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Concurso aparente de leyes

Para solucionar los diversos casos de concurso


aparente de leyes, el sistema jurídico ha propuesto
algunas fórmulas fundamentalmente pragmáticas.
Estás reglas están dadas a través de 3 principios: el
de especialidad, subsidiaridad y de consunción.
Principio de Especialidad

Según este principio cuando concurren a un caso una ley


general y una ley especial, prevalece la ley especial. El
códifgo civil (Art. 12) lo recoge expresamente y el
también aplicable en materia penal. La dificultad, más
bien estriba muchas veces en determinar cuando una ley es
especial con respecto a otra.
Principio de subsidiaridad

Este principio se aplica a aquellos casos en que un mismo bien


jurídico es protegido por varias leyes penales, según que la
lesión producida tenga mayor o menor gravedad y por ello
mayor o menor disvalor jurídico. En tales casos, la ley
secundaria (que sanciona la forma menos grave) será aplicable
subsidiariamente es decir sólo si queda claramente descartada
la ley primaria (que sanciona la forma más grave). Cuando la
ley primaria se aplica, se entiende que absorbe en su scanción a
la falta menos grave.
Principio de Consunción
Este principio es aplicable al caso de que ciertos delitos de una
estructura muy especial, como son, principalmente, los
llamados delitos complejos. Estos delitos son figuras creadas
por el legislador, cuando dentro de una misma conducta
delictiva o de un mismo proceso delictivo se lesionan dos o
más bienes jurídicos. El legislador pudo determinar que cada
uno de estos resultados dañosos sea sancionado separadamente
como dos delitos diferentes; pero para facilitar la actuación de
los jueces prefirió unificar los dos resultados en un solo delito,
el delito complejo y estableció una sola norma para su sanción.

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