duty, a:uc;s b!~cas,. gn~do estas palabras mágicas: deber, honor, pi" Honour, Country", discurso pronunciado en la Academia MlI~tar de tria. 2) MI esnmac,on [de los norteamericanos en armasI se foonó los Estados Unidos Wes. Poin t, 12 de mayo de 1962, en su libro A SoUIi.r Spea/cs, pp. 354 Y357. ' 26 27
  • 14. . arca en Europa occidenta~ no sólo ciales diferentes, revela su respuesta imaginativa a porque el.slg lo ~i:'época del nacionalismo.slDo ~­ carga aplastante del sufrimiento humano: enfennedad el surgimlen!O ~o de los modos de pensamtento r~ 1- mutilación, pena, edad y muerte. ¿Por qué nací ciego bién el cr~pusc: la Ilustración, del secularismo raCID- ¿Por qué está mi mejor amigo paralítico? ¿Por qué esta ·oSO. E15¡glo e. o su ropia oscuridad mode~,a. Con mi hija tarada? Las religiones tratan de explicar. La 81a!'IS' traK'l conSlg . P re ,. . sa no desapareclo el .su- n ta ,- l eencla tglO , gran falla de todos los estilos de pensamiento evoluti el reflujo de al'er maba parte de ella. La desin~egr~clo~ vos/progresistas, sin excluir al marxismo, es que tales fcimiento que ~r hace a la fatalidad más arbl~na. interrogantes se contestan con un silencio impacien del paraíso: la avaclO n.. nada hace más , necesano otro nasal " te.' Al mismo tiempo, en formas diferentes, el pens, era absurdo d e . ' Lo ue se requena entonce~ . miento religioso responde también a oscuras promesa¡o¡ estilo de contmu~~ad~cul~ de la fatalidad en conunUl- de inmortalidad, generalmente transformando la fa~ una traflsforma~lOnncia en significado. Como. v~remos Iidad en continuidad (karrna, pecado original, etc.). En dad, de la conun~ cosas eran (son) más propICIas para esta forma, se ocupa de las conexiones entre los rnuei, másadelante, ~d de nación Si se concede. general- tos y quienes no han nacido todavía, el misterio de la este fin queunal ea nacionales son "' nuevos ""'h"s- dos " el, reencarnación. ¿Quién experimenta la concepción de mente que los ~sta las que dan una expresión poli- su hijo sin captar difusamente una combinación de co tónCOS", las nacIOnes a de un pasado . ' I 4 Y . • mmemona, nexión, azar y fatalidad en un lenguaje de "continu; men SIempre ", r nca presu ilimitado, lo que es aun mas .I~po - dad"? (De nuevo, la desventaja del pensamiento evolu- miran un fut~rOd I . nalismo es la converslO n del tivo/progresista es una hostilidad casi heracIiteana ante tanteo La magta Pe dnacio decir como De b ray: ·S' es ' mos 1, toda idea de continuidad.) azar en destino ' . o na tal . yo haya nacido f rances:. ' Hago estas observaciones, quizá simplistas, sobre todo raroente acclden que • ente , d odo Francia es eterna. pero despues e t d' . ndo que la aparición del s el Régis Debray, "Marxism and the National Question", NIfW újI P?r su,Puesto n.o e:~~aI ~~~ siglo XVIII, haya sido "pro- RLuiIfW, 105 (septiembre-octubre de 1977), p. 29. Cuando realizaba naclOnahsmo, h,acta e un trabajo de campo en Indonesia. en los años sesenta, me Impresío, n"ó la tranquila negativa de muchos musulmanes a aceptar las ideas b bl· s:"mpre con entera sinceri- . de Darwin. Al principio interpreté esta negativa como un oscurantis- • El finado presidente Slu~om:q:e "Indonesia" había pade- mo. Luego lo vi como un esfuerzo honorable por ser consistente: la dad de los 350 años de co 0~11 15 de -Indonesia- es un invento ~el si- doctrina de la evolución era simplemente incompatible con las ense- cido aunque el concepto mismo h y Ind·onesia fue conqUistada , par< de lo que es o . ñanzas del islam. ¿Qué vamos a hacer con un materialismo científico glo xx,r la mayor e O 1910 Entre los héroes nació- que acepta formalmente los hallazgos de la lisica acerca de la materia, por los holandeses a!",nas entre I:e~ des~ el príncipe Dipone- pero se esfuerza tan poco por conectar estos hallazgos con la lucha nales de la I~~~nesla. co~temrel si 0 XIX en Java: aunqu~ las pro- goro, quien VlVlO a pw:sn~lplos 1 g ue trataba de -conqUistar [¡no de clases, la revolución, o lo que sea? ¿No oculta acaso, el abismo exis- tente entre 105 protones y el proletariado, una concepción metafisica pias memorias del prtncrpe reve .u: q a .Ios holandeses·. En efecto, del hombre no reconocida? Sin embargo, véanse los textos refres- liberar!] aJava·, en I~gar.de .expu ~ 10 de "los holandeses" como cantes de Sebastiano Tímpanaro, On Materialmrs y TheFrrudian Slip; y está claro que no tema nlOgun con d p hn A Larkin comps., TM la respuesta sensata de Rayrnond Williams en "Timpanaro's Materialist una colectividad.Véase HarryJ. Ben aro :Dipon.,goro (1778?- World o/ Southeast Asia, p. 58; Y Ann umar, Challenge", NIfW Lejl!ILuiIfW, 109 (mayo-junio de 1978), pp. ~17. 29 28
  • 15. d~cida" por la erosión de las certidumbres religiosa cluir aquí al "confucianisrno") incorporar~n .co~lCep- m ~~e esta er~sión no requiera en sí misma una expl tones de 'comunidades inmensas. Pero el crrsnamsmo, ' C~CIO~ compleja. Tampoco estoy sugiriendo que el 11 ~; Islam Umah y aun el Reino Medio -que ~oso~os lo cionalismo "s';lcede" históricamente a la religión. Lo 1 consideramos ahora chino, pero que no se imaginaba estoy p~op~mendo es que el nacionalismo debe en~ a sí mismo como chino, sino como central- eran nna-. dersc: almeandolo, no con ideologías políticas conscís ginables en gran medida por medio de una [engua sao tes,.slno con los grandes sistemas culturalesqueío cedIeron, de donde surgió por oposiciÓn. .. pl gra.q~,y Il!la escritura, Veamos sólo el ejemplo ~el is- lám: Si un maguindanao se encontraba a los bereberes Para nuestros fines actuales;;i~~·sj$.tCmas eultun en La Meca, sin que supieran uno el idioma de los otros, les relevantes ~n la comunidadrelig¡asQ y~l reinoollinQ¡¡ incapaces de comunicarse oralmente, entendían sin em- (ti. Est?s dos sistemas eran en su apogeo marcos de R bargo sus ideogramas parque los textos sagrados que ferencla q~e se.daban por sentados, como ocurre ahor compartían sólo existían en árabe clásico. En este se~­ co~ la.nacIonalIdad. Por lo tanto, es esencial considen tído, el árabe escrito funcionaba como los caracteres chi- que dIO a estos sistemas culturales su importancia ' nos para crear una comunidad por los signos, no por los dIente, al mismo tiempo que destacar ciertos elemen~ sonidos. (El lenguaje matemático continúa ahora una e aves de su descomposición. antigua tradición. Los rumanos no tienen idea de la pa- labra que usan los tailandeses, para el signo + yviceversa, pero ambos lo comprenden.) Todas las grandes comu- LA COMUNIDAD REUGIOSA nidades clásicas se concebían a sí mismas como cósmi- camente centrales, por medio de una lengua sagrada Po~as co~ son más impresionantes que el vasto terri ligada a un orden de poder ultraterrenal. En consecuen- tono del Islam que se extiende desde M~~· h cia, el alcance del latín, el pali, el árabe o el chino es- el a h'''l S ~.uecos asa re Iple ago ulü, el de: la cristiandad que va desde critos era, en teoría, ilimitado. (En efecto, cuanto más Laraguay hastaJapón, y el del mundo budista desde Sri muerta estuviese la lengua escrita -más alejada del nka hasta la península coreana. Las grandes cultura discurso--, mejor: en un principio, todos tienen acce- sagradas (y para nuestros fines actuales podríamos in' so a un mundo puro de signos.) Pero tales comunidades clásicas, ligadas por lenguas .1855)",Intltmesia, 13 (abril de 1972), p. 103. Las cursivas son mías D< sagradas, tenían un carácter distinto de las comunida- ~ modo, Kemaí Ataturk llamó a uno de sus bancos estatales ei En des imaginadas de naciones modernas. Una diferencia = k Iions (Banco Hiüta} y a otro el Banco Sumerio (Seton-Watson N~ esencial era la confianza de las comunidades antiguas and Staús, p. 259). Estos bancos florecen ahora, y no ha r:"ón en el carácter peculiarmente sagrado de sus lenguas, y dUda.T de que m~chos turcos,quizá sin excluir al propio i<emal, por ende sus ideas acerca de la admisión a la comuni- e an senamente. y siguen creyendo. que los hititas y los sumerios ran sus antepasados turcos. Antes de estallar en carca'adas d bíérs- dad. Los mandarines chinos contemplaban con apro- mas recordar a Arturo Boadi mercial d las' Y . ~. e le... cea, y refleXIOnar sobre el éxito co- b~ción a Ios bárbaros que laboriosamente aprendían a e mllografias de Tolkien, pintar ideogramas del Reino Medio. Estos bárbaros es- 30 31
  • 16. pero si las lenguas sagradas silenciosas eran los me- taban siempre a medio camino de la integración total.' dios con los cuales se imaginaron las grandes comuni- El civilizado a medias es mucho mejor que el bárbaro. dades globales del pasado, la realidad de tales aparicio- Tal actitud no era ciertamente peculiar de los chinos, ni 1: se con~na a ~t.igüedad. Considérese, por ejemplo, la siguiente política sobre los bárbaros", formulada nes dependía de una idea en gran medida extraña a la mente occidental contemporánea: el carácter no arbi- trario del signo. Los ideogramas de los chinos, los lati- por Pedro Fermín de Vargas, liberal colombiano de nos o los árabes eran emanacionésde la. realidad, no principios del siglo XIX: sus representaciones fabricadas al azar. Estamos fami- Para expandir nuestra agricultura habría necesidad de his- liarizados con la prolongada disputa sobre la lengua panizar a nuestros indios. Su ociosidad, estupidez e indife- apropiada (el latín o la lengua vernácula) para la masa. rencia hacia los esfuerzos humanos normales nos llevan a En la tradición islámica, hasta hace poco tiempo, el pensar que provienen de una raza degenerada que se dete- Qur'an era literalmente intraducible (y por lo tanto no nora en proporción a la distancia de su origen [... ] sería se traducía), porque la verdad de Alá era accesible sólo muy conuemente que se extinguieran los indios, mezclándolos con mediante los signos verdaderos, insustituibles, del ára- ÚJ~blancos, declarándolos libre.. de tributo y otros cargos, y otor- be escrito. No hay aquí ninguna idea de un mundo tan gandoks la propiedad privada de la tierra'' separado de la lengua que todas las lenguas sean sig- nos equidistantes (y por ende intercambiables) para Cuán notable resulta que este liberal proponga todavía denotarlo. En efecto, la realidad ontológica es aprehen- la "extinción" de los indios, en parte "declarándolos li- dible sólo a través de un sistema singular, privilegiado, bres d~ tri~uto" y "otorgándoles la propiedad privada de representación: la lengua verdadera del latín ecle- de la tierra, en lugar de exterminarlos con rifles y mi- siástico, el árabe coránico o el chino de los exámenes.' crobios, como empezarían a hacerlo pronto sus here- y como lenguas verdaderas, imbuidas de un impulso deros de Brasil, Argentina y los Estados Unidos. Adviér- en gran parte ajeno al nacionalismo, tienden hacia la tase también, junto con la crueldad condescendiente, conversión. Por conversión no entiendo la aceptación un optimismo cósmico: el indio es en última instancia de lemas religiosos particulares, sino la absorción al- redimible: por su impregnación con el "civilizado" se- química. El bárbaro se vuelve un miembro del "Reino m~n de los blancos, y con la adquisición de propiedad Medio", el rifeño se vuelve musulmán, el i1ongo se vuel- privada, como /000.. (Qué diferente es la actitud de Fer- ve cristiano. Toda la naturaleza del ser del hombre es mín de la preferencia del imperialista europeo posterior sagradamente maleable. (Contrástese así el prestigio de por los malayos, gurkas y hausas "genuinos" sobre las estas antiguas lenguas mundiales, tan por encima de to- "medias castas", "semieducados", etcétera.) 7 El griego eclesiástico no parece haber alcanzado la categoría de un idioma auténtico. Hay varias razones para este "fracaso", pero un • !'j De aquí la ecuanimidad con que los mongoles y los manchúes si- factor decisivo fue ciertamente el hecho de que el griego siguió sien- Ollados eran aceptados como Hijos del Cielo. do un idioma demótico vivo en gran parte -del Imperio bizantino. 6 Joh~ Lynch, Tbe spanish-American Reuolutions, 1808-1826, p. 260. Debo esta información aJudith Herrin. Las CUrsivas son mías. 32 33
  • 17. das las lenguas vernáculas, con el esperanto, o el vola- términos de un clero transeuropeo que escribía en la- pük, que yacen ignoradas fntre ellas.) De,spues de todo, tín, y una concepción del mundo. compartida virtual- fue esta posibilidad de conversión a traves de la lengua mente por todos, en el sentido de que ,la intelligent~ia sagrada lo que permitió que un "inglés" llegara a Papa," bilingüe, al mediar entre la lengua vernacula y el latín, y un "manchú" a H'tio del Cielo. mediaba &n tre la tierra y el cielo. (Lo terrible de la ex- Pero aunque las lenguas sagradas hicieran imagina- comunión refleja esta cosmología.) bles unas comunidades como la cristiana, el ámbito real Pero a pesar de toda la grandeza y el poder de las y la verosimilitud de es~ comunidades n? pueden grandes comunidades religiosalll~nte i~aginadas, su explicarse sólo por la escntura sagrada: despues de tod~, coherencia inconsciente se desvaneció a partir de fines de sus lectores eran pequeños enclaves de gente alfabeti- la Edad Media. Entre las razones de esta declinación, zada entre grandes multitudes de iletrada." Una expli- quiero destacar aquí sólo las dos que se encuentran di- cación más completa requiere un examen de la relación rectamente relacionadas con la peculiar calidad sagra- que hay entre la gente alfabetizada y sus sociedades. da de estas comunidades. Sería un error considerar a los primeros como una es- En primer lugar está el efecto que causaron las ex- pecie de tecnocracia teológica. Las lenguas que. usab~n ploraciones del mundo no europeo, que sobre todo en eran abstrusas, pero no tenían nada de la oscuTl.dad In- Europa -pero no sólo en ella- "ampliaron repentina- tencional de las jergas de abogados o economistas, al mente el horizonte cultural y geográfico y, por ende, la margen de la idea de la realidad que tiene la sociedad. concepción que tenían los hombres de las posibles for- Más bien, los letrados eran estratos estratégicos de una mas de vida humana"." El proceso es ya evidente en el jerarquía cosmológica cuya cúspide era di':fna. Las c~n­ 1O más sobresaliente de todos los libros de viajes europeos. cepciones fundamentales acerca de los grup«;>s socia- Considérese la siguiente descripción deslumbrante de les" eran centrípetas yjerárquicas, antes que onentadas Kublai Khan, hecha por el buen cristiano veneciano hacia las fronteras y horizontales. El asombroso poder • Marco Polo, a fines del Siglo XIII: 12 del papado en su apogeo sólo puede comprenderse en El gran kan, habiendo obtenido esta victoria memorable, • Nieholas Brakespear fue ponúfiee entre 1154 y 1159 con el nom- volvió con gran pompa y festejo a la ciudad capital de Kan- bre de Adriano IV. balu. Esto ocurrió en el mes de noviembre, y continuó resi- 9 Mare Bloch nos recuerda que "la mayoría de los señores y mu- diendo allí durante los meses de febrero y marzo, en los chos grandes barones [en la época med~evaJ] eran administra~ores que se celebraba nuestra festividad de la Pascua. Conscien- incapaces de estudiar personalmente un mfonne o una cuenta . Feu- te de que ésta era una de nuestras solemnidades principa- dal Socidy,I, p. 81. . les, el kan ordenó que todos los crrsuanos acudieran a el y 10 Esto no quiere decir que los analf~~etos .. o lel~. Pero l~ que n leían no eran palabras sino el mundo VIsible" A los OJOS de qUlen~s llevaran consigo su Libro, el que contiene los cuatro Evan- eran capaces de reflexionar, el m~ndo matenal era ~penas algo mas que una especie de máscara, detrás de la cu~ ocurrtan t~ las co- 11Erich Auerbach, Mi7msis, p. 282. [Hay edición del FCE.l sas realmente importantes; también ,les par~cla un leng~aJ~ que tra- 12Marco Polo, Tite Travels 01Marco POÚJ, pp. 158-159. Las cursivas taba de expresar por signos una realidad mas profunda. [bid., p. 83. Son mías. Adviértase que el Evangelio no se lee, aunque se bese. 34 35
  • 18. gelios. !ras ordenar que lo perfumaran repetidamente persa "Rica" a su amigo "Ibben" en "1712", nos revela con mcienso, en una forma ceremoniosa 10 besó con devo- un gran contraste:" ción, y ordenó que lo mismo hicieran todos sus nobles pre- sentes. Esta era su práctica habitual en cada una de las El Papa es el jefe de los cristianos; es un ídolo viejo, adora- principales festividades cristianas, como la Pascua y la Navi- do ahora por simple hábito. Antes era formidable incluso dad; y lo hacía también en las festividades de tos sarrace- entre los príncipes, ya que podía deponerlos con tanta fa- nos, lo~ judíos y los idólatras. Cuando se le preguntó por cilidad como nuestros magníficos sultanes deponen a los los motivos de este comportamiento, dijo: "Haycuatro gran- reyes de Iremetia o de Georgia. Pero ya nadie lo teme. des profetas reverenciados y adorados por las diferentes Afirmaser el sucesor de uno de los primeros cristianos, lla- d;~ses de la hu~a~idad. Los cristianos consideran a Jesu- mado San Pedro, y es ciertamente una rica sucesión, ya cristo como su divinidad; los sarracenos, a Mahoma; losju- que su tesoro es inmenso y tiene a un gran país bajo su díos, a Moisés; y los idólatras a Sogomombar-kan, el más control. eminente de sus ídolos. Yo honro y respeto a los cuatro, e invoco en mi auxilio a' cualquiera de ellos que en efecto reine en Las invenciones deliberadas y complicadas del católico el cielo" Pero por la forma como actuaba su majestad hacia del siglo XVIII reflejan el realismo ingenuo de su ante- ellos, es evidente que consideraba la fe de los cristianos como la más verdadera y la mejor [... 1. cesor del siglo XIII, pero ahora la "relativización" y la "territorialización" tienen una intención enteramente . ~ notabl~ de este pasaje no es tanto el tranquilo rela- consciente y política. ¿Será poco razonable que veamos nvisrno relIgIOSO del gran mongol (sigue siendo un re- una elaboración paradójica de esta tradición que evo- lativismo religioso) como la actitud y el lenguaje de Marco luciona en la identificación de El Gran Satán, hecha por Polo. Jamás se le ocurrió, aunque estaba escribiendo el ayatola Ruhollah Khomeini, no como una herejía, ni para sus correligionarios europeos, decir que Kublai siquiera como un personaje demoniaco (el pobre de era un hipócrita o un idólatra. (Debido en parte, sin Carter no alcanzaba para tanto), sino como una nación~ duda, al hecho de que "en lo tocante al número de súb- En segundo lugar había una degradación progresiva ditos, la extensión del territorio y el monto de la recau- de la propia lengua sagrada. Escribiendo acerca de la Eu- dación, supera a todos los soberanos que han existido ropa occidental medieval, observó Bloch que "el latín o existen en eI d " " Yen el uso descuidado del . mun o.) no era sólo la única lengua en que se enseñaba, sino que "~_uestro" (que se co~vi~rte en el "su"), y en la descrip- era la única lengua que se enseñaba ".15 (Este segundo "úni- cion de la fe de los cnsuanos como la "más verdadera" ca" muestra muy claramente el carácter sagrado del la- en lugar de la "verdadera", podemos detectar las semi: tín: se pensaba que ninguna otra lengua merecía ser ll~s de una te.rritorialización de las creencias que anun- enseñada.) Pero esto estaba cambiando con rapidez ha- CIa el lenguaje de muchos nacionalistas ("nuestra" na- cia el siglo ){VJ. No nos detendremos a examinar aquí ció? es "la mejor", en un campo comparativo, competitivo). En cambio, la carta escrita desde París, por el viajero 14 Henri de Montesquieu, Persian Leuen, p. 81. Las Leures Persones aparecieron por primera vez en 1721. l' 7M Tmueís o/ Morco Polo, p. 152. rs Bloch, Feudal &ciety, 1,p. 77. Las cursivas son mías. 36 37
  • 19. las razones del cambio: más adelante discutiremos la p.ublicaciélIl;;;staba dejando d~ ser ~11<lempr~sa interna- importancia central del capitalismo impreso. Bastará re- cional [SIC]. En una palabra, la Calda dellatín era ejem- cordar su escala y su ritmo. Febvre y Martin estiman que plo de un proceso más amplio en el que las comunida- 77% de los libros impresos antes de 1500 estaban toda- des sagradas, integradas por antiguas lenguas sagradas, vía en latín (lo que significaba, sin embargo, que 23% gradualmente se fragmentaban, pluralizaban y territo- se encontraba ya en lenguas vernáculas) .'6 Si sólo ocho rializaban. de las 88 ediciones impresas en París en 1501 no esta- ban en latín, después de 1575 había ya una mayoría que estaba en francés.'? La hegemonía del latín estaba con- EL~INQ PINÁSTIC() denada, a pesar de una recuperación temporal durante la Contrarreforma. Tampoco hablamos simplemente de Quizá resulte dificil ahora imaginarnos enfáticamente una popularidad general. Tiempo después, pero a una en un mundo donde el reino dinástico aparecía para la velocidad no menor, el latín dejaba de ser el idioma de mayoría de los hombres como el único sistema "políti- una alta intelligentsia paneuropea. En el siglo XVII, Hob- co" imaginable. En ciertos sentidos fundamentales, la bes (1588-1678) era una figura de renombre continen- monarquía "formal" se opone a todas las concepciones tal porque escribió en la lengua verdadera. En cambio, modernas de. la vida política. El reino lo organiza todo Shakespeare (1564-1616), que escribía en la lengua ver- alrededor de un centro elevado. Su legitimidad deriva nácula, era virtualmente desconocido al otro lado del de la divinidad, no de las poblaciones, cuyos individuos, Canal." ¿Ysi el inglés no se hubiera convertido, 200 años después de todo, son súbditos, no ciudadanos. En la con- más tarde, en la lengua preeminente del imperio mun- cepción moderna, la soberanía estatal opera en forma dial, no habría retenido en gran parte su oscuridad in- plena, llana y pareja sobre cada centímetro cuadrado de sular original? Mientras tanto, algunos escritores del un territorio legalmente demarcado. Pero en la imagi- otro lado del Canal que casi eran contemporáneos, nería antigua, donde los estados se definían por sus cen- como Descartes (1596-1650) y Pascal (1623-1662), des- tros, las fronteras eran porosas e indistintas, y las sobe- pachaban la mayor parte de su correspondencia en la- ranías se fundían imperceptiblemente unas en otras." tín; pero virtualmente toda la correspondencia de Vol- Así se explica, paradójicamente, la facilidad con la que taire (1694-1778) estaba en lengua vernácula. 19 "Después los imperios y los reinos prerriodernos podían sostener de 1640, cuando era cada vez menor el número de los libros que se publicaban en latín y cada vez mayor el de 20 lbid., pp. 232·233. El francés original es más modesto e histórica- ment~ exacto: "Tandís que 1'0n édite de moins en moins d'ouvrages los libros que se publicaban en lenguas vernáculas, la en latiri, el une proporuon toujours plus grande de textes en langue nauonale. le comrnerce du livre se marcene en Europe." L 'Appanticm 16 Luden Febvre y Henri-jean Martín, TM Cmnin¡¡; O/1M Book, pp. du LillTt!, p. 356. 248-249. "Ad" vsertase e 1 desplazamiento de la nomenclatura de los gober- 17 Ibid., p. 321. nantes que corresponde a esta transformación. Los escolares recuer- lO tus; p. 330. dan a los monarcas por su nombre (¿cuaJ era el apellido de Guillenno " ne; pp. 331-332. el Conquistador7), a los presidentes por su apellido (¿cómo se llamaba 38 39
  • 20. su control sobre poblaciones inmensamente heterogé- ípe Conde de Habsburgo y Tirol, de Kíburgo, COrz y Gra- neas, y a menudo ni siquiera contiguas, durante largos ~iska; Duque de Trieste y Brizen; Margrave de la Al~ y la penod os. 22 . Baja Lausitz y de Istria; Conde de Hohenembs, Feldkirch, También debemos recordar que estos antiguos esta- Bregenz, Sonenberg, etc.; Señor de Trteste, de Cataro, y dos monárquicos se expandieron no sólo por la guerra más allá de la Marca del Windisch; Gran Voivod de la Voy- sino tam bién por la política sexual, de una clase muy di- vodina, Serbia [... l, etcétera, ferente a la que ahora se practica. A través del principio general de la verticalidad, los matrimonios dinásticos Como observa Jászi, esto "no carece de cierto. aspe~to unían a poblaciones diversas bajo nuevos ápices. Para- cómico [... ] el registro de innumerables mammoruos, digmática en este sentido era la Casa de Habsburgo. regateos y capturas de los Habs.burg?". . . Como decía su lema: ¡Bella geran: alii tufelix Austria nube! En los reinos donde la poligamia estaba religiosa- Aquí, en una forma algo abreviada, tenemos los títulos ente sancionada, los sistemas complejos de concubi- m i ' tos escalonados eran esenciales para a mtegracion .. de la última dinastía:" na d . b del reino. De hecho, los linajes reales enva ~~ ~ me-' Emperador de Austria, Rey de Hungría, de Bohemia, de udo su prestigio, aparte de toda aureola de divinidad, Dalrnacia, Croada, Eslovenia, Galicia, Lodomeria e Iliria; de cierta mezcla racial.4 Porque ta Ies mezcl as ~~n se- n .2 Rey de jerusalén, etc.; Archiduque de Austria [sic]; Gran Du- ñales de una posición superior. Resulta característico el que de Toscana y Cracovia; Duque de Loth [al ringia, de hecho de que no ha habido una dinastía "inglesa" rei- Salzburgo, Estiria, Carintia, Carniosa y Bukovina;Gran Du- nante en Londres desde el siglo XI (si ac~¿; ¿y cuál "na- que de Transilvania, Margravede Moravia; Duque de la Alta cionalidad" asignaremos a los Borbones? y Baja Silesia, de Módena, Parma, Piacenza y Guastella, de Sin embargo, durante el siglo ~I -por razones que Ausschwitz y Sator, de Teschen, Friaul, Ragusay Zara; Prín- 24 Sobre todo en el Asia premodema. Pero el mismo principio ope: Ebert?). En un mundo de ciudadanos, todos ellos elegibles en teoría raba en la Europa cristiana monógama. En 1910, un Otto Forsl pubhco para la presidencia, el limitado conjunto de nombres los vuelve ina- su Ahnmta¡et Sn...,. Kais..-tichen und Kimiglichen Hohrit dn durrhlauch- decuados como designadores de especificación. En cambio, en las ligstnl Herm ErzhnuJgs Franz: Ferdinand, donde se e.numeraba a 2 0~7 monarquías. donde el gobierno está reservado para un solo apellido, de los antepasados del archiduque que pronto serta asesinado. La lis- son por fuerza los hombres, con números o apodos. los que proveen ta incluía I 486 alemanes, 124 franceses, 196 italian~s. 89 españ_oles. las distinciones requeridas. 52 polacos. 47 daneses, 20 ingleses, ~ombres y mUJe!es, ~dem~ ~e 12 Podemos advertir, de paso, que Nairn está sin duda en lo cieno otras cuatro nacionalidades. Este "cunoso documento se cita en ¡bid., cuando describe la Ley de Unión de 1707, entre Inglaterra y Escocia, p. 136, n. l. No puedo resistir.rn.e a citar a9uí la maravillo~ re~cción como un "negocio patricio", en el sentido de que los arquitectos de de FranciscoJosé ante las noticias del asesinato de.su excentnco he- la unión eran políticos aristócratas. (Véase su lúcido estudio en The redero aparente: "En esta forma, un poder su~e~~r ha restaurado BreaJc-up o/ Brítain, pp. 136ss.) Sin embargo, resulta dificil imaginar ese orden que por desgracia no pude mantener .(¡bid., p. 12~). _ tal acuerdo entre las aristocracias de dos repúblicas. La concepción :l~ Oellner destaca el carácter típicamente extranjero de las dmasu~, de un Reino Unido fue seguramente el elemento mediador decisivo pero interpreta el fenómeno en forma demasi~do estrecha: los ans- que hizo posible el arreglo. tócratas locales prefieren a un monarca extranjero porque no torna- 2' OsearJászi, Tite Dissoíutíon o/ the HabsburgMonarchy, p. 34. rá partido en sus rivalidades internas, Thought and Chan~, p. 136. 40 41
  • 21. no vienen al caso aquí- inició su lenta declinación en Todavía en 1914, los Estados dinásticos constituían la Europa occidental la legitimidad automática de la mo- mayoría de los miembros del sistema político mundial; narquía sagrada. En 1649, Carlos Estuardo fue decapi- sin embargo, como veremos en detalle más adelante, tado en la primera revolución del mundo moderno, y muchas dinastías habían buscado durante algún tiem- durante el decenio de 1650, fue gobernado uno de los po una credencial "nacional", a medida que se desva- Estados europeos más importantes por un Protector necía silenciosamente el antiguo principio de la Legiti- plebeyo, no por un rey. Pero incluso en la época de Po- midad. Mientras que los ejércitos de Federico el Grande pe y Addison, Ana Estuardo curaba todavía a los enfer- (reinado 1740-1786) estaban llenos de "extranjeros", mos con la imposición de manos reales, curaciones rea- los de su sobrino nieto, Federico Guillermo III (reina- lizadas también por los Borbones, Luis XV y XVI, en la do 1797-1840), eran exclusivamente "de nacionalidad Francia Ilustrada hasta el fin del ancien rigime.'6 Pero prusiana", como resultado de las espectaculares refor- , después de 1789, el principio de la Legitimidad tenía mas de Scharnhost, Gneisenau y Clausewitz."" que ser defendido en forma agresiva y consciente y, en el proceso, la "monarquía" se convirtió en un modelo semiestandarizado. Tennó yel Hijo del Cielo se convir- LAs APREHENSIONES DEL TIEMPO tieron en "Emperadores". En el remoto Siam, Rama V (Chulalongkorn) envió a sus hijos y sobrinos a las cor- Sin embargo, sería miope la concepción de las comu- tes de San Petersburgo, Londres y Berlín, a aprender nidades de naciones imaginadas como algo que simple- los refinamientos del modelo mundial. En 1887, insti- mente surgió de las comunidades religiosas y los reinos tuyó el principio de la sucesión por primogenitura le- dinásticos para sustituirlos. Debajo de la declinación gal, "alineando así a Siam con las monarquías •civili- de las comunidades, las lenguas y los linajes sagrados, zadas' de Europa. "'7 El nuevo sistema llevó al trono, en estaba ocurriendo un cambio fundamental en los mo- 1910: a ~n homosexual extravagante que seguramente de dos aprehensión del mundo que, más que cualquie- habna sido descartado en una época anterior. Sin em- ra otra cosa, permitía "pensar" a la nación. bargo, la aprobación intermonárquica de su ascensión Para tener una idea de este cambio, podemos pasar como Rama VI se selló por la asistencia, a su corona- con provecho a las representaciones visuales de las co- ción, de príncipes provenientes de Gran Bretaña, Ru- munidades sagradas, con los relieves y las ventanas de sia, Grecia, Suecia, Dinamarca yjapón.28 .. Más de I 000 de los 7 000 u 8 000 nombres de la lista de oficiales . ~ Marc Bloch, Les RDis Thaumaturges, pp. 390 Y 398-399. [Hay edí- del ejército prusiano eran extranjeros en 1806. "Losprusianos de cla- caen del Fondo de Cultura Económica.) ~.media eran superados en número por los extranjeros en su propio " Noel A. Bauye, "The Military, Government and Society in Siam ejercito; esto dotaba de color al dicho de que Prusia no era un país 1868-1910", tesis doctoral, Cornell, 1974, p. 270. ' Con un ejército sino un ejército con un país." En 1798. los reforma- 2tI Stephen Greene, "Thai Government and Administration in the d~res prusianos habían demandado una "reducción a la mitad del Reign of Rama VI (1910-1925)", tesis doctoral, Universidad de Lon- ~umero de extranjeros. que todavía representaban cerca de 50% de dres, 1971, p. 92. os soldados [... l". Alfred Vagts, A History 01Militarism, pp. 64 Y85. 42 43
  • 22. vitrales de las iglesias medievales, o las pinturas de los como una caden~ interminable de cdausa ylefecto o d~ primeros maestros italianos y flamencos. Un aspecto aradones radicales entre el pasa o y e presente. característico de tales representaciones es algo engaño- bhservaBloch-que la gente pensa~ que debía de estar samente análogo al "ropaje moderno". Los pastores rca del fin del tiempo, en el sentido de que la segun- que han seguido la estrella hasta el pesebre donde na- : venida de Cristo podría ocurrir en cualqui~r mo- ció Cristo tienen las características de los campesinos to: san Pablo había dicho que "el día del Senor He- de Burgundia. La virgen María se representa como si men como un ladrón en la noch~. Era aSI natu~ 1~ue e1 " - fuera la hija de un comerciante toscano. En-muchas pin- ~ cronista del siglo Xli el obispo Otto de Freising, se turas, el patrón que las encarga, vestido como burgués firiera reiteradamente a "nosotros, los que hemos 1Ie- o como noble, aparece aliado de los pastores. Lo que redo al final de los tiempos". C?ncluy~ Bloch que: en parece incongruente ahora, aparecía obviamente natu- gaanta los hombres medievales se pusieron a meditar, ral a los ojos de los adoradores medievales. Afrontamos cuda estaba más lejos de su pensamiento que la pers- un mundo donde la representación de la realidad ima- na h pe~tiva de"~~ futuro lejano para una umaru 'dad'Joven ginada era predominantemente visual y auditiva. El YVlgorosa . cristianismo asumió SU forma universal a través de una Auerbach hace un bosquejo inolvidable de esta for- miríada de especificaciones y particularidades: este re- o ma de la concrencia: • ~2 lieve, esa ventana, este sermón, ese cuento, este drama moralizante, esa reliquia. Mientras que el clero trans- Si un suceso como el sacrificio de Isaac se interpreta com? europeo que leía el latín era un elemento esencial de un anuncio del sacrificio de Cristo, de modo que el pn- la estructuración de la imaginación cristiana, la media- mero promete y el segundo "cumple" [... ] la promesa, ~ ción de sus concepciones ante las masas analfabetas, establecerá una conexión entre dos sucesos que no es~n ligados en lo temporal ni en lo causal [... ). Es~ cone~lOn mediante creaciones visuales y auditivas, siempre per- podrá establecerse só~o si a~ bos ~uceso_s ~stan vertical- sonales y particulares, no era menos vital. El humilde menteligados a la Divina Providencia, la uruca que puede párroco, cuyos ancestros y defectos eran conocidos por elaborar tal plan de la historia y proveer la clave para su todos los oyentes de sus celebraciones, era todavía el entendimiento [... ). El aquí y ahora no es un simple esla- intermediario directo entre sus feligreses y la divinidad. bón más en una cadena terrenal de acontecimientos, sino Esta yuxtaposición de lo cósmico-universal y lo munda- que es .imultáneamen~ algo q~e no ha sido siempre y ~ue no-particular significaba que, por vasta que fuese la cris- secumplirá en el futuro; y estnctamente, a los oJos de DIOS, tiandad, y por vasta que se creyera, se manifestaba di- !O Para nosotros. la idea del "ropaje moderno", una equivalencia versamentea las comunidades suavas o andaluzas como metafórica del pasado con el presente, es un reconocimiento irónico reproducciones de sí mismas. Era inimaginable una re- de su fatal separación. presentación de la virgen María con Tisgos "semíticos" " Bloch, FnJdalSociety, l. pp. 84-86, o ropajes de "siglo 1", productos del espíritu 'restaura- u Auerbach. Mimesis. p. 64. Las cursivas son mías. Compárese la descripción que hace san Agustín del Antigu? Tes~mento como "1: dor del museo moderno, porque el pensamiento cris- sombra.del futuro [es decir, proyectado hacia arras por el futuro] . tiano medieval no tenía una concepción de la historia Citado en Bloch. FeudalSociety, 1, p. 90. 44 45