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FILOSOFÍA ANTIGUA

4. LA FILOSOFÍA HELENÍSTICA. 
A. EL ESTOICISMO.

Corriente filosófica del período helenístico


cuyo nombre proviene del lugar en que su
fundador (Zenón de Citio, 333-263 a.C.) ubicó
la sede de la escuela, que estaba situada en un
pórtico o stoa. Desde Zenón de Citio y,
especialmente, desde Crisipo (el sistematizador
de la stoa antigua), los estoicos dividían la
filosofía en tres partes: lógica, física y ética.

 
FILOSOFÍA ANTIGUA

B. EPICUREÍSMO.

• Los epicúreos se planteaban fundamentalmente la búsqueda de


la felicidad.
• No admitían la intervención de la divinidad en los aconteceres
humanos y consideraban como bien supremo el placer que
consistía en la ausencia de dolor y propugnaban una inhibición
ante los asuntos concernientes al Estado, así como una crítica de
las tradiciones. Precisamente esa defensa del apoliticismo fue lo
que impidió que el Epicureísmo arraigase en Roma.
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• 5. FILOSOFÍA ROMANA.

A. Marco Tulio Cicerón (106-43 a. C.).

Cicerón, fue el primero en proponer una filosofía de la esperanza, del


progreso y del juicio provisional. Al comprender la marcha del
pensamiento como un progreso infinito hacia una Verdad que está
por encima de dicho pensamiento, lo asume conciliando una filosofía
de la esperanza y una experiencia de la inquietud: «La verdadera
felicidad no consiste en la posesión, de suyo imposible, de la Verdad,
sino en la búsqueda nunca acabada y nunca frustrada de la misma».
Afirma que la virtud basta para alcanzar la felicidad, esforzándose
por conciliar el respeto hacia el cuerpo y los bienes que le son
propios con el primado absoluto del espíritu.
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B. LUCIO ANNEO SÉNECA (4 a.C. – 65 d.C.). Filósofo


estoico, sus principales ideas son:
 El dominio espiritual sobre los reveses de la fortuna. 
 Reafirmar la serena placidez del ánimo, reivindicando los
tres pilares estoicos de la firmeza: alegría, prudencia y
voluntad. 
 Desprecio por la riqueza, pero uso benefactor de ella. 
 Dignidad individual del ser humano sólo por el hecho de
serlo. 
 El contenido de la existencia forma la virtus, que es el
sumo bien, valorando más el esfuerzo por conseguirla que
su propia consecución. 
 Rechazo a la ira, la angustia y el aburrimiento. 
 Supremacía del alma sobre el cuerpo. 
 La idea de Dios como mente del Universo, y de la
Providencia como un espíritu divino que revive en el
hombre.
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C. Marco Aurelio. (161-218 d.C.).


• Emperador romano, que supo compaginar sus
ocupaciones políticas y sus campañas militares
con sus aficiones filosóficas, cuyo reflejo
transmitió a la legislación y a la administración
del Imperio, escribió su obra: «Meditaciones»,
en la que recoge los tópicos de la filosofía
estoica, insistiendo en la idea religiosa de la
providencia divina que todo lo orienta hacia el
bien del universo y del hombre capaz de valorar
el verdadero bien.
• La gran lección de este emperador filósofo fue su
constante esfuerzo por acomodar su conducta
pública y privada a sus convicciones filosóficas.
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D. NEOPLATONISMO.
En estas escuelas filosóficas se encuentra
un intento de unidad entre la filosofía
platónica y aristotélica. Se trata de una
postura ecléctica que da también entrada a
las exigencias religiosas de tipo oriental, a
elementos pitagóricos, etc.
FILOSOFÍA ANTIGUA

Plotino (204-270), afirma que la Inteligencia no debe


ser concebida como una parte del alma personal: la
poseemos sólo cuando hacemos uso de ella, pero no
forma parte del alma individual. Al pensar conforme a
ella nos encontramos transportados a la región
inteligible, lo que nos permite alcanzar un pensamiento
intuitivo que está más allá de la razón discursiva. Por la
práctica de la virtud, el hombre, liberado de sus
pasiones, puede emprender el ascenso hacia el
reencuentro con el Uno.
En este proceso ascendente hay cuatro grados de
perfección:
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1) La práctica del bien y de la virtud, por la cual el hombre


se libera de las pasiones.
2) La contemplación de lo bello, que permite el paulatino
proceso de pasar de la belleza sensorial a la belleza
incorpórea. El amor por la belleza es una manifestación de lo
inteligible en lo sensible, o manifestación de lo inteligible en
la mera corporeidad. Este proceso de contemplación de lo
bello lo entiende Plotino en sentido dialéctico platónico, y
permite conducirnos al tercer nivel:
3) el conocimiento de lo verdadero, que es la función de la
filosofía, a la que concibe no como un saber sino como una
forma de vida que debe permitir contemplar las ideas en sí.
4) Estos grados culminan en un cuarto y privilegiado grado
de perfección: el gozo del éxtasis, que implica la anulación
de la propia personalidad y la fusión con el Uno-Dios.

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